Reencuentro con Elena

Capítulo 736

No hizo falta que la llamara para nada, porque al poco me dormí y la fiebre se me pasó, aunque me desperté con calor y con ganas de ir al baño, por lo que me levanté para ir. Por el camino tuve que apoyarme en la pared, porque seguía algo trastornado y tenía algo de mareo, pero me pareció oír algo proveniente de la habitación de Andrea. Me quedé quieto unos segundos para ver si era realmente algo o si había sigo otra cosa o directamente me lo había imaginado como ya me pasaba en los últimos días desde que la pillé follando con su novio. En efecto, algo pasaba, porque volví a oír otro gemido y eso hizo que se me acelerara el pulso. Con mucho cuidado y despacio fui hasta la puerta de su habitación para pegar la oreja y ver qué podía percibir. Era bastante evidente que algo estaba haciendo, aunque no veía viable que estuviera follando con el novio de nuevo, porque no escuché la puerta abrirse ni nada por el estilo. Estaba malo y eso aplacaba bastante mi sueño ligero, sí, pero la puerta de la calle hacía bastante ruido por mucho cuidado que tuvieras, ya que chirriaba bastante. La posibilidad de que hubiera entrado su novio en casa era ínfima, porque, además, no había pasado tanto tiempo desde que me dormí y no veía muy viable que se hubiera podido presentar en casa tan rápido.

Estuve escuchando durante unos minutos, muy nervioso, porque Andrea me seguía poniendo bastante, especialmente desde que la pillé. Tenía la polla dura a más no poder y oía pequeños gemidos lastimeros, además de algún comentario breve de vez en cuando que no solía descifrar. La única explicación que se me ocurría era que estaba en llamada o videollamada con su novio y que se estaban masturbando simultáneamente. Hasta me empecé a tocar por encima de la ropa, pero por desgracia la cosa terminó rápido, porque tras unos gemidos agudos muy seguidos, aunque aún bajitos, hubo un silencio que no se rompía en ningún momento. Era bastante evidente que Andrea se había corrido. Tan solo oí un bostezo por su parte y nada más, marchándome yo al baño tras esperar unos minutos. El problema era que con la erección que tenía no podía orinar, así que decidí ir por la vía rápida, haciéndome una paja rápida, la cual lo fue demasiado por lo excitado que estaba al haberla vuelto a escuchar. Descargué más de lo que esperaba para haberlo hecho no hacía muchas horas con Noelia.

Después de eso ya si pude aliviarme de otra manera y regresé rápidamente a la cama para descansar, no sin antes acercarme de nuevo a la puerta de Andrea por si acaso, pero no se oía nada más. Esa noche sí que fui capaz de dormir bastante, aunque estando algo malo era mucho más fácil. Aun así, me levanté temprano, para darme una ducha e ir al dentista. Allí me limpiaron aquello y me hicieron una reconstrucción del diente, la cual quedó bastante bien. Me mandaron también un antibiótico por haber tenido fiebre el día anterior, porque todo indicaba que tenía una infección, aunque yo ya me encontraba mejor. Pensé si avisar en el trabajo o no, pero en realidad no me encontraba tan mal como para tener que irme a casa y echarme a descansar. Tan solo tenía un leve malestar que pude combatir con el café que me tomé allí. Mi jefa me preguntó si todo iba bien, pues aunque a esas alturas era imposible que me notara nada en el diente, sí que me notó el labio algo inflamado por esa zona. Y era verdad que lo tenía algo hinchado, pero le dije que no era nada, que me había dado un pequeño golpe y nada más.

Tanto Noelia como Andrea me preguntaron cómo había ido la cosa en el dentista. Noelia lo hizo primero y lo hizo casi a la hora de haber salido. En sus mensajes me decía que no tenía ni idea de cuánto iba a tardar en salir de allí, pero quería ver cómo había ido todo, pidiéndome que le contara en cuanto pudiera. Andrea me preguntó en el descanso que tenía para almorzar. Informé a las dos, alegrándose de que todo hubiera ido bien, aunque le preocupó un poco que me hubieran mandado un antibiótico. Me pidió permiso para pasarse por casa a la hora de comer para verme y ayudar a preparar la comida para que yo no tuviera que hacer nada, diciéndole yo que no hacía falta, aunque ella insistió y al final le di luz verde, aunque lo hice por otro motivo. Andrea también se alegró de que todo hubiera ido bien, restándole importancia a lo del medicamento. No le pilló muy de nuevas, porque Noelia ya le había contado, pero quería preguntarme a mí directamente. También me comentó que Noelia le había dicho que comería con nosotros para echar una mano y que le parecía bien, despidiéndose de mí para continuar con sus clases.

Me quedé con las ganas de ponerle algo referente a la pasada noche en la que la volví a pillar con sus gemidos, pero no lo veía nada oportuno. Eso no quitó que me volviera a masturbar pensando en ella, ya más tranquilamente al regresar del trabajo y al quedarle un rato a ellas para llegar. Me quedé como nuevo y me eché en el sofá para descansar, porque tenía un poco de mal cuerpo aún, llegando ellas antes de que me diera cuenta. Noelia vino hacia mí corriendo, tirando su mochila al suelo y casi saltando sobre mí. Me dio un abrazo y me preguntó cómo me encontraba, apartándola yo un poco de mí y diciendo que no era para tanto mientras Andrea reía, yéndose hacía la cocina. Le miré bien el culo aprovechando que Noelia me volvió a abrazar, quedándome yo embobado en esa parte del cuerpo de mi compañera de piso en lo que Noelia me decía que había estado preocupada toda la noche, que había estado bastante pendiente del móvil y cosas por el estilo.

La volví a retirar un poco y le dije que se tranquilizara, que no pasaba nada. Me sonrió y me dio un pico, aunque me volví a apartar, echándole un poco la bronca, porque no quería que hubiera contacto con mi boca por aquello de que podía tener una infección. Noelia me pidió perdón, empujándome para que siguiera descansando y marchándose a la cocina para ayudar a Andrea. Al rato me levanté para ir a ver cómo iba la cosa por allí, aprovechando además para ayudar a ir poniendo la mesa, aunque Noelia se negó, diciendo que ella se encargaba. Hasta me cogió de la mano y me arrastró al sofá para sentarme en él, volviendo Andrea a reír al ver la escena. La comida fue bastante tranquila, aunque de repente llamaron a la puerta. No pude acabar mi plato, porque fui a ver quién era, tratándose de Hugo. Estaba un poco en un aprieto, porque no me apetecía mucho tener esa conversación que teníamos pendiente y no quería que pasara, porque iba a ver a Noelia por allí y seguro que se iba de la lengua con los demás. Le dije que esperara, que me cambiaba y nos íbamos a hablar a otra parte.

Las chicas me preguntaron qué pasaba, comentando yo que tenía que irme. Noelia se levantó y me siguió a mi habitación, donde me pidió más explicaciones al respecto. Tan solo le comenté que tenía que hablar una cosa con un amigo y nada más. Ella se quedó unos instantes en silencio, pasando a preguntar después si se trataba de Mario. Negué sin decir nada y me terminé de cambiar para irme de allí, preguntándome ella por último cuándo iba a volver, respondiéndole yo que no lo sabía. Hugo me esperaba en la puerta y le dije que a dónde íbamos, sugiriendo él irnos a un bar por la hora que era. Fuimos a uno cercano y nos pedimos una bebida, estando bastante callados hasta que yo no quería seguir de esa manera y le pregunté qué pasaba. El me miró durante unos segundos que se me hicieron eternos y la verdad es que tenía cara de pocos amigos, dándome la impresión de que la cosa con Sofía no iba del todo bien. Tampoco es que se animara a hablar de primeras, empezando a comer una cosa que se pidió, pero ya sí que empezó a hablar al insistirle yo, diciéndole además que para eso me podía haber quedado en mi casa, que ya tenía un plato de comida sobre la mesa.

-Joder, con la bronca que tuvimos y no haces por donde para relajar el ambiente.
-Has sido tú el que ha venido a mi casa.
-Joder, Javi... Que somos amigos, coño...
-Con lo que pasó la última vez que nos vimos...
-Dije esas tonterías por el calentón que tenía, no porque lo pensara de verdad.
-Ya me contó Sofía que eras muy celoso.
-Pues sí. Lo soy -dijo molesto-. Pero tenía mis razones para estarlo.
-Bueno, si tú lo dices...
-Joder, me sentó muy mal que tú y ella...
-¿Por qué?
-Pues porque sí, porque sé que sois amigos íntimos y me da por pensar.
-Mira, Hugo, ya sabes que entra ella y yo pasaron cosas. Nada serio, pero algo hubo, no te voy a engañar. Y sí, nos acostamos varias veces.
-No hace falta que me lo vuelvas a recordar -decía molesto.
-Lo hago para que entiendas que es algo normal que dijera de pasarlo bien con ella hace poco.
-Ya...
-Hugo, no sabía que estabais de lío ni nada. ¿Qué quieres que haga si era normal entre nosotros vernos así de vez en cuando? Pero no, me tuve que enterar por las malas.
-Ya, eso fue una cagada muy grande. Irene se tenía que haber estado quieta.
-Esa es otra, pero no tiene que ver contigo, aunque estuvieras allí. El problema que tengo contigo y con Sofía es que no me contarais lo que pasaba. No sé por qué no me dijisteis nada. Y cuando vi esa foto, pues me jodió bastante, porque me sentí muy desplazado y hasta sustituido, ya lo sabes.
-Sí. ¿Entonces no puedo estar yo ahí?
-¿Cuándo he dicho yo eso?
-Como dices que te sientes sustituido...
-Sí, porque podríamos haber estado los cinco. Tú no sobras.
-Si no estábamos los cinco es porque tú hiciste las cosas mal.
-Mira, no quiero volver a hablar de ese tema y menos contigo, que a ti no te ha molestado en ningún momento que me siguiera viendo con Noelia.
-Me empezó a molestar al ver cómo se puso la cosa y cómo reaccionó Sofía.
-Bueno, poco arreglo tiene ya eso.
-Mira Javi, Sofía me gusta de verdad y...
-¿Habéis hablado? -dije interrumpiéndole.
-Sí.
-¿Y qué tal?
-Bien. No me puedo enfadar con ella.
-Pues bien que lo hiciste cuando estuve hablando con ella.
-Pero no me dura nada. Es lo que te estaba diciendo. Sofía me gusta de verdad. Desde que estaba con... Hacía que no me sentía tan bien con alguien. Ella es todo comprensión y cariño. Joder, no me creo aún la suerte que he tenido al dar con ella.
-Sí. Es una chica genial.
-Es muy comprensiva con mis celos. ¿Sabes que hasta se ha prestado a ayudarme a que deje...? Dice que tiene una amiga que es psicóloga y que le ha dado consejos para ello.
-No me extraña. Ella siempre quiere ayudar y que todo vaya bien.
-Dice que entiende que me cueste dejar eso al tener una adicción, pero también me ha dicho que es algo que tengo que dejar tarde o temprano y que ella prefiere que sea pronto. Dice que me va a ayudar en todo lo que pueda, pero el que tiene que querer dejarlo soy yo.
-Y lleva razón.
-Lo sé. Y quiero, pero mi trabajo…
-Pues déjalo. Busca otro que no sea tan estresante.
-Ella me ha dado esa opción también, que me ayuda si tengo problemas de dinero, dice. Joder, es que no me puedo creer lo buena que es.
-¿Y qué vas a hacer?
-Quiero dejarlo. De eso estoy seguro. El problema es lo del trabajo. Es verdad que me va a costar mucho sobrellevarlo sin esa ayuda. Y la verdad es que me pagan muy bien. Que tampoco es que vaya a sufrir si lo dejo, porque tengo un dinero ahorrado, pero tampoco quiero ser una carga para nadie. No quiero que piense que soy un aprovechado.
-Ella no va a pensar eso. Es muy lista y sabe calar bien a la gente rápido.
-No sé qué hacer.
-¿Y reducir la jornada?
-Son unos cabrones. Nos sangran.
-Pues con esto que dices y todo lo que me has contado... Yo lo tendría muy claro.
-Tengo que pensarlo.
-Estás muy pillado de ella, ¿no?
-Joder, mucho. Si nada más que pienso en ella. Estoy deseando salir de trabajar para hablar con ella. Siempre que puedo me escapo para ir a verla. O viene ella.
-A ella también se le ve ilusionada.
-Ya... -decía cambiándosele la cara, sonriendo bastante.
-Mira, Hugo, yo no quiero que haya malos rollos entre nadie de nosotros, pero últimamente es que han pasado muchas cosas. Demasiadas. Y la verdad es que estoy un poco bastante quemado. Necesito un tiempo.
-Entiendo. Pero Sofía tampoco se merece lo mal que lo ha pasado por tu culpa. Podrías llamarla para hablar con ella y que vea que no se ha roto vuestra amistad. Ella te tiene mucha estima y no quiero verla mal por eso.
-Hablaré con ella.
-La putada es el tema de la pelea que habéis tenido Irene, Mario y tú.
-Ya. Ese tema...
-¿Cómo ves la cosa?
-Mal. Irene me ha hablado, pero está muy insolente. Esto es lo que más quemado me tiene de todo lo que pasa. Irene, Mario y yo hemos tenido una relación muy estrecha y me hizo mucho daño que me dijeran aquello. Saben de sobra que no era mi intención...
-Sí, seguro que lo saben, pero es que por lo que me han dicho, ya llevas unas cuantas así.
-Sí.
-Y te sigues viendo con ella.
-Me hace compañía y me lo paso bien con ella. Me siento solo con todo esto que está pasando.
-¿Estáis juntos?
-No -dije rotundamente-. Y está advertida de ello de sobra.
-Y si te sientes solo, ¿por qué no intentas arreglar las cosas con Irene y Mario? Nos podemos juntar los cinco y...
-Porque estoy quemado, ya te lo he dicho. La cosa está muy tóxica entre todos vosotros y yo. Prefiero dejar pasar unas semanas para ver si la cosa se tranquiliza. También para ver si se me pasa la mala ostia que tengo últimamente y para ver si se les pasa a ellos de paso.
-¿Y mientras tanto vas a estar con esa chica?
-De vez en cuando.
-Si tú lo dices...
-Hugo, no me toques los cojones y vayas ahora de correveidile con los demás, que es lo último que necesito.
-No. No voy a decir nada. Pero no sé qué coño haces viéndote con ella con lo mal que lo has pasado por su culpa y con todo lo que se ha liado.
-Da igual. Me voy a ir ya.
-Entonces, la cosa entre nosotros, guay, ¿no?
-Bueno, más o menos.
-Y con Sofía también, ¿no?
-Sí.
-Bueno, algo es algo.
-Ahora la llamo.
-Vale. Oye, ¿qué te ha pasado en el labio?
-Nada, un golpe que me he dado.
-Bueno... Si quieres podemos quedar este fin de semana tú, Sofía y yo y damos una vuelta o algo.
-No sé, ya veremos. Te he dicho que prefiero estar unos días tranquilo.
-Como veas, pero ella te va a decir lo mismo.
-Pues tendrá la misma respuesta.
 
Aunque lo hayan arreglado más o menos, a mí no me cae nada bien Hugo. Se que no soy objetivo, pero no me gusta este tío.
Además, vaya amigo está hecho poniendose del lado de la tóxica de Irene.
Hace bien en alejarse de ellos.
 
Capítulo 737

Me despedí de él y volví a casa, llamando a Sofía por el camino para charlar un poco, rebajando ese mal rollo que había, tal y como pasó con Hugo en esa conversación. Ella se alegraba mucho de mi llamada y la notaba hasta nerviosa, hablando de manera atropellada. Nos pusimos al día y le comenté que venía de hablar con Hugo, cosa que ella sabía de antemano al tener Hugo pensado hacerlo y no haber sido algo improvisado. Básicamente hablamos casi lo mismo que con su chico, siendo ella comprensible, como siempre, sobre todo con aquello de que quería estar unos días tranquilo. Aunque también me sugirió vernos el fin de semana para tomarnos un café los tres y hacer algo, quedando en que ya hablaríamos a lo largo de la semana para concretar, aunque no me apetecía mucho. Ella estaba convencida de que nos veríamos y me pidió que habláramos más, aunque necesitara un tiempo, porque le gustaba saber de mí y quería hablar otras cosas conmigo. Me despedí de ella poco antes de llegar a casa, diciéndole que la llamaría de vez en cuando para que se quedara más tranquila.

Al llegar, Noelia me asaltó, preguntándome cómo estaba y cómo había ido esa reunión sin ni siquiera dejar que me quitara el abrigo. Fui al salón mientras le comentaba sin entrar mucho en detalle, estando allí Andrea también, aunque dijo que nos dejaba solos y que se iba a su habitación, aunque le dije que no hacía falta y que se podía quedar, pero ella se marchó igualmente. Me senté en el sofá y Noelia también lo hizo, abrazándose a uno de mis brazos, apartándola yo un poco de mí. Ella me miraba muy de cerca, con esos ojos negros muy abiertos mientras me seguía preguntando detalles de lo que había pasado desde que me había ido hasta que había vuelto, aunque no le conté nada, pasando a decirle que se estaba poniendo muy pesada y que no quería que me preguntara tanto, porque no le debía ninguna explicación de nada. Ella, al ver cómo me ponía, me pidió que me calmara y me dijo que ya no me preguntaba más, dándome un beso en la mejilla y echándose sobre mi brazo.

-Jo, yo que quería estar un rato contigo así y ya casi te tienes que ir...
-Es lo que hay -dije con alivio al ver que me la iba a quitar de encima durante unas horas.
-¿Por qué no dices que no puedes ir a trabajar y nos quedamos aquí los dos toda la tarde descansando?
-Porque la vida no funciona así, Noelia. No puedo faltar al trabajo cuando me salga de los cojones.
-Pero estás malo...
-Que no es nada, de verdad.
-Bueeeeeeno... Pero es que tenía muchas ganas de verte y de... Bueno... Jejeje.
-En eso estaba pensando yo también.
-¿Sí?
-Sí. Esta noche me voy a pasar por tu casa.
-¿Sí? -preguntaba emocionada.
-Sí. Cenaré aquí y luego me paso.
-¿Por qué no cenamos juntos?
-No. Luego me paso por tu casa.
-¿Qué quieres que hagamos?
-Hoy va a ser un día especial.
-¿Sí? ¿Por qué? -preguntaba más emocionada que antes.
-Es que hoy... -dije acercándome a su oído para susurrarle- Te voy a follar el culo.
-¿Qué? -preguntaba algo asustada.
-Claro. Aún no lo he hecho. Y dices que nunca lo has hecho tampoco, ¿no?
-No, no lo he hecho.
-Pues hoy va a ser el día.
-Vale.
-¿No estás contenta?
-Sí, bueno... Es que me da un poco de miedo. Y más con tu...
-Pero yo sé hacerlo. ¿No quieres que tu primera vez sea conmigo?
-Claro que quiero.
-Pues ya tienes tarea para esta tarde. Prepárate bien para ello. Busca información para que te resulte más fácil, no sé...
-Vale. Voy a estar toda la tarde buscando información y viendo qué hacer y qué no.
-¿No estudias? En un mes o así tienes los exámenes, ¿no?
-Sí, bueno...
-No hagas el tonto, anda.
-No, tranquilo.

La tarde en el trabajo fue bastante tranquila, pasándola sin nada reseñable y sin ser difícil pese a estar ultimando el trimestre. Tenía pensado cenar algo rápido para ir a casa de Noelia para seguir con el plan, pero al llegar a casa me la encontré allí, con la mesa preparada y sola. Le pregunté qué era todo eso y me contó que había hablado con Andrea que esa noche iba a ser especial para ella, dejándonos algo de intimidad, aunque no me dijo nada más. La verdad es que no me hizo especial ilusión encontrar todo aquello y así se lo transmití con la cara que le puse, pero ella se encargó de agarrar mi mano y quitarme lo que traía del trabajo para dejarlo apartado, llevándome a la mesa para que me sentara en una silla, haciéndolo ella en otra para que empezáramos a cenar. Le pregunté si ella había preparado aquello, dudándolo bastante y pasando a preguntarle si lo había pedido a domicilio. Me confesó que Andrea le ayudó mucho a prepararlo todo, pero que lo habían hecho entre las dos.

Antes de empezar a comer fui bastante claro con ella, recordándole que no me gustaba ese tipo de acercamiento entre nosotros y que no íbamos a ir a nada más que aquellos encuentros sexuales que teníamos. Ella torció el gesto, pero me dijo que le apetecía mucho que cenáramos juntos y sin prisas, para poder estar en mi casa más tranquilos, porque en la suya estaban sus compañeras de piso y ya le habían llamado la atención alguna vez. Pensaba que sería mejor hacerlo ahí, comentando también que se había preparado muy bien al darse una ducha en mi baño y al haber ido a su casa previamente para coger algo de ropa para ponerse guapa para mí como podía ver al mirarla. Noelia poco a poco se ponía más contenta, diciendo que había cumplido la promesa que me había hecho al haber estudiado además de haberse informado y preparado para lo que íbamos a hacer más tarde en la cama.

Estuvo muy habladora durante la cena, explicándome con detalle lo que buscó y lo que encontró, llevándolo a cabo. Me comentó que compró lubricante, aunque no hacía falta, porque yo ya tenía, pero ella pensó en uno de sabores, explicándome que no había tenido mucha oportunidad de experimentar con ellos. Al parecer era de los que generaba una sensación de frío y de calor y estaba muy entusiasmada con aquello. También me contó lo que estaba preparando para los exámenes. Comentó que los trabajos que había ido haciendo estaban todos bien, aunque le resultaba muy fáciles al tener a sus amigas apoyándola y haciendo juntas los de las materias comunes. Pero no se centró solo en ella misma, sino que me pedía que le contara cómo me iba en la academia, cayendo en que quedaban pocos días del trimestre, pensando que debía haber mucho ajetreo por allí. Le contesté de manera breve, sin entrar mucho en detalle y ella siguió con sus cosas. Parecía que le habían dado cuerda, porque no callaba.

-¿Por qué te haces esto? -dije interrumpiéndola.
-¿Mmm? ¿El qué?
-¿Por qué no haces caso a lo que te digo? Noelia, luego lo vas a pasar mal.
-¿Y tú por qué no te dejas llevar?
-Siempre acabamos teniendo esta conversación y siempre hablamos lo mismo.
-Pues ya está. Zanjado el tema. ¿Te gusta la cena?
-Luego será peor para ti.
-Déjame disfrutar del momento -dijo seria.
-Tú misma.
 
Noelia no lo va a pasar mal... lo va a pasar peor. Miedo me está dando. Javi debería cortar ya definitivamente todo contacto con ella, esa relación no es sana para ni guno de los dos.
Creo que ya es demasiado tarde. Noelia no va a salir nada bien de ahí, terminar con ella ya será como matarla, y eso va a salpicar por todo lado.
 
Como ocurrió mientras estaba con Elena.
Javi es el responsable del suceso que provocó su ruptura. Y ahora vuelve a serlo, de lo que ocurre o pueda ocurrir en su relación con Noelia.
Javi se desentiende del sufrimiento que padecerá Noelia, cuando es él quien lo va a provocar. Le advierte de lo que ocurrirá, pero no asume su responsabilidad y se aprovecha de su posición de poder.
Javi , se está comportando como una muy mala persona con Noelia. Ella cometió muchas locuras con 17 años, frente a un hombre con 25 o 26.
Ahora es una chica sola y perdida, que está siendo víctima de una venganza cruel e injusta.
 
Desde el punto de vista de Javi, la responsable de lo que le pase es ella.

Imaginemos que le decimos a alguien, si te quedas quieto delante mío te voy a arrear un guantazo. Y va y se queda quieto, y le arreamos un guantazo.
¿Quién es el responsable del guantazo?¿Quién lo recibe o quién lo arrea?
Ya se que hay debate, quien dude tiene un problema.
Es diferente, ya que uno no manda sobre el corazón, y Noelia está enamorada hasta los huesos, prefiere vivir eso a nunca hacerlo, por más que la pase mal después.
 
Desde el punto de vista de Javi, la responsable de lo que le pase es ella.

Imaginemos que le decimos a alguien, si te quedas quieto delante mío te voy a arrear un guantazo. Y va y se queda quieto, y le arreamos un guantazo.
¿Quién es el responsable del guantazo?¿Quién lo recibe o quién lo arrea?
Ya se que hay debate, quien dude tiene un problema ... y quien no acierte, también.
No te libras de la multa o condena por agresión... Avisar no es ningún atenuante.
 
Ya, yo no cuestiono el motivo por el que ella "se queda quieta" delante de Javi, solo planteo la Responsabilidad" de "lo" que muchos dicen que va a suceder.
Una relación sexual o sentimental entre dos adultos, es aceptable siempre que los dos se encuentren en situación de igualdad de uno respecto al otro.
Si por debilidad emocional, mental, económica, social o la que sea... Una de las partes se encuentra en situación de poder sobre la otra. La relación se convierte en tóxica y por lo tanto, uno está abusando del otro.
Por mucho que Javi advierta a Noelia: Él no deja de buscarla para su disfrute, aprovechándose que ella es una chica con evidentes problemas emocionales y psicológicos.
Si de verdad no quisiera hacerle daño, no continuaría con ella.
 
De entrada, nunca, jamás se da esa situación de igualdad. Y se trata precisamente de eso, de ser consciente, de que la intimidad compartida permita percibir las diferencias de la situación en la que se encuentra cada uno y las diferencias de cómo vive esa situación cada uno, y de comprometerse con el otro teniéndolas en cuenta para desplegar una pasión plena para los dos ... o los tres.
Lo otro es buscar la propia satisfacción, como la buscas en un videojuego o comiendo cheetos. Que es lo que hace Javi con Noelia. El mejor momento que han vivido estos dos fue cuando Javi "la tuvo en cuenta" en el cumpleaños de Noelia, y eso hasta Javi lo sabe, y le jode.
Seguramente no me he expresado bien.
Tú hablas de diferencias de personalidad, de percepción, de ideas... Ésas son enriquecedoras y dan consistencia a la relación, si se aprende a convertirlas en algo positivo.
Yo me refiero a la igual capacidad para aceptar lo que estás viviendo como una decisión tuya. Es decir, que no esté influenciada por un problema mental o emocional, algún tipo de coacción (relaciones forzadas), o una inmadurez que no te permita ser dueño de tus decisiones.
En éste relato: Javi sabe perfectamente que Noelia no está bien mentalmente. Y sin embargo la ha convertido en su juguete sexual, o en su saco de boxeo, según sus apetencias. Está claro que Noelia no es totalmente dueña de si misma ni de sus acciones, Javi lo sabe y es a ratos cruel y despiadado con ella.
 
¿Monótonas? ... Pero si está a punto de estrenarle el "culito" ... ... aunque sí, falta un poco más de mano dura.
Pues yo prefiero esta etapa a la que tuvo con valentina 🤷🏽‍♂️

Me refiero a la repetitiva dinámica que se ha dado con Noelia, lo que ha dominado la narrativa bastante rato ya, pierde morbo creo yo.

No es muy claro que los une, Javier parece arrepentirse cada vez luego que se la folla, y ella cree ganárselo un poco más cada vez que lo complace, parecen universos distintos donde cada uno vive. :unsure:
 
Capítulo 738

Estuvimos callados durante un buen rato hasta que ella me volvió a preguntar si me gustaba la cena, respondiendo yo afirmativamente. Ella me pidió que no me moviera, que se encargaba de recogerlo todo y de traer el postre. El vino que estuvimos bebiendo se me subió un poco y se le pusieron unas chapetas que acompañaban a sus risas bajitas. Se escudaba diciendo que ya no bebía casi nada y que con nada que tomaba cogía el punto rápidamente. Preparó un volcán de chocolate para cada uno y volvió en poco tiempo, sentándose a mi lado esta vez para enlazar uno de sus brazos con uno de los míos. Tampoco duró mucho el momento, porque nos lo acabamos rápido al ser pequeños, volviendo ella a recogerlo todo para sentarnos en el sofá, trayendo las copas de vino. La verdad es que estaba bastante guapa, con un vestido de lana de color gris, el cual realzaba mucho sus curvas. También tenía una pequeña apertura que hacía de escote, acompañando con unas medias negras muy tupidas y unos botines de color parecido al vestido.

Entre risas se sentó a mi lado en el sofá, empezando a acariciar mi cuerpo, especialmente metiendo su mano por dentro de mi ropa. Sus ojos estaban un poco entornados y ella no hacía más que mirarme a los ojos y a los labios. Intentó besarme en varias ocasiones, pero le decía que no quería por aquello de que parecía que tenía un poco de infección. También le dije que no debería haber tomado nada de alcohol, pero tampoco tomé demasiado, quedando un rato aún para tomarme el antibiótico que me tocaba. Ella se tapó la boca con la mano, pidiéndome perdón al habérsele pasado aquello, pero intentó solucionarlo al entrelazar sus dedos con los míos mientras me decía que estaba muy guapo, piropo que yo recibí como si tal cosa. No conforme con mi reacción, Noelia se subió encima de mí, con una pierna a cada lado para agarrar mi cara y mirarme, pegando nuestras narices y empezando a darme besitos por toda la cara.

Con unos susurros algo temblorosos me dijo que no podía esperar más y que necesitaba que nos fuéramos a la habitación para poder empezar cuanto antes. Así que nos levantamos y ella me llevó de la mano, moviendo su culo sensualmente hasta que llegamos a mi habitación. Allí, ella me sentó sobre la cama y me dio un abrazo, con varios besos más por toda la cara. Luego me empezó a desnudar hasta que lo hizo por completo, mirándome con mucho deseo. Tras eso, se empezó a desnudar a ella misma, echándome yo hacía atrás para apoyarme sobre mis codos y ver cómo lo hacía. De manera lenta y sin apartar su mirada hacia mí, se fue despojado de cada una de sus prendas, empezando por sentarse en la silla de mi escritorio para quitarse esos botines que llevaba, levantándose después para quitarse el vestido y quedar con su ropa interior y esos panties negros que llevaba, cosa que fue la siguiente en quitarse.

Ya estando solo con su ropa interior se me quedó mirando, dándose una vuelta para que viera que llevaba un tanga. En esta ocasión, tanto su sujetador como su tenga eran de color blanco. Hasta se puso en pompa para menear su culo, ganándose un azote por mi parte que hizo que riera. Tiré de ella para que se pegara a mí, encargándome yo de quitarle el resto de su ropa. Lo hice con su sujetador primero, aprovechando para agarrar sus tetas y manosearlas bien. Rápidamente, sus pezones se pusieron duros y ella empezaba a gemir de manera mimosa, acariciando mi cara. Después puse mis manos en su culo mientras nos mirábamos, susurrándome ella que me quería. Se lo bajé del tirón y la tumbé sobre la cama, poniéndome yo a su lado. Le empecé a acariciar el cuerpo, yendo rápidamente hasta su pubis para acariciarlo, empezando ella a estremecerse. Aunque no le duró mucho aquello, pues a los pocos segundos pasé a su rajita.

La encontré muy húmeda y se la empecé a acariciar. Noelia lanzaba gemidos muy tiernos y buscaba contacto con mi cuerpo, dirigiendo sus manos por diferentes partes de él. Estuve jugando con ella unos minutos, estimulándola de diferentes formas y procurando que no se corriera, llegando a estar muy cerca de hacerlo en dos ocasiones, pero paré a tiempo. Me acomodé sobre la cama para que ella se pusiera entre mis piernas y me la comiera, cosa que hizo durante un buen rato, aunque tuve que pararle en un par de ocasiones con un firme tirón de pelo por ir ella con mucha prisa. Le indiqué que lo hiciera despacio, disfrutándolo ella mucho más de esa manera por los gemidos que lanzaba. También le advertí que no gritara ni que se emocionara, porque ya me habían llamado la atención un par de veces por su culpa y no quería que volviera a pasar. Noelia continuó chupando mientras pensaba que era toda una putada no poder hacerle yo sexo oral, porque tenía muchas ganas, pero teniendo la boca en ese estado, prefería aguantar unos días para no correr riesgos.

Por eso me decidí a follarla, porque necesitaba ir un poco más allá y de esa manera estaría bien. La puse bocarriba y se la metí del tirón, gimiendo ella de la impresión. Lo tenía empapado y aún no habíamos hecho gran cosa. La empecé a follar a buen ritmo, aunque trataba de que no llegara hasta el final, pero en menos de 10 minutos se acabó corriendo por mucho cuidado que tuve. Pero eso no hizo que la cosa fuera a menos, porque se puso muy cachonda. Esa cara que tenía lo decía todo y ahora fue ella la que me colocó bocarriba en la cama, para darme la espalda mientras me montaba, haciendo subir y bajar su culazo. Yo le soltaba algún azote, gimiendo ella más fuerte en esos momentos y haciéndolo de manera uniforme y no muy alta entre medias. Le dije que me mirara y así lo hizo, follándome ahora como más me gustaba. Me gustaba bastante ver cómo su piel se enrojecía por algunas zonas, además de ver sus mejillas muy encendidas. Tiré de ella para pegar nuestros cuerpos y puse mis manos en su culo. Después le llevé un dedo a la boca para mojarlo y luego lo llevé hasta su culo, para acariciar su ano.

Noelia dio un respingo, pero se dejó hacer. La notaba bastante nerviosa cuando empecé a jugar por esa zona, comentándole que me apetecía empezar ya, porque no quería que se nos hiciera muy tarde. Estuve un rato jugando con su culo, usando también lubricante. Me habría encantado comérselo, pero pasaba lo mismo de antes. No quería correr riesgos, así que me dediqué a masturbarla con mis dedos cubiertos en lubricante. Con lo nerviosa que estaba de primeras no esperaba que fuera a comportarse de la manera en la que lo hizo, pues estuvo muy participativa y parecía disfrutarlo. Con lo bien que iba todo y lo excitada que la veía, pensé que ya estaba preparada. Y cuando fue a dar el paso se volvió a poner nerviosa, aunque no se echó para atrás. Me eché mucho lubricante en la polla y empecé a acariciarle la zona con ella, haciendo algo de presión de vez en cuando, irguiendo ella su espalda como respuesta.

No quería esperar más y le avisé de que iba a entrar, pidiéndome ella que llevara cuidado y que no le hiciera daño. No fue tan lenta la cosa como esperaba al ser su primera vez y al tenerlo tan pequeñito y cerrado. Costó un poco que entrara, pero su culo rápidamente se adaptó a mi polla, aunque no hacía más que meter el glande y un poco más. Le pregunté qué sentía, diciendo ella que era algo bastante raro, pero que podía seguir si yo quería. Y vaya que si lo hice, porque la empecé a follar, metiendo progresivamente mi polla cada vez más hasta que se la metí por completo. Noelia resoplaba y se quejaba de vez en cuando, pero no me decía que parara en ningún momento. Hasta se animaba a empujar con su culo en algunas ocasiones. Habiéndola metido ya por completo, empecé a follarla de manera más contundente, agarrándola de las caderas, pero sin apretar mucho, porque era su primera vez y pensaba que no podía venirme muy arriba.

-¿Quieres que te rompa el culo, guarra? -le pregunté muy excitado después de estar fallándola durante un rato y ver lo bien que ella aguantaba.
-Síiiiiii... -respondió en forma de gemido.

Ahora sí que la empecé a follar más duro, aguantando ella muy bien, cosa que me incitaba a aumentar más el ritmo. Al final la acabé reventando, sonando bastante cuando nuestras carnes se encontraban. Noelia hacía rato que tenía su cabeza hincada en la almohada para ahogar sus gemidos. Me notaba muy cerca, por lo que le dije que se tocara el coño, apurando yo lo máximo que pude hasta que me corrí, llegando hasta a gemir yo también. Descargué dentro de su culo y a ella le empezaron a temblar las piernas de manera muy exagerada. Me vencí con ella para quedar los dos de lado sobre la cama, respirando rápida y pesadamente hasta que a mí se me pasó el efecto de mi orgasmo, cogiendo papel para taparle a ella y yendo al baño para lavarme, dándome una ducha rápida. Cuando volví le dije a ella que hiciera lo mismo y fue al instante, yendo yo a tomarme el antibiótico y volviendo a la habitación.

Estaba muy adormilado cuando Noelia volvió completamente desnuda y con su pelo recogido con una goma. El medicamento me dejaba muy somnoliento y ella se sentó en la cama, preguntándome si se podía quedar a dormir conmigo, porque ya era tarde y además, llovía. Hice un sonido para responderle, pero ni yo mismo lo entendí. Supongo que ella lo entendería como una afirmación, porque se puso su tanga y cogió una de mis sudaderas para ponérsela y meterse en la cama conmigo, abrazándome y dándome las buenas noches, besándome en la mejilla, aunque luego lo hizo también en los labios. La verdad es que había sido una noche divertida y también estuvo bien el momento de la cena, la cual disfruté al estar muy buena, pero sabía que había sido cosa de Andrea, porque estaba todo demasiado bueno y ya había probado esos platos anteriormente de ella misma. No pude pensar en nada más, porque caí redondo por el antibiótico.
 
Última edición:
Me dan tanta pena Noelia. Entiendo que ella lo hizo mal hace un año, que jodió la relación de la hermana y todo eso. Pero lo que esta haciendo Javi ya rosa lo mal tipo. Se esta aprovechando de una chica que esta loca por el, a sabiendas del daño que le va a causar.
Igual, lo admiro tremendamente. Aparte de ser el mayor semental del que leí en estos relatos, en esta oportunidad, le hizo la cola a Noelia, sin necesidad de dilatar lentamente, de relajar con una lamida ni nada por el estilo. Solo un poco de lubricante y pa adelante. La cabeza adentro y a meterle que no se rompe. Y ella, no sufrio absolutamente nada, sino que al contrario, se corrió de lo lindo, hasta con las piernitas temblando...
 
Capítulo 739

Horas después me desperté por los besos que Noelia no paraba de darme por la cara estando sobre mi cuerpo. La aparté de mí, moviéndome para ponerme de lado y darle así la espalda. Estaba muy somnoliento y me apetecía dormir un poco más, pero ella no paraba de abrazarme y acariciar mi pecho al colar su brazo entre el mío y mi torso. También me besaba la cara al incorporarse y jugaba con mi pelo usando sus dedos. Al final me desveló y se volvió a abrazar con fuerza a mí una vez me puse bocarriba. Le pedí que me dejara tranquilo, pero ella lo hacía caso y no se dedicaba a otra cosa que a besarme la cara o los labios, haciendo de vez en cuando un sonido infantil cuando me daba un beso en la cara, apretando mucho. Estuvo durante un rato hablando entre susurros al ser muy temprano, comentando que la noche anterior quedó reventada, literalmente. Por eso se acabó durmiendo enseguida, porque no podía más. También me confesó que le dolía un poco el culo, diciendo que era normal con lo que tenía entre las piernas mientras reía.

Pero igualmente, decía que le había parecido increíble y que le había encantado que yo hubiera sido el primero en hacérselo de esa manera. No le pedí explicación ninguna, pero ella se acomodó para contarme lo que sintió en el momento. Empezó diciendo que de primeras lo sentía muy raro y no le terminaba de gustar, llegándole a doler un poco, aunque pensaba que el vino que había tomado en la cena le había ayudado a relajarse. Me contaba que estaba segura de que de no ser por haber bebido un poco no lo habría disfrutado igual. También me contó que al verme a mí tan excitado, empezó a disfrutarlo más, excitándose ella mucho también al verme así y al notar cómo me estaba gustando romperle el culo. Y el remate fue cuando se empezó a tocar para poder llegar más rápido. Ahí sí que lo disfrutó de verdad y llegó a tener un orgasmo tan intenso como para haber acabado dormida. Me dijo que lo podíamos hacer cuando yo quisiera, pero que pensaba que necesitaba un día o dos para volver a hacerlo, porque sentía un poco de malestar, pero que quitando eso, podríamos repetir, pidiéndome que le avisara para que se pudiera preparar y demás.

Tras unos momentos en los que ella no paraba de hacerme cariñitos, me preguntó si podía darse una ducha antes de irse a la universidad, diciéndole que me daba igual, así que se levantó después de darme otro abrazo y un beso muy tierno en los labios, aunque sin usar su lengua. Oí la ducha correr y ya sin ella en la cama, me acomodé, estando bastante a gusto y calentito, pareciendo que me iba a dormir de nuevo, pero de repente, Noelia me despertó, fastidiándome bastante ese momento, pero lo hizo para traerme el antibiótico. Me dijo que sabía de sobra que a esas horas no tenía nunca nada de hambre, pero que no podía tomármelo con el estómago vacío, así que me trajo un poco de yogur líquido y un bollito para que pudiera comer algo y poder así tomármelo. Lo acabé haciendo para que no se pusiera más pesada, diciéndome ella que descansara un poco más, arropándome cuando me volví a tumbar. Me dio unos cuantos besos más y se marchó, deseándome que tuviera un buen día.

Al final sí que conseguí dormir un poco más, pero no me dormí ni nada por el estilo para ir al trabajo. Lo que no hice fue salir a correr ni nada de aquello tampoco. No me apetecía mucho y estaba bastante a gusto en casa. Hacía mucho frío y la verdad es que me apetecía mucho estar en casa tapado y entretenido con otras cosas. Pero tenía que ir a la academia para continuar con el trabajo, aunque iba con otro ánimo, porque esa semana iba a ser la última en la que íbamos a dar clase hasta la vuelta de Navidad. Me esperaban 3 buenas semanas de vacaciones en las que en realidad no tenía ningún plan, pero me apetecía hacer algo y tenía que pensar el qué. Aunque también es verdad que esas ganas se me iban y venían constantemente al pensar que no tenía muchas opciones de compartir tanto tiempo libre, por no decir que no tenía a nadie, ya que la cosa con mi círculo más íntimo no estaba muy allá y con los demás que tenía trato, pues se marchaban a sus pueblos o también se iban con otras amistades, como era el caso de los amigos de la tienda en la que jugábamos, que aun así nos veríamos, pero no tanto como yo imaginaba que lo podríamos hacer al estar en vacaciones.

Me extrañó bastante no encontrarme a Noelia cuando Andrea volvió de la universidad, sobre todo con lo cercana que estaba cada vez más conmigo a pesar de las veces que le advertía de que luego lo iba a pasar mal. Tampoco es que me preocupara, ni mucho menos, porque estaba muy tranquilo sin que ella estuviera allí. Se ponía muy pesada estando todo el tiempo encima de mí y preguntándome cosas sin parar, siendo muy agobiante, lo que desembocaba en que me enfadara bastante con ella. Sobre todo, cuando veía que hablaba o interactuaba con otra chica. Eso la ponía como en alerta y llegaba a ponerse hasta algo histérica. Pero por suerte, no tendría que aguantar nada de eso, pudiendo preparar entre mi compañera de piso y yo la comida y luego poder disfrutar de ella tranquilamente, sobre todo ahora que había vuelto la cosa entre nosotros a la normalidad.

-Noelia se ha ido a casa un poco temprano -dijo sacando tema de conversación.
-Ah...
-Tenía un poco de mala cara hoy cuando la he visto. Se movía mucho en su silla cuando estábamos desayunando todas en la cafetería.
-Estará mala o algo, yo qué sé...
-Ya, jajajaja.
-¿Qué pasa? -pregunté oliéndome que Noelia le podía haber contado por qué se encontraba mal.
-Nada, nada.
-¿Y esa risa?
-Es que... En fin... Jajajaja.
-¿Por qué no me cuentas lo que pasa y nos reímos los dos?
-Nada, es que veo normal que estuviera así esta mañana.
-Ah, ¿sí? ¿Por qué?
-Con los gritos que pegaba anoche... Pues normal que esté así. Si es que eres muy bruto, jajajaja.
-Ah, que anoche estabas aquí...
-Pues claro, vivo aquí, jajajaja.
-¿No me digas? -dije con ironía- Joder, es que creía que no estabas.
-¿Y dónde iba a estar entonces?
-Como anoche Noelia preparó ese plan, pues pensaba que tú habías dormido en su casa.
-Pues no, jajajaja. Dormí en mi habitación. Me estuvo contando que iba a ser una noche especial y le pareció buena idea preparar una cena y tal. Le eché una mano y cené temprano para irme a mi habitación y dejaros intimidad.
-Vamos, que lo escuchaste todo.
-Pues sí, jajajaja. Pero no te preocupes...
-¿No? ¿Por qué?
-Porque no es la primera vez que te escucho. Ni la segunda, ni la tercera... Jajajaja.
-Ya...
-Es que... ¿Qué quieres que te diga? Imagino que en el tema se te olvida que no vives solo, yo qué sé... Jajajaja. Pero tranquilo, que no me importa que hagas ruido. A ver, si es muy tarde, pues sí, sobre todo si tengo clase al día siguiente, pero bueno... Jajajaja.
-Te hace mucha gracia, ¿no?
-Jajajaja, pues un poco. Pero ya paro.
-La verdad es que sí, se me va un poco la cabeza a veces. Pero no soy al único al que le pasa.
-¿No? Bueno, imagino que con lo que he escuchado de las chicas que se van contigo, pues les pasará lo mismo que a ti, jajajaja.
-¿Y a ti? ¿No te pasa?
-¿Eh? -dijo mientras se le iba la risa.
-Pues que yo también te he escuchado. Y no solo una vez. De hecho, ahora que lo pienso, me sorprende un poco no haberlo hecho antes. La primera vez fue hace varios días, que vaya meneo teníais tu novio y yo para que sonara así la cama... La otra fue hace no mucho, aunque no se oía la cama, pero sí a ti.
-¿Cómo...? -dijo poniéndose roja a rabiar.
-No creo que alguien se colara en tu habitación, ¿no? Pues debías ser tú.
-Pero...
-No te preocupes tú tampoco, ¿vale? Que no me importa nada, jajajaja.
-Javi, yo... Qué vergüenza...
-Joder, ¿te ríes de lo mío y ahora te pones así? Aunque es verdad que tus gemidos son divertidos. Me hacen gracia cuando los haces así tan agudos.
-Pfff... -decía avergonzada, tapándose la cara con las manos.
-No te pongas así, mujer, que no es para tanto. Tiene que ser divertido irse contigo a la cama con esos gemidos -dije mientras recogía lo mío para llevarlo a la cocina y empezar a fregarlo al haber acabado de comer-. Estaría bien probar... Es broma, jajajaja. O no... -dije entre dientes entrando ya en la cocina.
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo