Reencuentro con Elena

Capítulo 649

Y era un poco putada no tener esa forma de diversión ni el jueves ni el viernes, porque cuanto más me acostumbraba a tener sexo, más me apetecía y más duro se me hacía aguantar sin tenerlo diariamente. Pero Ángela tenía ya su plan para esa noche del viernes y yo desde luego no me iba a presentar con Cintia de por medio. La chica era un bombón y si fuera de otra manera, estaría encantado de quedar con ella, tal y como lo hacía con Ángela. Pero no me podía fiar de ella por mucho que dijera que ahora estaba más tranquila y que estaba bajo tratamiento. Lo peor de todo, es que pensando en que esa noche era probable que ellas hicieran algo, me ponía más cachondo aún en esos ratos muertos en los que los alumnos estaban pendientes del listening o rellenando algún ejercicio que les mandaba para repasar lo que más problemas solía dar.

Pero algo se me ocurrió y en uno de los descansos en los que se iban algunos para venir otros, miré el móvil, metiéndome en uno de los grupos que tenía en WhatsApp y viendo que alguien que tenía en mente para pasar un buen estaba disponible. Por fin podía jugar con ella como los dos veníamos queriendo desde hacía semanas, aunque esperaba no toparme con la típica situación de ir retrasando algo por no poder para quedarte sin ello cuando puedes. No dije nada por ningún sitio, pero sabía dónde localizarla y tenía la certeza de encontrarla allí cuando saliera de trabajar, porque tampoco lo iba a hacer muy tarde. Efectivamente, me la encontré en cuanto llegué al lugar, siendo bastante visible desde la entrada con ese pelo rosa que llevaba desde que la conocí. Justo me dio por recordar que me dijo que ella era rubia natural, cosa que me habría encantado ver.

Aunque no era muy fan de los tintes de pelo, en especial de colores tan llamativos y poco naturales, esa chica me parecía muy mona y atractiva. Tenía algo que me ponía mucho y esa noche estaba dispuesto disfrutar con ella como ambos queríamos. Todos se sorprendieron de verme allí, sobre todo porque llegaba bastante tarde para sumarme al típico torneo que se montaba cada viernes. Allí, estuvimos hablando un poco, contándoles yo con detalle cómo me había ido en Manchester, aunque no había mucho que contar por cómo de rápido me barrieron. El torneo en el que estaban no tardó mucho en acabar, yendo con ellos a cenar en una hamburguesita cercana, como ya habíamos hecho alguna que otra vez anteriormente. Avisé a Andrea para que no me esperara para cenar y me fui con ellos, preguntándome con más detalle ahora que todos estaban más libres por tener que estar antes centrados en el torneo.

En los ratos que ellos hablaban y yo me quedaba callado, miraba de vez en cuando a Sara, quien me miraba con una sonrisa cuando se daba cuenta. Iba normalita de ropa al ir con una camiseta de tirantes y unos shorts vaqueros cortos, siendo algo muy típico de la época del año. Era extraño, porque no estaba tan juguetona como solía conmigo, temiendo yo que ya no estuviera interesada en mí o que hubiera encontrado a otra persona para eso. Por eso, aproveché esos momentos en los que los demás estaban algo distraídos para poner una de mis manos sobre uno de sus muslos para acariciarlo y apretarlo aprovechando que estábamos sentados juntos. Ella pareció sorprenderse, poniéndose recta y mirándome con unos ojos más abiertos. Era una mirada intensa y penetrante. Ya tenía menos dudas respecto a que esa noche fuera a ir bien. Cuando pagamos y cada uno se empezó a ir hacia su casa, yo la acompañé cuando me aseguré de que los demás no se iban a dar cuenta del detalle.

-¿A qué ha venido lo de antes?
-¿El qué?
-Lo de poner tu mano en mi muslo.
-¿Pasa algo por haberlo hecho?
-No. Para nada. Bueno, sí. Que me has encendido.
-Vaya...
-¿Por qué lo has hecho?
-¿No puede uno tener un gesto así con una amiga?
-No sé... Pregúntale a la tóxica, no a mí -me respondió sonriendo.

La verdad recordar en ese momento a Valentina era lo último que necesita, por eso llegué a hacer una mueca con la boca, porque precisamente lo que quería era pasarlo bien y distraerme para quitar lo ocurrido de mi cabeza y ese malestar de haberle hecho daño y demás.

-No tengo que preguntarle a nadie.
-¿Eh?
-Pues eso.
-¿Lo habéis dejado?
-Ajá.
-Uff... -dijo mirando al frente- ¿Y cómo estás?
-Bien.
-Ya, qué pregunta más tonta. Si has hecho eso... Jajaja.
-Pensaba que no te apetecía ya con lo distante que has estado por así decirlo.
-Ah... No. Es que... La última vez que salimos fui demasiado insistente y creo que te agobié bastante.
-Mmm, sí. Puede.
-Creía que seguías con ella. Por eso no he hecho nada. No quería que dejaras de juntarte con nosotros por mi culpa. O conmigo directamente, ¿sabes?
-Bueno, no era para tanto. Pero sí es verdad que esa noche fuiste un poco insistente y provocativa. Pero no pasa nada.
-¿Y puedo saber...?
-Fue esa misma noche. Me reencontré con una amiga muy cercana después de estar un tiempo sin vernos y haber acabado mal antes de eso y acabó pasando. No lo pude evitar.
-Y te pilló, ¿no?
-Qué va. Se lo conté yo.
-¿En serio?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque no se merecía que le ocultara eso. Además, ya vengo escarmentado.
-Aaam... Y por lo que veo, se lo ha tomado mal. ¿No?
-Así es. Pero bueno, dejemos el tema. Vives sola, ¿no?
-No. No exactamente. Pero casi como si lo hiciera. ¿Por?
-Porque en mi casa está mi compañera de piso y no quiero que...
-Ah, vale. Pues vamos a la mía. Pensaba que íbamos a ir a la tuya por pillarnos más cerca, pero no tengo problema.
-¿Estás contenta?
-Joder, sí. Aunque estoy un poco flipando todavía por lo inesperado que ha sido todo esto.
-Ya, jajajaja. Oye, voy a parar para comprar condones, que no llevo encima.
-Mmm, vale.

En realidad, lo hicimos poco antes de llegar a su casa, en una farmacia que tenía casi al lado. Por el camino le pregunté si ella se estaba viendo con alguien para irse a la cama, contestándome ella que no con regularidad. Tenía algún que otro amigo y amiga, pero no llegaban a ser follamigos del todo, porque con las personas con las que lo hacía solían tener parejas o similares. Aunque ella no llegaba a meterse en las relaciones según me contaba, haciendo yo un gesto de duda por cómo quería irse conmigo a la cama estando en una. Ella me prometía que no era así y que de normal eran las otras personas las que la buscaban a ella cuando se daban un tiempo con esas parejas. Y también me comentó que solía usar protección, cosa que me parecía estupendo. A medida que íbamos llegando, me decía que estaba nerviosa, porque llevaba 2 semanas sin echar un polvo. Le comenté que yo llevaba un par de días y que estaba con ganas, a lo que ella respondía que me podía imaginar las suyas al llevar más días que yo sin nada.

En cuanto entramos por la puerta de su casa, Sara me agarró para besarme, poniendo yo mis manos en su culo para atraer su cuerpo hacia mí y levantarlo un poco para no tener que encorvarme. Nos dimos un morreo bastante salvaje, aunque duró poco, porque me agarró de la mano para llevarme a su cuarto, sentándome en la cama para ponerse sobre mí y estar así más cómoda. Antes de hacerlo, se quitó las zapatillas que llevaba. Solamente eso. Parecía que nos iba la vida en darnos ese beso, porque nos comíamos la boca con ansia mientras nos metíamos mano. Tanta intensidad le poníamos que me vi vencido, echando mi cuerpo hacia atrás, con ella acomodándose sobre mí y moviéndose ligeramente como si me estuviera follando ya al mover su culo hacia arriba y abajo. Pero de pronto detuvo ese beso, incorporándose para quedar de manera vertical sobre mí, estando muy sexy.

-¿Qué pasa? -pregunté algo distraído por no saber por qué paraba.
-Nada. Estaba pensando... Me gustaría disfrutar bien el momento.
-¿Qué tienes en mente?
-Me gustaría prepararme. Voy a tardar poco. Como media hora.
-No sé cómo eres capaz de parar en un momento así. Jajajajaja.
-Bueno... Aún no hemos hecho nada.
-Es verdad.
-Me gustaría ponerme guapa. Y arreglarme algo... Pero tranquilo, que sé cómo te gusta.
-Ah, ¿sí?
-Sí, jejejeje.
-Joder con las chicas. Lo habláis todo.
-Ya ves...
-¿Me dejas verlo antes de arreglártelo?
-¿Debería?
-Lo mismo no te dejo salir de aquí...
-Jajajajaja.
-Va, déjame verlo -dije haciendo cosquillas.
-No debería -decía ella riendo y resistiéndose.
 
No se deben exclusividad, sin embargo no es tan simple.

Si bien aún no formalizan nada, es cosa de tiempo para que suceda, ahí veremos qué tipo de relación se propongan.

Ambos hicieron sus citas, y bien que las aprovecharán, Javier tiene tarea pendiente con Sara, y Ángela tampoco pierde oportunidad, más si resultan como la tan apetecible Cintia.

Siendo novios podría ser diferente, aunque tan seguro de eso no estoy, ambos parecen necesitar cierto espacio, su coto de caza.

Debemos acostumbrarnos a situaciones así con Javier, su mente liberal es muy tolerante, demasiado creo yo.

Divagaciones...

En teoría, si lo de Ángela y Cintia escala durante la noche y deciden invitar a un tercero, éste bien podría ser Finn. Una opción lógica.

Qué diría Javier?...tendría derecho a molestarse?...recordemos que Ángela lo invitó a unirse a su cita y él lo desechó.

Algo más real, Ángela ha follado en varias ocasiones con Mario e Irene, presenciarlo puede ser una gran prueba para Javier.

Al menos a nosotros nos aclarará si Ángela está al nivel de lo que sintió por Elena, nunca llegó a permitir que Mario consumara con Elena.





Mientras, atónita ante la confesión de su madre, decide de una vez enfrentar su pasado, y reflexionando se jura...te arrepentirás de todo J...
 
No entiendo porque se aferran a algo que no ha pasado. Entiendan que a Javi que su pareja del momento folle con otros, es como si le pícara un huevo, por el contrario, le gusta la idea. Lo deseaba hasta con Elena, con Ángela no va a cambiar eso.

Eso va a seguir así y no vislumbro nada diferente. Ni siquiera fue la causa del final con Elena, así que ni como culpar a eso.
 
Capítulo 649

Y era un poco putada no tener esa forma de diversión ni el jueves ni el viernes, porque cuanto más me acostumbraba a tener sexo, más me apetecía y más duro se me hacía aguantar sin tenerlo diariamente. Pero Ángela tenía ya su plan para esa noche del viernes y yo desde luego no me iba a presentar con Cintia de por medio. La chica era un bombón y si fuera de otra manera, estaría encantado de quedar con ella, tal y como lo hacía con Ángela. Pero no me podía fiar de ella por mucho que dijera que ahora estaba más tranquila y que estaba bajo tratamiento. Lo peor de todo, es que pensando en que esa noche era probable que ellas hicieran algo, me ponía más cachondo aún en esos ratos muertos en los que los alumnos estaban pendientes del listening o rellenando algún ejercicio que les mandaba para repasar lo que más problemas solía dar.

Pero algo se me ocurrió y en uno de los descansos en los que se iban algunos para venir otros, miré el móvil, metiéndome en uno de los grupos que tenía en WhatsApp y viendo que alguien que tenía en mente para pasar un buen estaba disponible. Por fin podía jugar con ella como los dos veníamos queriendo desde hacía semanas, aunque esperaba no toparme con la típica situación de ir retrasando algo por no poder para quedarte sin ello cuando puedes. No dije nada por ningún sitio, pero sabía dónde localizarla y tenía la certeza de encontrarla allí cuando saliera de trabajar, porque tampoco lo iba a hacer muy tarde. Efectivamente, me la encontré en cuanto llegué al lugar, siendo bastante visible desde la entrada con ese pelo rosa que llevaba desde que la conocí. Justo me dio por recordar que me dijo que ella era rubia natural, cosa que me habría encantado ver.

Aunque no era muy fan de los tintes de pelo, en especial de colores tan llamativos y poco naturales, esa chica me parecía muy mona y atractiva. Tenía algo que me ponía mucho y esa noche estaba dispuesto disfrutar con ella como ambos queríamos. Todos se sorprendieron de verme allí, sobre todo porque llegaba bastante tarde para sumarme al típico torneo que se montaba cada viernes. Allí, estuvimos hablando un poco, contándoles yo con detalle cómo me había ido en Manchester, aunque no había mucho que contar por cómo de rápido me barrieron. El torneo en el que estaban no tardó mucho en acabar, yendo con ellos a cenar en una hamburguesita cercana, como ya habíamos hecho alguna que otra vez anteriormente. Avisé a Andrea para que no me esperara para cenar y me fui con ellos, preguntándome con más detalle ahora que todos estaban más libres por tener que estar antes centrados en el torneo.

En los ratos que ellos hablaban y yo me quedaba callado, miraba de vez en cuando a Sara, quien me miraba con una sonrisa cuando se daba cuenta. Iba normalita de ropa al ir con una camiseta de tirantes y unos shorts vaqueros cortos, siendo algo muy típico de la época del año. Era extraño, porque no estaba tan juguetona como solía conmigo, temiendo yo que ya no estuviera interesada en mí o que hubiera encontrado a otra persona para eso. Por eso, aproveché esos momentos en los que los demás estaban algo distraídos para poner una de mis manos sobre uno de sus muslos para acariciarlo y apretarlo aprovechando que estábamos sentados juntos. Ella pareció sorprenderse, poniéndose recta y mirándome con unos ojos más abiertos. Era una mirada intensa y penetrante. Ya tenía menos dudas respecto a que esa noche fuera a ir bien. Cuando pagamos y cada uno se empezó a ir hacia su casa, yo la acompañé cuando me aseguré de que los demás no se iban a dar cuenta del detalle.

-¿A qué ha venido lo de antes?
-¿El qué?
-Lo de poner tu mano en mi muslo.
-¿Pasa algo por haberlo hecho?
-No. Para nada. Bueno, sí. Que me has encendido.
-Vaya...
-¿Por qué lo has hecho?
-¿No puede uno tener un gesto así con una amiga?
-No sé... Pregúntale a la tóxica, no a mí -me respondió sonriendo.

La verdad recordar en ese momento a Valentina era lo último que necesita, por eso llegué a hacer una mueca con la boca, porque precisamente lo que quería era pasarlo bien y distraerme para quitar lo ocurrido de mi cabeza y ese malestar de haberle hecho daño y demás.

-No tengo que preguntarle a nadie.
-¿Eh?
-Pues eso.
-¿Lo habéis dejado?
-Ajá.
-Uff... -dijo mirando al frente- ¿Y cómo estás?
-Bien.
-Ya, qué pregunta más tonta. Si has hecho eso... Jajaja.
-Pensaba que no te apetecía ya con lo distante que has estado por así decirlo.
-Ah... No. Es que... La última vez que salimos fui demasiado insistente y creo que te agobié bastante.
-Mmm, sí. Puede.
-Creía que seguías con ella. Por eso no he hecho nada. No quería que dejaras de juntarte con nosotros por mi culpa. O conmigo directamente, ¿sabes?
-Bueno, no era para tanto. Pero sí es verdad que esa noche fuiste un poco insistente y provocativa. Pero no pasa nada.
-¿Y puedo saber...?
-Fue esa misma noche. Me reencontré con una amiga muy cercana después de estar un tiempo sin vernos y haber acabado mal antes de eso y acabó pasando. No lo pude evitar.
-Y te pilló, ¿no?
-Qué va. Se lo conté yo.
-¿En serio?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque no se merecía que le ocultara eso. Además, ya vengo escarmentado.
-Aaam... Y por lo que veo, se lo ha tomado mal. ¿No?
-Así es. Pero bueno, dejemos el tema. Vives sola, ¿no?
-No. No exactamente. Pero casi como si lo hiciera. ¿Por?
-Porque en mi casa está mi compañera de piso y no quiero que...
-Ah, vale. Pues vamos a la mía. Pensaba que íbamos a ir a la tuya por pillarnos más cerca, pero no tengo problema.
-¿Estás contenta?
-Joder, sí. Aunque estoy un poco flipando todavía por lo inesperado que ha sido todo esto.
-Ya, jajajaja. Oye, voy a parar para comprar condones, que no llevo encima.
-Mmm, vale.

En realidad, lo hicimos poco antes de llegar a su casa, en una farmacia que tenía casi al lado. Por el camino le pregunté si ella se estaba viendo con alguien para irse a la cama, contestándome ella que no con regularidad. Tenía algún que otro amigo y amiga, pero no llegaban a ser follamigos del todo, porque con las personas con las que lo hacía solían tener parejas o similares. Aunque ella no llegaba a meterse en las relaciones según me contaba, haciendo yo un gesto de duda por cómo quería irse conmigo a la cama estando en una. Ella me prometía que no era así y que de normal eran las otras personas las que la buscaban a ella cuando se daban un tiempo con esas parejas. Y también me comentó que solía usar protección, cosa que me parecía estupendo. A medida que íbamos llegando, me decía que estaba nerviosa, porque llevaba 2 semanas sin echar un polvo. Le comenté que yo llevaba un par de días y que estaba con ganas, a lo que ella respondía que me podía imaginar las suyas al llevar más días que yo sin nada.

En cuanto entramos por la puerta de su casa, Sara me agarró para besarme, poniendo yo mis manos en su culo para atraer su cuerpo hacia mí y levantarlo un poco para no tener que encorvarme. Nos dimos un morreo bastante salvaje, aunque duró poco, porque me agarró de la mano para llevarme a su cuarto, sentándome en la cama para ponerse sobre mí y estar así más cómoda. Antes de hacerlo, se quitó las zapatillas que llevaba. Solamente eso. Parecía que nos iba la vida en darnos ese beso, porque nos comíamos la boca con ansia mientras nos metíamos mano. Tanta intensidad le poníamos que me vi vencido, echando mi cuerpo hacia atrás, con ella acomodándose sobre mí y moviéndose ligeramente como si me estuviera follando ya al mover su culo hacia arriba y abajo. Pero de pronto detuvo ese beso, incorporándose para quedar de manera vertical sobre mí, estando muy sexy.

-¿Qué pasa? -pregunté algo distraído por no saber por qué paraba.
-Nada. Estaba pensando... Me gustaría disfrutar bien el momento.
-¿Qué tienes en mente?
-Me gustaría prepararme. Voy a tardar poco. Como media hora.
-No sé cómo eres capaz de parar en un momento así. Jajajajaja.
-Bueno... Aún no hemos hecho nada.
-Es verdad.
-Me gustaría ponerme guapa. Y arreglarme algo... Pero tranquilo, que sé cómo te gusta.
-Ah, ¿sí?
-Sí, jejejeje.
-Joder con las chicas. Lo habláis todo.
-Ya ves...
-¿Me dejas verlo antes de arreglártelo?
-¿Debería?
-Lo mismo no te dejo salir de aquí...
-Jajajajaja.
-Va, déjame verlo -dije haciendo cosquillas.
-No debería -decía ella riendo y resistiéndose.
Hola, buenas noches.

Bien! por fin Sara.

Espero con ganas la continuación.

Saludos y gracias

Hotam
 
Capítulo 650

Agarré a Sara para que no se pudiera mover, murmurando ella, viendo yo lo que le gustaba eso y dándome alguna idea para después. Y con el forcejeo, le pude sujetar ambos brazos con uno de los míos mientras que con la mano del otro le desabrochaba los shorts para tirar un poco de ellos hacia abajo, aunque le costaban bajar. Por eso opté por meter mi mano directamente dentro de su ropa interior, agudizando ella su risa. Me encontré con un matojo de pelo importante, el cual me puso muy cachondo al notar su tacto. De hecho, resoplé y ella rio de nuevo. Se lo acaricié, pidiéndole que me dejara verlo, aunque ella seguía resistiéndose y aclarando que no era por vergüenza, porque a ella eso le daba bastante igual como ya sabía yo por haberla visto en alguna ocasión con pelo en las axilas, cosa que tampoco me importaba a mí mucho. Como no me dejaba, le amenacé entre risas con bajar a su raja para masturbarla, dando por imposible que pudiera irse después de llegar a ese punto.

Sara acabó cediendo, liberándola yo para ponerla bocarriba sobre la cama y bajar tanto sus pantalones, como su tanga hasta medio muslo para destapar su coño peludo. Pese a tener mucho, de manera desaliñada, bien crecido y por más lugares además de por su pubis, me calentó verla así. Ella me miraba divertida y me preguntaba si me gustaba, respondiéndole yo que no estaba mal, aunque podía mejorarse. Eso mismo me comentó ella que quería hacer, pasando a preguntarme cómo me gustaba para arreglárselo así y poder darme ese gusto. Después de explicárselo, le pregunté cómo le gustaba a ella, diciéndome que le daba igual. Me bajé un poco los pantalones y los boxers, lo justo para mostrarle mi pubis y enseñarle que tenía algo de vello de unos días solamente. Me dijo que así estaba bien y pasé a sugerirle de darme yo también una ducha rápida antes que ella para estar en igualdad, pareciéndole bien.

Así que me fui a su baño para darme una ducha rápida, poniéndome los boxers y el pantalón para no calentarla mucho, regresando a la habitación con ella, que estaba entretenida con el móvil. Cuando me vio aparecer así resopló un poco, riendo yo y diciendo que había hecho bien en ponerme la parte de abajo. Ella rio y me dio la razón, levantándose para ir al baño, aunque la paré para darle un buen beso y darle la vuelta para abrazarla desde atrás y ponerla cerca de la barra de poledance. Le pregunté si me iba a hacer algún baile, respondiendo ella que lo haría si me portaba bien. Apreté el abrazo y metí una de mis manos por dentro de su camiseta hasta llegar a una teta, descubierta de sujetador, como siempre en ella, para empezar a tocarla y amasarla. Qué pronto se le fue de la cabeza eso que me dijo de portarme bien, porque le dije que esa noche mandaba yo, asintiendo ella al instante. La solté y le di un azote en el culo, mandándola al baño y pidiéndole que no tardara mucho, marchándose ella rápidamente con una risa encantadora.

Fue puntual para lo que era ella, porque siempre fallaba en ese aspecto cuando quedábamos con ella. Pero al parecer, tenía mucho interés en esto, porque clavó lo que iba a tardar, apareciendo bien vestida y peinada. No me dio tiempo a ver qué había cogido para ponerse y ahora entendía más o menos el porqué. Sara estaba espectacular con una especie de vestido, por llamarlo de alguna manera, porque parecía papel lo que llevaba puesto. Era un vestido de tirantes que no tenía nada de escote, pero que dejaba ver parte de sus tetas al tener un par de aperturas bajo ellas, por la parte de los costados. Se le veía justo la parte de los pechos que queda debajo de los pezones, los cuales quedaban marcados bajo la finísima tela, como siempre al llevar un piercing en cada pezón, marcándolos aún más. No llegaba a medio muslo, siendo bastante corto, aunque lo más llamativo era la cantidad de imágenes de escenas que tenía de la película Scarface.

Para terminar su atuendo llevaba unos tacones rosas chicle, altos y con algo de plataforma, los cuales se enredaban en sus tobillos. Pero no era lo único que me gustaba, porque iba guapísima con un ligero maquillaje que se puso, con un rosa en sus labios y un eyeliner, además de algo de colorete. Y su pelo también estaba muy bonito pese al color tan chillón que llevaba, porque se lo alisó bastante, haciéndose dos coletas a cada lado de la nuca y dejando los primeros mechones de los lados de su flequillo sueltos, los cuales les llegaba casi a la altura de los pechos. Me preguntó cómo me veía mientras se daba una vuelta, riendo ella de manera baja y juguetona. Le respondí que me gustaba mucho lo que veía y ella sonrió de nuevo, achinando mucho sus ojos, siendo algo que me gustaba ver. Sara no sabía muy bien qué hacer, quedándose de pie y con las manos a sus espaldas un paso hacia mí después de haber entrado en la habitación.

Le hice una señal con el dedo para que viniera hacia mí, obedeciendo ella de inmediato. Cuando se puso frente a mí, le puse mis manos en sus caderas para darle una vuelta y verla de más cerca. Estaba tremenda y la senté en mi regazo, quedando nuestras caras bastante cerca. La notaba algo acelerada, y más aún cuando le puse la mano en su muslo. Lo noté muy suave y algo pegajoso, bromeando yo al decirle si estaba tan mojada que le chorreaba todo por el muslo. Ella rio fuerte, diciéndome que era crema que se había echado después de depilarse. Seguí acariciando ese muslo, pasando al otro y diciéndole que olía muy bien. Ella sonrió y me dio un pequeño pico como respuesta, preguntándole yo esta vez quién le había dado permiso para dármelo. Ella puso una cara muy acorde con el juego que empezamos y que íbamos a seguir, cosa que me gustó, pasando a disculparse, aunque le dije que no tenía mucha importancia, dándole yo otro de vuelta y continuando con otro beso con lengua.

-No te emociones -dije tirando de su pelo con firmeza al ver que me empezaba a comer la boca con ansia.
-Perdón -decía con la vocecilla de antes.
-Estás ansiosa porque te folle.
-Mucho.
-¿Y por follarme tú a mí?
-Claro. Si lo quieres también así.
-Me gustaría mucho tenerte encima y ver cómo me follas, cómo te botan las tetas...
-Uff...
-Sería una putada si me fuera ahora, ¿verdad?

Sara me miró con una cara que parecía desolada, pasando a incorporarse y todo, pero no la hice sufrir.

-Tranquila, que no me voy a ir, jajajaja.
-Ah... Menos mal.
-¿Y dices que no tienes a nadie con quien verte?
-No regularmente.
-Me extraña.
-¿Por qué?
-Porque estás muy buena. ¿No te lo dicen?
-Bueno... Alguno que otro.
-Seguro que son más de los que dices. Y chicas también.
-Las chicas no me suelen decir nada.
-Qué raro... ¿Qué te gusta más, follar con chicas o con chicos?
-Me da igual. Me gusta mucho con todos.
-Qué bien... Pues yo sí que me estoy viendo con alguien ahora mismo.
-Ya, con la chica con la que...
-Sí. Fuimos follamigos durante mucho tiempo cuando íbamos a la universidad y ahora nos hemos cogido con ganas otra vez.
-Normal, con lo bueno que estás...
-Ella sí que está buena. Es un bombón.
-¿Puedo verla?
-Claro -dije sacando el móvil para enseñarle una imagen de ella.
-Guau... Es guapísima. Y está muy buena.
-Sí. Le pega mucho su nombre.
-¿Cómo se llama?
-Ángela.
-Pues sí, jejejeje.
-Seguro que tú también estás muy guapa de rubia. Porque me dijiste que lo eras, ¿no?
-Sí. Soy rubia natural.
-¿Y por qué no te lo dejas así?
-Porque me gusta mucho como lo llevo ahora mismo. También me teñí de morena, pero me gusta más así.
-A mí es que me gusta más que todo sea natural.
-¿No te gusta mi pelo?
-No es feo. El color es bonito, pero se me hace muy llamativo para lo que debería, no sé... Si me das a elegir, me quedo con el natural. ¿Tienes alguna foto tú de rubia?
-Sí. Tengo muchas. Y de morena también.

Sara fue a por su móvil, quedándose de pie y dándome un poco la espalda mientras las buscaba, aunque tiré de ella para volver a sentarla sobre mí, con ella riendo una vez más. Me enseñó varias en las que estaba muy guapa con si rubio y con otros peinados, sin flequillo y con él. También me enseñó de cuando se puso morena, saliendo en algunas con el pelo bastante corto, por encima de los hombros, siendo algo bastante llamativo por lo diferente que la veía. Y luego pasó a enseñarme muchos nudes que tenía de esas épocas. Es verdad que tenía algún kilo de más en comparación a la Sara que yo había conocido en algunas de esas imágenes, pero estaba muy bien también y verla desnuda de diferentes maneras y con distintos looks me estaba empezando a excitar. Ella lo notó y rio bajito, acomodando su culazo para sentarse en mi erección y presionar sobre ella.

-Qué cantidad de nudes... ¿Siempre has sido así de guarrilla?
-Sí, jajajaja.
-Sales muy sexy en todas esas fotos -dije acariciando su muslo y subiendo hasta llegar a su coño, el cual pude tocar directamente al no llevar ella bragas. Le acaricié esos labios carnosos, notando algo de humedad de primeras, aunque se humedeció mucho más en nada de tiempo.
-Mmm... -gimió ella al notar como la estimulaba.
-Joder... Cómo te has mojado...
-Me pones mucho.
-Pero aún no vamos a follar.
-¿No?
-No. Quiero que hagas una cosa -dije apretando su muslo, causándole daño al tener ella algunos moretones por la zona.
-¿El qué?
-Quiero que me bailes un poco en la barra que tienes aquí.
-Ah... -decía animada.
-Estos moretones son por eso, ¿verdad?
-Sí.
-Vale, solo quería comprobarlo. Pesaba que a lo mejor te iba hacerlo duro de verdad como para acabar así... Jajajajaja.
-Jajajaja. No. Bueno... Puede que un poco.
-Está bien saberlo.
-Me pone sentir un poco de dolor si estoy muy cachonda.
-¿Así de cachonda? -dije volviendo a meter mi mano por dentro de su vestido y recoger un poco de humedad con mis dedos.
-Pues sí -dijo tras un suspiro.
 
Creo que se esta pasando de la raya, ahora no solo se folla todo lo que se mueva (como solía hacer), sino que se cree un Semental y no tiene verguenza en decirlo. Un engreido. Y para mal de males, le termina mostrando las nudes de su amiga a otra persona. Donde habrá quedado el Javi que intentaba hacer las cosas bien? Cada vez me cae peor. Y lo mas triste de todo es que sale bien parado de todo.
 
Creo que se esta pasando de la raya, ahora no solo se folla todo lo que se mueva (como solía hacer), sino que se cree un Semental y no tiene verguenza en decirlo. Un engreido. Y para mal de males, le termina mostrando las nudes de su amiga a otra persona. Donde habrá quedado el Javi que intentaba hacer las cosas bien? Cada vez me cae peor. Y lo mas triste de todo es que sale bien parado de todo.
Quizá debería haber detallado esa parte más claramente, pero no era un nude de Ángela. Era una simple foto de redes sociales, en donde se podían ver fotos en bikini y demás
 
Quizá debería haber detallado esa parte más claramente, pero no era un nude de Ángela. Era una simple foto de redes sociales, en donde se podían ver fotos en bikini y demás
Ok, pero mas allá de eso, por que tiene que mostrarle la foto de otra chica con la que se esta acostando? Son cosas privadas. Mira si tuviesen gente en común, mira si ella estuviese escondiendo algo... Si sos un caballero no haces esas cosas. Y bastante lejos de ser un caballero quedo Javi.
(Ojo, mi problema es con el personaje, no con la historia!!)
Otra cosa, creo que todavía tendríamos que saber algo mas de Valentina. Cuando tenes una depresión o algún tipo de trastorno emocional, como tenia ella, lo primero que te dicen los psicólogos es que la superación las tenes q hacer por vos mismo, no por terceros, porque si después te pasa como paso aquí (una desilusión), la recaída es mucho peor. Aquí, ella se jugo por completo por el, intentando superar todos sus traumas, y el se cago en ella en menos de 1 mes de relación. La caída tiene que haber sido muy dura, no solo estar llorando. Y el, no se hace responsable o no se quiere dar cuenta de la gravedad de lo que hizo. Pero claro, para que ella lo pueda superar, el se alejo y se fue de vacaciones con la mujer con la que la engaño... Primero a la playa y después al viaje que le habia prometido a Valentina.

Espero mas entregas de la historia, asi sigo enojandome con Javi, jajjaaja.

Abrazo!!!
 
Creo que se esta pasando de la raya, ahora no solo se folla todo lo que se mueva (como solía hacer), sino que se cree un Semental y no tiene verguenza en decirlo. Un engreido. Y para mal de males, le termina mostrando las nudes de su amiga a otra persona. Donde habrá quedado el Javi que intentaba hacer las cosas bien? Cada vez me cae peor. Y lo mas triste de todo es que sale bien parado de todo.
Quizá debería haber detallado esa parte más claramente, pero no era un nude de Ángela. Era una simple foto de redes sociales, en donde se podían ver fotos en bikini y demás

Es una batalla que perderás Trafilus, es imposible que Javier salga "mal parado", cosa de preguntarle a Ángela o Irene. :ROFLMAO:

Con Keranos de partner, Javier hará y deshará a sus anchas...y a sus "profundidades" también. ;) :carcajadas1:
 
Ok, pero mas allá de eso, por que tiene que mostrarle la foto de otra chica con la que se esta acostando? Son cosas privadas. Mira si tuviesen gente en común, mira si ella estuviese escondiendo algo... Si sos un caballero no haces esas cosas. Y bastante lejos de ser un caballero quedo Javi.
(Ojo, mi problema es con el personaje, no con la historia!!)
Otra cosa, creo que todavía tendríamos que saber algo mas de Valentina. Cuando tenes una depresión o algún tipo de trastorno emocional, como tenia ella, lo primero que te dicen los psicólogos es que la superación las tenes q hacer por vos mismo, no por terceros, porque si después te pasa como paso aquí (una desilusión), la recaída es mucho peor. Aquí, ella se jugo por completo por el, intentando superar todos sus traumas, y el se cago en ella en menos de 1 mes de relación. La caída tiene que haber sido muy dura, no solo estar llorando. Y el, no se hace responsable o no se quiere dar cuenta de la gravedad de lo que hizo. Pero claro, para que ella lo pueda superar, el se alejo y se fue de vacaciones con la mujer con la que la engaño... Primero a la playa y después al viaje que le habia prometido a Valentina.

Espero mas entregas de la historia, asi sigo enojandome con Javi, jajjaaja.

Abrazo!!!

Merecida y honorable defensa de Valentina has hecho.
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No sólo se trata de lo rápido que te sacas los pantalones, más importa que tan bien los llevas puestos, eso es de un hombre hecho.
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Ok, pero mas allá de eso, por que tiene que mostrarle la foto de otra chica con la que se esta acostando? Son cosas privadas. Mira si tuviesen gente en común, mira si ella estuviese escondiendo algo... Si sos un caballero no haces esas cosas. Y bastante lejos de ser un caballero quedo Javi.
(Ojo, mi problema es con el personaje, no con la historia!!)
Otra cosa, creo que todavía tendríamos que saber algo mas de Valentina. Cuando tenes una depresión o algún tipo de trastorno emocional, como tenia ella, lo primero que te dicen los psicólogos es que la superación las tenes q hacer por vos mismo, no por terceros, porque si después te pasa como paso aquí (una desilusión), la recaída es mucho peor. Aquí, ella se jugo por completo por el, intentando superar todos sus traumas, y el se cago en ella en menos de 1 mes de relación. La caída tiene que haber sido muy dura, no solo estar llorando. Y el, no se hace responsable o no se quiere dar cuenta de la gravedad de lo que hizo. Pero claro, para que ella lo pueda superar, el se alejo y se fue de vacaciones con la mujer con la que la engaño... Primero a la playa y después al viaje que le habia prometido a Valentina.

Espero mas entregas de la historia, asi sigo enojandome con Javi, jajjaaja.

Abrazo!!!
Joer. Cualquiera diría que te ha quitado una novia. 🤣🤣
 
Creo que se esta pasando de la raya, ahora no solo se folla todo lo que se mueva (como solía hacer), sino que se cree un Semental y no tiene verguenza en decirlo. Un engreido. Y para mal de males, le termina mostrando las nudes de su amiga a otra persona. Donde habrá quedado el Javi que intentaba hacer las cosas bien? Cada vez me cae peor. Y lo mas triste de todo es que sale bien parado de todo.
Hola, buenos días.

Estoy de acuerdo, cada vez me cae peor Javi, lo siento pero no puedo con él. Le sale casi todo bien, y no hace más que cagarla, dejar víctimas de sus cositas y no apreciar las cosas. Cada vez que dice que lleva 2 días sin follar y claro, como estaba acostumbrado.... En fin, que paso de hablar de ese.

Yo soy partidario de las mujeres del relato, que aguantan al tipo este e intentan pasarlo bien cuando pueden.

Ahora vamos a disfrutar, por fin, de Sara.

Saludos y gracias, especialmente a Keranos, por el trabajo y esperando que no le molesten las opiniones sobre sus personajes.

Hotam
 
Hola, buenos días.

Estoy de acuerdo, cada vez me cae peor Javi, lo siento pero no puedo con él. Le sale casi todo bien, y no hace más que cagarla, dejar víctimas de sus cositas y no apreciar las cosas. Cada vez que dice que lleva 2 días sin follar y claro, como estaba acostumbrado.... En fin, que paso de hablar de ese.

Yo soy partidario de las mujeres del relato, que aguantan al tipo este e intentan pasarlo bien cuando pueden.

Ahora vamos a disfrutar, por fin, de Sara.

Saludos y gracias, especialmente a Keranos, por el trabajo y esperando que no le molesten las opiniones sobre sus personajes.

Hotam
Pues a mi la que me cae mal es Irene. Me parece muy hipócrita, superficial y hueca.

Irónicamente, el que me cae mejor es Mario, aunque más por su buena onda que otra cosa, ya que no se ha profundizado mucho con él.
 
Capítulo 651

Me llevé los dedos a la boca para saborear sus fluidos, los cuales me encantaron y viendo cómo Sara se quedaba mirándome fijamente por mis ojos y mis labios. Era evidente que quería besarme y le di ese gusto al acercarme a ella para darnos un buen morreo. Pero no quise que se alargara, porque la levanté para que bailara un poco para mí. Sara lo hacía de manera muy sensual, sobre todo por cómo iba vestida y por los tacones que llevaba. Por momentos me enseñaba el coño descaradamente al poner su culo en pompa y también se le salía una teta. Me tenía muy despistado así, por lo que la agarré de la mano para quitarle el vestido, viendo cómo se había dejado el vello púbico tal y como yo le dije que hiciera. Me dio un fuerte escalofrío al verlo así, con un triángulo rubio oscuro bien perfilado y mullidito, estando todo lo demás bien depilado. Ver sus gruesos labios colgar un poco me puso bastante para preferirlos yo más bien finos.

Hasta la abracé, bajando mi cara hasta su coño, dándome un olor muy bueno a sexo. Le besé el pubis y le di la vuelta para darle un azote con firmeza, mandándola de nuevo hasta la barra para que continuara bailando. Y así lo hizo durante unos momentos más en los que se movía con soltura, aunque no terminaba de subirse a ella mucho por tener su piel resbaladiza por la crema, prometiéndome ella que ya me haría un buen show en otra ocasión. Aunque yo estaba muy bien con lo que me ofrecía. Le pedí que se descalzará, porque me gustaban mucho sus pies y ella lo hizo, estando ya completamente desnuda. Aquello hizo que me calentara de por más, desnudándome yo también para tumbarme sobre la cama y empezar a masturbarme lentamente. Sara no me quitaba ojo de encima, mordiéndose el labio y diciéndome que le parecía increíble. Hasta podía ver cómo se tocaba un poco ella también al darse la vuelta, además de que tiraba de sus pezones con fuerza cuando me daba la cara.

Necesitaba ir más allá y por eso le dije que viniera conmigo. No podía dejar de mirar su coño y sus tetas, con esos pezones atravesados cada uno por un piercing con dos bolitas negras a cada lado. La puse sobre mí, quedando mi polla bien apretada entre nuestros cuerpos y nos empezamos a besar de bueno. Notaba su cara muy caliente y mientras le amasaba el culo le pregunté si tenía ganas. Ella, con la respiración entrecortada me confesaba que sí, que no podía esperar más. Le di una buena palmada en ese culazo y le dije que me la chupara, que seguro que lo hacía muy bien. Y no me equivocaba, porque Sara la comía muy bien, sabiendo sacarle partido a ese extraño piercing que tenía en la lengua. Chupaba con ganas, como para no con las ganas que teníamos, pero no lograba metérsela entera en la boca como quizá esperaba yo que pudiera hacer. Y lo intentaba, esforzándose mucho por hacerlo, pero no lo lograba, llegando incluso a derramar lágrimas. Aun así, le dije que me gustaba cómo lo hacía, llegando casi a conseguirlo, porque se quedaba cerca, pero no me importaba y le follaba la boca igualmente, llegando incluso a agarrarla del pelo, despeinándola.

No quería acabar de esa manera, por lo que cuando me noté cerca por la buena mamada que me estaba haciendo, la aparté de mí tirando firmemente de su pelo, continuando con ese juego con el que empezamos. A Sara le iba ese juego de ser sumisa y lo demostraba muy bien con los gemidos que lanzaba con algunos de mis actos, como este precisamente. La puse bocarriba en la cama y cambiamos papeles al ser yo el que le comía el coño ahora justo en la misma posición en la que se encontraba ella segundos antes. No recordaba haberme comido un coño con unos labios tan gruesos, pero la verdad es que en el tema no me dio asco. Nada más lejos, porque su olor y sabor invitaba mucho a que se lo comiera, dando yo grandes lamidas por toda la zona y succionado esos labios con fuerza, dándole mucho placer a ella. Tanto, que se acabó corriendo, aparentando mi cabeza con sus muslos y temblando mucho sus piernas.

Continúe un poco más, hasta que sus gemidos se volvieron muy agudos y su cuerpo empezaba a convulsionar. Sara estaba muy mona recién corrida, con su respiración muy acelerada y varios temblores. Yo me masturbaba lentamente mientas ella se recuperaba, cosa que por suerte, no duró mucho. Cogí un condón de los que compré y me lo puse para dar unas cuantas pasadas al ponerme sobre ella. Mi amiga abrió sus ojos y se abrió bien de piernas para recibirme, empezando a clavársela yo. Me puse sobre ella, metiéndosela por completo, estando ella con una cara espectacular al abrir un poco su boca y dejar sus cejas caídas. Y aún no habíamos empezado, porque me quedé quieto para darle un beso más, acariciando ella mi espalda y mi culo. La miré a los ojos y le pregunté si estaba preparada, asintiendo ella, por lo que me empecé a mover para darnos placer mutuamente.

Sara gemía bastante alto para estar rodeados de tantos vecinos, aunque a mí me daba bastante igual aquello. No se cortaba un pelo, y eso me gustaba bastante. Yo empecé con algo normalito para ir tanteando si estaba bien recuperada de su reciente orgasmo y parecía que sí, por eso apreté un poco más, empezando la cama a sonar. Tanto los muelles del colchón, como el cabecero de la cama al retumbar contra la pared. Por momentos gritaba mi nombre y gemía muy alto, tratando yo de corregir eso al tirar de su pelo para continuar el juego más que nada, porque como digo, me daba igual hacer ruido. También le comía las tetas cuando paraba brevemente para que no se volviera a correr tan pronto, aunque no duraba nada aquello para lo que me gustaban esas tetas. Pero quería continuar con el juego, porque a ella le gustaba y a mí también, aunque no tan agresivo como intuía en ella por eso que me había dicho de que le gustaba sentir dolor.

Lo que hice fue apretarle las tetas con mis manos, apoyándome en ellas mientras la follaba en ese misionero en el que empezamos. Sara no dejaba de gritar por aquello y la veía tan encendida que empecé a usar palabras que no usaba nunca en esos momentos. No había llegado tan lejos con ninguna chica como para insultarla y casi que vejarla, pero di en el clavo, porque a ella parecía encantarle eso, llegando a pedirme más. Continué con ese vocabulario en lo que la follaba cada vez con más dureza, llegando también a escupirle. A Sara le iba la marcha, y de la buena por cómo reaccionaba con todo lo que le hacía. Me puse más serio, pero en el tema de reventarla, porque me centré en follarla con dureza y rapidez para que se volviera a correr, consiguiéndolo y quedando yo muy cerca, saliéndome de ella, aunque no me detuve, porque notaba que se mojaba mucho, y de manera muy líquida, por lo que le metí los dedos para estimularle el punto G y ver si podía provocarle un squirting.

Y efectivamente, pude conseguir que lo hiciera, con ella levantando sus caderas y lanzando un par de chorros, pasando yo a frotar su clítoris, lo que provocó que salpicara mucho lo que estaba terminando de expulsar de su cuerpo. Mojó bastante la cama y a mí también, quedando ella temblando bastante y murmurando cosas, aunque no podía entenderla, porque parecía que estaba tiritando por su manera de hablar pese a estar los dos sudados. Aunque no iba a quedar así la cosa, porque ella ya se había corrido un par de veces y yo ninguna, por lo que me puse sobre ella, quitándome el condón, para agarrarla del pelo y correrme en su cara, que entre eso, el sudor y los escupitajos que le lancé, dejaron su maquillaje bastante corrido. Sara recibía todo lo que le echaba con ganas, llegando a abrir bien la boca, sacando la lengua, poniéndome mucho el gesto de por sí, pero más al ver ese piercing suyo.

Cuando acabé, me eché sobre la cama y ella, aún con los ojos cerrados, se llevaba todo lo que tenía sobre su cara hacia su boca usando sus dedos. Se estaba metiendo todo el semen que le dejé en la cara para luego tragarlo y relamerse, diciéndome que estaba muy rico. Me salió del alma decirle que era una guarra, riendo ella y dándome la razón, pero es que le encantaba serlo y disfrutaba mucho. Y a mí más que me hacía disfrutar con esa forma de comportarse en la cama. Continuamos la noche volviendo a follar, aunque antes agarré sus pies para chupárselos un poco, llevándolos hasta mi polla para que me pajeara con ellos. Parecía tener práctica, reconociéndome que se había topado con algunos fetichistas y que le gustaba dar placer de esa forma. Luego me puse otro condón para volver a follarla, haciéndolo en la misma postura que antes, aunque ahora la agarraba de sus tobillos, pegándolos a la cama, dejando cada pie a cada lado de su cabeza. Se veía sorprendida por lo que le hacía, más por la seguridad con la que lo hacía diría yo. Y eso la hacía disfrutar mucho.

La follaba con ritmo, en esa postura en la que la penetración era más profunda, aunque cambié al ponerla a cuatro para darle bien duro, como los azotes que le soltaba, los cuales les dejó el culo bien rojo. También seguía tirándole del pelo y hablándole de esa manera guarra y despectiva que parecía calentarla mucho por cómo gemía como respuesta, llegando así a su tercer orgasmo, siguiéndola yo al pegar mi cuerpo al suyo. Esta vez descansamos un poco más, aunque al rato ya estábamos liados otra vez. En esa ocasión, con ella sobre mí para follarme como yo le dije con mis indicaciones. Sara era una bomba en la cama, porque follaba de maravilla y seguía el juego a la perfección, moviéndose de manera más sensual todavía cuando le agarré el cuello con firmeza. Aunque no me corrí de esa manera, porque la puse de nuevo a cuatro y le dije que le iba a follar el culo.

Ella no se negó en ningún momento y de hecho, parecía agradarle la idea a juzgar por la sonrisa que puso. Pero antes de metérsela por ahí, la follé un poco más, pasando a jugar con su ojete al escupir sobre él y empezar a acariciarlo con un dedo, para meterlo después. En menos de 5 minutos ya se la estaba metiendo, con ella encogiendo su cuerpo. Quizá debería haber llevado más cuidado, pero con aquello de que le gustaba sentir dolor cuando estaba muy excitada, pues se la empecé a meter cuanto antes, lográndolo y follándola a buen ritmo. Con lo apretada que estaba, como ya había comprobado al vérselo antes, no me costó mucho correrme con las buenas embestidas que le daba, agarrando su pelo para tirar de él y mantener su espalda erguida. Sara se tocaba mientras tanto el coño con sus dedos, llegando a correrse, apretando ella el culo y provocando mi orgasmo.

Fue una noche muy divertida en la que después de eso nos quedamos descansando durante unos minutos, aunque ella estaba rendida y casi que no se podía mover, teniendo sus ojos bastante entornados. Yo me levanté para ir vistiéndome, diciéndole que me había gustado mucho el rato que habíamos echado y que ya nos veríamos más de esa manera, murmurando ella para darme a entender que estaba de acuerdo. Me despedí de ella dándole un pequeño azote y me fui, pensado por el camino lo divertida que era Sara y lo buena que estaba, haciéndome pasar una noche muy buena. Así llegué a casa, entrando sin hacer ruido para no despertar a Andrea, dándome una ducha y echando algo de ropa en una bolsa para los dos próximos días que iba a pasar con mis amigos, marchándome a dormir después, porque era tarde y la idea que teníamos Ángela y yo era irnos temprano a nuestra ciudad.

Ángela acudió por casa bastante temprano, unos minutos pasadas las 8 de la mañana. Iba muy mona con sus dos típicas trenzas para ir cómoda y para no pasar tanto calor, yendo además con su atuendo usual de camiseta blanca de tirantes y shorts vaqueros cortitos, aunque en esta ocasión llevaba unas Converse en lugar de unas sandalias. Nos dimos un abrazo y un beso en la mejilla y ella dejó su pequeño trolley en la entrada, yendo ambos hasta la cocina para tomaros un café antes de salir. Le pedí que no hiciera mucho ruido, porque era muy temprano y Andrea dormía aún. En el rato que estuvimos en la cocina no paraba de decirme que tenía muchas ganas de este plan al que íbamos, aunque era algo bastante simple, pero le apetecía mucho estar los cuatro juntos. Se le ocurrían muchos sitios a los que ir bien entrada la tarde y luego ya de noche para ir a bailar o lo que surgiera.

Pero no saldríamos tan pronto de casa, porque me dijo que debíamos hacer algo antes de salir. Me quedé sin entender a qué se refería y me agarró de la mano para llevarme al baño grande, al que usaba yo ahora que Andrea estaba de vuelta y tenía el otro asignado. Una vez allí, me susurró que me desnudara, con una sonrisa pícara. Le pregunté si quería hacer algo en ese momento, negando ella y volviendo a interrogar yo, aunque ahora con un gesto más que con palabras. Ella me dijo que tenía que darme un repaso para que fuera bien depiladito, porque ya había pasado una semana desde que lo hizo y pensaba que tenía que arreglarme eso, prestándose otra vez a hacerlo. Me entró un poco la risa, aunque ella esperaba con sus brazos en jarra, bastante sonriente, hasta que se cansó de esperar por quedarme yo mirándola, echando mano a mi ropa para empezar a quitármela.
 

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