Reencuentro con Elena

Sí que va deprisa nuestro autor, su nueva realidad parece apurarlo en este último tramo, calzar el pasado con el presente no siempre resulta en una tarea agradable. :cool:
 
Yo creo que Ángela, siempre ha estado pillada por Javier. Lo que pasa es que se ha dado cuenta, que ella lo podría amar, pero cree que él no le corresponderá. Dio en hueso antes del reencuentro, sabiendo que él seguía pensando en Elena. Corroboró tal creencia siendo su ¿consejera?, y su pañuelo de lágrimas. Y ya por último, siendo su compañera de piso, definitivamente se conforma con ser, de nuevo, su follamiga.

Bastante de acuerdo con lo que dices, aunque yo le bajaría un par de grados a sus sentimientos hacia él.
Ángela parece ser un alma libre que comparte su cariño por medio del sexo, a quien sea que aprecie como un verdadero amigo(a) lo volverá su pareja sexual, y ya hemos visto como desborda cariño, por suerte nunca se la podrá considerar una chica fácil, simplemente porque a sus conocidos no les permite entrar en esa categoría.
Creo que tanto Javier como Ángela sintieron lo mismo por el otro, ambos se consideraron para una relación seria, el asunto es que sucedió en distintos momentos, una lástima.
En todo caso, que sigan cerca deja la opción abierta. :cool:
 
En teoría, queda poco relato. Porque nos acercamos al momento histórico que dijo Keranos y ya por lo publicado está claro que esto llega a su final de un momento a otro. Ahora mismo no veo a Javier en ninguna relación de pareja salvo giro de 180º de Elena a última hora. Para mí, apunta a que termina sólo, y a lo mejor no le viene mal, como dijo algún comentarista no le vendría mal reencontrarse consigo mismo.
 
Capítulo 864

Por eso mi interés en aquello, aunque no sabía si podía haber algo que se pudiera ajustar bien a lo que yo buscaba. Mi amigo dijo que lo más seguro era que sí, porque era bastante común, y después de hacer una rápida búsqueda dijo que sí que lo había.

De hecho, me preguntó si estaba interesado de verdad, porque de ser así, él podría ponerse en contacto con la universidad en la que estuvo haciendo su máster y en donde trabajó durante un tiempo para hablar con ellos y que me echaran una mano para poder disfrutar de esas mismas facilidades que había tenido él en su día.

Mi interés era real y la verdad es que me apetecía mucho seguir formándome para llegar más lejos, así que le dije que si podía hacerlo, pues adelante. Ángela estaba ilusionada con mi decisión, aunque también estaba flipando un poco.

Yo no tenía muchas expectativas en realidad, pero al cabo de un par de días, mi amigo me llamó para contarme que había tenido una conversación con los de la universidad y que no había ningún problema. Me contó con detalle que contaría con lo mismo que tuvo él en su día, aunque eso no era todo.

Al parecer, él les contó a lo que me dedicaba, dando clases de idiomas, entre otras materias y charlando, le comentaron que iban a necesitar a alguien para el curso siguiente que pudiera impartir clases de inglés al ser una región francófona de manera exclusiva.

La idea era que impartiera clases de inglés mientras a la vez me sacaba mi máster, como si aquello formara parte del máster en sí, permitiéndome aprender y ganar más experiencia al mismo tiempo, aunque esto ya eran palabras mayores, porque estábamos hablando de dar clase a universitarios, no a nivel de secundaria y primaria.

No es que me llegara a asustar, pero me imponía bastante, aunque también es cierto que a esas alturas había trabajado con personas de esa edad, e incluso mayores para impartirles los cursos más superiores de inglés. Me pidió mi correo electrónico para que se lo pudiera mandar a ellos y que pudieran hablar conmigo directamente, ya que me querían hacer una entrevista por videollamada en donde querían ver mi nivel de inglés y de francés, uno para enseñarlo y el otro para poder comunicarme, porque como he dicho, en esa región se hablaba francés de normal.

Se lo di y no tardaron en contactarme, aunque no pude hacerlo hasta la noche, en donde después de intercambiar unas palabras, quedamos en que me harían esa entrevista el próximo sábado, porque yo tenía que ir a trabajar y a ellos no les causaba problema hacerlo en ese día según me contaron. La única pega era la diferencia horaria, aunque no había problema, ya que ellos me podían hacer la entrevista en un horario matutino para ellos, mientras que para mí sería de tarde.

