Ese quinto macho fue algo especial para la vida de Ana.
Ella trabaja en una multinacional en el departamento de RRHH, la empresa tenia un plan de reconversión, llego un nuevo jefe, Oscar R., un joven de 40 años, carrera universitaria y con un futuro de carrera política, casado y con dos hijos; con fama de conservador, rectitud y duro.
En unos meses Ana solo hablaba de él, de su presencia y personalidad; hasta que llego el dia que me dijo que habia mantenido sexo con el, en su mismo despacho. Horas de trabajo juntos, jornadas largas y ese tarde se quedaron solos en las dependencias.
Finalizada la maratoniana jornada, el la invito a tomar un licor en su despacho, se sinceraron que se gustaban mutuamente, se iniciaron con unos besos, que con la excitación acabo con mi mujer con las bragas en el suelo, su falda subida, apoyada en una mesa de espaldas a el, dandole una follada llena de pasión, tomándola por su cintura, de espaldas, corriéndose dentro de ella.
Cuando acabaron y se recompusieron, el le pregunto si queria continuar con la relación, que la deseaba, pero le dejo claro que ella solo sería su amante, el amaba a su esposa, a sus hijos, a su familia y a su carrera empresarial y política; por nada del mundo, Ana no sería nada más que su amante.
Es dificil seguir un orden cronológico de como fue aconteciendo todo, fueron casi dos años de relaciones sexuales las que mantuvieron Ana y Oscar. Yo era conocedor de todo, por las explicaciones y detalles que me dio Ana durante ese tiempo. Oscar sabia que yo era el cornudo consentidor, nos llegamos a conocer personalmente en alguna cena oficial de empresa; pero le exigió que no queria ningún acercamiento hacia conmigo, ni que ella lo tuviera con su esposa. Solo fueron unas presentaciones formales sin ningún tipo de intimidad ni escasamente conversación.
Fue un proceso lento pero claro, Ana se convirtió en la esclava-sumisa de Oscar, macho Alfa y Dominante; la domo a su antojo.
Sus encuentros se producían en un apartamento alquilado por horas, donde el le decia cuando tenia que ir, que vestir, como comportarse.
Al año de relacion sumisa-Amo, Oscar le prohibió que tuviera relaciones sexuales conmigo, algo que ella cumplió.
Cada vez le dejaba más claro que para el, Ana solo era un objeto de deseo sexual, su esclava, la tenia totalmente abduida y dominada.
En sus encuentros, según me explicaba Ana, la follo de todas las maneras, para ella ya nada era nuevo, los dos quinquis emputecedores que tuvo ya habían abierto el camino, ahora Oscar con otro estilo es quien la utilizaba como queria.
Corridas en su cara, en su cuerpo, folladas anales, la puso en practica en azotarla sus cachetes, pellizcarle pezones con pinzas.
Ya pasados casi esos dos años, Oscar le empezo a decir que todo tenia que acabarse; ella le pidio que no dejaran de verse, le rogó.
El la puso a prueba y le dijo que si era su Amo, ella tenia que hacer todo lo que el pidiera; Ana convencida le dijo que si, lo que fuera; no podia imaginar lo que Oscar ya le podia pedir más.
En una convención que tuvieron en la capital, Oscar invito a Ana, miembro de su equipo, como secretaria personal, al evento.
En el hotel, la ultima noche, le pidio que se vistiera de forma especial, con lencería fina. Ana imagino tener una noche de sexo con Oscar en su habitación. Cuando llego el final de la convención, cena con fiesta, Oscar le dijo que se preparara para ir a visitar al CEO de la empresa a su habitación, que se comportara como el le habia enseñado, que no lo defraudara. Ana se quedo estupefacta, pero para no perder a Oscar, hizo lo que el mandaba.
El CEO de la empresa, era un hombre ya alrededor de los 65 años, grueso con barriga prominente; ya la esperaba en la habitación; la recibió con las siguientes palabras: "ya sabia que Oscar no me decepcionaría". "eres guapa, atractiva, putita", "vamos a pasar una buena noche"
El hombre, le pidió todo lo que se puede exigir a una zorra, mamada, ella tuvo que montarlo, cabalgando sobre su barrigón, y finalizo la follada, dandole a cuatro y corriéndose en su coño. Lo unico bueno de la noche, que el hombre, entre cena, bebida y follada, solo aguanto un asalto.
Cuando se quedo dormido, Ana cogió toda su ropa y volvio a su habitación.
Ana y Oscar, no hablaron de ese hecho, en los siguientes dias.
Oscar, a la vuelta la citó en el apartamento donde se producían sus encuentros. Ese dia fue una follada dura, la uso como el quiso, a su estilo, nalgadas, pellizcos en sus pechos, insultos.... Ana le gustaba ese juego con Oscar. Al finalizar el encuentro, cuando fueron a la ducha; Oscar hizo que Ana, entrara con el en la ducha, le pidio que se pusiera de rodillas, desnuda, frente a el de pie y desnudo tambien, la cogió del pelo y la meo de la cabeza a los pies, diciéndole todos los insultos humillantes que le ocurrió.
Ana penso que era, un grado mas a su sumisión; solo fue la despedida que le ofreció Oscar en su relación, no queria saber nada más de ella.
Si se oponía o decía algo que pudiera desvelar su relación, tambien la incluiría en el despido colectivo que tenia preparado.
Ese dia Ana, llego muy afectada a casa. Tardo un tiempo en recuperarse, ella misma decia que se lo merecía, por el grado de degradación que habia permitido y había llegado.
Unas semanas más tarde, volvimos a tener relaciones sexuales, todo fue estupendo, hicimos el amor. No le pedí mas detalles de los encuentros con Oscar. Todo parecía haber vuelto a una normalidad aceptada pero no deseada. Los dos sabíamos que ella en un futuro no lejano necesitaría otro sexo que el yo le daba.
Pongo un par de fotos de esos dias en que Ana solo era mia.