Limpiador de hotel

aitor4565

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27 Dic 2025
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Huelva
Sí, se que este trabajo es más normal que lo hagan mujeres, no por machismo ni por nada, sino que en la mayoría de hoteles las que limpian las habitaciones son mujeres. Pero este no es mi caso, soy hombre y estuve trabajando limpiando las habitaciones de un hotel 6 años, y la verdad es que he vivido momentos muy eróticos. Depende del apoyo del hilo os iré contando más historias.
 
La primera que me pasó, fue relativamente poco después de que entrara a trabajar en el hotel, estaba en la planta 3, y ya eran las 12:00 por ahí, y a esa hora no suele haber nadie en las habitaciones porque es la hora del servicio de habitaciones, y si estas pones el cartel de que no quiero que me hagan la habitación, bueno, recuerdo perfectamente que mi compañera (que he tenido alguna que otra historia con ella) y yo nos dividíamos las habitaciones, ella los impares y yo las pares. Yo iba más rápido que ella, me tocaba entrar en la habitación 346, y claro con la tarjeta mágica puedes abrir todas las habitaciones, entré y estaban las persianas cerradas y vi una imagen que nunca olvidaré, en la cama de la habitación había una mujer sentada y recostada al cabecero de la cama completamente desnuda, masturbándose y metiéndose el cepillo de dientes que regalaban a todos los huéspedes. Al ver esa imagen, nos miramos a los ojos el uno al otro y, aunque yo por dentro quería tirarme a la cama, comerle todo y terminar de masturbarla, tuve que retroceder y disculparme. Para mi sorpresa ella se levantó corriendo, y me cogió del hombro y me digo "no te quedes con las ganas, y hazlo, yo también lo necesito" pero tuve que rechazar la primera propuesta, al escuchar el no, ella cerró la puerta impidiéndome salir de su habitación, me cogió la mano y la puso sobre su teta, y me dijo "Relájate" y me llevó a la cama. Yo estaba totalmente inmóvil, pero por supuesto disfrutando, ella cogió otra vez mi mano y la puso sobre su coño, que estaba ardiendo por cierto, y me dijo "Hazlo, cuanto antes termines antes puedes seguir con tu trabajo", lo entendí a la primera, y empecé a meterle los dedos, mientras que ella gemía. No tardó mucho en terminar, cuando lo hizo me mojo la mano, y también la sabana bajera, y me dijo ya puedes marcharte. Con la cara desencajada abandoné la habitación, cerrando su puerta a mi paso, y con la suerte de que nadie había observado esa "extraña" experiencia. Al día siguiente, a la misma hora, me tocaba otra vez la habitación 346, y está vez llamé a la puerta, al ver que no contestaba nadie la abrí con mi llave, esta vez parecía otra habitación. Las cortinas estaban abiertas, las puertas del balcón igual, pero todo no iba a ser "perfecto", encima de la cama en la que ayer masturbe a una desconocida, había unas bragas y una carta que ponía "Gracias por la bonita experiencia, aquí tienes unas bragas mías con aquello que tanto me hiciste expulsar ayer" y en el sobre también había una foto de la "desconocida" totalmente desnuda. Cuando leí la carta y vi las bragas, efectivamente tenían una mancha de un líquido, que estoy seguro que orina no era. Sinceramente dudé en llevarme las bragas y la foto, pero me decidí en llevármelas. A día de hoy no he vuelto a tener contacto con ella, no se ni como se llama, ni donde vive, lo único que se es que me hizo experimentar una de las experiencias más eróticas de mi vida.
 
La primera que me pasó, fue relativamente poco después de que entrara a trabajar en el hotel, estaba en la planta 3, y ya eran las 12:00 por ahí, y a esa hora no suele haber nadie en las habitaciones porque es la hora del servicio de habitaciones, y si estas pones el cartel de que no quiero que me hagan la habitación, bueno, recuerdo perfectamente que mi compañera (que he tenido alguna que otra historia con ella) y yo nos dividíamos las habitaciones, ella los impares y yo las pares. Yo iba más rápido que ella, me tocaba entrar en la habitación 346, y claro con la tarjeta mágica puedes abrir todas las habitaciones, entré y estaban las persianas cerradas y vi una imagen que nunca olvidaré, en la cama de la habitación había una mujer sentada y recostada al cabecero de la cama completamente desnuda, masturbándose y metiéndose el cepillo de dientes que regalaban a todos los huéspedes. Al ver esa imagen, nos miramos a los ojos el uno al otro y, aunque yo por dentro quería tirarme a la cama, comerle todo y terminar de masturbarla, tuve que retroceder y disculparme. Para mi sorpresa ella se levantó corriendo, y me cogió del hombro y me digo "no te quedes con las ganas, y hazlo, yo también lo necesito" pero tuve que rechazar la primera propuesta, al escuchar el no, ella cerró la puerta impidiéndome salir de su habitación, me cogió la mano y la puso sobre su teta, y me dijo "Relájate" y me llevó a la cama. Yo estaba totalmente inmóvil, pero por supuesto disfrutando, ella cogió otra vez mi mano y la puso sobre su coño, que estaba ardiendo por cierto, y me dijo "Hazlo, cuanto antes termines antes puedes seguir con tu trabajo", lo entendí a la primera, y empecé a meterle los dedos, mientras que ella gemía. No tardó mucho en terminar, cuando lo hizo me mojo la mano, y también la sabana bajera, y me dijo ya puedes marcharte. Con la cara desencajada abandoné la habitación, cerrando su puerta a mi paso, y con la suerte de que nadie había observado esa "extraña" experiencia. Al día siguiente, a la misma hora, me tocaba otra vez la habitación 346, y está vez llamé a la puerta, al ver que no contestaba nadie la abrí con mi llave, esta vez parecía otra habitación. Las cortinas estaban abiertas, las puertas del balcón igual, pero todo no iba a ser "perfecto", encima de la cama en la que ayer masturbe a una desconocida, había unas bragas y una carta que ponía "Gracias por la bonita experiencia, aquí tienes unas bragas mías con aquello que tanto me hiciste expulsar ayer" y en el sobre también había una foto de la "desconocida" totalmente desnuda. Cuando leí la carta y vi las bragas, efectivamente tenían una mancha de un líquido, que estoy seguro que orina no era. Sinceramente dudé en llevarme las bragas y la foto, pero me decidí en llevármelas. A día de hoy no he vuelto a tener contacto con ella, no se ni como se llama, ni donde vive, lo único que se es que me hizo experimentar una de las experiencias más eróticas de mi vida.
Pufff, vaya historia...!!
 
interesante historia y gracias por compartirla, como dices no fue la única si que si te apetece puedes segur ......
 
Bueno ya que he visto que os ha gustado mi primera historia que viví como trabajador de hotel, os voy a contar otra de las muchas historias que viví en mis 6 años trabajando ahí.
Nos situamos a los pocos meses de la primera historia, seguía todo igual, salvo las decoraciones que según que época del año ponían para decorar el hotel, supongo para atraer a los niños. Yo seguía en el servicio de habitaciones, con mi compañera Carolina, una mujer con unos 30-35 años, sinceramente no estaba mal para mi edad, que en ese entonces era de 24, me atraía pero siempre la vi como una compañera de trabajo. Aún seguía en pie la ley de las habitaciones (ella limpiaba las impares y yo las pares), estábamos haciendo nuestro trabajo respectivamente, hasta que escuche un ruido bastante raro proveniente de una habitación de las que estaba enfrente de la habitación que estaba limpiando. Me alarmé y dejé mi trabajo para ver que pasaba, era mi compañera Carolina, que al parecer estaba sentada en la cama y estaba rara, le pregunté "Carolina, ¿Qué te pasa?" y ella con mala cara me contestó "me ha dado un fuerte mareo al agacharme, y he perdido el control del cuerpo". Me alarmó y le dije "vamos a las taquillas, que yo tengo en mi mochila unas pastillas para el mareo", bajamos los dos hasta la planta del parking, donde estaban nuestras taquillas, abrí mi taquilla y mi mochila y saqué las pastillas para el mareo, pero al girarme para entregárselas ella no estaba donde yo la había visto por última vez, me di cuenta de que estaba en el baño vomitando. Me acerqué a verla y al parecer se había manchado la ropa y se había meado encima, me preocupé mucho, ella dejó ya de vomitar y le dije "¿estás bien Carolina?" ella me dijo que si, pero yo sabía que no estaba muy bien que digamos, entonces le dije "Carolina, ¿Qué es por el trabajo?, vete a tu casa que yo me las apaño para terminar mis habitaciones y las tuyas", pero ella seguía diciendo que podía seguir. Entonces ella se sentó y me dijo "¿Me puedes traer de mi mochila, una camiseta, unos pantalones, un sujetador, y unas bragas que tengo de repuesto?" y yo sin pensar mucho lo que me dijo le dije que por supuesto, y eso hice, le llevé una camiseta, unos pantalones, el sujetador y unas bragas que tenía en la mochila. Al verlas ella me dijo "Por favor, ayúdame a vestirme" y le digo yo "Claro, venga quítate la ropa y ponte el sujetador y las bragas y ya te ayudo yo a ponerte la camiseta y los pantalones" pero ella me respondió "No, ayúdame a quitarme la ropa y a vestirme" y le dije "Enserio quieres" y ella asintió con la cabeza. Yo obviamente estaba preocupado por ella y con todas las ganas del mundo de ayudarla, pero también sentí un poco de excitación, la llevaba conociendo 7 meses y la verdad es que era un pibón, y ahora no solo verla desnuda sino que desnudarla y vestirla con mis propias manos, es algo raro y excitante a la vez, pero lo tenía que disimular. Entonces empecé quitándole la camiseta, luego los pantalones, seguido del sujetador y las bragas. La verdad que estuvo poco tiempo desnuda porque no quería que pasara frío pero la verdad es que el poder verle esa pedazo de tetas, que alguna vez que otra se habían asomado por el escote que ella algunas veces vestía, pero al descubierto nunca las había visto, y sobre todo lo que me sorprendió fue su coño, por fuera parece una mujer limpia, pero cuando le ves el coño como yo se lo vi, lleno de pelos y con una raja abierta, donde se le vía la clítoris, y al parecer se lo lavaba todas las mañanas porque, quitando el olor a orina, también tenía un olor a vainilla bastante apetecible, me hubiera encantado encontrarme un coño así en otra ocasión, porque me lo comería hasta que mi boca oliera igual o más a vainilla. Pero obviamente la tuve que vestir, entonces empecé por las bragas, que eran rosas y de tanga, luego por el sujetador que se lo abroché por detrás, que ahí fue donde pude verle el culazo que tenía y lo bien que le quedaba las bragas, y por último los pantalones y la camiseta. Una vez ya vestida me lo agradeció y subimos a la planta para seguir con nuestro trabajo, yo hice mis habitaciones lo más rápido posible, mientras ella hacia lentamente las suyas, y cuando terminé fui con ella a sus habitaciones para ayudarla a terminarlas, y lo logramos, aunque terminamos un poco tarde. Al terminar nuestra jornada, volvimos a la sala de taquillas y eso, y allí, ella ya estaba mejor y me dio las gracias de nuevo antes de irse, nos despedimos, y ella se marchó a su casa, y yo siempre me suelo quedar 5 minutos allí solo para tomarme una Coca-Cola, y esta vez no iba a ser distinto, la abrí y me la empecé a tomar, mientras recordaba todo lo vivido hoy e intentaba no olvidarme del cuerpo desnudo de mi compañera Carolina, hasta que en el suelo al lado del banco donde había vestido a Carolina, vi las bragas sucias y su sujetador, al verlo se me ocurrieron dos ideas, llamarla para que volviera a recogerlas, o quedármelo yo sin que nadie se enterara. Escogí la segunda opción, en los meses que llevaba trabajando ya había conseguido: unas bragas con squirt de una desconocida, unas bragas llenas de orina de mi compañera y con olor a vainilla y un sujetador con olor a mi compañera.
Al día siguiente día, al verla le pregunté como estaba y ella me miró con una cara como si supiera lo que yo había hecho pero no le molestaba, y me respondió que ya estaba bien, y por tercera vez me dio las gracias.
 
La primera que me pasó, fue relativamente poco después de que entrara a trabajar en el hotel, estaba en la planta 3, y ya eran las 12:00 por ahí, y a esa hora no suele haber nadie en las habitaciones porque es la hora del servicio de habitaciones, y si estas pones el cartel de que no quiero que me hagan la habitación, bueno, recuerdo perfectamente que mi compañera (que he tenido alguna que otra historia con ella) y yo nos dividíamos las habitaciones, ella los impares y yo las pares. Yo iba más rápido que ella, me tocaba entrar en la habitación 346, y claro con la tarjeta mágica puedes abrir todas las habitaciones, entré y estaban las persianas cerradas y vi una imagen que nunca olvidaré, en la cama de la habitación había una mujer sentada y recostada al cabecero de la cama completamente desnuda, masturbándose y metiéndose el cepillo de dientes que regalaban a todos los huéspedes. Al ver esa imagen, nos miramos a los ojos el uno al otro y, aunque yo por dentro quería tirarme a la cama, comerle todo y terminar de masturbarla, tuve que retroceder y disculparme. Para mi sorpresa ella se levantó corriendo, y me cogió del hombro y me digo "no te quedes con las ganas, y hazlo, yo también lo necesito" pero tuve que rechazar la primera propuesta, al escuchar el no, ella cerró la puerta impidiéndome salir de su habitación, me cogió la mano y la puso sobre su teta, y me dijo "Relájate" y me llevó a la cama. Yo estaba totalmente inmóvil, pero por supuesto disfrutando, ella cogió otra vez mi mano y la puso sobre su coño, que estaba ardiendo por cierto, y me dijo "Hazlo, cuanto antes termines antes puedes seguir con tu trabajo", lo entendí a la primera, y empecé a meterle los dedos, mientras que ella gemía. No tardó mucho en terminar, cuando lo hizo me mojo la mano, y también la sabana bajera, y me dijo ya puedes marcharte. Con la cara desencajada abandoné la habitación, cerrando su puerta a mi paso, y con la suerte de que nadie había observado esa "extraña" experiencia. Al día siguiente, a la misma hora, me tocaba otra vez la habitación 346, y está vez llamé a la puerta, al ver que no contestaba nadie la abrí con mi llave, esta vez parecía otra habitación. Las cortinas estaban abiertas, las puertas del balcón igual, pero todo no iba a ser "perfecto", encima de la cama en la que ayer masturbe a una desconocida, había unas bragas y una carta que ponía "Gracias por la bonita experiencia, aquí tienes unas bragas mías con aquello que tanto me hiciste expulsar ayer" y en el sobre también había una foto de la "desconocida" totalmente desnuda. Cuando leí la carta y vi las bragas, efectivamente tenían una mancha de un líquido, que estoy seguro que orina no era. Sinceramente dudé en llevarme las bragas y la foto, pero me decidí en llevármelas. A día de hoy no he vuelto a tener contacto con ella, no se ni como se llama, ni donde vive, lo único que se es que me hizo experimentar una de las experiencias más eróticas de mi vida.
Brutal!, no no s dejes con ganas …cuenta tus historias por favor!
 
La historia que os voy a contar es más corta, pero igual de caliente que las otras. Si veo que recibe apoyo hoy mismo subo otra corta.
La verdad es que mi primer año trabajando en el hotel fue bastante movidillo, las historias anteriores pasaron en este primer año, pero aún quedan historias de mi primer año, como la que os voy a contar hoy. Esta historia se sitúa en Junio, cuando ya empieza más o menos el verano, pero aún todavía el hotel no esta lleno. Estaba trabajando como siempre en el servicio de habitaciones con mi compañera (aunque la podría considerar amiga en ese instante) Carolina, y nosotros nos encargábamos de las plantas 1-4, siempre empezábamos de arriba a abajo. Pues un día de Junio, mientras hacíamos nuestro trabajo habitual, en la habitación 126 estaba totalmente vacía pero desordenada, y por la mañana me dieron la orden de limpiarla y dejarla arreglada para unos nuevos huéspedes, por ello lo hice y la deje impecable. Bueno pues al día siguiente, sobre las 12:30 más o menos, me tocaba limpiar la misma habitación, y al entrar había algo de luz, abrí la puerta del cuarto de baño, y al encender la luz, vi una imagen que me impacto mucho, estaba todo el suelo mojado (y no de agua), la encimera del lavabo también mojada y lo más sorprendente fue ver encima de la encimera una polla de goma y dos vibradores de estos que te los puedes meter. Al ver esta imagen retrocedí y me decidí a ver la cama (algo que me arrepiento y no a la vez), en ella había dos chavalas jóvenes, rondando los 18-19 años, totalmente desnudas y destapadas y bastante cerquita, una tenía el pelo castaño, delgadita pero con unas pedazo de tetas y un culazo, y la otra era un poco más ancha, con las tetas un poco más pequeñas, pero con un culazo y con el coño peludito y abierto, y por si no fuera poco encima de la mesa de noche había un bote de lubricante femenino. Al ver esa imagen retrocedí y cerré la puerta para dejar esa habitación o sin hacer, o esperar a que las inquilinas abandonaran la habitación para poder hacerlo, y eso último fue lo que pasó. Al poco tiempo ya me había alejado de esa habitación, cuando escuché una puerta abrirse y algunas voces, efectivamente eran ellas dos saliendo de la habitación con su equipaje, y iban diciendo "se nos ha hecho tardísimo", "como nos descubran nuestros padres estamos muertas" y cosas por el estilo. Ahí fue cuando lo entendí todo, eran dos universitarias o estudiantes, que ya son mayores de edad y tienen un sueldo, que quisieron tener una noche mágica juntas, y la verdad que la tuvieron, pero el check out del hotel era a las 12, y ellas salieron sobre las 12:50 por lo que tuvieron que pagar más. Al terminar toda la planta volví a la habitación 126, esta vez vacía, al entrar estaba casi todo en orden, o por lo menos fue su intención, ya que en el baño todo lo mojado (que ya entiendo lo que era) no estaba pero habían varias toallas empapadas en la ducha, dos por lo menos eran de ellas porque cuando estaban en la cama se veían mojadas (aunque podría ser de sudor, después de su mágica noche). Y eso no era todo en la cama habían muchas manchas en la sabana bajera, sinceramente las olí y olían a lo que me imaginaba que era, una mezcla entre squirt y el lubricante femenino, y al parecer se lo olvidaron en la mesa de noche. Pero eso no fue lo único que se olvidaron, ya que debajo de la cama encontré dos tangas, uno de color rosa y el otro de color negro, bastante húmedos, y de verdad no entiendo como tengo la suerte de conseguir tanta ropa interior usada, en un año ya había conseguido 5 cosas, las bragas de la desconocida, el sujetador y las bragas de mi amiga Carolina, y ahora dos tangas de las dos jovencitas que habían tenido una noche de escándalo. Por supuesto me las llevé, y el lubricante lo tiré.
 
Vaya colección que estás haciendo. Muy excitante todas las historias. Gracias por contarlas y espero que sigas.
 
Oye ... puedes ponerlas en venta ...... Tu tipo de narración seguro provoca demanda de trabajo hotelera en aumento ...
 
Bueno como os he prometido, aquí tenéis otra de mis queridas historias.
Poco tiempo antes de cumplir un año trabajando en el hotel, recibo la noticia de que mi amiga Carolina ya no trabajaría más conmigo, ya que la pondrían en un mejor sitio, porque ella llevaba 3 años trabajando en el hotel. El día llegó, el último día con Carolina como compañera, yo estaba un poco triste, porque que se me vaya una amiga, y unos de los motivos por los que me levantaba con ganas de ir al trabajo (que era verla, porque está buenísima), no es algo muy feliz la verdad, pero todo lo bueno se acaba, aunque la podría seguir viendo no era igual. Y bueno estuvimos haciendo nuestro trabajo como de normal, y terminamos pronto. Al llegar a la sala donde están nuestras taquillas, le dije "oye Carolina me gustaría que está noche saliéramos a cenar para recordar y conmemorar los buenos momentos que hemos pasado trabajando juntos" y ella aceptó, pero me dijo "quiero que sepas algo" y yo me intrigué mucho la verdad, y ella me dijo "Desde el día aquel en el que me fatigué y tu me ayudaste, te veo de otra manera, ¿te crees que no me di cuenta de que te quedaste con mi sujetador y mis bragas?", después de que me dijera eso me alarmé mucho pero me quedé callado, y ella también dijo "¿También te crees que no me di cuenta que cuando estaba desnuda me miraste TODO?", y ya con eso me alarmé por completo y me puse a pensar en una excusa para eso, y cuando se la intento dar ella me tapa la boca y me dice "Shh, no hace falta que me des explicaciones. Yo se lo que tú quieres" Tras eso, mientras con una mano me tapaba la boca, con la otra se empezaba a quitarse el pantalón, y diciéndome "¿Es esto lo que quieres?" Ya con el pantalón quitado, me cogió del cuello sin hacer fuerza y me llevó a uno de los bancos para que me sentara, y allí siguió con su trabajo, se quitó la camiseta, quedándose solo con el sujetador y con el tanga rojo que llevaba. En ese instante me dijo "¿Ahora qué?" y yo seguía callado sin poder imaginarme lo que estaba viviendo, tras no escuchar nada dijo "No soy adivina, pero a lo mejor te puedo leer la mente" y me empezó a bajar los pantalones y los calzoncillos, dejándome la polla fuera (que por supuesto estaba empinadísima después de ver a ese pibón desnudándose), y tras eso me la empezó a chupar, en ese momento ya parece ser que volví al mundo y le dije "Creo que lees las mentes" mientras con mi mano izquierda le hacia fuerza en la cabeza contra mi polla, chupaba y chupaba y más le gustaba, hasta que noté que me iba a correr y se lo dije y me respondió "Córrete en mi boca" y por supuesto cumplí sus ordenes y lo hice, y ella posteriormente lo escupió encima de mi polla y siguió chupando, esta vez con un lubricante natural, hasta que me volví a correr en su boca, pero esta vez se levanto y se lo tragó. Después de esto la verdad que yo ya estaba satisfecho, pero al parecer ella no y me dijo "¿Tan rápido te satisfaces?, con la de cosas que podemos hacer" y le respondí "Házmelas aunque sea lo último que haga", al escuchar eso ella se empezó a quitar el sujetador y colocó sus pedazo de tetas en mi polla y empezó a frotar, yo ya no tardé mucho en correrme pero lo hice y encima sobre las tetas de Carolina, ¿Qué mas quería? Pero ella con todo eso tampoco estaba conforme, y se quitó las bragas, y me dijo "Se que te gusta el olor a vainilla, porque no la pruebas?" tras eso entendí rápidamente que se refería a que le comiera el coño, ya que me pasé más de un mes oliendo sus bragas con ese magnifico olor, y por supuesto lo hice, le metí la lengua, y fue una maravilla, comerme un coño así y que encima oliera a vainilla no es una experiencia que se vive todos los días. Al correrse en mi boca, hice lo mismo que ella había hecho antes conmigo, me tragué todo su squirt (y la verdad que si sabia un poco a vainilla). Tras eso yo me senté, y ella se sentó encima mía y nos empezamos a liar, tenía una boca y una lengua perfectas, pero con Carolina cualquier momento puede incluir sorpresa, porque mientras nos liábamos cogió con la mano mi polla y se la metió en el coño, y empezó a trotar encima de mi polla, ya nos paramos de liar y yo la cogí por las cinturas y empecé a seguir sus movimiento con mis brazos, y terminé corriéndome dentro de su coño, y para sorpresa mía, porque ya me había dejado seco con las tres masturbaciones anteriores, le llené el coño y de hecho no cabía todo el semen. Tras todo lo vivido, estuvimos sin exagerar más de 1 minuto mirándonos a la cara sin hacer ningún ruido, pero yo rompí el hielo y le dije "¿Estás satisfecha ya?" y ella me respondió "Mientras lo estés tú lo estoy yo, si aún no estás satisfecho recuerda que sigue en pie lo de esta noche" y le respondí "Ahora mismo estoy satisfecho, está noche no se si lo voy a seguir estando".


PD: Si queréis saber lo que pasa en la cena y después dadle apoyo al post. Gracias
 
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