Reencuentro con Elena

Hay algo que no entiendo, el no tuvo reparos en estar con la hermana de la novia, (que fue la tercera en discordia), no tuvo reparos en engañar a su novia con una amiga, no tuvo reparos en estar con la hermana de la que queria que fuese su novia... pero para ir a encarar a Andrea tiene reparos???
Por otro lado, se abren las apuestas... en cuantos capitulos se voltea a Arantxa??
Fíjate en el detalle, con todas queda para tomar un café ... pero él siempre acaba dándoles leche.
 
Hay algo que no entiendo, el no tuvo reparos en estar con la hermana de la novia, (que fue la tercera en discordia), no tuvo reparos en engañar a su novia con una amiga, no tuvo reparos en estar con la hermana de la que queria que fuese su novia... pero para ir a encarar a Andrea tiene reparos???
Por otro lado, se abren las apuestas... en cuantos capitulos se voltea a Arantxa??
Es que Andrea fue la única que lo rechazó. Pero para su consuelo, seguro que es lesbiana, sino no se entiende como pudo aguantar.
 
Una adicción en toda forma, la condición que presenta Javier es latente, toda interacción con el sexo opuesto termina en contacto sexual. :banana1:

Era usual que al primer acercamiento solía fantasear con ellas, manteniendo disponibilidad a la iniciativa de ellas, pero ahora inicia una búsqueda activa, sin importar la situación emocional, ni si ellas tienen compromiso, anuladas cada vez más su escala de valores y su moral. :cool:

El daño, más bien el dolor que le ha provocado la ausencia de Elena, de noticias al menos, parece contrarrestarlo de esa única forma. :unsure:

Encuentros íntimos que no pasan de orgasmos físicos sin ninguna carga emocional, tan frecuentes que ni morbo causan ya. :rolleyes:
 
Última edición:
Capítulo 730

-¿Te lo has pasado bien entonces? -le pregunté.
-Síiiiiiiiii. Jo, me ha encantado el día de hoy.
-A ver, cuéntame...
-Pues esta mañana, cuando me he levantado, mi madre y mi abuela me esperaban en la cocina con el desayuno preparado. Me han felicitado, con globos y demás, ¿sabes? -decía risueña- Me han dado los regalos también en ese momento. Luego, me cambié y me fui a dar un buen paseo con mi abuela mientras mi madre se quedaba preparando la comida para las tres y lo que hemos cenado esta noche. Las dos estaban muy contentas.
-¿Sí?
-Sí. Les he contado lo del grupo de amigas. Están encantadas. Me dicen que se me nota mucho y que me ven muy diferente.
-¿No les habrás contado nada de mí...?
-No... -decía poco convincente.
-Noelia... Lo último que necesito es que tu madre esté encima de mí dando por culo, ¿eh?
-Que no, que no. Que no le he dicho nada a mi madre. Ha sido a mi abuela. Y muy de pasada. Ni siquiera he dicho tu nombre.
-Ah...
-Solo me ha pedido que lleve cuidado. Se alegra mucho por mí.
-Pues no sé de qué, si no somos novios.
-Ya, bueno... Pero hoy has venido.
-Ya.
-Sabía que no me fallarías.
-¿Y no te ha felicitado nadie más?
-Pues claro, jajajaja. Todas las chicas que han estado aquí. Lo han hecho esta mañana también.
-Ya.
-Y mi tía también, la hermana de mi madre. Y mi primo pequeño también, su hijo.
-¿Y tu padre?
-¿Eh? -preguntó despistada.
-¿Te ha felicitado él?
-No lo sé. Lo tengo bloqueado.
-Pues no deberías.
-Es que...
-Noelia, ¿aún no te has dado cuenta de que tu padre te quiere? Por mucho que tu madre le haya echado mierda encima, lo hace. Él es un buen hombre. Cometió un error, sí, ¿pero quién no comete errores? Desde luego, no se merece lo que tu madre le ha hecho.
-Hace mucho que no hablo con él.
-Pues con más razón. Desbloquéalo y llámale.
-¿Qué dices? No, no, que me pongo nerviosa.
-No sabes la suerte que tienes de tener un padre que te quiere. No todo el mundo puede decir eso. Hazlo.

