El Club

Wow, me parece que Isa se fue de boca y contó algo a lo mejor que no debía, habrá que esperar hasta la próxima entrega para saber que fue lo que contó Isa 🤔🤔🤔.
 
CAPITULO 24

-Es queee…yo estaba un poquito eufórica…ya me entendéis…un poco piripi…
-Un momento, un momento... – intervino Sonia – antes de eso, quiero detalles jijiji…¿fueron sólo besos y magreos o hubo algo más?, no te me vayas por las ramas… - añadió mientras se levantaba a traer más cosas de la cocina.
-Acabamos en su cama, sí…y ahí fue donde se me escapó del todo…

Sonia dejó las cosas en la mesa y se acercó a Isa por detrás, la abrazó y le dio un beso en la mejilla.

-No te preocupes, lo raro es que no se nos hubiera escapado a ninguno antes después de tanto tiempo…además, no es tan grave, y a estas alturas me da igual ya todo…

Isa le hizo una carantoña y sonrió. Sonia se sentó de nuevo.

-Continua – dijo.
-Pues eso, que nos encamamos y bueno, tampoco hace falta dar muchos detalles de lo que hicimos, ¿no? Lo normal jijiji…
-Y en medio de la calentura fue cuando se te escapó algo… - dije yo.
-No, fue después, cuando estábamos ya relajadas, ella estaba recostada sobre el cabecero y yo estaba sentada frente a ella con las piernas cruzadas mientras bebía…- hizo una pausa - no debí beber tanto – añadió.
-No te enrolles tanto… al grano al grano – exclamó Sonia entre risas.
-Y fue cuando me comentó que le llamaba la atención que no me depilara ahí abajo…pero que le gustaba mucho verme así…,por cierto, ella está completamente rasurada – dijo mirándome con una sonrisita cómplice – y no se me ocurre otra que soltarle “ya, a los maridos de mis amigas también”, os juro que ni lo pensé... me salió...joder, es que parecía que estuviera hablando con vosotros...
-Joooder…jajajajajajajaja – exclamamos Sonia y yo a la vez. Isa, ya más tranquila se encogió de hombros.
-Jajajajaja ¿y cómo reaccionó ella? – preguntó Sonia enseguida.
-Se levantó como un resorte alucinada diciendo ¿queeeeeeeé, he oído bien? Siguió preguntando sin parar “a ver, a ver, cómo es eso, cómo es eso… o sea… te enrollas con unas amigas que resulta que sus maridos lo saben, o te ven desnuda…o están presentes y participan…” Se montó toda una película la pobre chica…y no paraba de lanzar exclamaciones…
-Y ahí le explicaste la historia, me imagino… - dijo Sonia.
-Sí, ya no había vuelta atrás… se lo conté porque el cogí confianza muy rápido, mucho más de lo que suelo hacer con mucha gente, me cae muy bien, la veo buena chica y muy divertida, y yo me encontraba muy a gusto esa noche – dijo justo cuando se dio cuenta de lo que acaba de decir – pero no penséis que es nada serio, que no, de ninguna manera, a mí me gustan las pollas, que quede claro, eh jajaja…no hace falta más porque me conocéis y una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa…jejeje.
-Debió de flipar…
-Sí, sobre todo cuando le dije desde cuando estábamos así…ahí casi se cae de la cama…
-No me extraña – apostillé
-Luego le pregunté yo a ella, si había tenido experiencias similares…y me contó que sí, que ella siempre fue muy abierta de mente pero que fueron puntuales, un par de veces en un trío con unos ex-amigos y varias veces tríos con dos chicas, pero que hacía muchos años de eso, de antes de su relación larga con el que tuvo a su hijo…¿no os vais a enfadar?
-Qué nooo, cuantas veces te lo tengo que decir… en realidad me has puesto cachonda jijiji – respondió Sonia – y si no fuera porque Javi no tardará en volver te iba a comer la boca…
-Oi oi oi oiii – se rio Isa con ganas. Se levantó y abrazó cariñosamente a Sonia.
-El que se está poniendo ahora cachondo soy yo…eh! –

Acabamos brindando entre risas por Luz sin saber bien por qué.

Por otro lado, días después, una tarde desde la ventana vi a unos cuantos vecinos charlando junto a la piscina mientras vigilaban a los críos y se me ocurrió bajar y presentarme. Tengo que decir que entre los aproximadamente cincuenta vecinos que somos salvo tres o cuatro avinagrados el resto es gente amable y de trato fácil y agradable. También que entre las mamás y chicas jóvenes hay casi una decena que están de muy buen ver, de esas que no puedes apartar la vista si las ves pasar. Y eso que aún no conocemos a todo el vecindario.

Total que estaba abajo hablando con los vecinos cuando vemos salir de la puerta de la escalera que da al garaje a un tipo vestido de aviador. “¡Este es el vecino del C!” fue lo primero que pensé.

-¡Qué hay, JuanPe! – saludó uno. También me presenté. No tardé mucho en darme cuenta de que era un tipo carismático, de esos que atraen a la gente, también un cachondo. Tras unos minutos de charla se despidió para subir a su casa.
-¡Qué raro que hoy no esté acompañado, jeje! – soltó uno.
-Sí, jajaja - apostilló otro.
-Es un autentico conquistador el tío – dijo un tercero guiñándome el ojo en un gesto de complicidad.
-¿Perdonad, este es el que vive en el 3ºC de aquel bloque? – pregunté con curiosidad.
-Sí - respondió el primero.
-Nosotros vivimos en el 3ºB, es nuestro vecino, pero hasta ahora no habíamos coincidido…debe de ser por el horario tan raro que suelen tener los pilotos según tengo entendido.
-Pues sí, en invierno es casi imposible coincidir, pero con casi todos los vecinos, en verano, ya con el calorcito, el jardín y la piscina es mucho más fácil.

El tal JuanPe debía rondar los cuarenta tacos y en verdad lucía una buena planta. Fueron pasando los días y las semanas y el jardín y la piscina se fueron poblando cada vez más, sobre todo a partir de las cinco de la tarde entre semana y los fines de semana por supuesto. Si no salíamos a ningún lado bajábamos un rato a darnos un baño y socializar con los vecinos para ir conociéndonos. Me hacía mucha gracia observar a algunos vecinos, maduros y sobre todo a los adolescentes, seguir con la vista a Sonia cuando salía de la piscina y se quedaba unos minutos de pie al borde de la misma, con un bikini brasileño nuevo que apenas dejaba nada a la imaginación. Luego le tomaba el pelo en casa sobre el asunto pinchándola con frases como “vas a ser la inspiración del chaval del 2ºB esta noche”.

Una de esas tardes JuanPe apareció acompañado por una chica vestida de azafata. Los vecinos con los que estaba yo la conocían, a los dos días con otra azafata distinta. En una par de semanas debí de identificar a unas cinco mujeres distintas, por lo menos tres iban vestidas de uniforme de azafatas. Y algunas de esas noches, se escuchaba trajinar a través de la pared, no todas la noches. Imagino que otras veces follaban en otra estancia de la casa o simplemente eran menos fogosas. Todas cortadas por el mismo patrón de mujer, mediada la veintena o cerca de los treinta, más bien altas, rubias o castañas claras y buen o muy buen tipo. A veces bajaba con alguna a la piscina y se acercaba a los que estábamos a charlar. Con Sonia todavía no había coincidido. El primer sábado de realmente buen tiempo, mientras estaba Sonia en el agua, le vi aparecer y se acercó a donde estaba y charlamos. A mí siempre me había atraído el mundo de la aviación y tenía la ocasión de preguntarle cosas. El tío, lejos de considerarme un pesado y largarse a la tercera pregunta se entusiasmo. Entonces sucedió.

-¿Conoces a esa tía que está ahí en el borde de la piscina? ¡Joder como está!– exclamó. Yo miré en esa dirección y era Sonia. Sonreí para mis adentros.
-La conozco, sí… es mi mujer – respondí tranquilamente.
-Upps, perdona…lo siento…estooo - no sabía como salir del tiesto.
-Jajajajaja, no te preocupes… si te oyera ella se lo tomaría a risa también - le dije.
-Vaya, es que me la cruce el otro día cuando yo llegaba de comprar del super, nada, lo justo para saludarnos a la salida del ascensor y era la primera vez que la veía en la urbanización y me pareció guapísima…
-Lo sé, por eso llevamos 33 años juntos jajaja – contesté entre risas.
-¡¿33?! Joder, toda una vida…
-Sí toda una vida feliz por qué no decirlo…
-Pues nada me alegro, “nuevos vecinos”… - se rio.

Sonia se acercó por fin, esta vez lucía un bikini más viejo, pero era el que más me gustaba, de los de tres triángulos, el de abajo y otro en cada pecho. JuanPe se levantó para saludar y les presenté.

-Así que tú eres nuestro vecino del “C” – le preguntó, por un momento pensé que iba a decirle algo de la cama, pero se contuvo.
-Sí, espero que tu marido te haya hablado para bien jajaja – dijo soltando una carcajada.
-Eres piloto, ¿no?
-Sí, bueno soy comandante desde hace ya un tiempo – precisó.

Tras una breve charla, Sonia dijo que tenía que subir porque había quedado con Isa. Sonia se dirigió al portal bastante deprisa y sin ponerse el pareo encima y me di cuenta de que JuanPe la siguió con la mirada. Los siguientes días en los que él tenía descanso, coincidimos varias tardes en el jardín y fuimos congeniando mientras charlábamos. No hablamos ya solo de aviación. El tío estaba separado, que no divorciado, y tenía dos hijos que vivían con su madre en Madrid. Habían decidido por lo visto darse el tiempo que fuera necesario, pero que cada uno hiciera su vida. Y vaya si la estaba haciendo el tío. Nuestra conversación la interrumpió una llamada que recibió.

-Era una amiga, había quedado con ella y se retrasa un poco – dijo al colgar.

“Otra más”, pensé. Al cabo de un rato, recibió un mensaje, se levantó y fue hacia la puerta principal de entrada a la urbanización y se presentó con una chica de unos veinticinco, pero un aspecto distinto. Era una chica más bajita y curvilínea, no llegaba a rellenita, pero nada que ver con todas la demás, morena, melena corta, y eso sí, una cara preciosa, mucho más guapa que las demás y con gafas, que le daba un cierto aire de modosita. Nos presentó.

-Es Alba, una amiga de años – dijo JuanPe.
-Hola, soy Jiu, encantado – nos dimos la mano.
-Lleváis poco por aquí ¿no? No os había visto antes – dijo ella – Vengo de vez cuando a la piscina – añadió con una sonrisita algo nerviosa.
-Pues sí, unos meses a penas.

Tras unos minutos de charla de pie, ella se quedó en bikini. No estaba mal la moza, como ya dije, con curvas, pero sin exagerar, un culazo jugoso y unas tetas generosas, pero lo que más deslumbraba de ella era sus pequeños hoyuelos que le daban un aire juvenil a su ya de por sí precioso rostro. Se fue al agua y cuando salió yo aproveché para despedirme y subirme para casa. Sonia ya se había marchado.

Una hora y pico después regresó con algo para calentar directamente y cenar.

-Hola cariño, ¡Te vas a caer de culo! - me soltó nada más llegar y dejar las cosas en la cocina.
-Pues me siento jejejeje – respondí - ¿Qué va a ser ahora?
-Isa…que me ha estado contando… el otro día quedó con su amiga Luz de nuevo…pasaron la noche juntas…y como ya sabe toda nuestra historia va y le insinúa que le gustaría conocernos…me enseñó una foto suya, un selfie que se hicieron – abrí los ojos -… vestidas, eh, no te hagas ilusiones, y la verdad es que la tía está de buen ver… - miré la foto en la que sólo se veían sus caras y el canalillo de Luz.
-¿Y qué le contestaste?
-Que si quiere podemos quedar un día a tomar algo, que le voy a decir…

Mi mente se disparó.

-Pregúntale si quiere que vayamos a la playa… a nuestra playita a ver que dice.
-Vale, luego le envío un mensaje.

Total que quedamos para ir el sábado si hacía buen tiempo.

Esa noche hubo “fuegos artificiales” en el piso de JuanPe. Pero mucho antes de las doce, aún estábamos nosotros en el salón viendo la tele y los gritos más agudos se escuchaban desde ahí. Menudos polvazos se pegó el tío. ¡Joder con la modosita! pensé yo. Estaba seguro que era la que más fuerte gemía la vez que estuvieron hasta las tantas de la madrugada.

Como estábamos solos nos lo montamos en el sofá.

-Hay que decirle algo al JuanPe ya! – dijo Sonia – Si no se le dices tú, se lo digo yo - sentenció.


***continuará***
 
Wow wow con Isa, y al parecer JuanPe es de cuidado, el que pestañea pierde y le dispara a todo lo que se mueve, mishhh, esperaremos con ansias el próximo capítulo.
 
CAPITULO 24

-Es queee…yo estaba un poquito eufórica…ya me entendéis…un poco piripi…
-Un momento, un momento... – intervino Sonia – antes de eso, quiero detalles jijiji…¿fueron sólo besos y magreos o hubo algo más?, no te me vayas por las ramas… - añadió mientras se levantaba a traer más cosas de la cocina.
-Acabamos en su cama, sí…y ahí fue donde se me escapó del todo…

Sonia dejó las cosas en la mesa y se acercó a Isa por detrás, la abrazó y le dio un beso en la mejilla.

-No te preocupes, lo raro es que no se nos hubiera escapado a ninguno antes después de tanto tiempo…además, no es tan grave, y a estas alturas me da igual ya todo…

Isa le hizo una carantoña y sonrió. Sonia se sentó de nuevo.

-Continua – dijo.
-Pues eso, que nos encamamos y bueno, tampoco hace falta dar muchos detalles de lo que hicimos, ¿no? Lo normal jijiji…
-Y en medio de la calentura fue cuando se te escapó algo… - dije yo.
-No, fue después, cuando estábamos ya relajadas, ella estaba recostada sobre el cabecero y yo estaba sentada frente a ella con las piernas cruzadas mientras bebía…- hizo una pausa - no debí beber tanto – añadió.
-No te enrolles tanto… al grano al grano – exclamó Sonia entre risas.
-Y fue cuando me comentó que le llamaba la atención que no me depilara ahí abajo…pero que le gustaba mucho verme así…,por cierto, ella está completamente rasurada – dijo mirándome con una sonrisita cómplice – y no se me ocurre otra que soltarle “ya, a los maridos de mis amigas también”, os juro que ni lo pensé... me salió...joder, es que parecía que estuviera hablando con vosotros...
-Joooder…jajajajajajajaja – exclamamos Sonia y yo a la vez. Isa, ya más tranquila se encogió de hombros.
-Jajajajaja ¿y cómo reaccionó ella? – preguntó Sonia enseguida.
-Se levantó como un resorte alucinada diciendo ¿queeeeeeeé, he oído bien? Siguió preguntando sin parar “a ver, a ver, cómo es eso, cómo es eso… o sea… te enrollas con unas amigas que resulta que sus maridos lo saben, o te ven desnuda…o están presentes y participan…” Se montó toda una película la pobre chica…y no paraba de lanzar exclamaciones…
-Y ahí le explicaste la historia, me imagino… - dijo Sonia.
-Sí, ya no había vuelta atrás… se lo conté porque el cogí confianza muy rápido, mucho más de lo que suelo hacer con mucha gente, me cae muy bien, la veo buena chica y muy divertida, y yo me encontraba muy a gusto esa noche – dijo justo cuando se dio cuenta de lo que acaba de decir – pero no penséis que es nada serio, que no, de ninguna manera, a mí me gustan las pollas, que quede claro, eh jajaja…no hace falta más porque me conocéis y una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa…jejeje.
-Debió de flipar…
-Sí, sobre todo cuando le dije desde cuando estábamos así…ahí casi se cae de la cama…
-No me extraña – apostillé
-Luego le pregunté yo a ella, si había tenido experiencias similares…y me contó que sí, que ella siempre fue muy abierta de mente pero que fueron puntuales, un par de veces en un trío con unos ex-amigos y varias veces tríos con dos chicas, pero que hacía muchos años de eso, de antes de su relación larga con el que tuvo a su hijo…¿no os vais a enfadar?
-Qué nooo, cuantas veces te lo tengo que decir… en realidad me has puesto cachonda jijiji – respondió Sonia – y si no fuera porque Javi no tardará en volver te iba a comer la boca…
-Oi oi oi oiii – se rio Isa con ganas. Se levantó y abrazó cariñosamente a Sonia.
-El que se está poniendo ahora cachondo soy yo…eh! –

Acabamos brindando entre risas por Luz sin saber bien por qué.

