Reencuentro con Elena

Capítulo 690

Sobre la cama encontré una gran caja envuelta con papel de regalo y un lazo. Me quedé mirándola preguntando qué era eso, sugiriéndome Noelia que lo abriera, por lo que lo cogí y fui a salir de la habitación, pero ella me detuvo y me insistió para que lo abriera allí. Me parecía feo no hacerlo delante de los demás para que también lo vieran, pero se puso muy cabezona y Andrea estaba como cortada por lo exaltada que estaba Noelia. Así que lo abrí allí, encontrándome una caja de batería de mi grupo de música favorito. Era una caja característica del batería de la banda, la que usaba él, aunque no la misma, claro. Pero era el mismo modelo personalizado con el logo de la banda y con un acabado en negro. Había visto reviews de eso y contaban muchas cosas, como que tenía tanta sonoridad que en las grabaciones que hacía la banda no ponían micros muy cerca de ella. Además de aquello, venían unas baquetas que usaba el artista y que eran de edición muy limitada al llevar parte de él en ellas, pues en esa tinta roja que usaban para poner la marca y demás, iba su sangre. Hasta había un video en el que se veía cómo le extraían sangre y cómo la echaban en un bol, mezclándola él mismo con una baqueta.

Estaba muy impresionado, porque lo reconocí todo al momento y sabía que aquello no había sido barato. Les pregunté de parte de quién era y cuánto se habían gastado en eso. Noelia dijo rápidamente que había sido un regalo de parte de todos y de más gente incluso, añadiendo que Andrea se había hecho cargo de ponerse en contacto con mis amigos para que pudieran hacer un bote entre todos y poder comprar aquello. Y con lo de amigos se refería a los de mi ciudad, porque gesticuló haciendo gestos que señalaban afuera de la habitación, pero también otros que indicaban más lejanía. Andrea dijo que no era para tanto, por tener facilidad para hacerlo, resaltando que Noelia había puesto más de la mitad de lo que costaba aquello, aunque ésta no la dejó seguir y me dio otro abrazo, preguntándome si me había gustado, pasando a cogerlo todo para dármelo y llevarme hasta el salón para que lo pudieran ver los demás, aunque la sorpresa me la llevé yo al llegar.

En el salón, junto a los amigos que ya había, me encontré con mis mejores amigos: con Irene, Mario y Sofía. Fue un momento tenso para mí, porque Noelia se encontraba allí y no sabía cuál podía ser la reacción de ellos. Hasta me entró sudor frío de manera instantánea. Se me enfrió mucho el cuerpo, aunque las manos me empezaron a sudar bastante. No sabía qué hacer ni decir para salir de esa. El tiempo empezó a pasar muy despacio, cada segundo parecía un minuto. Irene y Sofía estaban hablando con Sara de manera amigable, acababan de conocerse. Mario lo hacía con los chicos, sin embargo. Y él fue el primero que se percató de la presencia de Noelia, quien de primeras se quedó como yo, abriendo ella sus ojos bastante. Mario se quedó de piedra, mirándome inmediatamente, estando yo tan pálido como él. Luego miró con cara de horror a su novia. Noelia reaccionó, diciendo con calma que prestáramos atención para que vieran lo que me gustaba el regalo que me habían hecho entre todos.

Fue un momento que parecía de película, porque se me puso todo a cámara lenta. No le quitaba el ojo a Irene, quien giró su cara hacia la persona que estaba hablando, Noelia. Conforme lo hacía, la sonrisa que tenía mientras hablaba con Sara se iba diluyendo, pasando a quedarse como pillada al ver a Noelia. Luego hizo un gesto de extrañarse mucho, pero ya fue cuando su rostro empezó a expresar ira. Sofía tuvo una reacción similar, aunque ella en vez de enfadarse, puso una cara como de susto, abriendo sus ojos y su boca, aunque sus dientes chocaban sin abrirse. Todo volvió a su velocidad normal y entonces fue cuando Irene le preguntó a Noelia a voces qué coño hacía allí. Se lo preguntó como tres o cuatro veces, pero la receptora del mensaje no respondía, pareciendo asustarse, porque se agarró a mi brazo. Irene siguió con muchos insultos que salían de su boca en forma de gritos y hasta empezó a venir hacia nosotros.

Estoy seguro al 100% que quería pegarle a Noelia. Entre Mario y Sofía la sujetaron, aunque ella no paraba de insultarle, llegando también a decir que nos había jodido la vida a todos. Noelia al ver cómo Irene tenía la intención de venir hacia nosotros y al verla de esa manera tuvo la reacción de ponerse detrás de mí, abrazándose más aún a mi brazo. Sabía que no le haría gracia a Irene encontrársela, pero desde luego no me imaginaba que también se enfadara tanto conmigo como hizo hasta tal punto decir que era un hijo de puta. También me preguntaba que cómo podía estar con ella como si tal cosa. Se puso histérica y no paraba de gritar y zarandearse. Me daba la sensación de que Mario no podía pararla del todo. Al final se la llevó a la calle, quedándose Sofía mirándome con cara de circunstancia, preguntándome con la mirada qué era lo que pasaba, además de gesticular con sus manos. Aunque no me dio la oportunidad de explicarle, pues se dio la vuelta para seguir a Mario y a Irene. Hugo la siguió a ella también y cerraron la puerta.

Me quedé bastante abatido por lo que acababa de pasar, haciéndose un silencio muy incómodo que por suerte no duró mucho al marcharse todos. Por fin pude reaccionar, deshaciéndome del abrazo de Noelia al apartarla bruscamente de mí. Ahora era yo el que gritaba, echándole una bronca tremenda que ella recibía haciéndose pequeña y mirando al suelo, aunque me miró cuando le dije que me mirara a la cara cuando le hablara. Al hacerlo, vi que tenía los ojos vidriosos, aunque a mí no me podía importar menos en ese momento. Le pregunté si no se cansaba de joderme la vida al provocar el final de mi relación con la persona que más había querido en mi vida, como para ahora jodérmela también con mis mejores amigos. Estaba tan enfadado con ella y ya eran tantas cosas dentro de mí las que habían pasado esas últimas semanas que ésta fue la gota que colmó el vaso. Estallé como si estuviera en una olla a presión. De lo que grité, luego me acabaría picando la garganta incluso. Y menos mal que Andrea la agarró de la mano para llevársela a la calle, porque le habría dicho muchas más cosas aparte de que era una hija de puta, que me daba asco y que era peor que un cáncer.

Me senté en el sofá, bastante nervioso, porque me temblaba el cuerpo con lo acababa de pasar y con el enfado que tenía encima y de repente, noté cómo alguien ponía su mano en mi hombro, asustándome bastante. Se trataba de Sara, que seguía por allí. Al ver cómo reaccioné a su acercamiento me pidió que me calmara, que ya había pasado todo y que no merecía la pena volverse a enfadar y pensar en ello.

-¿Cómo es que sigues aquí? -le pregunté cuando mi cuerpo se empezó a relajar, dejando de temblar y volviendo mi respiración a la normalidad.
-Pues... Es que... He visto lo que ha pasado y... No sé absolutamente nada de lo que ocurre. Es la primera vez que veo a casi todos los que estaban aquí. Y pues he visto cómo te has puesto y pensaba que no era buena idea que te quedaras solo.
-Ah...
-En situaciones así creo que está bien hablarlo para desahogarse. Es que me he asustado un poco, porque esa chica se ha puesto hecha una furia. Y luego tú. ¿Estáis bien?
-Es evidente que no.
-¿Discutís mucho?
-Qué va. Ha sido por... Da igual.
-Bueno, tú tranquilo. Anda, ven y comes algo.
-No tengo hambre, Sara. Gracias.
-Por favor. Hazlo por mí. Luego te ayudo a recoger todo. ¿Vale?
-Bueno...

Sara se portó muy bien conmigo. La verdad es que fue un rato que pude sobrellevar mejor con ella a mi lago. Ambos comimos algo de lo que había en la mesa. Había mucha comida que ni siquiera sabía cómo había llegado hasta allí, pero era una lástima que se desperdiciara tanta, por eso hicimos el poder de intentar que bajara la cantidad. Mientras cenábamos charlamos de otras cosas. Bueno, fue ella la que no paraba de sacarme tema de conversación, intentando distraerme de lo que acababa de pasar y se lo agradecí bastante, aunque luego le conté un poco por encima lo que pasaba y quién era cada uno en esa situación. Sara me escuchó con atención y me dijo que no pasaba nada, que seguro que todo iría a mejor. Aunque también me dijo que entendía que no pudiera ver a Noelia y que le guardara tanto rencor, pero que en su opinión, nadie se merece que le hablen así. Me dijo que pensó que había sido demasiado duro con ella teniendo en cuenta lo colada que estaba por mí.

Me preguntó además si quería que pasara la noche conmigo en casa en vista de que iba a quedarme solo, pero le dije que no hacía falta, agradeciéndole mucho el tiempo que se había tomado para hacerme compañía y quedarse conmigo después del incidente. Le di un abrazo fortísimo y con una duración más larga de lo normal, pasando ella a preguntarme si estaba bien una vez nos despegamos. Le dije que sí y que no se preocupara por mí, dándole las gracias una vez más por venir. Ella me acarició la cara y me pidió que me cuidara y que no dudara en hablarle si lo necesitaba, que allí estaría ella para lo que hiciera falta. Descubrir esa faceta de Sara fue algo genial y que no sabía que pudiera tener. Cuando me juntaba con ella siempre estábamos de coña y había mucho tonteo, pero desde lo de Amaya estaba muy así. Quizá sí que era así antes de que aquello pasara. No lo sé, no tenía un trato tan estrecho con ella, pero me gustó mucho ese gesto que tuvo conmigo y cómo se preocupó por mí. Aún estaba muy reciente lo de nuestra amiga y no podía evitar pensar que por su cabeza pasara una situación en la que yo pudiera acabar de la misma manera.

Terminé de recogerlo todo, porque Sara me ayudó a preservar lo que sobró de comida, aunque le dije que no hacía falta. Así que cuando se fue puse en orden todo lo que se había movido para esa reunión que tan bien empezó y tan mal acabó. Una vez acabé me volví a sentar en el sofá, tratando de dejar la mente en blanco, pero en mi cabeza se reproducía ese momento tan malo en bucle, una y otra vez sin parar. Cogí el móvil para ver si tenía algo, aunque no terminé de encontrar nada. Así que empecé yo a escribir. Primero lo hice con el grupillo de amigos en el que se encontraba Sara. Pedí disculpas por lo que había pasado y por chafar la sorpresa que me habían preparado, al igual que pedí perdón por las formas que tuve cuando le eché la bronca a Noelia. Luego pensé si ponerme en contacto con mis amigos más cercanos, aunque no sabía si era buena idea, sobre todo con Irene, porque la cosa estaba caliente a más no poder y no podía pasar nada bueno en esos momentos.

Por eso pensé en dejar pasar unas horas o quizá un par de días para hablar con ella. También descarté hablar con Mario, porque evidentemente estaba con Irene y era la misma situación, además de que imaginaba que estaban volviendo a casa y estaría conduciendo. Sin embargo, sí que me animé a hacerlo con mi amiga Sofía. Le escribí para preguntarle si estaba disponible y poder explicarle así lo que hacía Noelia allí. Pero no recibí respuesta por su parte. Esperé varios minutos y también le insistí con algún mensaje más, pero no los abría, aunque sí que les llegaba. También intenté ponerme en contacto con Hugo, porque él salió detrás de ellos tres, pero tampoco me contestó. Pensé que a lo mejor estaban los cuatro juntos, tratando de calmar a Irene entre los tres o quizá cenando algo. No tenía la certeza de eso, pero les pedí a los dos que me dijeran algo cuando pudieran, porque me preocupaba ver que no me respondían. Sobre todo, quería hacerlo con mi amiga Sofía, porque sabía que ella estaría más abierta a conversar sobre ello.

Los únicos mensajes que encontré fueron de Andrea. Me decía que me había pasado mucho con Noelia y que esperaba que le pidiera perdón una vez pasaran las horas y me calmara. Me puso que entendía que estuviera enfadado con ella por todo lo que había pasado, pero que nada me daba derecho a hablarle de esa manera tan fea y encima delante de todos para humillarla hasta tal punto para hacerla llorar, porque así es como se fue. Acabó los mensajes diciendo que iba a pasar la noche con ella, porque estaba muy mal y no quería dejarla sola. Ella, a diferencia de Sara, no me preguntó si yo estaba bien ni nada, cosa de lo que tomé nota. Al buen rato, sobre las 11 de la noche, alguien llamó al timbre de la puerta. Me extrañó muchísimo y me hizo preguntarme quién podía ser. Descartaba que fueran mis amigos por ser ya tan tarde y tener que trabajar al día siguiente, así que solo me quedaba una persona en mente, y fui preguntándole qué coño quería de camino, porque la veía capaz de volver después de todo lo que le dije, pero una vez abrí la puerta con aire mientras seguía hablando esperando yo que fuera Noelia, me llevé una sorpresa más grande incluso que la que me llevé tanto con la fiesta sorpresa, como con la aparición inesperada de mis amigos.

-¿Valentina? ¿Qué haces aquí? -pregunté perplejo al verla allí.
 
Yo siento ser duro, pero es que todo lo ha hecho mal.
Primero no diciéndole la verdad a sus amigos y asumiendo las consecuencias y luego siendo tremendamente borde con Noelia. Hay que tener más sensibilidad. Aquí el único culpable es el por no decírselo a sus amigos. Veremos a ver si no los ha perdido.
Luego está lo de Hugo, que me parece curioso como se está metiendo en su circulo de amigos.
Noelia estuvo muy mal en el pasado, eso es así, pero la actual Noelia creo que ha cambiado para bien y debería pasar página y tener una charla amable con Ella y no ser tan agresivo.
 
Capítulo 690

Sobre la cama encontré una gran caja envuelta con papel de regalo y un lazo. Me quedé mirándola preguntando qué era eso, sugiriéndome Noelia que lo abriera, por lo que lo cogí y fui a salir de la habitación, pero ella me detuvo y me insistió para que lo abriera allí. Me parecía feo no hacerlo delante de los demás para que también lo vieran, pero se puso muy cabezona y Andrea estaba como cortada por lo exaltada que estaba Noelia. Así que lo abrí allí, encontrándome una caja de batería de mi grupo de música favorito. Era una caja característica del batería de la banda, la que usaba él, aunque no la misma, claro. Pero era el mismo modelo personalizado con el logo de la banda y con un acabado en negro. Había visto reviews de eso y contaban muchas cosas, como que tenía tanta sonoridad que en las grabaciones que hacía la banda no ponían micros muy cerca de ella. Además de aquello, venían unas baquetas que usaba el artista y que eran de edición muy limitada al llevar parte de él en ellas, pues en esa tinta roja que usaban para poner la marca y demás, iba su sangre. Hasta había un video en el que se veía cómo le extraían sangre y cómo la echaban en un bol, mezclándola él mismo con una baqueta.

Estaba muy impresionado, porque lo reconocí todo al momento y sabía que aquello no había sido barato. Les pregunté de parte de quién era y cuánto se habían gastado en eso. Noelia dijo rápidamente que había sido un regalo de parte de todos y de más gente incluso, añadiendo que Andrea se había hecho cargo de ponerse en contacto con mis amigos para que pudieran hacer un bote entre todos y poder comprar aquello. Y con lo de amigos se refería a los de mi ciudad, porque gesticuló haciendo gestos que señalaban afuera de la habitación, pero también otros que indicaban más lejanía. Andrea dijo que no era para tanto, por tener facilidad para hacerlo, resaltando que Noelia había puesto más de la mitad de lo que costaba aquello, aunque ésta no la dejó seguir y me dio otro abrazo, preguntándome si me había gustado, pasando a cogerlo todo para dármelo y llevarme hasta el salón para que lo pudieran ver los demás, aunque la sorpresa me la llevé yo al llegar.

En el salón, junto a los amigos que ya había, me encontré con mis mejores amigos: con Irene, Mario y Sofía. Fue un momento tenso para mí, porque Noelia se encontraba allí y no sabía cuál podía ser la reacción de ellos. Hasta me entró sudor frío de manera instantánea. Se me enfrió mucho el cuerpo, aunque las manos me empezaron a sudar bastante. No sabía qué hacer ni decir para salir de esa. El tiempo empezó a pasar muy despacio, cada segundo parecía un minuto. Irene y Sofía estaban hablando con Sara de manera amigable, acababan de conocerse. Mario lo hacía con los chicos, sin embargo. Y él fue el primero que se percató de la presencia de Noelia, quien de primeras se quedó como yo, abriendo ella sus ojos bastante. Mario se quedó de piedra, mirándome inmediatamente, estando yo tan pálido como él. Luego miró con cara de horror a su novia. Noelia reaccionó, diciendo con calma que prestáramos atención para que vieran lo que me gustaba el regalo que me habían hecho entre todos.

Fue un momento que parecía de película, porque se me puso todo a cámara lenta. No le quitaba el ojo a Irene, quien giró su cara hacia la persona que estaba hablando, Noelia. Conforme lo hacía, la sonrisa que tenía mientras hablaba con Sara se iba diluyendo, pasando a quedarse como pillada al ver a Noelia. Luego hizo un gesto de extrañarse mucho, pero ya fue cuando su rostro empezó a expresar ira. Sofía tuvo una reacción similar, aunque ella en vez de enfadarse, puso una cara como de susto, abriendo sus ojos y su boca, aunque sus dientes chocaban sin abrirse. Todo volvió a su velocidad normal y entonces fue cuando Irene le preguntó a Noelia a voces qué coño hacía allí. Se lo preguntó como tres o cuatro veces, pero la receptora del mensaje no respondía, pareciendo asustarse, porque se agarró a mi brazo. Irene siguió con muchos insultos que salían de su boca en forma de gritos y hasta empezó a venir hacia nosotros.

Estoy seguro al 100% que quería pegarle a Noelia. Entre Mario y Sofía la sujetaron, aunque ella no paraba de insultarle, llegando también a decir que nos había jodido la vida a todos. Noelia al ver cómo Irene tenía la intención de venir hacia nosotros y al verla de esa manera tuvo la reacción de ponerse detrás de mí, abrazándose más aún a mi brazo. Sabía que no le haría gracia a Irene encontrársela, pero desde luego no me imaginaba que también se enfadara tanto conmigo como hizo hasta tal punto decir que era un hijo de puta. También me preguntaba que cómo podía estar con ella como si tal cosa. Se puso histérica y no paraba de gritar y zarandearse. Me daba la sensación de que Mario no podía pararla del todo. Al final se la llevó a la calle, quedándose Sofía mirándome con cara de circunstancia, preguntándome con la mirada qué era lo que pasaba, además de gesticular con sus manos. Aunque no me dio la oportunidad de explicarle, pues se dio la vuelta para seguir a Mario y a Irene. Hugo la siguió a ella también y cerraron la puerta.

Me quedé bastante abatido por lo que acababa de pasar, haciéndose un silencio muy incómodo que por suerte no duró mucho al marcharse todos. Por fin pude reaccionar, deshaciéndome del abrazo de Noelia al apartarla bruscamente de mí. Ahora era yo el que gritaba, echándole una bronca tremenda que ella recibía haciéndose pequeña y mirando al suelo, aunque me miró cuando le dije que me mirara a la cara cuando le hablara. Al hacerlo, vi que tenía los ojos vidriosos, aunque a mí no me podía importar menos en ese momento. Le pregunté si no se cansaba de joderme la vida al provocar el final de mi relación con la persona que más había querido en mi vida, como para ahora jodérmela también con mis mejores amigos. Estaba tan enfadado con ella y ya eran tantas cosas dentro de mí las que habían pasado esas últimas semanas que ésta fue la gota que colmó el vaso. Estallé como si estuviera en una olla a presión. De lo que grité, luego me acabaría picando la garganta incluso. Y menos mal que Andrea la agarró de la mano para llevársela a la calle, porque le habría dicho muchas más cosas aparte de que era una hija de puta, que me daba asco y que era peor que un cáncer.

Me senté en el sofá, bastante nervioso, porque me temblaba el cuerpo con lo acababa de pasar y con el enfado que tenía encima y de repente, noté cómo alguien ponía su mano en mi hombro, asustándome bastante. Se trataba de Sara, que seguía por allí. Al ver cómo reaccioné a su acercamiento me pidió que me calmara, que ya había pasado todo y que no merecía la pena volverse a enfadar y pensar en ello.

-¿Cómo es que sigues aquí? -le pregunté cuando mi cuerpo se empezó a relajar, dejando de temblar y volviendo mi respiración a la normalidad.
-Pues... Es que... He visto lo que ha pasado y... No sé absolutamente nada de lo que ocurre. Es la primera vez que veo a casi todos los que estaban aquí. Y pues he visto cómo te has puesto y pensaba que no era buena idea que te quedaras solo.
-Ah...
-En situaciones así creo que está bien hablarlo para desahogarse. Es que me he asustado un poco, porque esa chica se ha puesto hecha una furia. Y luego tú. ¿Estáis bien?
-Es evidente que no.
-¿Discutís mucho?
-Qué va. Ha sido por... Da igual.
-Bueno, tú tranquilo. Anda, ven y comes algo.
-No tengo hambre, Sara. Gracias.
-Por favor. Hazlo por mí. Luego te ayudo a recoger todo. ¿Vale?
-Bueno...

Sara se portó muy bien conmigo. La verdad es que fue un rato que pude sobrellevar mejor con ella a mi lago. Ambos comimos algo de lo que había en la mesa. Había mucha comida que ni siquiera sabía cómo había llegado hasta allí, pero era una lástima que se desperdiciara tanta, por eso hicimos el poder de intentar que bajara la cantidad. Mientras cenábamos charlamos de otras cosas. Bueno, fue ella la que no paraba de sacarme tema de conversación, intentando distraerme de lo que acababa de pasar y se lo agradecí bastante, aunque luego le conté un poco por encima lo que pasaba y quién era cada uno en esa situación. Sara me escuchó con atención y me dijo que no pasaba nada, que seguro que todo iría a mejor. Aunque también me dijo que entendía que no pudiera ver a Noelia y que le guardara tanto rencor, pero que en su opinión, nadie se merece que le hablen así. Me dijo que pensó que había sido demasiado duro con ella teniendo en cuenta lo colada que estaba por mí.

Me preguntó además si quería que pasara la noche conmigo en casa en vista de que iba a quedarme solo, pero le dije que no hacía falta, agradeciéndole mucho el tiempo que se había tomado para hacerme compañía y quedarse conmigo después del incidente. Le di un abrazo fortísimo y con una duración más larga de lo normal, pasando ella a preguntarme si estaba bien una vez nos despegamos. Le dije que sí y que no se preocupara por mí, dándole las gracias una vez más por venir. Ella me acarició la cara y me pidió que me cuidara y que no dudara en hablarle si lo necesitaba, que allí estaría ella para lo que hiciera falta. Descubrir esa faceta de Sara fue algo genial y que no sabía que pudiera tener. Cuando me juntaba con ella siempre estábamos de coña y había mucho tonteo, pero desde lo de Amaya estaba muy así. Quizá sí que era así antes de que aquello pasara. No lo sé, no tenía un trato tan estrecho con ella, pero me gustó mucho ese gesto que tuvo conmigo y cómo se preocupó por mí. Aún estaba muy reciente lo de nuestra amiga y no podía evitar pensar que por su cabeza pasara una situación en la que yo pudiera acabar de la misma manera.

Terminé de recogerlo todo, porque Sara me ayudó a preservar lo que sobró de comida, aunque le dije que no hacía falta. Así que cuando se fue puse en orden todo lo que se había movido para esa reunión que tan bien empezó y tan mal acabó. Una vez acabé me volví a sentar en el sofá, tratando de dejar la mente en blanco, pero en mi cabeza se reproducía ese momento tan malo en bucle, una y otra vez sin parar. Cogí el móvil para ver si tenía algo, aunque no terminé de encontrar nada. Así que empecé yo a escribir. Primero lo hice con el grupillo de amigos en el que se encontraba Sara. Pedí disculpas por lo que había pasado y por chafar la sorpresa que me habían preparado, al igual que pedí perdón por las formas que tuve cuando le eché la bronca a Noelia. Luego pensé si ponerme en contacto con mis amigos más cercanos, aunque no sabía si era buena idea, sobre todo con Irene, porque la cosa estaba caliente a más no poder y no podía pasar nada bueno en esos momentos.

