Reencuentro con Elena

Javi es el ex de sus dos ex... A la vez, ellas son ex de Javi por separado .
Ésto nos lleva a una conclusión: Javi tiene mas madera de ex que de pareja.
Si Javi sigue como va, es probable que no pueda salir a pasear sin encontrarse, o bien con una ex, o con una chica con la que se haya acostado.
En la calle si es raro, pero cuando es en el disco/bar de moda de la época, no lo es tanto. A mi me pasó así.
 
Encuentras a tu ex con una chica sólos, y luego dices sin que te pregunten que estuvieron juntos, y luego que te aclaran que fueron novios, sueltas que fue algo muy intenso (sin contar que le escribes al ratito de despedirse).
Aún es difícil de adivinar si los personajes de la historia, en momentos de ponen demasiado brutos, o quizás se les sale mucho el veneno y quieren hacer daño.
La verdad que pareció algo desproporcionada la actitud de Valentina, lo que hemos visto de ella dista mucho de exponer tan abiertamente su vida privada, y no me trago ese intento de exculparse achacándolo a su nerviosismo.

Seguimos con una Elena hecha un lío, muy confundida emocionalmente, al parecer indecisa en si lo que desea es lo que necesita, tampoco resulta fácil entenderla al conocer sólo un lado de la balanza, la de Javier, desconocemos su universo post ruptura, apenas que ha tenido la permanente presencia de las tres personas que probablemente sienten el mayor rechazo por su ex, y eso la deja muy limitada para recibir consejos imparciales.

Puede que nos adelantemos prejuzgando a su jefe, para ella pudo ser una positiva influencia este tiempo lejos de su ex, al menos así ha sido en lo profesional, y aunque su reacción citando a Javier a su despacho parece desesperada e insensata, hay que entender que esta vez, el otro puede ser Javier, quien recién llegado inmediatamente entra a inmiscuirse en lo que pudieron estar formando con Elena.

Hasta no saber más de Elena no queda más que especular, y objetivamente no los veo juntos, la probabilidad de éxito en recuperar lo que tenían es muy baja, el pasado inmediato, post ruptura, de Javier está demasiado presente para ella, me refiero al ámbito sexual, que parece molestarle más, sin aún ella conocer más detalles, ya saber que folló con Sofía, Irene, Ángela, y que su cliente Valentina, llegó a ser su novia, se le está volviendo algo imposible de asimilar, y en consecuencia, de soportar.
 
Capítulo 831

Me gustó mucho la conversación que tuve con Valentina por mensaje, porque estuvo muy cercana, como me habría gustado que estuviera desde que dejamos de vernos. Me daba su opinión y algún consejo, todo de manera honesta.

Me encantaba poder tener esa charla con ella, como también me gustaba que cada uno se interesara por el otro, aunque sin segundas intenciones como le dejé claro en ese mensaje en el que le dije que la encontré muy guapa.

Estuve repasando la conversación que mantuve con ella, porque Elena estaba tardando en volver, pero no tardaría mucho más en ponerme un mensaje en el que me decía que me fuera, porque se iba a quedar a comer en casa después de que le insistieran tanto, pensando que tenían razón, que podía quedarse ya que estaba allí, sobre todo por la hora que era en vez de estar solo de pasada. Le pregunté si todo iba bien, diciendo ella que perfectamente, por lo que me acabé yendo de allí, no sin antes decirle que me avisara cuando quisiera para ir a por ella.

Antes de la hora de comer, me pasé por el hotel para coger la habitación que teníamos asignada, la cual fue la misma que en aquella vez que estuvimos allí. Subí y dejé mi maleta para bajar y marcharme, aunque yo también pasé por casa de mis abuelos para ver a mi familia, quienes me pidieron que me quedara también a comer ya que estaba allí, pero les dije que había quedado con unos amigos, porque era el cumpleaños de una de ellos.

Así que no me retuvieron mucho más y me fui a donde habíamos quedado, estando ya todos allí. Lo primero que hice fue felicitar a Sofía, dándole un buen abrazo y un beso en la mejilla, tal como hizo ella conmigo también. Luego saludé a los demás, preguntándome todos dónde se encontraba Elena y explicándoles yo. No fue tanta sorpresa para ellos, porque veían normal que no se quedara 10 minutos con su familia y que quisiera estar más, aunque les dije que no se preocuparan, que la verían más tarde.

La comida fue bastante bien, aunque yo estuve un poco callado, cosa que me notaron y por la cual me acabaron preguntando. Les expliqué que había tenido una situación rara antes de venir, entrándoles curiosidad a todos. Les entró la risa cuando les expliqué que me encontré a Valentina mientras estaba de compras con Elena, aunque se les fue cuando no me vieron a mí reírme, sobre todo cuando les expliqué cómo vi a Elena en el momento.

Ahora sus caras mostraban preocupación, pero me decían que no pasaba nada, que lo importante era que yo quería estar con ella. Sí, era así, pero dije que a mí no era a quien le tenían que decir eso, porque yo tenía las cosas muy claras. Se hizo un poco de silencio, pero pasamos a hablar de otras cosas, de cómo sería la fiesta de cumpleaños de Sofía precisamente, en donde salió el nombre de Ángela, cosa que se ganó mi atención, porque Sofía hizo un comentario de pasada, pero le pedí que me explicara un poco.

Al parecer, Ángela tenía dudas de si venir a la fiesta de cumpleaños o no, preguntándole yo a mi amiga por qué. Sofía me dijo que Ángela no quería ser una molestia, extrañándome yo, preguntándole la razón, siendo en realidad bastante obvia. No quería que hubiera problemas con Elena, porque viendo la cara que había puesto en esa ocasión que nos la encontramos en el cine, pues pensaba que no iba a estar cómoda y eso podía cortar el rollo.

Pero Sofía le dijo que no iba a pasar nada, aunque aun así estaba con dudas. Llamé a mi amiga una vez acabamos de comer, en lo que ellos se tomaban el postre. Me salí a la calle y le pregunté por aquello, quitándole ella importancia, aunque para mí la tenía. Me dijo lo mismo que me dijo Sofía, pero no me pareció suficiente para que no fuera, pensando que todo iría bien, por lo que le dije que esperaba verla por allí, porque me apetecía después de estar tantos días sin verla, diciendo ella que sí, que iría, aunque no sonaba muy convincente.

Volví con los demás mientras acababan de comer, dándole yo alguna vuelta a la razón por la que Ángela no quería venir. Sí es verdad que Elena no era muy fan de ella y que habían tenido lugar algunos encontronazos, pero no pensaba que pudiera ocasionar gran molestia en ella que estuviera por allí.

Y si veía que le molestaba, pues le diría que le iba a saludar y ya está, por si le entraban celos, aunque me parecía ridículo no poder relacionarme con alguien tan cercana e importante para mí, porque no iba a desembocar en nada más. Aunque si salía de ella ese pensamiento es porque veía muy probable que ocurriera, cosa que no ayudaba a que yo le quitara hierro al asunto.

Elena no tardó en avisarme por mensaje para preguntarme si habíamos terminado de comer, pidiéndome que fuera a por ella cuando le dije que sí, que estábamos pensando en ir a tomarnos un café.

Así que les dije a mis amigos que nos esperaran, que iba a por Elena y que no tardaríamos mucho. No me hizo esperar mucho cuando llegué a su casa, saliendo en nada, para montarse en el coche y que pudiéramos volver para tomarnos ese café con nuestros amigos.

Por el camino le pregunté cómo había ido la comida y cómo estaba la cosa por casa. Ella me estuvo contando qué tal fue todo, siendo bastante positivo en general dentro de lo que había por el estado delicado de su abuela. Estuve cerca de preguntarle por su hermana, porque hacía semanas que no sabía nada de ella, pero como Elena no me contaba nada nunca, preferí no hacerlo.

La veía más animada sin embargo, porque no miraba todo el rato por la ventana y hablaba más que en el trayecto de ida. Y la cosa siguió así cuando llegamos a la cafetería donde habíamos quedado. Saludó a todos de muy buena manera, sobre todo a Sofía al ser su cumpleaños, dándole un abrazo muy grande, además de varios besos. Me encantaba verla tan cercana de nuevo con todos, estándolo también con Hugo pese a conocerlo desde hacía muy poco.

Precisamente tuve unas palabras con él en un momento en el que nos apartamos, quedando los chicos por un lado, mientras que las chicas estaban por otro, aunque no quedábamos muy lejos. Me dijo que Elena era un encanto y que entendía que estuviera tan enganchado a ella, porque le gustaba mucho su manera de ser.

Desde luego, no sé si habría opinado lo mismo si la hubiera visto unas pocas horas antes, pero la verdad es que ahora estaba mucho más animada y abierta. Estuvimos charlando, preguntándole a Hugo a quién había invitado Sofía al cumpleaños, comentando él que estaríamos los seis que habíamos quedado ese día para comer, además de Ángela y dos o tres más del grupo grande de amigos.

Comentó también que no se quedarían hasta muy tarde ellos, porque al día siguiente tenían la idea de irse más o menos temprano para ir a casa de Sofía para celebrar también el cumpleaños con ellos y con sus amigos, cosa que habían arreglado entre su madre y él. Aunque nos dijo que no nos preocupáramos, que el local que habían alquilado para el cumpleaños estaría disponible para nosotros durante toda la noche.

En mi opinión fue un acierto hacer aquello, porque estaríamos mucho más tranquilos y en confianza y según me contó, alquilarlo por una noche salía más barato que pillar un reservado en algún pub, y eso que contaban las bebidas que habían comprado. Mario tenía bastantes ganas de la fiesta, porque seguían bastante liados con el trabajo y echaban muchas horas, creyendo que le vendría bien, aunque le pregunté si el cansancio que debía estar arrastrando no iba a ser un problema.

No debería serlo en principio cuando tanto él como Irene habían dormido bien la noche anterior, habiéndose levantado algo tarde para lo que solían, teniendo también pensado irse en breve a casa para descansar un poco más. Y era algo que nos venía a todos bien en realidad, porque también lo podríamos hacer nosotros, pudiendo prepararnos luego al vestirnos bien.

Mario hizo también algún comentario sobre quedarnos en un hotel para dormir, contándole yo que Elena prefería algo más de intimidad, comentando él que eso le había dicho Irene al hablar con ella.

Así que no tardamos mucho más en irnos todos a descansar un rato, yendo cada uno a su casa, excepto Elena y yo, que nos fuimos al hotel. Tampoco es que fuéramos a estar mucho tiempo sin verlos, porque teníamos la idea de juntarnos para cenar y que en el local se nos sumaran los demás, por aquello de que Elena se había perdido la comida con todos, aunque seguramente habríamos quedado igual para ello.

Cuando llegamos al hotel, Elena tenía una buena sonrisa, diciendo que le traía muchos recuerdos. Le comenté que me encargué de subir su maleta cuando llegué antes de que fuera con los demás a comer, por lo que subimos directamente. Una vez entramos a la habitación, se fue a la ventana para poder observar la ciudad desde ahí, tal y como hizo en su día. Yo me quedé unos pasos detrás de ella, pasando a sentarme en la cama, porque estaba bastante entretenida en ello.

Pasado un rato, me preguntó qué tenía en mente, pillando bastante descolocado, porque no sabía a qué se refería. Me dio por pensar que se había dado cuenta de que algo pasaba, ya fuera porque me notó serio durante el rato que estuvimos en la cafetería a pesar de intentar que no se notara, o tal vez porque su jefe le había podido contar algo.

Al verme con esa cara de despistado que debía tener, concretó al decir que aún teníamos mucha tarde por delante como para estar encerrados en la habitación del hotel hasta que fuéramos a cenar con los demás. Reaccioné rápidamente al decirle que no tenía nada en mente en realidad, proponiendo ella dar un paseo por la ciudad, pues hacía mucho tiempo que no lo hacía.

Así que nos volvimos a poner los abrigos y bajamos para salir de allí y empezar a dar un paseo. Hacía algún comentario de vez en cuando, sobre todo cuando pasábamos por sitios en los que habíamos estado hacía cerca de dos años atrás, cuando empezamos a salir y demás, pero al final acabamos volviendo al hotel, sugiriéndole yo que podíamos descansar si le apetecía, porque tenía pinta de que la fiesta iba a ser algo larga.

Dijo que mejor sí, porque hacía mucho que no salía por la noche y no quería que le entra sueño temprano, por lo que regresamos, subiendo y poniéndonos cómodos para echarnos un rato sobre la cama. Ella estuvo un rato con su móvil, poniéndome un poco nervioso, porque creía que hablaba con su jefe, ya fuera por un tema o por otro.

Hasta me llegué a poner de lado para no verla con el móvil en la mano, aunque oí cómo lo dejó sobre la mesita de noche, cogiendo el mando de la televisión para hacer un poco de zapping. En esta ocasión, me di la vuelta para mirarla, haciéndolo durante varios minutos. Ella me miró un par de veces, quedándose luego mirando a la televisión, aunque terminó preguntándome por qué la miraba tanto, porque la estaba empezando a poner nerviosa.

Le dije la verdad, que la miraba porque era la más guapa y me resultaba mucho más interesante que lo que estaban echando en la televisión. Ella negó con la cabeza, con una ligera sonrisa en su boca mientras miraba al techo.
 
Yo aquí lo que veo es que mientras Javi tiene las cosas claras, Elena no la veo nada clara y evade tener una charla definitiva con el.
Tiene una actitud muy extraña.
A mí el Jefe me parece e un siniestro personaje y no quiero ni pensar que Elena esté teniendo un doble juego con Javi y Alberto.
 
A lo mejor Elena tiene las cosas muy claras, porque toda esa historia de sus dudas y sus celos nos la cuenta Javier, el mismo paranoico que la ve teclear en el móvil y ya ve a Alberto tecleando con el suyo ... y follando con Elena en su habitación, esa en la que también ha follado Javier, después coger uno de los condones que él mismo dejó en la mesita.

A lo mejor Elena tiene muy claro que Javier debe demostrarle una y mil veces que ella es la única mujer en su vida, si es que él quiere estar con Elena pagando ese precio, porque un tipo "impulsivo" como Javier, te debe demostrar fehacientemente que es capaz de controlar sus impulsos ... como Hugo le demuestra a Sofía.
Seguramente lo está poniendo a prueba, pero al menos parece que el está vez sí está manteniendo firme esa fidelidad.
 
Yo aquí lo que veo es que mientras Javi tiene las cosas claras, Elena no la veo nada clara y evade tener una charla definitiva con el.
Tiene una actitud muy extraña.
A mí el Jefe me parece e un siniestro personaje y no quiero ni pensar que Elena esté teniendo un doble juego con Javi y Alberto.
Pues eso resultaría interesantísimo... Elena como malvada sin escrúpulos y Javi enamorado y mártir... Me encanta!!! 😈😈😈
Y al final, rescatado por la dulce Ángela 😍😍
 
... y por la agridulce Cintia, que va en el pack de Ángela.

Ambas acabarían convirtiéndolo en su juguete sexual y debería acabar dando clases online desde la habitación "especial" ... y con una mordaza de bola en la boca ... y Noelia acudiría en su rescate ... y se lo llevaría a lomos de un corcel color arcoíris hasta una remota casita de la montaña ... donde vivirían felices los tres follando sin parar ... Noelia, Javier ... y Maribel
Y yo que pensaba que estaba mal...🙊.
🤣🤣🤣
 
... y por la agridulce Cintia, que va en el pack de Ángela.

Ambas acabarían convirtiéndolo en su juguete sexual y debería acabar dando clases online desde la habitación "especial" ... y con una mordaza de bola en la boca ... y Noelia acudiría en su rescate ... y se lo llevaría a lomos de un corcel color arcoíris hasta una remota casita de la montaña ... donde vivirían felices los tres follando sin parar ... Noelia, Javier ... y Maribel ... y de vez en cuando Elena y Alberto visitarían a Maribel en su Lamborghini Urus, pero claro Javito no los vería porque al oír un coche se encerraría en su cuarto para no ver a Elena ... y evitar que se le volviesen a aparecer las imágenes de Alberto cogiendo un preservativo, poniéndoselo en un pollón enorme y follando a Elena con arte y maestría ... entonces Javito se hace un ovillo en un rincón y llora ... hasta que acude Noelia y lo calma ofreciéndole un pecho para que chupe el pezón y se duerma ... ¿O es Maribel la que acude mientras Noelia y Elena son folladas por Alberto?
Seeeeeh, yo en un Urus subo a Irene y nos vamos al infinito y más allá...!!!
 
Capítulo 831

-¿Por qué haces ese gesto? -le pregunté riendo un poco.
-Pues porque siempre estás igual -respondió riendo de la misma manera en la que lo hacía yo.
-Bueno, ya me conoces.
-Sí, sí que lo hago.
-Chica, ¿qué quieres? Pues no seas tan guapa y no estés tan buena.
-¿Te apetece ahora?
-Pues sí.
-¿Y no prefieres dejarlo para la noche?
-No veo por qué no podemos hacerlo ahora y luego esta noche. Además... Con las ganas que me están entrando... Lo mismo esta noche no llegamos aquí cuando vea lo guapa que te vas a poner para el cumpleaños.
-Cómo eres, de verdad...
-Si es que no me puedes encantar más.
-¿Más que tu otra ex?
-Pues sí, bastante más -dije para dejar estar el tema.
-No nos parecemos en nada.
-¿Y? Si tengo que elegir entre vosotras dos, lo tengo muy claro -dije dándole unas palmaditas en uno de sus muslos.
-¿Cómo acabasteis juntos?
-¿De verdad quieres hablar ahora de eso?
-En realidad, no -dijo poniéndose sobre mí.

Elena se quedó unos instantes sobre mi cuerpo, con su cara de lado sobre mi pecho. Yo solo me limité a abrazarla, aunque fue ella misma la que inició un beso al levantar su cabeza para dármelo. Conforme había ido la mañana con ese encuentro con Valentina y lo regular que le sentó a Elena, no esperaba acabar así en ese momento, aunque no iba a pararla. Pero poco duraron en los labios, porque se puso a besarme por el cuello.

Me revolví bastante y le dije que no me besara así, porque ambos sabíamos lo que iba a pasar. Pero no se detuvo, aunque sí que llevaba bastante cuidado para que no me resultara tan intenso. Eso no quitaba que me dieran unos buenos escalofríos de vez en cuando por lo sensible que tenía esa zona y por tenerla a ella así sobre mí. Ese día se había puesto algo de perfume del que solía echarse cuando salía y me encantaba, lo que amplificaba aún más las sensaciones.

Cuando me acostumbré un poco a ello, participé más en lo que estaba pasando al empezar a acariciar su cuerpo, en especial su culo. Aquello parecía gustarle, pasando ella a darme algunos besos por la cara, en especial por los labios, aunque era bastante recurrente en ella bajar al cuello. Le expresé con palabras que me tenía a mil, riendo ella un poco.

Seguí diciendo que para estar en el mes en el que estábamos, tenía un calor en ese momento que me sobraba todo. Ella se incorporó, quitándome la sudadera que llevaba para quedarse observando mi cuerpo, sobre todo mis brazos mientras se movía muy ligeramente hacia delante y detrás, simulando una follada que no podía tener lugar por haber tanta ropa de por medio.

Yo también quería ver más, por lo que le quité la parte de arriba de lo que llevaba puesto, quitándole también el sujetador ya que estábamos. Ahora era yo el que quedaba mirando esos preciosos pechos, pálidos y con sus pezones rosados.

Cada vez tenía más ganas de ir más allá, pero ella tenía otros planes al parecer, porque se volvió a poner sobre mí para reanudar esos besos que me daba antes, tanto en los labios, como en el cuello. Yo intentaba quitarle los pantalones, aunque me costaba, sobre todo cuando quería desabrocharlos, pero lo acabé consiguiendo.

También me costó quitárselos a la hora de tirar de ellos hacia abajo, no consiguiéndolo esta vez, dejándoselos a medio muslo. No fue hasta que ella quiso que no fuimos más allá. Se volvió a incorporar para quitárselos, quedando solo con una de sus clásicas braguitas negras de algodón.

Ella fue la que me terminó de desnudar a mí, pero sin terminar de quitarse su ropa interior. Agarró mi polla con una de sus manos, mirándola fijamente para empezar a masturbarla, dejando caer algo de saliva desde su boca al ponerla un palmo por encima de ella.

Me empezó a masturbar de esa manera, lo cual me encantaba, pero con todo lo que había hecho antes con tanto besarme por el cuello, yo necesitaba ir a más, por lo que me incorporé para buscarla, pero ella me empujaba con su otra mano para que me volviera a tumbar.

Aquello se repitió un par de veces más, pidiéndome Elena que tuviera paciencia, pero me desesperaba por momentos. Cuando me dijo que tenía la regla me jodió bastante y puse mis manos en mi cara, pero me dijo que era broma, que quería ver si así me quedaba quieto, pero al ver cómo me lo tome, decidió decirme que era mentira.

Sí que me ayudó a rebajar el calentón, porque me cortó un poco el rollo, pero aún seguía con ganas, sobre todo al ver que al final sí que se podía. Elena continuó masturbándome, con intensidad por momentos, mientras que lo hacía con más suavidad en otros. Por cómo estaba sentada en la cama, yo solo podía acariciar uno de sus muslos y un poco su culo.

Tras unos minutos haciendo eso, decidió pasar un poco más allá al acercar su cabeza a mi polla para lamerla con cariño, chupándola no mucho rato después. Me estaba encantando cómo lo hacía, aunque también me moría por comerle el coño. Le sugerí hacer un 69, pero ella dijo que ya habría tiempo de hacerlo.

Por suerte, no me lo hacía de manera muy intensa, porque al llevar ya bastante rato y con esos preliminares, temía que me pudiera hacer llegar si aceleraba un poco el ritmo. Por suerte, Elena acabó accediendo a ese 69 un poco más tarde, preguntándome si aún me apetecía.

Le entró un poco la risa al ver mi respuesta tan acelerada, aunque ella me advirtió, mientras se quitaba las braguitas, que si le provocaba un orgasmo, no haríamos más hasta la noche. Comentó que me conocía de sobra y que sabía que iba a comérselo con mucha intensidad, cosa que ella no quería, porque quería disfrutar del momento.

Le dije que estaba bien, advirtiéndome ella de que iba en serio con eso de dejarlo hasta la noche si no le hacía caso. Volví a asentir y se puso sobre mí al pasar una de sus piernas por encima de mi cabeza, siguiendo ella chupando mientras yo miraba su rajita, brillante y húmeda.

Me encantaba su olor y tenía unas ganas increíbles de comérselo, pero quería mirarlo un poco más. Me preguntó si no me apetecía y entonces fue cuando se lo empecé a comer. Se me volvió a erizar la piel al probarla de esa manera, estremeciéndose ella y lanzando un pequeño gemido que me alentaba, pero recordé que no podía pasarme con el estímulo que le estaba haciendo.

Ambos parecíamos estar disfrutando mucho de aquello, pero a Elena le entró ahora la prisa, porque se incorporó para mirarme y sentarse sobre mis muslos, volviendo a agarrar mi polla para masturbarme. Le pregunté si todo iba bien, afirmando ella con la cabeza mientras me clavaba la mirada en los ojos, aunque tras unos segundos me miró por todo el cuerpo de nuevo.

Me preguntó si tenía condones, diciéndole yo que tenía unos cuantos, en mi equipaje, aunque también comenté que me encantaría hacerlo directamente sin nada. Ella me miró unos segundos más mientras me la seguía meneando. Dejó caer un poco más de saliva sobre mi polla y se frotó su rajita con ella.

Ahora podía ver la cara que ponía cuando se le estimulaba y vaya locura. Estaba demasiado a tono como para tomarnos la libertad de no usar protección, pero solo iba a ser un momento. Elena se la metió muy lentamente hasta que su coñito se fue adaptando, quedando toda mi polla en su interior. Se mantuvo quieta unos segundos, pudiendo notar yo que cómo le temblaba el cuerpo un poco.

Hasta se recogió un momento el pelo con las manos, haciéndose una coleta improvisada, siendo muy evidente que tenía calor. Aunque de poco sirvió que hiciera eso, porque sus manos se apoyaron en mi pecho, volviendo su pelo a soltarse. Elena se empezó a mover lentamente.

Estaba siendo muy precavida, cosa que estaba muy bien, pero mi cuerpo instintivamente se movía, buscando más estimulación de la que ella me brindaba con ese roce tan lento. Me pidió que parara, haciéndolo yo, aunque suspirando, porque tenía algo de frustración por no poder ir más allá todavía.

Elena se movía con de manera uniforme, subiendo una pizca el ritmo, aunque no lo suficiente como para que hubiera algún peligro. Aun así, ella lo disfrutaba mucho, como me demostraba su cara, expresando placer, sobre todo cuando se mordía el labio. Decidí dejar de desesperarme y dejarme llevar, cerrando los ojos por momentos y siendo algo muy placentero, casi místico.

De repente, Elena pegó un acelerón contundente, haciendo que abriera mis ojos. Me estaba follando como a mí más me gustaba, teniendo ella sus ojos cerrados, apretándolos bastante, teniendo pinta de que quería llegar a su orgasmo, aunque debíamos llevar cuidado, por lo que le pedí que parara para ponerme un condón, aunque ella no me hizo caso.

Tuve que sujetar su cuerpo para que me escuchara, causándole molestia que paráramos tan de golpe y estando ella pasándoselo tan bien. Le dije que había que tener cabeza, por lo que me levanté para coger un condón y ponérmelo. Se pilló un pequeño rebote, diciéndole yo que ahora podía seguir follándome como lo estaba haciendo, pero su respuesta fue que ahora me tocaba hacerlo a mí.

Me tomé la libertad de manejar su cuerpo, poniéndome sobre ella y agarrando sus piernas para follarla así, aunque me apetecía mucho ponerla a cuatro, por lo que lo hice, dándole caña y causando ruido, aunque ella ahogaba sus gemidos contra la almohada.

No pudo evitar correrse al estar follándola yo con esa intensidad, necesitando yo un poco más, muy poco, por lo que apreté y llegué también pocos segundos después. Elena quedó rendida en la cama, respirando con ansia, mientras que yo estaba de manera parecida, a su lado, aunque no tan inconsciente como ella, que debía estar en su mundo.

Cuando me logré calmar un poco y después de pasar por el baño para deshacerme del preservativo, me acomodé a su lado, para acariciar su cuerpo, estando ya ella bastante calmada. Miré la hora y vi que el tiempo había pasado bastante volando, por lo que le dije que teníamos que ir arreglándonos, porque en no mucho teníamos que ir al restaurante en el que habíamos reservado para cenar todos juntos.

Ella me pidió unos minutos más, sugiriéndome que me fuera duchando yo mientras ella descansaba un poco más, también por aquello de que iba a tardar menos al tener ella que arreglarse el pelo, maquillarse... Le di un beso en la cabeza y me marché al baño para darme una ducha, pensando mientras lo hacía que habíamos tenido un sexo que hacía tiempo que no teníamos, porque me recordó mucho a los juegos que hacíamos en su día en donde si uno no cumplía una condición, tendría un castigo.
 
Nunca es buen momento para hablar d nada, porque en cuanto están a solas Javi ya solo piensa con la polla, por una vez Elena quería hablar algo, y aunque no era el momento, hay cosas que hay que hablar cuando surge la conversación.

Entiendo que Ángela aparecerá en el cumpleaños para poder añadir más fuego entre ellos. Valentina me es totalmente indiferente, y ya lo era cuando era su arco, me pasa lo mismo con Natalia y todas estas, no entiendo la importancia para la historia los WhatsApp con ella, y mucho menos entiendo que a todo el mundo le hable abiertamente d las cosas menos a Elena.

A ver si Ángela arregla un poco las cosas xq como esperemos por Javi...
 
Llevamos varios capítulos como previa a la fiesta de cumpleaños de Sofía. Tanta preparación, supongo que anticipa un acontecimiento importante.
En la fiesta se tiene que liar parda 😈... Si no, para qué tanto suspense?
Quiero a Ángela en la celebración, también a Valentina. Porqué no a Cinthia?. Y si viene Alberto a decirle no sé qué del trabajo a Elena, pues mejor todavía... Queremos acción 😈😈🤭🤭
 
Capítulo 832

No tardé mucho en darle paso a ella, aunque sí que me tenía que esmerar con la barba, cosa que hice en el espejo que había en la habitación. Elena también estuvo entretenida, entrándose al baño con su maleta. Tuve tiempo más que de sobra para arreglarme sin prisa alguna, acabando de hacerlo en el resto de la habitación.

Luego me senté en uno de los sillones que había allí, aunque también estuve mirando por la ventana. Por fin salió Elena del baño, yendo increíblemente guapa. Llevaba un vestido negro que me resultaba muy parecido a aquel que usó en su graduación de la universidad, aunque aquel era rojo, pero le quedaba muy bien igualmente, con unas sandalias con bastante tacón y algo de plataforma que iban a juego con él.

Iba también con un maquillaje más marcado que de costumbre en ella, como también cambió un poco su peinado, ya que, en lugar de ir con su típico alisado para las salidas, en esta ocasión se había hecho unas ondas.

Le dije que estaba guapísima, sonriendo ella un poco, diciéndome a mí que también lo estaba, llevando yo ropa que ella ya me había visto, pero que varias personas me decían que me quedaba bien, gracias al consejo de Ángela al tener tan buen gusto para eso.

De golpe me llegó de nuevo su perfume, diciéndole que me encantaba cómo olía, volviendo ella a sonreír después de levantar su cabeza, ya que estaba metiendo su móvil en el bolso que iba a llevar. Miramos la hora e íbamos bastante bien, por lo que le sugerí dar un paseo, pero en coche, porque hacía mucho frío aún.

Así que nos pusimos los abrigos y bajamos para montarnos en el coche y dar un paseo por la ciudad, siendo agradable al estar abrigados y con la calefacción puesta, aunque no tardamos en ir al restaurante en el que quedamos para cenar con los demás. En lo que aparcaba, Elena me preguntó por el reloj que llevaba puesto, contándole yo que había sido un regalo de Irene y Mario, gustándole a ella.

Sofía y Hugo ya estaban allí cuando entramos, sentándonos con ellos después de saludarnos. Ambos también iban muy arreglados, como también lo iban Irene y Mario, quienes llegaron a los pocos minutos. Los saludamos también y nos sentamos para cenar, tomándonoslo con calma, porque la quedada con el resto en el local alquilado iba a ser más tarde.

El momento de la cena fue sensacional. Tenía unos sentimientos que hacía mucho que no salían, porque vernos a todos así, juntos y con ese buen rollo que había, era genial. Me recordó mucho a una situación en la que llevábamos poco quedando con Irene y Mario de manera más cercana. Se me vino a la cabeza ese momento en el que una mujer que teníamos sentada junto a su pareja en la mesa de al lado, puso el oído mientras Irene hablaba de temas íntimos, haciéndole un comentario a la señora para ver si quería que le hiciéramos sitio en la mesa.

Ni siquiera estaba Sofía en ese momento, pero ese recuerdo cruzó mi mente, haciendo que sintiera alegría mientras estaba en mi mundo, aunque encontré a Irene mirándome con una sonrisa, como si hubiéramos conectado mentalmente.

Se me pasó volando ese momento en el que estuvimos los seis y en el que hablamos de varias cosas, aunque en lo que más nos centramos fue en recordar momentos compartidos con anterioridad. Acabamos muy satisfechos con la comida que nos sirvieron, pero pensamos ponernos en camino hacia el local para ir abriéndolo y también para preparar algunas cosas, como la música, las luces y también ir poniendo en funcionamiento las bebidas.

Cada uno fuimos en nuestros coches, aparcando cerca del local para bajarnos e ir hacia él. No estaba tan mal como yo pensaba, pues creía que había que poner varias cosas en orden, pero nada más lejos. Estaba todo bien organizado, tan solo teníamos que ir abriendo las bebidas y poco más.

Así que nos pusimos a ello, no tardando en llegar más gente de la que había invitada. Al final sí que vinieron más de los que teníamos en mente, porque algunos de los demás trajo a su pareja, pero en realidad era algo que no restaba, pues estábamos igual de a gusto.

Estaba tan distraído hablando con gente que hacía tiempo que no veía y pendiente de ayudar en lo que hiciera falta, que no me percaté de la falta de Ángela hasta que la vi entrar en el local, localizándome ella de inmediato, dedicándome una preciosa sonrisa. Me acerqué a saludarla, dándole dos besos, aunque no es que habláramos mucho, pues se fue a donde estaba Sofía para hablar con ella y para felicitarla en persona según imaginaba yo.

Elena no puso buena cara cuando la vio, pero no era tan mala como cabría esperar con la tirria que le tenía. Estuve mayormente a su lado todo el tiempo, aunque viendo que los amigos que teníamos en común que llevaban tanto sin verla tenían tanto interés en ella, preguntándole muchas cosas y demás, pues me apeteció acercarme a Ángela para hablar yo también un poco con ella. Así que me ausenté unos momentos y fui hacia ella, quien estaba casi en la otra punta del local, charlando con Hugo.

Le pregunté qué hacía ahí tan alejada, aunque ella dijo que estaba cogiendo un refresco para beber mientras charlaba con Hugo, quien estaba muy bien también pese al ambiente de fiesta que había, aunque no estaba probando el alcohol, como tampoco lo iba a hacer Ángela, ni Elena tampoco.

Yo sí que me eché un par de copas mientras charlábamos o mientras veíamos a algunos bailar cuando sonaba una canción de moda, subiendo el volumen para animar la cosa más aún. Con Ángela hablé lo de siempre, aunque no me resultaba monótono ni pesado. Nada más lejos, porque siempre me interesaba todo lo que me tuviera que contar.

Me narraba cómo le iba en el trabajo, lo cómoda que estaba haciéndolo desde casa, teniendo mucho tiempo también para entrar y salir y poder verse con sus amistades. Aunque de repente quitaron la música, saliendo Irene con una tarta bastante grande, la cual tenía unas velas encendidas.

Le cantamos el cumpleaños feliz a Sofía, quien tenía una cara de niña pequeña, estando muy contenta, con una sonrisa radiante. Cuando pidió su deseo y sopló las velas, partimos la tarta para poder comernos cada uno un trozo, habiendo platos y cubiertos de plástico para la ocasión.

Tras comernos la tarta, sacamos los regalos que trajimos, los cuales dejamos en una pequeña habitación que había allí. Sofía se sentó en un sofá, mientras que los demás nos colocamos repartidos a su alrededor, empezando ella a abrirlos. Volví a poner la música, aunque bajita, para que pudiéramos todos escuchar bien lo que se decía.

Le encantó todos los regalos que le dieron, agradeciendo uno por uno cada vez que abría el regalo que le iban entregando. A Elena y a mí nos dio un abrazo tremendo, dándonos muchas veces las gracias por lo que le habíamos regalado, diciendo a cada momento que le encantaba. Me gustaba mucho ver a mi amiga así de feliz.

Ángela se acercó un poco, saludando a Elena, quien le devolvió el saludo de forma muy escueta. Ángela intentó acercarse a ella para darle dos besos, pero Elena se apartó, quedando una situación bastante incómoda y que no me sentó nada bien a mí. Ángela rio un poco nerviosa y se apartó para ir a hablar con otras personas, mientras que Elena se quedaba mirando el vaso con refresco que tenía en sus manos.

Yo me quedé mirándola a ella con ganas de echarle la reprimenda, pero no quería que volviera el mal rollo, así que me callé. Sin embargo, sí que me acerqué a Ángela para pedirle perdón por lo que Elena acababa de hacer, aunque ella me dijo que no tenía importancia, discrepando yo bastante.

De hecho, le dije que tendría que hablar con ella acerca de lo que acababa de pasar, pero Ángela me pidió que no lo hiciera. No entendía por qué le daba tan igual ese gesto de desprecio que Elena acababa de tener con ella, porque además de apartarse de ella, puso una cara que no me gustó nada, como de asco.

Ángela me dijo que no merecía la pena que tuviéramos malos rollos por ella y por una tontería como esa, aunque yo no pensaba que lo fuera. También me dijo que recordara lo que ocurrió cuando Elena llevó a su amiga Yolanda a mi casa, explicándome ella que esta situación era muy parecida y que podrían venir reproches si le decía a Elena que lo que había hecho había estado mal.

Por ahí sí que me convenció, porque en su día yo me comporté como ella lo acababa de hacer, así que ahí quedó ese tema. Aunque durante el resto de la fiesta me mezclé con todos, sí es verdad que me acercaba más a Ángela, porque me sentía mal por ella por lo que Elena le había hecho, aunque mi amiga estaba como si tal cosa.

Me daba mucha pena que se hubiera llevado ese desplante con lo buena que era y con lo amable que estaba tratando de ser, porque solamente era un saludo. No pensaba que Ángela fuera a establecer mucha más conversación con Elena.

En una de estas que estaba hablando con Ángela, Elena me agarró de la muñeca para zarandearme un poco y llamar así mi atención. Al ver lo que hacía le pregunté qué ocurría, preguntándome ella si nos podíamos ir, porque se encontraba bastante cansada. Sofía y Hugo hacía ya un rato que se habían ido, pues tenían que madrugar bastante al día siguiente, pero es que no era tan tarde como para que nosotros también nos encerráramos.

Bueno, quizá sí que lo era viéndolo desde su perspectiva al decirme que llevaba mucho sin salir de fiesta. No llegaban a ser las 4 de la mañana, pero para ella era más que suficiente, por lo que le dije que estaba bien, que nos íbamos si quería. Así que nos fuimos despidiendo de todos los que había, que eran todos menos los anfitriones.

Irene preguntó si pasaba algo, porque pensaba que íbamos a estar hasta bastante más tarde, pero Elena le comentó que estaba bastante cansada. Con Ángela también tuve unas palabras, diciéndome ella que también se iba a marchar ya, que se iba a juntar con un par de amigas que andaban de fiesta no muy lejos de ahí y que ya se iría a casa una vez las dejara en su casa a cada una.

Así que nos dimos un abrazo y nos fuimos de allí para volver al hotel, diciéndome Elena que podía conducir ella al haber tomado yo algo de alcohol, pareciéndome a mí bien, aunque hicimos todo el recorrido en silencio.

Subimos de la misma manera a la habitación, entrando ella al baño después de volver a meter su maleta mientras que yo me quité la ropa para quedarme en boxers y meterme en la cama, dándole alguna vuelta a lo que había pasado. Seguía pensando lo mismo que le había contado a Ángela al respecto de la situación, pero sus palabras me retenían mucho.

El hecho de que Elena me reprochara lo más mínimo que le dijera equiparando lo ocurrido a lo que tuvo lugar con su amiga Yolanda era muy probable. Por eso no quería decirle nada, pero ganas no me faltaban.

Del mismo modo que regresamos y subimos, Elena salió del baño y se metió en la cama ya vistiendo su pijama, dándome las buenas noches para acostarse de lado, dándome la espalda y apagando la luz. Antes de la fiesta de cumpleaños tenía en mente acabar de manera bastante distinta la noche, pero así estábamos.

Además de tener esa molestia con ella por lo ocurrido, estaba molesto también por más cosas, porque a mí me apetecía quedarme más en la fiesta, porque lo estábamos pasando muy bien. También pensaba que sería una noche un tanto especial.

Todo apuntaba a ello estando en un sitio un tanto especial para nosotros, habiéndonos puesto tan guapos y habiendo pasado una muy buena tarde en general, aunque también era cierto que por la mañana hubo un momento que no fue tan agradable. Estaba en la cama, sin poder dormir y molesto.

Al parecer tendría que conformarme con lo que yo pensaba que era un aperitivo para abrir boca, aunque es verdad que lo pasé bien pese a la brevedad del momento que compartimos en esa cama hacía unas horas. Tampoco tenía ni idea de cuál era el plan para el día siguiente, pues no comentó nada, ni se habló de aquello durante la cena que tuvimos, porque Sofía y Hugo se tendrían que ir al día siguiente.
 
A Elena no hay quien la entienda. Ahora no va a poder saludar y hablar con su amiga porque a ella le molesta.
Esto sigue muy estancado y sin avanzar y los nenes siguen guardándolo todo sin hablarlo y así va a ser muy difícil volver a tener la relación que tenían antes. La actitud de Elena ha dejado mucho que desear.
 
A ver alma de Dios, te pasaste la fiesta con Ángela, que ya sabes que a Elena le pone celosa infinitamente, a ella la dejaste sola la mayor parte del tiempo, y te parece raro su reacción? Querías pasar la fiesta con la compañía de Ángela y llegar al hotel y follarte a Elena como si nada.

Siento que soy muy duro muchas veces, y me da cosa por el autor, pero es que no cuadra nada de la historia con una persona de la edad de Javi.

No ha intentado ni una vez involucrar a Elena con Ángela, por lo menos decirle a Elena si le da una oportunidad, obviamente, a diferencia de Yolanda, Ángela es la razón de que ahora estén juntos o lo k sea k estén.

Ahora esto tampoco se va a hablar, y el capítulo de mañana o pasado será como Javi habla con Ángela sobre lo que pasó con Elena, ella le dirá que la entienda y volveremos a lo mismo.
 

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