Compañeros 2 - Venganza
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De lo de Héctor con traje de camuflaje que decías tú, olvídate... Está claro que no está para muchos trotes
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Pero yo lo decía por Fran, el jardinero con superpoderes. Pero parece que eso de trabajar con hierba, le ha hecho el mismo efecto que la kryptonita
Esperemos que Fran no esté ya abonando la tierra.
Carlos Sevillista
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Eso es porque le has puesto un traje verde, y ya se ha visto hoy que los de verdes son muy malos
Carlos Sevillista
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No o no.
Carlos Sevillista
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No, ahora en serio, está claro que Fran no ha muerto y esperemos que el tocayo le vaya dando nas protagonismo a partir de ahora, porque creo que debe ser un actor principal para acabar con la basura con patas de Dani.
Carlos Sevillista
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Por cierto , espero que Cristina, Carlos, Silvia y todos piensen con detenimiento y lleguen a la conclusión de que a Héctor le tendieron una trampa. Porque es que no es creíble que se drogara y mucho menos que tomará Viagra.
Después de que le encuentren en un motel: desnudo, inconsciente, empalmado y socorrido por una prostituta desnuda y enloquecida. Su credibilidad como héroe ha quedado seriamente mermada. Si encima está achacoso, no te digo más
Sí, sé que mi comentario es claramente demagógico, pero para su entorno es lo que parece.
Carlos Sevillista
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untrio
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Supongo que ahora llegará la fase de publicar los videos de Gema
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No podrá ocultarlo por mucho tiempo, ya que Fran sabe, o al menos intuye, lo que realmente sucedió. Es cuestión de tiempo antes de que la verdad salga a la luz. Ahora solo queda ver si Fran logra recuperarse y cómo enfrentará las consecuencias de todo esto.
FranRel
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Carlos
Miré a Cris que, sentada junto a la cama de Héctor, le cogía la mano y murmuraba constantemente. Ahora estaba en la UVI y, aunque aún no había despertado, se esperaba que lo hiciera pronto.
Fuera, esperaban todo el resto de familiares, estaban todos. Solo Sofi y Fer no estaban porque se habían quedado cuidando de los niños. Los padres y hermanos de Héctor habían llegado esa mañana ya que vivían en otra ciudad, y los pobres estaban muy abatidos. Ali había llegado la noche anterior hecha un paño de lágrimas, para ella Héctor era su ídolo, a quien más admiraba, y no paraba de llorar. Lo mismo le pasaba a mi Cristi que no paraba de llorar por su querido tío Héctor.
Miré a Héctor y pensé “Venga, Héctor, que hay muchísima gente que te quiere, no nos puedes dejar tirados”.
Recordé la tarde anterior cuando le conté a Cris que Héctor estaba vivo y que se recuperaría. Me costó mucho que me escuchara, y en cuanto se dio cuenta de lo que le estaba diciendo, pidió ir a verlo. Y ya no hubo forma de separarla de él. Solo salía para ir al baño o hablar con sus hijos. Y por la noche, cuando le dijimos que se fuera a casa, que Silvia y yo nos quedábamos con Héctor, ella se negó, gritó, se debatió… hubo que volver a ponerle un sedante y la encamaron para volver a ponerla en observación.
Y al despertarse, corriendo quiso ir a ver a Héctor. Tuve que convencerla de que antes desayunara. Ella decía que no podía pero se esforzó en comer por su bebé. Cuando terminó, llamó a sus hijos y, al terminar, me miró y empezó a hacerme las preguntas que me temía. Lo había hablado con Silvia durante la noche, de si era conveniente contarle la verdad o no. Al final decidimos contarle todo porque ella vería las analíticas y lo que los médicos contaran, era imposible que no se enterara de las drogas y el viagra. Le contamos incluso lo del robo en la oficina porque ella no se explicaba que hacía Héctor aquí si debía estar en las oficinas del cliente en el extranjero. Cris escuchó en silencio, solo preguntando por alguna cosa que no entendía. Fue perturbador ver como asimilaba todo en silencio, sin ponerse a llorar o gritar enfadada.
Luego, pidió ir a ver a Héctor, y ahí llevaba un buen rato, sosteniendo y acariciando la mano de su marido.
Cristina
“Héctor, todo esto es por mi culpa, lo sé, solo por mi culpa”. No paraba de pensar en eso. Sabía lo estresado y cansado que estaba, lo sabía bien, y no había hecho nada por intentar ayudarlo de verdad, solo había sido una carga más para él, una de muchas. Y él siempre con una sonrisa, sin quejarse, ayudando y ocupándose de todo, de todo. Y no me he querido dar cuenta de que estaba al límite. “Soy una estúpida, una estúpida egoísta”.
Ni siquiera me había dado cuenta de que algo pasaba cuando me dijo lo de la decisión de cambios en la infraestructura de la empresa “¿Cómo no me di cuenta de que era algo muy raro? Héctor siempre, siempre, me ha pedido mi opinión en todo, incluso en su parte del trabajo donde él sabe mucho más que yo, ¿y ahora me dice de este cambio y yo solo me enfado y pienso que me ha ninguneado? ¿Héctor menospreciando mi opinión? ¿En serio no me di cuenta de lo raro que era? Pues no, porque soy una estúpida egoísta, como decía mi madre, siempre lo he sido, una egoísta, solo pensando en mí”.
En el sexo es donde más se veía mi egoísmo. Lo había tenido sin sexo durante meses porque a mí no me apetecía. Solo cuando volvió a apetecerme le dejé… no, le exigí que todas las noches lo hiciéramos, aunque él llegaba reventado y solo tuviera ganas de descansar, yo le exigía sexo porque ahora sí me apetecía. Y no un polvo de cinco minutos, no, le pedía sexo de verdad. Y me quedaba feliz porque le había dado sexo y ya con eso cumplía con él, cuando era yo la que lo disfrutaba de verdad, la que lo necesitaba de verdad “Estúpida zorra egoísta”.
Y todo el rato quejándome de mi espalda, de mis piernas… y él ni una queja de nada, solo atendiéndome, solo preocupándose de mí y de los niños, y yo nada de él “Estúpida egoísta de mierda”.
Y claro que se habrá buscado a otra, hasta una puta lo habrá atendido mejor que yo. Sobre todo en esos meses donde no le hice caso. Normal. Y seguro que hasta esas fulanas lo escuchaban más que yo “Estúpida puta egoísta de mierda”.
“Pero esto lo arreglaremos, mi amor, yo… será como si no hubiera pasado, de verdad. Seré mejor pareja, te lo juro, no te volveré a dejar abandonado y sin atender, yo…”
Entonces levanté la cabeza y lo miré. Llevaba con esos pensamientos desde que me había sentado junto a él, recriminándome constantemente, pero entonces caí en la cuenta “Pero ¿En qué estoy pensando? Héctor no ha podido hacer esto, jamás, es imposible, él me quiere con locura, igual que yo a él, jamás se iría con otras y ¿Drogas? Pero si casi ni bebe cerveza y cuando lo hace se marea ¿Y Viagra? Pero si con solo acariciarle un poco se le pone dura”.
Miré a Carlos, que tenía muy mala cara, y le dije:
- Carlos
- Dime, Cris
- Esto está mal
Carlos se incorporó rápidamente y preguntó:
- ¿Le pasa algo a Héctor?
- Me refiero que esto que me has contado no está bien
- Lo sé, ninguno nos lo explicamos ni…
- No, Carlos, digo que eso no lo ha podido hacer Héctor
Carlos puso una cara de circunstancias, sin saber que decir. Le dije:
- Sé lo que vio la policía y los de la ambulancia pero es imposible
- Lo sé, Cris, pero la gente vio a la chica y…
- Aquí para algo raro, Carlos
- ¿A qué te refieres?
- Sabes que Héctor me adoraba, me quiere con locura
- Lo sé
- Igual que tú a Silvia
- Sí
- ¿Tú le harías eso a Silvia?
- Claro que no
- ¿Te lo has planteado alguna vez?
- No
- ¿Y ahora vas a creer que Héctor sí? ¿El Héctor que todos conocemos que nunca mira a otras mujeres ni se da cuenta de como lo miran?
- Ya
- De verdad, Carlos, aquí ha pasado algo distinto a lo que parece
Carlos dudó y terminó diciendo:
- Cuando Héctor despierte, nos lo contará y…
- Lo sé pero estará confundido y quizás no recuerde bien las últimas horas ¿No ha dicho eso el médico?
- Sí
- Carlos, eres el mejor amigo de Héctor, para él eres… eres más que su padre
- No creo que…
- Sí, lo eres, te admira de una forma que ni te puedes imaginar, para él lo que dices es lo que más en cuenta tiene, siempre
- Yo…
- Y eres mi mejor amigo, te confiaría la vida de mis hijos
- Cris, yo no sé…
- Por favor, te lo pido por los dos, por lo que te queremos, por lo que significas para nosotros… ayúdanos, aquí hay algo que no cuadra, eso no puede haberlo hecho Héctor, lo sabes
Carlos me miró y terminó diciendo:
- Pero Héctor ha tenido mucha presión con el trabajo y puede… quizás tengamos que asimilar que ha cambiado y…
- No, Carlos, no se puede asimilar lo que es imposible… Héctor no ha hecho eso… Por favor, ayúdanos, algo está pasando ¿Ves normal lo de la oficina? ¿Lo que me has dicho de la saña destructiva?
Carlos me miró sorprendido y preguntó:
- ¿Crees que tiene relación?
- Lo veo extraño que ocurra todo casi a la vez ¿No te parece?
- Sí, lo he pensado ¿Tenéis algún problema de deudas o algo?
- Nada, tú conoces nuestras cuentas, te consultamos todo, incluso nuestras inversiones… y la situación de la empresa… lo sabes todo, incluso más de lo que sabemos nosotros mismos porque confiamos plenamente en ti, Carlos
- Ya, tienes razón, no tenéis ni problemas económicos personales ni profesionales… Estos días con lo de seguro lo he estado revisando todo y vuestra situación es muy buena
- ¿Entonces? ¿Qué puede ser?
Carlos se quedó pensando y dijo:
- No lo sé, pero voy a pedir que investiguen… la policía no va a hacer nada, no hubo ni siquiera robo, las cosas de Héctor estaban en la habitación
- Gracias, Carlos
- Incluso me dieron las llaves del coche de Héctor, que sigue allí, ni eso se llevaron
- Te lo digo muy en serio, pienso que drogaron a Héctor para algo, y que salió mal o lo que sea
- Mmmm ¿Y lo del viagra?