Noelia puso un poco cara de circunstancia, pero al verme tan serio, acabó cogiendo su móvil para desbloquear a su padre. Efectivamente, le llegaron muchos mensajes, aunque no de WhatsApp, sino de las llamadas que le había ido haciendo a lo largo de todo ese tiempo que lo tuvo bloqueado. Las últimas veces que lo hizo fueron en ese mismo día, preguntándole yo si veía cuánto la quería al haberla llamado tantas veces. Estaba muy nerviosa, pero al final le llamó, aunque quizá era algo tarde, porque en su día él madrugaba bastante para trabajar e imaginaba que lo seguiría haciendo, pero lo cogió casi al instante. Podía oír un poco su voz al estar todo tan en silencio, preguntándole a su hija si realmente era ella. Noelia tardó un poco en contestar, pero lo acabó haciendo, afirmando. Se me llegó a poner la piel un poco de gallina al notar cómo se le quebraba la voz al padre de Noelia, quien no tardó mucho en echarse a llorar. Noelia también lo hizo.

Parecía que todo aquello que decía era fachada, porque se vino bastante abajo, aunque en esta ocasión fue para acabar bien, pues estuvieron hablando un poco y hasta quedaron para verse por lo que pude intuir al escuchar ya solo a Noelia por el ruido de tanto lloro y respiración agitada. No llegaron a los 10 minutos, disculpándose Noelia con que era tarde, pero diciendo que le había gustado hablar con él y que quería verle. Ya de últimas sí que pude escucharle a él, afirmando enérgicamente y despidiéndose de ella. Noelia dejó el móvil sobre la mesa y se me abrazó, llorando un poco contra mi pecho, apretándome con sus brazos. Cuando pudo calmarse me dio las gracias y un pequeño beso. Yo no le dije nada. Tan solo me levanté, agarrándola de la mano para llevarla a su habitación, donde encontré que había una cama nueva. Mucho más grande que la que yo había visto. Era para dos personas y bastante cómoda como pude comprobar cuando me senté.

Me explicó que pensaba que llevaba razón y que la anterior era muy mala y muy vieja. Dijo algo de que se había levantado alguna vez con dolor de espalda y que por eso se animó a cambiarla, comentando también que le vendría bien para cuando me dejara caer por su casa. Se disculpó un momento conmigo, porque quería ir al baño para quitarse el maquillaje, que después de llorar se le había estropeado, pidiéndome que me pusiera cómodo y que cogiera lo que necesitara. En realidad, me quedé sentado sin hacer mucho más que levantarme para ir a su estantería y ver cómo seguía teniendo por allí pastillas anticonceptivas, de las cuales había menos que la última vez que más vi, pareciendo estar tomándolas aún. Me quedé pensando en la situación que acababa de pasar con su padre y la verdad es que me alegraba de verlo tan contento. Para mí él era un gran hombre y se merecía que su hija se volviera a interesar por él.

Noelia no tardó mucho en volver, haciéndolo conforme se fue, con un gesto triste, aunque ya no llevaba maquillaje. Se lo había quitado y en cuanto entró, se sentó a mi lado, en su cama. Me miró con gesto triste y se fijó en mi pecho. Rápidamente se disculpó conmigo, porque me había manchado con su maquillaje cuando se abrazó a mí con fuerza. Llegó hasta a decir que ella me lo lavaba para dejármelo como nuevo, aunque yo le puse la mano en la boca para que se callara mientras negaba, diciéndole después que no hacía falta. Cuando quité mi mano de su boca, ella se acercó a mí para darme un beso muy tierno, con sus labios húmedos, pero sin llegar a sacar su lengua. También puso su mano en mi cara para terminar de darle dulzura a ese momento. Una vez se retiró de mí, me abrazó con fuerza, dándome las gracias entre susurros por lo que acababa de hacer. Se retiró de nuevo, pero esta vez para mirarme a los ojos, siguiendo con esa expresión tristona, pero acerqué mi cara a la suya para darnos otro beso y ver si así se le pasaba.

-Con lo bien que estaba yendo el día y mira cómo estás ahora.
-Es que... Jo... -decía a punto de echarse a llorar de nuevo.
-Bueno, ya está, ¿no? Parece que haya pasado una tragedia... Este fin de semana lo vas a ver.
-¿Y qué le digo?
-Pues lo que sientes. Tu padre no se merece todo por lo que ha pasado por muy mal que haya hecho las cosas. No se merece todo el tiempo que ha estado sin poder verte y sin hablarte. Haz las cosas bien.
-¿Por qué has dicho eso de que tengo la suerte de tener un padre así? ¿Pasa algo con el tuyo?
-No vamos a hablar de eso.
-Tenía pensado una noche muy diferente para este punto... -decía cambiando de tema- Pero... Me da miedo que se haya echado a perder.
-No tiene por qué. Tenía yo también pensado algo para este momento, tu regalo.
-¿Mi regalo? Pensaba que había sido lo de mi padre.
-Solo te he dicho que lo llamaras. No he hecho nada más.
-Sí que lo has hecho.
-Bueno, ahora puedo hacer algo más.
-¿Sí? -decía ya sonriendo.
-Hoy estás muy guapa -dije mientras empezaban a sonar un par de mensajes en mi móvil.
-Me he puesto así de guapa para ti.
-Solo he encontrado una cosa que no me ha gustado.
-¿El qué? -preguntaba apenada.
-Tu perfume. No me gusta.
-Pero ha sido un regalo... De mi madre.
-Bueno, pues cuando estés conmigo no te lo pongas, por favor.
-Vale.
 
Javi es un tipo sensato y de un gran corazón, siempre pensando en los demás ... ¡Qué gran gesto con el padre de Elena! ... Si hasta me he emocionado, parecía un pasaje de Corín Tellado. Antes sufría por el frágil corazón de Noelia, ahora veo que Javi es todo dulzura y consideración, si hasta le ha pedido a Noelia "por favor" que no use el perfume que le ha regalado su madre. Sí, sí con las palabras mágicas ... "por favor".
Si hasta se preocupa por la salud de Noelia y comprueba que tome su "medicación", y ese dulce gesto de taparle la boca con la mano para hacerla callar, tan tierno, tan delicado, tan considerado ... no me extraña que Noelia esté perdidamente enamorada de él.
 
Última edición:
Javi es un tipo sensato y de un gran corazón, siempre pensando en los demás ... ¡Qué gran gesto con el padre de Elena! ... Si hasta me he emocionado, parecía un pasaje de Corín Tellado. Antes sufría por el frágil corazón de Noelia, ahora veo que Javi es todo dulzura y consideración, si hasta le ha pedido a Noelia "por favor" que no use el perfume que le ha regalado su madre. Sí, sí con las palabras mágicas ... "por favor".
Si hasta se preocupa por la salud de Noelia y comprueba que tome su "medicación", y ese dulce gesto de taparle la boca con la mano para hacerla callar, tan tierno, tan delicado, tan considerado ... no me extraña que Noelia esté perdidamente enamorada de él.
Hasta un reloj averiado, da bien la hora dos veces al día ... Alguna tenía que hacer bien 😂😂
 
Capítulo 731

Empecé a acariciar su cuerpo de manera suave, diciéndole que me gustaba bastante el vestido que llevaba puesto, aunque se lo empecé a quitar al bajar la cremallera que tenía en la espalda. Noelia se empezó a poner un poco roja. Al verla así le pedí que se relajara, aunque le costaba mucho, especialmente al estar desnudándola. Cuando le quité su vestido, lo dejé apartado, centrándome en mirar su cuerpo y seguir acariciándolo. La veía supersexy sin nada de ropa interior, con esas medias y sus tacones aún puestos, con sus piercings en sus pezones, que había cuidado el detalle de llevar a juego con las medias al ser dos bolitas de color negro. El detalle que más me gustaba era su pubis cubierto por una capa de vello, el cual estuve acariciando durante unos momentos. Noelia empezó a respirar entrecortadamente y yo le di otro beso, pasando a su cuello, empezando ella a jadear.

Le sugerí que me empezara a desnudar ella también, empezando a hacerlo de manera acelerada y nerviosa, pero la paré, pidiéndole que lo hiciera despacio, tal y como yo lo había hecho con ella. Me hizo caso, empezando por el jersey, el cual me lo quitó poco a poco, pegándolo a su cuerpo para llevárselo a la cara y olerlo una vez me lo quitó, dejándolo bien puesto sobre la silla de su escritorio. Continuó con la camisa, empezando a desabrochar todos los botones de ella lentamente, aunque antes de quitármela me acarició el pecho, besándolo después. Dejó la camisa sobre el jersey cuando acabó, bien colocada también y volvió a mí para continuar. Ahora me quitó las botas, también de manera lenta, siguiendo después con los pantalones y todo lo demás para quedarnos ambos totalmente desnudos, aunque ella mantenía sus medias y sus tacones, pidiéndole yo que se los dejara un rato, porque me gustaba cómo le quedaban.

