Maromeroes
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Reencuentro con Elena
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Maromeroes
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Exacto pero culminará el castigo a Elena el día que esta sepa lo que está haciendo con Noelia,es la mayor de las venganzas
Keranos
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Capítulo 718
-Veo que has hecho los deberes -dije cuando se calmó y abrió sus ojos para mirarme.
-¿Mmm?
-Lo de no tocarte ni correrte. Me has hecho caso.
-Claro.
-Mira cómo tengo la polla.
-¿Qué es eso?
-Eso es todo tuyo.
-¿Mío?
-Yo no me he corrido. Eso desde luego.
-Joder, es que estoy muy cachonda...
-Anda, ve al baño y te limpias un poco por si acaso. Y lávate también la cara, tienes toda la cara manchada de maquillaje y pareces una zorra.
-Lo que soy, ¿no? -dijo juguetona.
-Sí. Exactamente.
Noelia se fue al baño para lavarse un poco. Mientras la esperaba, yo me limpié también con toallitas que tenía por allí. En nada volvió, viniendo con su cara totalmente despejada. Hasta se había puesto bien el pelo, porque con la mamada de antes lo tenía bastante alborotado. Rápidamente vino junto a mí, subiéndose a la cama para gatear de rodillas y abrazarse a mí. Me preguntó qué hacía, pasando a preguntarme después quién era la mujer que aparecía en la pantalla de mi móvil. Era Valentina. Estaba mirando alguna cosa en el móvil y vi la conversación que tenía con ella en WhatsApp y justo había abierto una foto de ella. A Noelia le pareció una mujer muy guapa y elegante. Me preguntó si era familiar mía o algo así, aunque le dije que no. Ella no entendía qué hacía mirando una foto de ella entonces, por lo que dije que se trataba de una ex mía. Se quedó de piedra, con su boca abierta, pareciendo no creerme.
No le di opción a que dijera nada, porque rápidamente la puse bocarriba de nuevo. Esta vez se lo comí un poco al quitarle el tanga. Noelia se relajó de inmediato, pasando a acariciarme la cabeza. Yo estaba a lo mío, aunque me gustó la cara que puso cuando le dije que la mujer que aparecía en la pantalla era mi ex. Pero me centré en comérselo y llevar cuidado de que no se corriera. La manejé bastante bien al bajar el ritmo cuando era necesario. Y eso que también me metía los dedos, pero fui muy precavido al parar cuando veía el más mínimo indicio de que la cosa en ella estaba yendo a más. Y paré justo antes de que se corriera, aunque se la metí del tirón. Estaba otra vez empapada y entró sin problema. Sus piernas comenzaron a temblar exactamente igual que lo habían hecho al metérsela antes de que se fuera al baño. Ya sí que no podía evitar que se corriera, por lo que le di unas cuantas embestidas fuertes y rápidas. Las que pude hasta que su cuerpo empezó a convulsionar del orgasmo tan intenso que le llegó. Tan intenso, que su cuerpo se engarrotó y de los espasmos que le daban se incorporaba y me llegó a dar un cabezazo, momento en el que me salí de ella y me eché a un lado. Me hizo un poco de daño, pero no le di importancia, porque obviamente no lo hizo adrede.
Preocupada y alarmada me preguntó si estaba bien, aunque seguía temblando por el placer que su cuerpo recibía pese a haberme salido ya de ella. Le dije que no pasaba nada. Ella rio un poco nerviosa, pidiéndome perdón y diciendo que su cuerpo había reaccionado demasiado a lo que yo le había hecho. Comenté que tenía muy poco aguante, excusándose ella en que tenía muchas ganas de follar conmigo y que haber jugado tanto conmigo sin llegar a acabar tenía sus consecuencias. Pero me dijo que no me preocupara, que la noche era muy larga. De hecho, fue ella misma la que empezó de nuevo al besarme y subirse rápidamente encima de mí. Mi polla seguía dura y se la volvió a meter, lanzando un gemido largo. Volví a notar cómo su cuerpo temblaba. Cerró sus ojos mientras permanecía quieta, apoyándose en mi cuerpo con sus manos. Hasta que pasaron unos minutos y se empezó a mover para follarme. Esta vez sí que aguantó bastante más. Lo único malo para ella debió ser que de vez en cuando le soltaba algún azote con fuerza, porque era algo que siempre hacía con todas las chicas con las que me iba a la cama y que me follaban así.
Quitando eso, ella disfrutaba mucho, gimiendo alto y fuerte, teniéndole que llamar yo la atención en alguna ocasión, porque lo veía exagerado. Se volvió a correr mientras me montaba, aguantando yo este asalto, aunque no quería enfriarme, por lo que la puse a cuatro y la empecé a follar de nuevo a los pocos minutos. Ahora sí que se quejaba más, porque le daba con fuerza y mis caderas chocaban con su culo. Pero no me decía que parara. Le estaba gustado por lo que parecía, cosa que me incitaba a darle con más fuerza aún. Noelia tuvo otro orgasmo en el que se empezó a retorcer bastante, saliéndome yo justo a tiempo para no acabar dentro de ella y correrme por segunda vez esa noche, pero por su culo y por su espalda. Ella respiraba con ansia, agarrando las sábanas con fuerza mientras su cuerpo se seguía retorciendo un poco. También le daba algún espasmo su cuerpo, aunque se acabó relajando no mucho más tiempo después.
Me miró con una sonrisa y empezó a reír de manera muy tonta, diciendo que era una pasada follar conmigo. Yo le dije que lo recordaba mucho mejor en nuestra primera vez, cosa que obviamente no le hizo mucha gracia por la cara que puso. Aunque trató de cambiar de tema al decirme que le dolía el culo, aunque había sido un dolor diferente, mucho más soportable que el de la noche anterior y que junto al placer que le daba al metérsela, le gustaba bastante. Le pregunté si se había traído la crema esa que le dieron en la farmacia, respondiendo ella que sí y yendo a por ella de hecho. En lo que venía, seguí mirando el móvil, porque también se paró en el baño para limpiarse mi corrida. Vi que tenía más mensajes de Sofía y uno también de Irene, pero no me dio tiempo a ver qué ponía, porque Noelia volvió de inmediato y dejé el móvil sobre la mesita. Ella se tumbó a mi lado y me dio el bote de crema, mirándolo yo y pensando un poco.
Al final me decidí y le dije que se pusiera bocabajo, que le iba a echar, porque ya debía tocarle. Y ella encantada lo hizo, poniéndose además un poco en pompa. Me excitaba mucho ver su culo así de señalado por los azotes que le di la noche anterior y empecé a esparcirle la crema. Ella lo recibía bien, aunque siseaba con tono de dolor cuando le hincaba mis dedos con más fuerza de la debida. Me puse duro otra vez y muy rápido, por lo que le empecé a estimular también su rajita con mi polla. Noelia murmuraba encantada, diciendo que estaba en el cielo. Se la empecé a meter en lo que seguía poniéndole crema, de manera lenta ambas cosas. Pero tenía ganas de algo más atrevido, por lo que le acaricié el ano. Ella dio un fuerte respingo, pasando a reír nerviosa. Lo veía tan cerradito que me daba ganas de hacer de todo por ahí, pero ella me dijo que nunca había hecho nada en ese sitio, cosa que yo no creía. Me lo llegó hasta a jurar. Es verdad que se veía muy cerrado, pero eso no significaba nada. Le dije que algún día tendría que estrenarlo, cosa a lo que ella volvió a reír de esa manera nerviosa. Me dijo que la tenía demasiado grande para ello, pero no se opuso en ningún momento. De hecho, me dijo que si me hacía ilusión, podíamos hacerlo si le ayudaba a prepararse al decirle qué tenía que hacer para que todo fuera bien y demás.
Por el momento no tenía pensado gran cosa, por lo que la seguí follando, de manera más rápida, aunque sí que me atreví a meterle un dedo por detrás para ver cómo reaccionaba. Al tenerlo lubricado con la crema no hubo mucho problema. De hecho, parecía que le gustaba, algo que ya suponía con las de guarradas que me decía que hacía en su día. Se volvió a correr una vez más pasados varios minutos en los que ella colaboraba de vez en cuando al empujar con su culo. Se quedó temblando con mi polla aún en su interior, pero para mi sorpresa se incorporó para darme un buen morreo y tumbarme bocarriba. Ahora era ella la que me follaba a una velocidad endiablada. Noelia gemía con fuerza, diciendo que la tenía muy perra con todo lo que le hacía. Estuvimos bastante tiempo follado así. Aumentaba y bajaba el ritmo, como también cambiaba la manera de haberlo. Cuando su culo botaba encima de mí me encantaba, porque estaba tan mojada que sonaba bastante y eso me ponía.
Se acabó corriendo un par de veces más, en donde la última me hizo un chupetón en el hombro tras decirle yo que dejara mi cuello tranquilo cuando empezó a posar sus labios en él. Fue en su último orgasmo en donde me lo hizo, mientras se corría al follarla yo desde abajo a una velocidad bastante alta. Su cuerpo vibraba mucho cuando me salí de ella para ponerla bocarriba, agarrarla del pelo y correrme en su boca después de decirle que la abriera. Ella recibió lo poco que mis huevos podían hacer tras haber descargado ya un par de veces esa noche. Lo tragó todo sin abrir sus ojos en ningún momento desde que se empezó a correr al pegar su cuerpo al mío. Quedé bastante satisfecho, aunque fui a darme una ducha para estar más cómodo. Al volver la encontré dormida y no quería que durmiera allí conmigo, pero al ver que ya eran más de las 2 de la mañana y que al día siguiente la iba a llevar a su casa, pues no la desperté para que se fuera, dejándola allí y tumbándome a su lado, porque también estaba algo cansado.
Sin embargo, me desperté bastante temprano, aunque tampoco era algo raro. Durante la noche me desperté alguna que otra vez, algo también normal, y en cada una de ellas me encontré con Noelia muy abrazada a mí estando ambos ya bien tapados, como procuré hacer antes de dormirme, ya que los dos estábamos prácticamente desnudos. La última vez que me desperté, ella seguía igual que en las demás, con su cara sobre mi pecho, uno de sus brazos cruzando mis caderas y sus piernas encaramadas a una de las mías. No quería empezar tan temprano con sus tonterías, por lo que decidí dejarla dormir un poco más. Con mucho cuidado la fui moviendo para que no se despertara hasta que la dejé bien puesta y yo permanecí unos momentos sentados en el filo de la cama. Vi que era demasiado temprano para ponernos en marcha, así que me levanté y cogí algo de ropa para salir a correr, dejándola a ella en la cama para volver a una hora más decente.
Llevaba ya días sin ir al gimnasio y no quería que se convirtiera en lo normal. Desde que no quería ver a Hugo no iba por no encontrármelo y tener allí esa discusión que aún no quería tener. Así que empecé a correr después de calentar en esa mañana fría y húmeda de diciembre, ya que acabábamos de entrar en el mes. Lo bueno es que parecía que no iba a llover a pesar de estar algo nublado, pero no tuve problema en poder hacer ejercicio de esa manera y verme interrumpido por aquello. Pensé en apuntarme a otro gimnasio, pero por la zona en la que yo vivía no había ninguno. Todos los que había en la ciudad estaban al norte de ésta. Ya pensaría el fin de semana qué hacer al respecto, porque prefería centrarme en lo que estaba haciendo para despejarme y así no empezar mal el día taladrándome la cabeza. Estuve corriendo durante bastante tiempo, en los que llevaba un ritmo más calmado que otra cosa, pero constante. También hacía mis paradas para descansar un poco. Pero al final acabé volviendo a casa y como había hecho bastante ejercicio, me paré a comprar el desayuno, volviendo enseguida.
Al entrar todo estaba como lo dejé antes de irme. Demasiado calmado para cómo iba a estar cuando mi visita se despertara. Así que aproveché para ir al baño y darme una ducha, aunque no fui a por ropa ni nada, entrando directamente allí. El problema fue que me vi sorprendido por Noelia, quien entró conmigo. Estaba muy risueña, abrazándose a mí. Me dijo que me había echado de menos en la cama, cosa que era ridícula, porque seguro que ni se había enterado de que me había ido, pero bueno, ella decía eso mientas me abrazaba con fuerza desde atrás. Le dije que me dejara tranquilo, pero ella quería aprovechar para darse también una ducha antes de ir a casa, porque la noche anterior fue bastante movidita. Me preguntó a dónde había ido, comentándole yo que había salido a correr. Ella hizo la broma de preguntarme si no había tenido suficiente con lo de anoche, a lo que yo le respondí que las había tenido mucho mejores. Ella, lejos de amedrentarse, dijo que eso tenía arreglo, dándome la vuelta para mirarme a la cara con una cara de excitación muy evidente, con esa típica pequeña sonrisa que ponía en esas ocasiones.
-Veo que has hecho los deberes -dije cuando se calmó y abrió sus ojos para mirarme.
-¿Mmm?
-Lo de no tocarte ni correrte. Me has hecho caso.
-Claro.
-Mira cómo tengo la polla.
-¿Qué es eso?
-Eso es todo tuyo.
-¿Mío?
-Yo no me he corrido. Eso desde luego.
-Joder, es que estoy muy cachonda...
-Anda, ve al baño y te limpias un poco por si acaso. Y lávate también la cara, tienes toda la cara manchada de maquillaje y pareces una zorra.
-Lo que soy, ¿no? -dijo juguetona.
-Sí. Exactamente.
Noelia se fue al baño para lavarse un poco. Mientras la esperaba, yo me limpié también con toallitas que tenía por allí. En nada volvió, viniendo con su cara totalmente despejada. Hasta se había puesto bien el pelo, porque con la mamada de antes lo tenía bastante alborotado. Rápidamente vino junto a mí, subiéndose a la cama para gatear de rodillas y abrazarse a mí. Me preguntó qué hacía, pasando a preguntarme después quién era la mujer que aparecía en la pantalla de mi móvil. Era Valentina. Estaba mirando alguna cosa en el móvil y vi la conversación que tenía con ella en WhatsApp y justo había abierto una foto de ella. A Noelia le pareció una mujer muy guapa y elegante. Me preguntó si era familiar mía o algo así, aunque le dije que no. Ella no entendía qué hacía mirando una foto de ella entonces, por lo que dije que se trataba de una ex mía. Se quedó de piedra, con su boca abierta, pareciendo no creerme.
No le di opción a que dijera nada, porque rápidamente la puse bocarriba de nuevo. Esta vez se lo comí un poco al quitarle el tanga. Noelia se relajó de inmediato, pasando a acariciarme la cabeza. Yo estaba a lo mío, aunque me gustó la cara que puso cuando le dije que la mujer que aparecía en la pantalla era mi ex. Pero me centré en comérselo y llevar cuidado de que no se corriera. La manejé bastante bien al bajar el ritmo cuando era necesario. Y eso que también me metía los dedos, pero fui muy precavido al parar cuando veía el más mínimo indicio de que la cosa en ella estaba yendo a más. Y paré justo antes de que se corriera, aunque se la metí del tirón. Estaba otra vez empapada y entró sin problema. Sus piernas comenzaron a temblar exactamente igual que lo habían hecho al metérsela antes de que se fuera al baño. Ya sí que no podía evitar que se corriera, por lo que le di unas cuantas embestidas fuertes y rápidas. Las que pude hasta que su cuerpo empezó a convulsionar del orgasmo tan intenso que le llegó. Tan intenso, que su cuerpo se engarrotó y de los espasmos que le daban se incorporaba y me llegó a dar un cabezazo, momento en el que me salí de ella y me eché a un lado. Me hizo un poco de daño, pero no le di importancia, porque obviamente no lo hizo adrede.
Preocupada y alarmada me preguntó si estaba bien, aunque seguía temblando por el placer que su cuerpo recibía pese a haberme salido ya de ella. Le dije que no pasaba nada. Ella rio un poco nerviosa, pidiéndome perdón y diciendo que su cuerpo había reaccionado demasiado a lo que yo le había hecho. Comenté que tenía muy poco aguante, excusándose ella en que tenía muchas ganas de follar conmigo y que haber jugado tanto conmigo sin llegar a acabar tenía sus consecuencias. Pero me dijo que no me preocupara, que la noche era muy larga. De hecho, fue ella misma la que empezó de nuevo al besarme y subirse rápidamente encima de mí. Mi polla seguía dura y se la volvió a meter, lanzando un gemido largo. Volví a notar cómo su cuerpo temblaba. Cerró sus ojos mientras permanecía quieta, apoyándose en mi cuerpo con sus manos. Hasta que pasaron unos minutos y se empezó a mover para follarme. Esta vez sí que aguantó bastante más. Lo único malo para ella debió ser que de vez en cuando le soltaba algún azote con fuerza, porque era algo que siempre hacía con todas las chicas con las que me iba a la cama y que me follaban así.
Quitando eso, ella disfrutaba mucho, gimiendo alto y fuerte, teniéndole que llamar yo la atención en alguna ocasión, porque lo veía exagerado. Se volvió a correr mientras me montaba, aguantando yo este asalto, aunque no quería enfriarme, por lo que la puse a cuatro y la empecé a follar de nuevo a los pocos minutos. Ahora sí que se quejaba más, porque le daba con fuerza y mis caderas chocaban con su culo. Pero no me decía que parara. Le estaba gustado por lo que parecía, cosa que me incitaba a darle con más fuerza aún. Noelia tuvo otro orgasmo en el que se empezó a retorcer bastante, saliéndome yo justo a tiempo para no acabar dentro de ella y correrme por segunda vez esa noche, pero por su culo y por su espalda. Ella respiraba con ansia, agarrando las sábanas con fuerza mientras su cuerpo se seguía retorciendo un poco. También le daba algún espasmo su cuerpo, aunque se acabó relajando no mucho más tiempo después.
Me miró con una sonrisa y empezó a reír de manera muy tonta, diciendo que era una pasada follar conmigo. Yo le dije que lo recordaba mucho mejor en nuestra primera vez, cosa que obviamente no le hizo mucha gracia por la cara que puso. Aunque trató de cambiar de tema al decirme que le dolía el culo, aunque había sido un dolor diferente, mucho más soportable que el de la noche anterior y que junto al placer que le daba al metérsela, le gustaba bastante. Le pregunté si se había traído la crema esa que le dieron en la farmacia, respondiendo ella que sí y yendo a por ella de hecho. En lo que venía, seguí mirando el móvil, porque también se paró en el baño para limpiarse mi corrida. Vi que tenía más mensajes de Sofía y uno también de Irene, pero no me dio tiempo a ver qué ponía, porque Noelia volvió de inmediato y dejé el móvil sobre la mesita. Ella se tumbó a mi lado y me dio el bote de crema, mirándolo yo y pensando un poco.
Al final me decidí y le dije que se pusiera bocabajo, que le iba a echar, porque ya debía tocarle. Y ella encantada lo hizo, poniéndose además un poco en pompa. Me excitaba mucho ver su culo así de señalado por los azotes que le di la noche anterior y empecé a esparcirle la crema. Ella lo recibía bien, aunque siseaba con tono de dolor cuando le hincaba mis dedos con más fuerza de la debida. Me puse duro otra vez y muy rápido, por lo que le empecé a estimular también su rajita con mi polla. Noelia murmuraba encantada, diciendo que estaba en el cielo. Se la empecé a meter en lo que seguía poniéndole crema, de manera lenta ambas cosas. Pero tenía ganas de algo más atrevido, por lo que le acaricié el ano. Ella dio un fuerte respingo, pasando a reír nerviosa. Lo veía tan cerradito que me daba ganas de hacer de todo por ahí, pero ella me dijo que nunca había hecho nada en ese sitio, cosa que yo no creía. Me lo llegó hasta a jurar. Es verdad que se veía muy cerrado, pero eso no significaba nada. Le dije que algún día tendría que estrenarlo, cosa a lo que ella volvió a reír de esa manera nerviosa. Me dijo que la tenía demasiado grande para ello, pero no se opuso en ningún momento. De hecho, me dijo que si me hacía ilusión, podíamos hacerlo si le ayudaba a prepararse al decirle qué tenía que hacer para que todo fuera bien y demás.
Por el momento no tenía pensado gran cosa, por lo que la seguí follando, de manera más rápida, aunque sí que me atreví a meterle un dedo por detrás para ver cómo reaccionaba. Al tenerlo lubricado con la crema no hubo mucho problema. De hecho, parecía que le gustaba, algo que ya suponía con las de guarradas que me decía que hacía en su día. Se volvió a correr una vez más pasados varios minutos en los que ella colaboraba de vez en cuando al empujar con su culo. Se quedó temblando con mi polla aún en su interior, pero para mi sorpresa se incorporó para darme un buen morreo y tumbarme bocarriba. Ahora era ella la que me follaba a una velocidad endiablada. Noelia gemía con fuerza, diciendo que la tenía muy perra con todo lo que le hacía. Estuvimos bastante tiempo follado así. Aumentaba y bajaba el ritmo, como también cambiaba la manera de haberlo. Cuando su culo botaba encima de mí me encantaba, porque estaba tan mojada que sonaba bastante y eso me ponía.
Se acabó corriendo un par de veces más, en donde la última me hizo un chupetón en el hombro tras decirle yo que dejara mi cuello tranquilo cuando empezó a posar sus labios en él. Fue en su último orgasmo en donde me lo hizo, mientras se corría al follarla yo desde abajo a una velocidad bastante alta. Su cuerpo vibraba mucho cuando me salí de ella para ponerla bocarriba, agarrarla del pelo y correrme en su boca después de decirle que la abriera. Ella recibió lo poco que mis huevos podían hacer tras haber descargado ya un par de veces esa noche. Lo tragó todo sin abrir sus ojos en ningún momento desde que se empezó a correr al pegar su cuerpo al mío. Quedé bastante satisfecho, aunque fui a darme una ducha para estar más cómodo. Al volver la encontré dormida y no quería que durmiera allí conmigo, pero al ver que ya eran más de las 2 de la mañana y que al día siguiente la iba a llevar a su casa, pues no la desperté para que se fuera, dejándola allí y tumbándome a su lado, porque también estaba algo cansado.
Sin embargo, me desperté bastante temprano, aunque tampoco era algo raro. Durante la noche me desperté alguna que otra vez, algo también normal, y en cada una de ellas me encontré con Noelia muy abrazada a mí estando ambos ya bien tapados, como procuré hacer antes de dormirme, ya que los dos estábamos prácticamente desnudos. La última vez que me desperté, ella seguía igual que en las demás, con su cara sobre mi pecho, uno de sus brazos cruzando mis caderas y sus piernas encaramadas a una de las mías. No quería empezar tan temprano con sus tonterías, por lo que decidí dejarla dormir un poco más. Con mucho cuidado la fui moviendo para que no se despertara hasta que la dejé bien puesta y yo permanecí unos momentos sentados en el filo de la cama. Vi que era demasiado temprano para ponernos en marcha, así que me levanté y cogí algo de ropa para salir a correr, dejándola a ella en la cama para volver a una hora más decente.
Llevaba ya días sin ir al gimnasio y no quería que se convirtiera en lo normal. Desde que no quería ver a Hugo no iba por no encontrármelo y tener allí esa discusión que aún no quería tener. Así que empecé a correr después de calentar en esa mañana fría y húmeda de diciembre, ya que acabábamos de entrar en el mes. Lo bueno es que parecía que no iba a llover a pesar de estar algo nublado, pero no tuve problema en poder hacer ejercicio de esa manera y verme interrumpido por aquello. Pensé en apuntarme a otro gimnasio, pero por la zona en la que yo vivía no había ninguno. Todos los que había en la ciudad estaban al norte de ésta. Ya pensaría el fin de semana qué hacer al respecto, porque prefería centrarme en lo que estaba haciendo para despejarme y así no empezar mal el día taladrándome la cabeza. Estuve corriendo durante bastante tiempo, en los que llevaba un ritmo más calmado que otra cosa, pero constante. También hacía mis paradas para descansar un poco. Pero al final acabé volviendo a casa y como había hecho bastante ejercicio, me paré a comprar el desayuno, volviendo enseguida.
Al entrar todo estaba como lo dejé antes de irme. Demasiado calmado para cómo iba a estar cuando mi visita se despertara. Así que aproveché para ir al baño y darme una ducha, aunque no fui a por ropa ni nada, entrando directamente allí. El problema fue que me vi sorprendido por Noelia, quien entró conmigo. Estaba muy risueña, abrazándose a mí. Me dijo que me había echado de menos en la cama, cosa que era ridícula, porque seguro que ni se había enterado de que me había ido, pero bueno, ella decía eso mientas me abrazaba con fuerza desde atrás. Le dije que me dejara tranquilo, pero ella quería aprovechar para darse también una ducha antes de ir a casa, porque la noche anterior fue bastante movidita. Me preguntó a dónde había ido, comentándole yo que había salido a correr. Ella hizo la broma de preguntarme si no había tenido suficiente con lo de anoche, a lo que yo le respondí que las había tenido mucho mejores. Ella, lejos de amedrentarse, dijo que eso tenía arreglo, dándome la vuelta para mirarme a la cara con una cara de excitación muy evidente, con esa típica pequeña sonrisa que ponía en esas ocasiones.
Maromeroes
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Buen capituló e insisto que esta relación tiene dos salidas: Noelia termina controlando a Javier vía sexo o Javier en una de las ocasiones se pasa y ella termina odiándolo al extremo. Yo apuesto por la primera y que en la boda aparezca Elena el hermano de Javier y su sobrino ( qué tiene su misma cara )
Nota: no pretendo reescribir es solo broma me
Nota: no pretendo reescribir es solo broma me
Yo veo una tercera, y es que Javi, en uno de sus momentos de estupidez, se da cuenta de que esta relación que tiene con Noelia solo puede tener un final trágico. Javi recapacita y reconduce esa relación a algo más sano para los dos.
Me come la curiosidad por saber que le ponen en los mensajes Sofía e Irene, sobre todo lo que le dice Irene.
Imposible... decime desde que empezamos en que momento Javi tuvo algún momento de sensatez y recapacitación. Es mas probable que el termine haciéndole tanto daño a Nolia y que ella termine con un brote psicótico, internada, por haber intentado matarlo, a que el se arrepienta y pida perdon...
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javieron
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Irene haciendo cosas contrarias a las que dijo, que novedad.
Noelia ya está loca, así que esto no sería raro que pase.
Maromeroes
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Seguro que le preguntan por Hugo y si él tiene harina para hacer bizcocho . ( toma el comentario como broma)
Maromeroes
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Supongo que intentan hablar con él y aclarar las cosas. Irene disfruta mucho con él y difícilmente encontrará sustituto. Ella es la que manda en ese grupo y habrá dicho de recuperar su amistad.
Keranos
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Capítulo 719
-Es que no me puedo creer lo bueno que estás... -dijo mirándome de arriba a abajo.
-Pues llevo unos días sin ir al gimnasio, así que deberías graduarte las gafas o algo. O bueno, ponértelas más bien.
-Ahora uso lentillas, ya lo sabes, pero me las quité anoche. Pero ese no es el problema. Es que lo estás.
-No creo que sea buena idea lo de vernos tanto.
-Shhh... Déjame darte placer... -dijo poniéndose de rodillas para meterse mi polla en su boca, que poco a poco empezó a reaccionar.
-Parece que tú tampoco has tenido suficiente con lo de anoche...
-Bueno -decía con su boca llena-, es que me pones demasiado. Y eso que sí, anoche fue fantástica. Lo que hacía que no tenía una así... Madre mía...
-Hablando de madres...
-Dime.
-Ni una puta palabra de esto a tu madre ni a nadie.
-Pues claro que no.
-Lo que me faltaba ya, tenerla encima tocándome los cojones.
-Por eso mismo no le voy a decir nada, porque a mí también me va a estar agobiando.
-Va, suéltame, que se va a enfriar el desayuno.
-¿Has traído desayuno? Qué bueno eres...
-Venga, que tenemos que irnos también.
-Uno rapidito, Javi... Que el finde se va a hacer largo si no.
-Como si nos fuéramos a ver en cuanto vuelva...
-Con más razón. Ven, siéntate aquí. Si ya estás listo. ¿No ves lo duro que estás ya?
-Pero rápido. No empecemos...
-Que no. Ven.
Me senté en el suelo de la ducha, poniéndose ella sobre mí con una pierna a cada lado. Mi polla quedaba encajada entre su coño y mi cuerpo, porque ella se quedó mirándome muy fijamente a los ojos y a los labios. Luego, con su mano, me la agarró para metérsela después de levantar su cuerpo. Se la metió por completo en un instante, suspirando ella. Lo notaba muy caliente y muy húmedo, aunque ya lo estábamos de por sí por el agua caliente que nos caía encima. Por suerte, me empezó a follar rápidamente, moviéndose hacia arriba y hacia abajo. Agarró mi cara con fuerza para besarme, empezando a gemir de inmediato. Aunque no duró mucho así, porque se puso a hacérmelo como más me gustaba rápidamente. Noelia estaba demasiado cachonda, tanto que me decía que se iba a correr y me pedía que lo hiciera yo también, aunque no me notaba tan cerca como para ello. Además, no quería acabar dentro de ella, como le volví a recordar. Ella dijo con tono de queja que no importaba y que lo hiciera, que iba a estar muy bien, pero yo no quería.
Por eso la agarré para tumbarla bocarriba sobre la ducha y ponerme sobre ella para follarla rápido, llegando a su orgasmo en nada, aunque yo seguí hasta que me llegó el mío, sacándosela para correrme sobre su torso, llegándole algún chorro hasta la cara. Noelia temblaba mucho y permanecía con sus ojos cerrados en lo que yo me levanté para terminar de ducharme y salir, secándome y arreglándome con ropa y demás, diciéndole que no tardara, que me quería ir cuanto antes. En lo que me terminaba de vestir y preparar el desayuno oí cómo se secaba el pelo y justo cuando acabé de poner el desayuno, ella apareció lista, con una sonrisa muy tonta en su cara y con sus ojos algo entornados. Estaba guapa de nuevo pese a no llevar nada de maquillaje, pero la ropa que llevaba puesta el día anterior en ese momento le quedaba bastante bien. Se sentó mirando el desayuno y luego haciéndolo conmigo con una sonrisa enorme. Hasta buscó contacto conmigo al estirar su mano, intentando alcanzar la mía.
-No empieces. Anda, come.
-Muchas gracias por esto, Javi. Nunca... Nunca he hecho esto.
-¿Desayunar?
-No, hombre... Jajajajaja. Esto de... Verme con un chico, quedarme en su casa a dormir después de pasar una noche increíble con cena incluida, ducharme con él y echar otro polvo y ahora desayunar. No sé... Me hace ilusión, jejeje.
-Ya hemos hablado de esto.
-Ya... -decía con conformidad.
-El palo que te vas a llevar luego va a ser más grande.
-¿Qué palo?
-Yo solo te aviso. Esto de vernos... No sé cuánto va a durar. No te ilusiones ni te encariñes.
-Pero...
-Noelia, que esto lo permito para desahogarme. Nada más.
-Bueno, yo voy a estar aquí si cambias de opinión. No te preocupes.
-Eso no va a pasar.
-Ya lo veremos. Jo, lo que hacía que no desayunaba esto... -decía cambiando de tema.
-Veo que te ha gustado mucho. Luego te paso la factura.
-Jajajajaja.
Acabamos de desayunar y nos preparamos para irnos. Ella me dijo que ya recogía lo de la noche anterior mientras que yo preparaba algo de ropa para llevarme a casa de mis abuelos para el tiempo que iba a estar allí. Antes de salir de casa, le dije que esperara, porque no quería que me vieran mucho con ella. Asomé la cabeza, pero la calle estaba vacía, así que le dije de salir y cerré bien con llave, yéndonos hasta el coche, que siempre lo dejaba aparcado un par de calles más arriba, porque en la mía no había aparcamientos. Ese trayecto lo hicimos en silencio, como gran parte del que hicimos en coche, a petición mía, porque le dije que no quería que me empezara a dar el coñazo tan temprano y que me jodiera así el fin de semana, diciéndole además que debería tener bastante con lo que habíamos hecho ya ese día y todo lo del anterior. Y lo respetó casi en todo el recorrido que estábamos haciendo, en donde solo se escuchaba la radio del coche, que la llevaba puesta para hacer el viaje más ameno.
-Javi... -dijo a unos 20 minutos de llegar a su casa.
-¿Qué pasa ahora?
-Lo de esa mujer... La mujer esa que vi en la foto que me enseñaste... ¿De verdad ha sido pareja tuya?
-Sí.
-¿Mucho tiempo?
-Eso a ti no te importa.
-¿No me quieres contar nada de ella?
-¿Qué quieres saber? ¿No te jode que me vea con otras chicas?
-¿Te sigues viendo con ella?
-No realmente. Hace poco nos vimos, pero... No.
-Es que tengo curiosidad -dijo mirando por la ventana.
-¿De qué?
-¿Cómo has acabado tú con una mujer más mayor que tú?
-Tampoco es tan mayor. Tiene 40.
-¡¿40?!
-¿Qué edad te pensabas que tenía?
-No sé... Unos 33. 35 como mucho.
-Pues tiene 40.
-¿Pero habéis sido pareja, pareja?
-Que sí, Noelia, coño...
-No pintáis nada como pareja.
-¿Por qué? ¿No me puedo ligar a una mujer así?
-Yo no he dicho eso. Tú puedes tener a quien quieras. Cualquier mujer que no quiera estar contigo es gilipollas.
-Hala, hala...
-Es verdad -decía casi enfadada.
-¿Entonces?
-No sé... Por la edad, supongo.
-Coño... ¿Dices tú eso? Tienes 18 y yo 27. ¿Ahí no hay problema? Porque la diferencia de edad es parecida.
-Pero... No sé.
-Nos conocimos de casualidad. Follamos, volvimos a follar, y muchas veces más. Al final acabó surgiendo algo entre nosotros. Fin de la historia.
-¿Y cómo rompisteis?
-Eso no te importa.
-¿La querías? -preguntó tras unos segundos en los que ambos nos quedamos en silencio.
-Si estaba emparejado con ella, ¿tú qué crees?
-Que sí, ¿no?
-Pues claro.
-¿Y cómo era vuestra vida de pareja?
-¿Por qué tanta pregunta?
-Tengo curiosidad.
-Pues normal. Como los de cualquier pareja. Nos fuimos juntos de vacaciones, hicimos un viaje a Londres, hacíamos mucha convivencia juntos... -dije mirándola de reojo.
-Es que no me puedo creer lo bueno que estás... -dijo mirándome de arriba a abajo.
-Pues llevo unos días sin ir al gimnasio, así que deberías graduarte las gafas o algo. O bueno, ponértelas más bien.
-Ahora uso lentillas, ya lo sabes, pero me las quité anoche. Pero ese no es el problema. Es que lo estás.
-No creo que sea buena idea lo de vernos tanto.
-Shhh... Déjame darte placer... -dijo poniéndose de rodillas para meterse mi polla en su boca, que poco a poco empezó a reaccionar.
-Parece que tú tampoco has tenido suficiente con lo de anoche...
-Bueno -decía con su boca llena-, es que me pones demasiado. Y eso que sí, anoche fue fantástica. Lo que hacía que no tenía una así... Madre mía...
-Hablando de madres...
-Dime.
-Ni una puta palabra de esto a tu madre ni a nadie.
-Pues claro que no.
-Lo que me faltaba ya, tenerla encima tocándome los cojones.
-Por eso mismo no le voy a decir nada, porque a mí también me va a estar agobiando.
-Va, suéltame, que se va a enfriar el desayuno.
-¿Has traído desayuno? Qué bueno eres...
-Venga, que tenemos que irnos también.
-Uno rapidito, Javi... Que el finde se va a hacer largo si no.
-Como si nos fuéramos a ver en cuanto vuelva...
-Con más razón. Ven, siéntate aquí. Si ya estás listo. ¿No ves lo duro que estás ya?
-Pero rápido. No empecemos...
-Que no. Ven.
Me senté en el suelo de la ducha, poniéndose ella sobre mí con una pierna a cada lado. Mi polla quedaba encajada entre su coño y mi cuerpo, porque ella se quedó mirándome muy fijamente a los ojos y a los labios. Luego, con su mano, me la agarró para metérsela después de levantar su cuerpo. Se la metió por completo en un instante, suspirando ella. Lo notaba muy caliente y muy húmedo, aunque ya lo estábamos de por sí por el agua caliente que nos caía encima. Por suerte, me empezó a follar rápidamente, moviéndose hacia arriba y hacia abajo. Agarró mi cara con fuerza para besarme, empezando a gemir de inmediato. Aunque no duró mucho así, porque se puso a hacérmelo como más me gustaba rápidamente. Noelia estaba demasiado cachonda, tanto que me decía que se iba a correr y me pedía que lo hiciera yo también, aunque no me notaba tan cerca como para ello. Además, no quería acabar dentro de ella, como le volví a recordar. Ella dijo con tono de queja que no importaba y que lo hiciera, que iba a estar muy bien, pero yo no quería.
Por eso la agarré para tumbarla bocarriba sobre la ducha y ponerme sobre ella para follarla rápido, llegando a su orgasmo en nada, aunque yo seguí hasta que me llegó el mío, sacándosela para correrme sobre su torso, llegándole algún chorro hasta la cara. Noelia temblaba mucho y permanecía con sus ojos cerrados en lo que yo me levanté para terminar de ducharme y salir, secándome y arreglándome con ropa y demás, diciéndole que no tardara, que me quería ir cuanto antes. En lo que me terminaba de vestir y preparar el desayuno oí cómo se secaba el pelo y justo cuando acabé de poner el desayuno, ella apareció lista, con una sonrisa muy tonta en su cara y con sus ojos algo entornados. Estaba guapa de nuevo pese a no llevar nada de maquillaje, pero la ropa que llevaba puesta el día anterior en ese momento le quedaba bastante bien. Se sentó mirando el desayuno y luego haciéndolo conmigo con una sonrisa enorme. Hasta buscó contacto conmigo al estirar su mano, intentando alcanzar la mía.
-No empieces. Anda, come.
-Muchas gracias por esto, Javi. Nunca... Nunca he hecho esto.
-¿Desayunar?
-No, hombre... Jajajajaja. Esto de... Verme con un chico, quedarme en su casa a dormir después de pasar una noche increíble con cena incluida, ducharme con él y echar otro polvo y ahora desayunar. No sé... Me hace ilusión, jejeje.
-Ya hemos hablado de esto.
-Ya... -decía con conformidad.
-El palo que te vas a llevar luego va a ser más grande.
-¿Qué palo?
-Yo solo te aviso. Esto de vernos... No sé cuánto va a durar. No te ilusiones ni te encariñes.
-Pero...
-Noelia, que esto lo permito para desahogarme. Nada más.
-Bueno, yo voy a estar aquí si cambias de opinión. No te preocupes.
-Eso no va a pasar.
-Ya lo veremos. Jo, lo que hacía que no desayunaba esto... -decía cambiando de tema.
-Veo que te ha gustado mucho. Luego te paso la factura.
-Jajajajaja.
Acabamos de desayunar y nos preparamos para irnos. Ella me dijo que ya recogía lo de la noche anterior mientras que yo preparaba algo de ropa para llevarme a casa de mis abuelos para el tiempo que iba a estar allí. Antes de salir de casa, le dije que esperara, porque no quería que me vieran mucho con ella. Asomé la cabeza, pero la calle estaba vacía, así que le dije de salir y cerré bien con llave, yéndonos hasta el coche, que siempre lo dejaba aparcado un par de calles más arriba, porque en la mía no había aparcamientos. Ese trayecto lo hicimos en silencio, como gran parte del que hicimos en coche, a petición mía, porque le dije que no quería que me empezara a dar el coñazo tan temprano y que me jodiera así el fin de semana, diciéndole además que debería tener bastante con lo que habíamos hecho ya ese día y todo lo del anterior. Y lo respetó casi en todo el recorrido que estábamos haciendo, en donde solo se escuchaba la radio del coche, que la llevaba puesta para hacer el viaje más ameno.
-Javi... -dijo a unos 20 minutos de llegar a su casa.
-¿Qué pasa ahora?
-Lo de esa mujer... La mujer esa que vi en la foto que me enseñaste... ¿De verdad ha sido pareja tuya?
-Sí.
-¿Mucho tiempo?
-Eso a ti no te importa.
-¿No me quieres contar nada de ella?
-¿Qué quieres saber? ¿No te jode que me vea con otras chicas?
-¿Te sigues viendo con ella?
-No realmente. Hace poco nos vimos, pero... No.
-Es que tengo curiosidad -dijo mirando por la ventana.
-¿De qué?
-¿Cómo has acabado tú con una mujer más mayor que tú?
-Tampoco es tan mayor. Tiene 40.
-¡¿40?!
-¿Qué edad te pensabas que tenía?
-No sé... Unos 33. 35 como mucho.
-Pues tiene 40.
-¿Pero habéis sido pareja, pareja?
-Que sí, Noelia, coño...
-No pintáis nada como pareja.
-¿Por qué? ¿No me puedo ligar a una mujer así?
-Yo no he dicho eso. Tú puedes tener a quien quieras. Cualquier mujer que no quiera estar contigo es gilipollas.
-Hala, hala...
-Es verdad -decía casi enfadada.
-¿Entonces?
-No sé... Por la edad, supongo.
-Coño... ¿Dices tú eso? Tienes 18 y yo 27. ¿Ahí no hay problema? Porque la diferencia de edad es parecida.
-Pero... No sé.
-Nos conocimos de casualidad. Follamos, volvimos a follar, y muchas veces más. Al final acabó surgiendo algo entre nosotros. Fin de la historia.
-¿Y cómo rompisteis?
-Eso no te importa.
-¿La querías? -preguntó tras unos segundos en los que ambos nos quedamos en silencio.
-Si estaba emparejado con ella, ¿tú qué crees?
-Que sí, ¿no?
-Pues claro.
-¿Y cómo era vuestra vida de pareja?
-¿Por qué tanta pregunta?
-Tengo curiosidad.
-Pues normal. Como los de cualquier pareja. Nos fuimos juntos de vacaciones, hicimos un viaje a Londres, hacíamos mucha convivencia juntos... -dije mirándola de reojo.
Maromeroes
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Nuestro Javi sube un escalón más, empieza a contar cosas que pocos conocen y reconoce su amor por Valentina. Esto empieza a ir por mi teoría :Noelia no está loca es lista y sabe manipular usando el arma del sexo que Javi tanto desea casi a diario. Ya veremos las sorpresas cuando esté enganchado a ella y que pasará.
javieron
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Amor por Valentina?, dónde?, su respuesta fue fría y evasiva. Sentirá un poco de cariño y nada más.
Maromeroes
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-¿La querías? -preguntó tras unos segundos en los que ambos nos quedamos en silencio.
-Si estaba emparejado con ella, ¿tú qué crees?
-Que sí, ¿no?
-Pues claro.
c creo que ese ¿la querías? De Noelia es si estaba enamorado no es un querías de amigos o familia. Si me equivoco el autor me corregirá en próximos capítulos
Keranos
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Capítulo 720
Noelia quedó pensativa, mirando al frente esta vez. No tenía pensado contarle mucho de aquello, pero como sabía que le molestaba saber que tenía mis cosas por ahí, pues le acabé contando. No es que se enfadada, pero quedó bastante en su mundo, sin hacer ninguna pregunta más. Hasta llegó a ponerse con su cara apoyada en su mano, mirando lo que restaba de viaje por la ventana. Parecía que había tenido su fruto eso de darle detalles de mi relación con Valentina, porque me dejó tranquilo. Entramos a su pueblo y ya no parecía tan buena idea lo de llevarla. No me lo pareció en ningún momento, pero ahora me arrepentía muchísimo de haber cedido a aquello. Me empezaban a llegar muchos recuerdos y la verdad es que no quería eso. De hecho, paré bastante antes de llegar a la casa de su abuela, que es donde seguían estando. No me apetecía nada tirar por ahí para que me llegaran más recuerdos aún.
-Bájate -le pedí.
-Pero si aún no hemos llegado.
-Me da igual. Te bajas aquí.
-Pero está lloviendo, Javi.
-O te bajas, o me voy.
-¿Y me llevas con tu familia? Es broma, ya me bajo.
-Venga.
-Que tengas un buen finde, Javi. Nos vemos cuando... No sé, ya me dirás.
-Sí.
-Muchas gracias por lo de ayer y lo de hoy. De verdad. No te haces una idea de lo bien que he dormido.
-Qué sí, venga.
Noelia se dio la vuelta para abrir la puerta, aunque una vez la abrió se detuvo.
-Te quiero -dijo dándome un beso en la mejilla.
Me aparté un poco y ella salió del coche, despidiéndose de mí con la mano, haciéndole yo un gesto con la cabeza y arrancando para irme de allí. Hacía tiempo que no conducía por ese pueblo y sin darme cuenta pasé por la casa original de Elena, aquella en la que empezó a pasar todo después de que quedáramos para tomarnos algo y charlar, acabado allí para continuar hablando de más cosas y acabar follando. Se me puso un mal cuerpo que hasta pegué un acelerón para salir de allí cuanto antes. En nada llegué a casa de mis abuelos, aparcando bastante cerca para quedarme unos segundos en el coche y respirar un poco, saliendo después para irme hasta allí. En cuanto entré, saludé a todos, aunque todo estaba bastante tranquilo. Ya que todo lo estaba, nos pusimos mi madre y yo a hacer aquel trámite para el que me pidió ayuda, estando después todos hablando y recibiendo alguna que otra visita familiar más. Ayudé a mi madre en la cocina para luego comer tranquilamente y reposar después, yéndose mis abuelos a dormir un poco y quedándome a solas con ella.
-¿Cómo estás? -preguntó con un tono que ya me indicaba por dónde quería ir.
-Bien. Vosotros por lo que veo, muy bien también, ¿no?
-Sí. Dentro de lo que hay, todo está bien. Ya sabes.
-Ajá.
-¿Y tú?
-Bien, ya te lo he dicho.
-Mmm... No me da esa impresión.
-¿Por qué?
-Apenas has comido y te veo como muy callado para lo que eres tú.
-Mmm, no sé.
-¿Seguro que está todo bien?
-Claro.
-¿Por qué no has comido casi nada? No me dirás que no te gusta, si era de tus platos favoritos.
-No, no es eso. Si estaba muy bueno. Es que he desayunado demasiado fuerte creo yo. No tenía mucha hambre.
-¿Y lo callado que estás?
-Pues no sé. Será que estoy un poco estresado.
-¿Estresado?
-Ya sabes, por el trabajo. Ahora también lo hago por la mañana y como estamos con más asignaturas aparte del inglés...
-Ah... Pero todo bien, ¿no?
-Sí, sí. Solo que tengo que estar pendiente de más cosas.
-¿Y qué haces para distraerte?
-Pues no mucho, porque con el trabajo no es que tenga mucho tiempo. El poco que me queda en el resto del día es para hacer ejercicio, que lo hago temprano, antes de entrar. Y el resto pues como y reposo un poco.
-¿Con tu compañera de piso?
-Sí. Se ha aficionado también a jugar con la consola ahora.
-Entonces, la cosa va bien.
-Sí.
-¿Y los fines de semana?
-Pues... No sé, más de lo mismo. Hago ejercicio, recojo un poco la casa... También me voy de vez en cuando con los chicos que conocí a la tienda para jugar.
-Vale -decía satisfecha-. Javier, si necesitas hablar lo que sea, sabes que puedes contar conmigo, ¿no?
-Claro.
-Bien.
Nos quedamos callados durante un buen rato en el que me quedé pensativo y hasta la miraba. Si ella supiera... Me gustó mucho que me dijera eso, pero es que los temas que rondaban mi vida últimamente eran demasiado complicados como para contárselos a ella. Hablamos de más cosas, en donde ella me pedía detalles de las clases que daba, de si tenía alumnos problemáticos, si estaba teniendo tirón la idea de meter más asignaturas... No parecía sospechar nada de que en realidad sí que tenía cosas en mi vida que no me gustaban. Hasta me llegó a preguntar si no tenía ningún plan para ese día, porque siempre que iba me solía ir un rato con los amigos. Le conté que se habían ido de viaje y que me apetecía estar en plan tranquilo por allí. Aun así, salí un poco de casa para dar un paseo, porque era algo que me gustaba hacer por esos barrios, sobre todo cuando anochecía, algo que ocurría temprano al estar a esas alturas del año.
Ya de noche, después de cenar y de estar un rato reposando la cena fue cuando miré los mensajes que tenía en el móvil. En realidad, lo hice cuando mi madre se marchó a dormir. Tenía muchos mensajes, demasiados. Empecé por mirar los de Ángela, porque era la persona con la que más me interesaba hablar de todas las que tenía en la lista de mensajes. Me preguntaba cómo me iba, porque llevábamos unos días sin hablar y estuvimos charlando un poco, aunque ella sí que iba a salir ese día con una compañera, por lo que no lo hicimos durante mucho rato, aunque sí que dio para que me dijera que hablara con mis amigos. Luego me pasé por la conversación que tenía con Hugo, en donde me decía que le gustaría hablar conmigo y que no sabía por qué me escondía de él. Algo bastante significativo fue aquello que dijo que entendía que estuviera un poco enfadado, porque Sofía le había contado algo de lo que le dije y que esperaba que se me pasara para que pudiéramos estar como antes, aunque lo que más le importaba era que yo hablara con Sofía para arreglar las cosas, porque lo estaba pasando un poco mal con esto. Le puse que ya hablaríamos pronto en persona y ahí lo dejé.
-Javi, lo estoy pasando mal con esto. Por favor, tenemos que hablar. Acabo de estar en tu casa, pero no has querido abrirnos, porque hemos escuchado ruidos dentro y pensamos que estás aquí. Creo que no me merezco esto, porque siempre he estado ahí para ti y nunca te he reprochado nada -ponía en el chat de Sofía, junto a una serie de mensajes que eran muy parecidos a este.
-Mañana me puedo pasar por tu casa para hablar, si no estás muy ocupada, claro...
-Claro. Aquí te esperamos.
-No. Solo tú y yo.
-Vale. Tú y yo solos.
Y finalmente vi el mensaje que tenía de Irene.
-¿Tan ocupado estás para no abrirle la puerta a tus amigos?
-¿Qué amigos? ¿Ahora de repente sí lo somos? -le acabé respondiendo.
Lo leyó casi al instante y ponía que escribía en varias ocasiones, cortándose constantemente. Como veía que no decía nada, dejé el móvil sobre la mesa, aunque al final sí que acabé recomiendo respuesta.
-Te hablaba de Sofía, que está muy mal por tu culpa. Parece que no sientes nada. Ella, que ni con lo de ver en tu casa a la desgraciada esa se enfadó contigo y así se lo pagas. Anoche estabas con ella, ¿no?
-¿Y qué más da si lo estaba?
-Pues que dice mucho de ti.
-¿Pero no te daba igual ya lo que hiciera? No lo parece.
-Ojalá pudieras ver el ridículo que estás haciendo. Pero bueno, ya lo harás... Por las malas, como siempre...
-Lo que tú digas. Pero no te preocupes tanto, mañana hablaré con Sofía a solas.
-Por fin. Cuanto antes se acabe esto, mejor.
-Ya veo lo que buscabas... Por eso la acompañaste ayer a mi casa...
-Claro que la acompañé, porque es mi amiga y lo estaba pasando mal.
-No hace falta que me restriegues más que es tu amiga. Joder, Irene... Con lo que te he querido y... En fin.
-Lo mismo digo.
Noelia quedó pensativa, mirando al frente esta vez. No tenía pensado contarle mucho de aquello, pero como sabía que le molestaba saber que tenía mis cosas por ahí, pues le acabé contando. No es que se enfadada, pero quedó bastante en su mundo, sin hacer ninguna pregunta más. Hasta llegó a ponerse con su cara apoyada en su mano, mirando lo que restaba de viaje por la ventana. Parecía que había tenido su fruto eso de darle detalles de mi relación con Valentina, porque me dejó tranquilo. Entramos a su pueblo y ya no parecía tan buena idea lo de llevarla. No me lo pareció en ningún momento, pero ahora me arrepentía muchísimo de haber cedido a aquello. Me empezaban a llegar muchos recuerdos y la verdad es que no quería eso. De hecho, paré bastante antes de llegar a la casa de su abuela, que es donde seguían estando. No me apetecía nada tirar por ahí para que me llegaran más recuerdos aún.
-Bájate -le pedí.
-Pero si aún no hemos llegado.
-Me da igual. Te bajas aquí.
-Pero está lloviendo, Javi.
-O te bajas, o me voy.
-¿Y me llevas con tu familia? Es broma, ya me bajo.
-Venga.
-Que tengas un buen finde, Javi. Nos vemos cuando... No sé, ya me dirás.
-Sí.
-Muchas gracias por lo de ayer y lo de hoy. De verdad. No te haces una idea de lo bien que he dormido.
-Qué sí, venga.
Noelia se dio la vuelta para abrir la puerta, aunque una vez la abrió se detuvo.
-Te quiero -dijo dándome un beso en la mejilla.
Me aparté un poco y ella salió del coche, despidiéndose de mí con la mano, haciéndole yo un gesto con la cabeza y arrancando para irme de allí. Hacía tiempo que no conducía por ese pueblo y sin darme cuenta pasé por la casa original de Elena, aquella en la que empezó a pasar todo después de que quedáramos para tomarnos algo y charlar, acabado allí para continuar hablando de más cosas y acabar follando. Se me puso un mal cuerpo que hasta pegué un acelerón para salir de allí cuanto antes. En nada llegué a casa de mis abuelos, aparcando bastante cerca para quedarme unos segundos en el coche y respirar un poco, saliendo después para irme hasta allí. En cuanto entré, saludé a todos, aunque todo estaba bastante tranquilo. Ya que todo lo estaba, nos pusimos mi madre y yo a hacer aquel trámite para el que me pidió ayuda, estando después todos hablando y recibiendo alguna que otra visita familiar más. Ayudé a mi madre en la cocina para luego comer tranquilamente y reposar después, yéndose mis abuelos a dormir un poco y quedándome a solas con ella.
-¿Cómo estás? -preguntó con un tono que ya me indicaba por dónde quería ir.
-Bien. Vosotros por lo que veo, muy bien también, ¿no?
-Sí. Dentro de lo que hay, todo está bien. Ya sabes.
-Ajá.
-¿Y tú?
-Bien, ya te lo he dicho.
-Mmm... No me da esa impresión.
-¿Por qué?
-Apenas has comido y te veo como muy callado para lo que eres tú.
-Mmm, no sé.
-¿Seguro que está todo bien?
-Claro.
-¿Por qué no has comido casi nada? No me dirás que no te gusta, si era de tus platos favoritos.
-No, no es eso. Si estaba muy bueno. Es que he desayunado demasiado fuerte creo yo. No tenía mucha hambre.
-¿Y lo callado que estás?
-Pues no sé. Será que estoy un poco estresado.
-¿Estresado?
-Ya sabes, por el trabajo. Ahora también lo hago por la mañana y como estamos con más asignaturas aparte del inglés...
-Ah... Pero todo bien, ¿no?
-Sí, sí. Solo que tengo que estar pendiente de más cosas.
-¿Y qué haces para distraerte?
-Pues no mucho, porque con el trabajo no es que tenga mucho tiempo. El poco que me queda en el resto del día es para hacer ejercicio, que lo hago temprano, antes de entrar. Y el resto pues como y reposo un poco.
-¿Con tu compañera de piso?
-Sí. Se ha aficionado también a jugar con la consola ahora.
-Entonces, la cosa va bien.
-Sí.
-¿Y los fines de semana?
-Pues... No sé, más de lo mismo. Hago ejercicio, recojo un poco la casa... También me voy de vez en cuando con los chicos que conocí a la tienda para jugar.
-Vale -decía satisfecha-. Javier, si necesitas hablar lo que sea, sabes que puedes contar conmigo, ¿no?
-Claro.
-Bien.
Nos quedamos callados durante un buen rato en el que me quedé pensativo y hasta la miraba. Si ella supiera... Me gustó mucho que me dijera eso, pero es que los temas que rondaban mi vida últimamente eran demasiado complicados como para contárselos a ella. Hablamos de más cosas, en donde ella me pedía detalles de las clases que daba, de si tenía alumnos problemáticos, si estaba teniendo tirón la idea de meter más asignaturas... No parecía sospechar nada de que en realidad sí que tenía cosas en mi vida que no me gustaban. Hasta me llegó a preguntar si no tenía ningún plan para ese día, porque siempre que iba me solía ir un rato con los amigos. Le conté que se habían ido de viaje y que me apetecía estar en plan tranquilo por allí. Aun así, salí un poco de casa para dar un paseo, porque era algo que me gustaba hacer por esos barrios, sobre todo cuando anochecía, algo que ocurría temprano al estar a esas alturas del año.
Ya de noche, después de cenar y de estar un rato reposando la cena fue cuando miré los mensajes que tenía en el móvil. En realidad, lo hice cuando mi madre se marchó a dormir. Tenía muchos mensajes, demasiados. Empecé por mirar los de Ángela, porque era la persona con la que más me interesaba hablar de todas las que tenía en la lista de mensajes. Me preguntaba cómo me iba, porque llevábamos unos días sin hablar y estuvimos charlando un poco, aunque ella sí que iba a salir ese día con una compañera, por lo que no lo hicimos durante mucho rato, aunque sí que dio para que me dijera que hablara con mis amigos. Luego me pasé por la conversación que tenía con Hugo, en donde me decía que le gustaría hablar conmigo y que no sabía por qué me escondía de él. Algo bastante significativo fue aquello que dijo que entendía que estuviera un poco enfadado, porque Sofía le había contado algo de lo que le dije y que esperaba que se me pasara para que pudiéramos estar como antes, aunque lo que más le importaba era que yo hablara con Sofía para arreglar las cosas, porque lo estaba pasando un poco mal con esto. Le puse que ya hablaríamos pronto en persona y ahí lo dejé.
-Javi, lo estoy pasando mal con esto. Por favor, tenemos que hablar. Acabo de estar en tu casa, pero no has querido abrirnos, porque hemos escuchado ruidos dentro y pensamos que estás aquí. Creo que no me merezco esto, porque siempre he estado ahí para ti y nunca te he reprochado nada -ponía en el chat de Sofía, junto a una serie de mensajes que eran muy parecidos a este.
-Mañana me puedo pasar por tu casa para hablar, si no estás muy ocupada, claro...
-Claro. Aquí te esperamos.
-No. Solo tú y yo.
-Vale. Tú y yo solos.
Y finalmente vi el mensaje que tenía de Irene.
-¿Tan ocupado estás para no abrirle la puerta a tus amigos?
-¿Qué amigos? ¿Ahora de repente sí lo somos? -le acabé respondiendo.
Lo leyó casi al instante y ponía que escribía en varias ocasiones, cortándose constantemente. Como veía que no decía nada, dejé el móvil sobre la mesa, aunque al final sí que acabé recomiendo respuesta.
-Te hablaba de Sofía, que está muy mal por tu culpa. Parece que no sientes nada. Ella, que ni con lo de ver en tu casa a la desgraciada esa se enfadó contigo y así se lo pagas. Anoche estabas con ella, ¿no?
-¿Y qué más da si lo estaba?
-Pues que dice mucho de ti.
-¿Pero no te daba igual ya lo que hiciera? No lo parece.
-Ojalá pudieras ver el ridículo que estás haciendo. Pero bueno, ya lo harás... Por las malas, como siempre...
-Lo que tú digas. Pero no te preocupes tanto, mañana hablaré con Sofía a solas.
-Por fin. Cuanto antes se acabe esto, mejor.
-Ya veo lo que buscabas... Por eso la acompañaste ayer a mi casa...
-Claro que la acompañé, porque es mi amiga y lo estaba pasando mal.
-No hace falta que me restriegues más que es tu amiga. Joder, Irene... Con lo que te he querido y... En fin.
-Lo mismo digo.
Maromeroes
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De acuerdo contigo , ese amor es platónico el que todos idealizamos y nunca se termina de realizar , es el primer o último amor.
Pero el amor de Javi por Elena o Valentina son distintos, del siglo 21 , no es un amor de tienda gourmet si no de Mercadona . Real de cada día donde miras a la pareja y ves en ella una compañera . Donde respetas y se marcan unas normas por parte de ambos, como Irene con su pareja . Es ese amor más terrenal y más real lo que él siente y no ese amor filosófico de Romeo y Julieta .
Aun así lo que dices del Amor es algo que a todos nos gustaría
Nota : un placer leerte y ver que si no estudiantes filosofía y ética seguro que cerca.
javieron
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Bueno, un poco duro tu diagnóstico, con algunos a aciertos, pero yo más me voy por el modo que lleva una relación, producto quizás de algún tipo de patología.
Amor, no sé si lo sea, pero definitivamente la relación se vuelve tóxica por los secretismos y una alarmante falta de comunicación.
Para su mala suerte, lo tóxico no sólo se reduce a él, sino a parte de su entorno (Noelia, Irene, Hugo, y otros).
Pero como dije antes, para mi, hay cosas que no sabemos, tanto porque el prota no se lo cuenta asimismo (por raro que parezca), o porque quizás, aún más grave aunque improbable, tiene algún tipo de trastorno qué le produce alucinaciones.
Carlos Sevillista
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Irene está deseando hacer las paces, por mucho que se haga la ofendida. Está claro que al final se arregló.
Sofía, por muy bien que me caiga o mas bien me caía, no tiene Porque estar disgustada cuando lo ha ocultado lo de Hugo .
Y de este último no voy a decir mucho, porque siempre me ha caído bastante mal.
Sofía, por muy bien que me caiga o mas bien me caía, no tiene Porque estar disgustada cuando lo ha ocultado lo de Hugo .
Y de este último no voy a decir mucho, porque siempre me ha caído bastante mal.
Javi siempre dijo que no estaba enamorado de Valentina, que sentía cariño si, pero que estaba enamorado de ella siempre lo negó y asi se lo dijo a ella.
onatrapse
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Sigue la misma retorcida dinámica sexual entre Javier y Noelia, él la folla con todo lo que permite el deseo de su carne, en cambio, ella lo hace con todo lo que su corazón siente por él.
Motivaciones tan injustas para Noelia, como riesgosas para Javier, considerando que ahora el tiempo juega a favor de ella, no olvidemos el principal axioma de estas relaciones que aún son indeterminadas, que el roce genera cariño.
Motivaciones tan injustas para Noelia, como riesgosas para Javier, considerando que ahora el tiempo juega a favor de ella, no olvidemos el principal axioma de estas relaciones que aún son indeterminadas, que el roce genera cariño.