Herpilis
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Cuenta, tú sabes algo más ... venga suéltalo.
La Destartalá
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Cuenta, tú sabes algo más ... venga suéltalo.
Herpilis
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Me alegro del éxito de la Brigada Destartalá. Ahí tras los coches los cuatro de la Comisaría de Ciudadseca con su Comisario al frente, la pareja sin nombre García y Benítez, y la pareja sin apellido Álex y Mónica. El "guardaespaldas" Fran guardando las espaldas de los cuatro y, sobre todo, de Elvira, y luego está Elvira ... qué decir de Elvira, ahí vestida de nazareno y con el lanzagranadas con el que la querían matar, todo valor, todo pericia y poseída por el espíritu de Mortadelo ... mira que disfrazarse en ese momento ...
Por cierto, excelente idea la de entrar por el Chino. La ventaja de colarte por un conducto de climatización de un restaurante chino es que estás seguro de que no te encontrarás ratas. Suelen desaparecer a las pocas semanas de la apertura del local.
Por cierto, excelente idea la de entrar por el Chino. La ventaja de colarte por un conducto de climatización de un restaurante chino es que estás seguro de que no te encontrarás ratas. Suelen desaparecer a las pocas semanas de la apertura del local.
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Es cierto, pasan a formar parte del menú. Ja ja ja ja
javieron
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Cómo dije, si la situación se torna justa, Elvira debería pasar muchos años en la cárcel. Toda investigación debería llegar a ella, incluso, la logia debería tener muchos documentos que la incriminen.
Si no se hace la muerta, no tiene salvación.
Si no se hace la muerta, no tiene salvación.
Ya no hay presidente, es el momento de que "el jefe" de Elvira organice una reunión de la Logia y empezar una nueva era. La otra opción es amenazarles con enviar al "comando Ciudadseca" a acabar con la vieja guardia.
Tienen dos días para descansar y relajarse. Después, o vuelve todo a la normalidad, o volver a empezar a descubrir sucursales.
Tienen dos días para descansar y relajarse. Después, o vuelve todo a la normalidad, o volver a empezar a descubrir sucursales.
Akuaries
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...
El grupo en el apartamento de Elvira pasaba el rato como podía, algunos haciendo deporte por turnos, Vicente leyendo libros que tenía en las estanterías Elvira, libros que ella ni los había abierto, se los pusieron como parte de la decoración. Comían, hacían largas sobremesas hablando de cualquier cosa, descansaban, cenaban, miraban series, dormían… y un día pasado.
Al tercer día, antes de almorzar, Elvira recibió una llamada, todos se miraron, todos se preguntaban si esa sería la llamada. Elvira salió a la terraza para contestar, los demás se arremolinaron en la puerta de la terraza intentando escuchar que decía.
-Ya… -Sí, claro… -¿Tú crees que se mantendrá?... -Vale… -¡Uf!... Sí, sí, ningún problema… -De acuerdo, nos vemos…- A Elvira solo se le entendió esto, bajó el móvil y miró al grupo apelotonado en la puerta de la terraza.
Los demás intentaban adivinar si la cara de Elvira era de buenas noticias o malas, Elvira los miraba con cara de póker, sin expresión. Sonrió… y se le escapó una carcajada.
-Somos libres, podéis volver a vuestras casas tranquilos.
El grupo estalló en un grito de alegría, se abrazaron unos a otros, las parejas se besaban, la alegría se apoderó del apartamento de Elvira. Entraron al salón, Elvira y Mónica se quedaron fuera, para darles la noticia a sus familiares. Fran fue a buscar cervezas para todos, lo ayudaron Álex y Benítez, se repartieron y brindaron.
-¿Todo está solucionado?- Preguntó Mónica.
-Sí, eso parece- Contestaba Elvira.- las pocas sucursales que estaban de acuerdo en seguir con los sacrificios, se han rendido, a partir de ahora se regirán por otras reglas, nada de muertes ni cosas ilegales. Se han retirado a todas las personas ajenas a la Logia, quiero decir a todos los tíos que se habían contratado para buscarnos y matarnos, también se ha retirado el precio de nuestras cabezas, nadie nos persigue. Ya hemos llamado a la familia, todos podrán volver a sus casas, podremos seguir con nuestras vidas.
-Con nuestras aburridas vidas en la comisaría- Añadía García.- que ganas tengo de volver.
Benítez habló con Susan, aquella misma tarde volvería con ella y los niños.
-García, si queréis podéis volver conmigo.- Se ofrecía Benítez a llevarlos a su casa.
-Mi coche está en el campamento.- Decía preocupado Vicente.
-Cuando lleguemos a casa, podemos ir a buscarlo con el mío.- Comentaba García.
-¿Sabrás llegar?
García no sabía qué cara poner, en eso no había pensado.
-Te llamaré y quedamos en la entrada del camino desde la carretera ¿Sabrás llegar, no?- La tranquilizaba Elvira.- Nosotros también iremos, queremos estar con nuestros padres algún día más.- Hablaba Elvira por ella y Álex.
La familia de Mónica, desplazada en un pueblo de la costa, como si estuvieran de vacaciones, se lo tomaban tal cual, ellos hacían vida normal como si estuvieran de vacaciones, y además pagadas, salían a la calle tranquilamente a hacer los recados habituales, ir a la playa si hacía buen tiempo, a hacer la compra para la casa, se lo estaban pasando de puta madre, totalmente ajenos al drama que vivían en el campamento. Incluso, cuando llegó Mari, la pobre al salir corriendo de su apartamento, con su cuñado herido y un tío apoyado en el marco de la puerta de entrada que le faltaba media cabeza, solo se pudo llevar cuatro cosas en una bolsa, un puñado de bragas y calcetines, unas cuantas camisetas, el chándal que se puso y otro de recambio, las zapatillas que llevaba puestas, algunas cosas de higiene personal, el bolso con su documentación, que se colgó en el hombro, y nada más. Cuando llegó Mari, como os decía, le ofrecieron ir de compras para que tuviera algunas prendas más para vestirse, se compró un par de vestidos, un vaquero, algunas camisetas, un calzado más idóneo para la ropa nueva y un bikini por si tenía que ir a la playa. Se lo pagó en efectivo la madre de Elvira, no querían utilizar la tarjeta de crédito en aquellos momentos, por si los localizaban. Mari le prometió que en cuanto pudiera le haría un Bizum, para devolverle el dinero.
Cuando se enteró Mari que ya era libre, llamó con prisas a Víctor, estaba loca por volver a verlo, a él le pasaba lo mismo, tantas ganas tenía que se ofreció, mejor dicho, le confirmó a Mari, sin derecho de Mari a réplica, que la iría a buscar estuviese donde estuviese, fue darle la dirección Mari y Víctor salió corriendo con el coche. Los padres de Elvira y Álex, con una alegría muy grande, se quedaron a comer y prepararon la vuelta al campamento por la tarde, para encontrarse con sus hijos y sus parejas.
Benítez salía de Madrid con García y su familia. Cuando estaban acabando de almorzar, Mari, los padres de Elvira y Álex junto a la familia de Mónica, llegó Víctor, los abrazos y besos entre Mari y él fueron épicos, algunas risillas se escaparon de los demás que intentaron disimular. Víctor comió algo y descansó un poco del viaje, para volver a la carretera con Mari, tenían ganas de volver a su apartamento. Mari, sabiendo que llegaría Víctor, se esforzó en ponerse guapa para él, se puso el vestido que más le gustaba y se pintó un poco, como lo hacía habitualmente.
Volviendo en el coche con Víctor, Mari le explicó las experiencias y las tensiones que vivió en el campamento, lo que había hecho Elvira atacando las sucursales, la información que habían conseguido los que los buscaban, que sabían que estaban en una cabaña en el bosque, y como llegó a la casa de la playa con los familiares de Mónica. Lo de que se estuvo haciendo pajas espiando a las parejas, bueno, eso… si acaso… ya se lo diría en otro momento, o mejor no.
-Tenía tantas ganas de verte, soñaba contigo cada día.- Le decía enamorada Mari.
-No me puedo imaginar lo mal que lo pasarías, fue todo tan rápido, estábamos tan tranquilos, a punto de empezar con el aperitivo… y de pronto… la que se lió.
-Lo importante es que todo ha acabado bien ¿Por qué estamos todos bien, verdad? ¿Gus está bien?
-Sí, sí, tranquila, Gus está totalmente recuperado, ya ha empezado a trabajar con normalidad y… está muy arrepentido, cuando te vea no sabrá que decirte, no seas muy dura con él por favor.
-Yo no soy dura con nadie Víctor, soy una pava que solo quiere vivir tranquila, estar con su novio, y…
Mari miró a los ojos de Víctor, él giró la cabeza un momento mientras conducía para mirar los de Mari. El coche empezó a perder velocidad, Víctor buscaba en aquella carretera segundaria un lugar para parar.
-¿Qué haces cariño?- Preguntaba Mari.
-Un sitio, un lugar para parar y…
-Parar ¿Para qué?- Preguntaba inocente Mari.
-He intentado esperar a llegar al apartamento, no puedo más Mari, te voy a follar aquí mismo.
Víctor paraba el vehículo y se tiraba literalmente encima de Mari, se besaban con pasión.
-Detrás, vamos a los asientos de atrás.
Le pedía Víctor a Mari, casi sin entendérsele nada, fue igual que no se le entendiera, Mari, de un salto llegó al asiento trasero, miraba a su novio con una cara que lo decía todo, enamoramiento, pasión, locura, calentamiento, ganas de sexo. Se desnudaron uno al otro con rapidez y nervios, Víctor acabó quitándole las braguitas a Mari, fue directamente a comerle el coño, lo tenía mojadísimo, solo de ver como se desnudaron uno al otro y de cómo le bajó las bragas su novio. Mari, que estaba apoyando la espalda en el respaldo, los talones encima del asiento y con las piernas abiertas todo lo que podía, le agarró la cabeza a Víctor, no quería que le comiera el chichi, quería que se la follase, y se la follase… ya. Víctor se incorporó, Mari le agarró la polla y le dio unos meneos, no hacía falta, ya se dio cuenta que la tenía más dura que el acero, ella misma se la apuntó en la entrada de la vagina, él, movió con rapidez y dureza la cintura pegándole un pollazo importante. Mari gritó de gusto, de excitación y de ganas que tenía de hacerlo, se agarró con fuerza al cuello de su novio, mientras él se esforzaba, en una posición que no era muy cómoda, en meterle y sacarle la polla del coño, para que disfrutara, para que pusiera los ojos en blanco de tanto placer, para que gritara sin parar de gusto. Había tantas ganas, tanta excitación y tanto placer dentro de aquel coche que no tardaron en correrse, ella gritaba, él gruñía y gemía, sintiendo como Mari le clavaba las uñas en el culo al apretárselo tanto. Después descansaban uno al lado del otro, se besaban con cariño. Mari, le acariciaba la cara a Víctor, él la miraba, le veía aquella carita de niña inocente muy enamorada, pensaba que Mari era como él, a él también le gustaba vivir tranquilo, sin problemas, disfrutando el día a día de las pequeñas cosas normales que pasaban, él también era inocente y claro, lo que había aprovechado alguna chica en el pasado para engañarle, por eso no quiso ninguna relación hasta conocer a Mari, estaba convencido que Mari era la mejor pareja para él.
-Ahora ya podremos seguir con el viaje más tranquilos.- Se cachondeaba Mari, Víctor le volvía a besar los labios.
-En una hora pararemos a tomar algo, no tenemos prisa.- Le decía Víctor mientras se vestían.
-Como tú quieras.
-¿Tienes ganas de volver a casa?- Preguntaba Víctor.
-Tengo ganas de volver a la vida que tenía, trabajar, vivir contigo, volver a todo lo que dejé allí.
-Todo eso te está esperando.
Mari sonreía feliz, en algún momento llegó a pensar que podía perder la vida que tenía, la vida que tanto le gustaba y que tantos planes tenía para redondearla. El encuentro con Víctor le disipó todas las dudas.
Víctor puso el vehículo en marcha, volvieron a la carretera. Mari lo miraba, no paraba de mirarlo, demasiados días sin verlo.
-Víctor, voy a ser sincera contigo, ahora ya no hay ningún peligro en mi vida y quiero que lo sepas todo de mí.
Cuando hicieron la parada que Víctor había previsto, para descansar y que el viaje no se hiciera tan pesado, entendía perfectamente a Mari, o a la antigua Dolores, ella se lo había explicado todo, él se dio cuenta del porqué de muchas cosas de Mari, su cara de no haber roto un plato en su vida, claro, que experiencia de la vida real tenía una niña que se había pasado la vida en un orfanato, aunque en algunos momentos saliera de allí, a ella tampoco le gustaba salir mucho, no tenía poder adquisitivo para comprarse cosas, prefería quedarse dentro la mayoría de veces, pudo llegar a conseguir un móvil comprándoselo a una compañera de segunda mano, o tercera, vete a saber.
Viajaban en el cuatro por cuatro, Elvira, Fran, y en el coche del padre de Elvira, Álex y Mónica. Cuando estaban cerca del desvío de la carretera que llevaba a la cabaña, Elvira llamó a García.
-¿Dónde estás?- Le preguntó.
-Esperándote en el desvío hace un rato.
-Estamos a punto de llegar.
Colgó la llamada Elvira, García miraba el móvil, Elvira seguía siendo tan seca como siempre, se reunieron los tres coches. Elvira primero, García segundo y Álex el tercero, circulando por el laberinto de caminos hasta llegar al campamento. Allí los esperaban los padres de Álex y Elvira, García y su marido Vicente, se despidieron de todos y se subieron en los coches.
-¿Ya sabrás volver a la carretera?- Le preguntaba Álex a García.
-Hemos memorizado todos los desvíos, creo que nos acordaremos.- Contestaba Vicente.
-De ti me fio, de ella… no sé, creo que podría llegar a cualquier parte saliendo de aquí.- Les decía Mónica, con las risas de los demás.
Los que se quedaron, se tomaron una cerveza, sentados en la entrada de la cabaña, disfrutando de la vista del bosque, sin nervios, sin presiones, tranquilos de que nadie les vendría a tocar las narices. Antes de cenar, Elvira y Mónica subieron a la cima, Elvira se apartó para hablar con intimidad con el jefe, cuando acabó, se volvió a acercar donde estaba Mónica.
-¿Qué planes tenéis?- Le preguntó a Mónica.
-Estaremos un par de días aquí, a mi familia le gustaría que pasáramos algún día también con ellos antes de irse de la playa, me han preguntado si sabía cuántos días más podrán quedarse, se lo están pasando de puta madre.
-No me extraña, vacaciones pagadas en un lugar bonito ¿Qué más quieres?
-¿No las estarás pagando tú?- Le preguntaba Mónica.
-No, fondos reservados…
-Dime una cosa Elvira.
-¿Qué quieres saber?
-Cuando le disparaste la granada al presidente ¿Sentiste algo?
Elvira la miraba fijamente.
-¿Qué quieres decir?
-No sé, no pienses mal, como cerraste el intercomunicador no escuchamos nada…
-Es que no teníais que escuchar nada chafarderos, no podía mantener la comunicación abierta, no podía hacer ruido y que me descubrieran, solo abrí la comunicación para que supierais cuando empezar el jaleo, así solo se quedaron un par de tíos protegiendo al presidente, los demás bajaron a la entrada para defenderla, justo lo que tenía planeado.
-Me hubiera gustado escuchar lo que pasó con el presidente.
-Serás cotilla, tía, le dije cuatro cosas, él intentó alcanzar un arma y ya está, acabó mal, ya lo sabes, se desintegró un poquito.
Mónica sonreía, Elvira manipulaba el móvil, miró a Mónica.
-Toma, llama a tu familia y diles que tienen pagado hasta el domingo, les quedan días para disfrutar, y tú podrás ir con Álex a visitarlos.
-Gracias Elvira.
Le agradeció Mónica antes de hablar con su familia y confirmar que les irían a visitar con Álex un par de días más tarde.
-¿Y vosotros? ¿Qué planes tenéis?- Preguntaba Mónica.
-Estaremos un par de días aquí, como vosotros, después iremos a Ciudadseca, quiero asegurarme que en la casa de mis padres, en la de los padres de Álex y en la vuestra, no tengan una trampa con explosivos por si volvíais en algún momento.
-A García no le dijiste nada.
-García vive en un piso, además, no era una persona reseñable, si estaba con nosotros es porque no quise correr ningún riesgo, sinceramente creo que se podía haber quedado en la ciudad como Benítez y no hubiera pasado nada.
Las dos chicas iniciaban el camino de regreso a la cabaña.
-¿Cómo te va con Álex?
-Muy bien, la verdad que muy bien… Una cosa, ¿Tú…? ¿Tú no tendrás un interés especial en que estemos juntos, no?
-¡Hostia Mónica! Solo te he preguntado cómo te va con Álex ¡Coño! Ahora que ya se ha acabado la tensión que teníamos, te aburres, te aburres y tienes que empezar otra vez con tus conspiraciones paranoicas ¡Venga ya!
-Vale, ya veo que no quieres hablar conmigo en serio.
-Hablar en serio ¿Cómo quieres que hable en serio si me haces esas preguntas tan idiotas?
-¿Ahora me insultas?
-Si te digo idiota, será porque lo pareces con tus preguntitas sin sentido.
-¿De verdad no tienen sentido?
-No, no lo tienen, estás con Álex, mi mejor amigo, me gusta saber que él está bien.
-Pues podrías preguntarle a él directamente, si es tan buen amigo tuyo como dices.
-Si no lo hago es para que tú no te pongas celosa, igual que te llamo más veces a ti que a él, ya te dije que no quería interponerme entre vosotros, aunque tengo que reconocer que es difícil con lo celosa de mierda que eres, cualquier cosa que haga tú piensas mal, te haces la picha un lio y piensas en conspiraciones y cosas raras ¡Coño! ¡Ya está bien de tanta tontería!
Las dos se habían parado discutiendo, se miraban una a la otra.
-Estáis invitados a la inauguración de la casa.
-¿Qué dices?
-Pues eso, que tú y Fran, estáis invitados a la inauguración de nuestra casa nueva.
-Tía, estás fatal.
-Sí, estoy fatal, y no valen escusas, tenéis que venir.
Elvira no contestó, siguieron bajando el camino.
-Eso si no le han metido un bombazo y os la han enviado a tomar por culo.- Se cachondeaba Elvira.
-Que graciosa.
A las dos se le escapaba la risilla.
-Perdóname Elvira, es verdad, a veces tengo dudas, noto que os queréis tanto que… me pongo celosa, tengo que reconocerlo.
Elvira le pasó el brazo por encima del hombro a Mónica.
-Querida, si quisiera estar con Álex… no tendrías nada que hacer, soy muchísimo más guapa que tú ¡Fea, más que fea!
Elvira salió corriendo partiéndose de risa, Mónica la perseguía.
-Párate hija de puta, te voy a matar.
Así llegaron las dos al campamento, corriendo y gritando una detrás de la otra, los novios, que seguían bebiendo cerveza en la puerta de la cabaña, las miraban sin entender nada.
-¿Qué hacéis? Estáis locas ¡Eh!- Les decía riendo Álex.
Mónica tal como llegó se sentó en el regazo de Álex, le quitó la cerveza y le dio un trago. Elvira hizo lo mismo con Fran. Salió la madre de Elvira.
-Chicos, dejar de pelar la pava y entrar a cenar.
-¿Pelar la pava? ¿Eso qué es?- Preguntaba Fran.
-Cosas de mi madre, no te preocupes.
Cenaron, se tomaron algo todos juntos y se fueron a dormir, como siempre, los mayores en la cabaña y las parejas jóvenes en las tiendas. Mónica, debajo del edredón, por las noches, y más en el bosque, refrescaba bastante, se abrazaba a Álex, apoyándole la cabeza en el pecho, él le pasaba un brazo por la espalda.
-Álex ¿Podemos hablar un poquito?
-Claro.
-Yo… yo nunca creí en la pareja, la gente que conocía se peleaba y discutía, se separaban o seguían sin estar bien uno con el otro, otros se casaban, no les iba bien y decidían tener un hijo, luego les iba peor y acababan divorciándose, no conocí a nadie de nuestra generación que les fuera muy bien, por eso no creía en la pareja, siempre pensé que era mejor no comprometerse, o hacerlo cuando fuera mucho más mayor…
-A tus padres y a los míos no les ha ido tan mal…
-Por eso hablo de nuestra generación, lo he visto con amigas y amigos, con gente conocida, veía relaciones forzadas, nada naturales, no sé, por eso decidí no tener relaciones serias y largas, por eso cuando me dieron este destino, quiero decir, el de la comisaría, no tuve ningún problema en venir sola, no tenía ninguna carga emocional.
-Bueno, no…
-Espera, deja que acabe, fue llegar aquí, conocerte a ti y… algo se dio la vuelta dentro de mí, casi no hablábamos, era un trato educado como compañeros, pero… yo sentía algo, no quería forzar nada porque nunca lo había hecho. Hasta que se metió en medio Catwoman, cuando te pidió que me llevaras a la cena, sin pensarlo encontré una escusa para poder salir contigo y no quería desaprovecharla, era diferente, me hacía ilusión, y pensé ¡Coño! Un poco de sexo con un hombre tan guapo no te vendrá mal, por eso te besé y provoqué que folláramos, en ese momento no tenía otra intención que pasarlo bien, sin compromisos, ya sabes. Luego, fue todo tan rápido, me encontré viviendo en tú casa, viéndote a todas horas, conviviendo contigo…
-Mónica ¿Tú quieres llegar algún sitio, verdad?
-Sí.- Contestó Mónica, dándole un beso en el pecho.- Álex, si pasara algo entre nosotros, si me dejaras… me harías mucho daño, en mi vida me he sentido así, tengo hasta miedo de no estar contigo, ahora entiendo lo que quiere decir que seas mi media naranja. Álex, te quiero tanto, te quiero como no he querido nunca a nadie…
-¡Eh, eh! ¿Te pasa algo? Cariño.- La abrazaba Álex consolándola, sin entender que le pasaba a Mónica.
-Creo que es bueno no esconderte nada, me preocupa Elvira…
-Elvira siempre te ha preocupado, para mí no es ningún problema entre nosotros, nosotros tenemos planes de futuro juntos, Ya lo hablamos, somos amigos y ya está, a mí me gusta que así sea porque siempre hemos sido amigos, pero… si tú crees que no debo estar tan cerca de ella, me alejaré, nos alejaremos…
-No, no quiero que renuncies a su amistad, quiero que sea eso, una amistad y ya está.
-Es una amistad y ya está, lo lleva siendo desde hace mucho tiempo.
-Vale, vamos a dormir.
-Hasta mañana cariño.
Le dio un cariñoso beso en la cabeza Álex a Mónica, ella se acurrucó apretándose más a él, Álex pensaba, sí que sería capaz de alejarse de Elvira, y lo haría por una razón muy sencilla, si Elvira quisiera volver a tener la relación con él, no sabía cómo reaccionaría, se volvería loco, como iba a rechazar a una de las dos, estando una lejos y sin contacto, facilitaba las cosas. Hizo una mueca antes de dormirse.
El día siguiente fue como cualquier otro día en la cabaña, sin la tensión de pensar que podrían descubrirlos, es decir, mucho más tranquilo, los padres volvieron con sus partidas de petanca, jugándose quien haría el carajillo después de comer, las señoras cuidándose de la cabaña, y ellos, ellos tuvieron su tiempo para subir con la manta a la cima, primero subieron Elvira y Fran, ella aprovechó para hablar de nuevo con el jefe… y hacer sus cositas con Fran, ya que estaban allí. Mónica y Álex también aprovecharon el tiempo cuando bajaron Fran y Elvira, ella a parte de disfrutar del sexo, era la forma en que notaba el amor que sentía por ella Álex.
Más tarde, las dos parejas relajadas, es una de las cosas para que sirve una buena follada, para relajarse y ver el mundo de otra manera, con más alegría. Paseaban hasta la charca de las ranas.
-¿Habrán acabado las obras en vuestra casa?- Preguntaba Elvira.
-No creo, tampoco creo que les quede mucho, ya estaban avanzadas.- Contestaba Álex.
Miró a Mónica, no dijo nada más.
-Esperamos- Empezó a decir Mónica.- que vengáis a la inauguración.
Álex le miró a los ojos, ella se agarró a su brazo, confirmándole que lo había dicho de corazón, que no los invitaba por compromiso.
-No sé, depende de la fecha.- Se excusaba Elvira.
-¿Cómo que depende de la fecha? Claro que vendremos, después de todo lo que hemos pasado juntos, que menos.- Decía convencido Fran.
-Vale, pues sí que vendremos.- Confirmaba Elvira.
-Ya os avisaremos.- Decía Mónica.- ¿Y vosotros? ¿Qué haréis a partir de ahora?
-¿Qué vamos a hacer?- Contestaba Elvira.- Volver a la comisaría central y él… él supongo que a sus negocios.
-A hacer de mediador ¿Verdad?- Se cachondeaba Álex.
-Más o menos.- Contestaron a la vez Álex y Fran.
Los cuatro reían paseando relajadamente por el bosque.
Un día más tarde se fueron Mónica y Álex, querían pasar dos o tres días con la familia de Mónica en la playa, de vacaciones. También se fueron Elvira y Fran, miraron las casas de los padres, comprobaron que todo estaba bien y no había preparado ningún explosivo que les reventara la casa, al abrirla o algo parecido, también miraron la casa de Álex, en la parte de abajo, las obras continuaban, y el apartamento no tenía ningún problema. Tranquilos después de comprobar que todo estaba en orden, siguieron viaje a Madrid.
...
El grupo en el apartamento de Elvira pasaba el rato como podía, algunos haciendo deporte por turnos, Vicente leyendo libros que tenía en las estanterías Elvira, libros que ella ni los había abierto, se los pusieron como parte de la decoración. Comían, hacían largas sobremesas hablando de cualquier cosa, descansaban, cenaban, miraban series, dormían… y un día pasado.
Al tercer día, antes de almorzar, Elvira recibió una llamada, todos se miraron, todos se preguntaban si esa sería la llamada. Elvira salió a la terraza para contestar, los demás se arremolinaron en la puerta de la terraza intentando escuchar que decía.
-Ya… -Sí, claro… -¿Tú crees que se mantendrá?... -Vale… -¡Uf!... Sí, sí, ningún problema… -De acuerdo, nos vemos…- A Elvira solo se le entendió esto, bajó el móvil y miró al grupo apelotonado en la puerta de la terraza.
Los demás intentaban adivinar si la cara de Elvira era de buenas noticias o malas, Elvira los miraba con cara de póker, sin expresión. Sonrió… y se le escapó una carcajada.
-Somos libres, podéis volver a vuestras casas tranquilos.
El grupo estalló en un grito de alegría, se abrazaron unos a otros, las parejas se besaban, la alegría se apoderó del apartamento de Elvira. Entraron al salón, Elvira y Mónica se quedaron fuera, para darles la noticia a sus familiares. Fran fue a buscar cervezas para todos, lo ayudaron Álex y Benítez, se repartieron y brindaron.
-¿Todo está solucionado?- Preguntó Mónica.
-Sí, eso parece- Contestaba Elvira.- las pocas sucursales que estaban de acuerdo en seguir con los sacrificios, se han rendido, a partir de ahora se regirán por otras reglas, nada de muertes ni cosas ilegales. Se han retirado a todas las personas ajenas a la Logia, quiero decir a todos los tíos que se habían contratado para buscarnos y matarnos, también se ha retirado el precio de nuestras cabezas, nadie nos persigue. Ya hemos llamado a la familia, todos podrán volver a sus casas, podremos seguir con nuestras vidas.
-Con nuestras aburridas vidas en la comisaría- Añadía García.- que ganas tengo de volver.
Benítez habló con Susan, aquella misma tarde volvería con ella y los niños.
-García, si queréis podéis volver conmigo.- Se ofrecía Benítez a llevarlos a su casa.
-Mi coche está en el campamento.- Decía preocupado Vicente.
-Cuando lleguemos a casa, podemos ir a buscarlo con el mío.- Comentaba García.
-¿Sabrás llegar?
García no sabía qué cara poner, en eso no había pensado.
-Te llamaré y quedamos en la entrada del camino desde la carretera ¿Sabrás llegar, no?- La tranquilizaba Elvira.- Nosotros también iremos, queremos estar con nuestros padres algún día más.- Hablaba Elvira por ella y Álex.
La familia de Mónica, desplazada en un pueblo de la costa, como si estuvieran de vacaciones, se lo tomaban tal cual, ellos hacían vida normal como si estuvieran de vacaciones, y además pagadas, salían a la calle tranquilamente a hacer los recados habituales, ir a la playa si hacía buen tiempo, a hacer la compra para la casa, se lo estaban pasando de puta madre, totalmente ajenos al drama que vivían en el campamento. Incluso, cuando llegó Mari, la pobre al salir corriendo de su apartamento, con su cuñado herido y un tío apoyado en el marco de la puerta de entrada que le faltaba media cabeza, solo se pudo llevar cuatro cosas en una bolsa, un puñado de bragas y calcetines, unas cuantas camisetas, el chándal que se puso y otro de recambio, las zapatillas que llevaba puestas, algunas cosas de higiene personal, el bolso con su documentación, que se colgó en el hombro, y nada más. Cuando llegó Mari, como os decía, le ofrecieron ir de compras para que tuviera algunas prendas más para vestirse, se compró un par de vestidos, un vaquero, algunas camisetas, un calzado más idóneo para la ropa nueva y un bikini por si tenía que ir a la playa. Se lo pagó en efectivo la madre de Elvira, no querían utilizar la tarjeta de crédito en aquellos momentos, por si los localizaban. Mari le prometió que en cuanto pudiera le haría un Bizum, para devolverle el dinero.
Cuando se enteró Mari que ya era libre, llamó con prisas a Víctor, estaba loca por volver a verlo, a él le pasaba lo mismo, tantas ganas tenía que se ofreció, mejor dicho, le confirmó a Mari, sin derecho de Mari a réplica, que la iría a buscar estuviese donde estuviese, fue darle la dirección Mari y Víctor salió corriendo con el coche. Los padres de Elvira y Álex, con una alegría muy grande, se quedaron a comer y prepararon la vuelta al campamento por la tarde, para encontrarse con sus hijos y sus parejas.
Benítez salía de Madrid con García y su familia. Cuando estaban acabando de almorzar, Mari, los padres de Elvira y Álex junto a la familia de Mónica, llegó Víctor, los abrazos y besos entre Mari y él fueron épicos, algunas risillas se escaparon de los demás que intentaron disimular. Víctor comió algo y descansó un poco del viaje, para volver a la carretera con Mari, tenían ganas de volver a su apartamento. Mari, sabiendo que llegaría Víctor, se esforzó en ponerse guapa para él, se puso el vestido que más le gustaba y se pintó un poco, como lo hacía habitualmente.
Volviendo en el coche con Víctor, Mari le explicó las experiencias y las tensiones que vivió en el campamento, lo que había hecho Elvira atacando las sucursales, la información que habían conseguido los que los buscaban, que sabían que estaban en una cabaña en el bosque, y como llegó a la casa de la playa con los familiares de Mónica. Lo de que se estuvo haciendo pajas espiando a las parejas, bueno, eso… si acaso… ya se lo diría en otro momento, o mejor no.
-Tenía tantas ganas de verte, soñaba contigo cada día.- Le decía enamorada Mari.
-No me puedo imaginar lo mal que lo pasarías, fue todo tan rápido, estábamos tan tranquilos, a punto de empezar con el aperitivo… y de pronto… la que se lió.
-Lo importante es que todo ha acabado bien ¿Por qué estamos todos bien, verdad? ¿Gus está bien?
-Sí, sí, tranquila, Gus está totalmente recuperado, ya ha empezado a trabajar con normalidad y… está muy arrepentido, cuando te vea no sabrá que decirte, no seas muy dura con él por favor.
-Yo no soy dura con nadie Víctor, soy una pava que solo quiere vivir tranquila, estar con su novio, y…
Mari miró a los ojos de Víctor, él giró la cabeza un momento mientras conducía para mirar los de Mari. El coche empezó a perder velocidad, Víctor buscaba en aquella carretera segundaria un lugar para parar.
-¿Qué haces cariño?- Preguntaba Mari.
-Un sitio, un lugar para parar y…
-Parar ¿Para qué?- Preguntaba inocente Mari.
-He intentado esperar a llegar al apartamento, no puedo más Mari, te voy a follar aquí mismo.
Víctor paraba el vehículo y se tiraba literalmente encima de Mari, se besaban con pasión.
-Detrás, vamos a los asientos de atrás.
Le pedía Víctor a Mari, casi sin entendérsele nada, fue igual que no se le entendiera, Mari, de un salto llegó al asiento trasero, miraba a su novio con una cara que lo decía todo, enamoramiento, pasión, locura, calentamiento, ganas de sexo. Se desnudaron uno al otro con rapidez y nervios, Víctor acabó quitándole las braguitas a Mari, fue directamente a comerle el coño, lo tenía mojadísimo, solo de ver como se desnudaron uno al otro y de cómo le bajó las bragas su novio. Mari, que estaba apoyando la espalda en el respaldo, los talones encima del asiento y con las piernas abiertas todo lo que podía, le agarró la cabeza a Víctor, no quería que le comiera el chichi, quería que se la follase, y se la follase… ya. Víctor se incorporó, Mari le agarró la polla y le dio unos meneos, no hacía falta, ya se dio cuenta que la tenía más dura que el acero, ella misma se la apuntó en la entrada de la vagina, él, movió con rapidez y dureza la cintura pegándole un pollazo importante. Mari gritó de gusto, de excitación y de ganas que tenía de hacerlo, se agarró con fuerza al cuello de su novio, mientras él se esforzaba, en una posición que no era muy cómoda, en meterle y sacarle la polla del coño, para que disfrutara, para que pusiera los ojos en blanco de tanto placer, para que gritara sin parar de gusto. Había tantas ganas, tanta excitación y tanto placer dentro de aquel coche que no tardaron en correrse, ella gritaba, él gruñía y gemía, sintiendo como Mari le clavaba las uñas en el culo al apretárselo tanto. Después descansaban uno al lado del otro, se besaban con cariño. Mari, le acariciaba la cara a Víctor, él la miraba, le veía aquella carita de niña inocente muy enamorada, pensaba que Mari era como él, a él también le gustaba vivir tranquilo, sin problemas, disfrutando el día a día de las pequeñas cosas normales que pasaban, él también era inocente y claro, lo que había aprovechado alguna chica en el pasado para engañarle, por eso no quiso ninguna relación hasta conocer a Mari, estaba convencido que Mari era la mejor pareja para él.
-Ahora ya podremos seguir con el viaje más tranquilos.- Se cachondeaba Mari, Víctor le volvía a besar los labios.
-En una hora pararemos a tomar algo, no tenemos prisa.- Le decía Víctor mientras se vestían.
-Como tú quieras.
-¿Tienes ganas de volver a casa?- Preguntaba Víctor.
-Tengo ganas de volver a la vida que tenía, trabajar, vivir contigo, volver a todo lo que dejé allí.
-Todo eso te está esperando.
Mari sonreía feliz, en algún momento llegó a pensar que podía perder la vida que tenía, la vida que tanto le gustaba y que tantos planes tenía para redondearla. El encuentro con Víctor le disipó todas las dudas.
Víctor puso el vehículo en marcha, volvieron a la carretera. Mari lo miraba, no paraba de mirarlo, demasiados días sin verlo.
-Víctor, voy a ser sincera contigo, ahora ya no hay ningún peligro en mi vida y quiero que lo sepas todo de mí.
Cuando hicieron la parada que Víctor había previsto, para descansar y que el viaje no se hiciera tan pesado, entendía perfectamente a Mari, o a la antigua Dolores, ella se lo había explicado todo, él se dio cuenta del porqué de muchas cosas de Mari, su cara de no haber roto un plato en su vida, claro, que experiencia de la vida real tenía una niña que se había pasado la vida en un orfanato, aunque en algunos momentos saliera de allí, a ella tampoco le gustaba salir mucho, no tenía poder adquisitivo para comprarse cosas, prefería quedarse dentro la mayoría de veces, pudo llegar a conseguir un móvil comprándoselo a una compañera de segunda mano, o tercera, vete a saber.
Viajaban en el cuatro por cuatro, Elvira, Fran, y en el coche del padre de Elvira, Álex y Mónica. Cuando estaban cerca del desvío de la carretera que llevaba a la cabaña, Elvira llamó a García.
-¿Dónde estás?- Le preguntó.
-Esperándote en el desvío hace un rato.
-Estamos a punto de llegar.
Colgó la llamada Elvira, García miraba el móvil, Elvira seguía siendo tan seca como siempre, se reunieron los tres coches. Elvira primero, García segundo y Álex el tercero, circulando por el laberinto de caminos hasta llegar al campamento. Allí los esperaban los padres de Álex y Elvira, García y su marido Vicente, se despidieron de todos y se subieron en los coches.
-¿Ya sabrás volver a la carretera?- Le preguntaba Álex a García.
-Hemos memorizado todos los desvíos, creo que nos acordaremos.- Contestaba Vicente.
-De ti me fio, de ella… no sé, creo que podría llegar a cualquier parte saliendo de aquí.- Les decía Mónica, con las risas de los demás.
Los que se quedaron, se tomaron una cerveza, sentados en la entrada de la cabaña, disfrutando de la vista del bosque, sin nervios, sin presiones, tranquilos de que nadie les vendría a tocar las narices. Antes de cenar, Elvira y Mónica subieron a la cima, Elvira se apartó para hablar con intimidad con el jefe, cuando acabó, se volvió a acercar donde estaba Mónica.
-¿Qué planes tenéis?- Le preguntó a Mónica.
-Estaremos un par de días aquí, a mi familia le gustaría que pasáramos algún día también con ellos antes de irse de la playa, me han preguntado si sabía cuántos días más podrán quedarse, se lo están pasando de puta madre.
-No me extraña, vacaciones pagadas en un lugar bonito ¿Qué más quieres?
-¿No las estarás pagando tú?- Le preguntaba Mónica.
-No, fondos reservados…
-Dime una cosa Elvira.
-¿Qué quieres saber?
-Cuando le disparaste la granada al presidente ¿Sentiste algo?
Elvira la miraba fijamente.
-¿Qué quieres decir?
-No sé, no pienses mal, como cerraste el intercomunicador no escuchamos nada…
-Es que no teníais que escuchar nada chafarderos, no podía mantener la comunicación abierta, no podía hacer ruido y que me descubrieran, solo abrí la comunicación para que supierais cuando empezar el jaleo, así solo se quedaron un par de tíos protegiendo al presidente, los demás bajaron a la entrada para defenderla, justo lo que tenía planeado.
-Me hubiera gustado escuchar lo que pasó con el presidente.
-Serás cotilla, tía, le dije cuatro cosas, él intentó alcanzar un arma y ya está, acabó mal, ya lo sabes, se desintegró un poquito.
Mónica sonreía, Elvira manipulaba el móvil, miró a Mónica.
-Toma, llama a tu familia y diles que tienen pagado hasta el domingo, les quedan días para disfrutar, y tú podrás ir con Álex a visitarlos.
-Gracias Elvira.
Le agradeció Mónica antes de hablar con su familia y confirmar que les irían a visitar con Álex un par de días más tarde.
-¿Y vosotros? ¿Qué planes tenéis?- Preguntaba Mónica.
-Estaremos un par de días aquí, como vosotros, después iremos a Ciudadseca, quiero asegurarme que en la casa de mis padres, en la de los padres de Álex y en la vuestra, no tengan una trampa con explosivos por si volvíais en algún momento.
-A García no le dijiste nada.
-García vive en un piso, además, no era una persona reseñable, si estaba con nosotros es porque no quise correr ningún riesgo, sinceramente creo que se podía haber quedado en la ciudad como Benítez y no hubiera pasado nada.
Las dos chicas iniciaban el camino de regreso a la cabaña.
-¿Cómo te va con Álex?
-Muy bien, la verdad que muy bien… Una cosa, ¿Tú…? ¿Tú no tendrás un interés especial en que estemos juntos, no?
-¡Hostia Mónica! Solo te he preguntado cómo te va con Álex ¡Coño! Ahora que ya se ha acabado la tensión que teníamos, te aburres, te aburres y tienes que empezar otra vez con tus conspiraciones paranoicas ¡Venga ya!
-Vale, ya veo que no quieres hablar conmigo en serio.
-Hablar en serio ¿Cómo quieres que hable en serio si me haces esas preguntas tan idiotas?
-¿Ahora me insultas?
-Si te digo idiota, será porque lo pareces con tus preguntitas sin sentido.
-¿De verdad no tienen sentido?
-No, no lo tienen, estás con Álex, mi mejor amigo, me gusta saber que él está bien.
-Pues podrías preguntarle a él directamente, si es tan buen amigo tuyo como dices.
-Si no lo hago es para que tú no te pongas celosa, igual que te llamo más veces a ti que a él, ya te dije que no quería interponerme entre vosotros, aunque tengo que reconocer que es difícil con lo celosa de mierda que eres, cualquier cosa que haga tú piensas mal, te haces la picha un lio y piensas en conspiraciones y cosas raras ¡Coño! ¡Ya está bien de tanta tontería!
Las dos se habían parado discutiendo, se miraban una a la otra.
-Estáis invitados a la inauguración de la casa.
-¿Qué dices?
-Pues eso, que tú y Fran, estáis invitados a la inauguración de nuestra casa nueva.
-Tía, estás fatal.
-Sí, estoy fatal, y no valen escusas, tenéis que venir.
Elvira no contestó, siguieron bajando el camino.
-Eso si no le han metido un bombazo y os la han enviado a tomar por culo.- Se cachondeaba Elvira.
-Que graciosa.
A las dos se le escapaba la risilla.
-Perdóname Elvira, es verdad, a veces tengo dudas, noto que os queréis tanto que… me pongo celosa, tengo que reconocerlo.
Elvira le pasó el brazo por encima del hombro a Mónica.
-Querida, si quisiera estar con Álex… no tendrías nada que hacer, soy muchísimo más guapa que tú ¡Fea, más que fea!
Elvira salió corriendo partiéndose de risa, Mónica la perseguía.
-Párate hija de puta, te voy a matar.
Así llegaron las dos al campamento, corriendo y gritando una detrás de la otra, los novios, que seguían bebiendo cerveza en la puerta de la cabaña, las miraban sin entender nada.
-¿Qué hacéis? Estáis locas ¡Eh!- Les decía riendo Álex.
Mónica tal como llegó se sentó en el regazo de Álex, le quitó la cerveza y le dio un trago. Elvira hizo lo mismo con Fran. Salió la madre de Elvira.
-Chicos, dejar de pelar la pava y entrar a cenar.
-¿Pelar la pava? ¿Eso qué es?- Preguntaba Fran.
-Cosas de mi madre, no te preocupes.
Cenaron, se tomaron algo todos juntos y se fueron a dormir, como siempre, los mayores en la cabaña y las parejas jóvenes en las tiendas. Mónica, debajo del edredón, por las noches, y más en el bosque, refrescaba bastante, se abrazaba a Álex, apoyándole la cabeza en el pecho, él le pasaba un brazo por la espalda.
-Álex ¿Podemos hablar un poquito?
-Claro.
-Yo… yo nunca creí en la pareja, la gente que conocía se peleaba y discutía, se separaban o seguían sin estar bien uno con el otro, otros se casaban, no les iba bien y decidían tener un hijo, luego les iba peor y acababan divorciándose, no conocí a nadie de nuestra generación que les fuera muy bien, por eso no creía en la pareja, siempre pensé que era mejor no comprometerse, o hacerlo cuando fuera mucho más mayor…
-A tus padres y a los míos no les ha ido tan mal…
-Por eso hablo de nuestra generación, lo he visto con amigas y amigos, con gente conocida, veía relaciones forzadas, nada naturales, no sé, por eso decidí no tener relaciones serias y largas, por eso cuando me dieron este destino, quiero decir, el de la comisaría, no tuve ningún problema en venir sola, no tenía ninguna carga emocional.
-Bueno, no…
-Espera, deja que acabe, fue llegar aquí, conocerte a ti y… algo se dio la vuelta dentro de mí, casi no hablábamos, era un trato educado como compañeros, pero… yo sentía algo, no quería forzar nada porque nunca lo había hecho. Hasta que se metió en medio Catwoman, cuando te pidió que me llevaras a la cena, sin pensarlo encontré una escusa para poder salir contigo y no quería desaprovecharla, era diferente, me hacía ilusión, y pensé ¡Coño! Un poco de sexo con un hombre tan guapo no te vendrá mal, por eso te besé y provoqué que folláramos, en ese momento no tenía otra intención que pasarlo bien, sin compromisos, ya sabes. Luego, fue todo tan rápido, me encontré viviendo en tú casa, viéndote a todas horas, conviviendo contigo…
-Mónica ¿Tú quieres llegar algún sitio, verdad?
-Sí.- Contestó Mónica, dándole un beso en el pecho.- Álex, si pasara algo entre nosotros, si me dejaras… me harías mucho daño, en mi vida me he sentido así, tengo hasta miedo de no estar contigo, ahora entiendo lo que quiere decir que seas mi media naranja. Álex, te quiero tanto, te quiero como no he querido nunca a nadie…
-¡Eh, eh! ¿Te pasa algo? Cariño.- La abrazaba Álex consolándola, sin entender que le pasaba a Mónica.
-Creo que es bueno no esconderte nada, me preocupa Elvira…
-Elvira siempre te ha preocupado, para mí no es ningún problema entre nosotros, nosotros tenemos planes de futuro juntos, Ya lo hablamos, somos amigos y ya está, a mí me gusta que así sea porque siempre hemos sido amigos, pero… si tú crees que no debo estar tan cerca de ella, me alejaré, nos alejaremos…
-No, no quiero que renuncies a su amistad, quiero que sea eso, una amistad y ya está.
-Es una amistad y ya está, lo lleva siendo desde hace mucho tiempo.
-Vale, vamos a dormir.
-Hasta mañana cariño.
Le dio un cariñoso beso en la cabeza Álex a Mónica, ella se acurrucó apretándose más a él, Álex pensaba, sí que sería capaz de alejarse de Elvira, y lo haría por una razón muy sencilla, si Elvira quisiera volver a tener la relación con él, no sabía cómo reaccionaría, se volvería loco, como iba a rechazar a una de las dos, estando una lejos y sin contacto, facilitaba las cosas. Hizo una mueca antes de dormirse.
El día siguiente fue como cualquier otro día en la cabaña, sin la tensión de pensar que podrían descubrirlos, es decir, mucho más tranquilo, los padres volvieron con sus partidas de petanca, jugándose quien haría el carajillo después de comer, las señoras cuidándose de la cabaña, y ellos, ellos tuvieron su tiempo para subir con la manta a la cima, primero subieron Elvira y Fran, ella aprovechó para hablar de nuevo con el jefe… y hacer sus cositas con Fran, ya que estaban allí. Mónica y Álex también aprovecharon el tiempo cuando bajaron Fran y Elvira, ella a parte de disfrutar del sexo, era la forma en que notaba el amor que sentía por ella Álex.
Más tarde, las dos parejas relajadas, es una de las cosas para que sirve una buena follada, para relajarse y ver el mundo de otra manera, con más alegría. Paseaban hasta la charca de las ranas.
-¿Habrán acabado las obras en vuestra casa?- Preguntaba Elvira.
-No creo, tampoco creo que les quede mucho, ya estaban avanzadas.- Contestaba Álex.
Miró a Mónica, no dijo nada más.
-Esperamos- Empezó a decir Mónica.- que vengáis a la inauguración.
Álex le miró a los ojos, ella se agarró a su brazo, confirmándole que lo había dicho de corazón, que no los invitaba por compromiso.
-No sé, depende de la fecha.- Se excusaba Elvira.
-¿Cómo que depende de la fecha? Claro que vendremos, después de todo lo que hemos pasado juntos, que menos.- Decía convencido Fran.
-Vale, pues sí que vendremos.- Confirmaba Elvira.
-Ya os avisaremos.- Decía Mónica.- ¿Y vosotros? ¿Qué haréis a partir de ahora?
-¿Qué vamos a hacer?- Contestaba Elvira.- Volver a la comisaría central y él… él supongo que a sus negocios.
-A hacer de mediador ¿Verdad?- Se cachondeaba Álex.
-Más o menos.- Contestaron a la vez Álex y Fran.
Los cuatro reían paseando relajadamente por el bosque.
Un día más tarde se fueron Mónica y Álex, querían pasar dos o tres días con la familia de Mónica en la playa, de vacaciones. También se fueron Elvira y Fran, miraron las casas de los padres, comprobaron que todo estaba bien y no había preparado ningún explosivo que les reventara la casa, al abrirla o algo parecido, también miraron la casa de Álex, en la parte de abajo, las obras continuaban, y el apartamento no tenía ningún problema. Tranquilos después de comprobar que todo estaba en orden, siguieron viaje a Madrid.
...
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Que bonito, 
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Aún queda un misterio por resolver. El misterio de los zapatos cuadrados.
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Ahora es el momento en el que debe aparecer @javieron con los fiscales y la policía judicial, y proceder a la detención de todos los "cómplices" de la Logia. Sabemos donde está cada uno, hay que ir a por ellos. Creo que solo se salvan Álex, Mónica, Mari, Victor, Benítez y Susan.
Será interesante ver en el juicio los debates sobre los conceptos "rehén", "cómplice", "infiltrado", "defensa propia" y "cooperación necesaria".
Será interesante ver en el juicio los debates sobre los conceptos "rehén", "cómplice", "infiltrado", "defensa propia" y "cooperación necesaria".
Carlos Sevillista
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Bueno, pues Mónica se ha sincerado y creo que Alex, aunque sea difícil, quiere a las 2. No sé si ama más a Mónica que a Elvira, que creo que sí .
Elvira está demostrando un gran sacrificio, porque aunque sigue enamorada de Alex, renuncia a él , porque sabe que eso destruiría a Mónica.
Yo veo más amor entre Mónica y Alex que entre Fran y Elvira. Y aunque alguna vez pensé que Alex terminaria junto a Elvira, parece que no y que se va a mantener como está.
Elvira está demostrando un gran sacrificio, porque aunque sigue enamorada de Alex, renuncia a él , porque sabe que eso destruiría a Mónica.
Yo veo más amor entre Mónica y Alex que entre Fran y Elvira. Y aunque alguna vez pensé que Alex terminaria junto a Elvira, parece que no y que se va a mantener como está.
Carlos Sevillista
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Alex quiere a las 2. Por eso lo mejor es que Elvira este lejos.
Sin embargo, creo que Elvira sigue muy enamorada de Alex, pero no quiere hacer daño a Fran y como está bien con él, no tiene más remedio que renunciar a él.
Sin embargo, creo que Elvira sigue muy enamorada de Alex, pero no quiere hacer daño a Fran y como está bien con él, no tiene más remedio que renunciar a él.
Herpilis
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Las opciones son claras:
- Cada oveja con su pareja, como están ahora, como debe ser si nadie quiere salir herido.
- Fran desaparece, Elvira sigue haciendo lo que ella cree conveniente por el "bien" de Álex. Será testigo en la boda de Álex y Mónica.
- Fran desaparece, Elvira ya no tiene pacto alguno que cumplir con la Logia y se pregunta si tanto sacrificio ha valido la pena, total para acabar sola ... se lo confiesa todo a Álex ... Álex se vuelve loco ...
- Fran desaparece, Elvira se acerca a Álex, Álex se aleja de Elvira con Mónica.
- Fran desaparece, Elvira se acerca a Álex, Alex se aleja de Mónica con Elvira.
- Fran desaparece, Elvira se acerca a Álex, Álex se aleja de Mónica con Elvira ... la cotilla de García le cuenta lo del escrito anónimo a Álex ... Álex se vuelve loco ...
- Fran desaparece, Elvira se acerca a Álex, Mónica se acerca a Elvira, Álex, Mónica y Elvira no quieren alejarse uno del otro.
- Cada oveja con su pareja ... los cuatro se encuentran veraneando en la cabaña años después, las bolas vuelven a rodar en la pista de petanca mientras dos buenas amigas le pegan al güisqui juntas ... todos ellos se conocen "muy bien" entre ellos, a veces se confunden de habitación y no pasa nada, saben lo que hay ... "más o menos".
- ...
- Los cuatro fundan Abba ...
- Cada oveja con su pareja, como están ahora, como debe ser si nadie quiere salir herido.
- Fran desaparece, Elvira sigue haciendo lo que ella cree conveniente por el "bien" de Álex. Será testigo en la boda de Álex y Mónica.
- Fran desaparece, Elvira ya no tiene pacto alguno que cumplir con la Logia y se pregunta si tanto sacrificio ha valido la pena, total para acabar sola ... se lo confiesa todo a Álex ... Álex se vuelve loco ...
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- Fran desaparece, Elvira se acerca a Álex, Mónica se acerca a Elvira, Álex, Mónica y Elvira no quieren alejarse uno del otro.
- Cada oveja con su pareja ... los cuatro se encuentran veraneando en la cabaña años después, las bolas vuelven a rodar en la pista de petanca mientras dos buenas amigas le pegan al güisqui juntas ... todos ellos se conocen "muy bien" entre ellos, a veces se confunden de habitación y no pasa nada, saben lo que hay ... "más o menos".
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Elvira ya hace tiempo que renunció a él, y para asegurarse que Alex no la buscaría le dio a Mónica. Ahora no se la va a quitar. Lo mejor es siga con Fran, juntos y cada uno haciendo sus costillas.
Con una o dos veces al año que se vean, sería suficiente.
Y ahora que ya está desarticulada la logia perversa. ¿A que se va a dedicar Elvira? ¿Se adaptará a vivir con el sueldo de inspectora?
Con una o dos veces al año que se vean, sería suficiente.
Y ahora que ya está desarticulada la logia perversa. ¿A que se va a dedicar Elvira? ¿Se adaptará a vivir con el sueldo de inspectora?
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Pues son ideas para una secuela.
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Fé de errata. Donde dice costillas, es cosillas. Puto corrector
Carlos Sevillista
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Ahora que te pillo. Y perdonad que haga este cambio de orientación, termino muy futbolístico .
Seguro que vas a ver la nueva peli de Gal Gadot. Tiene buena pinta.
Por cierto, no os montéis película. No va a pasar nada, en cuanto a las parejas.
En cuanto a lo que dices, si que intentarán algo seguro, pero no creo que los pille en fuera de juego. Estarán con 1000 ojos y listos para repeler el ataque.
