Al final, como en casi todo, cada persona es un mundo. En mi experiencia, si bien conocí el dolor, la manera en la que la procesé o me afectó fue muy diferente. Casi desde el principio, desde que era muy joven, el tipo de perfil de hombre que recuerdo que buscaba tendía claramente hacia el espectro mas dominante, lo cual implicaba dos cosas, una, que la delicadeza y suavidad no iban a ser la pauta que reinase durante el encuentro, y dos, que cierto grado de sometimiento o sufrimiento eran sentimientos con los cuales conjugaba, y por ende era algo que proyectaba desde dentro.
Evidentemente, podría haber pasado lo que es habitual en estos casos, una cosa es fantasear y otra experimentar la realidad, pero en mi caso no fue así.
Casi desde el principio, la brusquedad que empleo conmigo aquel hombre que encontré me embeleso, consiguió que el morbo que traía encima se expandiera y se envolviese perfectamente con el entorno que nos albergaba, y recuerdo que cuando comenzó a metérmela, salvo por alguna molestia a la hora de dilatar mi culo por primera vez, no senti un dolor excesivo, en absoluto.
Más adelante, cuando media longitud de su miembro había dejado de poder verse desde el exterior, comencé a experimentar molestias parecidas a las que se sufren cuando un retortijón nos recorre la base del vientre, seguido de un rechazo sobrehumano a consentir que continuase introduciéndomelo.
Ante aquello, él paró, no de follarme, sino de intentar sumergírmela a toda costa. Mantuvo el ritmo de envites sin sobrepasar la marca que su polla había logrado. Unos minutos después de aquello, cuando notó que mi cuerpo había recobrado de nuevo la tranquilidad, volvió poco a poco a la carga, a insistir, pudiendo esta vez sobrepasar la marca y, valiéndose de su tamaño y preponderancia, hincármela por fin completamente.
Como veis, mi primera experiencia ofreciendo mi culo no fue tan traumática desde el punto de vista del dolor. Si vas convencido, estas cachondo y/o entregado al encuentro y, por lo que sea tu cuerpo esta confeccionado para ser mas propenso a ello, puedes ser follado con ansia sin que esto deje una huella desagradable en ti.
Lo he contado de forma novelada pero me he ceñido todo lo posible a como fue la situación, de forma muy resumida, obviamente, pero siendo fiel en todo momento a como recuerdo que ocurrió.
Un saludo.