49
Al día siguiente. Domingo.
Carlos
Salí fuera de la casa para abrirles a Cris y a su novio. Le di dos besos a Cris y un fuerte apretón al novio. Los miré. Cris estaba muy guapa, con su largo pelo suelto, gafas de sol y un bonito vestido veraniego muy cortito y que dejaba ver los tirantes de su bikini. Su novio, Alberto, era un chicarrón alto y fuerte, con una camiseta muy ajustada marcando su escultural cuerpo. Su apretón había sido fuerte y firme, y eso me gustó. Les dije:
- Pasad, pasad, ya estamos en la piscina
- ¿Ya han llegado Silvia y su familia?
- Sí, bueno, han pasado aquí la noche
Los llevé a la piscina donde Silvia, Antonio y Gema se bañaban. Salieron al vernos llegar. Silvia cogió una toalla para secarse y le dio dos besos a Cris y al novio. Antonio, le dio dos besos a Cris y un fuerte apretón a Alberto. Gema dijo:
- Yo soy Gema ¿Cómo te llamas?
Cris se agachó y le dijo:
- Soy Cris, y él Alberto, y tú eres muy guapa
- Gracias, tú también
Todos nos reímos. Cris le dio dos besos y Gema dijo:
- ¿Vienes a la piscina?
- Claro, pero un momentín, que tengo que dejar unas cosas ¿Vale?
- Vale
Entonces miró a Carlos y le dijo:
- Vente tú, Caglo
- Ahora, preciosa, antes tengo que hacer una cosa
- Nooo, yaaaa, vamos, vamos
Cris se levantó y dijo:
- Que encanto, Silvia
- Ya ves, pero es un monstruito de las piscinas ¿Verdad, tesoro?
Y le hizo cosquillas a Gema que se partió de risa. Cris dijo:
- Carlos ¿Podemos dejar esto en el frigorífico?
- Pero ¿Has traído algo? Te dije que no
- Solo es una ensaladilla rusa, pero mejor que esté en frío
Meneé la cabeza y la llevé a la cocina mientras los demás se volvían a la piscina. Cris le dijo al novio:
- Cariño, métete ya en la piscina, vuelvo en un segundo
Él asintió y se quitó la camiseta. En efecto, el chico estaba muy musculado y estaba claro que le gustaba mostrarlo. En la cocina, Cris me dio una bandeja enorme que metí en el frigorífico mientras ella decía:
- Que alegría estar aquí, Carlos
- ¿Sí?
- Sí, te noto más animado, eso me alegra mucho
- Bueno, es que Gema no me deja desanimarme jeje
- ¿Sí? Te adora ¿No? Eso dice siempre Silvia y ya veo que es verdad
- Bueno, es que soy su padrino jeje
Entonces salimos fuera donde Gema gritaba:
- Fiesta, fiesta
Entonces Cris se fijó en un cartel que estaba colgado en la pared que ponía “FELICIDADES” y preguntó señalando a Gema:
- ¿Es su cumple?
Silvia respondió desde la piscina:
- No, es el cumple de Carlos
Cris me miró con la boca abierta y dijo:
- No me has dicho nada
- ¿Ah, no? (dije haciéndome el tonto)
- Pero… pero… no te he traído un regalo
- No importa, Cris, esto ha sido idea de Silvia, yo no quería nada y…
- Jo, Silvia ¿Por qué no me lo has dicho?
Silvia dijo:
- Pensé que lo sabías
- Que va, primera noticia
Entonces me miró y dijo:
- Que mal, Carlos, tendrías que habérmelo dicho
- Así mejor, sin compromisos
- Pero…
Entonces se me acercó, me abrazó, me volvió a dar dos besos y dijo:
- Felicidades
- Gracias
Y tras soltarme, le dijo a su novio:
- Alberto, es el cumple de Carlos
- Ya… bueno, felicidades, Carlos
Le di las gracias y dije:
- Bueno, vamos al agua ¿No?
- Sí
Me quité la camiseta y ella el vestido. Evité mirarla y me tiré al agua. Luego llegó ella y se puso a jugar con Gema. Me sentía muy bien con tantas risas en mi casa.
Silvia
Entré en la cocina donde Carlos estaba sacando ya la comida. Le dije:
- Deja eso y vete fuera, es tu cumple
- No, que tú eres capaz de quemar la carne jeje
- Pero serás…
Y le di un codazo. Le ayudé a sacar la carne a la barbacoa y mientras él la encendía, le dije:
- Estás sonriente
- ¿Sí? Bueno, tengo buena compañía
Le sonreí, estaba siendo un buen fin de semana. Carlos había dejado de lado su depresión y se le veía bien. Le dije:
- ¿Te refieres a que la niña te levanta el “ánimo”?
- ¿Gema?
- No, tonto, la otra niña y el el otro “ánimo”
- ¿Qué?
- Cris, tonto
- Ah ¿Qué pasa?
- Tiene cuerpazo
- ¿Qué? Jajaja
- Ahora no me vengas con que no te has fijado
- Pues… Sí, un poco
- Tiene tonto a mi Antonio, pero claro, la niña es que tiene tipazo, y con esas tetas…
- Jajaja ¿Celosa?
- Pues, un poco, me siento vieja a su lado
- Jajaja, que tontería, estás mucho más buena que ella
- Mentiroso
- No, es la verdad
- Me faltan tetas, lo sabes bien
Le dije con sorna, recordándole que me las había visto, y él, riendo, dijo:
- Por eso mismo lo digo con total conocimiento de causa jeje
- Jajaja, mentiroso adulador
Pero me encantaba aunque era consciente que si me comparaba con ese esbelto y juvenil cuerpo, no tenía nada que hacer. Le dije:
- Bueno ¿Y te arrepientes?
- ¿De qué?
- De no haberme hecho caso en Navidad
- ¿Cómo? Ah, jajajaja
- Te la podrías haber tirado
- Jajajaja claro, claro, pero ¿Tú has visto al novio?
- Claro que lo he visto, para no verlo, está cañón
- Jajaja, por eso mismo, teniendo eso se va a ir con un viejo fofo jajaja
- Pues sí, además, ese chico es bastante tonto ¿No has hablado con él?
- Un poco
- Tiene dos neuronas, no más
- Jajaja ¿Por?
- No tiene conversación, cero conversación que no sea hablar de sus ejercicios físicos y su cuerpo
- ¿En serio?
- Y es un descarado, te desnuda con la mirada
- A mí no jeje
- Ya, pero a mí sí, y sin ocultarlo
- Silvia, es que estás muy buena, normal que se fije en ti
- Tonto
Miré a la piscina y le dije a Carlos:
- Míralos
- ¿El qué?
Señalé con la cabeza a la piscina. Gema estaba en el agua y Cris de pie en el bordillo tirándole una pelota que Gema le devolvía. Antonio, en una tumbona, no perdía detalle de la escena, y el novio en la piscina hacía como ejercicios con los brazos. Le dije a Carlos:
- Mira a Antonio, no le quita el ojo a Cris, a su culo, porque claro, vaya culito el de Cris, todo hay que decirlo
- Jajaja
- Esta noche, cuando quiera tema, no sé si me follará a mí o a Cris en su cabeza
- A ti, está clarísimo
- Ya…
Suspiré, me sentía vieja, esa era la verdad, pero Cris no tenía ninguna culpa, era la edad que no perdonaba. Entonces Carlos se me acercó y dijo muy bajo:
- Me gusta mucho más tu culo, Silvia
- Anda ya, míralo, redondo y bien puesto, y duro, seguro, y el mío grande y flojo y…
- En eso te equivocas, Silvia
Y me miró con una media sonrisa que me pareció super seductora, incluso me recorrió un escalofrío y pensé “Joder, y yo que si pudiera elegir entre tú y ese musculitos no dudaría en matarte a polvos”. Le sonreí y dije:
- La edad no perdona, Carlos
- En tu caso aún no es importante, eso seguro
- Estás de un adulador hoy… o eso o que estás perdiendo vista jeje
- No, eso no es
Y me guiñó un ojo separándose. Entonces vimos acercarse a Cris que dijo:
- ¿Os puedo ayudar?
- No, está todo controlado
- Pero quiero ayudar, puedo…
- Ya estás ayudando entreteniendo al monstruito
Le dije sonriendo. Cris rio y dijo:
- Que energía tiene
- Ya te digo
- ¿Seguro que no puedo ayudar?
- Seguro, vuelve a la piscina
- Vale
Y la miré con envidia mientras volvía meneando ese pequeño pero sexy culito, aunque más envidia tenía de sus pechos.
Cristina
El almuerzo fue estupendo, me reí un montón y lo disfruté al máximo. Carlos estaba contento y dicharachero, contando mil cosas, con Silvia secundándolo y metiéndose con él, los dos con muy buen rollo, como siempre. Y Gema era un encanto total.
El marido de Silvia, Antonio, sí me ponía un poco nerviosa. Aunque intentaba disimularlo, siempre me miraba demasiado, sobre todo las tetas, y eso me incomodaba, sobre todo por Silvia.
Carlos también me lanzaba miradas rápidas, pero no eran incómodas, siempre me miraba a los ojos cuando hablaba conmigo, sus miradas eran cuando pensaba que no lo veía, y esas miradas no me molestaban, al contrario.
Lo peor era Alberto, que se aburría mucho. No le gustaban nuestras conversaciones porque no las entendía, y cuando intentaba hablar de él y sus ejercicios, nadie le hacía caso porque no interesaba a nadie, y eso le molestaba acostumbrado a ser el centro de las conversaciones. Y su forma de entretenerse era mirar a Silvia de una forma grosera. Le había tenido que llamar la atención y él solo dijo “Me aburro y está buena la MILF”. Además, al aburrirse, había estado muy sobón, demasiado y le había tenido que cortar el rollo porque estábamos con mis amigos y con una niña, y eso le había molestado.
Cuando terminamos de comer, Silvia dijo:
- A ver ¿Quién va a llevar a mi niña a comprarse un helado?
Antonio dijo:
- ¿Ahora?
- Claro, se lo ha ganado, se ha portado muy bien en el almuerzo ¿Verdad, tesoro?
Gema empezó a dar saltitos:
- Sí, sí, helado de fresa, síiiii
- Venga, os dais un paseo los cuatro, un helado de fresa sin azúcar para mi niña y vosotros os tomáis otro, y mientras, nosotras limpiamos todo esto
Rápidamente, Carlos dijo:
- No, id vosotros, me quedo yo y…
- Ni hablar, vas tú el primero, y andáis un poco, que os habéis hinchado a comer, os vendrá bien
- Pero no limpiéis nada, eso lo hago yo cuando vuelva, tumbaos a descansar
- Que no, Carlos, que nos dejes tranquilas, os vais ya, venga, rápido
Y casi los echó mientras yo me reía. Silvia era todo un carácter. Cuando nos quedamos solas, empezamos a recoger.
Silvia
Le dije a Cris:
- Cris, si quieres vete con ellos
- No, no
- Es que si no los echo, Carlos se hubiera puesto a limpiar, y es su cumple
- Ya
- Y es un cabezón, no me hubiera dejado limpiar tranquila jeje
- Jeje
- Mi Antonio nunca mueve un dedo, pero Carlos no es de esos, no puede quedarse tranquilo viendo como otros trabajan
- Ya, Alberto igual que tu marido, no hace nada
- Vaya dos, somos tontas
- Ya jeje
- Por cierto, Cris, has tenido tonto a mi marido todo el día
- ¿Qué? Yo…
Vi como se ponía colorada y me reí. Le dije:
- Es normal, tienes tipazo, niña
- No, estoy demasiado delgada
- Anda ya, siento envidia cochina jajaja
- Yo la siento de ti, Silvia
- ¿De mí? Jajaja
- Sí, eres… me gustaría ser como tú algún día
Me paré y la miré extrañada. Ella dijo:
- Tienes todo lo que me gustaría ser, eres guapa, atractiva, inteligente, con carácter, segura de ti misma… Me siento muy poca cosa al lado tuya
- Que tontería más grande
- Es la verdad
- Es verdad que te falta creer más en ti, pero el resto de cosas las tienes y de sobra
- No, no como tú
Me reí y le dije:
- Por eso los chicos hoy no apartaban sus ojos de ti jeje
- ¿Los chicos? ¿Carlos también?
- Claro ¿Te molesta?
- Noooo, que va
- ¿Qué opinas de Carlos?
- Pues es… es encantador, y buena persona y…
- Me refiero ¿Te parece un tío atractivo?
Cris se volvió a sonrojar y dijo:
- Bueno, sí
- No pareces convencida
- Sí, me parece muy atractivo
- ¿Crees que tiene un polvo?
Cris se rio y dijo:
- Y dos jajaja
- Jajajaja
- Oye, Silvia, ¿Carlos y tú alguna vez habéis…?
- No, nunca, ni cuando yo estaba soltera
- ¿Por qué?
- Porque mmmm ya sabes como es Carlos, no es ligón
- No lo parece
- Para nada, y yo tampoco, es decir, cuando estaba soltera no buscaba nada con él
- Ah
- Y cuando empecé a salir con Antonio, menos aún, es decir, Carlos y yo somos muy amigos, pero solo eso, no soy una mujer infiel, pero él tampoco ha intentado nada nunca
- Te creo… ¿Te puedo contar una cosa?
- Sí, claro
- En Navidad, si no llego a tener pareja…
- ¿Qué?
- Bueno, Carlos estuvo encantador y… jeje
- Jajaja
- Sí, pero tampoco soy infiel, pero es que él tampoco intentó nada de nada
- Me lo creo también jeje
- ¿Sabes que bebimos champán?
- No, bueno, no me ha contado nada
- Se lo pedí yo y me emborraché un poco jeje
- Ah
- Pero no pasó nada. Lo que te quería contar era que al día siguiente me enteré de una cosa
- ¿El qué?
- Que la botella que abrió costaba 500€
- Anda ¿Y eso?
- No lo sé, pero no me lo dijo él, lo descubrí yo porque me apunté la marca porque estaba muy rico y por si lo compraba alguna vez
- Jajaja, mira que buen gusto tienes jajaja
- Sí, jajaja, pero la cosa es esa, abrió una botella así para mí pero no intentó nada, ni siquiera me lo dijo
- Así es Carlos
- Cualquier tío lo habría usado para ligar, pero él nada de nada
- ¿Pensaste que era gay?
- No, se nota claramente que no lo es, mira de una forma muy correcta pero clara jeje
- Sí
Sonreí satisfecha. Tenía claro que Carlos podría haberse acostado con ella esa noche sin problemas y ahora Cris me lo había confirmado. “Ay, Carlos, que tontito eres” pensé. Le dije:
- Carlos es muy especial, lo ha pasado muy mal y ha estado deprimido mucho tiempo
- Me contó algo de su divorcio
- ¿Solo eso?
- Sí, pero intuí que había algo más ¿No?
- Sí
- Algo muy triste
- Sí, pero eso te lo tiene que contar él, no yo
- Ya… La cosa es que se le veía tan contento últimamente, y ahora, por culpa de esa mujer…
- Sí
- ¿Ella lo ha dejado?
- Mmmmm No, ha sido él
- Pero está muy triste, si la ha dejado es que ha pasado algo grave
- Sí, pero no te lo puedo contar
- Ya, da igual, lo importante es lo hecho polvo que está, pero hoy está contento, has tenido muy buena idea
- Sí, pero ha sido cosa suya invitarte
- Ah, por eso no me avisaste
- Eso es, me he enterado hoy que venías
- Oh, espero no haberte molestado…
- Para nada, no seas tonta, me ha alegrado un montón, y a él le gusta verse rodeado de gente, de sus amigos, que tiene demasiados pocos para lo bueno que es
- Sí, nunca he entendido como no tenía pareja
- Pues eso, por su depresión, no se ve bien a sí mismo
- Ya
- Tú no tendrás alguna amiga que sea buena chica y que le gusten los maduritos buenorros ¿No?
- Jajaja
- Tengo que buscarle una buena chica, es mi propósito de año nuevo jeje
- Pues estaré atenta jajaja
Seguimos limpiando y después nos tumbamos a tomar el sol. Me gustaba Cris, era muy buena chica, y tenía buen gusto.
Carlos
Abrí la puerta de mi casa y entré. Era ya tarde pero había querido venirme para al día siguiente no madrugar demasiado y conducir medio dormido desde mi casa de campo. Silvia y su familia sí se habían quedado.
Había sido un día especial, me lo había pasado realmente bien aunque un poco incómodo cuando Silvia sacó la tarta y me cantaron el cumpleaños feliz. Sonreí al recordarlo. Le había pedido a Silvia que nada de regalos, pero Gema me hizo uno especial, uno de sus dibujos que rápidamente fue a la exposición del frigorífico para satisfacción suya.
Cuando Cris y el novio se fueron, nos quedamos un poco más. Pensé en Cris. No me había sorprendido su cuerpo, ya lo había intuido en Navidad. Era una mujer muy atractiva, sin duda. En la oficina, con sus gafas y sus vaqueros, parecía más niña, pero era toda una mujer, sin dudas. Y el novio era un poco tonto, tenía que darle la razón a Silvia. Recordé la conversación con ella cuando se fueron:
- Esos no hacen buena pareja
- ¿Qué dices, Silvia? Son dos chicos muy atractivos
- Sí, sí, pero no pegan ni con cola
- Jajaja
- Tú hazme caso, ahí solo hay sexo, nada más
- ¿Por qué dices eso?
- Porque el chico no tiene conversación, y Cris es una chica lista, va a necesitar más que un buen polvo, tiempo al tiempo
- Jaja, no sé, el chico tiene cuerpazo
- Sí, y un polvazo, no te lo niego, pero eso, es el típico que sirve como buen folla amigo, pero nada más, como pareja tiene que ser un desastre
- Pues están juntos desde hace un tiempo
- Hasta que uno de los dos se canse del sexo con el otro, ya verás
Meneé la cabeza recordando la conversación. No lo veía como Silvia pero estaba claro que ella calaba mucho mejor a la gente que yo. Sería una pena por Cris, pero una chica así no tendría problemas en buscarse una buena pareja rápidamente.
Luego, cogí el libro que me había regalado Silvia. Le había insistido que nada de regalos pero ella, ya acabada la fiesta, me lo había dado, y me había emocionado porque era un libro de fotos, fotos desde la época cuando empezó a trabajar conmigo, nuestros primeros meses, de las fiestas de empresa que habíamos ido, de reuniones… En casi todas estábamos los dos aunque había puesto algunas donde ella no aparecía porque estaba con otra gente. También había fotos de la última época, con Cris y Héctor. Me había encantado y emocionado, Silvia le había puesto especial mimo al libro, con muchos comentarios, decoraciones...
Revisé las fotos con una sonrisa. Silvia había cambiado bastante pero ahora la veía más guapa que nunca, le sentaba bien la maternidad. Y ella diría lo que quisiera, pero era una mujer mucho más atractiva que Cris.