Colegas de pajas y sus ardientes novias

Estupendo, deje de leerlo en el capítulo 5 y hoy lo he retomado del tirón, solo decir que el relato es genial y bien temporizado me gusta si, espero seguirlo al día, muchas gracias por tu esfuerzo para distraernos y alguna cosa mas jiji
 
Estupendo, deje de leerlo en el capítulo 5 y hoy lo he retomado del tirón, solo decir que el relato es genial y bien temporizado me gusta si, espero seguirlo al día, muchas gracias por tu esfuerzo para distraernos y alguna cosa mas jiji
Gracias por las palabras! Los morbosos debemos ayudarnos entre nosotros siempre jeje. Tengo el siguiente capítulo cocinando a fuego lento! Espero poder subirlo pronto. Abrazos
 
COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 23 - Son solo negocios

  • Buenos días bro!
  • Buenos días para ti también hermano!
  • Oye me sabe mal que estés durmiendo en el sofá, quieres que nos acerquemos un momento a pillar un colchón?
  • Nah! No te rayes. Además espero que no se alargue mucho.
  • Noe no te ha dicho nada aún?
  • No, pero tengo buenas vibras! Por cierto, he hecho café por si te apetece.
  • Genial! - Jordi se acercó a la cocina a servirse una taza y gritando preguntó - Oye! Y Marta?
  • Ha quedado con las chicas - contestó Marc saliendo al balcón y encendiendose un pitillo.
  • Y eso? - Jordi salió a fuera y brindó con su colega, empezando a tomar su primer café.
  • Han quedado todas en casa de Gemma, van a crearse las cuentas de Onlyfaps y Guille las va ayudar.
A Jordi se le puso tiesa imaginando el contenido que subirian ellas. Luego recordó que ellos también deberían hacerse una y empezó a rallarse de mala manera.

Su colega lo tranquilizó, justo esa mañana había estado hablando con la novia de él sobre ese tema. La idea de Marta era muy buena en realidad. Crearían cuentas individuales con la finalidad de llegar a más público y luego las usarian para promocionar el ‘Vercettis’. Eso atrairía a más gente al local con lo que iba a suponer mayor cantidad de ingresos.
  • Sí, vale! me parece una idea estupenda. Pero y nosotros? que pintamos en todo esto? - Jordi no entendía la finalidad. - Está claro que esa página está enfocada a los hombres, quien va a querer vernos a nosotros?
  • No sé colega! Supongo que también abrá mujeres que les guste ver tios semidesnudos y con poses sugerentes. No tantas como hombres, pero alguna habrá! O quizás gays y bisexuales que quieran hacerse un buen pajote, vete tú a saber.
  • Pero tío! - Jordi se levantó la camiseta. - No es que seamos unos adefesios, pero yo no estoy muy en forma que digamos - rió mientras acariciaba su barriga.
  • Jajaja! A ver, para gustos colores. Quizás atraigas a mujeres que le gusten los tíos más naturales. Aunque podriamos… - Marc meditaba algo.
  • El qué colega?
  • Podríamos apuntarnos al gimnasio. - sonrió Marc. - Los tres, Guille, tú y yo. Si le damos caña nos podemos poner to’ buenorros.
‘El Bilingue’ no las tenía todas con él, eso de apuntarse al gimnasio cómo que no iba mucho con su personalidad. Era bastante perezoso y no llevaba muy bien lo de ser constante con las cosas. Pero entonces empezó a pensar en las duchas públicas de los vestuarios, en ese montón de tiós desnudos enjabonados. Empezó a fantasear en como todos esos rabos empalmados se metían al mismo tiempo en su ducha y le hacían un bukake en la cara.
  • No se hable más! - exclamó mirando al horizonte. - Mañana mismo nos apuntamos.
  • Esa es la actitud hermano! - Marc le dió una palmadita en la espalda y siguieron tomandose sus cafés y charlando tranquilamente.
En casa de Gemma y Laia la situación era más bien caótica. Guille se sentía como un intruso entre tanta feromona alborotada. Todas querían ser las primeras en crear su cuenta, todas querían tomarse las fotos al mismo tiempo, todas necesitaban la ayuda de nuestro joven amigo.
  • Ya has hablado con él? - preguntó Noe a su hermana, después de salir de su sesión de fotos. Su primera publicación iba a ser un cosplay de Jessica Rabbit.
  • Sí, justo ahora! - dijo Mónica escribiendo algo por el wasap.
  • Y qué? - preguntó encendiendose un cigarro.
  • Bueno, está bastante hecho polvo. Dice que me hecha mucho de menos y que quiere intentarlo… No sé que hacer tía! Estoy hecha un lío.
Su hermana la abrazó y le dió unos tiernos besos en la mejilla. Le aconsejó que siguiera a su corazón y que pasase lo que pasase ella estaría ahí para lo que necesitase. Martín, su cuñado, no era mal tipo aunque para su gusto, un pelín mojigato si que era.
  • Noeeeee! - gritó Guille estresado, trabajando cómo un loco enfrente de su portatil.
  • Dime guapo! - ella le dió su cigarro a su hermana y entró en el salón.
  • Ya lo tengo todo listo! Solo necesito que me digas cómo quieres llamarte y subiré las fotos y el video promocionando el ‘Vercettis’
  • Mmmm… ‘White Chocolate’ me mola! Tiene gancho. - Noe le dió un último repaso a sus fotos. Estaba contenta pues no tuvo que salir desnuda. Sugeria mucho, muchíssimo, pero las fotos se acercaban más al arte que a la ponografía.
  • Pueeeees… listo! Cuenta creada. Luego te pasaré todo por wasap para que tu misma lo puedas gestionar. La siguienteeeeee! - Guille iba a toda máquina. Con todo ese ajetreo quien necesitaba ir al gimnasio?

La mañana trascurrió sin altercados, aunque llena de nervios y expectativas. La gran inauguración del club era esa misma noche y todos andaban ciertamente estresados. Algunas se mordían las uñas, otros fumaban más de lo normal, Masi le rezó varias veces a la virgencita del Carmen y nuestros dos colegas se hicieron unos pajotes viendo videos porno de Sara Jay. Qué pasa? Cada uno combate el estrés de la manera que mejor sabe hacerlo.

Llegó el gran momento y el ‘Vercettis’ arrancó de la mejor manera posible. Con un sold out, aforo completo y una actuación estelar de la banda del primo de Fran. Todos los amigos arrimaron el hombro para llegar a buen puerto y aunque se dieron cuenta rapidamente que faltaba personal, consiguieron que los clientes se lo pasaran bien y se fueran a sus casas deseando volver a repetir.

Jordi y Noe se encargaron de controlar la entrada al local. Casi todos los asistentes de aquella noche eran conocidos y amigos. Sobretodo de Fran y Cisco. Jordi se aseguraba de que los que intentaban entrar estuvieran en la lista y Noe ponía orden con cero tolerancia a los gritos, a los empujones y a los borrachos.

Podeís pensar que ser portero no es un trabajo para mujeres, es más, os reto a que intenteís recordar alguna vez que hayais visto a una mujer ejerciendo esa profesión. Pues la ‘reina caída’ lo bordó, tan solo un capuyo intentó pasar por encima de ella, un guiri borracho bastante maleducado. Se llevó una patada en los huevos de regalo y tres días despúes aún tenía la marca del bofetón que ella le propinó en su mejilla.

En la sala principal Marta se puso detrás de la barra para hecharle una mano a su suegro, está vez de pié, atendiendo con una gran sonrisa a todos los clientes. Los dos trabajaron rápido y con alegría, parecía que llevasen años haciendolo por lo compenetrados que se les veía. Por su lado Marc y Miare hecharon una mano como camareros, aunque la rubia es la que más trabajaba de los dos. Las mesas estaban repletas de chicos que no le quitaban los ojos de encima. Fran, por su lado, hacía de relaciones públicas, atendiendo a sus amigos y conocidos, dándo conversación y deseandoles que pasaran una gran velada.

Ente los fogones, Rosa y Masi hicieron un gran equipo. Parecían el gordo y el flaco en una película muda. Iban de arriba a abajo, anotando comandas, sirviendo platos y llamando constantemente a los camareros para que se dieran prisa en servir.

En la sala de control, Cisco controlaba, valga la rebundancia, que nada se saliese de control. Se comunicaba directamente con su hermano por walky cuando notaba algo raro. Una posible pelea, alguien demasiado bebido, algún tramposo en la sala de juegos ilegal. Todo estaba vigilado y supervisado. Además, días atrás había conseguido pinchar la centralita de la policía, por si había que usar la tapadera y ocultar el acceso al sótano.

Precisamente era Guille el encargado de blo quear y ocultar el acceso a la planta baja. Con su traje de Blues Brother, que parecía no quitarselo ni para ir a dormir, comprobaba que aquellos clientes que querían bajar habían pagado de antemano el pase V.I.P. Su porte era seco y duro e imponía respeto.

Bajando las escaleras, el sótano era un auténtico polvorín. Los clientes jugaban y apostaban dinero. Esta vez, por eso, no habían fichas ni escaleras de color, sinó cartas Margic y de Yugi-Oh! Laia y Gemma estaban controlando las mesas de juego. La amazona incluso se animó a montar una pequeña e improvisada mesa de blackjack que tuvo mucho éxito. Ella era muy buena con las manos, y no… no es lo que estáis pensando morbosos; en realidad había trabajado un par de años atrás en el casino de Barcelona y era muy buena haciendo trampas. Supongo que su gran escote era una manera muy fácil de distraer las miradas de sus manos. Era cómo Tamariz, pero inverso. No era precisamente una as de los trucos de cartas, pero estaba buenissima. Su compañera de piso, en cambio, se limitaba a tomar nota de los pedidos y servir a los clientes, cada vez más felices y borrachos.

Mónica por último, se encargaba de llevar el pequeño pero lucrativo cine erótico. La jóven y preciosa acomodadora preguntaba que película querían ver, entretenía a los que esperaban su turno y ofrecía clinex a los que habían terminado de masturbarse. Acabó agotada y cansada de ver tanto rabo y oler tanta lefa.
  • Uuufff! Estoy reventada - decía precisemante ella sentada en una de las mesas del bar.
Estaba saliendo el sol, los clientes ya se habían ido y el grupo de amigos esperaban sentados a que los gemelos hiciesen las cuentas.
  • Bueno chicos! Nosotros nos vamos ya! - Dijo Lisa con una sonrisa enorme, acompañada de la banda - Nos vemos el viernes?
Los amigos les felicitaron por la gran actuación de esa noche y quedaron en verse el viernes. Marc miraba morboso cómo el enorme culo de la saxofonista se movia bajo aquella falda holgada. Y antes de salir por la puerta del local, ella le hizo un disimulado gesto con la mano indicandole que esperaba su llamada.
  • No sé cómo ha ido la cosa aquí arriba, pero abajo hemos hecho pasta gansa! - dijo Laia haciendo el gesto de ‘Get Money’ con los dedos.
  • Ya te digo hermana! Ya te digo… - Gemma le chocó los cinco, realmente había ido todo como la seda.
  • A mi me duelen los pies… - dijo Miare que se había descalzado y se los tocaba intentando calmar el dolor.
  • Trae rubia! - Marc se pusó la pierna derecha de ella encima de su muslo y empezó a masajearlo. - Hoy te lo has ganado! Diooos… cómo huelen… - dijo bromeando.
  • Calla imbécil ajajaja! - rió la rubia dandole un delicado golpe en el hombro.
Manolo sirvió unas limonadas al grupo y su mujer y Masi trajeron algo de comida recién hecha. Todos comieron juntos y charlaron, esperando ansiosos al veredicto de los gemelos.

No se hicieron de rogar. Y tampoco hizo falta decir nada, los hermanos salieron de la sala de control con tal felicidad que incluso pareció que Cisco se iba a poner a hablar.
  • Estás de coña! En serio? - exclamó Noe. Que no creía la cifra que acababan de decir.
  • Qué sí morena! Que lo hemos contado tres veces. - rió Fran, apunto de llorar de la emoción.
  • 20.000 euros en una noche es una burrada! - dijo Marta mirando a sus compañeros. - Y un Lunes gente! Es una maldita locura. - Los amigos celebraron y brindaron.
  • Esperad, esperad! - Fran les pedía que se calmaran, aunque no podía ni hacerlo él mismo - Los casi 20.000 son solo del bar. Además hay que sumar lo que hemos conseguido de los V.I.P.
  • Cóoooooomoooooo? - Laia se levantó de la silla. Ya habían contado con Gemma la pasta que habían sacado de las mesas de juego. - Me estás diciendo… espera… dadme una calculadora.
  • Ten! - le dijo Guille ofreciendole su movil.
  • Si sumamos los 20… más lo que hemos sacado abajo… más las propinas…
  • Por cierto, ahora que lo dices - Miare puso su mano dentro de su camisa y sacó un fajo bastante grande de billetes de entre sus pechos y empezó a sumar las propinas que había conseguido.
  • Es verdad! - Gemma hizo lo mismo y luego Mónica y Marta la imitaron.
  • Vale a ver… dejadme sumar todo… vale! Más lo mío… - Laia sacó un fajo enorme y obsceno de entre sus pechos, estaba claro que tenía la hucha más grande de todas las presentes. - Perfecto… Fran cuanto calculas que puedes gastar al més, sumandolo todo? - Los gemelos debatieron unos segundos entre ellos y dieron una cifra aproximada. - Ok! Ahora miramos cuanto sería al més… lo dividimos entre todos a partes iguales… yyyy… Madre de Dios bendito!
El grupo de amigos miraban a la gran amazona expectantes. Ella sin salir de su asombro aguantaba la tensión antes de comunicarles cúales iban a ser aproximadamenfe sus sueldos mensuales.
  • Qué Hermana? Dilo ya ostias! - exclamó Gemma inpaciente.
  • Eso! Queremos saberlo! - añadió Jordi.
Laia no dijo nada, volteó el telefóno de Guille para que todos pudieran ver aquella cifra. No podía ser. Los calculos estaban mal hechos. A Marc se le puso incluso dura. Le pidieron que volviera a calcularlo, sin prisas y afinando más. Incluso le pidieron que se pusiera en el peor de los casos.
  • Da igual cuantas veces lo intenteis jajaja - Marc seguía con el masaje de pies, pensando en dejar su curro mañana mismo. - Es más del doble de lo que gano yo actualmente… Fran, con tu permiso, me gustaría estar dentro.
  • Por supuesto colega! - el gemelo le estrechó la mano.
  • Tengo unas ganas de mandar a tomar por el culo a mi jefe! - le dijo a Jordi mientras su colega le chocaba la mano.
Guillermo se levantó de la silla y se quedó en silencio. Seguía con sus gafas de sol puestas, para él eran cómo un muro que ocultaba sus debilidades al resto del mundo y lo convertían en un hombre más fuerte y decidido. Sonaba música gospel en el local y un foco del escenario le iluminaba directamente a la cara. Había tenido una revelación. Empezó a hablar como si fuera un auténtico predicador.

- Hermanos... hermanas... pecadores y lascivos amigos… hoy me presento ante vosotros desnudo!, con mi corazón abierto… vengo a confesar mi VERDAD! Porque hoy, sí HOY… ¡un muchacho ha muerto!
Y en su lugar… ¡un HOMBRE ha nacido!

🙌 Aleluya Hermano! - gritaban los amigos, entre aplausos y brazos levantados hacía el cielo.

- Hermanos! He cruzado el valle de la inocencia y he salido al otro lado! Renacido cómo un ave fénix de sus propias cenizas.
¡He visto la carne, hermanos, y la carne me vio a mí!
¡He FOLLADO!

🙌 Amén hermano!, Aleluya!, Gloria al señor!

- He sentido el dulce fuego del deseo y no he pedido perdón, ¡porque fue glorioso, fue sudoroso… y fueron más de dos veces!

🙌 Sí hermano!, Aleluya!, Así se habla!

- Pero no solo he amado, hermanos… noooo… el señor me puso a prueba una vez más ¡también he luchado!
Sí, sí… como escuchaís… HE PELEADO!
Y no fue en un videojuego, no! ni en los comentarios de Tuiter. ¡Fue con puños y orgullo!

🙌 Amén Hermano! Aleluyaaaa!

- ¡Me partieron la nariz y me rompieron los dientes, pero no consiguieron amedrentar mi espíritu! El señor intervino por mí y me otorgó el poder… Así que ¡Caí al suelo… y me levanté más fuerte!

🙌 Siii hermano, di que siii!, Gloria al señor!

- Y ahora… hermanos… AHORA VIENE LO DIFÍCIL…
Porque he amado, he peleado…
y ahora… ¡VOY A TRABAJAR!

Guillermo cogió su limonada y la vacío sobre el suelo lentamente, sin dejar de mirar a sus amigos y asintiendo con la cabeza, sudado y con su respiración accelerada. Los ‘Custodes’ entraron en frenesí, aplaudían, bailaban al ritmo de la música, reian y alababan al señor. Era limonada lo que estaban bebiendo? O era algo más? A Jordi le recorrió un escalofrío por la espalda mientras miraba como su madre sonreía diabolicamente desde la cocina. Otra vez? En serio?
  • Traemelas! - le susurró a Manolo. - A todas!
Manolo condujo a las chicas drogadas como un rebaño de ovejas hasta la cocina, por mucho predicador que fuera Guille.
Mientras los chicos se miraban las manos y alucinaban bajo los efectos del LSD. La vengativa madre obtenía por fin su Vendetta. Precisamente ese sería el mote que se ganaría, claro está propuesto por Guillermo. Quien si no?

Manolo ayudó a desnudar a las siete chicas y junto a su mujer las pusieron a cuatro en fila india sobre la mesa. Ellas reían al ver sus cuerpos desnudos y jugueteaban con sus lenguas. Rosa necesitaba vengarse, aunque en realidad no hubiera hecho falta drogarlas, tan solo con pedirlo educadamente habrían bastado.
  • Empezaremos contigo preciosa! - La gorda mujer, desnuda y con su enorme polla de plástico sujeta a su cintura, empezó a penetrar a Mónica.
  • Oh siii! - gemia la jóven muchacha. Su hermana justo a su lado movía su culo viciosa y ansiosa por sentir esa polla dentro.
  • Y a ti que te pasa zorrita? - Manolo, desnudo y con la polla empalmada, estaba al otro lado de la mesa, donde ellas tenían sus caras. Se acercó y empezó a meterle lengua, muy cerdo. - Estás caliente… eh!… Quieres polla?
  • Si por favor… - decía Noe muy cachonda y fuera de sí.
  • Pues toma! - Agarrandole de la cabeza con ambas manos, empezó a follarle la boca. Noe chupaba como una loca y movia su culo deseando que la pinchasen como un pollo a l’ast.
Rosa se follaba a Mónica, dando fuertes empujones mientras le daba cachetazos al culo de Noe. Cuando se cansó, pasó a la siguiente y así sucesivamente, follandose a cada una de ellas. A su vez, su marido, enfrente, hacía lo mismo con las bocas de todas las chicas. Manolo no pudo aguantar demasiado y se corrió rápido. Lo hizo en la cara de su preferida, es decir su nuera mientras observaba todos aquellos cuerpos desnudos y sudados puestos en fila. En cambio su mujer se tomó su tiempo para cumplir su venganza. Saboreó cada empotrada, cada cachetazo y cuando tuvo suficiente se sentó con las piernas abiertas sobre la mesa y agarró con violencia la cabeza de Masi. Se la hundió entre sus gordas piernas y la obligó a comerle el coño hasta llegar al orgasmo. La andaluza apenas podía respirar en aquella prisión de carne, pero se esmeró en darle placer a la gorda mujer. El resto de chicas, drogadas y muy excitadas rodearon a Rosa y mientras gemia de placer ellas la besaban, le chupaban los grandes senos y la sobaban hasta llevarla al extasis. Manolo aún desnudo pero con la polla flácida, grababa esa bacanal de cuerpos desnudos, sudor y pupilas dilatadas.

Cuando más tarde el grupo de amigos salió del local nadie hizo preguntas sobre cómo había acabado la noche. Seguían aún aturdidos por los alucinogenos y terriblemente cansados por la gran inauguración. El sol salía por la ciudad iniciando un nuevo día y ellos necesitaban agarrar la cama cuanto antes. Rosa se despidió de todos los chavales, pensando que aún tenía pendiente vengarse de ellos. Aquella mujer estaba totalmente fuera de control.
  • Ya tienes preparado lo de esta noche Marta? - preguntó Marc dentro del taxi.
  • Pues claro! - rió ella. Le había tocado el segundo puesto en el sorteo.
  • Alguna pista mi vida? - intentó sonsacar Jordi. Pero no hubo manera. Su novia seguía sin soltar prenda. Más callada que una tumba.
En el coche en que iban las hermanas y las Marias la conversación giraba en torno a Martín, la pareja de Mónica. Al parecer estaba desesperado en volver a intentarlo y quería pasar la última semana de sus vacaciones con ella en una casa rural, propiedad de sus padres. Tenía la esperanza que estando solos en mitad de ninguna parte durante tantas horas, sería la situación perfecta para volver a reconectar el amor que parecían haber perdido.
  • Y ahora que le digo? No se que hacer… - decía Mónica. Por un lado le daba pena pero por otro lado no quería alejarse de sus nuevos amigos. Y tener las dos cosas al mismo tiempo era totalmente incompatible.
  • Por qué no eres sincera con él? - preguntó Miare recuriendo a la opción más evidente.
  • No lo conoces! - dijo Noe fumandose un cigarro dentro del taxi aunque le habían dicho que no se podía. - Es un tío muy clasico jamás aceptaría nuestro tipo de vida.
  • Pues si no quieres hacerle daño pero tampoco quieres ir, pon una excusa. - dijo el taxista al que nadie había preguntado. - Y tira ese cigarro! Último aviso! - Noe lanzó el cigarrillo por la ventanilla emitiendo un largo suspiro.
Mónica creyó que aquella idea serviría, así que le mando un audio de voz diciendo que esa semana la iba a pasar con su hermana, su cuñado y sus amigos, que ya se había comprometido con ellos. Al instante se dió cuenta de que no había sido una buena decisión, pues Martín se ofreció amablemente a invitarlos a todos y además añadió que también iban a estar sus padres y su hermano. Vacaciones en familia? Pffff.
  • Bueno! Una semanita en la montaña, pué tampoco ta’ tan mal no? - rió Masi
  • No se yo! - Mónica pensaba en como se lo iba a hacer para que sus amigos se controlaran durante una semana entera.
Cinco días completos, todos encerrados en una casa? Iba a estar complicado que la cosa no se desmadrase. Y la hermana de Noe ya no temía por los demás, sinó por si misma. En el fondo quería a Martin y deseaba que su relación funcionase bien, pero al mismo tiempo no se sentía preparada a entregar su cuerpo a un único hombre. Más aún habiendo provado los excesos de la lujuria y el desenfreno en sus propias carnes.

Rapidamente la propuesta de pasar unos días todos juntos en una casa rural se comunicó a todo el grupo y la verdad, fué bien recibida por los ‘Custodes’ que aceptaron ir. Quien se podía negar a una semana gratis en una casa perdida en la montaña, con piscina y sauna? El único que puso ciertas trabas fué Jordi, que entendió ese merecido descanso como un incumplimiento del calendario que habían acordado previamente. Cómo iban a realizad sus fantasías si debían mantener celibato?
  • Hola cariño! - escribió Noe a su novio una vez en casa. - Mi hermana me ha pedido que delante de Martin, hagamos como si todo fuera bien entre nosotros.
  • Bueno… tampoco es que vaya mal del todo no? - contestó él un tanto preocupado por esas palabras.
  • No… no me refería a eso. Solo que tendremos que dormir juntos y aparentar… ya me entiendes, que somos una pareja normal, jeje - Noe quería seguir con ese juego que le resultaba tan morboso.
  • Por mi no hay problema! - dijo feliz Marc mientras pensaba que esa iba a ser su gran oportunidad de volver a estar otra vez juntos.
La ‘reina caída’ le dejó claro que aún no estaba preparada para recuperar su relación de amor. Y le suplicó que no se aprovechara de la situación para intentar enredarla. - Para nada! Respetaré tu tiempo, ya te lo dije. - mintió Marc. Ya estaba cansado de esperar, era su oportunidad de oro y no la iba a desperdiciar.
  • Y esa cara de felicidad? - dijo Jordi observando a su amigo mientras se lavaba los dientes apunto de meterse en la cama.
  • Quien está feliz? - preguntó Marta entrando en el salón. Ya se había puesto ese maldito pijama tan sexy.
Marc no contestó. Simplemente sonreía sujetando el movil entre sus manos. Luego se tumbó en el sofá dispuesto a soñar con los angelitos. Pero Marta se negó. - De eso nada, hay espacio suficiente en la cama para los tres… - dijo con una sonrisa picarona. - Que dices cariño? No vamos a dejar que duerma siempre en el sofá, se va a reventar la espalda.

Su novio estuvo de acuerdo, así que lo invitaron a dormir con ellos. Aunque los tres descansaron y recargaron pilas por igual, la que más disfrutó fué ella que se puso entre medio de los dos chicos. La idea no era que Marc se reventase la espalda durmiendo en el sofá, sino que a ella le reventasen el coño dos rabos en la cama.

Por su parte Noe durmió con su hermana, deseando que llegara el miercoles. Aunque su intención era ponerle las cosas dificiles a su novio, estaba deseando calentarlo y ponerlo a cien. Quería ver si era capaz de aguantar.

Continuará…
 
Feliz fin de semana morbosos y morbosas. Os dejo con otro capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 24 - Mi primer Viral


Era Martes y el despertador de Marc sonó más pronto de lo que él esperaba. Ya son las 10:00? No puede ser. A qué hora nos acostamos ayer? El chico tenía la sensación de que el tiempo dormido había sido más bien una siesta. Y aunque para él fuera un ultraje a sus creencias ponerse la alarma durante las vacaciones, era totalmente necesario.

Apagó el reloj lo más rápido posible para no molestar a Marta y pasando el brazo por encima de ella intentó despertar a su colega. - Shhh! Colega… despierta vamos! - susurraba moviendo el brazo de Jordi que roncaba profundamente. Debían ir al gimnasio que cerraba al mediodia para inscribirse, así lo habían decidido los dos el día anterior. Además tenían cita con un tal Tomás, el empleado que les iba a enseñar las instalaciones. - Vamos colega! Eh! Despierta! - su colega seguía totalmente roque.

De repente, Marta emitió un suspiro y se acurrucó contra él. Su culo se pegó a su polla erecta, haciendo la cucharita.
Para la chica aquello fué su despertador. Haciendose la dormida empezó a frotar su trasero con movimientos suaves contra aquel pene erecto. - Buenos días mi vida… - susurró. Marc pensó que ella lo había confundido con su novio, pero tan solo era un juego.
  • Martaaa… que soy Marc… - le susurraba a la oreja, ya jadeando y con ganas de que aquello fuera a más.
  • Lo sé… - dijo ella girando levemente su cabeza y sonriendole. Y empezó a comerle la boca.
Sin perder tiempo, Marc le bajó aquellos pequeños pantalones rosa de pijama y se bajó los suyos también y empezaron a follar suavemente con la máxima precaución posible. Cuando llevaban ya un rato y el ritmo era cada vez más intenso, acabaron por despertar a Jordi.
  • Es que no vais a respetarme ni en mi propia cama? - rió Jordi sin darse la vuelta. Estaba erecto y con ganas de pajearse.
Marc sin dejar de follarse a la novia de su colega y sin dejar de besarla, alargó su brazo hasta el paquete de él. Es lo mínimo que podía hacer, no quería ser maleducado. Metió la mano dentro de su pantalón y empezó a pajearlo. Jordi se arrambó a su novia y dejó que su amigo se la follase mientras disfrutaba de la paja. Marta por su lado, atrapada entre los dos cuerpos, aprovechó para meterle un par de dedos por el culo de su novio, que jadeaba como una zorrita cuernuda.

‘Dulce Dolor’ se corrió la primera y luego dejó que los chicos llegasen al orgasmo a la vez. Jordi vació sus huevos con la mano de su colega en su polla y los dedos de su novia dentro de su ojete. Y Marc se corrió al mismo tiempo entre la raja del culo de Marta.

Una vez terminaron, se tuvieron que dar prisa en ducharse y tomar un café. Aquel imprevisto de buena mañana les había robado demasiado tiempo. Luego, salieron los dos en busca de Guillermo que los esperaba en la esquina del Mercado.
  • Hermanos! Buenos días! - nuestro amigo gordito vestía normal pero seguía llevando sus preciadas gafas de sol.
Los tres compañeros se abrazaron y se dieron prisa en llegar al gimnasio. Por lo que explicó Guille a sus amigos, él también había tenido un buen arranque mañanero, digamos que le había pasado lo mismo que a Marta. Había sido el relleno del bocata.
  • Si, me acuerdo. Hablamos ayer por teléfono. Pensaba que ya no vendríais - dijo sonriendo Tomás, el trabajador del gimansio, cuando los tres amigos entraron en recepción. - Bueno! Si os parece, antes de hacer la ficha os enseño un poquito esto. Va bien?
Los colegas estuvieron de acuerdo y empezaron a seguirlo mientras este les enseñaba las instalaciones. Guille y Marc estuvieron más pendientes de las chicas haciendo ejercicio que de otra cosa. Había bastantes, en realidad proporcionalmente más que chicos. Por su lado Jordi no le podía quitar el ojo al empleado que les hacía el tour. Se dió cuenta enseguida que era gay y además estaba fuerte y fibrado.
  • Y ya por terminar, esto son los vestuarios de las chicas y aquí al lado el de los chicos. - Tomás se paró en frente y sonrió con peligrosas intenciones a Jordi. No estaba seguro de si aquel chico era gay o no, pero por como lo miraba estaba claro que buscaba algo.
  • Podemos verlo por dentro? - preguntó el ‘bilingue’. En realidad lo único que le interesaba era ver el género, lo de ponerse en forma era secundario.
  • Claro hermoso… - contestó Tomás que ya estaba seguro de que aquel chaval queria comerse unos buenos rabos.
Guillermo estuvo a punto de preguntar si luego podían entrar en el de las chicas, pero recordó que no estaba en una fantasía de sus amigos, aquello era territorio desconocido. La primera vez en su vida que pisaba un gimnasio.

Él y Marc iban detrás siguiendo a Jordi y Tomás por en medio del vestuario. Aquello estaba lleno de tios fuertes y tonificados, con poca ropa o directamente en bolas. El ‘bilingue’ iba más duro que un yunque, con sus ojos dando vueltas como si estuviera poseido.
  • Y por último aquí a la izquierda tenéis las duchas. - dijó el empleado mientras esperaba que Jordi revisara bien la parte del gimnasio que más le interesaba. - Bueno! Que os parece? Hacemos las fichas?
Los amigos estuvieron de acuerdo. Las instalaciones eran muy buenas y además no era demasiado caro. Se apuntaron los tres y en cuanto se disponían a salir para ir a hacer un vermutillo, Jordi les dijo que fueran tirando, que en un rato se uniria a ellos. No hace falta decir que en pocos minutos la polla de aquel tal Tomás estaría llena de sus babas.
  • Buah! El de Laia está brutal - dijo Marc ya en el bar mientras hacía el vermut con Guille. Este le enseñaba los perfiles de onlyfaps de las chicas. - Fué idea tuya lo de vestirla de Wonder Woman?
  • Sí jeje. - rió nuestro rechoncho amigo, pasando las fotos.
Marc quedó alucinado con la cantidad de seguidores que habían conseguido las chicas en tan poco tiempo. Cada uno de aquellos pajeros pagaban dinero por verlas con poca ropa y en poses provocativas y automáticamente se sintió afortunado por tenerlas como amigas. Además todas habían promocionado el ‘Vercettis’ en sus respectivas páginas, con lo que el siguiente sábado el local estaría, seguramente, a reventar.
  • Bueno! Ahora la pelota está en nuestro tejado eh! - le dijo dando unos golpecitos en la espalda a Guille. - Nos tenemos que meter las pilas y superarlas.
El chaval sonrió y le dijo que sí, aunque sabía que iba a estar complicado, por no decir imposible. Al cabo de un rato Jordi hizo acto de presencia, con el sabor a rabo aún en su boca y los tres colegas siguieron disfrutando de aquel día caluroso de verano.

Sobre las cinco de la tarde los ‘Custodes’ se reunieron en casa de Jordi y Marta. No acudieron todos, los gemelos seguían ajetreados con los permisos del local, Noe y su hermana por su lado habían quedado con su madre para comer, y Gemma y Masi se quedaron en sus respectivas casas descansando.
  • Bueno! Lo tenemos ya todo listo? - preguntó Marta mientras terminaba de arreglarse en su habitación.
  • Cámara lista para grabar cuando digas - contestó Miare desde la cocina.
  • Todo listo! - añadió Guille detrás de su portatil.
Marc, Jordi y Laia se miraron, nerviosos por saber que demonios había preparado su amiga. La espera no se demoró demasiado, al cabo de poco rato, Marta salió del dormitorio totalmente distinta. Llevaba un vestido de verano muy femenino, el pelo liso y una gafas de ver enormes.
  • Que os parece? - dijo dando una vuelta sobre si misma.
  • Estás guapissima mi vida. - contestó Jordi con ojos de enamorado. Estaba muy sexy, femenina y delicada.
  • Gracias amor jijiji… pero no os recuerdo a alguien? - dijo Marta cambiando su tono de voz a uno más fino y aniñado. Los amigos decían que no con la cabeza. - A ver… Hoy a Pablo le apetecía comer pasta… - empezó a decir con ese tono de voz tan particular.
  • Ostiaaa! - gritó Laia, chasqueando los dedos - Ya sé a quien te refieres, como se llamaba?
  • Quien? - preguntó extrañado Marc.
  • Si tío! La chica esa del TocTic, la que sube videos cocinando para su novio. - Laia lo tenía en la punta de la lengua pero no le salia. - Joder. Sabéis quien os digo o no?
  • Te refieres a Roro?… - intervino Miare, que ahora que miraba más profundamente a Marta, pensó que se parecía muchissimo - La chica esa que pilló tanta polémica, no?
  • Siiiii! Esa… - gritó aliviada por fin Laia. - Pero polémica por qué? Si es un encanto de chavala.
  • Bueno… la tildaron de ‘trapwife’ - aclaró la rubia.
  • Trap qué? - preguntó Jordi sin poder dejar de contemplar lo bonita que estaba su novia.
  • Mujer florero colega! - tradució Marc - Es verdaaad… Ya me acuerdo. La que se hizo famosa haciendo TocTics de cocina no?
  • Exacto… - intervino la rubia. - Todos los videos que hacía seguían la misma dinámica: ‘Hoy a mi novio le apetecía tal’ y luego ella lo hacía. Las feministas se le tiraron encima como hienas sedientas de sangre. Mirad…
Miare les mostró algunos videos de la conocida influencer y todos acabaron entendiendo de que estaban hablando. Luego se quedaron mirando a Marta, que seguía de pie en mitad del salón disfrazada de Roro. La idea de lo que ella quería hacer flotaba en el aire, aunque era necesario una confirmación.
  • Exactamente es lo que estáis pensando. Vamos a hacer una parodia - rió alegremente ‘Dulce Dolor’ - pero para un público, digamos, un poquito… más adulto jijiji… y luego subiremos los videos a mi página de onlyfaps.
Los chicos aplaudieron muy contentos, cada uno deseando fervientemente en su interior ser el encargado de interpretar al tal Pablo. Marta dió las instrucciones a Guillermo y Miare para que supieran bien cúal era la idea que tenía en mente. Les indicó que quería hacer varios videos cortos, con diferentes situaciones morbosas imitando el formato de TocTic. Cuando entendieron bien las directrices se pusieron manos a la obra y empezaron a grabar.

Hicieron varias tomas y repitieron las que no habían quedado demasiado bien. Todos los presentes se comportarin cómo auténticos actores profesionales y ayudaron de la mejor manera que pudieron a que los TocTics salieran al gusto de Marta. Al cabo de unas horas ya tenían grabados y editados unos seis videos cortos. A cada cúal más morboso y excitante.
  • No… cortalo por aquí y pon la siguiente escena… así queda mejor, lo ves? - explicaba Miare que trabajaba codo con codo con Guillermo.
Los demás estaban tirados comodamente en el salón, tomando unas copas de vina y charlando alegremente. Esperaban ansiosos para ver el resultado de lo que acababan de grabar.
  • Bueno! Ya lo tenemos. Listos para ver el resultado? - dijo Guille poniendo el portatil en la mesita de centro.
Los seis amigos se acurrucaron en el sofá delante de la pantalla del ordenador. En realidad ya sabían lo que iba a pasar, pues todos habían contribuido personalmente en cuerpo y alma. Sobretdo en cuerpo. Pero deseaban ver cómo había quedado, les producía mucho morbo. Marta se sentó en medio de Guille y su novio, mientras Marc estaba rodeado de Laia y Miare. Le dieron al play y el ambiente se prendió como una mecha.

“Esta mañana a Pablo le apetecía que me vistiera como una putita obediente. - decía Marta con ese tono de voz tan meloso y esa mirada inocente, mientras hacía ver que trabajaba con unas telas, sobre una mesa - Así que decidí fabricarme un traje muy provocativo para ponerlo muy cerdo. - En el video se veían unos primeros planos de ella trabajando dedicamente y luego mientras describía lo que hacía se veían las imagenes de como ella se iba provando la ropa. - Primero cogí unas medias viejas y las rasgé, el resultado me encantó. Parecía que me las hubieran roto entre varios hombres. Luego cogí este bañador negro de piscina y lo recorté para que quedara más estrecho. Apenas llegaba a taparme mis pezones y los labios de mi coñito húmedo sobresalían por los lados…”
  • Joder! - exclamó Jordi con su rabo tieso. - No se vosotros, pero yo no aguanto más - Se sacó la polla en medio de todos y empezó a pelarsela sin ningún tipo de verguenza.
Mientras seguían viendo el video, Marta ayudó a su novio y con la otra mano le daba placer a Guillermo. Al poco tiempo los seis ya estaban casi desnudos y se masturbaban juntos sin dejar de mirar la pantalla del portatil.

“La parte de atrás del bañador la dejé en forma de tanguita, para que mi culo se viera en todo su esplendor. Y le cosí una colita peluda de conejita. - Marc le pasaba la lengua sobre los pezones de Laia mientras esta se acariciaba compulsivamente el clitoris. - Por último me hize estas orejitas tan monas y me puse unos tacones muy altos. El resultado fué espectacular.”
  • Ooooh joder! - exclamó Marc mirando el video mientras la rubia empezaba a chuparle la polla.
“A Pablo le encantó - Jordi aparecia en el video sobando a su novia vestida de conejita traviesa. - Le gustó tanto que me folló como una putita sobre la mesa de la cocina. Disfrutó mucho cuando me puse de rodillas para tragarme toda su lechita caliente”

Los seis amigos ya estaban totalmente fuera se control viendo como Marta recibía toda la corrida en su cara. Un primer plano de ella, muy zorra con esas enormes gafas y la boca abierta jadeando, mientras recibia las lefadas salvajes y abundantes de su novio. Los amigos pidieron rápidamente ver el siguiente video, estaban muy cerdos y calientes.

“Esta mañana le he preguntado a Pablo cúal es su mayor fantasía. Y me dijo que le gustaría verme atada y violada por sus amigos. - Jordi que recibía en ese momento una tremenda cubana por parte de Laia, pensó que a veces la realidad superaba a la ficción - Así que fuí a comprar unas cuerdas y las recorté para que encajaran bien en mi cuerpo. Cuando llegó la noche ya estaba lista. Esperé a que llegara a casa con sus dos amigos y esto fué lo que encontraron al abrir la puerta.”

Marc agarraba las dos nalgas de Miare mientras esta cabalgaba su rabo como una loca. A su lado Laia hacía lo mismo con Jordi y más allá Marta con Guille. Los chicos seguían mirando la pantalla mientras ellas lubricaban sus enormes pollas con sus coños húmedos y mojados. La imagen de Marta totalmente desnuda con sus muñecas atadas atrás de la espalda y de rodillas con sus tobillos también atados, les puso a mil. La voz dulce de Roro 2.0 seguía describiendo lo que pasaba en el video.

“A los amigos de Pablo les encantó follarme la boca y aunque me entraron arcadas cuando sus pollas enormes se turnaban por entrar, aguanté hasta el final. Pablo se masturbaba como un cornudo maricón mientras yo les daba placer a sus amigos. Ellos se pusieron violentos y empezaron a darme bofetadas mientras sus pollas entraban y salian de mi boquita de zorra complaciente. Al final, Pablo se puso de rodillas a mi lado y sus dos amigos nos bañaron por completo con su lefa”

Los culos de las tres chicas botaban sincronizadamente sobre los muslos de ellos y gemían mientras ellos las agarraban con fuerza y las empujaban cada vez más intensamente contra sus rabos a punto de explotar. Querían más videos, verlos todos y volver a repetir una vez terminasen. Los seis estaban muy cerdos.

“Hoy le pregunté a Pablo que quería comer y me dijo que le apetecía Rabo de Toro. Así que invité a su mejor amigo a casa para que le diera un buen rabo que comerse. Cómo podéis ver a él le encantó la idea…”
  • Oooh Diooos! Me corro mi vida! - dijo Marta follandose la enorme polla de Guillermo mientras miraba el video dónde ella empujaba la cabeza de su novio contra la enorme polla del gordito friki.
“Esta mañana Pablo me dijo que quería hacerse un trío con mi mejor amiga. Así que la llamé y aceptó encantada…”
  • Oh si… si… si - Laia recordó el reciente trio que se había hecho y sacando la polla de Jordi de su interior le hizo un squirting sobre la bariga de él, corriendose cómo una auténtica amazona.
“Hoy le he dicho a Pablo que me apetecía que me mearan entre varios tios…”

Miare se corrió al notar como la polla de Marc le llenaba el coño de semen. Los espamos de aquel pollón se juntaron con los suyos y mientras él le chupaba las tetas se corrieron juntos, gritando de placer. Se quedaron un buen rato así, sus cuerpos desnudos y sudados abrazandose y sus corazones palpitando exageradamente.

“Esta noche hemos invitado a unos amigos a cenar y a Pablo le apetecía hacer una orgía…”

Jordi y Guille se corrieron a la vez. Sacaron sus pollas de dentro de los coños de las chicas y se masturbaron contra sus sudados culos hasta llenarles las espaldas de lefa. Los seis se quedaron un rato así, desnudos y sudados recuperando el aliento. Mientras, los videos volvían a reproducirse en el portatil.
  • Los has subido ya? - preguntó Marta a Guille mientras se volvía a poner la ropa.
  • Si! Acaban de publicarse… - dijo él aún desnudo con Laia y Miare tambíen desnudas mientras lo sobaban.
  • Qué nervios… - sonrió Marta - a ver si a mis fans les gusta. Jijiji.
Aún no era consciente de lo que acaba de hacer. Guille encontró sospechoso que aquellos videos tuvieran tantos likes en tan pocos minutos, aunque tampoco le dió mucha importancia. Realmente se lo merecían. Mientras sus amigos seguían charlando y bebiendo animadamente él hacía un seguimiento y leía los comentarios de los usuarios. En apenas media hora Marta consiguió ponerse en el top 3 mundial de cuentas con más visitas de Onlyfaps.
  • En serio? Oleeeee! - exclamó ella cuando vió todo el tinglado que había montado. Cada visita era dinero así que propuso un brindis muy contenta por la repercusión que había obtenido en tan poco tiempo.
Llegó la hora de despedirse. Mañana habían quedado pronto para salir hacía la casa rural de los padres de Martin. Habían dormido poco la noche anterior y algunos, no miraremos a nadie eh! Guille, no se habían preparado ni el equipaje.

Todos se acostaron pronto y Marc, por segunda noche consecutiva, no tuvo que dormir en el incomodo sofá.
Mientras navegaban relajados por el reino de Morfeo, no fueron conscientes del revuelo que habían provocado los videos de Marta. En poco tiempo la noticia de que una chica estaba haciendo paródias porno de Roro se hizo viral. Salieron noticias en los periodicos digitales, con las imagenes censuradas, lógicamente. En Tuister no se hablaba de otra cosa y el hashtag ‘La otra Roro’ se hizo trending topic en tiempo record. Las redes sociales echaban humo difundiendo extractos de los videos de ‘Dulce Dolor’. Y en TocTic muchissimos usuarios reaccionaban dando su opinión.

A la mañana siguiente, cuando Marta se despertó, lo primero que hizo fué agarrar su movil para ver cuanto dinero había ganado. La ilusión de ver tantos ceros enseguida fué solapada por una extraña sensación de miedo e inseguridad. Su cara estaba por todos lados, todo el mundo hablaba de ella, era un personaje público. Asustada y nerviosa contemplaba la pantalla de su movil. Sin desearlo se había convertido en una auténtica fenomena de masas. La primera ‘Porno-influencer’ que había conocido el mundo. Y decimos la primera, porqué es bien sabido que en cuanto alguna persona consigue la llave del éxito, el resto del mundo no tarda demasiado en copiar la misma fórmula y exprimirla hasta la saciedad. Somos así de inveciles, supongo.

Continuará…
 
COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 25 - Aire fresco


Los ‘Custodes’ viajaban hacía su destino en convoy por carretera. Habían madrugado y despúes de desayunar todos juntos salieron directos hacía la casa rural de los padres de Martin. Era un viaje de aproximadamente tres horas por autopista y luego una hora más por nacional hasta su destino.

En la cabeza del pelotón Marc conducía el primer coche, de copiloto llevaba a su novia y en el asiento de atrás se sentaban Mónica, su posible aunque casi seguro exnovio Martin y el hermano pequeño de este. Tanto Marc como Noe no soportaban al novio de Mónica. Era el típico cuñado pesado y sabelotodo con un sentido del humor rancio e impertinente.

Por ejemplo, si alguien explicaba alguna anécdota, fuera cúal fuera, por muy inverosimil que pareciera. Él, automaticamente, interrumpia la conversación para contar que también conocia a alguien al cúal le había pasado lo mismo.
  • Escucha! - dijo Marc con malicia mientras lo miraba a través de sus gafas de sol por el retrovisor del coche. - El amigo este que dices que estuvo en la boda de Iniesta, es el mismo que estuvo en prisión por intento de homicidio?
  • Noooo cuñao! Es otro - dijo Martin sonriendo desde el asiento de atrás.
  • Ah vale vale! - A Marc le costó contener su risa. Y Noe le dió un pequeño codazo para que parase. Quedaban muchas horas de camino y quería tener la fiesta en paz.
A pocos metros de distancia, Marta les seguía al volante del segundo coche. A su lado Jordi cabezeaba medio dormido y recibia los constantes reproches de sus padres, que en el asiento de atrás le recordaban que la tarea principal de un copiloto es dar conversación para evitar que el conductor no se duerma al volante.
  • Deberías haber conducido tú cariño! - le decía malhumorada Rosa a su marido.
  • Venga mujeeeer! La niña lo hace genial, no lo ves?
  • Pues yo no me siento segura que quieres que te diga…
Marta dió un frenazo a proposito y sin venir a cuenta. Luego sonrío cuando vió la cara fofa y mal maquillada de su gorda suegra golpear contra el asiento delantero.
  • Pa’ que frenaaaaa mi almaaa! - gritó Masi que conducía el tercer coche.
  • Vas demasiado pegada tía! Deja un poco más de espacio, joder. - le regañó Miare en el asiento del copiloto.
Detrás los gemelos, a los que últimamente se les veía un pelin cansados, se relajaban en los asientos sin decir nada. Estaban deseando pasar unos días de desconexión y tranquilidad en mitad de la montaña. Aunque estaban muy contentos por su nuevo local y en las grandes expectativas que tenían puestas, llevaban ya demasiados días entre papeleo, reuniones y discusiones con el banco y el ayuntamiento. Necesitaban urgentemente un pequeño kit-kat.

El convoy lo cerraba el coche de Gemma. Conducia cantando alegremente ‘I don’t wanna lose you’ de Tina Turner que sonaba justo en ese momento por la radio.
  • Súbela hermana! - gritó Laia en cuanto empezó a sonar el estribillo.
Guille desde el asiento del copiloto sonreía escuchando a sus dos amigas cantar con un inglés lamentable aquella bonita canción que jamás había escuchado. Seguía trabajando en su portatil, llevando las cuentas de onlyfaps de las chicas, respondiendo comentarios de sus fans y añadiendo el nuevo contenido que ellas le iban mandando.
  • Guilleeee deja el ordenador que te vas a marear! - le dijo Gemma, más cómo una madre que cómo una amiga.
  • Madre mía! - exclamó él. Mientras estaba buscando en mytube quien era Tina Turner vió algo que le dejó la sangre helada. - Habéis visto esto? - dijo mostrandoles el portatil a sus dos amigas.
  • Estoy conduciendo Guille! Vigila… - Gritó Gemma cuando el gordito friki le puso el portatil delante de la cara.
  • “La polémica Roro del porno que arrasa en internet” - Leyó Laia. - Ostiaaaa! No me jodas! Ha salido en el podcast del JordiWild? En serio?
  • Quien es JordiWild? - preguntó Gemma extrañada mientras Guille asentía y buscaba una foto de él. - Ostia! Está todo buenorro! - rió al ver una foto del famoso mytuber.
Guille intentó explicarle a su amiga quien era aquel famosisimo hombre que tenía uno de los podcasts con más repercusión de habla hispana. Pero no hubo manera de que ella prestase la más mínima atención, tan solo estaba centrada en ver más fotos para seguir delietando sus fantasías con esos brazos enormes y musculados.

  • No lo entiendes hermana! Si Marta ha salido en ese podcast es que se ha vuelto famosa - reía Laia nerviosa y feliz por su amiga.
  • Aquí Hurraca Platanera! Me recibes Pichón Ahumado? Cambio. - Guille hablaba por su Walkie Talkie por la línea abierta con los demás coches.
  • Aquí Pichón Ahumado! Qué sucede Hurraca? Cambio. - contestó entre risas Miare al otro lado de la línea.
  • Noooo… vosotras sois Colibrí Piñonero Miare! Cambio - Guille estaba mosqueado por la poca seriedad de sus amigos.
  • Hablas con nosotros? - preguntó secamente Noe desde su coche.
  • Noooo… vosotros sois Periquito Aceitunero! Y hay que decir cambio cuando terminas. Cambio.
  • No seria más fácil llamarnos por nuestros nombres? - recriminó Noe. Y al darse cuenta que nadie contestaba, acabó con el juego, cerrando el walky. - Cambioooo y corto, menuda gilipoyez colega.
Guille siguió intentando contactar con ‘Pichon Ahumado’ y al cabo de varios intentos la dulce voz de Marta sonó al otro lado del Walky.
  • Aquí Marta, digo… Pichón Ahumado… jijiji. Que pasa Hurraca Platanera? Cambio.
  • Has salido en el podcast de JordiWild. Cambio. - dijo Guille con sus ojos como platos al ver el dinero que había ingresado Marta con su página de onlyfaps en menos 24 horas.
  • Cómooooooo? - Marta soltó el aparato sobre sus muslos y le pidió a su novio que pusiera el video en mytube.
Automáticamente los demás coches hicieron lo mismo. Exceptuando el de Marc. Gracias a Dios Noe había apagado el Walky a tiempo evitando que Martín se enterase de que su mejor amiga vendía su cuerpo por internet. Recordemos que su cuñado no era consciente de la vida lujuriosa y desenfrenada que llevaban los ‘Custodes’ y debían aparentar ser un grupo normal de amigos delante de él y su família. Su hermana estaba dispuesta a recuperar su relación y por eso habían acordado entre todos comportarse decentemente durante los siguientes días. Alguien tiene fe en que lo consigan? Porqué este humilde narrador no tiene ni la más mínima esperanza.
  • Sabes que va a estar complicado que no se desmadre la cosa verdad? - le decía Noe a su hermana cuando salieron de comer, el día anterior, de casa de su madre.
  • Serán solo unos días Sister! Me tenéis que hacer este favor. Lo quiero y creo que podré convencerlo de que se una a nosotros…
  • Venga ya! Jajaja. - rió Noe. - Al boniato de tu novio en serio? Si solo le faltan las alas para ser un Querubín, Sister! jajaja
  • Puedo hacerlo, pero hay que plantearselo con la calma, lo que no podemos hacer es montarnos una orgía delante de su familia, solo llegar… me entiendes o no?
De los cuatro coches que iban en marcha, tan solo uno se sentía triste y apagado. Marc seguía conduciendo con cara de pocos amigos mientras soportaba la inmensa ‘chapa’ que su cuñado le estaba dando, hablando de fútbol y contratos millonarios. ‘Y a mí que cojones me importa el puto Mbappé’ Pensaba mientras subía disimuladamente la música a ver si así ahogaba ese maldito monólogo. ‘Holdin on’ empezó a sonar a todo trapo en el coche, al mismo tiempo que Martin subía el volumen de su detestable voz.

  • Eeeeh! Nicole Willis. Me ecanta! - exclamó Andrés. El jóven hermano de Martin.
  • Te mola colega? Dí que sí! - sonrió Marc ofreciendole los cinco para que el muchacho los chocase. - Y que me dices de la banda?
  • Buah! Son brutales! Me flipan los Soul Investigators. Tienen ese sonido tan… auténtico!
Marc subió aún más la música y sonrió, al menos uno de los dos hermanos parecía buen tipo. Mónica ya podría haber escogido mejor con cúal quedarse. Era raro que un chaval de 18 años le molase la música Soul, supongo que igual de raro que uno de 30 y pico siguiese haciendose pajas con sus amigos de la infancia. La vida tiene estas peculiaridades, supongo.

El convoy hizo una parada a mitad de camino. Estacionaron en una area de servicio y aprocecharon para estirar las piernas, fumarse un cigarrillo y tomar unos refrescos gasificados.
  • Me lo estás diciendo en serio? Déjame ver el podcast. - Noe hablaba con Marta mientras se lavaban las manos en el baño de la gasolinera.
  • Qué hago ahora tía? - preguntó Marta con cara de asustada. Jamás habría pensado que aquellos videos obtuvieran tanta repercusión mediática.
  • Has visto los comentarios? - Noe reía leyendo la cantidad ingente de apoyo que estaba recibiendo su amiga. - Parece que tienes un ejercito de fans pajilleros dispuestos a hacer lo que haga falta por tí, tía! Jajaja
  • Venga tía! Y si se enteran mis padres? O mi familia? Y si se enteran en el curro? - la dulce chica estaba totalmente abrumada por todo lo que se le venía encima.
  • A ver amor! - dijo Noe tirando de filosofia - Si tu problema tíene solución, por qué te preocupas? Y si no lo tiene, por qué te preocupas?
Qué fácil es decir eso cuando no eres tú la que estás en el ojo del huracán. Mientras la ‘reina caída’ intentaba consolar a su amiga quitando hierro al asunto. El resto del grupo hacía un descansito en unas mesas de madera cerca de los coches aparcados.
  • Y de que parte de andalucía eres exactamente? - preguntó Martin a Masi, que aprovechaba el momento para conocer mejor a los nuevos amigos de su novia.
  • De Málaga encanto! - dijo sonriendo la hermosa andaluza.
  • Ah sí? La familía de mi padre es de Nerja…
  • Yo fui una vez a Nerja con mi tía, la Mari Carmen, y pa qué te voy a mentí… bonico es un rato, pero nos pilló el terral y acabé yo con la espalda sudá, el pescao repitiendo y los niños metíos en la fuente del Balcón de Europa como si fueran truchas en remojo. Y tó pa que luego la Mari dijera que el helao era caro…
Martin se quedó mirando a esa preciosa rubia sin entender nada de lo que estaba diciendo. Y luego siguió conociendo al resto de miembros. Le parecián un grupo bastante peculiar. Cómo una pequeña família disfuncional. Los gemelos, las dos chicas rubias que se llamaban igual, Guille que parecía un pez fuera del agua y además que diablos hacían los padres de uno de ellos ahí? No obstante debía reconocer que parecían buena gente.
  • Me das una calada? - preguntó Andres, el hermano pequeño del pesado cuñado. Marc se estaba fumando un porro que Jordi le acababa de rular.
  • Fumas? - preguntó Marc a su jóven y nuevo colegilla.
  • Sí, pero que no se entere mi hermano eh! Que me mata.
Los tres estaban un pelín alejados de los demás y esperaban a que las chicas salieran del baño para proseguir con la ruta.
  • Mira ya salen! - dijo Jordi recibiendo de nuevo el canuto de manos del joven chaval.
Marc se fijó en como Andrés miraba a Marta y a su novia mientras se acercaban a ellos. No dudó en preguntarle si le parecían atractivas.
  • Eh! No… que va! - mintió el chavalillo ligeramente sonrojado y colocado por la hierba.
  • Estás diciendo que mi novia es fea? - le vaciló Jordi provocando la risa de su colega.
  • No… no para nada! Son muy guapas. - el chaval no sabia donde meterse.
  • Entonces me estás diciendo que te quieres follar a mi novia? - Jordi fingió ponerse violento.
  • No… es que… joder….
  • Te estamos tomando el pelo colega! - rió Marc agarrando por el hombro al chaval que sonreía medio acojonado, sin estar muy convencido de aquellas palabras.
  • De que os reís vosotros? - sonrío Noe a la que acababan de rular el peta.
  • Nada mi vida - Marc se levantó y le dió un beso en los labios mientras le agarraba de la cintura. - Andrés, que dice que estáis muy buenas.
Noe le dijo con la mirada a su novio que parase, habían acordado comportarse delante de la familia de Martin. Por su lado el joven chabal se hizo muy pequeño, avergonzado y sin saber dónde meterse.

Mientras se acercaban andando al resto del grupo. Andrés que iba detrás con los dos chicos observó los impresionantes cuerpos de las novias de ellos. Marta justamente le decía algo a su amiga a la oreja y las dos se giraron al mismo tiempo, mirando al chico entre risas y cuchicheos.
  • Eh chaval! - gritó Marta de repente y las dos amigas se levantaron los vestidos al mismo tiempo dejando ver sus dos preciosos culos con esos dos pequeños tangas.
  • Se mira pero no se toca! - rió Noe mientras los tres rabos empalmados de atrás se morian de ganas de arrancarles el tanga con la boca.
Aún quedaba bastante trayecto por delante, así que se apresuraron en reanudar la marcha. El convoy siguió en el mismo orden que había empezado. Marta conducía mientras intentaba explicarles a los padres de su novio la que había montado en internet. Onlyfaps, Mytube, Roro, TocTic, JordiWild… demasiados conceptos nuevos para que aquellos dos viejos fueran capazes de entender mínimamente la magnitud del problema.

Gemma por su lado, conducía sin copiloto. Por lo visto a su amiga se le había antojado hechar un polvo a 120 km/hora y se había llevado a Guille al asiento de atrás. Sin quitar atención a la carretera, ajustó el retrovisor para no perderse detalle del espectaculo que había justo detrás.

El coche de ‘los nombrados igual’ reían y disfrutaban de las historias de la simpática andaluza, que a ritmo de rumba contaba sus peripecias de jovencita. Miare escuchaba atentamente a su gran amiga, sintiendose agradecida por haberla conocido y formar parte de su vida.

Por último, en el coche que encabezaba la expedición, Martin seguía encabezado en dar el coñazo indiscriminadamente a los demás. Está vez se había decantado por un cansino interrogatorio. ‘Estúpido soplapoyas de los cojones’ pensó Marc.
  • Y otra cosa que me tiene rallado… cómo es que vienen los padres de Jordi? No os parece un poco raro?
  • Noooo cariño - contestó sonriendo Mónica. - Son una familia muy unida…
  • Y tan unida! - exclamó Marc recibiendo automáticamente otro codazo de su novia.
  • Ellos siempre hacen cosas juntos y es como si ya formasen parte del grupo, verdad Sister?
  • Si! Son buena gente, muy cariñosos… - Noe le volvió a dar el enesimo codazo a su novio que no podía dejar de reir. - A nosotros no nos importa que vengan. Aunque haya diferencia de edad, la verdad que se han adaptado muy bien a nuestro royete!
Marc ya reía a carcajadas y conducía alegremente escuchando buena música Soul. Andrés movía la cabeza en silencio y con una gran sonrisa en el asiento de atrás, contemplaba el mar en la lejanía y se había puesto unas gafas de sol para tapar sus ojos rojos y vidriosos.

Pasadas las once de la mañana, llegaron al pueblo donde estaba la casa de los padres de Martin. Era un lugar de ensueño, estaba situado en una gran valle rodeada de altas montañas. Un río poco profundo y de aguas frías pero apacibles lo cruzaba de arriba a abajo. Habían pocas casas, grandes y rústicas, separadas entre ellas por un bosque frondoso y lleno de vegetación. Era un lugar tranquilo y alejado de todo, el lugar perfecto para urbanitas que deseaban escapabar de la prisión que es, en realidad, la gran ciudad. Allí los semáforos en ambar significaban ‘frena’ y no “acelera”, no había rastro de aquella mano invisible empujandote todo el rato y los cielos no estaban recortados.
  • Sigue este camino y gira a la derecha cuando llegues a esa casa. - indicaba Martin. - Luego todo recto hasta el final.
  • Y tus padres viven aquí todo el año? - preguntó Noe.
  • Si! Ya hace un par de años que decidieron mudarse permanentemente. Nos dejaron su casa de Barcelona para mi hermano y para mí.
Los amigos aparcaron los cuatro coches en mitad del bosque. Justo debajo de unos enormes pinos que otorgaban una apreciada y larga sombra. Al bajar de los vehículos se dieron cuenta que seguía haciendo calor, pero se sentían agusto. El aire fresco de la montaña, el silencio solo interrumpido por el canto alegre de los pájaros y una ligera brisa refrescante, animaron y reconfortaron sus corazones.

Martin y su hermano se fueron directos hacía la entrada principal de la enorme Masia y picaron el timbre mientras el resto del grupo sacaba el equipaje de los maleteros de los coches.
  • Martí, Andreu… fills meus! Heu arribat bé? On está la teva xicota? - una mujer mayor salió a recibir a los dos hermanos y los abrazaba dandoles sonoros besos. Detrás suyo apareció un hombre mayor que por lo visto debía ser su padre.
  • Roger, Antonia! Quan de temps! - dijo Mónica saludando a sus suegros, a los que hacía tiempo no véia.
  • Mare meva, amoret meu! Pero que guapa estàs! - La madre de Martin agarró a la chica entre sus brazos como si fuera un oso Gizzlie a punto de deborar a su presa.
  • Mucho gusto! Manolo - el padre de Jordi fué el primero en presentarse. Y el matrimonio de pueblo lo recibieron con la misma simpátia que a todos los demás, sin hacer distinciones.
Cuando acabaron todas las presentaciones, los padres de Martin, que eran el típico retrato de la pagesía catalana, los invitaron a pasar dentro. Lo primero que hicieron fué enseñarles las habitaciones dónde iban a dormir y quedaron en reunirse en frenre de la piscina cuando todos se hubieran acomodado.
  • Heu portat banyadors, oi? Que fa un dia perfecte per pendre un bany - gritó Antonia desde la planta baja, mientras dejaba que el disfuncional grupo de amigos se cambiase en sus habitaciones.
  • Mierda! - exclamó Noe rebuscando entre su maleta abierta.
  • Que pasa mi vida? - Marc se quitaba los pantalones enfrente suyo.
  • Creo que me he dejado el bañador en casa… - Noe abrió la puerta y asomó la cabeza. - Sister! Dime que tienes tú mi bañador.
  • No! Te lo has dejado o qué? - le contestó su hermana que dormía en la habitación de al lado. - Pues ya sabes lo que toca, jaja.
Noe volvió a cerrar la puerta esperando a que su novio terminase de ponerse el bañador. Mientras el se bajaba los calzoncillos pensó en cómo se iba a bañar. En ropa interior? Solo había traido tangas. ‘Bueno, ya se me ocurrirá algo’ pensó mientras no le quitaba los ojos a esa polla morcillona y suculenta. Su novio se tomaba su tiempo en sacar su bañador de la maleta, era consciente que ella lo estaba mirando y no había venido a jugar, había venido dispuesto a ganar.
  • Jodeeer… - murmuró ella mientras él se ponía un slip muy apretado que le hacía marcar paquete y le dejaba un culo perfecto y muy apetitoso. - Te espero abajo vale! - Y salió corriendo de la habitación con su coño húmedo y su corazón palpitando. Tenía que ser fuerte! Costase lo que costase.
Los ‘Custodes’ se reunieron en la piscina y no tardaron en tirarse a la piscina. El día estaba despejado y hacía un calor soportable. - Venga tía! Bañate - le gritó Marta a su amiga mientras se tiraba en bomba al agua. - Venga cariño! El agua está buenissima. - le gritó Marc que junto a Jordi jugaban con el joven Andrés a hacerse ahogadillas.

Noe vió como Miare y Masi iban con un bikini en forma de tanga y pensó ‘que cojones’, se quitó el vestido y se quedó en ropa interior. Bueno, la verdad es que no llevaba sujetador, así que se quedó solamente con su pequeño tanga. El grupo aplaudió cuando se lanzó a la piscina y siguieron pasando un buen rato todos juntos. Guille hablaba con Fran sobre negocios, bebian unas birras y estaban sentados en la repisa de la piscina con sus piernas dentro del agua. Laia se unió a la conversación. Llegó nadando y se apoyó entre las piernas colgantes de Guille. Cisco por su lado tomaba el sol en silencio y solitario cómo de costumbre, sobre una cómoda tumbona de rayas azules y blancas.

Dentro de la casa, en la cocina. Rosa y Antonia preparaban un pequeño vermut antes de comer. Cortaron un poco de embutidos, llenaron unos bols con patatas y olivas y sacaron más cervezas frias de la nevera. - Beneida juventut! - sonrió la madre de Martin mientras observaba a través del gran ventanal al grupo de amigos disfrutar de la vida.

Por su lado Roger, el padre de Martin enseñaba orgulloso su pequeño huerto a Manolo, mientras su hijo hablaba con su novia y preparaban el fuego para la barbacoa.
  • Vols probarlos? Estan dolços de collons! - dijo Roger arrancando un tomate rojo y jugoso de la rama.
Manolo le felicitó. Estaba buenissimo. Luego siguieron paseando por enfrente de los pimientos, las berenjenas, las lechugas, las judías verdes... Aquel huerto era una maravilla y Roger solo aportaba buenos y convicentes argumentos de porqué la vida de pueblo era mejor que la de ciudad.

Comieron tarde y casi sin hambre por culpa del inmenso vermut que prepararon anteriormente las madres. Lo hicieron sin vestirse, con sus bañadores y sus cuerpos aún mojados; excepto Noe que se ató una toalla alrrededor del cuerpo, ya que consideró que era de mala educación sentarse a la mesa con las tetas al aire. Durante la comida calleron varias botellas de vino y despúes de los postres siguieron con aguardientes y destilados varios. Reían y brindaban como si todos fueran una gran família.

Después de comer volvieron a la piscina y siguieron bebiendo en el jardín disfrutando del buen tiempo y la inmejorable compañia. Martin y Mónica parecía que poco a poco iban arreglando sus problemas, charlaban alegremente sentados juntos y acurrucados en un columpio con unas vistas privilegiadas hacía la gran montaña.

Empezaba a aterdecer y con la caída del sol empezó a llegar una agradable brisa fresca. Lo suficientemente fría como para ponerse un pequeño sueter. Andrés miraba desde la tumbona como sus dos nuevos colegas porretas jugaban con sus novias dentro de la piscina. Ellos las llevaban a caballito y jugaban a ver quien tiraba primero a quien. El resto de amigos que ya se habían cambiado animaban cada cúal a su equipo favorito. Y el jóven chico no podía dejar de mirar aquellas dos preciosas chicas semi desnudas, gritar y reir.
  • Siiiii! Campeoneeees! - Gritó Marta alzando los brazos antes de que Jordi la tirara de espaldas.
Al mismo tiempo Noe se abrazó a los hombros de su novio y se lo quedó mirando muy de cerca. Él no podía evitar enamorarse sintiendo su cuerpo desnudo tan cerca del suyo, su pelo mojado y esa sonrisa hermosa, sin duda era la mujer perfecta.
  • Shhhh! Relaja fiera! - le dijo ella dandole un tierno beso en los labios. Notaba que debajo el agua los slips de él se iban a romper en cualquier momento.
  • Tú lo que quieres es volverme loco mi vida! - Marc bailaba con ella aprovechando la poca gravedad que les brindaba la piscina.
  • Paciencia… - decía ella dandole más piquitos húmedos. Sus labios sabían a cloro y podía verse reflejada en esos preciosos y grandes ojos. - Tu esfuerzo se verá recompensado…
Noe agradeció que Rosa les ordenara salir del agua. Unos segundos más y la que hubiera perdido la paciencia hubiera sido ella. - Venga que refresca y no quiero que agarreis un resfriado - gritó mientras tendía los bañadores mojados de los demás chicos.

Cayó la noche y aún seguían en el jardín. Mientras cenaban un poco de ‘pa amb tomaquet’ bajo el cielo estrellado, siguieron bebiendo despreocupados y felices. Fran ligeramente borracho fué el primero en proponer un brindis, agradeciendo a los anfitriones aquel día tan genial que habían pasado. Luego cogió el porrón de vino e intentó beber ‘a galet’. Todos se descojonaron al ver como se lo tiraba todo por encima.

Los mayores acabaron por retirarse y dejaron que los jóvenes siguieran la fiesta, aunque les pidieron por favor que bajasen un poco la voz y no armasen demasiado jaleo.
  • Escuchad! Un amigo del pueblo me acaba de decir que están de fiesta en una ‘rave’ muy cerca de aquí. - dijo Andrés mirando su móvil. - Os apetece o qué?
  • Uff! Nosotros nos retiramos. Que ya es tarde! - contestó su hermano hablando por Mónica sin dignarse ni siquiera en preguntarle.
Noe estuvo a punto de decir algo, odiaba aquellas actitudes de machirulo que tenía habitualmente su cuñado. No se identificaba con el feminismo actual que según ella, había perdido el norte. Pero era una persona muy concienciada en la libertad personal de cada individuo. Su hermana que se dió cuenta le puso suavemente la mano encima de la suya y la tranquilizó susurrandole que estaba todo bien.

Cisco aprovechó que ellos dos se levantaban de la mesa para despedirse de sus amigos, necesitaba urgentemente dormir y además no era muy fan de las actividades sociales, cómo el baile, las fiestas o cualquier situación donde se viera obligado a interactuar. No dijo nada, simplemente miró sonriendo a sus amigos, apuró su copa de vino de un solo trago, hizo un gesto con la mano y se largó en silencio y feliz.
  • Bueno! Pues vamos no? A repartir estopaaa! - Guille se levantó y se puso sus queridas gafas de sol.
  • Así se habla hermano! Los Blues Brothers atacan de nuevo! - Marc se puso sus gafas también y chocó los cinco con su amigo del alma.
El grupo salió en silencio de la Masia y se pusieron a andar por un curvo camino de tierra en mitad de la noche. Andrés seguía las indicaciones del maps en su móvil con la localización que habían mandado sus amigos. No necesitaban linternas, las estrellas y la luna iluminaban el sendero. El viento mecía las copas de los pinos y los amigos reían y hablaban animados con ganas de jaleo. El último tramo de camino hasta la ‘rave’ lo hicieron guiados por la música que retumbaba cada vez más fuerte en el silencioso y solitario bosque.
  • Diooos! Menudo temón. - Masi se unió sin pensarlo al reducido grupo de desconocidos rebeldes que bailaban en mitad de la noche. Un Dj había improvisado una pequeña mesa con un par de bafles y en ese momento sobana una cumbia rebajada preciosa, ‘Lejanía’ de Liandro Meza.
Los amigos se unieron a la fiesta y en pocos momentos ya eran uno más de aquella especie de ritual nocturno. Era cómo una misa litúrgica y todos bailaban con todos, cómo si se conociera de toda la vida. - Ay me da! La tristeza que me da! me da! Estar tan lejos de la tierra mía! - cantaba Masi que bailaba con su rubia amiga al ritmo sincopado de la cumbia.

El Dj se la sacaba cada vez más con cada tema que ponía y se superaba con el siguiente. Los adeptos, bajo el amparo de la luna y los efectos de las drogas, celebraban cada canción como si fuera la última de sus vidas. A Marc le encantaban las ‘raves’ pues eran la anarquía hecha fiesta. Ahí no había que pagar precios excesivos por pasarlo bien, no había límites, ni paredes, ni código de vestimenta, ni normas. Tan solo gente libre disfrutando del ahora, en harmonía y total libertad.
  • Dónde te habías metido? - sonrió Noe al encontrarse con Marc que llevaba un petardo en la boca que algún desconocido le había rulado.
  • Te estaba preparando una sorpresa… - dijo él mientras bailaba con ella y le rulaba el canuto.
De repente el Dj puso ‘Brujos’ de Solo los Solo. Noe gritó de emoción y se abrazó a su novio sin poder dejar de decirle que le quería. Esa canción era especial para ellos, pues los dos se conocieron precisamente en un concierto de este grupo barcelonés, muchos años atrás.

Solo los Solo fueron un grupo pionero del hip hop en español, con un estilo único que mezclaba Rap lírico y bases funk, jazz y electrónica ultra pulidas. Su sonido destacaba por ser sofisticado pero callejero, con mucho groove, scratches limpios y una clara influencia del boom bap neoyorquino pasado, cómo no, por el filtro barcelonés. Tenían actitud, humor ácido y un flow sin concesiones.
En resumen Hip hop elegante, con alma funk, mensaje afilado y beats que suenan a vinilo bien cuidado. Sólo Los Solo eran auténtica clase de barrio con traje de groove.
  • Vidaaa! Que recuerdos! - decía ella mientras bailaba pegada su novio. Ahora sonaba ‘Hazlo’ y Marc le envió una señal al Dj dándole las gracias por el favor. Este le respondió con una gran sonrisa y dándose varios golpes con su puño cerrado sobre su pecho, al mismo tiempo que movía el cuello al ritmo del beat. Aquello de recuperar el amor de su novia a base de buena música se estaba convirtiendo en una costumbre. - “Hoy no quiero hablar de basura” - cantaba Noe.
  • “Voy a dejar todas las conjeturas” - respondió Marc sonriendo.
  • “Mi amor todos los días se inaugura”
  • “Tu beso me quitó todas las dudas”
  • “Confianza que me dió cosas que hacer”
  • “Me queda demasiado que aprender”
  • “Saber que tengo tu querer”
  • “Muchos planetas que reconocer” mientras los dos novios cantaban juntos al mismo tiempo el estribillo “Arriba, abajo, deprisa, despacio. Simplemente Hazlo” el resto de almas libres de la fiesta bailaban relajados y fluian bajo los brillantes samples del ‘Suave y Habilidoso Griffi’. Joder colegas, que podéis esperar de un grupo cuando el encargado de poner los beats se llama así? ‘Suave y Habilidoso’. Noe recordó añorada en lo buenos que eran Solo los Solo. Ojalá se volvieran a juntar algún día. Aunque como decía Miguel Rios “Al lugar dónde has sido feliz es mejor que no trates de regresar”
  • Que sucede mi vida? - preguntó Noe al observar que la expresión de su novio había cambiado.
  • Guille! - le contestó Marc que observaba a su hermano sentado sobre una piedra solo y aparentemente triste. - Dame un segundo mi vida.
Marc le dió un beso a su novia y se acercó a su abatido amigo.
Se puso en cuclillas delante de él y le preguntó amablemente si estaba bien.
  • Si hermano! Es que… - Guille miró hacía abajo. - Es que… no se bailar.
  • Pero que dices? - rió Marc ofreciendole un trago de su botellín.
  • Que me da verguenza bailar. Soy muy torpe - se sinceró el gordito con voz lastimera.
  • Venga hermano! Pero que más da? - Marc se puso en pié. - Eh! Mirame colega, crees que yo bailo bien?
Guille levantó la cabeza y empezó a sonreir viendo como su amigo se movía. Marc hacía el tonto delante de él y seguía cantando ‘Simplemente Hazlo colega! Simplemente Hazlo’
  • No quiero a nadie triste eh! A mover el culo! - Noe agarró de las manos a Guille justo cuando sonaba ‘Baila o te mato’. El Dj estaba cumpliendo con su promesa.
En poco rato nuestro torpe amigo ya había olvidado por completo su miedo a hacer el ridiculo y bailaba libre junto a sus amigos bajo la luz de la luna.

La fiesta siguió hasta altas horas de la madrugada. Cada vez había más ambiente y más gente seguía llegando sin parar. Andrés presentó a sus amigos del pueblo a los ‘Custodes’’. Eran un grupo de chavales descerebrados de pueblo, puestos hasta el culo de ‘M’, cómo era de esperar, se hicieron amigos en un momento y compartieron las vitaminas que llevaban encima sin apenas conocerse.
  • Gent els Pits! Correu! - gritó uno de los amigos de Andrés. Las sirenas y las luces de los Mossos hicieron acto de presencia y la fiesta se disolvió en un momento.
  • Vamos Guille! - dijo Gemma cogiendo de la mano a su amigo y empezando a correr.
El grupo salió unido y rapidamente de la fiesta y se adentraron en el oscuro bosque, las sirenas y los gritos de la gente de la ‘rave’ se escuchaban ya lejos mientras ellos esperaban agachados detrás de unos matorrales, con sus respiraciones agitadas, sus pupílas dilatadas y sus corazones a mil pulsaciones.
  • Creo que ha sido el mejor final de fiesta que podíamos esperar! - dijo Fran entre risas, toda aquella tensión repentina le había puesto cachondo.
  • Shhh! Callad joder que nos van a pillar! - sonreía Miare que le resultaba muy cómica aquella situación.
  • Joder! Para una vez que me pongo a bailar y viene la poli? - dijo Guille entre risas.
  • Hombre colega! Es que esa forma de bailar tiene que ser delito por cojones - exclamó Jordi provocando la risa de todos.
Los amigos esperaron a que la cosa estuviera tranquila para salir de su escondite. Mientras Guille les deleitaba con sus pasos de baile, andaban felices y drogados camino a casa. La noche despejada iluminaba el camino con esa mágia que solo la nocturnidad puede otorgar. Sin hacer ruido entraron en la tranquila y silenciosa Masia y cuando se estaban deseando las buenas noches la luz del gran comedor del piso de abajo se encendió de golpe.
  • Que horas son estas de llegar? - preguntó Rosa a los chicos que llevaban las ‘largas puestas’ - Vaya ojitos que me llevais, la madre de Dios!
  • Venga Mama! No montes el númerito - le dijo Jordi, lo que menos deseaba en ese momento era un sermón maternal.
  • Los chicos que se queden aquí y las dos rubias también! Los demás a dormir. - ordenó ‘Vendetta’ como una auténtica inquisidora.
  • Pero que dices Rosa? - exclamó Marta.
  • No recuerdas que hoy me tocaba a mí o qué? Ala! Desfilando. Ya! Que tenemos que grabar.
Los amigos recordaron que la madre de Jordi era la siguiente en el sorteo de las fantasías. Por un momento pensaron que estaban de vacaciones pero se ve que no. Rosa no iba a perder la oportunidad de follarse unos grandes y jóvenes rabos, por nada del mundo.
  • A qué se refiere con grabar…? - intentó preguntar Andrés mientras Noe lo agarraba de la mano y subían escaleras arriba.
  • Nada… cosas de madre! - dijo mientras miraba triste cómo su novio se quedaba en la planta baja junto a los demás chicos y Masi. Estaba caliente y tenía ganas de follar.
Al mismo tiempo que la gorda madre se llevaba al grupo hacía la sauna, Masi y Miare subieron corriendo a buscar las cámaras que últimamente las llevaban siempre encima por si las moscas. Al volver a bajar pasaron por delante de la habitación de Andrés, de dónde salian entrecortados gemidos, al parecer Noe ya se había buscado un sustituto para aquella noche, esta vez uno más joven e inexperto.
  • En serio mama? - dijo Jordi molesto por tener que desnudandarse.
  • No me hagas repetirlo! Aprende de tus amigos - señaló ella al resto de chicos que ya estaban dentro de la sauna solo tapados por unas pequeñas toallas blancas de baño.
  • Ya estoy lista! - dijo Masi iniciando la grabación.
  • Si Rosa! Cuando quieras - añadió Miare que empezó automáticamente a mojar sus braguitas cuando le dió al REC. Era una reacción automática e irrefrenable, cómo si fuera una perra de Pávlov.
  • Bien! Esta noche vamos a grabar ‘Sola en la sauna’ - dijo Rosa con una sonrisa malvada y quitandose el pijama.
Al fin había conseguido llevar a cabo su venganza al completo. Aunque hubiera preferido ser ella quien los hubiese drogado. Les dió una cierta explicación a los chicos de lo que iban a grabar y respiró hondo antes de empezar su particular película porno.
  • Buenos días! - dijo Rosa entrando en la sauna. Los cuatro jóvenes y sudados chicos le devolvieron el saludo cordialmente.
Rosa se sentó en el lugar más apartado que pudo de aquellos cuatro chicos que no dejaban de mirarla lascivamente. Llevaba una toalla en la cabeza y otra tapando su gordo y curvo cuerpo. No era lo suficientemente grande como para tapar sus enormes tetas y rechonchos muslos.
  • Eh colega! - le susurró Marc dándole un codazo a Jordi. - Has visto ese culazo?
  • Si colega! Mira como me la ha puesto! - Jordi desató la toalla de su cintura y dejó a la vista su polla totalmente erecta.
  • Joder que dura la tienes! Yo estoy igual - Marc hizo el mismo movimiento. Y los dos sudados amigos se quedaron un rato observando sus rabos erectos.
Rosa en la otra punta de la pequeña sauna, estaba apollada contra la pared de madera, tenía los ojos cerrados y se relajaba mientras las gotas de sudor resbalaban por su gordo cuerpo. Los leves jadeos de los chicos y el sonido de sus antebrazos golpeando contra sus muslos la consiguieron sacar de su meditación y abrió los ojos.
  • Pero qué demonios? - gritó al contemplar aquellos cuatro jóvenes y dotados hombres masturbarse al mismo tiempo. Estaban sentados en fila, enfrete suya y no le quitaban los ojos de encima mientras desnudos y sudados se daban placer como si estuvieran en trance.
Rosa intentó taparse con su pequeña toalla, pero fué en vano. No existía suficiente tela en el mundo para ocultar aquellas vertiginosas curvas. Mientras Miare le hacía un primer plano, luego, durante la edición, una voz en off con la voz de Rosa hablaba sobre sus pensamientos.

“Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver aquellas pollas enormes que babeaban por mí. Qué debía hacer? Una mujer felizmente casada y creyente acorralada por el mismísimo Belcebú. Mi cuerpo se puso muy caliente y sin poder controlarme les mostré a aquellos jóvenes lo que tanto ansiaban. Perdóname señor por lo qué voy a hacer.”

Rosa se quitó la diminuta toalla y abriendo las piernas empezó a masturbarse mientras con su brazo rechoncho rodeaba sus enormes ubres de vaca. Los cuatro chicos empezaron a masturbarse más rápido al ver aquel enorme monumento de carne y sexo. Y ella, al mismo tiempo se encendió aún más, salibando al ver como sus manos subían y bajaban con ese ritmo endiablado. Sus huevos rebotando contra la madera mojada del banco y sus caras de pajeros con la boca abierta y los ojos medio cerrados.
  • Tú! Ven aquí vamos! - le ordenó a su hijo con un leve gesto de cabeza.
  • Quíen yo? - contestó jadeando Jordi muy cachondo, ya levantandose y acercandose a ella con su rabo empalmado.
  • Por qué no me enseñas lo que sabes hacer? - gimió Rosa retirando la mano de su coño mojado y abriendo más las piernas.
Jordi se puso de rodillas sobre el banco y empezó a acercar su boca hacía ese enorme coño. El olor a sudor y a sexo lo embriagaron y como un buen niño empezó a comerselo a su madre.

- Oh sí que bueno… no pares! - gemía Rosa mordiendose el labio inferior y tirando la cabeza hacía atrás. El morboso sonido de la masturbación de los otros tres chicos retumbaba en sus oídos poniendola aún más cerda. - Vosotros venid!

Los chicos obedecieron sin pensarlo, se pusieron alrrededor de la gorda vaca lechera y sin dejar de masturbarse empezaron a sobarla. Le tocaban los pechos, las cartucheras y los fofos muslos cómo si fuera la primera mujer que tocaban en su vida.
  • Muy bien chicos! - decía Rosa sacandose la polla de Fran de la boca. - Ahora quiero que me folléis!
Se levantó del banco y agarrando la polla de Marc se lo llevó hasta dónde estaban antes los chicos. Lo obligó a sentarse en el banco y se puso encima de él. Marc emitió un gran gemido de placer cuando su polla entró por completo en el gran y húmedo agujero de aquella gorda mujer. Mientras ella hundía sus tetas en su cara y empezaba a cabalgar, gritó de placer cuando las grandes manos de Marc agarraron su culo para poder hundir más fuerte su polla dentro de ella.

Jordi se acercó por detrás y separando sus grandes nalgas, buscó con el capullo ardiente de su rabo el otro agujero de su madre. No tardó en introducir su polla por su ojete y seguir el ritmo de su colega.
  • Madre del amor bendito! - gritaba Rosa mientras le hacían una doble penetración. - Más fuerte! Más rápido! - la gorda mujer recibía con dolor y placer las duras embestidas de los dos jóvenes.
Fran y Guille se pusierón de pié encima del banco uno a cada lado de la vaca lechera. Rosa empezó a chupar la monstruosa polla de Guille mientras pajeaba el pollón de Fran. Su culo enorme rebotaba sin parar. Sus carnes se movían como un flan y como en un partido de Tenis, su cabeza chupaba primero una polla y luego la otra. Excepto Marc que quedó atrapado debajo de esa prisión de carne y grasa, los otros tres chicos se fueron rotando en sus puestos hasta que no pudieron aguantar más.

Cuando la lujuriosa madre notó que se iban a correr, les ordenó a los cuatro que se pusieran de rodillas en el banco. Los chicos obedecieron sin dudarlo. Masi y Miare hicieron un traveling horizontal a aquellos cuatro culos en pompa de los que colgaban cuatro enormes rabos a punto de explotar.

Rosa contempló los cuatro culos abiertos delante suya y se lamentó por no haber traido su strap-on. Con movimientos lentos y toscos, debido a su sobrepeso se puso de rodillas delante del culo de Fran, que era el que estaba más a la izquierda. Y mientras le comía el ojete sudado empezó a ordeñarlo. A su lado los chicos levantaron la cabeza para contemplar el espectaculo sin dejar de gemir y masturbarse.

Cuando Fran fué deslechado, Rosa pasó al siguiente que era Guille. Metió su rechoncha cara en el gordo culo del chaval y empezó a ordeñar su polla muy rápido. Luego hizo lo mismo con Marc y por último con su hijo.

La última escena que grabaron las rubias fué un primer plano de Rosa que deslizaba su enorme culo por todo el banco lleno de lefa, restregandose como una perra en celo mientras se chupaba un dedo y miraba directamente a cámara, sonriendo y provocando.

En el fondo del pasillo que llevaba a la sauna, en medio de la oscuridad y en silencio, dos grandes y sorprendidos ojos acababan de presenciar todo lo sucedido. Aquella misteriosa persona seguía sin dar crédito a lo que acababa de ver. Su cabeza decía ‘inmoral’, la otra cabeza simplemente pedía más sangre para poder seguir aumentando el tamaño de su polla.

Continuará…
 
COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 26 - Cinco puntos para Griffindor


A Roger, el viejo padre de Martin, le gustaba empezar todas las mañanas del mismo modo. Así lo hacía desde muchos años atrás y es que la rutina no es mala siempre que seas libre de decidir cómo quieres que sea. Se levantaba pronto, sin ayuda de alarmas o despertadores, tan solo los tímidos y primerizos rayos de sol de la mañana que entraban por la ventana de su habitación. Se vestía en silencio para no despertar a su mujer y lo hacía con la misma ropa de siempre, cómo si de un uniforme o un mono de trabajo se tratase. Luego bajaba a la cocina, se preparaba un café con un chorrito de coñac y salía a trabajar en su amado y precioso huerto.
  • Bon día Manolo! - dijo alegremente bajando las escaleras y saludando a su madugrador invitado. Hacían ya muchos años que aquello no sucedía en esa vieja casa. No era el primero en levantarse.
  • He preparado café compañero! - contestó este mientras se tomaba una taza, escuchando los primeros cantos de los alegres pájaros.
El viejo campesino lo invitó a que lo acompañase y le ayudara con las tareas del huerto. El trabajo del campo es así, no hay vacaciones, ni festivos, ni fines de semana. Requiere cuidado y mimo los 365 días del año.
  • Escolta! no se’t dona gens malament, això! No has pensat en gaudir de la teva jubilació lluny de la ciutat? - sonreía Roger mientras retiraba las malas hierbas del huerto.
Manolo se lo quedó mirando sin saber muy bien que contestar. No le importaría vivir la última etapa de su vida como lo hacía su nuevo amigo, pero los negocios y las responsibilidades aún lo ataban a la despiadada y ajetreada urbe.
  • Oye! Qué si lo prefieres, hablamos en castellano eh! No hay problema jaja - dijo Roger con un marcado acento catalán de pueblo.
  • No es eso compañero… - Manolo se irguió y notó su espalda crugir al doblarse. Debería haber calentado previamente. - Es por los negocios sabes, Jordi aún no está preparado para hacerse cargo.
  • Hombre! Pero en algún momento lo tendrás que dejar volar solo, no? - Roger se secaba el sudor de la frente mientras daba un buen trago de agua fresca de su botijo.
  • Sí claro… pero aún es demasiado pronto. Además… - Manolo aceptó el botijo que le ofreció su compañero - Rosa no es muy de campo, que digamos... - añadió mientras le daba un buen trago.
El viejo payés se quedó mirando cómo trabajaba aquel hombre, lo hizo pensativo y con sus brazos en jarra. Meditaba si debía o no contarle lo que había visto la noche anterior en la sauna. Exacto, aquellos ojos abiertos de par en par y ese pene erecto de ayer noche, eran los suyos.
  • Oye Manolo! - dijo con inseguridad. - Verás… tengo que contarte algo.
  • Él qué? - contestó el padre de Jordi irguiendose otra vez, volviendo a notar ese pequeño ‘creck’ en sus lumbares.
  • Es algo embarazoso… - Roger no podía mirarle directamente a los ojos y se rascaba la cabeza por la parte posterior intentando encontrar las palabras exactas.
  • Venga Roger! Puedes ser sincero conmigo. Qué hay confianza joder!
El payés pensó que posiblemente sí la había, pero no tanta cómo para contarle lo que había presenciado en aquella diminuta y lasciva sauna. Cómo contarle a un recién conocido que está casado con una adultera e incestuosa mujer?

“Si el sol fos jornaler, no matinaria tant. Si el marquès hagués de batre, ja ens hauríem mort de fam. Jo no canto per la veu, ni a l’alba, ni al nou dia, canto per un amic meu que per mi ha perdut la vida”
  • Ay Antonia! Que bonita canción - dijo Rosa sonriendo mientras ayudaba a la vieja campesina a limpiar los platos sucios del día anterior. - De quien es?
  • Ay mujer! De nadie y de todos a la vez - rió la canosa madre de Martin. - Me la enseñó mi padre cuando yo era pequeña, somos de la plana de Lleida sabes? y los campesinos la cantaban juntos mientras trabajaban la tierra.
  • Pues es preciosa! Vuelvela a cantar mujer… - las dos madres siguieron trabajando juntas y mientras una cantaba la otra tarareaba la melodía e incluso se atrevío a cantarla en ciertos momentos.
  • Buenoooo díaaaaa! - Masi fué la primera del grupo en levantarse de la cama y bajó las escaleras con energía, iluminando la estancia con su preciosa sonrisa. - Enga! Que les echo una manita! Dónde me pongo?
  • Reeees nena! Tú disfruta que estás de vacaciones… - dijo riendo Antonia.
Masi insistió varias veces, pero las dos mujeres mayores no la dejaron colaborar. Así que se llenó una taza de café y salió al exterior. Respiró hondo y estiró los brazos ante aquel precioso paisaje. Luego escuchó la voz de Manolo y volteó la casa de camino al huerto.
  • Hombre Masiiii! Cómo está la Rubia más guapa de toda Sierra Blanca? - exclamó Manolo extendiendo su brazo cómo si fuera un torero.
  • Pero que zalamero nos hemo levantao hoy Manolo! - rió Masi dándole dos sonoros besos. Luego saludó al otro hombre de la misma manera.
Trabajar se hizo más liviano con la ayuda de la preciosa andaluza, que siempre dispuesta a ayudar les aportó alegría y les contagió un poco de su juventud a los dos cansados viejos. Manolo, aprovechando que su compañero estaba un poco lejos, aprovechó para hablar en la intimidad con la preciosa jóven. Hoy le tocaba a él cumplir su fantasía y quería asegurarse de que todo funcionaba correctamente.
  • Oye cómo va lo que te pedí? - susurró Manolo agachado al lado de la rubia.
  • Bien, ya tenemo las toma lista. Solo falta que tú grabe los audio y Miare los editará en un periquete.
  • Genial! - susurró Manolo - avisa a las chicas para que estén listas esta tarde.
  • A toda?
  • No, solo a Noe, Marta y Gemma... no hay que llamar la atención - Manolo pensó que también necesitaría a alguien que vigilase. La discreción era forzosamente necesaria - Y también busca a alguien para que esté al loro vigilando.
  • Listo! - sonrió Masi. - Por cierto… te ha explicao tu mujé lo de ayé noche? Jejeje… un escandalo totá!
Manolo sonrió y le entraron unas ganas terribles de ver el video que habían grabado las dos profesionales camarógrafas. Luego siguieron trabajando en el huerto hasta que la voz de Antonia, desde la cocina, los llamó para desayunar y hacer un descanso bien merecido. Masi salió corriendo con sus tripas rugiendo y los dos viejos la siguieron, más lentos y pausados.
  • Oye Manolo! - Roger lo cogió del brazo y lo frenó en seco. Su cara era un poema. - No he podido evitar escuchar algo de vuestra conversación…
  • Esto… exactamente que has oído compañero? - tartamudeó el padre de Jordi. No deseaba ser él quien lo estropeara todo, le había dado su palabra a la hermana de Noe. Y un hombre de verdad, siempre cumple sus promesas.
  • Verás… llevo toda la mañana queriendote decir algo… pero no sé cómo… - Roger se armó de valor - ayer por la noche ví a tu mujer… digamos…
  • Lo sé compañero…
  • Cómo dices? - gritó asombrado el payés,
  • Qué ya lo sé te digo. - esta vez fué Manolo quien lo agarró del brazo y mirando hacía atrás para asegurarse de que nadie escuchaba, empezó a hablarle más bajito - Mira, te voy a proponer algo… pero debes prometerme ahora mismo que tendrás el pico cerrado.
Roger no supo qué contestar, se sentía nervioso y bastante asombrado de que aquel hombre no le importase que su hijo se estuviera follando a su propia mujer. Qué demonios estaba pasando aquí?
  • Prométemolo! - volvió a decir Manolo mientras agarraba con fuerza el curtido antebrazo del campesino.
  • A ver… no puedo prometer algo sin saber de que se trata… todo esto es una locura compañero. - Roger aún no podía creerse lo que estaba pasando. - Tu mujer es una adultera Manolo… y con tu hijo además… es que acaso no te importa? - susurraba con los ojos muy abiertos.
La voz al unisono de sus dos mujeres los volvían a llamar insistentes para que se unieran a la mesa junto a los demás. Todos los jóvenes ya estaban despiertos y estaban sentados esperando a que estuvieran todos para empezar a comer.
  • Mira, ahora no hay tiempo para explicaciones… - Manolo lo miró directamente a los ojos. - Si me prometes que guardarás el secreto a cambio te ofrezco tres coñitos jóvenes esta tarde. Qué me dices?
  • Pero que demonios dices? Quien te has pensado que soy? Qué yo estoy felizmente casado eh! Pero no ves la barbaridad qué estás…
  • Eh! Eh! Qué yo también estoy casado… pero una cosa no quita a la otra. No quiero que pienses con esto - dijo tocandole la cabeza con un dedo - Ahora deja que piense esta - y le agarró el paquete descaradamente.
  • Pero que haces? - gritó Roger que no pudo evitar empalmarse con la mano de su invitado sobandole el rabo.
  • Que te parece Noe? - susurró Manolo mientras le bajaba la cremallera del pantalón.
  • Es muy bonita la verdad… pero puedes parar de… - Roger intentaba quitarse de encima las cayosas manos de su compañero, mientras Manolo empezaba a acariciar sus huevos peludos.
  • Sí lo és… además de ser la más guarra de todas. - Manolo pajeaba la polla del payés cada vez más rápido. - Ahoraaaa vamoooos! - gritó bajo la insistencia de su mujer. - Y qué me dices de Marta y Gemma?
  • Preciosaaas - gemía él con los ojos cerrados. No sabía de quién estaba hablando, ya que no las conocía tanto como para poner nombres a sus caras. Pero daba igual, todas las chicas eran preciosas en realidad.
  • Pues sí me guardas el secreto, esta tarde podrás follartelas a las tres. - Manolo pajeaba muy rápido la polla de su nuevo amigo, que había dejado de resistirse y estaba a punto de correrse. - Harán todo lo que les pidas, te la chuparan, se dejaran penetrar… incluso por el culo si quieres… imaginatelas a las tres de rodillas esperando a que las llenes enteras…
Las tomateras recibieron una buena lefada mientras el payés invocaba a todos los santos habídos y por conocer. Luego, guardandose rapidamente el rabo otra vez dentro y bastante incómodo por lo que acababa de hacer, dió su palabra de que no diría nada. Lo hizo cómo un mafioso siciliano bajo la ley de la omertà. Mientras se dirigían a la cocina, Manolo no pudo evitar darle un segundo vistazo a las tomateras llenas de sémen. Por la gran cantidad que había, estaba claro que ese pobre hombre llevaba mucho tiempo sin descargar.
  • Ya era horaaaa! Cómo no os déis prisa estos jabatos os dejarán sin nada - exclamó Rosa mientras los jóvenes deboraban el desayuno. Querían darse prisa en terminar y volver a la piscina cuanto antes.
Los amigos saludaron a los dos hombres mayores y desayunaron todos juntos, compartiendo y disfrutando del radiante día que les esperaba. Andrés le dió dos besos a su padre y siguió hablando con su hermano mayor sin poder dejar de mirar a Noe. No podía quitarse de la cabeza lo que aquella preciosa chica le había hecho la noche anterior. Es cómo si lo hubiera embrujado y ahora bajo los efectos de su poderoso hechizo lo había convertido en un esclavo de sus deseos.
  • Ya me han dicho lo de ayer… estubo bien? - preguntó susurrando Noe a su novio.
  • Ya lo verás jeje… bueno y tú qué? - preguntó Marc ironicamente.
  • A qué te refieres? - contestó ella sin poder dejar de sonreir mientras se preparaba una tostada con mermelada.
  • Jajaja… a nada mi vida… a nada - Marc le dió un tierno beso en la mejilla y luego le guiñó el ojo a Andrés.
El jóven apartó la mirada rapidamente y se puso más rojo que los tomates lefados del huerto de su padre.

En terminos generales, jueves fué bastante parecido al miércoles. Aunque si esa debía ser la rutina de sus vidas a partir de ahora, tampoco estaba tan mal. Levantarse cuando uno quisiera, desayunar fuerte, piscina, buen tiempo, barbacoa, alcohol, más piscina, más alcohol y noches al fresco alrrededor de un pequeño fuego. Quien iba a decir que no a eso? Era el paraíso. Perdidos en mitad de dónde Cristo perdió la sandalia, rodeados por una bellísima y abrumadora naturaleza que parecía tener el poder de detener el tiempo.
  • Uffff! Estoy a reventar - exclamó Manolo acariciandose su hinchada barriga peluda. - Creo que me voy a echar una buena siesta. - Eran casi las cinco de la tarde cuando terminaron de comer en la gran mesa del gran jardín.
  • Pues yo me voy contigo! - dijo Roger levantandose de la mesa e imitando los mismos gestos de su amigo. - A mi cama digo… cada uno a la suya me refiero… - Se puso colorado de repente - No penséis mal que no somos maricones eh!
  • Jajaja pero qué dices papa? - rió a carcajadas Martin. Cómo iba a ser maricón su padre. Eso era imposible.
  • Y vosotras dónde váis? - preguntó Mónica con la mosca bajo la nariz observando cómo Noe, Gemma, Marta y las dos Marias se levantaban de golpe sin decir nada.
  • Estoooo… - Marta estaba demasiado borracha cómo para inprovisar una excusa.
  • Vamos a acostarnos un rato tambíen, que ayer no dormimos mucho, verdad chicas? - mintió Gemma.
Las otras cuatro chicas asintieron al mismo tiempo que Manolo le susurraba algo al oído de su mujer y le entregaba un walky talky de soslayo. Ella sería la encargada de distraer al resto del grupo y avisar en el caso de que alguien entrase en la casa. Mónica se quedó mirando a su hermana con cara de pocos amigos mientras esta, encogiendose de hombros y con una picarona sonrisa, se marchaba con sus amigas detrás de los dos viejos.
  • Qué pasa mi amor? - le preguntó Martin con su boca apestando a Ratafía y pasandole el brazo por encima de los hombros. - Quieres que subamos a acostarnos un rato?
  • No… no… estoy bien mi vida. - dijo Mónica sonriendo forzadamente y sujetada por el brazo opresor del patriarcado.
En la sala de estar de la planta de arriba de la Masia, las dos rubias ya preparaban sus cámaras mientras esperaban a que las tres actrizes se cambiaran con los uniformes que Manolo les había traido. Este por su parte le explicaba detenidamente al payés lo que iba a pasar en breves momentos que bastante nervioso, asentía como un niño ilusionado al que no le importaba lo más mínimo esos pequeños detalles, solo quería su ansiado pemio.

El video porno de Manolo iba sobre dos viejos que esperaban a la muerte, encerrados en una residencia. Las Marias habían grabado varias tomas de la preciosa casa y el paisaje que la envolvía y tras una posterior edición esas imagines fueron acompañadas por la voz en off de Manolo.

“Esta es la residencia BonaVista, preciosa verdad?… Para mí también lo sería si no fuera porqué estoy aquí encerrado esperando tristemente a que llegue mi hora. La vida pasa lenta y aburrida entre estas cuatro paredes. Y es qué… cuando ya no queda nada más que esperar el final qué puede alegrar la existencia de este pobre y cansado viejo?”

Las tres chicas entraron en escena vestidas con los trajes de enfermeras que habían usado en la primera fantasía de Jordi. Actuaban como si trabajasen, atendiendo a los viejos con sus hermosas y resplandecientes sonrisas. Roger se puso duro tan solo verlas entrar, aquellos cuerpos jóvenes apretados en esos trozos minúsculo de tela, sus muslos tersos y bronzeados, sus pechos duros y apretados. Babeaba cómo un perro que espera la orden de su amo para morder un tierno y jugoso hueso.

“Bueno, almenos no era todo malo; las preciosas y jóvenes enfermeras nos alegraban la vista y conseguían animar nuestros agotados y tristes corazones”
  • Cómo estamos esta tarde Don Manuel? - le dijo Marta acercandose al viejo que estaba sentado en una silla mirando al horizonte a través de la gran cristalera.
  • Pues cómo siempre hija… esperando a que la ‘Parca’ decida visitarme de una vez - contestó resignado el viejo.
  • Ayyy! No diga eso - Marta acercó peligrosamente sus pechos apretados a la cara del anciano. - No me gusta verlo tan triste. - apoyó una pierna sobre el muslo del viejo sentado y empezó a acarciarse el muslo. - Digame… qué puedo hacer para animarlo?
Manolo le susurró algo a la infermera que las cámaras no pudieron captar. Al parecer debía ser algo gracioso porqué Marta empezó a reir al mismo tiempo que sujetando de la nuca al viejo le hundió el canalillo en su cara.
  • Booona tardaaa senyor Roger! Com ens trobem avui? - Dijo Noe con una sonrisa radiante mientras Manolo le comía las tetas a su nuera.
  • … - el payés, que no estaba acostumbrado a actuar se le había olvidado el guión. Para él, era imposible concentrarse con esas sexys jóvenes tan cerca.
  • Uyyyy! Que caliente está! - dijo Noe con tono picante mientras posaba el dorso de su mano sobre la frente del payés. - Gemma, traeme el termómetro que vamos a tomarle la temperatura.
Gemma se acercó marcando bien sus movimientos descarados sobre aquellos tacones que desafiaban a cada paso las leyes de la gravedad. Y justo cuando le iba a dar el aparato solicitado a su amiga, lo dejó caer a proposito al suelo.

Miare hizo un primer plano de la cara de Roger que tenía sus ojos abiertos de par en par, igual que su boca. Y al mismo tiempo Masi grabó como Gemma se agachaba a recoger el termometro del suelo. Lo hizo doblando solamente la parte superior del tronco provocando que la parte inferior de su uniforme se levantase lentamente, dejando ver al final y por completo, su inmenso culo y la raja de su rosado coño.
  • Jolines! Se ha roto! - se quejó volviendose a incorporar e intentando a duras penas colocarse bien la diminuta falda.
  • Y ahora que hacemos Roger? - preguntó Noe poniendo sus brazos en jarra y deseando que el primerizo actor se acordase del guión.
  • … - El payés seguía mudo. Se acordaba de lo que debía decir, pero su cuerpo no bombeaba suficiente sangre a su cerebro.
  • Podemos probar de la otra forma compañera? - improvisó Gemma. Ella sí se merecía un puto Oscar, que talento innato por la madre de Dios!
  • Bueno… no es muy ortodoxo que digamos, pero no nos queda otra! - sonrío Noe mientras se ponía de rodillas en frente del payés que parecía estubiera a punto de sufrir un ictus.
Mientras una infermera le desabrochaba la bragueta y empezaba a bajarle los pantalones, la otra hacía lo mismo con su camisa. En pocos segundos Roger estaba sentado en la silla completamente desnudo y con su poya empalmada dando espasmos.
  • Que calladito se lo tenía Don Roger - dijo Gemma relamiendose al ver la vieja pero enorme y dura poya del viejo. Noe le abrió las piernas y mientras su compañera se ponía de rodillas a su lado empezaron a mamar al mismo tiempo.
Manolo por su lado se quitaba la ropa rápidamente observando con lujuria como su nuera hacía lo mismo. Cuando los dos estuvieron totalmente desnudos, ella le dió la espalda y se sentó sobre su enorme y peludo rabo. Empezó a mover su culo hacía adelante y atrás pajeando al cachondo y desesperado viejo.

Por su lado, su compañero, sujetaba las dos cabezas de las enfermeras, que juntaban sus labios con la poya del viejo entre medio de las dos al mismo tiempo que se iban quitando la ropa.
  • Compañeras cómo váis? - dijo Marta que se agarraba a los muslos de su suegro y le hacía una salvaje paja con el culo.
  • El paciente está listo! - dijo Gemma paseando su lengua por el prepucio caliente del viejo, mientras Noe se metía sus canosos huevos enteros dentro de la boca.
  • El mío también! Jijiji
Las enfermeras levantaron a los dos acianos y los hicieron sentar uno al lado del otro en un pequeño sofá de cuero negro.
Marta puso una música suave en un viejo radiocaset y se unió a sus dos amigas que bailaban y se metían mano enfrente de los dos empalmados hombres.

Masi grababa a las chicas que se frotaban desnudas y lanzaban miradas lascivas y sensuales. Miare en cambio se centró en grabar a los viejos que se masturbaban sentados en el sofá.

Las tres amigas se iban acercando, lentamente, cada vez más a ellos. Y Roger, fuera de guión y totalmente fuera se sí, agarró la enorme poya de su compañero y empezó a pajearlo. Manolo sorprendido pero muy cachondo hizo lo mismo al momento.
  • Pero que ven mis ojos! - rió Noe separandose de sus amigas. Se acercó al viejo payés y se sentó encima de él rodenadole el cuello con sus brazos. - Qué quizás te gustan las poyas viejo cachondo? - Manolo pajeaba a su compañero y acercaba cada vez más el prepucio caliente de él hacía el coño de la enfermera.
  • Síiii… - gimió Roger notando que su amigo le introducia la poya dentro de ella.
  • Quieres polla viejo cerdo? - improvisó otra vez Gemma poniendose al lado de su amiga y dándole de comer sus firmes y bien puestas tetas.
  • Síiii… - Roger estaba fuera se sí, sujetaba los gluteos de la jovén que se lo follaba más rápido mientras chupaba los pezones de la otra enfermera con una teta dentro de su boca.
  • Dilo puto viejo! - gritó Marta que ayudaba teatralmente a que Manolo se incorporase.
  • Quiero pollaaaa! - gritó por fin el payés, totalmente descontrolado.
Manolo apoyó una rodilla en el sofá y acercó su enorme rabo a la boca de su compañero. Marta, detrás de él lo sobaba por la espalda mientras se metía dos dedos en el coño. Gemma por su parte, al otro lado, también se masturbaba abriendo sus piernas por completo enfrente de la cámara y Noe cabalgaba sin parar, gritando y sudando como una puta zorra en celo.

Mientras el padre de Martin se comía tremendo trozo de rabo, fuera, en la gran mesa del jardín, su hijo seguía dando la chapa, como siempre hacía, al resto del grupo.
  • Lo estás diciendo en serio? - preguntó Marc de mala ostia mientras se fumaba un cigarro.
  • Claro que sí cuñado! Los maricones son unos enfermos… - rió Martin mientras seguía agarrando a su abochornada novia por el hombro. - Mira a los animales sin ir más lejos. Macho y Hembra, de toda la vida ha sido así…
  • Esa es la típica explicación retrograda que dan todos los fascistas cerrados de mente… - Marc ya no aguantaba más, quería poner en su sitio a ese imbécil. - Los animales solo practican el sexo con la finalidad de reproducirse, nosotros podemos escoger Martín. Follar por diversión!
  • Jajaja venga no me jodas! Te follarias el culo de otro tío por diversión en serio? Teniendo al pivonazo de tu novia? No me hagas reir. - Mónica no sabía dónde meterse. - Mejor que te pongas las pilas chaval, que cómo te descuides te los vuelve a meter... - Martin reía a carcajadas haciendo el gesto de los cuernos con su mano derecha. Por su lado, Mónica se tapaba la cara avergonzada. No tanto por el capuyo de su novio, sinó por ella misma. Cómo podía querer a semejante garrulo? Todos los avances que habían conseguido, hasta el momento, en su relación; se desmoronaban de repente por culpa del alcohol.
Cuando aprenderás jóven muchacha que tu novio es un gilipoyas nehandertal? O es que acaso no sabes que los borrachos, así cómo los niños, siempre dicen la verdad?

Jordi y Guille fueron muy rápidos en agarrar a la vez, cada uno, un brazo de su colega, justo en el momento preciso que notaron que este se iba a levantar de la mesa. Hicieron bien, porqué Marc estaba dispuesto a reventarle la botella de orujo en la frente a su cuñado. No es que fuera un tipo violento, pero el alcohol siempre saca lo peor de uno mismo. Supongo que por eso se decantó por la hierba. Puestos a drogarse, mejor estar en paz y harmonía con el mundo.
  • No te atrevas a hablar nunca más así de ella! O lo lamentarás, te lo aseguro… - Marc parecía amenazante y su cuñado se acojonó.
  • Vale… vale! Lo siento… me he pasado… perdona… cuck - acabó diciendo entre dientes.
La capacidad de joder el buen rollo de aquel tipo era, cuanto menos, legendaria. Es como si tuviera el superpoder de aguar cualquier fiesta. En pocos mintuos había convertido una alegre sobremesa familiar en un campo de minas. Laia, con sus mofletes sonrojados, apuraba su sexto chupito de anís consecutivo. Hubiera sido un buen momento para que nuestra amazona estuviera sobría, necesitaban urgentemente uno de sus impresionantes discursos, pero no pudo ser. En vez de eso, volvió a llenarse el diminuto baso y se lo llevó de nuevo a la boca.
  • Que te jodan payaso! - Marc se levantó y empezó a andar hacía la piscina, mientras Martin seguía vacilandolo. Lo hizo cuando ya estaba lo suficientemente lejos para que le diera una paliza.
  • Ya te vale! - Mónica se levantó de golpe y salió corriendo detrás de él, preocupada y muy enfadada al mismo tiempo.
Mientras el resto de la mesa seguía en silencio sin saber muy bien como recuperar el buen ambiente perdido. Martin observaba cómo su novia hablaba con su cuñado cerca del borde de la piscina. Sus ojos rezumaban malícia, su lengua viperina se movía dentro de la cueva apestando a alcohol que era su boca, deseosa de seguir malmetiendo indiscriminadamente. Quería que corriera la sangre, quería que el cielo se nublara por completo y empezase a llover, quería que las flores se marchitasen, quería lanzarle la maldición imperdonable ‘Cruciatus’ al primer mago que se cruzara enfrente de él. Y lo peor de todo es que no tenía motivos, solo era simple y malvada malícia.
  • Estás bien? - preguntó Mónica acercandose a su cuñado y frotandole suavemente la mano por su brazo.
  • Tu novio es un completo gilipoyas! No sé cómo lo soportas Mónica. - Ella sonrió mirando al suelo sin saber que decir. - Te lo prometo que lo he intentado, de todas las maneras posibles. Pero somos incompatibles…
  • Ya lo he visto! Jeje… lo siento Marc…
  • Cómo? Para nada… no te debes excusar por él, jamás. Me oyes? - Marc la agarró suavemente de los antebrazos y la miró fijamente, muy cerca de sus labios - Cada uno es responsable de sus acciones y Mónica… tú eres una de las chicas más amables, sinceras y cariñosas que he conocido en mi vida.
  • Ah si?… - susurró ella, deseando cada vez más besar aquellos labios.
  • Por supuesto! te mereces a alguien mejor a tu lado que ese maldito bastardo salido de una película de los años cincuenta. - Marc se acercó más a ella. - Podrías tener a cualquier hombre que deseases, a uno bueno, que te respete y te ame de verdad…
  • Pero… - Mónica pensó que aquel hombre que describía existía, pero estaba en los brazos de su hermana.
  • No hay peros Mónica, vales mucho más que ese pedazo de mierda y lo sabes…
Mónica, casi a punto de llorar, observó al novio de su hermana directamente a los ojos y se lanzó sobre él abrazandolo fuertemente. Cuando se sintió segura rodeada por sus brazos, con sus pechos apretados contra sus pectorales y el gran bulto de la entrepierna creciendo involuntariamente contra su pelvis; no pudo evitar mandarlo todo a la mierda y empezó a comerle la boca.

Eso provocó una reacción en cadena en el ‘Gran Comedor’ de Howarts. Martin se levantó desenfundando su varita, dispuesto a gritar ‘Avada Kedrava’ y empezó a andar rápido y decidido hacía ellos dos. Detrás suyo todo el ‘Ministerio de Magia’ al completo intentaba detenerlo, pero habían bebido demasiada ‘cerveza de mantequilla’ cómo para que su plan resultase efectivo.

Marc separó a Mónica cuando vió acercarse ‘Al que no debe ser nombrado’ con intenciones de reventarle a ostias. Pero el muy valiente se fué directo a su novia y le cruzó la cara tirandola la suelo, mientras la ponía de ‘puta’ para arriba.

Aquel acto de hombría y poder masculino duró más bien poco, ya que el puño de Marc no tardó en responder. Lo lanzó con furia y se lo incrustó con violencia en la cara del ‘Señor Tenebroso’. Martín cayó al suelo con su nariz sangrando a borbotones, chillaba de dolor mientras observaba sus manos llenas de sangre.
  • Estás bien? - Guille se agachó para comprobar el estado de su amiga.
  • Sí… no es nada - contestó Mónica incorporandose mientras se tocaba su dolorida mejilla.
  • Eh vale vale! Colega ya está… - Jordi, Fran y Cisco intentaban frenar a Marc que parecía haber entrado en colera. Lo quería patear, escupir, hacerle daño. Lo quería matar.
  • Fueraaaa! - gritó Martin aún tirado sobre el césped. - Iros todos! Fuera de mi casaaaaaa!
Los ‘Custodes’ se dispusieron a entrar en la casa, decididos a hacer las maletas y largarse de allí. Antonia, la madre de Martin, consolaba a su nuera intentando disculpar la pésima actitud de su hijo. Andrés, su hermano, entró con el grupo de amigos, primero intentando hacerles cambiar de opinión y al poco rato uniendose a ellos recogiendo su equipaje.
  • Aguaaaa! Aguaaa! - susurraba Rosa, walky talky en mano, escondida detrás de un árbol. Parecía un mantero subsahariano en Las Ramblas, avisando a sus compañeros de que llegaba la Urbana.
Gracias a la Fortuna, en el piso de arriba ya habían terminado con la grabación. Masi y Miare avisaron a los demás de que habían problemas, así que mientras los dos viejos y las Rubias lo limpiaban todo, las tres enfermeras recogieron sus uniformes y salieron corriendo hacía sus respectivas habitaciones. Lo hicieron torpemente y desnudas, golpeando con sus enormes tacones el suelo de madera.
  • Qué ha pasado? - dijo Noe aún desnuda cuando su novio entró en la habitación hiracundo.
  • Que qué ha pasado? - repetía dando golpes y metiendo su ropa en la maleta de mala manera. - Que el novio de tu hermana es un puto retrasado mental…
  • Pero… por qué? Qué ha pasado amor? - Noe solo vestida por los enormes tacones se acercó a su novio. Jamás lo había visto así, tan cabreado. Incluso se puso un pelín cachonda viendo ese lado de él tan… animal.
  • Le ha girado la cara a tu hermana… amor! La ha pegado.
  • Quéeeee? - Ahora la animal era ella. Marc tubo que frenarla porqué su novia se iba desnuda decidida a meterle catorze puñaladas en el hígado a ese mamón.
  • Ya lo puse en su lugar! Venga cambiate que nos vamos!
  • Le distes fuerte? - preguntó ella sacandose los tacones.
  • Le reventé la nariz! De un golpe…
  • Ah síii? Y que más… - Noe se ponía el tanga y se excitaba imaginando a su novio pelear con esos slips tan ajustados que tenía por bañador.
  • Me frenaron Jodeeer! Quería matarlo sabes? Hacerle un mataleón, asíii! - Marc fingía que le hacía esa técnica reductora a Noe para que ella se lo imaginase.
Pero en el mismo momento en que ella sintió que ese brazo pasaba a través de su cuello y la apretaba contra su cuerpo, empezó a ponerse muy cachonda y no pudo evitar rozarse mientras abria la boca para que él la besase.
  • Joder! Ahora no es el momento Sister! - gritó Mónica con la cara aún roja y la maleta en la mano, abriendo la puerta de repente. Diez segundos más tarde y no llegas a tiempo, amiga.
Los ‘Custodes’ salieron de sus habitaciones y bajaron rápido y juntos las escaleras. Maletas en mano y sin mirar atrás salieron de la casa decididos a no volver jamás.

En la puerta que daba a la calle, Roger y Antonia intentaron pararlos, bloqueandoles el paso, pero fué imposible. Volvieron a disculparse en nombre de su detestable hijo y al final acabaron cediendo, dejandoles salir.
  • Siento que acabe así Manolo! Em sap greu de debó…
  • Tranquilo Roger, son cosas de jóvenes… - el padre le tendió la mano a su amigo y este le respondió con un amistoso y sincero abrazo.
  • Oye… - le susurró al oído antes de separarse - Espero tu llamada… - y le dió un disimulado beso en la mejilla.
Manolo le dijo que sí, sin saber muy bien si el payés quería más enfermeras o más rabo. Luego agarró la gran cintura de su mujer y se dirigieron a los coches.

Nuestros amigos metían con prisas y totalmente coordinados, sus bolsas dentro de los coches. A ojos de un desconocido que pasase por allí en ese momento, parecía cómo si acabaran de atracar un banco.
  • Tú también Andrés? Tú también reniegas de tu hermano? - gritaba el valiente de Martin apoyado en la barandilla del balcón del piso de arriba de la Masia.
Andrés tenía medio cuerpo metido dentro del coche y sacándole un dedo a su hermano sin dejar de sonreir, entró dentro y se sentó al lado de Mónica. Los coches chirriaron y levantaron el polvo de la gravilla cuando se pusieron en movimiento y sin mirar atrás salieron pitando de ahí. El convoy volvió a ponerse en marcha.
  • Aquí Hurraca Platanera! Responde Periquito Aceitunero! Cambio.
  • Dime Hurraca! Que sucede? - respondió Marc bajando el volumen de la música de su coche.
  • Marc… - Gemma agarró el Walky de las manos de Guille, que molesto le recordaba a su ‘hermano’ que debía decir cambio al terminar de hablar. - Hemos pensado que aún nos queda un día y sería una pena volver a Barcelona antes de tiempo.
  • Un día? - preguntó Noe acercandose al Walky.
  • Si claro, el sábado Fran y Cisco tienen que estar ahí para abrir el ‘Vercettis’…
  • Pero no abrian viernes y sábado? - preguntó esta vez Mónica.
  • No podemos. - explicó Fran desde el coche de Masi - por los malditos permisos no podemos abrir hasta el sábado.
  • Vale! Y que propones Gemma? - dijo Marc.
  • Guille ha encontrado un camping muy cerca de aquí. Hemos decidido pasar por el super del pueblo, comprar algo de comida y pasar una última noche en la montaña? Qué decís? Os apuntáis o qué?
Todos estuvieron de acuerdo en disfrutar un día más de aquel maravilloso lugar. Además no le iban a dar el placer al machirulo de Martin. Volverían a la ciudad cuando ellos quisieran, no cuando otros lo decidieran.
  • “Así eran. Una família unida que se protegía entre sí. Una manada de lobos ingobernables. Nadie podría jamás detenerlos, pues eran jóvenes como la revolución, eran fuertes como la convicción, un grupo de valientes y pasionales insurrectos que lucharían por la libertad hasta su último…”
Guileeeee… no puedes hacerte con el control del relato. Eso me corresponde a mí. Ya lo habíamos hablado, te acuerdas?
  • Perdón narrador, es que me he venido arriba. - me dijo Guille con su pelo ondeando al aire mientras se sentía libre y peligroso viajando a gran velocidad… - Lo ves! La culpa es tuya por acerlo todo tan épico.
En serio? Ese es mi trabajo jóven amigo. Además, no me dirás que no te gusta esta nueva faceta tuya…
  • Gracias Narrador, me encanta la verdad… Podría… despedirme al menos?
Vengaaaaa, pero rapido! Eh! Que tengo que ir a cenar.
  • Gracias Narrador. Bueno queridos lectores, espero que este capítulo les haya gustado y me gustaría volver a verles en siguientes entregas, pues ‘los Custodes’ aún tienen muhas historias que vivir juntos…
Guilleeeee! He dicho que rápido…

  • Valeeee! Continuará…
 
Buenas! Disculpad por la tardanza, me gustaría ser más constante pero va a ser que no jajaja. Cada uno es consciente de sus propias debilidades. De momento os dejo nuevo capítulo y espero tener otro listo para mañana cómo muy tarde. Espero lo disfrutéis… sin más os dejo con un nuevo capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 27 - Homo Erectus


  • “Sed precavidos… No llaméis la atención… comportaros delante de su familía” y al final eres tú quien lo mandas todo a tomar por culo Sister! Ya te vale jajaja - le decía Noe a su hermana pequeña mientras compraban provisones en el pequeño supermercado a las afueras del pueblo.
  • He sido una idiota… - Mónica empujaba el carrito dónde había más alcohol que comida. - pensaba que podría cambiar, pero no. Es un completo imbécil.
  • Ten Mónica… para la mejilla! - Andrés se acercó sonriendo y amablemente le ofreció una bolsa de hielo a la jóven chica. Luego salió corriendo cómo un adolescente y volvió con sus nuevos amigos que por lo visto, pensaban que iban a hacer corto de cerveza.
  • Es mono no? - sonrió Noe. - Haríais buena pareja...
  • Ayyy calla! - contestó Mónica dándole un cariñoso empujón a su hermana mayor y se puso la bolsa de hielo sobre su caliente mejilla, observando de reojo al hermano correcto.
Al salir del super los chicos se dirigieron directamente al camping. Era un pequeño recinto con varios bungalows al lado de un enorme prado junto al río, rodeado por todos lados por un frondoso bosque.
  • Los bungalows están llenos… - dijo Gemma poniendose las gafas de sol y saliendo de la recepción. - Pero nos han dicho que nos pueden prestar unas tiendas de campaña.
  • Por mí genial! - dijo Jordi.
  • No se mi vida… - dudó Marta que prefería mil veces dormir sobre una suave y recíen hecha cama de hotel que encima de una dura esterilla sobre el húmedo suelo. - Además no tenemos sacos ni nada.
  • Vengaaaa hermana! - intentó convercela Laia - Será cómo cuando eramos pequeñas. Cómo si fueramos de colonias otra vez jaja
Al final entre todos lograron que aceptara y se dispusieron a montar las tiendas en el solitario prado. Marta no acostumbraba a llevar la contraria, era más de dejarse llevar y adaptarse poco a poco. Pero últimamente estaba bastante alterada por toda la viralidad que había conseguido con los videos paródia.
  • Primero de todo cómo has conseguido mi número?… no lo entiendo… no, eso sí pero… ya ya! Pero escucha un momento, no tengo ningún interés en hacerme más famosa… al contrario... - Marta hablaba estresada por teléfono con un desconocido al mismo tiempo que Jordi y su padre se peleaban porqué no conseguían poner en píe el techo de la tienda.
  • Ese palo no va ahí hijoooo! Ya lo has probado antes.
  • Y dónde va entonces papa? Me cago en Dios!
  • No digas tacos Jordi! Y tú novia podría ayudar en vez de charlar por el móvil no? - se quejó la gorda madre, molesta cómo siempre.
  • Rosaaaa! No metas más mierda por favor y ayúdanos. - Manolo se rascaba la cabeza sujetando varios palos de diferentes tamaños y preguntandose seriamente si necesitaba estudiar una ingeniería para montar aquella maldita tienda.
Con muchas dificultades, algunos más que otros eso sí, consiguieron acabar de montar las seis pequeñas tiendas de campaña. Las pusieron en círculo alrrededor de una pequeña hoguera, ahora apagada. Cisco acercó unos troncos para que más tarde los amigos se pudieran sentar cerca del fuego. Luego, mientras algunos aprovechaban para darse un rápido chapuzón en el río, los otros bebíeron y charlaron alegremente y sin preocupaciones, tirados sobre el prado. Disfrutando de la libertad.

A parte de nuestros amigos, no había mucha más gente acampada. Tan solo una tienda de un matrimonio Francés que hacían ruta en moto por España y un poco más lejos un par de tiendas más que no sabían a quien pertenecían. El lugar era hermoso y silencioso, tan solo la charla animada del grupo y algún cantar tímido de pájaro rompían la parsimonia del paisaje.
  • Bona tardaaaa! - saludaron un par de chicas al pasar por enfrente de nuestros amigos. Eran dos delgadas hippies, con rastas, tatuajes y piercings. Llevaban instrumentos de escalada y calzaban pies de gato. A su lado cuatro perros sin correa las seguían, olisqueándolo todo y moviendo el rabo sin parar.
  • Buenaaaas! - dijeron los Custodes, sonriendo y levantando sus cervezas. Y volvieron a hacerlo cuando pasaron dos chicos más, que por sus pintas seguramente venían con ellas.
  • Ostiaaaa! No puede ser - gritó Marc poniendose de pié.
  • Ostiaaa Marc! Pero que collons fots aquí?
Marc salió corriendo hacía los dos chicos. Mientras las dos hippies agarraban por el collar a los perros que se pusieron nerviosos de repente, sonreían observando a sus dos novios abrazarse con aquel desconocido, mientras ellos tres saltaban y se abrazaban juntos, ilusionados por volver a encontrarse despúes de tanto tiempo.
  • Quienes son? - preguntó Mónica curiosa a su hermana que estirada a su lado intentaba hacer memoria.
  • Noe vida! Mira quien son! No te acuerdas? - Marc no podía salir de su felicidad.
Su novia, se levantó y se acercó a los dos hippies. No tenía ni idea de quien eran, pero se sintió en la obligación de saludarlos porqué ellos si la recordaban. Al cabo de un rato, despúes de un par de anécdotas, por fin acabó por caer y entonces sí los abrazó de verdad.
  • Ostia! No os había reconocido… estáis super cambiados. - reía Noe dándoles dos enormes besos y haciendo lo mismo con sus novias hippies mientras se presentaban.
  • Gente os presento al ‘Canario’ y al ‘Atila’ - dijo Marc dirigiendose a los ‘Custodes’. Estos se levantaron y pasaron unos minutos presentandose todos entre todos.
Guille acariciaba a los enormes perros que por lo visto les encantaba chupar sus rechonchas mejillas mientras los cuatro nuevos invitados se sentaron con los ‘Custodes’ alrededor de la hoguera. Cuando empezó a oscurecer, Fran aprovechó para encenderla. Una de las hippies volvió de su tienda con una guitarra y la otra trajo fruta recién cortada, mientras los demás charlaban y los tres amigos se ponían al día. La guitarrista amenizó la velada con bonitas canciones y una fina y preciosa voz.
  • Entonces eres de Canarias? - le preguntó Gemma al chaval que Marc había presentado cómo el ‘Canario’
  • No no que vá jajaja, soy de un pueblecito cerca de Reus. - rió el rastas rulándole el canuto. - Es un mote solamente, de cuando eramos jóvenes y eso.
  • Aaaah! - Gemma le dió una larga calada y ruló el canuto hacía su derecha.
  • Y por qué Canario? - preguntó Laia con sus ojos rojos y su cuerpo relajado.
  • Por este! Jaja… me puso ese mote porqué decía que iba con una hora de retraso. - el rastas empezó a reir mientras Marc a su lado lo abrazaba pasando un brazo por encima de su hombro, amigablemente.
  • Fumabamos demasiado colega! Jajaja - ‘Entre dos aguas’ seguía muy feliz por el inesperado reencuentro.
  • Y a tí porqué te llaman Atila? - volvió a preguntar Laia, esta vez, al otro rastas y rulando el canuto a Andrés.
  • Por qué mis padres son muy creativos! - dijo el chabal provocando la risa de todo el grupo. - Aunque ellos dicen que el nombre me va cómo anillo al dedo… - rió señalando a sus dos amigos.
  • Y eso?
  • Pues porqué por dónde pasa no crece la hierba! - exclamó Marc abrazando a su colega mientras este levantaba el porro en alto. Certificando que era cierto lo que decían de él.
La noche llegó demasaido deprisa y sin que se dieran cuenta. Los amigos, tapados con mantas y acurrucados, observaban las llamas de la pequeña hoguera en silencio. La hierba los fué enbriagando poco a poco, trasportandolos a un mundo más introspetivo y reflexivo. La luna iluminaba aquel precioso prado y los perros yacían sobre el césped mojado, medio dormidos. Lluna, la chica de la guitarra, tocaba ‘Manha de Carnaval’ de Elizeth Cardoso. La preciosa canción hablaba de una nueva mañana llena de posibilidades. Cantaba sobre la esperanza del amor después de un período de soledad y sufrimiento.

Mónica que compartía su manta con Andrés, apoyó su cabeza sobre el hombro de él y así, bien acurrucada y a salvo, dejó que el fuego consumiera lentamente todos los recuerdos y el amor que en algún momento había sentido por Martin.

Andrés no dijo nada, tan solo le besó la frente a su ex cuñada y la acompañó en silencio durante ese melancólico y triste momento.
  • Que preciosidad de voz tienes Lluna - Dijo Marta muy colocada, sentada sobre el regazo de su novio.
  • Gracias… - dijo la chica con una gran sonrisa. - Alguna petición?
  • Yo yo! - gritó Guille que se había tumbado entre los perros. Al parecer eso de la manada ingobernable de lobos se lo había tomado muy en serio. - Te sabes la de ‘The Last of Us’?
La chica no sabía de que hablaba aquel pequeño y alegre duende que la miraba con los ojos muy abiertos, lleno de pelos de perro. Incluso llegó a pensar por un momento que había fumado demasiado.
  • Dices la que canta Eli? - preguntó Jordi que sabía a que se refería su colega.
  • Siiii exacto! Me encanta esa canción. No sabes cúal es? - Lluna negó con la cabeza sin dejar de sonreir. - Mira es esta… - Guille se sacó el movil del bolsillo y buscó la canción en internet acercandose a la delgada chica.
Lluna no tardó mucho en aprender a tocarla, tenía un buen oído y sacó las notas en un suspiro. Con la ayuda del pequeño duende que le sujetaba el teléfono con la letra de la canción empezó a tocar y a cantar.

Justo cuando cantaba ‘And my mind, and my gun they confort me’ Guille cantaba susurrando por debajo de esa preciosa voz observando las llamas con la piel de gallina. ‘Because i know i’ll kill my enemies when they come’ lo decía en serio. Estaba preparado.

Poco a poco y escalonadamente el grupo se fué retirando a sus respectivas tiendas. Primero Manolo y su mujer, luego los gemelos y las dos Marias, más tarde Gemma, Laia y Guille, al que tuvieron que obligarlo, pues estaba empeñado en dormir a la intenperie junto a sus nuevos amigos caninos y por último, Mónica y Andrés, también se fueron a acostar.
  • Un placer haberos conocido! - dijo Jordi recibiendo un ‘igualmente’ por parte de los hippies y junto a su novia, medio dormida, entraron en su tienda.
Marc y Noe se quedaron un rato más con los hippies y al cabo de un par de horas, cuando ya se escuchaban los ronquidos y algún gemido proviniente de las tiendas, acabaron por despidirse del Canario y de Atila. Les desearon lo mejor en sus vidas, entre abrazos largos y sinceros. A la mañana siguiente ellos debían retomar su ruta sin destino y era muy probable que jamás se volvieran a ver. No tenían teléfonos a los que llamar, ni dirección dónde mandar una postal. Vivían cómo nómadas de aquí para allá y sin más planes que lo que harían al día siguiente.
  • Te atrae verdad? - dijo sonriendo Noe, una vez dentro de la tienda. - Vivir así, me refiero. Sin un lugar fijo, sin ataduras, cómo un vagabundo.
  • Claro que sí! A quien no? - contestó Marc mientras le preparaba a su novia una improvisada cama con toallas y ropa.
  • Es muy romántico, no te lo voy a negar. Pero muy duro por otra parte.
  • Ya! Supongo que la libertad solo está hecha para los fuertes de espíritu.
Noe le dió un tierno beso a su novio y un ‘te quiero’ sincero. Durante su noviazgo se plantearon muchas ideas sobre cómo sería su futuro juntos, jugando a imaginar infinitas realidades y fantaseando con ellas. Sabía muy bien que Marc siempre había tenido alma de vagabundo. Jamás le había gustado hacer planes, parecía cómo si hubiera nacido para inprovisar. Además nunca le había dado miedo la soledad cómo a la mayoría de la gente, al contrario, se sentía cómodo y reconfortado al sentirla. Era un alma libre al que la vida poco a poco lo fué encadenando y aunque aún se resistiera a ser domado por completo, había perdido cierto brillo en sus ojos.
  • Por qué me miras así? - los dos estaban tumbados uno en frente del otro, mirandose a los ojos en silencio.
  • Eres feliz? - preguntó Noe.
  • Claro que sí mi amor, por qué me preguntas eso?
  • Es que… a veces, no puedo evitar pensar que has dejado muchas cosas atrás por mí. Tus sueños… tus esperanzas… tu libertad…
Marc acarició el pelo de su novia y le colocó cariñosamente un mechón de pelo detrás de su oreja. A ella le encantaba que hiciera eso.
  • Mi sueño es compartir mi vida a tu lado. Mi esperanza es que lo podamos hacer durante muchoooo tiempo y nos hagamos viejitos juntos… canosos y arrugados… - Noe no pudo evitar soltar una lágrima al mismo tiempo que sonreía enamorada. - y renunciaria a mi libertad sin dudarlo ni un segundo a cambio de un solo minuto contigo.
Los dos se unieron en un largo y profundo beso. No había sexo, ni lujuria, no. Nada de eso. Solo amor. Marc no deseaba reconquistarla ni bajarle las bragas. No amigos, hablaba directamente desde el corazón. Los dos se quedaron dormidos, abrazados y con sus frentes tocandose suavemente entre sí.

Viernes amaneció bastante agitado. Se escuchaban gritos y ruidos de pelea. La feliz pareja se despertó confusa, sin saber a que venía tanto alboroto. Algo grave estaba pasando en el exterior.
  • Que no joder! No me voy a ir hasta que no hable con ella.
  • Martin? - dijo Noe asombrada sacando la cabeza de su tienda. - Qué coño haces aquí?
  • Tú callate zorra! Dónde está tu jodida hermana?
Marc apartó a su novia y se dispuso a salir de la tienda. Que alguien haga el favor de llamar a ‘Homicidios’ porqué se va a cometer un asesinato ahora mismo.

Martin recibió los buenos días de su cuñado con otro puñetazo, esta vez en el estomago y cuando este se agachó dolorido por el golpe, recibió un contundente rodillazo en la cara dejandolo desplomado sobre el mojado césped del prado.

Jordi y Cisco sujetaron a su amigo y tirando con fuerza de él lo apartaron, intentando evitar males mayores. Marc por su lado propinaba insultos y patadas al aire. Sus ojos no eran ‘rojo porro’ eran ‘rojo furia’.
  • Será mejor que te vayas tete! - insistió Andrés. - Aquí no eres bien recibido.
  • Te he dicho que no me voy a ir sin hablar con ella! Lo entiendes ya o te hago un puto mapa? - su dolorido hermano intentaba ponerse en píe.
Mónica gritó, sin salir de su tienda, que no quería hablar con él. Que la olvidase y la dejase vivir en paz. Pero Martin no atendía a razones. Su hombría estaba dañada, había sido ofendido públicamente. Estaba dolido, estaba rabioso.
  • Habéis dormido juntos? - gritó Martin mirando a su hermano y señalando la tienda de dónde provenía la voz de su novia que justamente era la misma de dónde él acababa de salir.
  • Sí… - contestó nervioso el hermano pequeño. - Pero solo hemos dormido, te lo prometo. - mintió intentando disimularlo.
El pesado cuñado supo que su hermano no decía la verdad. Era la misma ridícula cara que ponía de pequeño cuando sus padres los pillaban haciendo alguna trastada. Totalmente fuera de sí empezó a darle puñetazos. Andrés se cubría, cómo cuando antaño jugaban a luchar. Pero esta vez los golpes iban en serio. Querían hacerle daño de verdad.

Todos habían salido ya de sus tiendas, con los cabellos alborotados y las legañas aún en sus ojos, sin entender muy bien que sucedía. El hermano pequeño acabó cayendo al suelo y Martin se fué directo a la tienda de Mónica. Pasó todo tan rápido que nadie lo pudo detener, el único que hubiera tenido cierta oportunidad de frenarlo era Marc, pero lo tenían bien sujetado.
  • Que salgas te he dicho! - gritaba Martin cogiendo de los pelos a Mónica que no dejaba de gritar y retorcerse.
La sacó fuera de la tienda tirando de su cabellera y dándole patadas, la arrastraba por el suelo mojado con intención de llevarsela. Y de repente ‘Puuum’
  • Pero qué? - Martin soltó del pelo a su novia y se pasó las dos manos por su craneo. Luego las retiró y se las quedó mirando llenas de sangre. Antes de caer al suelo desplomado miró lleno de terror a Marc mientras un rio de sangre bajaba por su cara.
Detrás suyo Guille miraba asustado hacía el suelo sujetando en lo alto una piedra ensangrentada con sus dos manos. La acababa de recoger de al lado de la hoguera y la había usado para golpearlo fuertemente en la cabeza.
  • Pero que haces loco? - Andrés se acercó a su hermano, tenía una brecha enorme en la cabeza y sangraba a borbotones. - Llamad a una ambulancia, rápido. - Los ‘Custodes’ no reaccionaban. - Joder! Llamad a una puta ambulancia yaaaa!
Rosa llamó rapidamente y en pocos minutos los sanitarios se llevaron el cuerpo inconsciente de Martin. - Lo he matado, lo he matado… - repetía Guille sentado sobre un tronco, lloraba y se movia como un autista al que le acaba de dar un brote. A su lado Gemma y Laia intentaban tranquilizarlo sin conseguir resultados.

Manolo cogió el coche de Marta y junto a su mujer, Andrés y Mónica se largaron siguiendo a la ambulancia. Roger recibió la llamada de su buen amigo antes de lo que esperaba y en pocos segundos supo que el motivo tampoco era el que deseaba.
  • Eh colega! Cálmate vale? - Marc se puso de rodillas enfrente de un tembloroso Guillermo.
  • Lo he matado… lo he matado… - no podía dejar de repetir.
  • No lo has matado hermano! Solo lo has dejado inconsciente vale? Tranquilizate…
  • Yo solo quería…
  • Lo sé colega! Lo sé. Cuidabas de tu família y estamos todos agradecidos por ello. - Marc intentó sacarle hierro al asunto - Aunque la próxima vez dale más fuerte vale?
  • Esoooo! Tú anímaleeee! - rió Gemma empujando a Marc que calló sobre la hierba mojada.
Cuando se levantó y les enseñó su culo empapado, cómo si se hubiera meado encima, Guille no pudo evitar sonreir y empezó a relajarse poco a poco. Luego decidieron irse todos juntos al río y aprovechando que estaban solos, se bañaron desnudos. Aquello acabó por cambiar por completo los ánimos de Guille que ya volvía a ser el de siempre, posiblemente con antecedentes penales, pero el mismo al fin y al cabo.
  • A nadie se le ocurrió comprar algo de papeo ayer o qué? - Dijo riendo Miare mientras rebuscaba entre las bolsas del super y solo encontraba latas de cerveza.
Era la hora de comer y sus estomagos rugían como si estuvieran en una ciénaga llena de sapos esperando encontrar pareja para reproducirse.
  • Venga vestiros! Qué os invito! - Dijo Fran dando un par de palmadas. - Hoy paga el ‘Vercettis’ jaja
Los amigos lo celebraron. Se vistieron con urgencia, subieron a los coches y buscaron algún restaurante cercano con buenas calificaciones. Comieron abundantemente y bebieron aún más, si era posible. Cuando salieron del restaurante de carretera aún hacía un sol radiante en el firmamento. El buen tiempo junto a la gran cantidad de alcohol que habían consumido, alegraron sus corazones y sus genitales a partes iguales. No se dijeron nada, pero todos sabían lo que venía a continuación.
  • Escuchad! - gritó de repente Fran. Tenía a su gemelo pegado a la oreja y repetía como un megáfono lo que él le susurraba. - Hoy me toca a mí cumplir mi fantasía…
  • Pero… no fué el lunes?
  • A mí no Masi! A Cisco - contestó Fran haciendole indicaciones con los ojos a la rubia. - Mi fantasía se llama ‘Homo Erectus’
Cisco a través de su hermano gemelo contó lo que tenía en mente y al juzgar por las caras de los demás ‘Custodes’ a todos les pareció una idea muy original. Así que volvieron al camping y se pusieron manos a la obra sin perder ni un minuto. No iba a hacer falta que participasen todos en el rodaje, así que los que no tenían ningún papel que interpretar se quedaron junto a las tiendas, disfrutando apaciblemente de aquella tarde soleada.
  • Entonces lo vas a llevar? - preguntó Noe a su novio mientras esperaba a que Guille acabara de dar unas indicaciones técnicas a Masi, sobre el balanze de blancos.
  • Sí mi vida. Está preocupado por Martin y quiere disculparse personalmente con sus padres y su hermano.
  • Mi hermana me llamó antes, dice que aún está incosnciente pero fuera de peligro.
Marc y Guille se fueron en coche hacía el hospital dónde habían ingresado a Martin de urgencias. El resto del grupo ya iba dirección hacía el rio, habían escogido una pequeña zona solitaria y parcialmente oculta a las miradas indeseadas. Gemma y Noe se quedaron solas tomando el sol y dispusieron de una gran oportunidad para arreglar las cosas. Lo que tanto estaban esperando todos los ‘Custodes’. No vamos a mentir a nadie, la cosa estaba complicada. Las dos tenían carácteres muy fuertes y amaban al mismo hombre. En su favor diremos que hicieron grandes avanzes, pero no los suficientes cómo para que las cosas volvieran a ser cómo antes entre ellas.

Más vale poco que nada verdad? En el fondo, el simple hecho de que pudieran estar a solas sin reventarse las cabezas a piedrazos, al estilo Guillermo, ya era un avanze bastante significativo.

Así cómo los otros videos empezaban con una voz en off explicando una breve historia para poner al público en situación, en el de Cisco no hubo ni una sola palabra. Alguien lo dudaba? Creo que no. En el fondo no importaba ya que iban a interpretar a una tribu de humanos primigenios. Los chicos iban desnudos excepto por unos pequeños taparrabos colgando de sus cinturas. Jugaban en el río, lanzandose agua, empujandose y emitiendo gruñidos y gritos muy parecidos al de los símios. Masi, descalza, los seguía y los grabababa, vigilando de no resvalar y caer de culo sobre la fría corriente.

De repente, Cisco, Fran y Jordi levantaron sus cabezas al mismo tiempo, cómo tres suricatas. Pararon en seco sus simiescos juegos, que consistían básicamente en lanzar piedras, empujarse y golpearse el pecho como gorilas en celo. Se gruñían entre ellos preguntandose de donde venían aquellos sonidos desconocidos. Y una terrible curiosidad los empujó a subir río arriba en busca de respuestas.

Tres mujeres prehistóricas se bañaban un poco más lejos y se comunicaban como lo hacían anteriormente sus cohetaneos masculinos. Laia, Miare y Marta llevaban puestos pequeños y rasgados retales de tela marrón desgastados para tapar sus partes íntimas.

- Uh uh! - reía Marta señalando los enormes pechos de Laia, los cúales sobresalían tanto por arriba cómo por debajo de aquel ancestral sujetador.

Los tres primitivos hombres las observaban desde la distancia, ocultos tras unos matorrales, mientras aquellas preciosas mujeres se frotaban y limpiaban unas a otras. Miare frotaba los pechos enormes de Laia con sus manos húmedas, al mismo tiempo que Marta hacía lo mismo con su espalda, apretujando su cuerpo contra ella. La amazona nehandertal se puso cachonda y sin saber muy bien que hacía buscaba la boca de la rubia para besarla, desconcertada y descubriendo por primera vez la excitación sexual.
  • Uh? - dijo Miare notando esos labios húmedos contra los suyos. E instintivamente empezó a juguetear con los pezones de su amiga.
Fran empezó a gruñir asustado. Les indicaba a sus compañeros que le mirasen la polla empalmada. Qué era aquello? Por qué estaba tan duro? Jordi curioso le levantó el taparrabos y el enorme pollón de Fran acaparó toda la atención.
  • Uh… uh! - Jordi empezó a tocarle la polla mientras lo miraba sorprendido y sonriendo. Aquellos primeros rozes a su rabo erecto, pusieron al medio simio muy cerdo y mientras gemia mirando al cielo, dejó que su compañero lo masturbase. Los tres empezaron a hacer lo mismo con sus respectivos miembros, mientras observaban ocultos a las mujeres darse una baño.
Las tres hembras se besaban entre ellas acaridiandose sus pechos y sus calientes vaginas, pero los gemidos de placer de los tres machos las acabaron por poner en alerta y entre gruñidos empezaron a buscar entre los matorrales, búscando de dónde provenían aquellos extraños gruñidos.

Miare intentando ponerse de pié empezó a señalar en una dirección y gritando avisó a las demás de que estaban en peligro. Intentaron huir, pero solo dos lo consiguieron. Cisco salió disparado de los matorrales. Corría por el río a cuatro patas, apoyando sus puños en el suelo para ir más rápido. Miare y Marta escaparon y Laia, que cayó de cara sobre el agua, quedó atrapada bajo el cuerpo de aquel medio simio.

Al caer, su taparrabos dejó al descubierto su culo y Cisco, reteniendo por las muñecas aquel animal desconocido, empezó a olfatearla con curiosidad. Los otros dos Homo Erectus se acercaron y empezaron a investigar aquel ejemplar extraño. A simple vista era muy parecida a ellos aunque con pequeñas diferencias. En realidad eran dos grandes y bien puestas diferencias.
  • Jajajaj lo hace genial! - comentó Miare a Marta mientras observaban la actuación, fuera de escena.
  • Mira cómo se defiende… jijiji - Marta reía al contemplar como Laia tirada en el río, gruñía y enseñaba los dientes a los tres machos que jugueteaban con ella.
Cisco que por aquel entonces sentía una tremenda curiosidad, descubrió algo interesante. Cómo casi todos los grandes descubrimientos fué por casualidad, durante el forcejeo. Su poya empalmada empezó a rozarse sin querer con el culo de la hembra y le provocó mucho placer.
  • Uh uh! - decía a sus compañeros sin dejar de mover su pelvis rítmicamente para que su polla monstruosa se rozase entre las nalgas de su rehen. Miare y Marta se miraron sorprendidas y celebraron oir, por primera vez en sus vidas, la voz del mudo gemélo.
Los otros dos medio simios observaban como su compañero aumentaba más el ritmo de sus frotamientos con cara de placer y entonces empezaron a pelearse entre ellos, todos querían probar aquel nuevo y tan interesante juego.

Laia aprovechó la pelea de los machos para intentar huir, así que salió disparada del rio pero no llegó muy lejos. En una pequeña orilla, entre los tres monos la volvieron a agarrar y la volvieron a inmovilizar en el suelo. Con el forzejeo la habían dejado completamente desnuda.

Mientras Fran sujetaba los brazos de la hembra, involuntariamente dejó caer su gran rabo sobre la cara de ella. Laia boca arriba, se resistía aunque cada vez menos. Los enormes huevos llenos de lefa de aquel simio le golpeaban la nariz y los labios y sentía unas enormes ganas de empezar a lamerlos. Jordi por su parte se arrodilló encima de su cintura, sin saber muy bien lo qué hacía metió su rabo entre los enormes pechos de la hembra y apretandolos con sus dos manos, empezó a follarle el canalillo.

  • Uh uh! - gemía Laia con dificultad. Tenía los huevos de Fran dentro de la boca y él masturbaba su enorme polla sin quitarle los ojos de sus tetas.
Por su lado Cisco, que llevaba rato olisqueando el apetitoso aroma del coño húmedo de aquella hembra. Miraba cómo sus dos compañeros gemían y disfrutaban mientras se ponía cada vez más duro.

- Uuuuh! - gruñía Jordi que mientras se follaba las tetas de la amazona. Su prepució chocaba con el de Fran, cada vez que daba un empujón.

Algo en la cabeza de Cisco hizo ‘click’ y abriendo las piernas de ella, se ayudó con su mano para introducirle la polla dentro del caliente coño. Miare y Marta muy cachondas por la lasciva escena, optaron por desnudarse y darse placer mutuamente.

Mientras Masi grababa sin perderse ni el más mínimo detalle de cómo su amiga disfrutaba locamente, Guille salía del hospital despúes de presentar sus más sinceras disculpas.
  • Bien y cómo ha ido? - preguntó Marc, que lo esperaba apoyado sobre el capó del coche, fumándose un cigarrillo. No había querido entrar.
  • … Sigue… sigue inconsciente… - contestó Guille arrepentido.
  • Y sus padres? Cómo están?
  • Preocupados… Andrés les ha dicho que ha sido un accidente. Que ha tropezado y se ha caído sobre un pedrusco.
  • Ah si? Curioso - dijo Marc meditando el porqué había mentido el hermano pequeño. - Bueno… mejor no? Así no presentarán cargos.
  • El problema está en cuando despierte…
  • A qué te refieres hermano?
  • Y si vuelve en busca de venganza? Y si…
  • Eh eh! - Marc intentó tranquilizar a su buen amigo. - Si se le ocurre meterte la mano encima iremos todos a por él. La familia es lo primero, de acuerdo?
Guille sonrió asintiendo con su cabeza. Al parecer ahora formaba parte de una familia. Cómo si fuera un Corleone más.
Él y Marc esperaron a que Mónica, Andrés y los padres de Jordi salieran de urgencias y volvieron todos al camping.

Cuando llegaron ya era de noche, habían terminado de grabar hacía horas y los recíen llegados se sentaron junto a los demás alrrededor del fuego a comer unos bocatas que Rosa había comprado en un bar del pueblo.

Gemma y Noe seguían enrredadas en una larga conversación, intentando aclarar las cosas entre ellas, ligeramente apartadas del resto del grupo. Miare las observaba, curiosa y en silencio. Mientras, los demás comían, hablando de estupideces y bebiendo sin parar. De repente el tema de conversación volvió a la agresión de Guille.
  • Conozco a mi hermano… - decía Andrés con la boca llena. - y no va a dejar las cosas así. Volverá! Podéis estar seguros.
  • Pues aquí le estaremos esperando! - contestó Fran sin ningún tipo de miedo.
  • No lo entiendes tío… - Andrés volvió a darle un bocado inmenso a su bocadillo de tortilla. - Será mejor que estéis preparados; cuando se pone en plan vengativo no tiene límites…
  • Una pregunta colega… - Marc le dió un largo trago a su cerveza. - No te lo tomes a mal, pero… por qué estás de nuestro lado? Es decir… es tu hermano al fin y al cabo.
  • Uno escoge a sus amigos, pero no a su família. - El jóven chaval hablaba como un viejo sabío. Esa madurez no correspondía a su edad.
  • Eso es cierto… sin duda. Aunque si viene a por nosotros, ten muy presente que no nos vamos a quedar con los brazos cruzados… habrá represalias.
  • Jajaja… hablas como un mafioso tío! - rió Andrés, pero esa sonrisa en su rostro se desvaneció rapidamente al ver cómo el resto de ‘Custodes’ lo miraban seriamente.
Martin despertó al cabo de dos días. Sus padres lo celebraron entre abrazos y lágrimas de preocupación. Ojalá aquel golpe le hubiera borrado la memoria, ojalá no recordase nada de lo que había sucedido. Ojalá se hubiera olvidado de la zorra de Mónica y sus malditos y bastardos amigos. Ojalá…

Continuará…
 
Buenas! Disculpad por la tardanza, me gustaría ser más constante pero va a ser que no jajaja. Cada uno es consciente de sus propias debilidades. De momento os dejo nuevo capítulo y espero tener otro listo para mañana cómo muy tarde. Espero lo disfrutéis… sin más os dejo con un nuevo capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 27 - Homo Erectus


  • “Sed precavidos… No llaméis la atención… comportaros delante de su familía” y al final eres tú quien lo mandas todo a tomar por culo Sister! Ya te vale jajaja - le decía Noe a su hermana pequeña mientras compraban provisones en el pequeño supermercado a las afueras del pueblo.
  • He sido una idiota… - Mónica empujaba el carrito dónde había más alcohol que comida. - pensaba que podría cambiar, pero no. Es un completo imbécil.
  • Ten Mónica… para la mejilla! - Andrés se acercó sonriendo y amablemente le ofreció una bolsa de hielo a la jóven chica. Luego salió corriendo cómo un adolescente y volvió con sus nuevos amigos que por lo visto, pensaban que iban a hacer corto de cerveza.
  • Es mono no? - sonrió Noe. - Haríais buena pareja...
  • Ayyy calla! - contestó Mónica dándole un cariñoso empujón a su hermana mayor y se puso la bolsa de hielo sobre su caliente mejilla, observando de reojo al hermano correcto.
Al salir del super los chicos se dirigieron directamente al camping. Era un pequeño recinto con varios bungalows al lado de un enorme prado junto al río, rodeado por todos lados por un frondoso bosque.
  • Los bungalows están llenos… - dijo Gemma poniendose las gafas de sol y saliendo de la recepción. - Pero nos han dicho que nos pueden prestar unas tiendas de campaña.
  • Por mí genial! - dijo Jordi.
  • No se mi vida… - dudó Marta que prefería mil veces dormir sobre una suave y recíen hecha cama de hotel que encima de una dura esterilla sobre el húmedo suelo. - Además no tenemos sacos ni nada.
  • Vengaaaa hermana! - intentó convercela Laia - Será cómo cuando eramos pequeñas. Cómo si fueramos de colonias otra vez jaja
Al final entre todos lograron que aceptara y se dispusieron a montar las tiendas en el solitario prado. Marta no acostumbraba a llevar la contraria, era más de dejarse llevar y adaptarse poco a poco. Pero últimamente estaba bastante alterada por toda la viralidad que había conseguido con los videos paródia.
  • Primero de todo cómo has conseguido mi número?… no lo entiendo… no, eso sí pero… ya ya! Pero escucha un momento, no tengo ningún interés en hacerme más famosa… al contrario... - Marta hablaba estresada por teléfono con un desconocido al mismo tiempo que Jordi y su padre se peleaban porqué no conseguían poner en píe el techo de la tienda.
  • Ese palo no va ahí hijoooo! Ya lo has probado antes.
  • Y dónde va entonces papa? Me cago en Dios!
  • No digas tacos Jordi! Y tú novia podría ayudar en vez de charlar por el móvil no? - se quejó la gorda madre, molesta cómo siempre.
  • Rosaaaa! No metas más mierda por favor y ayúdanos. - Manolo se rascaba la cabeza sujetando varios palos de diferentes tamaños y preguntandose seriamente si necesitaba estudiar una ingeniería para montar aquella maldita tienda.
Con muchas dificultades, algunos más que otros eso sí, consiguieron acabar de montar las seis pequeñas tiendas de campaña. Las pusieron en círculo alrrededor de una pequeña hoguera, ahora apagada. Cisco acercó unos troncos para que más tarde los amigos se pudieran sentar cerca del fuego. Luego, mientras algunos aprovechaban para darse un rápido chapuzón en el río, los otros bebíeron y charlaron alegremente y sin preocupaciones, tirados sobre el prado. Disfrutando de la libertad.

A parte de nuestros amigos, no había mucha más gente acampada. Tan solo una tienda de un matrimonio Francés que hacían ruta en moto por España y un poco más lejos un par de tiendas más que no sabían a quien pertenecían. El lugar era hermoso y silencioso, tan solo la charla animada del grupo y algún cantar tímido de pájaro rompían la parsimonia del paisaje.
  • Bona tardaaaa! - saludaron un par de chicas al pasar por enfrente de nuestros amigos. Eran dos delgadas hippies, con rastas, tatuajes y piercings. Llevaban instrumentos de escalada y calzaban pies de gato. A su lado cuatro perros sin correa las seguían, olisqueándolo todo y moviendo el rabo sin parar.
  • Buenaaaas! - dijeron los Custodes, sonriendo y levantando sus cervezas. Y volvieron a hacerlo cuando pasaron dos chicos más, que por sus pintas seguramente venían con ellas.
  • Ostiaaaa! No puede ser - gritó Marc poniendose de pié.
  • Ostiaaa Marc! Pero que collons fots aquí?
Marc salió corriendo hacía los dos chicos. Mientras las dos hippies agarraban por el collar a los perros que se pusieron nerviosos de repente, sonreían observando a sus dos novios abrazarse con aquel desconocido, mientras ellos tres saltaban y se abrazaban juntos, ilusionados por volver a encontrarse despúes de tanto tiempo.
  • Quienes son? - preguntó Mónica curiosa a su hermana que estirada a su lado intentaba hacer memoria.
  • Noe vida! Mira quien son! No te acuerdas? - Marc no podía salir de su felicidad.
Su novia, se levantó y se acercó a los dos hippies. No tenía ni idea de quien eran, pero se sintió en la obligación de saludarlos porqué ellos si la recordaban. Al cabo de un rato, despúes de un par de anécdotas, por fin acabó por caer y entonces sí los abrazó de verdad.
  • Ostia! No os había reconocido… estáis super cambiados. - reía Noe dándoles dos enormes besos y haciendo lo mismo con sus novias hippies mientras se presentaban.
  • Gente os presento al ‘Canario’ y al ‘Atila’ - dijo Marc dirigiendose a los ‘Custodes’. Estos se levantaron y pasaron unos minutos presentandose todos entre todos.
Guille acariciaba a los enormes perros que por lo visto les encantaba chupar sus rechonchas mejillas mientras los cuatro nuevos invitados se sentaron con los ‘Custodes’ alrededor de la hoguera. Cuando empezó a oscurecer, Fran aprovechó para encenderla. Una de las hippies volvió de su tienda con una guitarra y la otra trajo fruta recién cortada, mientras los demás charlaban y los tres amigos se ponían al día. La guitarrista amenizó la velada con bonitas canciones y una fina y preciosa voz.
  • Entonces eres de Canarias? - le preguntó Gemma al chaval que Marc había presentado cómo el ‘Canario’
  • No no que vá jajaja, soy de un pueblecito cerca de Reus. - rió el rastas rulándole el canuto. - Es un mote solamente, de cuando eramos jóvenes y eso.
  • Aaaah! - Gemma le dió una larga calada y ruló el canuto hacía su derecha.
  • Y por qué Canario? - preguntó Laia con sus ojos rojos y su cuerpo relajado.
  • Por este! Jaja… me puso ese mote porqué decía que iba con una hora de retraso. - el rastas empezó a reir mientras Marc a su lado lo abrazaba pasando un brazo por encima de su hombro, amigablemente.
  • Fumabamos demasiado colega! Jajaja - ‘Entre dos aguas’ seguía muy feliz por el inesperado reencuentro.
  • Y a tí porqué te llaman Atila? - volvió a preguntar Laia, esta vez, al otro rastas y rulando el canuto a Andrés.
  • Por qué mis padres son muy creativos! - dijo el chabal provocando la risa de todo el grupo. - Aunque ellos dicen que el nombre me va cómo anillo al dedo… - rió señalando a sus dos amigos.
  • Y eso?
  • Pues porqué por dónde pasa no crece la hierba! - exclamó Marc abrazando a su colega mientras este levantaba el porro en alto. Certificando que era cierto lo que decían de él.
La noche llegó demasaido deprisa y sin que se dieran cuenta. Los amigos, tapados con mantas y acurrucados, observaban las llamas de la pequeña hoguera en silencio. La hierba los fué enbriagando poco a poco, trasportandolos a un mundo más introspetivo y reflexivo. La luna iluminaba aquel precioso prado y los perros yacían sobre el césped mojado, medio dormidos. Lluna, la chica de la guitarra, tocaba ‘Manha de Carnaval’ de Elizeth Cardoso. La preciosa canción hablaba de una nueva mañana llena de posibilidades. Cantaba sobre la esperanza del amor después de un período de soledad y sufrimiento.

Mónica que compartía su manta con Andrés, apoyó su cabeza sobre el hombro de él y así, bien acurrucada y a salvo, dejó que el fuego consumiera lentamente todos los recuerdos y el amor que en algún momento había sentido por Martin.

Andrés no dijo nada, tan solo le besó la frente a su ex cuñada y la acompañó en silencio durante ese melancólico y triste momento.
  • Que preciosidad de voz tienes Lluna - Dijo Marta muy colocada, sentada sobre el regazo de su novio.
  • Gracias… - dijo la chica con una gran sonrisa. - Alguna petición?
  • Yo yo! - gritó Guille que se había tumbado entre los perros. Al parecer eso de la manada ingobernable de lobos se lo había tomado muy en serio. - Te sabes la de ‘The Last of Us’?
La chica no sabía de que hablaba aquel pequeño y alegre duende que la miraba con los ojos muy abiertos, lleno de pelos de perro. Incluso llegó a pensar por un momento que había fumado demasiado.
  • Dices la que canta Eli? - preguntó Jordi que sabía a que se refería su colega.
  • Siiii exacto! Me encanta esa canción. No sabes cúal es? - Lluna negó con la cabeza sin dejar de sonreir. - Mira es esta… - Guille se sacó el movil del bolsillo y buscó la canción en internet acercandose a la delgada chica.
Lluna no tardó mucho en aprender a tocarla, tenía un buen oído y sacó las notas en un suspiro. Con la ayuda del pequeño duende que le sujetaba el teléfono con la letra de la canción empezó a tocar y a cantar.

Justo cuando cantaba ‘And my mind, and my gun they confort me’ Guille cantaba susurrando por debajo de esa preciosa voz observando las llamas con la piel de gallina. ‘Because i know i’ll kill my enemies when they come’ lo decía en serio. Estaba preparado.

Poco a poco y escalonadamente el grupo se fué retirando a sus respectivas tiendas. Primero Manolo y su mujer, luego los gemelos y las dos Marias, más tarde Gemma, Laia y Guille, al que tuvieron que obligarlo, pues estaba empeñado en dormir a la intenperie junto a sus nuevos amigos caninos y por último, Mónica y Andrés, también se fueron a acostar.
  • Un placer haberos conocido! - dijo Jordi recibiendo un ‘igualmente’ por parte de los hippies y junto a su novia, medio dormida, entraron en su tienda.
Marc y Noe se quedaron un rato más con los hippies y al cabo de un par de horas, cuando ya se escuchaban los ronquidos y algún gemido proviniente de las tiendas, acabaron por despidirse del Canario y de Atila. Les desearon lo mejor en sus vidas, entre abrazos largos y sinceros. A la mañana siguiente ellos debían retomar su ruta sin destino y era muy probable que jamás se volvieran a ver. No tenían teléfonos a los que llamar, ni dirección dónde mandar una postal. Vivían cómo nómadas de aquí para allá y sin más planes que lo que harían al día siguiente.
  • Te atrae verdad? - dijo sonriendo Noe, una vez dentro de la tienda. - Vivir así, me refiero. Sin un lugar fijo, sin ataduras, cómo un vagabundo.
  • Claro que sí! A quien no? - contestó Marc mientras le preparaba a su novia una improvisada cama con toallas y ropa.
  • Es muy romántico, no te lo voy a negar. Pero muy duro por otra parte.
  • Ya! Supongo que la libertad solo está hecha para los fuertes de espíritu.
Noe le dió un tierno beso a su novio y un ‘te quiero’ sincero. Durante su noviazgo se plantearon muchas ideas sobre cómo sería su futuro juntos, jugando a imaginar infinitas realidades y fantaseando con ellas. Sabía muy bien que Marc siempre había tenido alma de vagabundo. Jamás le había gustado hacer planes, parecía cómo si hubiera nacido para inprovisar. Además nunca le había dado miedo la soledad cómo a la mayoría de la gente, al contrario, se sentía cómodo y reconfortado al sentirla. Era un alma libre al que la vida poco a poco lo fué encadenando y aunque aún se resistiera a ser domado por completo, había perdido cierto brillo en sus ojos.
  • Por qué me miras así? - los dos estaban tumbados uno en frente del otro, mirandose a los ojos en silencio.
  • Eres feliz? - preguntó Noe.
  • Claro que sí mi amor, por qué me preguntas eso?
  • Es que… a veces, no puedo evitar pensar que has dejado muchas cosas atrás por mí. Tus sueños… tus esperanzas… tu libertad…
Marc acarició el pelo de su novia y le colocó cariñosamente un mechón de pelo detrás de su oreja. A ella le encantaba que hiciera eso.
  • Mi sueño es compartir mi vida a tu lado. Mi esperanza es que lo podamos hacer durante muchoooo tiempo y nos hagamos viejitos juntos… canosos y arrugados… - Noe no pudo evitar soltar una lágrima al mismo tiempo que sonreía enamorada. - y renunciaria a mi libertad sin dudarlo ni un segundo a cambio de un solo minuto contigo.
Los dos se unieron en un largo y profundo beso. No había sexo, ni lujuria, no. Nada de eso. Solo amor. Marc no deseaba reconquistarla ni bajarle las bragas. No amigos, hablaba directamente desde el corazón. Los dos se quedaron dormidos, abrazados y con sus frentes tocandose suavemente entre sí.

Viernes amaneció bastante agitado. Se escuchaban gritos y ruidos de pelea. La feliz pareja se despertó confusa, sin saber a que venía tanto alboroto. Algo grave estaba pasando en el exterior.
  • Que no joder! No me voy a ir hasta que no hable con ella.
  • Martin? - dijo Noe asombrada sacando la cabeza de su tienda. - Qué coño haces aquí?
  • Tú callate zorra! Dónde está tu jodida hermana?
Marc apartó a su novia y se dispuso a salir de la tienda. Que alguien haga el favor de llamar a ‘Homicidios’ porqué se va a cometer un asesinato ahora mismo.

Martin recibió los buenos días de su cuñado con otro puñetazo, esta vez en el estomago y cuando este se agachó dolorido por el golpe, recibió un contundente rodillazo en la cara dejandolo desplomado sobre el mojado césped del prado.

Jordi y Cisco sujetaron a su amigo y tirando con fuerza de él lo apartaron, intentando evitar males mayores. Marc por su lado propinaba insultos y patadas al aire. Sus ojos no eran ‘rojo porro’ eran ‘rojo furia’.
  • Será mejor que te vayas tete! - insistió Andrés. - Aquí no eres bien recibido.
  • Te he dicho que no me voy a ir sin hablar con ella! Lo entiendes ya o te hago un puto mapa? - su dolorido hermano intentaba ponerse en píe.
Mónica gritó, sin salir de su tienda, que no quería hablar con él. Que la olvidase y la dejase vivir en paz. Pero Martin no atendía a razones. Su hombría estaba dañada, había sido ofendido públicamente. Estaba dolido, estaba rabioso.
  • Habéis dormido juntos? - gritó Martin mirando a su hermano y señalando la tienda de dónde provenía la voz de su novia que justamente era la misma de dónde él acababa de salir.
  • Sí… - contestó nervioso el hermano pequeño. - Pero solo hemos dormido, te lo prometo. - mintió intentando disimularlo.
El pesado cuñado supo que su hermano no decía la verdad. Era la misma ridícula cara que ponía de pequeño cuando sus padres los pillaban haciendo alguna trastada. Totalmente fuera de sí empezó a darle puñetazos. Andrés se cubría, cómo cuando antaño jugaban a luchar. Pero esta vez los golpes iban en serio. Querían hacerle daño de verdad.

Todos habían salido ya de sus tiendas, con los cabellos alborotados y las legañas aún en sus ojos, sin entender muy bien que sucedía. El hermano pequeño acabó cayendo al suelo y Martin se fué directo a la tienda de Mónica. Pasó todo tan rápido que nadie lo pudo detener, el único que hubiera tenido cierta oportunidad de frenarlo era Marc, pero lo tenían bien sujetado.
  • Que salgas te he dicho! - gritaba Martin cogiendo de los pelos a Mónica que no dejaba de gritar y retorcerse.
La sacó fuera de la tienda tirando de su cabellera y dándole patadas, la arrastraba por el suelo mojado con intención de llevarsela. Y de repente ‘Puuum’
  • Pero qué? - Martin soltó del pelo a su novia y se pasó las dos manos por su craneo. Luego las retiró y se las quedó mirando llenas de sangre. Antes de caer al suelo desplomado miró lleno de terror a Marc mientras un rio de sangre bajaba por su cara.
Detrás suyo Guille miraba asustado hacía el suelo sujetando en lo alto una piedra ensangrentada con sus dos manos. La acababa de recoger de al lado de la hoguera y la había usado para golpearlo fuertemente en la cabeza.
  • Pero que haces loco? - Andrés se acercó a su hermano, tenía una brecha enorme en la cabeza y sangraba a borbotones. - Llamad a una ambulancia, rápido. - Los ‘Custodes’ no reaccionaban. - Joder! Llamad a una puta ambulancia yaaaa!
Rosa llamó rapidamente y en pocos minutos los sanitarios se llevaron el cuerpo inconsciente de Martin. - Lo he matado, lo he matado… - repetía Guille sentado sobre un tronco, lloraba y se movia como un autista al que le acaba de dar un brote. A su lado Gemma y Laia intentaban tranquilizarlo sin conseguir resultados.

Manolo cogió el coche de Marta y junto a su mujer, Andrés y Mónica se largaron siguiendo a la ambulancia. Roger recibió la llamada de su buen amigo antes de lo que esperaba y en pocos segundos supo que el motivo tampoco era el que deseaba.
  • Eh colega! Cálmate vale? - Marc se puso de rodillas enfrente de un tembloroso Guillermo.
  • Lo he matado… lo he matado… - no podía dejar de repetir.
  • No lo has matado hermano! Solo lo has dejado inconsciente vale? Tranquilizate…
  • Yo solo quería…
  • Lo sé colega! Lo sé. Cuidabas de tu família y estamos todos agradecidos por ello. - Marc intentó sacarle hierro al asunto - Aunque la próxima vez dale más fuerte vale?
  • Esoooo! Tú anímaleeee! - rió Gemma empujando a Marc que calló sobre la hierba mojada.
Cuando se levantó y les enseñó su culo empapado, cómo si se hubiera meado encima, Guille no pudo evitar sonreir y empezó a relajarse poco a poco. Luego decidieron irse todos juntos al río y aprovechando que estaban solos, se bañaron desnudos. Aquello acabó por cambiar por completo los ánimos de Guille que ya volvía a ser el de siempre, posiblemente con antecedentes penales, pero el mismo al fin y al cabo.
  • A nadie se le ocurrió comprar algo de papeo ayer o qué? - Dijo riendo Miare mientras rebuscaba entre las bolsas del super y solo encontraba latas de cerveza.
Era la hora de comer y sus estomagos rugían como si estuvieran en una ciénaga llena de sapos esperando encontrar pareja para reproducirse.
  • Venga vestiros! Qué os invito! - Dijo Fran dando un par de palmadas. - Hoy paga el ‘Vercettis’ jaja
Los amigos lo celebraron. Se vistieron con urgencia, subieron a los coches y buscaron algún restaurante cercano con buenas calificaciones. Comieron abundantemente y bebieron aún más, si era posible. Cuando salieron del restaurante de carretera aún hacía un sol radiante en el firmamento. El buen tiempo junto a la gran cantidad de alcohol que habían consumido, alegraron sus corazones y sus genitales a partes iguales. No se dijeron nada, pero todos sabían lo que venía a continuación.
  • Escuchad! - gritó de repente Fran. Tenía a su gemelo pegado a la oreja y repetía como un megáfono lo que él le susurraba. - Hoy me toca a mí cumplir mi fantasía…
  • Pero… no fué el lunes?
  • A mí no Masi! A Cisco - contestó Fran haciendole indicaciones con los ojos a la rubia. - Mi fantasía se llama ‘Homo Erectus’
Cisco a través de su hermano gemelo contó lo que tenía en mente y al juzgar por las caras de los demás ‘Custodes’ a todos les pareció una idea muy original. Así que volvieron al camping y se pusieron manos a la obra sin perder ni un minuto. No iba a hacer falta que participasen todos en el rodaje, así que los que no tenían ningún papel que interpretar se quedaron junto a las tiendas, disfrutando apaciblemente de aquella tarde soleada.
  • Entonces lo vas a llevar? - preguntó Noe a su novio mientras esperaba a que Guille acabara de dar unas indicaciones técnicas a Masi, sobre el balanze de blancos.
  • Sí mi vida. Está preocupado por Martin y quiere disculparse personalmente con sus padres y su hermano.
  • Mi hermana me llamó antes, dice que aún está incosnciente pero fuera de peligro.
Marc y Guille se fueron en coche hacía el hospital dónde habían ingresado a Martin de urgencias. El resto del grupo ya iba dirección hacía el rio, habían escogido una pequeña zona solitaria y parcialmente oculta a las miradas indeseadas. Gemma y Noe se quedaron solas tomando el sol y dispusieron de una gran oportunidad para arreglar las cosas. Lo que tanto estaban esperando todos los ‘Custodes’. No vamos a mentir a nadie, la cosa estaba complicada. Las dos tenían carácteres muy fuertes y amaban al mismo hombre. En su favor diremos que hicieron grandes avanzes, pero no los suficientes cómo para que las cosas volvieran a ser cómo antes entre ellas.

Más vale poco que nada verdad? En el fondo, el simple hecho de que pudieran estar a solas sin reventarse las cabezas a piedrazos, al estilo Guillermo, ya era un avanze bastante significativo.

Así cómo los otros videos empezaban con una voz en off explicando una breve historia para poner al público en situación, en el de Cisco no hubo ni una sola palabra. Alguien lo dudaba? Creo que no. En el fondo no importaba ya que iban a interpretar a una tribu de humanos primigenios. Los chicos iban desnudos excepto por unos pequeños taparrabos colgando de sus cinturas. Jugaban en el río, lanzandose agua, empujandose y emitiendo gruñidos y gritos muy parecidos al de los símios. Masi, descalza, los seguía y los grabababa, vigilando de no resvalar y caer de culo sobre la fría corriente.

De repente, Cisco, Fran y Jordi levantaron sus cabezas al mismo tiempo, cómo tres suricatas. Pararon en seco sus simiescos juegos, que consistían básicamente en lanzar piedras, empujarse y golpearse el pecho como gorilas en celo. Se gruñían entre ellos preguntandose de donde venían aquellos sonidos desconocidos. Y una terrible curiosidad los empujó a subir río arriba en busca de respuestas.

Tres mujeres prehistóricas se bañaban un poco más lejos y se comunicaban como lo hacían anteriormente sus cohetaneos masculinos. Laia, Miare y Marta llevaban puestos pequeños y rasgados retales de tela marrón desgastados para tapar sus partes íntimas.

- Uh uh! - reía Marta señalando los enormes pechos de Laia, los cúales sobresalían tanto por arriba cómo por debajo de aquel ancestral sujetador.

Los tres primitivos hombres las observaban desde la distancia, ocultos tras unos matorrales, mientras aquellas preciosas mujeres se frotaban y limpiaban unas a otras. Miare frotaba los pechos enormes de Laia con sus manos húmedas, al mismo tiempo que Marta hacía lo mismo con su espalda, apretujando su cuerpo contra ella. La amazona nehandertal se puso cachonda y sin saber muy bien que hacía buscaba la boca de la rubia para besarla, desconcertada y descubriendo por primera vez la excitación sexual.
  • Uh? - dijo Miare notando esos labios húmedos contra los suyos. E instintivamente empezó a juguetear con los pezones de su amiga.
Fran empezó a gruñir asustado. Les indicaba a sus compañeros que le mirasen la polla empalmada. Qué era aquello? Por qué estaba tan duro? Jordi curioso le levantó el taparrabos y el enorme pollón de Fran acaparó toda la atención.
  • Uh… uh! - Jordi empezó a tocarle la polla mientras lo miraba sorprendido y sonriendo. Aquellos primeros rozes a su rabo erecto, pusieron al medio simio muy cerdo y mientras gemia mirando al cielo, dejó que su compañero lo masturbase. Los tres empezaron a hacer lo mismo con sus respectivos miembros, mientras observaban ocultos a las mujeres darse una baño.
Las tres hembras se besaban entre ellas acaridiandose sus pechos y sus calientes vaginas, pero los gemidos de placer de los tres machos las acabaron por poner en alerta y entre gruñidos empezaron a buscar entre los matorrales, búscando de dónde provenían aquellos extraños gruñidos.

Miare intentando ponerse de pié empezó a señalar en una dirección y gritando avisó a las demás de que estaban en peligro. Intentaron huir, pero solo dos lo consiguieron. Cisco salió disparado de los matorrales. Corría por el río a cuatro patas, apoyando sus puños en el suelo para ir más rápido. Miare y Marta escaparon y Laia, que cayó de cara sobre el agua, quedó atrapada bajo el cuerpo de aquel medio simio.

Al caer, su taparrabos dejó al descubierto su culo y Cisco, reteniendo por las muñecas aquel animal desconocido, empezó a olfatearla con curiosidad. Los otros dos Homo Erectus se acercaron y empezaron a investigar aquel ejemplar extraño. A simple vista era muy parecida a ellos aunque con pequeñas diferencias. En realidad eran dos grandes y bien puestas diferencias.
  • Jajajaj lo hace genial! - comentó Miare a Marta mientras observaban la actuación, fuera de escena.
  • Mira cómo se defiende… jijiji - Marta reía al contemplar como Laia tirada en el río, gruñía y enseñaba los dientes a los tres machos que jugueteaban con ella.
Cisco que por aquel entonces sentía una tremenda curiosidad, descubrió algo interesante. Cómo casi todos los grandes descubrimientos fué por casualidad, durante el forcejeo. Su poya empalmada empezó a rozarse sin querer con el culo de la hembra y le provocó mucho placer.
  • Uh uh! - decía a sus compañeros sin dejar de mover su pelvis rítmicamente para que su polla monstruosa se rozase entre las nalgas de su rehen. Miare y Marta se miraron sorprendidas y celebraron oir, por primera vez en sus vidas, la voz del mudo gemélo.
Los otros dos medio simios observaban como su compañero aumentaba más el ritmo de sus frotamientos con cara de placer y entonces empezaron a pelearse entre ellos, todos querían probar aquel nuevo y tan interesante juego.

Laia aprovechó la pelea de los machos para intentar huir, así que salió disparada del rio pero no llegó muy lejos. En una pequeña orilla, entre los tres monos la volvieron a agarrar y la volvieron a inmovilizar en el suelo. Con el forzejeo la habían dejado completamente desnuda.

Mientras Fran sujetaba los brazos de la hembra, involuntariamente dejó caer su gran rabo sobre la cara de ella. Laia boca arriba, se resistía aunque cada vez menos. Los enormes huevos llenos de lefa de aquel simio le golpeaban la nariz y los labios y sentía unas enormes ganas de empezar a lamerlos. Jordi por su parte se arrodilló encima de su cintura, sin saber muy bien lo qué hacía metió su rabo entre los enormes pechos de la hembra y apretandolos con sus dos manos, empezó a follarle el canalillo.

  • Uh uh! - gemía Laia con dificultad. Tenía los huevos de Fran dentro de la boca y él masturbaba su enorme polla sin quitarle los ojos de sus tetas.
Por su lado Cisco, que llevaba rato olisqueando el apetitoso aroma del coño húmedo de aquella hembra. Miraba cómo sus dos compañeros gemían y disfrutaban mientras se ponía cada vez más duro.

- Uuuuh! - gruñía Jordi que mientras se follaba las tetas de la amazona. Su prepució chocaba con el de Fran, cada vez que daba un empujón.

Algo en la cabeza de Cisco hizo ‘click’ y abriendo las piernas de ella, se ayudó con su mano para introducirle la polla dentro del caliente coño. Miare y Marta muy cachondas por la lasciva escena, optaron por desnudarse y darse placer mutuamente.

Mientras Masi grababa sin perderse ni el más mínimo detalle de cómo su amiga disfrutaba locamente, Guille salía del hospital despúes de presentar sus más sinceras disculpas.
  • Bien y cómo ha ido? - preguntó Marc, que lo esperaba apoyado sobre el capó del coche, fumándose un cigarrillo. No había querido entrar.
  • … Sigue… sigue inconsciente… - contestó Guille arrepentido.
  • Y sus padres? Cómo están?
  • Preocupados… Andrés les ha dicho que ha sido un accidente. Que ha tropezado y se ha caído sobre un pedrusco.
  • Ah si? Curioso - dijo Marc meditando el porqué había mentido el hermano pequeño. - Bueno… mejor no? Así no presentarán cargos.
  • El problema está en cuando despierte…
  • A qué te refieres hermano?
  • Y si vuelve en busca de venganza? Y si…
  • Eh eh! - Marc intentó tranquilizar a su buen amigo. - Si se le ocurre meterte la mano encima iremos todos a por él. La familia es lo primero, de acuerdo?
Guille sonrió asintiendo con su cabeza. Al parecer ahora formaba parte de una familia. Cómo si fuera un Corleone más.
Él y Marc esperaron a que Mónica, Andrés y los padres de Jordi salieran de urgencias y volvieron todos al camping.

Cuando llegaron ya era de noche, habían terminado de grabar hacía horas y los recíen llegados se sentaron junto a los demás alrrededor del fuego a comer unos bocatas que Rosa había comprado en un bar del pueblo.

Gemma y Noe seguían enrredadas en una larga conversación, intentando aclarar las cosas entre ellas, ligeramente apartadas del resto del grupo. Miare las observaba, curiosa y en silencio. Mientras, los demás comían, hablando de estupideces y bebiendo sin parar. De repente el tema de conversación volvió a la agresión de Guille.
  • Conozco a mi hermano… - decía Andrés con la boca llena. - y no va a dejar las cosas así. Volverá! Podéis estar seguros.
  • Pues aquí le estaremos esperando! - contestó Fran sin ningún tipo de miedo.
  • No lo entiendes tío… - Andrés volvió a darle un bocado inmenso a su bocadillo de tortilla. - Será mejor que estéis preparados; cuando se pone en plan vengativo no tiene límites…
  • Una pregunta colega… - Marc le dió un largo trago a su cerveza. - No te lo tomes a mal, pero… por qué estás de nuestro lado? Es decir… es tu hermano al fin y al cabo.
  • Uno escoge a sus amigos, pero no a su família. - El jóven chaval hablaba como un viejo sabío. Esa madurez no correspondía a su edad.
  • Eso es cierto… sin duda. Aunque si viene a por nosotros, ten muy presente que no nos vamos a quedar con los brazos cruzados… habrá represalias.
  • Jajaja… hablas como un mafioso tío! - rió Andrés, pero esa sonrisa en su rostro se desvaneció rapidamente al ver cómo el resto de ‘Custodes’ lo miraban seriamente.
Martin despertó al cabo de dos días. Sus padres lo celebraron entre abrazos y lágrimas de preocupación. Ojalá aquel golpe le hubiera borrado la memoria, ojalá no recordase nada de lo que había sucedido. Ojalá se hubiera olvidado de la zorra de Mónica y sus malditos y bastardos amigos. Ojalá…

Continuará…
He de reconocerlo, me tienes enganchadísimo...
Esperando el siguiente.
 
Venga va! Segundo capítulo este fin de semana y empezando con el tercero. No os filpeis que no lo tendré terminado hoy jajaja. Ojalá poderme dedicar a tiempo completo a la escritura… pero cest la vie, mon amie! Quizás en otra vida nazca en el seno de una família adinerada y no tenga que practicar el ‘noble y reconfortante’ arte de trabajar. (Notese la irónia)
Sin más preambulos os dejo con un nuevo capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 28 - La entrevista


Voler a la gran ciudad supuso un duro gulpo de realidad para nuestros amigos y eso que era Agosto, estaba medio vacía y ellos seguían de vacaciones. Cambiaron los árboles por edificios, los prados verdes por asfalto y la tranquilidad del pueblo por el ajetreo constante y molesto de los urbanitas.

Se aclimataron rápidamente, no nos vamos a engañar. En el fondo no dejaba de ser su habitat natural. Toda aquella paz interior se desvanecío tan solo conducir varios metros por las artérias principales de la ciudad. En un visto y no visto la jungla de asfalto les obligó a cambiar el ‘chip’. O te adaptas o te comen amigo. Así es la vida en la despiadada selva.
  • Pero que hace?… gilipoyaaaa! - Masi pitaba cabreada a un taxista que se había cruzado en su carril sin poner el intermitente.
  • Masiiii! La idea es llegar pronto, no morir por el camino - sonrió nervioso Fran en el asiento de atrás, mientras se agarraba al asiento delantero con las dos manos, temiendo seriamente por su integridad física.
Tenían prisa por llegar al ‘Vercettis’. Aún quedaba mucho por preparar de cara a la gran inauguración de esta noche. Exceptuando a cuatro de los ‘Custodes’, los demás se habían comprometido en hechar una mano a los gemelos. La idea era contratar a personal cualificado en un futuro, pero de momento se tendrían que conformar en ser una empresa familiar.
  • Hablamos Sister! Te quiero. - Mónica se despidió de su hermana y su cuñado. Había decidio quedarse unos días en casa de Andrés, al menos hasta que su hermano se despertase del coma. En el fondo esa también era su casa, aunque ahora ya no fuera novia de Martin.
  • Qué haces? - sonréia Noe observando a Marc con las manos al volante y el motor encendido. Acababa de acercar a su novia a casa y esperaba a que ella bajase.
  • Pues esperar a que salgas amor… jaja… pero si quieres me doy otra vuelta y te tiras en marcha - contestó él, esperando a que ella recogiera su maleta para volver a ponerse en marcha dirección a casa de Jordi y Marta.
  • Escucha… he pensado que ya es hora de que vuelvas. - le dijo por fin Noe dándole un tierno y largo beso en los labios. - Pero poco a poco eh! Vamos a hacer las cosas bien esta vez. - añadió cuando notó el enorme entusiasmo de su novio.
Marc aparcó mal y en una zona no permitida. Le dió igual que la grua se le llevase el coche y tuviera que pagar una multa, desmesuradamente cara, dos días despúes. En lo único que pensaba ahora, era en volver a casa y darse una larga ducha con su chica.
  • Ya has hablado con ella? - preguntó Laia a su compañera de piso que acababa de hablar con Miare por teléfono. Ya habían llegado a casa y estaban poniendo una lavadora con la ropa súcia.
  • Sí! Me ha pedido que la cubras esta noche, por eso. Me harás ese favor verdad? - Gemma ponía su ropa dentro de la máquina, mientras Laia le decía que no se preocupase - Guilleeeeee! Trae tu ropa vamoooos! - Nuestro gordo amigo entró en la cocina corriendo totalmente desnudo y metió su ropa sucía dentro del tambor. Las dos amigas rieron al ver su polla morcillona balancearse y su culo gordo botar alegremente.

  • Pero se puede saber que haces? - rió Gemma señalando sus partes íntimas al aire libre.
  • Es que no nos vamos a duchar? - preguntó él confuso.
  • Jajaja… este chicooo… no tienes remedio. Anda ven! - Gemma lo agarró de la mano y se fueron directos al cuarto de baño.
  • Ei! Esperadmeeeee! - Gritó Laia cerrando la tapa de la lavadora y poniendo el programa ‘Eco’. Otra cosa no, pero en esa casa estaban comprometidos con la ecología. Hasta se duchaban juntos para no malgastar agua. Aprende Greta!
Marta dejó a sus suegros en casa y luego aparcaron el coche en el parking. Al llegar a casa ella se fué directamente a la ducha y dejó a su novio delante del ordenador.
  • No te vienes cari? - le preguntó asomando la cabeza por la puerta del despacho, mientras se desnudaba.
  • Ahora amor. Tengo que hacer un par de cosas antes… - Jordi estaba entrando en Telekord.
  • Valeeee… pero no tardes que tengo ganas de follar!
Aunque aquellas últimas palabras casi lo convencen a dejar sus tareas, antes debía hablar con ‘BiCurioso’. Mañana le tocaba a él cumplir su fantasía y debía asegurarse que su colega de pajas había recibido el encargo que le había pedido días atrás.

<lefame_entero> Las tienes entonces? Te han llegado?
<BiCurioso> Si colega, me llagaron justo ayer. Mira…

El pajero le mando un par de fotos para que Jordi pudiera ver el género que había pedido.

<lefame_entero> Joder colega… parecen reales. Que chulada!
<BiCurioso> Vas a flipar cuando las veas en persona… Eso sí! Son caras de cojones eh!

Jordi le dijo que el dinero no sería un problema. Menos ahora que el ‘Vercettis’ iba a arrancar por todo lo alto. Luego de pagarle lo acordado a su compañero, dejó un mensaje en el grupo de pajas grupales recordándoles a todos la quedada para mañana.
  • Ahora voooooy! Mi amor… - gritó Jordi dirigiendose a la ducha. Mientras se quitaba la ropa dió un último vistazo al grupo de pajas grupales de Telekord. Habían muchos más miembros que la última vez que lo miró. Eso lo puso muy feliz.
Todos nuestros amigos se preparaban para la gran inauguración. Todo tenía que ir rodado y no podían cometer ningún fallo. Así que se arreglaron, se pusieron guapos y estremadamente guapas y quedaron unas horas antes enfrente del local para que Fran les diera las directrices y un gran discurso motivacional.
  • Pues claro que voy a ir! Yo contigo a muerte. - sonrió Andrés mientras se ponía un bonito traje con corbata delante de Mónica, antes de dirigirse al club.
  • Eres un encanto! Lo sabes verdad? - la hermana de Noe cada vez pensaba más en el tiempo perdido invertido en Martin, cuando justo en esa misma casa, vívia su hombre perfecto. Ahora solo quedaba prepararlo para lo que iba a suceder esa noche en el club.
De todos los ‘Custodes’ tan solo fallaron cuatro. Marc, Noe, Miare y Gemma no acudieron a la cita, pues tenían asuntos más importantes que atender. Era el día en que tenían que cumplir la fantasía de ‘la insurgente’ y esta les había convocado en su casa para explicarles lo que iban a hacer.

Miare fué la primera en llegar, iba cargada con su fiel cámara y un par de focos para iluminar la escena. Cuando Gemma le abrió la puerta de su casa y se dió cuenta que estaban a solas, no pudo evitar sentirse incómoda. No es que la organizadora la tratase mal, al contrario, le ofreció una cerveza y la trató amablemente, invitándola a sentarse en el cómodo sofá y preocupándose de que estuviera agusto en todo momento.
  • Si, una mediana está bien, gracias. - Dijo la rubia mientras montaba los focos en el comedor.
  • Espero que estos dos no tarden mucho en llegar - gritó Gemma desde la cocina mientras abría un par de botellines.
  • Salud! - dijo Miare ofreciendo su cerveza para que ella brindase.
  • Salud! - sonrió Gemma haciendo ‘chin chin’
Aunque habían llegado a soportarse, la relación entre ellas no era buena. Desde la ‘gran escisión’ se sentían cómo si estuvieran en una larga y tensa guerra fría. No habían hablado en ningún momento de lo ocurrido, no se habían disculpado y por consiguiente tampoco se habían perdonado.

Cuando sonó el timbre del interfono, la rubia sintió un gran alivio. Aquellos pocos minutos que habían estado a solas parecieron ser milenios. Le hubiera encantado estar más relajada y expresarse con total libertad, pero algo en su interior la empujaba a ser precavida y a estar alerta.
  • Buenaaaaas! - Marc entró en el comedor seguido de Noe y Gemma. Las dos reinas se daban dos besos y se sonreían, cómo si entre ellas todo hubiera vuelto a la normalidad.
  • Hola Marc! - Miare se levantó del sofá y le ofreció su sonrojada mejilla para que él le diera dos besos.
  • Cómo estás rubia? - preguntó él dándole dos tiernos besos. El perfume de Miare y su suave voz que le contestaba ‘todo bien, encanto’ tan cerca de su oreja le trajeron dulces y calientes recuerdos a la mente.
Gemma, cómo buena anfitriona, los invitó a sentarse y les ofreció unas bebidas bien frescas. En poco tiempo los cuatro estaban sentados charlando sobre temas vanales, cómo la calor que hacía, la inauguración del club o la posible venganza de Martin.
  • Bueno… os estaréis preguntando que vamos a hacer esta tarde verdad? - Gemma cortó la charla de repente, quería ir al grano y entrar en acción cuanto antes.
  • Si… claro… - dijo Miare muy bajito. A su parecer había cosas más importantes de qué hablar, pero no quería ser la primera en lanzar la primera piedra.
  • Qúe miedo me das! - Noe sonrió encendiendose un cigarrillo mientras miraba de reojo a la despiadada reina.
  • Para nadaaaa jajaja… os prometo que no estoy tramando nada raro. Podéis relajaros y bajar la guardia.
Todos rieron, más incómodos que alegres. Marc observó a las tres chicas reirse. Parecía la calma antes de la tormenta. Seguía sentado en el sofá, tenso y alerta, esperando que en cualquier momento alguna sacase un cuchillo y se derramara sangre sobre el suelo de aquel comedor.
  • Que te pasa mi vida? - preguntó Noe poniendo una mano sobre su muslo. Lo notaba nervioso y desconcentrado, con un sudor frío recorriendo todo su cuerpo.
  • Está preocupado… verdad? - acertó Gemma. Luego le dió un sorbo a su cerveza y sacó un cigarrillo de su cajetilla de tabaco. - Pero no entiendo por qué.
Marc la miró con condescendencia. Cómo qué por qué? Es que acaso se habían olvidado que pocos días atrás casi termina todo en tragedia al estilo de los Montesco y los Capuletto? A qué venía esa aparente y repentina tranquilidad? De dónde provenía? Quien la había provocado? Es que acaso habían arreglado las cosas entre ellas?
  • Marc tiene razón. - habló Miare en boca de él, cómo si le pudiera leer los pensamientos. Se armó de valor y se sinceró con las otras dos chicas. - No hace ni una semana estabamos dispuestas a matarnos y ahora estamos aquí cómo si no pasara nada?… No sé vosotras, pero a mi también me resulta incómodo.
Noe y Gemma se miraron entre sí, estaban de acuerdo. La rubia tenía todo el derecho en sentirse así. Se merecía, almenos, una explicación; pues ella también estaba completamente implicada en ese asunto.
  • Supongo que te mereces saber lo que acordamos ayer. - Dijo Noe sin dejar de mirar a Gemma.
  • Acordar? El qué? - Miare miraba a la ‘reina caída’ con curiosidad.
  • Eso… qué acordásteis - preguntó Marc que se sentaba entre su novia y la rubia. Quería dejarles claro que él también estaba ahí y estaba igual de interesado en conocer la verdad.
  • Bueno… - sonrió Gemma hablando a través del humo que acababa de soltar por su boca. - Despúes de una laaaaarga charla… eh amiga?
  • Ni que lo digas jajaja - rió Noe.
  • Hemos decidido que vamos a compartir a Marc.
Un gran silencio se hizo en el salón. Mientras las dos reinas sonreían, Marc y Miare se miraron perplejos, sin entender nada. ‘Compartir?’ Se preguntó Marc. Es que acaso era un simple juguete para ellas?
  • Define compartir… - ordenó Marc seriamente.
  • A ver… - Noe lo miró a los ojos - Ayer nos sinceramos y llegamos a la conclusión de que jamás nos pondríamos de acuerdo. Gemma siente algo por tí y no es un antojo o deseo sexual, es algo más profundo…
  • Ya… y? - Marc quería la conclusión cuando antes, los detalles le daban igual.
  • Pues que Noe también siente lo mismo. - añadió Gemma. - Y supongo que tú tambíen rubia? - Miare asintió sin dar crédito a lo que estaba oyendo.
  • Pero… a ver… es que estoy flipando un poco ahora mismo… - Marc se levantó del sofá nervioso. La idea que las chicas querían expresar flotaba en el ambiente y era una completa locura. - estáis intentando decir lo que yo creo?
Gemma y Noe empezaron a reir con complicidad. Y aquella risa acabó por confirmar lo que el sudado chico estaba imaginando desde que empezó la conversación.
  • Relajate cariño - Noe agarraba de la mano a su novio, que seguía de pie con sus piernas temblorosas. - Es mejor así. Además para todos. Por qué seguir enfrentadas entre nosotras y romper una larga y bonita amistad, cuando podemos compartir y disfrutar todas juntas?
  • Me lo estáis diciendo en serio? Es que… no será todo esto una trampa no? - Marc miraba a las dos reinas preocupado por si le estaban tendiendo una emboscada.
  • Jajajaja… que noooo encanto… - Gemma le pidió que se volviera a sentar. - hemos llegado a la conclusión de que no podemos negar lo que sentimos.
  • Y además, estamos hartas de seguir peleando… - añadió Noe chocando el puño cerrado con su amiga.
Por la mente de ‘entre dos aguas’ o mejor dicho ‘tres’, pasaron muchos pensamientos de forma rápida y constante. Tenía demasiadas preguntas que hacer, muchas dudas que resolver y se sentía aturullado y confundido por ello. Lo primero que quiso saber era en qué consistia exactamente la palabra ‘compartir’. La explicación que le dieron las dos amigas le acabó quitando las dudas por completo. Ahora tenía tres novias a las que atender y aunque en un principio le parecío genial tener su propio haren como si fuera un poderoso sultán del Oriente Medio, al poco rato pensó que sería mucho agobio. Ya le estaba costando bastante mantener una sola relación. Cómo se lo iba a montar para hacerlo con tres a la vez?
  • Entonces? - preguntó Noe sonriendo - Las tres estamos de acuerdo. Solo faltas tú!
  • Seguro que no es ninguna trampa verdad? - Marc seguía desconfiando. No quería volver a cagarla con su novia. - Necesito que me des tu palabra de que esto va en serio…
  • Que siiii tontorrón! - Noe le dió un beso en la mejilla. - Sé que parece una locura, pero es la única solución posible. Al menos si queremos seguir conservando nuestra amistad.
  • Ya… bueno… voy a necesitar un tiempo para pensarlo, de acuerdo? - las tres chicas estuvieron de acuerdo. - Y si me disculpais… necesito estar un momento a solas… para meditar sobre lo que acaba de pasar y eso…
‘Entre tres aguas’ se levantó del sofá y salió fuera al balcón, dónde se lió un petardo bien cargado de hierba. Sonréia nervioso, contento y agobiado al mismo tiempo. Aquella nueva situación de su relación amorosa lo superaba por completo. Gemma le dijo que le darían un tiempo mientras ellas preparaban el video que iban a grabar a continuación.
  • Con quien te escribes mi vida? - preguntó Marta mientras trabajaba con los demás, dentro del ‘Vercettis’.
  • Es Marc… pero no entiendo lo que dice… - No es que Jordi fuera disléxico de repente, simplemente lo que estaba leyendo no podía ser real. Quizás había tomado tripis? Vete tú a saber.
  • Oye Colega! Qué pasa? - preguntó el ‘bilingue’ cuando se hartó de leer incongruencias y optó directamente por llamarlo.
Marc le explicó lo que acababa de suceder y su reacción pasó por los mismos estados que la de su amigo de la infancia. A saber: incomprensión - incredulidad - desconfianza - aceptación - desconfianza - aceptación - desconfianza. Y así siguió entrando en un interminable bucle infinito.
  • Qué hago colega? - preguntó Marc. Ni la hierba más pura traida directamente de las Blue Mountains de Jamaica, podría quitarle el estrés que ahora mismo lo invadía por completo.
  • No sé bro! De primeras te diría ‘It’s a Trap’ - dijo Jordi imitando la voz de Gial Ackbar, el Mon Calamari de Star Wars.
  • Yo he pensado lo mismo… pero me han dado su palabra de que era verdad. - Marc seguía muy estresado, más que el bajista de Jimmy Hendrix, cuando este le daba por improvisar bajo los efectos del LSD en mitad de un concierto. Sigue la partitura maldito cabrón!
  • Vigila colega! Solo te digo eso. Te ha costado la vida recuperar a Noe cómo para volver a cagarla otra vez.
El consejo de que fuera precavido le pareció bastante acertado. No es que Noe y Gemma fueran malas personas, almenos por separado no, pero cuando se juntaban eran capaces de lo peor, cómo habían demostrado recientemente. Marc se despidió de su colega ya que lo reclamaban dentro. Le deseó buena suerte en la inauguración y se despidió de Jordi.
  • Cariño te he dejado tu traje en mi cama. - dijo Gemma. La forma en que pronunció ‘cariño’ delante de su novia lo dejó con la sangre helada. Y despúes muy confundido, cuando no hubieron represalias por parte de Noe.
  • Vale mi vida… - titubeó Marc mirando a la ‘reina caída’. Quería comprobar su reacción y saber si realmente aquello era real.
  • Anda ves… - dijo Noe empujandolo amablemente.
Nuestro confuso amigo se fué hacía el dormitorio de Gemma sin dejar de mirar hacía atrás. Sus tres novias reían y le lanzaban besos con la mano soltandole piropos subiditos de tono. Mientras se ponía el traje de hombre de negocios, se preguntaba seriamente si llegaría a tener algún día de tranquilidad en su vida. Llevaba ya demasiado tiempo en una voragine de locura y desenfreno. Eso no tenía que ser sano para el corazón de ningún hombre.
  • Mama míaaaa! - exclamó Miare cámara en mano cuando él salió del vestuario.
  • Fiuuu fiuuu! - silbó Noe cómo si fuera un pastor de La Gomera.
  • Me lo pidoooo! - Gemma fué la más rápida y se acercó corriendo a él para abrazarlo y manosearlo sin ningún tipo de descaro.
Marc no dió crédito cuando las otras dos chicas hicieron lo mismo. En un momento estaba rodeado de bocas que querían besarlo, cuerpos que se rozaban contra el suyo y manos que se agolpaban sobre su paquete. Alguna alma caritativa que fuera tan amable de despertarle de aquel sueño? Pensaba poniendose erecto como un mástil.
  • Bueno… ya, yaaaa! - Gemma apartaba a las otras novias de su novio. Si seguían a esa velocidad no iban a grabar nada. - Miare enseñale a Marc dónde tiene que ponerse y explicale de qué va a ir el video de hoy. Nosotras nos vamos a cambiar, vamos! No hay tiempo que perder.
La rubia acompañó al chico hasta el despacho de Gemma mientras las dos amigas se iban a cambiar entre risas estruendosas. Era innegable que se lo estaban pasando muy bien con toda esa nueva situación.

Cuando Marc entró en el cuarto dónde Gemma y Laia tenían antes el ordenador, se encontró con un despacho de oficina. La ambientación estaba muy lograda. Había un escritorio con una estantería llena de libros detrás. En frente una silla para los invitados y una fuente de agua al lado. Miare le indicó dónde tenía que sentarse y le explicó que iba a interpretar a un jefe que tiene que hacer una entrevista a una nueva chica que quiere empezar a trabajar en su empresa.
  • Oye rubia! Tú crees que van en serio? - le preguntó Marc ya sentado en la silla del jefe, mientras esperaban a que las otras dos estuvieran listas.
  • No lo sé! - la rubia se encogió de brazos mientras encendía los dos focos. - Pero yo lo voy a aprovechar y espero que tú hagas lo mismo.
  • A qué te refieres? - preguntó Marc intentando que el nudo de su corbata no lo ahogase tanto.
  • Pues que no sabemos si van en serio o están tramando algo. Pero mientras salimos de dudas, aprovechemos que tenemos vía libre… que me dices?
Marc asintió sonriendo. La rubia tenía razón. Si todo aquello era un juego, pues jugarian hasta el final. Preocuparse por lo que aún no había sucedido era incongruente y una perdida de tiempo. Además era el único hombre en esa relación abierta y debía aprovechar su singularidad hasta que ha alguna se le ocurriese meter a otros tíos dentro.
  • Listos ahí dentro? - preguntó Gemma.
  • Siiii - respondieron la camarografa y el jefe con nudo de corbata asfixiante.
Las primeras imagenes del video era un plano de Marc haciendo ver que trabajaba desde su ordenador personal.

De repente la puerta se abrió y Noe entró vestida con un traje de oficina que le quedaba endiabladamente sexy. Camisa blanca que dejaba ver demasiado el canalillo de sus tetas apretadas. Falda corta gris con una pequeña abertura, medias y tacones. Llevaba el pelo recogido y unas gafas de pasta que decían a gritos ‘correte en mi cara’. Era exactamente el mismo uniforme que Gemma había llevado el trágico día de su fantasía en la escuela.
  • Buenos días señor. - dijo la secretaria sujetando una carpeta mientras jugaba con un bolígrafo entre sus labios.
  • Buenos días. Que tenemos hoy? - preguntó el jefe dándole un buen repaso.
La secretaria se acercó provocativamente a la mesa y le comentó que tenía programada una entrevista para ahora mismo. El jefe no veía bien lo que había escrito en la hoja, así que retiró su silla y dándose unos golpecitos en el muslo le indicó que se sentara encima.
  • Mire, aquí tiene su curriculum. - Dijo la secretaria muy caliente al apoyar su culo apretado tan cerca del paquete de su jefe. Mientras él leía el expediente, ella no pudo evitar empezar a rozarse. La fricción de las dos telas estaba a punto de generar un pequeño incendio.
Miare hizo un primer plano de la cara de Noe, se haía bajado un poquito las gafas y sin dejar de juguetear con el boligrafo en su boca, ponía caras de guarra y cachonda mientras se frotaba contra el gran rabo de Marc.
  • Bueno… parece que no tiene mucha experiencia. Pero es muy sexy no crees? - dijo el jefe entre gemidos sujetando la apretada cintura de su secretaria.
  • Más sexy que yo señor? - Noe tenía ganas de quitarse la ropa y empezar a follar allí mismo. Pero no era su papel, ella solo estaba ahí para calentar el ambiente.
El comprensivo jefe, le dijo que no. No podía existir secretaria más follable que ella. La levantó de su regazo y le ordenó que la hiciera pasar, acompañando sus palabras con un sonoro cachetazo en su culo respingón. La secretaria cachonda dió un pequeño saltito y empezó a reir, seguidamente llamó a la entrevistada para que entrase en el despacho, intentando recobrar la compostura y la seriedad de su cargo.

Gemma entró al despacho hablando por el móvil con una amiga. Llevaba un vestido de verano negro a topos blancos, unos tacones muy altos y un bolso rojo. Al sentarse en la silla dejó su bolso a mala manera en la mesa del entrevistador, se cruzó de piernas, dejando ver sus muslos provocativamente y siguió hablando.

El jefe le hizo un gesto cómo preguntando que diablos hacía. Qué falta de respeto era eso? Si quería conseguir el trabajo esa no era la mejor forma de empezar, ni mucho menos.
  • Un segundín… - dijo Gemma indicando con los dedos que iba a ser pequeño. - Vale tía… escucha te llamo luego y hablamos sobre esta noche vale?… siiiii… yo también tengo ganas de salir a zorrear… un beso chochoooo! Muaaaa… perdón… jajaja - dijo al fin colgando el teléfono.
  • Le parece normal empezar así una entrevista? - dijo molesto el jefe.
  • Disculpe… era una llamada importante - Gemma se puso la mano sobre los pechos mientras se disculpaba. Sus tetas estaban a punto de reventar ese estrecho vestido. - Podemos empezar cuando quiera… - sonrió y los grandes aros de sus orejas golpearon contra su cuello.
El jefe la encontró super sexy. Deseaba chupar ese cuello, tocar esos pechos, acariciar esos muslos. Pero se mantuvo firme, debía ser profesional.
  • A ver… experiencia laboral previa? - preguntó él repasando el pobre curriculum de la chica.
  • Bueno… ya sabe. - Gemma se hacía un moño mientras hablaba. Dejando ver sus axilas depiladas y sus apretados pechos en todo su esplendor. - un poquito allí, un poquito allá, nada del otro mundo…
  • Pero veo que jamás a trabajado en una oficina cómo secretaria… no sería eso un problema?
  • Ooooh! Para nada… aprendo muy rápido jefe. Póngame a prueba… pídame algo…
  • A ver… empezemos con algo fácil… traeme un baso de agua, venga!
Gemma se levantó decidida, se dirigió a la fuente y llenó un baso de agua. Lo hizo doblando su torso superior descaradamente. Al hacerlo Miare le hizo un primer plano, ascendiendo desde sus tacones, piernas, muslos y se entretuvo en su culo que quedó casi al descubierto. El pequeño vestido no era capaz de taparlo. El jefe observaba aquel gran culo tapado por un pequeño tanga de hilo negro mientras se sujetaba la barbilla.
  • Lo ve! Lo hago genial - dijo ella sonrriendo mientras le acercaba el baso de agua. Pero al doblar la mesa tropezó y derramó el contenido del baso encima del paquete de su jefe.
  • Pero que demonios hace? - dijo él levantando los brazos mosqueado.
  • Lo siento, lo siento… - Gemma estaba nerviosa, no sabía que hacer. Intentaba secar con sus manos la entrepierna del jefe, incluso agarró unos pañuelos de usar y tirar de una caja que estaba en la estantería de atrás.
  • Haga el favor de sentarse - dijo el jefe que en ese momento tenía las tetas de ella rozandole la cara mientras intentaba coger más pañuelos.
La inútil chica se volvió a sentar en su silla. Estaba deprimida, casi a punto de llorar. Marc se puso de pie mirandose la entrepierna mojada y lanzandole miradas de reproche.
  • No valgo para nada… - dijo ella casi sollozando y poniendo cara de pena. - Se me da todo mal sabe? No consigo encontrar trabajo y me van a echar del piso que tengo alquilado…
El jefe la encontraba muy sexy con esos morritos y esos ojitos de pena. Desde el mismo momento en que había entrado por la puerta solo pensaba en una cosa, quitarle el vestido y follarsela encima del escritorio. Se acercó a ella y le ofreció un pañuelo para que se secase las lágrimas y luego con las manos en los bolsillos, apoyó su trasero encima de la mesa. Profesionalmente demasiado cerca de ella.
  • Gracias… - dijo Gemma secandose las lágrimas. Poca broma con la capacidad actoral del grupo de amigos. En líneas generales habían auténticos diamantes en bruto. Estad atentos industria del espectáculo!
  • Alguna cosa sabrás hacer bien no? - dijo el jefe mostrando paquete con las dos manos aún en los bolsillos.
Ella no contestó, pero sus ojos se fueron directamente hacía la entrepierna de él. Su postura indicaba claramente ofrecimiento o eran solamente paranoias suyas.
  • A qué… a qué se refiere?
  • Bueno… que es eso que decías antes de zorrear? Me ha llamado la atención.
  • Ah! Jajaja… bueno ya sabe… salir de fiesta y… ya me entiende… - dijo bastante avergonzada.
  • La verdad que no. Explíquemelo.
  • Pues eso… salir de fiesta con mis amigas, poner a los chicos calientes y luego ir al lavabo y comernos un par o tres de pollas…
  • Aaaah! Ya veo… se le da bien eso?
  • El qué? - Gemma se hacía la tonta. Se abanicaba con su mano pues sentía que su cuerpo ardía en llamas.
  • Chupar pollas?
  • Bueno… nadie se ha quejado de momento jeje. - Era ella o hacía mucha calor en ese despacho?
  • Me interesa especialmente este tema sabe? Por qué no me hace una pequeña demostración - el jefe le indicó con los ojos que se pusiera manos a la obra con su gran polla erecta.
Gemma no dudó, con cara de zorra se acercó a él y empezó a desabrocharle la bragueta mirandole directamente a los ojos. Luego abrió la boca desando ver aquel pedazo de rabo. Le bajó la bragueta y ayudandose con la mano, agarró el erecto rabo y lo sacó fuera.
  • Madre mía! - exclamó ilusionada al ver esa polla blanca enorme y empalmada delante de su cara. Sin pensarlo empezó a meterse el capullo rojo dentro de su boca.
Miare grababa la escena totalmente mojada. Parecía que sus bragas iban a caer al suelo, inundadas por la cantidad de flujo que estaba segregando. Noe que contemplaba la escena detrás ya se había bajado la falda y se metía dos dedos por debajo del tanga totalmente lujuriosa.
  • Oye… hechame una mano porfa… - le susurró la rubia. No se refería a la cámara que sujetaba con las dos manos, todos sabemos de que estaba hablando.
Noe sin dejar de masturbarse, le bajó las bragas a su amiga y empezó a masturbarla, evitando gemir demasiado fuerte e intentando no salir en escena. Las dos miraban como Marc sin sacarse las manos de los bolsillos se puso de pie. Seguía completamente trajeado, tan solo tenía su rabo y sus grandes huevos fuera. Gemma en cuclillas seguía chupandole la polla mientras se bajaba los tirantes de su vestido.
  • Esta es la especialidad de la casa - susurró lascivamente mientras se metía el pollón entre sus tetas y empezaba a pajearlo sujetandolas y apretandolas.
  • Ufff! Pedazo de zorra que estás hecha… - decía el jefe moviendo su pelvis y dando empujones. Su prepució golpeaba contra su barbilla y ella bajó la cabeza y abrió la boca para que fuera entrando y saliendo de su boca.
Al fin, después de varias empotradas, el jefe sacó las manos de su pantalón y las colocó sobre su cabeza. Ella le agarró las nalgas del culo y dejó que le follase violentamente la boca. Sus otras dos novias seguían masturbandose cómo perras en celo observando la cara de su amiga llena de saliba, el rimel corriendose y los gemidos y sonidos de ahogamiento.
  • Jodeeeer! Que caliente estoy! - dijo Gemma cuando Marc le dió un pequeño respiro. Miraba con deseo aquel pollón lleno de sus babas, erecto y dándo espasmos delante suya.
  • Quítate la ropa venga! - ordenó el jefe.
Gemma se puso de pie y se acabó de bajar el apretado vestido. Una vez estaba solo vestida con su tanga negro y sus largos tacones, él la agarró de la cintura y la ayudó a sentarse encima de la mesa. Con una mano la empujó para atrás y luego le abrió las piernas, dejando aquellos kilométricos tacones en alto.
  • Estoy muy mojadita jefe! - dijo ella pidiendo polla deseperadamente.
  • Ya lo veo - Marc le subió el tanga hasta la altura de las rodillas y luego le metió su polla dentro hasta el fondo.
Los gemidos de Gemma iban en aumento al mismo tiempo que caían al suelo los papeles, los lapiceros y todo y cuanto había en la mesa. Notaba esa enorme polla follandola duro y sus huevos llenos golpeando su ano. Le encantaba la sensación de notar el traje de seda rozandose con su piel mientras el la agarraba de las tetas y las apretaba.

Grabaron varias posturas a cada cúal más caliente. Miare que ya se había corrido dos veces se esmeró en hacer buenos planos de toda la ardiente escena. Noe por su lado se había sentado en el suelo y ayudandose de un consolador de Gemma se daba placer con las piernas abiertas. No era el tamaño que precisamente le gustase a ella, pero serviría para la ocasión. Mientras se metía y sacaba tres dedos de su coño de forma compulsiva, chupaba el consolador poniendose aún más caliente.
  • Entonces… estoy contratada? - gemía Gemma recibiendo fuertes enpotradas que movían animadamente sus grandes aros de las orejas. Estaba tirada sobre la mesa cómo la maja desnuda y Marc estaba a punto de correrse.
  • Siiiii… por supuesto que siiiii - Marc se sacó la polla con la la mano y mientras apretaba fuertemente el cuello sudado de la entrevistada empezó a correrse sobre ella inclinando la cabeza hacía atrás y gritando cómo un animal.
Fué un lefazo monumental y Miare le hizo un plano final a su amiga cubierta por todos lados de semen caliente y espeso.
  • Dios menuda follada! Ufff - dijo él dejandose caer sobre la silla bastante mareado. Su polla aún empalmada, parecía que aún siguiera escupiendo lefa.
  • Ven aquí mi vida, que vas a poner echo un cristo el traje. - Noe se acercó y se puso de rodillas y con su lengua fué limpiando aquel fusil erecto escupe leches. Seguía masturbandose deseando que esa no fuese la última entrevista de la tarde y hubieran más candidatas.
  • Cómo ha quedado chiqui? - preguntó Gemma sudada y con su coño aún palpitando a la rubia.
  • Creo que hasta el momento ha sido lo mejor que hemos grabado jaja - Miare se apresuró a apagar los focos que daban tanto calor.
  • Oye cariño… - gimió Marc que seguía con los ojos en blanco.
  • Si? - respondieron las tres al mismo tiempo entre risas.
Él volvió en sí y las miró a todas, confundido. A Miare y Gemma que estaban juntas de pie enfrente suyo y a Noe que lo miraba desde el suelo dando pequeños lametones a su prepucio enrojezido.
  • Ostia… creo que me va a costar un tiempo acostumbrarme a esto - rió provocando la risa de sus tres novias. - Que os parece una duchita rápida y os invito a cenar. Qué me decís?
Cada una dió su opinión. Ninguna opinó lo mismo. Gemma estubo de acuerdo con el plan, pero Miare prefería una cena tranquila en casa y luego ver una peli. Por su lado Noe solo pensaba en follar, todo lo demás era secundarío.
Al final Marc tuvo que pensar un rato para buscar un plan que reuniera todas las características para que sus tres novias estuvieran contentas. Eso fué la primera señal de que aquello no iba a salir bien. Era solo cuestión de tiempo.
  • Vale! Entonces… ducha, os preparo la cena a las tres, vemos una peli juntos en el sofá y folleteo para terminar? Así os parece bien?
Las tres chicas asintieron y mientras todos se quitaban la ropa camino de la ducha se dijeron bonitas y cariñosas palabras de amor. Mientras Marc se dejaba enjabonar por las tres pensó que quizás tampoco estaba tan mal eso de tener tres novias al mismo tiempo. Sí, lo sé. Hace diez minutos pensaba lo contrario. Pero es que estaba hecho un lío. ‘Triplemente’ confuso.

Mientras ‘Aquaman’ al que Guille apodaría posteriormente así, al enterarse de que estaba entre tantas aguas que ya se había convertido en el rey de los siete mares; intentaba aceptar su nueva situación. Andrés servia copas cómo un loco en el ‘Vercettis’. En su vida había trabajado tanto y tan deprisa, aunque a su favor, hemos de decir que estubo a la altura de los acontecimientos.
  • Cómo va hermosura? Todo bien? - le dijo Masi esperando a que Manolo preparase dos shots de Bourbon.
  • Estresao Masi… jajaja… pero manteniendo el tipo! - Andrés chocó los cinco con la simpática andaluza.
  • Oye! - dijo la rubia antes de salir disparada hacía su mesa - por qué no te baja’ un par de copa’ abajo y así ves a la Mónica? Enga’… que yo te cubro guapetón.
  • Estás segura Masi? Estamos a tope! - preguntó él respetuosamente.
  • Ya voooooy encanto! - gritó ella a los exigentes clientes. - Dale cariño… pero no tarde’ mucho vale?… Un segundito mi alma que solo tengo do’ mano…
Andrés agarró dos cervezas frías con una mano y le dió las grácias a su compañera que seguía atendiendo sin parar a la gran multitud de manos levantadas que requerían de su atención con máxima urgencia.
  • Contraseña? - preguntó Guille tras sus gafas de sol, delante de la puerta oculta que daba paso al sótano.
  • Guille… soy yo, Andrés… - sonrió amablemente el chico intentando saltarse el control.
  • Contraseña? - volvió a repetir poniendole una mano en el pecho, sin perder ni una pizca la seriedad de su rostro.
  • Valeeeee… a ver cómo era… - Andrés sacó un papel arrugado del pantalón. - Donde la sombra de Kefrén desafía a la de su padre, la entrada se revelará.
  • Solo cuando la más pequeña mire al sol sin sombra, el camino del faraón se abrirá. - respondió Guille al que no le hacían falta chuletas.
  • Entonces, que se alce la voz del granito y tiemble la arena bajo los pasos del iniciado.
  • Puedes pasar - dijo Guille totalmente serio. Accionando un mecanismo se abrió la puerta oculta y Andrés se dispuso a bajar.
  • Oye Guille! - dijo riendo el jóven chico que se apresuró en guardarse el papel otra vez. - No crees que es excesiva toda esta seguridad?
  • No es mi decisión, solo cumplo ordenes. - dijo sin mirarlo y volvió a cerrar la puerta.
Mónica se puso muy contenta al ver a Andrés aparecer por las escaleras. Ella esperaba detrás de la cortina a que terminase el pase de la película que se estaba retransmitiendo en ese momento. Andrés le sonrió mostrando las dos cervezas mientras pasaba entre las mesas de juego dónde Laia y Marta trabajaban ajetreadas pero eso sí, sin perder jamás la sonrisa de sus caras.
  • Y estooo? - dijo ella haciendo ‘chin chin’ con el encantador chico.
  • Bueno… he pensado que te iría bien un pequeño descanso… cómo va? - dijo abriendo ligeramente la cortina. La sala estaba llena de pajeros dandose placer mientras veían la peli lésbica de Laia. La pequeña sala olía muy fuerte a semen y aparte de los gemidos de las cichas solo se escuchaban el sonido de las pajas.
  • La verdad que estamos haciendo mucha caja - sonrió ella mostrándole la urna de metraquilato llena se billetes. - Y tengo el siguiente pase completo ya! Jajaja
  • Qué peli es la siguiente? - preguntó Andrés dándole un trago a su cerveza.
  • No sé si poner los cortos de Marta haciendose pasar por Roro o la mía en el provador con mi hermana y Marc. - Decía ella mirando los videos en el portátil.
  • Oye! Pon la del provador y me quedo a verla, almenos un rato hasta que me reclamen arriba…
  • Jajaja vale! - Mónica lo miró asombrada y sin dejar de esbozar una gran sonrisa.
  • Qué pasa? - preguntó él extrañado.
  • Nada… es que… eres tan diferente a tu hermano. Creo que no eres consciente de lo distintos que podéis llegar a ser.
  • Ah si? Bueno… no sé. Jamás me lo había planteado la verdad, solo espero que eso sea algo bueno jaja
Mónica le dió un piquito en los labios. Andrés no era consciente realmente de lo bueno que era el hecho de que su hermano y él fueran como la noche y el día. No podemos decir que la hermana de Noe sintiera algo por el chaval, almenos por ahora, pero estaba claro que si eso era lo que él pretendía, iba por muy buen camino.

Lejos, en el hospital del pueblo de los padres de Andrés. Martin seguía inconsciente bajo la atenta mirada de sus preocupados progenitores. Solo quedaban 24 horas para que despertase, solo un día más de calma antes de que empezasen los problemas. Cómo dirían los Stark ‘Winter is Coming’ y estaba claro que ‘The North Remembers’

Ajenos a las turbulencias que estaban por llegar, los ‘Custodes’ celebraban orgullosos contando la caja que habían hecho aquella fructuosa noche de sábado. Si seguían con ese ritmo se iban a hacer de oro y eso que no tenían en cuenta todo el dinero que estaban ganando con las cuentas de onlyfaps de las chicas, sobretodo con la de Marta, apodada ya por la comunidad de internet cómo la ‘Porno Roro’.

Por su lado, Marc el cúal se había obligado a cambiar los planes de aquella noche por culpa de la insitencia de sus tres novias, miraba desnudo una peli con ellas tres, también desnudas, abrazadas a su cuerpo. Qué podía imaginar él que una tormenta de dimensiones descomunales estaba a punto de estallar sobre sus felices y tranquilas vidas.

Continuará…
 
Buenas Gente! Y feliz Solsticio de Verano. Espero que hayáis ahuyentado a los malos espíritus en vuestras hogueras. Viva las fiestas paganas y que le den por culo a San Juan Bautista jajaja. Deseo que no tengáis mucha resaca y que acabéis de pasar una buena semana, os dejo nuevo capítulo de…

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 29 - Poción Multijugos


‘Ding - Dong’
  • Estás seguro que es aquí Guille? - preguntó Jordi en frente de la fachada del local dónde los dos esperaban a que abrieran la puerta.
  • Es que acaso no ves el emblema de la casa Ravenclaw situado al lado de las grandes letras dónde se puede leer claramente R-A-V-E-N…
  • Vale, valeeee! Me ha quedado claro. Por qué estás tan molesto? No te entiendo.
  • Por qué estoy….? Venga colega… no me jodas - Jordi jamás había visto tan cabreado a su rechoncho amigo. - Esta debería ser mi fantasía… no la tuya.
  • Eh eh! Para el carro que a mi también me flipa Harry Potter… soy muy fan para que lo sepas.
  • Ah! Si? Eres muy fan? En serio? Dime a ver… ¿Qué planta utiliza Neville Longbottom para salvar a Ron y Harry del ahogamiento en el Torneo de los Tres Magos?
  • Eeeeeehh… mmmmm…
  • Venga va, una más fácil… ¿Cómo se llama la poción que obliga a quien la toma a decir la verdad?
  • Esa es fácil - dijo una chica vestida de uniforme que acababa de abrir la puerta. - Veritaserum
  • Mierda… lo estaba a punto de decir… - rió Jordi ofreciendole la mano a la chica.
  • Si ya… malditos Muggles - Guille seguía mosqueado. - Hola Silvia, cómo va?
  • Bien Guille… cómo siempre, pasad vamos…
Los chicos entraron dentro del local. Por lo visto la ‘Potter manía’ era más fuerte de lo que muchos imaginaban. Según le contó Guille a su inexperto amigo, eran muchos los locales de ese tipo en la ciudad, dónde los fans más aferrimos se juntaban en sus salas comunales para rolear y prepararse para los partidos de Quidditch.
  • Y cómo lo hacéis para volar en vuestras escobas? - preguntó Jordi intentando hacerse el gracioso con la chica, provocando un suspiro de agotamiento por parte de su amigo.
La chica se dispuso a enseñarles el local, antes de entrar dentro la aldaba en forma de águila les preguntó con una voz previamente grabada: “¿Qué fue primero, el fénix o la llama?” y la chica contestó “Un círculo no tiene principio” y así pudieron acceder a la sala comunal de Ravenclaw.
  • Recuerdo que en las películas te pedían una contraseña para entrar… - dijo Jordi sorprendido por el acertijo.
  • Ravenclaw valora la inteligencia y la lógica, no la simple memorización. Así que cualquier estudiante de esta casa debe usar su ingenio para entrar. - le explicó amablemente la chica.
Jordi alucinó al entrar dentro de la sala, no tanto cómo su amigo que ya había estado allí antes en muchas ocasiones. Parecía que estuvieran en una torre circular, amplia y aireada, con ventanas arqueadas que ofrecían una espectacular vista de las montañas que rodeaban el castillo. El cartón piedra del paisaje daba bastante el pego. El mobiliario era elegante, de estilo antiguo, y había una estatua blanca de mármol de Rowena Ravenclaw sobre una repisa, que llevaba una diadema esculpida sobre la cabeza.
  • Entonces Silvia… - preguntó Guille a su vieja conocida. - No hay problema en dejarnos la sala esta noche verdad?
  • Para nada Guille, mientras me la dejéis limpia y tal cómo está ahora es toda vuestra - le dijo dándole las llaves. - Además despúes de la ‘donación’, que nos habéis dado, deberíamos dejaros el local hasta fin de año jajaja.
La amable chica dejó a los chicos dentro y se fué. Jordi se sentó en un cómodo sofá contemplando maravillado aquella preciosa sala.
  • Es impresionante lo bien recreada que está, es igual a cómo lo describen en los libros…
  • Ah sí? - Guille no soportaba a los falsos fans, era muy exigente con ese tema, además parecía que se había levantado con el pié izquierdo aquella mañana de domingo. Quizás tuviera algo que ver que a muchos kilometros de ahí, Martin hubiera recuperado la consciencia? Quien sabe.
  • Qué pasa ahooooora? - dijo desesperado Jordi por la mala actitud de su amigo. Se había levantado y observaba la estatua de Rowena muy de cerca.
  • No toques la diadema por Dioooos! - gritó Guille cuando Jordi se disponía a tocarla.
  • Pero que te pasa Guille? No la voy a romper.
  • Pero cómo te puedes considerar fan de Harry Potter colega? No sabes que la diadema es un Horrocrux?
  • Un ‘Horro’ qué? - preguntó Jordi sin entender nada.
  • En serio? Un Horrocrux es uno de los objetos más oscuros y peligrosos del mundo mágico. Es una creación de la magia tenebrosa y su propósito es permitir que el alma de un mago o bruja siga existiendo incluso si su cuerpo muere.
  • Yaaaa… - dijo Jordi bajando el brazo, temeroso de que aquella diadema le pudiera hacer algún tipo de daño. - Perdona colega, no me acordaba. La verdad es que… yo soy más fan de el Señor de los Anillos, sabes?
  • Ah si? Dime a ver… ¿Quién dirigía la defensa del Abismo de Helm antes de que Théoden llegara con los rohirrim?
  • Vete a cagar Guille… hoy estás realmente insoportable.
  • Erkenbrand, señor del Folde Oeste - murmuró Guille entre dientes, mirando con desprecio a ese ‘fake fan’ de pacotilla.
Noe y Marta aprovechaban la mañana para desayunar y ponerse al día de las novedades ocurridas recientemente.
  • Entonces Marc no ha dormido contigo esta noche? - preguntó Marta alucinando por los recientes cambios en la relación amorosa de su amiga.
  • No, hoy le tocaba a Miare, lo echamos a suertes. Mañana me toca a mí y el martes a Gemma. Aunque estamos pensando en que optaremos por dormir todos juntos en mi casa, para tener más privacidad. Quizás les ofrezca que se muden y todo, aún me lo estoy pensando. - Noe se fijó en cómo su amiga la miraba sin entender nada. - Te parece raro verdad?
  • Bueno… - contestó Marta con la voz muy fina y sonriendo de oreja a oreja. - No soy la más indicada para juzgar si algo es normal o no. Recuerda que hace poco le comía la polla a mi novio mientras su padre le reventava el culo.
  • Jajajajaja que animal eres tía! - contestó Noe.
  • Es lo que quieres? Eso es lo único importante. Eres feliz así?
Noe meditó la pregunta, no se lo había planteado hasta ese momento. Todo era tan reciente y tan divertido que no sabía muy bien si le hacía feliz o no. Tan solo se dejaba llevar por la excitante y morbosa idea de compartir a su novio con las que antes fueron sus enemigas, había sido idea de Gemma y aunque al principio no estuvo de acuerdo… eh eh! Espera un segundo…
  • Crees que Gemma trama algo, verdad? - preguntó seriamente rompiendo el agradable clima de la conversación.
  • Tú dirás… - sonrió Marta dándo un trago a su café con leche. - Cuando no ha tramado algo?
  • No… no puede ser. Me dió su palabra… esta vez es distinto.
  • Si tú lo dices… - Marta había sembrado la peligrosa semilla de la duda en su amiga.
La primera reacción de Noe fué negarlo, obviamente. Quería que las cosas fueran bien, tanto con su pareja, cómo con su vieja amiga, así cómo con Miare, que aunque la conociera de hacía menos tiempo y su relación no hubiera sido precisamente la más sencilla, la había perdonado incluso había llegado a apreciarla como persona. Pero desgraciadamente, Marta tenía toda la razón del mundo, no podía fiarse de Gemma por mucho que la quisiera sabía muy bien que era un ‘mal bicho’.
  • Me has dejado ralladísima tía! - confesó Noe dándole una calada a su cigarro mientras no podía controlar los espasmódicos y repetitivos movimientos de su nervioso pie.
  • Tampoco es eso… solo te digo que vayas con cuidado. No quiero que te hagan daño otra vez, lo comprendes verdad?
  • Gracias tía! Eres una buena amiga. - las dos se abrazaron. - Oye y cambiando de tema… cómo llevas lo de ser famosa?
Noe sacó el tema despúes de que durante aquella mañana calurosa de verano, Marta ya se hubiera hecho cinco selfies con cinco tíos distintos. A cada cúal más baboso y más pajero. Además recibía constantes llamadas de podcasts que la querían invitar para entrevistarla, es más, hasta la televisión comarcal se había puesto en contacto con ella. Los fenómenos de internet son así, explotan, hacen mucho ruído durante un tiempo y luego, al cabo de pocos días se desvanecen en el olvido cómo si nada hubiera pasado. Es el mal de la sociedad actual, nada dura por demasiado tiempo. Aunque en aquel preciso caso, a Marta le parecía muy bien que la especie humana no tuviera demasiada memoria histórica.
  • Es un asco… estoy por hacer las maletas e irme a vivir al campo… - se sinceró Marta. - aunque a este paso, mejor será largarme a otro país… deberías haber visto ayer el ‘Vercettis’, me sentí como la Julia Roberts o alguien por el estilo… que agobio chiqui!
  • Jajajaja… que exagerada eres. Aunque si te digo la verdad, un cambio de aires no iria nada mal. - reflexionaba Noe.
  • Lo dices en serio? Por qué yo sí!
  • Marc lleva tiempo diciendome en que nos vayamos a vivir fuera, a un pueblo o algún sitio más tranquilo. Y la verdad que estos días en la montaña me han abierto los ojos.
  • Es que es eso tía! Además ahora no nos tenemos que preocupar por la pasta… imaginate mudarnos los cuatro a un pueblecito perdido por la montaña y ser vecinos. Sería la ostia no? El silencio, la tranquilidad, la paz interior…
  • No suena mal la verdad… no suena nada mal…
Mientras su novia desayunaba imaginando una nueva vida más sencilla y relajada, Marc sudaba la camiseta en el gimnasio. Se había tomado muy en serio lo de ponerse en forma, más ahora que tenía tres novias a las que hacer felices. Además, la multitud de tías buenas en leggins apretados que a su alrrededor hacían ejercicio, le ayudaron mucho a motivarse y ser constante.
  • Ostia! No me jodas… Lisa? Pero que haces aquí? - Marc pausó la cinta de correr y se bajó para saludar a la saxofonista.
  • Que fuerteeee! No sabía que eras del barrio… llevo años viniendo a este gimnasio. - Dijo la chica sonriendo mientras se subía en la cinta de al lado y empezaba a correr.
  • Pues yo me acabo de apuntar… jeje - contestó Marc volviendo a encender su máquina. No podía dejar de mirar cómo botaba ese enorme culo. Años ha dicho? Por el tamaño del monstruoso y flácido pandero, parecía que la chica era un pelín mentirosa.
Estuvieron haciendo ejercicio juntos, durante varias horas. Hablando sobretodo del ‘Vercettis’ y su triunfal inauguración. Aunque sin decirse nada los dos sabían en todo momento que el único deporte que querían practicar juntos era follar. Desde un punto de vista médico y totalmente objetivo, era el mejor método para quemar calorías. Si no me creeís preguntarle a la OMS… a ver que os dicen.
  • Bueno… espero que esta vez me llames eh? - dijo ella picarona mientras se despedía delante de la puerta del vestuario de chicas.
  • Espera un momento… - Marc se acercó a ella y le susurró algo al oído mientras le tocaba la entrepierna sudada por el ejercicio.
Los ojos de la chica gordita lo miraban abiertos de par en par y en su rostro se dibujó una sonrisa juguetona. Abrió la gran puerta de vaivén y entró en el vestuario sin decir nada, quería comprobar si había otras mujeres dentro.
  • Venga pasa… rápido, que no hay nadie jiji - dijo al salir al cabo de pocos segundos.
Marc entró y los dos corrieron hasta las duchas sin perder tiempo, escogieron la que estaba al final del todo, entraron y corrieron la cortina. Se desnudaron rápido sin dejar de besarse, desespersdos por echar un polvo rápido e intenso. Mientras dos mujeres se duchaban intrigadas por los ruidos. Los gemidos de los dos fugazes amantes retumababan en los húmedos baños. Marc la empotraba por atrás sujetando sus caderas mientras contemplaba ese enorme culo blanco rebotar contra su pelvis. Si ya estaba bastante motivado con el tema de ponerse en forma, aquello acabó por convencerlo del todo. ‘Aquaman’ lo había apodado Guillermo verdad? Pues eso iba a hacer, ponerse más cuadrado que el puto Jason Momoa.

Pasó la mañana de domingo, pasó el mediodia y pasó la tarde. Cuando llegó la noche todos los ‘Custodes’ se reunieron dónde Jordi los había citado.
  • Oye Fran no ibais a abrir sábados y domingos? - preguntó Marc mientras esperaban todos juntos frente a la sala común de Ravenclaw.
  • En un principio sí… pero aún lo estamos debatiendo con mi hermano.
  • Buenas Cisco! Cómo va colega? - preguntó Marc sin obtener respuesta, aunque sí un fuerte y amable apretón de manos.
  • Quizás abramos viernes y sábado… ya veremos. Aunque despúes de lo que recaudamos ayer quizás solo abrimos un día a la semana…
  • Ya me ha dicho Guille que fué un éxito rotundo eh! Me alegro colega, de corazón.
  • La verdad que sí tío. Y hablando sobre el tema… ya has hablado con tu jefe? Ya sabes… lo que me dijiste de currar con nosotros y eso…
  • Aún no… ando un poco ajetreado últimamente, ya me entiendes… pero la propuesta sigue en pie verdad?
  • Por supuesto amigo. Nos vendría muy bien tu ayuda, estamos desbordados con tanto trabajo. Ya no es solo la gestión del local, son las ediciones de los vídeos, las cuentas de onlyfaps de las chicas, blanquear el dinero que ganamos con el casino ilegal y el cine porno… es una locura.
Marc no había sido sincero, se había olvidado completamente de su propuesta de trabajar junto a los gemelos, posiblemente la droga que les había puesto Rosa en las bebidas tuvo algo que ver.
  • Cómo va Sister? Todo bien con Andrés? - Noe se sentó junto a su hermana en el bordillo de la acera.
  • Bien la verdad, el chaval es un encanto. Se porta fenomenal conmigo…
  • Y en la cama qué? A mi me pareció que tenía potencial la verdad.
  • Qué zorra eres jajaja… - dijo Mónica golpeando el hombro de su hermana. - me lo estoy tomando con calma, no quiero colgarme de otro tío ahora. Y menos del hermano de mi ex, es un pelín raro no crees?
  • Si yo te contara sister… si yo te contara…
Mientras Noe le explicaba a su hermana su nueva relación en la que al parecer se había convertido al islam y ahora era una de las mujeres del total de tres que tenía Marc. Mónica no salía de su asombro. A la ‘reina caída’ no le sorprendió que su hermana le diera el mismo consejo que su amiga. “Andate con cuidado con Gemma, ya sabes cómo es”
  • Oye tú cara me suena! - dijo Marta entablando conversación con Lisa, la saxofonista del ‘Vercettis’
  • Si claro, soy de los ‘Crossroads’, el grupo que toca cada noche en el club - explicó la chica gordita - me llamo Lisa.
  • Ah siiii! Ahora caigo. Y cómo es que has venido? - preguntó amablemente ‘Dulce Dolor’.
  • Marc me ha invitado, dice que vais a dar una fiestecita…
  • Entonces sabes de que van nuestras quedadas verdad? - intuyó Marta al ver cómo esa alegre chica de desmesuradas curvas había dicho ‘fiestecita’
Lisa le confirmó que había sido preavisada y luego confesó que se sentía un pelín nerviosa por ver que sorpresa había preparado Jordi aquella noche. Al poco rato las demás chicas se juntaron y le dieron la bienvenida al grupo formalmente. A este paso sus quedadas se iban a convertir en un congreso cada vez que se reuniesen. Empezaron siendo siete y en pocas semanas ya habían doblado el número de integrantes.
Sabéis el trabajo que supone esa cantidad de personajes para un narrador? Ni os lo imaginais.

Lisa entre otras cosas aprovechó el momento para darse a conocer. Dónde vivía, de que se ganaba la vida y porqué su grupo se llamaba ‘Crossroads’.
  • Es por la leyenda de Robert Johnson. Hace referencia al mítico "cruce de caminos" donde se dice que vendió su alma al diablo para tocar blues.
  • Cómo? - preguntó Laia curiosa, le encantaban las leyendas, de todo tipo. - No conozco esa historia…
  • Os contaré la leyenda porqué es buenissima. Johnson quería convertirse en un gran ‘bluesman’, pero no tenía suficiente talento. Según testigos de la época, era un guitarrista mediocre cuando era adolescente. Tocaba en calles y en fiestas, pero a nadie le impresionaba. Después de ser rechazado en varios locales de Mississippi, desapareció por un tiempo. Algunos dicen que unos meses, otros que un año. Quien sabe la verdad? Lo único que se sabe es que cuando regresó… su forma de tocar era sobrenatural. Tenía un dominio de la guitarra que nadie podía entender. Sonaba como dos guitarras a la vez, con una coordinación rítmica y melódica increíbles. Cómo era posible que aquel guitarrista del montón se hubiera convertido en un prodigio en tan poco tiempo? La gente decía: ‘Una noche, fue a un cruce de caminos, donde se le apareció el Diablo. Este afinó su guitarra y, a cambio de su alma, le otorgó un talento sobrenatural para tocar.’
Las chicas escuchaban esa historia absorvidas por la forma de narrar de aquella simpática e ilusionada muchacha.
  • En el sur profundo de los Estados Unidos, durante los años 20 y 30, se decía que si eras un músico sin talento, pero desesperado por ser grande, podías hacer algo impensable... Tenías que caminar solo, a medianoche, hasta un cruce de caminos perdido, en algún lugar sin concretar del Delta del Mississippi, y esperar ahí con tu guitarra. Algunos decían que tenía que ser un cruce específico, cerca de Clarksdale. Otros, que no importaba cuál, mientras estuvieras dispuesto a pagar el precio. Y entonces, cuando el reloj marcase la medianoche, aparecería un hombre. No cualquier hombre. Algunos lo describían como alto, con un sombrero negro y un perro infernal a su lado. Otros decían que no tenía sombra, o que su voz era profunda como un trueno lejano. Este hombre tomaba tu guitarra, la afinaba cuidadosamente, rasgueaba unas notas, y te la devolvía. En ese momento, tu alma ya no era tuya. Acababas de hacer un pacto con el mismísimo Diablo.
  • Menuda historia, es muy buena Lisa. Entonces lo de ‘Crossroads’ es por el cruce de caminos de esa leyenda? - preguntó Mónica.
  • Exacto! Aunque tranquilos que nosotros no hemos hecho ningún pacto con el señor de las tinieblas, eh! Es todo talento natural. - dijo ella dándose dos golpecitos con el puño sobre el corazón.
Las chicas rieron y estuvieron todas de acuerdo en que aquella simpática y gordita chica iba a ser una muy buena incorporación al grupo. Marc por su lado seguía hablando con Fran y Andrés, esperando a que Jordi abriera las puertas del local. No podía quitarle los ojos a aquellas dos grandes nalgas que ahora, al no estar Rosa, eran las más enormes del grupo. Y es que tanto ‘Vendetta’ como ‘Patter familie’ se habían quedado en casa. Demasiado ajetreo para los viejos, que necesitaban más tiempo de descanso que los jóvenes.
  • Hola chicoooos! Y chicaaas jeje - Guille salió del local disfrazado de elfo doméstico. Al juzgar por su enorme sonrisa ya se le había pasado el mosqueo de la mañana.
  • Buenas gente! - Jordi también salió vestido de uniforme, aunque le iba bastante pequeño. - Vaya aún falta gente por lo que veo…
Todos se reunierón alrrededor de los dos estudiantes de Howarts y le preguntaron a Jordi quien faltaba, si estaban todos allí. Al ‘bilingue’ no le dió tiempo a responder porqué de repente un grupo de aproximadamente veinte o treinta hombres volteó la esquina de la calle dónde estaba la casa comunal.

Los ‘Custodes’ más antiguos reconocieron a algunos de ellos. Eran los colegas de pajas de Jordi aunque esta vez habían muchos más que la última vez que se vieron y entre ellos habían bastantes caras nuevas.

Los dos grupos se mezclaron entre sí y estuvieron un tiempo presentandose y recordando lo buena que fué la noche del ‘Doctor Amor’. Las chicas se sintieron en poco tiempo cómo auténticas diosas, rodeadas de admiradores y fervientes adoradores. Sobretodo Marta, que enseguida la reconocieron y tuvo que hacerse bastantes fotos con sus fans sin perder jamás la sonrisa y los buenos modales.
  • Bueno… atended! Eh chicos! Vengaaaaa… - Jordi intentaba que le prestasen atención pero no había manera.
  • SILENCIOOOOO! - gritó Dobby como lo hizo Dumbledore en la película del Cáliz de Fuego. No era canon, ya que en los libros Dumbledore jamás perdía la calma, pero era necesario.
  • Ahora! Por fin! - supiró Jordi. - Bueno, bienvenidos todos a la sala comunal de Ravenclaw, esta noche os convertireis en alumnos de Howarts, así que entrad y poneros los uniformes.
Todos entraron dentro mientras Jordi saludaba cómo buen anfitrión uno por uno. Dió gracias que el local fuera grande, ya que eran muchos más de los que había previsto, aunque no estaba seguro si habría suficientes uniformes para todos. Cuando cerró la puerta les recordó a todos que no debían llevar nada debajo de la túnica.
  • Vale los chicos os quedáis aquí! Las chicas conmigo vamos! - ordenó Jordi llevándoselas a una sala apartada.
  • Dónde vamos? - preguntó Lisa. Pero ninguna supo que constarle.
Jordi esperó a que las ocho chicas entrasen dentro del pequeño cuarto y cerró la puerta. Luego con una gran sonrisa se dirigió hacía una bolsa de mano negra que estaba encima la mesa. La abrió y les enseñó con ilusión lo que había comprado para ellas.
  • Ostiaaa! Parecen reales… - dijo Noe sujetando una polla gigante en sus manos.
  • Son lo último en el mercado, me han costado una pasta jajaja.
  • Pero… están flácidas - observó Marta pensando que así no valían para nada.
  • Pruebatela cariño y te explico cómo funciona.
Marta se quitó el vestido y se bajó las bragas. Se dispuso a atársela, pero no sabía cómo. No tenía correas ni nada que la pudieran sujetar a su cintura. Su novio rió observando su expresión confusa y se dispuso a ayudarla. Retiró un film de la base del pene y se lo pegó a su entrepierna. Cuando terminó las demás chicas se quedaron alucinadas.

Marta empezó a mover su cintura y el gran pene flácido iba de izquierda a derecha, incluso los huevos que colgaban se movían.
  • Vaya tela Jordi! - decía Noe de cuclillas acariciando el pene de su amiga - Parece una polla real, es una pasada…
  • Y eso no es lo mejor. - Jordi se arrodilló y pulsó el tésticulo izquierdo. - Mirad esto…
Las chicas contestaron con un gran ‘Uaaauuu!’ cuando la polla de Marta empezó a ponerse erecta y los huevos se pusieron duros. El tamaño era exagerado, incluso para Noe que estaba acostumbrado a las tallas XXL.
  • Que morbazo! - dijo Marta pajeandose su enorme rabo. - Y que hace si pulso el otro tésticulo?
  • Espera cariño, noooo…
Marta apretó el huevo derecho y su enorme polla empezó a soltar lefazos sobre la cara de su novio y de su amiga. Ella reía intentando parar la corrida, pero ya era demasiado tarde.
  • Lo siento amor…
  • No te preocupes - dijo Jordi limpiandose la cara. - Ahora la relleno otra vez, no hay problema mi vida!
  • Quitaaaa… jijiji- dijo Marta cuando su novio intentaba darle un piquito con su cara llena de corrida.
El enorme grupo de chicos esperaban ya vestidos con sus uniformes, en la sala común de Ravenclaw. Estaban ansiosos por empezar y deseaban que las chicas llegasen cuanto antes. La conversación era alegre y dinámica y se notaban los típicos nervios, previos a salir a escena. Fran hablaba muy animado con <Pollón22>, por lo visto se conocían de alguna partida de rol.
  • Oye Hermano! - le dijo Marc a Guille - quiero decirte que estás realmente espectacular.
  • Gracias Hermano! - sonrió el elfo doméstico dejando que su buen amigo le acariciase las orejas.
  • Te has maquillado tu solo? Es que estoy flipando.
  • Claro! Si vieras mi estuche de maquillaje alucinarias. - Dijo Dobby muy alegre porqué alguien valorase el esfuerzo que había hecho. - Aunque espero que no tarden demasiado, empieza a picarme todo jaja.
De momento iban a tener que esperar, primero debían recibir las instrucciones de Jordi sobre lo que tenían que hacer.
En esta conversación también estuvieron presentes las dos Marías que se encargarían de grabarlo todo. Miare se centraría en los chicos y Masi haría el seguimiento a las chicas.
  • Niña! En la próxima reunión - dijo Masi preparando su cámara - Hay que proponé que nos turnemo’ con esto de grabá…
  • Totalmente de acuerdo tía! - rió Miare que estaba harta de estar siempre al otro lado. En pocos minutos estaba todo listo para empezar.
La sala común de Ravenclaw estaba repleta de estudiantes pasando el rato. Habían terminado las clases de ese día y los alumnos se relajaban y charlaban tranquilamente en el gran salón. Jordi y Marc entraron los últimos, acababan de salir de la clase de pociones.
  • El profesor Snape es un tostón colega! - decía Jordi mientras tiraba los libros sobre una pequeña mesa.
  • Ni que lo digas… - Marc se dejó caer agotado en un sofá dónde había otros dos chicos sentados. - Aunque tú has tenido suerte colega, almenos Hermione se ha sentado a tu lado…
  • Ya ves… no me he podido concentrar ni un segundo - Jordi empezó a acariciarse la polla por encima de la túnica. - Lo que daría por una mamada de esa zorra… - Los dos amigos empezaron a fantasear entre ellos con las guarradas que le harían a la jóven bruja. Provocando que los demás alumnos se unieran a la conversación y se fueran poniendo todos cada vez más cerdos y más empalmados.
Miare hizo varios planos de los númerosos rabos tiesos que crecían bajo las túnicas de los chicos.
  • Oye Dobby! Te queda algo de esa poción multijugos? - le preguntó Jordi a Guillermo mientras acariciaba la punta de su prepucio por encima de la tela
  • Sí amo, siempre tengo una preparada. Nunca sabes cuando la vas a necesitar. - Guille hablaba igual que el elfo de las películas. Era asombroso.
  • Veo por dónde vas… pero necesitamos algo de ella para que funcione no? - dijo Marc que se rozaba el tronco de su rabo con la palma de su mano por encima del uniforme.
Jordi sonrió y les mostró a sus amigos un pelo que acababa de encontrar pegado a su uniforme que seguramente se le había caído a Hermione en el aula de pociones. Y antes de que sus compañeros pudieran celebrarlo, sacó un frasco de ‘Felix Felicis’, o cómo todos lo llamaban ‘suerte líquida’.
  • Cómo diablos has conseguido…? - preguntó Marc con los ojos muy abiertos.
  • Se la robé al profesor Horace esta mañana jajaja. - rió Jordi haciendo mover el pequeño frasco de cristal.
Los chicos se arrimaron junto al mago ladrón para poder contemplar de cerca aquella extraordinaria poción. El afortunado o afortunada que la tomase le saldría todo bien durante un día, obteniendo, al instante, una suerte extraordinaria.

Los chicos que ya estaban imaginando la juerga que se iban a correr esa noche, pensaron entre todos un plan que llevar a cabo. Al final decidieron que les darían de beber la poción a sus compañeras de Ravenclaw para que se transformasen todas en Hermione y luego que Jordi tomase la ‘suerte líquida’ para que tuvieran ‘suerte’.

El elfo puso el pelo dentro de su poción multijugos del que salió un espeso humo y luego se la entregó a Andrés. El jóven estudiante, que previamente había preparado una bandeja con seis tazas llenas de té, puso una gotita de la poción en cada recipiente.
  • Suerte colega! - Le deseó Fran mientras el chico subia las escaleras hacía el dormitorio de las estudiantes de Ravenclaw.
  • No te la tomes aún! - gritó Marc que no pudo evitar que su amigo se tomase la poción de la suerte antes de que ellas tomaran las tazas de té.
  • Qué más da?… - respondió el ‘bilingue’.
En el dormitorio de las chicas, mientras Masi grababa lo que sucedía, ellas hablaban sentadas sobre sus camas y tomaban la caliente bebida que Andrés les había subido.
  • Que bueno está! - decía Mónica dándo un trago.
  • Hace… calor? O me lo parece a mí? - comentó Laia que ya se había terminado el suyo.
  • Ooooh Diooos! Qué está pasando?
Marta, asustada, dejó caer su taza vacía al suelo y se puso de pié. Debajo de su túnica algo estaba creciendo muy rápidamente.
  • Pero… que es estooo? - Gritó Lisa que sentada en su cama le estaba pasando exactamente lo mismo. Sin duda tenía un talento innato para la interpretación. Era una artista multidisciplinar. Música, Cine, Porno…
Las seis chicas se pusieron de pie y formaron un círculo. Estaban nerviosas y austadas mientras se miraban unas a otras aquellos bultos enormes que levantaban sus túnicas dos palmos del suelo. Ninguna se atrevía a ser la primera en levantarse el uniforme para ver que sucédia allí abajo.
  • Un momento! - dijo Gemma que se olía algo y acercó la taza vacía a su nariz - Pocíon multijugooos! - susurró dándose cuenta de lo que estaba sucediendo.
Los chicos, que esperaban abajo muy excitados a que las seis Hermiones bajasen del dormitorio con muchas ganas de follar, se quedaron sorprendidos al verlas aparecer en la sala común. Qué había pasado? Seguían siendo las mismas de siempre.
  • A ver… quien ha sido el gracioso? - gritó Noe enfadada con sus compañeras detrás, señalaba el bulto empalmado debajo de su túnica.
Marc se tapó la cara mientras negaba con la cabeza. Sabía que no había sido buena idea que su amigo se tomase la ‘suerte líquida’ tan pronto. Con lo que le gustaban las pollas. En realidad el pelo que habían metido dentro era de Hermione, pero la poción que había tomado Jordi había hecho su mágia y ahora las chicas tenían los varitas más grandes y duras de toda la escuela de mágia y hechiceria.
  • No lo preguntaré otra vez! - volvió a decir Noe con los brazos cruzados y el pollón señalando a Hogsmeade.
Todos los chicos señalaron a Jordi sin pensarlo. Menuda camaradería de mierda, lo delataron a la primera de cambio. Noe se acercó rápida y mosqueada hacía el chistoso mago y se puso de pié enfrente. Él, sentado en el sillón, empezó a sudar sin poder dejar de mirar aquel bulto enorme delante de su cara.
  • Yo… lo… lo siento! - tartamudeo agarrandose a los reposabrazos mientras Noe se acercaba cada vez más.
  • Qué lo sientes? Mira que has hecho! - la ‘reina caída’ se levantó la túnica de golpe hasta la cintura y mostró su rabo inmenso a todos los chicos. - Crees que es normal?
  • No… es… es muy… muy grande - Jordi seguía erecto con unas ganas irreflenables de empezar a mamar.
  • Qué hacemos ahora nosotras? - gritó Marta acercándose.
  • Esoooo! Cómo hacemos para que se hagan pequeñas? - añadió Gemma que se sentía muy incómoda al andar con ese mamotreto entre sus piernas.
De repente Jordi se abalanzó sobre la polla de Noe y empezó a chuparsela. Lo hizo mirandola a los ojos mientras se subía la túnica y se masturbaba como una perra obediente.
  • Ufff! No pares… que bien sienta estooooo… ooooh! - gemía Noe sujetando la cabeza del ‘bilingue’ muy excitada. - Chicaaaas… tenéis que probar esto… jodeeer que rico!
Ellas se miraron entre sí y sin decirse nada, estuvieron de acuerdo en que también querían probarlo. Escogieron a un chico al azar, al que tenían más cerca y se subieron las túnicas para que ellos les mamasen sus monstruosas pollas.

Masi y Maire iban cómo locas filmando aquel festival de rabos, había demasiada gente y se estaban descontrolando. Muchas voces al mismo tiempo, tíos que se cruzaban por delante de la cámara tapando la escena, empujones, enfados… No era profesional, alguien tenía que poner orden.
  • Vale! Alto! - dijo la rubia al fin, bajando la cámara. - A ver las chicas y vosotros poneros aquí. - ordenó dirigiendose al grupo de amigos. - Y los demás alrededor… noooo. Así no, siempre a favor de cámara, por favor.
Con unas cuantas indicaciones y moviendo un par de sofás quedó todo a su gusto. La escena principal serían los ‘Custodes’ follando y alrrededor los amigos de pajas de Jordi masturbandose. Masi hizo una cuenta atrás con los dedos y siguieron grabando.

Jordi se puso a cuatro patas sobre la alfombra enfrente de la chimenea. Se había levantado la túnica y ofrecía su culo a su novia.
  • Ven aquí! - dijo ella introduciendo su rabo dentro del ojete de él. Pensó que le haría daño, pero al ver su cara de placer, empezó a empotrarlo salvajemente.
Guille, completamente desnudo, excepto por un calcetín viejo que se dejó aproposito en forma de guiño para aquellos que sepan entender, se arrodilló detrás de ella y besándole el cuello le quitó lentamente su túnica. Le acariciaba las tetas y buscaba desesperadamente su coño para penetrarla, pero no lo encontraba. La prótesis que llevaban las chicas le tapaban sus coños por completo. Así que no le quedó más remedio que follarla por el culo.
  • Máaas lento Guille! Ooooh… dios míoooo! - gritaba Marta con los ojos como platos mientras las empotradas salvajes del friki la empujaban a penetrar más fuerte el culo de su novio.
De repente, Cisco, que no había presentado jamás en su vida ningún tipo de interes en los hombres, decidió que quería una buena mamada de su amigo. Así que se puso de rodillas enfrente de Jordi y le acompañó la cabeza para que él se intodujera su rabo dentro de la boca.

-… - dijo Cisco observando cómo su enorme polla desaperecía en la boca húmeda de su colega. Se había propuesto probar cosas nuevas y lo estaba cumpliendo. Quizás sería buena idea probar de hablar no? Cómo lo ves compadre?

Alrrededor de ellos una multitud de hombres se masturbaban juntos sin parar, con sus miradas perdidas, sus cuerpos desnudos y empezando a sudar. Marc, por su lado, se había apoderado de un sillón. Se sentaba cómo si fuera el directos de Howarts mientras Lisa, de espaldas, cabalgaba su polla con su enorme culo. La saxofonista nunca había practicado el sexo anal pues le daba respeto, pero por la expresión de su cara, parecía que le encantaba. Mientras sus tetas enormes botaban, su polla rebotaba contra la cara de Noe. Que de rodillas en el suelo se masturbaba mientras intentaba mamar ese enorme rabo que se le escapaba todo el rato. Gemma, de pié al lado del sillón dejaba que Marc le mamase la polla mientras dejaba que un par de chicos se masturbasen en su culo.

Justo al lado de ellos, Laia, apenas visible con tanto rabo a su alrrededor, estaba tirada panza arriba sobre un sofá de tres plazas. Tenía la polla de Fran en su cara y mamaba muy cachonda mientras dejaba que Andrés le follase el culo al mismo tiempo que le pajeaba su enorme polla empalmada. Alrrededor de ella varios chicos se masturbaban y golpeaban sus rabos duros y erectos contra las enormes tetas de la amazona.

Por último, aunque no menos importante, Mónica atendia a los numerosos amigos del club de pajas. Estaba de pie, desnuda y rodeada de hombres sudados y erectos. Iba loca enrrollandose con todos ellos mientras la sobaban y manoseaban. Le acariciaban los pechos, le tocaban las nalgas, le metían lengua por todos lados, incluso uno se puso de rodillas a chuparle la polla. De repente, <BarrigayPolla> la tiró sobre la alfombra al lado de Jordi y empezó a penetrarla muy duro por el culo.
Masi aprovechó para filmar desde arriba como era rodeada por todos ellos. Se puso muy cachonda al ver la cara de placer y dolor de su amiga, mientras los pajeros se pelaban por su boca y sus manos.
  • Me corro, me corro! - gritó Marta accionando su testiculo derecho. Sacó su rabo del culo de su novio soltando lefazos y empezó a correrse sobre su culo y su espalda.
Cisco que ya no podía más, agarró con las dos manos la cabeza de Jordi y sin sacarla de dentro de su boca se corrió poniendo sus ojos en blanco. Jordi se corrió sobre la alfombra mientras la lefa de su amigo salía por la comisura de sus labios. Dobby llegó en el mismo momento y poniendose de pié, apoyó su rabo en el hombro de Marta y se corrió en la espalda de Jordi mientras ella le pasaba la lengua por el ancho y largo tronco de su rabo palpitante.
  • Ooooh! Dame más fuerte! Así siiii! - Gritó Lisa mientras Marc se follaba su culo violentamente. Podía sentir su rabo duro dentro y sus manos apretando sus carnes fuertemente.
  • Mueve el culo perraaa! - gritaba Noe dándole cachetazos.
  • Dioooos me corroooo! - gimió Marc. Levantó el culo de Lisa y sacó su rabo babeando. Ella se sentó sobre sus muslos y empezó a correrse sin tocarsela mientras se agarraba las enormes ubres y se las metía en la boca.
Miare grabó aquella corrida en un plano contrapicado, evitando que la lefa no callera sobre el objetivo. Noe y Gemma que estaban cada una a un lado del sillón, empezaron a correrse sobre él mientras Marc con su polla dentro de las nalgas de la gorda saxofonista lefaba como un animal.

Laia y Mónica que se habían puesto de rodillas, fueron rodeadas en círculo por Fran, Andrés y casi los treinta colegas de pajas de Jordi. Mientras actibaban sus protesis y soltaban enormes cantidades de lefa, dejaron que ellos les hicieran un enorme bukake, quedando bañadas en una piscina de caliente y espeso semen.

Masi y Miare hicieron unas últimas tomas de aquella abismal y caliente orgía que acababan de correrse. Mientras Guille, aún con su respiración agitada, observaba la cantidad ingente de esperma que había por todos lados y que deberían limpiar, recordando lo que le había prometido a su amiga Silvia horas atrás.
  • Aaayy! Cuidado tía que me haces daño! - se quejó Marta mientas Gemma le tiraba de la polla.
Mientras los chicos comentaban la jugada, ellas intentaban sacarse las protesis. Pero no podían. Seguían pegadas.
  • Oye! Pues yo podría acostumbrarme a llevarla siempre. - Dijo Lisa paseando con su polla aún empalmada entre la multitud.
Cuando pasó por delante de Marc este se la quedó mirando embobado. Aunque presumía de rabo lo que realmente le interesaba a él era la parte posterior. Ese enorme y gordo culo iba a ser su perdición. Ella le lanzó un beso moviendo exageradamente sus caderas al andar para que el rabo se moviese de lado a lado y entonces a ‘Aquaman’ se le encendió una bombilla. Ya sabía que hacer en su próxima fantasía.
  • Para Gemmaaa… no seas animal! - dijo Jordi acercandose a su novia. Seguían casi todos desnudos. - Tienes que ponerle este líquido para quitar el pegamento, traeeee…
Jordi abrió un pequeño sobre, como esos de mostaza de las cadenas de comida rápida.
  • Gracias vida! - dijo Marta dándole un beso en la mejilla.
  • Primero de todo hay que ponerla en reposo - pulsó el testículo izquierdo - y luego un chorrito y… et voilà! Listo.
Marta aplaudió mientras su novio sujetaba con delicadeza la protesis. Ayudó a las otras cinco chicas a quitarselo y se las llevó para guardarlas con mucha delicadeza, cómo quien lleva a un recién nacido en brazos o una botella de vino super cara.

Al llegar al pequeño cuarto dónde los Ravenclaw guardaban sus uniformes se topó con Guille en el lavabo quitandose el maquillaje.
  • Qué colega? Ha estado bien verdad? - le preguntó mientras introducía con delicadeza los penes de nuevo en la bolsa.
  • Baaaah! Sí, no ha estado mal… supongo… - mintió Guille mirandose en el espejo y pasandose una toallita húmeda por la cara. Seguía ofendido y no quería darle la razón.
  • Venga ya Guille! Pero por qué te jode tanto? No lo entiendo colega, ha estado genial. La ambientación, la história… he sido respetuoso con el ‘lore’…
  • Este es mi mundo no el tuyo! - gritó interrumpiendolo y girandose hacía Jordi - Yo soy el friki, no tú… - aunque estuviera cabreado sus orejas y su nariz puntiaguda no le daban ningún tipo de credibilidad.
  • Es que acaso tienes el monopolio del ‘frikismo’ o qué? Yo también tengo derecho a…
  • Da igual… no espero que un ‘Nomag’ cómo tú lo entienda - cerró la puerta del baño y siguió desmaquillandose.
Marc entró justo en ese momento, había escuchado la conversación a gritos entre sus dos amigos.
  • Qué pasa? Por qué se ha mosqueado? - dijo vistiendose y encendiendose un cigarro.
  • Aquí no se puede fumaaaar! - se escuchó la voz de Guille que salía del baño cerrado.
  • Vamos fuera mejor! - dijo Jordi mientras se ponía de nuevo la túnica.
Mientras los dos colegas esperaban fuera a que todos se vistieran y salieran estuvieron un rato hablando mientras Marc se fumaba el cigarro.
  • Que sucede? Por qué está tan enfadado? - preguntó Marc tras una cortina de humo.
  • Lleva todo el día así colega… pero no sé… me da la sensación que le pasa algo y no quiere contarlo. - decía Jordi preocupado por el elfo doméstico.
  • Eeeh! No os escaqueéis - Guille salió mosqueado del local, ya vestía sus ropas habituales - Vais a echar una mano a limpiar o tengo que llamar a los Dementores?
  • No eres el rey de los frikis? Pues haz un ‘Lenguardium Leviosa’ de esos… jajajaja - rió Jordi.
  • Es ‘Wingardium Leviosa’ y no es el hechizo correcto. Deberías usar ‘Tergeo’ que sirve para limpiar líquidos o suciedad…
  • Siiii… lo que tu digas… - dijo Jordi y quitandolo de enmedio entró dentro para ayudar a limpiar. - Es Leviosa, no Leviosáaaaa… - murmuró imitando la voz de Ron Weasley en las pelis cuando le hacía burla a Hermione.
  • Oye Guille! Espera… - Marc sujetó del brazo a su amigo antes de que él pudiera volver a entrar y seguir la discusión con el ‘bilingue’ - Se puede saber que te pasa? Jordi dice que llevas todo el día de mala ostia…
  • Nada… - contestó Guille mirando al suelo.
Marc le puso una mano encima del hombro y se acercó a él. Apreciaba de corazón a ese muchacho. Sentía debilidad por las personas cómo él, buenas, inocentes y de gran corazón.
  • Eh colega! Sabes de sobras que puedes confiar en mí. Es más sabes que lo puedes hacer con Jordi también. Y con todos… somos família recuerdas? Una fuerte y unida familia de lobos…
  • Lo sé… pero… - Guille parecía que estuviera a punto de llorar. - Mira…
El angustiado chaval sacó su destartalado teléfono del bosillo y le enseñó a su amigo unos mensajes de wasap que había recibido de un número desconocido. Estaban todos marcados cómo leidos pero no había respondido ninguno. Habían muchos y se habían mandado en un intervalo muy corto de tiempo.

“Sé dónde vives hijo de puta y voy a ir a por tí. Estás muerto me oyes… MUERTOOOO!!!!”
  • Pero que cojones? - dijo Marc sujetando el telefono y siguió leyendo.
“Qué pasa? ahora no eres tan valiente verdad? Vigila tus espaldas cabrón por qué te estamos vigilando!”, ese mensaje iba acompañado de una foto dónde se veían varios tíos encapuchados sujetando bates de bésibol en posturas amenazantes.

“Ya estoy en Barcelonaaaa jajaja. Voy a por tí gordo cabrón. Te suena esto? Te resulta familar? Jajaja’
  • Es el portal de casa de tus padres? - preguntó Marc abriendo la foto que el desconocido había mandado.
  • Si… sigue leyendo… - dijo Guille.
“Quizás esta noche le prenda fuego, que te parece la idea?”
  • Hijo de puta! - Marc apretaba su puño con fuerza mientras miraba el selfie de Martin delante del ‘Vercettis’ con el pulgar levantado y sonriendo maliciosamente.
El resto de mensajes eran una infinidad de amenazas de muerte y más fotos. El furioso cuñado se había dedicado a fotografiar la casa de las Marias, la de Jordi y Marta, fotos de sus coches… Incluso había una de la madre de Guillermo, tomada desde lejos y sin consentimiento, dónde escribió que lo iba a dejar huérfano.
  • Crees que lo podemos denunciar? Por las amenazas de muerte y eso… - Preguntó Dobby muy triste y acongojado.
  • No… no serviría de nada. No va a parar hasta que no lo paremos nosotros. Eso es así…
  • Y entonces? Qué hacemos? Nos escondemos…?
  • Jamás! Nunca digas eso. Ni un paso atrás compañero, me escuchas? Hay que golpear antes de ser golpeados. Hay que reunir a la família! Ya! Si ese malnacido quiere guerra, la va a tener…
  • Pero… sabe dónde viven mis padres Marc… y si se le ocurre… y si quema… y si le haze algo malo a Marta…
  • Escucha Hermano! - Marc cogió sus gafas de sol que llevaba colgadas del cuello de su camiseta y se las puso a su amigo en los ojos. - Estás conmigo? Por qué te necesito ahora mismo… Dime… Estás dispuesto a sangrar conmigo?
  • Siempre! - dijo Guille con confianza. Esas gafas oscuras eran para él cómo el antifaz de un super heroe.
  • Y si yo caigo en la batalla… - empezó a cantar Marc muy flojito, mirandole directamente a los ojos.
  • Oh Bella Ciao Bella Ciao, Bella Ciao Ciao Ciao - respondió Guille sonriendo.
  • Y si yo caigo en la batalla…
  • Coge en tus manos mi fusiiiiil… - cantó orgullosamente Guille dispuesto a morir como un Partigiano.
  • Así me gusta! Coraje hermano pues los Dioses conocen tu valia!
Marc entró dentro rápidamente seguido de su compañero de armas y azuzó a los colegas de pajas del grupo de Telekord para que se fueran. Pidiendo disculpas por romper el buen ambiente que se respiraba dentro de la sala común de Ravenclaw.
  • Qué diablos pasa? - preguntó Gemma preocupada por las caras de Marc y Guillermo.
  • Sentaros… tenemos que hablar! - dijo Marc seriamente cerrando la puerta con llave, cuando estuvieron solos.
Los ‘Custodes’ se sentaron en los sillones alrrededor del fuego y escucharon atentamente los mensajes que había recibido Guillermo. Este les enseñó también las fotografias aunque esta vez no lo hizo mirando al suelo.
  • Hijo de la gran puta! - dijo Mónica cabreada dando un fuerte golpe sobre el reposabrazos del sofá. - Lo siento Andrés… tu madre no tiene ninguna culpa, perdona…
  • No pasa nada… tranquila - contestó con media sonrisa el jóven muchacho.
  • Y qué hacemos ahora? - preguntó Laia dirigiendose a los demás.
  • Hay que ir a por él, sin piedad! - Noe ardía de rábia por dentro. Marc la miró enamorado cuando la vió tan convencida, dispuesta a luchar.
  • Esoooo! No dejaremos que nos intimide ese desgraciado… - gritó Miare apretando su puño.
  • Esto hay que decidirlo entre todos… va a ser peligroso - dijo Guille mirando a los demás.
Marta y Jordi se miraron y dijeron a la vez ‘cuenta con mi escudo’, Laia y Gemma se unieron ‘y con nuestro arco’. Fran dió un golpe en la mesita del centro ‘Y con mi haaaachaaa’ provocando la risa de los demás.
  • Se que mi opinión no cuenta… - dijo tímidamente Lisa - Es más… no tengo ni idea de que va esto…
  • No estás obligada a enrredarte Lisa - dijo amablemente Marc.
  • Y perderme una buena pelea? Estás de coña? Contad conmigo… y con mi Saxo, jaja - Noe le chocó los cinco a la nueva incorporación. Sin duda se iba a llevar el trofeo Wilt Chamberlain a la Rookie del año.
  • Andrés… entendemos que no quieras… - empezó a decir Guille.
  • Lo sé… Mi hermano se merece que lo machaquéis… creedme, pero no puedo ayudaros en esto, espero que lo entendáis. - Mónica le dió un beso en la mejilla. - Eso sí… tampoco voy a hacer nada por deteneros… Suerte chicos!
  • Gracias colega! - dijo Marc - Todos de acuerdo entonces?… Bien, cómo lo hacemos?
Guille se levantó de repente de su asiento y los miró a todos a través de sus gafas de sol. Sabía que todo aquello era culpa suya y estaba dispuesto a dar su vida por su família. Las tenues llamas de la hoguera dibujaban su sombra titubeante por el suelo y las paredes de la habitación; haciendole enorme, agresivo y lleno de poder. Aunque a fuera el mismísimo mal encarnado llamaba a su puerta en busca de muerte, se sentía fuerte pues ya no estaría nunca más solo. A su lado tenía a sus amigos, sus compañeros, su familia. ‘You Never Walk Alone’ jóven amigo. Ya no.
  • Demasiada muerte… Que pueden hacer los hombres ante tan aciago destino? - empezó a recitar de memoria el discurso del Rey Theoden en la batalla del Abismo de Helm.
  • Cabalgad conmigo - Jordi se levantó demostrando que sí era un auténtico fan de el Señor de los Anillos. - Resistid y enfrentadlos…
  • Por la muerte y la gloria… - Guille miró a Jordi con una mirada que pedía disculpas y le tendió el brazo.
  • Por Rohan. Por vuestro pueblo - Jordi agarró el brazo de su hermano de armas.
  • Si… Si! El cuerno de Helm resonará en el Abismo, una última vez. Ha llegado la hora de empuñar el acero.
Todos se pusiero de pié, con la piel de gallina y sus corazones llenos de coraje. Se acercaron y pusieron sus manos encima de aquellos dos firmes y decididos brazos. Guille los miró uno a uno, orgulloso y decidido.
  • Olvidado coraje, despierta! - Gritó con la fuerza de mil gigantes. - Ahora por ira, holocausto y rojo amanecer. A ellos Eorlingaaas!
  • Jajajaja estáis mal de la cabeza! - rió Lisa sin quitar la mano de encima de las demás, mientras el resto del grupo gritaban dispuestos a morir en el campo de batalla ante las innumerables huestes de Sauron que acechaban tras los muros de la fortaleza.
Despúes de aquel momento de euforia colectiva se volvieron a sentar para desarrollar un plan. Decidieron dividirse para ello, puesto que Martin tenía fijados varios objetivos a los que atacar. Lo principal era defender a los padres de Guille y el ‘Vercettis’ que era actualmente su principal fuente de ingresos.

Por otro lado era urgente saber de cuantos efectivos disponía el enemigo, que por la foto de los encapuchados que había mandando, quedaba claro que no iba a pelear solo en esa contienda.

Decidieron suspender las fantasías hasta que no hubieran solucionado el problema que se les había presentado inesperadamente. Noe, un pelín fastidiada por ello, tuvo que hacer unas llamadas a sus amigos del ‘AfroBeat’ que se mostraron disgustados por el repentino cambio de plan. También tuvo que cancelar la reserva que había hecho en Airbnb, aunque no daremos muchos más detalles para evitar hacer ‘spoilers’ innecesarios de la fantasía que había tenido que posponer.

Martin, por su lado, ajeno a la gran ofensiva que estaba a punto de desplegarse ante sus narices, cambiaba en ese justo momento la cerradura de su casa, dejando la ropa de su ex novia y del traidor de su hermano, tirada de mala manera en el rellano de su piso.

Una vez hubo terminado se sentó en el sofá, encendió la tele y llamó a uno de sus amigos encapuchados. Se llamaba Diego y era uno de sus coleguitas del ‘Club de Campo’. En realidad todos los de la foto lo eran. Una panda de ‘Cayetanos’ hijos de papá que lo habían tenido todo hecho en la vida desde que nacieron.
  • Que diceeees Martin? - sonó la voz del pijo al otro lado de la línea.
  • Pues en casita Diego! Acabo de cambiar la cerradura y vosotros que tal? Alguna novedad?
  • Nada… de momento no ha aparecido nadie por aquí. - dijo Diego que junto a otro amigo esperaban dentro del coche enfrente del ‘Vercettis’
  • Tenéis las fotos verdad? Para identificarlos digo…
  • Si tranquilo… está todo controlado, en cuanto aparezcan se van a enterar.
  • Perfecto! Llamame cuando terminéis…
Martin colgó y sus dos amigos siguieron esperando en el coche a que apareciera alguno de los ‘Custodes’ con no muy buenas intenciones.
  • Oye! Esta no es Mónica verdad? - dijo el otro pijo mostrandole a Diego una foto de ella con poca ropa en la cuenta de Onlyfaps.
  • Ostia! Es verdad… espera, que le hago una foto. Crees que Martin sabrá esto?… se va a pillar un mosqueo de un par de narices. Dejame ver bien… joder, que buena que está no?
  • Ya ves… nos hacemos unas… pajillas?
  • Cómo?
  • Sin mariconadas eh!
Continuará…
 
COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 30 - Las desgracias nunca vienen solas


Como una tormenta silenciosa que se cuece en el horizonte, las desgracias se acumulan, oscuras y pesadas, listas para desatar su furia sobre el tranquilo refugio de aquellos que nada sospechan. Son como un tsunami implacable que, tras la calma engañosa, arrasa con todo a su paso, o como un volcán dormido que despierta con un rugido atronador, lanzando fuego y cenizas que cubren de caos cada rincón.

El aire se vuelve denso, cargado de electricidad, y los vientos comienzan a soplar con fuerza, anunciando que no habrá tregua ni respiro. Lo que hasta ayer parecía solo una ligera brisa, ahora es un huracán voraz que amenaza con partir en dos la frágil barca en la que navegan nuestros amigos. No es solo un simple mal día, ni un tropiezo aislado: es una concatenación de desastres, una sinfonía de calamidades que, como rayos en la tormenta, caerán uno tras otro, sin piedad.

Preparaos para lo inevitable mis buenos amigos, porque cuando las desgracias vienen, nunca lo hacen solas.
  • No te dije nada antes, porqué no quería meteros en mis problemas… Siento haber sido tan estúpido contigo, de verdad - se disculpó Guille mientras montaba guardía junto a Jordi.
  • Bah! No te rayes tío… aunque la próxima vez que tengas un problema, espero que tengas la suficiente confianza cómo para decirmelo sin tapujos vale? Para algo somos amigos, joder!
Guillé sonrió y le dió las gracias. Luego siguieron en silencio, sentados en el banco de la pequeña plaza enfrente del bloque de edificios dónde vívian sus padres. Vigilaban atentos que no pasara nada raro. Era lunes por la mañana y los niños jugaban en el parque bajo la atenta mirada de sus preocupados padres.
  • Quien te llama? - preguntó Guille.
  • Masi… - contestó Jordi - Dime guapa que pasa? Quieeeen?
La primera desgracia fué un gigantesco Tornado, llamado ‘Martin’, que arrasó las extensas y apacibles llanuras de Oklahoma.
  • No me lo puedo creer… - decía cabizbajo Andrés mientras desayunaba en casa de Marc y Noe.
  • Pues a mi no me sorprende, que quieras que te diga. - contestó Mónica mientras intentaba llamar a su ex novio. - Nada… también me ha bloqueado a mí.
Cuando la noche anterior llegaron a casa, se había encontrado todas sus cosas tiradas en el suelo. Intentaron meter la llave en la cerradura de la puerta de su piso y se dieron cuenta que no entraba. Picaron varias veces al timbre y golpearon la puerta, pero nadie respondió. Al verse tirados sin saber dónde ir, Mónica llamó a su hermana y esta les abrió las puertas de su casa sin dudarlo.
  • Sister! Yo me voy ya! - dijo Noe recién duchada acabando de un trago su taza de café. - Cómo si estuvierais en vuestra casa! Cualquier cosa me llamas vale? - añadió saliendo con prisas con medio croassant en su boca.
Cuando se reunió con Marc enfrente de la puerta del mercado, se dieron un beso y un largo abrazo. En seguida notó que algo no iba bien. Aquella noche había dormido en casa de Gemma y parecía que estuviera dándole vueltas a algo.
  • Qué guapo estás mi vida… y bien, dime. Has averiguado ya dónde lo podemos encontrar? Mi hermana dice que no está en casa - preguntó ilusionada Noe encendiendose un pitillo. Estaba claro que tenía ganas de jaleo.
  • A quíen? - contestó su novio sin prestar demasiada atención.
  • Holaaaa? Estás aquí? Jajaja… se puede saber que te pasa mi vida?
Marc agarró las dos manos de su novia con las suyas y la miró directamente a los ojos.
  • No quiero seguir con esto…
  • El qué? De que me hablas? De lo de Martin? Por qué si es eso, ya es demasiado tarde para…
  • No, no… no me refiero a eso.
  • Entonces?
  • A lo de la relación abierta cariño… no me… no me siento cómodo la verdad.
Noe supo al instante que algo había pasado con Gemma. Probablemente los avisos de alerta que tanto su amiga cómo su hermana le habían dado previamente, hicieron que aquellas palabras no la cogieran por sopresa.

  • Que ha pasado ahora? Gemma verdad? - dijo Noe sintiendose bastante tonta por volver confiar en su amiga, despúes de la gran traición que le había hecho hacía relativamente poco.
  • No es eso… es que…
  • Venga Marc! No la protejas…
  • De verdad que no es por ella…
Marc mentía claramente y los hombres somos muy malos para mentir, sobretodo a nuestras madres y a nuestras novias. Estaba claro que había pasado algo con Gemma y que no quería contarlo. No tenía malas intenciones, solamente no quería que el grupo se rompiera otra vez.
  • Vale… y si dejamos de lado a Gemma de la relación y solo estamos Miare, tú y yo? - Noe no necesitó que su novio respondiese, su cara lo hizo por él. - Lo ves?… jajaja. Eres cómo un libro abierto mi vida - Noe le dió un pico en la boca y luego le dió otra calada a su cigarro - Qué ha pasado? Venga dime, que no tenemos todo el día.
Marc suspiró. Ya tenían demasiados frentes abiertos cómo para añadir otro problema más. Pero se había prometido ser sincero con su novia a toda costa. No quería volver a perderla.
  • Ayer noche, cuando terminamos, ya sabes…
  • De follar sí! Venga que no tengo cinco años, sigue…
  • Nos quedamos dormidos y al cabo de un rato me desperté con mucha sed. Así que me levanté a tomar agua. Cuando estaba en la cocina vi que estaba su portátil encima de la mesa y estaba con su sesión iniciada.
Noe miraba intrigada a su novio, deseando fervientemente que algún día fuera más ágil explicando sus histórias. Es que un poco más y empieza a describir de que color era el mármol de la cocina. Date prisa vida mía que nos quedamos fritos!
  • Sin querer… bueno… ya sabes… yo no quería leerlo pero es que estaba justo la conversación abierta y…
  • Cariño sabes que te quiero con toda mi alma, pero me puedes decir de una puta vez que viste? - La ‘reina caida’ apagó el cigarro que olía ya a filtro quemado con su zapatilla y se encendió otro al instante. Nerviosa y deseosa de saber cómo acababa esa historia.
  • Era una conversación con Miare. Gemma intenta convencerla de hacer un pacto para excluirte…
  • Cómoooo? - gritó Noe poniendose roja como el gracioso personaje de ‘Ira’ de la película de animación ‘Del revés’ de Pixar.
  • Gemma conspira a tus espaldas para que rompamos… pero Miare le dijo que no eh! No estaba de acuerdo - se dió prisa en añadir Marc con la esperanza de no cerrar esa puerta.
  • Hija de puta! Sabía que no podía fiarme de ella… - Noe meditaba furibunda dándo golpes rápidos con la planta de su pié encima del aslfato abrasador de la calle.
Los planes de la turbulenta pareja se fueron al garete. En principio su misión era localizar dónde estaba Martin y empezar a seguirlo, con la intención de poder adelantarse a cualquier movimiento que él hiciera. Pero ya no, Noe cambió de objetivo y ahora su máxima preocupación era cortarle la cabellera a Gemma, como si fuera una auténtica guerrera Sioux. Por su lado Marc, concentró todos sus esfuerzos en evitar que su novia acabase en el corredor de la muerte por asesinato con premeditación.
  • Masi… me pillas en mal momento… dime… Cómoooo? - contestó Marc al teléfono sin dejar de perseguir a su novia por la calle.
La segunda desgrácia fué un monstruoso Tsunami, de nombre ‘Gemma’, que impactó con gran dureza la escarpada costa del noreste de Honshu, en Japón.

Mientras Marc corría detrás de ella intentando desactivar aquella bomba de relojería apunto de estallar, una tercera desgracia estaba a punto de detonar en casa de los padres de Jordi.

Marta había empezado el día con buen pié. Se levantó sonriendo junto a los primeros rayos de sol que entraban por la ventana de su dormitorio. Puso una música suave y relajada, se duchó, quizás hubo algo más que ducha y luego desayunó tranquilamente sin prestar atención a nada más que a su café y a su tostada cubierta generosamente de mermelada light. Su tarea era sencilla para hoy. Básicamente consistía en visitar a sus suegros, informarles de lo que había sucedido el día anterior y vigilar que el vengativo cuñado no apareciese por ahí con malas intenciones.
  • Que sí mujer! Lo llamo ahora mismo y ya verás cómo todo se soluciona… - Dijo Manolo buscando el teléfono de Roger, el padre de Martin, en su agenda.
  • No va a servir de nada… pero inténtalo si quieres… no perdemos nada por probar verdad? - sonrió Marta.
  • El ‘NO’ ya lo tenemos… te apetece desayunar algo? - dijo Rosa poniendose de pie.
  • No te preocupes… estoy bien…
  • Un café aunque sea? - insitió ‘Vendetta’
  • Venga… pero oye Rosa! - añadió mientras aquel enorme culo se ponía en marcha dirección a la cocina - No le pongas nada raro esta vez a la bebida eh! Que nos conocemooooos!
La gorda mujer rió fuerte y estruendosamente mientras desaparecía por el pasillo. De fondo se escuchaba la voz de ‘Patter Familie’ hablar con el padre de Martin. Había salido a la pequeña terraza para tener algo de intimidad.

De repente el móvil de Marta empezó a sonar y ella lo descolgó sin mirar quien llamaba. Estaba tan tranquila y relajada que no supo cómo encajar el duro golpe que fué escuchar aquella asquerosa voz al otro lado de la línea.
  • Buenos días preciosa… - dijo la siseante y desagradable voz de su jefe. - Cuanto tiempo no? Cómo estás?
  • Al…Alberto? - dijo sorprendida Marta que pensaba no volver a escuchar su voz nunca más. - Por qué me llamas? Es que no te lo dejaron suficientemente claro mis ami…
  • Quien? Esos dos matones de pacotilla dices? - Albertó rió no sin dejar de sentir un fuerte dolor en su mano agujereada, la cúal llevaba aún envuelta en gasas y seguía supurando constantemente.
  • Mira… ahora no tengo tiempo para hablar contigo. - dijo bajando la voz cuando su suegra apareció con el café recién hecho.
  • Yo creo que si lo tienes… Marta. O debería decir mejor, Roroooo… - aquella ‘o’ alargada en el tiempo le hizo sentir un fuerte escalofrío que recorrió todo su cuerpo.
  • Rosa disculpa… cosas del trabajo - Marta se levantó de la mesa y se fué hacía la cocina y cerró la puerta - Se puede saber que dices Alberto? No se de que me…
  • Ah no? - interrumpió él - Yo creo que sí sabes de lo que estoy hablando. Lo que no sé es como se va a tomar el consejo de la empresa cuando sepan que una de sus empleadas se dedica a prostituirse por internet…
Marta notó un nudo en su garganta. Maldijo el día en que decidió grabar y subir esos vídeos. La aberrante cantidad de dinero que había ganado con esa paródia sexual no compensaba, ni por asomo, todos los problemas que le estaba acarreando.
  • No te atrebas Alberto! Cómo oses…
  • No creo que estés en la opción de negociar ahora mismo preciosa… si no quieres perder tu trabajo ya sabes que tienes que hacer.
  • Cuando? - preguntó Marta sabiendo lo que quería aquel desalmado chantajista.
  • Mañana mismo te quiero en la estación de Atocha. Avísame cuando estés a punto de llegar y te paso a recoger…
Marta colgó el teléfono y se dejó caer sobre el mármol de la cocina. Suspiró muy fuerte e intentó recomponerse antes de volver al comedor. Pensó en llamar a Guille para que borrara los vídeos, pero ya era demasiado tarde. La ‘PornoRoro’ estaba en todos lados. No se podía parar.
  • Pues nada! - dijo Manolo al verla aparecer. - Ese hombre siempre dice lo mismo: ‘No te preocupes, son cosas de jóvenes’ - añadió omitiendo a consciencia las guarradas que también le había dicho su compañero payés.
  • Estás bien niña? Menuda cara… - preguntó Rosa cuando Marta se sentó en la silla y empezó a beber el café.
  • No… mañana tengo que ir a Madrid por… por cuestiones de trabajo.
  • Pero si estás de vacaciones! Esto tiene que ser ilegal. Manolo llama a ese compañero tuyo, el del sindicato, cómo se llamaba…
  • Disculpad! - dijo Marta esta vez mirando quien llamaba - Dime Masi… Qué ha pasado? Pero… cuandooo?
La tercera desgracia fué la terrible erupción volcánica del Monte Merapi en Indonesia. El volcán popularmente conocido cómo ‘Alberto’ tan solo dejó muerte y destrucción a medida que avanzaba inparable.

El resto de unidades de los ‘Custodes’ fueron sabiamente desplazadas hasta el ‘Vercettis’. Fran y su hermano gemelo aprovecharon para trabajar dentro del local con la inconmesurable ayuda de Lisa y Laia. Mientras Miare y Masi montaban guardía en la calle vigilando cualquier movimiento sospechoso.
  • Son ellas? - preguntó Diego a su amigo ‘Cayetano’
Los malvados secuaces de Martín, seguían dentro del coche a unos metros de distancia del local observando a las dos rubias de pié enfrente de la entrada del club. No es que hubieran pasado la noche ahí, pero llegaron muy pronto siguiendo las ordenes de su ‘Don’.
  • Creo que sí… mira - el pijo le enseñó la cuenta de onlyfaps de Miare.
  • Es que te has suscrito a todas ellas o qué? - preguntó Diego mosqueado. - No ves que les estás dándo dinero?
El amigo levantó los hombros como diciendo ‘qué más da’ y le sonrió. Total, pagaba papá. Diego verificó que eran ellas y le dijo a su compañero que se preparase.

Fué Masi quien se dió cuenta de que algo extraño pasaba. De un coche de gamma alta habían salido dos chicos fuertes y altos, iban encapuchados y los dos sujetaban dos bates de beisbol de madera con ambas manos.
  • Chicoooos tenemos problemaaaas! - dió la voz de alarma Miare abriendo la puerta del local.
  • Cerrad todo! Que no entren y llamad a los demás… vamos a necesitar refuerzos - dijo Fran con la voz agitada observando aquellos dos tipos que le sacaban cuatro cabezas.
Mientras las chicas cerraban a cal y canto el ‘Vercettis’, Fran y Cisco salieron en su encuentro. Lo último que querían era que hubieran problemas dentro del club, eso atraería a la policia y no era bueno para los negocios.
  • Escuchad! - gritó a cierta distancia el gemelo hablador - Vamos a hablarlo vale? No queremos problemas. - Aquellas palabras conciliadoras eran acompañadas por los gestos de Cisco que con ambas manos pedía calma a los dos encapuchados.
No hubo respuesta por parte de los sicarios. Diego alzó su bate sin pensarlo y le golpeó muy fuerte en el estomago. Fran cayó al suelo retorciendose de dolor. Los pocos transeuntes que pasaban por la calle en ese momento se quedaron parados sin saber que hacer.
  • Así aprenderas hijo de puta! - gritaba Diego dándole duras patadas mientras el otro pijo aprovechaba para darle más golpes con el bate.
En una de estas que levantaba el arma, una fuerte mano paró el golpe en seco. Cisco observó unos segundos al agresor y lo mandó directo a la lona con un rápido y preciso derechazo.

No obstante, no pudo esquivar el golpe de Diego, que lleno de rábia y sediento de sangre, le dió tal golpe que rompió el bate por la mitad en la cabeza del silencioso gemelo.
  • Cisco noooo - dijo Fran malherido y sangrando desde el suelo al ver caer a su hermano sobre el asfalto.
  • Pero que haces Diego? Que lo has matado imbécil! - gritó asustado el pijo levantandose del suelo. - Vámonos joder, vámonos antes de que venga la poli. Vaaaaa!
Diego no podía moverse, sujetaba aún el mango del bate partido por la mitad y observaba el cuerpo de aquel chico envuelto por un charco de sangre. Qué demonios acababa de pasar? Qué he echo? Está… mu…muerto?

Su amigo ‘Cayetano’ lo agarró del brazo y se lo llevó de ahí a toda prisa. Fran lloraba y le daba golpes en la cara a su hermano, intentando que recuperara la consciencia.

Las chicas salieron corriendo asustadas y gritando. Mientras rodeaban a Cisco e intentaban despertarlo. Lisa se apresuró en hablar con un matrimonio que intentaba llamar a la policía para convercerlos que no lo hicieran. Por su lado Laia llamó rápidamente a una ambulancia e intentaba consolar a un desesperado Fran que gritaba mirando al cielo maldiciendo la voluntad de los Dioses. Ni el estruendoso accelerón del deportivo de los dos agresores que huyeron cómo cobardes pudo silenciar aquel grito lleno de rábia y dolor. Cisco no respiraba. No lo hacía.

Masi hizo una foto a la matrícula y luego se apresuró en llamar a los demás amigos. ‘No pinta bien’ les decía a todos preocupada, cuando preguntaban por el estado de salud del gemelo.

La cuarta y última desgracia llegó en forma de terremoto, un fuerte temblor sacudió Puerto Príncipe en Haití, dejando decenas de muertos y miles de heridos. El ‘Cayetano’ les arrebató todo a aquellas pobres famílias. Sus casas, sus pertencias, incluso la apreciada vida de algún familiar.
  • Cómo está? - preguntó Marc al entrar en la sala de espera del Hospital. Llegó completamente sudado y nervioso.
  • No nos dejan pasar de momento… solo familiares. - Dijo Miare dándole un fuerte abrazo. - Hola preciosa…
  • Hemos venido lo más rápido posible - dijo Noe, sudada y nerviosa como su novio. Abrazó a la rubia y le dió dos besos - Dónde está? Podemos verlo? Que ha pasado?
  • Fran está con él! No sabemos nada…
  • Quien ha sido? - Marc quería venganza.
  • No lo sabemos, vinieron dos tios encapuchados y empezaron a darle una paliza a Fran. Cisco intentó detenerlos y… bueno… ya sabes el resto…
Marc golpeó la pared con rabia, dejando marcados sus nudillos en el yeso blanco. Sin decir nada salió disparado de la sala de espera justo cuando entraban Jordi y Marta.
  • Eh colega! Dónde coño vas? - preguntó Jordi agarrandolo del brazo, preocupado al ver la ira en su rostro.
  • A hacer justicia! Vienes?
  • Por supuesto… - a Jordi no le hizo falta saber nada más.
Los dos amigos salieron del hospital veloces y sin mirar atrás. Marta los observó confundida y luego se acercó al resto del grupo para preguntar que había sucedido. Poco a poco fueron llegando los demás integrantes. Primero Manolo y Rosa, luego Mónica y Andrés y por último Gemma.
  • Ahora no es el momento! - susurró Marta mientras apretaba con fuerza el muslo de Noe que estuvo a punto de saltar cuando la ‘insurgente’ hizo acto de presencia. ‘Dulce Dolor’ ya se había enterado del intento de traición por parte de Gemma y aunque apoyara cien por cien a su mejor amiga, estaba en lo cierto, no era el momento ni el lugar para solucionar ese problema.
Nuestra pasional e irreflexiba amiga tuvo que hacer un gran esfuerzo por no asfixiar a aquella miserable traidora. Le costó pero lo acabó consiguiendo. Con una sonrisa muy forzada, casi tenebrosa, le dió dos besos y dejó que Laia se encargara de explicarle todo lo que había ocurrido.

Tornados, Tsunamis, Volcanes y Terremotos. Los ‘Custodes’ se enfrentaban solos y al mismo tiempo contra la fuerza imparable de los cuatro elementos. ‘Aire!’ Estaban dispuestos a luchar hasta la muerte contra el fascista invasor, pero ‘Agua!’ no esperaban que una guerra civil estallara de repente dentro de sus fronteras. Además ‘Fuego!’ parte de sus tropas debían marchar rápidamente a luchar en el extranjero, diezmando sus fuerzas ofensivas. Y lo más importante, por supuesto, ‘Tierra!’ uno de sus compatriotas había caído honorablemente en batalla. Aunque el sacrificío de un mártir acostumbra a ser una buena manera de infundir valor en los soldados, aquello iba a ser un duro golpe que les costaría demasiado afrontar.

Martín había conseguido agitar, con sus vientos huracanados, la vida pacífica y amorosa de nuestro grupo de amigos. Gemma los inundó con sus constantes traiciones, ahogando por completo sus esperanzas de vivir en harmonía. Alberto con su desproporcionado y ardiente deseo de posesión, quería quemar las velas de una bonita relación de amor que despúes de mucho tiempo estancada, empezaba a navegar de nuevo. Y Diego, sacudiendo los cimientos de lo más sagrado, había intentando arrebatarles a nuestros temblorosos amigos uno de los suyos.
  • Guille? Qué haces aquí? - preguntó Jordi al salir del hospital. Estaba sentado en un banco justo enfrente, mirando al suelo con expresión triste y preocupada.
  • No… no puedo entrar… es mi culpa que haya pasado esto… es mi culpa…
  • Hay que irse! - dijo Marc seriamente. Ahora no podía consolar a su buen amigo, no tenía tiempo. No podía permitirse el lujo de hundirse. No en ese momento.
Jordi ayudó a levantar al abatido chaval y se lo llevó con ellos hacía el coche. No estaba preparado para luchar, pero tal y cómo estaba la situación, era mejor que estuvieran unidos.
  • Esperaaaad, Eh! Esperaaad! - Andrés venía corriendo hacía el coche jadeando por el sprint - Me vengo con vosotros… no soporto estar esperando sin hacer nada.
  • Oye Andrés! - dijo Jordi en el asiento delantero. - No te lo tomes a mal, pero no creo que sea buena idea. Entiendes lo que vamos a hacer verdad?
  • Ví la foto que nos enseñó Guille. La de los encapuchados. - dijo el jóven abriendo la puerta de atrás y entrando en el coche sin pedir permiso - Creo que se quienes son. Conozco a todos los amigos de mi hermano… y se dónde viven esos hijos de puta.
  • Además tenemos la matrícula de ese desgraciado - añadió Marc arrancando el motor. - Listos?
Todos asintieron menos Guille que seguía lamentandose por lo que acababa de suceder. Mientras los cuatro vengadores se ponían en marcha dirección a la zona rica de la ciudad, los demás siguieron esperando intranquilos en la sala de espera. Empezaba a atardecer y no habían comido nada desde la mañana. Rosa les trajo unas bebidas frías y unos bocadillos del bar más cercano.
  • No Rosa, gracias pero no tengo el estomago… muy fino, ya sabes - dijo Noe que había salido fuera a fumarse un cigarro.
  • Dame dos… son de tortilla? Gracias… - Marta cogió dos bocadillos y vió como su suegra entraba otra vez dentro de la sala de espera.
  • Entonces… vas a ir? - dijo Noe retomando la conversación.
  • No me queda otra! O voy o pierdo el trabajo…
  • Pero… aunque vayas y hagas lo que él te pida… quien va a evitar que mañana uno de esos ‘jefes supremos’ que dices vea tu video? Está por todos lados…
  • Ya…. - dijo Marta reflexionando.
  • Es más chiqui! Si no te chantajea con eso, volverá con la amenaza de contarselo a Jordi. - Noe apagó el cigarrilo y sonrió a su amiga acariciando su pelo.
  • Y si lo dejo?
  • El curro dices?
  • Claro… que le den por ahí a ese cerdo baboso. Solamente con el Only ya gano casi el doble y además puedo ayudar en el ‘Vercettis’, se me da bien llevar las mesas de juego.
  • Es buena idea! Pero sigues teniendo el mismo problema…
  • Alberto… que asco le tengo! Maldito el día en que me acosté con él. - últimamente Marta maldecía demasiado - Sabes que le ha dicho Marc a Jordi antes de irse? - añadió pensativa, mirando al horizonte.
  • Qué? - Noe miraba el reloj preocupada. Demasiadas horas sin saber nada de Cisco. Eso no podía ser bueno.
  • Cuando le ha preguntado dónde iba… a respondido: ‘A hacer justicia!’… tres sencillas palabras… solo eso… cómo pueden tres simples y jodidas palabras significar tanto?
Noe miró a su amiga orgullosa. Le dió un beso en la mejilla y la abrazó. ‘Cuenta conmigo’ le dijo sin que ella lo llegase a pedir. Las dos amigas se miraron y se fundieron en un tierno abrazo.
  • Noe! Marta! Entrad! Rápido! - Miare les gritaba y les indicaba con la mano que entrasen dentro de urgencias.
  • Qué pasa? - preguntó Marta.
  • Se sabe algo? - añadió Noe.
  • Acaba de salir el doctor, nos lo está explicando… por eso os he llamado… mierda! - dijo Miare parandose en seco en mitad del pasillo y tapándose la boca con la mano. - No… No puede ser… - De forma instantanea empezó a llorar.
Al fondo del largo y pulído pasillo, en la sala de espera, las tres chicas observaron paralizadas de terror cómo los ‘Custodes’ lloraban y se abrazaban al escuchar las palabras del sobrío y recto doctor.
  • Qué… qué ha pasado? Cómo está Cisco doctor? - preguntó Noe con su corazón a mil pulsaciones y sus ojos nublados por las lágrimas a punto de caer.
  • Disculpe señorita… cómo le decía a sus compañeros, Francisco ha despertado…
  • Jooodeeer! Graciaaaas… - dijo aliviada Noe.
  • Pero… - siempre el maldito pero - lamento comunicarle que tras los primeros chequeos que hemos podido realizar…
  • Si? - Noe estaba impaciente, otro tío igual que su novio, ves al grano jodido matasanos! Marta y Miare se acercaron para escuchar, cogidas de la mano.
  • Francisco presenta graves lesiones craneoencefálicas.
  • Que quiere decir eso? - preguntó Miare asustada.
  • Veran… aunque es bastante común despúes de este tipo de accidentes y acostumbra a ser temporal, parece haber perdido la capacidad del habla… - las chicas suspiraron tranquilas - y además lamento tener que darles esta noticia, pero tras evaluar a su amigo y revisar los estudios realizados, hemos confirmado que ha sufrido una lesión grave en la médula espinal.
Miare abrazó a Marta sin poder dejar de llorar. Noe en cambio se mantuvo seria, no iba a soltar ni una lágrima, por respeto a su amigo. Ahora tenían que ser fuertes, más que nunca. Ella no creía en la compasión, no servía de nada. Al fuego se le combate con fuego y deseaba con toda su alma que Marc le diera su merecido a ese hijo de la gran puta que había dejado en silla de ruedas a su amigo.
  • Esta lesión ha afectado las funciones motoras de sus piernas, y en este momento, no tiene movilidad en la parte inferior del cuerpo. Sabemos que esto es muy difícil de asimilar y aún estamos en una etapa temprana, aunque el daño parece ser permanente, continuaremos con todos los estudios necesarios y evaluaremos opciones de rehabilitación para brindarle la mejor calidad de vida posible.
  • No puede ser… pobre Cisco - sollozó Marta.
  • Lo siento de verdad, estoy aquí para responder cualquier pregunta que tengan. - dijo el médico profesionalmente.
  • Gracias Doctor! - Noe le dió la mano y se giró hacía sus amigas - ahora vengo! Voy a llamar a los chicos.
Marc conducía agresivamente por la ciudad dirigiendose a la primera casa que Andrés les había dicho, en busca del miserable cobarde que había bateado la cabeza de su buen amigo.
  • Dime vida. Si? Qué os ha dicho?… entiendo. Sí tranquila ahora se lo digo a los demás. Guille? Sí está aquí con nosotros… ya… no te preocupes. Yo también te quiero mi vida. Ciao…
  • Qué? Se sabe algo? - preguntó Jordi.
  • Luego te cuento…
  • No! - dijo Guille que no era tonto. Sabía que lo querían proteger ocultandole información. - Dilo! Ya soy lo suficientemente maduro para…
  • Cisco se ha quedado inválido! - interrumpió Marc provocando un silencio incómodo.
Guille empezó a llorar mientras Andrés intentaba consolarlo repitiendo constantemente que no era su culpa.
  • Y ahora qué? - preguntó Jordi mirando a su colega.
  • La ley del Talión! - dijo al cabo de un rato despúes de meditarlo bien.
  • Ojo por ojo… - asintió Jordi estando de acuerdo.
  • Y diente por diente!… Abre la guantera…
Jordi le hizo caso y despúes de ver lo que había dentro se giró rápidamente hacía su amigo con los ojos cómo platos.
  • Es de verdad? - preguntó Jordi sujetando una 9x19mm Parabellum - De dónde la has sacado?
  • De mi padre, es el arma reglamentaria de cuando era ‘Picoleto’. Se la cogí prestada ayer…
  • No vas a dispararle a nadie colega! No te flipes - dijo Jordi volviendo a guardar el arma.
  • Ya veremos…
Marc odiaba la zona alta de Barcelona, es cómo si fuera otra ciudad. Las calles están siempre limpias, son grandes y con poco tráfico. Los bloques de edificios tienen menos plantas y respetan un cierto espacio entre ellos, además los pisos parecen mucho más espaciosos. Los pocos coches aparcados en la calle son de gamma alta y la gente pasea perros de raza vestidos con ropa de marca. Los humanos también.

Hay mucha más vegetación y zonas verdes. Todo está tranquilo y en calma, no se oyen gritos de borrachos en los bares ni chillidos de niños maleducados jugando en los parques. No hay padres vigilando a esos niños, hay asistentas y ‘nanys’. No hay peleas ni trapicheos en las calles, es difícil pillar una postura de ‘costo’ al moro de turno en la esquina. Ahí son más de meterse ‘clenchas’ en los lavabos de los clubs más punteros y exclusivos de la ciudad.

Las mujeres soportan a feos y gordos maridos de por vida, a los que no aman ni han amado jamás. Simplemente aguantan por seguir conservando su alto nivel de vida. Los hombres son altivos y envidiosos, deseando tener más que su vecino a toda costa. Aunque ello conlleve exprimir a la clase trabajadora sin piedad ni compasión.
  • El dinero es un cáncer! - dijo Marc observando aquella gran mentira. - Medio mundo ahogado por las deudas sufriendo por llegar a fin de més y el otro medio peleandose entre ellos para amasar más fortuna.
  • Ya… así es la vida colega! - dijo Jordi observando un Audi A8 gris metalizado precioso e impoluto.
Nuestros amigos querían aquellos lujos, no nos vamos a engañar. Quien podía negarse a conducir preciosos coches, comer en buenos restaurantes y vivir en grandes y soleados apartamentos? No obstante ellos también se habían criado en la aristocracia. La del barrio obrero, dónde se puede ser feliz con poco dinero. Dónde la gente está en la calle, siguiendo las costumbres viejas que jamás se pierden, sintiendose orgullosos de su pureza. Era como una especíe de rebeldía de fino estilo, una clarividencia ante sus propios destinos.
  • Para Marc! - dijo Andrés de repente - Es ahí! La casa grande!
Pararon el coche, piloto y copiloto bajaron. Andrés se quedó dentro cuidando de un abatido y desolado Guillermo.
Los dos amigos pasaron por enfrente de las altas rejas oteando el interior. Parecián dos Kosovares peligrosos, planificando un inmimente atraco. Ya empezaba a oscurecer y debían ser precavidos.
  • Ves algo? - susurró Marc - Ves el coche?
  • No… pero y si lo tiene dentro del Parking? - contestó Jordi.
  • Entramos o qué? - propuso Marc que veía factible escalar la vaya. - Espera… es Noe - añadió poniendo el manos libres - Dime vida… que pasa?
  • Acaba de salir Fran…
  • Cómo está? - preguntó Jordi preocupado por su amigo.
  • Cómo quieres que esté?… bastante hecho polvo la verdad… pero no llamo por eso. Tenenemos un nombre!
  • Cómo? - preguntó Marc sorprendido.
  • Fran ha dicho que uno de los encapuchados llamó al otro por su nombre…
  • Cómo se llama? - preguntaron los dos chicos a la vez mientras volvían deprisa hacía el coche.
  • Diego… se llama Diego.
  • Gracias mi amor! Te llamo luego!
  • Ese hijo de puta debe pagar por lo que ha hecho!
  • Lo hará! - Marc colgó el teléfono y entró en el coche sin perder tiempo - Diego… te suena? - preguntó a Andrés mirandolo a través del retrovisor y arrancando de nuevo el coche.
El chico hizo memoria pensando quien podía ser. Repasó uno por uno los nombres de los amigos de su hermano.
  • Sí… - dijo al fin - No vive muy lejos de aquí. Yo te guío vamos! Pero… - añadió el jóven chaval angustiado observando la empuñadura del arma que sobresalía del pantalón de Marc.
  • Qué pasa? - preguntó él muy serio.
  • El arma… es necesaria?
  • Si lo es? - Marc empezó a conducir. - Tú que crees?
  • Gira a la derecha y luego sigue recto hasta el final… Creo que si todo el mundo se tomara la justicia por su mano, el mundo se hundiría en la anarquía y el caos.
  • Sabes qué tiene el caos jovén amigo? Que es justo.
Guille miró a su amigo recordando al Joker de Heath Ledger, posiblemente la versión más anarquista que se había interpretado del polifacético y famoso villano. Marc créia que las estructuras sociales y legales estaban sesgadas: favorecían a unos (ricos, poderosos, bien conectados) y perjudicaban a otros. Pero el caos, visto como una explosión, una tragedia aleatoria, o una ruptura del orden, afectaba a todos por igual, sin importar tu estatus, moral o poder.

El caos es justo… porque no elige a sus víctimas. Revela quiénes somos realmente. Cuando se rompe el orden, la gente muestra su verdadera cara. Según él, todos fingen ser civilizados mientras las cosas están bajo control. Pero en el caos, cae la máscara, y ves lo que hay detrás: egoísmo, miedo, violencia. Eso, para nuestro vengativo amigo, era más “honesto”.

La justicia institucional es un chiste corrupto, manipulable. En cambio, el caos no puede ser sobornado ni manipulado. Es equitativo en su arbitrariedad. Y eso, por perverso que suene, lo hacía “más justo” a sus ojos.

La percepción de la justicia depende del orden establecido, y si quiebras ese orden, puedes mostrarle a la gente cuán frágil es la ilusión del control.

Resumiendo, el caos es justo pues no favorece a nadie. No responde a reglas corruptas. Afecta a todos por igual. Y expone la verdad detrás del orden.

Mientras Fran recibía el cariño y el apoyo de todos sus amigos, Diego paseaba por su cuarto ‘encocado’ y nervioso. Iba de arriba a abajo dándose golpes en la cabeza mientras se insultaba a sí mismo, llamandose estúpido e idiota.
  • Martiiiiiin… cógeme el teléfono cabrón… la he líado joder! La he líado muy bestia… - era el cuarto mensaje que le dejaba en el contestador.
Se agachó sobre la mesa para meterse otro ‘tiro’. Aquel consumo exagerado y tan repetitivo de polvo de ángel no favorecia para nada sus nervios. De repente oyó un ruido debajo de la ventana acristalada de su habitación. Quizás fuera Martin? Curioso salió a mirar que sucedía, pues juraría haber visto un par de sombras extrañas moverse por el jardín.

Bajó las escaleras corriendo y abrió la puerta corredera del gran salón. Notó el frescor del césped húmedo bajo los pies descalzos al salir al exterior.
  • Quien anda ahí? - gritó nervioso al ver claramente dos sombras humanas quietas en medio de la oscuridad, a escasos metros de él.
  • Eres Diego? - dijo un hombre encapuchado. Su voz era serena y tenebrosa
  • Quien lo pregunta? Quien demonios soys? Dad la cara hijos de puta! - gritaba Diego acercandose con ganas de pelear.
Los gritos acabaron por despertar a sus padres y un par de luces se encendieron de golpe en el piso de arriba. Había que hacer algo ya, tomar una decisión rápidamente. Marc levantó con firmeza su arma y cargó el tambor sin vacilar. Acarició el gatillo con suavidad mientras aquél niño rico, que para él representaba todo lo que estaba mal en ese podrido mundo en el que le había tocado vivir, se acercaba a ellos en busca de pelea. Estaba listo.
  • Ojos por ojo! Hermano! Ojo por ojo… - le susurró Jordi.
‘Pum’ ‘Pum’, dos balas salieron disparadas del cañón humeante impactando directamente en ambas rodillas del ‘Cayetano’, el cúal cayó sobre el césped mojado retorciendose a causa de un inmeso dolor cómo nunca antes había sentido, entre gritos de agonía y maldiciones.
  • Dale recuerdos a Martin y dile que con nosotros no se juega, escoría! - le gritó Jordi dándole una fuerte patada en la cara que le rompió el tabique de la nariz.
  • Si quereis venir a por nosotros, esto es lo que os espera. - Marc se agachó y le puso el caliente cañón sobre la sien. Estaba rabioso y quería arrebatarle la vida.
  • Vamonos colega! No merece la pena… vamos!
Los dos misterioros encapuchados salieron rápidamente del jardín, sin correr pero sin pausa. Los dos disparos retumbaron por todo el barrio, fuertes y secos cómo un trueno que anuncia una inminente tormenta, alertando a los vecinos. Pero nadie fué lo suficientemente rápido cómo para detener a los dos terroristas. Ningún vecino los pudo reconocer pues nadie pudo ver sus rostros. Saltaron la valla cómo dos gatos callejeros, cruzaron la calle mirando a ambos lados repetidamente mientras Marc agarraba la empuñadura de su revolver, el cúal llevaba sujetado en la parte posterior de su cintura. Se metieron dentro del coche y desaparecieron, sin más.

Actuaron como dos ‘Volunteers’ de la IRA. Llegaron, localizaron al enemigo y le dispararon a las rodillas, para dar ejemplo. ‘Los irlandeses siempre disparan a las rodillas’, era comunmente sabido por todos. Lo conocían cómo el "kneecapping", una práctica usada por el grupo armado de Irlanda del Norte, principalmente como forma de castigo a sus enemigos.

No lo hicieron al azar. Fué algo premeditado. Diego quedaría cojo o discapacitado de por vida, igual que Cisco. El castigo era justo y equitativo. Además sería un recordatorio constante para él, para Martin y para todos aquellos que quisieran joderles. El ‘Cayetano’ no podría caminar correctamente nunca más, lo que añadía una dimensión humillante y debilitante al castigo.

No hicieron mártires. Lo dejaron cojo, sí, pero vivo. Para que él y todos los demás entendieran que no debían meterse con ellos. Eran fuertes y estaban unidos. Y si alguien la hace, acabaría pagando, tarde o temprano.

La noticia de que un jóven sin antecedentes y de família rica había recibido dos disparos en el jardín de su casa, fué tema de conversación durante muchas semanas. Todos los noticiarios se hicieron eco y el padre de Diego movió hilos para conseguir detener a los responsables. Pero no consiguió nada. Los ‘Custodes’, semanas despúes del atentado, respiraron tranquilos cuando escucharon por la radio que balística no era capaz de averiguar de quien era el arma que había efectuado los dos disparos.
  • Está hecho! - dijo ‘el Irlandés’ al llegar a la sala de urgencias a los pocos amigos que aún aguantaban despiertos. Mientras recibía un agradecido abrazo de su novia, que ya sabía que había sucedido, Marta hizo lo mismo con su novio.
Era tarde y nuestros dos pistoleros estaban cansados. Aunque se sentían serenos y reconfortados, pues habían impartido justicia. En la sala de espera de urgencias ya quedaban pocos, tan solo sus novias y las dos rubias. Justo cuando las dos Marías les preguntaban acerca de los detalles de su venganza, Fran volvió a salir para ver cómo estaban y al ver a Marc lo abrazó fuertemente, cómo un hermano.
  • Gracias… - le susurró a la oreja el agotado gemelo con sus ojos rojos de tanto llorar. - Noe me lo ha contado. Que ese desgraciado sienta en sus propias carnes el daño que ha hecho… es lo justo. Gracias, de verdad.
  • Nada compensará el daño que ha sufrido tu hermano… estaba dispuesto a matarlo Fran, te lo prometo. Pero no he podido…
  • No eres un asesino. Y jamás te hubieramos pedido algo así. La justicia es ciega, amigo. Sobretodo para los ricos y poderosos y tú has tenido el coraje de quitarte la venda y proveernosla sin pedir nada a cambio. Una vez más… Grácias.
  • Cómo está tu hermano? - preguntó Marc dejándolo de abrazar.
  • Quieres verlo?
Marc no supo que contestar, no se sentía preparado. Podría haber seguido disparando rodillas toda la noche, pero no se sentía capaz de afrontar la cruda realidad de Cisco. No obstante entendió que debía aceptar, lo mínimo que podía hacer era darle su apoyo. Cuando entraron dentro de la habitación Cisco ya estaba consciente, aunque seguía entubado. Sonrió y abrió los brazos para que Marc lo abrazase.
  • Lo siento colega… - Marc se derrumbó y empezó a llorar desconsolado. - Lo siento mucho…
Fran se acercó a su hermano gemelo, cómo siempre hacía, para hablar por él. Pero Cisco le dijo que se detuviera haciendole un gesto con la mano y negando con la cabeza. Sin dejar de sonreir, daba golpecitos en la espalda de su amigo que no podía dejar de llorar.
  • El hombre de la silla… - dijo con dificultades Cisco.
  • Qué? - Marc apartó su cara de los hombros del lisiado, dejándo su bata de hospital empapada de lágrimas. - Qué ha dicho? - preguntó asombrado girandose hacía Fran. Era la primera vez que escuchaba su voz.
  • Creo que ha dicho el hombre de la silla! - dijo Fran con una tierna sonrisa dibujada en sus labios.
  • Ahora seré vuestro "hombre de la silla"… el ayudante que, desde su ordenador, guía al heroe durante sus misiones. - Cisco empezó a reir, pero una fuerte y fea tós lo obligó a parar en seco.
  • No colega! Tú no eres el hombre de la silla… Cómo mínimo eres el professor Xavier! - dijo Marc llorando y sonriendo a la vez.
Los dos amigos se volvieron a abrazar y Fran se unió a ellos. Fué un abrazo largo, muy muy largo. Y sobretodo sincero. Puro amor fraternal. Mientras. En la sala de espera…
  • Entonces tienes que ir mañana? Pero si estás de vacaciones mi vida - dijo Jordi al enterarse del repentino viaje de su novia a Madrid.
  • Lo sé! Pero no tengo alternativa. Ha surgido un problemón y tengo que ir, sí o sí, a solucinarlo. - contestó Marta diciendo la verdad y al mismo tiempo no haciendolo.
  • Pues te acompaño! Así aprovecho para hacer turismo…
  • Es quéeee!… - Marta miró a su amiga pidiendo desesperada que le echara un cable.
  • Lo siento precioso! Pero yo me lo he pedido yo primero… - dijo Noe acudiendo al rescate.
  • Vale, da igual… pues vamos los tres!
  • Noooo! Salida de chicas, lo sientooo… - rió Noe mientras agarraba a Marta cómo si fuera suya.
Jordi no insistió más. Solo podía imaginarse a él y a su colega en el sofá de su casa haciendose un tremendo pajote mientras sus ardientes novias estaban a kilometros de distancia. Aquella conversación, por eso, no fué privada. Miare y Masi la escucharon atentamente, dándose cuenta que tenían vía libre.

En casa de Gemma y Laia, se despedían de aquel trágico día cómo ya iba siendo habitual. Es decir, follandose a Guillermo, que aunque no estuviera con ánimos no era capaz de decir que no. Le seguía costando demasiado, más aún cuando se trataba de sexo salvaje.

Mientras Laia le comía la polla ayudandose de sus dos manos, el sujetaba con firmeza el gran culo de Gemma, que sentada sobre su cara, restregaba su caliente y húmedo coño por la boca del chaval.
  • Mete más la lengua… siiiii así. No, no pares. Oooooh siiii! - Gemma agarraba con fuerza el grasiento pelo del chico y lo obligaba a chupar con más fuerza. ‘Brrrrr Brrrrr’ su móvil bibrava sobre el colchón empapado de sudor.
Gemma cogió el telefono y lo desbloqueó con su cara, sin dejar de frotarse y gemir. Abrió el Wasap que Noe le había mandado. “Mañana tengo que ir a Madrid con Marta, pero cuando vuelva tenemos que hablar. Se lo que estás tramando zorra y esto no va a quedar así”
  • Quien es hermana? Cisco está bien? - preguntó Laia con su boca llena de babas y sin dejar de pajear con las dos manos la enorme polla de Guillermo.
  • Si… joder! No pares… No es nadie, tranqui - dijo tirando el movil sobre el colchón. - Pero… cómo demonios eres tan bueno Guille? Me corrooooo - gritó la ‘insurgente’ llena de placer. Estaba claro que Marc le había enseñado su táctica definitiva de chupar coños. Alguien debía patentarlo.
Por último y antes de terminar el capítulo, hablaremos de lo que hacía en ese preciso momento el malvado Martin. Decidió sabiamente ospedarse en un lujoso hotel a las afueras de la ciudad hasta que todo hubiera acabado, así sería impossible que lo localizasen. Mientras una prostituta que había contratado se la chupaba se enteró de lo que le había sucedido a su buen amigo. Seguía rabioso, furioso y lleno de colera. Sin dejar que ella parase de trabajar, envió varios audios a sus secuaces. Debían ponerse serios y contratacar cuanto antes. Él también estaba preparado.

Continuará…
 
Buen fin de semana gente! Aquí os dejo con otro capítulo recién salido del horno. Espero que lo disfruten.

COLEGAS SE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 31 - Chantajes y Pactos


“El sol es una estufa de butano
La vida un metro a punto de partir
Hay una jeringuilla en el lavabo
Pongamos que hablo de Madrid
De Madrid”

Noe escuchaba la versión de los ‘Porretas’ moviendo la cabeza y cantando el estribillo, cuando las dos amigas estaban ya a tan solo un cuarto de hora aproximadamente de llegar a Atocha. Habían salido muy pronto de casa esa misma mañana, decididas a poner punto y final a ese maldito grano en en culo llamado Alberto. Precisamente Marta hablaba con él.
  • Acabamos de pasar Torrejón de Ardoz - dijo astiada y de mal humor sujentando el teléfono mientras miraba el paisaje - sí… supongo que en 15 minutos o así… vale… hasta ahora.
  • Que ha dicho? - pregunto Noe compartiendo uno de los audifonos con su amiga.
  • Está aparcado fuera, esperando. Repasamos el plan?
  • De acuerdo…
Las dos amigas hablaron hasta el final del trayecto sobre lo que habían planeado. Debían actuar con precisión y rapidez. Marta ya tenía claro que no le importaba conservar su trabajo, así que si Alberto quería chantajearla con hacer público y comunicar a la empresa que ella se dedicaba al porno en internet, le daba absolutamente igual. No obstante tenían que frenarle los pies igualmente, pues no iba a permitir que su desalmado jefe jodiera su relación con Jordi.

Cuando llegaron a la estación y bajaron del vagón, Noe alucinó con lo grande que era. Nada más bajar del tren y subir las escaleras hacia la zona histórica, se encontró con una enorme estructura de hierro y cristal y dentro, una jungla tropical. Habían más de 7.000 plantas, estanques con tortugas, palmeras altísimas y un microclima húmedo. Además aquello era un auténtico hormiguero humano. AVE, Cercanías, metro, autobuses, taxis, turistas, maletas rodando por todas partes. La ‘reina caída’ se sintió insignificante y agobiada al mismo tiempo.
  • Estás preparada? - pregunto Marta nerviosa antes de salir al exterior.
  • Si… no te preocupes. No te perderé de vista chiqui!
  • Ten… - Marta sacó un trozo de papel de su bolso y se lo entregó a su amiga - siempre que vengo a Madrid, Alberto reserva una habitación en el mismo hotel. Te he apuntado el nombre y la dirección, por si acaso.
  • Suerte amiga! - dijo Noe abrazandola con un brazo mientras con el otro sujetaba su equipaje de mano.
Las dos amigas se separaron. Marta salió primero buscando el coche de Alberto que debía estar esperandola fuera. Noe salió detrás de ella, manteniendo cierta distancia, en busca de un taxi.
  • Buenos días señorita! A dónde vamos? - preguntó el taxista cuando ella se subío en el asiento de atrás del vehículo.
  • Siga a ese coche! - dijo Noe cómo si estuviera en una película de espías, señalando el Mercedes plateado dónde su amiga se acababa de subir.
  • A la orden - sonrió el viejo conductor poniendo en marcha el taximetro. - Primera vez?
  • Cómo dice? - Noe no estaba por la labor de mantener conversaciones banales con desconocidos. Solo estaba pendiente de que no perdieran de vista a Alberto en esa caótica y sumamente abarrotada marea de coches y motos.
  • Es la primera vez que visitia Madrid?
  • Si…
  • Negocios o Turismo?
  • Eeeeehh… un poco de las dos supongo.
  • Catalana? - preguntó el taxista cuando notó el accento de la preciosa chica.
  • Si, de Barcelona.
  • Me agrada molt Cataluña, el pa amb tomaca. Jeje. Mi cuñado es de Manresa. Pero hace mucho que vive aquí. Sabe?
  • Ya… - Noe miraba enfrente, preocupada de no perder a su amiga. - Los hemos perdido… mierda.
  • No, tranquila. Está ahí delante. - sonrió el viejo señalando el Mercedes de Alberto a escasos metros. - Esto es cómo la jungla sabe?, pero uno ya está acostumbrado. Son muchos años.
  • Vista una ciudad, vistas todas. Barcelona es el mismo caos.
  • Si? Nunca he estado la verdad. Mi cuñado me insiste siempre en que vaya, pero ya sabe… las obligaciones.
Noe aguantaba la inmensa ‘chapa’ de aquel hombre mientras circulaban lentamente y a trompicones por las grandes y transitadas calles de la capital del estado. Al cabo de un buen rato de semáforos en rojo, pitidos de claxón y conversaciones innecesarias, el coche de Alberto entró en un parking público. Noe le pidió al taxista que la dejase ahí mismo, deseando estar unos segundos en silencio. Pagó una cantidad exagerada de dinero por el trayecto y se quedó esperando de píe en mitad de la calle. No tenía ni idea de dónde diablos estaba. Sacó el papel arrugado de dentro de su canalillo y verificó que el hotel que su amiga le había anotado fuera el que estaba enfrente suya. Al darse cuenta que así era, entró dentro, pidió una habitación y esperó a qué apareciera Marta.
  • Disculpa… estás esperando? - le preguntó su amiga acercandose a la larga barra de recepción.
  • No, no. Solo estoy esperando a alguien. Pasad! - sonrió Noe como si no la conociera.
  • Holaaaa! - dijo Alberto dándole un descarado repaso con la mirada.
Él y Marta solicitaron una habitación a la amable y simpática recepcionista que atendía con una gran sonrisa a los clientes. Noe, disimulando que escribia en su movil, se fijó en el número de la habitación que les habían asignado. Cuando ellos dos le dieron las gracias a la empleada y se dispusieron a subir, nuestra particular ‘Mata Hari’ los siguió cómo si fuera una auténtica espía profesional. Estaba nerviosa e ilusionada a la vez, aquello de estar en medio de una misión tan peligrosa y trascendental la ponía sumamente cachonda.
  • Esperad! - dijo la ‘reina caida’ poniendo la mano en el sensor del ascensor cuando la puerta se estaba cerrando. Luego entró con prisas, pulsó el piso dónde quería ir y siguió fingiendo que hablaba con alguien por wasap.
  • No tienes ni idea de lo que te echado de menos - susurró Alberto mientras le metía mano a Marta, sin dejar de mirar el culo de la chica que acaba de entrar en el ascensor.
  • Venga Alberto… estate quieto jijiji… - Marta estaba incómoda y deseaba acabar con él cuanto antes. Pero debía seguir el plan.
  • Vaaa… no seas así… sé que te gusta - Noe tuvo que contenerse de no girarse y meterle tres puñaladas en el corazón a ese baboso manipulador. Ojalá su novio, el ‘irlandés’, le hubiera prestado su arma.
  • Bueno… y que vamos a hacer hoy? - preguntó Marta intentando que él parase de tocarla.
Alberto le contó todo lo que tenía preparado para ese día. Mientras lo hacía, Noe tomaba nota mental intentando memorizar hasta el más pequeño detalle. No iba a permetir dejar sola a su buena amiga, ni un solo segundo, y menos con aquel despreciable ser humano. El plan del chantajista era más bien sencillo, típico plan que harían un hombre con su amante en la gran ciudad. Primero un paseo por el Retiro, luego una buena comida, despúes tomar un helado mientras pasean por las calles de Madrid y por último vuelta al hotel para ponerle la guinda al precioso día.
  • Hasta luegooo! - dijo Noe cuando el ascensor paró en su planta.
  • Adiós! - sonrió Marta con la mano de su jefe sobandole el culo por debajo del vestido.
  • Que vaya bien! - dijo Alberto deseando saber dónde se hospedaba aquella caliente chica.
Noe entró en su habitación, cerró la puerta y se fué directamente al lavabo. Llevaba horas meandose, a juzgar por el rato que estubo orinando, desde que era pequeña. Mientras se sentaba en el trono con el tanga a la altura de las rodillas, aprovechó para llamar a su novio.
  • Hola mi vidaaa! Cómo va por los ‘Mandriles’? - preguntó irónicamente Marc al otro lado de la línea.
  • Hola mi amor… de momento bien, todo marcha según el plan. Ya estoy en el hotel esperando a que salgan…
  • Sabes que me pone mucho este rollito que me llevas?
  • Qué dices imbécil? Jajaja
  • Si joder, te imagino allí, en plan espía, vigilando con tus gafitas de sol, toda sexy… uffff! se me pone durísima…
  • Que tonto eres… Aiiiii…Hombres! Bueno y tú qué? Cómo va por ahí? Me echas de menos?
  • Siempre mi amor…jaja. Igual que ayer la verdad… sin noticias de Martin. Justo ahora acabo de salir de casa que he quedado con Jordi y Guille para ir a visitar a los gemelos al hospital.
  • Dale recuerdos…
  • De tu parte mi vida.
  • Y mi hermana? Cómo está?
  • Preocupada… ya sabes. Aunque Andrés no la deja ni un segundo sola. Está en buenas manos, no te preocupes.
  • Y Gemma? No te ha dicho nada? - Noe se limpiaba la entrepierna y tiraba de la cadena.
  • Ni idea, no he hablado con ella desde ayer.
  • Si te dice algo avísame vale?
  • No te preocupes mi amor… Oye! Tengo que colgar que he de coger el coche. Hablamos luego, vale? Y suerteeee!
  • Valeeee! Te quiero mi vida!
  • Y yo a tí! Y dadle duro a ese cabrón!
Mientras Marta y Alberto pasaban el día juntos, Noe se dedicó a seguirles sin perderles de vista, manteniendo siempre una cierta distancía de seguridad, para que él no sospechase nada. Grabó con su móvil cualquier muestra de afecto que el baboso jefe le daba a su amante. Los sobeteos constantes mientras paseaban por el Retiro, cómo la cogía de la mano durante la comida, los besos apasionados cuando pasearon por la Gran Vía. Lo documentó todo, no sin sentirse mal por su amiga en todo momento. Marta tuvo que soportar a ese cabrón todo el día, fingiendo estar agusto cuando en realidad se sentía violada. Además, varios chicos la reconocieron y tuvo que pararse varias veces para hacerse fotos con sus fans. Seguía sin llevar bien lo de ser una persona medíatica. Lo que ella no sabía es que lo peor aún estava por llegar.

Cuando llegaron de nuevo al hotel, empezaba a atardecer. Marta, deseando que aquella pantomima terminase de una vez, entró en pańico cuando Alberto saludó a dos hombres que esperaban sentados en los sofás de la recepción. Ellos le devolvieron el saludo y se levantaron sonriendo maliciosamente, devorando con la mirada a ‘Dulce Dolor’.
  • Que hace Luis aquí? Y quien es el otro? - susurró ella mientras se dirigian a su encuentro.
  • Javi, de contabilidad. Los he invitado yo. Portate bien o ya sabes lo que te pasará, estamos? - le contestó él, sabiendo que era He-Man, pues efectivamente, tenía el poder.
Saludaron a sus compañeros de trabajo que parecían estar ya erectos, deseando subir a la habitación del hotel para follarse a esa zorra infiel que según le habían contado a Javi, era una fiera en la cama. Y así lo hicieron, no perdieron tiempo. Alberto les dió un fuerte apretón de manos a sus dos subordinados e hizo las presentaciones entre Marta y Javi.
  • Joder Alberto! - exclamó este último mientras le daba dos besos a la chica - Creo que te quedaste corto al describirla! Menudo pivonazo! - dijo haciendo sentir a Marta cómo un simple trozo de carne.
  • Hola preciosa! - dijo Luis cuando le tocó su turno.
  • Hola Luis cómo estás? - intentó sonreir Marta saludando a su compañero. A este sí lo conocía, de sus anteriores lascivas quedadas.
  • Cachondo! - rió él recordando cómo disfrutaba ella con la doble penetración. - Deseando subir arriba y darte lo que te mereces.
Noe lo observaba todo desde la distancia, mordiendose las uñas. Su pobre amiga rodeada de aquellos tres cerdos. De repente sintió el irrefrenable deseo de agarrarla por el brazo y sacarla rápidamente de aquella encerrona. No habían planeado que pudiera suceder eso. Quien iba a imaginar que Alberto pediría refuerzos?
  • Perdonad que os moleste…- dijo acercandose a ellos.
  • Ostras la chica del ascensor no? Otra vez nos encontramos, que coincidencia - exclamó Marta indicandole con la mirada que debían hablar.
  • Ya ves, el mundo es un pañuelo jeje. Perdona que moleste, acaso conoces bien la ciudad? Es que estoy de visita y quería ir de ‘tapeo’ y no sé cúal es el mejor sitio… - se inventó haciendose pasar por turista, sujetando un mapa de Madrid en sus manos.
  • Si claro! Lo mejor será que vayas al barrio de La Latina. Vamos fuera y te indico cómo llegar, guapa!
Alberto, impaciente por empezar, le pidió que no tardase demasiado, al mismo tiempo que pensaba que sería un puntazo conseguir que aquella desconocida se uniera a su particular fiestecita.
  • Que hacemos tía? - preguntó Marta nerviosa en mitad de la calle al mismo tiempo que fingía darle indicaciones a la hermosa y sensual turista.
  • Habrá que drogarlos a los tres tía, no queda otra.
  • No sé si habrá suficiente tía. Solo había traido para Alberto.
  • No queda otra, debemos confiar en que llegue para los tres.
  • No tardes, vale? - le rogó Marta a su amiga mientras se despedia y volvía a entrar dentro.
Los tres hombres entraron en el ascensor con Marta. Mientras subían le metían mano descaradamente e intentaban besar sus labios. Ella se sentía como una prostitua y aunque detestaba toda aquella situación, no pudo evitar excitarse al notar esos rabos erectos frotarse contra su cuerpo. Tenía muy claro lo que había venido a hacer a Madrid y estaba completamente decidida y centrada en cumplir su objetivo; pero había un problemilla, su gran debilidad. Le encantaba sentirse usada y utilizada por los hombres. Era superior a ella, la ponía siempre muy caliente.

Alberto abrió la puerta de la habitación y dejó que entrasen todos. Luego puso el pestillo y empezó a quitarse la ropa mientras observaba cómo sus dos empleados se enrrollaban con su amante. Los cerdos no perdían el tiempo. Marta alzó los brazos mientras Javi delante suyo, le levantaba el vestido y le metía la lengua en su boca. Por detrás Luis se agachó y empezó a amasarle las nalgas como si fueran dos masas de pizza. Le pasaba la lengua por la raja de su culo, oliendo fuertemente el olor a coño húmedo y caliente que provenía de su incontrolable entrepierna.
  • Menuda zorra estás hecha! - le susurró Alberto. Solo llevaba puestos los calzoncillos, marcando bulto.
Entre los tres le quitaron la ropa interior y la dejaron totalmente desnuda. Ella no podía evitar gemir mientras Luis le comía el ojete, Javi le metía un par de dedos en el coño y Alberto le chupaba las tetas. Estaba a nada de olvidar el plan, solo quería que se la follaran como una perra. Pero debía ser fuerte y luchar por Jordi. Centrate amiga! Centrateeee! Tu misión es terminar con tu malvado jefe aunque por otro lado… por qué no darse un pequeño caprichito antes? Total, hasta que no llegase su amiga en su ayuda, no tenía nada mejor que hacer.
  • Poneros así, en fila… - dijo ella arrodillandose delante de los tres hombres. - A ver que tenemos…
Marta con expresión traviesa, ayudó a quitarse la ropa a Javi y Luis. Y en pocos segundos tuvo a los tres hombres en calzoncillos ha escasos centrímetros de su cara. Les ordenó que se los quitaran, quería ver los tres rabos salir disparados a la vez. Cuando el fuerte olor a pene entró pos sus fosas nasales ya no pudo parar. Fué como el pistoletazo de salida de los San Fermines. La fiesta había empezado.
  • Diooos! Pero que buena eres! - gemia Javi recibiendo por primera vez aquella espectacular mamada.
‘Dulce Dolor’ chupaba las tres pollas, una tras otra. Mientras tenía una en la boca, pajeaba las otras dos, manteniendolas erectas y calientes. Iba como una loca, intentando darles placer a los tres. Ellos se peleaban por su boca y empezaron a rodearla, cada vez más calientes y erectos.

A unas habitaciones de distancia Noe se daba prisa en preparar las bebidas. Había pedido a recepción una botella de champán, pues no tenían cava a causa del boicot que le estaban haciendo a los productos catalanes. Ellos se lo pierden, se dijo para si misma. Qué tendrá que ver la política y la comida?. Aunque mañana entrasen en guerra con Marruecos, ella no iba a dejar de comer Cus-Cus por ello. Con lo rico que está. Lo encontraba una auténtica idiotez.

Distribuyó equitativamente en las tres largas y finas copas el poco LSD que le había sobrado a Rosa, la madre de Jordi, el cúal su amiga le había ‘cogido prestado’ el día anterior cuando estuvo en casa de sus suegros.

“TOC - TOC” Cuando picaron en la puerta de la habitacíon de Alberto, Marta ya estaba completamente desatada y fuera de sí. Tres de sus ocho orificios estaban llenos de rabo madrileño. Cabalgaba la polla de Alberto, mientras Luis la penetraba por el culo y Javi la obligaba a seguir chupando. Se la estaban follando cómo a ella le gustaba que lo hicieran. Fuerte, violento y sin pedir permiso.

“TOC - TOC” seguían insistiendo sin obtener respuesta.
Noe esperaba en el pasillo sujetando las cuatra copas y la botella medio vacía, empezando a preocuparse seriamente por el estado de salud de su amiga.

Dentro de la habitación había demasiado ruido cómo para escuchar las llamadas en la puerta. Una sinfonía de cachetazos en el culo, bofetadas en la cara, gemidos de placer y palabras indecentes acaparaba toda la atención de los tres huéspedes.

“TOC - TOC Servicio de habitacioneeeees!”
  • Habéis escuchado eso? - preguntó Marta mojada y excitada.
  • Calla puta! Y sigue chupando! - Javi agarró la cabeza de la chica y le metió la polla hasta la garganta.
“TOC - TOC - TOC - TOC - TOC - …”
  • Pero quien demonios llama ahora? - gimió Luis mientras le reventaba el ojete y la sujetaba de los dos brazos para que no pudiera resistirse a la brutal mamada.
Marta estaba a punto de correrse. Podía sentir aquellas dos duras pollas dentro suyo mientras el animal de Javi intentaba meter sus huevos dentro de su boca junto a su polla al mismo tiempo que la insultaba y le daba fuertes bofetadas en su mejilla.

“SERVICIO DE HABITACIONEEEEEEES”
  • Esperaaaa - Gimió Marta cuando ese bruto le dio un pequeño respiro al ver que se estaba ahogando. - He sido yo, he llamado al servicio de habitaciones…
  • Por qué? - preguntó Alberto dejando de morder los pezones erectos de la chica.
  • Me apetecía una copita… - ella se apresuró en abrir la puerta y dejó a los tres hombres sobre la cama, desnudos, erectos y con ganas de más - a vosotros no?
Los chicos observaron como ella desaparecía por el corto pasillo. Siguieron masturbandose mirando ese cuerpo desnudo, ansiosos porqué volviera de nuevo.
  • Todo bien? - susurró Noe cuando Marta abrió la puerta. Estaba desnuda, sudada y con el pelo alborotado.
  • Si… esperate aquí vale? Te abro de nuevo en cuanto haga efecto. - dijo ella mientras agarraba las copas y la botella. Noe esperó como su amiga le había pedido, apoyada contra la pared y muy nerviosa, necesitaba urgentemente echar un pitillo. Dentro, los tres incautos hombres brindaban con la ardiente chica y se terminaron las tres copas de un solo trago.
Luego siguieron follandosela, cada vez más duro y más violento. No pasó demasiado tiempo, cuando Marta volvió a abrir la puerta.
  • Vamos tía! Entra rápido! - le dijo ella, esta vez tapada con un albornoz blanco. Luego cerró la puerta y llevaron a cabo su tan ansiada venganza.
Cuando Alberto empezó a recuperar la consciencia, habían pasado unas dos horas. A su lado, sobre la cama, tenía a Luis que roncaba fuertemente, aún desnudo. Mientras Javi, tirado en un sillón se tocaba la cabeza aturdida, confundido y con mucha resaca.
  • Qué… qué ha pasado? - preguntó intentando levantarse con dificultad.
  • Ya estáis despiertos? - preguntó Marta secandose el pelo. Justo salía de la ducha - Aiiiii madre mía… Hombres! Por qué siempre os quedáis dormidos despúes de echar un polvo?
Ellos se miraban confundidos y extrañados. No conseguían recordar que había sucedido en las últimas horas. Sabían que hacían ahí, recordaban follarse brutalmente a la catalana, pero luego había un vacío. Cómo si alguien hubiera censurado esa parte de la película.
  • Mierdaaaa! - gritó Alberto mirando su reloj. - Es muy tarde, mi mujer me va a matar.
  • Anda corre! - le dijo Marta sonriendo.
  • Te veo mañana vale? - añadió él, mientras se vestia rápidamente. Lo dijo más cómo una orden que cómo una propuesta.
Mientras Marta esperaba a que Javi y Luis recobraran la compostura y se fueran. Alberto salió disparado hacía el parking en busca de su coche, mientras aprovechaba para llamar a su mujer y pedirle disculpas. Usó la escusa que siempre ponía. El puto trabajo. Iba con tanta prisa que no se fijó en que alguien le estaba siguiendo.
  • Siga a ese coche! - le dijo Noe al taxista. Deseando que esta vez no le comieran la cabeza. No tuvo tanta suerte.
Alberto vivía en la Sierra, en una preciosa casa unifamiliar. Cuando llegó sus hijos ya dormían y su mujer lo recibió con los brazos cruzados y cara de pocos amigos. Últimamente su marido se comportaba de forma muy extraña. Sus constantes reuniones de trabajo hasta altas horas de la noche, incluso estando de vacaciones, su insistencia en ir siempre a Barcelona cuando sabía perfectamente que ella detestaba aquella ciudad y que me decís de su mano agujereada por un tenedor? Algo raro pasaba y no le hacía ninguna gracia.
  • Churri! Ya he llegado. - dijo Noe llamando a su amiga sin salir del taxi. - te mando ubicación, hay una hora más o menos de trayecto.
  • Vale! Voy para allá!
  • Catalana verdad? - preguntó el taxista mientras la preciosa chica le pagaba el viaje.
  • Siiii… - suspiró Noe. - De Barcelona….
  • Molt de gusto! Mi mujer tiene un primo que vive allí, sabe?
  • Ah si? No me diga…
Mientras hacía tiempo esperando a que su amiga llegase. Optó por dejar que el taxi se fuera. Él insistió en quedarse, pues era tarde, estaba oscuro y se encontraban en un lugar poco transitado. No era lugar seguro para una preciosa chica cómo ella. Noe le dijo que no hacía falta, que no se preocupase. Prefería mil veces que la atacasen a tener que seguir, un segundo más, soportando estúpidas e intrascendentes conversaciones.

Como aún le quedaba un buen rato de espera, decidió llamar a Marc. A ver como iban las cosas por Barcelona. Encontró una vieja y descuidada marquesina de una parada de autobús y se sentó en el banco, haciendo tiempo hasta que llegara su amiga.
  • Hola? - contestó Marc.
  • Hola vida, cómo…
  • Hola?
  • Vida… me oyes?
  • No te escucho… hola?
  • Holaaaaa! Me oyes? - Noe se puso de pié encima del banco, buscando señal.
  • Si estás hablando no te escucho… Hola?
  • Holaaaaaaa! Ahora?
  • No te escucho…
  • Mierda de cobertura…
  • Es bromaaaaaa! Soy Marc y ahora mismo no puedo atenderte así que deja tu mensaje y te llamo en cuanto pueda, un abrazo piiiiiiiip…
La ‘reina caída’ se volvió a sentar en el banco con cara de tonta. No recordaba que su novio tenía aquel contestador. Se preguntó si estaría todo bien, preocupada porqué no hubiera pasado nada malo. Entonces llamó a su hermana.
  • Hola Sister! - respondió esta vez de verdad su hermana.
  • Cómo estás? Va todo bien por ahí?
  • Si. De momento si. Estoy viendo una peli con Andrés.
  • Ah sí? Cúal? - Noe estaba aburrida.
  • Una paranoia… cómo se llama Andrés?… ‘Coherence’ La has visto?
  • Creo que sí. La de los amigos que quedan para cenar y justo pasa un cometa y hay cómo universos paralelos que se entremezclan…
  • Eeeeh! Calla que me haces spoilers joder!
  • Jajajaja… vale vale perdona.
  • Va todo bien por Madrid? Cómo va el plan?
  • Casi listo! Y con ganas de volver la verdad.
  • Hechas de menos el mar o qué? - rió la jóven hermana.
  • El Marc más bien… jajaja… oye! Hablando del rey de Roma, sabes dónde anda? Lo estoy llamando y no lo coge.
  • Ni idea. Esta mañana se ha ido con Jordi y Guille a visitar a los gemelos al hospital, lo esperabamos para comer pero nos ha llamado diciendo que se quedaba en casa de Jordi.
  • Seguro que están de paja… cuando están solos parecen dos adolescentes…
  • Hombres…
  • Qué me vas a contar… en fin… no te molesto más Sister! Nos vemos mañana!
  • Te quiero!
  • Y yo a tí! Cuidate vale? Muaaaaa
Mientras Noe esperaba a Marta impacientemente en mitad de una oscura y poco transitada carretera nacional, a más de 500 kilometros de distancia su novio se lo pasaba en grande junto a su colega de pajas. Llevaban horas, muchas horas tirados en bolas en el sofá de casa de Jordi. Habían llegado del hospital sobre las dos de la tarde y empezaron a darle sobre las cuatro. Ya eran casi las doce de la noche y seguían ahí, como dos pajilleros adolescentes con sus rabos empalmados y rojos de tanto aguantar.
  • Menuda lefada nos vamos a meter colega! - dijo Marc contemplando la polla de su amigo tensa y palpitando.
  • Que pongo ahora? - preguntó Jordi. - Te apetece el de Masi en el confesionario?
  • Venga va! Dale! - los dos amigos volvieron a masturbarse viendo a la sensual andaluza comerse el pollón del viejo cura.
Habían decidido pegarse una sesión larga. Parando cuando tuvieran ganas de correrse y proseguir luego, dándole sin descanso durante horas y horas, hasta que sus huevos no pudieran aguantar más. Fué idea de Jordi, ya que quería grabar un video de ellos dos lanzandose la lefa en sus propias caras, para su cuenta de Onlyfaps. Y para que la corrida fuera buena, estaba claro que debían aguantar mucho tiempo las ganas de correrse. Además los chicos aún no habían subido nada en sus cuentas y sus compañeras femeninas estaban empezando a mosquearse.

‘Prrrrrrrrrrreeeeeeeep’
  • Quien es? - preguntó Marc poniendose en guardia cuando sonó el interfono. Recordemos que estaban en guerra y debían ser cautos y precavidos.
  • Siiii? - respondió Jordi sujetando el telefonillo. - Ostiaaaa! Pero que hacéis aquí? No, para nada… subid, subid!
  • Quienes son? - Marc estaba ya vistiendose.
  • No hace falta colega! Son Miare y Masi. - dijo Jordi mirando su cuerpo desnudo enfrente del espejo y secandose el sudor de su barriga y sus axilas.
  • En serio? - Marc volvió a dejar su ropa en el sofá y se acercó desnudo a su amigo. - Qué hacen aquí? Las has invito tú?
  • Si, no lo sé y no. - rió su colega agarrando la polla de su amigo de pié junto a la puerta.
Cuando las dos Marías entraron se quedaron un poco paradas. No es que se disgustaran al verlos los dos en pelotas y erectos, pues ya venían expresamente con la intención de follar. Pero sinceramente, esperaban empezar desde cero y estaba claro que en aquella casa la fiesta había comenzado hacía mucho rato.
  • Vaya! Menudo recibimiento! - dijo Miare entrando en el comedor. La ropa por el suelo, un par de toallas en el sofá, el video de Masi en la tele con el sonido a todo volúmen, aquel olor a rabo, sudor y precum que inundaba toda la estancia. Se puso como una moto en un santiamén.
  • Escuchamo’ que vuestra’ novia’ se iban a Madrí’ esta mañana y pensamo’ en hacero’ compañia. - Masi se sentó en el sofá junto a su amiga.
Marc y Jordi se sentaron en el otro sofá, sobre las toallas húmedas dónde llevaban toda la tarde pajeandose. Se abrieron bien de piernas dejando toda la mercancía a la vista y esperando a que las chicas les hecharan un cable.
  • Queríamos venir antes, pero se nos ha hecho tarde en el hospital. - dijo Miare cruzandose de piernas sin poder quitar la vista de esos dos pollones erectos. - Espero que no hayamos interrumpido nada…
  • Nooo rubia! Sois más que bienvenidas… - dijo Marc con sus dos manos sobre sus muslos y ofreciendole su polla erecta. Ojalá tuviera hambre.
  • Estabai’ de paja por lo que veo! - Masi jugaba con un mechón de su pelo. Le ponía muy cachonda que sus dos amigos se estuvieran tocando con su video. - Os importa que nos unamo’ a la fiesta?
Los chicos celebraron la propuesta. Mientras ellas se desnudaban y empezaron a tocarse en un sofá, ellos siguieron haciendo lo mismo en el otro. Ahora las miradas de los cuatro amigos se turnaban, de la pantalla a sus genitales y así sucesivamente.
  • La tienes super dura cabrón! - dijo Jordi agarrando de repente la polla de su amigo y dejando que él agarrase la suya.
Las chicas no se iban a quedar atrás, así que Miare empezó a frotar el clítoris de su amiga, mientras ella le metía un par de dedos. Marc y la rubia se miraban a los ojos mientras les masturbaban cada vez más rápido. Ellas habían venido con ganas de follar, con lo que justo empezaban sus preliminares. Pero los dos amigos llevaban demasiado tiempo aguantando. Y ver a las dos chicas abiertas de piernas dándose cariño, fué la gota que colmó el baso.
  • Yo no aguanto más bro! Necesito correrme… joder!
  • Esperaaa… - Jordi agarró su móvil y se lo dió a Masi. - Nos puedes grabar mientras nos corremos?
La andaluza, siempre dispuesta a echar un cable se puso de rodillas delante de la mesita de noche y empezó a grabar. Sin dejar de masturbarse, enfocaba a los dos chicos que se agarraban mutuamente las pollas y empezaban a darle cada vez más rápido. Sus huevos rebotaban fuertemente contra el sofá, subiendo y bajando sus manos. Sus caras llenas de placer, sus gemidos cada vez más fuertes y repetitivos. Cuando notaron que empezaban a correrse, los dos acercaron sus bocas a sus propios rabos, abriendolas para recibir su propia lefada.
  • Jodeeeeeer! - gemia Marc mientras su propio semen le caía sobre la barriga y su cara.
  • Oooooh siiii! - gritaba Jordi intentado que sus lefazos le llegararan dentro de la boca.
Mientras a Masi le temblavan las piernas, Miare se mordia el labio inferior observando aquel festival de esperma, masturbandose compulsivamente. Jamás había visto una polla soltar tal cantidad de leche, ni tan lejos. Mientras contemplaba aquellos dos enormes rabos escupir como locos se corrió sobre el mojado sofá.

Marc y Jordi se miraron sonriendose, con sus caras llenas de lefa y sin dejar de sujetar sus pollas que seguían palpitando. Masi hizo un primer plano a sus rostros relajados y felices. Luego cortó el video.
  • Menuda corrida! - dijo Miare muy cachonda. Se levantó y se sentó encima de Marc. Podía notar su polla caliente y aún dura, rozarse contra su coño húmedo. - Ven aquí marranote!
Agarrando su cara con las dos manos empezó a pasarle la lengua por todos lados, limpiandole los lefazos que se acababa de echar encima. Masi hizo lo mismo con Jordi y en poco rato estaban los cuatro follando salvajemente.

Volviedo atrás 500 kilometros. Marta llegó al fin al destino que su amiga le había mandado por teléfono. Se la encontró sola, escuchando música en mitad de la noche, sentada bajo la vieja marquesina.
  • Dónde es? - preguntó mientras se acercaba y su amiga se quitaba los cascos de las orejas.
  • La casa blanca de allí! La que tiene las luces encendidas.
  • Genial! Vamos!
Alberto acababa de salir de la ducha, la alargó lo máximo que pudo para evitar una posible, aunque inevitable, discusión con su mujer. Mientras se secaba el cuerpo tuvo que soportar un sinfín de reproches por su parte. Por qué venia siempre tan tarde? Por qué no estaba nunca por casa? Por qué se ocultaba cada vez que sonaba el teléfono a altas horas de la noche? Por qué tenía la mano pinchada cómo si fuera un solomillo? Estaba harta de él, casi segura de que la estaba engañando, pero no tenía pruebas. Así que él siempre contestaba de la misma manera. Diciendo que eran todo imaginaciones suyas y que la quería. Esas escusas que repetía constantemente como si fueran un mantra personal le habían funcionado hasta el momento.
  • Se puede saber quien llama a estas horas? - preguntó su mujer mosqueada al escuchar el timbre de la casa.
  • Será del trabajo mujer… - dijo sin pensar Alberto. Usaba tantas veces esa carta que casi había perdido su significado.
Mientras su mujer daba un portazo y se metía mosqueada en la cama, el chantajista se dió prisa en bajar al piso de abajo para abrir la puerta. Quien demonios sería? Quizás Luis o Javi? Fuera quien fuese, no eran horas de llamar.
  • Mar…Marta? Qué coño haces aquí? - preguntó asustado, mientras ajustaba la puerta detrás suyo. Seguía aún mojado tan solo tapado por una pequeña toalla de baño.
  • Me había quedado con ganas de más… - dijo ella intentando quitarle la toalla.
  • Para… para joder. Mi mujer y mis hijos están dentro… estás loca o qué te pasa? - Alberto miraba constantemente dentro y también el balcón del piso superior dónde estaba su dormitorio, asegurandose de que su mujer no bajara. - Cómo has sabido dónde vivo? Me has seguido?
  • Ella no! Pero yo sí! - de repente Noe lo asaltó por la espalda y le quitó la toalla dejándolo completamente desnudo. Alberto se tapó la entrepierna con las dos manos, implorandole que se la devolviera.
  • Tú! La turista… pero… qué… qué diablos sucede aquí? A que viene esto? Que quereis? - Alberto había entrado en pánico. Ninguna de sus escusas valdría de nada si a su mujer le daba por aparecer justo en ese momento.
  • Se acabó Alberto! - dijo Marta mientras su amiga le prestaba su movil. Noe iba de un lado al otro y se divertía jugando con la toalla de él, evitando que la recuperara. No podía parar de reir.
  • Si crees que me voy a dejar chantajear estás muy equivocada. Adelante, llama a mi mujer, no me importa…
  • Vale! - Marta hizo la intención de entrar dentro de su casa.
  • Vale vale! Espera joder… hablemos! - dijo él asustado. Vaya mierda de farol se había tirado.
  • No hay nada de que hablar gilipoyas! - dijo Noe tirando al aire su toalla y jugando a cogerla al vuelo. - Enseñale las fotos tía! Vamos!
  • Qué… qué fotos? - pregunto él con una sudor fría recorriendo todo su cuerpo.
Marta le mostró la pantalla del móvil y la cara del malvado jefe se convirtió en un poema. Mientras ella deslizaba con el dedo lentamente foto a foto, su expresión de terror iba en aumento. Al final, la inesperada presencia de los dos subordinados había resultado ser efectiva. En esas situaciones es dónde una mujer demuestra su valía. Haciendo de una desventaja una virtud.
  • Además de tú mujer, me pregunto que dirá el consejo cuando se enteren que su director nacional se lo está montando con su contable y su jefe de ventas... - Marta sonrió victoriosa mientras le mostraba una foto dónde Alberto, de rodillas en el suelo del hotel, tenía las dos pollas de sus empleados dentro de la boca. Además llevaba puestas unas medias rojas, un sujetador muy sensual y los labios pintados como una puta barata.
  • Pero… no… no puede ser - tartamudeaba intentando recordar cuando había pasado eso. - Esto es solamente un burdo montaje, yo jamás…
  • Ah si? Espera… - Marta inició un vídeo dónde Alberto, a cuatro patas, recibía las empotradas de Luis por atrás, mientras Javi le follaba la boca.
“Cómo te llamas?” Preguntaba en el video una voz femenina mientras le hacían un primer plano a la cara.

“Me llamo Alberto. Alberto Ruiz Cruzado” contestaba él muy excitado mientras lamía el capullo del capuyo de su empleado.

“Te gusta chupar pollas Alberto?” Volvió a preguntar la voz femenina. Mientras el asentía mirando a cámara con una mirada lasciva y sus pupilas muy dilatadas.
  • El champán! Nos habéis drogado? Hija de putaaa! - susurró él enfurecido dándose cuenta de lo que había sucedido.
  • Eeeh! No no… - Marta le devolvió el teléfono a su amiga antes de que su jefe pudiera quitarselo de las manos.
  • Esto no va a quedar así… no sabéis con quien os estáis metiendo… voy a destrozaros… voy a hacer…
  • Mira payaso! - Interrumpió Noe que no tenía tanta paciencia cómo su buena amiga. - Yo lo veo del siguiente modo. Tanto tú cómo Marta tenéis cosas a perder, así que estaís en la misma situación. Que la quieres joder… adelante! Hazlo si tienes pelotas…
  • No lo entiendes verdad? No es solo el trabajo, iré a por su novio, se lo contaré todo…
  • En el mismo momento que lo hagas, perderás a tu familia, perderas el trabajo y todo el mundo sabrá que eres un compepollas. Tus amigotes, tus familiares, tus compañeros de trabajo… me aseguraré de difundir las fotos y los videos por todas partes - Marta saborebaba lentamente el dulce sabor de la venganza. - Todo el mundo en Madrid te verá tragando leche como una putita obediente. Tú mismo Alberto. Si quieres perderlo todo es decisión tuya. Tu sabrás lo que quieres hacer.
  • Me han dicho que en Chueca hay pisos bonitos, aunque caros… - rió Noe tirandole la toalla. - Será difícil pagar el alquiler… sin trabajo, teniendo que pasar la manutención de tus hijos… es una pena… pero si es lo que quieres…
  • Esperaaa! - dijo él temeroso de que aquella chica que revisaba las fotos en su movil, decidiese publicarlas. - Está bien! Estamos en paz. - acabó aceptando mientras se ataba la toalla alrrededor de la cintura.
Marta quiso asegurarse de que ese pedazo de mierda entendía bien el trato. No habrían más llamadas, se acabaron las quedadas a escondidas de sus respectivas parejas, ni visitas inesperadas a Barcelona. Y por supuesto, se acabaron los chantajes. El primero que violara esas normas podría joder al otro sin consecuencias. Era lo justo para los dos.
  • Entendido! Y ahora largaros por favor!
  • Una cosa más… - dijo Marta levantando el dedo, cuando ya le había dado la espalda y junto a su amiga se disponían a salir del patio de su casa.
  • Qué quieres ahora? Cómo baje mi mujer estoy muerto joder!
  • Quiero un puesto en el consejo. - dijo ella girandose y sonriendo de oreja a oreja.
  • Hecho!
  • Y teletrabajar!
  • Valeee! Hecho! Y ahora largaros o me buscaréis la ruina.
Alberto cerró la puerta de su casa, estaba tan sudado que necesitaría hecharse otra ducha. Con la consiguiente represalía de su cansada mujer, que no era capaz de entender el extraño comportamiento de su marido. Aunque siempre intentaba mostrarse duro y seguro de sí mismo ante los demás, ahora se sentía frágil e indefenso. Lo tenían bien piyado por las pelotas. Por primera vez en mucho tiempo, tubo que bajar la cabeza y acepter la derrota. No le quedaba otra.

Las dos amigas agarradas del brazo camianaban alegremente por la oscura calle en dirección a la nacional. Mientras Noe se ocupaba de llamar a un taxi, Marta reservaba dos asientos a Barcelona para el día siguiente.

Cuando llegaron de nuevo a la ciudad, estaban tan eufóricas que no podían irse a dormir. Así que decidieron salir de fiesta. Disfrutaron juntas de una noche maravillosa y llena de divertidas experiencias, recoriendo varios afters de la ciudad. Bailaron como si no hubiera un mañana, bebieron como si llevaran semanas sedientas, incluso tomaron un poquito de ‘M’ que unos agradables y guapos chicos les ofrecieron.

Se sentían libres, fuertes y victoriosas. Aunque la noche fué cuanto menos mágica, se arrepintieron al día siguiente. Cuando se levantaron el miércoles, con dos desconocidos metidos en sus respectivas camas, tuvieron que salir pitando del hotel porqué perdían el tren. Mientras corrían desesperadas hacía la estación, soportaban cómo podían el resacón inmenso que llevaban encima, iban con prisa, acceleradas y con la mente nublada. No obstante se sentían felices y poderosas. Aún podían saborear en sus labios el satisfactorio sabor de la venganza.

De vuelta al barrio, sus dos novios se despertaron abrazados a las dos rubias. Mientras se duchaban por parejas y posteriormente disfrutaban de un buen desayuno todos juntos, recordaron la noche anterior, no sin dejar de estar preocupados, pues seguían sin noticias de Martin.

Ya habían superado el terrible terremoto de Diego, manteniendose firmes y haciendo justicia. Las chicas, por su parte, habían conseguido sofocar el fuego del volcán rabioso que era Alberto y respiraban tranquilas dentro del tren en movimiento, de vuelta al hogar.

Tan solo dos frentes seguían abiertos en el horizonte. Un horrible huracán, llamado Martin, que acechaba sin cesar, escondiendose tras una leve y falsa cortina de tranquilidad. Y un demoledor Tsunami, llamado Gemma, de la que los ‘Custodes’ no podían esperar que hicera lo que estaba a punto de hacer.

Mientras míercoles amanecía de la mejor manera posible para todos, excepto claro está, para los dos gemelos que seguían esperando el alta dentro del hospital, una terrible y susurrada conversación, sucedía en el lujoso bar de un hotel a las afueras de la ciudad.
  • Y qué saco yo de todo esto? - preguntó Gemma dando un sorbo a su café. Se sentaba junto al enemigo, conspirando a espaldas de su ‘família’
  • Te puedes quedar con Marc si quieres. Lo dejaremos vivo si tanto lo deseas... - Martin había perdido la cabeza. No había antecedentes de esquizofrenia en su família que pudieran preveer su actual comportamiento, simplemente su venganza personal se le había ido de las manos. El personaje se había comido a la persona. Estaba fuera de control, corroído por la rabia y la ira.
  • … - Gemma no dijo nada, tan solo miró directamente a los ojos del diablo. Tenía dudas.
  • Sé que lo deseas Gemma. Mónica me lo contó hace tiempo. Y creo que… nos podemos ayudar mutuamente. No crees? - Belcebú le tendió la mano.
Nuestra inestable ‘insurgente’ seguía callada, observando al mal personificado a través de sus gafas se sol. No se equivocaba, ella estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por conseguir a Marc. Pero tanto cómo para arrebatarles la vida a sus amigos? Sería capaz de llegar hasta tal extremo?

El deseo es peligroso, pues siempre juega en la ambiguedad.
Es capaz de hacerte escribir las canciones más bonitas, o componer los poemas más hermosos. Pero también te puede llevar a traicionar a tu propio hermano. Te confunde durante toda la vida, cambiando de cuerpo cuando oscurece.
Te hace sentir vivo, lleno de vitalidad y te empuja en la oscuridad para que consigas alcanzar tus metas. Pero también te puede llevar a estrellar un barco, con cantos de sirena que te absorven el cerebro.

El deseo es la luz que te muestra el camino y al mismo tiempo la luz que te ciega hasta la muerte. Sin decir absolutamente nada.

Aquella mañana, dos manos se juntaron de forma perversa y un pacto nació de entre las sombras. El cataclismo era inminente y estaba a punto de golpear contundentemente sobre la vida de nuestros buenos y apreciados amigos. Los ‘Custodes’ ajenos a lo que sucedía tras las frias y oscuras montañas de Mordor, disfrutaban de sus vidas tranquilamente en la apacible Comarca. Nadie podía llegar a imaginar que la Parca estaba golpeando la puerta de sus cálidas y acogedoras madrigueras.
  • Lo haremos mañana! Entendido? - Martin no mentía, no iba de farol como el payaso ridículo de Alberto. Estaba dispuesto y convencido de que matarlos era lo justo y necesario. Era, sin duda, auténtica carne de psicoanalista.
Gemma asintió. Se levantó y salió rapidamente del hotel. Estaba mareada y sentía que se asfixiaba. Tuvo que apoyarse sobre la pared de concreto para coger aire. Su corazón palpitaba a gran velocidad y sentía nauseas, como si quisiera vomitar. Algo en su interior le decía que ‘no’, resistiendose a sucumbir. Le rogaba con insitencia y behemencia que parase aquella locura antes de que fuera demasiado tarde. Le recordaba quien era, la buena persona que había sido en el pasado. Pero esa voz no estaba sola, había otra que le decía justamente lo contrario o quizás fuera la misma? Quien sabe. Lo que estaba claro era que el deseo luchaba a vida o muerte en su interior. Luchaba contra la moral, contra el amor, contra la razón, contra la lógica, contra la voluntad. Y poco a poco, fué ganando todas las batalla, haciendose camino hasta conquistar la cima.

La luz que nos muestra el camino, la luz que nos ciega hasta la muerte. Sin decir nada. Absolutamente nada.

Continuará…
 
Espero que Gemma recapacite y avise a los demás, en cuanto a Martin se merece lo peor, es un machista xenófobo, un HP y tienen que sufrir de por vida.
Gemma es una víbora, tiene que hacerle compañía a Martin.
 
Bueno gente! Acabo de terminar el capítulo 32. Se que este es un foro de porno y que todos/todas entramos a morbosear, pero este capítulo no contiene escenas de sexo. Me gustaría saber vuestras opiniones al respecto. No es que vaya a cambiar de repente y convertir la historia en un melodrama lleno de acción y traiciones eh! No os asuteís jaja… en el fondo este relato se llama:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 32 - Bailaré sobre tu tumba

  • Dónde estabas hermana? - preguntó Laia cuando Gemma llegó a casa. - Te he estado llamando toda la mañana…
  • Tenía cosas que hacer…
  • Estás… bien?… Seguro? Te noto… rara.
  • Sí, solo un poco, cansada… ya sabes. - Gemma se sentó junto a la mesa de la cocina y se encendió un cigarrillo, mientras su amiga terminaba de preparar la comida.
  • Han sido muchas movidas últimamente… Martin, Cisco, ese tal Diego… es normal que estés saturada. Anda toma… te sentará bien…
Su amiga le sirvió una copa de vino acompañandola de una gran y sincera sonrisa. Luego le dió un cariñoso beso en la mejilla para, a continuación, seguir preparando la comida. De repente una gran necesidad de llorar la invadió por completo.
  • Laia…
  • Dime cari…
  • Esta noche… has leído que he convocado una reunión, verdad?
  • Si, para planear lo que vamos a hacer, no? Me parece genial hermana! Hay que localizar a Martin como sea, a saber que estará tramando ese malnacido…
  • No vayas! - dijo Gemma mirandola seriamente.
  • Cómo? Pero que dices? Pues claro que voy a ir… son mis amigos y me necesitan… no voy a fallarlos.
  • Hazme caso! No vayas…
  • Pero…
  • No preguntes. Solo hazme caso vale?
  • Vale, sí… tranquila… no iré…
La forma en que la miraba y la manera en que la sujetó del brazo cuando se lo pidió, hicieron pensar a la Amazona que algo realmente malo iba a pasar. No sabía que era, imposible que pudiera llegar a imaginarselo. Pero estaba claro que el grupo estaba en serios problemas. Sabía que preguntar no iba a servir de nada, conocía a su vieja amiga cómo si la hubiera parido.
  • Y Guille? No come con nosotras? - preguntó seriamente Gemma cuando se dió cuenta que su amiga solo ponía cubiertos para ellas dos.
  • No. Está con los gemelos. Me ha llamado hará… una media hora, se quedará todo el día con ellos haciéndoles compañia.
En casa de Noe y Marc, los dos novios se lavantaron muy calientes. Así que lo primero que hicieron al levantarse fué darse una ducha los dos juntos.
  • Huy! Perdona Andrés… - dijo Noe completamente desnuda cuando salió del cuarto de baño y se lo encontró en el pasillo.
  • Eeehh… buenos… días - dijo él ligeramente sonrojado.
  • Es la costumbre, jeje - explicó Noe envolviendose con su toalla. Esa vez no era uno de sus jueguecitos, realmente aún no se había acostumbrado a compartir piso.
Mientras ella y su novio se cambiaban, su hermana y el jóven chaval desayunaban en la cocina.
  • Por qué no puedo ir? - preguntó Mónica mosqueada, quería ir con ellos a visitar a los gemelos.
  • Ya lo hemos hablado Mónica. No sabemos dónde está Martin y hasta que lo encontremos es mejor que estés aquí. Es peligroso que salgas a la calle. - explicó Marc mientras su novia asentía con la cabeza.
  • Pues espero que lo encontréis rápido, porqué me voy a volver loca todos los días aquí encerrada.
  • Venga Sister! No exageres. Además esta noche nos vamos a reunir todos. Gemma dice que tiene información sobre el paradero de tu puto ex. Así que podrás salir.
  • Si tú lo dices…
Marc y Noe recogieron a Jordi y Marta. Una vez estuvieron los cuatro dentro del coche se pusieron en marcha dirección al hospital. Habían quedado para ir a ver a Cisco todos juntos, al que ya le permitían recibir visitas.

Antes de salir del barrio, pasaron por delante del parque dónde los padres de Jordi montaban guardia enfrente de la casa de los padres de Guillermo. Hoy les tocaba a ellos vigilar y habían anunciado en la tele que el día iba a ser el más caluroso del verano, así que los chicos pensaron en dejarles un par de botellas frías de agua y unos refrescos, dentro de una pequeña y congelada nevera de playa. Se aseguraron de que estuvieran bien hidratados.
  • Cómo va colega? - preguntó Marc al gemelo postrado en la cama. Acaban de llegal al hospital y se le notaba mejor cara, parecía estar de buen humor.
Cisco, le hizo un gesto para que el se acercara y empezó a susurrarle algo al oído. Al parecer era algo gracioso, pues Marc no podía parar de reir.
  • Desde cuando habla con él? - preguntó sorprendida Noe a los demás. No daba crédito y se sentía, porqué negarlo, un pelín envidiosa.
  • Cómo estás Guille? Mejor? - Marta se agachó delante del gordo hobbit, apoyando sus brazos en sus muslos rechonchos. Él, sentado sobre una silla, no podía dejar de mirar apenado a su viejo amigo.
  • Hola Marta… no sé. Me siento fatal por él. No puedo evitar pensar que todo esto es culpa mía.
  • Lo sé, todos nos sentimos igual, creeme. Pero escucha… - dijo acercandose más a él - Ahora tenemos que ser fuertes, se lo debemos. Entendido? Tenemos que mostrarle que estamos unidos y apoyarlo en todo momento.
  • Si… de acuerdo - contestó sin estar demasiado convencido.
  • Por cierto! La boda de tu primo… está al caer, verdad? Cuando era?
  • El 6 de septiembre. Cae en sábado.
  • Solo quedan… diez días? Vaya! Tendré que ir a comprarme un vestido bonito.
  • Y yo un traje. - dijo él empezando a esbozar una sonrisa, había olvidado por completo lo de la boda, con todos los problemas y dificutades recientes.
  • Oye! Pues… por qué no vamos juntos? Así nos pondremos de acuerdo e iremos a conjunto.
  • Vale! Por mí genial - sonrió de oreja a oreja nuestro jóven e inocente amigo.
Por su lado las dos rubias vigilaban el ‘Vercettis’ con la ayuda de Lisa, que sabiendo que Marc no iba a ir al gimnasio, decidió hacer algo de provecho aquella mañana.
  • Madre mía! Que morbazo - dijo la saxofonista mientras Miare le enseñaba el video de los dos chicos corriendose como animales y lefandose las caras por completo.
  • Lo están reventando… casi todo público gay, pero que más da? Mira las visitas…
Las dos chicas reían leyendo los comentarios subiditos de tono que los nuevos fieles seguidores de Jordi le dejaban en su cuenta de Onlyfaps. Al mismo tiempo que Masi les recriminaba que no estuvieran atentas. No estaba dispuesta a sufrir otro ataque por parte de los malvados amigos de Martin.

El día trancurrió sin más importancia para los ‘Custodes’. Unas pasaban el tiempo tiradas en el sofá sin hacer nada especial, otros se quedaron clausurados en casa esperando con ansias la hora de la quedada, algunos pasaron todo el día en el hospital, amenizando el tiempo de los gemelos y deseando que le dieran pronto el alta a Cisco. El viejo matrimonio aguantó las altas temperaturas sentados en el banco del parque, atentos e hidratados en todo momento. Y las restantes montaron guardia enfrente del ‘Club’ evitando que no se convirtiera en la nueva franja de Gaza. Había llegado un momento en que tanta inactividad empezaba a ponerlos nerviosos. Por qué Martin no había vuelto a actuar? Qué demonios estaría tramando? Haz algo por Dios! La espera era insoportable.

La paranoia colectiva había llegado a tal punto que Marc ya no salía de su casa sin el arma reglamentaría de su padre. No es que le gustase pasearse por el barrio como si fuera un maldito sheriff. Pero consideraba que era necesario estar preparado para lo peor. No era el único, casi todos se habían acostumbrado a llevar algún tipo de arma cada vez que salían a la calle. Navajas, cúters, martillos o un simple tornavís. Todo era valido siempre que fuera punzante, cortante o contundente.

La hora de reunirse estaba cerca y desde diversos puntos de la ciudad, los ‘Custodes’ acudían a la reunión que Gemma había convocado. El lugar fué cuanto menos tema de debate, ya que era la primera vez que se reunían ahí, en un lugar tan apartado. Aunque tenía sentido, pasear por el barrio no era seguro ya que Martin sabía dónde vivían todos. Lo mismo sucedía con el ‘Vercettis’, así que la idea de quedar en un sitio nuevo y alejado, no les pareció tan extraña.

Para que los que no seáis de aquí os hagáis una pequeña idea, la ciudad condal está delimitada geográficamente por dos rios y dos sistemas montañosos. Aunque no son límites administrativos estrictos, estos elementos naturales sí han influido fuertemente en el crecimiento y la forma urbana de Barcelona. Al norte tenemos el río Besòs y al sur el Llobregat. Al oeste tenemos la montaña de Collserola y al este, frente al mar, Montjuïc.

Podríamos decir que la ciudad está atrapada por los cuatro puntos cardinales. Atrapada cómo muestros amigos que justo en esos momentos se dirigían a la reunión.

Marc y Noe se sentaron en el mirador cuando llegaron arriba de la montaña, eran los primeros en acudir a la cita. A su derecha estaba la famosa y turística fortaleza militar del siglo XVII que miraba hacía el mar, siempre vigilante e imponente. Aunque su proposito inicial fué defender la ciudad de sus invasores, acabó siendo usada, más bien, para controlar y reprimir a los propios barceloneses. Desde allí se ordenaron varios bombardeos para sofocar revueltas y levantamientos populares, se usó indiscriminadamente cómo cárcel militar y centro de torturas. A día de hoy, en sus muros exteriores aún se pueden apreciar las marcas que dejaron los infames fusilamientos que se llevaron, injustamente, la vida de demasiadas personas.

La panorámica que se presentaba ante ellos, no es que fuera especialmente hermosa. A sus pies estaba el cementerio de la ciudad y justo enfrente el monstruoso puerto comercial.
  • Cómo algo tan decadente puede resultar tan bello? - preguntó Noe más para si misma que para los demás.
  • El mar… - respondió Marc.
  • Quieres decir?… quizás tengas razón mi vida… La verdad que es hermoso. - Noe ruló el canuto a su novio, sin dejar de contemplar el infinito azul.
  • Cuando miro el mar, siento que mi alma se disuelve en su infinito. Es extraño… No sé… es agua o espejo? Es promesa o memoria? Hay algo en su vaivén que me recuerda que todo lo profundo es movimiento, y todo lo verdadero, misterio.
  • Me encanta cuando te pones en modo poéta, mi amor! - Noe le dió un tierno beso en la mejilla y se acurrucó, dejando que él le pasara el brazo por encima.
‘Aquaman’ tenía razón. El mar tiene una belleza que no necesita explicación, porque no nace solo de la vista, sino de lo que despierta: esa nostalgia de algo que nunca tuvimos del todo, y sin embargo, reconocemos.
  • Quizá lo amamos porque es vasto e inabarcable, como el amor que no se puede poseer ni definir, solo sentir. - Marc miraba al horizonte de dónde volvían barcos de lugares desconocidos, los marineros traían con ellos canciones enamoradas, hablaban de mujeres, de pátria, de velas y flores. Los viejos, en la orilla, explicaban llenos de ternura, sus tiempos vividos con emoción. Jóvenes aún, fuertes y valientes. Príncipes de red, héroes de tempestad, amigos del buen tiempo.
El Mar parece infinito, cómo si jamás terminara, y sin embargo, nunca es igual. Habla a través de las olas, pero calla más de lo que dice. Es presencia y ausencia al mismo tiempo. Nos atrae porque nos enfrenta a lo desconocido, a la profundidad que también habita en nosotros.

Quizá por eso es tan bello… porque es libre. Porque no se deja atrapar, ni entender, ni retener. Y en ese misterio tan claro, tan inmenso, encontramos por un momento, algo de nuestra propia verdad.
  • Buenas chicos! - Marta acababa de llegar, tras ella venían Guille, Jordi y sus padres.
  • Hola churri! - dijo Noe levantandose y abrazando a su amiga.
Se acababan de ver hacía relativamente poco, pero se abrazaban como si hiciera siglos que no lo hicieran. Uno nunca sabe cúal será la última vez que abrazará, besará o dirá ‘te quiero’ a un ser amado. Así que no desaprovechaban ninguna ocasión para demostrarse que se querían.
  • Eh colega! - Jordi agarró por el hombro a su amigo y lo apartó disimuladamente un poco del grupo. - No te parece un poco raro?
  • El qué? - preguntó Marc ligeramente colocado y armado.
  • Esto Joder! - exclamó Jordi mirando a su entorno. - Gemma convoca de repente una reunión, en un lugar apartado y solitario, en mitad de la noche? No sé… me huele mal.
Un mal presentimiento recorrió el cuerpo del ‘Irlandés’, el ‘hombre de los mil alias’. El viento que soplaba en la cima de Montjuïc no era solo aire, era memoria. Y él lo podía sentir. Cada paso que daba sobre la piedra fría del castillo le pesaba, como si bajo sus pies resonaran voces que el tiempo no había podido callar. Miraba los muros y no veía una fortaleza, sino una herida. No había honor en esas torres, sino vigilancia. No había gloria en sus cañones oxidados, sino amenazas. Sabía que ese lugar, que ahora parecía inofensivo, había sido testigo de traiciones, de gritos ahogados, de pólvora lanzada contra los propios. Aquel presentimiento le recorrió la espalda, lento, como si las sombras de los que allí esperaron su final aún caminaran a su lado. No entendía por qué, pero sentía que algo dentro de él se encogía. Como si el eco de una sentencia injusta, dictada hace ya demasiado tiempo, no hubiera terminado de cumplirse.

Él no había vivido esas guerras, no había oído los disparos... pero el cuerpo recuerda lo que el alma olvida. Y allí, frente al castillo, lo supo con una certeza que lo dejó helado. Hay lugares que, aunque el tiempo los cubra de paz, nunca dejarán de ser campos de batalla. Jamás dejarán de estar cubiertos se sangre.
  • Escuchad! - dijo Marc dirgiendose a todo el grupo. Ya estaban todos, excepto Laia y Gemma. - Estad atentos… de acuerdo?
  • Por qué? - preguntó Miare empezandose a preocupar.
  • Esto huele raro! - volvió a decir Jordi. - Por qué demonios nos ha convocado aquí? Y además… dónde coño está?
Cisco, que ya le habían dado el alta, le susurró algo a la oreja de su hermano. Estaba sentado en una silla de ruedas, con su maltrecha cabeza llena de vendajes.
  • Desconfíais de Gemma? - transcribió Fran - Creeis que nos ha tendido una trampa?
Todos se miraron entre ellos meditando lo que acababa de preguntar Cisco y empezaron a reir. No podía ser, Gemma sería incapaz de hacerles eso. No obstante algunos de los rostros no podían evitar expresar cierta duda. Jordi tenía razón, dónde estaba? Ella nunca llegaba tarde a ningún lado, jamás.
  • Venga ya chicos! Vale! De acuerdo! Es una cabrona egoísta y desalmada cuando quiere. Y os lo digo yo, que soy la que más la ha sufrido. Pero no me jodáis! Gemma jamás sería capaz de… - Noe se detuvo y enmudeció, como si le faltara el aliento. - Mierda… Correeeed!
Un deportivo acababa de subir la cuesta del Castillo a toda velocidad provocando un fuerte ruído al frenar de golpe. Martin salió del asiento del copiloto junto a tres matones, todos armados con bates de beísbol y puños americanos.

El grito de Noe estremeció al grupo que abandonaron el círculo y salieron corriendo en todas direcciones, cómo una bandada de pajaros. Asustados, temiendo por su vida. Fran agarró los mangos de la silla de ruedas y empujaba a su hermano lo más rápido que podía. Las dos rubias echaron a correr y se agacharon instivamente, cubriendo sus cabezas, cómo si fuera a caer algo del cielo. Manolo se quedó paralizado, sujetando con los brazos a su gorda mujer que temblava de pánico. Andrés pedía calma, poniendose delante de Mónica intentando protegerla. Marc, Noe, Jordi, Marta, Guille, Lisa… todos salieron cómo alma que lleva al diablo, pero no llegaron muy lejos. Estaban rodeados.

Un grupo de encapuchados salió de la nada, les apuntaban con sus armas y los hicieron retroceder. Los ‘Custodes’ andaban lentamente hacía atrás, con los brazos en alto y sus corazones a punto de salirse de sus pechos. Acabaron en círculo otra vez, esta vez espalda contra espalda, asustados y jadeando.
  • Vaya vaya! Pero a quien tenemos aquí? - sonreía Martin mientras se acercaba a sus presas.
  • Tete! Para ya! Esto ha ido demasiado lejos… - Andrés que seguía ocultando a Mónica, le gritaba desde el centro del círculo, alrrededor un escudo humano los protegía.
  • Calla Andrés! Esto no va contigo… - gritó él apuntando con una pistola a los ‘Custodes’
  • Si que va conmigo! Me oyes? Estás loco o qué te pasa?
  • Locooo? El loco soy yo? No me hagas reir. Primero me golpeais con una piedra en la cabeza, por la espalda, cómo cobardes - Guille empezó a sollozar - Y luego dejáis en silla de ruedas a Diego…
  • El empezó primero! - gritó Marc con los dos brazos levantados.
  • Fué sin querer gilipoyas! - contestó Martin furioso.
  • Eso díselo a él, hijo de la gran puta! - gritó Noe cabreada señalando a Cisco.
Al bajar la mano para señalar, recibió un fuerte culetazo en la cara por parte de uno de los matones de Martin. “Las manos arriba, zorra!” gritó, mientras Noe, con el labio partido, empezaba a sangrar.
  • Eh eh eh! Calmaos - gritaba Manolo intentando controlar a sus amigos que no iban a permitir que hicieran daño a uno de los suyos, no otra vez.
Estaban en inferioridad, rodeados, no había escapatoría. Martín ordenó a sus secuazes que los ataran y estos empezaron, uno a uno, a ponerles las manos detrás de la espalda y atarles las muñecas.

Cuando estuvieron todos inmovilizados, se los llevaron dentro del bosque que descendía hasta los pies de la montaña. La noche era tranquila y oscura. No habían testigos en varios kilometros a la redonda. La brisa del mar era salada y sofocante. Y el cementério estaba, ironicamente, muy cerca de ellos. Había llegado la hora? Era ese el fin?
  • Son de mentira… - susurró Guille a Marc cuando los obligaron a ponerse de rodillas. Estaban los trece en fila, uno al lado del otro, muy juntos. Excepto Cisco, que seguía sentado en su silla de ruedas, no por placer.
  • Qué dices…? - susurró Marc que no entendía lo que decía su amigo.
  • Las armas… son de mentira… réplicas… son réplicas.
  • Eh Gordo! Callate! O te meto un tiro - gritó uno de los encapuchados apuntandole con el arma.
Guille reconoció enseguida que aquellas armas eran de aire comprimido, es decir falsas. Muchos años practicando el ‘Airsoft’ cómo para no darse cuenta. Eran réplicas, muy buenas eso sí, pero tan solo réplicas de armas reales. Un disparo a corta distancia podía provocar dolores leves o moretones, pero no eran letales.
  • Hola Mónica… - dijo Martin con un tono maligno en su voz. Se había agachado enfrente de su ex novia y le acariciaba la mejilla. Su sonrisa era malvada y tenebrosa.
  • Déjala! - gritó Andrés de rodillas a su lado. Intentando desatarse el rígido nudo de sus muñecas.
La única respuesta que obtuvo por parte de su hermano fué una fuerte bofetada con el revés de la palma de su mano que le giró la cara por completo.
  • Estás loco Martin! Qué vas a hacer… matarnos? Quien te crees que eres? El puto Don Vito Corleone? Qué vas a hacer? Eh? Mandarnos a dormir con los peces o qué? - Mónica le gritaba en su propia cara mientras las lágrimas descendían fuera de control por sus mejillas. Él, de cerca, sonreía y le sujetaba con fuerza la barbilla, cómo si quisiera obligarla a que lo besara.
De repente Marc notó como alguien, por su espalda, le levantaba cuidadosamente la camisa, justo dónde escondía su arma. Se la quitó y antes de que el secuaz pudiera decirle nada a su jefe, una lluvia de golpes cayó subitamente sobre él.

Cayó desplomado al instante sobre el suelo, recibiendo patadas, puñetazos e insultos. Los amigos de Diego se estaban cobrando su propia venganza mientras los ‘Custodes’ gritaban y maldecían llenos de pánico y de rábia. Rogaban que parasen antes de que lo mataran. Al mismo tiempo, los secuaces los cacheaban y les quitaban las armas a sus prisioneros. “Ten jefe!” - dijo un encapuchado lanzadole una navaja a su ‘Don’.
  • Puedes parar esto si quieres… - susurró Martin paseando la afilada cuchilla plateada por la mejilla de Mónica. - Vuelve conmigo y los dejaré en paz… - claramente estaba mintiendo.
  • Hijo! Escucha! Conozco a tus padres. - Manolo intentaba usar el diálogo y la razón. Hacerte mayor te brinda esas cualidades - Qué pensarían ellos de todo esto? No ves que necesitas ayuda… no estás bien…
Martin hizo un movimiento de cabeza y dos matones empezaron a propinarle una paliza al ‘Patter Familie’. Su mujer y su hijo gritaban desesperados, pidiendo que parasen aquella locura.
  • Estás muerto! - dijo Noe. No soportaba que nadie abusara ni de niños ni de ancianos. Era superior a ella. Estaba de rodillas, atada y sangraba por el labio. Incluso así, aquella mujer tenía más pelotas que todos los encapuchados juntos.
  • Ah sí cuñada? Tú crees? - Martin reía, paseando la afilada navaja por el cuello de Mónica.
  • Quizás hoy no, ni mañana, ni dentro de un mes… - en los ojos de ella ardía un infierno. - Pero te mataré, cueste lo que cueste, caiga quien caiga… lo haré. - parecía una gitana echando una maldición y escupió cerca de los pies de aquel malnacido, un escupitajo ensangrentado y rabioso - Bailaré sobre tu tumba! Lo prometo!
  • Jajajaajaja… - Martin reía descontroladamente - Siempre me ha gustado tu actitud cuñada. Mírate, incluso ahora, de rodillas y a punto de morir, sigues de pié, desafiante… es impresionante!
Noe no contestó. Solo lo miraba llena de odio. La sangre que brotava de sus labios, ya no era por culpa del golpe que había recibido, se lo estaba provocando ella misma. Apretaba sus dientes cómo un perro rabioso, mordiendo sus encias. Sus puños que si quisiera, podrían haber partido en dos la montaña deseaban ser desatados, su cuerpo ardía cómo una hoguera dispuesta a arrasar con todo.
  • Bien! - dijo Martin poniendose de pie - Quien será el primero? - sonrió mientras jugaba con la navaja.
Los ‘Custodes’ agacharon la cabeza. Excepto la perra rabiosa, ella le seguía con la mirada, llena de ira. Mientras tanto, cuatro enchapuchados volvían a poner de rodillas a Marc y Manolo, que casi ni podían mantenerse rectos de tantos golpes que habían recibido.
  • Serás tú? - dijo Martin pasando el filo de la navaja por la cara de Masi. - Tú quizás? - Miare lloraba y véia cómo sus lágrimas caían al suelo y desaparecían entre la tierra. Imaginando que ese iba a ser también su propio destino.
  • Tu ya estás bastante jodido! - Martin dió un fuerte cachetazo en la cabeza de Marc que se tambaleava casi a punto de perder la consciencia.
  • Hombreeee! Mirad quien tenemos aquí! - Guille sintió el auténtico terror. - Dime! Estás dispuesto a morir?
Guille sin levantar la mirada y llorando desconsoladamente, emitió un grito profundo y lleno de dolor. Provenía de sus entrañas. Era un grito animal, casi ancestral.
  • Mátame! Estoy preparado… - gritó - pero deja que ellos se vayan. Te lo suplico.
  • Vaya! - rió Martin - Parece que al cachorrito le han salido pelotas!
Los encapuchados empezaron a reir exageradamente. Parecía que lo hicieran por contrato o por exigencias del guión, no porqué lo sintieran así. Eran una simple manada de perros adiestrados que seguían las indicaciones de su dueño, babeando por obtener su recompensa. Eran fuertes, estaban armados pero tenían pocas luces. Tanto que si Martin señalaba una cosa, ellos miraban su dedo.

Años atrás Guille no hubiera dicho o hecho nada enfrente de una humillación pública como esa. Se hubiera envuelto como un Pangolín, haciendose una bola y hubiera aguantado las collejas y las vejaciones sin rechistar. Pero ese era el antiguo Guillermo, cuando tan solo era un jóven e incauto lobezno que deambulaba por este cruel mundo sin rumbo y sin manada. Quien iba a sospechar que nuestro apreciado amigo se había convertido en un letal y astuto depreador?

Martin no tuvo tiempo a reaccionar cuando aquel rechoncho e indefenso muchacho levantó su cabeza y abrió la boca. Se avalanzó sobre su entrepierna y mordió. Los gritos de dolor retumbaron por todo el bosque mientras el malvado cuñado golpeaba la cabeza del feroz lobo que no soltaba su presa.
  • No le golpees la cabeza! - le gritaba uno de sus esbirros. - Si le das muy fuerte, su mandibula podría quedar cerrada para siempre.
  • Pero qué dices? - dijo otro encapuchado.
  • Qué sí joder que lo he visto en una peli, la del negro ese que sale en todas las películas, si coño el que está en la prisión…
  • Cadena perpetua?
  • Esa….
  • Menudo peliculón!
  • Ya ves… el blanquito ese lo hace muy bien también…
  • Tim Robins creo que se llama, actorazo…
  • QUEREIS HACER EL FAVOR DE CALLAR Y SACARMELO DE ENCIMAAAAA!
Hicieron falta tres hombres para separar al lobo de la entrepierna de su jefe. Guille se resistía, peleaba contra todos mostrando los colmillos amenazantes, incluso parecía que ladrara y escupiera espuma por la boca. Aunque su transformación en hombre lobo no duró mucho. La brutal paliza que recibió después lo dejó para el arrastre, al borde de perder el conocimiento.
  • jajajajajaja - Noe no podía dejar de reir. Marta le imploraba susurrando que parase, pero no podía, era superior a ella. El mismo chaval que le había jodido el cerebro de arriba ahora le había hecho lo mismo con el de abajo.
  • Te parece gracioso Zorra? - Martin se sujetaba la entrepierna dolorida y llena de babas mientras se acercaba a ella muy enfadado. - Y ahora? Te parece gracioso?
  • Siii… ajajaja - Noe asentia mientras el la agarraba violentamente del pelo y le apretaba más la navaja contra el cuello.
  • Ya tenemos ganadora! - gritó con sus ojos llenos de colera. - Preparate a morir, zorra!
Justo cuando Martin iba a rajarle el cuello de extremo a extremo, un bate de beisbol impactó sobre su cabeza, con la furia de mil demonios. Llegó en el momento justo, casi rozando el límite. Unas milesimas de segundo más tarde y Noe estaría muerta y desangrada sobre la tierra seca del bosque. Cuando el cuerpo del cuñado cayó al suelo, Noe pudo observar al tío alto y encapuchado que estaba detrás suyo. Seguía sujetando el bate, ahora lleno de sangre.

Los otros esbirros se quedaron parados, sin saber que hacer en mitad de la oscura noche. Todo transcurría a un ritmo endiabladamente rápido, pero parecía cómo si se hubiera detenido el tiempo. De repente se abalanzaron sobre el traidor y justo cuando estaban a punto de propinarle una paliza. ‘PUM - PUM - PUM’ tres disparos rompieron la calma del bosque. No hizo falta más, los esbirros huyeron despavoridos, torpemente y asustados. Los ‘Custodes’ aún de rodillas y con las manos atadas miraban cómo aquellos cobardes corrían bosque arriba, tropezando con las raízes de los árboles, mirando atrás entre gritos y empujones, asustados e intentando salvar sus miserables vidas.
  • Ha estado cerca! - dijo el encapuchado mientras dejaba caer el bate sobre el suelo. Y se quitó la máscara.
  • Laia? - dijo Noe sin poder salir de su asombro.
  • Venga desátalos! Hay que largarse de aquí cuanto antes - El encapuchado que había realizado los tres disparos, era el mismo que le había quitado la pistola a Marc, minutos antes.
  • Pero… quieeenn - Marc notaba cómo aquel desconocido le rasgaba la cuerda de sus muñecas con un cuchillo. No veía bien, pues tenía los ojos hinchados por la paliza que había recibido. Pero reconoció aquel perfume. - Gemma? Eres tú?
  • Vamos encanto! Hay prisa - dijo la ‘insurgente’ quitandose la capucha mientras seguía liberando a sus amigos.
Cuando Laia desató a Noe, esta se abalanzó sobre ella. No podía dejar de llorar. La abrazaba, la besaba y le daba las gracias por salvarle la vida. En un visto y no visto, todos los amigos ya estaban de pié, excepto uno que jamás podría volver a hacerlo. Mientras se abrazaban y se preocupaban por cómo se encontraban, Gemma seguía insistiendo en que debían largarse de ahí.
  • Vamoooos! La poli no tardará en llegar, debemos irnos… - Gemma miró cómo Noe se acercaba a ella. Se quedó a esacos milimetros de su cara, su cuello sangrando, su corazón palpitando, sus ojos vidriosos y húmedos. La ‘insurgente’ no pudo evitar desmoronarse - Lo… lo siento tía… yo… joder! Iba a hacerlo… estuve a punto de… de… - Noe no dijo nada tan solo la abrazó y dejó que su amiga la abrazase. Fué extraño para ambas, pues un sinfín de emociones recorrian por su cuerpos. Todas al mismo tiempo, potentes, reales y contradictorias. Mientras lloraban juntas, sentían que se amaban de verdad pero al mismo tiempo un profundo odio recorría sus accelerados corazones. Se daban las gracias, pero se reprochaban sin cesar. Se perdonaban, pero no podían olvidar.
  • Me llevo mi padre al hospital! - Gritó Jordi. Él y Rosa se pusieron cada uno a un lado de Manolo y lo ayudaban a andar. ‘Patter Familiae’ respiraba con dificultad, quejandose todo el rato de un fuerte dolor en sus costillas.
  • Tú y yo deberiamos hacer lo mismo! - sonrío Marc mientras sujetaba por el hombro a Guillermo y enpezaban a andar. Los dos estaban hechos una mierda, con moratones, sangre y heridas abiertas por todo el cuerpo.
  • Y que hacemos con él? - contestó Guille también sujetando a su buen amigo.
Señalaba el cuerpo incosciente de Martin, tirado en el suelo cómo un trapo. A su lado su buen hermano se preocupaba por su salud.
  • Eh! Pero que hacéis! - gritó Andrés, cuando vió que Gemma y Laia intentaban llevarselo - Soltádlo! Qué lo soltéis he dicho! Es mi hermanooooo!
Mientras las dos rubias lo sujetaban y Mónica intentaba consolarlo, las dos salvadoras agarraron su cuerpo y se lo llevaron sin decir nada. Fran las siguió empujando la silla de ruedas de su hermano por la pendiente. Detrás Lisa y las dos Marias los seguían abrazadas. Guille y Marc iban al final de la cola, a duras penas con fuerzas para manterse firmes.
  • Y ahora qué? - preguntó Marta mientras limpiaba la herida superficial del cuello de su amiga.
  • Yo tengo que cumplir una promesa… - dijo ella seriamente, sin dejar de mirar el cuerpo inconsciente de Martin.
  • Lo entiendo… me llevaré a tu hermana y a Andrés a casa. Será mejor que no estén presentes, cuando… ya sabes…
  • Sabes que te quiero verdad? - Noe la miró a los ojos, aunque le hablaba directamente al alma. No podía tener mejor amiga a su lado.
  • Anda ve! Y baila tambíen por mí, churri! Me oyes? Baila… toda… la puta… noche.
Noe le dió un beso en los labios y salió corriendo para alcanzar a los demás. Marta sonrió mientras miraba cómo se alejaba, luego se acercó a Andrés y Mónica. El jóven lloraba tapandose la cara con ambas manos, sabiendo que no podía hacer nada ante el amargo, aunque justo, destino de su hermano.

Abandonaron el bosque lo más rápido que pudieron. Cuando llegaron a los coches aparcados metieron el cuerpo de Martin dentro del maletero del coche de Gemma. Laia le ató las muñecas mientras Noe hacía lo mismo con sus tobillos. Marc cogió la cinta americana de su coche y le tapó la boca. Luego rasgó un trozo de su camiseta y le vendó los ojos.
  • Estáis listos? Si hacemos esto no habrá vuelta atrás… - preguntó ‘el irlandés’ a los demás sin dejar de mirar el interior del maletero.
Sujetaba con una mano la puerta en lo alto mientras los ‘Custodes’ observaban el cuerpo inmovil de Martin.
  • Hagásmolo! - dijo Fran.
  • Si… - añadió Guille - Es lo que se merece.
  • Yo he hecho una promesa mi vida… - dijo Noe sujetando el pañuelo sobre su cuello. - Y sabes que siempre las cumplo.
  • Cisco? - preguntó Gemma y todos se giraron para saber que opinaba el silencioso gemelo. Sin duda, era el más afectado de todos.
  • … - contestó. Afirmando con la cabeza.
  • No sé que estáis pesando, pero puedo intuirlo… - dijo Lisa nerviosa - lo siento pero… no puedo.
  • Los que no estén de acuerdo o no estén preparados… - Marc cerró el maletero de un portazo - es mejor que lo digan ahora.
Varios coches abandonaron la cima de la montaña, al mismo tiempo y a gran velocidad. Tan solo dos se dirigían al mismo destino. En el primer coche, conducido por Gemma, iban Laia, Noe y Marc. A poca distancia, Fran conducía el segundo, acompañado de su hermano gemelo y Guillermo.

Jordi se llevó a su padre a urgencias, acompañado de su preocupada madre que no podía dejar de sollozar y encomendarse a Dios. Por su lado, Marta se llevó a Mónica y Andrés hasta su casa, dónde les prepararía dos tilas e intentaría calmarlos lo mejor que supiera. Las dos rubias y la saxofonista no tuvieron el suficiente estomago para participar, así que decidieron bajarse del carro.
  • Para ahí un momento! - dijo Marc.
  • Dónde? - contestó Gemma al volante.
Marc bajó rapidamente del coche y entró en un 24/7. La cara de sorpresa del dormido dependiente indio, lo decía todo.
Trece botellas de Vodka y una pala. Posiblemente la compra más extraña de todo el servicio que llevaba esa noche.

Noe se giró en su asiento cuando su novio dejaba las cosas en el maletero, se dió cuenta que antes de cerrar la puerta de nuevo, dió un par de puñetazos y escupió dentro.
  • Está despierto! - dijo al entrar otra vez dentro del coche.
  • Pues vamos! No hay tiempo que perder.
El pequeño convoy de dos coches reprendió la marcha. Lo hicieron en silencio, sin decirse nada. Las ventanillas bajadas y el aire fresco de la noche acariciando sus mejillas.

Pasado Martorell hay una nacional llena de curvas que lleva hasta la costa. Es una carretera poco transitada sin demasiada iluminación. Durante el día está llena de ciclistas aficionados al ‘trial’ ya que la sinuosa carretera comunica con muchos caminos de tierra, idoneos para practicar ese deporte. Los ‘Custodes’ no sabían dónde iban, tan solo buscaban un lugar apartado, lejano, dónde nadie pudiera encontrar jamás un cadáver.

Los coches se metieron en uno de esos caminos de tierra y conducieron lejos, muy lejos, adentrandose cada vez más en el oscuro y silencioso bosque. Martin dentro del maletero chillaba y se retorcía. Lloraba y suplicaba por su vida, pero ya era demasiado tarde para él. No hay mayor terror que esperar a la muerte. El cuñado no estaba dentro de un coche, estaba en el corredor de la muerte y el juez del estado acababa de firmar la orden de ejecución.

Cunado habían dejado la civilización atrás, pararon en mitad del bosque. Los faros encendidos iluminaban una pequeña clariana rodeada de espesos matorrales y árboles que se alzaban hasta el cielo.

Los amigos bajaron y se quedaron quietos y en silencio en mitad de la noche, mientras Guille y Fran ayudaban a Cisco para que se sentase en la silla de ruedas. Permanecieron un buen rato así. Escuchando la nada. Cerraron los ojos y respiraron profundamente, cogiendose de las manos. Tan solo los golpes y gritos ahogados que provenian del maletero, rompían aquel sepucral y hermoso silencio.

Martin gritó de terror cuando vió la cara de sus secuestradores. Mientras Noe cogía las botellas y la pala. Fran y Marc lo agarraron por debajo de las axilas y lo sacaron fuera. Lo arrastaron unos metros y lo tiraron con rabia sobre el suelo del bosque. Marc sacó su arma y lo apuntó, al mismo tiempo que Guille le desató las muñecas y los tobillos.
  • Que… que… que es… que es esto? - Martin se quitó la cinta de la boca. No quedaba en él ni un pequeño astisbo de esa seguridad y control que había demostrado hacía tan poco.
  • Cava! - dijo Noe tirandole la pala cerca de sus pies. El sonido métalico cuando cayó en el suelo pronosticó el final.
Martin observaba a los seis chicos de pié enfrente suyo y al séptimo sentado en su silla de ruedas. Los focos de los coches a sus espaldas los hacían parecer temibles e inplacables. No podía ver sus caras, tan solo sus sombras. Siete trompetas del apocalípsis que anunciaban la inminente catástrofe.
  • Hablemoslo… por favor… lleguemos a un acuerdo! - Martin se puso de rodillas y juntaba sus manos como si estubiera rezando.
  • Cava! - volvió a decir Noe tirandole con un movimiento de píe la arena del suelo sobre su cara.
  • Por favor… no lo hagáis! Tened piedad - El cuñado lloraba y suplicaba por su vida.
Sin decir nada Marc se acercó furtivamente y le puso el cañon de su arma dentro de la boca. Armó el tambor y le volvió a ordenar que cavara. Martin levantó sus manos inconscientemente. Saboreando el metal y llorando como un niño indefenso. Se meó encima.
  • Vale… vale! - dijo sollozando y empezó a cabar su propia tumba.
Mientras los ‘Custodes’ le repetían una y otra vez que hiciera el hoyo más profundo se rulaban la botella de Vodka. Hacían largos tragos, en silencio. No había fiesta, ni nada que celebrar. El alcohol no era para eso. No era ese su propósito.
  • Ten cariño! - Noe le ruló la botella a Marc que no dejaba de apuntar con el arma al sudado y tembloroso cuñado.
  • Gracias! - dijo él y le dió varios tragos seguidos sin respirar.
  • Quien lo hará? Ya lo has pensado? - Noe a punto de sufrir un ataque de ansiedad, fumaba compulsivamente. No eran asesinos, no estaban, ni mucho menos, preparados para afrontar lo que estaban a punto de hacer.
  • Lo haré yo… - dijo Guille convencido.
Todos se giraron para mirarlo. Incluso Martin al cúal solo se le podía ver de cintura para arriba. Estaba sudando a chorretones y tenía todo el cuerpo lleno de tierra.
  • Colega… no tienes que hacerte el hé… - empezó a decir Marc
  • He dicho que lo haré yo - su voz era distinta, algo en su interior había canviado
  • Entendido… - contestó Marc y se giró de nuevo hacía Martin - Ya es suficiente.
  • Por favor… os lo suplico… no lo hagáis. Os juro que os dejaré en paz, lo prometo. - Martin suplicaba por su vida una vez más.
  • Últimas palabras? - preguntó Marc tirando su cigarrillo dentro de la tumba y sacando una inmensa humareda por su boca.
  • Nooooo… por favoooor… - cuantas veces, a lo largo de la historia, habrán sido esas las últimas palabras de algún pobre diablo?
Podríais pensar que Guille tenía preparado un gran discurso que dar antes de disparar, algo épico y trascendental. O quizás que de repente pasara algo insolito que diera un giro inesperado en el último momento y Martin burlara a la muerte. Quizás Cisco hablando en público por primera vez? Convenciendo a sus amigos que la venganza no era el camino a seguir? O siendo ya muy retorcidos, que Gemma aprovechara el momento para matarlos a todos y quedarse con Marc para ella sola. Pues no. Nada de eso pasó.

Si algún cineasta quisiera llevar estos relatos a la gran pantalla, pediría que justo en ese momento sonara ‘The House of the Rising Sun’ de ‘The Animals’, nada más. Hay canciones que simplemente son perfectas para situaciones especificas.

Guille levantó su gordo culo del coche y dejó caer la botella medio vacía de vodka en el suelo. Andaba firme y recto, sin parpadear, sin dudar. Pasó por enfrente de Marc y agarró el arma, que él le ofeció, en su mano derecha, sin detenerse. Se situó enfrente de la tumba y apuntó a Martin a la cabeza.

Podía ver cómo el gritaba y lloraba, pero no era capaz de oir nada más que los latidos de su corazón. Su dedo en el gatillo no vacilaba. No empuñaba el arma por él, lo hacía por los suyos. No apretó el gatillo solo, todos lo hicieron por él.

Una bandada de pájaros salió volando de la copa de un árbol, asustados por los disparos. Fueron tres, rápidos, seguidos. El primero fué letal, los dos siguientes pura rábia. La luna los protegía en el cielo y las estrellas juraron guardar su secreto.

Dicen que es muy duro arrebatarle la vida a una persona, que es algo que jamás olvidarás. Os mienten.
Matar a un hombre es lo más fácil del mundo. Tan solo hay que apuntar bien y no dudar.
  • Estás bien? - preguntó Marc acercandose a su amigo por la espalda. Guille seguía sujetando el arma en alto y miraba el cuerpo sin vida de Martin dentro del profundo y húmedo hoyo. Rodeó el arma con ambas manos, delicadamente y se la quitó.
  • Justicia… - murmuró Guille que seguía sin parpadear.
  • Siiii.. Hermano! Eso es… Justicia!
  • Justiciaaaa! - dijo más alto Guillermo. - Justiciaaaa!
Sus amigos detrás empezaron a repetirlo como un mantra. Había pasado el huracán y seguían con vida.
  • Empezaré yo! - dijo Noe. Agarró la pala y antes de empezar a tirar la tierra encima del muerto, apuró su cigarro y lo tiró dentro de la tumba, con desprecio.
Hicieron bien en traer varias botellas de alcohol, pues necesitaban calmar sus nervios. Mientras las compartian no dejaban de abrazarse y consolarse. No habían risas, ni palabras, nada… tan solo paz. Se fueron turnando para tirar la tierra sobre la tumba y dejaron que Cisco fuera el último en taparla. Cómo siempre, lo hizo en total silencio. De forma solemne, casi respetuosa.

Antes de largarse, estuvieron un rato en silencio contemplando la tumba. Unos al lado de los otros, en fila, pasando sus brazos por encima de sus hombros. Aunque lo pareciesen, no eran precisamente un equipo de fútbol escuchando el himno del club antes de empezar un partido. Eran complices de un asesinato. Llana y sinceramente.
  • Me podéis dejar un momento a solas… tengo que hacer algo antes de irme - dijo Noe mientras se quitaba las botas.
Los ‘Custodes’ no preguntaron. Se subieron en los coches y esperaron a que ella se despidiese. A su manera.
La tierra aún estaba blanda, respirando muerte caliente bajo la piel húmeda del bosque. La luna, testigo sin juicio, colgaba entre los árboles, pálida y muda, mientras las raíces susurraban secretos entre ellas. Ella se quedó un momento en silencio, de pie sobre la tumba reciente. El sudor le corría por el cuello, pegando hebras de cabello a su piel como si el bosque quisiera retenerla. Pero ya no era la presa. No lo sería nunca más.
  • Lo ves trozo de mierda… te lo dije… Bailaré sobre tu tumba! - Sacó los auriculares de su bolsillo y los deslizó en sus oídos como una declaración de guerra.
La guitarra rasgó el aire, ‘Don’t owe you a thang’ de Gary Clark Jr. empezó a sonar. Aquel blues accelerado y súcio le encendió el alma.
Le tembló el pecho. No de miedo, sino de furia contenida. De pura libertad. Y comenzó a moverse.
Primero con los hombros, como si se despojase de un abrigo invisible de sometimiento. Después con las caderas, girando con una cadencia sucia y poderosa, como si el ritmo fuera fuego quemando las cadenas de su pasado. El polvo se alzó bajo sus pies descalzos, se había quitado las botas para sentir la tierra, para que cada pisada fuera de verdad.

Giró sobre sí misma como una hechicera bajo los efectos de algún hongo. Bailaba fuera de sí, de su propio cuerpo. Sus movimientos eran espasmos, sus pies parecían no tocar el suelo, cómo si flotara suspendida en el aire. Saltó, pateó la tumba, levantando una nube seca y sucia que le cubrió los tobillos. Dónde terminaba su cuerpo? Dónde empezaba la tierra?

El pie le dio con fuerza justo donde recordaba que estaba su cara bajo la tierra. Otra patada. Y otra. Como si el suelo pudiera sentir.
El bosque guardaba silencio, respetuoso ante aquel baile salvaje. Parecía una danza tribal, como si fuera un chamán realizando algún extraño y ancestral ritual. Noe reía. No una risa alegre, era oscura, rota, afilada como un cuchillo.

Al final, se dejó caer de rodillas, clavando las manos en la tierra removida, jadeando con los ojos cerrados. Luego volvió a levantarse. Sacudió el polvo de su pecho y giró sobre sus talones con una última sacudida de caderas.
El mundo no le debía nada. Pero él…Él le debía todo.
Y ahora, pagaba con cada gramo de tierra que se le metía en los pulmones. Noe volvió a caminar hacia los coches, sin mirar atrás.

El baile había terminado.
La promesa, cumplida.

Continuará…
 
Bueno gente! Acabo de terminar el capítulo 32. Se que este es un foro de porno y que todos/todas entramos a morbosear, pero este capítulo no contiene escenas de sexo. Me gustaría saber vuestras opiniones al respecto. No es que vaya a cambiar de repente y convertir la historia en un melodrama lleno de acción y traiciones eh! No os asuteís jaja… en el fondo este relato se llama:

COLEGAS DE PAJAS Y SUS ARDIENTES NOVIAS
Capítulo 32 - Bailaré sobre tu tumba

  • Dónde estabas hermana? - preguntó Laia cuando Gemma llegó a casa. - Te he estado llamando toda la mañana…
  • Tenía cosas que hacer…
  • Estás… bien?… Seguro? Te noto… rara.
  • Sí, solo un poco, cansada… ya sabes. - Gemma se sentó junto a la mesa de la cocina y se encendió un cigarrillo, mientras su amiga terminaba de preparar la comida.
  • Han sido muchas movidas últimamente… Martin, Cisco, ese tal Diego… es normal que estés saturada. Anda toma… te sentará bien…
Su amiga le sirvió una copa de vino acompañandola de una gran y sincera sonrisa. Luego le dió un cariñoso beso en la mejilla para, a continuación, seguir preparando la comida. De repente una gran necesidad de llorar la invadió por completo.
  • Laia…
  • Dime cari…
  • Esta noche… has leído que he convocado una reunión, verdad?
  • Si, para planear lo que vamos a hacer, no? Me parece genial hermana! Hay que localizar a Martin como sea, a saber que estará tramando ese malnacido…
  • No vayas! - dijo Gemma mirandola seriamente.
  • Cómo? Pero que dices? Pues claro que voy a ir… son mis amigos y me necesitan… no voy a fallarlos.
  • Hazme caso! No vayas…
  • Pero…
  • No preguntes. Solo hazme caso vale?
  • Vale, sí… tranquila… no iré…
La forma en que la miraba y la manera en que la sujetó del brazo cuando se lo pidió, hicieron pensar a la Amazona que algo realmente malo iba a pasar. No sabía que era, imposible que pudiera llegar a imaginarselo. Pero estaba claro que el grupo estaba en serios problemas. Sabía que preguntar no iba a servir de nada, conocía a su vieja amiga cómo si la hubiera parido.
  • Y Guille? No come con nosotras? - preguntó seriamente Gemma cuando se dió cuenta que su amiga solo ponía cubiertos para ellas dos.
  • No. Está con los gemelos. Me ha llamado hará… una media hora, se quedará todo el día con ellos haciéndoles compañia.
En casa de Noe y Marc, los dos novios se lavantaron muy calientes. Así que lo primero que hicieron al levantarse fué darse una ducha los dos juntos.
  • Huy! Perdona Andrés… - dijo Noe completamente desnuda cuando salió del cuarto de baño y se lo encontró en el pasillo.
  • Eeehh… buenos… días - dijo él ligeramente sonrojado.
  • Es la costumbre, jeje - explicó Noe envolviendose con su toalla. Esa vez no era uno de sus jueguecitos, realmente aún no se había acostumbrado a compartir piso.
Mientras ella y su novio se cambiaban, su hermana y el jóven chaval desayunaban en la cocina.
  • Por qué no puedo ir? - preguntó Mónica mosqueada, quería ir con ellos a visitar a los gemelos.
  • Ya lo hemos hablado Mónica. No sabemos dónde está Martin y hasta que lo encontremos es mejor que estés aquí. Es peligroso que salgas a la calle. - explicó Marc mientras su novia asentía con la cabeza.
  • Pues espero que lo encontréis rápido, porqué me voy a volver loca todos los días aquí encerrada.
  • Venga Sister! No exageres. Además esta noche nos vamos a reunir todos. Gemma dice que tiene información sobre el paradero de tu puto ex. Así que podrás salir.
  • Si tú lo dices…
Marc y Noe recogieron a Jordi y Marta. Una vez estuvieron los cuatro dentro del coche se pusieron en marcha dirección al hospital. Habían quedado para ir a ver a Cisco todos juntos, al que ya le permitían recibir visitas.

Antes de salir del barrio, pasaron por delante del parque dónde los padres de Jordi montaban guardia enfrente de la casa de los padres de Guillermo. Hoy les tocaba a ellos vigilar y habían anunciado en la tele que el día iba a ser el más caluroso del verano, así que los chicos pensaron en dejarles un par de botellas frías de agua y unos refrescos, dentro de una pequeña y congelada nevera de playa. Se aseguraron de que estuvieran bien hidratados.
  • Cómo va colega? - preguntó Marc al gemelo postrado en la cama. Acaban de llegal al hospital y se le notaba mejor cara, parecía estar de buen humor.
Cisco, le hizo un gesto para que el se acercara y empezó a susurrarle algo al oído. Al parecer era algo gracioso, pues Marc no podía parar de reir.
  • Desde cuando habla con él? - preguntó sorprendida Noe a los demás. No daba crédito y se sentía, porqué negarlo, un pelín envidiosa.
  • Cómo estás Guille? Mejor? - Marta se agachó delante del gordo hobbit, apoyando sus brazos en sus muslos rechonchos. Él, sentado sobre una silla, no podía dejar de mirar apenado a su viejo amigo.
  • Hola Marta… no sé. Me siento fatal por él. No puedo evitar pensar que todo esto es culpa mía.
  • Lo sé, todos nos sentimos igual, creeme. Pero escucha… - dijo acercandose más a él - Ahora tenemos que ser fuertes, se lo debemos. Entendido? Tenemos que mostrarle que estamos unidos y apoyarlo en todo momento.
  • Si… de acuerdo - contestó sin estar demasiado convencido.
  • Por cierto! La boda de tu primo… está al caer, verdad? Cuando era?
  • El 6 de septiembre. Cae en sábado.
  • Solo quedan… diez días? Vaya! Tendré que ir a comprarme un vestido bonito.
  • Y yo un traje. - dijo él empezando a esbozar una sonrisa, había olvidado por completo lo de la boda, con todos los problemas y dificutades recientes.
  • Oye! Pues… por qué no vamos juntos? Así nos pondremos de acuerdo e iremos a conjunto.
  • Vale! Por mí genial - sonrió de oreja a oreja nuestro jóven e inocente amigo.
Por su lado las dos rubias vigilaban el ‘Vercettis’ con la ayuda de Lisa, que sabiendo que Marc no iba a ir al gimnasio, decidió hacer algo de provecho aquella mañana.
  • Madre mía! Que morbazo - dijo la saxofonista mientras Miare le enseñaba el video de los dos chicos corriendose como animales y lefandose las caras por completo.
  • Lo están reventando… casi todo público gay, pero que más da? Mira las visitas…
Las dos chicas reían leyendo los comentarios subiditos de tono que los nuevos fieles seguidores de Jordi le dejaban en su cuenta de Onlyfaps. Al mismo tiempo que Masi les recriminaba que no estuvieran atentas. No estaba dispuesta a sufrir otro ataque por parte de los malvados amigos de Martin.

El día trancurrió sin más importancia para los ‘Custodes’. Unas pasaban el tiempo tiradas en el sofá sin hacer nada especial, otros se quedaron clausurados en casa esperando con ansias la hora de la quedada, algunos pasaron todo el día en el hospital, amenizando el tiempo de los gemelos y deseando que le dieran pronto el alta a Cisco. El viejo matrimonio aguantó las altas temperaturas sentados en el banco del parque, atentos e hidratados en todo momento. Y las restantes montaron guardia enfrente del ‘Club’ evitando que no se convirtiera en la nueva franja de Gaza. Había llegado un momento en que tanta inactividad empezaba a ponerlos nerviosos. Por qué Martin no había vuelto a actuar? Qué demonios estaría tramando? Haz algo por Dios! La espera era insoportable.

La paranoia colectiva había llegado a tal punto que Marc ya no salía de su casa sin el arma reglamentaría de su padre. No es que le gustase pasearse por el barrio como si fuera un maldito sheriff. Pero consideraba que era necesario estar preparado para lo peor. No era el único, casi todos se habían acostumbrado a llevar algún tipo de arma cada vez que salían a la calle. Navajas, cúters, martillos o un simple tornavís. Todo era valido siempre que fuera punzante, cortante o contundente.

La hora de reunirse estaba cerca y desde diversos puntos de la ciudad, los ‘Custodes’ acudían a la reunión que Gemma había convocado. El lugar fué cuanto menos tema de debate, ya que era la primera vez que se reunían ahí, en un lugar tan apartado. Aunque tenía sentido, pasear por el barrio no era seguro ya que Martin sabía dónde vivían todos. Lo mismo sucedía con el ‘Vercettis’, así que la idea de quedar en un sitio nuevo y alejado, no les pareció tan extraña.

Para que los que no seáis de aquí os hagáis una pequeña idea, la ciudad condal está delimitada geográficamente por dos rios y dos sistemas montañosos. Aunque no son límites administrativos estrictos, estos elementos naturales sí han influido fuertemente en el crecimiento y la forma urbana de Barcelona. Al norte tenemos el río Besòs y al sur el Llobregat. Al oeste tenemos la montaña de Collserola y al este, frente al mar, Montjuïc.

Podríamos decir que la ciudad está atrapada por los cuatro puntos cardinales. Atrapada cómo muestros amigos que justo en esos momentos se dirigían a la reunión.

Marc y Noe se sentaron en el mirador cuando llegaron arriba de la montaña, eran los primeros en acudir a la cita. A su derecha estaba la famosa y turística fortaleza militar del siglo XVII que miraba hacía el mar, siempre vigilante e imponente. Aunque su proposito inicial fué defender la ciudad de sus invasores, acabó siendo usada, más bien, para controlar y reprimir a los propios barceloneses. Desde allí se ordenaron varios bombardeos para sofocar revueltas y levantamientos populares, se usó indiscriminadamente cómo cárcel militar y centro de torturas. A día de hoy, en sus muros exteriores aún se pueden apreciar las marcas que dejaron los infames fusilamientos que se llevaron, injustamente, la vida de demasiadas personas.

La panorámica que se presentaba ante ellos, no es que fuera especialmente hermosa. A sus pies estaba el cementerio de la ciudad y justo enfrente el monstruoso puerto comercial.
  • Cómo algo tan decadente puede resultar tan bello? - preguntó Noe más para si misma que para los demás.
  • El mar… - respondió Marc.
  • Quieres decir?… quizás tengas razón mi vida… La verdad que es hermoso. - Noe ruló el canuto a su novio, sin dejar de contemplar el infinito azul.
  • Cuando miro el mar, siento que mi alma se disuelve en su infinito. Es extraño… No sé… es agua o espejo? Es promesa o memoria? Hay algo en su vaivén que me recuerda que todo lo profundo es movimiento, y todo lo verdadero, misterio.
  • Me encanta cuando te pones en modo poéta, mi amor! - Noe le dió un tierno beso en la mejilla y se acurrucó, dejando que él le pasara el brazo por encima.
‘Aquaman’ tenía razón. El mar tiene una belleza que no necesita explicación, porque no nace solo de la vista, sino de lo que despierta: esa nostalgia de algo que nunca tuvimos del todo, y sin embargo, reconocemos.
  • Quizá lo amamos porque es vasto e inabarcable, como el amor que no se puede poseer ni definir, solo sentir. - Marc miraba al horizonte de dónde volvían barcos de lugares desconocidos, los marineros traían con ellos canciones enamoradas, hablaban de mujeres, de pátria, de velas y flores. Los viejos, en la orilla, explicaban llenos de ternura, sus tiempos vividos con emoción. Jóvenes aún, fuertes y valientes. Príncipes de red, héroes de tempestad, amigos del buen tiempo.
El Mar parece infinito, cómo si jamás terminara, y sin embargo, nunca es igual. Habla a través de las olas, pero calla más de lo que dice. Es presencia y ausencia al mismo tiempo. Nos atrae porque nos enfrenta a lo desconocido, a la profundidad que también habita en nosotros.

Quizá por eso es tan bello… porque es libre. Porque no se deja atrapar, ni entender, ni retener. Y en ese misterio tan claro, tan inmenso, encontramos por un momento, algo de nuestra propia verdad.
  • Buenas chicos! - Marta acababa de llegar, tras ella venían Guille, Jordi y sus padres.
  • Hola churri! - dijo Noe levantandose y abrazando a su amiga.
Se acababan de ver hacía relativamente poco, pero se abrazaban como si hiciera siglos que no lo hicieran. Uno nunca sabe cúal será la última vez que abrazará, besará o dirá ‘te quiero’ a un ser amado. Así que no desaprovechaban ninguna ocasión para demostrarse que se querían.
  • Eh colega! - Jordi agarró por el hombro a su amigo y lo apartó disimuladamente un poco del grupo. - No te parece un poco raro?
  • El qué? - preguntó Marc ligeramente colocado y armado.
  • Esto Joder! - exclamó Jordi mirando a su entorno. - Gemma convoca de repente una reunión, en un lugar apartado y solitario, en mitad de la noche? No sé… me huele mal.
Un mal presentimiento recorrió el cuerpo del ‘Irlandés’, el ‘hombre de los mil alias’. El viento que soplaba en la cima de Montjuïc no era solo aire, era memoria. Y él lo podía sentir. Cada paso que daba sobre la piedra fría del castillo le pesaba, como si bajo sus pies resonaran voces que el tiempo no había podido callar. Miraba los muros y no veía una fortaleza, sino una herida. No había honor en esas torres, sino vigilancia. No había gloria en sus cañones oxidados, sino amenazas. Sabía que ese lugar, que ahora parecía inofensivo, había sido testigo de traiciones, de gritos ahogados, de pólvora lanzada contra los propios. Aquel presentimiento le recorrió la espalda, lento, como si las sombras de los que allí esperaron su final aún caminaran a su lado. No entendía por qué, pero sentía que algo dentro de él se encogía. Como si el eco de una sentencia injusta, dictada hace ya demasiado tiempo, no hubiera terminado de cumplirse.

Él no había vivido esas guerras, no había oído los disparos... pero el cuerpo recuerda lo que el alma olvida. Y allí, frente al castillo, lo supo con una certeza que lo dejó helado. Hay lugares que, aunque el tiempo los cubra de paz, nunca dejarán de ser campos de batalla. Jamás dejarán de estar cubiertos se sangre.
  • Escuchad! - dijo Marc dirgiendose a todo el grupo. Ya estaban todos, excepto Laia y Gemma. - Estad atentos… de acuerdo?
  • Por qué? - preguntó Miare empezandose a preocupar.
  • Esto huele raro! - volvió a decir Jordi. - Por qué demonios nos ha convocado aquí? Y además… dónde coño está?
Cisco, que ya le habían dado el alta, le susurró algo a la oreja de su hermano. Estaba sentado en una silla de ruedas, con su maltrecha cabeza llena de vendajes.
  • Desconfíais de Gemma? - transcribió Fran - Creeis que nos ha tendido una trampa?
Todos se miraron entre ellos meditando lo que acababa de preguntar Cisco y empezaron a reir. No podía ser, Gemma sería incapaz de hacerles eso. No obstante algunos de los rostros no podían evitar expresar cierta duda. Jordi tenía razón, dónde estaba? Ella nunca llegaba tarde a ningún lado, jamás.
  • Venga ya chicos! Vale! De acuerdo! Es una cabrona egoísta y desalmada cuando quiere. Y os lo digo yo, que soy la que más la ha sufrido. Pero no me jodáis! Gemma jamás sería capaz de… - Noe se detuvo y enmudeció, como si le faltara el aliento. - Mierda… Correeeed!
Un deportivo acababa de subir la cuesta del Castillo a toda velocidad provocando un fuerte ruído al frenar de golpe. Martin salió del asiento del copiloto junto a tres matones, todos armados con bates de beísbol y puños americanos.

El grito de Noe estremeció al grupo que abandonaron el círculo y salieron corriendo en todas direcciones, cómo una bandada de pajaros. Asustados, temiendo por su vida. Fran agarró los mangos de la silla de ruedas y empujaba a su hermano lo más rápido que podía. Las dos rubias echaron a correr y se agacharon instivamente, cubriendo sus cabezas, cómo si fuera a caer algo del cielo. Manolo se quedó paralizado, sujetando con los brazos a su gorda mujer que temblava de pánico. Andrés pedía calma, poniendose delante de Mónica intentando protegerla. Marc, Noe, Jordi, Marta, Guille, Lisa… todos salieron cómo alma que lleva al diablo, pero no llegaron muy lejos. Estaban rodeados.

Un grupo de encapuchados salió de la nada, les apuntaban con sus armas y los hicieron retroceder. Los ‘Custodes’ andaban lentamente hacía atrás, con los brazos en alto y sus corazones a punto de salirse de sus pechos. Acabaron en círculo otra vez, esta vez espalda contra espalda, asustados y jadeando.
  • Vaya vaya! Pero a quien tenemos aquí? - sonreía Martin mientras se acercaba a sus presas.
  • Tete! Para ya! Esto ha ido demasiado lejos… - Andrés que seguía ocultando a Mónica, le gritaba desde el centro del círculo, alrrededor un escudo humano los protegía.
  • Calla Andrés! Esto no va contigo… - gritó él apuntando con una pistola a los ‘Custodes’
  • Si que va conmigo! Me oyes? Estás loco o qué te pasa?
  • Locooo? El loco soy yo? No me hagas reir. Primero me golpeais con una piedra en la cabeza, por la espalda, cómo cobardes - Guille empezó a sollozar - Y luego dejáis en silla de ruedas a Diego…
  • El empezó primero! - gritó Marc con los dos brazos levantados.
  • Fué sin querer gilipoyas! - contestó Martin furioso.
  • Eso díselo a él, hijo de la gran puta! - gritó Noe cabreada señalando a Cisco.
Al bajar la mano para señalar, recibió un fuerte culetazo en la cara por parte de uno de los matones de Martin. “Las manos arriba, zorra!” gritó, mientras Noe, con el labio partido, empezaba a sangrar.
  • Eh eh eh! Calmaos - gritaba Manolo intentando controlar a sus amigos que no iban a permitir que hicieran daño a uno de los suyos, no otra vez.
Estaban en inferioridad, rodeados, no había escapatoría. Martín ordenó a sus secuazes que los ataran y estos empezaron, uno a uno, a ponerles las manos detrás de la espalda y atarles las muñecas.

Cuando estuvieron todos inmovilizados, se los llevaron dentro del bosque que descendía hasta los pies de la montaña. La noche era tranquila y oscura. No habían testigos en varios kilometros a la redonda. La brisa del mar era salada y sofocante. Y el cementério estaba, ironicamente, muy cerca de ellos. Había llegado la hora? Era ese el fin?
  • Son de mentira… - susurró Guille a Marc cuando los obligaron a ponerse de rodillas. Estaban los trece en fila, uno al lado del otro, muy juntos. Excepto Cisco, que seguía sentado en su silla de ruedas, no por placer.
  • Qué dices…? - susurró Marc que no entendía lo que decía su amigo.
  • Las armas… son de mentira… réplicas… son réplicas.
  • Eh Gordo! Callate! O te meto un tiro - gritó uno de los encapuchados apuntandole con el arma.
Guille reconoció enseguida que aquellas armas eran de aire comprimido, es decir falsas. Muchos años practicando el ‘Airsoft’ cómo para no darse cuenta. Eran réplicas, muy buenas eso sí, pero tan solo réplicas de armas reales. Un disparo a corta distancia podía provocar dolores leves o moretones, pero no eran letales.
  • Hola Mónica… - dijo Martin con un tono maligno en su voz. Se había agachado enfrente de su ex novia y le acariciaba la mejilla. Su sonrisa era malvada y tenebrosa.
  • Déjala! - gritó Andrés de rodillas a su lado. Intentando desatarse el rígido nudo de sus muñecas.
La única respuesta que obtuvo por parte de su hermano fué una fuerte bofetada con el revés de la palma de su mano que le giró la cara por completo.
  • Estás loco Martin! Qué vas a hacer… matarnos? Quien te crees que eres? El puto Don Vito Corleone? Qué vas a hacer? Eh? Mandarnos a dormir con los peces o qué? - Mónica le gritaba en su propia cara mientras las lágrimas descendían fuera de control por sus mejillas. Él, de cerca, sonreía y le sujetaba con fuerza la barbilla, cómo si quisiera obligarla a que lo besara.
De repente Marc notó como alguien, por su espalda, le levantaba cuidadosamente la camisa, justo dónde escondía su arma. Se la quitó y antes de que el secuaz pudiera decirle nada a su jefe, una lluvia de golpes cayó subitamente sobre él.

Cayó desplomado al instante sobre el suelo, recibiendo patadas, puñetazos e insultos. Los amigos de Diego se estaban cobrando su propia venganza mientras los ‘Custodes’ gritaban y maldecían llenos de pánico y de rábia. Rogaban que parasen antes de que lo mataran. Al mismo tiempo, los secuaces los cacheaban y les quitaban las armas a sus prisioneros. “Ten jefe!” - dijo un encapuchado lanzadole una navaja a su ‘Don’.
  • Puedes parar esto si quieres… - susurró Martin paseando la afilada cuchilla plateada por la mejilla de Mónica. - Vuelve conmigo y los dejaré en paz… - claramente estaba mintiendo.
  • Hijo! Escucha! Conozco a tus padres. - Manolo intentaba usar el diálogo y la razón. Hacerte mayor te brinda esas cualidades - Qué pensarían ellos de todo esto? No ves que necesitas ayuda… no estás bien…
Martin hizo un movimiento de cabeza y dos matones empezaron a propinarle una paliza al ‘Patter Familie’. Su mujer y su hijo gritaban desesperados, pidiendo que parasen aquella locura.
  • Estás muerto! - dijo Noe. No soportaba que nadie abusara ni de niños ni de ancianos. Era superior a ella. Estaba de rodillas, atada y sangraba por el labio. Incluso así, aquella mujer tenía más pelotas que todos los encapuchados juntos.
  • Ah sí cuñada? Tú crees? - Martin reía, paseando la afilada navaja por el cuello de Mónica.
  • Quizás hoy no, ni mañana, ni dentro de un mes… - en los ojos de ella ardía un infierno. - Pero te mataré, cueste lo que cueste, caiga quien caiga… lo haré. - parecía una gitana echando una maldición y escupió cerca de los pies de aquel malnacido, un escupitajo ensangrentado y rabioso - Bailaré sobre tu tumba! Lo prometo!
  • Jajajaajaja… - Martin reía descontroladamente - Siempre me ha gustado tu actitud cuñada. Mírate, incluso ahora, de rodillas y a punto de morir, sigues de pié, desafiante… es impresionante!
Noe no contestó. Solo lo miraba llena de odio. La sangre que brotava de sus labios, ya no era por culpa del golpe que había recibido, se lo estaba provocando ella misma. Apretaba sus dientes cómo un perro rabioso, mordiendo sus encias. Sus puños que si quisiera, podrían haber partido en dos la montaña deseaban ser desatados, su cuerpo ardía cómo una hoguera dispuesta a arrasar con todo.
  • Bien! - dijo Martin poniendose de pie - Quien será el primero? - sonrió mientras jugaba con la navaja.
Los ‘Custodes’ agacharon la cabeza. Excepto la perra rabiosa, ella le seguía con la mirada, llena de ira. Mientras tanto, cuatro enchapuchados volvían a poner de rodillas a Marc y Manolo, que casi ni podían mantenerse rectos de tantos golpes que habían recibido.
  • Serás tú? - dijo Martin pasando el filo de la navaja por la cara de Masi. - Tú quizás? - Miare lloraba y véia cómo sus lágrimas caían al suelo y desaparecían entre la tierra. Imaginando que ese iba a ser también su propio destino.
  • Tu ya estás bastante jodido! - Martin dió un fuerte cachetazo en la cabeza de Marc que se tambaleava casi a punto de perder la consciencia.
  • Hombreeee! Mirad quien tenemos aquí! - Guille sintió el auténtico terror. - Dime! Estás dispuesto a morir?
Guille sin levantar la mirada y llorando desconsoladamente, emitió un grito profundo y lleno de dolor. Provenía de sus entrañas. Era un grito animal, casi ancestral.
  • Mátame! Estoy preparado… - gritó - pero deja que ellos se vayan. Te lo suplico.
  • Vaya! - rió Martin - Parece que al cachorrito le han salido pelotas!
Los encapuchados empezaron a reir exageradamente. Parecía que lo hicieran por contrato o por exigencias del guión, no porqué lo sintieran así. Eran una simple manada de perros adiestrados que seguían las indicaciones de su dueño, babeando por obtener su recompensa. Eran fuertes, estaban armados pero tenían pocas luces. Tanto que si Martin señalaba una cosa, ellos miraban su dedo.

Años atrás Guille no hubiera dicho o hecho nada enfrente de una humillación pública como esa. Se hubiera envuelto como un Pangolín, haciendose una bola y hubiera aguantado las collejas y las vejaciones sin rechistar. Pero ese era el antiguo Guillermo, cuando tan solo era un jóven e incauto lobezno que deambulaba por este cruel mundo sin rumbo y sin manada. Quien iba a sospechar que nuestro apreciado amigo se había convertido en un letal y astuto depreador?

Martin no tuvo tiempo a reaccionar cuando aquel rechoncho e indefenso muchacho levantó su cabeza y abrió la boca. Se avalanzó sobre su entrepierna y mordió. Los gritos de dolor retumbaron por todo el bosque mientras el malvado cuñado golpeaba la cabeza del feroz lobo que no soltaba su presa.
  • No le golpees la cabeza! - le gritaba uno de sus esbirros. - Si le das muy fuerte, su mandibula podría quedar cerrada para siempre.
  • Pero qué dices? - dijo otro encapuchado.
  • Qué sí joder que lo he visto en una peli, la del negro ese que sale en todas las películas, si coño el que está en la prisión…
  • Cadena perpetua?
  • Esa….
  • Menudo peliculón!
  • Ya ves… el blanquito ese lo hace muy bien también…
  • Tim Robins creo que se llama, actorazo…
  • QUEREIS HACER EL FAVOR DE CALLAR Y SACARMELO DE ENCIMAAAAA!
Hicieron falta tres hombres para separar al lobo de la entrepierna de su jefe. Guille se resistía, peleaba contra todos mostrando los colmillos amenazantes, incluso parecía que ladrara y escupiera espuma por la boca. Aunque su transformación en hombre lobo no duró mucho. La brutal paliza que recibió después lo dejó para el arrastre, al borde de perder el conocimiento.
  • jajajajajaja - Noe no podía dejar de reir. Marta le imploraba susurrando que parase, pero no podía, era superior a ella. El mismo chaval que le había jodido el cerebro de arriba ahora le había hecho lo mismo con el de abajo.
  • Te parece gracioso Zorra? - Martin se sujetaba la entrepierna dolorida y llena de babas mientras se acercaba a ella muy enfadado. - Y ahora? Te parece gracioso?
  • Siii… ajajaja - Noe asentia mientras el la agarraba violentamente del pelo y le apretaba más la navaja contra el cuello.
  • Ya tenemos ganadora! - gritó con sus ojos llenos de colera. - Preparate a morir, zorra!
Justo cuando Martin iba a rajarle el cuello de extremo a extremo, un bate de beisbol impactó sobre su cabeza, con la furia de mil demonios. Llegó en el momento justo, casi rozando el límite. Unas milesimas de segundo más tarde y Noe estaría muerta y desangrada sobre la tierra seca del bosque. Cuando el cuerpo del cuñado cayó al suelo, Noe pudo observar al tío alto y encapuchado que estaba detrás suyo. Seguía sujetando el bate, ahora lleno de sangre.

Los otros esbirros se quedaron parados, sin saber que hacer en mitad de la oscura noche. Todo transcurría a un ritmo endiabladamente rápido, pero parecía cómo si se hubiera detenido el tiempo. De repente se abalanzaron sobre el traidor y justo cuando estaban a punto de propinarle una paliza. ‘PUM - PUM - PUM’ tres disparos rompieron la calma del bosque. No hizo falta más, los esbirros huyeron despavoridos, torpemente y asustados. Los ‘Custodes’ aún de rodillas y con las manos atadas miraban cómo aquellos cobardes corrían bosque arriba, tropezando con las raízes de los árboles, mirando atrás entre gritos y empujones, asustados e intentando salvar sus miserables vidas.
  • Ha estado cerca! - dijo el encapuchado mientras dejaba caer el bate sobre el suelo. Y se quitó la máscara.
  • Laia? - dijo Noe sin poder salir de su asombro.
  • Venga desátalos! Hay que largarse de aquí cuanto antes - El encapuchado que había realizado los tres disparos, era el mismo que le había quitado la pistola a Marc, minutos antes.
  • Pero… quieeenn - Marc notaba cómo aquel desconocido le rasgaba la cuerda de sus muñecas con un cuchillo. No veía bien, pues tenía los ojos hinchados por la paliza que había recibido. Pero reconoció aquel perfume. - Gemma? Eres tú?
  • Vamos encanto! Hay prisa - dijo la ‘insurgente’ quitandose la capucha mientras seguía liberando a sus amigos.
Cuando Laia desató a Noe, esta se abalanzó sobre ella. No podía dejar de llorar. La abrazaba, la besaba y le daba las gracias por salvarle la vida. En un visto y no visto, todos los amigos ya estaban de pié, excepto uno que jamás podría volver a hacerlo. Mientras se abrazaban y se preocupaban por cómo se encontraban, Gemma seguía insistiendo en que debían largarse de ahí.
  • Vamoooos! La poli no tardará en llegar, debemos irnos… - Gemma miró cómo Noe se acercaba a ella. Se quedó a esacos milimetros de su cara, su cuello sangrando, su corazón palpitando, sus ojos vidriosos y húmedos. La ‘insurgente’ no pudo evitar desmoronarse - Lo… lo siento tía… yo… joder! Iba a hacerlo… estuve a punto de… de… - Noe no dijo nada tan solo la abrazó y dejó que su amiga la abrazase. Fué extraño para ambas, pues un sinfín de emociones recorrian por su cuerpos. Todas al mismo tiempo, potentes, reales y contradictorias. Mientras lloraban juntas, sentían que se amaban de verdad pero al mismo tiempo un profundo odio recorría sus accelerados corazones. Se daban las gracias, pero se reprochaban sin cesar. Se perdonaban, pero no podían olvidar.
  • Me llevo mi padre al hospital! - Gritó Jordi. Él y Rosa se pusieron cada uno a un lado de Manolo y lo ayudaban a andar. ‘Patter Familiae’ respiraba con dificultad, quejandose todo el rato de un fuerte dolor en sus costillas.
  • Tú y yo deberiamos hacer lo mismo! - sonrío Marc mientras sujetaba por el hombro a Guillermo y enpezaban a andar. Los dos estaban hechos una mierda, con moratones, sangre y heridas abiertas por todo el cuerpo.
  • Y que hacemos con él? - contestó Guille también sujetando a su buen amigo.
Señalaba el cuerpo incosciente de Martin, tirado en el suelo cómo un trapo. A su lado su buen hermano se preocupaba por su salud.
  • Eh! Pero que hacéis! - gritó Andrés, cuando vió que Gemma y Laia intentaban llevarselo - Soltádlo! Qué lo soltéis he dicho! Es mi hermanooooo!
Mientras las dos rubias lo sujetaban y Mónica intentaba consolarlo, las dos salvadoras agarraron su cuerpo y se lo llevaron sin decir nada. Fran las siguió empujando la silla de ruedas de su hermano por la pendiente. Detrás Lisa y las dos Marias los seguían abrazadas. Guille y Marc iban al final de la cola, a duras penas con fuerzas para manterse firmes.
  • Y ahora qué? - preguntó Marta mientras limpiaba la herida superficial del cuello de su amiga.
  • Yo tengo que cumplir una promesa… - dijo ella seriamente, sin dejar de mirar el cuerpo inconsciente de Martin.
  • Lo entiendo… me llevaré a tu hermana y a Andrés a casa. Será mejor que no estén presentes, cuando… ya sabes…
  • Sabes que te quiero verdad? - Noe la miró a los ojos, aunque le hablaba directamente al alma. No podía tener mejor amiga a su lado.
  • Anda ve! Y baila tambíen por mí, churri! Me oyes? Baila… toda… la puta… noche.
Noe le dió un beso en los labios y salió corriendo para alcanzar a los demás. Marta sonrió mientras miraba cómo se alejaba, luego se acercó a Andrés y Mónica. El jóven lloraba tapandose la cara con ambas manos, sabiendo que no podía hacer nada ante el amargo, aunque justo, destino de su hermano.

Abandonaron el bosque lo más rápido que pudieron. Cuando llegaron a los coches aparcados metieron el cuerpo de Martin dentro del maletero del coche de Gemma. Laia le ató las muñecas mientras Noe hacía lo mismo con sus tobillos. Marc cogió la cinta americana de su coche y le tapó la boca. Luego rasgó un trozo de su camiseta y le vendó los ojos.
  • Estáis listos? Si hacemos esto no habrá vuelta atrás… - preguntó ‘el irlandés’ a los demás sin dejar de mirar el interior del maletero.
Sujetaba con una mano la puerta en lo alto mientras los ‘Custodes’ observaban el cuerpo inmovil de Martin.
  • Hagásmolo! - dijo Fran.
  • Si… - añadió Guille - Es lo que se merece.
  • Yo he hecho una promesa mi vida… - dijo Noe sujetando el pañuelo sobre su cuello. - Y sabes que siempre las cumplo.
  • Cisco? - preguntó Gemma y todos se giraron para saber que opinaba el silencioso gemelo. Sin duda, era el más afectado de todos.
  • … - contestó. Afirmando con la cabeza.
  • No sé que estáis pesando, pero puedo intuirlo… - dijo Lisa nerviosa - lo siento pero… no puedo.
  • Los que no estén de acuerdo o no estén preparados… - Marc cerró el maletero de un portazo - es mejor que lo digan ahora.
Varios coches abandonaron la cima de la montaña, al mismo tiempo y a gran velocidad. Tan solo dos se dirigían al mismo destino. En el primer coche, conducido por Gemma, iban Laia, Noe y Marc. A poca distancia, Fran conducía el segundo, acompañado de su hermano gemelo y Guillermo.

Jordi se llevó a su padre a urgencias, acompañado de su preocupada madre que no podía dejar de sollozar y encomendarse a Dios. Por su lado, Marta se llevó a Mónica y Andrés hasta su casa, dónde les prepararía dos tilas e intentaría calmarlos lo mejor que supiera. Las dos rubias y la saxofonista no tuvieron el suficiente estomago para participar, así que decidieron bajarse del carro.
  • Para ahí un momento! - dijo Marc.
  • Dónde? - contestó Gemma al volante.
Marc bajó rapidamente del coche y entró en un 24/7. La cara de sorpresa del dormido dependiente indio, lo decía todo.
Trece botellas de Vodka y una pala. Posiblemente la compra más extraña de todo el servicio que llevaba esa noche.

Noe se giró en su asiento cuando su novio dejaba las cosas en el maletero, se dió cuenta que antes de cerrar la puerta de nuevo, dió un par de puñetazos y escupió dentro.
  • Está despierto! - dijo al entrar otra vez dentro del coche.
  • Pues vamos! No hay tiempo que perder.
El pequeño convoy de dos coches reprendió la marcha. Lo hicieron en silencio, sin decirse nada. Las ventanillas bajadas y el aire fresco de la noche acariciando sus mejillas.

Pasado Martorell hay una nacional llena de curvas que lleva hasta la costa. Es una carretera poco transitada sin demasiada iluminación. Durante el día está llena de ciclistas aficionados al ‘trial’ ya que la sinuosa carretera comunica con muchos caminos de tierra, idoneos para practicar ese deporte. Los ‘Custodes’ no sabían dónde iban, tan solo buscaban un lugar apartado, lejano, dónde nadie pudiera encontrar jamás un cadáver.

Los coches se metieron en uno de esos caminos de tierra y conducieron lejos, muy lejos, adentrandose cada vez más en el oscuro y silencioso bosque. Martin dentro del maletero chillaba y se retorcía. Lloraba y suplicaba por su vida, pero ya era demasiado tarde para él. No hay mayor terror que esperar a la muerte. El cuñado no estaba dentro de un coche, estaba en el corredor de la muerte y el juez del estado acababa de firmar la orden de ejecución.

Cunado habían dejado la civilización atrás, pararon en mitad del bosque. Los faros encendidos iluminaban una pequeña clariana rodeada de espesos matorrales y árboles que se alzaban hasta el cielo.

Los amigos bajaron y se quedaron quietos y en silencio en mitad de la noche, mientras Guille y Fran ayudaban a Cisco para que se sentase en la silla de ruedas. Permanecieron un buen rato así. Escuchando la nada. Cerraron los ojos y respiraron profundamente, cogiendose de las manos. Tan solo los golpes y gritos ahogados que provenian del maletero, rompían aquel sepucral y hermoso silencio.

Martin gritó de terror cuando vió la cara de sus secuestradores. Mientras Noe cogía las botellas y la pala. Fran y Marc lo agarraron por debajo de las axilas y lo sacaron fuera. Lo arrastaron unos metros y lo tiraron con rabia sobre el suelo del bosque. Marc sacó su arma y lo apuntó, al mismo tiempo que Guille le desató las muñecas y los tobillos.
  • Que… que… que es… que es esto? - Martin se quitó la cinta de la boca. No quedaba en él ni un pequeño astisbo de esa seguridad y control que había demostrado hacía tan poco.
  • Cava! - dijo Noe tirandole la pala cerca de sus pies. El sonido métalico cuando cayó en el suelo pronosticó el final.
Martin observaba a los seis chicos de pié enfrente suyo y al séptimo sentado en su silla de ruedas. Los focos de los coches a sus espaldas los hacían parecer temibles e inplacables. No podía ver sus caras, tan solo sus sombras. Siete trompetas del apocalípsis que anunciaban la inminente catástrofe.
  • Hablemoslo… por favor… lleguemos a un acuerdo! - Martin se puso de rodillas y juntaba sus manos como si estubiera rezando.
  • Cava! - volvió a decir Noe tirandole con un movimiento de píe la arena del suelo sobre su cara.
  • Por favor… no lo hagáis! Tened piedad - El cuñado lloraba y suplicaba por su vida.
Sin decir nada Marc se acercó furtivamente y le puso el cañon de su arma dentro de la boca. Armó el tambor y le volvió a ordenar que cavara. Martin levantó sus manos inconscientemente. Saboreando el metal y llorando como un niño indefenso. Se meó encima.
  • Vale… vale! - dijo sollozando y empezó a cabar su propia tumba.
Mientras los ‘Custodes’ le repetían una y otra vez que hiciera el hoyo más profundo se rulaban la botella de Vodka. Hacían largos tragos, en silencio. No había fiesta, ni nada que celebrar. El alcohol no era para eso. No era ese su propósito.
  • Ten cariño! - Noe le ruló la botella a Marc que no dejaba de apuntar con el arma al sudado y tembloroso cuñado.
  • Gracias! - dijo él y le dió varios tragos seguidos sin respirar.
  • Quien lo hará? Ya lo has pensado? - Noe a punto de sufrir un ataque de ansiedad, fumaba compulsivamente. No eran asesinos, no estaban, ni mucho menos, preparados para afrontar lo que estaban a punto de hacer.
  • Lo haré yo… - dijo Guille convencido.
Todos se giraron para mirarlo. Incluso Martin al cúal solo se le podía ver de cintura para arriba. Estaba sudando a chorretones y tenía todo el cuerpo lleno de tierra.
  • Colega… no tienes que hacerte el hé… - empezó a decir Marc
  • He dicho que lo haré yo - su voz era distinta, algo en su interior había canviado
  • Entendido… - contestó Marc y se giró de nuevo hacía Martin - Ya es suficiente.
  • Por favor… os lo suplico… no lo hagáis. Os juro que os dejaré en paz, lo prometo. - Martin suplicaba por su vida una vez más.
  • Últimas palabras? - preguntó Marc tirando su cigarrillo dentro de la tumba y sacando una inmensa humareda por su boca.
  • Nooooo… por favoooor… - cuantas veces, a lo largo de la historia, habrán sido esas las últimas palabras de algún pobre diablo?
Podríais pensar que Guille tenía preparado un gran discurso que dar antes de disparar, algo épico y trascendental. O quizás que de repente pasara algo insolito que diera un giro inesperado en el último momento y Martin burlara a la muerte. Quizás Cisco hablando en público por primera vez? Convenciendo a sus amigos que la venganza no era el camino a seguir? O siendo ya muy retorcidos, que Gemma aprovechara el momento para matarlos a todos y quedarse con Marc para ella sola. Pues no. Nada de eso pasó.

Si algún cineasta quisiera llevar estos relatos a la gran pantalla, pediría que justo en ese momento sonara ‘The House of the Rising Sun’ de ‘The Animals’, nada más. Hay canciones que simplemente son perfectas para situaciones especificas.

Guille levantó su gordo culo del coche y dejó caer la botella medio vacía de vodka en el suelo. Andaba firme y recto, sin parpadear, sin dudar. Pasó por enfrente de Marc y agarró el arma, que él le ofeció, en su mano derecha, sin detenerse. Se situó enfrente de la tumba y apuntó a Martin a la cabeza.

Podía ver cómo el gritaba y lloraba, pero no era capaz de oir nada más que los latidos de su corazón. Su dedo en el gatillo no vacilaba. No empuñaba el arma por él, lo hacía por los suyos. No apretó el gatillo solo, todos lo hicieron por él.

Una bandada de pájaros salió volando de la copa de un árbol, asustados por los disparos. Fueron tres, rápidos, seguidos. El primero fué letal, los dos siguientes pura rábia. La luna los protegía en el cielo y las estrellas juraron guardar su secreto.

Dicen que es muy duro arrebatarle la vida a una persona, que es algo que jamás olvidarás. Os mienten.
Matar a un hombre es lo más fácil del mundo. Tan solo hay que apuntar bien y no dudar.
  • Estás bien? - preguntó Marc acercandose a su amigo por la espalda. Guille seguía sujetando el arma en alto y miraba el cuerpo sin vida de Martin dentro del profundo y húmedo hoyo. Rodeó el arma con ambas manos, delicadamente y se la quitó.
  • Justicia… - murmuró Guille que seguía sin parpadear.
  • Siiii.. Hermano! Eso es… Justicia!
  • Justiciaaaa! - dijo más alto Guillermo. - Justiciaaaa!
Sus amigos detrás empezaron a repetirlo como un mantra. Había pasado el huracán y seguían con vida.
  • Empezaré yo! - dijo Noe. Agarró la pala y antes de empezar a tirar la tierra encima del muerto, apuró su cigarro y lo tiró dentro de la tumba, con desprecio.
Hicieron bien en traer varias botellas de alcohol, pues necesitaban calmar sus nervios. Mientras las compartian no dejaban de abrazarse y consolarse. No habían risas, ni palabras, nada… tan solo paz. Se fueron turnando para tirar la tierra sobre la tumba y dejaron que Cisco fuera el último en taparla. Cómo siempre, lo hizo en total silencio. De forma solemne, casi respetuosa.

Antes de largarse, estuvieron un rato en silencio contemplando la tumba. Unos al lado de los otros, en fila, pasando sus brazos por encima de sus hombros. Aunque lo pareciesen, no eran precisamente un equipo de fútbol escuchando el himno del club antes de empezar un partido. Eran complices de un asesinato. Llana y sinceramente.
  • Me podéis dejar un momento a solas… tengo que hacer algo antes de irme - dijo Noe mientras se quitaba las botas.
Los ‘Custodes’ no preguntaron. Se subieron en los coches y esperaron a que ella se despidiese. A su manera.
La tierra aún estaba blanda, respirando muerte caliente bajo la piel húmeda del bosque. La luna, testigo sin juicio, colgaba entre los árboles, pálida y muda, mientras las raíces susurraban secretos entre ellas. Ella se quedó un momento en silencio, de pie sobre la tumba reciente. El sudor le corría por el cuello, pegando hebras de cabello a su piel como si el bosque quisiera retenerla. Pero ya no era la presa. No lo sería nunca más.
  • Lo ves trozo de mierda… te lo dije… Bailaré sobre tu tumba! - Sacó los auriculares de su bolsillo y los deslizó en sus oídos como una declaración de guerra.
La guitarra rasgó el aire, ‘Don’t owe you a thang’ de Gary Clark Jr. empezó a sonar. Aquel blues accelerado y súcio le encendió el alma.
Le tembló el pecho. No de miedo, sino de furia contenida. De pura libertad. Y comenzó a moverse.
Primero con los hombros, como si se despojase de un abrigo invisible de sometimiento. Después con las caderas, girando con una cadencia sucia y poderosa, como si el ritmo fuera fuego quemando las cadenas de su pasado. El polvo se alzó bajo sus pies descalzos, se había quitado las botas para sentir la tierra, para que cada pisada fuera de verdad.

Giró sobre sí misma como una hechicera bajo los efectos de algún hongo. Bailaba fuera de sí, de su propio cuerpo. Sus movimientos eran espasmos, sus pies parecían no tocar el suelo, cómo si flotara suspendida en el aire. Saltó, pateó la tumba, levantando una nube seca y sucia que le cubrió los tobillos. Dónde terminaba su cuerpo? Dónde empezaba la tierra?

El pie le dio con fuerza justo donde recordaba que estaba su cara bajo la tierra. Otra patada. Y otra. Como si el suelo pudiera sentir.
El bosque guardaba silencio, respetuoso ante aquel baile salvaje. Parecía una danza tribal, como si fuera un chamán realizando algún extraño y ancestral ritual. Noe reía. No una risa alegre, era oscura, rota, afilada como un cuchillo.

Al final, se dejó caer de rodillas, clavando las manos en la tierra removida, jadeando con los ojos cerrados. Luego volvió a levantarse. Sacudió el polvo de su pecho y giró sobre sus talones con una última sacudida de caderas.
El mundo no le debía nada. Pero él…Él le debía todo.
Y ahora, pagaba con cada gramo de tierra que se le metía en los pulmones. Noe volvió a caminar hacia los coches, sin mirar atrás.

El baile había terminado.
La promesa, cumplida.

Continuará…
Muy bueno, a pesar de no haber sexo se lee con muchas ganas por querer saber como se mantienen juntos. Lo de ellos no es una relación solo de sexo como sería fácil pensar, hay mucho más que sexo y amistad. Pero el sexo gusta y es el nexo de unión de esta historia.
 
Muy bueno, a pesar de no haber sexo se lee con muchas ganas por querer saber como se mantienen juntos. Lo de ellos no es una relación solo de sexo como sería fácil pensar, hay mucho más que sexo y amistad. Pero el sexo gusta y es el nexo de unión de esta historia.
Gracias por el comentario colega! Se agradece, de corazón.
 
Aunque suene duro, Martín se lo ha buscado el solito. No me da ninguna pena.
Muy bien por Gemma que al final reacciona a tiempo.
No creo que Gemma retorne al camino correcto, parece que prácticamente desde el principio estaba descarrilada y pienso que así seguirá por mucho ojito de carnero degollado que ponga.... o igual me equivoco.
 

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