Cuernos, tal vez no diria cuernos. He disfrutado ambas situaciones muchas veces. Ambas me agradan y son excitantes. Lo que me excita es saber o ver que mi amada goza libremente. Si esta ausente, y puedo recibirla o reunirme con ella despues de su placer, siempre le pido que no se bañe. Me causa particular excitación recibirla transpirada, sucia del sexo reciente, su culito todavia con lubricante, su sexo chorreado de semen mezclado con sus propios jugos, uff, me acuerdo y me excito. Alguna vez la esperé fuera del hotel donde se revolcaba con su amante, nos despedimos de él y volvimos a ingresar a la misma habitación (la recepcionista se extraño un poco de nuestra peticion por esa habitacion particular y nuestra solicitud de no asearla, luego reconoció a mi esposa como la cliente reciente, entendio nuestra fantasia y se sonrojó, pero nos concedió nuestro deseo), pude gozar a mi esposa en las mismas sábanas revueltas donde habia gozado momentos antes con su amante.
Bueno otras veces, yo estoy lejos por trabajo y ella goza libremente, algunas veces podemos escucharnos por telefono mientras ella disfruta.. Pero no siempre se puede.
Coincido casi en todo contigo y es muy excitante lo que hacéis. Yo he experimentado las dos situaciones. Normalmente, porque vivimos lejos, cogemos un apartamento para los encuentros. Otras veces dos habitaciones de hotel, es decir siempre estoy cerca . Unas veces participo y otras quieren estar solos. Ella se va a su habitación y regresa cuando quiere. Los dos corneadores tienen claro, que mi esposa es libre para hacer lo que le apetezca y mi mayor deseo es que disfrute al máximo.
Con respecto a los bajones, tenemos claro, que cuando tenemos previsto un encuentro, no mantenemos relaciones desde una semana antes, para estar a tope los dos. Ella sabe que cuando esté con su macho tiene que disfrutar lo que pueda. Cuando él se va, es el momento de disfrutar nosotros dos. Cuesta, pero es la mejor forma de disfrutar a tope y que no aparezcan ni los celos, ni los malos rollos. Os lo recomiendo y luego lo contáis.
Con respecto a con que forma se disfruta más, yo diría que cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes y en la variedad está el morbo y el disfrute. Disfruto cuando vuelve radiante y gozosa, con su regalo entre las piernas. Y disfruto también participando y ayudando a que disfrute de los dos y a que también disfruten los dos.
Yo empiezo a disfrutar desde el primer momento, en el que hay posibilidades de tener un encuentro. Busco el apartamento u hotel, donde vamos a quedar, ya me empiezo a imaginar el sitio y circunstancias, voy pensando en cómo va a ir vestida, que se va a poner para la noche ( a veces es el macho el que me indica, lo que le gustaría), comidas, bebidas, ........
Es decir mi cabeza disfruta de cada detalle y de cada preparativo, hasta el encuentro, eso sí en abstinencia total, hasta que termina cada encuentro.
Otra cuestión que disfruto a posteriori, durante mucho tiempo, son las grabaciones de sonido que hago sin que ellos se enteren. No es por espiarlos, ni por desconfianza o celos. Sencillamente porque es muy morboso hasta él último detalle .....
Tenemos máxima confianza el matrimonio, me cuenta todo, pero ese suspiro, ese gemido, ese comentario ...... o bien es imposible describirlo o le da corte, pues piensa que no tiene mayor importancia ese detalle, o que puede hacerme daño. Grabo con un móvil viejo, se pueden grabar hasta 10-12 horas de sonido, me las arregló para esconderlo y que no lo descubran, es importante que nunca lo sepan y nunca nos vayamos de la lengua, pues ya no sería lo mismo, si lo saben. Ya se que a algunos les parecerá mal y es ilegal, pero mi conciencia está muy tranquila pues nadie lo sabrá nunca y es esclusivo para mi morbo, hay encuentros que me los sé de memoria de las veces que los he escuchado.
Cada uno es libre para decidir lo que quiere hacer, siempre que no comprometa la libertad de los demás.
Resumiendo abstinencia o jaulita y disfrutar hasta del último detalle, de cada encuentro.