Al fin, se hizo realidad

Después de este capítulo, me temo que elja lo disfruto tanto que quizás ahora tiene dudas. Supongo que esto pasará algunas veces.
 
Será con Daniel u otro, pero definitivamente "tu mujer" lo repetirá.:sneaky:
Es curioso que hasta el momento no la nombras, nunca das su nombre, sólo es "tu mujer". Muy doloroso el recuerdo?.
Ha sido el principio del nuevo tipo de relación que tendrán y el final de lo que tenían, bueno o malo para ti, ya lo sabremos.
Como sólo ella tuvo free pass, y no has mostrado interés de explorar con otra mujer, no se ve probable un matrimonio abierto.
Supongo seremos testigos de la evolución sexual que ella vivirá probando otros cuerpos. Mucho morbo se avecina en el proceso.:p
 
Capítulo 7.

A la mañana siguiente la vida transcurría tranquilamente. Mi mujer seguí manteniendo cierta distancia conmigo. Tampoco teníamos tiempo para hablar y la verdad es que no veía el momento para que me contara sus sensaciones después de nuestro viaje. Por la tarde mandé un email a Daniel agradeciéndole que me hubiera contado tan detenidamente todo lo ocurrido el sábado por la tarde. No tardó en responderme para decirme que hablaba muy sinceramente cuando decía que lo que había hecho con mi mujer fue genial. Me volvía a repetir que era una lástima que viviéramos tan lejos. En un último mensaje me mostré curiosamente generoso y le dije que cuando tuviera ocasión, podría venir a visitarnos, y si venía acompañado por una mujer, pues mejor.

La tarde de ese día recibí un mensaje en mi teléfono de parte de unos amigos en el que nos invitaban a la inauguración al día siguiente de un club marítimo cerca de donde estábamos pasando el verano. Se lo comenté a mi mujer y le pareció buena idea. A mí también, pensaba que en un ambiente más relajado podría conseguir que me confesara sus sentimientos.

Llegó el jueves por la noche. Teníamos que estar en el club sobre las nueve y media. Mi mujer empezó a prepararse más de una hora antes lo cual me pareció una buena señal. Me gusta que se dedique tiempo para arreglarse cuando vamos a salir, es un tiempo muy bien empleado porque suele salir espléndida.

“¿Qué te vas a poner?” le pregunté con cierta excitación. “El vestido que está encima de la cama” me respondió. Era un vestido gris brillante de tirantes con un escote profundo y precioso. No le iba a hacer falta ponerse sujetador pues el vestido estaba preparado para no usar esa prenda. Yo ya estaba listo y me recosté en la cama para ver cómo se vestía. Estaba deliciosa: su pelo recién lavado y peinado, perfectamente maquillada y desnuda delante de mí. Cogió un minúsculo tanga negro y se lo puso. Siguió con el vestido. Una vez puesto, tuvo que acomodar su pecho en él. Me levanté para subirle la cremallera situada detrás del vestido. Al mismo tiempo que subía la cremallera, aproveché para besar su cuello y decirle lo guapa que estaba. Me lo agradeció con una bonita sonrisa y a punto estuve de lanzarme esos fantásticos labios rojos que se había puesto. Terminó por ponerse unos zapatos negros de tacón altísimo que combinaban muy bien con el vestido. “Venga, vámonos” me dijo con cierta urgencia. El trayecto en coche fue de unos diez minutos, tiempo que aproveché para decirle de nuevo la guapísima que estaba.

Una vez en el club, saludamos a los amigos y conocidos. Me quedé a propósito detrás de mi mujer en los saludos para ver la reacción del personal masculino. Algunos se la comían con los ojos y los más atrevidos, después de los consabidos besos, alababan lo espléndida que estaba esa noche. Tuve que aguantar la típica broma de “porque está tu marido aquí, que si no…” y risas a continuación.

La cena transcurrió tranquila con las normales idas y venidas al aseo. Después de cenar, parte del recinto se convirtió en una improvisada discoteca. Podías bailar, ir a la barra a beber, alejarte y pasear cerca del mar… No estuvimos apenas juntos y tampoco nuestra conversación fue muy interesante. Hubo un momento en el que me dijo que iba a la barra a pedirse algo de beber. Le dije si quería que la acompañara y me contestó que no hacía falta. Pasaron casi treinta minutos y dejé de bailar y hablar y me acerqué a la barra pues intuía algo. Había bastante gente y tardé en localizarla. Mi intuición no me había fallado: estaba en una esquina de la barra hablando con un hombre más joven que nosotros, alto y atractivo. Me quedé a cierta distancia para observarles sin ser visto. Les veía riendo y me daba la impresión de que mi mujer se encontraba muy a gusto. Me tuve que mover por la cantidad de gente que había y eso delató mi presencia a mi mujer. Cruzamos nuestras miradas y al ser descubierto le hice una seña para que viniera a mí. Antes de despedirse del hombre con el que estaba hablando, éste se acercó a su oído para decirle algo que hizo que mi mujer sonriera muy sensualmente. ¡Lo que hubiera dado por saber lo que le dijo! Vino a mi encuentro y le dije que había ido a buscarla porque me extrañaba que tardara tanto. “¿Me has estado observando, verdad?” me preguntó. “Sí, no me he acercado porque no quería molestarte, tampoco llevaba mucho tiempo” le contesté y seguí preguntando: -“¿Le conoces?”

-“No”.

- “¿y entonces?

- “Pues… cuando en la cena fui al aseo, coincidí con él. Estábamos esperando los dos y de repente me dijo lo guapa que me encontraba. La verdad es que lo hizo de una manera muy agradable y me gustó. Me dijo que me invitaba a tomar algo y cuando me acerqué a la barra, allí estaba, me ha invitado a un gintonic y me he quedado un rato hablando con él.

- “¿Te ha gustado, eh? Le pregunté sonriendo maliciosamente.

- “Sí, no está nada mal y sabe muy bien agradar a una mujer. “Dicho esto, echó a andar y me dejó con la palabra en la boca. Me quedé sorprendido y confuso por su reacción. La seguí hasta donde estaban todos nuestros conocidos y después de un rato le dije que iba a dar un paseo por las instalaciones del club. Lo hice por asimilar lo que había pasado. Mientras paseaba, pensaba que la suerte no me acompañaba esa noche, pero me equivocaba.
 
Ella esta tomando las riendas por su cuenta y eso no es bueno.
Tienen que hablar antes que esa complicidad que tenian al comienzo se rompa.
 
Última edición:
Ella esta to.ando las rie das por su cuenta y eso no es bueno.
Tienen que hablar antes que esa complicidad que tenian al comienzo se rompa.
Tienes razón, pero él debería de frenar esta situación sinceramente
 
Aqui sucede una cosa , que cuando fantaseamos con una situacion de este tipo y se alienta a una esposa a que folle con otro , cuando ella , no quiere, o no esta preparada , incluso tiene miedo a su propia reaccion y a que no pueda controlarse en lo sucesivo , el cornudo en todos los escenarios que se crea a posteriori , descarta , por su propia conveniencia situaciones que facilmente se pueden dar , y una de ellas es que el mito del Marido/macho, hombre se desvanezca en la la esposa y esta se libere , empodere y decida tomar las riendas de su sexualidad , el sexo es suyo y lo gestiona como le apecete y le sale del coño , no de la fantasia del cornudo, y es ahi donde la realidad le bofetea, ella ha perdido cierta admiracion por su marido y aunque se lo haya pasado bien follando con el otro , al final , se ha sentido utilizada y ahora es ella la toma las riendas de su sexo, no querias cuernos , toma tres tazas .
Perdóname que te diga , desde el respeto claro , el que se realice un juego en el cuál incluir a un tercero , que ella no se sienta segura, tenga miedo a lo que pueda suceder posteriormente etc, no quiere decir que una vez realizado , ya ES DUEÑA de su sexualidad, noooo eso no funciona así.
Se supone que es un juego de la pareja con un tercero , no la da vía libre para follaR cuando, dónde y con quién ella quiera
Lo veo fuera de lugar , el cornudo cuenta y tiene su voz y boto
Ojo que soy corneador no soy cornudo
 
Pues me deberias dar la razon , estoy en tu mismo bando , y lo he visto , si a ella casi la empujas a que folle , y no estais en la misma onda con todo muy hablado y los limites muy marcados , las situaciones fuera de control se multiplican.
Tu sabes o debes saber , que cuando una mujer cruza esa barrera , y suele costarle mas de lo que pensamos , ya no hay vuelta atras , y si no lo teneis muy hablado , es facil que ella si le gusto la experiencia , se suelte , y vaya por libre , sobre todo para joder al cornudo por haberla llevado a ese punto
Que tienes razón en tu argumento? Si claro , pero que no debería ser así, también
Ella una vez supera la barrera etc , se tiene que limitar a lo pactado con su marido el cornudo , de no ser así, eso no funciona y se está jodiendo lo pactado
Conocí parejas que SÓLO si él lo sabía , él estaba , él lo conocía que habría tema , ea cuando se llevaba a cabo
 
El rumbo que toma la noche ya todos lo conocemos. Esperemos que esta vez algo le toque a él.
Algo brusco sí, el cambio en el comportamiento de su mujer.
Más que actuar como una soltera sin compromisos, parece sentirse así. Pasa de él.
Uno esperaría una complicidad entre ellos, provocando una excitante interacción en un escenario ya consensuado por ambos.
Mucho debe haberle afectado el encuentro con Daniel. Algo se disparó en ella.
Parece que al gusto por probar carne ajena se le suma un leve rechazo hacia su esposo.
Probables deseos de castigarlo por obligarla a descubrirse a si misma?.
 
Aqui sucede una cosa , que cuando fantaseamos con una situacion de este tipo y se alienta a una esposa a que folle con otro , cuando ella , no quiere, o no esta preparada , incluso tiene miedo a su propia reaccion y a que no pueda controlarse en lo sucesivo , el cornudo en todos los escenarios que se crea a posteriori , descarta , por su propia conveniencia situaciones que facilmente se pueden dar , y una de ellas es que el mito del Marido/macho, hombre se desvanezca en la la esposa y esta se libere , empodere y decida tomar las riendas de su sexualidad , el sexo es suyo y lo gestiona como le apecete y le sale del coño , no de la fantasia del cornudo, y es ahi donde la realidad le bofetea, ella ha perdido cierta admiracion por su marido y aunque se lo haya pasado bien follando con el otro , al final , se ha sentido utilizada y ahora es ella la toma las riendas de su sexo, no querias cuernos , toma tres tazas .
Mejor explicado difícil.
 
El rumbo que toma la noche ya todos lo conocemos. Esperemos que esta vez algo le toque a él.
Algo brusco sí, el cambio en el comportamiento de su mujer.
Más que actuar como una soltera sin compromisos, parece sentirse así. Pasa de él.
Uno esperaría una complicidad entre ellos, provocando una excitante interacción en un escenario ya consensuado por ambos.
Mucho debe haberle afectado el encuentro con Daniel. Algo se disparó en ella.
Parece que al gusto por probar carne ajena se le suma un leve rechazo hacia su esposo.
Probables deseos de castigarlo por obligarla a descubrirse a si misma?.
Pues claro , esto se va de las manos de manera pues rara, lo suyo como bien dices es complicidad entre ambos , no se trata de castigarlo por obligarla nadie obliga a nadie creo yo, yo nunca estuve con pareja en la cual ella estuviese obligada , que si así fuese YO NO estaría con ellos
 
Perdóname que te diga , desde el respeto claro , el que se realice un juego en el cuál incluir a un tercero , que ella no se sienta segura, tenga miedo a lo que pueda suceder posteriormente etc, no quiere decir que una vez realizado , ya ES DUEÑA de su sexualidad, noooo eso no funciona así.
Se supone que es un juego de la pareja con un tercero , no la da vía libre para follaR cuando, dónde y con quién ella quiera
Lo veo fuera de lugar , el cornudo cuenta y tiene su voz y boto
Ojo que soy corneador no soy cornudo
Evidente que ella se está tomando estas libertades como una forma de castigarlo por sentirse "obligada" a llegar a este punto.
 
Mira este detalle de la Conversacion "No es fácil de asimilar todo lo que has preparado a mis espaldas”, me dijo en tono de reproche." , a partir de aqui , las cosas no han fluido como tienen que fluir ............
Ahí tienes razón, cuando lo leí me quedé con la copla del detalle , tal vez lo pasé un poco por alto la verdad
 
Pues claro , esto se va de las manos de manera pues rara, lo suyo como bien dices es complicidad entre ambos , no se trata de castigarlo por obligarla nadie obliga a nadie creo yo, yo nunca estuve con pareja en la cual ella estuviese obligada , que si así fuese YO NO estaría con ellos
He estado en tu posición, muchas veces notas que aunque sus parejas no están obligados, se obligan a ellos mismos.
Motivos sobran, amor, temor a perderlas, masoquismo, morbo, todas ellas, quién sabe.
 

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