Hola espero que esta historia os inspire.
Me crié en un barrio del sur de Madrid mi barrio era como de Cuentame, teníamos un solar al lado del edificio donde vivíamos donde jugábamos todos los críos, jugábamos por temporadas a determinados juegos como las chapas, la peonza las canicas etc, el porno era algo inaccesible, hacia escasos años que había muerto Franco cuando entre en la adolescencia, mi edificio tenía cuatro plantas sin ascensor, casi todos los críos rondábamos las mismas edades, al igual que nuestras madres que tenían una vida social de descansillo de escalera, nosotros jugábamos en una casa o en otra cuando no jugábamos en la calle, y nuestras madres charlaban con las puertas abiertas.
Teníamos una vecina en el segundo, rondaría por aquellas fechas los 39 años, de pequeños ojos azules , caderas anchas, unos pechos pequeños y firmes, siempre se apoyaba en la pared con las piernas hacia delante como si estuviera sujetando el muro con la espalda, mientras hablaba con mi madre, tenia la costumbre de meterse la mano entre la cinturilla de la falda y el abdomen, dejando el pulgar por fuera, y cuando se rascaba provocaba un sonido especial que yo no era capaz de distinguir si era el roce con la tela de sus bragas o su vello púbico.
Durante el invierno usaba una bata gruesa de color azul oscuro, debajo de la bata en la parte superior solía llevar un swaeter y si hacia demasiado frio el pantalón de un pijama, si no hacía demasiado frio solo llevaba las bragas, generalmente blancas o de un color claro, a veces cuando se movía, la bata se abría y dejaba ver sus muslos, durante muchos años estuve viendo esa imagen si prestar ningún tipo de atención ni sentimiento hasta que entre en la adolescencia y aquellas imágenes comenzaron a excitarme.
El verano era la mejor época del año, sustituía su bata azul por una bata de verano, la tela era como la de una camisa, le llegaba hasta por encima de las rodillas, se ataba igual que la bata de invierno, con una cinta alrededor de la cintura, debajo solo llevaba el sujetador y las bragas y si el calor era muy elevado solo las bragas, lo que dejaba ver parte de su pecho, y en ocasiones notaba los pezones puntiagudos intentando atravesar la tela, y el color oscuro desde el final del pasillo cuando estaba en su casa jugando con sus hijos.
Una mañana de verano que estábamos en su casa mi hermano sus dos hijos y yo echando una partida al Monopoly, me entraron ganas de mear y me fui hasta el baño que estaba al final del pasillo junto a la habitación del matrimonio, ella andaba en la cocina, me puse a mear, el inodoro estaba al lado de la bañera que la tapaba una cortina, en la esquina que hace la bañera con la pared, en la parte más ancha del borde de la bañera donde la cortina no llega a cerrar asomaba una prenda, mire hacía atrás y vi que nadie me observaba, termine de mear y cogí la prenda, levantándola delante de mi, por encima de mi cabeza, eran las bragas de mi vecina, unas bragas blancas con la tela tupida en la parte delantera, y desde las ingles y hacia la parte de atrás , la tela era de un encaje semitransparente, me asome al interior y vi que tenían un color amarillento en la zona donde supuse su coño entraba en contacto con la tela, por miedo a que me pillaran y oyendo las voces para que me incorporará al juego las deje tal cual las había encontrado y regrese.
No me podía concentrar, mis pensamientos volvían una y otra vez a ese baño, y la imagen no paraba de dar vueltas en mi cabeza, al cabo de unos minutos volví a comentar que tenía que regresar al baño, entré nervioso, sobre excitado, me aseguré que nadie me podía ver, y volví a deleitarme con las bragas de mi vecina, las acerque a mi nariz y percibí por primera vez como olía el coño de una mujer, era un olor limpio, noté que estaban un poco húmedas, sutilmente húmedas y vi un vello entre la tela, no sé porqué pero lo cogí y me lo metí en la boca, le daba vueltas con la lengua, pero tuve que regresar para evitar sospechas de mi hermano y sus hijos.
La partida se me hizo insoportable , tenia la polla que no me cogía en el pantalón, la presión era enorme, mientras su vello daba vueltas por mi boca, y el olor de su coño lo notaba pegado a mi nariz, se me ocurrió comentar que debía volver al baño porque creía tener diarrea, cerré el baño cogí las bragas y rodee mi polla con ellas mientras me masturbaba, dure poco ya que el nivel de excitación era mayúsculo, me corrí en las bragas, un corridón eterno para lo que un chico de 13 años estaba acostumbrado, viviendo en una sociedad que lo más porno que había visto era el anuncio de Fa, los limones del Caribe.
Extendí la pueril lefada por las bragas , para que no se quedara concentrada en un mismo sitio , las deje dobladas como estaban y volvi relajado al juego. Al cabo de unos pocos minutos la madre nos grita desde el pasillo que tiene que bajar al mercado a comprar algo, la veo entrar al baño y salir con las bragas en la mano y entrar a su habitación, casi se me para el corazón, de un momento a otro esperaba oír a la madre preguntando quién se había corrido en sus bragas, pero no pasaron ni dos minutos cuando salió con un vestido de tirantes escaleras abajo rumbo al mercado con una parte de mi viajando entre su coño y sus bragas.
Desde ese momento y durante unos años , esta mujer fue la inspiradora de un gran número de pajas , alguna que otra mientras la tenía a escasos pasos.
