He estado pensando en la "última confesión" del autor. Joder, es que la cabeza me va a piñón fijo y aún no consigo soltar la historia y encima va el autor y se nos abre en canal.
Bueno, que me lio.
Dos cositas. En primer lugar agradecer al autor, como siempre, su generosidad al compartir con nosotros su trabajo, su esfuerzo, sus quebraderos de cabeza y una afición que le hace feliz. Me ha gustado mucho que compartiese esos malos momentos por los que pasó, que nos mostrase sus debilidades y limitaciones, y cómo las asume con naturalidad, me ha pasado como con sus personajes, me ha cautivado ese factor humano. Y sobre todo nos pone con los pies en la tierra, nos enfrenta ante lo que estamos realmente, un espacio de compartir y disfrutar con las historias que nos cuentan. Un lugar donde gente que es feliz escribiendo o que hasta escribe para ser feliz, incluso tal vez le sirva de terapia personal, comparte con nosotros historias que leemos para evadirnos, para que la imaginación nos invada, para satisfacer nuestras ansias de marujeo o incluso porque nos gusta sufrir viendo el sufrimiento ajeno, o llorar con un final feliz, porque nos hace sentir emociones. Estamos aquí por todo eso y nada más que eso. Por ellos, por los autores y su generosidad, y por las ganas de leer y compartir de todos nosotros, sin más expectativa que esa, no hay premios literarios ni compensación económica, solo buscar un ratito de felicidad, unos escribiendo y otros leyendo. Juzgar esta actividad más allá de estos parámetros creo que está fuera de lugar.
La otra cosita es ... ¡cooñoo! ¿Qué era la otra cosita? ... Tenía que ver con la historia ... ¡Ah! Sí, ya está. La otra cosita tiene que ver con el título de la historia. Me he estado comiendo la cabeza desde que leí cómo pone título a los relatos el Jodío Autor, y me he montado una película en la cabeza que si no la suelto reviento.
El título, "La Destartalá", me parece una estupenda metáfora que utiliza esa mansión indiana con un pasado esplendoroso que ahora no es ni la sombra de lo que fue, es otra cosa diferente. Y me parece que esa mansión es una metáfora de la trama que envuelve a la Logia, pero también de la trama que envuelve a Elvira y Álex. Como en la Logia y en la relación de Elvira y Álex, la mansión vivió tiempos de esplendor, progreso y hasta felicidad, pero el lado oscuro de la condición humana, representado por el hermano del Marqués y su descendencia, corrompió la Logia, provocó la separación de una feliz pareja ... y fue la causa de la decadencia de la mansión hasta convertirla en "La Destartalá". Un caserón sombra de lo que fue y en cuyo interior guarda secretos inconfesables que ese lado oscuro mantiene y que impiden que recupere su esplendor. La fotografía de la criada haitiana encontrada en esa mansión y recuperando la sonrisa tras sacar a la luz los secretos inconfesables de "La Destartalá" resulta ser la primera pista de lo que sucede cuando se vence a la oscuridad de ese lado oscuro.
En el caso de la Logia, evidentemente se libra del lado oscuro y recupera su noble fin, aunque seguramente será diferente de la fundada por el Marqués, aquellos representantes de los oficios de Ciudadseca ahora han sido sustituidos por personajes de otras esferas del país. Para Elvira y Álex, el tiempo en común se acabó, pero cada uno ha encontrado su felicidad, y los secretos inconfesables ya no pesan pudiendo mirarse a la cara y encontrar la misma mirada de aquella criada haitiana que les sonreía a Álex y Mónica desde la fotografía.
Me gustaría imaginar el final con esa bonita Mansión Indiana de estilo modernista restaurada, luciendo flamante su nombre original "La Ultramar" convertida en casa museo para mostrar la historia de la ciudad, incluso la historia que no quería ser mostrada, la que reconocerán en silencio al visitarla los padres de Álex y Elvira, y ese será su secreto, y estará bien que siga siendo su secreto, pero también para mostrar el esplendor inicial, sentirse orgullosos de aquel pasado fundacional, y lanzar una mirada hacia el progreso y los planes de futuro de Ciudadseca, tal como termina la historia alrededor del futuro compartido de Elvira y Álex, porque ambos comparten un futuro luminoso, aunque no precisamente como habían pensado en el pasado, sobre todo Elvira, solos los dos en una isla desierta comiendo pescado del mar en el que se bañan y frutas de los árboles que los rodean, ahora no están ellos solos y comen pescado y marisco del cantábrico y frutas de Nueva Zelanda que van muy bien para tránsito intestinal ... esto era para que la trascendencia del comentario pase más "suave".
No sé cómo lo hago para que me salgan estos peñazos de comentarios ... os juro que hago lo que puedo por sintetizar, pero no doy para más.
En fin, que hay tantos detalles en las historias de
@Akuaries que a poco que te metas entre líneas puedes descubrir cuan compleja es la composición que ha construido, y las insospechadas conexiones conceptuales que hay en la historia. No me extraña que llegase un punto en que tuviese que parar para que esto, que se hace por placer, no se convirtiese en un sufrimiento para él.
De nuevo Gracias al Jodío Autor ... mejor que pare, porque no acabaría, se le puede sacar mucha punta. De hecho, recomiendo a todo aquel que quiera descubrir una nueva historia, releer esta desde esta nueva realidad que es conocer el desenlace. Veréis qué distinta se ve, la intriga desaparece, pero los detalles de las relaciones que pasaron desapercibidos afloran captando toda la atención ... además, así se hará más corta la espera hasta la siguiente historia.
Lo dicho, mejor me voy yendo ...