El Fruto Prohibido. ( Continuación - 375 )
La mañana continuó avanzando y llegó la hora del almuerzo; como casi todos los días, Carmen me avisó cuando ya se iba a la sala de descanso a ir preparando lo que había traído ese día.
----- Enseguida voy... ----- le respondí.
Y así fue que unos minutos más tarde cerré aquella tarea que estaba llevando a cabo, dejándola lista para continuarla un poco más tarde... Y sin más fui a reunirme con Carmen que ya me estaba esperando con la mesa puesta y lista para servir aquel arroz risotto con alcachofas que había traído como menú.
Según me senté y me sirvió, le di las gracias y comenzamos a comer.
----- ¿ Que tal está ? ----- me preguntó.
Y mientras daba un bocado le respondí haciendo un gesto de aprobación...

Ella mantuvo su semblante serio, y nada más probarlo fue que me dijo:
----- No es por nada, pero parece que Rosa y tu os estáis haciendo muy amigos... ¿ no ?
La miré un tanto sorprendido...

y tras sonreír le dije:
----- ¿ A que viene eso ?
----- No viene a nada, solo que últimamente os veo con muy bien rollito...
----- ¿ Y que tiene de malo ?
----- No, no tiene nada... pero me resulta curioso.
Me reí levemente



y le dije:
----- ¿ Por que curioso ? Sabes que nos conocimos hace tiempo.
----- Si, ya... en la universidad.
----- Exacto, así es. Y ahora pasado el tiempo nos hemos vuelto a encontrar; y como ya te he dicho, no pasa por buenos momentos.
----- Si, ya lo se.
----- Pues no se que te puede resultar curioso, por que creo que es normal el que quiera hablar con alguien que la escuche y comprenda.
----- ¿ Y tienes que ser tu ese alguien ?
Hice un gesto de paciencia y le respondí:
----- A ver, no soy un desconocido para ella, y tampoco formo parte de su entorno.
Entonces vi como que continuaba comiendo sin hacer caso a lo que le decía.
----- A ver Carmen... ¿ Que problema tienes con que me lleve bien con Rosa ?
Me miró un par de segundos y me respondió:
----- No tengo problema alguno.
Hice un gesto como de no creerla y le respondí:
----- Pues no lo parece...
Entonces me miró con el semblante ya serio y me dijo:
----- Mira Danny, últimamente veo que hay unas cuantas lobas que revolotean como mariposas en torno tuyo.
Fue que la miré sorprendido...


y tras reírme



le dije:
----- Pero por favor... Carmen... ¿ De donde sacas semejante cosa ?
Torció el gesto y me respondió:
----- Ayer por la noche sin ir más lejos...
----- ¿ Ayer por la noche ? ----- dije extrañado.
----- Si, cuando estábamos en la cafetería con tus vecinas.
----- ¿ Marisa y Sofía ?
Y haciendo gestos afirmativos me respondió en tono de evidencia:
----- Las mismas.
Ahora si que estaba más sorprendido...


y le pregunté:
----- ¿ Que pasa con ellas ?
----- Pues pasa que mientras estabas en la barra menudas miradas te echaban las dos... me percaté de ello y no creas que les cortó el que yo estuviera delante.
Ahora si que me reí con ganas



y le dije:
----- Ay Carmen, a veces eres la leche.
----- Fue lo que vi y no me gustó.
Entonces sonreí negando con gestos y le dije:
----- Y por lo que veo, con Rosa completas el trío... ¿ no ?
Hizo gestos negativos y me respondió:
----- No completo nada; es más, contra Rosa no tengo nada en contra, pero percibo que últimamente busca estar a tu lado.
----- Yaaaaa... Y eso te molesta... ¿ verdad ?
----- No, en absoluto. pero tampoco quiero que se equivoque.
Entonces tomé su mano y la puse entre las mias a la vez que le respondía:
----- Tranquila que no se va a equivocar; y si cometiese algún error ya me encargaría yo de coregírselo de inmediato.
----- Eso espero.
Y ahí dejamos este dialogo porque entraba más gente a comer en la sala; entre ellos Inma y Konrad que se sentaron con nosotros en nuestra mesa. Pero aún así me quedó cierto miedo en el cuerpo con eso que me había contado sobre Marisa y Sofía...




Crucé los dedos



e invoqué a todas las deidades habidas y por haber para que Marisa no contase a su amiga nada de lo que habíamos tenido ni tampoco el motivo de nuestro desencuentro...



Más tarde reanudamos la jornada, que aquel día se alargó más de lo habitual por las tareas que se me habían ido acumulando. Carmen se quedó más allá de su turno y me estuvo asistiendo junto con Angela, lo cual le supuso ganar un par de horas extra.
Cuando por fin pude terminar aquella jornada de solo ante el peligro, dejé todo cerrado y di algunas indicaciones a quienes se quedaban por la tarde; a continuación salimos al parking y tomamos de nuevo el coche. Pusimos rumbo a mi casa, tal y como teníamos planeado; y a donde llegamos sin mayor novedad.
Una vez que dejamos el coche estacionada en mi plaza en el garaje, tomamos el ascensor y subimos a mi planta. Una vez allí abrí la puerta de mi apartamento y cedí el paso aCarmen para que entrase ella primero.
Me sonrió, y tras darme un pico en los labios

y dijo:
----- Ay mi chico, siempre tan gentil y caballeroso.
Hice un gesto de evidencia y acaricié su mejilla mientras apretaba una sonrisa.
Una vez que entramos, pasamos directos al salón y allí dejé mis cosas sobre la mesa; Carmen se puso frente a mi, y poniendo sus manos sobre mis hombros me miró con una sugerente sonrisa dibujada en sus labios. A continuación se fue acercando y acercando, hasta que unió sus labios con los míos en un cálido y sensual beso

que me supo a gloria bendita.
Tras ello nos miramos unos segundos a los ojos, y tras un gesto arqueando las cejas, fue que le dije:
----- Estoy agotado.
----- No me extraña, menudo día que hemos tenido. ----- me respondió.
Hice un gesto afirmativo mientras apretaba los labios, y ella sonriendo me dijo:
----- Aunque más agotado te voy a dejar yo.
Me reí...


y en tono de lamento le dije:
----- No ando para muchos trotes hoy.
Me miró un tanto sorprendida

y me dijo:
----- No me lo creo... Vamos y que no se diga, por que hoy tienes que estar a la altura... Una hembra de mi calibre lo merece.
La miré riendo...


y le respondí:
----- Eso sin duda.
Entonces se acercó de nuevo, y tras posar sus labios sobre los míos, volvimos a besarnos de manera dulce

con altas dosis de sensualidad.
A continuación me miró y me dijo:
----- De momento nos vamos a ir al cuarto.
Hice un gesto afirmativo y le respondí:
----- Si, pero antes voy a poner la calefacción.
Sonrió y me respondió:
----- Si mi amor que está haciendo frío.
Me fui al tendedero, que era donde tenía instalada la caldera de gas, la cual puse en marcha y la dejé funcionando tras hacer unas comprobaciones. Me froté los brazos porque allí noté que hacía frío de verdad...





Tras poner la caldera en marcha me fui para el cuarto donde Carmen ya me esperaba tumbada sobre la cama; según entré me indicó que me tumbase a su lado, y eso hice. Así fue que iniciamos un juego de continuos abrazos y besos de todo tipo...









en medio de tiernas caricias cargadas con mucha sensualidad. Después fue que ella misma comenzó a quitarme ropa hasta que me dejó con el torso desnudo... Y a continuación me indicó que me tumbase boca abajo, y eso fue lo que hice. Después ella se sentó sobre mi trasero y comenzó a másajear mi espalda, recorriéndola por completo con sus suaves manos extendidas.
----- Relájate mi amor... ----- susurró.
Y eso hice cerrando los ojos, dejando que mi mente flotase libremente.
----- Ya verás que bien quedas... ----- añadió.
Me fui dejando hacer mientras sentía como sus suaves manos se iban moviendo muy certeramente por mis hombros, cuello y espalda, lo cual me iba provocando un estado de relax total; tanto que sin ser consciente me quedé profundamente dormido...



Más tarde fue ella misma quien agitando suavemente mi hombro me despertó.
----- Vamos cariño, despierta... ----- me decía.
Tras varios intentos fui recobrado la consciencia sin saber realmente que había ocurrido y donde me encontraba...




Pero enseguida mis neuronas se ordenaron y me hicieron bajar de nuevo a la realidad.
Suspiré profundamente, y tras darme la vuelta pude ver a Carmen sonriendo mientras estaba a mi lado sentada sobre la misma cama.
Me restregué los ojos y dije:
----- Joder, me he dormido.
Y riendo



me respondió:
----- Si, pero te ha venido bien... ¿ A que si ?
Hice un gesto afirmativo y le pregunté:
----- ¿ Cuanto he dormido ?
----- Poco... así como un cuarto de hora.
----- Nada más... ----- dije sorprendido.
----- Si, nada más. ¿ por que ?
Me estiré torciendo mi columna hacia un lado y otro, para responderle a la vez:
----- Porque me parece que ha sido más.
Ella se rió




y me preguntó:
----- ¿ Como te sientes ?
----- Mucho mejor... ----- le respondí.
Y sonriendo se fue acercando para darme un breve pico en los labios

y decirme a continuación:
----- Necesitabas relajarte.
Afirmé con un gesto, y agarrando su brazo la atraje hacia mi y le dije:
----- Si es que vales tu peso en oro.
Ella se rió de nuevo



y me respondió:
----- No será para tanto.
----- Eso y más. ----- le dije.
Entonces pegué mis labios a los suyos y apretándola en medio de mis brazos, fue que la besé con pasión e intensidad...


----- Eres una bendición que ha caído en mi vida... ----- le confesé.
Sonrió de nuevo, y a cercándose otra vez, puso sus labios sobre los míos y volvimos a besarnos otra vez con pasión e intensidad...



solo que esta vez humedecí y recorrí sus labios con la punta de mi lengua.
A continuación, ella se apartó de mi lado, y mirándome con una sonrisa muy sugerente, comenzó a quitarse ropa, hasta que se quedó solo con un pequeño tanga en color rojo, y que le quedaba de maravilla, haciéndola aún más apetecible.
Acto seguido y tras indicaciones suyas, me quité el pantalón y me quedé solo con el slip que llevaba puesto.
Me miró sonriendo de manera muy sugerente y me dijo susurrando:
----- Ahora me toca a mi.
La miré un tanto sorprendido



y le confesé:
----- Pero si yo no se dar masajes, no tengo ni la menor idea.
Y sin dejar de sonreír me respondió:
----- No importa cariño, yo te iré indicando.
Continuará..........................................................