Una vez acabé de hablar con ellos en esa ocasión, sí que me empezaron a entrar más nervios, porque todo estaba bastante encarrilado a que sucediera de verdad. Recuerdo que Ángela me echaba una mano para hablar francés fluidamente, porque lo que hacía en clases lo daba para eso.

Fue algo que me recordó mucho a Andrea, porque era lo que hacíamos, practicar francés, aunque de manera mucho más básica. Ángela se lo tomó en serio hasta tal punto en el que solo nos comunicábamos en ese idioma, permitiéndome desoxidarme bien en tan solo un par de días.

Estaba nervioso, porque era algo importante y quería causar buena impresión en esa entrevista de trabajo. Ángela me preguntó riendo un poco si quería que me maquillara para disimular un poco las ojeras que aún se me marcaban, aunque aquello me dio una idea.

Le dije que no hacía falta, pero que quizá podíamos hacer algo con la barba, porque con la que tenía, la verdad es que no les podía entrar bien por los ojos. Imaginaba que no me tomarían muy en serio teniéndola así pese a cuidarla bien, cosa que ya se me estaba haciendo muy pesada también.

Así que tomé la decisión de recortarla bastante. Ángela no se esperaba que lo fuera a hacer tanto cuando volví a casa después de haber ido a un barbero. Al final sí que la recorté, porque la dejé casi al ras de la piel, como una barba normal y corriente, aunque sí que dejé un poco más larga la parte de la barbilla, gustándome bastante ese cambio.

Tanto, que se quedaría de forma permanente en mí. Ángela dio un pequeño grito al verme así, diciendo que le encantaba y que me quedaba muy bien. Yo le reconocí que me sentía mucho más cómodo, como si hubiera perdido peso incluso.

Ella me dio la razón en eso último, diciéndome que parecía mucho más delgado de cara. Me estuvo mirando durante un buen rato estando ambos sentados en el sofá. Hasta me llegó a poner un poco nervioso. Dijo una vez más que le encantó cómo me la habían dejado y que tenía que preocupar mantenerla así.

Me preguntó también si alguien más conocido me había visto así, diciéndole yo que no, que era la primera, pensando que los demás iban a flipar, aunque yo quería esperar a que acabará la entrevista que tenía ese mismo día por la tarde para poder darles de paso la noticia si es que salía bien.

Me dijo que le parecía bien, dándome fuerza para ello. Ella se puso también nerviosa, hasta tal punto que dijo que se iría a dar una vuelta mientras yo tenía la entrevista y que la avisara en cuanto acabara para contarle. Pero antes de eso, teníamos que comer, teniendo yo el estómago un poco cerrado por los nervios.

De hecho, no llegué a comer casi nada, pensando Ángela que ya lo haría por la noche. Me ayudó a prepararme para la reunión, aconsejándome qué ponerme para que me favoreciera a la vez que me ayudó a iluminar bien todo, haciendo pruebas para ver cómo se veía y demás.

Se acabó yendo antes de que me llamaran según la hora que teníamos acordada, no tardando en tener lugar. Fueron muy simpáticos conmigo, contándome con mucho más detalle cómo sería la experiencia de estudiar allí y las facilidades que iba a tener.

Si hasta me mostraron imágenes de absolutamente todo, ya que se prepararon una presentación. Me encantó todo lo que me dijeron y lo que me enseñaron, pasando después a una entrevista más profunda para el tema de las clases.

Estuvimos hablando durante bastante tiempo, más del que yo pensaba, porque no se me hizo pesado. Todo lo contrario. Querían saber cómo impartía mis clases y cómo me manejaba con los idiomas, por lo que tuvimos una parte en inglés y otra en francés. Hasta había veces en las que mezclábamos un poco los idiomas para ver cómo me desenvolvía. Según me contaron, acabaron muy contentos conmigo, pareciéndoles bien que diera clases allí, teniendo además mi remuneración.

Y más encantado estaba yo de que así fuera, aunque me pilló un poco a contrapié que me tuviera que presentar allí en poco menos de un mes. Yo pensaba que sería para incorporarme al curso siguiente, empezando en septiembre, como aquí, pero ellos tenían en mente impartir cursos intensivos en verano. Básicamente, era lo mismo que estaba haciendo en la academia en el apartado de los cursos, pero en una universidad, siendo iniciativa de la universidad para proporcionar esa formación a sus estudiantes.

Me preguntaron si tenía algún problema por ello, pero mirando el calendario les dije que no, que lo único que me preocupaba en realidad era poder acabar el curso escolar para no dejar tirados a mis compañeros en el lugar en el que trabajaba. Tendría que ir a las dos semanas de acabar el curso, así que no había problema en ese aspecto. Dejamos ahí la llamada, quedando en que seguiríamos en contacto por email para más detalles y lo que hiciera falta.

Seguía teniendo nervios una vez acabamos la reunión, pero ahora era por lo inminente que era mi marcha. En cuanto acabé de hablar con ellos, le envié un mensaje a Ángela para que viniera a casa. No tardó casi nada en hacerlo, preguntándome acelerada cómo había ido la cosa. Dio un grito y vino corriendo hacia mí para darme un fuerte abrazo, subiéndose a mi cuerpo de hecho cuando le dije que todo había ido de maravilla y que querían contar conmigo.

Estaba muy contenta por mí al haber conseguido aquello, diciéndome que sería una experiencia única y que tenía que aprovecharla bien. Se le cambió un poco la cara cuando le dije que me tendría que ir en más o menos un mes después de explicarle lo que me contaron.

Como me pasó a mí, le dio un poco de vértigo ver que me tenía que ir prácticamente en un abrir y cerrar de ojos, aunque eso no quitaba que siguiera muy contenta para mí. Hasta salimos a cenar por ahí fuera en un restaurante para celebrarlo. Durante la cena me preguntó cuándo se lo iba a contar a los demás y a mi familia, extrañándole un poco que no lo hubiera hecho ya al confirmarse a falta de resolver algo de papeleo aún, pero estando ya hecho.

Le recordé lo que tenía en mente y precisamente quería hacerlo al día siguiente aprovechando que era algo tan inminente y estando ya hecho. Le pareció bastante bien, queriendo ella estar conmigo para cuando se lo contáramos a Irene y a Mario, pareciéndome a mí bien, llegando ella incluso a coger su móvil para empezar a hablar con Irene para preguntarle si estaban disponibles para el día siguiente, sugiriéndole quedar los cuatro para tomarnos un café. Irene le respondió al rato, dándole luz verde en ese plan, diciendo que le apetecía.​
 
Según entiendo, se va a una ciudad de Francia no?, aunque parezca obvio.

Angela es capaz de proponerle ir con él 😅
Hombre, Ángela ahora mismo tiene su vida basada en Javi así que no descartes que quiera irse con él para tenerlo vigilado x si llueve un día y a él se le ocurre no llevar paraguas.

En esta semana han pasado meses de folleteos varios en 1 capítulo, y hoy 1 capítulo para 1 reunión, imagino que mañana otro capítulo para la reunión con Irene y tal, y así volvemos a alejarnos de los temas por los que estamos aquí.
 
Hay cierta contradicción en la información entregada, dan a entender una significativa diferencia horaria con esa zona francófona, de varias horas menos, es decir hacia el Oeste, lo que saca a ese lugar de Europa, pero también entiendo que fue gracias a un programa Erasmus que llegó al lugar donde decidió volver por el de master, y eso lo circunscribe a territorio europeo. :rolleyes::unsure:
 
A parte de los paises asociados a UE y otros con estatus de adheridos, hay terceros países que pueden desarrollar programas que entren en el programa Erasmus, entre ellos Canadá.
Siendo así, queda bastante claro que será al Este de Canadá donde irá Javier, quizás por la zona de Quebec u Ontario.
 
Última edición:
Capítulo 865

Sin embargo, con Sofía y Hugo la cosa no iba a ser tan sencilla al estar ellos viviendo ya en la ciudad de Sofía. No veía viable ir a verlos y luego volver, teniendo que ir además a nuestra ciudad, así que se nos ocurrió hacer una videollamada con ellos por la mañana si estaban libres y poder contarles, pudiendo ver además cómo había recortado mi barba. A Ángela le parecía la mejor solución, aunque también me dijo que tenía que despedirme de todas mis demás amistades, cosa que tenía pensado hacer, aunque en días posteriores.

Aprovechamos que estábamos en la calle para ir a tomarnos algo, aunque en esta ocasión no nos acompañó Cintia. Aun así, lo pasamos bastante bien, estando Ángela muy animada y queriendo bailar conmigo, por lo que lo estuvimos haciendo un rato. Tampoco es que nos marcháramos a casa muy tarde, porque queríamos descansar para lo que nos esperaba al día siguiente. Aunque estábamos tan pletóricos que esa noche cayó un buen polvo.

Ángela estaba muy activa y con muchas ganas, diciendo que había que aprovechar mientras estuviera allí, por lo que estuvimos follando durante un buen rato, pasándolo bastante bien y haciendo de todo lo que nos gustaba.

Aunque ese polvo vino seguido de un momento de reflexión en el que Ángela se empezó a preguntar si debía quedarse allí a vivir ahora que no iba a estar yo y viendo que había podido cambiar el chip de tal manera como para marcharme bastante lejos para lo que iba a hacer.

Le dije que aún tenía tiempo para pensarlo, aunque ella podía seguir viviendo allí una vez me fuera yo. Estaba bastante seguro de que no habría ningún problema en ello. Por lo pronto, se lo iba a tomar con calma, diciéndome que lo iba a pesar durante unos días.

Vi que aquello la dejó pensativa y hasta preocupada en cierto modo, por lo que le pregunté si se quería quedar a dormir en mi cama, diciendo ella que sí, que le gustaría. Se me abrazó, estando ya ella con su pijama de verano al estar ya en junio, mientras que yo dormí en boxers.

Al día siguiente me puse en contacto con Sofía no muy temprano para ver si estaban ambos en casa, contando yo con ello al ser domingo. Hubo suerte y me dijo que sí, aunque tenían pensando bajar a la playa, pero me preguntó qué pasaba, pidiéndole yo que hiciéramos una videollamada, cosa a la que no puso pega, especialmente después de que se hubieran ido a vivir allí, ya que se volvieron bastante comunes.

Solamente tenía que esperar a que Hugo volviera, pues se había acostumbrado a correr por la playa para hacer ejercicio, así que esperé a que regresara para que me llamaran, uniéndose Ángela a mí al acabar de ducharse y demás.

Ambos se sorprendieron mucho al verme con la barba así, sobre todo Sofía, quien dijo que le recordaba mucho a tiempos anteriores, cuando la tenía de forma muy parecida, aunque me decía que se me notaba mucho todo el ejercicio que hacía en la cara también. Me preguntó si estaba más cómodo así, confesándole yo que sí, aunque aún no había hecho ejercicio, pero sí que lo era a la hora de follar, como pude comprobar con Ángela la pasada noche.

Después me preguntó el motivo de haberlo hecho, pasando yo a contarle lo que iba a hacer. Les pilló muy de sorpresa, quedándose bastante parados, aunque se alegraron mucho por mí al ver la decisión que había tomado y también por la valentía de irme tan lejos, aunque para su gusto, era demasiado lejos. Les estuve contando con detalle cómo iba a ser todo y cómo me había enterado de una oportunidad así.

Ambos estaban contentos al ver la pinta tan buena que tenía lo que les contaba. Quedamos en vernos al fin de semana siguiente para que les pudiera explicar bien todo en persona y con más detenimiento, sugiriéndonos irnos con ellos allí para poder ir a la playa y demás, cosa que nos pareció muy bien.

Me preguntaron si se lo había dicho a Irene y a Mario, diciéndoles que aún no, que era algo que haría por la tarde en persona, porque habíamos quedado con ellos para tomar un café. A Sofía le daba un poco de miedo la reacción que pudiera tener Irene, pero estaba segura de que se alegraría mucho por mí igualmente.

Y también nos dijeron que les comentáramos lo del próximo fin de semana, por si se querían apuntar y poder estar todos juntos, cosa que también nos pareció bien. Era temprano aún, pero Ángela y yo nos pusimos en marcha para poder estar también un buen rato con la familia.

Ángela volvió a mencionar lo de si debería seguir viviendo allí, ya que el cometido de lo mismo era hacerme más llevadero lo de haberme alejado de Elena, cosa que ella veía que ya llevaba bastante mejor que en los primeros días.

Seguía sin saber bien qué hacer, aunque supongo que le resultó más fácil tomar una decisión cuando le dije que me gustaba contar con su compañía. Por lo pronto seguiría allí mientras yo estuviera, aunque tenía que pensar qué hacer cuando yo me fuera.

Al llegar a casa de mi familia, todos se quedaron de piedra al verme sin tanta barba, en especial mi madre, estando encantada con el cambio. La opinión era unánime: a todos les parecía mejor que la llevara así a como la tenía antes. Y como era normal, me preguntaron el motivo de haberla cortado.

No me anduve con rodeos y no lo quise dejar para más tarde, comentando que había tenido una entrevista y que quería causar buena impresión. Lo que dije levantó mucho interés, pensando todos que se trataba de una entrevista de trabajo, aunque se quedaron un poco despistados cuando les dije que más o menos.

Les expliqué el plan que tenía en mente de dar clases y estudiar un máster al mismo tiempo para poder dedicarme a lo que ya hacía, pero en mayor grado. A todos les encantó la idea, aunque cuando dije que me tendría que ir a Canadá, la cosa tomó un rumbo diferente.

Sobre todo, por parte de mi madre, que sabía de lo que estaba hablando, luego ya mis abuelos pusieron la misma cara cuando se enteraron de lo lejos que estaba. Mi madre me preguntó si no era posible hacerlo más cerca, sin tener que cambiar de país y también de continente, pero lo cierto es que pensaba que me vendría bien ese cambio y era un destino al que siempre había querido ir.

No estaban muy conformes con el sitio al que tenía que ir, pero les expliqué que no quedaba otra, porque ya me habían hecho la entrevista y todo el papeleo estaba en movimiento. Conforme les conté todas las facilidades que tendría, la cosa fue a mejor. Mi madre estaba encantada con eso de que buscara evolucionar de manera profesional para aspirar a más.

Se nos pasó todo lo que quedó de mañana y también la comida hablando de eso, haciéndoles ver yo que no tenía por qué ser un problema, porque podía venir en vacaciones y siempre nos podíamos ver por videollamada, aunque ser algo de una duración de dos años no es que sumara a la hora de ser optimista en ese aspecto.​
 
Se va a hartar Javier de poner a quebequensas mirando hacia Vancouver...
En un giro inesperado de guión, molaría que el prota llamase a Elena para despedirse, y en un impulso, la invitase a irse con el.
Sería perfecto. Elena odia todo el harén que tiene Javier a su alrededor y allí estarían solos, y el se libraría de posibles apariciones de cuñada y suegra, asi como de su jefe...Que se toma ella un año sabático o busque trabajo alli
 
Se va a hartar Javier de poner a quebequensas mirando hacia Vancouver...
En un giro inesperado de guión, molaría que el prota llamase a Elena para despedirse, y en un impulso, la invitase a irse con él.
Sería perfecto. Elena odia todo el harén que tiene Javier a su alrededor y allí estarían solos, y el se libraría de posibles apariciones de cuñada y suegra, asi como de su jefe...Que se toma ella un año sabático o busque trabajo alli

Un final digno de Disney... que a mi pesar, mucho dudo se concrete. :cool:

Creo es consenso de todos, que el pasado sexual de Javier, inmediato a la ruptura, complicó a un grado tal a Elena que hizo fracasar cualquier acercamiento de él, un pasado demasiado presente que la llenó de celos y sospechas, mucho de eso justificado. :rolleyes:

El problema no se queda ahí, no está en exclusiva circunscrito al entorno actual de Javier, tales inseguridades aflorarán en Elena donde sea que él se relacione de alguna forma con mujeres, ámbitos privado y profesional serían una constante fuente de conflicto, que sin duda lo académico agrava más, con la especial relación profesor-alumna. ;)
 
Última edición:
Capítulo 866

Tras reposar un poco, Ángela me mandó un mensaje en el que me pedía que fuera a por ella, pues se acercaba la hora a la que habíamos quedado con Irene y Mario. Así que me despedí de la familia, porque sabía que aquello iba a ir para largo, tanto por la conversación en sí, como por querer pasar tiempo con ellos, aunque me pidieron que fuera el fin de semana siguiente, pero les dije que tenía un plan para ir a ver a mi amiga Sofía y poder contárselo en persona, además de que iríamos más amigos, pero para el próximo sí que me tendrían por allí.

A ella no se le iba la sonreía de su cara, porque salía así de su casa, saludando efusivamente cuando entró en el coche, preguntándome cómo había ido la cosa con la familia y cómo se habían tomado la noticia.

Le expliqué que de primeras, bastante bien, aunque cuando les conté dónde sería, la cosa cambió un poco, pero les hice entrar en razón y al final poco a poco se fueron haciendo a la idea. Ella me contaba que aún le estaba costando un poco asimilarlo, porque el cambio que iba a pegar mi vida iba a ser bastante grande por mucho que tuviera el mismo trabajo y que la cultura de allí no es que fuera muy diferente.

Pero la distancia era grandísima y eso podría ser un problema por si de repente me entraba la necesidad de ver a los míos en persona. Me confesó que a ella le había pasado y eso que no se fue tan lejos, pero que las llamadas ayudaban mucho, sobre todo si eran por vídeo para poder ver a la gente.

Nos pusimos en camino hacia la casa de Irene y de Mario mientras seguíamos hablando, pasando ella a decirme que tenía ganas de ese fin de semana que íbamos a pasar en la playa con los demás, aunque antes de eso había que ver cómo se lo tomaba Irene, diciéndome ella que seguro que bien.

Estaba un poco nervioso justo antes de entrar en su casa, esperando a que nos abrieran la puerta. Fue Mario el que lo hizo, sorprendiéndose bastante por lo de la barba, diciéndolo en voz alta. Eso llamó la atención de Irene, aunque no lo había escuchado bien, preguntando qué pasaba. Pegó un grito cuando me vio, pasando a mirarme sorprendida, pero con un gesto alegre.

Ambos me preguntaron por qué había hecho ese cambio, aunque coincidían en que así estaba mejor. De primeras les dije que estaba cansado de llevarla así, que era un coñazo tener que emplear bastante tiempo en dejarla bien cada vez que me duchaba y que ahora que se acercaba el verano, pues peor todavía, porque daba calor. Pero luego les dije que también era porque quería causar una mejor impresión en una entrevista que tenía pendiente.

Les pilló un poco por sorpresa eso de la entrevista, porque no sabían nada. Les conté que en realidad fue todo muy repentino y que había sido el día anterior cuando me la hicieron de hecho. Los dos seguían confusos, preguntándome si no estaba cómodo en mi actual trabajo, diciendo yo que sí, pero que habíamos tenido una cena Ángela y yo con compañeros de universidad y salió un tema que me dejó pensativo.

Les expliqué todo lo referente a dicha conversación y fueron entendiendo por dónde iban los tiros. Conté que me gustaría dar un paso más en mi trabajo, pero que para ello tenía que prepararme, queriendo hacer un máster para enfocar de otra manera a lo que me estaba dedicando. Mario intervino preguntándome si no tenía que hacer oposiciones para llegar a donde yo quería, y sí que era así, pero eso sería más adelante. Por lo pronto tenía dos años de máster.

No quería andarme más con rodeos y les dije que iba a estudiar ese máster en Canadá, pillándoles muy de sorpresa, porque no mencioné dónde había estudiado mi amigo, el que me contó todo aquello. Irene puso una cara que me hizo gracia, pero sabía que la noticia le había dejado un poco chafada por así decirlo.

Dije que tenía ganas de algo así y que ese país siempre me había llamado la atención, pensando también que formarme en un país en el que los principales idiomas eran el inglés y el francés me podría venir muy bien para adquirir maestría en ambos, especialmente cuando iba a estar allí tanto tiempo.

Irene me preguntó si lo había pensado bien, porque creía que era un calentón lo que estaba haciendo, preguntando también si no había posibilidad de hacerlo un poco más cerca para que no estuviéramos sin vernos tanto tiempo. Comenté que volvería en vacaciones para verlos a todos y que podíamos hablar por llamada siempre que ellos quisieran, que solo nos teníamos que poner de acuerdo para la hora.

Eso no parecía terminar de convencerles, pero lo que sí lo hizo fue decirles que necesitaba algo así para terminar de dejar atrás todo por lo que había pasado, como si hiciera borrón y cuenta nueva. A Irene le seguía pareciendo algo muy drástico, aun así, porque casi no podría haber elegido un destino que estuviera más lejos que ese. Aun así, ambos se mostraban contentos al ver que quería dar un paso más para formarme y trabajar de lo que ya lo hacía, pero de manera más avanzada.

También se alegraron mucho de ese trabajo que tendría allí dando clases tal y como lo venía haciendo en la academia, además de todo lo que tendría a mano para poder vivir de manera bastante cómoda. La única pega que veían era la distancia, pero insistí en que hablaríamos mucho y que volvería a verlos en cuanto me fuera posible.

Estuvimos hablándolo con más calma y detalle mientras nos tomábamos un café, siendo algo más tranquilo de lo que pensaba una vez se les fue ese nerviosismo que tuvieron en cuanto les di la noticia. Hasta llegaron a decir que podrían ir a verme cuando dijeran de coger sus vacaciones, cosa que me gustó, aunque era algo que había que estudiar bien, ya que un billete hasta allí no era precisamente barato.

Sí que volvió un poco ese nerviosismo cuando me preguntaron cuándo me iba y les dije que en poco menos de un mes. Ellos pensaban que me iría para finales de verano y empezar así el nuevo curso, como pensaba yo, pero me pidieron ir antes para impartir unos cursos intensivos en verano, continuando ya una vez empezara el curso e incorporándome también al máster.

Me pidieron detalles de la entrevista, contando yo cómo fue al ser tanto en francés como en inglés para ver cómo me defendía en ambos idiomas. Dije que hasta bromeé diciendo que si hacía falta también podía dar clases de español al ser mi idioma natal. Al final les dije que les había causado muy buena impresión y que parecían muy contentos con mi desempeño en ambos idiomas hasta tal punto como para dar el visto bueno a todo.

También les comenté que había hablado con Sofía esa misma mañana y que su reacción había sido muy parecida a la de ellos, pero que quería que se lo comentara en persona y que lo iba a hacer el fin de semana siguiente al ir a verlos y pasar esos días allí en la playa.

Pregunté si se apuntaban y así estábamos todos juntos, porque Ángela también se iba a venir y la verdad es que fue algo que les apeteció, porque ya se iba animando mucho el tiempo como para ir a la playa, además de que debíamos aprovechar para juntarnos todos antes de que me fuera.

Nos despedimos de ellos al par de horas, estando allí los cuatro durante todo ese tiempo charlando de muchas más cosas, aunque ninguna muy relevante. Si acaso les di algún que otro detalle más, sobre todo por el tema de la vivienda que tendría y alguna cosa más. Ángela y yo nos fuimos a casa a buena hora para no llegar muy tarde y poder prepararnos algo de cena tranquilamente.

De camino a casa, Ángela me dijo que era un alivio ver lo bien que se lo habían tomado Mario e Irene. Y sí es verdad que lo era, pero aun así noté que sus caras estaban un poco largas durante el rato posterior a la noticia. Ángela veía normal eso, porque básicamente era la misma cara que tenían Sofía y Hugo, y que seguro que había puesto mi familia también. En su caso fue diferente, pues la noticia se fue macerando poco a poco dentro de ella, ya que estuvo presente en la conversación que dio lugar a la situación.​
 
Un comentario que no viene al caso, o tal vez sí. Esta expresión aparece con frecuencia en esta historia. Siempre me ha resultado curiosa, se utiliza como un sinónimo de "convencer" pero que parte de una posición arrogante y soberbia en que el "poseedor de la razón" hace "entrar en razón" a quien está "fuera de la razón".

Total, en este caso no había que hacer entrar en razón a nadie, los familiares de Javier mostraron su preocupación por la distancia al lugar al que se va Javier a pasar una temporada, lo que implica tener que asumir la imposibilidad de tener un contacto cercano con su hijo y su nieto, razón tienen de sobra para mostrarse contrariados.

En fin, un pensamiento que quería compartir.
Incluso es más fuerte que "convencer", ya que este último es independiente a la razón, en cambio el otro es directo a la vena
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo