Reencuentro con Elena

Bueno. Si no ve ya que su futuro está con Ángela, yo tiro ya la toalla definitivamente.
Es evidente, o así lo creo yo que ambos sienten algo el uno por el otro y es Javi el que no debe dudar y dar el paso
Conociendo al Protagonista, no te extrañe que la cague con ella y distancie la amistad-relación...
 
Más le vale darse cuenta que lo de Elena es ya una etapa cerrada.
Me parece bien que hablen, que se digan las cosas, que de explicaciones, pero más no creo que sea bueno.
NO creo que Elena perdone los CUERNOS que le puso con su hermana... y si se ha enterado de el "asuntillo" con la madre...

Es una relación condenada y como bien dices, hablar para pasar página y cada uno por su camino...

Echo de menos la psicóloga, Mónica... me gustaba esa chica.
 
NO creo que Elena perdone los CUERNOS que le puso con su hermana... y si se ha enterado de el "asuntillo" con la madre...

Es una relación condenada y como bien dices, hablar para pasar página y cada uno por su camino...

Echo de menos la psicóloga, Mónica... me gustaba esa chica.
Es que seria raro que lo perdone, suponiendo que Noelia le hizo la encerrona a Javi en su momento... pero explicame entonces en que cabeza cabe la relación que tuvieron hasta recién. Ella te arruina la vida con la mujer que amas, y a la primera de cambio te pones a salir con ella???
 
Es que seria raro que lo perdone, suponiendo que Noelia le hizo la encerrona a Javi en su momento... pero explicame entonces en que cabeza cabe la relación que tuvieron hasta recién. Ella te arruina la vida con la mujer que amas, y a la primera de cambio te pones a salir con ella???
Explicación lógica no hay. Javier tenía que haber cortado radicalmente todo contacto con Noelia pero el prota piensa más con el pito que con la cabeza o corazón.

Por eso digo en el anterior comentario, que tiene todas la papeletas para cagarla con Ángela...
 