Por otro lado, días después, una tarde desde la ventana vi a unos cuantos vecinos charlando junto a la piscina mientras vigilaban a los críos y se me ocurrió bajar y presentarme. Tengo que decir que entre los aproximadamente cincuenta vecinos que somos salvo tres o cuatro avinagrados el resto es gente amable y de trato fácil y agradable. También que entre las mamás y chicas jóvenes hay casi una decena que están de muy buen ver, de esas que no puedes apartar la vista si las ves pasar. Y eso que aún no conocemos a todo el vecindario.

Total que estaba abajo hablando con los vecinos cuando vemos salir de la puerta de la escalera que da al garaje a un tipo vestido de aviador. “¡Este es el vecino del C!” fue lo primero que pensé.

-¡Qué hay, JuanPe! – saludó uno. También me presenté. No tardé mucho en darme cuenta de que era un tipo carismático, de esos que atraen a la gente, también un cachondo. Tras unos minutos de charla se despidió para subir a su casa.
-¡Qué raro que hoy no esté acompañado, jeje! – soltó uno.
-Sí, jajaja - apostilló otro.
-Es un autentico conquistador el tío – dijo un tercero guiñándome el ojo en un gesto de complicidad.
-¿Perdonad, este es el que vive en el 3ºC de aquel bloque? – pregunté con curiosidad.
-Sí - respondió el primero.
-Nosotros vivimos en el 3ºB, es nuestro vecino, pero hasta ahora no habíamos coincidido…debe de ser por el horario tan raro que suelen tener los pilotos según tengo entendido.
-Pues sí, en invierno es casi imposible coincidir, pero con casi todos los vecinos, en verano, ya con el calorcito, el jardín y la piscina es mucho más fácil.

El tal JuanPe debía rondar los cuarenta tacos y en verdad lucía una buena planta. Fueron pasando los días y las semanas y el jardín y la piscina se fueron poblando cada vez más, sobre todo a partir de las cinco de la tarde entre semana y los fines de semana por supuesto. Si no salíamos a ningún lado bajábamos un rato a darnos un baño y socializar con los vecinos para ir conociéndonos. Me hacía mucha gracia observar a algunos vecinos, maduros y sobre todo a los adolescentes, seguir con la vista a Sonia cuando salía de la piscina y se quedaba unos minutos de pie al borde de la misma, con un bikini brasileño nuevo que apenas dejaba nada a la imaginación. Luego le tomaba el pelo en casa sobre el asunto pinchándola con frases como “vas a ser la inspiración del chaval del 2ºB esta noche”.

Una de esas tardes JuanPe apareció acompañado por una chica vestida de azafata. Los vecinos con los que estaba yo la conocían, a los dos días con otra azafata distinta. En una par de semanas debí de identificar a unas cinco mujeres distintas, por lo menos tres iban vestidas de uniforme de azafatas. Y algunas de esas noches, se escuchaba trajinar a través de la pared, no todas la noches. Imagino que otras veces follaban en otra estancia de la casa o simplemente eran menos fogosas. Todas cortadas por el mismo patrón de mujer, mediada la veintena o cerca de los treinta, más bien altas, rubias o castañas claras y buen o muy buen tipo. A veces bajaba con alguna a la piscina y se acercaba a los que estábamos a charlar. Con Sonia todavía no había coincidido. El primer sábado de realmente buen tiempo, mientras estaba Sonia en el agua, le vi aparecer y se acercó a donde estaba y charlamos. A mí siempre me había atraído el mundo de la aviación y tenía la ocasión de preguntarle cosas. El tío, lejos de considerarme un pesado y largarse a la tercera pregunta se entusiasmo. Entonces sucedió.

-¿Conoces a esa tía que está ahí en el borde de la piscina? ¡Joder como está!– exclamó. Yo miré en esa dirección y era Sonia. Sonreí para mis adentros.
-La conozco, sí… es mi mujer – respondí tranquilamente.
-Upps, perdona…lo siento…estooo - no sabía como salir del tiesto.
-Jajajajaja, no te preocupes… si te oyera ella se lo tomaría a risa también - le dije.
-Vaya, es que me la cruce el otro día cuando yo llegaba de comprar del super, nada, lo justo para saludarnos a la salida del ascensor y era la primera vez que la veía en la urbanización y me pareció guapísima…
-Lo sé, por eso llevamos 33 años juntos jajaja – contesté entre risas.
-¡¿33?! Joder, toda una vida…
-Sí toda una vida feliz por qué no decirlo…
-Pues nada me alegro, “nuevos vecinos”… - se rio.

Sonia se acercó por fin, esta vez lucía un bikini más viejo, pero era el que más me gustaba, de los de tres triángulos, el de abajo y otro en cada pecho. JuanPe se levantó para saludar y les presenté.

-Así que tú eres nuestro vecino del “C” – le preguntó, por un momento pensé que iba a decirle algo de la cama, pero se contuvo.
-Sí, espero que tu marido te haya hablado para bien jajaja – dijo soltando una carcajada.
-Eres piloto, ¿no?
-Sí, bueno soy comandante desde hace ya un tiempo – precisó.

Tras una breve charla, Sonia dijo que tenía que subir porque había quedado con Isa. Sonia se dirigió al portal bastante deprisa y sin ponerse el pareo encima y me di cuenta de que JuanPe la siguió con la mirada. Los siguientes días en los que él tenía descanso, coincidimos varias tardes en el jardín y fuimos congeniando mientras charlábamos. No hablamos ya solo de aviación. El tío estaba separado, que no divorciado, y tenía dos hijos que vivían con su madre en Madrid. Habían decidido por lo visto darse el tiempo que fuera necesario, pero que cada uno hiciera su vida. Y vaya si la estaba haciendo el tío. Nuestra conversación la interrumpió una llamada que recibió.

-Era una amiga, había quedado con ella y se retrasa un poco – dijo al colgar.

“Otra más”, pensé. Al cabo de un rato, recibió un mensaje, se levantó y fue hacia la puerta principal de entrada a la urbanización y se presentó con una chica de unos veinticinco, pero un aspecto distinto. Era una chica más bajita y curvilínea, no llegaba a rellenita, pero nada que ver con todas la demás, morena, melena corta, y eso sí, una cara preciosa, mucho más guapa que las demás y con gafas, que le daba un cierto aire de modosita. Nos presentó.

-Es Alba, una amiga de años – dijo JuanPe.
-Hola, soy Jiu, encantado – nos dimos la mano.
-Lleváis poco por aquí ¿no? No os había visto antes – dijo ella – Vengo de vez cuando a la piscina – añadió con una sonrisita algo nerviosa.
-Pues sí, unos meses a penas.

Tras unos minutos de charla de pie, ella se quedó en bikini. No estaba mal la moza, como ya dije, con curvas, pero sin exagerar, un culazo jugoso y unas tetas generosas, pero lo que más deslumbraba de ella era sus pequeños hoyuelos que le daban un aire juvenil a su ya de por sí precioso rostro. Se fue al agua y cuando salió yo aproveché para despedirme y subirme para casa. Sonia ya se había marchado.

Una hora y pico después regresó con algo para calentar directamente y cenar.

-Hola cariño, ¡Te vas a caer de culo! - me soltó nada más llegar y dejar las cosas en la cocina.
-Pues me siento jejejeje – respondí - ¿Qué va a ser ahora?
-Isa…que me ha estado contando… el otro día quedó con su amiga Luz de nuevo…pasaron la noche juntas…y como ya sabe toda nuestra historia va y le insinúa que le gustaría conocernos…me enseñó una foto suya, un selfie que se hicieron – abrí los ojos -… vestidas, eh, no te hagas ilusiones, y la verdad es que la tía está de buen ver… - miré la foto en la que sólo se veían sus caras y el canalillo de Luz.
-¿Y qué le contestaste?
-Que si quiere podemos quedar un día a tomar algo, que le voy a decir…

Mi mente se disparó.

-Pregúntale si quiere que vayamos a la playa… a nuestra playita a ver que dice.
-Vale, luego le envío un mensaje.

Total que quedamos para ir el sábado si hacía buen tiempo.

Esa noche hubo “fuegos artificiales” en el piso de JuanPe. Pero mucho antes de las doce, aún estábamos nosotros en el salón viendo la tele y los gritos más agudos se escuchaban desde ahí. Menudos polvazos se pegó el tío. ¡Joder con la modosita! pensé yo. Estaba seguro que era la que más fuerte gemía la vez que estuvieron hasta las tantas de la madrugada.

Como estábamos solos nos lo montamos en el sofá.

-Hay que decirle algo al JuanPe ya! – dijo Sonia – Si no se le dices tú, se lo digo yo - sentenció.


***continuará***
Miedo me dan todos los nuevos.
A ver qué pasa.
 
CAPITULO 25

Al vecino no le vimos en toda la semana, el sábado por la mañana me lo encontré mientras iba a echar gasolina al coche para marchar luego a la playa y me comentó que había estado toda la semana fuera porque estaba haciendo un curso. Fue tan rápido y le vi con tanta prisa que no le comenté nada de los ruidos.

Horas más tarde fuimos a recoger a Isa y a Luz y marchamos a la playa. Hace ya años que esa playa no es lo que era, va mucha más gente, pero por lo menos hasta julio y agosto se puede ir tranquilamente. Luz me pareció otra de esas personas carismáticas, cercanas, con don de gentes. También me pareció más atractiva que guapa. Durante el trayecto le recordamos que la playa a la que íbamos es nudista y que si le importaba. Aunque eso ya se lo había contado antes Isa.

Dejó claro que ella no tiene problemas con la desnudez y que si puede lo practica, pero que esa playa no la conocía. Fuimos bajando y al llegar ya a la última curva vimos que había cuatro o cinco personas en la playa.

-Por la hora que es no creo que venga mucha más gente ya – dijo Sonia.

Tras dejar las cosas en la arena, nos empezamos a quitar la ropa. Luz se desnudó con total naturalidad, como si llevara años haciéndolo delante de nosotros. En verdad que tenía un buen tipo, no un tipazo, pero sí un cuerpo equilibrado y bonito. Rasurada completamente y unos pechos normales, algo caiditos pero nada feos.

-¡Que playa más bonita! – exclamó Luz.
-Veníamos aquí cuando éramos muy jóvenes y apenas la conocía nadie. Incluso llegamos a pasar una noche, creo que fue antes de conocer a Isa – añadí yo.
-Ya me ha contado Isa de vuestras correrías – dijo Luz esbozando una delatora sonrisa.

No hacía falta disimular, Luz sabía lo nuestro y que nosotros sabíamos que lo sabía y viceversa.

-Ah ¿sí? ¿Qué te ha contado? – intervino Sonia mientras se sentaba en su toalla.
-Para ser sincera, creo que se le escapó… - añadió Luz. Isa lo reconoció asintiendo con la cabeza –…pero bueno por lo menos fue a dar con una persona con una mentalidad parecida a la vuestra jijiji…

Luz empezaba a caerme cada vez mejor.

-La verdad es que, ya lo hemos comentado entre nosotros alguna vez, es milagroso que no se nos escapara en algún momento a alguno – dije yo – No es que nos importe por nosotros, pero tampoco es algo que se vaya contando por ahí y para que acabe enterándose quien no quieres que se entere…
-No sé hasta dónde te habrá contado Isa… - dijo Sonia.
-Muy poco, sólo lo nuestro…los cinco…como había sucedido todo y esas cosas…- interrumpió Isa.
-¿Muy poco? ¡Ah! ¡Que hay más! - exclamó Luz con cara de sorpresa.
-Alguna cosilla hay por ahí – Sonia, Isa y yo nos reímos, pero no contamos nada más.

Todo quedó ahí por el momento. Durante todo el tiempo que estuvimos en la playa Isa y Luz ni se tocaron, ni una carantoña, como si las dos quisieran dejar claro que lo que había ocurrido entre ellas era algo puramente sexual y puntual. En cambio ella y Sonia tan cariñosas como siempre, a veces abrazándose en la orilla, a veces haciéndose cosquillas. Por lo demás fue un día de playa agradable con ella. Y nos dimos cuenta de que además de no tener ningún pudor, parecía bastante exhibicionista, como nos dijo Isa. Al regresar dejamos a Luz en su casa. La despedida con ella fue un tanto rara, fue como si quisiera proponernos algo pero no se decidía porque esperaba que nosotros le propusieron algo, pero una mirada entre Sonia y yo fue suficiente para descartarlo. Isa tampoco hizo nada al respecto, sólo le dijo que se verían en el gimnasio.

-No era el momento – dijo Isa en cuanto arranqué y nos fuimos.
-No – replicó Sonia, escuetamente.
-Ehmm… perooo…¿os hubiera gustado? – las pinché un poco.
-En otras circunstancias, que no pareciera tan artificial sí…¿por qué no? - dijo Sonia.
-Tal vez en un futuro…cercano – apostillé provocando en ellas una carcajada.

Diez minutos después estaba abrazado a ellas en la ducha e Isa se quedó a pasar la noche.

A todo esto, Lore estaba al tanto de todo, no en vano ellas tres mantenían una comunicación frecuente chateando o hablando directamente por teléfono.
Fueron pasando los días y las semanas de verano. Coque había reservado la casa de su tío de Formentera, que tenía en alquiler vacacional, para la última semana de agosto y nos propuso apuntarnos a nosotros y a Isa, ya que ellos iban a ir igual. Nosotros habíamos ido un par de años más desde aquella primera vez, pero Isa nunca pudo ir y le hacía mucha ilusión.

Mientras llegaba esa fecha y al no vivir ya en nuestra ciudad, con Lore y Coque nos veíamos mucho menos. Habíamos quedado un par de fines de semana en una ciudad a medio camino en junio y julio. Y por supuesto algunos fines de semana, cuando Isa estaba sola, subíamos los tres a la casa del pueblo.

De nuestro vecino el “piloto empotrador”, como le empezó a llamar Isa en plan jocoso, cuando nos preguntaba por sus hazañas, aunque le veíamos a menudo en el jardín y la piscina y charlábamos con él, apenas escuchamos nada durante mucho tiempo. Isa y Luz seguían con sus encuentros esporádicos cuando les apetecía. Ambas lo tenían muy claro.

Como estaba previsto a finales de agosto nos fuimos los cinco a Formentera. No hace falta describir lo que pasó en esa casa durante esa semana. “Diooos, quiero repetir”, fue la frase que soltó Isa cuando dejábamos Formentera en el barquito camino de Ibiza para coger el avión.

A los pocos días de regresar, Javi tenía que marcharse porque se iba fuera a estudiar, Sonia le acompañó para ayudarle a instalarse en el piso. Y nos quedamos solos. Les echas de menos, por supuesto, pero desde el punto de vista de la pareja, sinceramente, es una bendición.

No sé si porque coincidió con el ímpetu que traíamos ya de Formentera o qué, pero nuestra vida sexual experimentó un auténtico “revival” que ni en nuestros mejores años mozos. Siempre hemos tratado de mantener la llama viva, procurando no caer en la rutina, y el estar casado con una mujer tan cachonda y sexual como Sonia es una bendición.
Durante todos estos años nos hemos divertido mucho, intentando ser imaginativos y procurando sorprendernos el uno al otro. También ha habido momentos difíciles, que duda cabe, momentos de bajón, de desgana, casi siempre provocados por causas ajenas a la propia relación, pero que te dejan agotado anímica y físicamente.

Una de las cosas que se volvió casi una tradición entre nosotros, que empezó no sé muy bien como y que pocas veces ha fallado, ha sido y es, que en nuestros cumpleaños, aparte de hacernos un regalo normal, nos sorprendíamos con un regalo picante, o sexual. Muchas veces ha sido un juguete o artilugio para añadir a la colección o reemplazar a otro ya estropeado, otras una reunión sorpresa con nuestros amigos, alguna vez una actuación erótica de ella ( yo no soy capaz de hacerlo sin reírme ) y algunas cosillas más.

Esta vez, aunque con un par de meses de retraso, se me ocurrió una cosa de la que tenía ganas. Encargué uno de esos sofás anatómicos ideales para follar. Me las apañé para que lo trajeran el día y la hora que les dije y lo dejé colocado en el salón. Cuando Sonia llegó y lo vio se quedó mirándolo, sonrió, se sentó en él, se recostó, probó sentarse al revés, y lo primero que me soltó fue “Mmmm… me estoy poniendo cachonda, ¿cuándo lo estrenamos?”.

Y llegó mediados de septiembre y en cuestión de días se desencadenaron las sorpresas. O no tan sorpresas.

***continuará***
 
Wow, al parecer fue un Mundo de sensaciones eróticas a fondo por ese tiempo y qué será lo que viene más adelante ?. :unsure::unsure::unsure:
 
CAPITULO 26

Como durante las semanas de verano coincidiamos más con nuestro vecino en la piscina y era un tipo de buen trato y charla amena fuimos cogiendo mucha confianza. De vez en cuando se le podía ver con alguna chica, casi siempre las mismas y ya las íbamos conociendo. Cuando aparecía con una tal Fany, una azafata alta, rubia y con tipazo espectacular los chavales de la urbanización empezaban a revolotear por la zona. Era divertido verles como disimulaban para entrar a la piscina por el camino más largo mientras la miraban de reojo.

En cambio por la noche no era apenas escandalosa. La que más era Alba con diferencia. Por fortuna debió darse cuenta él mismo del problema de la cama y ya no se escuchaba el golpeteo contra la pared y eso contuvo a Sonia de querer llamarle la atención.

Un sábado por la tarde después de llegar de una pequeña salida de excursión y a comer con unos amigos y tras salir de la ducha me entró un calentón cuando vi a Sonia desnuda y apoyada en el alfeizar de la ventana que da al jardín y la piscina. Tantos años después y me sigue excitando cuando la veo así, desnuda en alguna postura o situación sugerente. Ese mismo día llegamos un poco tarde a la cita con los colegas de la excursión porque entró en el salón sólo con la toalla en la cabeza para preguntarme algo, y claro, yo no me pude resistir, la agarré en brazos y la llevé a la cama. Sólo fueron un montón de besos por todo su cuerpo, pero es que me encanta dárselos.

A lo que iba: Me acerqué a ella por detrás y la besé en el hombro.

-¿Qué miras? – le pregunté, poniéndome a su lado y acariciándole el culo al mismo tiempo.
-Nada… la gente que está en el jardín…todavía hay gente a la que no conozco…
-Hombre, si está ahí JuanPe…¡que bien vive el tío!
-¿Dónde?
-Al lado de aquel árbol de allí, a la sombra – señale. Estaba con una chica. – Creo que es una tal Noe o Noa o algo así…sí, creo que es esa – añadí mientras me apretaba a ella y empezaba a besar sus hombros.
-Ummm…me encanta…ummm – apenas murmuró.
-Ah, siiií… y esto? – pregunté mientras metía la mano entre sus piernas y empezaba a jugar con sus rizos púbicos.
-Mmm…eso más todavía…
-…y esto? – seguí tras agacharme y morderle las nalgas mientras se las separaba.
-Uuuufff …ummmm…mucho…

Me levanté y se la metí desde atrás, todavía con la polla medio morcillona, pero ella estaba muy mojada ya. Suspiró muy profundo. Empecé a follarla despacio mientras hablábamos y nos excitábamos.

-¿Te la follarías? – me preguntó de sopetón.
-¿A quién?
-A la Noe esa…o como se llame…ooh…mmm… - contestó.
-Sólo si tú estás a mi lado… – repliqué antes de darle un ligero mordisco en el cuello.

Se estremeció ligeramente.

-¿O prefieres otra de sus amigas…? Mmmm..uff..ooh…
-La que tú quieras – respondí. Dio un gemido algo más fuerte.
-Me lo tendría que pensar jeje…- hice una pausa - ¿y tú… te lo tirarías a él?
-Mmmm…está buenorro hay que reconocerlo, y es cachondo…y simpático…y amable…
-Ya, ¿pero te lo tirarías? Responde – seguí provocándola.
-Tú lo que quieres es que me lo tire…para así poder tirarte a una de sus amigas –

Con la conversación nos íbamos calentando cada vez más. Volvió a soltar un gemido fuerte.

-Que te van a oír desde el jardín… - exclamé
-¿Y? Que me oigan… también oímos nosotros a JuanPe y sus amiguitas.
-Jajajaja… pero no me cambies de tema…¿te lo tirarías o no?
-¿Es otra de tus fantasías? umm..ooh – contestó ella entre gemidos.
-Mis fantasías son inacabables – le pegué un buen viaje, ella gimió de nuevo – pero sí, una de mis fantasías es un intercambio con un vecino o vecina…
-¿Te mola la del 2º del bloque de enfrente, esa que va siempre con un bikini que parece que se le van a salir las tetas?
-No está mal, JuanPe me dijo que está separada…pero no le pregunté si le había echado la caña jajaja.

Acabamos el polvo en la cama después de calentarnos mucho.
Días después, estaba yo leyendo en un banco del jardín a ultima hora de la tarde cuando se plantó delante de mí JuanPe, al que no había visto venir, con dos cervezas en la mano.

-¿Que hay Jiu?
-Hola JuanPe, ni te vi, estaba ensimismado leyendo.
-¿Quieres una? Te he visto desde el balcón y me he dicho, voy a darla la tabarra jajaja.
-Jajajaja, tabarra ninguna, jajaja – le acepté la cerveza y nos pusimos a hablar.

Al cabo de un rato me dio la novedad, a final de año se iba de la urbanización, y se trasladaba de ciudad, porque se iba a cambiar de aerolínea.

-Vaya, que lástima.
-No que va, es una mejora para mí, lo único es que me gustaba mucho vivir aquí, pero bueno, una oportunidad así no la puedo dejar pasar.
-Oye, estás sólo hoy..¿no tienes a ninguna de tus amigas? – le pregunté con una sonrisa.
-Jajajaja… sí estoy sólo.
-Lo digo por si quieres pasarte a cenar y seguimos charlando, yo estoy sólo también. Sonia hoy tiene cena de chicas, llevan haciéndolo desde hace muchos años.
-Ah, pues vale, te lo agradezco.

Seguimos hablando un rato más de aviones y nos despedimos.

-Pásate cuando quieras… - le dije al despedirse.
-Perfecto.

Cuando subí Sonia se estaba acabando de arreglar.

-¿Quiénes vais hoy?
-Pues Mónica, Carol, Cris, Patri, Asun, y no sé si Olga.
-¿Isa?
-No puede esta vez, está liada con no se qué para entregar mañana.
-Bien, dales recuerdos de mi parte a todas y al culo de Mónica doble.
-Jajajaja, payaso! – se acercó y antes de salir nos dimos un beso eterno y me agarró al polla levemente - que esta me espere despierta - añadió.
-Por cierto, JuanPe se pasará luego a cenar conmigo, hemos estado charlando en el jardín.
-Uy que miedo me da – soltó, y se fue.

Media hora después estábamos cenando JuanPe y yo.
Cuando entró en casa y mientras yo preparaba las viandas para cenar, él se entretuvo mirando algunas fotos que tenemos sobre las estanterías.

-¿Esta es Sonia, no? – preguntó señalando una foto suya con 20 años.
-Sí.
-Que guapa era…bueno, y es, jeje – rectificó sobre la marcha.
-Jajaja, ¿entiendes ahora por qué llevamos juntos más de treinta años?

Se fijó en una más reciente en la que estaban las tres. Sonia, Lore e Isa posando juntitas.

-¿Y esta de ojos azules? Joder, que amigas más guapas tiene tu señora – dijo en referencia a Isa.
-Isabel, y la otra, Lorena, son amigas intimas desde hace muchos años, Sonia y Lore desde pequeñas y con Isa desde la Universidad.

JuanPe era muy curioso según estaba pudiendo comprobar. “Espero que no se le ocurra abrir el armario del dormitorio curioseando” pensé. Hace poco imprimí, en la impresora profesional que tenemos en la tienda, una preciosa foto de Sonia y Lore en gran tamaño, que les había hecho en una escapada de fin de semana, hará unos 15 años. Una foto de cuerpo entero de las dos, desnudas, sonrientes y abrazadas en una playa.
JuenPe había traído un par de botellas de vino, y cuando llevaba metida en el cuerpo casi tres cuartos de una le pregunté.

-Pero vosotros podéis beber tanto alcohol?
-Cuando estamos en días libres sí, por supuesto. Hoy no tengo “standby” y tres días libre por delante. No hay problema.

Entre los dos nos acabamos botella y media y luego nos pusimos un par de gin tonics.
Yo estaba un poquitín alegre ya y me solté.

-Macho, tienes que explicarme como te lo montas para ligar tanto...porque son ligues, ¿no? ¿O con alguna vas en serio?
-Jajajajajaja – se pegó una gran carcajada.
-A ver, no es que me vaya yo a poner a ligar…estoy felizmente casado.
-No tiene ningún misterio, reconozco que siendo piloto conoces a mucha gente… y …en el fondo las mujeres quieren lo mismo. Queremos pasar un rato agradable tras una dura jornada. Pero tengo mis reglas, eh! No intento tirar la caña si se que están casadas, y si no lo están y me dicen que tienen novio, no insisto. Lo que pasa es que coincides con muchas, y claro, hay más probabilidades jajaja. Y no voy en serio con ninguna ni ellas tampoco. Ya te digo, se trata de pasar un rato o unos días agradables con amigas y colegas.

-Mmmm. Ya que estamos en un ambiente relajado voy a aprovechar para comentarte una cosa… verás, las paredes de este edificio no son precisamente muy gruesas y nuestro dormitorio aparentemente da pared con pared al tuyo… y…bueno…algunas noches nos ha costado dormir… ¿no se si me entiendes? - acabé con una sonrisa. JuanPe abrió los ojos con cara de sorpresa.
-¿En serio? Hostia, pues no lo sabía…jejeje…la verdad que no sé que decir…¿tanto se oía?
-Algunas veces más que otras , pero se oía sí - respondí abriendo las brazos – Aunque reconozco que últimamente has solucionado un problemilla que debías tener, ya no se escucha el cabezal de la cama golpeando contra la pared…que era lo que le ponía nerviosa a Sonia.
-Vaya, pues lo siento, ni me había dado cuenta. Debió retirarlo un poco la señora que limpia alguno de esos días.
-A ver, es un chascarrillo, no te lo tomes a mal, es un problema de la pared, en teoría no se debería escuchar nada a menos que alguien grite mucho. Alguna gritaba más que las otras eso sí, jajaja – añadí.
-Alba.
-¿Eh?
-Que digo que la que gritaba más debía ser Alba jajaja. No es azafata… - dijo mientras le ponía otro gin tonic. Se le veía dicharachero y con confianza en lo que largaba.
-Sí, ya me lo contaste el día que la conocí en el jardín.
-Te vas a caer de culo…a esta chica, que es un encanto y un demonio a la vez, la conozco desde que era vecina mía en otro piso, ella todavía vivía con sus padres, debía tener quince o dieciséis en aquella época cuando yo me largué de aquel piso. Y yo alguna vez le había dado algunas clases de mates, ya sabes. Cuando me largué de ahí no la volví a ver, hasta hará unos 2 años, cuando ella tenía 24. Me la encontré en un bar de copas. Estuvimos charlando un rato, le pregunté por sus padres, hermano, etc, ya sabes, una conversación informal y de buena fe. Bien, pues ella fue la que me ligó a mí esa noche y…no voy a entrar en detalles, no tiene novio serio y desde entonces nos vemos de vez en cuando.
-Sí, tiene aspecto de ser muy agradable, además tiene una cara preciosa…

JuanPe seguía lanzado, no se si era porque sabía que cuando se fuera no nos volveríamos a ver o porque una vez que coge confianza él es así de abierto cuando surge la ocasión.

-Te habrás fijado en algunas de las otras…de aspecto estilizado, rubias, altas… pues, amigo, las apariencias engañan. Alba es una chica más curvilínea, parece tímida, lo habrás comprobado al verla en la piscina, está estudiando piano y es diseñadora gráfica y además estudia Derecho poco a poco, pero te seguro que con confianza es otra cosa y además es puro fuego. Con ella he realizado casi todas mis fantasías y las suyas jajaja.
-Caray – fue todo lo que se me ocurrió.

Estábamos los dos bastante alegres ya a esas alturas.

-Pues sí, no me extraña que la escucharais... por cierto , a vosotros no os he escuchado nunca…jajaja…en teoría debería oírse en los dos sentidos jajajajaja – se descojonaba.
-Bueno, es que con adolescentes en casa hasta hace nada hay que andarse con cuidado jajaja
-Jajajaj, también es verdad…

Ahí yo también estaba bastante piripi y se me soltó la lengua.

-¿Qué fantasías?- pregunté sin pensar.
-¿Eh?
-Digo que qué fantasías con Alba, a ver si coinciden con las mías, jajaja…
-Aaah… pues por ejemplo, aunque fuera algo que jamás pensaba que me fuera a ocurrir, un trio con una amiga suya y un cuarteto con un amigo suyo y una azafata retirada amiga mía.
-Todos tenemos esas fantasías por lo visto, jajaja – me reí – Perdona un momento.

Cogí el móvil y le puse un mensaje a Sonia. “Me estoy enterando de cosas de JuanPe. ¿Y si le propongo un intercambio? Y muchos smileys"

-Perdona era un mensaje para Sonia.

Sonó el wp. “¿con quién? – “Con Alba”…escribiendo…escribiendo…escribiendo…por fin “me gusta”.

-Perdona otra vez… bueno ya. Que me dice que acuerde de no echar el candado jajaja - le mentí.
-¿Y tú? ¿Alguna fantasía satisfecha?

Me quedé pensando “si tú supieras” riendo para mis adentros. Pero era ahora o nunca.

-Pues, como te lo diría… ves esa foto, la de las tres.
-Sí, son muy guapas ya te lo dije antes.
-Lorena, su marido, Sonia y yo e Isa, nos lo llevamos montando juntos, los cinco, desde hace treinta y pico años. Vamos, desde que nos conocimos prácticamente. Bueno, el marido de Lore, es amigo intimo desde la infancia también...o sea que...
-¡Qué! ¡¿Qué?! – el tío flipó – ¿en serio?.
-En serio.
-¿Todavía?
-Todavía.
-Joooooder – exclamó.
-A ver, no es todo el tiempo, evidentemente. Aunque ha habido épocas en que era todas las semanas.
-¿Y dices que sois amigos íntimos desde entonces? Eso es lo que más me sorprende la verdad.
-Jajaja, eso decían también los tres o cuatro que lo saben.
-¿Y el marido o pareja de Isabel, no?
-Jajaja, no, no… se casó dos veces y está separada. Mientras estuvo casada no quedaba con nosotros. Pero es una de las mujeres más dulces y cariñosas que he conocido. Nosotros cuatro quedábamos con cierta frecuencia y sólo tuvimos un parón largo cuando decidimos tener hijos y luego otro cuando estuvieron viviendo un par de años fuera de España. No te voy a contar toda la historia porque es muy larga pero más o menos es eso.

Me sonó el móvil y pensé que era Sonia. Era Isa. Que Sonia no le contestaba al teléfono ni al wp. Le pregunté que si era importante, que igual con el ruido no lo había escuchado.

“Que qué hacemos el sábado”
“Pensabamos subir al pueblo a pasar el finde, ¿por? ¿Quieres venir?”

Una larga pausa.

“¿Puede apuntarse Luz?”
“Por mí no hay problema ya sabes y por Sonia tampoco”
“Vale, ya hablaré con ella mañana, Un beso”
-Ya, perdona… era Isa, jejeje.
-Pues me has dejado alucinado con vuestra historia.
-La sabe unas ocho personas, nosotros incluidos. Nadie más. Y ahora tú, jejeje.
-Lo vuestro tiene más mérito.

Me quedé callado pensando unos segundos, eché un trago de mi vaso y me lancé.

-Te voy a hacer una proposición. Mira, tenemos una casa a disposición, es de nuestros amigos, pero yo tengo llave, porque ellos viven en Madrid. De vez en cuando subimos al pueblo donde está, a menos de una hora de aquí…la usamos cuando vamos los cuatro juntos o los cinco a pasar fines de semana…o a veces Sonia y yo solos…. ¡Que coño! no se para que doy tantos rodeos… ¿te apetecería subir tú y Alba con Sonia y conmigo a ver que pasa, ya me entiendes?.

JuanPe se quedó sorprendido con el vaso en la mano.


***continuará***
 
Última edición:
JuanPe, no creo que diga que no, ese por lo que cuentas le dispara a todo lo que se mueve, por lo que se desprende se viene algo interesante.
 
CAPITULO 26

Como durante las semanas de verano coincidiamos más con nuestro vecino en la piscina y era un tipo de buen trato y charla amena fuimos cogiendo mucha confianza. De vez en cuando se le podía ver con alguna chica, casi siempre las mismas y ya las íbamos conociendo. Cuando aparecía con una tal Fany, una azafata alta, rubia y con tipazo espectacular los chavales de la urbanización empezaban a revolotear por la zona. Era divertido verles como disimulaban para entrar a la piscina por el camino más largo mientras la miraban de reojo.

En cambio por la noche no era apenas escandalosa. La que más era Alba con diferencia. Por fortuna debió darse cuenta él mismo del problema de la cama y ya no se escuchaba el golpeteo contra la pared y eso contuvo a Sonia de querer llamarle la atención.

Un sábado por la tarde después de llegar de una pequeña salida de excursión y a comer con unos amigos y tras salir de la ducha me entró un calentón cuando vi a Sonia desnuda y apoyada en el alfeizar de la ventana que da al jardín y la piscina. Tantos años después y me sigue excitando cuando la veo así, desnuda en alguna postura o situación sugerente. Ese mismo día llegamos un poco tarde a la cita con los colegas de la excursión porque entró en el salón sólo con la toalla en la cabeza para preguntarme algo, y claro, yo no me pude resistir, la agarré en brazos y la llevé a la cama. Sólo fueron un montón de besos por todo su cuerpo, pero es que me encanta dárselos.

A lo que iba: Me acerqué a ella por detrás y la besé en el hombro.

-¿Qué miras? – le pregunté, poniéndome a su lado y acariciándole el culo al mismo tiempo.
-Nada… la gente que está en el jardín…todavía hay gente a la que no conozco…
-Hombre, si está ahí JuanPe…¡que bien vive el tío!
-¿Dónde?
-Al lado de aquel árbol de allí, a la sombra – señale. Estaba con una chica. – Creo que es una tal Noe o Noa o algo así…sí, creo que es esa – añadí mientras me apretaba a ella y empezaba a besar sus hombros.
-Ummm…me encanta…ummm – apenas murmuró.
-Ah, siiií… y esto? – pregunté mientras metía la mano entre sus piernas y empezaba a jugar con sus rizos púbicos.
-Mmm…eso más todavía…
-…y esto? – seguí tras agacharme y morderle las nalgas mientras se las separaba.
-Uuuufff …ummmm…mucho…

Me levanté y se la metí desde atrás, todavía con la polla medio morcillona, pero ella estaba muy mojada ya. Suspiró muy profundo. Empecé a follarla despacio mientras hablábamos y nos excitábamos.

-¿Te la follarías? – me preguntó de sopetón.
-¿A quién?
-A la Noe esa…o como se llame…ooh…mmm… - contestó.
-Sólo si tú estás a mi lado… – repliqué antes de darle un ligero mordisco en el cuello.

Se estremeció ligeramente.

-¿O prefieres otra de sus amigas…? Mmmm..uff..ooh…
-La que tú quieras – respondí. Dio un gemido algo más fuerte.
-Me lo tendría que pensar jeje…- hice una pausa - ¿y tú… te lo tirarías a él?
-Mmmm…está buenorro hay que reconocerlo, y es cachondo…y simpático…y amable…
-Ya, ¿pero te lo tirarías? Responde – seguí provocándola.
-Tú lo que quieres es que me lo tire…para así poder tirarte a una de sus amigas –

Con la conversación nos íbamos calentando cada vez más. Volvió a soltar un gemido fuerte.

-Que te van a oír desde el jardín… - exclamé
-¿Y? Que me oigan… también oímos nosotros a JuanPe y sus amiguitas.
-Jajajaja… pero no me cambies de tema…¿te lo tirarías o no?
-¿Es otra de tus fantasías? umm..ooh – contestó ella entre gemidos.
-Mis fantasías son inacabables – le pegué un buen viaje, ella gimió de nuevo – pero sí, una de mis fantasías es un intercambio con un vecino o vecina…
-¿Te mola la del 2º del bloque de enfrente, esa que va siempre con un bikini que parece que se le van a salir las tetas?
-No está mal, JuanPe me dijo que está separada…pero no le pregunté si le había echado la caña jajaja.

Acabamos el polvo en la cama después de calentarnos mucho.
Días después, estaba yo leyendo en un banco del jardín a ultima hora de la tarde cuando se plantó delante de mí JuanPe, al que no había visto venir, con dos cervezas en la mano.

-¿Que hay Jiu?
-Hola JuanPe, ni te vi, estaba ensimismado leyendo.
-¿Quieres una? Te he visto desde el balcón y me he dicho, voy a darla la tabarra jajaja.
-Jajajaja, tabarra ninguna, jajaja – le acepté la cerveza y nos pusimos a hablar.

Al cabo de un rato me dio la novedad, a final de año se iba de la urbanización, y se trasladaba de ciudad, porque se iba a cambiar de aerolínea.

-Vaya, que lástima.
-No que va, es una mejora para mí, lo único es que me gustaba mucho vivir aquí, pero bueno, una oportunidad así no la puedo dejar pasar.
-Oye, estás sólo hoy..¿no tienes a ninguna de tus amigas? – le pregunté con una sonrisa.
-Jajajaja… sí estoy sólo.
-Lo digo por si quieres pasarte a cenar y seguimos charlando, yo estoy sólo también. Sonia hoy tiene cena de chicas, llevan haciéndolo desde hace muchos años.
-Ah, pues vale, te lo agradezco.

Seguimos hablando un rato más de aviones y nos despedimos.

-Pásate cuando quieras… - le dije al despedirse.
-Perfecto.

Cuando subí Sonia se estaba acabando de arreglar.

-¿Quiénes vais hoy?
-Pues Mónica, Carol, Cris, Patri, Asun, y no sé si Olga.
-¿Isa?
-No puede esta vez, está liada con no se qué para entregar mañana.
-Bien, dales recuerdos de mi parte a todas y al culo de Mónica doble.
-Jajajaja, payaso! – se acercó y antes de salir nos dimos un beso eterno y me agarró al polla levemente - que esta me espere despierta - añadió.
-Por cierto, JuanPe se pasará luego a cenar conmigo, hemos estado charlando en el jardín.
-Uy que miedo me da – soltó, y se fue.

Media hora después estábamos cenando JuanPe y yo.
Cuando entró en casa y mientras yo preparaba las viandas para cenar, él se entretuvo mirando algunas fotos que tenemos sobre las estanterías.

-¿Esta es Sonia, no? – preguntó señalando una foto suya con 20 años.
-Sí.
-Que guapa era…bueno, y es, jeje – rectificó sobre la marcha.
-Jajaja, ¿entiendes ahora por qué llevamos juntos más de treinta años?

Se fijó en una más reciente en la que estaban las tres. Sonia, Lore e Isa posando juntitas.

-¿Y esta de ojos azules? Joder, que amigas más guapas tiene tu señora – dijo en referencia a Isa.
-Isabel, y la otra, Lorena, son amigas intimas desde hace muchos años, Sonia y Lore desde pequeñas y con Isa desde la Universidad.

JuanPe era muy curioso según estaba pudiendo comprobar. “Espero que no se le ocurra abrir el armario del dormitorio curioseando” pensé. Hace poco imprimí, en la impresora profesional que tenemos en la tienda, una preciosa foto de Sonia y Lore en gran tamaño, que les había hecho en una escapada de fin de semana, hará unos 15 años. Una foto de cuerpo entero de las dos, desnudas, sonrientes y abrazadas en una playa.
JuenPe había traído un par de botellas de vino, y cuando llevaba metida en el cuerpo casi tres cuartos de una le pregunté.

-Pero vosotros podéis beber tanto alcohol?
-Cuando estamos en días libres sí, por supuesto. Hoy no tengo “standby” y tres días libre por delante. No hay problema.

Entre los dos nos acabamos botella y media y luego nos pusimos un par de gin tonics.
Yo estaba un poquitín alegre ya y me solté.

-Macho, tienes que explicarme como te lo montas para ligar tanto...porque son ligues, ¿no? ¿O con alguna vas en serio?
-Jajajajajaja – se pegó una gran carcajada.
-A ver, no es que me vaya yo a poner a ligar…estoy felizmente casado.
-No tiene ningún misterio, reconozco que siendo piloto conoces a mucha gente… y …en el fondo las mujeres quieren lo mismo. Queremos pasar un rato agradable tras una dura jornada. Pero tengo mis reglas, eh! No intento tirar la caña si se que están casadas, y si no lo están y me dicen que tienen novio, no insisto. Lo que pasa es que coincides con muchas, y claro, hay más probabilidades jajaja. Y no voy en serio con ninguna ni ellas tampoco. Ya te digo, se trata de pasar un rato o unos días agradables con amigas y colegas.

-Mmmm. Ya que estamos en un ambiente relajado voy a aprovechar para comentarte una cosa… verás, las paredes de este edificio no son precisamente muy gruesas y nuestro dormitorio aparentemente da pared con pared al tuyo… y…bueno…algunas noches nos ha costado dormir… ¿no se si me entiendes? - acabé con una sonrisa. JuanPe abrió los ojos con cara de sorpresa.
-¿En serio? Hostia, pues no lo sabía…jejeje…la verdad que no sé que decir…¿tanto se oía?
-Algunas veces más que otras , pero se oía sí - respondí abriendo las brazos – Aunque reconozco que últimamente has solucionado un problemilla que debías tener, ya no se escucha el cabezal de la cama golpeando contra la pared…que era lo que le ponía nerviosa a Sonia.
-Vaya, pues lo siento, ni me había dado cuenta. Debió retirarlo un poco la señora que limpia alguno de esos días.
-A ver, es un chascarrillo, no te lo tomes a mal, es un problema de la pared, en teoría no se debería escuchar nada a menos que alguien grite mucho. Alguna gritaba más que las otras eso sí, jajaja – añadí.
-Alba.
-¿Eh?
-Que digo que la que gritaba más debía ser Alba jajaja. No es azafata… - dijo mientras le ponía otro gin tonic. Se le veía dicharachero y con confianza en lo que largaba.
-Sí, ya me lo contaste el día que la conocí en el jardín.
-Te vas a caer de culo…a esta chica, que es un encanto y un demonio a la vez, la conozco desde que era vecina mía en otro piso, ella todavía vivía con sus padres, debía tener quince o dieciséis en aquella época cuando yo me largué de aquel piso. Y yo alguna vez le había dado algunas clases de mates, ya sabes. Cuando me largué de ahí no la volví a ver, hasta hará unos 2 años, cuando ella tenía 24. Me la encontré en un bar de copas. Estuvimos charlando un rato, le pregunté por sus padres, hermano, etc, ya sabes, una conversación informal y de buena fe. Bien, pues ella fue la que me ligó a mí esa noche y…no voy a entrar en detalles, no tiene novio serio y desde entonces nos vemos de vez en cuando.
-Sí, tiene aspecto de ser muy agradable, además tiene una cara preciosa…

JuanPe seguía lanzado, no se si era porque sabía que cuando se fuera no nos volveríamos a ver o porque una vez que coge confianza él es así de abierto cuando surge la ocasión.

-Te habrás fijado en algunas de las otras…de aspecto estilizado, rubias, altas… pues, amigo, las apariencias engañan. Alba es una chica más curvilínea, parece tímida, lo habrás comprobado al verla en la piscina, está estudiando piano y es diseñadora gráfica y además estudia Derecho poco a poco, pero te seguro que con confianza es otra cosa y además es puro fuego. Con ella he realizado casi todas mis fantasías y las suyas jajaja.
-Caray – fue todo lo que se me ocurrió.

Estábamos los dos bastante alegres ya a esas alturas.

-Pues sí, no me extraña que la escucharais... por cierto , a vosotros no os he escuchado nunca…jajaja…en teoría debería oírse en los dos sentidos jajajajaja – se descojonaba.
-Bueno, es que con adolescentes en casa hasta hace nada hay que andarse con cuidado jajaja
-Jajajaj, también es verdad…

Ahí yo también estaba bastante piripi y se me soltó la lengua.

-¿Qué fantasías?- pregunté sin pensar.
-¿Eh?
-Digo que qué fantasías con Alba, a ver si coinciden con las mías, jajaja…
-Aaah… pues por ejemplo, aunque fuera algo que jamás pensaba que me fuera a ocurrir, un trio con una amiga suya y un cuarteto con un amigo suyo y una azafata retirada amiga mía.
-Todos tenemos esas fantasías por lo visto, jajaja – me reí – Perdona un momento.

Cogí el móvil y le puse un mensaje a Sonia. “Me estoy enterando de cosas de JuanPe. ¿Y si le propongo un intercambio? Y muchos smileys"

-Perdona era un mensaje para Sonia.

Sonó el wp. “¿con quién? – “Con Alba”…escribiendo…escribiendo…escribiendo…por fin “me gusta”.

-Perdona otra vez… bueno ya. Que me dice que acuerde de no echar el candado jajaja - le mentí.
-¿Y tú? ¿Alguna fantasía satisfecha?

Me quedé pensando “si tú supieras” riendo para mis adentros. Pero era ahora o nunca.

-Pues, como te lo diría… ves esa foto, la de las tres.
-Sí, son muy guapas ya te lo dije antes.
-Lorena, su marido, Sonia y yo e Isa, nos lo llevamos montando juntos, los cinco, desde hace treinta y pico años. Vamos, desde que nos conocimos prácticamente. Bueno, el marido de Lore, es amigo intimo desde la infancia también...o sea que...
-¡Qué! ¡¿Qué?! – el tío flipó – ¿en serio?.
-En serio.
-¿Todavía?
-Todavía.
-Joooooder – exclamó.
-A ver, no es todo el tiempo, evidentemente. Aunque ha habido épocas en que era todas las semanas.
-¿Y dices que sois amigos íntimos desde entonces? Eso es lo que más me sorprende la verdad.
-Jajaja, eso decían también los tres o cuatro que lo saben.
-¿Y el marido o pareja de Isabel, no?
-Jajaja, no, no… se casó dos veces y está separada. Mientras estuvo casada no quedaba con nosotros. Pero es una de las mujeres más dulces y cariñosas que he conocido. Nosotros cuatro quedábamos con cierta frecuencia y sólo tuvimos un parón largo cuando decidimos tener hijos y luego otro cuando estuvieron viviendo un par de años fuera de España. No te voy a contar toda la historia porque es muy larga pero más o menos es eso.

Me sonó el móvil y pensé que era Sonia. Era Isa. Que Sonia no le contestaba al teléfono ni al wp. Le pregunté que si era importante, que igual con el ruido no lo había escuchado.

“Que qué hacemos el sábado”
“Pensabamos subir al pueblo a pasar el finde, ¿por? ¿Quieres venir?”

Una larga pausa.

“¿Puede apuntarse Luz?”
“Por mí no hay problema ya sabes y por Sonia tampoco”
“Vale, ya hablaré con ella mañana, Un beso”
-Ya, perdona… era Isa, jejeje.
-Pues me has dejado alucinado con vuestra historia.
-La sabe unas ocho personas, nosotros incluidos. Nadie más. Y ahora tú, jejeje.
-Lo vuestro tiene más mérito.

Me quedé callado pensando unos segundos, eché un trago de mi vaso y me lancé.

-Te voy a hacer una proposición. Mira, tenemos una casa a disposición, es de nuestros amigos, pero yo tengo llave, porque ellos viven en Madrid. De vez en cuando subimos al pueblo donde está, a menos de una hora de aquí…la usamos cuando vamos los cuatro juntos o los cinco a pasar fines de semana…o a veces Sonia y yo solos…. ¡Que coño! no se para que doy tantos rodeos… ¿te apetecería subir tú y Alba con Sonia y conmigo a ver que pasa, ya me entiendes?.

JuanPe se quedó sorprendido con el vaso en la mano.


***continuará***
Que difícil es ligar con un hombre, no?
:)
 
Pues como estoy solo este finde ya que Sonia se ha marchado a visitar a los chicos he aprovechado para darle un viaje a esto.

CAPITULO 27


-Eeeh…espera, espera… ¿me estás proponiendo un intercambio de parejas?
-Si quieres llamarlo así…
-¿Estás seguro? ¿De verdad es lo que he entendido o es que este vino es muy cabezón?
-Es una sugerencia, por si estás interesado… -dije yo. Total, en unos meses probablemente no iba a volverle a ver en mi vida.
-No, no, no es eso, claro que me gustaría…joder, por supuesto…es que no me lo creía…
-¿Por qué?
-No lo sé, nunca me lo había imaginado con unos vecinos…
-Sonia y yo hemos tenido más experiencias con otra parejas en nuestra vida – le dije, aunque sólo hubiese sido una vez con una pareja externa a El Club - así que no somos primerizos y es algo con lo que fantaseamos algunas veces… y tú y Alba parece que también sois experimentados, así, que por qué no, además, y esto es lo que siempre es importante para mí, a Sonia le parecéis una pareja muy atractiva, aunque no seáis pareja ya me entiendes. Ya se que nosotros somos mayores y ella es muy joven, pero bueno… si no lo veis claro no pasa nada, eh…
-Vaya, pues es todo un honor jajaja – hizo una pausa – tendría que preguntarle a Alba a ver que opina…No sé, te digo algo en uno o dos días…Vosotros sois mayores pero joder, os conserváis de maravilla.
-Jajaja, intentamos hacer ejercicio y comer sano más o menos…ellas están mucho mejor que nosotros. Mucha gente les hecha diez años menos jajaja.
-Es que lo parece… me gusta la gente como vosotros por cierto.

Charlamos un rato más y luego se fue para su casa.
Cuando Sonia llegó no le dije nada en un principio, en cambio le hablé de lo de Isa.

-Sí ya vi que tenía una llamada y unos mensajes pero no los oí. Pero me parece bien que venga con Luz, sin problema. Voy a desmaquillarme y darme una ducha.

Yo me hice un café para recuperarme un poco de la alegría del vino y la esperé en el sofá. Cogí el mando a distancia e hice un barrido hasta que di con una película de acción ya empezada. Al cabo de un rato vino con una camiseta corta de andar por casa en verano y unas braguitas y se sentó a mi lado con un libro.

-¿Qué ves? Otra vez esta película, pero si la has visto cien veces…
-Pero tú está leyendo, que más te da…¿Qué tal con las chicas?¿Alguna novedad?
-Nada a destacar, Patri es la que está algo deprimida, está teniendo problemillas con Pablo, en fin a ver si se arreglan…las demás bien…

Se puso a leer y yo a ver la película. No habría pasado media hora cuando cerró el libro.

-¿Tienes sueño? – me preguntó
-No.
-¿Quieres follar?
-Claro – respondí. Creo que en toda mi vida le habré dicho no a esa pregunta en unas tres o cuatro ocasiones y sería porque estaba hecho polvo por algún catarro o algo así.

Nos acercamos y nos besamos mientras ella metía la mano en mi pantalón. Me miró como siempre, con esa sonrisa encantadora como la del primer día.

-Sabes que te quiero un montón ¿verdad? – dijo con dulzura.
-Yo a ti más – respondí.

Se quitó las bragas y la camiseta, se levantó y tiró de mis pantalones. Luego se arrodilló en el suelo y me hizo una mamada interminable. Cuando a ella le pareció oportuno se levantó y se sentó sobre mí y guiando mi polla con su mano se sentó sobre ella. Suspiró y se acurrucó mientras subía y bajaba. Minutos después le estaba dando fuerte a cuatro patas sobre el mismo sofá hasta que llegó al clímax. Me pidió que no me corriera dentro y acabó pajeándome en el lavabo. Tras asearnos un poco nos fuimos a la cama.

-Te tengo que contar una cosa que he hablado con JuanPe.
-Me lo veo venir…
-Le he propuesto un intercambio con Alba…me ha estado contando un poco su historia y yo la nuestra. Y tenemos algún parecido, no muchos pero alguno. Alba es amiga suya desde hace mucho tiempo. Las otras son ligues del curro. Ah, y sobre todo, se va de aquí a finales de año porque cambia de compañía y por tanto de base…así que si no sale bien…tampoco nos lo íbamos a encontrar en el rellano toda la vida jeje. ¿Qué te parece?

-Madre mía – exclamó – Primero lo de Luz y ahora esto – se echó a reír – No sé…
-Si no lo ves, nada, nos olvidamos…

Se apoyó sobre mi pecho mirándome y me sonrió maliciosamente.

-Me estoy poniendo cachonda otra vez…
-Pues yo estoy ya cansadito eh… jajajaja.
-¡Bobo! Mmmm…hacemos una cosa…vamos a ver como sale el fin de semana con Luz…y luego ya veremos si estoy animada o no. Venga a dormir.

Siempre nos hemos dicho las cosas claras, nuestras apetencias, nuestros gustos y nuestros miedos también. Sin rodeos ni tapujos. Lo mismo que esta vez.

Días después, el viernes por la tarde cuando llegué a casa Isa estaba allí. Sonia le había dicho que se viniera a dormir y que así ya salíamos desde aquí los tres, recogíamos a Luz y nos íbamos al pueblo. Como no había que llevar mucha ropa, Isa se había traído una simple mochila. No le habíamos contado nada de JuanPe y Alba, por el momento. Preferíamos no mezclar las cosas. Por cierto, JuanPe no había vuelto a decir nada de la propuesta y yo no le había visto por el jardín o la piscina.

Siempre era un placer tener a Isa en casa. Cenamos tranquilamente y luego mientras ellas iban a ponerse cómodas, lavarse la cara y demás yo las esperé en el salón con la luz tenue y la tele encendida. Llegaron ambas con una camiseta larga. Cada una se sentó a un lado, Sonia en el lado extendido del tresillo e Isa al otro. La verdad es que no hablamos para nada de Luz.

-¿Queréis ver algo en particular?

Pasé varios canales y me detuve en una película aparentemente de espías…Sonia se amodorró ligeramente sobre mi hombro, la miré y me dio un piquito. Siguió mirando la pantalla.

-Ahora me acuerdo, esta ya la he visto – murmuró Sonia.
-Y yo – añadió Isa – pero no quería deciros nada jijiji
-Pues cambio, a mí me da igual una cosa que otra – puse otro canal, una serie.

No se si CSI o FBI o una parecida. De esas que sirven casi como fondo de pantalla.

-Sólo son las diez – dije yo.

Yo estaba acariciando como muchísimas veces en el sofá el muslo de Sonia. A los pocos minutos ella empezó a acariciar mi pierna y luego como si nada metió la mano por dentro de mi pantalón corto, y empezó a manosear mi polla sin dejar de mirar la pantalla. Yo, con la cabeza apoyada en el sofá, me giré hacia Isa. Ella me miró, dibujó una sonrisa, miró hacia abajo y luego volvió a mirarme y a sonreír. Estábamos muy juntos. Acerqué ligeramente mi cara hacia ella, como lanzando una invitación, y ella cerró el espacio entre ambos. Nos besamos, largo y muy húmedo, mientras al mismo tiempo notaba mi polla crecer en la mano de Sonia. Acabó por quitarme los pantalones y sentarse en el suelo para chupármela. Todo mientras Isa y yo seguíamos besándonos. Cuando paramos Sonia seguía chupándomela y se estaba tocando al mismo tiempo.

-Échate – le pedí a Isa. Se recostó en el sofá apoyando la cabeza en el brazo, le quité las bragas y ella bajó una pierna al suelo. Eso me permitía juguetear con mis dedos en su coño. Ella me miraba apoyando su barbilla en una mano mientras yo la follaba con los dedos todo lo despacio que podía.

-Que caliente estoy – susurró Sonia. Se levantó y salió hacia el pasillo.
-¿Qué le pasa? – exclamó Isa sorprendida.
-No lo sé – respondí también sorprendido.

En un santiamén estaba de vuelta con una caja en las manos. La caja de los minis la llamaba. En ella guardaba un vibrador pequeño, varios plugs de distinto tamaño, unas bolas chinas y alguna cosa más.

-No te he dicho que estoy muy caliente – se quedó pensativa un segundo y cogió su móvil.
-¿Ahora vas a ponerte a mirar el móvil?
-Quiero asegurarme de que Clara está dónde está…
-Jajajajajajaja – me descojoné – echa el cerrojo anda.
-¿Qué me he perdido? - preguntó Isa perpleja.
-Que hace poco se presentó en casa sin avisar que venía y nos pilló follando…no era la primera vez pero esta fue la más clara. Imposible disimular y quiero saber dónde está…- esperó unos segundos - Nada, que este finde no viene.
-¿Y cómo fue? cuenta, cuenta…- insistió Isa riéndose.
-Estábamos aquí en el sofá y yo botando como una loca cuando de repente se abre la puerta y aparece…se quedó parada un segundo sin saber que hacer, luego se metió en el pasillo. Jiu se puso un cojín encima, es que no teníamos ni una manta, ni sábanas ni nada, ni ropa a mano…y yo fui tras ella. Y va y me dice con recochineo: "¡No he visto nada!".

A estas alturas Isa se estaba partiendo de risa. Y mientras, Sonia a lo suyo.

Abrió la caja sin sentarse, sacó el plug más pequeño. Lo ensalivó y se lo introdujo en el culito. Luego se arrodilló de nuevo y continuó chupándomela. Mirando de reojo a Isa alargó el brazo para decirle que se acercara. Isa se incorporó y se sentó en el suelo a su lado.

Yo me abrí un poco más de piernas y me deslicé un poco en el sofá apoyando las manos detrás de la nuca. Lo que vino fue gloria bendita. Una mamada a dos bandas en las que se sincronizaban perfectamente las dos, cuando una chupaba la otra me acariciaba los huevos o viceversa. Cuando una me los chupaba la otra me pajeaba, y entre medias se besaban.

-Chicas…uuf – apenas salían las palabras.

También sabían cuando parar, casi se levantaron a la vez. Isa se recostó en el sofá con las piernas bien abiertas y Sonia se arrodillo frente a ella para comerle el coño. Señaló la cajita con la mirada y enseguida supe que quería. Me arrodillé ahora yo tras ella y cogí el plug más grande, un señor plug, lo embadurne de lubricante y tras retirar el que llevaba puesto se lo fui introduciendo poco a poco. Con el empujón final dio un respingo, y continuó a lo suyo. Me senté en el sofá a pajearme mientras la miraba. Isa me agarró la mano de repente y me la apretó en el momento en que se corrió. Su cuerpo se sacudió bruscamente un par de veces y luego se relajó.

Sonia se levantó y se puso a cuatro patas en el sofá al lado de Isa. Me acerqué por detrás y se la metí en el coño para empezar a follarla, como siempre muy despacio al principio. Y también quería dar tiempo a que Isa se recuperara del todo. Se levantó y dando la vuelta por detrás de mí fue a la cajita. Cual sería mi sorpresa al verla chupar uno de los plugs pequeños. Sonia tenía varios de cada tamaño, con distintos acabados. Me lanzó una mirada retadora, lo embadurnó de gel y sin dejar de mirarme se lo fue metiendo ella misma en su culito.

Desde que hace tantos años intentáramos tener sexo anal y se rindiera por el dolor y el miedo posterior, nunca se lo volví a proponer. Tampoco supe si al final lo llegó a practicar. Sonia tampoco lo sabía. De hecho, en los periodos en los que Isa estuvo casada apenas hablaban de sexo, todo lo contrario que con Lore, que no paraban de hablar del tema, como siempre habían hecho.

-¿Qué pasa, te sorprende? – me preguntó.
-Pues ni sí ni no.
-Ya no soy virgen de ahí, con mi ex lo hacíamos algunas veces…muy de vez en cuando…pero yo tenía que estar muy muy encendida. Lo que pasa es que hace mucho que no entra nadie por esa puerta jejeje – acabó riéndose.

Isa se puso a cuatro patas al lado de Sonia y empecé a acariciarle las nalgas mientras ellas volvían a besarse. En un momento dado se la saqué a Sonia y dando un paso al lado se la metí a Isa. Así estuve alternando entre las dos un rato largo en esa posición, cada una con su plug en su culito.

-Buff, me estoy cansando de estar así – dijo Sonia.

Me retiré y ambas se levantaron. Las abracé y nos besamos los tres.

-Siéntate tú en el sofá – sugirió Sonia. Le hice caso y me volví a sentar en el sofá.
-¿Qué tal el juguetito, Isa? - le pregunté con intención.
-Perfecto – respondió levantando el pulgar.
-¿Quieres probar? – le pregunté directamente.
-Me gustaría... – respondió con esa sinceridad suya.
-Hacemos una cosa, ponte entre mis piernas, mirando hacia allá y a tu ritmo, a ver que pasa, vale?
-¡Ajá!

Se colocó entre mis piernas y se quitó el plug, luego la lubriqué bien. Antes de empezar a bajar giró la cabeza y me dedicó una sonrisa como de niña que está a punto de hacer una travesura.
La acompañé con mi mano en su cadera y fue bajando hasta que mi polla sintió sus carnes. Se separó ella misma las nalgas con las manos y continuó empujando muy despacio. Sonia, sentada al lado, le acariciaba y besaba el hombro.

-Auh!…uf uf uf …aah…hmmm…- exclamaba muy bajito mientras mi polla se iba abriendo paso.
-Sigue, baja un poco más…
-Oh..oh..oh .. DIOOOOOOSSSSS - en el momento que su esfínter por fin cedió soltó un grito – UUUUF….UUUUUFFF…AIIIIIIII…OOOOH…BUF BUF..

Empezó a hacer respiraciones rápidas y profundas y luego por fin se relajó, yo la aguantaba con las dos manos para aliviar un poco su esfuerzo. Y luego, de repente, se la metió toda entera casi de un tirón. Le acaricié el culo, la espalda, la cintura para que acabara de relajarse.

-No me duele – dijo – pero no te muevas…

Sonia sonrió a mi lado, la acarició otra vez y se besaron. Hice que se recostara sobre mi pecho y empecé a acariciarle el coño para excitarla más.

-Oooh siiii , me encanta…
-Muévete un poco – le susurré al oído. Apenas se movió, todavía se notaba que le tenía algo de miedo. Empecé a moverme yo un poco, empujando ligeramente hacia arriba.
-Ummm… diooss – susurraba.
-¿Estás bien? – pregunté
-Un poco incomoda en esta postura pero apenas me duele…
-Vamos a la cama – sugirió Sonia.
-Sí, mejor – asentí. Isa se levantó y yo detrás.