Por eso pensé en dejar pasar unas horas o quizá un par de días para hablar con ella. También descarté hablar con Mario, porque evidentemente estaba con Irene y era la misma situación, además de que imaginaba que estaban volviendo a casa y estaría conduciendo. Sin embargo, sí que me animé a hacerlo con mi amiga Sofía. Le escribí para preguntarle si estaba disponible y poder explicarle así lo que hacía Noelia allí. Pero no recibí respuesta por su parte. Esperé varios minutos y también le insistí con algún mensaje más, pero no los abría, aunque sí que les llegaba. También intenté ponerme en contacto con Hugo, porque él salió detrás de ellos tres, pero tampoco me contestó. Pensé que a lo mejor estaban los cuatro juntos, tratando de calmar a Irene entre los tres o quizá cenando algo. No tenía la certeza de eso, pero les pedí a los dos que me dijeran algo cuando pudieran, porque me preocupaba ver que no me respondían. Sobre todo, quería hacerlo con mi amiga Sofía, porque sabía que ella estaría más abierta a conversar sobre ello.

Los únicos mensajes que encontré fueron de Andrea. Me decía que me había pasado mucho con Noelia y que esperaba que le pidiera perdón una vez pasaran las horas y me calmara. Me puso que entendía que estuviera enfadado con ella por todo lo que había pasado, pero que nada me daba derecho a hablarle de esa manera tan fea y encima delante de todos para humillarla hasta tal punto para hacerla llorar, porque así es como se fue. Acabó los mensajes diciendo que iba a pasar la noche con ella, porque estaba muy mal y no quería dejarla sola. Ella, a diferencia de Sara, no me preguntó si yo estaba bien ni nada, cosa de lo que tomé nota. Al buen rato, sobre las 11 de la noche, alguien llamó al timbre de la puerta. Me extrañó muchísimo y me hizo preguntarme quién podía ser. Descartaba que fueran mis amigos por ser ya tan tarde y tener que trabajar al día siguiente, así que solo me quedaba una persona en mente, y fui preguntándole qué coño quería de camino, porque la veía capaz de volver después de todo lo que le dije, pero una vez abrí la puerta con aire mientras seguía hablando esperando yo que fuera Noelia, me llevé una sorpresa más grande incluso que la que me llevé tanto con la fiesta sorpresa, como con la aparición inesperada de mis amigos.

-¿Valentina? ¿Qué haces aquí? -pregunté perplejo al verla allí.
Vaya sainete tiene montado Javi :ROFLMAO: ni los hermanos Marx en el camarote, encima aparece Valentina vendrá por que los amigos le han dicho algo, por que aparecer así tan de repente y por la noche .......

Ahora tendremos que ver como reaccionan los amigos, Hugo que buen amigo es de Javier quedándose con él para apoyarle por si necesita consuelo o algo que pincharse.

Buen capítulo Keranos me gusta el caos que has montado :D👏👏👏
 
Capítulo 690

Sobre la cama encontré una gran caja envuelta con papel de regalo y un lazo. Me quedé mirándola preguntando qué era eso, sugiriéndome Noelia que lo abriera, por lo que lo cogí y fui a salir de la habitación, pero ella me detuvo y me insistió para que lo abriera allí. Me parecía feo no hacerlo delante de los demás para que también lo vieran, pero se puso muy cabezona y Andrea estaba como cortada por lo exaltada que estaba Noelia. Así que lo abrí allí, encontrándome una caja de batería de mi grupo de música favorito. Era una caja característica del batería de la banda, la que usaba él, aunque no la misma, claro. Pero era el mismo modelo personalizado con el logo de la banda y con un acabado en negro. Había visto reviews de eso y contaban muchas cosas, como que tenía tanta sonoridad que en las grabaciones que hacía la banda no ponían micros muy cerca de ella. Además de aquello, venían unas baquetas que usaba el artista y que eran de edición muy limitada al llevar parte de él en ellas, pues en esa tinta roja que usaban para poner la marca y demás, iba su sangre. Hasta había un video en el que se veía cómo le extraían sangre y cómo la echaban en un bol, mezclándola él mismo con una baqueta.

Estaba muy impresionado, porque lo reconocí todo al momento y sabía que aquello no había sido barato. Les pregunté de parte de quién era y cuánto se habían gastado en eso. Noelia dijo rápidamente que había sido un regalo de parte de todos y de más gente incluso, añadiendo que Andrea se había hecho cargo de ponerse en contacto con mis amigos para que pudieran hacer un bote entre todos y poder comprar aquello. Y con lo de amigos se refería a los de mi ciudad, porque gesticuló haciendo gestos que señalaban afuera de la habitación, pero también otros que indicaban más lejanía. Andrea dijo que no era para tanto, por tener facilidad para hacerlo, resaltando que Noelia había puesto más de la mitad de lo que costaba aquello, aunque ésta no la dejó seguir y me dio otro abrazo, preguntándome si me había gustado, pasando a cogerlo todo para dármelo y llevarme hasta el salón para que lo pudieran ver los demás, aunque la sorpresa me la llevé yo al llegar.

En el salón, junto a los amigos que ya había, me encontré con mis mejores amigos: con Irene, Mario y Sofía. Fue un momento tenso para mí, porque Noelia se encontraba allí y no sabía cuál podía ser la reacción de ellos. Hasta me entró sudor frío de manera instantánea. Se me enfrió mucho el cuerpo, aunque las manos me empezaron a sudar bastante. No sabía qué hacer ni decir para salir de esa. El tiempo empezó a pasar muy despacio, cada segundo parecía un minuto. Irene y Sofía estaban hablando con Sara de manera amigable, acababan de conocerse. Mario lo hacía con los chicos, sin embargo. Y él fue el primero que se percató de la presencia de Noelia, quien de primeras se quedó como yo, abriendo ella sus ojos bastante. Mario se quedó de piedra, mirándome inmediatamente, estando yo tan pálido como él. Luego miró con cara de horror a su novia. Noelia reaccionó, diciendo con calma que prestáramos atención para que vieran lo que me gustaba el regalo que me habían hecho entre todos.

Fue un momento que parecía de película, porque se me puso todo a cámara lenta. No le quitaba el ojo a Irene, quien giró su cara hacia la persona que estaba hablando, Noelia. Conforme lo hacía, la sonrisa que tenía mientras hablaba con Sara se iba diluyendo, pasando a quedarse como pillada al ver a Noelia. Luego hizo un gesto de extrañarse mucho, pero ya fue cuando su rostro empezó a expresar ira. Sofía tuvo una reacción similar, aunque ella en vez de enfadarse, puso una cara como de susto, abriendo sus ojos y su boca, aunque sus dientes chocaban sin abrirse. Todo volvió a su velocidad normal y entonces fue cuando Irene le preguntó a Noelia a voces qué coño hacía allí. Se lo preguntó como tres o cuatro veces, pero la receptora del mensaje no respondía, pareciendo asustarse, porque se agarró a mi brazo. Irene siguió con muchos insultos que salían de su boca en forma de gritos y hasta empezó a venir hacia nosotros.

Estoy seguro al 100% que quería pegarle a Noelia. Entre Mario y Sofía la sujetaron, aunque ella no paraba de insultarle, llegando también a decir que nos había jodido la vida a todos. Noelia al ver cómo Irene tenía la intención de venir hacia nosotros y al verla de esa manera tuvo la reacción de ponerse detrás de mí, abrazándose más aún a mi brazo. Sabía que no le haría gracia a Irene encontrársela, pero desde luego no me imaginaba que también se enfadara tanto conmigo como hizo hasta tal punto decir que era un hijo de puta. También me preguntaba que cómo podía estar con ella como si tal cosa. Se puso histérica y no paraba de gritar y zarandearse. Me daba la sensación de que Mario no podía pararla del todo. Al final se la llevó a la calle, quedándose Sofía mirándome con cara de circunstancia, preguntándome con la mirada qué era lo que pasaba, además de gesticular con sus manos. Aunque no me dio la oportunidad de explicarle, pues se dio la vuelta para seguir a Mario y a Irene. Hugo la siguió a ella también y cerraron la puerta.

Me quedé bastante abatido por lo que acababa de pasar, haciéndose un silencio muy incómodo que por suerte no duró mucho al marcharse todos. Por fin pude reaccionar, deshaciéndome del abrazo de Noelia al apartarla bruscamente de mí. Ahora era yo el que gritaba, echándole una bronca tremenda que ella recibía haciéndose pequeña y mirando al suelo, aunque me miró cuando le dije que me mirara a la cara cuando le hablara. Al hacerlo, vi que tenía los ojos vidriosos, aunque a mí no me podía importar menos en ese momento. Le pregunté si no se cansaba de joderme la vida al provocar el final de mi relación con la persona que más había querido en mi vida, como para ahora jodérmela también con mis mejores amigos. Estaba tan enfadado con ella y ya eran tantas cosas dentro de mí las que habían pasado esas últimas semanas que ésta fue la gota que colmó el vaso. Estallé como si estuviera en una olla a presión. De lo que grité, luego me acabaría picando la garganta incluso. Y menos mal que Andrea la agarró de la mano para llevársela a la calle, porque le habría dicho muchas más cosas aparte de que era una hija de puta, que me daba asco y que era peor que un cáncer.

Me senté en el sofá, bastante nervioso, porque me temblaba el cuerpo con lo acababa de pasar y con el enfado que tenía encima y de repente, noté cómo alguien ponía su mano en mi hombro, asustándome bastante. Se trataba de Sara, que seguía por allí. Al ver cómo reaccioné a su acercamiento me pidió que me calmara, que ya había pasado todo y que no merecía la pena volverse a enfadar y pensar en ello.

-¿Cómo es que sigues aquí? -le pregunté cuando mi cuerpo se empezó a relajar, dejando de temblar y volviendo mi respiración a la normalidad.
-Pues... Es que... He visto lo que ha pasado y... No sé absolutamente nada de lo que ocurre. Es la primera vez que veo a casi todos los que estaban aquí. Y pues he visto cómo te has puesto y pensaba que no era buena idea que te quedaras solo.
-Ah...
-En situaciones así creo que está bien hablarlo para desahogarse. Es que me he asustado un poco, porque esa chica se ha puesto hecha una furia. Y luego tú. ¿Estáis bien?
-Es evidente que no.
-¿Discutís mucho?
-Qué va. Ha sido por... Da igual.
-Bueno, tú tranquilo. Anda, ven y comes algo.
-No tengo hambre, Sara. Gracias.
-Por favor. Hazlo por mí. Luego te ayudo a recoger todo. ¿Vale?
-Bueno...

Sara se portó muy bien conmigo. La verdad es que fue un rato que pude sobrellevar mejor con ella a mi lago. Ambos comimos algo de lo que había en la mesa. Había mucha comida que ni siquiera sabía cómo había llegado hasta allí, pero era una lástima que se desperdiciara tanta, por eso hicimos el poder de intentar que bajara la cantidad. Mientras cenábamos charlamos de otras cosas. Bueno, fue ella la que no paraba de sacarme tema de conversación, intentando distraerme de lo que acababa de pasar y se lo agradecí bastante, aunque luego le conté un poco por encima lo que pasaba y quién era cada uno en esa situación. Sara me escuchó con atención y me dijo que no pasaba nada, que seguro que todo iría a mejor. Aunque también me dijo que entendía que no pudiera ver a Noelia y que le guardara tanto rencor, pero que en su opinión, nadie se merece que le hablen así. Me dijo que pensó que había sido demasiado duro con ella teniendo en cuenta lo colada que estaba por mí.

Me preguntó además si quería que pasara la noche conmigo en casa en vista de que iba a quedarme solo, pero le dije que no hacía falta, agradeciéndole mucho el tiempo que se había tomado para hacerme compañía y quedarse conmigo después del incidente. Le di un abrazo fortísimo y con una duración más larga de lo normal, pasando ella a preguntarme si estaba bien una vez nos despegamos. Le dije que sí y que no se preocupara por mí, dándole las gracias una vez más por venir. Ella me acarició la cara y me pidió que me cuidara y que no dudara en hablarle si lo necesitaba, que allí estaría ella para lo que hiciera falta. Descubrir esa faceta de Sara fue algo genial y que no sabía que pudiera tener. Cuando me juntaba con ella siempre estábamos de coña y había mucho tonteo, pero desde lo de Amaya estaba muy así. Quizá sí que era así antes de que aquello pasara. No lo sé, no tenía un trato tan estrecho con ella, pero me gustó mucho ese gesto que tuvo conmigo y cómo se preocupó por mí. Aún estaba muy reciente lo de nuestra amiga y no podía evitar pensar que por su cabeza pasara una situación en la que yo pudiera acabar de la misma manera.

Terminé de recogerlo todo, porque Sara me ayudó a preservar lo que sobró de comida, aunque le dije que no hacía falta. Así que cuando se fue puse en orden todo lo que se había movido para esa reunión que tan bien empezó y tan mal acabó. Una vez acabé me volví a sentar en el sofá, tratando de dejar la mente en blanco, pero en mi cabeza se reproducía ese momento tan malo en bucle, una y otra vez sin parar. Cogí el móvil para ver si tenía algo, aunque no terminé de encontrar nada. Así que empecé yo a escribir. Primero lo hice con el grupillo de amigos en el que se encontraba Sara. Pedí disculpas por lo que había pasado y por chafar la sorpresa que me habían preparado, al igual que pedí perdón por las formas que tuve cuando le eché la bronca a Noelia. Luego pensé si ponerme en contacto con mis amigos más cercanos, aunque no sabía si era buena idea, sobre todo con Irene, porque la cosa estaba caliente a más no poder y no podía pasar nada bueno en esos momentos.

Por eso pensé en dejar pasar unas horas o quizá un par de días para hablar con ella. También descarté hablar con Mario, porque evidentemente estaba con Irene y era la misma situación, además de que imaginaba que estaban volviendo a casa y estaría conduciendo. Sin embargo, sí que me animé a hacerlo con mi amiga Sofía. Le escribí para preguntarle si estaba disponible y poder explicarle así lo que hacía Noelia allí. Pero no recibí respuesta por su parte. Esperé varios minutos y también le insistí con algún mensaje más, pero no los abría, aunque sí que les llegaba. También intenté ponerme en contacto con Hugo, porque él salió detrás de ellos tres, pero tampoco me contestó. Pensé que a lo mejor estaban los cuatro juntos, tratando de calmar a Irene entre los tres o quizá cenando algo. No tenía la certeza de eso, pero les pedí a los dos que me dijeran algo cuando pudieran, porque me preocupaba ver que no me respondían. Sobre todo, quería hacerlo con mi amiga Sofía, porque sabía que ella estaría más abierta a conversar sobre ello.

Los únicos mensajes que encontré fueron de Andrea. Me decía que me había pasado mucho con Noelia y que esperaba que le pidiera perdón una vez pasaran las horas y me calmara. Me puso que entendía que estuviera enfadado con ella por todo lo que había pasado, pero que nada me daba derecho a hablarle de esa manera tan fea y encima delante de todos para humillarla hasta tal punto para hacerla llorar, porque así es como se fue. Acabó los mensajes diciendo que iba a pasar la noche con ella, porque estaba muy mal y no quería dejarla sola. Ella, a diferencia de Sara, no me preguntó si yo estaba bien ni nada, cosa de lo que tomé nota. Al buen rato, sobre las 11 de la noche, alguien llamó al timbre de la puerta. Me extrañó muchísimo y me hizo preguntarme quién podía ser. Descartaba que fueran mis amigos por ser ya tan tarde y tener que trabajar al día siguiente, así que solo me quedaba una persona en mente, y fui preguntándole qué coño quería de camino, porque la veía capaz de volver después de todo lo que le dije, pero una vez abrí la puerta con aire mientras seguía hablando esperando yo que fuera Noelia, me llevé una sorpresa más grande incluso que la que me llevé tanto con la fiesta sorpresa, como con la aparición inesperada de mis amigos.

-¿Valentina? ¿Qué haces aquí? -pregunté perplejo al verla allí.

Hoy es San Valentina…jajajja
 
Vaya sainete tiene montado Javi :ROFLMAO: ni los hermanos Marx en el camarote, encima aparece Valentina vendrá por que los amigos le han dicho algo, por que aparecer así tan de repente y por la noche .......

Ahora tendremos que ver como reaccionan los amigos, Hugo que buen amigo es de Javier quedándose con él para apoyarle por si necesita consuelo o algo que pincharse.

Buen capítulo Keranos me gusta el caos que has montado :D👏👏👏
Hugo es un caradura que se ha metido con toda la jeta en su circulo de amigos.
Desde el minuto 1 no me ha gustado absolutamente nada. No me extrañaría nada que ya se haya acostado con Sofía a sus espaldas.
Quizás, a la larga debería buscarse otros amigos, porque últimamente tampoco es que se estén portando muy bien.
Por otra parte, veremos a ver ese reencuentro con Valentina. Yo no descarto nada, porque si ha ido a verlo, será por algo.
 
Hugo es un caradura que se ha metido con toda la jeta en su circulo de amigos.
Desde el minuto 1 no me ha gustado absolutamente nada. No me extrañaría nada que ya se haya acostado con Sofía a sus espaldas.
Quizás, a la larga debería buscarse otros amigos, porque últimamente tampoco es que se estén portando muy bien.
Por otra parte, veremos a ver ese reencuentro con Valentina. Yo no descarto nada, porque si ha ido a verlo, será por algo.
Bueno a Hugo es Javi quien lo introduce en sus amistades, y si se acosto con Sofia tampoco creo que pase nada ninguno tiene pareja, ahora otra cosa es esa supuesta amistad de todos, no se si por la distancia o por otros motivos. está claro que no pasa por su mejor momento,
 
Bueno a Hugo es Javi quien lo introduce en sus amistades, y si se acosto con Sofia tampoco creo que pase nada ninguno tiene pareja, ahora otra cosa es esa supuesta amistad de todos, no se si por la distancia o por otros motivos está claro que no pasa por su mejor momento,
A mí no me está gustando nada el comportamiento de los amigos desde el día aquel que lo dejaron tirado y ahora en la fiesta.
Quizás esto sea un punto de inflexión para ir buscando nuevas amistades.
 
Noelia está enferma, pero como dije antes, el único culpable es Javi por todo lo que pasó. El la dejó avanzar, porque en el fondo para mi, le gustaba ese juego. Otra razón lo veo un sin sentido. Humillarla así en público sólo es una escudo de sus culpas. Sus amigos que no saben nada deben haber pasado una incomodidad tremenda sin ninguna justificación.

E Irene, Irencita, no recuerdo que le haya gritado así a Javi antes o usado esa misma euforia para encontrar a Elena. Esa chica merece un oscar a lo caradura. Espero que algún día se encuentre a elena y está le cante lo hipócrita que es.

Lo de Hugo ya no me está gustando. Sólo está pensando con la polla y por eso no responde a Javi. Ya no es confiable. Que demonios hace yéndose con un grupo que no conoce de nada en vez de quedarse con su amigo?

Y Valentina, lo que faltaba. Llega cuando va quedarse sólo por un buen tiempo, qué oportuna. Espero que no pase de dos capítulos. Pocas veces vi un personaje tran intrascendente tanto tiempo.

En fin. Espero que Javi se arme de valor y saque a patadas a Andrea de su casa. Buena o mala, ya es insoportable.
 
Como de costumbre cuando me iba con ella a la cama, luego me entraba un malestar.
Hola, buenos días.

Mira, yo seré uno de los que más ha criticado a Javier, no me voy a ocultar, pero aquí lo entiendo perfectamente. A mi me pasa lo mismo. Sí sí, exactamente igual.

Yo cada vez que voy al Tokyo, que es un buffet libre de sushi y comida japonesa, digo, "venga! hoy no! Hoy me voy a controlar y no voy a comer hasta que me ponga malo".

Pero luego empiezan a salir platos de Sushi, nigiris, sashimis, esos fideos con gambas, las empanadillas....

Y nada, que al final vuelvo a salir del garito rodando. Me entra un malestar. Todo por no saber controlarme...

Saludos y gracias.

Hotam
 
Para qué viene Valentina:
-Para reconciliarse con Javi?... No nos lo creemos.

-Para notificarle que está embarazada, que él es el padre y pedirle que se haga cargo de su hijo?... Estaría bueno.

-Para regodearse, tras haber conseguido que Javi pierda a sus amigos, mediante un maléfico plan urdido por ella misma. En el que Noelia, Andrea y Hugo, no son más que peones en su elaborada venganza... Demasiado raro, incluso para ésta historia.
 
Yo dudo muchísimo que haya perdido a sus amigos.
Que están enfadados seguro, pero perderlos no.
Tampoco ellos pueden ir de ofendiditos cuando no hace mucho lo dejaron tirados.
En cualquier caso, me planteaba esa amistad y buscaba otra gente.
 
Y recordad que no se lleva bien tampoco con su padre ni con su hermano. Es cierto, que algunos de los personajes con los que no se lleva bien Javi son duros de roer, de "carácter difícil" pero el carácter de Javi también es malo de aguantar de narices. De todas formas, yo siempre digo que a pesar de sus 27 años, aún tiene que madurar mucho.
 
Y recordad que no se lleva bien tampoco con su padre ni con su hermano. Es cierto, que algunos de los personajes con los que no se lleva bien Javi son duros de roer, de "carácter difícil" pero el carácter de Javi también es malo de aguantar de narices. De todas formas, yo siempre digo que a pesar de sus 27 años, aún tiene que madurar mucho.
Hombre, que no se lleve bien con su Hermano es muy lógico si está con Elena.
Y lo del Padre igual después de lo impresentable que estuvo con el.
Lo que si creo es que ya ha tenido muchas follamigas y va siendo hora de lanzarse a por Ángela, porque Ella siente lo mismo y cuanto más tiempo tarde , puede ser peor porque una Chica como Ella puede encontrar allí un buen chico, y sería una pena no intentarlo siquiera.
 
Yo niego la mayor.
Todo esto de que el hermano esté con Elena no lo veo consistente fuera de la cabeza de Javi. Cuatro indicios, una película y ninguna prueba. Con los pollos que tiende ha montarse cuando se queda solo, todo es posible, que esté con el hermano, que esté con el jefe, que no esté con nadie, que aquella vez en casa de sus padres su hermano llevase a Elena para intentar arreglarlo entre ellos, que se presentase en su casa para intentar hablar e interceder ... todo es posible, pero como el chico este se monta unas películas en su cabeza que solo le traen problemas y cuando se pone violento pierde el control, no atiende a nadie y da miedo, vete tu a saber.
Yo, si no conociese a Javi, creería que por lo que nos cuenta el relato es posible eso de que Elena esté con el hermano, pero sabiendo que es Javi quien cuenta la historia en primera persona y que es como un crio de 15 años en plena adolescencia, incompetente para gestionar sus emociones, con facilidad para fantasear, con problemas de comunicación evidentes, con dificultades para entender las relaciones interpersonales y con reacciones incluso infantiles, pues la verdad es que lo que él pueda pensar a partir de dos trazos de realidad no me parece muy fiable.

Es muy importante no perder de vista que estamos en un relato contado en primera persona, vemos la vida a través de la mente de Javi, ni siquiera a través de sus ojos, sabemos lo que él cree que ve y lo que el cree entender, la realidad puede coincidir o no, lo único que vemos es la impresión que deja en él la realidad que percibe Javi, un chaval de 27 años con una actitud de no más de 13 o 15, la mitad de su edad biológica.

Y voy más allá, hay que cuestionarse incluso las percepciones que tiene ante la actitud de Noelia, solo así se entendería lo que nos cuenta sobre la actitud de Andrea ... aunque también podríamos cuestionarnos las percepciones de Javi respecto a la actitud de Andrea, o de Hugo, o de Irene, o de su madre, o sus percepciones de la actitud que Elena tuvo con su jefe, o ... :eek: ... o de la actitud de Ángela ... ¡Joder, menudo problema! ... si quien cuenta la historia no nos ofrece garantías de credibilidad y fiabilidad, todo es caos e incertidumbre ... mal rollo.