Capítulo 776

-A ver, cuéntame -me dijo una vez nos sirvieron el café, estando ambos en una mesa apartada.
-Pues es que no hay mucho más que contar de lo que ya te he dicho. Noelia no se tomó bien que le dijera que nos dejáramos de ver.
-Ya, sabíamos de sobra que eso iba a pasar. Me da mucha pena, porque yo he estado en su mismo lugar.
-Joder, pero tú no te pusiste así ni de lejos.
-Bueno, no sé qué es peor, si esto que le ha pasado a ella o estar tan cerca de ti durante tanto tiempo. Debe ser algo muy parecido.
-Ambas sabíais lo que había desde el primer día.
-No te estoy echando nada en cara, Javi -dijo poniendo su mano sobre la mía-. Solo he hecho un comentario.
-Ya, perdona. Es que estoy un poco...
-¿Triste?
-Claro.
-Se ve que tú también le has cogido cariño por mucho rencor que le tuvieras.
-Lo decía más por lo de Andrea, pero bueno... No es plato de buen gusto tampoco ver a alguien así por mucha rabia que le tengas.
-En fin... Lo de Noelia era inevitable, porque no ibais a llegar a nada serio nunca. Tendría que pasar bastante tiempo y tendrías que cerrar el capítulo de Elena como para que pudiera surgir algo entre vosotros.
-Yo lo veo imposible.
-No puedes decir eso. La vida da muchas vueltas.
-Echaría el freno de mano en esa situación.
-Ya... -decía riendo.
-¿Te ríes?
-Es que eso no se puede controlar. Parece mentira que no lo sepas.
-Bueno...
-Yo creo que ha sido mejor así. A ver, lo suyo hubiera sido que no hubieras permitido nada de acercamiento entre vosotros.
-Ya, pero...
-Sí, es muy difícil, ya me lo has dicho.
-Exactamente.
-No sé, yo no lo veo tan difícil. Dejas las cosas claras desde el minuto uno. A todo el mundo, sobre todo por tu compañera de piso, que te la jugó.
-Si lo hice.
-Sí, ya se ve cómo de bien. Yo le habría dado un ultimátum.
-¿Tú? ¿La chica con el corazón más blando del mundo? Te aseguro que en mi situación no le habrías dicho nada con lo sentimental que eres, jajajaja.
-Oye... -dijo dándome un manotazo haciéndose la ofendida.
-Sabes de sobra que es así. Y le tenía mucha estima a Andrea. No sé, me hacía muy buena compañía y era muy agradable vivir con ella y demás.
-En cualquier caso, ha sido poco tiempo el que habéis estado... Bueno, que habéis estado así. Podría haber sido mucho peor.
-Supongo.
-¿Y lo de Andrea?
-Pues eso, encontré esa nota sobre la mesa, junto a las llaves.
-Y dices que te lo veías venir.
-Mmm, más o menos. Desde luego sabía que se iba a poner de su parte si tenía que elegir.
-Si ya lo hizo una vez...
-Eso es.
-La verdad es que no esperaba que pudiera pasar esto. Si te soy sincera, pensaba que iba a apoyar a Noelia, pero no que iba a irse de casa y que te iba a decir todo eso. No creía que se fuera a enfadar tanto como para dejar de ser tu amiga.
-Pues ha pasado.
-Es una pena. Me caía muy bien esa chica. Creo que te hacía mucho bien tenerla en casa. Y no lo digo por lo de acostarte con ella, ¿sabes? -decía de broma.
-Ya.
-Me ha sorprendido un poco.
-¿Por?
-Nunca te he visto con una chica como ella. Siempre has estado con chicas muy delgadas.
-Con los años eso del tipo de chica ideal desaparece.
-Mmm, sí. En realidad, me pasa un poco también a mí. De vez en cuando me fijo en gente en la que no me hubiera fijado en otros tiempos.
-Pues eso. Además, con la convivencia y demás... No sé. Y se me hace una chica bastante atractiva, porque tiene unas curvas muy bonitas. Gana mucho desnuda, aunque no es difícil al ir siempre con ropa tan ancha.
-Debe tener un conflicto interno muy grande por haberse acostado contigo estando Noelia en medio.
-Ya. Me lo ha dicho muchas veces.
-Y tú por lo que se ve le has insistido para...
-Pues claro que le he insistido, porque me pone mucho. Y estando soltero, pues mucho más fácil.
-A eso se refiere con lo aquello de que no te importa lo que sientan o piensen los demás.
-Ya, me lo han dicho varias veces.
-Bueno, todos hemos hecho cosas así. Nadie puede decir que no ha hecho daño a alguien. Yo creo que sí, que deberías llevar más cuidado con esas cosas, pero sé cómo eres y no me preocupa ese aspecto.
-¿Y qué te preocupa?
-Que no pases página por lo de Elena. Por eso creo que deberías hablar con ella cuanto antes. Para seguir hacia delante de una vez.
-Ya. Si sé que llevas razón, pero se me hace muy difícil.
-Yo también lo entiendo. Y estoy aquí para lo que necesites -digo agarrando mi mano con ternura.
-Menos mal que te tengo a ti.
-Siempre me vas a tener. También está Sofía, ¿eh?
-Sí, pero contigo... No sé, me siento más cómodo.
-Pero eso es por la riña que habéis tenido hace poco. Me han contado cositas que me dice que sois muy buenos amigos.
-Sí, la verdad es que sí. Si me paro a pensarlo, Sofía es un amor de chica. Pero tú eres más especial. Desde siempre has sido muy buena y cariñosa conmigo.
-Jejejeje.
-Me encantó cómo te acercaste a mí para hablarme hace unos meses.
-¿Cómo no lo iba a hacer?
-Yo también quería acercarme a ti para saludarte, pero es que no sabía si ibas a recibirme bien o no. Qué tontería viendo lo contenta que estabas de verme...
-Pues la verdad es que sí, jajaja. Aunque bueno... La que lie...
-Eso ahora no importa.
-Ya, pero...
-Da igual, Ángela. Si pasó eso es porque tenía que pasar. Al fin y al cabo, yo no estaba enamorado de ella y me hizo mucha ilusión volver a verte y que estuvieras así de sonriente.
-En realidad... Lo entiendo. Quiero decir... Te acostaste conmigo estando en pareja, pero cuando estabas con Elena no pasó eso.
-Así es.
-Pues con más razón tienes que hablar con ella.
-Si lo voy a hacer. Tranquila.
-Bien.
-¿Sabes que me dijo su hermana que estaba con otro?
-¿Sí?
-Ajá. Aunque estaba enfadada. Pero no me parece nada raro. Y eso casi que confirma lo del bebé, aunque ya ves tú... ¿Qué más prueba que esa foto que tiene de perfil?
-Ya...
-Bueno, dejemos de hablar de esto. ¿Qué es eso de que a lo mejor te vuelves a España?
-Ah, pues eso. Echo mucho de menos todo lo de aquí. No te vayas a pensar que allí estoy mal. Ya sabes que no. Solo que... Como que me cuesta un poquito conectar con todo. No sé cómo expresarlo.
-Me extraña mucho con lo abierta que tú eres.
-Ya, pero no sé... Será que allí no son tan abiertos o no sé... La cosa es que no es que esté deprimida allí ni nada, pero prefiero bastante más estar aquí. Es muy obvio.
-Si tienes ese problema, pues es normal.
-No sé... Voy a preguntar para ver si puede ser. Es que como no pueda, a lo mejor doy mala impresión, ¿no? Como que se pueden pensar que no quiero estar allí.
-Bueno... Puedes decirles que tienes a alguien cercano en un estado regular y que te gustaría poder pasar más tiempo con esa persona mientras haces tu trabajo.
-¿Como tú? -preguntó sonriendo.
-No, no iba por ahí, jajaja. Era solo por darte algún ejemplo.
-Me gusta mucho ese trabajo, porque toco temas que me gustan mucho y tengo mucha información adelantada. Incluso me hicieron una sesión de fotos.
-¿Sí? A ver.
-Mira -dijo enseñándome unas fotos en las que salía con un par de vestidos, además de ir bastante maquillada y muy bien peinada.
-Joder, qué guapa.
-Pero la mayoría de lo que hago es trabajo de oficina. Entonces, pues es algo que puedo hacer aquí perfectamente, pienso yo. El horario va a ser exactamente el mismo y no debería haber ningún problema creo yo.
-¿No te estabas viendo con una chica allí?
-Ah, pero eso no es nada serio. Ni de lejos, vaya.
-Ah, me había dado la impresión de que quizá podía ir a más.
-Es lo mismo que he tenido estos días con Cintia, para que te hagas una idea. Sí, me ha llamado un par de veces durante las vacaciones y me ha dicho que tiene ganas de verme y tal, pero no es para tanto.
-Am, pues no sé. Yo te veo con ganas de volver. No creo que tengas que pensar mucho si solicitar eso.
-Ya. No sé, ya veré. ¿A ti te gustaría que me volviera?
-Pues claro. Con lo que te quiero, tenerte aquí sería un regalo muy grande.
-Jejejeje.
 
'Noelia me dijo que estaba con otro, así que eso confirma prácticamente que tiene un hijo' lo siento mucho, pero no le riega el cerebro.

Otra conversación hablando de lo mismo que ya hablaron por teléfono, no avanzamos.
 
Ángela le está tanteando, está claro. Probablemente su hermana le dijo que el quería ir en serio con ella cuando surgió lo de Francia y ahora le tira de la lengua a ver si le dice más. Pero Javi ahora está bastante perdido con lo de Elena. Por lo menos parece que se va quitando gente que no le hace bien, como Noelia o Andrea (tristeza post-coitum como dirían Siniestro Total). Pero todo ello gracias a Ángela y en menor medida Sofía, si por el fuera aun seguía con toda la fauna invasora en casa...
Tendrán contacto Noelia y Elena aunque sea a través del padre? Sabrá su ex que mandó a la mierda a su hermana? Sabrá ya que quiere hablar con ella?
 
De verdad, un diálogo que no tiene desperdicio, un auténtico dummy, un incompetente emocional, un cateto de las relaciones hablando con una chica normal que no salió corriendo a drogarse cuando se reencontró con aquel del que, después de tanto tiempo y pese a las circunstancias de su alejamiento, aún sigue enamorada.

Javi tiene problemas para comprender cómo funcionan las relaciones y las personas, el fusible de empatía fundido, el canal egocéntrico a tope de carga y el punto de maduración como el de un kiwi duro como una piedra. Definitivamente necesita una pareja "lazarillo" que esté dispuesta a guiarlo y acompañarlo, dispuesta a aceptar las cagadas sin querer del chaval ... 🤔 ... no se me ocurre quien podría ser esa abnegada compañera, no veo señales por ningún lado de quien podría llegar a ser ese Ángel de la Guarda.
Desde luego no lo vas a invitar a una copa. Joer. 😂😂😂
 
Capítulo 777

Tras ese café, nos fuimos a dar un paseo, quedando para comer con sus amigos, como me contó el día anterior que haríamos. Fuimos a un bar, bastante pijo, como a los que siempre habíamos ido con ellos, dándose una de las típicas reuniones, comiendo allí mientras se charlaba, aunque Ángela era mucho el centro de atención al no estar nada presente en los últimos meses.

Todos le preguntaban muchas cosas pese haber ido la mayoría a Francia, pero no habían vivido allí y les interesaba mucho el tema por lo que podía intuir yo al ver el aluvión de preguntas que le caía a mi amiga. Ella contestó a todo sin molestia ninguna mientras yo me paraba a pensar que era un alivio no encontrar a su amigo Finn allí, aunque creo que no se podría catalogar como tal a esas alturas.

La cosa se animó bastante, porque tras la comida, nos fuimos a un local que pertenecía a uno de los presentes, tomándonos algo allí tranquilamente mientras seguían hablando, aunque ya de lo mismo de siempre cuando yo había ido anteriormente.

Ángela me miraba mucho, dándome cuenta de que lo hacía para ver si estaba aburrido o algo, aunque yo siempre le devolvía la mirada con una sonrisa. La verdad, es que sí, estaba muy aburrido, pero no iba a joderle a mi amiga la reunión con los suyos.

Prefería aguantar y que ella estuviera contenta a que se tuviera que ir temprano por mí, porque además, la veía bastante entretenida y muy contenta de volver a verlos. Me sorprendió cuando dijo que nos teníamos que ir ya bien entrada la tarde, siendo casi la hora de cenar.

Así que nos despedimos de todos, preguntándole yo por el camino una vez salimos de allí el motivo de irnos viendo lo bien que se lo estaba pasando. Ella dijo que sabía de sobra que yo no lo estaba pasando bien y que ya había tenido más que suficiente, porque en realidad habíamos pasado varias horas con ellos, sugiriéndome cenar en algún sitio para que me pudiera despejar, aunque yo le dije que podíamos volver si quería, sonriendo ella.

Al final acabamos cenando tranquilamente en un restaurante, aunque ella sugirió cocinar algo en casa o pedir algo para llevar y no gastarnos tanto dinero así, porque en pocos días habíamos pisado varios restaurantes, pero a mí me daba bastante igual eso.

Se notaba que lo decía por mí y como le dije que no había problema, pues acabamos en uno. Nos pedimos lo que solíamos, al igual que nos pedimos el postre que solíamos pedir, aunque los acabamos compartiendo para probarlos los dos.

En lo que charlábamos de algunas que otras cosas más banales, con ella diciéndome una vez más que le gustaba mucho verme arreglado, como iba en ese momento al ser ella la que me aconsejó qué ponerme antes de irnos de casa o en Nochevieja, yendo con ese traje que a ella le parecía muy elegante, me preguntó si tenía algún plan para el día siguiente, pillándome un poco despistado, porque no sabía muy bien a qué se refería.

-Pues a ver la cabalgata de Reyes, ¿a qué va a ser?
-Ah, pues no. No tengo ningún plan.
-¿Quieres que mañana la veamos juntos?
-Pues si tú quieres, vale.
-Joder, que parece que no tengas ganas... Jajajaja.
-Es que no me había parado a pensarlo.
-A mí me gusta verla todos los años. Me recuerda mucho a cuando era pequeña y me encanta. No he visto nunca la de aquí, pero tenía pensado ver la de nuestra ciudad. Ya sabes, es noche de Reyes y me gustaría pasarla en familia, para abrir los regalos a la mañana siguiente.
-Claro, si quieres nos vamos mañana por la mañana, o cuando tú quieras.
-Me parece bien. Además, tengo que darte tu regalo... -decía con una sonrisa muy tierna.
-Ah... Eso me recuerda a que yo también te tengo que dar el tuyo.
-Estupendo.
-Me viene muy bien para llevar también los regalos de la familia y algún detalle que les he comprado a Sofía y a Hugo. Aunque no sé cuándo se los podré dar.
-Mañana les preguntamos si andan por casa y se los llevamos.
-Sí, mañana llamo a Sofía a ver qué me dice.
-¿Qué les has comprado?
-Pues a Sofía un par de juegos de mesa, que sé que le encantan. En la tienda a la que voy a jugar hay muchísimos.
-Le va a faltar sitio con la colección que tiene, pero es que es verdad. Le encantan. ¿Y a Hugo?
-Joder... Había pensado en gastarle una broma, pero iba a ser muy pesada.
-¿Cuál? -preguntaba divertida.
-Pfff... Había pensado en coger un paquete de harina y precintarlo para que se pensara que es... Pero mejor no.
-Hala, qué cabrón, tío... Jajajaja.
-Es que a lo mejor no se lo toma muy bien, ¿no? Como lo está dejando en serio y sé que tiene momentos duros, pues...
-Yo creo que es mejor que te lo ahorres, pero la broma es fina.
-Sí, mejor me estoy quieto. A él le voy a regalar una figura. Le gusta mucho el tema de la película Predator y tal y vi una que me gustó, así que la pillé para él -dije sacando el móvil para enseñarle una foto.
-Qué guay. Van a estar encantados con los regalos.
-Eso espero.
-Creo que vas a tener suerte por parte de ellos también.
-¿Sí? -pregunté sorprendido.
-Pues sí. ¿Por qué te extraña tanto?
-Por nada. No sé... A lo mejor no me he portado muy bien este año como para merecerme tantos regalos.
-¿Eso es lo que piensas?
-Sí.
-Pues o estás equivocado, o los Reyes Magos se han emborrachado con tanta copita que le dejan los nenes para reponer fuerzas, porque algunos regalos vas a tener.
-Jajajaja -reí al ver cómo me decía aquello.
-Oye, ¿te parece si nos vamos ya? Estoy cansada después de estar todo el día de un lado para otro.
-Vamos.
 
Cada vez tengo más claro que todos están equivocados. Javi no debe quedar con Elena para aclararse él mismo, pendiente de lo que Elena le diga. Javi debe aclararse él mismo, y mejor si tiene a alguien ya a su lado y, solo entonces, encontrarse con Elena pero solo para cerrar las heridas como Dios manda, y que no se le quede nada enquistado en el interior.

En las clases de negociación siempre nos dijeron que hay que acudir con una mejor alternativa posible a cualquier acuerdo a negociar. Si tu posición ya tiene resuelto el tema del que vas a tratar, acudes con más poder y capacidad de decisión a cualquier negociación en que pretendas llegar a un acuerdo.
El problema que veo es que Elena tiene algo que ofrecer a Javi, pero Javi a Elena nada de nada, y así ya nos podemos olvidar de la negociación.

Yo hasta ahora no comprendo porque fue Elena a su casa aquella vez, no sé qué esperaba la verdad.
 
Capítulo 778

Pagamos y nos fuimos a casa, aunque como nos pilló por la parte baja de la ciudad, pasamos por una plaza céntrica que quedaba más abajo de la calle en la que se encontraba mi casa. Como ya había hecho hacía unas semanas, paré para comprar unos buñuelos bañados en chocolate, comprando una pequeña caja para cada uno. Ángela miraba aquello con una cara que parecía una niña pequeña, porque le gustaba bastante, siendo además algo que no comía desde hacía mucho tiempo según me contaba.

Como mi casa quedaba tan cerca, esperamos para comerlos allí una vez llegamos, gustándole mucho aquello a mi amiga, quien se acariciaba la barriga diciendo que había comido mucho ese día, haciéndome gracia aquello. Tras comerlos, me pidió permiso para darse una ducha, pues llevaba todo el día fuera de casa y quería dormir relajada y sabía que con aquello lo haría. Yo le dije que no tenía que pedirme permiso para nada, aprovechando también para darme yo una, aunque en el otro baño.

Nos quedamos un poco en el salón cuando acabamos, poniéndose ella una sudadera ancha de las mías y un pantalón cómodo que trajo. Ella miraba su móvil, respondiendo mensajes mientras yo jugaba un poco con la consola y ella se quedaba mirando a ratos, entreteniéndose así también.

Fue ella la que terminó hablando con Sofía, quedando en que nos podíamos ver los cuatro el día de Reyes sobre las 4 de la tarde para tomar un café en la casa de Sofía y darnos así los regalos entre los cuatro. Me pareció bastante bien, porque tampoco quería pasar mucho rato en casa de mis abuelos por si a mi hermano le daba por aparecer, así que le dije que sin problema.

Y estuve cerca de decirle que por mí podíamos quedar para comer los cuatro juntos, pero lo más seguro es que Ángela lo hiciera con la familia y pensaba que Sofía y Hugo también lo harían con los padres de éste.

No tardamos mucho en irnos a la cama para dormir. Le dije a Ángela que podía dormir en lo que era la habitación de Andrea por si yo le molestaba mucho al despertarme tanto por las noches y cambiar la postura para intentar dormir de nuevo, diciéndole además que no tenía por qué preocuparse, porque había cambiado las sábanas y demás.

Ella me dijo que nunca había tenido queja durmiendo conmigo, cosa que habíamos hecho en varias ocasiones en los últimos meses, bueno, sin contar los que ella estuvo en Francia, pero sí que lo hicimos tanto antes como después de aquello.

Así que nos marchamos a mi habitación para meternos en la cama y darnos las buenas noches, con ella dándome un beso en la mejilla, quedando bocarriba y apagando yo la luz de la mesita. Aunque como ya esperaba, a mí me costaba dormirme y para mi sorpresa, a ella también, por lo que empezamos a hablar en susurros.

Hablamos de tonterías nada más, riendo ambos bajito por lo mismo, poniendo ella su cara sobre mi hombro, metiendo además su mano por dentro de mi camiseta para acariciar mi pecho. Al final la cosa se animó bastante, tanto que nos empezamos a besar durante un rato bastante largo, metiéndonos mano, además.

Terminé por dar la luz de la mesita nuevamente para poder vernos mejor, encontrándola con una cara que me indicaba que tenía muchas ganas. Esas chapetas que le salían cuando se excitaba no dejaban lugar a dudas. Así que me puse sobre ella para besarnos de nuevo, tirando ella de mi camiseta para quitármela, mirando mi cuerpo y mordiéndose el labio para hacer fuerza y tumbarme, poniéndose ahora ella sobre mí.

Ya le había tocado las tetas antes de ese momento al meter las manos por dentro de la sudadera que me cogió prestada, pero ahora lo podía hacer sin nada de obstáculos a la vez que podía verlas. Llevé cuidado de no estimular muchos sus pezones al conocer lo sensibles que eran. Al menos de primeras, porque luego no pude evitar jugar con ellos cuando me incorporé para comerle las tetas.

El resto de la ropa no tardó mucho en desaparecer, poniéndose ella sobre mí para follarme directamente, sin que hiciéramos nada de sexo oral, cuando era lo más normal entre nosotros. Al parecer ella tenía bastante prisa y a mí tampoco me importó aquello. Ángela apoyó sus manos en mi pecho para mover su culo hacia arriba y abajo, encorvando su espalda mucho hacia dentro para mantenerse muy vertical a la vez que me follaba al levantar su cuerpo para luego dejarlo caer.

Jadeaba cada vez de manera más intensa, llegando a lanzar algún que otro gemido que rápidamente mataba al tapar su boca con una de sus manos. Le dije que estábamos solos en casa y que no necesitaba cohibirse tanto como para hacer eso, sonriendo ella y dejándose llevar más en ese aspecto. Continuó la follada de esa manera hasta que cambiamos las tornas para ponernos en el clásico misionero, en donde ella mi miraba de manera muy intensa con unos ojos muy vivos.

Pero no sería así como acabáramos aquel polvo, ya que después de estar de esa manera durante varios minutos, la puse a cuatro para follarla de ese modo, porque sabía que le encantaba. Y así me lo demostró ella con esos gemidos que lanzaba, un poco más altos de los que había lanzado en el resto del momento.

Varié entre darle con más fuerza y más suave, pero fue cuando la tumbé totalmente, poniéndome sobre ella con cuidado, pegando mi cuerpo al suyo que se empezó a correr mientras le besaba el cuello, retorciéndose bastante y siendo capaz yo de controlarla con suma facilidad.

Apuré un poco más al darle con más intensidad tratando de llegar yo también antes de que se pusiera tan sensible como para tener que dejarla tranquila, consiguiéndolo y empezando a correrme dentro de ella, amplificando así su orgasmo, quedando ella bastante rendida y encargándome yo de limpiarla para que durmiera más a gusto. Al final cayó más rápido de lo que esperaba, pues ni nos habíamos puesto la ropa, así que yo también me quedé así para acomodarme y dormir a su lado, pegándose ella a mí entre sueños y pasando un brazo por mi pecho.

Fue cuando me desperté que pensé en lo contradictorio que era decir que seguía enamorado de Elena y que Ángela fuera la que más me insistiera en hablar con ella para pasar página después de haber acabado follando el día anterior, pero fue algo que salió bastante improvisado. Yo no tenía en mente acabar así y tampoco terminé de percibir ninguna señal clara por parte de mi amiga, pero la verdad es que tampoco era algo que me carcomiera.

De hecho, la miraba, siguiendo ella aún dormida con su cara sobre parte de mi cuerpo y la veía preciosa, entendiendo cómo me había pillado por ella bastante hacía poco más de un par de meses. Ambos seguíamos desnudos y estaba muy cómodo con ella, llegándome su olor corporal tan bueno, especialmente estando tan pegada a mí. La abracé para quedarnos así un rato más, porque estaba muy cómodo, pero al final se acabó despertando, como ya lo estaba yo sin poder dormirme más.

Ella, sin embargo, no parecía preocuparle que hubiéramos tenido sexo hacía unas pocas horas. Ni siquiera hizo ningún comentario al respecto, dándome un abrazo mientras se desperezaba y reía. Luego me dijo que había dormido muy bien y que estaba muy a gusto en ese momento conmigo de esa manara.

En ningún momento me buscó para hacer absolutamente nada, y eso que algo andaba un poco despierto en mí, pero al final la cosa se tranquilizó conforme pasaron los minutos y vi que no nacía nada de ella como para repetir lo hecho la pasada noche. Hablamos un poco en susurros, estando ella muy atontada y bostezando mucho.

Me di cuenta de que era bastante temprano aún y le sugerí que se durmiera un rato más. Ella dudó, pero acabó aceptando cuando le dije que le dejaba toda la cama para ella sola mientras yo aprovechaba para salir a correr un rato, preguntándole si le apetecía que comprara algo para desayunar y traerlo a la vuelta.

Ángela me dijo que le parecía bien el plan, pero me pidió que no me cansara mucho. Le pregunté por qué decía eso, recordándome ella que íbamos a ver la cabalgata de Reyes bien entrada la tarde y sabía de sobra lo grande que era, teniendo que estar de pie durante un buen rato.

Me reí y le dije que no había problema, incorporándome con la intención de levantarme para ponerme algo de ropa y salir a hacer algo de ejercicio, pero ella me paró. Tan solo me dio un beso en la mejilla, volviendo a dejarse caer para intentar dormir un poco más, soltándome y levantándome yo como iba a hacer antes de aquello.

Me vestí y me fui al baño para lavarme un poco la cara, saliendo de casa después de hacer unos rápidos estiramientos. Estuve corriendo bastantes minutos por la ciudad mientras pensaba en ese momento que acababa de tener con Ángela y que acabó con ese beso en la mejilla. No es que fuera algo tan llamativo, pero sí que me daba un poco que pensar.

Casi a las 2 horas regresé a casa, dejando lo que compré para que ambos pudiéramos desayunar sobre la mesa del salón y yendo al baño para darme una ducha, donde me la encontré a ella ya terminando de hacer lo propio, vistiéndose con parte de la ropa que trajo en su mochila para no llevar la misma todo el tiempo.

Me sonrió al verme y me dio los buenos días de nuevo, devolviéndoselos yo y diciéndole que mejor la dejaba acabar, pero ella me dijo que no importaba, cogiendo sus cosas para peinarse en el otro baño, dejándome a mí en ese, porque pensaba que me gustaba más para ducharme y demás.

Y así era, por lo que entré rápidamente para darme una, porque lo necesitaba, encontrándome que todo estaba listo para desayunar una vez acabé y regresé al salón. Le encantó que comprara churros con chocolate, diciéndome que llevaba siglos sin tomar aquello para desayunar.

Me preguntó si siempre hacía lo mismo con aquello de hacer ejercicio y desayunar después, respondiéndole yo afirmativamente. A ella le parecía una locura que hiciera eso, pensando que era malo y que me podía dar algo, pero yo le decía que no era para tanto. Me pidió que tuviera cuidado y me dijo que comiera, pareciendo preocupada, aunque comí y ella se quedó tranquila.

También comentó que no entendía cómo podía hacer eso casi todos los días, especialmente teniendo que ir a trabajar a continuación y también por la tarde. Pero más le sorprendía conociendo las dificultades que tenía para dormir. Desayunamos más tranquilos una vez le dije que estaba acostumbrado a todo eso y que nunca me había pasado nada, empezando a charlar de otras cosas hasta que terminamos y lo recogimos todo para quedarnos un rato en el sofá sin comentar tampoco lo ocurrido la noche anterior.

Se animó un poco más la cosa, aunque no en ese sentido, ya que Sofía llamó a Ángela para preguntarle si seguía en casa conmigo. Al decirle que sí, había pensado en que nos podíamos juntar los cuatro para comer juntos, pareciéndome a mí bastante bien. Ellos andaban también por allí y quedamos para la hora de comer en un buen bar que conocía Hugo al ser de más de allí que nosotros pese a haber vivido Ángela y yo durante bastante tiempo allí.

Como ya esperaba yo y como venía siendo la tónica en esos últimos días, la cosa fue bastante bien, estando todos animados y hablando todo el tiempo, permitiéndome a mí estar distraído y despejar un poco la cabeza de lo ocurrido hacia un par de días con Noelia y Andrea.

Incluso nos tomamos un café después, preguntándonos ellos si teníamos algún plan, contándoles que iríamos a ver la cabalgata a nuestra ciudad, pensando ellos hacer lo mismo, pero en la que estábamos en ese momento. Pero eso no significaba que el plan de vernos al día siguiente se cancelaba, porque seguía en pie.

Nos despedimos de ellos sobre las 4 de la tarde y se fueron en dirección a la casa de Hugo mientras que Ángela y yo regresamos a la mía, pero coger nuestras cosas y montarnos en el coche para regresar a nuestra ciudad y seguir así con el plan de ver la cabalgata de Reyes.

Por el camino fuimos escuchando música, dándome cuenta de que Ángela se quedó mirando una foto que echó con su móvil mientras comíamos en donde salíamos los cuatro. La miraba sería, sin entender yo por qué, así que le pregunté. De primeras me dijo que no pasaba nada, pero cuando le insistí, me contó que quería subirla a redes sociales, pero que no iba a hacerlo al final.

Al preguntarle yo el motivo, ella me dijo que se acordó de la foto que vi yo en su día, en la que me encontré a la pareja que comió con nosotros ese mismo día, además de Irene y Mario, quedándose pensativa en cómo me sentí yo al verla.
 

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