Desde mi pantalón volvieron a sonar un par de mensajes más en mi móvil, preguntándome Noelia quién me mandaba mensajes tan tarde. Le dije que no importaba, pero a ella sí que parecía hacerlo, así que me levanté para ver qué pasaba. Se trataba de Laura, quien me decía que había estado pensando, diciendo que quería que nos viéramos el fin de semana. Me sugirió quedar en una cafetería para charlar. Le puse rápidamente si eso iba a ser todo o si iba a pasar algo más. Ella me respondió de vuelta diciendo que teníamos que hablar. Dejé el móvil en silencio para que no nos molestaran más y lo puse sobre su escritorio, aunque bocabajo. Ella me preguntó si pasaba algo, diciéndole yo que era Andrea, que me avisaba de que había llegado a casa y que no tenía que ponerse celosa al oír cómo me llegaban mensajes. La había calado por completo diciendo eso, porque ella miró al suelo, pero volví con ella para tumbarnos y empezar a besarnos y acariciarnos.

Qué rápido se le olvidó aquello de los mensajes cuando empezamos a enrollarnos de esa manera. Noelia parecía estar muy a gusto por los sonidos que emitía, aunque también la notaba nerviosa. La puse sobre mí, agarrando su culazo, con ella poniendo sus manos en mi pecho y siguiendo con los besos, aunque también los repartía por toda mi cara, por mi pecho y hombros. Pero me apetecía llevar las riendas de la situación, por eso la puse bocarriba, abriéndose ella bien de piernas y colándome yo entre ellas, aunque aún no tenía pensando metérsela. Lo que hice fue empezar a besarla de manera tierna, empezando por sus labios, siguiendo por el resto de su cara y empezando a bajar por su cuerpo muy lentamente. Le comí las tetas un poco, jugando con sus pezones. También le hacía algunas succiones y le daba pequeños mordiscos juguetones. Continué bajando por su cuerpo hasta llegar a sus caderas. Noelia se estaba empezando a retorcer pese a no haberle hecho nada de estimulación por el momento. Pasé de largo de hecho después de besarle un poco el pubis y sus ingles, llegándome su olor más íntimo, el cual encontré muy excitante.

Mi nuevo objetivo fueron sus piernas, por las cuales bajaba entre besos y algún mordisco pequeño. Al final le quité los tacones, porque llevaba mucho rato con ellos y pensé que sin ellos estaría más cómoda. Le besé los pies, mirándome ella con atención y comencé a subir por sus piernas para acabar a la altura de sus caderas. Otra vez estaba nerviosa, pero ya no quería esperar más, por lo que le empecé a comer el coño. Lo hice muy lentamente, aunque para ella era demasiada estimulación por cómo reaccionaba y se movía. Trataba de que se tranquilizara al parar y empezar a darle besos por los alrededores, pero cuando volvía a ello, Noelia no tardaba en ponerse de la misma manera con suma rapidez. Como veía que se iba a correr de un momento a otro, preferí que lo hiciera con mi polla dentro. Se lo acaricié un poco, estando ella temblando y con su respiración muy entrecortada. Se la metí lentamente, dando unas tres o cuatro embestidas lentas también, pero eso fue más que suficiente para que ella acabara.

Intentó reprimir su orgasmo, pero no pudo hacerlo, abrazándome con todo su cuerpo y apretando su cara contra mi hombro. Paré en seco, notando como me estrujaba ahí abajo y cómo también se escurrían sus fluidos, pero rápidamente reaccionó. Lo primero que hizo fue pedirme perdón por haber acabado tan rápido, aunque le dije que no importaba. Luego comentó que le había parecido una maravilla todo lo que había hecho. Yo seguía con la polla durísima y seguía con ganas de más, por lo que le pregunté si se veía bien para seguir, respondiendo ella que podía hacer lo que quisiera. Así que la empecé a follar de nuevo, pero de la misma manera, levantando mi cuerpo para apoyarme en mis brazos y poder así mirarnos a la cara, aunque no me alejé mucho de ella. La cara de Noelia era un poema, por sus expresiones que mezclaban placer y ternura, acariciándome la cara varias veces cuando sus manos no estaban en mi culo, apretándolo y acompañándolo en mis pequeñas embestidas.

-Lo querías así, ¿no?
-Sí... Me encanta... -decía casi extasiada.
-¿Quieres hacérmelo tú a mí también?
-Como tú quieras.
-Venga, ponte ahora tú encima.

En un rápido movimiento, nos moví a los dos, ocasionando una pequeña risa en ella, aunque rápidamente continuamos. Noelia pegó su cuerpo al mío para besarnos, hincándome sus pezones en el pecho, aunque su culo robó el protagonismo a aquello cuando puse mis manos sobre él. Sin despegarse de mí, ella empezó a mover su culo hacia arriba y abajo, empezando lento, aunque los movimientos cogían rapidez de manera uniforme. No paraba de besarme y yo de devolverle los besos, aunque pasados varios minutos ya sí que se animó a incorporarse para ponerse de manera vertical. Me miró con una sonrisa preciosa, poniendo sus manos en mi pecho y continuando con sus movimientos. Ahora lo hacía como más me gustaba a mí. Y lo hacía fenomenal, porque subía y bajaba el ritmo marcando buenos tiempos. Tampoco dejaba de acercarse para besarme en los minidescansos que hacía, pero la notaba cerca de acabar y yo no me notaba así.

-¿Quieres que acabe yo también?
-Sí. Quiero que acabemos juntos -respondió con una voz muy dulce.
-Ven -dije haciéndole un gesto con el dedo para que se acercara.
-Dime.
-Sigue así. Y cuando veas que no puedas más, me besas el cuello.
-¿Estás seguro? -preguntó de manera inocente, parándose por completo.
-Sí.
-Pero...
-Noelia, si es lo que quieres, hazlo. Disfruta el momento, ¿vale?

Se quedó unos segundos mirándome fijamente a los ojos, pero no tardó mucho en empezar a moverse, reanudando sus movimientos lentos, aunque cogieron rapidez en pocos minutos. Hacía lo que podía tratando de retener su orgasmo, pero le estaba costando horrores. Hasta apretaba sus ojos con fuerza y lanzaba gemidos de queja por lo mismo, pero yo la tranquilicé, diciéndole que podríamos seguir después si quería. Pareció funcionar, empezando a dejarse llevar, aunque en menos de 5 minutos ya estaba otra vez así, echando mano a mi cuello, empezando a correrse ella con gemidos lastimeros y haciéndolo yo también en su interior. Era una locura cómo temblaba Noelia. Su cuerpo vibraba y yo también estaba teniendo un buen orgasmo, aunque ella no parecía ser consciente de aquello, porque estaba muy ida. De hecho, tardó bastante en recuperarse de su orgasmo con tantos espasmos que le daba su cuerpo, aunque se le empezó a pasar cuando le acaricié el cuerpo.

Cuando ya ambos estábamos recuperados por completo, nos limpiamos con papel y toallitas. Noelia me miraba mucho, estando seria, aunque cuando yo le devolvía la mirada ella me sonreía. También me empezó a dar muchos besos, pareciendo seguir con ganas de más por los cariñitos que me hacía. Así que no tardamos en volver a empezar, aunque esta vez lo hicimos tapados, pues ya era bastante tarde y hacía frío, además de que nos habíamos enfriado en ese proceso largo de recuperación. Ella se volvió a poner sobre mí para darme besos, aunque acabó con aquello para comerme la polla, porque aún no lo había hecho. La dejé hacer todo lo que quiso y se volvió a clavar mi polla, quedando sobre mí. Ahora no le costaba tanto durar y nos lo tomamos con más calma si cabía. De esa postura pasamos al típico misionero en el que ella mantenía sus piernas bien abiertas, pero quería acabar como a ella le gustaba, poniéndola a cuatro.

Se la metí muy lentamente, moviéndome de la misma manera, aunque también subía el ritmo, jugando con aquello. Mis manos sujetaban sus caderas y también acariciaban su culo y su espalda, pero la manera en la que quise acabar fue estando más pegados. Lo que hice fue poner mi cuerpo sobre el suyo con cuidado, pegándolo para estar piel con piel. Ella quedó bocabajo y yo sobre ella, abrazándola con mis brazos a la altura de su cuello y de su esternón al pasar mis manos por allí. Noelia estaba muy cómoda por lo que podía intuir. Parecía que había dado con una postura que le había gustado mucho, porque además de empujar con su culo para colaborar en la estimulación, no paraba de decirme que le encantaba y que se iba a correr en nada. Lo acabó haciendo, procurando yo que su cara quedara de lado sobre la almohada, besándola en el proceso y volviendo a descargar yo en su interior, cosa que hizo que su orgasmo se amplificara. De la misma manera que antes, tuvo un orgasmo muy intenso. El mío no lo fue tanto, por eso no me costó recuperarme y empezar a limpiarla con papel, tapándole el coño con él para que absorbiera y luego ya hacerlo con toallitas una vez estuviera más tranquila.

Al final me quedé a dormir con ella una vez nos terminamos de limpiar. Me quedé bocarriba en la cama y ella bien abrazada a mí, estando los dos bien tapados. Ella acariciaba mi pecho con su mano y yo hacía lo propio con su espalda. Noelia empezó a decir lo bien que había ido el día, no recordando haber tenido uno tan bueno como ese en general. Se me hacía muy evidente que media sus palabras al milímetro, suponiendo yo que, para no enfadarme, aunque con todo lo que había pasado ese día debería ver que estaba siendo muy permisivo con prácticamente todo. Pero ella parecía preferir salvar las distancias por si acaso. Yo estuve más pensativo que otra cosa, sobre todo con el tema de su padre, porque me dio por imaginar cómo iría la situación una vez se diera. En realidad, me costaba mucho imaginármela y no sé cómo acabé pensando en Elena y en la reacción que podría haber tenido al ver a su padre hablar con su hermana, aunque no tenía ni idea de si estaba con él en ese momento o no, suponiendo que no era así al ser ya bastante tarde cuando aquella llamada tuvo lugar y teniendo en cuenta que al día siguiente era día laboral.

-¿Te ha llamado tu hermana? -solté sin pensar.
-Javi... ¿Aún piensas en ella?
 
Javi, parece encontrarse cada vez más a gusto con esa especie de "sucedáneo de Elena", que es para él Noelia.
Tampoco está mal, lo de la ONG que pretende montar nuestro héroe: "Reconciliando Familias"... No duden en hacer sus donativos 😜
 
En un acto de amor supremo, Noelia intercederá por cada uno ante el otro y ella, la que fuera motivo de su separación, será la causa de su reencuentro, tras lo cual ingresará en un monasterio finlandés, donde se hará monja, y acabará viviendo en Madrid en casa de una tal Isabel.
 
Última edición:
En un acto de amor supremo, Noelia intercederá por cada uno ante el otro y ella, la que fuera motivo de su separación, será la causa de su reencuentro, tras lo cual ingresará en un monasterio finlandés, donde se hará monja y acabará viviendo en Madrid en casa de una tal Isabel.
Al final resulta que esa familia le dará las gracias, que tal giro! :ROFLMAO:
 
Capítulo 732

Pero no respondí. Ni dejé que ella preguntara más al ponerle mi mano sobre su boca para callarla. Al final Noelia se acabó durmiendo no mucho más tiempo después, aunque a mí me costó bastante más hacerlo, porque empecé a darle vueltas a la cabeza, de la misma manera que empecé a recordar momentos del pasado con dicha persona. No debería haberle hecho esa pregunta, por varios motivos. Era bastante obvio que no la había llamado, cuando sabía de sobra que no se hablaban. Otro motivo era que estaba más que seguro que Noelia se pondría pesada con el tema y lo querría hablar, cosa que no iba a pasar bajo ningún concepto. No me gustaba nada la sensación que tenía en mi cuerpo y desde luego, ese aroma del nuevo perfume de Noelia no ayuda nada a que la cosa fuera a mejor, porque lo único que hacía era traer más recuerdos, sobre todo aquellos de nuestros mejores momentos en los que nos arreglábamos bien cuando teníamos algún plan especial.

Conseguí dormir unas horas, pudiéndolo ver una vez me desperté al mirar el despertador que tenía Noelia en su mesita de noche. Aún era de noche, porque estaba todo muy oscuro y también hacía bastante frío. No quería empezar mal el día y si Noelia se despertaba, significaba que la cosa iba a ir por ahí, por lo que tenía que marcharme de allí sin que lo hiciera. Pero estaba muy abrazada a mí. Demasiado, porque tenía parte de uno de sus brazos por debajo de mi cuerpo, agarrándose con el otro a mi cadera, mientras que sus piernas se enroscaban con una de las mías. Me quedé un rato pensando cómo hacerlo para largarme de allí sin que se despertara, pero no se me ocurría gran cosa aparte de tener mucho cuidado. Así que me empecé a mover, de esa manera, intentando no despertarla, pero me resultaba muy difícil. Me tiré un buen rato moviéndome muy lentamente para evitarlo, pero al librarme de sus piernas me tuve que mover con más energía para poder lograrlo, despertándola.

Aunque estaba muy somnolienta y atontada. Me preguntó qué ocurría, pero yo le dije que necesitaba ir al baño y que se durmiera, que aún era muy temprano, diciéndole además que volvía enseguida. Pareció muy conforme con aquello, porque volvió a dejar caer su cabeza sobre su almohada, permitiéndome levantarme, momento que aproveché para coger toda mi ropa e ir al baño, donde me vestí y lavé la cara un poco para despejarme. Tras eso, me marché de allí con cuidado de no volver a despertarla, montándome en el coche y quedándome unos momentos pensando, arrancando para ir a casa después, donde entré en casa para darme una ducha por todo lo ocurrido la noche anterior, porque tenía su olor pegado a mí cuerpo y a mi ropa y no lo quería, porque me recordaba demasiado a su hermana. También eché la ropa a lavar una vez acabé, echándome en la cama un rato para ver si lograba descansar un poco más al dormirme.

No es algo que lograra hacer. Hasta escuché cómo Andrea se levantaba y deambulaba por la casa hasta que se marchó. Con ella ya fuera me levanté para ver qué hacer, aunque seguía siendo muy temprano. Ese día no me apetecía nada salir a hacer deporte, porque no tenía mucho cuerpo, además de que hacía un día bastante malo. Así que me preparé algo de desayunar y lo hice tranquilamente, yéndome al salón para ir preparando material para las clases, porque solo teníamos ya la semana siguiente hasta terminar las clases. En la academia teníamos pensado seguir abiertos esa semana y unos días más de la siguiente, porque como ya acababan la evaluación, no iban a ir hasta después de las vacaciones de Navidad. A todos nos tocaba ese último empujón para acabar el trimestre y yo ya estaba haciéndolo al dejar bastantes cosas preparadas para no tener problemas. De hecho, hasta me pasé preparando actividades que les resultara fácil para que lo entendieran todo mejor. Pero aun así me sobró tiempo hasta que entré a trabajar, así que cogí el móvil para volver a leer lo que me puso Laura la noche anterior. No era muy esperanzador para mí eso que me puso de que teníamos que hablar en vista de volver a acabar en la cama con ella, pero tampoco lo descartaba ahora que ya sabía cómo se las gastaba su novio. Y justo me llegaron unos mensajes de Noelia.

-Javi, muchas gracias por lo de ayer. No tengo palabras para decirte lo buena que fue tu compañía y todo lo que hiciste por mí.
-Espero que lo apreciaras. Ayer fue un día especial para ti y te quería regalar un momento así. Fue por eso y nada más. No quiero que te acostumbres ni que me empieces a pedir que lo repitamos ni quieras que nos veamos más de lo que ya lo hacemos.
-Lo sé. Pero te quería dar las gracias igualmente por ello. Ayer fue un día tan especial... No recuerdo haber tenido un día tan bueno y tan completo desde hace muchísimo. Tampoco sabía la falta que me hacía hablar con mi padre. Gracias, de verdad.

En el trabajo la mañana fue bastante normal, nada reseñable en ese aspecto salvo que Andrea me mandó un mensaje al salir yo de trabajar y regresar a casa. Me di cuenta una vez me puse más cómodo, viendo que me decía que había visto a Noelia esa mañana y que la veía un poco decaída. En el almuerzo a media mañana con su grupo no había hablado nada salvo cuando le preguntaban por el día anterior. Mi compañera de piso me contó que le extrañaba mucho verla así con lo bien que había ido todo el día anterior y también por la noche en la cena y demás. Me preguntó directamente si yo tenía algo que ver, respondiéndole yo que para nada, porque la noche fue muy bien cuando nos quedamos a solas y que jamás la había tratado así de bien. Andrea se mostraba preocupada en los mensajes posteriores, llegándome a preguntar si me importaba que la invitara a comer con nosotros para ver si así se le levantaba el ánimo ahora que parecía juntarme más con ella sin que me enfadara.

La verdad es que no me apetecía mucho aquello, especialmente cuando le dije a Noelia que no quería que se acostumbrara a lo de la noche anterior, pero tampoco quería que la cosa entre Andrea y yo se volviera a enfriar, así que le dije que hiciera lo que quisiera. Me envió un emoticono de aprobación y yo me puse a lo mío, empezando a preparar las cosas que Andrea iba a necesitar para cocinar como me pidió en una nota que me dejó en la cocina. Efectivamente, para la hora que a la que venía siempre, Andrea apareció, junto a Noelia. Mi compañera de piso se mostraba alegre, saludándome como si tal cosa con su típico "holi". Noelia, sin embargo, lo hizo de manera más escueta. Me quedé observándola cómo ponía su mochila colgada en una de las sillas, como hizo Andrea, aunque ésta última se metió directamente en la cocina, quedándose Noelia de pie en el salón, pero sin mirarme a mí, que estaba echado en el sofá.

-¿Qué te pasa? Con lo bien que estabas ayer y ahora estás con esa cara tan larga... ¿Es por lo de tu padre?

Noelia me miró, haciendo un gesto para afirmar, aunque también me daba a entender que no era solo por eso.

-¿Algo más?
-No.
-No sé, como has hecho ese gesto...
-Es que estoy un poco nerviosa por ese tema. Nos vamos a ver mañana y no sé qué decir.
-¿Viene él aquí?
-Sí. Este fin de semana mi casa se queda sola y hemos quedado mañana para comer. Tenemos mucho de qué hablar y me viene bien que no haya nadie más para que no nos molesten.
-Ni una palabra de mí.
-No, tranquilo.
-Anda, vamos a la cocina para echarle una mano a Andrea.

Fuimos a la cocina, donde ayudamos a Andrea a preparar la comida, poniendo entre los dos también la mesa para ponernos a comer en cuanto estuvo todo listo. Andrea se esforzaba por mantener un buen rollo que no termina de adentrarse al estar yo callado en gran parte del momento y al estar Noelia bastante cabizbaja, no levantando apenas la mirada de su plato. Cuando acabamos y se quedó todo recogido, nos quedamos en el sofá. Había demasiado silencio para lo que solía ser aquello cuando Noelia venía a casa y la verdad es que estaba un poco mosqueado con el tema de que estuviera así, porque algo me decía que no era solo por el tema de su padre. Tampoco entendía por qué podría estar así además de por eso, porque el día anterior lo pasó muy bien, como me dijo tanto en persona como por mensaje. Les sugerí que jugaran un poco con la consola viendo que era algo que les gustaba a ambas.

A Andrea le pareció buena idea y la encendió, cogiendo los dos mandos y pasándole uno a Noelia. Ambas se pusieron a jugar y yo me quedé un rato mirando cómo lo hacían hasta que me marché a mi habitación para cambiarme e ir a trabajar. Noelia me sorprendió abrazándome por la espalda. Me llegó a asustar un poco. Ella me dio un abrazo más cuando me di la vuelta, hincando su cara en mi torso. Le pedí que me soltara, porque me tenía que ir y así lo hizo, volviendo al salón. Cuando yo salí les pregunté si iban a salir, diciendo ellas que no lo sabían aún. Comenté que el tiempo iba a empeorar por la tarde y que quizá lo mejor era que se quedaran allí, porque también hacía mucho frío. Noelia me dio las gracias, quedando hasta incómodo por cómo lo dijo y por no venir mucho a cuento, pero tampoco le hice mucho caso y me marché para echar la tarde, la cual fue más movida que la mañana al tener en esas horas a los alumnos que estaban ya con los finales a la vuelta de la esquina.

De hecho, salí con la cabeza un poco como un bombo por lo intensas que fueron las clases. Había algo de tensión en los alumnos, sobre todo en aquellos que querían sacar buenas notas. También había de todo y los había que pasaban más del tema, llegándome a molestar a mí por estar allí casi perdiendo el tiempo y el dinero de sus padres por el escaso interés de éstos. Pero fui capaz de sacarlo todo bien y de que no hubiera ningún problema, esperando que no me suspendiera ninguno. Ya casi acabando, encontré algún mensaje más de Andrea en el que me decía que Noelia había pasado la tarde con ella y que la veía algo mejor de ánimo, pero que también le apetecía estar un rato más con ella, preguntándome si me importaba que se quedara también a cenar. Hasta me dijo que habían pensado en pedir algo y que me invitaban entre las dos por la molestia. La verdad es que no había ido mal la cosa al mediodía, pero seguía sin querer que hubiera tanto acercamiento entre nosotros.
 
Atrás
Top