Pasarte un rato viendo la vida a través de un crio de 15 años puede estar bien para recordar el caos por el que la mayoría hemos pasado, pero no ser capaz de salir de ese caos puede convertirse en algo agobiante e incluso incómodo.

Creo que muchos pasamos por aquí con la esperanza de ver una evolución, una maduración, un progreso, ya sea adecuado o inadecuado aunque seguro que deseamos que sea adecuado, del protagonista, de Javi, esperamos que espabile por su bien, para que deje de sufrir él, y nosotros con él. Pero una y otra vez solo vemos a ese chaval de 14 o 15 años que quiere probar cosas en la vida sin pensar en las consecuencias, inseguro emocionalmente, fantasioso y que cree que todo gira alrededor de él.

Lamento si soy un poco duro con el chaval, pero creo que "alguien lo tenía que decir", el tiempo de espabilar a la gente con dos guantazos ya pasó.

espabilar
1. Quitar la pavesa o la parte ya quemada del pabilo o mecha a velas y candiles.
2. Avivar y ejercitar el entendimiento o el ingenio de alguien, hacerle perder la timidez o la torpeza.
3. Salir del sueño. Sacudirse el sueño o la pereza.
4. Apresurarse, darse prisa en la realización de algo.

Espabila, Javi, espabila, o vas a ir dando tumbos por la vida sin ton ni son.
En realidad yo tampoco termino de ver claro eso.
Pero como se fue sin que le explicarán que hacia Elena allí....
 
Capítulo 691

Sin embargo, ella no respondió, quedándose mirándome fijamente a los ojos. Luego me miró de arriba a abajo, pareciendo no entender algo por un gesto que hizo después de manera breve. Yo, después de todo lo que había pasado y de encontrarla ahí, no sabía qué decirle. Ese día estaba teniendo demasiadas sorpresas y esta era quizá la más destacable, porque hacía que no la veía desde que me dejó y ahora estaba allí como si tal cosa.

-¿No me invitas a pasar? -preguntó con esa voz sexy de mujer que tenía.
-Sí... -respondí haciéndome a un lado.

Me aparté y ella pasó como tantas veces había hecho tiempo atrás. Se me hacía un poco una eternidad desde que estábamos juntos cuando en realidad habían pasado un par de meses solamente, pero es que entre ese momento en el que me dejó y ese mismo en el que estábamos habían pasado muchas cosas. Se quedó de pie en medio del salón, sujetado su bolso con ambas manos al pasarlas por delante de su cuerpo. Ni siquiera se quitó ese abrigo negro de paño que llevaba. Pude ver que iba en vaqueros, largos, que le llegaban hasta los tobillos, entrando en contacto de hecho con unos tacones negros que yo ya le conocía, altos y con tacón de aguja.

-¿Quieres algo de beber o algo...?
-Una manzanilla, por favor.

En la cocina seguía flipando por lo que estaba pasando. Estaba hasta nervioso, porque no sabía qué hacía allí y qué pretendía yendo así de conciliadora por decirlo de alguna manera con lo mal que acabamos. Intentaba buscar una explicación, pero no se me ocurría nada más allá de que quizá habiendo pasado un tiempo se hubiera tranquilizado para hablar las cosas y tal vez para intentar arreglar. No tenía ni idea, pero no me iba a quedar con la duda.

-¿Y qué haces aquí? -le pregunté mientras iba hacia ella, con la infusión que me pidió y algo para picar de lo que sobró del cumpleaños.

Ya no tenía su abrigo y ahora podía ver lo guapa que iba al llevar un jersey blanco y fino bastante bonito que le que quedaba muy bien, sobre todo en la parte de su busto. Le hacía un pecho muy bonito y hasta más grande de lo que recordaba. Veía detalles en ella que siempre estaban, como su peinado, intacto sin dejar crecer su cabello ni un centímetro, al igual que el detalle de llevar las uñas pintadas de rojo. Casi siempre las llevaba así. No me respondió de primeras, viendo que miraba a un punto fijo de la habitación con esos preciosos ojos azules.

-¿Valentina? -dije tratando de buscar su atención.
-¿Mmm?
-¿Qué haces aquí?
-Estaba en la oficina y he salido ahora mismo.
-Joder, ¿tan tarde?
-Pues sí. Como iba a pasarme por casa de mi hermana, pues he aprovechado para...
-¿Ahora? ¿Tan tarde? ¿Para qué?
-¿Y eso qué más te da a ti?
-No, solo preguntaba...
-He aprovechado para pasarme y felicitarte por tu cumpleaños.
-Ah... Te has acordado.
-Claro. ¿Crees que yo no te escuchaba cuando me hablabas y me contabas tus cosas?
-Yo no he dicho...
-Pues eso. Feliz cumpleaños -dijo acercándose a mí para darme dos besos, aunque parecía dudar de si tener ese acercamiento.
Yo no me aparte ni nada. De hecho, dejé que se decidiera, dándomelos finalmente y dándole las gracias por el detalle de haber venido para eso.
-¿Y cómo estás? -seguí.
-Bien. No se puede decir lo mismo de ti por lo que veo.
-¿Cómo?
-Que tienes mala cara. Muy mala de hecho. Vuelves a tener muchas ojeras. Eso me lo dice todo.
-Bueno... Es por...
-No hace falta que me cuentes. Lo sé.
-¿Qué sabes?
-Pues todo.
-¿Todo?
-Sí. Que te seguiste viendo con tu amiga esa rubia con la que me engañaste, que ahora ronda una chica bajita y morena mucho por tu vida...
-Pero... ¿Quién te ha contado...?
-¿Qué más da eso? La verdadera pregunta es: ¿cómo te atreves a decir que te arrepientes de lo que ha pasado y que podemos retomar nuestra relación después de estar con una y con otra...? Si es que no has parado...
-Pero...,
-Estabas muy ilusionado con la rubia.
-¿Pero qué coño es esto? ¿Qué has venido, a reírte de mí? Porque si es así, te puedes ir a la puta calle.
-Tranquilo.
-Es que no sé a qué viene esto, Valentina. ¿Qué buscas?
-Cuando me contaste que me engañaste no me lo tomé bien. Me hiciste mucho daño.
-No era mi intención, ya te lo dije.
-Déjame acabar. Entonces, pues... Contraté a alguien para ver si era verdad eso que decías de que te arrepentías, que me querías mucho y que te hubiera gustado seguir con la relación. No tenía intención de volver contigo, pero había una ínfima posibilidad. Pero viendo lo que me enseñaron...
-Valentina...
-Javier -dijo con firmeza, sorprendiéndome bastante, porque casi nunca me había llamado así-, he estado enamorada de ti. Me hiciste volver a creer. Y me engañaste. No sé cómo puedes tener la poca vergüenza de pedirme que te perdone cuando has estado pegado a esa rubia. No lo entiendo. ¿Me lo puedes explicar?
-Es mucho más fácil de lo que piensas. Nunca estuve enamorado de ti. Eso es lo que pasó.
-Entonces... -decía algo descolocada- ¿Por qué iniciar una relación?
-Porque te cogí mucho cariño con tanto acercamiento que tuvimos. Que me contaras lo que pasó con tu marido me conmovió. Me ablandó mucho y la verdad es que estaba muy cómodo y a gusto contigo. Pero no estaba enamorado. Eso es todo.
-Qué poca vergüenza tienes.
-Valentina, no me jodas, que me costó sacarte eso. Que yo ya me olía la tostada de que algo pasaba contigo. No me puedes echar gran cosa en cara cuando tú también tenías lo tuyo.
-¿Lo mío? ¿Qué es lo mío?
-Pues el tema de tu marido, que hasta que me lo contaste... Que me tuve que enterar por tu sobrina que estabas casada.
-Esa es otra. Lo de Julia... Otra cosa más que hiciste mal.
-¿El qué? ¿No decirte que le daba clase? Valentina, si te lo digo te da algo. Y lo sabes.
-Lo tenías que haber hecho igualmente.
-Sí. Con lo paranoica que estabas y con lo celosa que eres habría estado muy bien contártelo. Seguro.
-Sabes que tenía mis razones para ambas cosas.
-Sí. Lo sé. ¿Y para qué contarte nada si solo eran unas simples clases?
-Porque me da la sensación de que te estabas riendo de mí.
-¿Reírme? ¿Por qué?
-Porque si le dejaste apuntarse era porque algo buscabas. Que también coincidías alguna vez de noche con ella cuando salías, que me lo ha contado.
-¿Y? Valentina, no te he engañado con ella. Y no ha sido por falta de ocasiones, que tu sobrina es un rato insistente.
-Ella me ha contado que el tonteo era por ambas partes.
-¿Qué tonteo? ¿Charlar un poco con ella cuando se acercaba a mí cuando coincidíamos? ¿Prestarme a echarle una mano preparándole más ejercicios aquí en casa y mandándoselos en un PDF, o acompañarla a casa porque estaba borracha? A ver, cuéntame.
-Vale, muy bien todo eso. ¿Y por qué no te fuiste cuando la acompañaste a casa? ¿Por qué tuviste que entrar?
-¿Pero y qué más dará eso? Si no pasó nada.
-Pasó después...
-Ya te he contado lo que pasó.
-No entiendo cómo te has podido dejar llevar así con una amiga. Que no era ni expareja siquiera.
-Es alguien muy especial.
-Y tanto, porque no te has despegado de ella en ningún momento. Te fuiste uno días con ella y luego a Manchester... Ese era nuestro viaje.
-Joder, es bueno el tío ese que has contratado. Pues sí. Mira, la chica se sentía mal por haberse metido en nuestra relación y me invitó a pasar una semana con ella en Ibiza para distraerme, que tiene allí una casa.
-Claro, para distraerte... En fin...
-Y lo del viaje de Manchester, pues... ¿Qué querías que hiciera? ¿Que no fuera? No tenía a nadie mejor con quien ir. Y se lo propuse.
-Claro. Afectadísimo estabas por lo nuestro.
-Intentaba no pensar en eso. Me jodió mucho hacerte ese daño. No te lo merecías por lo que habías pasado con tu marido y tal.
-Pues no se te notaba tan deprimido por eso.
-Ella estaba ahí para hacérmelo más llevadero.
-Pero se marchó. Qué pena... -decía irónicamente.
-Pues sí. Una pena. Le salió un trabajo en Francia y aprovechó la ocasión.
-No sabía ese detalle. Sí sabía que se había ido, pero no conocía el sitio. Pero mejor, así está bien lejos y no le haces daño.
-Pues sí, será mejor así.
-¿Ya se te han acabado tus defensas?
-Es que no le veo el punto a esto Valentina. Supongo que te quieres desahogar porque sigues enfadada.
-Te quiero hacer entender lo desastre que eres. Que me engañas con alguien, que te encaprichas de esa chica, que te ilusionas y como tampoco sale la cosa bien con ella ahora te dedicas a tener a esa chica bajita y morena detrás de ti como un perrito faldero. Y no solo te quedas ahí, no... -decía enfadada- También te ha dado por el mundo de la noche, probando las drogas.
-Joder, ¿pero es que es Hugo el que te lo cuenta todo, o qué?
-No. Es un profesional. Ese es un cocinerucho, sin más.
-No hables así de mis amigos.
-¿Amigo? ¿Alguien que te mete en las drogas es un amigo?
-Él no me metió en nada.
-¿Te das cuenta de que acababas de cumplir 27 años y que estás muy perdido en la vida? Javier, que tienes 27 ya, que hay que ir sentando la cabeza y no hacer todas las tonterías que haces.
-¿Algo más?
-Sí. Que dejes a esa niña tranquila, por favor, que es una niña con 18 años, que también está perdida y no sabe qué hace contigo.
-Es ella la que no me deja en paz, Valentina.
-¿Quién es ella?
-Esa chica es la hermana de mi ex. Es la que me jodió la relación con ella. Me hizo la vida imposible durante varios meses, porque estaba encaprichada de mí hasta tal punto que se obsesionó. Y ahora dice estar enamorada de mí, pero lo que sigue es obsesionada.
-Qué poco creíble suena eso.
-Me da igual que me creas o no. Es así. Y ahora también me ha jodido la relación con mis amigos. Cuando Irene la ha visto...
-Al final cada uno tiene lo que se merece...
-¿Y qué has hecho tú entonces para que las dos parejas que has tenido en tu vida te hayan engañado?

Valentina se enfadó mucho con esto que dije, pero es que ella estaba hablándome a esa altura y si venía dispuesta a dar, también tenía que saber recibir. Se mordió mucho la lengua, contestando más suave de lo que esperaba.

-Hay ocasiones en las que una se cruza con indeseables.
-Bueno, si así lo ves...
-¿No es así? ¿Qué es lo que he hecho mal entonces para merecerme eso?
-Eso ya no importa.
-Dímelo. Quiero saberlo.
-Me molestaron algunas cosas.
-¿Cómo qué?
-Cerrarte en redondo a no tener hijos.
-¿Y por qué tendría que ser yo la que tiene ceder en eso?
-No estoy diciendo que lo tengas que hacer, pero estaría bien que tuvieras el detalle de tener en cuenta la opinión de la otra persona, porque te cerrabas en banda de una manera con eso...
-Es una tontería igualmente. Pensando en tener hijos conmigo cuando a las primeras de cambio me la pegas con otra. Y encima sin estar enamorado de mí siquiera...
-También me molestó lo de que me dieras muchas largas para dar el paso y conocer a nuestras familias.
-Si lo hubiera hecho, mi hermana te mata. Te ha venido hasta bien.
-Vale, pues lo que tú digas, Valentina.
Nos quedamos en silencio unos minutos mientas ella se bebían su infusión, aunque no tocó lo que le saqué de picar.
-Daniela intentó intermediar cuando te dejé -dijo cuando estaba por pedirle que se fuera al estar yendo la cosa mal, sin sacar gran cosa de provecho de esa conversación.
-Me lo imaginaba.
-Pero no di mi brazo a torcer. Y le he ido enseñando toda la información que me han recaudado. No le gustó que te pusiera vigilancia, pero tampoco defendía tus actos.
-Hoy me ha llamado para felicitarme. Quería quedar conmigo para vernos y poder hablar.
-Ahora está viviendo conmigo.
-¿En serio?
-Sí. Bueno, ya te contará ella cuando os veáis. Yo me voy ya, que se me hace tarde.
-Mmm, vale.
-¿No pensarás que íbamos a...?
-No. Ni ganas que tengo.
-Ya, seguro.
-Aunque estás muy guapa. Eso no lo puedo negar. Pero no. No estoy de humor.
-Deberías buscar ayuda -dijo mientras se ponía su abrigo-. Estás obsesionado con las mujeres y el sexo en mi opinión. No te importa lo que les pase a ellas con tal de pasar un buen rato.
-Vale. Gracias por pasarte para felicitarme. Me ha gustado volver a verte a pesar del rapapolvo que me has soltado. Pero no te lo tengo en cuenta, porque sé que sigues enfadada conmigo.

Valentina se quedó bastante descolocada con eso último que le dije, quedándose varios segundos mirándome sin saber qué responder. Aunque no dijo nada más y yo la acompañé a la puerta, despidiéndose de mí con un adiós bastante plano además de darme las gracias por la manzanilla, marchándose y cerrado yo la puerta para recoger el vaso y lo que le había sacado de picar, volviéndolo a guardar y yéndome a la cama para tratar de descansar, aunque me resultó imposible con la noche que había tenido. Demasiadas cosas en tan poco espacio de tiempo. Me preocupaba la reacción de Irene y temía la conversación que teníamos pendiente, porque sabía que la cosa entre nosotros estaba en su peor momento por ese incidente y eso que ya habíamos tenido algunas situaciones delicadas, pero esta se llevaba la palma, aunque lo que más me dio que pensar fueron esas palabras de Valentina que decían que estaba muy perdido en la vida habiendo cumplido 27 años ese mismo día.
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo