Han pasado ya dos semanas, recuerdo cada momento de la paja que le hice a aquel hombre, es pensarlo y empalparme e inevitablemente termino masturbándome, exactamente como ahora que mientras escribo tengo la polla muy dura y se que cuando termine de publicarlo iré a correrme.
Decido pasarme otra vez por la zona, en realidad ya he estado otras veces antes de esta aunque no iba con la idea de tener un encuentro sino solo con la intención de ir reconociendo el lugar.
Aparco el coche y voy andando, miro hacia los dos lados mientras me acerco, en mi fuero interno deseo encontrarme otra vez con aquel hombre aunque se que las posibilidades son remotas, llego al lugar, no hay nadie, me meto por el camino por donde me llevó la vez anterior y paso por el lugar donde hice mi primera paja, como no hay nadie sigo adelante, voy andando haciéndome el distraído por si me cruzo con alguien que no sepa nada de esto.
He andado ya unos doscientos metros y nada, me he cruzado con una pareja que pasea un perro y nadie más, me doy la vuelta decepcionado, cuando salgo al camino principal veo al otro lado a un hombre parado, me suena su actitud, empiezo a tener un sexto sentido para estas cosas, comienzo a andar despacio buscando un gesto de complicidad de la otra persona, si lo detecto estoy listo para cruzar la calle e irme con el.
Miro hacia el como distraído y como sigue sin hacer nada, soy yo el que se acaricia la polla con disimulo, solo un leve toque pero que inmediatamente produce una reacción en el individuo del otro lado, se toca también pero al contrario que yo no retira la mano, considero que la señal es clara y me acerco cruzando el camino, nos saludamos con un hola y sin decir nada más, empezamos a andar a una zona más discreta.
Llegamos, me paro a observarle, es más joven que yo, va vestido con chándal, debe ser el uniforme estándar para esto, yo me resisto a llevar chándal y voy con mi vaquero y mi polo, el hombre me mira y me dice con tono apremiante “sácame la polla”, obedezco, me gusta que tomen la iniciativa, que manden.
Paso la mano por encima de su polla antes de meter la mano por dentro del pantalón, no la noto todavía dura, me decepciona algo pero sigo adelante, con una mano estiro del pantalón y meto la otra buscando su polla, llego a los calzoncillos, son tipo bóxer, me ayudo con la otra mano y por fin encuentro el tesoro, tiro hacia abajo del calzoncillo y del pantalón del chándal y agarro la polla con la otra mano, está morcillona, empiezo a menearla y noto como se endurece, me gusta, qué sensación de orgullo me invade cuando la polla se pone dura al tacto, sigo meneándosela hasta que alcanza un tamaño considerable.
¿Qué puedo decir de esta polla? Es mi segunda polla, más pequeña que la anterior, es más fina y está ligeramente curvada hacia arriba, aun así es más grande que la mía, curiosamente noto el olor que desprende, de la primera no lo recuerdo, es un olor fuerte, intenso, pero no me desagrada, huele a polla y me gusta.
Sigo con el vaivén, lo hago lentamente, me gusta disfrutar del momento, estiro de la piel hacia abajo y me quedo mirando ese capullo brillante, me tiene completamente hipnotizado, en ese momento me dice que se la chupe, le digo que no, que solo le hago una paja y que si quiere paro, me dice que continúe pero que vaya más deprisa. Esa orden si la obedezco y comienzo a masturbarle más rápido, creo que tiene ganas de acabar, yo en cambio seguiría así una hora, pero él manda y yo obedezco, me siento solo como un instrumento para darle placer y esa sensación de sumisión me excita mucho.
Acelero la paja, se que se va a correr pronto, lo noto, veo como se tensa, me gustaría arrodillarme para poder oler su polla más de cerca pero temo que lo interprete mal y que quiera que me la meta en la boca y no estoy preparado todavía para eso, así que sigo haciéndole una paja lo mejor que se, lo mejor que puedo darle.
Quiero que se corra y que me manche, siento la necesidad de notar brotar su semen, por fin lo hace, acelero más la paja, gime, me encanta. El primer chorro se escapa, para el segundo me pongo en medio y cae sobre mis vaqueros en el lugar donde está mi polla completamente dura, sigo hasta que le dejo completamente vacío, cuando ha terminado me ordena que se la meta en el pantalón y obedezco.
Se va, yo me quedo un rato con mi mano completamente empapada en semen, se ha corrido a lo bestia, estoy orgulloso, tengo el vaquero manchado de su semen, acerco mi mano para olerlo, saco un pañuelo y me limpio.
Me voy al coche, hago lo mismo que la otra vez, me voy a un lugar algo más lejos y apartado, paso a la parte de atrás del coche y empiezo a masturbarme, tengo la polla completamente dura y empapada de líquido preseminal, ni siquiera con una mujer me he puesto así nunca, pienso en como me he sentido, en lo que me pone obedecer a un macho, no sé qué es lo que más me gusta si hacer la paja o que me ordenen hacer la paja, me corro en menos de 30 segundos.