2D5CUENTAS
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De la formalidad o de días encadenados
Mitad de semana, noviembre, grisura, rutina.
Prometo que si además de todo lo anterior se es una mujer formal -poca de la gente que pasa por aquí lo es- la cosa resulta todavía más aburrida.
Así que ponerle un poco de gracia es casi obligatorio. Por supervivencia.
Así que van dos de "formalita pero menos".
De la Navidad, lo que creemos saber y los regalos. (De la ilusión).
Buenos días tengan ustedes.
El último día del mes,
de noviembre en almanaque,
nos trae por anticipado,
de navidad agasajo.
Hoy no vengo a hablar de usted;
sus gracias y su nivel,
los tiene más que sabidos,
y se ensalzan por doquier.
Hoy, con o sin permiso,
vengo a contarle de mí,
de un rancio y reviejo tipo,
que a nada le da changüi,
que nada espera ni pide,
que se apartó de deseos,
a pura vida vivir.
Escudado en la ironía,
en la sorna, en la malicia,
en el desapego en fin,
recorro mis largos días,
de vuelta y media de mí,
nada y nadie me conmueve,
poco, me hace sonreir,
todo más una, torcida,
que muestra el colmillo vil.
Pero VIDA que es zorra,
falsa, ladina y sutil,
donde menos te lo esperas,
te pega un buen revolcón,
te recuerda que es primera,
te dice " acá mando yo",
y en un sitio insospechado,
en el que entraba por tedio,
por pasar un poco el rato,
VIDA a mí me recordó,
que mis modos y maneras,
veleidades vanas son.
Me encontré con un deseo,
de los que yo me prohibí,
de carne y hueso, de piel,
dotado de lengua libre,
mente rápida, brillante,
afilada y excitante
y formas insinuantes,
con gustos tan allegados,
tan afines, tan parejos,
a los que habitan en mí
que he tirado por la borda,
todos mis sabios consejos,
y he vuelto, como un chicuelo,
a pedirles a los Magos,
aunque no vengan de Oriente,
sino de aquí mismo, al lado,
disfrutar de su regalo,
sea en imágenes o en textos,
ya en prosa llana, ya en verso;
su presencia en estos pagos,
es el presente perfecto.
PS:
Encadenado es el punto,
que dicen "de cadeneta",
el mismo que su suéter,
adorna en finas hileras,
sobre una falda somera.
Las medias, que son de seda,
necesitan suspensorio,
colgado de sus caderas,
pues si no fuesen los clips,
que las mantienen sujetas,
se esconderían de vergüenza,
por no poder competir,
en suavidad y en belleza,
con la piel que las pasea.
Formal e hierático digo,
y digo a plena conciencia:
¡ Que listo soy ! (solo a veces),
permítame le recuerde,
que he sido yo, el del bautismo,
de su gracia con "La Piernas".
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