Reencuentro con Elena

Ni siquiera él tiene certeza de haya sucedido algo entre Elena y su jefe, sólo compartió las sospechas que le surgían por su extraño comportamiento.
Lo que Javier reflexionó aquella época, fue un virtual torbellino de complicadas situaciones que se sucedían una tras otra, siendo Noelia causante en su mayoría.
Pero más que la usual "sensación de que algo ocurre", sus sospechas eran basadas en hechos objetivos,
  • Acostumbraban almorzar juntos, pasando por ella a su trabajo, hubo una ocasión que luego de esperarla más de una hora, y ver que salieron todos incluida Yolanda, nunca lo hizo ella, tampoco contestó sus llamadas, ni leyó sus mensajes. Al finalizar esa misma jornada laboral, esa tarde, en forma estoica la recogió, y se mostró molesta y fría con él, achacándolo a sus discusiones por Noelia, muy conveniente. Luego ella pidió dejar de almorzar juntos por su "excesiva carga de trabajo".​
  • A lo anterior se suman innumerables ocasiones que se quedó hasta muy tarde en la noche, por motivos de trabajo, llegando sin ganas de sexo, algo que hasta Noelia notó y se lo comentó extrañada.​
  • Descubrir esa conversación del chat con su jefe, que dejó claro su interés por ella, y el "tonteo" que ambos mantenían. lleno de provocativos y coquetos comentarios, algo resumido es como sigue,​
"...Éste se excusó diciéndole que era broma y que tampoco se pusiera así, que quería que se distrajera, porque la había visto muy pensativa las pocas veces que coincidía con ella en las últimas semanas y quería preguntarle qué le pasaba..que sabía que no se trataba del trabajo, porque veía buenos resultados y rendimiento y preguntaba a otros compañeros y decían que no había problema con ella...le preguntó si era algo personal...Elena le comentó que algo de eso había. Alberto, después de empezar a alabar de nuevo a Elena con buenas palabras y con más tonteo al que ella no le hacía ascos, le preguntó de qué se trataba. Elena empezó a darle largas, pero Alberto se puso insistente...Elena seguía escabulléndose hasta que Alberto le dijo que podía contar con él, que le caía muy bien, que le podía ayudar si lo necesitaba y que estaba pensando en ascenderla de nuevo para que pudiera trabajar con él. Elena se partía de risa en forma de emoticonos, pero yo veía que su jefe le hablaba en serio, porque no parecía estar de broma y tampoco se reía o le mandaba emoticonos del estilo. Finalmente, Elena soltó prenda después de que Alberto le preguntara si había alguien más en su cabeza como él creía que pasaba. Elena se empezó a reír de nuevo, pero tampoco dejó claro qué pasaba. Alberto se puso de nuevo insistente. Elena soltaba cada vez más prenda diciendo que era fuerte pese a haber algún que otro chico guapo en la oficina. Alberto se sentía identificado con esas palabras e intentó sonsacar algo más, pero Elena divagaba mucho. Para que la dejara tranquila, Elena dijo que estaba hecha un lío y que no sabía qué hacer. Alberto se venía a arriba, diciéndole que la vida son solo dos días y que hay que disfrutar. Elena le dio la razón y dijo que era joven y que quería disfrutar, que ya habría tiempo de ser más seria cuando se hiciera mayor..."
  • Siguieron luego esas misteriosas sesiones de chat en el celular, que ocurrían en las noches, lejos de su presencia, que le causaban tantas "risitas", nada normal, considerando que nunca le dijo con quien fueron.​
Cualquiera en el lugar de Javier reaccionaría ante estas señales, identificando los típicos síntomas que indican una infidelidad ocurriendo en el trabajo. Físico o emocional, algo sucedió.
A esto me refería con que Elena no era tan buena como creíamos.
Si no llega a pasar lo que pasó con Noelia el día de la ruptura, yo soy de los que creo que le iba a ser infiel con el sinvergüenza ese.
Pero es que aquí es donde Javi empezó a fallar, por no decirle a Elena esto que el sabía, aunque ella se enfadará.
 
Capítulo 711

-Es que aquí hay unos servicios especiales.
-¿Especiales?
-Mira, ven -dijo empezando a andar hasta lo que yo creía que era un almacén.

Y lo era, porque había varias cajas y más cosas ahí guardadas, pero también había una puerta. Parecía un local pequeño, pero era mucho más grande de lo que pudiera imaginar. Alicia me llevó hasta un pequeño cuarto en el que había un sofá y unas sillas, no mucho más. Pero justo donde debería haber una pared había una gran pantalla de cristal.

-¿Qué es esto?
-Esto es un lugar donde mucha gente cumple fantasías.
-Ah, ¿sí? Muy pequeño, ¿no?
-No, ahí -dijo señalando tras el enorme vidrio mientras reía-. Algunos clientes, los de más confianza, vienen aquí a pasarlo bien. Como puedes ver, hay una cama ahí. Y en ese otro compartimento no hay nada, ¿pero ves algo que te llame la atención?
-Es muy pequeño. Parece un zulo, pero sí que veo algo. Unos agujeros.
-¿Sabes lo que es?
-Me hago una idea.
-Seguro que has visto videos porno de esto. Es un gloryhole.
-Claro.
-La gente interesada en estar ahí nos contacta y nosotros anunciamos si la persona que va a haber ahí va a ser una chica o un chico. Viene gente de todo tipo.
-Imagino.
-Es divertido verlo.
-¿Y hacerlo? ¿Has estado ahí alguna vez?
-Sí.
-¿Y qué tal?
-Es una pasada. Creo que no me he sentido más guarra en mi vida, jajaja.
-¿Y por qué me traes aquí?
-Por si algún día te animas tú, jijiji. Dentro de poco van a llegar un chico y una chica para hacer algo aquí.
-Am...
-Saben que puede haber gente mirándolos. Eso les pone de hecho. Yo miro mucho, más que nada, porque tengo que estar aquí controlándolo todo, ¿sabes?
-¿Y qué haces?
-Pues depende. Si me gusta lo que veo... Jajajajaja.
-¿Y cómo es la chica que va a venir?
-No puedes hacer nada con ella, porque esto ya está más que pactado. Hay que hacerlo con tiempo.
-No, si no iba a hacer nada. Era solo curiosidad.
-Ah, pues es una mujer de unos 40 años. Unos pocos más.
-¿Está buena?
-Sí. ¿Te quieres quedar a mirar?
-¿Dura mucho?
-No.
-Venga, va.

Alicia me pidió que la acompañara para cerrar la tienda, bajando la puerta metálica. Le pregunté cómo iban a entrar los que iban a venir, explicándome ella que les abriría una puerta que había por la parte de atrás. Así que volvimos al cuarto ese en el que me lo enseñó y explicó todo. Allí estuvimos hablando un poco más, contándome ella que también había hecho alguna cosa con chicas, pero que tenía una preferencia mucho más grande por los chicos. No tardó mucho en llegar el chico mientras hablábamos, entrando en esa habitación que teníamos enfrente. Parecía algo nervioso, encontrándolo yo normal, sobre todo cuando era su primera vez haciendo eso, como me contó ella cuando volvió. Me dijo que le gustó y que la cosa prometía. El chico era alto y delgado, pero también estaba tonificado. Guapete de cara y sin barba. Al parecer se depilaba bien, porque se remangó y no se le veía ningún pelo.

La mujer llegó como un cuarto de hora después. Era una mujer que me llamaba mucho la atención, porque se la veía con experiencia en esos temas. Era una mujer bastante atractiva y también guapa. Tenía una larga melena negra y unas curvas muy sensuales, donde predominaban sus grandes pechos y su culo redondo. Ambos se saludaron y se empezaron a besar. Efectivamente, el chico era muy primerizo, teniendo pinta de tener unos 20 años. Se le veía demasiado nervioso, pero eso no parecía ser un problema para la mujer, quien le besaba con ternura y le acariciaba el paquete, separándose para echarle unas miradas muy sensuales que me estaban poniendo hasta a mí. De ahí pasaron a morrearse de verdad, empezando la cosa a ponerse interesante. Alicia reía excitada y la verdad es que a mí me estaban entrando ganas también. En un abrir y cerrar de ojos, ambos de desnudaron.

El chico era como yo previa que era y efectivamente estaba totalmente depilado, teniendo una buena polla también. La mujer me dejó bastante excitado, porque estaba realmente buena para tener la edad que tenía. Las tetas las tenía bien puestas y su coño estaba totalmente depilado. Se notaba que se cuidaba bien. Rápidamente se puso de rodillas para empezar a comérsela al chico. Éste estaba que parecía que iba a acabar rápido, pero la mujer le acariciaba el pecho y paraba la mamada, tratando de que se tranquilizara. Nosotros comentábamos algo, con Alicia estando bastante cachonda y diciendo que le gustaría mucho follarse a aquel chico. Hasta me preguntó si me importaba que se empezara a tocar, no teniendo yo ningún problema. La otra pareja siguió a lo suyo, con esa mamada que la mujer le estaba dando al chico mientras que Alicia se metió la mano por dentro de la ropa para empezar a acariciarse el coño.

Yo no tardé mucho en sacármela para empezar a masturbarme también, sobre todo cuando la mujer se puso a cuatro sobre esa cama que había ahí, abriéndose con una mano una de sus nalgas, dejando todo su sexo expuesto tanto al chico como a nosotros. Él la empezó a follar a buen ritmo, sin cortarse nada en hacerlo quizá con demasiada rudeza. Podíamos oír los gemidos de ambos, aunque muy amortiguados. Alicia los miraba con atención, aunque también miraba mi polla, preguntándome si me apetecía follar. Le pregunté si tenía condones y se levantó para sacar uno de un cajón de una mesa que había allí también. Lo abrió rápidamente y me lo puso para empezar a comérmela. Era bastante excitante todo lo que estaba pasando. Para nada esperaba acabar así cuando se me ocurrió ir para comprar alguna cosa.

Pero lo hacía de perfil, para poder ver también a los otros dos. Le sugerí que nos podíamos desnudar para que la cosa fuera mejor y lo acabamos haciendo. Ella se sorprendió un poco al ver mis tatuajes, yo no dije nada por lo delgada que estaba. Tenía unas tetas bonitas sin embargo, así tan blanquitas y redondas para lo pequeñas que eran. Sus pezones eran muy rosados, al igual que su coño, el cual toqué y noté empapado. El chico se corrió sin que nos pudiéramos percatar de que estaba cerca al estar también centrados en nosotros. Se corrió dentó de la mujer y en ningún momento usaron condón. Alicia me explicó que ambos se ponían de acuerdo en esas cosas, aunque no dejaban que se mandaran fotos entre ellos. Ella sí que las veía y hasta hacía unas pequeñas entrevistas para asegurarse de que no eran locos. Lo que abundaba más que otra cosa era el morbo por ahí. Tan solo permitía que la otra persona tuviera una breve descripción de con quién se iba a ver.

A la mujer no pareció importarle que el chico se corriera, porque se la veía disfrutando. Y no quedó la cosa ahí, porque él se lo comió durante unos minutos, aunque su polla se volvió a poner dura muy rápido. De nuevo, la empezó a follar y ahora sí que estaba dando la cara, porque lo hacía bastante bien, con ganas y con sus tiempos. La mujer sí que parecía disfrutar ahora en ese misionero en el que la follaban. Mantenía sus piernas muy altas y su boca bien abierta. Alicia paró de comérmela para apoyar sus manos en el vidrio, pidiéndome que la follara. Así que fui hacia ella y se la metí desde atrás. Ellos debieron notar algo, porque miraron en nuestra dirección, aunque Alicia me explicó que no podían ver nada. No me esperaba que fuera tan ruidosa, porque gritaba como si la mataran. Cuando le di un respiro, me preguntó si me animaba a que ellos dos nos vieran a nosotros, estando yo un poco confundido por eso de que no se podía participar, como me había dicho antes.

Aunque no iban por ahí los tiros. Me dijo que podía hacer que nos vieran, porque era un cristal polarizado y si lo accionaba, se volvía transparente también para ellos. Estaba tan cachondo que le dije que sí, que me gustaría que nos vieran, sobre todo por la mujer, que me ponía bastante. Así que Alicia pulsó ese botón, haciendo que nos pudieran ver. El chico de asustó un poco, aunque ello no hizo que dejara de follar a ese pedazo de mujer que tenía delante. Ella nos miró también, bastante cachonda y entonces fue cuando volví a follar a Alicia. Le agarré de las caderas para darle bien duro, gimiendo ella bastante alto. Hasta nos puse de perfil para que nos pudieran ver mejor. Ambos nos miraban mucho, sobre todo la mujer, quien empezó a acariciarse también el clítoris. También puse a Alicia de rodillas para que me la comiera un poco y luego la puse contra el cristal, follándola muy rápido hasta que se corrió a grito limpio. Cuando la dejé en el suelo, con sus piernas temblando, me quité el condón y me seguí masturbando mientras los veía, incitando al chico a que reventara a la mujer con todas sus fuerzas.

Y lo hizo. Ambos se acabaron corriendo casi a la vez, con la mujer abrazándose con fuerza al chaval para quedar ambos bocarriba y exhaustos. Podía ver cómo salía el semen del chico desde dentro de su coño y yo también tenía ganas de acabar. Alicia se estaba levantando, con su cuerpo temblando bastante, preguntándole yo dónde quería que me corriera. Ella volvió a pulsar el botón del cristal, poniéndose de rodillas para que lo hiciera sobre su cara, cosa que hice tras unos momentos en los que el chico le estaba follando ahora el culo a la mujer. Ella gritaba también con ello y él le agarraba del pelo con fuerza. No pude aguantar más al ver aquello descargué todo sobre la cara de Alicia, quien lo recibía todo encantada. Le pregunté que por qué les había cortado nuestra visión a ellos una vez se limpió y nos vestimos, diciendo ella que hacer eso no era algo usual y que no quería que se lo empezaran a pedir. Vimos como la otra pareja se volvió a correr, esta vez, el chico lo hizo en la cara de la mujer. Y ella lo hizo al comerle él el coño.

Así acabó esa experiencia bastante morbosa. Alicia me preguntó si quería ir al baño, aunque no me hacía falta, pensando en darme una ducha en casa cuando llegara. Me dijo que podía ir sin ningún problema y que la otra pareja lo iba a hacer, que era algo que siempre se hacía por separado, porque esas experiencias eran algo puntuales. A ella le daba igual que fuera de ese sitio cada uno hiciera lo que quisiera, pero el objetivo de ese lugar eran esos momentos, nada más. Le di las gracias por todo y por esa experiencia y me fui a casa, diciéndole que volvería si necesitaba algo más. Me pillé algo de cenar de camino, porque ya era algo tarde. Andrea me preguntó dónde me había metido, explicándole yo que tenía que hacer unas compras. Me di una ducha rápida y cené en el salón mientras ella jugaba a la consola, dándole algún consejo para que no se atascara y después de un rato ella se fue a la cama. Yo me quedé en el salón pensando en la experiencia que había tenido hacía unos minutos. Hasta me empecé a tocar pensando en esa mujer.
 
Ya tenemos dos nuevas integrantes del harem de Javier, Alicia y la madura que parece follar muy bien.

Es un hecho que lo hará con la cuarentona, y en vitrina.

...y la bomba???

Ángela conoció a alguien.
Sofía se casa.
Noelia está embarazada.
Valentina y Daniela son novias.
Javier va a ser tío.:eek:
 
Ya tenemos dos nuevas integrantes del harem de Javier, Alicia y la madura que parece follar muy bien.

Es un hecho que lo hará con la cuarentona, y en vitrina.

...y la bomba???

Ángela conoció a alguien.
Sofía se casa.
Noelia está embarazada.
Valentina y Daniela son novias.
Javier va a ser tío.:eek:
Lo primero no lo creo o no lo quiero creer.
Lo segundo si es con Hugo, se acaba de cargar su vida.
Lo tercero, espero que no.
Lo cuarto, pues no lo descartaría.
Lo Quinto espero que tampoco, porque si es cierto que Elena está con ese capullo, habla muy mal de Ella.
Yo espero que la bomba sea que la que de él paso sea Ángela.
Si es que hay alguna bomba, claro.
 
Puede que haya bomba o no, pero el principal motivo es que tengo muy poco tiempo últimamente y tampoco ando sobrado de energía para ponerme el rato que me gusta de normal para escribir tranquilamente, entonces me he visto obligado a reducir un poco la longitud de los capítulos para poder seguir publicando diariamente sin contar los fines de semana y festivos. El margen que texto escrito que tengo para cuando ande falto de tiempo o por si me pongo malo o algo así cada vez es menor...
 
Última edición:
Puede que haya bomba o no, pero el príncipal motivo es que tengo muy poco tiempo últimamente y tampoco ando sobrado de energía para ponerme el rato que me gusta hacer de normal para escribir tranquilamente, entonces me he visto obligado a reducir un poco la longitud de los capítulos para poder seguir publicando diariamente sin contar los fines de semana y festivos. El margen que texto escrito que tengo para cuando ande falto de tiempo o por si me pongo malo o algo así cada vez es menor...
A tu ritmo y cuando puedas, muchas gracias por el esfuerzo y por lo que generas con el relato.
 
Puede que haya bomba o no, pero el principal motivo es que tengo muy poco tiempo últimamente y tampoco ando sobrado de energía para ponerme el rato que me gusta de normal para escribir tranquilamente, entonces me he visto obligado a reducir un poco la longitud de los capítulos para poder seguir publicando diariamente sin contar los fines de semana y festivos. El margen que texto escrito que tengo para cuando ande falto de tiempo o por si me pongo malo o algo así cada vez es menor...
Mucho nos has malcriado
 
Capítulo 712

Al día siguiente es cuando quedamos en mi casa para jugar como habíamos acordado. Avisé a Andrea para que no hubiera ningún problema, aunque no pensaba que lo fuera a haber. Tenía muchas ganas de que llegara el momento, motivo por el cual se me pasó bastante lento el día, yendo como cualquier día dentro de la rutina. Había clases en las que teníamos más trabajo que en otras, y en las que no, el tiempo pasaba muy lento. Pero al fin llegó la hora de salir del trabajo para ir a casa, donde ya me esperaban algunos. Nos saludamos y entramos, para ponerme yo más cómodo en lo que ellos iban despejando la mesa para empezar a poner sus cosas sobre ella y jugar. Más tarde vino el resto, donde la última en llegar fue Sara. Le di un abrazo bastante grande en cuanto la vi, porque aún tenía gesto algo serio, pero también es verdad que no era para tanto ya por suerte.

Se terminó de animar en cuanto nos pusimos a jugar, diciéndonos que no tocaba nada de aquello desde había varias semanas. Pero no quisimos hablar de eso, porque pondría tenso el ambiente. Así que nos pusimos a jugar y aunque evitábamos hablar de Amaya, era imposible que no saliera algún comentario. Por suerte, cada vez que salió nuestra amiga en la conversación fue para bien, comentando alguna de las cosas que ella decía cuando alguna jugada en especial tenía lugar o cuando se jugaba algo que no le gustaba o que sí. Pasamos un rato muy bueno, viniendo también Andrea a los pocos minutos. Tenía una cara de cansancio que me extrañaba bastante, por lo que le pregunté. Según me contó había estado toda la tarde con sus amigas y había ido y venido a casa un par de veces, cruzándose más de media ciudad. Dijo que se iba a la cama para descansar, porque también había cenado, así que pasó, saludó a todos y se marchó a dormir.

Nosotros seguimos a lo nuestro, pidiendo la cena y viniendo enseguida, o eso era lo que pensaba yo, porque al abrir me encontré a Noelia. Ya me extrañaba mucho que no hiciera nada para hablar conmigo o para verme, como en este caso, durante 2 días seguidos. Me miró con una cara de alegría muy grande, con una sonrisa enorme, aunque yo no tenía la misma cara. Tampoco es que estuviera enfadado por verla, pero desde luego estaba algo molesto, porque estaba con mis amigos y no me apetecía tenerla por allí. Me dijo que le traía una cosa a Andrea. Al parecer había estado en su casa toda la tarde, como ya me imaginaba yo por eso de recorrer distancias tan grandes. Así que la dejé pasar, saludando muy amablemente a mis amigos y yéndose a la habitación de Andrea, donde estuvo durante un rato. Nosotros seguimos jugando y ya sí que llegó la cena, haciendo una parada para hacerlo tranquilamente.

Noelia salió justo cuando estábamos a medias y se sentó a mi lado, quedándose callada. No le hice mucho caso, aunque Sara le preguntó si quería algo, negando Noelia al decir que ya había cenado, pero agradeciendo igualmente el ofrecimiento. Después de eso nos pusimos a jugar otra vez, estando Noelia más participativa. Se sentó a mi lado una vez más, quedándose fascinada con cómo jugábamos. Cogía alguna carta de vez en cuando, sobre todo las que le llamaban la atención por tener una ilustración que le pareciera bonita, o las que brillaban. También le llamaba la atención mi manera de barajar, que tampoco es que fuera una cosa del otro mundo, porque muchos jugadores barajan con soltura. Pero ella se quedaba como embobada. También le impresionaba mucho que fuéramos capaces de saber lo que hacía cada carta con tan solo verla durante un segundo. Y ya jugar con ellas era toda una proeza para ella. Sara estuvo en plan cercana con ella, molestándose en enseñarle un poco al estar impares y no poder estar todos jugando todo el tiempo.

Pero pensé que quizá le estaba dando mucho la tabarra. Desde luego Sara no parecía molesta, pero a mí sí que me estaba empezando a molestar un poco. No estaba cómodo con ella allí, como que me distraía mucho para poder jugar lo bien que debería para ayudar a los demás de cara al torneo que iban a jugar el próximo fin de semana. Por eso acabé rápido la partida para que Sara se pusiera a jugar con el que lo estaba haciendo conmigo, diciéndole a Noelia que me acompañara a la cocina, haciéndolo ella sin decir absolutamente nada. Al llegar, cerré la puerta y me quedé apoyado en la encimera con los brazos cruzados. Ella me miraba sonriente, agarrando sus manos, las cuales tenía delante de su cuerpo, aunque no decía nada. Pensé durante unos momentos qué decirle mientras podíamos oír a los demás fuera cómo seguían jugando y charlando para compartir ideas y líneas de juego, aunque no estaba pendiente de eso. Noelia se acabó acercando a mí para poner sus manos sobre mis brazos, levantando la cabeza para mirarme muy sonriente.

-¿Por qué has venido?
-Ya te lo he dicho, para traerle una cosa a Andrea.
-¿Y no se la podías dar mañana cuando la vieras en clase?
-Mañana no nos toca clase juntas.
-Pero la vas a ver igual.
-Ya, bueno...
-¿Tan importante era para que se lo trajeras ahora?
-No. En realidad, no.
-Entonces, ¿por qué has venido?
-Porque te quería ver. Ayer no lo hice y tampoco hablamos ni nada. Después de lo que pasó el lunes por la mañana en la universidad estoy un poco nerviosa.
-¿Nerviosa?
-Sí, como acelerada.
-Ah...
-Necesito... Uff... -decía empezando a ponerse roja.
-¿Qué necesitas?
-Follar contigo.
-¿A eso has venido?
-Sí. Sabía que tenías visita hoy. Me lo ha dicho Andrea. Por eso nos hemos juntado en mi casa hoy, porque no quería que se nos echara el tiempo encima y me vieras por aquí.
-Ya...
-Pero es que no me podía aguantar más. Tengo muchas ganas de que me folles. Había pensado que tal vez cuando se fueran...
-Pero Andrea está aquí.
-No pasa nada. Lo hacemos en silencio.
-Imposible. Eres muy ruidosa.
-Podemos ir despacio.
-Ya quisieras tú -dije apretando sus mejillas con mis dedos.
-Pfff... Qué ganas.
-Pero hoy no va a ser.
-¿No? -decía desilusionada.
-Pues no.
-¿Por qué?
-Porque lo digo yo. Y punto. Ya te dije que estabas castigada por lo de tocarte sin mi permiso.
-¿Este es el castigo?
-No. En realidad, no. Pero me viene bien para abrir boca. Hoy no vamos a hacer nada -dije metiendo mi mano por dentro de sus leggings y braguitas, acariciando el vello de su pubis.
-Pfff... -resoplaba muy excitada.
-No me ha gustado que te presentes aquí sin que yo te haya dicho que vinieras -dije dándole un tirón de dicho vello.
-¡Ay! -exclamó con algo de dolor.
-Cállate, coño. ¿No ves que te van a oír?
-Javi, me tienes muy perra -dijo estremeciéndose.
-Pues te vas a tener que aguantar. Al menos hasta mañana.
-Ay... -decía suspirando.
-Quiero que mañana tengas tu casa libre. ¿Podrás hacer por donde para ello?
-No sé...
-Pues entonces tampoco nos veremos mañana. Y el castigo va a ir a peor.
-Vale, vale. Mañana hablo con mis compañeras de piso para ver si me pueden dejar la casa sola por la noche.
-Bien.
-La que te abrió el otro día me ha echado un poco la bronca, ¿sabes? Dice que hicimos mucho ruido.
-Por eso mismo quiero que la casa esté sola.
-Mmm... -murmuraba mordiéndose el labio.
-¿Quieres saber qué castigo vas a tener?
-Sí.
-Mejor lo ves mañana directamente.
-Bueno... ¿Y tú no tienes ganas? Podemos hacer algo rápido aquí. Si quieres te la chupo un poquito.
-No. No te preocupes por mí. Ando bien servido.
-¿Qué quieres decir?
-Ayer follé con una chica.
-Ah...
-¿Te molesta?
-Pues sí -decía pareciéndose más a la Noelia que yo conocía.
-Pues te vas a tener que aguantar. Y si no lo haces, pues nos dejamos de ver si quieres.
-No. Eso no.
-Y hoy seguramente acabe en la cama con mi amiga del pelo rosa.
-¿No decías que no querías hacer nada por Andrea? -preguntó molesta.
-Pero ella sí sabe controlarse. Ya hemos follado y la conozco.
-Ah, pues qué bien... -decía con el mismo tono de molestia.
-¿Te vas a enfadar? Porque así se me quitan las ganas de hacer cualquier cosa contigo.
-No.
-Anda, ven -dije agarrando su cara para darle un beso-. No debería, porque te estás portando como una estúpida, pero para que te vayas contenta.

Noelia me miró con sorna y pasó a sonreír, dándome después un abrazo, mirando hacia arriba y acariciando mi cara.

-Anda, vete a casa y no me toques más los cojones.
-Hasta mañana -dijo poniéndose de puntillas para darme otro beso.
 
Capítulo 713

Estuve a nada de no hacerlo, pero al final le acabé dando un pico, diciéndome ella que me quería una vez me separé de ella. Noelia abrió la puerta y se despidió de todos amablemente, tal y como lo hizo al saludar cuando llegó. Sí que noté algo de resquemor hacia Sara, seguramente por eso que dije de que esa noche me la follaría, aunque lo dije más para que se molestara que porque fuera verdad. Cuando se fue, volví a donde estaba, jugando durante unas pocas horas más hasta que para las 12 o así se empezaron a marchar. Durante el rato que estuvimos jugando pensé en lo que había pasado con Noelia en la cocina y la verdad es que me habían entrado ganas de hacer algo, pero no sabía si Sara estaría con ganas y tampoco sabía si debería dar el paso para que lo pasáramos bien más tarde. No hacía ningún comentario, ni me lanzaba miradas, ni siquiera estaba juguetona como en otras ocasiones, por lo que tenía muchas dudas a la hora de decirle de hacer algo.

Cuando se fueron todos sí que me decidí a comentarle algo, en especial al ver que ella era la última en irse al haber ido al baño cuando todos se empezaron a poner sus abrigos. Al salir ella le pregunté cómo se encontraba, siendo algo que habíamos evitado al estar todos delante. No es que fuera algo tan privado, pero pensaba que quizá a solas se abriría un poco mejor. Puso una cara que me dio mucha ternura con sus cejas caídas, que expresaban vulnerabilidad. Me comentó que poco a poco parecía estar mejor, pero que le costaba mucho asimilar lo que había pasado. Yo también le confesé que estaba un poco así y que sentía como que me la iba a encontrar en cualquier momento cuando fuera a la tienda. Le expliqué que ya había pasado por ello con el fallecimiento de algunos familiares y que en cierto modo era como si nunca se hubieran marchado para mí. Sara me dijo que veía eso muy bonito, porque significaba que los tenía en mente, aunque pasara el tiempo. Traté de bromear un poco para que la conversación no fuera tan cargada, llegando incluso a hacerla reír al preguntarle cuánto llevaba sin hacer algo para pasarlo bien.

-Pues hace nada, si lo hemos pasado todos muy bien, ¿no?
-Claro. Pero ya sabes a lo que me refiero, por eso te has reído.
-Jajajajaja. Bueno... La verdad es que hace mucho que no.
-¿En serio?
-Sí. Desde que ella...
-Joder. A ver, lo entiendo. Erais muy amigas. Es normal que te haya afectado tanto como para...
-La verdad es que no tenía muchas ganas.
-Bueno, algún día volverán.
-¿Por qué lo preguntas? ¿Es que te apetece?
-Mmm, bueno. La verdad es que contigo siempre me lo he pasado bien.
-Eso es verdad.
-¿Te apetece a ti?
-Podemos probar -dijo sonriendo.
-¿Podemos ir a tu casa? Así no molestamos a mi compañera de piso, que ya debe estar durmiendo.
-Claro. Si estoy sola en casa.
-Pues vamos.

Cogí mi abrigo y unos condones y salimos de casa para ir a la suya. Todo estaba muy oscuro, húmedo y frío, por lo que se agarró a mi brazo.

-Mira qué bien, así no me da tanto frío volviendo a casa.
-¿Has visto? Son todo ventajas.
-Jajaja, ay... Oye, la chica que ha venido... ¿No es la que estaba en tu cumpleaños?
-Sí. La misma.
-¿Qué pasó al final?
-Uff... Se lio bastante.
-¿Sí?
-Sí. Hasta tal punto que ya no me hablan. No quieren ser mis amigos.
-No jodas... -decía triste.
-Pues sí. Bueno, solo dos de ellos, los que son pareja. Aunque con la otra chica... También estoy enfadado yo.
-¿Por qué?
-Porque al parecer está saliendo con mi amigo Hugo, que también estaba en ese momento.
-Sí, me acuerdo de él.
-Y no me han dicho nada. Me ha molestado mucho.
-Pues no te enfades con ellos por eso, hombre. No merece la pena. Y espero que todo vuelva a estar como antes con los que se han enfadado contigo.
-Veremos...
-¿Y por qué te sigues viendo con ella?
-Mmm, no sé, por distraerme. Por pasarlo bien.
-Ah...
-Está muy colada por mí.
-Ya. Eso salta a la vista.
-Está en un punto que hace todo lo que quiero, ¿sabes?
-Ajá... Pero no te aproveches de ella, ¿vale?
-¿A qué te refieres?
-A que no la hagas sufrir.
-Le dije muy claro que para pasarlo bien nos podemos ver de vez en cuando. Para algo más, totalmente descartado.
-Va a sufrir.
-Ya sabe lo que hay.
-¿Te da igual cómo se pueda llegar a sentir?
-Me hizo muchas putadas en el pasado. Por su culpa me dejó mi primera novia.
-Bueno, pero no parece mala chica. Yo la he visto muy simpática y tal.
-Ya...

Cuando llegamos a su casa, Sara me preguntó si quería que nos diéramos una ducha rápida, pareciéndome bien. Me comentó que se podía preparar un poco si me daba algo de tiempo, pero le dije que me apetecía mucho hacerlo y que no quería esperar tanto. Además, ya era algo tarde y no quería volver a casa más tarde aún, porque hacía mucho frío en la calle y hasta parecía que iba a llover. Así que nos dimos una ducha por separado, dejándome a mí primero, yendo a su habitación después, donde la esperé tumbado en la cama mirando el móvil. Alrededor de unos 10 minutos después apareció ella por la puerta, con solamente una camiseta de manga corta muy grande y ancha, además de un tanga negro que llevaba puesto. En cuanto la vi entrar di un par de palmaditas sobre la cama para que viniera y se pusiera a mi lado. Al hacerlo, me puse de lado para quedar cara a cara y le empecé a acariciar uno de sus muslos. Ella se soltó el pelo, que llevaba recogido con una goma, teniéndolo ahora de un rosa muy claro, como si no se lo hubiera teñido en bastante tiempo. Era más sutil que el color que solía llevar y la verdad es que me gustaba más así.

No tardamos mucho en empezar a besarnos, empezando lentamente, aunque luego ya pasó a un morreo bastante guarro. La puse bocarriba para empezar a besar su cuerpo después de quitarle la camiseta. Me entretuve bastante con sus tetas, jugando con los piercings que tenía en los pezones y con ellos también. Sara gemía de manera tierna mientras me acariciaba la cabeza, pero decidí seguir bajando por su cuerpo hasta llegar a su entrepierna. Le quité también el tanga, advirtiéndome ella de que no tenía aquello muy arreglado, aunque le dije que me daba igual. La verdad es que lo tenía bastante descuidado y hasta salvaje, pero en ese momento no me podía importar menos. Hasta tenía su morbo, porque eso me indicaba que hacía bastante que no se iba a la cama con nadie, como me contó antes. Le empecé a comer el coño con grandes lametones. Me entró un poco la prisa, o más bien el ansia.

Pero ella también quería hacer lo mismo conmigo. Por eso la dejé tranquila, sin llegar a provocarle ningún orgasmo al comérselo, dejándolo para después cuando la follara. Sara me la comió al ponerse entre mis piernas, empezando lento, pero haciéndolo con más intensidad conforme pasaba el tiempo, hasta que lo llegó a hacer de manera muy guarra. Me ponía verla así de encendida y de guarra, por eso le llegué hasta a empujar la cabeza en varias ocasiones para que se tragara todo lo que pudiera. Pero ambos queríamos follar ya, por eso cogí un condón de los que me llevé y me lo puse, para ponerme entre sus piernas, sobre ella y empezar a metérsela así. La follé con bastante lentitud de primeras, aunque pasé a hacerlo más rápido después de que nos empezáramos a comer la boca y a decirnos guarradas. Mantenía sus piernas en alto, bastante y gemía a buen ritmo, haciéndolo más alto cuando le daba embestidas grandes y secas, y luego más agudo cuando la follaba con rapidez.

Se acabó corriendo haciendo yo eso último, llegándome a mí también por verla tan cachonda y por lo bien que lo pasaba con ella siempre que nos íbamos a la cama. Me salí de ella cuando me acabé de correr, quitándome el condón para dejarlo en su mesita, echándose ella un poco sobre mí, con la respiración aún pesada. Aunque no tardó mucho en escurrirse sobre mí cuerpo para empezar a comérmela de nuevo. Un rato después ya estaba sobre mí, follándome a un buen ritmo después de que me pusiera otro condón. Me encantaba cómo me follaba Sara. Ver su cara de estar a mil, con sus tetas rebotando y oír sus gemidos me tenían muy a tono. Y me notaba cerca para haber acabado hacía poco y para estar con condón también. Pero es que está chica follaba demasiado bien. Nos corrimos de nuevo casi a la vez. En esta ocasión lo hice yo primero al follarme como más me gustaba y con mucha rapidez. Ella se corrió como consecuencia de mi orgasmo, temblando sus piernas mucho y lanzando un par de gemidos muy agudos.

-Sara, ¿cómo ves hacer un trío con la chica que ha ido hoy a mi casa? -pregunté mientras me empezaba a vestir.
-La chica es muy mona. Me gusta, pero no sé si deberíamos...
-¿Por?
-Porque le va a hacer daño ver cómo me follas.
-¿Tú crees?
-Estoy segura. Cuando habéis salido de la cocina la he notado rara. Antes de que entrarais estábamos muy bien y cuando habéis salido me ha mirado un poco raro. ¿Le has dicho algo sobre mí?
-Sí, que hemos follado.
-¿Ves? Eso le ha hecho daño.
-No es para tanto.
-Apetecer, me apetece. Pero así no me gusta mucho. Si ella no lo va a pasar bien, prefiero que no lo hagamos.
-Hablaré con ella, a ver si se anima.
-No te pases con ella, ¿sí?
-Vale...
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo