22
Gema
Me desperté desorientada. Miré a mi alrededor sin saber donde estaba. Me incorporé y entonces me di cuenta que estaba en casa de Dani. Me dolía muchísimo la cabeza, tenía que medirme el azúcar. Me levanté y vi algo que me alarmó, mis medicinas. Y entonces recordé la orgía y me puse enferma.
Miré a mi alrededor y vi mi vestido y zapatos en el suelo. Los cogí y también vi mis bragas. Me vestí rápidamente y fui al salón. Allí vi a Dani durmiendo en un sofá. También vi mi bolso. Lo cogí y salí rápidamente.
Ya fuera, respiré algo más tranquila. Me medí el azúcar, lo tenía algo bajo pero no alarmante. Y entonces pensé en la orgía. Me acordaba de algunas cosas, pero no entendía como había podido hacer algo así… Entonces me vino una idea a la cabeza “Ese cabrón me ha drogado” y entonces pensé “Joder, podría haber muerto pero ¿Me salvó él?”. Meneé la cabeza, aunque me hubiera salvado, había llegado a esa situación por su culpa, me había drogado. Y había abusado de mí. No me lo podía creer. Me sentía sucia, muy sucia, con ganas de gritar y llorar.
Me senté en un banco, reprimiendo mis lágrimas. “Debería denunciarlo” pero entonces pensé en mis padres, sobre todo en mi padre, lo mal que lo pasaría si supiera esto. No, no podía hacerle eso. Me debatí conmigo misma durante casi una hora, allí sola en ese banco hasta que tomé una decisión. Me guardaría esto para mí “Soy fuerte, no se lo diré a nadie y será como si no hubiera pasado”. Entonces me acordé de las advertencias de Fran y Sofi “Ellos me lo dijeron y no les hice caso” y empecé a llorar. Pero me limpié las lágrimas con furia, había sido una estúpida, había ignorado sus advertencias ... No me volvería a pasar.
Me levanté y llamé a un taxi, no estaba en condiciones de ir a por mi coche. Cuando llegué a casa, me paré en la puerta asustada “Seguro que papá se da cuenta de que algo me pasa, él siempre está atento a todo lo mío y… y se dará cuenta y sufrirá y… no, tienes que disimular, no seas débil, papá no debe sufrir por esto que ha sido culpa tuya”. Entré en la casa y no vi a nadie. Me asomé a la piscina para ver a Fer tomando el sol. Le pregunté:
- Fer ¿Y papá y mamá?
- Vaya horas de llegar... de juerga ¿Eh?
- ¿Dónde están?
- En el trabajo ¿No te lo dijeron ayer? Están super liados con algo, no van a venir en todo el día
- Ah, cierto
Me giré para volver dentro pero él me llamó:
- Gema, Gema
- ¿Qué?
- ¿Vas a ir a algún sitio?
- Me voy a duchar y me acuesto
- ¿Te quedas tú con Cristi? Quiero ir a casa de la tita para estar con ellas
- Sí, vale… dile a Cristi que si necesita algo o incendia algo, que me despierte
- Si no va a salir de su habitación, está jugando con su nuevo amigo
- Vale… dile que me despierte para almorzar
- Papá lo ha dejado preparado en el frigo, solo calentar
- Bien
- Oye, Gema
- ¿Quééééé?
- ¿Te pasa algo? Tienes mala cara
- No, solo que tengo un poco bajo el azúcar. Me tomaré algo y descansaré un buen rato
- ¿Quieres algo?
- Que me dejes irme a mi cuarto, pesado
Pero le guiñé un ojo para disimular. Fer sonrió y me fui para mi habitación. Me venía genial que no estuvieran, así me daría tiempo a prepararme mentalmente para ponerme una máscara para disimular.
Héctor
Mi móvil empezó a sonar y aparté la mirada de las líneas de código para mirarlo. Vi que era Alberto. Por un momento no supe quien era hasta que caí. Le di a colgar la llamada. A los cinco segundos sonó de nuevo y volví a colgar. A la quinta vez, desesperado porque no me dejaba concentrarme, le descolgué:
- Alberto, estoy muy liado, hablamos en otro momento
- Espera, Héctor, espera
- No puedo, adiós
- Es sobre lo que le ha pasado a la oficina
- ¿Qué? ¿Qué sabes tú de eso?
- Tiene que ver con un tema del pasado de Cris
Me levanté nervioso ¿Del pasado de Cris? ¿Su madre? Le pregunté a Alberto:
- Cuéntamelo
- No, mejor ven donde estoy, tengo aquí unos papeles que lo demuestran
- ¿Papeles? ¿Pero qué tiene que ver con Cris?
Me dio una dirección y colgó. Me quedé pensando “El pasado de Cris, mierda, con lo que le afectaba todo lo relacionado con su madre”. Me dirigí fuera y les dije a mis compañeros “Salgo una hora, llamadme si necesitáis algo”.
Pensé en llamar a Carlos para contarle, pero luego decidí que era mejor enterarme antes de qué se trataba. Cogí el coche y fui al sitio que me había dicho Alberto.
Al bajar del coche me extrañó el sitio, era una apartahotel. Fui al número que me había dicho y llamé. Me abrió un Alberto muy nervioso que me dijo que pasara. Me indicó que me sentara en una silla y le dije que no:
- Alberto ¿De qué va todo esto? Cuéntamelo de una vez
- Es sobre… sobre Cris y…
- ¿Estás colocado?
- No, bueno, solo un poco, estaba muy nervioso y…
- Alberto… no vas a tener nunca remedio…
- Es solo un poco, para los nervios
- Dime lo que me querías contar
Alberto, muy inquieto por los nervios, me alargó una carpeta diciendo:
- Siéntate y lo lees tranquilamente
Cogí la carpeta y la abrí. Dentro había un montón de papeles que empecé a ojear pero eran ¿Facturas de perfumes? Me senté revisando más papeles y, tras unos minutos, dije sin mirarlo:
- Pero ¿Esto qué es? Solo veo facturas de…
De repente, algo me cubrió la cabeza y sentí un pinchazo en el cuello. Me giré y me empujaron. No veía nada y, de pronto, me empecé a marear y me caí.
Sara
Le di con la pierna a Héctor, que estaba en el suelo, con la bolsa de tela sobre la cabeza. Había caído rápido, tal como me habían dicho. Le dije a Al:
- Joder, eres un inútil, Al, menos mal que he venido para vigilar todo
- Yo… es que estoy muy nervioso
Lo miré con enfado. El cabrón, en el momento crucial, se había ido a la otra esquina de la habitación en vez de ir a por la jeringuilla para pincharle. Un inútil y acojonado total. Había tenido que salir del baño, donde me escondía, para coger la bolsa de tela y la jeringuilla y pinchar al gilipollas. Le dije:
- Ponlo en la cama
Al lo hizo con algo de esfuerzo mientras yo cogía mi móvil y decía:
- Ven
Poco después llamaban a la puerta y fui a abrir para ver a una sonriente Isa. Estaba allí cerca, esperando en mi coche. Le dije que pasara. Ella vio a Al y arrugó la nariz diciendo:
- ¿Qué hace éste aquí?
- Nada… desnudad al mierda ese entre los dos
- Pero no tendré que volver a follar con él ¿no?
- No, joder, solo con el mierda
- Ah, vale
Esperé a que lo desnudarán. Cuando Isa le quitó los calzoncillos dijo:
- Anda, mira, si ya la tiene dura, y que grandecita, jiji, guay
Lo miré. Era verdad, la tenía grande y pensé “Hija de puta, hasta en eso ha tenido suerte, pesca a un imbécil y, además de pasta, tiene una polla grande”. Dije:
- Lo que le he pinchado tiene somnífero, droga para que no esté muy despierto mientras te lo follas y algo para que la tenga dura un buen rato
- Ah, pero no hacía falta, a éste se la pongo dura rápido, jiji
Terminaron de desnudarlo y le dije a Alberto:
- Vete
- Oye, Sara, estoy pensando que Héctor me ha visto, me echará la culpa y…
- Con la pasta que te he dado, lárgate unos meses. Cuando se hayan divorciado, ven y te camelas a la zorra de Cris, lo mismo volvéis a estar juntos
Era imposible que Cris volviera con un mierda como Al, sin pasta y desastroso en la cama. Se buscaría a otro imbécil con pasta pero así me libraría fácilmente de Al. Él me miró emocionado:
- Hostias ¿Tú crees?
- Claro, cariño, si sabes jugar bien tus bazas
- Ya pero ¿Cómo?
- Yo que sé, piénsalo mientras estás fuera… Ahora vete, tenemos cosas que hacer
Esperé hasta que Al se fue y entonces le dije a Isa:
- Te lo explico de nuevo
- Joe, está muy bueno… ya podías darme clientes así, Sara
- Es un puto friki, se correrá en cuanto te la meta
- ¿Sí? ¿Tú crees?
- Claro, estos nunca son buenos folladores, y además, tú no estás aquí para disfrutar, hostias, estás para hacer un video… Mira, allí está la puta cámara ¿La ves?
- Mmmm no
- Bien, está oculta pero está ahí así que asegúrate de no taparlo cuando folléis, se le debe ver bien a él, no a ti
- Vale
- Espera, voy a comprobar que está grabando, que le di hace un rato pero voy a comprobarlo de nuevo
Saqué el móvil y entré en la página que me habían dicho. Comprobé que sí, que se nos veía la habitación y ponía el punto rojo de que estaba grabando. Dije:
- Bien, pues eso, que se le vea bien mientras te folla
- Pero si se corre rápido ¿Qué hago?
- Se la chupas, la va a tener dura un rato y sigues follando, que dure 10 o 15 minutos máximo
- Y si me gusta ¿Puedo follar más?
- No, se puede despejar del todo y darse cuenta que no eres la puta de su mujer
- Ah, vale, es que creo que me puede gustar follar con él
- Joder, Isa
- Vale, vale… Follo ese tiempo y me voy ¿no?
- Sí
- ¿Y si me pide algo especial?
- Isa, que son 15 putos minutos
- Ya, pero dices que es un rarito, lo mismo me pide, no sé, azotarme o mearme
La iba a mandar a la mierda pero me lo pensé, esto estaría bien, que se viera alguna guarrada. Le dije:
- Si te dice de mearte, te pones aquí, que se vea bien
- ¿No nos vamos a la bañera?
- Joder, Isa, aquí para que se grabe
- Ah, vale pero eso me lo pagas como un extra ¿No?
- Sí ¿Te vas a callar de una puta vez? Tiene que estar a punto de despertarse
- Vale
- Resumiendo, que se le vea bien follarte y le dices todo el rato que eres Cris
- Cris, sí
- Que no te vea mucho la cara, cúbrete con el pelo cuando se la chupes y mejor te pones a cuatro
- Vale
- Estaré dentro del coche esperándote
- Bien
- Me voy, estaré viéndolo todo
- Guay
- Desnúdate y en cuanto empiece a moverse, te pones encima a besarlo y decirle que eres Cris. Estará confuso, aprovéchalo
- Vale
Me fui hacia la puerta pero me acordé de algo:
- Si se extraña porque no tienes barriga le dices que el niño nació hace unas semanas, que se acaba de despertar y está dormido, y que quieres follar, no le dejes pensar, solo ponlo cachondo y no se dará cuenta de nada, estará muy drogado
- Oki
Me fui y me senté en mi coche. Cogí el móvil y miré el video. Isa, desnuda, acariciaba al memo. Pasados unos minutos, el memo empezó a moverse e Isa se puso encima besándolo.
Héctor
Abrí los ojos pero no conseguía despertarme del todo. Me dolía la cabeza y no sabía donde estaba. Entonces, alguien se me echó encima y dijo:
- Cariño, soy Cris, quiero follarte
Noté como me cogía la polla y me sorprendió tenerla dura. “Pero ¿Qué ha pasado?” pensé. No recordaba nada ¿Dónde estábamos? Cris empezó a besarme e intenté relajarme y mirarla pero no conseguía enfocar, me sentía mareado, y muy confuso, me costaba pensar. Le dije:
- Cris, espera, no me encuentro bien
- Chisst, quiero follar, cariño
- Pero…
Entonces me volvió a besar. Algo no estaba bien. Cris me besó en el cuello, el hombro. Se movió y puso un pecho en mi boca. Chupé el pezón, lo lamí y lo olí. De repente supe que iba mal. La empujé a un lado y le dije:
- ¿Quién eres?
- Soy Cris
- No, no eres Cris, no…
Me incorporé pero el mareo era tremendo. Conseguí levantarme de la cama, tambaleándome. La chica tiró de mí para la cama pero me resistí y dije:
- No, no, déjame… yo…
De pronto, un dolor intenso me paralizó. Me llevé la mano al pecho, algo me pasaba. Le dije:
- No… no me encuentro… bien
Sara
“Mierda, mierda, maldita puta, vuelve a echarlo en la cama” pensé viendo como el memo se levantaba. Isa tiró de él pero se zafó de ella. De pronto, se quedó quieto llevándose una mano al pecho y, acto seguido, se cayó redondo al suelo. Me quedé pasmada.
Isa se levantó, y fue hacia él y se agachó, moviéndolo. De repente, se puso a gritar como una posesa. “Me cago en la puta”. Salí rápido del coche y al mirar a la habitación, la vi salir desnuda y gritando pidiendo ayuda. “Joder, joder, joder” pensé. Empezó a salir gente y ella venga a gritar. Estuve a punto de meterme en el coche e irme, pero esa idiota me relacionaría con esa muerte. Corrí hacia ella, hice como que la consolaba y me la llevé al coche. La empujé dentro y me puse al volante, arrancando. Isa decía:
- Lo he matado, lo he matado
- Joder, joder, estúpida
- No quería matarlo, no quería…
- ¿Y tienes que salir desnuda y dando gritos, estúpida?
- Me… me he asustado… es la primera vez que veo a un muerto
Y empezó a llorar. Todo me salía mal. Conduje durante varios minutos pero estaba de los nervios. Aparqué y busqué en mi bolso. Me tomé dos pastillas y cerré los ojos mientras escuchaba el llanto de Isa. Tras unos minutos, me calmé y miré a Isa, que se había acurrucado contra la puerta y seguía sollozando. Le di dos pastillas que tomó rápidamente.
Entonces, más calmada, me puse a pensar. Le pregunté:
- ¿Qué te has dejado en la habitación?
- Mi… mi ropa
- ¿Y tu bolso?
- No… no sé… no, lo dejé aquí (y señaló la parte de atrás de mi coche)
- ¿Y el móvil?
- En mi bolso
Quizás no era tan desastre. Cris se había quedado viuda y se enteraría de que su querido maridito había tenido un ataque al corazón mientras se follaba a una fulana. Sonreí y empecé a reírme a carcajadas.
Carlos
Salí fuera de la oficina de Héctor y Cris porque, con las obras, había bastante ruido y me estaban llamando al móvil. Pensé que sería de la empresa del edificio o del seguro, aunque ya estaba todo negociado, Ellos se encargarían de todos los gastos, Héctor y Cris no tendrían que desembolsar nada, ni siquiera por los nuevos equipos. Me había costado largas reuniones y broncas pero era algo que se me daba bien y lo había conseguido.
Cogí el móvil, y al mirarlo, sonreí. Era mi guapa nuera. Descolgué y dije alegremente:
- Hola, Sofi
De pronto, me quedé de piedra. Se escuchan unos gritos desgarradores y Sofi me dijo llorando:
- Carlos
- ¿Qué pasa, Sofi? ¿Quién grita? ¿Es Cris?
Entonces me puse blanco pensando una cosa y pregunté con miedo:
- ¿Ha pasado algo con el bebé? ¿Lo ha… lo ha perdido?
- No
Sofi no paraba de llorar y los gritos de Cris no paraban. Intenté mantener la calma y, como pude, intenté tranquilizar a Sofi para que me contara. Al fin, ella dijo:
- Ha… ha pasado… algo… no sé qué…
Esperé con toda la paciencia que podía retener, pero Sofi decía una palabra entre muchos sollozos:
- Han… llamado… a Cris… y se… se… se ha puesto… a gritar… lleva así… varios minutos... no puedo calmarla
- ¿Los niños están bien?
- Sí… Fer… está… con ellos
- Dios ¿Es Héctor?
- Sí
Y rompió a llorar. Me eché sobre una pared y resbalé hasta el suelo “No, no, no, Héctor no… debe ser el estrés… algo le ha pasado por el estrés”. Empecé a llorar también. Sofi, haciendo un gran esfuerzo, me dijo entre sollozos:
- He llamado… a urgencias… a Cris… le va a dar… algo… Fer se… se queda aquí con… con los niños
Intentando recomponerme, le dije:
- Bien, Sofi… Aviso a… Silvia y… vamos al hospital… llámame con lo que sea
- Sí, cuelgo… creo que ya ha llegado… la ambulancia
Cuando colgó, busqué a Silvia en el móvil, aunque me costaba verlo por las lágrimas. Silvia respondió rápido con una alegre:
- Hola, cariño ¿Te han dado ya un casco para ayudar en las obras?
Era una broma que le había hecho el día anterior diciendo que, tras arreglar lo del seguro, solo podía ayudar metiéndome a poner cableado. Le dije:
- Silvia
Silvia notó mi tono y ahogó una exclamación diciendo:
- ¿Qué ha pasado?
Me costó hablar y ella se puso de los nervios:
- ¿Gema? ¿Le ha pasado algo?
Lo decía porque Gema había pasado la noche fuera sin avisarnos y ella, al levantarnos y no verla, se había puesto nerviosa, y más al llamarla y no contestar, pero cuando había llamado a Cris para preguntarle como estaba, le contó lo de Gema y Cris le dijo “es que había quedado con un chico”. Entonces Silvia se tranquilizó, pero yo no me había tranquilizado hasta que a eso de las diez de la mañana recibimos un mensaje de ella diciendo que ya iba para casa. Yo había estado esperándola hasta las cinco de la noche, que me tuve que acostar un poco porque tenía que venir a la obra, pero había sido una muy mala noche porque llevaba fatal las salidas de mis hijos y no tener noticias de ellos.
Le dije a Silvia:
- No, Gema está en casa ¿No has visto el mensaje?
- Ay, sí, que susto
- Es Héctor, Silvia
- ¿Héctor? Acabo de estar en la oficina y me han dicho que había salido pero estaba a punto de llegar ¿Qué le pasa?
Y le conté todo. Cuando terminé, Silvia lloraba sin parar, igual que yo. Le dije:
- Creo que lo mejor es que yo vaya al hospital para estar con Cris y Sofi y que tú vayas a casa de Cris, los niños tienen que estar fatal tras haber escuchado a su madre y Fer no sabrá que hacer
- Ay, dios, ay, dios, Héctor no, no
- Silvia ¿Llamas tú a Gema y decidís que hacer?
- Sí, pobre Cris, pobre Cris, que pena más grande, Carlos
- Lo sé, cariño… Te llamo cuando me entere de algo en el hospital
Me despedí de ella y me quedé en el suelo, totalmente abatido. Conseguí levantarme a duras penas y fui a por mi coche.
Cuando conseguí llegar al hospital, pregunté y me indicaron donde ir. Allí me encontré a Sofi que corrió y me abrazó llorando. Sofi se había comportado muy bien, había estado rápida de reflejos al llamar a emergencias y luego a mí.
- Menos mal que estabas allí, Sofi, y que no estaba sola Cris
- No sabía que hacer, Carlos, ha sido terrible verla así
- Lo sé, pero lo has hecho muy bien, pequeña, muy bien
Sofi me explicó que le habían dicho que habían sedado con algo leve a Cris para no afectar al embarazo y estaba más calmada, y que el bebé no corría peligro ni se esperaba el parto. Conseguimos que nos dejaran verla y fue un impacto ver así a Cris, tan pálida y con tan mala cara. Me acerqué a ella y la llamé, pero Cris no atendía a nada, estaba como en trance. Tenía los ojos abiertos y solo repetía muy bajo:
- Mi Héctor, mi Héctor, mi Héctor...
Me giré a Sofi, que la miraba sollozando. Le dije:
- Quédate con ella, voy a preguntar por Héctor
Conseguí que me atendieran rápido y lloré agradecido cuando me dijeron que estaba en la UCI “No está muerto, gracias a Dios”. Rápidamente llamé a Silvia para contarle, que también lloró diciendo “Menos mal, menos mal” y le dije “Héctor es fuerte, saldrá de ésta, cariño” aunque aún no sabía lo que le pasaba. Silvia me contó que estaba con Fer y los niños, esperando a Gema y Cristi, que en cuanto llegaran, iría al hospital.
Me costó bastante que me dieran información, pero tras mucho rogar y decir que su mujer estaba también hospitalizada, que yo era de la familia y suplicar, un médico me contó que Héctor estaba fuera de peligro. Al principio, cuando llegó la ambulancia habían creído que había sido un infarto, pero ahora sabían que no había llegado a tanto, que era una angina de pecho severa debida, seguramente a un alto nivel de estrés, y al consumo de una mezcla de estupefacientes y algún producto de sildenafilo. Me quedé con la boca abierta ¿Héctor tomando drogas? Le pregunté:
- ¿Qué es eso de sildenafilo?
- Una droga utilizada en productos para corregir la disfunción eréctil
- ¿Ha… ha tomado Viagra?
- O similar, sí… era muy evidente
- ¿Y drogas?
- Eso creemos, lo sabremos con certeza cuando terminen el análisis de sangre…
Asentí totalmente anonadado. El médico continuó:
- Como le he dicho, está fuera de peligro pero nos preocupa mucho el golpe que se dio en la cabeza al caer y que, debido a la angina, le pudo llegar menos oxígeno al cerebro. Por eso, ahora mismo está en un coma inducido mientras terminamos las pruebas
El médico se fue prometiéndome darme más información cuando la tuvieran y me fui donde estaba Cris, andando como un zombi sin entender nada ¿Héctor tomando drogas y viagra? ¿Para qué? Lo de las drogas quizás fuera para mantenerse activo y despierto con tantas horas de trabajo que estaba echando, eso no lo descartaba pero ¿Y el viagra?
Al llegar al pasillo donde estaba la habitación de Cris, vi en su puerta a Sofi hablando con una policía. Aceleré el paso y, cuando Sofi me vio, respiró aliviada. La policía se presentó y me pidió mis datos. Se los dí diciendo que Cris y Héctor eran de la familia. Entonces me contó lo sucedido y me quedé aún más pasmado. Me dijo que Urgencias había recibido una llamada desde un hotel porque una chica desnuda había salido gritando de una habitación, pidiendo ayuda. La chica desapareció sin que nadie se diera cuenta pero en la habitación se encontraron a Héctor desmayado en el suelo. Cuando llegó la ambulancia le consiguieron estabilizar y que ellos, la policía, habían estado intentando encontrar a la chica pero por ahora no tenían más datos. Me contó que ese hotel se usa para citas “amorosas”, muchas con “profesionales”. Que pensaban que Héctor había quedado con una “profesional” pero que le dio un ataque y la chica se asustó y salió corriendo.
Me tuve que sentar. No solo Héctor tomaba drogas si no que usaba los servicios de prostitutas. Estaba totalmente en shock. Entonces, la policía, visiblemente turbada, se disculpó conmigo porque ella había llamado a Cris y al decirle que su marido había sufrido un infarto, Cris había empezado a gritar, que no había sido su intención asustarla tanto. La entendí, pero ella no podía entender que Cris llevaba mucha presión encima y solo escuchar eso, había entrado en shock porque Héctor era su vida.
Me llevé las manos a la cara, muy cansado y agotado mentalmente. No entendía como Héctor había podido actuar así.
Dani
Volví a intentar contactar con Gema pero no me lo cogió. Tuve ganas de tirar el móvil, llevaba toda la tarde intentando hablar con ella. Me había despertado cerca de las dos de la tarde para encontrarme la cama vacía, se había ido sin avisarme. Desde ese momento, había estado intentando localizarla pero sin éxito, y cada vez estaba más cabreado.
Era cierto que la experiencia de la pasada noche no había salido bien del todo, pero hasta ese momento en el que se desmayó, Gema se lo estaba pasando de puta madre, la había visto correrse varias veces con Tony y Sasha, había gozado de verdad de su nueva experiencia, una experiencia que yo le había mostrado, y en vez de estarme agradecida, va y desaparece y ni me llama ni me contesta a mensajes ni llamadas.
Me guardé el móvil y llamé a la puerta de Sara. Dentro, se escuchaba música. Tenía un mensaje de ella diciéndome que ya se había vengado, que estaba super contenta, que lo teníamos que celebrar. No tenía ganas de celebraciones pero sí quería saber que había pasado.
Tras mucho insistir, al fin se abrió la puerta y una chica sonriente y desnuda me saludó y se volvió dentro rápidamente. Entré y cerré la puerta. Me dirigí al salón para encontrarme con una orgía de 10-15 personas. Primero vi a Sara, que encima de un chico, estaba siendo doblemente penetrada, por el chico tumbado y otro que tenía detrás, mientras Sara se la chupaba a un tercero que había frente a ella. También vi a Tony enculando a un chico que estaba a cuatro sobre un sofá. A su lado, Isa estaba abierta de piernas y con una mano masturbaba al chico que estaba siendo enculado por Tony, y con la otra mano apretaba la cabeza de Sasha contra su coño.
Por todo el salón había otros dos o tres grupos similares y la música apenas tapaba la sinfonía de gemidos, jadeos y gritos. Los observé desde la puerta, no tenía ánimo para fiestas. Entonces, Sara me vio y, apartando al tipo que la estaba enculando, se levantó con esfuerzo y vino a mí tambaleándose, muy colocada, y abriendo los brazos dijo:
- Cariño, al fin lo he logrado, he jodido a esa puta JAJAJAJA
Y me besó ardientemente. Noté el sabor salado de su boca, sabor a polla, pero no me importó. Entonces, paró y me dijo:
- Al gilipollas le ha dado un ataque cuando se iba a follar a Isa ¿Te lo puedes creer? Hay que ser gilipollas
- ¿Quién?
- El marido de la zorra de Cris, de esa hija de puta, y mira, mira…
Se volvió moviendo la cabeza a todos lados hasta que localizó algo. Fue hacia lo que había visto y volvió a mí con su móvil en la mano. Buscó en él y me mostró un video. Lo miré. Se veía una ambulancia y como sacaban en camilla a alguien de una casa. Reconocí a la mujer embarazada que gritaba y lloraba sin parar.
Sara, muerta de risa, dijo:
- Mira, mira, ahora sí la jodí de verdad jajajaja
Me volvió a morrear y luego dijo:
- Ya solo queda la guinda del pastel, cariño, quemarle la casa y así se quedará sin trabajo, sin marido y sin casa, jajajaja
Me volvió a morrear con ansia y luego se agachó, empezando a desabrocharme el pantalón. La iba a parar, no tenía ganas de fiesta pero entonces pensé “Que se joda, Gema, que se joda” y dejé que Sara me sacara la polla y comenzara a mamármela.
Busqué en mis bolsillos y saqué dos pastillas que me tragué. Entonces miré a Tony que me vio y se salió del chico para venir hacia mí. Nos besamos con ansia y luego, se agachó junto a Sara. Gemí de gusto al ver como comenzaba a comerme los huevos mientras Sara chupaba mi polla con deleite.