- No lo sé
Carlos me miró unos segundos y luego asintió diciendo:
- Tienes razón, todo es muy extraño, haré unas llamadas para que investiguen
- Gracias… ¿Me ayudas a levantarme? Quiero salir y llamar a mis niños ¿Quiénes están con ellos?
- Sofi y Fer
- Ay, Sofi… Gracias a Dios que la tenía allí
- Sí
- Que mal rato le he hecho pasar, pobrecita
Y Carlos me ayudó y salimos.
Carlos
Al salir, nos rodearon los familiares. Cris se fue con la madre de Héctor para llamar a sus niños y yo me quedé pensando en lo que me había dicho Cris. Y tenía razón, ahora lo veía claro, Héctor no podía haber hecho algo así, era imposible ¿Cómo no me había dado cuenta?
Me llevé las manos a la cara. Llevaba demasiadas horas sin dormir, estresado y preocupado. Me senté en una silla, totalmente agotado y cogí mi móvil.
Silvia
Miré a Carlos, muy preocupada por su aspecto. Aunque Carlos estaba muy en forma, siempre se estaba preocupando mucho por todos y esto le iba a pasar factura. A mi lado, Gema y Ali hablaban en voz baja. Las miré, también tenían muy mala cara, todos estábamos igual. Al menos, a ellas dos, Cristi, Sofi y Fer los habíamos obligado a irse a dormir, solo nos habíamos quedado Carlos y yo. Ambos sabíamos que no íbamos a poder descansar si nos íbamos.
Me acerqué a las chicas y le dije a Gema:
- Mira a tu padre, Gema
Ella lo hizo y dijo:
- Os tenéis que ir a casa, os ducháis y os echáis un ratito, nosotras nos quedamos
- Ya, y tu padre lo necesita más, lleva ya dos noches que casi no duerme
Gema me miró sin comprender y dije:
- Ya sabes como es, la otra noche que no volviste a casa casi no durmió
- Oh, mierda
- Yo sé que esas cosas pasan, Gema, pero conoces a tu padre, tienes que avisar aunque ya tengas edad de no tener que hacerlo, porque él siempre se va a preocupar mientras vivas en nuestra casa
- Lo sé, lo sé, es que…
- No importa, solo tenlo en cuenta ¿Vale?
- Sí, claro, lo siento mucho, mamá
- Debería irse a casa pero cualquiera convence a tu padre
- Ya
- Anda, inténtalo tú, que a ti no sabe decirte que no
Ella sonrió tristemente y fue hacía su padre. Los vi hablar y vi que ella le pedía perdón por no avisar, y se echaba a llorar abrazándolo. Estábamos todos que de poco, se nos saltaban las lágrimas. Vi como Carlos se removía intranquilo, ya que como siempre, era incapaz de decirle que no a Gema. El inmenso cariño que le tenía Carlos a Gema nadie lo podía discutir. Para él, no había ninguna diferencia entre sus hijos biológicos y Gema, ninguna, los quería a todos por igual y siempre lo había demostrado.
Y como ya suponía, vi que Gema lo estaba convenciendo. Sonreí pensando “Se derrite con Gema, menos mal que Gema tiene su carácter y estoy yo, si no, la hubiera convertido en una niñita de papá mimadísima”. Se levantaron y vi que Carlos cogía su móvil, le decía algo a Gema que lo miraba extrañada y luego, Carlos hizo una llamada. Me acerqué curiosa por la expresión de los dos, de confusión. Llegué cuando Carlos decía:
- ¿Qué? ¿Dónde?
Y salía fuera para poder hablar sin problemas.
Miré a Gema que me dijo:
- Papá tenía un montón de mensajes y llamadas perdidas de Paco, el padre de Fran
Me temí lo peor, que hubiera sufrido otro ataque o similar pero, inmediatamente, pensé que Paco no llamaría para eso, lo haría Fran. Pensé que se habría enterado de lo de Héctor. Carlos volvió al poco diciendo:
- Es por Fran
Gema puso cara de alarma y preguntó:
- ¿Qué le pasa?
- Está hospitalizado, aquí pero en otro ala
- Pero ¿Qué ha pasado?
- Paco dice que le han dado una paliza, que se acaba de despertar y ha preguntado por… por ti, Gema
Nos quedamos las dos con la boca abierta. Carlos dijo:
- Voy a ir a verlos
Gema, de inmediato, dijo:
- Voy también
Carlos me miró y dijo:
- ¿Te quedas para cuando vuelva Cris acompañarla dentro?
- Claro
- Ahora te contamos
Y los vi alejarse, preocupados. Y pensé “Madre de Dios, todo a la vez”.
Gema
Miré a Fran con lágrimas en los ojos. Estaba fatal, con media cara vendada y el ojo que se le veía estaba rodeado por una fuerte contusión. Y tenía más vendajes en el pecho y en una mano. Lo habían vuelto a sedar y ahora dormía.
Su padre nos había contado que había sido hacía dos noches, la noche en la que me drogó Dani. Hasta ese momento no me había acordado pero ahora estaba casi segura de que había visto a Fran en la disco ¿O lo había imaginado? No lo tenía claro, en ese momento ya debía estar muy drogada, pero o lo había visto o lo había imaginado.
Y no me podía quitar de la cabeza una idea ¿Tendría que ver esta paliza conmigo? Fran había estado inconsciente hasta hacía poco, pero al despertarse había preguntado por mí. Seguro que esto también era por mi culpa.
Fran
Abrí el único ojo que podía abrir y, entre la neblina que me cubría el ojo, vi una figura, una figura que me pareció un ángel rodeado de luz. Parpadeé, la luz provenía de la ventana que estaba detrás de la figura. Entonces dije:
- ¿Gema?
- Chisst, duerme
- ¿Estoy soñando?
Me dolía la mandíbula y me costaba hablar. Me habían dado bien los tres tipos de ese chulo de la discoteca sin dejarme ninguna opción porque dos de ellos me mantuvieron agarrado mientras el otro me daba un golpe tras otro.
Parpadeé repetidamente hasta que conseguí aclarar algo mi visión. Entonces la vi, sí, era ella y le pregunté:
- ¿Estás bien?
- Sí, Fran
- ¿Te… te han hecho daño?
Gema sollozó y negó con la cabeza. Le dije:
- Te… te he vuelto a fallar, otra vez
Ella negó con la cabeza. De pronto, giró su cabeza para mirar la puerta y dijo:
- Calla, vienen nuestros padres… Iré a verte a tu casa y hablaremos, no digas nada de lo que pasó, por favor
Entonces entraron Carlos y mi padre. Vi que Gema se alejaba un par de pasos. Carlos dijo:
- Madre mía, Fran, como te han dejado ¿Qué pasó?
Y, con bastante esfuerzo porque me costaba hablar, les conté una historia inventada sobre la marcha, que me habían intentado atracar y me defendí malamente. Y mientras lo contaba, no podía dejar de mirar a Gema, que lloraba silenciosamente.
Cuando terminé, mi padre nos dijo que la policía quería hablar conmigo y también nos contó que me iban a operar esa tarde de la mandíbula pero que era con anestesia local, que no era preocupante. Entonces, Carlos nos contó lo de Héctor. Me quedé sin habla, tan joven y con problemas de corazón, un tío que era tan buena gente y tranquilo. Carlos me dijo:
- Silvia vendrá después, se ha quedado cuidando de Cris
- No… no hace falta que…
- Sí, querrá venir, pero la prepararé para que no se asuste al verte, Fran, da miedo como te han dejado, pero el médico le ha dicho a tu padre que nada es grave de verdad, que te recuperarás ¿Verdad?
- Sí, la… la mandíbula y… y las costillas es lo peor, no podré trabajar…
- No te preocupes por eso, hombre, tú piensa en recuperarte… el trabajo es secundario, mira el pobre Héctor, tan estresado por su trabajo… no merece la pena, de verdad
Los dos se despidieron. Al salir, Gema se giró para mirarme y titubeó. Miró como mi padre y su padre se iban mientras seguían hablando y ella vino a mi cama y se inclinó para decirme al oído:
- Por favor, no cuentes nada de la disco, es por mi padre, lo está pasando muy mal con Héctor y no puedo…
Gema sollozó. Se limpió las lágrimas y continuó:
- Ya hablaremos cuando estés mejor, yo estoy bien, pero no quiero que mi padre sufra más, por favor… Lo siento, siento muchísimo que te hayan hecho esto por mi culpa, pero no digas nada, por favor
Asentí pero tuve claro que algo le había pasado aquella noche y me quemaron las entrañas por dentro. Pensaba matar a ese hijo de puta.
Sofi
Llegué a la UVI y vi que Cris y Silvia estaban dentro. Miré a mi alrededor y vi a Ali hablando con un hermano de Héctor. A quien no vi fue a Carlos y Gema. Miré de nuevo a la habitación, Héctor seguía con el mismo aspecto, que raro era verlo así. Entonces Cris levantó la vista y me vio. Me sonrió tristemente y le dijo algo a Silvia. Entonces salió y me abrazó diciendo:
- Sofi, cariño, muchísimas gracias
- Yo… ¿Por qué?
- Ayer reaccionaste muy bien, me entró un ataque de histeria, podría haberle hecho algo a mi bebé pero tú supiste que hacer
- No hice nada, Cris
- Sí, llamaste y me calmaron, gracias, gracias de parte de las dos
Tocándose la barriga. Entonces dijo:
- Me volví loca… lo vi todo negro, Sofi, fue escuchar infarto y me hundí en una pena absoluta
- Es normal, Cris, fue una impresión enorme y…
- No, debí pensar en mi bebé, me lo estoy reprochando mucho, pero gracias a ti… a los dos, a Fer también le tengo que dar un beso enorme… Cuando Héctor despierte se pondrá muy contento cuando le cuente lo bien que os habéis portado
- Era lo menos que podíamos hacer, Cris
- ¿Y mis niños?
- Ya sabes, están confusos, pero los hemos estado entreteniendo… Fer es un buen payasete cuando quiere jeje
- Es que tengo un sobrino muy salao, te has llevado lo mejor de lo mejor, Sofi
- Lo sé, jeje… ahora están allí tus suegros
- Sí, se lo he dicho, que se vayan allí y les avisaremos cuando Héctor despierte, su madre no está bien de salud y no quería que estuvieran aquí mucho
- Ya, de todos modos, se han quedado Fer y Cristi con ellos, por si necesitan algo
- Genial
Entonces llegó Carlos que me dio un beso y Cris dijo:
- Pensaba que te habías ido a casa a descansar
- No, más tarde, cuando despierte y me quede tranquilo
- Ay, Carlos, Silvia está preocupada
- Lo estamos todos
- Preocupada por ti… no hagas como Héctor y no des importancia a tu estado… Por favor, vete y descansa, las dos nos quedaremos más tranquilas
Miré a Carlos y le pregunté:
- ¿No has descansado nada?
- Los viejos necesitamos dormir menos, Sofi jeje
- Pero Carlos…
Entonces Cris dijo:
- Me vuelvo dentro, no quiero dejarlo mucho tiempo solo
Y entró para sentarse y cogerle la mano a Héctor. Miré a Carlos y me contó lo de Fran. Me quedé pasmada. Me dijo:
- Gema está muy afectada, ha salido a dar una vuelta, ahora vuelve
- Madre mía
- Te quería pedir un favor
- Claro, dime
- Sigues acordándote de como es conducir un coche ¿no?
- Claro, no tengo pero a veces me deja Ali el suyo y…
- ¿Te vienes conmigo y recogemos el coche de Héctor? Es que es el familiar y si hay que llevar a algún sitio a los niños lo necesitaremos, tiene todas las sillitas
- Ah, vale ¿Dónde está?
- En el hotel ese
Se me ensombreció el rostro. Seguía asombrada por Héctor, mira que irse a un hotel a tirarse a una prostituta, era increíble, quien lo iba a decir. Le dijimos a Ali donde íbamos a ir y nos fuimos en el coche de Carlos. Allí me preguntó:
- ¿Qué piensas de todo esto?
- ¿Te refieres a lo que ha hecho Héctor?
- ¿Crees que lo ha hecho?
Lo miré asombrada y le pregunté:
- Pero ¿No es lo que nos contó ayer la policía? Que estaba allí para… para acostarse con una prostituta
- Sí, pero ¿Lo crees?
- Bueno, pensaba que… que no es que hubiera que creerlo o no, pensaba que es lo que pasó
- Eso parece, sí, pero tú conoces a Héctor ¿Lo ves haciendo algo así?
- No, y eso es lo que me parece más alucinante de todo esto
- Cris está convencida de que no lo ha hecho
- ¿Y qué cree que pasó?
- No lo sabe… y desde que me lo dijo, cada vez estoy más convencido de que ella tiene razón, Héctor jamás haría algo así… Tú lo conoces bien, besa el suelo que pisa Cris
Lo miré con la boca abierta. Tenía toda la razón, pero entonces, lo de la prostituta desnuda gritando, él con una erección por el viagra dentro de una habitación de hotel… ¿Cómo había podido pasar eso? Le dije:
- Es que… sí, es Héctor, tienes razón, pero entonces no me explico que pasó realmente
- ¿Ves? Es que si solo escuchas los hechos parecen claros pero cuando pones ahí a Héctor ves que no encaja nada… He pedido a una gente que conozco que indague
- Oh
- Y cuando despierte Héctor, si se despierta sin lesiones...
- Oh, Dios
- Es una posibilidad, tenemos que estar preparados… pero si se despierta bien, él nos contará, pero lo mismo no lo recuerda… Ya veremos, pero ahora pienso como Cris, esto no encaja nada de nada
- Cierto, cierto
Llegamos y buscamos el coche. Estaba en el parking. Carlos me dio las llaves y lo abrí. Iba a sentarme y arrancarlo cuando dijo:
- Voy a mirar la habitación
- ¿Por qué?
- Para hacerme una idea… no sé, es una bobada pero ya que estamos aquí ¿Vienes o te quedas?
- Voy
Fuimos a recepción, Carlos habló con el tipo, y pagándole, le dio las llaves. Cuando salimos de la recepción me dijo:
- Perdona, Sofi, debería haber venido yo solo
- ¿Por?
- Ese tipo asqueroso se ha pensado que vamos a… mmmm usando el morbo de la habitación…
- Oh, por favor
- La gente viene aquí para eso… Perdona, no lo he pensado
- Que le den al asqueroso
Fuimos y entramos en la habitación. Miramos alrededor, no tenía nada de especial. Carlos revisó un poco el suelo y miró debajo de la cama. Le pregunté:
- Pero ¿Qué buscas?
- Nada, es una chorrada, lo sé, me parece que he visto muchas series… Venga, vámonos
Carlos se dirigió a la puerta y lo fui a seguir pero antes miré la habitación por última vez. Entonces observé algo que antes me había pasado desapercibido. Me acerqué para mirarlo bien. Carlos, en la puerta, me dijo:
- ¿Qué pasa? ¿Has visto algo?
- Eso… eso me suena
Señalé a la pared donde se veía un cutre cuadro. Carlos se puso a mi lado y preguntó:
- ¿El cuadro?
- No, el detector de humo que está arriba en la esquina
Lo señalé y Carlos me miró sin comprender. Le dije:
- En uno de los eventos a los que fui de azafata, la empresa vendía productos de domótica y vigilancia. Me empollé el catálogo y juraría que uno de los productos se parecía a ese detector pero será una chorrada, no tengo buena memoria y todos los detectores son iguales pero ese puntito que tiene ahí… no sé, me lo ha recordado
Carlos cogió una silla, se subió en ella, y tras unos segundos toqueteando el detector, lo desenganchó y se bajó de la silla. Lo revisó y mirando el modelo cogió su móvil y, tras unos minutos, dijo:
- ¿Me puedes hacer un favor?
- Sí
Me alargó la llave de su coche y dijo:
- En el maletero tengo un portátil ¿Me lo puedes traer?
- Voy
Salí intrigada, no entendía nada. Cuando volví, Carlos dijo:
- Creo que tienes razón ese detector tiene una cámara dentro y veo aquí que se conecta a un servidor por wifi… Voy a ver si puedo acceder
- ¿Los del hotel graban a sus clientes? Que hijos de… huy, perdón
- Lo son, unos hijos de puta, pero nos puede venir bien si ayer grabaron algo
Se puso a hacer cosas con su portátil. Miré un poco pero como no entendía nada, me senté en la cama y esperé. Carlos tardaba y me puse a hablar con Fer por el móvil. De repente, dijo:
- Ya está
Me levanté y miré la pantalla. Tenía unos cuadros negros con muchas frases raras, no entendí nada de nada. Me dijo:
- Manda la imagen a este servidor… Me ha costado un poco entrar, estoy oxidado
- ¿Eres un hacker?
- Bueno, sé de esto para poder evitar que entren los malos a nuestros servidores… Espera, voy a ver si hay algo
Tecleó algo y dijo:
- Mmmm que raro
- ¿El qué?
- Parece que solo es esta cámara, no veo más en el hotel éste… y solo hay un video, me lo voy a descargar, tardará un poco
Entonces me miró y sonrió diciendo:
- Hablabas con Fer ¿No?
- Sí
- Lo que dije el otro día de que estoy orgulloso de él era verdad, lo estoy y mucho, no es fácil “conseguir” una novia guapa, lista y apañada como tú
Me puse inmediatamente colorada. Dije:
- Yo no…
- Fer habla maravillas de ti, como si no te conociéramos de sobra jeje
- Pero…
- Silvia y yo estamos muy contentos pero…
- Ah, un pero, ya me parecía todo muy bonito
- Jeje, espera… el pero son los estudios de Fer
- Ah, sí, me ha contado
- No tiene claro, nada claro, que hacer, si estudiar o no estudiar, y si no estudia a qué dedicarse, y si estudia, qué estudiar
- Lo sé, habla mucho de eso, le preocupa
- Sí, conmigo también habla, y he pensado una cosa… Por ahora solo lo he pensado, ni siquiera se lo he contado a Silvia, y menos a él, pero como tenemos tiempo, me gustaría saber que piensas
- ¿Yo?
- Claro, eres su novia ¿No? Fer también querrá saber tu parecer
- Ya pero yo no sé de estudios, siempre fui muy mala en eso
- No tienes que aconsejarle lo que debe estudiar, es otra cosa ¿Te cuento?
- Mmm vale
- Creo que Fer, con la indecisión que tiene, no debería ponerse a estudiar… sin una vocación, creo que va a perder el tiempo, lo mismo un año o dos intentando estudiar algo que no le gusta
- Ya pero entonces ¿Quieres que se ponga a trabajar de… de camarero?
- Sí, de lo que sea, que vea como es el mundo laboral aunque él sabe por ti lo duro que es, pero creo que le vendrá bien probarlo
- Oh, me… me sorprende, pensaba que lo tendríais más… más…
- Entre algodones ¿No?
- Sí, sois ricos ¿No?
- No tenemos problemas económicos
- Entonces no entiendo…
- ¿Crees que Fer es un niño de papá? ¿Un niño rico de papá?
- Un poco sí
- Por eso, necesita espabilar… contigo ha espabilado mucho pero opino que le vendría bien espabilar aún más… Yo fui dependiente de una tienda de música, de otra de bricolaje, mozo de almacén... durante algunos años mientras estudiaba
- ¿En serio?
- Sí, y estoy contento de aquella época aunque mi situación era diferente a la de Fer, mis padres tenían poco dinero
- Ah
- Pero ganarse la vida en un trabajo cobrando 500€ al mes o lo que sea, y luego con la paguita de papá, no lo va a espabilar mucho ¿No?
- ¿Quieres dejarlo sin… sin vuestro apoyo?
- No exactamente… Aquí entra la parte conflictiva
- ¿Conflictiva?
- La que más me va a costar de “vender” a Silvia
- ¿Y qué es?
- Y suponiendo que tú estés de acuerdo
Lo miré con expectación y esperé:
- Mi idea es que tú aceptes la oferta de Silvia de irte con Laira a Francia
- Pero yo no quiero…
- Espera… Te vas con Laira a trabajar. Tendrás un buen sueldo y te buscarás allí un pisito
- Pero…
- Un pisito para dos
- ¿Qué?
- Y que Fer se vaya contigo y se busque allí las habichuelas
Lo miré con la boca abierta y le dije:
- ¿Me estás diciendo que quieres que nos vayamos a vivir juntos?
- Eso es cosa vuestra, pero imagino que será lo mejor para compartir gastos ¿no?
Carlos me sonreía ampliamente. Me reí sorprendida. Entonces dijo:
- Fer no tendrá paga mensual nuestra ni nada parecido, allí tendrá lo que él gane o lo que tú le des si lo quieres mantener
- ¿Yo mantener?
- Lo dudo, pero es una posibilidad jeje
- Ni de coña, si quiere vivir conmigo, debe currar como yo
- Lo sospechaba jeje
- Que fuerte, Carlos
- Obviamente no estaréis desamparados, si necesitáis dinero, solo tenéis que pedírnoslo, así de fácil, pero no sé, me da que a ti eso de pedir dinero no es lo tuyo
- Jajajaja, me quieres usar para impedir que tu hijo sea un niño de papá jajaja
- Me propongo usar tus mejores cualidades, que seáis independientes y autosuficientes, pero con nuestro colchón por si acaso
- ¿Y en qué trabajaría Fer?
- Esa es su decisión… Y cuando os volváis aquí, cuando se abra la tienda, que decida si quiere seguir trabajando o estudiando
- Eres… eres… muy retorcido, me encanta jajaja
- Creo que a Fer le vendrá muy bien coger esa experiencia y ahora tiene tiempo para esto… en unos años ya estará en la vorágine de nuestra sociedad y será complicado que realice cambios
- Flipante
Me levanté y le di un beso en la mejilla y lo abracé por el cuello:
- Tengo el mejor suegro del mundo jejeje
- No te emociones mucho, que primero hay que convencer a estos dos, tú te encargas de Fer y yo de Silvia
- ¿Fer? A él lo convenzo en cero coma jajaja
- Me imagino, pero a ver como lleva Silvia lo de que su niñito se vaya fuera y, encima, a vivir con su novia, y sin dinero más allá de lo que consigáis los dos
- Ya te digo, va a decir que menuda fresca estoy hecha jajaja
- Una fresca que tiene una gran ventaja
- ¿Cuál?
- Que le cae genial y la quiere muchísimo
- Jajaja
Entonces sonó una campanita y dijo:
- Ya se ha copiado, vamos a ver que tiene el video
Y lo puso. Lo primero que vimos fue a un tipo dando vueltas por la habitación, nervioso. Estuvo así varios minutos. De pronto, llamaron a la puerta y el tipo la abrió. Vimos entrar a Héctor. Escuchamos la conversación y nos quedamos de piedra cuando, por detrás de Héctor, vimos a una mujer de unos 30-40 años, rubia, que le ponía una bolsa en la cabeza y luego le pinchaba con algo.
Vimos el video en silencio, escuchando las conversaciones con la boca abierta. Entonces, vimos como lo empezaban a desnudar y cuando le quitaron los calzoncillos, me giré diciendo:
- Ay, dios, que lo han despelotado ¿No?
- Sí
Me quedé dándole la espalda, escuchando a las dos guarras hablando y entonces escuché que decía que la tenía grande y no pude evitar echar un vistazo rápido y pensé “Joe, que Cris tenía razón, la tiene bien grande”.
Escuché sin volverme más, cada vez más sorprendida. Carlos habló cuando se escucharon los gritos de la chica saliendo de la habitación y dijo:
- Cris tenía razón, es la única que no ha dudado sobre Héctor
- Pobrecito ¿Puedo mirar?
- Sí
- ¿Quiénes son esas… esas hijas de puta?
- Ni idea, pero esto es… esto es…
- Le querían engañar haciéndole creer que esa tía era Cris para grabarlo ¿no?
- Eso es
- Se le parece pero se nota que no es ella
- Por eso lo drogaron, para que no se diera cuenta, pero no lo engañaron y entonces le dio el ataque
- Ayyy, pobre, y todos pensando mal de él
- Venga, vamos, hay que avisar a la policía y contárselo a Cris
Cuando llegamos al coche me dijo:
- Dejemos aquí el coche de Héctor, ya vendremos, ahora lo prioritario es esto… Vente conmigo y llamamos a Silvia y le contamos por el camino
Y eso hicimos. Y cuando llegamos, Carlos les enseñó el video a Cris y Silvia, solo a ellas, por respeto a Héctor que salía casi todo el tiempo desnudo. Y resultó que Cris conocía a dos de ellos. Carlos llamó a la policía, les contó todo, dio los nombres y donde podían conseguir el video porque él suyo no lo había obtenido de forma lícita, según nos explicó, debían conseguirlo los técnicos de la policía.
Fue todo alucinante, yo estaba maravillada con Carlos. Siempre había sabido que era un hombre excepcional pero ahora para mí estaba en un nivel casi “dios” como decía Fer, que admiraba muchísimo a su padre. Y Carlos, mientras tanto, quitándose importancia o repartiéndola conmigo, que no había hecho nada de nada. Así era él, no quería llevarse el mérito que merecía, pero todos lo sabíamos.
Y al fin despertó Héctor, muy confundido. Le hicieron pruebas y salieron todas bien. Y lo llevaron a una habitación normal donde se durmió de inmediato, sin decir nada en claro pero dijeron que era normal que al día siguiente se sentiría mejor. Esa noche Cris se negó a dejar a Héctor y tuvieron que ponerla en la cama de al lado de Héctor. Y Ali dijo que ella se quedaba para cuidarlos esa noche.
Gema
Cogí del brazo a mi padre y le dije:
- Papá
- Dime, cariño
- ¿Qué sabes de Fran?
- Ah, me ha escrito Paco, ya está en su habitación, ha ido todo bien pero no puede hablar, tiene toda la mandíbula anestesiada, le debe doler mucho
- Ya
- Iba a ir ahora a verlo con tu madre antes de irnos ¿Vienes?
- Sí
Y fuimos. Fran dormía y el padre decía que se iba a casa, que estaba muy cansado. Entonces les dije:
- Esta noche me quedo yo con Fran
Todos me miraron extrañados y les dije:
- No vamos a dejarlo solo, y todos estáis muy cansados
Los tres asintieron, con Paco agradeciéndomelo efusivamente y mi madre mirándome fijamente. Cuando se fueron, me senté cerca de él y me pasé horas mirándolo dormir mientras pensaba.
Cristina
Me desperté repentinamente, como si pasara algo. Miré a mi alrededor y recordé donde estaba. Entonces miré a la cama de Héctor. Él me miraba y dijo:
- Cris ¿Qué ha pasado?
- Cariño ¿Estás bien?
- Sí, creo que sí
- Tuviste un ataque ¿Te acuerdas?
- Mmm ¿no? ¿Un ataque? ¿De qué?
- Por el estrés
- Ah
Nos callamos. Quise levantarme para ir a tocarlo, pero en esa cama me costaba, iba a necesitar ayuda. Miré a Ali que dormía en un sillón. No quise molestarla y nos quedamos los dos mirándonos, sonriendo. Entonces Héctor dijo:
- Oh… ahora que lo pienso, debo haberte asustado ¿No?
- Mucho
- Lo siento, Cris, estoy un poco confundido, pero lo siento mucho ¿Cómo estáis las dos? ¿Y los niños?
- Todos estamos bien, cariño, y no importa el susto, ahora estás bien ¿No?
- Creo que sí
Se calló y vi que titubeaba. Entonces dijo:
- Te he mentido, Cris, lo siento
- Lo sé
- No fue con mala intención, pero ahora lo siento mucho… he tenido una pesadilla con eso
- ¿Ahora?
- Creo que sí
- ¿Me la cuentas?
- No sé, te puedes enfadar
- No, mi vida, nunca me enfadaría contigo
- Es que… creo que era de sexo contigo
- ¿Y eso es una pesadilla?
- Sí porque cuando empezábamos, te besaba en la boca y en el cuerpo y me daba cuenta que no eras tú, que era otra persona porque aunque tenía tu aspecto no sabía como tú, no olía como tú… y… y era terrible besar a otra, yo… era como si te hubiera perdido… no sé… creo que la pesadilla ha sido por sentirme culpable
Ahogué una exclamación, se estaba refiriendo a la escena en el hotel pero seguía confundido. Le pregunté:
- ¿Culpable? ¿Por?
- Creo que mi subconsciente me estaba diciendo que te puedo perder por mentirte, eso me estaba reconcomiendo por dentro desde hace días y creo que ha salido por ahí, por medio de esa pesadilla que empezaba besándote a ti pero luego me dejabas por las mentiras y por eso te convertías en otra mujer y ha sido… horrible, me sentí fatal por perderte y…
Héctor sollozó y le dije:
- Cariño, nunca me vas a perder
- Pero te mentí y… y… te he ocultado lo que ha pasado en la oficina y el cliente y…
- Chiissst, cariño, lo sé todo y no pasa nada, no te preocupes
- Pero podemos perder todo por lo que has luchado tanto, nuestro negocio, y es por mi culpa y…
- No, cariño, no te preocupes por nada, Carlos se está encargando
- Pero él no sabe…
- Sí, me ha dicho que mañana va a encargarse de todo, que te despreocupes, que él tiene mucho tiempo y quiere distraerse, así que vamos a dejarlo que se entretenga mientras nosotros nos recuperamos sin pensar en el trabajo ¿Vale?
- Perdóname, Cris, nunca más te mentiré, te lo juro, me moriría si me abandonas
- No tengo nada que perdonarte, sé por qué lo hiciste, para cuidarme, como siempre.. y jamás te abandonaré, jamás
Saqué mi mano y la alargué. Él hizo lo mismo y nos tocamos. Le dije:
- Eres mi vida, también me moriría sin ti
Carlos
Miré a Cris que, sentada junto a la cama de Héctor, le cogía la mano y murmuraba constantemente. Ahora estaba en la UVI y, aunque aún no había despertado, se esperaba que lo hiciera pronto.
Fuera, esperaban todo el resto de familiares, estaban todos. Solo Sofi y Fer no estaban porque se habían quedado cuidando de los niños. Los padres y hermanos de Héctor habían llegado esa mañana ya que vivían en otra ciudad, y los pobres estaban muy abatidos. Ali había llegado la noche anterior hecha un paño de lágrimas, para ella Héctor era su ídolo, a quien más admiraba, y no paraba de llorar. Lo mismo le pasaba a mi Cristi que no paraba de llorar por su querido tío Héctor.
Miré a Héctor y pensé “Venga, Héctor, que hay muchísima gente que te quiere, no nos puedes dejar tirados”.
Recordé la tarde anterior cuando le conté a Cris que Héctor estaba vivo y que se recuperaría. Me costó mucho que me escuchara, y en cuanto se dio cuenta de lo que le estaba diciendo, pidió ir a verlo. Y ya no hubo forma de separarla de él. Solo salía para ir al baño o hablar con sus hijos. Y por la noche, cuando le dijimos que se fuera a casa, que Silvia y yo nos quedábamos con Héctor, ella se negó, gritó, se debatió… hubo que volver a ponerle un sedante y la encamaron para volver a ponerla en observación.
Y al despertarse, corriendo quiso ir a ver a Héctor. Tuve que convencerla de que antes desayunara. Ella decía que no podía pero se esforzó en comer por su bebé. Cuando terminó, llamó a sus hijos y, al terminar, me miró y empezó a hacerme las preguntas que me temía. Lo había hablado con Silvia durante la noche, de si era conveniente contarle la verdad o no. Al final decidimos contarle todo porque ella vería las analíticas y lo que los médicos contaran, era imposible que no se enterara de las drogas y el viagra. Le contamos incluso lo del robo en la oficina porque ella no se explicaba que hacía Héctor aquí si debía estar en las oficinas del cliente en el extranjero. Cris escuchó en silencio, solo preguntando por alguna cosa que no entendía. Fue perturbador ver como asimilaba todo en silencio, sin ponerse a llorar o gritar enfadada.
Luego, pidió ir a ver a Héctor, y ahí llevaba un buen rato, sosteniendo y acariciando la mano de su marido.
Cristina
“Héctor, todo esto es por mi culpa, lo sé, solo por mi culpa”. No paraba de pensar en eso. Sabía lo estresado y cansado que estaba, lo sabía bien, y no había hecho nada por intentar ayudarlo de verdad, solo había sido una carga más para él, una de muchas. Y él siempre con una sonrisa, sin quejarse, ayudando y ocupándose de todo, de todo. Y no me he querido dar cuenta de que estaba al límite. “Soy una estúpida, una estúpida egoísta”.
Ni siquiera me había dado cuenta de que algo pasaba cuando me dijo lo de la decisión de cambios en la infraestructura de la empresa “¿Cómo no me di cuenta de que era algo muy raro? Héctor siempre, siempre, me ha pedido mi opinión en todo, incluso en su parte del trabajo donde él sabe mucho más que yo, ¿y ahora me dice de este cambio y yo solo me enfado y pienso que me ha ninguneado? ¿Héctor menospreciando mi opinión? ¿En serio no me di cuenta de lo raro que era? Pues no, porque soy una estúpida egoísta, como decía mi madre, siempre lo he sido, una egoísta, solo pensando en mí”.
En el sexo es donde más se veía mi egoísmo. Lo había tenido sin sexo durante meses porque a mí no me apetecía. Solo cuando volvió a apetecerme le dejé… no, le exigí que todas las noches lo hiciéramos, aunque él llegaba reventado y solo tuviera ganas de descansar, yo le exigía sexo porque ahora sí me apetecía. Y no un polvo de cinco minutos, no, le pedía sexo de verdad. Y me quedaba feliz porque le había dado sexo y ya con eso cumplía con él, cuando era yo la que lo disfrutaba de verdad, la que lo necesitaba de verdad “Estúpida zorra egoísta”.
Y todo el rato quejándome de mi espalda, de mis piernas… y él ni una queja de nada, solo atendiéndome, solo preocupándose de mí y de los niños, y yo nada de él “Estúpida egoísta de mierda”.
Y claro que se habrá buscado a otra, hasta una puta lo habrá atendido mejor que yo. Sobre todo en esos meses donde no le hice caso. Normal. Y seguro que hasta esas fulanas lo escuchaban más que yo “Estúpida puta egoísta de mierda”.
“Pero esto lo arreglaremos, mi amor, yo… será como si no hubiera pasado, de verdad. Seré mejor pareja, te lo juro, no te volveré a dejar abandonado y sin atender, yo…”
Entonces levanté la cabeza y lo miré. Llevaba con esos pensamientos desde que me había sentado junto a él, recriminándome constantemente, pero entonces caí en la cuenta “Pero ¿En qué estoy pensando? Héctor no ha podido hacer esto, jamás, es imposible, él me quiere con locura, igual que yo a él, jamás se iría con otras y ¿Drogas? Pero si casi ni bebe cerveza y cuando lo hace se marea ¿Y Viagra? Pero si con solo acariciarle un poco se le pone dura”.
Miré a Carlos, que tenía muy mala cara, y le dije:
- Carlos
- Dime, Cris
- Esto está mal
Carlos se incorporó rápidamente y preguntó:
- ¿Le pasa algo a Héctor?
- Me refiero que esto que me has contado no está bien
- Lo sé, ninguno nos lo explicamos ni…
- No, Carlos, digo que eso no lo ha podido hacer Héctor
Carlos puso una cara de circunstancias, sin saber que decir. Le dije:
- Sé lo que vio la policía y los de la ambulancia pero es imposible
- Lo sé, Cris, pero la gente vio a la chica y…
- Aquí para algo raro, Carlos
- ¿A qué te refieres?
- Sabes que Héctor me adoraba, me quiere con locura
- Lo sé
- Igual que tú a Silvia
- Sí
- ¿Tú le harías eso a Silvia?
- Claro que no
- ¿Te lo has planteado alguna vez?
- No
- ¿Y ahora vas a creer que Héctor sí? ¿El Héctor que todos conocemos que nunca mira a otras mujeres ni se da cuenta de como lo miran?
- Ya
- De verdad, Carlos, aquí ha pasado algo distinto a lo que parece
Carlos dudó y terminó diciendo:
- Cuando Héctor despierte, nos lo contará y…
- Lo sé pero estará confundido y quizás no recuerde bien las últimas horas ¿No ha dicho eso el médico?
- Sí
- Carlos, eres el mejor amigo de Héctor, para él eres… eres más que su padre
- No creo que…
- Sí, lo eres, te admira de una forma que ni te puedes imaginar, para él lo que dices es lo que más en cuenta tiene, siempre
- Yo…
- Y eres mi mejor amigo, te confiaría la vida de mis hijos
- Cris, yo no sé…
- Por favor, te lo pido por los dos, por lo que te queremos, por lo que significas para nosotros… ayúdanos, aquí hay algo que no cuadra, eso no puede haberlo hecho Héctor, lo sabes
Carlos me miró y terminó diciendo:
- Pero Héctor ha tenido mucha presión con el trabajo y puede… quizás tengamos que asimilar que ha cambiado y…
- No, Carlos, no se puede asimilar lo que es imposible… Héctor no ha hecho eso… Por favor, ayúdanos, algo está pasando ¿Ves normal lo de la oficina? ¿Lo que me has dicho de la saña destructiva?
Carlos me miró sorprendido y preguntó:
- ¿Crees que tiene relación?
- Lo veo extraño que ocurra todo casi a la vez ¿No te parece?
- Sí, lo he pensado ¿Tenéis algún problema de deudas o algo?
- Nada, tú conoces nuestras cuentas, te consultamos todo, incluso nuestras inversiones… y la situación de la empresa… lo sabes todo, incluso más de lo que sabemos nosotros mismos porque confiamos plenamente en ti, Carlos
- Ya, tienes razón, no tenéis ni problemas económicos personales ni profesionales… Estos días con lo de seguro lo he estado revisando todo y vuestra situación es muy buena
- ¿Entonces? ¿Qué puede ser?
Carlos se quedó pensando y dijo:
- No lo sé, pero voy a pedir que investiguen… la policía no va a hacer nada, no hubo ni siquiera robo, las cosas de Héctor estaban en la habitación
- Gracias, Carlos
- Incluso me dieron las llaves del coche de Héctor, que sigue allí, ni eso se llevaron
- Te lo digo muy en serio, pienso que drogaron a Héctor para algo, y que salió mal o lo que sea
- Mmmm ¿Y lo del viagra?
- No lo sé
Carlos me miró unos segundos y luego asintió diciendo:
- Tienes razón, todo es muy extraño, haré unas llamadas para que investiguen
- Gracias… ¿Me ayudas a levantarme? Quiero salir y llamar a mis niños ¿Quiénes están con ellos?
- Sofi y Fer
- Ay, Sofi… Gracias a Dios que la tenía allí
- Sí
- Que mal rato le he hecho pasar, pobrecita
Y Carlos me ayudó y salimos.
Carlos
Al salir, nos rodearon los familiares. Cris se fue con la madre de Héctor para llamar a sus niños y yo me quedé pensando en lo que me había dicho Cris. Y tenía razón, ahora lo veía claro, Héctor no podía haber hecho algo así, era imposible ¿Cómo no me había dado cuenta?
Me llevé las manos a la cara. Llevaba demasiadas horas sin dormir, estresado y preocupado. Me senté en una silla, totalmente agotado y cogí mi móvil.
Silvia
Miré a Carlos, muy preocupada por su aspecto. Aunque Carlos estaba muy en forma, siempre se estaba preocupando mucho por todos y esto le iba a pasar factura. A mi lado, Gema y Ali hablaban en voz baja. Las miré, también tenían muy mala cara, todos estábamos igual. Al menos, a ellas dos, Cristi, Sofi y Fer los habíamos obligado a irse a dormir, solo nos habíamos quedado Carlos y yo. Ambos sabíamos que no íbamos a poder descansar si nos íbamos.
Me acerqué a las chicas y le dije a Gema:
- Mira a tu padre, Gema
Ella lo hizo y dijo:
- Os tenéis que ir a casa, os ducháis y os echáis un ratito, nosotras nos quedamos
- Ya, y tu padre lo necesita más, lleva ya dos noches que casi no duerme
Gema me miró sin comprender y dije:
- Ya sabes como es, la otra noche que no volviste a casa casi no durmió
- Oh, mierda
- Yo sé que esas cosas pasan, Gema, pero conoces a tu padre, tienes que avisar aunque ya tengas edad de no tener que hacerlo, porque él siempre se va a preocupar mientras vivas en nuestra casa
- Lo sé, lo sé, es que…
- No importa, solo tenlo en cuenta ¿Vale?
- Sí, claro, lo siento mucho, mamá
- Debería irse a casa pero cualquiera convence a tu padre
- Ya
- Anda, inténtalo tú, que a ti no sabe decirte que no
Ella sonrió tristemente y fue hacía su padre. Los vi hablar y vi que ella le pedía perdón por no avisar, y se echaba a llorar abrazándolo. Estábamos todos que de poco, se nos saltaban las lágrimas. Vi como Carlos se removía intranquilo, ya que como siempre, era incapaz de decirle que no a Gema. El inmenso cariño que le tenía Carlos a Gema nadie lo podía discutir. Para él, no había ninguna diferencia entre sus hijos biológicos y Gema, ninguna, los quería a todos por igual y siempre lo había demostrado.
Y como ya suponía, vi que Gema lo estaba convenciendo. Sonreí pensando “Se derrite con Gema, menos mal que Gema tiene su carácter y estoy yo, si no, la hubiera convertido en una niñita de papá mimadísima”. Se levantaron y vi que Carlos cogía su móvil, le decía algo a Gema que lo miraba extrañada y luego, Carlos hizo una llamada. Me acerqué curiosa por la expresión de los dos, de confusión. Llegué cuando Carlos decía:
- ¿Qué? ¿Dónde?
Y salía fuera para poder hablar sin problemas.
Miré a Gema que me dijo:
- Papá tenía un montón de mensajes y llamadas perdidas de Paco, el padre de Fran
Me temí lo peor, que hubiera sufrido otro ataque o similar pero, inmediatamente, pensé que Paco no llamaría para eso, lo haría Fran. Pensé que se habría enterado de lo de Héctor. Carlos volvió al poco diciendo:
- Es por Fran
Gema puso cara de alarma y preguntó:
- ¿Qué le pasa?
- Está hospitalizado, aquí pero en otro ala
- Pero ¿Qué ha pasado?
- Paco dice que le han dado una paliza, que se acaba de despertar y ha preguntado por… por ti, Gema
Nos quedamos las dos con la boca abierta. Carlos dijo:
- Voy a ir a verlos
Gema, de inmediato, dijo:
- Voy también
Carlos me miró y dijo:
- ¿Te quedas para cuando vuelva Cris acompañarla dentro?
- Claro
- Ahora te contamos
Y los vi alejarse, preocupados. Y pensé “Madre de Dios, todo a la vez”.
Gema
Miré a Fran con lágrimas en los ojos. Estaba fatal, con media cara vendada y el ojo que se le veía estaba rodeado por una fuerte contusión. Y tenía más vendajes en el pecho y en una mano. Lo habían vuelto a sedar y ahora dormía.
Su padre nos había contado que había sido hacía dos noches, la noche en la que me drogó Dani. Hasta ese momento no me había acordado pero ahora estaba casi segura de que había visto a Fran en la disco ¿O lo había imaginado? No lo tenía claro, en ese momento ya debía estar muy drogada, pero o lo había visto o lo había imaginado.
Y no me podía quitar de la cabeza una idea ¿Tendría que ver esta paliza conmigo? Fran había estado inconsciente hasta hacía poco, pero al despertarse había preguntado por mí. Seguro que esto también era por mi culpa.
Fran
Abrí el único ojo que podía abrir y, entre la neblina que me cubría el ojo, vi una figura, una figura que me pareció un ángel rodeado de luz. Parpadeé, la luz provenía de la ventana que estaba detrás de la figura. Entonces dije:
- ¿Gema?
- Chisst, duerme
- ¿Estoy soñando?
Me dolía la mandíbula y me costaba hablar. Me habían dado bien los tres tipos de ese chulo de la discoteca sin dejarme ninguna opción porque dos de ellos me mantuvieron agarrado mientras el otro me daba un golpe tras otro.
Parpadeé repetidamente hasta que conseguí aclarar algo mi visión. Entonces la vi, sí, era ella y le pregunté:
- ¿Estás bien?
- Sí, Fran
- ¿Te… te han hecho daño?
Gema sollozó y negó con la cabeza. Le dije:
- Te… te he vuelto a fallar, otra vez
Ella negó con la cabeza. De pronto, giró su cabeza para mirar la puerta y dijo:
- Calla, vienen nuestros padres… Iré a verte a tu casa y hablaremos, no digas nada de lo que pasó, por favor
Entonces entraron Carlos y mi padre. Vi que Gema se alejaba un par de pasos. Carlos dijo:
- Madre mía, Fran, como te han dejado ¿Qué pasó?
Y, con bastante esfuerzo porque me costaba hablar, les conté una historia inventada sobre la marcha, que me habían intentado atracar y me defendí malamente. Y mientras lo contaba, no podía dejar de mirar a Gema, que lloraba silenciosamente.
Cuando terminé, mi padre nos dijo que la policía quería hablar conmigo y también nos contó que me iban a operar esa tarde de la mandíbula pero que era con anestesia local, que no era preocupante. Entonces, Carlos nos contó lo de Héctor. Me quedé sin habla, tan joven y con problemas de corazón, un tío que era tan buena gente y tranquilo. Carlos me dijo:
- Silvia vendrá después, se ha quedado cuidando de Cris
- No… no hace falta que…
- Sí, querrá venir, pero la prepararé para que no se asuste al verte, Fran, da miedo como te han dejado, pero el médico le ha dicho a tu padre que nada es grave de verdad, que te recuperarás ¿Verdad?
- Sí, la… la mandíbula y… y las costillas es lo peor, no podré trabajar…
- No te preocupes por eso, hombre, tú piensa en recuperarte… el trabajo es secundario, mira el pobre Héctor, tan estresado por su trabajo… no merece la pena, de verdad
Los dos se despidieron. Al salir, Gema se giró para mirarme y titubeó. Miró como mi padre y su padre se iban mientras seguían hablando y ella vino a mi cama y se inclinó para decirme al oído:
- Por favor, no cuentes nada de la disco, es por mi padre, lo está pasando muy mal con Héctor y no puedo…
Gema sollozó. Se limpió las lágrimas y continuó:
- Ya hablaremos cuando estés mejor, yo estoy bien, pero no quiero que mi padre sufra más, por favor… Lo siento, siento muchísimo que te hayan hecho esto por mi culpa, pero no digas nada, por favor
Asentí pero tuve claro que algo le había pasado aquella noche y me quemaron las entrañas por dentro. Pensaba matar a ese hijo de puta.
Sofi
Llegué a la UVI y vi que Cris y Silvia estaban dentro. Miré a mi alrededor y vi a Ali hablando con un hermano de Héctor. A quien no vi fue a Carlos y Gema. Miré de nuevo a la habitación, Héctor seguía con el mismo aspecto, que raro era verlo así. Entonces Cris levantó la vista y me vio. Me sonrió tristemente y le dijo algo a Silvia. Entonces salió y me abrazó diciendo:
- Sofi, cariño, muchísimas gracias
- Yo… ¿Por qué?
- Ayer reaccionaste muy bien, me entró un ataque de histeria, podría haberle hecho algo a mi bebé pero tú supiste que hacer
- No hice nada, Cris
- Sí, llamaste y me calmaron, gracias, gracias de parte de las dos
Tocándose la barriga. Entonces dijo:
- Me volví loca… lo vi todo negro, Sofi, fue escuchar infarto y me hundí en una pena absoluta
- Es normal, Cris, fue una impresión enorme y…
- No, debí pensar en mi bebé, me lo estoy reprochando mucho, pero gracias a ti… a los dos, a Fer también le tengo que dar un beso enorme… Cuando Héctor despierte se pondrá muy contento cuando le cuente lo bien que os habéis portado
- Era lo menos que podíamos hacer, Cris
- ¿Y mis niños?
- Ya sabes, están confusos, pero los hemos estado entreteniendo… Fer es un buen payasete cuando quiere jeje
- Es que tengo un sobrino muy salao, te has llevado lo mejor de lo mejor, Sofi
- Lo sé, jeje… ahora están allí tus suegros
- Sí, se lo he dicho, que se vayan allí y les avisaremos cuando Héctor despierte, su madre no está bien de salud y no quería que estuvieran aquí mucho
- Ya, de todos modos, se han quedado Fer y Cristi con ellos, por si necesitan algo
- Genial
Entonces llegó Carlos que me dio un beso y Cris dijo:
- Pensaba que te habías ido a casa a descansar
- No, más tarde, cuando despierte y me quede tranquilo
- Ay, Carlos, Silvia está preocupada
- Lo estamos todos
- Preocupada por ti… no hagas como Héctor y no des importancia a tu estado… Por favor, vete y descansa, las dos nos quedaremos más tranquilas
Miré a Carlos y le pregunté:
- ¿No has descansado nada?
- Los viejos necesitamos dormir menos, Sofi jeje
- Pero Carlos…
Entonces Cris dijo:
- Me vuelvo dentro, no quiero dejarlo mucho tiempo solo
Y entró para sentarse y cogerle la mano a Héctor. Miré a Carlos y me contó lo de Fran. Me quedé pasmada. Me dijo:
- Gema está muy afectada, ha salido a dar una vuelta, ahora vuelve
- Madre mía
- Te quería pedir un favor
- Claro, dime
- Sigues acordándote de como es conducir un coche ¿no?
- Claro, no tengo pero a veces me deja Ali el suyo y…
- ¿Te vienes conmigo y recogemos el coche de Héctor? Es que es el familiar y si hay que llevar a algún sitio a los niños lo necesitaremos, tiene todas las sillitas
- Ah, vale ¿Dónde está?
- En el hotel ese
Se me ensombreció el rostro. Seguía asombrada por Héctor, mira que irse a un hotel a tirarse a una prostituta, era increíble, quien lo iba a decir. Le dijimos a Ali donde íbamos a ir y nos fuimos en el coche de Carlos. Allí me preguntó:
- ¿Qué piensas de todo esto?
- ¿Te refieres a lo que ha hecho Héctor?
- ¿Crees que lo ha hecho?
Lo miré asombrada y le pregunté:
- Pero ¿No es lo que nos contó ayer la policía? Que estaba allí para… para acostarse con una prostituta
- Sí, pero ¿Lo crees?
- Bueno, pensaba que… que no es que hubiera que creerlo o no, pensaba que es lo que pasó
- Eso parece, sí, pero tú conoces a Héctor ¿Lo ves haciendo algo así?
- No, y eso es lo que me parece más alucinante de todo esto
- Cris está convencida de que no lo ha hecho
- ¿Y qué cree que pasó?
- No lo sabe… y desde que me lo dijo, cada vez estoy más convencido de que ella tiene razón, Héctor jamás haría algo así… Tú lo conoces bien, besa el suelo que pisa Cris
Lo miré con la boca abierta. Tenía toda la razón, pero entonces, lo de la prostituta desnuda gritando, él con una erección por el viagra dentro de una habitación de hotel… ¿Cómo había podido pasar eso? Le dije:
- Es que… sí, es Héctor, tienes razón, pero entonces no me explico que pasó realmente
- ¿Ves? Es que si solo escuchas los hechos parecen claros pero cuando pones ahí a Héctor ves que no encaja nada… He pedido a una gente que conozco que indague
- Oh
- Y cuando despierte Héctor, si se despierta sin lesiones...
- Oh, Dios
- Es una posibilidad, tenemos que estar preparados… pero si se despierta bien, él nos contará, pero lo mismo no lo recuerda… Ya veremos, pero ahora pienso como Cris, esto no encaja nada de nada
- Cierto, cierto
Llegamos y buscamos el coche. Estaba en el parking. Carlos me dio las llaves y lo abrí. Iba a sentarme y arrancarlo cuando dijo:
- Voy a mirar la habitación
- ¿Por qué?
- Para hacerme una idea… no sé, es una bobada pero ya que estamos aquí ¿Vienes o te quedas?
- Voy
Fuimos a recepción, Carlos habló con el tipo, y pagándole, le dio las llaves. Cuando salimos de la recepción me dijo:
- Perdona, Sofi, debería haber venido yo solo
- ¿Por?
- Ese tipo asqueroso se ha pensado que vamos a… mmmm usando el morbo de la habitación…
- Oh, por favor
- La gente viene aquí para eso… Perdona, no lo he pensado
- Que le den al asqueroso
Fuimos y entramos en la habitación. Miramos alrededor, no tenía nada de especial. Carlos revisó un poco el suelo y miró debajo de la cama. Le pregunté:
- Pero ¿Qué buscas?
- Nada, es una chorrada, lo sé, me parece que he visto muchas series… Venga, vámonos
Carlos se dirigió a la puerta y lo fui a seguir pero antes miré la habitación por última vez. Entonces observé algo que antes me había pasado desapercibido. Me acerqué para mirarlo bien. Carlos, en la puerta, me dijo:
- ¿Qué pasa? ¿Has visto algo?
- Eso… eso me suena
Señalé a la pared donde se veía un cutre cuadro. Carlos se puso a mi lado y preguntó:
- ¿El cuadro?
- No, el detector de humo que está arriba en la esquina
Lo señalé y Carlos me miró sin comprender. Le dije:
- En uno de los eventos a los que fui de azafata, la empresa vendía productos de domótica y vigilancia. Me empollé el catálogo y juraría que uno de los productos se parecía a ese detector pero será una chorrada, no tengo buena memoria y todos los detectores son iguales pero ese puntito que tiene ahí… no sé, me lo ha recordado
Carlos cogió una silla, se subió en ella, y tras unos segundos toqueteando el detector, lo desenganchó y se bajó de la silla. Lo revisó y mirando el modelo cogió su móvil y, tras unos minutos, dijo:
- ¿Me puedes hacer un favor?
- Sí
Me alargó la llave de su coche y dijo:
- En el maletero tengo un portátil ¿Me lo puedes traer?
- Voy
Salí intrigada, no entendía nada. Cuando volví, Carlos dijo:
- Creo que tienes razón ese detector tiene una cámara dentro y veo aquí que se conecta a un servidor por wifi… Voy a ver si puedo acceder
- ¿Los del hotel graban a sus clientes? Que hijos de… huy, perdón
- Lo son, unos hijos de puta, pero nos puede venir bien si ayer grabaron algo
Se puso a hacer cosas con su portátil. Miré un poco pero como no entendía nada, me senté en la cama y esperé. Carlos tardaba y me puse a hablar con Fer por el móvil. De repente, dijo:
- Ya está
Me levanté y miré la pantalla. Tenía unos cuadros negros con muchas frases raras, no entendí nada de nada. Me dijo:
- Manda la imagen a este servidor… Me ha costado un poco entrar, estoy oxidado
- ¿Eres un hacker?
- Bueno, sé de esto para poder evitar que entren los malos a nuestros servidores… Espera, voy a ver si hay algo
Tecleó algo y dijo:
- Mmmm que raro
- ¿El qué?
- Parece que solo es esta cámara, no veo más en el hotel éste… y solo hay un video, me lo voy a descargar, tardará un poco
Entonces me miró y sonrió diciendo:
- Hablabas con Fer ¿No?
- Sí
- Lo que dije el otro día de que estoy orgulloso de él era verdad, lo estoy y mucho, no es fácil “conseguir” una novia guapa, lista y apañada como tú
Me puse inmediatamente colorada. Dije:
- Yo no…
- Fer habla maravillas de ti, como si no te conociéramos de sobra jeje
- Pero…
- Silvia y yo estamos muy contentos pero…
- Ah, un pero, ya me parecía todo muy bonito
- Jeje, espera… el pero son los estudios de Fer
- Ah, sí, me ha contado
- No tiene claro, nada claro, que hacer, si estudiar o no estudiar, y si no estudia a qué dedicarse, y si estudia, qué estudiar
- Lo sé, habla mucho de eso, le preocupa
- Sí, conmigo también habla, y he pensado una cosa… Por ahora solo lo he pensado, ni siquiera se lo he contado a Silvia, y menos a él, pero como tenemos tiempo, me gustaría saber que piensas
- ¿Yo?
- Claro, eres su novia ¿No? Fer también querrá saber tu parecer
- Ya pero yo no sé de estudios, siempre fui muy mala en eso
- No tienes que aconsejarle lo que debe estudiar, es otra cosa ¿Te cuento?
- Mmm vale
- Creo que Fer, con la indecisión que tiene, no debería ponerse a estudiar… sin una vocación, creo que va a perder el tiempo, lo mismo un año o dos intentando estudiar algo que no le gusta
- Ya pero entonces ¿Quieres que se ponga a trabajar de… de camarero?
- Sí, de lo que sea, que vea como es el mundo laboral aunque él sabe por ti lo duro que es, pero creo que le vendrá bien probarlo
- Oh, me… me sorprende, pensaba que lo tendríais más… más…
- Entre algodones ¿No?
- Sí, sois ricos ¿No?
- No tenemos problemas económicos
- Entonces no entiendo…
- ¿Crees que Fer es un niño de papá? ¿Un niño rico de papá?
- Un poco sí
- Por eso, necesita espabilar… contigo ha espabilado mucho pero opino que le vendría bien espabilar aún más… Yo fui dependiente de una tienda de música, de otra de bricolaje, mozo de almacén... durante algunos años mientras estudiaba
- ¿En serio?
- Sí, y estoy contento de aquella época aunque mi situación era diferente a la de Fer, mis padres tenían poco dinero
- Ah
- Pero ganarse la vida en un trabajo cobrando 500€ al mes o lo que sea, y luego con la paguita de papá, no lo va a espabilar mucho ¿No?
- ¿Quieres dejarlo sin… sin vuestro apoyo?
- No exactamente… Aquí entra la parte conflictiva
- ¿Conflictiva?
- La que más me va a costar de “vender” a Silvia
- ¿Y qué es?
- Y suponiendo que tú estés de acuerdo
Lo miré con expectación y esperé:
- Mi idea es que tú aceptes la oferta de Silvia de irte con Laira a Francia
- Pero yo no quiero…
- Espera… Te vas con Laira a trabajar. Tendrás un buen sueldo y te buscarás allí un pisito
- Pero…
- Un pisito para dos
- ¿Qué?
- Y que Fer se vaya contigo y se busque allí las habichuelas
Lo miré con la boca abierta y le dije:
- ¿Me estás diciendo que quieres que nos vayamos a vivir juntos?
- Eso es cosa vuestra, pero imagino que será lo mejor para compartir gastos ¿no?
Carlos me sonreía ampliamente. Me reí sorprendida. Entonces dijo:
- Fer no tendrá paga mensual nuestra ni nada parecido, allí tendrá lo que él gane o lo que tú le des si lo quieres mantener
- ¿Yo mantener?
- Lo dudo, pero es una posibilidad jeje
- Ni de coña, si quiere vivir conmigo, debe currar como yo
- Lo sospechaba jeje
- Que fuerte, Carlos
- Obviamente no estaréis desamparados, si necesitáis dinero, solo tenéis que pedírnoslo, así de fácil, pero no sé, me da que a ti eso de pedir dinero no es lo tuyo
- Jajajaja, me quieres usar para impedir que tu hijo sea un niño de papá jajaja
- Me propongo usar tus mejores cualidades, que seáis independientes y autosuficientes, pero con nuestro colchón por si acaso
- ¿Y en qué trabajaría Fer?
- Esa es su decisión… Y cuando os volváis aquí, cuando se abra la tienda, que decida si quiere seguir trabajando o estudiando
- Eres… eres… muy retorcido, me encanta jajaja
- Creo que a Fer le vendrá muy bien coger esa experiencia y ahora tiene tiempo para esto… en unos años ya estará en la vorágine de nuestra sociedad y será complicado que realice cambios
- Flipante
Me levanté y le di un beso en la mejilla y lo abracé por el cuello:
- Tengo el mejor suegro del mundo jejeje
- No te emociones mucho, que primero hay que convencer a estos dos, tú te encargas de Fer y yo de Silvia
- ¿Fer? A él lo convenzo en cero coma jajaja
- Me imagino, pero a ver como lleva Silvia lo de que su niñito se vaya fuera y, encima, a vivir con su novia, y sin dinero más allá de lo que consigáis los dos
- Ya te digo, va a decir que menuda fresca estoy hecha jajaja
- Una fresca que tiene una gran ventaja
- ¿Cuál?
- Que le cae genial y la quiere muchísimo
- Jajaja
Entonces sonó una campanita y dijo:
- Ya se ha copiado, vamos a ver que tiene el video
Y lo puso. Lo primero que vimos fue a un tipo dando vueltas por la habitación, nervioso. Estuvo así varios minutos. De pronto, llamaron a la puerta y el tipo la abrió. Vimos entrar a Héctor. Escuchamos la conversación y nos quedamos de piedra cuando, por detrás de Héctor, vimos a una mujer de unos 30-40 años, rubia, que le ponía una bolsa en la cabeza y luego le pinchaba con algo.
Vimos el video en silencio, escuchando las conversaciones con la boca abierta. Entonces, vimos como lo empezaban a desnudar y cuando le quitaron los calzoncillos, me giré diciendo:
- Ay, dios, que lo han despelotado ¿No?
- Sí
Me quedé dándole la espalda, escuchando a las dos guarras hablando y entonces escuché que decía que la tenía grande y no pude evitar echar un vistazo rápido y pensé “Joe, que Cris tenía razón, la tiene bien grande”.
Escuché sin volverme más, cada vez más sorprendida. Carlos habló cuando se escucharon los gritos de la chica saliendo de la habitación y dijo:
- Cris tenía razón, es la única que no ha dudado sobre Héctor
- Pobrecito ¿Puedo mirar?
- Sí
- ¿Quiénes son esas… esas hijas de puta?
- Ni idea, pero esto es… esto es…
- Le querían engañar haciéndole creer que esa tía era Cris para grabarlo ¿no?
- Eso es
- Se le parece pero se nota que no es ella
- Por eso lo drogaron, para que no se diera cuenta, pero no lo engañaron y entonces le dio el ataque
- Ayyy, pobre, y todos pensando mal de él
- Venga, vamos, hay que avisar a la policía y contárselo a Cris
Cuando llegamos al coche me dijo:
- Dejemos aquí el coche de Héctor, ya vendremos, ahora lo prioritario es esto… Vente conmigo y llamamos a Silvia y le contamos por el camino
Y eso hicimos. Y cuando llegamos, Carlos les enseñó el video a Cris y Silvia, solo a ellas, por respeto a Héctor que salía casi todo el tiempo desnudo. Y resultó que Cris conocía a dos de ellos. Carlos llamó a la policía, les contó todo, dio los nombres y donde podían conseguir el video porque él suyo no lo había obtenido de forma lícita, según nos explicó, debían conseguirlo los técnicos de la policía.
Fue todo alucinante, yo estaba maravillada con Carlos. Siempre había sabido que era un hombre excepcional pero ahora para mí estaba en un nivel casi “dios” como decía Fer, que admiraba muchísimo a su padre. Y Carlos, mientras tanto, quitándose importancia o repartiéndola conmigo, que no había hecho nada de nada. Así era él, no quería llevarse el mérito que merecía, pero todos lo sabíamos.
Y al fin despertó Héctor, muy confundido. Le hicieron pruebas y salieron todas bien. Y lo llevaron a una habitación normal donde se durmió de inmediato, sin decir nada en claro pero dijeron que era normal que al día siguiente se sentiría mejor. Esa noche Cris se negó a dejar a Héctor y tuvieron que ponerla en la cama de al lado de Héctor. Y Ali dijo que ella se quedaba para cuidarlos esa noche.
Gema
Cogí del brazo a mi padre y le dije:
- Papá
- Dime, cariño
- ¿Qué sabes de Fran?
- Ah, me ha escrito Paco, ya está en su habitación, ha ido todo bien pero no puede hablar, tiene toda la mandíbula anestesiada, le debe doler mucho
- Ya
- Iba a ir ahora a verlo con tu madre antes de irnos ¿Vienes?
- Sí
Y fuimos. Fran dormía y el padre decía que se iba a casa, que estaba muy cansado. Entonces les dije:
- Esta noche me quedo yo con Fran
Todos me miraron extrañados y les dije:
- No vamos a dejarlo solo, y todos estáis muy cansados
Los tres asintieron, con Paco agradeciéndomelo efusivamente y mi madre mirándome fijamente. Cuando se fueron, me senté cerca de él y me pasé horas mirándolo dormir mientras pensaba.
Cristina
Me desperté repentinamente, como si pasara algo. Miré a mi alrededor y recordé donde estaba. Entonces miré a la cama de Héctor. Él me miraba y dijo:
- Cris ¿Qué ha pasado?
- Cariño ¿Estás bien?
- Sí, creo que sí
- Tuviste un ataque ¿Te acuerdas?
- Mmm ¿no? ¿Un ataque? ¿De qué?
- Por el estrés
- Ah
Nos callamos. Quise levantarme para ir a tocarlo, pero en esa cama me costaba, iba a necesitar ayuda. Miré a Ali que dormía en un sillón. No quise molestarla y nos quedamos los dos mirándonos, sonriendo. Entonces Héctor dijo:
- Oh… ahora que lo pienso, debo haberte asustado ¿No?
- Mucho
- Lo siento, Cris, estoy un poco confundido, pero lo siento mucho ¿Cómo estáis las dos? ¿Y los niños?
- Todos estamos bien, cariño, y no importa el susto, ahora estás bien ¿No?
- Creo que sí
Se calló y vi que titubeaba. Entonces dijo:
- Te he mentido, Cris, lo siento
- Lo sé
- No fue con mala intención, pero ahora lo siento mucho… he tenido una pesadilla con eso
- ¿Ahora?
- Creo que sí
- ¿Me la cuentas?
- No sé, te puedes enfadar
- No, mi vida, nunca me enfadaría contigo
- Es que… creo que era de sexo contigo
- ¿Y eso es una pesadilla?
- Sí porque cuando empezábamos, te besaba en la boca y en el cuerpo y me daba cuenta que no eras tú, que era otra persona porque aunque tenía tu aspecto no sabía como tú, no olía como tú… y… y era terrible besar a otra, yo… era como si te hubiera perdido… no sé… creo que la pesadilla ha sido por sentirme culpable
Ahogué una exclamación, se estaba refiriendo a la escena en el hotel pero seguía confundido. Le pregunté:
- ¿Culpable? ¿Por?
- Creo que mi subconsciente me estaba diciendo que te puedo perder por mentirte, eso me estaba reconcomiendo por dentro desde hace días y creo que ha salido por ahí, por medio de esa pesadilla que empezaba besándote a ti pero luego me dejabas por las mentiras y por eso te convertías en otra mujer y ha sido… horrible, me sentí fatal por perderte y…
Héctor sollozó y le dije:
- Cariño, nunca me vas a perder
- Pero te mentí y… y… te he ocultado lo que ha pasado en la oficina y el cliente y…
- Chiissst, cariño, lo sé todo y no pasa nada, no te preocupes
- Pero podemos perder todo por lo que has luchado tanto, nuestro negocio, y es por mi culpa y…
- No, cariño, no te preocupes por nada, Carlos se está encargando
- Pero él no sabe…
- Sí, me ha dicho que mañana va a encargarse de todo, que te despreocupes, que él tiene mucho tiempo y quiere distraerse, así que vamos a dejarlo que se entretenga mientras nosotros nos recuperamos sin pensar en el trabajo ¿Vale?
- Perdóname, Cris, nunca más te mentiré, te lo juro, me moriría si me abandonas
- No tengo nada que perdonarte, sé por qué lo hiciste, para cuidarme, como siempre.. y jamás te abandonaré, jamás
Saqué mi mano y la alargué. Él hizo lo mismo y nos tocamos. Le dije:
- Eres mi vida, también me moriría sin ti
FranRel
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Ufff, cuantos comentarios sobre lo que deben hacer o no hacer los personajes... espero no decepcionaros con las resoluciones que he puesto.
Me acabo de dar cuenta que el capítulo de mañana es extra largo. Normalmente, cada capítulo ocupa entre 8 y 12 páginas. A veces se me va a 14 o 15, pero el de mañana, el capítulo 24, es de más de 30 páginas. No sé si lo voy a dividir en dos y publicarlo en dos días o si publicarlo del tirón, pero me parece mucho texto. Me lo tengo que pensar porque tampoco me gustaría cortarlo, estaba pensado para leerlo en un solo día. Le echaré un ojo a ver que se me ocurre.
Me acabo de dar cuenta que el capítulo de mañana es extra largo. Normalmente, cada capítulo ocupa entre 8 y 12 páginas. A veces se me va a 14 o 15, pero el de mañana, el capítulo 24, es de más de 30 páginas. No sé si lo voy a dividir en dos y publicarlo en dos días o si publicarlo del tirón, pero me parece mucho texto. Me lo tengo que pensar porque tampoco me gustaría cortarlo, estaba pensado para leerlo en un solo día. Le echaré un ojo a ver que se me ocurre.
No te preocupes, Franrel.
Los capítulos siempre se hacen cortos, yo creo que todos nos quedamos con ganas de más.
Si crees que dentro del contexto de la historia, es adecuado que el capítulo de mañana sea más largo, todos nos vamos a alegrar.
Gracias por lo que nos das desinteresadamente. Sé que es tu afición y que lo disfrutas, pero también es verdad que debe suponerte un esfuerzo importante.
Y encima tienes que soportar nuestras " geniales ocurrencias "
Pues ya están desenmascarados los malvados, han perdido el factor sorpresa y encima está todo grabado. La policía no va a tener que trabajar mucho.
El único problema que veo, es que Gema no quiera denunciar a Dani. Una vendetta de Fran por su cuenta, puede resultar muy peligrosa.
El único problema que veo, es que Gema no quiera denunciar a Dani. Una vendetta de Fran por su cuenta, puede resultar muy peligrosa.
Carlos Sevillista
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" Dar cera, pulir cera".Fran tiene que recuperarse rápidamente y contactar con el Señor Miyagi. Él lo preparará para enfrentarse a Dani y sus secuaces.
Sólo los más viejunos me entenderán
Carlos Sevillista
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Bueno, ya si que no tengo dudas de que Gemma y Fran acaban juntos. Gemma es una chica lista y se habrá dado cuenta ya que lo de la novia era mentira. Ahora cuando despierte y se recupere, tendrán una sincera charla y esperemos que Fran se deje ya de gilipolleces y complejos absurdos y luche por ella.
De todas formas deben andar con cuidado, porque la escoria de Dani es seguro que la intenta secuestrar o idear algo perverso.
Por otra parte al final es la propia Cristina la que le hace ver a Carlos que no cuadraba la teoría de la policía y como la verdad siempre sale adelante, pues está todo claro.
Ahora Cris ha visto que Sara está detrás de todo esto y lo mejor es ir a la Policía para que la detengan.
De todas formas deben andar con cuidado, porque la escoria de Dani es seguro que la intenta secuestrar o idear algo perverso.
Por otra parte al final es la propia Cristina la que le hace ver a Carlos que no cuadraba la teoría de la policía y como la verdad siempre sale adelante, pues está todo claro.
Ahora Cris ha visto que Sara está detrás de todo esto y lo mejor es ir a la Policía para que la detengan.