Novias, conocidas o amigas que se dejen dar por culo

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Siempre he dado con las que no se dejan y luego ya llevo demasiados años con mi chica así que....
Pues tienes que insistir, con mucha paciencia. La mía al principio decía que no porque le dolía, hasta que probando y probando se aficionô y ahora se vuelve loca cuando le follo el culo. A veces solo tienen que aparcar los tabús y manías.
 
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Pues tienes que insistir, con mucha paciencia. La mía al principio decía que no porque le dolía, hasta que probando y probando se aficionô y ahora se vuelve loca cuando le follo el culo. A veces solo tienen que aparcar los tabús y manías.
Yo sigo insistiendo pero por ahora nada, si hay avances lo comentaré
 
Hay meses que si sumamos, lo hacemos más por el culo que por delante. Me siento afortunado, sí.
nosotros tambien es asi, mas por el culo que por delante.
 

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A mí con mi novia actual me costó bastante, porque era virgen (de verdad) por detrás. Lo cierto es que tiene un ojete muy apretado, y cuesta un poco hasta meterle un dedo si no está muy excitada.

Romperle el culo fue una labor de paciencia y persuasión, porque las dos primeras veces que accedió no salió bien del todo y no pude culminar, no entraba, le dolía, y aunque ella ponía de su parte no hubo manera. Pero una gloriosa tarde descubrí uno de sus puntos débiles y mientras le comía el coño fui poco a poco incorporando su ojete al menú, y a base de darle lengua creo que fueron cayendo sus barreras y me dejó hacer, y con un buen chorro de lubricante... Pues ¡por fin!

Ahora lo hacemos relativamente a menudo, y ella se queja siempre muy rico y siempre me pide que lo haga suave y con calma, dice que hay algo más que placer, y que como sabe que me encanta no se suele negar.

En fin...

Yo es que la veo así y me pongo loquísimo...
 
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A mí con mi novia actual me costó bastante, porque era virgen (de verdad) por detrás. Lo cierto es que tiene un ojete muy apretado, y cuesta un poco hasta meterle un dedo si no está muy excitada.

Romperle el culo fue una labor de paciencia y persuasión, porque las dos primeras veces que accedió no salió bien del todo y no pude culminar, no entraba, le dolía, y aunque ella ponía de su parte no hubo manera. Pero una gloriosa tarde descubrí uno de sus puntos débiles y mientras le comía el coño fui poco a poco incorporando su ojete al menú, y a base de darle lengua creo que fueron cayendo sus barreras y me dejó hacer, y con un buen chorro de lubricante... Pues ¡por fin!

Ahora lo hacemos relativamente a menudo, y ella se queja siempre muy rico y siempre me pide que lo haga suave y con calma, dice que hay algo más que placer, y que como sabe que me encanta no se suele negar.

En fin...

Yo es que la veo así y me pongo loquísimo...
Le sobra el emoji, con o sin el, no creo que la reconozca por la calle
 
A ver, para mí reventarle el culo se convirtió un poco en una obsesión, porque me encanta su culazo y además sabiendo que lo tenía sin estrenar, ya os lo podréis imaginar.

Encima es que ella lo sabía, y lo sabe, que me vuelvo loco con su culo, y no perdía ocasión de provocarme. Solo puedo dar las gracias por que sus ex dejasen ese camino sin pisar, de verdad que fue de la tardes más placenteras de mi vida. Pocas cosas habrá más excitantes para mí que follar un culo como dios manda, dejarlo bien roto y escuchar y sentir a tu hembra gemir y quejarse y retorcerse pero entregarse a pesar de todo. Mira que lo hemos hecho veces desde entonces, y sin embargo lo sigue teniendo igual de apretado que el primer día. Es verdad que ahora entra mejor, que incluso hay ocasiones que parece que me engullera la polla casi sin resistencia, pero sigue apretando muchísimo y ella se queja delicioso todas y cada una de las veces, y gimotea un poquito especialmente al principio, justo cuando la cabeza de mi polla parece que partiera su ojete, y me dice que despacito, que la estoy rompiendo, que más suave, pero me encanta que termina por morder la sábana o echar unos bufidos cortos y me deja hacer a mi antojo.

Y la mitad de las veces tiene unos orgasmos anales intensos no, lo siguiente.
 

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Joder qué suerte tienes tío! Me muero de ganas de metérsela por el culo a una tía pero no hay manera

Pocos o ningún consejo puedo darte, hermano. He estado con chicas con las que lo hicimos casi desde el primer día, y con otras que no hubo manera ni en meses o años. A mí el anal es casi lo que más me gusta, y me frustra un poco si mi pareja (fija u ocasional) no le gusta o no quiere, así que muchas veces es tantear, cruzar los dedos y que los astros nos sean propicios. A mí me ha funcionado siempre el respeto, la paciencia pero también el morbo y la perseverancia, así que ojalá pronto encuentres con quien iniciarte y disfrutarlo (o quitarte el gusanillo al menos, que conozco hombres que ni fú ni fá).
 
Lo que más me gusta de darle por el culo es, sin duda, la suma de las pequeñas cosas.

Por supuesto que me dan muchísimo placer el calor ardiente y la angostura aterciopelada de ese culo estrecho, y que la sensación de exprimirte la polla en un agujero tan, tan apretado es increíble, pero hay pequeños detalles, "pequeñas cosas", que hacen que cada anal con ella sea, para mí, una locura - en el mejor de los sentidos.

Por ejemplo, me hace muchísima gracia y me excita especialmente ese mohín como de niña enrabietada que frunce sus labios cuando le digo al oído que quiero follarme su culo. Rara vez, aunque las hay, es ella quien lo pide o lo provoca, así que tengo que ser yo quien por activa o por pasiva, por palabras o por hechos, deje claro que pienso sodomizarla. Cuando se hace evidente ella juega como a protestar, aunque al mismo tiempo menea sus caderas y me frota sus nalgas, colocándose poco a poco en posición, boca abajo o en cuatro.

También me fascina la forma en que agarra sus cachetes con ambas manos y los separa y los junta, despacio, como incitándome, como si titubease y no se decidiese del todo a poner el culo en pompa y dejarme libre acceso.

Otro detalle que me pone a mil por hora es ese momento, ese instante, en que la cabeza de la polla empuja, reventona, firme, y el culito, el ano mismo, parece que sí pero que no, parece que no pero que sí, y se va abriendo pero cuesta mucho... Me la pone durísima escuchar sus gemidos, sus quejidos un poco roncos, sus "cuidado", sus "despacito" apenas susurrados. Me excita al límite cuando tiembla un poquito, y se retuerce muy despacio sin querer escaparse, como acomodándose, como rindiéndose.

Y ya es la gloria cuando finalmente su resistencia se vence, su culo siempre tan prieto acaba de romperse, y la cabeza de mi polla es como si se deslizase dentro sin esfuerzo, pero solo la cabeza, porque cuando pasa su culo vuelve a cerrarse, como una trampa perfecta. Y en ese preciso instante ella a veces lanza un soplido, o suspira, o profiere un "ayyy" bajito y prolongado, y siempre siempre pega un respingo, un sobresalto leve, y si está a cuatro patitas termina posando la cabeza contra el colchón, o si la estoy enculando en la mesa apoya la frente en la ella, o si estamos de pie en la pared coloca la cara de lado en la pared, con los ojos cerrados, respirando un poco más fuerte.

Ese momento, ese repentino estremecimiento, ese quejido, son oro puro. Esos preciosos segundos que pasan desde que su culito es como si se descorchara, hasta que todo su cuerpo parece asumir que la enculada es ya inevitable, valen un puto imperio. Mirar esas nalgas redondas, turgentes, firmes, y ver tu polla sobresaliendo justo ahí, sabiendo que está vez, otra vez, una más, vas a domar y rendir algo que tú y solo tú has disfrutado, me provoca una euforia deliciosa.

Hay más, pero deberán ser contadas en otra ocasión.
 
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