En la cama, le puse una almohada y una toalla debajo del culo a Isa y me coloqué frente a ella. Cuando se la fui a meter de nuevo giró la cabeza, no queriendo mirarme. Dio un respingo cuando entré y otro cuando empujé hasta meterle la mitad. Sonia, echada a su lado besaba su hombro y acariciaba su pelo con mimo. Con el último empujón abrió la boca entera como en un grito sordo.

-¿Te duele?
-Apenas.
-Mmmm…mi peluchete favorito – comente mientras acariciaba su vello púbico. Eso la hizo reír pero siguió sin mirarme.

Empecé a follarla lentamente y ella daba ligeros respingos. Me fijé en que se le había puesto la piel de gallina y el vello de los brazos se le había erizado. Poco a poco fui aumentando el ritmo, aunque siempre muy suave, intentando leer sus reacciones, pero no quería mirarme, y a mí me pone mucho cuando me mira porque es cuando muchas veces aflora su timidez aunque ella lo niegue.

Apareció mi lado travieso.

-¿Confías en mí? – le pregunté. Me miró.
-Sí – dijo tímidamente. Estaba empapada, su pelo se estaba mojando del sudor de la tensión, e incluso su labio superior estaba salpicado de gotitas.

Después de sacársela le retiré la almohada, le até uno de los pañuelos de Sonia en la cabeza para taparle los ojos y le pedí que se recostara de lado. Yo me puse tras ella, le acaricié suavemente los brazos, bajando por su costado hasta los muslos. Tenía todo el vello de punta y suspiraba. Le recogí las piernas y se la volví a meter entera. Sonia me leyó las intenciones y aunque sonreía no paraba de tocarse.

Continué entrando y saliendo como antes, muy suave y sin dejar de acariciarla. Ella empezó a suspirar más hondo. Le hice un gesto a Sonia con la cabeza y dándose la vuelta por el otro lado le quitó lentamente el pañuelo de los ojos. Cuando se vio reflejada en el espejo de la puerta del armario no dijo nada, levantó la mirada buscando la mía y movió la cabeza casi imperceptiblemente.

-Eres un bicho malo – susurró. Sonreía y la besé en el cuello al tiempo que acariciaba su cuerpo tenso en ese momento.

-Lo sé…- contesté – Relájate, no estás relajada…- la volvía a besar en el hombro. Yo no me movía, tan solo la acariciaba hasta que se relajara un poco. Y miraba su rostro reflejado en el espejo.

Sonia estaba recostada en el cabecero tocándose despacio mientras nos miraba. Isa suspiraba de nuevo.

-Ahora estás más relajada – le susurré al oído, pero claro, como me gusta provocarla para que salga ese deliciosa timidez que tiene, añadí – mira como entra en tu culo ¿la ves como entra y sale? Sé que te está gustando.
-Cabrón – exclamó – claro que me está gustando joder…diooosss.

Acerqué la mano a su coño para masturbarla al mismo tiempo y sus suspiros se transformaron en gemidos. Y cada vez estaba más empapada.
Sonia había cogido uno de sus dildos y apoyada en un brazo y de costado, se estaba follando también el culo con él.

-Un poco más fuerte – sugirió Isa.

La empujé un poco con la intención de ponerme completamente encima y empecé a darle con un poco más de brío. Sus gemidos aumentaron, se metió la mano por debajo para seguir tocándose y yo entraba y salía de ella completamente, apoyado en las manos, casi como haciendo flexiones. Le giré la cabeza hacia el espejo para que se viera, para que me viera.

-Me encanta… pero… no… me voy… a correr...así – dijo entrecortadamente.

-Vale – me salí y me levanté de la cama, también sudoroso. Ella también se levantó, la agarré por las mejillas y la besé. Ahí fue cuando se puso colorada del todo.

-Tócame – me dijo. Se agarró a mi cuello y yo puse la mano en su coño, metiéndole enseguida un par de dedos. La masturbé así hasta que noté que se iba a correr, se agarró fuerte a mí y empezó a temblar como hace siempre hasta que explotó entre espasmos. Sus piernas flojearon y la sujeté bien fuerte. Poco a poco se fue recuperando y por fin se soltó y se dejó caer de espaldas en la cama, tapándose la cara con ambas manos.

En ese momento Sonia se levantó y se puso a cuatro patas en la cama. Me miró retadora.

-¡Lléname el culo! – exclamó.

Me faltó tiempo para metérsela, agarrarla fuerte de las caderas y empezar a bombear bien fuerte. Isa, al lado, se apoyó en los codos para incorporarse un poco y vernos. Sonia se volvió loca.

-Vamos, dame fuerte como sabes,…joder…dame fuerte fuerte fuerte…reviéntale el culo a tu mujer…quiero toda tu leche dentro, ¡TODA!

Isa nos miraba, Sonia alargó el brazo y se agarraron las dos de la mano. Yo seguía empujando todo lo fuerte que podía.

-Me voy a correr, cielo… me voy a correr – la empujé sobre la cama y yo fui detrás para los últimos y fuerte envites hasta descargarme del todo dentro de su culo. Me dejé caer sobre ella del todo hasta recuperar el aliento y hasta que mi polla se salió sola al ir perdiendo la erección. Me di la vuelta y quedé boca arriba en la cama. Estuvimos en silencio un par de minutos, solo respirando hondo.

-Si va a ser así todo el fin de semana…- insinuó con gracia Isa. Los tres nos reímos.


***continuará***
 
Wow un fin de semana de nivel para JiuYacman, dos diosas para él, y lo que falta además, me imagino que fue de gran nivel.
 
CAPITULO 28


Me levanté a darme una ducha rápida y mientras iba luego a la cocina a beber algo ellas también fueron a asearse.
Pero a veces los planes se tuercen. Estábamos a punto de encamarnos para dormir cuando le llegó un mensaje a Isa.

-Es Luz…dice que no se encuentra muy bien, que cree que está incubando un catarro y que si podríamos aplazarlo para más adelante.
-¡Vaya! – exclamé – pero podemos ir nosotros igual, ¿no? ¿te sigue apeteciendo?
-Por supuesto, además necesito despejarme un poco y respirar un poco de aire de montaña.

Nos fuimos los tres a pasar el fin de semana y además de pasear, tomar el aire y el sol y comer, no hace falta que diga que otras cosas pasaron, aunque sin la intensidad de esa noche.

A mitad de semana, una noche poco antes de ponernos a cenar llamaron a la puerta. Abrí y era JuanPe, al que no veíamos desde hacía días.

-Hombre JuanPe, hacía días que no te veíamos – dije yo.
-Ya, he estado currando y un par de días tuve que hacer noche fuera, ya sabes, cosas de pilotos jeje.
-¿Necesitas algo, sal, azúcar? jajaj, pasa pasa…
-Jajajaja – se descojonó y entró un momento. Sonia estaba en la cocina con la radio a tope y no nos oyó.
-Dime, ¿qué te cuentas?
-Lo que hablamos el otro día…ya sabes…te vas a reír…verás…se lo conté a Alba…y no tardó ni un segundo en decir que sí, que le apetecía…que había simpatizado mucho con Sonia cuando se han encontrado en la piscina alguna vez.
-¡Joder! – exclamé sorprendido
-Jajaja, es que no la conoces bien…la habéis visto unas pocas veces en la piscina y con esa carita y ese aspecto de no haber roto nunca un plato que tiene parece una cosa, pero te lo digo yo…- bajó la voz un poco - en la cama se transforma en una fiera como no he visto…es insaciable e inagotable…algunas veces no he podido seguirla…
-¡Caray! – exclamé de nuevo – en cuanto a lo de Sonia…bueno, es que Sonia otras cosas no tendrá, pero empática lo es un rato, tiene ese don…pero también tiene otro, jeje…quiero decir, que cala muy bien a la gente a primera vista…Por cierto ¿Alba tiene novio u algún otro amigo de roce jejeje?
-Un novio no…¿recuerdas las fantasías que te conté? Pues el tío del intercambio es con el que sale….bueno, lo de que sale es un decir…comparte piso con él desde hace tiempo, y se acuestan cuando les apetece, pero…y lo sé porque he estado en su piso, cada uno tiene su cuarto y entre ellos lo tienen claro…de momento…¿que igual acaban juntos porque se dan cuenta de que lo suyo es amor?…el tiempo dirá jajajaja.
-Caray, sí que estás al día jejeje…
-Jajajaja sí…me suele contar sus cosas sin yo preguntarle, no sé, supongo que me tiene mucha confianza…por cierto, no creas que es promiscua, ni mucho menos…tuvo un novio desde los diecinueve, creo, hasta unos meses antes de que me la volviera a encontrar y desde entonces solo su compi de piso y yo – se explayó JuanPe.

Sonia apareció.

-Me ha parecido oír hablar…¡ah! hola JuanPe…¿cómo estás?

Sonia iba vestida de andar por casa, como siempre en verano, camiseta larga y ligera hasta por debajo de las nalgas, que le marcaba bien las tetas ya que no llevaba sujetador.

-Hola – saludó JuanPe. En ese momento dio la impresión de que se cohibía un poco.
-¿Quieres pasar, quieres tomar algo? – le preguntó ella.
-No…no gracias, voy a… cenar algo ligero y me voy a ir a dormir pronto que mañana vuelo muy temprano…otro día.
-Cuando quieras…
-Bueno ya me iba…buenas noches.
-Buenas noches…ya concretaremos – dije yo. Él levantó el pulgar.

Cerré la puerta y eché el cerrojo. Sonia me dedicó una sonrisa irónica.

-Creo que le has asustado jajaja – le dije a Sonia
-¿Yooo? ¿Por qué? – respondió ella.
-¿Cenamos? – pregunté.
-Sí…¿pero por qué crees que le he asustado?
-Estaba hablando abiertamente antes de que aparecieras jejeje…
-Aaaah, ya! ¿¿Crees que es porque piensas que debe llevar días imaginándome abierta de piernas ante él y no se esperaba verme de sopetón y se ha sorprendido??…jajajajaja.
-Pues igual – me encogí de hombros y empezamos a cenar.

Nos sentamos a cenar. Desde que estamos solos en casa y nuestra vida sexual experimentara un nuevo impulso, habíamos cambiado nuestros hábitos. Solemos cenar ligero y más temprano, apenas vemos la televisión, como mucho un episodio de alguna serie y luego tras un rato de sofá leyendo, muchos días preferimos tener más tiempo para nosotros porque aunque pasan los años, seguimos sintiendo una enorme pasión mutua.

Tras la cena, en el sofá, Sonia cerró el libro que estaba leyendo, se recostó sobre mi hombro y casi al instante metió la mano bajo mi pantalón hasta encontrar mi polla y empezar a juguetear con ella. Yo seguí leyendo unos minutos más hasta terminar un capítulo. Ella me miró con esos ojitos de pedir “cariño”.

-¿Te he dicho lo mucho que me gusta tu polla? – susurró sin dejar de masajearla suavemente.
-Antes me lo decías más – respondí para picarla. Me retiró el pantalón hacia abajo y yo acabé de quitármelo.

Se escurrió hacia abajo para arrodillarse entre mis piernas, y me miró con cara de pilla.

-¿Jugamos a una cosita? – preguntó con una entonación provocativa
-Me encantan tus juegos…

Lo que en principio tenía visos de ser un calentón seguido de una rápida mamada se fue convirtiendo en un largo jugueteo seguido de un revolcón con ella cabalgándome rabiosamente sobre el nuevo sillón anatómico y provocándome sobre cuáles eran mis expectativas con Alba.

Cuando los dos acabamos, ella se tendió de espaldas sobre mí.

-Te quiero decir una cosa…lo del asunto de JuanPe y Alba no tiene por qué ocurrir…a ver, no es que lo rechace…pero ya me conoces…estas cosas suceden si se dan las circunstancias en el momento en el que se tienen que dar, sobre todo la primera vez…
-Lo sé cariño…
-Me caen bien, muy bien diría yo, sobre todo ella…por lo poco que hemos hablado…y él es muy simpático y tiene su atractivo físico…pero si ese día… cuando sea, noto que no hay cierta chispa, que no hay confianza…no va a ocurrir nada…
-Opino lo mismo, cielo…igual todo acaba en una tarde de charla agradable tomando unas copas y nada más…

Se levantó y me dio un beso antes de ir a lavarse un poco.

El jueves siguiente llamó Isa a Sonia para decirle que Luz ya estaba bien y que si queríamos salir a cenar con ellas el viernes por la noche. Dijimos que sí porque no teníamos nada previsto y quedamos para cenar.

Llegamos prácticamente un minuto antes que ellas a la puerta del restaurante. Las vimos aparecer por la acera e Isa se acercaba sonriente, Luz también nos vio e intercambiaron algunas palabras según se acercaban. Todavía hacía calor y ellas iban con vestimenta veraniega, bastante fresca y holgada.

-Hola cariño – saludo Sonia primero y se fundió en un abrazo con Isa.
-Hola Luz ¿ya recuperada? – saludé.
-Ya estoy estupenda jajaja – respondió ella con simpatía y acercando su cara para intercambiar dos besos conmigo y luego con Sonia

Isa y yo nos fundimos también en un abrazo, como siempre.
Una vez dentro, y mientras nos traían la cena, empezamos a charlar. Nos sentamos cruzados, tenía a Luz enfrente y a Isa a mi lado. Al principio como suele pasar en estos casos conversación intrascendente y de lo más variopinto.

Llegando a los postres decidí empezar a calentar la velada.

-Y bien, Luz, ¿qué más te ha contado esta mujer de nosotros? A ver… - le puse el cebo. Ella sonrió.
-¡Oye! – exclamó Isa aparentando enfado.
-Tú cuenta, jejeje – insistí.
-Jajajaja… - se rio – pueeees…por las veces que habla de vosotros y por como lo hace…sólo os puedo decir que os quiere un montón…eso lo tengo claro…y no, no pienses que me cuenta intimidades vuestras... le he contado yo a ella más que ella a mí…jajajaja…
-Jajajaja – Sonia se rio con ganas – No sé como acabó juntándose con alguien como nosotros…jajaja.
-¡Porque me pervertisteis! – soltó Isa

Le cogí a Isa la mano que tenía apoyada en su pierna y se la apreté suavemente. Ella se rio. Y luego los cuatro.
Después de salir del restaurante fuimos caminando un rato.

-¿En qué habéis venido? – pregunté yo.
-En taxi – dijo Luz.
-Nosotros en coche, está en el parking de aquí al lado.

Fuimos a tomar una copa andando hasta un bar y como una hora después regresamos a por el coche. De camino hacia casa les pregunté directamente.

-¿Queréis venir a casa a tomar una copa o queréis que os dejemos en las vuestras…o dónde sea? – miré por el retrovisor y vi como se miraban entre ellas.
-Por mí sí – dijo Isa. Nos cruzamos la mirada a través del retrovisor.
-Vale – dijo escuetamente Luz.

***continuará***
 
Última edición:
Wuaw, al parecer Luz es buena persona y entra en el grupo, sería bueno ya que se expande el círculo, me va gustando esta parte del relato, gracias JiuYacman.
 
CAPITULO 28


Me levanté a darme una ducha rápida y mientras iba luego a la cocina a beber algo ellas también fueron a asearse.
Pero a veces los planes se tuercen. Estábamos a punto de encamarnos para dormir cuando le llegó un mensaje a Isa.

-Es Luz…dice que no se encuentra muy bien, que cree que está incubando un catarro y que si podríamos aplazarlo para más adelante.
-¡Vaya! – exclamé – pero podemos ir nosotros igual, ¿no? ¿te sigue apeteciendo?
-Por supuesto, además necesito despejarme un poco y respirar un poco de aire de montaña.

Nos fuimos los tres a pasar el fin de semana y además de pasear, tomar el aire y el sol y comer, no hace falta que diga que otras cosas pasaron, aunque sin la intensidad de esa noche.

A mitad de semana, una noche poco antes de ponernos a cenar llamaron a la puerta. Abrí y era JuanPe, al que no veíamos desde hacía días.

-Hombre JuanPe, hacía días que no te veíamos – dije yo.
-Ya, he estado currando y un par de días tuve que hacer noche fuera, ya sabes, cosas de pilotos jeje.
-¿Necesitas algo, sal, azúcar? jajaj, pasa pasa…
-Jajajaja – se descojonó y entró un momento. Sonia estaba en la cocina con la radio a tope y no nos oyó.
-Dime, ¿qué te cuentas?
-Lo que hablamos el otro día…ya sabes…te vas a reír…verás…se lo conté a Alba…y no tardó ni un segundo en decir que sí, que le apetecía…que había simpatizado mucho con Sonia cuando se han encontrado en la piscina alguna vez.
-¡Joder! – exclamé sorprendido
-Jajaja, es que no la conoces bien…la habéis visto unas pocas veces en la piscina y con esa carita y ese aspecto de no haber roto nunca un plato que tiene parece una cosa, pero te lo digo yo…- bajó la voz un poco - en la cama se transforma en una fiera como no he visto…es insaciable e inagotable…algunas veces no he podido seguirla…
-¡Caray! – exclamé de nuevo – en cuanto a lo de Sonia…bueno, es que Sonia otras cosas no tendrá, pero empática lo es un rato, tiene ese don…pero también tiene otro, jeje…quiero decir, que cala muy bien a la gente a primera vista…Por cierto ¿Alba tiene novio u algún otro amigo de roce jejeje?
-Un novio no…¿recuerdas las fantasías que te conté? Pues el tío del intercambio es con el que sale….bueno, lo de que sale es un decir…comparte piso con él desde hace tiempo, y se acuestan cuando les apetece, pero…y lo sé porque he estado en su piso, cada uno tiene su cuarto y entre ellos lo tienen claro…de momento…¿que igual acaban juntos porque se dan cuenta de que lo suyo es amor?…el tiempo dirá jajajaja.
-Caray, sí que estás al día jejeje…
-Jajajaja sí…me suele contar sus cosas sin yo preguntarle, no sé, supongo que me tiene mucha confianza…por cierto, no creas que es promiscua, ni mucho menos…tuvo un novio desde los diecinueve, creo, hasta unos meses antes de que me la volviera a encontrar y desde entonces solo su compi de piso y yo – se explayó JuanPe.

Sonia apareció.

-Me ha parecido oír hablar…¡ah! hola JuanPe…¿cómo estás?

Sonia iba vestida de andar por casa, como siempre en verano, camiseta larga y ligera hasta por debajo de las nalgas, que le marcaba bien las tetas ya que no llevaba sujetador.

-Hola – saludó JuanPe. En ese momento dio la impresión de que se cohibía un poco.
-¿Quieres pasar, quieres tomar algo? – le preguntó ella.
-No…no gracias, voy a… cenar algo ligero y me voy a ir a dormir pronto que mañana vuelo muy temprano…otro día.
-Cuando quieras…
-Bueno ya me iba…buenas noches.
-Buenas noches…ya concretaremos – dije yo. Él levantó el pulgar.

Cerré la puerta y eché el cerrojo. Sonia me dedicó una sonrisa irónica.

-Creo que le has asustado jajaja – le dije a Sonia
-¿Yooo? ¿Por qué? – respondió ella.
-¿Cenamos? – pregunté.
-Sí…¿pero por qué crees que le he asustado?
-Estaba hablando abiertamente antes de que aparecieras jejeje…
-Aaaah, ya! ¿¿Crees que es porque piensas que debe llevar días imaginándome abierta de piernas ante él y no se esperaba verme de sopetón y se ha sorprendido??…jajajajaja.
-Pues igual – me encogí de hombros y empezamos a cenar.

Nos sentamos a cenar. Desde que estamos solos en casa y nuestra vida sexual experimentara un nuevo impulso, habíamos cambiado nuestros hábitos. Solemos cenar ligero y más temprano, apenas vemos la televisión, como mucho un episodio de alguna serie y luego tras un rato de sofá leyendo, muchos días preferimos tener más tiempo para nosotros porque aunque pasan los años, seguimos sintiendo una enorme pasión mutua.

Tras la cena, en el sofá, Sonia cerró el libro que estaba leyendo, se recostó sobre mi hombro y casi al instante metió la mano bajo mi pantalón hasta encontrar mi polla y empezar a juguetear con ella. Yo seguí leyendo unos minutos más hasta terminar un capítulo. Ella me miró con esos ojitos de pedir “cariño”.

-¿Te he dicho lo mucho que me gusta tu polla? – susurró sin dejar de masajearla suavemente.
-Antes me lo decías más – respondí para picarla. Me retiró el pantalón hacia abajo y yo acabé de quitármelo.

Se escurrió hacia abajo para arrodillarse entre mis piernas, y me miró con cara de pilla.

-¿Jugamos a una cosita? – preguntó con una entonación provocativa
-Me encantan tus juegos…

Lo que en principio tenía visos de ser un calentón seguido de una rápida mamada se fue convirtiendo en un largo jugueteo seguido de un revolcón con ella cabalgándome rabiosamente sobre el nuevo sillón anatómico y provocándome sobre cuáles eran mis expectativas con Alba.

Cuando los dos acabamos, ella se tendió de espaldas sobre mí.

-Te quiero decir una cosa…lo del asunto de JuanPe y Alba no tiene por qué ocurrir…a ver, no es que lo rechace…pero ya me conoces…estas cosas suceden si se dan las circunstancias en el momento en el que se tienen que dar, sobre todo la primera vez…
-Lo sé cariño…
-Me caen bien, muy bien diría yo, sobre todo ella…por lo poco que hemos hablado…y él es muy simpático y tiene su atractivo físico…pero si ese día… cuando sea, noto que no hay cierta chispa, que no hay confianza…no va a ocurrir nada…
-Opino lo mismo, cielo…igual todo acaba en una tarde de charla agradable tomando unas copas y nada más…

Se levantó y me dio un beso antes de ir a lavarse un poco.

El jueves siguiente llamó Isa a Sonia para decirle que Luz ya estaba bien y que si queríamos salir a cenar con ellas el viernes por la noche. Dijimos que sí porque no teníamos nada previsto y quedamos para cenar.

Llegamos prácticamente un minuto antes que ellas a la puerta del restaurante. Las vimos aparecer por la acera e Isa se acercaba sonriente, Luz también nos vio e intercambiaron algunas palabras según se acercaban. Todavía hacía calor y ellas iban con vestimenta veraniega, bastante fresca y holgada.

-Hola cariño – saludo Sonia primero y se fundió en un abrazo con Isa.
-Hola Luz ¿ya recuperada? – saludé.
-Ya estoy estupenda jajaja – respondió ella con simpatía y acercando su cara para intercambiar dos besos conmigo y luego con Sonia

Isa y yo nos fundimos también en un abrazo, como siempre.
Una vez dentro, y mientras nos traían la cena, empezamos a charlar. Nos sentamos cruzados, tenía a Luz enfrente y a Isa a mi lado. Al principio como suele pasar en estos casos conversación intrascendente y de lo más variopinto.

Llegando a los postres decidí empezar a calentar la velada.

-Y bien, Luz, ¿qué más te ha contado esta mujer de nosotros? A ver… - le puse el cebo. Ella sonrió.
-¡Oye! – exclamó Isa aparentando enfado.
-Tú cuenta, jejeje – insistí.
-Jajajaja… - se rio – pueeees…por las veces que habla de vosotros y por como lo hace…sólo os puedo decir que os quiere un montón…eso lo tengo claro…y no, no pienses que me cuenta intimidades vuestras... le he contado yo a ella más que ella a mí…jajajaja…
-Jajajaja – Sonia se rio con ganas – No sé como acabó juntándose con alguien como nosotros…jajaja.
-¡Porque me pervertisteis! – soltó Isa

Le cogí a Isa la mano que tenía apoyada en su pierna y se la apreté suavemente. Ella se rio. Y luego los cuatro.
Después de salir del restaurante fuimos caminando un rato.

-¿En qué habéis venido? – pregunté yo.
-En taxi – dijo Luz.
-Nosotros en coche, está en el parking de aquí al lado.

Fuimos a tomar una copa andando hasta un bar y como una hora después regresamos a por el coche. De camino hacia casa les pregunté directamente.

-¿Queréis venir a casa a tomar una copa o queréis que os dejemos en las vuestras…o dónde sea? – miré por el retrovisor y vi como se miraban entre ellas.
-Por mí sí – dijo Isa. Nos cruzamos la mirada a través del retrovisor.
-Vale – dijo escuetamente Luz.

***continuará***
Genial, como siempre.

Me encanta la atmósfera de este relato
 
CAPITULO 29

Creo que todos intuíamos lo que podía pasar, sin embargo no lo mencionamos para nada. Metí el coche en el garaje y subimos a casa. Tras dejar sus bolsos se fueron directas al baño, mientras yo preparaba unas copas, ajustaba la intensidad de la luz del salón, encendía la tele y buscaba una playlist de videos de música en YT. Cuando fueron regresando fui yo el que hice la visita al servicio.

Al regresar yo, estaban las tres de pie con sus copas junto al sillón anatómico y cotilleando sonrientes.

-¿Qué cuchicheáis? – pregunté.
-Luz me preguntaba si merece la pena comprarse uno de estos… - dijo Sonia.
-Imagino que le habrás dicho que por supuesto, ¿no? Jajaja.
-Pues claro…y que además también sirve para echarse una siesta jajajajajajaja – se rio ante su ocurrencia.
-Isa, ¿tú que opinas? – le pregunté guiñándole un ojo.
-Es muy apañado para… bueno, según que cosas…sí, está guay jijiji – contestó entre risas.

La última vez que Isa pasó la noche en casa lo disfrutó pero que muy bien.
Me senté en el sofá e Isa se sentó a mi lado, luego Sonia y al otro lado Luz. Estábamos algo apretados y para que cupiéramos los cuatro, en vez de que uno se fuera a un sillón, Isa se sentó sobre mis piernas sin pensárselo dos veces. Estaba Luz, pero era como si estuviera Lore o Coque.

-Bueno, ¿y a vosotros que os ha contado Isa de mí? – preguntó Luz tranquilamente.
-Poca cosa – soltó Isa acomodándose mejor. La tuve que abrazar por la cintura cuando se colocó atravesada sobre mí con sus piernas recogidas sobre el sofá. Parecíamos otra vez unos jovenzuelos en un guateque.
-Con lo poco que nos ha contado y lo que te conocemos, diría que te pareces mucho a nosotros, una persona curiosa y abierta de mente – añadió Sonia.
-Jajaja…y algo desentrenada… – respondió.
-Nos contó que tienes un hijo… ¿Qué edad tiene?
-Pues va a cumplir los quince…
-Hostia! – exclamé espontáneamente – pensaba que tendría menos…¿a qué edad lo tuviste?
-A los veinte…fue un accidente, pero no quise abortar… y gracias a que mi familia me apoyó salí adelante y su padre también todo hay que decirlo, afortunadamente nos hemos llevamos siempre bien y pasa tiempo con él. Es lo más importante de mi vida ahora mismo…
-Eso está bien – añadió Sonia abrazándola levemente.
-¿No has pensado en una relación larga y estable? – le pregunté.
-De momento no, no estoy en esa fase todavía, tengo otros intereses por ahora…
-Bueno, suelen aparecen cuando menos te lo esperas jijiji – dijo Sonia de nuevo.
-Eso dicen jajaja – contestó Luz - os voy a confesar una cosa. No tengo claro si quiero una relación estable y con visos de que sea definitiva, dure lo que dure, porque no tengo claro si la quiero con un hombre o con una mujer. Soy bisexual, me lo he pasado bien con chicos y chicas, pero una relación estable requiere algo más, no solo el sexo…y de momento no se han dado las circunstancias para decidirme, y no lo busco con urgencia…
-Todo llegará – dije yo.
-Se que en la vida hay que renunciar a cosas…pero de momento no se si quiero renunciar a la mitad de mi vida…ya digo, de momento estoy bien como estoy. Que igual la semana que viene lo veo más claro… ¡pues ya se verá! – acabó abriendo los brazos y sonriendo.

Isa se abrazó a mí pasando el otro brazo también por mi cuello. No me sorprendió porque lo hiciera si no porque imaginaba que al estar Luz presente se comportaría un poco más cohibida, pero estaba sorprendentemente suelta. Es como si quisiera demostrarle a Luz la relación tan intima que tiene con nosotros. Algo que no mostró el día que fuimos a la playa. Eso fue lo que pensé. Y me gustó.
En ese momento, no sabía cómo iba a proseguir la noche. Si nos íbamos a liar ni como.

Acostumbrados a la espontaneidad y desparpajo de cuando estamos los cuatro (o los cinco), esto era distinto. Pero la naturalidad innata de Sonia es un punto a tener en cuenta siempre.

-Dime, ¿has estado con muchas chicas? – le preguntó a bocajarro pero con un temple y una dulzura que desarman a cualquiera. Luz hizo un ligero gesto de sorpresa pero reaccionó magníficamente y sin cortarse un pelo. Dio un sorbo a su copa y contestó.
-No muchas no te creas…jajaja… no se que te habrá contado Isa, pero he estado con igual número de tíos que de tías…- se quedó pensativa unos segundos – cinco de cada, incluyendo relacionas más o menos largas y rollos pasajeros. Tampoco son tantas, eh, jajaja.
-Muy equilibrado todo jajaja – se rio Sonia.
-Jajajaja… la verdad es que no ha sido intencionado jejeje – apostillo Luz. Dio otro sorbo y preguntó ella a su vez - ¿Y tú?
-Mmmm… pues con cuatro ¿no?
-Con cinco – le corrigió Isa.
-Jajajaja, sabes tú ya más de mi vida que yo misma jajajaja – se rio. Sí, con cinco. Este amor de mujer que tienes aquí, mi amiga Lore, dos chicas que conocimos hace siglos en un viaje, Alicia y Nati, y otra chica durante una experiencia de intercambio. Sólo Alicia y Nati eran lesbianas. Bueno Alicia era bisexual también. Las otras no, lo mismo que yo…
-¿Cómo sabes que no eres bisexual? – preguntó Luz.
-Buena pregunta jajaja… a ver, yo entiendo por ser bisexual el que te gusten por igual chicos y chicas y que puedas establecer una relación con cualquiera. Otra cosa es la curiosidad. Lore y yo empezamos a tontear sobre todo porque a estos dos, bueno Coque no está, a los dos les ponía como una moto el vernos…y nos gustó, y con Isa lo mismo…forma parte de nuestros juegos cuando estamos juntos. Pero nunca nos hemos enrollado estando solas, y mira que nos vemos con mucha frecuencia. A ellos en cambio nunca se les ha ocurrido liarse ni durante nuestros encuentros.
-Interesante – dijo Luz.
-Como tú – exclamó Sonia – eres muy interesante.
-Jajajaja – se rio Luz.

Miré a Isa, ella me miró, se inclinó sobre mí y me dio un piquito sonriendo con cara de pillina.

-Estás muy guapa esta noche – le susurré al oído. Ella se sonrojó, como siempre hace cuando le dices un piropo. Pero no se cortó en darme otro.

Y entonces ocurrió lo que tenía que ocurrir. Sonia le acarició un poco el pelo a Luz, esta se la quedó mirando. Sonia volvió a acariciar y retocarle su pelo ligeramente, luego se acercó a ella y acarició su hombro. A cámara lenta ambas acercaron sus caras y se empezaron a besar. Luz puso la mano en el cuello de Sonia al tiempo que abría la boca. Sus lenguas se entrelazaron y empecé a excitarme. Miré de nuevo a Isa, ella me volvió a mirar y la besé sin esperar más, se sentó a horcajadas sobre mí y continuamos besándonos, cada vez con más intensidad. Imposible evitar el meter las manos por debajo de su blusa buscando sus tetas.

Cuando volví a mirar de reojo, Luz ya estaba también sentada sobre Sonia y se quitaba la camiseta antes de continuar besándose. Isa y yo nos quedamos mirándolas. Sonia se recostó sobre el sofá, hizo una mueca con los labios, como una clara invitación, y Luz empezó a desabrocharle la blusa mientras se miraban a los ojos. Me excité todavía más e Isa lo notó enseguida. Sonia, como muchas veces en verano, no llevaba sujetador. Luz sí lo llevaba y se lo quitó.

Isa se deshizo de su camiseta en un segundo y luego del sujetador. Continuamos besándonos y metiéndonos mano y de pronto empezó a desabrocharme el cinturón de mi pantalón y luego el botón y la cremallera para a continuación meter su mano y empezar a masajearme la polla.

-Estoy más excitada que otras veces – me susurró al oído.
-Quítame el pantalón – le respondí. Estaba ya casi completamente empalmado.

Se levantó y tiró de mi pantalón hasta quitármelo. Luego se arrodilló en el suelo y empezó a besar el interior de mis muslos mientras metía las manos por dentro de mis calzoncillos. Por fin tiró de ellos hacia abajo y mi polla salió rebotando como un muelle. Sonrió de nuevo mirándome con picardía y enseguida la agarró con su mano para empezar a chupármela.

Al lado Sonia y Luz seguían besándose intensamente. Hasta que Sonia le puso las manos en la cara, y la miró fijamente un instante.

-Desnúdate y luego desnúdame - le pidió, volviendo a tenderse sobre el respaldo del sofá.


***continuará***
 
Va tomando intensidad la noche, por lo que cuentas y se va a poner mejor, uno para tres, gran noche JiuYacman, me gusta mucho tu relato. :aplausos1::aplausos1::aplausos1:
 
Capitulo 35/36

-Joder – exclamé - ¿Quién cojones será?
-Deja que se vaya y ya está -
-Ya, lo que pasa es que seguro que se escucha la música.
-Voy a asomarme – dijo Coque. Era todo un poema verle acercase a la puerta con el pollón como un poste
Sonia bajó la música
-¿Sí, quién es? – preguntó Coque
-Somos Isabel y Manu – se escuchó alto y claro.

Nos miramos con los ojos casi fuera de órbita.

-¿Y ahora qué? - dijo Coque bajito

Nos encogimos de hombros, pero le hice señas para que no abriera.
No me hizo caso. Abrió un poco la puerta y asomó la cabeza inclinándose mucho para que no se le viera la polla.

-Es que nos habíamos quedado en el bar de la plaza a tomar algo y como hemos visto la persiana sin cerrar nos hemos acercado.

Cuando Lore se levantó y se acercó a la puerta me dio un vuelco el corazón. Pensé “esta es capaz de abrir y plantarse desnuda”. Pero por otro lado una parte de mí lo deseaba. Aunque sabía que no era una buena idea en ese momento.

-Os dejaríamos pasar pero, creedme, no es una buena idea en este momento. No os lo toméis a mal… nos vemos otro día – dijo con calma Coque.
-Vale, vale, no hay problema…ya nos veremos – respondió Manu al otro lado. Y se despidieron.

Coqué cerró con llave de nuevo y al girarse lanzó un suspiro de alivio.

-Jajajajaja – se rió Lore
-Espero que no haya mal rollo con ellos, porque son geniales – comentó Sonia.
-Bueno, ya les explicaremos algo, a ver que se nos ocurre – dije yo.
-¿Y si simplemente les contamos la verdad? Que tampoco estamos cometiendo un delito – dijo Lore
-Pero si no se lo creyeron – respondió Sonia
-A lo mejor después de esto ya si se lo creen – apostilló Lore.
-Vaya corte de rollo que acabamos de sufrir – dijo Coque.

A mí se me había bajado la erección del todo.

-Bueeeno, estamos aquí – dijo Lore con mirada y voz insinuante – esto se arregla en un santiamén. Se me acercó de nuevo y se colocó de rodillas en el sofá de lado, me agarró mi menguada polla y se la metió entera en la boca empezando a chupar y estirar con los labios. No tardé ni treinta segundos en recuperar la erección.
-Ves que fácil – me dijo sonriendo y guiñándome el ojo.

Mientras, Sonia pajeaba a Coque hasta que este se recuperó de nuevo, la puso de rodillas en el sofá y se la clavó otra vez.
Lore se sentó sobre mí de nuevo, esta vez dándome la cara, y empezó otra vez a subir y bajar con energía. Cada vez que la miraba sonreía, apretaba los labios y movía las caderas con más ímpetu.

-Joder que bueno – la agarré de la cintura para controlarla un poco – sigue, sigue, así, así…jodeeeer.

Con el tiempo había logrado desentenderme mentalmente de lo que pudiera hacer Sonia, sólo me preocupaba de satisfacer a Lore. Cuando queríamos mirar a los otros, simplemente parábamos y mirábamos, normalmente si acabábamos antes o durante un descanso. Claro, eso nos volvía a excitar. Sonia me lo comentaba de vez en cuando, le ponía mucho que la miraran, quien fuera.

-¿Cambiamos de postura? – le sugerí a Lore.
-Como quieras – se levantó y aprovechando el cambio se fue a buscar agua a la nevera.

Sacó un botellín y después de beber me lo ofreció. Eché un trago y se la devolví, luego se la ofreció a Coque y Sonia que la acabaron.
Lore se pasó al otro sofá poniéndose también de rodillas junto a Sonia. Me acerqué y se la volví a meter. Le dí un par de cachetes que la encendieron pero bien. Empezó a embestir contra mí con fuerza, quedándome yo quieto.

-Así, así, sigue – zas! – venga..fuerte – zas, zas!
-Fóllame cabrón – me dio un guantazo en la pierna. La agarré por los hombros para hacer fuerza y la folle a conciencia. Estaba tan concentrado que hasta un poco después no me di cuenta de que Sonia se había sentado y estaba de nuevo chupándosela a Coque, y eso que estaba al lado.
-Me voy a correr ya – anunció Coque mientras Sonia se la chupaba con verdadero deseo.
-En …. l…ca – balbuceo Sonia.
-¿Qué?
-En la boca Coque, en la boca – remarcó Sonia.
-AAHH AAAHHHH, ME CORRROOOO – dijo Coque sacando la polla de la boca de Sonia.

Paré un poco para mirarles, Lore también giró la cabeza sin deja de masturbarse al mismo tiempo.

-DIOOOSSSS ME CORRRRO AAHHHHHH - apoyó la polla en la lengua y descargó entre espasmos.
El primer chorro debió darle en el fondo de la garganta porque Sonia hizo un acto reflejo con la cabeza, los demás entraron también todos dentro. Sonia cerró los labios alrededor de la polla y colocó una mano debajo de la barbilla. Coque, empapado en sudor se retiró y Sonia se levantó al baño.
Yo aún tenía gasolina para un poco más, así que agarré a Lore de las caderas y dándonos la vuelta me senté con ella encima. Continuó subiendo y bajando con energía. Coque se había sentado en el sofá de enfrente y cuando regresó Sonia del baño se sentó junto a él a mirarnos. En ese momento me di cuenta de que no se había corrido antes. Igual fue la interrupción, pensé. Recogió una pierna sobre el sofá y empezó a tocarse mientras nos miraba, como otras veces y poco a poco fue encendiéndose hasta explotar entre temblores. Una sonrisa suya al terminar era la mejor de las señales.
Lore seguía saltando fuerte y masturbándose al mismo tiempo y le llegó el orgasmo, enseguida se le notó, cuando empezó a juntar fuerte las piernas y luego a separarlas mientras se aguantaba con una mano en el sofá.

-Guauuuu, que corrida diooosss – dijo por fin – BUAAHAHH
-Voy a correrme Lore – le avisé.

Se levantó y colocándose a un lado me la agarró y me la machacó hasta el limite.
-ME CORRROOOOO LOREEEE AAAAAH AAAAAHHH–

En ese momento se agachó para metérsela en la boca justo a tiempo para que yo soltara toda la leche que llevaba dentro. Le empezaron a caer regueros por las comisuras de los labios, y acabó tragándoselo todo. Tardó un par de minutos en recuperarse, lo mismo que yo, que estaba rendido en sudor en el sofá.

-Joder, que lechadas tienes, hijo – dijo riendo como siempre mientras se limpiaba los labios y la barbilla con un pañuelo.
-Joder chicos…esto ha sido… bestial – dijo Sonia con voz calmada – Bufff.

Lore se levantó y se paró a darle un beso en la boca a Sonia antes de continuar al baño.

-¿Os lo imagináis con Isabel y Manu? - Dijo de repente Coque con sonrisa maquiavélica.
-Pues después de lo que ha pasado no creo yo que les haga ilusión – dije yo.
-Os veo muy interesados en esto, eh – añadió Sonia.
-No, si es por decir algo – contestó Coque
-Ya ya – se rió Sonia
-Jajajajaja

Pasaron unos días sin que las chicas supieran nada de Isabel. Ellas eran sus compañeras de curso y las que tenían su teléfono. Nosotros no teníamos el de Manu ni el de ellas tampoco. Lore la llamó varias veces pero en su casa no estaba nunca.

Un tarde mientras estábamos sentados en una de nuestras terrazas habituales vimos a pasar a Isabel. Yo la vi venir de frente y cruzamos miradas, nos saludamos con la mano pero paso de largo, algo que no había hecho antes, ya que solía pararse un rato a charlar aunque no se sentara con nosotros.

-Acaba de pasar Isa por ahí, nos hemos mirado pero ha pasado de largo.

Lore se dio la vuelta y la vio. De repente se levantó y la llamó. Isa se paró y se giró hacia nosotros. Lore le hizo una seña.

-Sonia, ven conmigo – dijo

Las dos fueron a su encuentro. Estaba claro que algo le pasaba con nosotros.
Ambas llegaron a su altura y se pusieron a hablar. Siguieron andando un poquito y se paraban de nuevo a hablar, así un buen rato. Por fin se despidieron con un abrazo y las chicas regresaron.

-¿Qué ha pasado? – pregunté - ¿Tiene algún problema?
-¿Está molesta con nosotros por lo de aquel día? – añadió Coque.
-Sí, estaba molesta – contestó Lore – Sí, por lo de aquel día. Dice que se sintieron un poco desplazados. Sobre todo después de haber pasado un día estupendo con nosotros.
-¿Pero qué…? – respondió Coque rápido
-¿Y..?
-Pero si era imposible dejarles entrar así de repente, creo que hubiese sido muchísimo peor –
-Lo sé – contestó Lore.
-¿Y…al final que ha pasado, que le habéis contado? – pregunté con cierto temor a la respuesta.
-Nada, se lo hemos explicado todo – dijo Sonia.
-¿Pero… todo, todo? – repregunté.
-¿Y se lo ha creído esta vez? – añadió Coque -¿Qué le habéis explicado?
Lore sonrió.
-Pues eso, que lo que dije medio en broma el día de la excursión es verdad, y que me tenía que haber callado…Y que no les estábamos tomando el pelo…
-Y le has dicho – añadió Sonia mirándola – Palabras textuales, “que practicamos el amor libre entre nosotros”.
-Jajajajajajaja – se descojonó Coque.
-Joooo! – se quejó Lore – era por no decir crudamente que nos montamos orgias…
-¡Ojalá fueran orgias! - nos reímos Coque y yo a mandíbula batiente.
-¡¡Pero bueno chicos!! – protestó Sonia
-Bah, como mucho miniorgías, llamémosle intercambio de cariñitos, jajajajaja - dije – va que es broma chicas.
Abracé a Sonia y la besé cariñosamente en la mejilla.
Ambas se troncharon.

-¿Pero cómo se le tomó, que respondió? Porque habéis estado un buen rato hablando.
-A ver, lo del plantón lo comprendió, claro. Lo otro, se sorprendió bastante al principio. Dijo que lo de bañarse desnudos era una cosa, que aunque le costó un poco, le parece en el fondo bastante normal…pero que esto era algo muy distinto.
Que le había cogido muy de sorpresa y que aunque lo respetaba no se veía en una así. – explicó Lore
-Y le pedimos discreción – añadió Sonia.
-¿Y creéis que ahora que se lo habéis aclarado seguirá viniendo con nosotros a la playa, a “nuestra playa”?
-Pues no sé, no hablamos de ello. Si quieren venir no tenemos problemas, ¿no chicos?
-Ninguno – respondimos – Como si no hubiera pasado nada.

Un par de días después los encontramos en la playa por la mañana. Estuvieron incluso más agradables de lo normal. Cuando las chicas se fueron al agua Manu se nos acercó.

-Isa me lo ha contado, siento lo que pasó, el malentendido y eso – dijo.
-No te preocupes, no le des más importancia, también fue culpa nuestra al no saber como salir bien de esa – respondí yo.
-Joder, que suerte tenéis tios con esas dos, y no lo digo sólo por lo que ya imagináis, sino por todo lo demás. Son encantadoras y divertidas, y tienen la cabeza bien amueblada.
-Sí, lo son. – respondí con una sonrisa de oreja a oreja - Oye, que Isa es un buen bombón y además encantadora también.

Se quedó callado unos segundos.

-Es una de mis fantasías – añadió – supongo que la de muchos.
-Jajajaja, sí – dijo Coque.
-¿Pero como surgió, como lograsteis convencerlas…? - siguió preguntando

Me encogí de hombros al responder.

-No tuvimos que convencerlas, surgió poco a poco, casi sin darnos cuenta. Tuvo mucho que ver su forma su forma de ser.
-Joder, que suerte tenéis, cabrones – se rió – bueno me voy a remojar un poco.
-Una cosa Manu – le paró Coque
-Dime.
-Por favor, te pedimos discreción en esto –
-Ok, no os preocupéis. De verdad.
-Y si alguna vez tenéis claro el tema este y os gustaría aventuraros con nosotros sólo tenéis que decirlo – añadió Coque con un guiño.
-Jajaja, que cabrones – se rió Manu – y luego se fue al agua.
-Qué cabrito eras Coque…jajaja, le pides un favor y al mismo tiempo le pones el anzuelo, jajajaja.
-A ver si pican, jajajajaja.

Pasaron las semanas del verano con la rutina de siempre.
Fuimos algunas veces a la playita, Manu e Isabel no vinieron más, pero nos seguíamos viendo en la playa normal o por la noche de bares.
A finales de Julio el tío de Coque nos confirmó que podíamos usar la casa de Formentera durante la primera quincena de septiembre, los días que quisiéramos.
Así que empezamos a planear el viaje. Las chicas empezaron a hacer cuentas, ya sabéis. Decidimos las fechas, el día 1 y en total seis días. Y nos fuimos a sacar los billetes de avión a Ibiza.
Llegó Agosto, con los viajes familiares de cada uno y estaba septiembre a la vuelta de la esquina
Voy leyendo poco a poco esta larga e interesante novela. No me creo que finalmente Isa y Manu no acaben en el club; e incluso esa desconocía, aún, Mónica. ¡cómo se lo pasan los amigos! Me gustaría saber de dónde (más o menos) son. Los imagino en el mediterráneo, en todo caso, aunque para echadas para adelante y nudistas las chicas gallegas.
 
Voy leyendo poco a poco esta larga e interesante novela. No me creo que finalmente Isa y Manu no acaben en el club; e incluso esa desconocía, aún, Mónica. ¡cómo se lo pasan los amigos! Me gustaría saber de dónde (más o menos) son. Los imagino en el mediterráneo, en todo caso, aunque para echadas para adelante y nudistas las chicas gallegas.
Te queda poco para saber que pasó...;), y que va a pasar después a lo largo de los años...
Sí, somos de una ciudad del Mediterráneo, que no he querido desvelar, así como algunos datos que están cambiados intencionadamente, lógicamente nombres reales, profesiones, algún lugar, etc.

El día que el tiempo del relato alcance a la actualidad ( si llego a ello ), igual hago una "nota al margen" explicando algunos datos. Ya veremos.
 
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