Las circunstancias se aceleran. Tras el encuentro del viernes en el coche, él le ha propuesto quedar el próximo lunes 25 por la tarde en un hotelito de la gran ciudad, sitio discreto para encuentros furtivos. Entrarán por el parking como una pareja de amantes. Ella encantada, ha aceptado. Me ha pedido 'permiso', pero... ¿si yo he sido el gran promotor de todo? Siento angustia, la verdad, pero el deseo entre ellos es tan fuerte que mejor aceptarlo y disfrutarlo como marido consentidor.
También ayer le mandó una propuesta, breve pero morbosa, le gustan los juegos de dominación, y en el que me dan la gran tarea (residual) de que le compre condones XL. A ella eso le ha hecho gracia, por lo que lo haré hoy sin falta. El vértigo está presente, el fuego entre ellos está desatado, y un cornudo en estos casos no debe molestar, aprender y dejar que todo fluya. Se me hará laaarga la semana.
(Chateando ayer noche con él, me contó que fue ella la que le dijo si le daba un beso, y metiéndole ella la lengua...desatando todo en el coche. También me dijo que ella estuvo muy interesada en encontrar el viernes desde el primer momento, un 'sitio escondido' para el coche . Y que le hizo un interrogatorio sobre sus gustos. Decir que el es poco vainilla al respecto...uffff, la visión de él me muestra a C. desatada)