Masturbando a un hombre

irem

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25 Jun 2023
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Buenas a todos, cuelgo dos relatos que colgue hace tiempo en pajilleros.
 
He dejado el coche algo apartado, ahora voy andando con el corazón a mil por hora, esta vez estoy decidido a hacerlo, desde hace unas semanas no hago más que pensar en ello, previamente al día de hoy he estado mirando páginas por Internet, informándome, buscando los sitios apropiados. En varias ocasiones me he acercado al lugar para ver el ambiente, para familiarizarme pero sin atreverme nunca a dar el paso, hoy por fin estoy decidido a hacerlo.

Hace calor, voy vestido con ropa informal, unos vaqueros y un polo de manga corta, mientras ando voy mirando a un lado y a otro para ver si hay alguien cerca, por fin veo a una persona al final del camino de tierra, está casi de espaldas y se protege del sol a la sombra de unos arbustos, también parece que los usa para medio ocultarse.

Me acerco despacio, con cautela, según llego veo que se gira, es un hombre algo mayor que yo, debe rondar los 60 años, yo estoy en los 54, lleva un chándal y un polo, es exactamente lo que busco, parece que estoy de suerte. Ahora solo necesito una señal. Le miro y me paro, no estoy seguro de que esté por lo mismo que yo, por fin hace un gesto, se acaricia la polla por encima del pantalón y me mira, asiento y me acerco, saludo con un educado buenas tardes, tengo el corazón que se me va a salir por la boca, ahora mismo no me siento excitado, tengo miedo.

El hombre me contesta con un hola, sigue acariciándose la polla por encima del pantalón, me mira y me dice que le siga, se aparta un poco del camino y nos quedamos a resguardo entre unos arbustos, de repente se saca la polla y empieza a masturbarse muy despacio. Tiene una polla gruesa, poderosa, mientras se masturba retira la piel del prepucio, le brilla, yo miro sus movimientos, sus gestos, con un hilo de voz le pregunto si quiere que le haga una paja, debo parecer idiota.

El hombre me mira y asiente mientras confirma con un si, deja de masturbarse y espera a que lo haga yo, adelanto la mano y toco su polla, es la primera vez en mi vida que toco otra polla. Está dura, me gusta el tacto empiezo a mover la mano por todo el tronco, le descapullo en cada vaivén, me gusta la sensación. Ahora se ha pasado el miedo y solo queda la excitación, estoy completamente empalmado y disfruto de la suavidad del miembro de este hombre en mi mano.

El hombre hace un gesto para tocarme la polla pero le paro con un no, le digo que solo quiero hacerle una paja, el me dice que se la chupe, le vuelvo a contestar con uno no y le digo de nuevo que solo quiero hacerle una paja, el hombre asiente y se deja hacer.

Tiene la polla dura como una roca, es más grande que la mía y me gusta la sensación, voy acelerando el ritmo, se me ha mojado la mano con líquido preseminal, no me da asco, me gusta porque además facilita la paja que le estoy haciendo. De repente veo como se acelera su respiración, me dice que se va correr, que soy su puta y que no pare, obedezco. No, no voy a parar, para eso he venido hasta aquí, para hacer que este hombre se corra, para sentir su polla en mi mano y ver los chorros de esperma salir.

Acelero la paja, el me anima, me insulta y me gusta, me llama su puta, me llama maricón y me dice que la próxima vez no me voy a librar de mamársela. Empieza a correrse, el primer chorro me pilla por sorpresa pero no paro, no quiero parar, ahora me siento poderoso, un chorro cae en mi pierna izquierda, la palma de mi mano se mancha con el semen. Sigo pajeándole hasta que ya no sale más. Saco un pañuelo y me limpio la mano, él me da las gracias, se mete la polla por dentro del pantalón y se va.

Termino de limpiarme la mano, tiro el pañuelo de papel y me voy hacia el coche, me monto, arranco, cuando ya me he alejado del lugar paro, salgo, me siento en la parte de atrás y me masturbo hasta correrme.
 
Han pasado ya dos semanas, recuerdo cada momento de la paja que le hice a aquel hombre, es pensarlo y empalparme e inevitablemente termino masturbándome, exactamente como ahora que mientras escribo tengo la polla muy dura y se que cuando termine de publicarlo iré a correrme.

Decido pasarme otra vez por la zona, en realidad ya he estado otras veces antes de esta aunque no iba con la idea de tener un encuentro sino solo con la intención de ir reconociendo el lugar.

Aparco el coche y voy andando, miro hacia los dos lados mientras me acerco, en mi fuero interno deseo encontrarme otra vez con aquel hombre aunque se que las posibilidades son remotas, llego al lugar, no hay nadie, me meto por el camino por donde me llevó la vez anterior y paso por el lugar donde hice mi primera paja, como no hay nadie sigo adelante, voy andando haciéndome el distraído por si me cruzo con alguien que no sepa nada de esto.

He andado ya unos doscientos metros y nada, me he cruzado con una pareja que pasea un perro y nadie más, me doy la vuelta decepcionado, cuando salgo al camino principal veo al otro lado a un hombre parado, me suena su actitud, empiezo a tener un sexto sentido para estas cosas, comienzo a andar despacio buscando un gesto de complicidad de la otra persona, si lo detecto estoy listo para cruzar la calle e irme con el.

Miro hacia el como distraído y como sigue sin hacer nada, soy yo el que se acaricia la polla con disimulo, solo un leve toque pero que inmediatamente produce una reacción en el individuo del otro lado, se toca también pero al contrario que yo no retira la mano, considero que la señal es clara y me acerco cruzando el camino, nos saludamos con un hola y sin decir nada más, empezamos a andar a una zona más discreta.

Llegamos, me paro a observarle, es más joven que yo, va vestido con chándal, debe ser el uniforme estándar para esto, yo me resisto a llevar chándal y voy con mi vaquero y mi polo, el hombre me mira y me dice con tono apremiante “sácame la polla”, obedezco, me gusta que tomen la iniciativa, que manden.

Paso la mano por encima de su polla antes de meter la mano por dentro del pantalón, no la noto todavía dura, me decepciona algo pero sigo adelante, con una mano estiro del pantalón y meto la otra buscando su polla, llego a los calzoncillos, son tipo bóxer, me ayudo con la otra mano y por fin encuentro el tesoro, tiro hacia abajo del calzoncillo y del pantalón del chándal y agarro la polla con la otra mano, está morcillona, empiezo a menearla y noto como se endurece, me gusta, qué sensación de orgullo me invade cuando la polla se pone dura al tacto, sigo meneándosela hasta que alcanza un tamaño considerable.

¿Qué puedo decir de esta polla? Es mi segunda polla, más pequeña que la anterior, es más fina y está ligeramente curvada hacia arriba, aun así es más grande que la mía, curiosamente noto el olor que desprende, de la primera no lo recuerdo, es un olor fuerte, intenso, pero no me desagrada, huele a polla y me gusta.

Sigo con el vaivén, lo hago lentamente, me gusta disfrutar del momento, estiro de la piel hacia abajo y me quedo mirando ese capullo brillante, me tiene completamente hipnotizado, en ese momento me dice que se la chupe, le digo que no, que solo le hago una paja y que si quiere paro, me dice que continúe pero que vaya más deprisa. Esa orden si la obedezco y comienzo a masturbarle más rápido, creo que tiene ganas de acabar, yo en cambio seguiría así una hora, pero él manda y yo obedezco, me siento solo como un instrumento para darle placer y esa sensación de sumisión me excita mucho.

Acelero la paja, se que se va a correr pronto, lo noto, veo como se tensa, me gustaría arrodillarme para poder oler su polla más de cerca pero temo que lo interprete mal y que quiera que me la meta en la boca y no estoy preparado todavía para eso, así que sigo haciéndole una paja lo mejor que se, lo mejor que puedo darle.

Quiero que se corra y que me manche, siento la necesidad de notar brotar su semen, por fin lo hace, acelero más la paja, gime, me encanta. El primer chorro se escapa, para el segundo me pongo en medio y cae sobre mis vaqueros en el lugar donde está mi polla completamente dura, sigo hasta que le dejo completamente vacío, cuando ha terminado me ordena que se la meta en el pantalón y obedezco.

Se va, yo me quedo un rato con mi mano completamente empapada en semen, se ha corrido a lo bestia, estoy orgulloso, tengo el vaquero manchado de su semen, acerco mi mano para olerlo, saco un pañuelo y me limpio.

Me voy al coche, hago lo mismo que la otra vez, me voy a un lugar algo más lejos y apartado, paso a la parte de atrás del coche y empiezo a masturbarme, tengo la polla completamente dura y empapada de líquido preseminal, ni siquiera con una mujer me he puesto así nunca, pienso en como me he sentido, en lo que me pone obedecer a un macho, no sé qué es lo que más me gusta si hacer la paja o que me ordenen hacer la paja, me corro en menos de 30 segundos.
 
Última edición:
a mi me pasaría igual , bonita experiencia. sigue contando mas me interesa ver como vas evolucionando.
 
Han pasado ya dos semanas, recuerdo cada momento de la paja que le hice a aquel hombre, es pensarlo y empalparme e inevitablemente termino masturbándome, exactamente como ahora que mientras escribo tengo la polla muy dura y se que cuando termine de publicarlo iré a correrme.

Decido pasarme otra vez por la zona, en realidad ya he estado otras veces antes de esta aunque no iba con la idea de tener un encuentro sino solo con la intención de ir reconociendo el lugar.

Aparco el coche y voy andando, miro hacia los dos lados mientras me acerco, en mi fuero interno deseo encontrarme otra vez con aquel hombre aunque se que las posibilidades son remotas, llego al lugar, no hay nadie, me meto por el camino por donde me llevó la vez anterior y paso por el lugar donde hice mi primera paja, como no hay nadie sigo adelante, voy andando haciéndome el distraído por si me cruzo con alguien que no sepa nada de esto.

He andado ya unos doscientos metros y nada, me he cruzado con una pareja que pasea un perro y nadie más, me doy la vuelta decepcionado, cuando salgo al camino principal veo al otro lado a un hombre parado, me suena su actitud, empiezo a tener un sexto sentido para estas cosas, comienzo a andar despacio buscando un gesto de complicidad de la otra persona, si lo detecto estoy listo para cruzar la calle e irme con el.

Miro hacia el como distraído y como sigue sin hacer nada, soy yo el que se acaricia la polla con disimulo, solo un leve toque pero que inmediatamente produce una reacción en el individuo del otro lado, se toca también pero al contrario que yo no retira la mano, considero que la señal es clara y me acerco cruzando el camino, nos saludamos con un hola y sin decir nada más, empezamos a andar a una zona más discreta.

Llegamos, me paro a observarle, es más joven que yo, va vestido con chándal, debe ser el uniforme estándar para esto, yo me resisto a llevar chándal y voy con mi vaquero y mi polo, el hombre me mira y me dice con tono apremiante “sácame la polla”, obedezco, me gusta que tomen la iniciativa, que manden.

Paso la mano por encima de su polla antes de meter la mano por dentro del pantalón, no la noto todavía dura, me decepciona algo pero sigo adelante, con una mano estiro del pantalón y meto la otra buscando su polla, llego a los calzoncillos, son tipo bóxer, me ayudo con la otra mano y por fin encuentro el tesoro, tiro hacia abajo del calzoncillo y del pantalón del chándal y agarro la polla con la otra mano, está morcillona, empiezo a menearla y noto como se endurece, me gusta, qué sensación de orgullo me invade cuando la polla se pone dura al tacto, sigo meneándosela hasta que alcanza un tamaño considerable.

¿Qué puedo decir de esta polla? Es mi segunda polla, más pequeña que la anterior, es más fina y está ligeramente curvada hacia arriba, aun así es más grande que la mía, curiosamente noto el olor que desprende, de la primera no lo recuerdo, es un olor fuerte, intenso, pero no me desagrada, huele a polla y me gusta.

Sigo con el vaivén, lo hago lentamente, me gusta disfrutar del momento, estiro de la piel hacia abajo y me quedo mirando ese capullo brillante, me tiene completamente hipnotizado, en ese momento me dice que se la chupe, le digo que no, que solo le hago una paja y que si quiere paro, me dice que continúe pero que vaya más deprisa. Esa orden si la obedezco y comienzo a masturbarle más rápido, creo que tiene ganas de acabar, yo en cambio seguiría así una hora, pero él manda y yo obedezco, me siento solo como un instrumento para darle placer y esa sensación de sumisión me excita mucho.

Acelero la paja, se que se va a correr pronto, lo noto, veo como se tensa, me gustaría arrodillarme para poder oler su polla más de cerca pero temo que lo interprete mal y que quiera que me la meta en la boca y no estoy preparado todavía para eso, así que sigo haciéndole una paja lo mejor que se, lo mejor que puedo darle.

Quiero que se corra y que me manche, siento la necesidad de notar brotar su semen, por fin lo hace, acelero más la paja, gime, me encanta. El primer chorro se escapa, para el segundo me pongo en medio y cae sobre mis vaqueros en el lugar donde está mi polla completamente dura, sigo hasta que le dejo completamente vacío, cuando ha terminado me ordena que se la meta en el pantalón y obedezco.

Se va, yo me quedo un rato con mi mano completamente empapada en semen, se ha corrido a lo bestia, estoy orgulloso, tengo el vaquero manchado de su semen, acerco mi mano para olerlo, saco un pañuelo y me limpio.

Me voy al coche, hago lo mismo que la otra vez, me voy a un lugar algo más lejos y apartado, paso a la parte de atrás del coche y empiezo a masturbarme, tengo la polla completamente dura y empapada de líquido preseminal, ni siquiera con una mujer me he puesto así nunca, pienso en como me he sentido, en lo que me pone obedecer a un macho, no sé qué es lo que más me gusta si hacer la paja o que me ordenen hacer la paja, me corro en menos de 30 segundos.
brutal.... me he corrido bien agusto imaginando que soy yo... lo he hecho solo un par de veces.... y estoy deseando repetir...tengo que dar el paso de una veeeez
 
Han pasado ya dos semanas, recuerdo cada momento de la paja que le hice a aquel hombre, es pensarlo y empalparme e inevitablemente termino masturbándome, exactamente como ahora que mientras escribo tengo la polla muy dura y se que cuando termine de publicarlo iré a correrme.

Decido pasarme otra vez por la zona, en realidad ya he estado otras veces antes de esta aunque no iba con la idea de tener un encuentro sino solo con la intención de ir reconociendo el lugar.

Aparco el coche y voy andando, miro hacia los dos lados mientras me acerco, en mi fuero interno deseo encontrarme otra vez con aquel hombre aunque se que las posibilidades son remotas, llego al lugar, no hay nadie, me meto por el camino por donde me llevó la vez anterior y paso por el lugar donde hice mi primera paja, como no hay nadie sigo adelante, voy andando haciéndome el distraído por si me cruzo con alguien que no sepa nada de esto.

He andado ya unos doscientos metros y nada, me he cruzado con una pareja que pasea un perro y nadie más, me doy la vuelta decepcionado, cuando salgo al camino principal veo al otro lado a un hombre parado, me suena su actitud, empiezo a tener un sexto sentido para estas cosas, comienzo a andar despacio buscando un gesto de complicidad de la otra persona, si lo detecto estoy listo para cruzar la calle e irme con el.

Miro hacia el como distraído y como sigue sin hacer nada, soy yo el que se acaricia la polla con disimulo, solo un leve toque pero que inmediatamente produce una reacción en el individuo del otro lado, se toca también pero al contrario que yo no retira la mano, considero que la señal es clara y me acerco cruzando el camino, nos saludamos con un hola y sin decir nada más, empezamos a andar a una zona más discreta.

Llegamos, me paro a observarle, es más joven que yo, va vestido con chándal, debe ser el uniforme estándar para esto, yo me resisto a llevar chándal y voy con mi vaquero y mi polo, el hombre me mira y me dice con tono apremiante “sácame la polla”, obedezco, me gusta que tomen la iniciativa, que manden.

Paso la mano por encima de su polla antes de meter la mano por dentro del pantalón, no la noto todavía dura, me decepciona algo pero sigo adelante, con una mano estiro del pantalón y meto la otra buscando su polla, llego a los calzoncillos, son tipo bóxer, me ayudo con la otra mano y por fin encuentro el tesoro, tiro hacia abajo del calzoncillo y del pantalón del chándal y agarro la polla con la otra mano, está morcillona, empiezo a menearla y noto como se endurece, me gusta, qué sensación de orgullo me invade cuando la polla se pone dura al tacto, sigo meneándosela hasta que alcanza un tamaño considerable.

¿Qué puedo decir de esta polla? Es mi segunda polla, más pequeña que la anterior, es más fina y está ligeramente curvada hacia arriba, aun así es más grande que la mía, curiosamente noto el olor que desprende, de la primera no lo recuerdo, es un olor fuerte, intenso, pero no me desagrada, huele a polla y me gusta.

Sigo con el vaivén, lo hago lentamente, me gusta disfrutar del momento, estiro de la piel hacia abajo y me quedo mirando ese capullo brillante, me tiene completamente hipnotizado, en ese momento me dice que se la chupe, le digo que no, que solo le hago una paja y que si quiere paro, me dice que continúe pero que vaya más deprisa. Esa orden si la obedezco y comienzo a masturbarle más rápido, creo que tiene ganas de acabar, yo en cambio seguiría así una hora, pero él manda y yo obedezco, me siento solo como un instrumento para darle placer y esa sensación de sumisión me excita mucho.

Acelero la paja, se que se va a correr pronto, lo noto, veo como se tensa, me gustaría arrodillarme para poder oler su polla más de cerca pero temo que lo interprete mal y que quiera que me la meta en la boca y no estoy preparado todavía para eso, así que sigo haciéndole una paja lo mejor que se, lo mejor que puedo darle.

Quiero que se corra y que me manche, siento la necesidad de notar brotar su semen, por fin lo hace, acelero más la paja, gime, me encanta. El primer chorro se escapa, para el segundo me pongo en medio y cae sobre mis vaqueros en el lugar donde está mi polla completamente dura, sigo hasta que le dejo completamente vacío, cuando ha terminado me ordena que se la meta en el pantalón y obedezco.

Se va, yo me quedo un rato con mi mano completamente empapada en semen, se ha corrido a lo bestia, estoy orgulloso, tengo el vaquero manchado de su semen, acerco mi mano para olerlo, saco un pañuelo y me limpio.

Me voy al coche, hago lo mismo que la otra vez, me voy a un lugar algo más lejos y apartado, paso a la parte de atrás del coche y empiezo a masturbarme, tengo la polla completamente dura y empapada de líquido preseminal, ni siquiera con una mujer me he puesto así nunca, pienso en como me he sentido, en lo que me pone obedecer a un macho, no sé qué es lo que más me gusta si hacer la paja o que me ordenen hacer la paja, me corro en menos de 30 segundos.
Cuando das el paso seguiente ?
 
Cuando das el paso seguiente ?
Han pasado ya dos semanas, recuerdo cada momento de la paja que le hice a aquel hombre, es pensarlo y empalparme e inevitablemente termino masturbándome, exactamente como ahora que mientras escribo tengo la polla muy dura y se que cuando termine de publicarlo iré a correrme.

Decido pasarme otra vez por la zona, en realidad ya he estado otras veces antes de esta aunque no iba con la idea de tener un encuentro sino solo con la intención de ir reconociendo el lugar.

Aparco el coche y voy andando, miro hacia los dos lados mientras me acerco, en mi fuero interno deseo encontrarme otra vez con aquel hombre aunque se que las posibilidades son remotas, llego al lugar, no hay nadie, me meto por el camino por donde me llevó la vez anterior y paso por el lugar donde hice mi primera paja, como no hay nadie sigo adelante, voy andando haciéndome el distraído por si me cruzo con alguien que no sepa nada de esto.

He andado ya unos doscientos metros y nada, me he cruzado con una pareja que pasea un perro y nadie más, me doy la vuelta decepcionado, cuando salgo al camino principal veo al otro lado a un hombre parado, me suena su actitud, empiezo a tener un sexto sentido para estas cosas, comienzo a andar despacio buscando un gesto de complicidad de la otra persona, si lo detecto estoy listo para cruzar la calle e irme con el.

Miro hacia el como distraído y como sigue sin hacer nada, soy yo el que se acaricia la polla con disimulo, solo un leve toque pero que inmediatamente produce una reacción en el individuo del otro lado, se toca también pero al contrario que yo no retira la mano, considero que la señal es clara y me acerco cruzando el camino, nos saludamos con un hola y sin decir nada más, empezamos a andar a una zona más discreta.

Llegamos, me paro a observarle, es más joven que yo, va vestido con chándal, debe ser el uniforme estándar para esto, yo me resisto a llevar chándal y voy con mi vaquero y mi polo, el hombre me mira y me dice con tono apremiante “sácame la polla”, obedezco, me gusta que tomen la iniciativa, que manden.

Paso la mano por encima de su polla antes de meter la mano por dentro del pantalón, no la noto todavía dura, me decepciona algo pero sigo adelante, con una mano estiro del pantalón y meto la otra buscando su polla, llego a los calzoncillos, son tipo bóxer, me ayudo con la otra mano y por fin encuentro el tesoro, tiro hacia abajo del calzoncillo y del pantalón del chándal y agarro la polla con la otra mano, está morcillona, empiezo a menearla y noto como se endurece, me gusta, qué sensación de orgullo me invade cuando la polla se pone dura al tacto, sigo meneándosela hasta que alcanza un tamaño considerable.

¿Qué puedo decir de esta polla? Es mi segunda polla, más pequeña que la anterior, es más fina y está ligeramente curvada hacia arriba, aun así es más grande que la mía, curiosamente noto el olor que desprende, de la primera no lo recuerdo, es un olor fuerte, intenso, pero no me desagrada, huele a polla y me gusta.

Sigo con el vaivén, lo hago lentamente, me gusta disfrutar del momento, estiro de la piel hacia abajo y me quedo mirando ese capullo brillante, me tiene completamente hipnotizado, en ese momento me dice que se la chupe, le digo que no, que solo le hago una paja y que si quiere paro, me dice que continúe pero que vaya más deprisa. Esa orden si la obedezco y comienzo a masturbarle más rápido, creo que tiene ganas de acabar, yo en cambio seguiría así una hora, pero él manda y yo obedezco, me siento solo como un instrumento para darle placer y esa sensación de sumisión me excita mucho.

Acelero la paja, se que se va a correr pronto, lo noto, veo como se tensa, me gustaría arrodillarme para poder oler su polla más de cerca pero temo que lo interprete mal y que quiera que me la meta en la boca y no estoy preparado todavía para eso, así que sigo haciéndole una paja lo mejor que se, lo mejor que puedo darle.

Quiero que se corra y que me manche, siento la necesidad de notar brotar su semen, por fin lo hace, acelero más la paja, gime, me encanta. El primer chorro se escapa, para el segundo me pongo en medio y cae sobre mis vaqueros en el lugar donde está mi polla completamente dura, sigo hasta que le dejo completamente vacío, cuando ha terminado me ordena que se la meta en el pantalón y obedezco.

Se va, yo me quedo un rato con mi mano completamente empapada en semen, se ha corrido a lo bestia, estoy orgulloso, tengo el vaquero manchado de su semen, acerco mi mano para olerlo, saco un pañuelo y me limpio.

Me voy al coche, hago lo mismo que la otra vez, me voy a un lugar algo más lejos y apartado, paso a la parte de atrás del coche y empiezo a masturbarme, tengo la polla completamente dura y empapada de líquido preseminal, ni siquiera con una mujer me he puesto así nunca, pienso en como me he sentido, en lo que me pone obedecer a un macho, no sé qué es lo que más me gusta si hacer la paja o que me ordenen hacer la paja, me corro en menos de 30 segundos.
me encanta tu narración…me identifico completamente con ese estado de fascinación pajera
 
Cuando había cines x mi amigo Antonio y yo decidimos ir uno .quedamos a las cinco y después de esperar un rato decidimos entrar pues en la puerta me podía encontrar a alguien conocido.
Había busque un poca gente busque un sitio cerca de la puerta.
Al principio estaba intranquilo pero ne fui relajando y disfrutando de la peli. Me saque la polla y empecé a tocarme. De pronto se sentó a mi lado un tío mayor, me tape la pollay me puse nervioso.
El sin más se sacó la suya y empezó a tocarse Yo todo nervioso no quería mirar , pero la curiosidad me pudo; y cual fue mi sorpresa tenia una polla grande y cabezona. Me miro y me dijo te gustaría tocarla, no dije nada solo se que al momento mis manos la cogía y le estaba haciendo una paja El se puso cómodo y solo decía más rápido chaval.
No tardo mucho en correrse y lo hizo con ganas por lo que salía de su polla. Mi mano estaba llena estaba calentita lo que me gustó.
El me miro y me dijo sacatela tu tuya , que te la voy a pajear. Me vale el pantalón y solo con tocarla un momento me corri.
Me levanté y salí de allí contento.
 
Han pasado ya dos semanas, recuerdo cada momento de la paja que le hice a aquel hombre, es pensarlo y empalparme e inevitablemente termino masturbándome, exactamente como ahora que mientras escribo tengo la polla muy dura y se que cuando termine de publicarlo iré a correrme.

Decido pasarme otra vez por la zona, en realidad ya he estado otras veces antes de esta aunque no iba con la idea de tener un encuentro sino solo con la intención de ir reconociendo el lugar.

Aparco el coche y voy andando, miro hacia los dos lados mientras me acerco, en mi fuero interno deseo encontrarme otra vez con aquel hombre aunque se que las posibilidades son remotas, llego al lugar, no hay nadie, me meto por el camino por donde me llevó la vez anterior y paso por el lugar donde hice mi primera paja, como no hay nadie sigo adelante, voy andando haciéndome el distraído por si me cruzo con alguien que no sepa nada de esto.

He andado ya unos doscientos metros y nada, me he cruzado con una pareja que pasea un perro y nadie más, me doy la vuelta decepcionado, cuando salgo al camino principal veo al otro lado a un hombre parado, me suena su actitud, empiezo a tener un sexto sentido para estas cosas, comienzo a andar despacio buscando un gesto de complicidad de la otra persona, si lo detecto estoy listo para cruzar la calle e irme con el.

Miro hacia el como distraído y como sigue sin hacer nada, soy yo el que se acaricia la polla con disimulo, solo un leve toque pero que inmediatamente produce una reacción en el individuo del otro lado, se toca también pero al contrario que yo no retira la mano, considero que la señal es clara y me acerco cruzando el camino, nos saludamos con un hola y sin decir nada más, empezamos a andar a una zona más discreta.

Llegamos, me paro a observarle, es más joven que yo, va vestido con chándal, debe ser el uniforme estándar para esto, yo me resisto a llevar chándal y voy con mi vaquero y mi polo, el hombre me mira y me dice con tono apremiante “sácame la polla”, obedezco, me gusta que tomen la iniciativa, que manden.

Paso la mano por encima de su polla antes de meter la mano por dentro del pantalón, no la noto todavía dura, me decepciona algo pero sigo adelante, con una mano estiro del pantalón y meto la otra buscando su polla, llego a los calzoncillos, son tipo bóxer, me ayudo con la otra mano y por fin encuentro el tesoro, tiro hacia abajo del calzoncillo y del pantalón del chándal y agarro la polla con la otra mano, está morcillona, empiezo a menearla y noto como se endurece, me gusta, qué sensación de orgullo me invade cuando la polla se pone dura al tacto, sigo meneándosela hasta que alcanza un tamaño considerable.

¿Qué puedo decir de esta polla? Es mi segunda polla, más pequeña que la anterior, es más fina y está ligeramente curvada hacia arriba, aun así es más grande que la mía, curiosamente noto el olor que desprende, de la primera no lo recuerdo, es un olor fuerte, intenso, pero no me desagrada, huele a polla y me gusta.

Sigo con el vaivén, lo hago lentamente, me gusta disfrutar del momento, estiro de la piel hacia abajo y me quedo mirando ese capullo brillante, me tiene completamente hipnotizado, en ese momento me dice que se la chupe, le digo que no, que solo le hago una paja y que si quiere paro, me dice que continúe pero que vaya más deprisa. Esa orden si la obedezco y comienzo a masturbarle más rápido, creo que tiene ganas de acabar, yo en cambio seguiría así una hora, pero él manda y yo obedezco, me siento solo como un instrumento para darle placer y esa sensación de sumisión me excita mucho.

Acelero la paja, se que se va a correr pronto, lo noto, veo como se tensa, me gustaría arrodillarme para poder oler su polla más de cerca pero temo que lo interprete mal y que quiera que me la meta en la boca y no estoy preparado todavía para eso, así que sigo haciéndole una paja lo mejor que se, lo mejor que puedo darle.

Quiero que se corra y que me manche, siento la necesidad de notar brotar su semen, por fin lo hace, acelero más la paja, gime, me encanta. El primer chorro se escapa, para el segundo me pongo en medio y cae sobre mis vaqueros en el lugar donde está mi polla completamente dura, sigo hasta que le dejo completamente vacío, cuando ha terminado me ordena que se la meta en el pantalón y obedezco.

Se va, yo me quedo un rato con mi mano completamente empapada en semen, se ha corrido a lo bestia, estoy orgulloso, tengo el vaquero manchado de su semen, acerco mi mano para olerlo, saco un pañuelo y me limpio.

Me voy al coche, hago lo mismo que la otra vez, me voy a un lugar algo más lejos y apartado, paso a la parte de atrás del coche y empiezo a masturbarme, tengo la polla completamente dura y empapada de líquido preseminal, ni siquiera con una mujer me he puesto así nunca, pienso en como me he sentido, en lo que me pone obedecer a un macho, no sé qué es lo que más me gusta si hacer la paja o que me ordenen hacer la paja, me corro en menos de 30 segundos.
Magníficos relatos amigo... ¿Son fantasías o son relatos autobiográficos? Muchas gracias por el detalle en cada uno de ellos.
 
Tenía que bajar al centro ,para hacer una gestiones. Me llevo un tiempo terminarlas. Cuando acabo tenía hambre y entre a desayunar a una cafetería que habia cerca.
Enfrente había un Sex shop que había estado cerrado y volvía a abrir. Me entró un cosquilleo y una excitacion. Desayune tranquilo sin dejar de mirar. Pague y salí y me acerqué y vio la hora que abría , faltaba un rato.
Me lamente y me aleje de allí.
Me dirigí para coger el metro para mi casa; no dejaba de darle vueltas a como estaría y que me podría encontrar.
Me di la vuelta y me plante en la puerta . Estaba la corredera a media altura, mire y no vi a nadie. A mi espalda oigo buenos días es que he ido por un café.
Espere que abriera y me explico las normas y el precio. Me comentó que por las mañanas no había mucho ambiente , que venía gente mayor sobretodo.
Me entretuve mirando el material que había. Sobre todo la lencería me decidí comprar unos tangas y un liguero ; me encanta la lencería. No me dio cuenta que había entrado un tío y que me estaba mirando. Me fui a pagar y marcharme.
Le di la ropa al dependiente la metió en una bolsa y saque mi tarjeta para pagar, y cual fue mi sorpresa que me dijo que tenía que ser en efectivo. Pues tenía problemas y no se lo habían arreglado.
Le devolví la ropa , cuando escucho no espera quédatela yo las pago.Saco un billete y pago.
Me quedé sin palabra y cuando reaccione le di las gracias y me disponía a salir a un cajero para pagarle, cuando me suelta la lencería es¿ para ti o tu pareja?.
Para mi ,entonces na vayas te la regalo si te las pones para mi.
Me quedé callado y a la vez muy excitado.
 
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