Reencuentro con Elena

Debe andar con cuidado. Le ha costado mucho encontrar una gran chica como Abby como para caer en errores pasados.
No discuto que Abby puede ser de lo mejor que ha conocido Javier este último tiempo, pero no me apresuraría tanto, llevan meses recién, y lo de "gran chica" debe ser comprobado con más tiempo juntos. :rolleyes:
 
En algún momento, había llegado a pensar que Javi había perdido su magia. También podría ser que las canadienses fueran inmunes a sus encantos. Conquistar sólo a Abby en varios meses, no es propio de nuestro héroe.
Podemos ver que Javier continúa con su magnetismo con las chicas, sin embargo él ya sólo tiene ojos para su Abby. 😍😍
 
Capítulo 902

La reacción de Abby fue bastante inesperada para mí, ya que le conté los acercamientos de Hailey desde el principio al haber aprendido la lección de mala manera con lo ocurrido con Elena. Ella, lejos de crisparse o ponerse tensa, me dijo entre risas que le parecía normal que se hubiera acercado a mí, sobre todo si le había echado una mano. Se sentó sobre mi regazo diciéndome que era muy bueno y siempre ayudaba a quien lo necesitaba, acariciando mi cara y dándome un beso.

Mentiría si dijera que no me entró una tranquilidad inmensa al ver su reacción, porque así no se daría lugar a malentendidos ni a situaciones tensas. Todo lo contrario, ella se lo tomó casi como un cumplido. Me llegó a contar que antes de que nosotros paráramos a más, le pasó algo parecido. Fue mientras nos estábamos empezando a conocer, siguiendo con que alguien de su clase se le acercó con intención de conocerla, siéndole bastante visible que esa persona estaba interesada en ella.

Me dio curiosidad, por lo que le pregunté, contándome ella cómo fue la situación, que le dio bastante vergüenza y que se puso roja, pero que como pudo le negó la invitación a salir mientras sonreía. Me podía imaginar su cara y ese momento por cómo se comportaba conmigo cuando la veía por la cafetería antes de que le dijera yo de vernos siquiera. Nos tomamos lo que le ocurrió tanto a ella como a mí como una anécdota, sin que hubiera ningún tipo de problema, es que ningún comentario pese a tener a Hailey pegada a mí todo lo que duró el resto del primer año de máster.

El siguiente parón en las clases se acercaba bastante rápido y a Abby le empezó a entrar un poco de ansiedad por el tema de viajar a España y que conociera a mis demás amigos y familia. Pero no era nada de lo que preocuparse. Simplemente se ponía nerviosa por momentos, pero ella sola se tranquilizaba diciendo que todo iba a ir bien, porque así había sido con Ángela. Conforme más se acercaba nuestra marcha, más común era que se pusiera nerviosa, pero a la vez se entretenía con los preparativos.

El que más le preocupaba era el tema de nuestra gata. Nunca la había dejado sola y no quería que esta fuera la primera vez, porque no teníamos a nadie con quién dejarla y Abby tampoco era partidaria de dejarla en un lugar en el que la pudieran cuidar perfectamente, porque sabía que tanto ella como la gata lo iban a pasar mal. Yo no veía tanto problema al decirle que la podíamos llevar con nosotros y que podíamos permanecer todo ese tiempo que estuviéramos en mi país en un hotel sin tener que molestar a nadie.

A ella le pareció bien y me dio las gracias, al mismo tiempo que me pidió perdón por si me estaba causando alguna molestia, aunque nada más lejos, porque yo también me encariñé bastante con la gata, como ella hizo conmigo, siendo muy común que jugara con ella y demás.

A mí lo único que me preocupaba era que ella estuviera bien y que su ansiedad no le ocasionara mucho problema, por eso me estaba debatiendo entre si debería presentársela a toda mi familia o no. Al final llegué a la conclusión de que solo lo haría con mi madre para que le fuera más llevadero, dejando las presentaciones con el resto de familia para otra ocasión.

Abby me decía que si yo quería, podía hacer un esfuerzo, pero pensaba que estaba haciendo ya uno muy grande al dar un paso como el que estábamos por dar. Al final, ambos quedamos conformes y nos preparamos bien para poder viajar.

Dio la casualidad de que el vuelo que conseguimos tras ser pacientes para hacernos con el que mejor precio tenía aterrizaba en la ciudad de Sofía, por lo que hablé con ella para que pudiéramos vernos y de paso presentarle a Abby. A ella le encantó la idea, comentándome que no podía venirle mejor, porque andaban con lío, tanto ella como Hugo.

En esta ocasión, el viaje fue algo más prolongado, porque tuvimos que tomar dos vuelos, haciendo noche en un hostal para poder descansar, cosa que nos vino muy bien para no llegar tan cansados en realidad. Abby estaba tan pendiente de la gata que esos nervios que tenía se veían aparcados casi en todo momento, aunque también con el cansancio que teníamos encima, no era difícil conciliar el sueño.

Al día siguiente, nos plantamos en la ciudad de mi amiga. Le comenté a Abby que Sofía nos iba a recoger y que Hugo se nos sumaría cuando saliera de trabajar, cosa que haría después de la hora de comer al hacerlo en un restaurante. Sofía me dijo que iríamos a su casa y que podíamos estar allí todo el tiempo que quisiéramos, aunque nosotros teníamos en mente irnos a un hotel, ya que tan solo estaríamos un día allí, porque aún teníamos que ir a mi ciudad.

Mi amiga dijo que no había necesidad ninguna, aunque yo lo decía más por Abby, pero ella me hizo una señal con el pulgar para decirme que todo estaba bien. Así que nos quedaríamos con ellos ese día, teniendo en mente ir a mi ciudad al día siguiente. Le pedí a Sofía por mensaje que no fuera tan efusiva, porque la conocía y no sabía si a Abby le podía incomodar, diciéndome ella que podía estar tranquilo.

En cuanto nos vio, Sofía nos saludó con la mano, estando muy ñoña. Cuando nos pudimos encontrar, me dio un abrazo tremendo, devolviéndoselo yo, encontrándola bastante emocionada una vez nos separamos. Abby estaba bastante cortada, como yo ya imaginaba que estaría, pero fue ella misma la que rompió el hielo al saludar a Sofía en español, cosa que le sorprendió un poco a mi amiga.

Fuimos rápidamente a su casa para tomarnos un café y reponer fuerzas, pues aún estábamos un poco adormilados, especialmente al haber madrugado y al haber dado una cabezada en el avión. Sofía estaba muy pletórica, haciéndole yo algún comentario para que se calmara, porque parecía que iba a reventar, aunque se lo dije en broma. Ella me dio un abrazo como respuesta, diciéndome que me había echado mucho de menos.

También habló bastante con Abby, quien se comportó de manera muy parecida a como cuando conoció a Ángela, aunque fue cuestión de minutos que se empezara a soltar para hablar de manera más fluida y no usar solo monosílabos. Nos estuvimos poniendo al día de varias cosas, además de que Sofía nos hacía muchas preguntas, en donde el tema principal era cómo de bien se le estaba dando a Abby el español para decir tantas cosas de manera fluida.

Ella misma fue quien dijo que se estaba tomando en serio aprender el idioma y que era algo que hacíamos todos los días, quedándose bastante bien con todo al llevar meses practicándolo, teniendo además facilidad para los idiomas al controlar el inglés perfectamente. Estuvimos hablando algunas cosas en varios idiomas, comentando yo que podíamos montar una academia de idiomas si nos poníamos.

Comimos en casa de Sofía, preparando algo entre todos mientras esperábamos a que viniera Hugo. Los demás nos llamaron para preguntarnos cómo habíamos hecho el viaje y demás, comentando yo que bien. Sofía les dijo a Irene y a Mario que Abby era mucho más guapa en persona que en las fotos que nos había enseñado. Irene dijo que tenía muchas ganas de conocerla, poniéndose mi novia un poco roja.

Al fin llegó Hugo, quien se tuvo que quedar un poco más de tiempo por unas cosas. Abby se puso un poco tensa, pero no tardó en relajarse de nuevo, pasando los cuatro toda la tarde juntos y yéndonos a cenar fuera, aprovechando para darle a Sofía su regalo de cumpleaños, ya que en esos días tendría lugar, haciéndole a ella tanta ilusión que se llegó a emocionar. A Abby le llamó mucho la atención el cambio de temperatura. Estábamos acostumbrados a no superar la temperatura negativa, siendo algo muy diferente en la costa del sur, en donde no todo el mundo llevaba abrigo ni siquiera.

Le dije que era lo normal allí, pero que cuando fuéramos a mi ciudad, la temperatura sería más baja, porque al fin y al cabo estábamos a primeros de marzo y aún hacía frío. A Sofía no se le iba la sonrisa de la cara viéndonos a Abby y a mí. Dijo en varias ocasiones que se alegraba enormemente de vernos juntos y de ver la buena pareja que hacíamos. Hugo también me dijo que me veía más centrado, pensando yo que llevaba razón.​
 
Hay que reconocer, que aunque Javi trata de no repetir los errores del pasado, el comportamiento de Abby, es mucho más maduro que el que tuvo Elena en su día.
La falta de experiencia en relaciones que tenía Javi, y la forma en que reaccionó Elena, la primera vez que Javier se marchó de viaje de trabajo. Le dió a nuestro protagonista, la sensación que su
novia era incapaz de asumir o procesar cualquier situación tensa o desagradable.
Empezó a tratarla con condescendencia, igual que si fuera una niña, y a ocultarle cualquier cosa que él estimara que la podría perturbar. De ahí a la catástrofe, el camino era recto.
 
Capítulo 903

Esa noche dormimos mucho mejor al estar más amplios en la habitación de invitados que tenían Sofía y Hugo, aunque nos levantamos algo temprano para darnos una buena ducha y poder desayunar algo todos juntos. La despedida fue algo dura, sobre todo por parte de Sofía, que era muy sensible para estas cosas. Dijo que esperaba que alguna vez pudiéramos estar más tiempo que el que pudimos estar en esa ocasión, diciéndole tanto Abby como yo que así sería, poniéndonos en marcha para ir a mi ciudad.

De camino a mi ciudad, Abby se puso nerviosa de nuevo. Podía notar cómo le sudaban las manos de hecho al llevarlas cogidas. Yo se la acariciaba y con solo una mirada sabía lo que le quería decir, sonriendo ella y afirmando con la cabeza. La verdad es que ya iba más tranquilo al respecto, porque vi que todo fue muy bien con Sofía. Dudaba que la cosa fuera diferente con los demás.

Cuando llegamos, fuimos directos al hotel en el yo tenía en mente quedarnos durante esos días. Allí nos pusimos un poco más cómodos y descansamos un momento, aprovechando yo para llamar a mi madre, ya que era a la que más ganas tenía de ver. Estuvimos hablando un momento, estando ella deseando verme también. Me preguntó cuál era el plan para vernos, aunque no tenía ni idea de cómo hacerlo aún, diciéndole que la llamaba en un momento.

Abby me dijo que fuera de inmediato a ver a mi familia y que no les hiciera esperar, que llevaban muchos meses sin verme. La duda me vino respecto a ella, pues habíamos quedado en que solo le presentaría a mi madre por el momento para que no fuera demasiado para ella al no estar nada acostumbrada a estas cosas. Sonriendo me dijo que no iba a pasar nada porque se quedara un rato sola. De hecho, me dijo iba a jugar un poco con la gata para que no estuviera estresada con tanto movimiento.

Le pregunté si estaba segura, afirmando ella con energía. Una vez vi que lo decía en serio le pregunté si le parecía bien que volviera acompañado de mi madre para que la pudiera conocer, pareciéndole a ella genial al poder estar todo el tiempo con la gata de paso. Así que me puse en camino hasta la casa de mis abuelos, recibiéndome todos con alegría al ir un poco de sorpresa. Sabían que iba a ir en esos días, pero no en ese momento.

Estuvimos mucho rato hablando para ponernos al día, aunque ya lo hacíamos mucho de por sí, pues siempre que mi madre me llamaba, lo ponía en manos libres para que los demás me escucharán y pudieran hablar conmigo también, por no hablar de las numerosas videollamadas que nos hacíamos, en donde me podían ver. Se me fue un poco el santo al cielo con la hora, diciéndole a mi madre que podíamos dar un paseo aprovechando que aún era temprano.

Ella me entendió perfectamente, por lo que se puso su abrigo para que nos pudiéramos ir, contándole con detalle cómo había ido el viaje en avión mientras íbamos hacia el hotel. También le conté cómo fue la cosa con Sofía y con Hugo, encantándole a ella saber que aún seguíamos teniendo el mismo trato pese a su marcha y a la mía no mucho después. Me preguntó si ya se la había presentado a Irene y a Mario, comentándole yo que sería por la tarde aprovechando que era domingo.

También le comenté que nos habíamos traído a la gata, porque Abby nunca la había dejado sola durante tanto tiempo y esta no iba a ser la primera vez. Mi madre se interesó en si nos estaba dando problemas, comentándole yo que no, que era muy buena y que se pasó durmiendo prácticamente todo el viaje, siguiendo con que Abby se había quedado jugando con ella para que se distrajera un poco. A ella le parecía ridículo que nos quedáramos en un hotel pudiendo dormir con ellos, pero le comenté que era mejor así por su condición.

Mi madre lo entendió perfectamente, pero veía que era un gasto tonto de dinero que hiciéramos eso. A nada de llegar, le mandé un mensaje a Abby para comunicarle que estábamos llegando, mandándome ella un emoticono de aprobación. Mi madre me notaba nervioso, dándome un abrazo mientras subíamos en el ascensor y diciéndome que todo iba a estar bien. Le dije que lo sabía de sobra, pero que no podía evitar ponerme así al ver cómo se ponía ella.

Entramos en la habitación y nos encontramos a Abby sentada en la cama con la gata en su regazo, acariciándola. Sonrió cuando nos vio aparecer, dejando a la gata sobre la cama para levantarse y saludar a mi madre, dándole un abrazo y hablando un poco en español, detalle que ella no conocía, sorprendiéndole mucho. Las primeras palabras de mi madre fueron para decirme que Abby era una chica preciosa.

Luego, estuvimos hablando un poco entre todos, estando mi madre fascinada por cómo Abby hablaba español con esa soltura. Mi chica le dijo que le había enseñado muy bien, alegrándole mucho a mi madre. Es verdad que aún se atrancaba a veces y que algunas palabras no las conocía, pero su evolución con el idioma fue enorme. La gata también estaba muy curiosa, acercándose a mi madre.

Fue un rato fantástico, en el que todo fue muy bien, aunque de primeras, Abby estaba muy roja, pareciendo estar muriéndose de vergüenza. A veces me sentía mal por pensar que la veía muy mona así cuando sabía que lo estaba pasando regular al ser tan tímida, pero es que no podía evitarlo. Mi madre hizo un comentario que sabía que no hizo con intenciones, porque mencionó que sería genial tenernos en casa y que pudiéramos comer allí.

Abby se animó diciendo que podría estar bien, aunque yo sabía que podría ser problemático y que no entraba en nuestros planes. Pero la vi decidida, dándome cuenta del esfuerzo tan grande que estaba haciendo al querer dar ese paso. A cambio, mi madre me prometió que solo estaríamos nosotros tres y mis abuelos, ocupándose ella de que no viniera nadie más por el momento. A Abby le pareció muy bien y yo no me podía negar, porque era algo que deseaba y si ella estaba así de optimista, pues yo también.

Aunque sería algo que dejaríamos para el día siguiente, pues todo fue demasiado improvisado, además de que tenía en mente otra cosa. Por eso acompañé a mi madre de vuelta a casa de mis abuelos, donde les contamos lo ocurrido, llevándose ellos una sorpresa al enterarse. No podían esperar a conocerla, aunque hasta el próximo día no podía ser. Volví al hotel rápidamente mientras llamaba a Ángela para preguntarle si estaba libre para comer.

Con energía me dijo que sí, estando muy emocionada y diciendo de vernos cuanto antes. Le propuse quedar en un restaurante que ambos conocíamos y que nos gustaba, yendo yo a por Abby y dándole tiempo a mi amiga para que se preparara. Cuando llegué, le conté a Abby el plan que teníamos para comer, encantándole a ella la idea. De camino al restaurante, me contó que le cayó muy bien mi madre, que era un encanto de persona y que nuestra gata también había dado el visto bueno, haciéndome reír.​
 
Comerán con Ángela, una buena idea, a Abby le debería sentar muy bien, una cara conocida y apreciada ayuda cuando estás en un sitio extraño. Lo interesante será cuando vayan a hacer el café con Mario e Irene, perdón Irene y Mario. Una buena idea sería que Ángela les acompañase.

Me alegro de que Abby se vaya integrando sin grandes problemas, hay que reconocerle el esfuerzo que hace y su buena predisposición, así como el respeto de Javier a sus decisiones ¡Qué diferente con otras personas y otras situaciones del pasado reciente de Javier!

A ver si no hay alguna sorpresa por ahí, o situación que ponga a prueba a esta bonita pareja.
Supongo yo, que algo debe pasar para que la historia aún continúe avanzando.
Creo que el " reencuentro con Elena ", definitivo, todavía no se ha producido.
 
Perdóname, pero yo veo que la historia de Javier y Abby avanza muy bien sin que sea necesario que "pase" nada ... bastante pasa ya entre ellos, si no debe quedar en sus cuerpos rincón sin explorar, cosquillas sin descubrir y zona erógena sin exprimir.

Respecto a Elena, el reencuentro ya se produjo, al inicio de esta historia. De hecho, los capítulos 1, 2, 3 y 4 narran precisamente el "reencuentro con Elena" tras su etapa de instituto y un tiempo sin verse. Un "reencuentro" por todo lo alto en el que abordaron varios temas pendientes y que dio lugar a su posterior relación.
Lo otro, lo de la posibilidad de retomar la relación que se rompió abruptamente, eso no era un "reencuentro" pero muchos dejaron volar la imaginación inducidos por una personal interpretación del título.
Esto es una novela, (llamarlo relato me parece poco) basada en hechos reales, eso sí. Por lo tanto deben ocurrir hechos novelescos, y raro sería que en la idílica relación de Javier y Abby, no hubiese un momento de tensión, de duda. Probablemente provocada por un elemento externo a ellos dos, bien para consolidar definitivamente la relación, o en el peor de los casos para acabar con ella. Incluso puede que lo que se interponga entre ellos, no sea una persona, que sea simplemente el deseo de cada uno de ellos de vivir en su país de origen. Claro está, que a beneficio de la literatura, mejor que sea un " malvado o malvada ", quién siembre la discordia entre nuestros protagonistas. 😈😈
 
Última edición:
Perdóname, pero yo veo que la historia de Javier y Abby avanza muy bien sin que sea necesario que "pase" nada ... bastante pasa ya entre ellos, si no debe quedar en sus cuerpos rincón sin explorar, cosquillas sin descubrir y zona erógena sin exprimir.

Respecto a Elena, el reencuentro ya se produjo, al inicio de esta historia. De hecho, los capítulos 1, 2, 3 y 4 narran precisamente el "reencuentro con Elena" tras su etapa de instituto y un tiempo sin verse. Un "reencuentro" por todo lo alto en el que abordaron varios temas pendientes y que dio lugar a su posterior relación.
Lo otro, lo de la posibilidad de retomar la relación que se rompió abruptamente, eso no era un "reencuentro" pero muchos dejaron volar la imaginación inducidos por una personal interpretación del título.
Sin recurrir al origen etimológico del término, se puede uno reencontrar con alguien muchas veces. Basta con que dejes de ver a alguien durante un tiempo, y que te vuelvas a encontrar con él o ella.
Para mí resulta un misterio, por qué el reencuentro con Elena, después de su época de instituto, es más " reencuentro", que cuando se vuelven a ver, tras año y medio de haber roto su relación.
Deberíamos usar el " reencuentrometro ", y hacer así una medición y valoración mucho más científica. 😝😝
 
Última edición:
Perdóname, pero yo veo que la historia de Javier y Abby avanza muy bien sin que sea necesario que "pase" nada ... bastante pasa ya entre ellos, si no debe quedar en sus cuerpos rincón sin explorar, cosquillas sin descubrir y zona erógena sin exprimir.

Respecto a Elena, el reencuentro ya se produjo, al inicio de esta historia. De hecho, los capítulos 1, 2, 3 y 4 narran precisamente el "reencuentro con Elena" tras su etapa de instituto y un tiempo sin verse. Un "reencuentro" por todo lo alto en el que abordaron varios temas pendientes y que dio lugar a su posterior relación.
Lo otro, lo de la posibilidad de retomar la relación que se rompió abruptamente, eso no era un "reencuentro" pero muchos dejaron volar la imaginación inducidos por una personal interpretación del título.
Yo fui uno de ellos
 
Perdóname, pero yo veo que la historia de Javier y Abby avanza muy bien sin que sea necesario que "pase" nada ... bastante pasa ya entre ellos, si no debe quedar en sus cuerpos rincón sin explorar, cosquillas sin descubrir y zona erógena sin exprimir.
Respecto a Elena, el reencuentro ya se produjo, al inicio de esta historia. De hecho, los capítulos 1, 2, 3 y 4 narran precisamente el "reencuentro con Elena" tras su etapa de instituto y un tiempo sin verse. Un "reencuentro" por todo lo alto en el que abordaron varios temas pendientes y que dio lugar a su posterior relación.
Lo otro, lo de la posibilidad de retomar la relación que se rompió abruptamente, eso no era un "reencuentro" pero muchos dejaron volar la imaginación inducidos por una personal interpretación del título.
Sin recurrir al origen etimológico del término, se puede uno reencontrar con alguien muchas veces. Basta con que dejes de ver a alguien durante un tiempo, y que te vuelvas a encontrar con él o ella.
Para mí resulta un misterio, porqué el reencuentro con Elena, después de su época de instituto, es más " reencuentro", que cuando se vuelven a ver, tras año y medio de haber roto su relación.
Deberíamos usar el " reencuentrometro ", y hacer así una medición y valoración mucho más científica. 😝😝
Podemos consensuar que esta historia ya lleva dos reencuentros entre Javier y Elena, pudiendo suceder un tercero, si Javier vuelve a dar clases a la misma ciudad de Elena, cuyo resultado podría brindar el cierre que ambos necesitan.
De toda lógica es que estando tan cerca del final, termine Abby junto a Javier, al menos en la historia, recordemos fue hace ocho años.
Es claro como esto ha ido decantando, instalando cada pieza en su lugar, a cada miembro que seguirá en su vida al finalizar la historia.
Puede no ser tan emocionante para algunos esta fase del relato, coincido, si la comparas a otras mucho más rocambolescas, pero aquí es cuando debemos ser generosos con Keranos, entender que nada hay más emocionante que contar cómo conoció a quien ahora puede ser la persona más importante de su vida. :cool:
 
Podemos consensuar que esta historia ya lleva dos reencuentros entre Javier y Elena, pudiendo suceder un tercero, si Javier vuelve a dar clases a la misma ciudad de Elena, cuyo resultado podría brindar el cierre que ambos necesitan.
De toda lógica es que estando tan cerca del final, termine Abby junto a Javier, al menos en la historia, recordemos fue hace ocho años.
Es claro como esto ha ido decantando, instalando cada pieza en su lugar, a cada miembro que seguirá en su vida al finalizar la historia.
Puede no ser tan emocionante para algunos esta fase del relato, coincido, si la comparas a otras mucho más rocambolescas, pero aquí es cuando debemos ser generosos con Keranos, entender que nada hay más emocionante que contar cómo conoció a quien ahora puede ser la persona más importante de su vida. :cool:
Es una posibilidad, y tampoco estaría mal.
 
Niego la mayor, por muchos "reencuentros" que haya entre Javier y Elena, el título es en singular y hace referencia a uno, el primero. Al pan pan y al vino vino.

Y he de discrepar enérgicamente (golpe de puño en la mesa) sobre sus hipótesis de futuro ya que lo único cierto es que Javier convive con una gata procedente de una protectora ... 🤔 ... , bueno, y también discrepo sobre considerar menos emocionante asistir al enamoramiento de dos almas heridas que se sanan mutuamente, que contemplar un alma desnortada camino de su propia autodestrucción, usted confunde morbo con emoción.
Deje usted que @Keranos nos siga narrando, con esa emoción contenida que se escapa entrelineas, esta etapa tan emocionante de la sanación de sus heridas y su reconciliación con un mundo generoso y amable.
Por qué motivo debería ser el primer reencuentro el importante, y no el último. Que vaya usted a saber si está aún por producirse. La utilización del singular, no lo sitúa en el tiempo, si no en el orden de importancia.
Llegados a éste punto, y no encontrando razón de peso suficiente para sustentar su afirmación. Solicito formalmente la intervención de la única persona capaz de desfacer éste entuerto: El mismísimo Keranos.
Si se diera su silencio, entenderíamos que es por el bien de la continuidad de la historia , y podría darse por confirmado, que el mantenimiento de la duda es fundamental en el desenlace final.
 
Niego la mayor, por muchos "reencuentros" que haya entre Javier y Elena, el título es en singular y hace referencia a uno, el primero. Al pan pan y al vino vino.

Y he de discrepar enérgicamente (golpe de puño en la mesa) sobre sus hipótesis de futuro ya que lo único cierto es que Javier convive con una gata procedente de una protectora ... 🤔 ... , bueno, y también discrepo sobre considerar menos emocionante asistir al enamoramiento de dos almas heridas que se sanan mutuamente, que contemplar un alma desnortada camino de su propia autodestrucción, usted confunde morbo con emoción.
Deje usted que @Keranos nos siga narrando, con esa emoción contenida que se escapa entrelineas, esta etapa tan emocionante de la sanación de sus heridas y su reconciliación con un mundo generoso y amable.
Entiendo que quiera usted reconciliarse con un tipo de 1,90, musculoso y lleno de tatuajes. Pero debió usted pensarlo antes de criticarlo sin compasión.
Ahora todo lo que escribe le parece bien, y Javi es el mejor.
Keranos ya nos advirtió que él era Javier y viceversa. 🤭🤭🤭
 
Es la segunda vez que me tacha de morboso. Interpretación claramente torticera, de lo que no ha sido más que un cálculo de probabilidades por mi parte.

Cuando utiliza expresiones como " levántate de la lona ", veo que su actitud es claramente beligerante, y que atiende más al temor por las repercusiones de sus " calentones verbales " con Javi/Keranos, que a una voluntad de defensa de una argumentación.

Quiere hacerme pasar claramente por el villano morboso, cuando en realidad se cebó usted inmisericordemente con nuestro protagonista y su entorno. El " quién bien te quiere te hará llorar", es la excusa perfecta para los que gustan de hacer llorar.

No soy yo quién tiene cuentas pendientes con Javier y aún peor, con Ángela. La chica más dulce y angelical que pueda existir. No puedo reprimir las lágrimas 😭😭 al pensar en la injusticia que cometió dudando de su sincera amistad.

Yo no le pido que se levante de la lona, tan sólo postrese ante sus agraviados y solicite humildemente su perdón... Seguro que se lo conceden sin vacilar.

Supongo que no necesita usted ningún emoticono aclaratorio, a que no?
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo