Yo creo que depende de diferentes factores — lubricación, tamaño, posición, excitación, etc. A mí la que más me dolió fue una vez de cruising. El tío la tenía gorda, pero nada exagerado. La cosa es que no me gustaba particularmente, pero ya le había cancelado antes y me había llevado a la zona de cancaneo de la ciudad por lo que accedí a que me diera. Se portó bien, era educado y atento, me puso bien de lubricante y me preguntaba cómo estaba, aunque no andaba yo excitado.
Me apoyó contra el coche y le costó mucho entrar, yo me quejaba. El tío iba encendido y quería follarme bien el culo. Tras varias paradas decidí pajearme hasta correrme y luego acabarle con la mano. Pero fue muy mala experiencia y dolorosa.
Sim embargo, en otra ocasión quedé con un chaval que ya me estaba calentando con los mensajes por lo que llegué receptivo. Era el típico cabroncete dominante con buen pollón. Llego y me dice que qué buen culo, que me lo quiere reventar, pero no tiene lubricante. Yo me quejé porque me dijo que tenía. Al final, decidimos que se la como y ya.
El tío acepta, se baja los pantalones enseñando un rabo de unos 19-20 ya duro, ya que me sobó un poco mientras me acompañaba a su cuarto. Antes de darme de mamar me dice que espere que sabe que soy muy putita y saca de un cajón un tanga y un body de rejilla negro. Me lo pone mientras se iba rozando la polla en mi cuerpo. Mientras esto pasaba yo ya estaba muy caliente.
En nada me tenía ya mamando, pasan unos 10 minutos y me dice que espere que le deje comerme el agujero por lo menos. Obviamente, ni me lo pensé; me lo come de lujo, disfrutando hasta que me empieza a meter un dedito a lo que suelto un gemido que el entendió como una invitación a no parar. Me estuvo metiendo dedos, primero suave, luego fuerte abriéndome. Imaginaos, yo a cuatro gimiendo y él follándome con los dedos. Tras un buen rato dilatándome, me susurra "lo siento, pero no te vas de aquí sin que te la clave, zorra". No me hizo falta ni hablar ni asentir; tenía miedo del dolor, pero estaba en trance y pensaba que con lo cachondo que estaba en dos minutos se correría. Error. Me dió un repaso de cuarenta minutos de bombeo en todas las posturas que quiso. Yo alucinando y gozando sin dolor. Al final, el se corrió en mi pecho y cara mientras se reía el cabrón. Encima me dice que joder te podría meter la mano entera de lo abierto que me había dejado.
Para rematar, con las piernas temblando y deshidratado le digo que me dé algo para beber mientras me quito el body quedando solo en tanga. Me dice que vaya para la cocina con él y bebemos agua alli. Tras un minuto comentando la sesión, miro al salón y ¡no me había dado cuenta de que había llegado un compañero de piso suyo! El cabrón sonreía mientras me daba algún cachete en el culo. Yo, muerto de vergüenza, pensando en decirle algo o mandarle a la mierda. Pero, claro, qué autoridad tenía yo ahí en tanga, con restos de su semen y recién sodomizado —he de admitir que me puso la situación un poco, el hetero machito expuesto. En fin, nos fuimos al cuarto a cambiarme y me fui después de que me agarrara el culo delante del otro.
A lo que iba, que el dolor depende del momento. El primero más educado me hizo daño, el cabrón dominante me humilló y me hizo gozar a la vez, pero no me dolió. ¿Adivináis con quién he vuelto a quedar alguna vez?