Reencuentro con Elena

A -Estas navidades tenemos que quedar mucho.
J -Ya ves, tenemos que recuperar el tiempo perdido.
A -Jajajajaja.
J -¿Es mentira?
A -No, no. Aunque tengo otras cosas en mente.
J -¿Cuáles?
A -Ya verás.
J -¿Me tengo que preocupar?
A -Noooooooo.

Están pensando lo mismo que yo??? :devilish:

Esas otras cosas en la mente de Ángela, pueden incluir un deseado trío con Cintia, a juzgar esos encuentros que dejaron un patente deseo de disfrutar más de ella, y algunas indirectas a Javier insistiendo en descubrir interés por ella.

Además de ayudar a recomponer su amistad con Irene (y Mario), y revivir los encuentros del grupo, que ahora siendo seis. la dinámica en que se desarrollen puede ser todo un desafío

Todo dependerá de su capacidad de convencer a Irene. ;):babeando1:







Mientras, luego de recoger al bebe en casa de su madre, aprovecha de retirar el pedido en la farmacia, algo muy necesario según las ocasiones que ha visto en su escritorio del trabajo cavilar a una cansada E...
 
Si retoman la dinámica de " todos con todos"... Acabarán cada uno por su lado.
De toda la gente que lleva a cabo ésas prácticas, sólo un uno por ciento tiene la suficiente entereza y madurez, como para que no afecte en sus relaciones personales.
Y nuestra " chupipandi ", de madurez no andan precisamente sobrados.
 
Buenas, quería pedir disculpas por andar menos activo últimamente, ya sea al reducir la extensión de los capítulos (más aún) o al no reaccionar a los comentarios que dejáis, sobre todo últimamente, que se ha puesto la cosa un poco más interesante

A ver si acaba ya este curso y me puedo poner más con el relato, porque este trimestre se me está haciendo largo y los enanos tampoco colaboran mucho al estar en plan vacaciones ya estudiando poco y menos, entonces pues tengo que estar mucho más encima de ellos y luego llego a casa reventado, porque hecho demasiadas horas

Como dato, antes de semana santa solía escribir unos 5-6 días a la semana, ya fuera más o menos, pero escribía. Ahora con suerte escribo 3 días a la semana, estando lo normal entre 1 y 3. Según tengo calculado, vosotros no deberíais notarlo más allá de los recortes que ya han tenido lugar, pero voy a ir justo de material y eso me agobia un poco

Espero coger esto con ganas cuando acabe el curso, porque ya os adelanto que pretendo acabar la historia este a lo largo de este verano, que no significa que termine en realidad este verano, ya sabéis que lo publicado diariamente lleva escrito ya un tiempo
 
Buenas, quería pedir disculpas por andar menos activo últimamente, ya sea al reducir la extensión de los capítulos (más aún) o al no reaccionar a los comentarios que dejáis, sobre todo últimamente, que se ha puesto la cosa un poco más interesante
A ver si acaba ya este curso y me puedo poner más con el relato, porque este trimestre se me está haciendo largo y los enanos tampoco colaboran mucho al estar en plan vacaciones ya estudiando poco y menos, entonces pues tengo que estar mucho más encima de ellos y luego llego a casa reventado, porque hecho demasiadas horas
Como dato, antes de semana santa solía escribir unos 5-6 días a la semana, ya fuera más o menos, pero escribía. Ahora con suerte escribo 3 días a la semana, estando lo normal entre 1 y 3. Según tengo calculado, vosotros no deberíais notarlo más allá de los recortes que ya han tenido lugar, pero voy a ir justo de material y eso me agobia un poco
Espero coger esto con ganas cuando acabe el curso, porque ya os adelanto que pretendo acabar la historia este a lo largo de este verano, que no significa que termine en realidad este verano, ya sabéis que lo publicado diariamente lleva escrito ya un tiempo

...un poco??? :eek::oops::rolleyes:;):D:LOL::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
En serio, creo que te exiges demasiado.

Debe ser mucha presión mantener el ritmo de una publicación diaria, podrías bajarlo un poco, hacerlo día por medio, Lu, Mi y Vi. :cool:

Estoy seguro todos entenderían. (y)

Menos yo. :ROFLMAO::ROFLMAO::ROFLMAO:
 
Buenas, quería pedir disculpas por andar menos activo últimamente, ya sea al reducir la extensión de los capítulos (más aún) o al no reaccionar a los comentarios que dejáis, sobre todo últimamente, que se ha puesto la cosa un poco más interesante

A ver si acaba ya este curso y me puedo poner más con el relato, porque este trimestre se me está haciendo largo y los enanos tampoco colaboran mucho al estar en plan vacaciones ya estudiando poco y menos, entonces pues tengo que estar mucho más encima de ellos y luego llego a casa reventado, porque hecho demasiadas horas

Como dato, antes de semana santa solía escribir unos 5-6 días a la semana, ya fuera más o menos, pero escribía. Ahora con suerte escribo 3 días a la semana, estando lo normal entre 1 y 3. Según tengo calculado, vosotros no deberíais notarlo más allá de los recortes que ya han tenido lugar, pero voy a ir justo de material y eso me agobia un poco

Espero coger esto con ganas cuando acabe el curso, porque ya os adelanto que pretendo acabar la historia este a lo largo de este verano, que no significa que termine en realidad este verano, ya sabéis que lo publicado diariamente lleva escrito ya un tiempo
Eres el rey de la consistencia. Hasta ahora no recuerdo a alguien que se te acerque a tremenda disciplina qué tienes.

Desde aquí mis disculpas si te molestan mis críticas, pero yo siempre lo hago hacia los personajes. Tienes un talento tremendo, nunca lo olvides.

Tómate el tiempo que necesites, igual sería un chiste en comparación a otros autores.

Abrazo fuerte.
 
Capítulo 757

Mi madre me llamó para preguntarme a qué hora iría para la cena de nochebuena, no teniendo yo ganas en absoluto de ir. Pensé un poco antes de cogerle la llamada y terminé por decirle que era probable que no fuera a ir al final. Me preguntó con una voz muy triste por qué no iba a ir, diciéndole yo que no me encontraba muy bien.

Como siempre que le decía algo así, ella se alarmó, pero yo la calmé, diciendo que solo me dolía un poco la garganta, pensando yo que había cogido frío al ir o al venir del gimnasio. No le gustó mucho que fuera a faltar y hasta me dijo que vendría para estar conmigo y demás, pero le dije que no hacía falta, que solo sería un simple resfriado.

No estaba nada conforme con todo lo que le dije, pero para que se quedara algo más tranquila, le comenté que ya le diría al día siguiente cuando me levantara, para ver cómo me veía. De ánimos, porque lo de que me dolía la garganta no era verdad, pero sabía de sobra que me iban a notar cómo estaba y no me apetecía nada.

Me dijo que estaba bien, pero que me llamaría por la mañana para ver cómo estaba y demás y para confirmarle de paso si iba o no. No tardé mucho más en irme a la cama para descansar, siguiendo con las pastillas para dormir ahora que le había cogido el truco para que no me hicieran tanto efecto y poder así descansar mejor, porque lo necesitaba para desconectar de verdad.

Al día siguiente, efectivamente, seguía sin ganas de ir a ningún lado, por lo que le dije que mejor me quedaba en casa para tratar de evitar contagiar a nadie, en especial por mis abuelos, que no estaba la cosa como para ir haciendo el tonto con ellos. Esa frase fue la que me dio cancha para que mi madre no se pusiera tan pesada para que fuera o para que viniera ella, pero no estaba nada conforme.

Para volver a tranquilizarla, o al menos, para intentarlo, le dije que me tomaría algo para ver si se me pasaba y que haría todo lo posible para ir al día siguiente para la típica comida familiar que solíamos hacer. Eso la animó más, pero no dejaba de decir que le daba mucha pena que fuera a estar solo en una fecha tan especial, aunque a mí eso me daba bastante igual conforme estaba.

Pero al final no fue siendo tan así, porque tras hablar con mi madre y marcharme al gimnasio durante un buen rato para hacer mis ejercicios y volver para darme una ducha, llamé a Ángela mientras desayunaba. También la pillé a ella así y la verdad es que por su tono de voz la notaba triste.

Me sorprendí a mí mismo, al estar en la situación en la que estaba, al levantarle el ánimo diciendo que en un par de días estaría de vuelta, porque me acordé de ella al levantarme y miré el tiempo en su ciudad y sí que estaba feo, pero tampoco es que fuera a durar mucho.

Además de decirle aquello, le pregunté qué plan tenía para esa noche, no teniendo ella ninguno al haberse quedado allí de manera tan repentina y al estar todo el mundo que conocía allí fuera con otros planes. Pero eso no fue un problema bajo mi punto de vista, porque le sugerí que fuera a comprar algo de comida para que preparara algo para la noche.

Pasando a reírse un poco, me preguntó si iba a cenar con ella como para tener que salir a comprar comida. Y esa era mi idea, porque le expliqué que podíamos prepararnos algo de cena y cenar juntos en vídeollamada. Ella rio, aunque con tono de parecerle bien, pero inmediatamente pasó a preguntarme si yo no tenía ningún plan, confesándole que no tenía ninguno.

Se mostró muy sorprendida por aquello, sobre todo porque no me fuera con mi familia. Ahí fue cuando vino la pregunta que no paraba de escuchar en esos días: "¿Estás bien?" Le volví a contar una vez más que sí, que me encontraba bien, solo que no me apetecía salir, que eso era todo. Ella estaba muy extrañada por eso, pasando a preguntarme si era por lo de mis amigos, dejándolo yo en que era un cúmulo de cosas.

Ella debió entender que no me apetecía mucho hablarlo, por lo que me dejó mi espacio después de hacer un sonido, pero también me dijo que ya tendríamos tiempo de hablarlo por la noche.

El resto de la mañana la empleé en pensar qué prepararme para cenar esa noche, aunque tampoco es que tuviera unas ganas locas de preparar nada, pero sí es verdad que con tal de acompañar a Ángela y que ella lo hiciera conmigo también, sí que me apetecía un poco. Se me vino a la mente muchas de las cosas que mi madre preparaba para esas fechas, teniendo ella un gran repertorio y gustándome mucho todo lo que hacía. Por eso la llamé de nuevo, para ver pedirle consejo y ver qué podría preparar dentro de lo que yo podía hacer.

Me volvió a insistir en que fuera con ellos, pero le acabé contando el plan que se había montado de manera bastante improvisada, estando ella más conforme con lo que oía pese a darle pena Ángela por lo que le había pasado con el vuelo, perdiéndose esa noche con la familia. Aunque seguía diciendo que le apenaba bastante que no fuera a ir. Le prometí que iría al día siguiente para la comida otra vez y ya nos pusimos a hablar de lo que podía montar para preparar en casa.

Fui a comprarlo todo después de apuntar todo lo que ella me dijo, diciéndome que hablaríamos por la tarde para los detalles y que mientras tanto se pondría a hacerme unos esquemas para cada plato, diciéndole yo que no hacía falta estar tan pendiente, pero ella lo quería así para que cenara bien.

Me fue mandando fotos de sus esquemas y la verdad es que lo explicaba todo muy bien y me lo ponía muy claro, viéndolo yo bastante fácil. Mientras tanto, me pedí algo para comer, pero algo sano, del mismo restaurante en el que había pedido alguna vez con Valentina. Noelia me demandó una foto de ese momento, pasándoseme a mí, aunque tampoco es que tuviera mucha intención de hacerlo igualmente.

Para que no se pusiera pesada, le mandé la foto, aunque ya estaba acabando, pero ella terminó contenta igualmente, preguntándome cómo estaba, buscando entablar conversación. Una conversación que cerré rápido al decirle que estaba ocupado, preguntando ella con qué, pero no le respondí.

A media tarde me puse con la cena para ir dejando algunas cosas listas. No soy muy fan del marisco, así que descarté comprarlo, y más cuando iba a ser para mí solo. Hice un par de ensaladas muy simples, pero que me encantaban cuando las hacía mi madre. También preparé un pequeño surtido de canapés, de lo que más me gustaba a mí, terminando con el plato principal, consistiendo en solomillo con salsa de naranja.

Lo dejé todo listo, menos el solomillo, que quería hacerlo al momento para que estuviera mejor, pero antes de eso, fui a darme una buena ducha y a arreglarme bien. Me veía una cara horrible en el espejo y no sabía en realidad cómo hacer para que no se me viera así, viniéndoseme solo a la mente forzar el gesto para no parecer tan deprimido.

Al salir de la ducha fui poniendo la mesa para solamente tener que acercar los platos desde la cocina. Puse el portátil en posición para que pudiéramos vernos y luego ya me vestí y demás, haciéndolo de manera bastante adecuada para esas fechas.

A Ángela le gustó mucho verme en camisa y jersey, diciéndome que estaba muy guapo y que se ajustaba bien a mi cuerpo. Yo me quedé sin palabras con ella, porque se puso guapa como para ir a una boda casi, porque llevaba un vestido muy bonito y también iba bastante maquillada, con su pelo totalmente liso y con la raya al medio. No sé cuántas veces le dije lo guapa que estaba, sonriendo ella con cada vez que se lo decía.

Estuvimos charlando un poco, aunque luego terminamos de servirnos lo que íbamos a comer, enseñándonos al otro lo que había sobre la mesa. Todo tenía una pinta muy buena, lo mío no tanto, haciendo lo que podía, aunque quedé contento con el resultado, y mi madre también al haberle enviado algunas fotos. Y no fue la única en pedirlas, pues Noelia también lo hizo justo en ese preciso momento en el que empecé a hablar con Ángela.

Le dije a mi amiga que me perdonara un momento, que iba a por algo a la cocina y que enseguida volvía, aprovechando para echar la foto que Noelia me pidió. Le encantó ver la mesa puesta de esa manera y con varias cosas, aunque también me preguntó por qué tenía ahí el portátil. Para salir del paso le dije que estaba en llamada con mi familia, porque se me había roto el coche a última hora y no había podido ir hasta allí.

Ella me dijo que le encantaría estar allí conmigo, mandándome un par de fotos de lo que tenían montado ella y su familia para cenar, luciendo bastante bien y pasando a desearme una buena noche. Volví con Ángela y empezamos a hablar mientras cenábamos, contándonos varias cosas, aunque luego me acabó sacando el tema como ya sabía de sobra que haría.

Lo intenté retrasar más tiempo al decirle que tenía que terminar de preparar una cosa, pareciéndole a ella bien y estando yo yendo y viniendo a la cocina para estar pendiente del solomillo, tratando de hacerlo lo mejor que pude.

No me quedó tan bueno como a mi madre, pero no estaba mal para ser yo. También le hice una foto y se la mandé a ella, diciéndome ella que tenía buena pinta. Ángela también me lo dijo y seguimos con la cena, poniendo yo música en el ordenador, para amenizar esa reunión y tener algo de fondo.

Tras cenar, dejándome yo casi la mitad, porque en realidad había hecho de por más, nos pusimos más cómodos después de recogerlo todo y de guardar bien lo que sobró, sentándome yo en mi sofá y ella en el suyo, con nuestros portátiles enfrente para seguir charlando.

Me preguntó qué pasaba conmigo, intentando irme por las ramas, porque no sabía qué decirle de hecho, pero al insistirme ella que si era por mis amigos, pues tiré por ahí. Me acabó contando que tenía en mente juntarnos a todos cuando volviera para tratar de arreglarlo todo, porque ya había pasado casi dos meses desde que tuvo lugar aquel incidente.

Me contó que habló con Sofía para tratar de llevar aquello a cabo, llegándome a mencionar que esa noche había vuelto a casa para cenar con su familia, aunque no lo hizo sola, porque se llevó a Hugo con ella. Me contó entre risas que Hugo estaba acojonado por ello, porque Sofía se lo notaba y acabaron hablando de aquello. Ángela me dijo que iba en serio aquello de que iba a irme a cenar con ella y su familia si tenía como plan quedarme solo en casa, preguntándome entre risas si yo me hubiera puesto tan nervioso como Hugo.

Le dije que no lo creía, porque ya conocía a su madre y a su hermana y de hecho ya había comido con ellas, por lo que no pensaba que pudiera incomodarme. Tras eso, Ángela volvió a lo de juntarnos a todos, teniendo en mente lo que quería, pero sin saber si podría conseguirlo o no.

Le pregunté que de qué se trataba, aunque ella no quiso contármelo, explicándole yo que también debería saberlo para decirle si podía o si no, aunque no era algo que me apetecía, porque eso sí que me incomodaría. La conversación se zanjó sin que ella me dijera nada más al respecto, aunque lo que sí me dijo fue que si ella me decía de ir, que tenía que hacerlo.
 
Yo no entiendo porque no le cuenta a su Madre toda la verdad y así se quita eso de encima. Y su Madre también debería contestarle la verdad, si está con Elena, porque yo creo que no lo está.

No le cuenta la verdad a su madre como no se la cuenta a nadie. Forma parte del personaje, mentir a todo el mundo, incluso a sí mismo, complicándose la vida en una bola de mentiras que no le llevan a ningún lado.
No estoy muy seguro de que la madre sepa toda la verdad de la vida del hermano, recuerda que desde que se fue de casa la comunicación no era muy fluida.

Por otra parte, no creo que el plan de Ángela de juntarlos a todos sea buena idea.
 
No le cuenta la verdad a su madre como no se la cuenta a nadie. Forma parte del personaje, mentir a todo el mundo, incluso a sí mismo, complicándose la vida en una bola de mentiras que no le llevan a ningún lado.
No estoy muy seguro de que la madre sepa toda la verdad de la vida del hermano, recuerda que desde que se fue de casa la comunicación no era muy fluida.

Por otra parte, no creo que el plan de Ángela de juntarlos a todos sea buena idea.
Yo también soy de los que le cuesta decir la verdad, pero no tanto y con el paso de los años menos, porque al final no te lleva a ningún sitio.
 
Así es. Pero es que aquí es todavía más incomprensible, porque su Madre le iba a apoyar seguro, y por esas cosas ha perdido la amistad con Irene y Mario, aunque yo creo que cuando pase un tiempo más, se volverá a reestablecer.
 
Tal es el grado de inseguridad emocional de Javier, que cree que al no contar ciertos hechos, estos desaparecen, como cuando eramos niños frente a la pantalla, y nos cubríamos los ojos creyendo hacer desaparecer una muy aterradora escena.

Como buen ejemplo de hombre, hay un detalle que torpemente Javier pasa por alto, entre risas Ángela le narra lo "asustado" que Hugo estaba por la cena con la familia de Sofía, luego intenta hacer un paralelo con él cenando con la familia de ella, y él sin darse por aludido lo desinfla todo.

Yo entiendo que ha sido una indirecta de Ángela, una tácita intención de mostrarle como es su visión de él, la cual parece ser románticamente equivalente a lo que Sofía está viviendo con Hugo. ;) :love1:

O me equivoco????.
 
Capítulo 758

Estuvimos un buen rato más charlando, aunque de otros temas, echándonos cada uno una copa con lo que teníamos por casa, aunque ella sin alcohol, por supuesto. Ella estaba bastante contenta, dándome las gracias por haber tenido esa idea y por haberla acompañado para que no se sintiera tan sola, aunque el favor que me había hecho ella aceptando ese plan fue mucho mayor que el que le hice yo. Se me pasó el tiempo volando y fue algo que me tuvo muy distraído, sin llegar a pensar en ningún momento en mi ex ni en lo que había pasado a principios de semana.

Si es que apenas lo había hecho en todo el día desde que la llamé para hablar y concretar aquello, estando el resto de día entretenido entre las compras, la preparación de la cena y ponerme guapo para ella. Desde luego me había venido mejor a mí que a ella, aunque me alegraba que mi amiga estuviera tan contenta por cómo se arregló más o menos esa putada de no haber podido volver a casa para esas fechas tan señaladas.

Al día siguiente me desperté como siempre solía hacer, bastante temprano. No estaba con el mejor ánimo, pero con la cena que tuve la noche anterior con Ángela, la verdad es que no era tan malo como hacía unos días. Lo único malo de aquello fue darme cuenta de cuánto la echaba de menos, pero tampoco era tan grave, ya que volvería bastante pronto. Empleé esa mañana en salir a correr por la ciudad, ya que el gimnasio al que iba no estaba abierto al ser el día de Navidad.

Pero lo suplí corriendo durante bastante rato, encontrándome a algunos que venían de empalme de una noche de fiesta. Algunos hasta me miraban raro por estar corriendo tan temprano, cuando lo más normal sería ir como ellos, pero mi cuerpo no me pedía nada de fiesta, dándose por satisfecho con esos momentos que compartí con Ángela. Llevaba días sin hacer nada de ejercicio y ese día me propuse recuperar el tiempo perdido, porque cuando llegué a casa, en lugar de darme una ducha, me puse a hacer flexiones, abdominales, etc.

Acabé bastante sudado y cansado, por lo que en cuanto me vi saciado, me marché a la ducha con la idea de darme una caliente y relajante, pero en lugar de ello, lo que hice fue prepararme un baño al llenar la bañera. Es algo que no había hecho casi nunca y ese día me apeteció, metiéndome de inmediato para relajar la tensión de los músculos. Me puse música para acompañar el momento y me dejé llevar, aunque alguien volvía a mí mente.

Para evitar aquello, cogí el móvil y estuve con él, mirando varias cosas, dándome cuenta de que Noelia me había escrito para preguntarme cómo había ido la noche. Estuvimos hablando de manera breve por mensaje, no estando yo muy interesado en darle detalles de lo que hice, no dándole ninguno de hecho, porque no quería que me montara uno de sus numeritos de niña celosa. Ella sí que me contó lo que estuvieron haciendo, mandándome de hecho alguna foto en las que salía su familia.

Tras ello, me preguntó qué plan tenía para ese día de Navidad en el que estábamos, aunque como le contestaba a ratos, ella me empezó a contar que seguirían estando en familia y que no iba a hacer gran cosa más, porque como ya sabía no es que tuviera a mucha gente allí con la que relacionarse, por no decir con nadie.

Me explicaba que como apenas iba a casa al estar en la ciudad en la que estudiaba, pues no es que tuviera oportunidad de empezar de cero en ese aspecto, aunque estaba muy contenta igualmente de tener a todas sus amigas de aquel grupo que se montó, a Arantxa y también a mí.

Le acabé contando lo que haría yo después de que me insistiera, comentándole que iba a irme con la familia para tener una comida con ellos. Ella dio por hecho que me habían arreglado el coche, porque esa fue la excusa que le di cuando me preguntó por qué no había ido a cenar con la familia en Nochebuena.

No me dejó ni responderle cuando ya me estaba diciendo que podría pasarme antes por su pueblo para que nos pudiéramos ver, aunque fuera tan solo unos minutos, pero le dije que no me habían arreglado el coche y que venían a por mí.

Pero eso para ella no era un problema, porque me dijo que podía acercarse ella a mi ciudad y poder hacerlo así, pero le dije que era un día para estar en familia, no para otra cosa, diciéndole que debería aprovechar ella también para estar con la suya, por eso de que apenas iba por casa desde que estaba en la universidad.

Al final no siguió insistiendo, pero sí que quería que nos viéramos pronto, diciéndole yo que ya veríamos y que no sabía muy bien cuando iba a poder, porque iba a estar ocupado. Siguió al preguntarme en qué, pero dejé ahí la conversación, mirando otras cosas en el móvil, porque me estaba resultando ya demasiado pesada.

Al menos me distrajo un poco, que era lo que necesitaba, pero es que el remedio se volvía casi peor que la enfermedad. Después, me llamó mi madre, con la que estuve hablando un rato. Me preguntó cómo me encontraba, diciéndole yo que estaba bien, cosa que la alegró, sobre todo cuando le confirmé que iría a comer con ellos ese día.

Estuvimos hablando durante más tiempo del que cabría esperar para hacerlo prácticamente todos los días, teniendo yo que echar más agua caliente, porque se me estaba enfriando la que tenía. A ella le hizo gracia que me estuviera dando un baño, porque no recordaba que jamás me hubiera preparado uno que ella supiera, haciéndolo tan solo alguna vez de pequeño y poco más.

Me metió prisa para que fuera cuanto antes para allá y poder estar así con ellos, pero yo me escabullí un poco diciéndole que debía hacer un par de cosas antes y que no sabía muy bien cuánto me iba a llevar.

Dejé ahí la conversación con ella, estando mi madre un poco mosqueada, lo que ya me ponía en guardia para cuando fuera, porque hasta que no sacara lo que me pasaba no iba a parar, pero no quería contarle nada y no quería que me notara tan mal como estaba, así que me empecé a mentalizar para ello. Terminé el baño también y me puse un rato con la consola para distraerme, llamándome Ángela al rato, preguntándome cómo había dormido y demás para entablar un poco de conversación.

La notaba mucho más animada que cuando se llevó el palo de no poder volver y además de por el plan de la noche anterior como ella me dijo, la razón era porque al día siguiente iba a poder regresar a España por la mañana. Ya tenía el billete de vuelta que la propia compañía había puesto a su disposición. Me alegré mucho de oír eso, volviéndole a sugerir de ir yo a recogerla, pareciéndole bien a ella.

Hice un cálculo para llegar cerca de la hora de comer a casa de mis abuelos, haciéndolo así y entrando, saludando, deseándome todos feliz Navidad y haciendo yo lo propio. Me dijeron que iba muy guapo y que olía muy bien, cosa que me gustó, porque me empleé a fondo en conseguirlo al estar un buen rato al arreglarme.

Comíamos tranquilamente, aunque no estaba toda la familia al estar con la familia política, pero sí que había gran parte de la mía presente. Fue un rato muy agradable, en el cual me vino muy bien y en donde me esforcé mucho por ser participativo y que no se me notara cómo me encontraba esos días.

Por lo general todo fue muy bien en ese aspecto, porque nadie hizo ningún comentario, aunque mi madre me miraba más de la cuenta, cosa que ya me hacía ver venir la charla que tendríamos después. Disfruté de la comida bastante pese a no ir sobrado de apetito, pero al final eran cosas que solo comía en esas fechas y que entraban bien, sobre todo el pollo relleno que se hacía siempre en Navidad y que tanto me gustaba.

Pero una vez algunos se fueron y después de que nos tomáramos el postre para reposar, mi madre se sentó a mi lado para preguntarme cómo me encontraba en susurros. Le dije que bien, y ella sonrió, pero sabía que no se iba a quedar ahí la cosa. Aunque no sería hasta que nos quedamos más solos que me volvería a preguntar, insistiendo en que me veía bastante callado, cosa a la que le pregunté si iba en serio, porque me había esforzado en no estarlo durante la comida.

Ella me dijo que no parecía yo y que además estaba como muy pensativo, que a veces me quedaba mirando un punto fijo sin expresión alguna, quedándome bastante distante por momentos. Le dije que no tenía ni idea de a qué se refería, insistiendo ella un poco, pero yo no cedí nada. Al final dejamos el tema con ella diciéndome que podía contarle lo que fuera si necesitaba hablarlo, pedirle consejo o desahogarme, pero mantuve silencio, entendiéndolo ella y viendo la tele un rato sin decir nada más.

No tardé mucho en regresar a casa, poniéndose mi madre un poco triste por ello y pidiéndome que me quedara más tiempo allí con ella y con mi demás familia. Pero es que no me apetecía. No me encontraba lo cómodo que me hubiera gustado estar, porque sabía de sobra que ella se había dado cuenta de que algo pasaba y me sentaba observado, no pudiendo llegar a relajarme del todo. Y sabía también que al final volvería a salir el tema y es que tampoco me apetecía.

Además, estar en mi ciudad no me traía muy buenos recuerdos, especialmente porque lo que se me venía a la cabeza era el día que fui por última vez a casa de Irene y de Mario para hablar con ellos, encontrándome bastante nervioso y volviendo a casa hecho polvo por cómo se desenvolvió la situación allí. Me despedí de todos y me marché, preguntándome mi madre si volvería para Nochevieja, asumiendo ella que sí, aunque le dije que lo hablaríamos a lo largo de la semana.

Estuve cerca de acercarme a la casa de Sofía, pero recordé lo que me dijo Ángela de que se había ido a casa para pasar la Nochebuena con su familia, llevándose a Hugo también. Quizá hubiera estado bien estar un rato con ella para tomarme un café, porque ir a casa de Irene y Mario estaba descartadísimo.

Vamos, es que ni pasé cerca de su casa. Al volver a la mía, por el camino me llamó Andrea, quien se interesó por mi estado, porque Noelia le había hablado mucho de la semana que había tenido y casi que le contó con pelos y señales todo lo que se encontró cuando entró en casa.

Antes de que le pudiera responder, me dijo que su amiga le había ido contando lo de los días posteriores y que estaba bien informada de todo, prefiriendo esperar a vernos en persona para hablarlo mejor, pero ya no se podía aguantar más. Me echó una bronca tremenda por el tema de las drogas que no me apetecía nada escuchar.

Su enfado fue bastante grande, diciéndome que ella no quería vivir con un drogadicto, teniendo que pararle yo los pies, porque no me veía a mí mismo de esa manera, siendo algo muy puntual, como le dije que fue. Pero se ve que la descripción de Noelia fue demasiado gráfica y ella se lo imaginaria así. Me hizo prometerle que no volvería a hacer eso nunca más, o de lo contrario se iría de casa. No veía que fuera para ponerse así tampoco, pero le dije que no se preocupara, que no iba a ocurrir más.

La conversación acabó diciéndome ella que hablaríamos seriamente cuando nos viéramos a la vuelta de las vacaciones de Navidad, porque con eso que había hecho me podía olvidar de que nos viéramos antes, diciendo además que se sentía muy mal por Noelia, porque ella la había llamado para contarle eso con toda su confianza y ella mientras tanto andaba acostándose con el chico del que estaba enamorada.
 
Es increíble. No si le parecerá bien que tome drogas " puntualmente" y no tienen porqué darle una reprimenda.
Cuando yo hago algo mal, en un primer momento puedo reaccionar mal, pero luego reflexionó y les doy la razón.
Así que eso de que dice que no es para tanto.
Pues no, Javi, la bronca te la tienes merecida porque es un mundo peligroso. Encima que se preocupa por ti. Vamos, vamos.
 
Capítulo 759

Preferí no volver a hablar del tema, diciéndole que mejor hablábamos a la vuelta más tranquilamente, teniendo unos días para reposar todo aquello para poder hacerlo mejor, más que en caliente como en ese momento. Pero no me mantuve callado el trayecto de vuelta a casa, porque llamé a Noelia para pedirle explicaciones respecto a haberle contado tanto a Andrea.

Nada más descolgar ella la llamada le iba a echar una buena bronca, pero la noté rara, lejos de ese estado que tenía últimamente conmigo, como muy cercano y hasta maternal. La notaba seria, porque su contestación a la llamada fue con una palabra solamente, muy corta y apagada.

Pero eso no impidió que le echara esa reprimenda que tenía en mente, quedándose ella callada mientras yo le decía que no me había gustado nada que hubiera hecho eso, porque ahora me había buscado un mal rollo con Andrea que no necesitaba ni buscaba. Ella se mantenía callada o afirmaba, pero no decía nada más.

Sí que dijo algo más cuando le pedí explicaciones de por qué lo había hecho, diciendo ella que era algo muy serio lo que había pasado y que necesitaba compartirlo con alguien para que le aconsejara y demás, porque se puso nerviosa y no sabía cómo actuar frente a algunos detalles de esa situación.

Siguió diciendo que como no podía hablar con su madre de mí al pedirle yo que no lo hiciera y por obvias razones, pues que no tenía nadie más con quien hacerlo con quien tuviera una confianza similar. Por eso acabó recurriendo a Andrea, contándole todo y dándole varios detalles que le dije que se podría haber ahorrado perfectamente.

Una vez me quedé a gusto con el rapapolvo que le di, le pregunté si le ocurría algo, porque seguía notándola muy diferente a como lo venía haciendo, diciendo ella que no le pasaba nada, aunque yo no me lo creía, pero ella no quería soltarlo, pasando a preguntarme dónde estaba, aunque como se oía la radio, intuyó que estaba en el coche, preguntándome si ya estaba volviendo a casa.

Al decirle que sí, Noelia se mostró contrariada por aquello de que le había dicho que se me había roto el coche, porque no pensaba de ninguna manera que le hubiera llamado y que le hubiera hablado así si no estaba solo en el coche. Al final se dio cuenta de que lo del coche era una mentira y me pidió ella a mí explicaciones de aquello, pero le dije que no se fuera por las ramas y que me contara ella lo que le pasaba para estar así.

Titubeó bastante al hacerlo, intentando cambiar de tema en varias ocasiones, pero al final me lo acabó contando cuando le insistí. Resultaba que su hermana se había pasado por casa ese día, contándome ella que había sido incómodo encontrársela tan repentinamente. De hecho, se había marchado de casa para no estar por medio mientras ella estuviera por allí, estando ahora en un parque haciendo algo de tiempo para ver si se iba.

Me dijo que estaría bien que me pasara a por ella para irnos a mi casa para estar los dos tranquilos sin que nadie nos molestara, aunque le dije que se podía olvidar de eso, porque estaba ya casi llegando y me iba a tirar toda la tarde en la carretera, no queriendo yo eso. De hecho, dejé ahí la conversación, diciéndole que ya hablaríamos, aunque ella parecía con ganas de seguir hablando un poco más, pero colgué.

Me quedé bastante pensativo con eso de que su hermana había ido a su casa. Me la imaginaba con su bebé, visitando a su madre y a su abuela por las fechas en las que estábamos. También la imaginaba habiendo pasado la Nochebuena con su pareja en familia y se me ponía muy mal cuerpo.

Tanto, que tenía la tentación volver a repetir lo que hice a primeros de semana, pero no lo acabé haciendo, porque me entretuve con la consola durante todo el tiempo que pude, saltándome incluso la hora normal de la cena. Ese momento solo se vio interrumpido por una breve conversación que mantuve con Ángela por mensaje para concretar un poco lo de ir a recogerla al día siguiente al aeropuerto.

Hablamos muy poco más aparte de eso, preguntándome ella cómo había ido la reunión familiar que tuve al mediodía, contándole yo que bastante bien y que me había gustado bastante. Ella me contó que no hizo gran cosa, aunque preparó un plato que solían comer en casa el día de Navidad, pero que sin contar aquello, había sido un día como otro cualquiera de los que vivía allí.

También comentó un poco lo que tenía pensado para el día siguiente, queriendo parar en la casa de su hermana para recoger algunas cosas que tenía ella por allí y luego podíamos tomarnos un café, porque sería temprano su hora de llegada, yéndonos después a nuestra ciudad para que la llevara a casa y que por fin pudiera ver a su madre y a su hermana, además del resto de su familia, a quienes vería más tarde.

Cuando dejamos de hablar seguí un rato más con la consola hasta que decidí marcharme a la cama para tratar de descansar, tomándome algo para dormir, aunque de manera reducida, como solía hacer últimamente.

La espera en el aeropuerto se me hizo bastante larga. De hecho, me empecé a poner nervioso viendo que su vuelo debería haber llegado y no lo hacía, o más bien, no salía nadie. Por momentos se me venía lo que me comentó Noelia el día anterior, eso de que su hermana se pasó por su casa para ver a la familia. No se me iba esa imagen de Elena con un bebé en sus brazos, pero hacía todo lo posible para no entrar en ese bucle de pensar en ello una y otra vez. Trataba de distraerme con el móvil o yendo a por un café, porque me había levantado muy temprano.

Y por fin apareció, viniendo con sus dos trencitas, con una sonrisa radiante y con ropa típica de las fechas en las que estábamos al llevar un gorro, una sudadera bastante ancha, la cual le quedaba grande, varias tallas más de la que ella usaba y unos pantalones de chándal de un estilo parecido. En cuanto me vio, su sonrisa se hizo más grande aún, aunque conforme se acercaba a mí me miraba de una manera un poco rara.

Yo lo único que hice fue abrazarla con bastante fuerza en cuanto llegó a mi altura, levantándola incluso, llegando ella a abrazarse a mí con todo su cuerpo al ver que no la soltaba. Se agarró a mis caderas rodeándolas con sus piernas e hizo fuerza con sus brazos para abrazarme bien y quedar a una mejor altura. También me empezó a acariciar la espalda y la cabeza en lo que yo hundía mi cara en la parte superior de su pecho mientras pensaba cuánto necesitaba ese abrazo.

Cuando me separé de ella y la bajé al suelo la noté algo emocionada, dándonos otro abrazo, aunque no tardamos mucho en salir del aeropuerto, comentando ella cómo había ido el vuelo, pidiéndome después que fuéramos a alguna cafetería para que pudiera desayunar, ya que entre que era muy temprano y que estaba nerviosa, no lo había podido hacer antes de salir. Me vino hasta bien, porque yo tampoco lo había hecho y así de paso le acompañaba.

-Javi, ¿estás bien?
-Sí. Y ahora que estás aquí, mejor.
-¿Seguro?
-Claro. ¿Por qué lo preguntas?
-¿Te soy sincera?
-Sí.
-Te veo una cara horrible. Ya noté algo cuando cenamos en Nochebuena, aunque no esperaba que fuera peor de lo que veía en la pantalla.
-¿Por qué dices eso?
-Joder, Javi... ¿Te has mirado al espejo? Tienes los ojos como metidos hacia dentro, unas ojeras que te llegan al suelo, estás paliducho... Si hasta te han salido canas en la barba -dijo acariciando mi barba.
-Pues no sé...
-Esta Nochevieja la vas a pasar conmigo -dijo de sopetón.
-¿Cómo? ¿Y eso?
-Porque lo digo yo. Y punto. Lo he estado pensando y... Tengo que intervenir. Me veo obligada.
-¿Intervenir? ¿En qué?
-¿Pues a qué va a ser? A que todos volváis a ser amigos.
-Ah...
-No te veo con muchas ganas.
-No es eso...
-¿Entonces?
-No sé. Quizá lo mejor sea dejar pasar un poco de tiempo.
-¿Más? Si han pasado ya casi dos meses. ¿Cuánto necesitáis?
-Ángela...
-Es que parece que ninguno queréis volver a ser lo que erais. Y sé que lo estáis deseando.
-¿Lo sabes?
-Hablo con todos y puedo ver las cosas. Irene no está tan enfadada.
-¿No?
-No es enfadada la palabra que usaría yo.
-¿Cuál sería entonces?
-No sé... ¿Indiferencia?
-Joder, pues menos mal... -dije con ironía.
-Es un paso.
-Si tú lo dices...
-Intento ser positiva.
-Bueno, tú ya lo sabes entonces. Mi idea es que nos juntemos todos en mi casa para cenar: tú, Irene, Mario, Sofía y Hugo. Y mi madre y mi hermana también, claro.
-Joder, ¿en serio?
-Sí. Es mi idea.
-¿Pero y el resto de tu familia?
-Veré a todos durante estos días y nos reuniremos para una comida el día de Año Nuevo.
-¿Y quién más lo sabe?
-Mi madre y mi hermana. Les parece bien. Y como he avisado con tiempo, no ha habido mucho problema, por eso lo de la comida familiar al día siguiente, para compensar. Le he dicho a mi madre que era algo importante para mí, bueno, para todos, y no me ha puesto ningún problema. De hecho, había dicho de cedernos la casa para que estuviéramos más tranquilos, pero creo que no habrá problema porque estén ella y mi hermana. Ya sabes cómo es mi hermana, pero con mi madre delante se comporta bien. Creo que es buena idea que las dos estén presentes, para evitar silencios incómodos, porque seguro que los hay y si están ellas, pues estaremos hablando todo el rato para conocernos.
-Veo que lo has estudiado bien.
-Sí -decía sonriendo-. Entonces, te apuntas, ¿no?
-No sé si es buena idea.
-Que síiiiiiiiii. Ya verás qué bien va a ir todo.
-Habrá que ver qué te dice el resto, ¿no?
-Eso es cosa mía. Me van a decir que sí, ya lo verás -decía convencida.
-Bueno, la cosa con Sofía está mejor -seguí.
-Sí. He hablado con ella varias veces, pero también sé que no estáis como antes. Y es una pena, porque ella te quiere un montón. Estoy segura de que volveréis a estarlo.
-Hugo es muy celoso.
-También lo sé. Y Sofía me ha dicho que están trabajando en ello. Hugo sabe que eres muy importante para ella y tiene que entenderlo por mucho que le jodan sus celos.
-Eso es fácil decirlo.
-Ya, pero es lo que hay. Tiene que hacerle frente, si no, no va a poder estar en una relación. Los celos son muy dañinos para estar en pareja. También me ha contado algo de otros problemillas que tiene y parece que la cosa va muy bien en ese aspecto, aunque le cuesta, pero Sofía tiene mucha paciencia, ya lo sabes.
-Ajá.
-Aún no sé cómo se lo voy a proponer a Irene y a Mario en realidad. Mmm... No sé, tengo que pensarlo bien, pero te aseguro que van a venir.
-Vale... -dije casi deseando que no lo consiguiera.
-Tenemos que pasar por la casa de mi hermana para recoger unas cosas, como te dije ayer.
-Sí. Y también por la mía. Tengo algo tuyo -dije riendo un poco.
-Jajajajaja.
 
Esto es el mismo bucle siempre.

A Javi le pasa algo, Javi se lo calla, Javi se deprime, Javi folla, folla y folla. A Javi le pasa algo, Javi se deprime, Javi folla, folla y folla.

Y mientras tanto todo lo anterior queda sin resolver ni para Javi ni para los lectores.

Hoy pensó en drogarse pero al final solo jugó a la consola. ¿Con casi 30 años así es como lleva su vida?

Perdonadme si alguno no está de acuerdo pero su actitud es de niño de 15 años que huye de todo y solo piensa en sí mismo (piensa que todos están en su contra) o en su polla, que igual deberíamos darle un nombre nuevo, porque al final es el personaje que más piensa de los 2.
 

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