El Fruto Prohibido. ( Continuación - 379 )
Cuando miré mi reloj

y vi que ya pasaba del medio día, fue que di la orden de dar por concluida la jornada. Encargué a Arantxa que fuera avisando a las diferentes secciones después de que cerrase al público la puerta de la calle, mientras que yo iba cerrando mi terminal y mi portátil. En cuanto concluí, cerré el despacho y me fui hacia la sala de descanso, donde ya se encontraba Lourdes dirigiendo el catering junto con Celine y Carmen.
Una buena parte del personal ya se encontraba allí, entre ellos Inma y Konrad. En un lateral de la sala estaban puestas unas mesas con manteles de papel y sobre las cuales lucían unas bandejas con unos canapés con muy buena pinta y unos pequeños sandwiches que se veían muy apetitosos y acompañados de diferentes bebidas, entre las cuales había unas botellas de vino.


Blancos de Rueda y unos tintos de Madrid, de Cadalso de los Vidrios concretamente...

Y al lado de las mesas había tres chicas veinteañeras y uniformadas con camisas blancas y faldas negras junto con un pequeño delantal color crema que lucía el emblema de la empres, y que hacían de camareras; eran dirigidas por un maestro de ceremonias todo trajeado y con unas poses muy profesionales, y a quien Lourdes me lo presentó como el coordinador del catering.
Tras ello, Lourdes me tomó del brazo y dijo dirigiéndose a los presentes:
----- Ya tenemos aquí al jefe y podemos comenzar.
Entonces pregunté:
----- ¿ Estamos todos y todas ?
----- Aún falta Arantxa y los chicos de informática. ----- me respondió Carmen.
----- Hay que esperarles... ----- respondí.
Y justo en ese momento aparecían los tres por la puerta junto con Arantxa.
----- Por fin llegan los rezagados... ----- comentó Lourdes.
Y toda la sala les aplaudió





con risas...



Jose Luís saludaba agitando la mano y se excusó:
----- A ver, teníamos que esperar a que se cerrasen los equipos.
Lourdes me miró y me preguntó:
----- ¿ Hablas tú ?
La miré brevemente a los ojos

y le respondí:
----- Vale, hago la presentación y continúas tu.
Asintió con un gesto.
Pedí un momento de silencio y poniéndome en medio de la sala comencé a hablar:
----- Gracias a todos por vuestra presencia, y antes de abrir el cateríng quiero deciros que hoy comienzan las fiestas navideñas, unas fiestas tradicionales para pasarlas en familia y toda la gente que queremos y apreciamos. Por eso antes de marcharlos e iniciarlas queremos tener unos momentos de confraternización entre nosotros, quienes aquí trabajamos día a día sacando esta casa adelante y a la que dedicamos lo mejor de nosotros. Hemos tenido un año aceptable, con dificultades eso sí; no es que estemos para tocar campanas, pero con esfuerzo vamos vadeando las dificultades y entre todos sacamos día a día este proyecto adelante. Habéis hecho y estáis haciendo una gran labor profesional que os queremos agradecer de esta manera...
Y con un gesto cedí la palabra a Lourdes que continuó:
----- Como bien acaba de decir Danny, queremos agradeceros vuestra dedicación y profesionalidad con este cateríng y esta reunión de camaradería para que confraternicemos y pasemos un rato agradable antes de marcharnos a nuestras casas con nuestras familias. Que tengáis todos y todas unas felices fiestas y damos por abierto el catering...
Sonaron los aplausos



en medio de los cuales volví a tomar brevemente la palabra:
----- Y como bien sabéis, nuestra política de gestión es cuidar y dar siempre prioridad al capital humano, a vosotros y vosotras...
----- Bieeeennnn....!!!!! ----- exclamó Inma.
Y siguieron más aplausos...




a la vez que Lourdes volvía a tomar la palabra:
----- Y sin más, desearon nuevamente que paséis unas felices fiestas y que el próximo año sea igual o mejor que este. Ahora si que damos por iniciado el catering y disfrutemos del momento.
Y mientras sonaban más aplausos




y vitores, las camareras agarraron las bandejas con canapés y fueron ofreciendo a los presentes, mientras que una de ellas con otra bandeja iba ofreciendo las bebidas siguiendo las instrucciones que recibían de su jefe coordinador.
Enseguida se formaron pequeños grupos de charla en los que enseguida comenzaron las bromas, los comentarios humorísticos y las risas contagiosas...




Yo me uní a Inma y Konrad con una copa de vino en la mano, y enseguida se nos acoplaron Carmen y Jose Luís; y así de manera distendida fuimos hablando y comentando como se presentaban las fiestas mientras degustábamos los canapés, mientras que Carmen ioptaba por un pequeño sandwich vegetariano...
Poco después me disculpé y fui cambiando de grupo para ir hablando con unos y con otros, tal y como corresponde a un anfitrión. Algunos que otros me hacían preguntas sobre temas de trabajo, y sonriendo miraba mi reloj y les respondía en clave de humor que ya se había cerrado la jornada laboral y que no me pagaban horas extra.
Así estuvimos como una hora y media en que ya la gente comenzaba a retirarse. Cuando se marchó el último dimos por concluido el catering y me quedé para echar el cierre, tal y como había acordado con Lourdes... Carmen se quedó conmigo aún a pesar de mi insistencia en que se marchase, ya que obligaba a Inma y Konrad a quedarse también ya que se tenía que ir con ellos de vuelta a Madrid. pero los tres dijeron que no, que esperaban conmigo al cierre.
Una vez que recogieron el catering y se retiraban, les agradecí el servicio. Después salimos nosotros cuatro que ya éramos los últimos; y mientras echaba el cierre a la puerta les dije:
----- Se acabó...
----- Por fin...!!!! ----- exclamó Carmen.
----- Siento no poder quedarme porque me gustaría invitaros a tomar algo, pero me espera un vuelo. ----- argumenté.
----- No importa, no te preocupes... ----- me dijo Inma.
Me fui despidiendo de ellos, dejando a Carmen para el final.
Nos miramos uno frente al otro, y agarrándonos de las manos me dijo:
----- Pásalo bien, cariño.
----- Tu también. ----- le respondí.
Nos dimos un beso en los labios...

mientras que Inma nos jaleaba y aplaudía...


Sin más entraron en el coche de Konrad, mientras que yo tomaba el mio. Al ponerse en marcha, Carmen desde el asiento trasero me despedía agitando la mano y lanzándome besos...



Salí detrás de ellos y al entrar en la nacional les adelanté tocando el claxon, y acelerando puse rumbo al aeropuerto, a donde llegué con margen de tiempo... Dejé el coche estacionado en un parking de larga estancia; después saqué el trolley del maletero y tomé camino de la terminal en la que partiría mi vuelo...

Cuando llegué a la zona de salidas, me puse en la cola que me correspondía para cerrar el pasaje y hacer el chek-in. Y tras haberlo realizado pasé los controles de seguridad, y ya en la zona franca me fui a una cafetería donde comí un par de sandwiches


acompañados de una cerveza...
Una vez que llené el estómago con aquello me fui hacia la zona de embarque que me correspondía, donde busque la puerta que me habían indicado, y allí fue que me senté en un asiento que estaba libre a esperar que nos llamasen para embarcar... Y mirando a un lado y otro vi que estábamos esperando como unas treinta personas, con lo que deduje que no sería muy grande el avión en que íbamos a viajar.
Como media hora más tarde se inició el embarque, el cual transcurrió bastante rápido; y efectivamente viajábamos en un pequeño avión de unas cincuenta plazas, que en poco más de una hora de vuelo nos llevaría hasta Santander.
En cuanto me acomodé en mi asiento, me abroché el cinturón y me quedé esperando al despegue. Por suerte el asiento de al lado no era ocupado, con lo cual haría un vuelo cómodo y con espacio.
Al final hicimos el vuelo sin mayor novedad y llegamos en hora a Santander. En cuanto salí del avión me dirigí a la cinta para recoger mi trolley, y en cuanto lo agarré me fui directo a la salida, donde mi hermana me estaba esperando junto con sus hijos, que al verme vinieron corriendo y eufóricos a mi encuentro. Según llegaron a mi altura solté el trolley y tomé a ambos en mis brazos apretándolos contra mi y besándolos




con todo afecto; a fin de cuentas, ellos y su madre eran la única familia directa que me quedaba.
Mi hermana también se acercó sonriendo y tras abrazarnos e intercambiar un par de besos...
----- ¿ Como estas ? ¿ Que tal el vuelo ?
----- Bien... ¿ Y vosotros ?
----- Pues como ves... estos trastos están eufóricos porque viene el tío... La novedad.
Me reí mientras ella tomaba mi trolley.
----- Mejor lo llevo yo que estás muy ocupado. ----- me dijo.
Pues mi sobrino se había agarrado a mi mano y mi sobrina a la otra; y así salimos en busca del coche mientras les iba opreguntando por el colegio y ellos me contaban sus cosas. Eran unos niños inquietos y encantadores.
Según entramos en el coche y mi hermana lo ponía en marcha, me fue comentando que esa noche cenaríamos con la familia de su marido, que habían organizado la cena en un chalet que su cuñada tenía cerca de Pedreña y a donde se había mudado hacía unos pocos meses.
En cuanto llegamos a su casa me fui instalando en el cuarto que me había asignado; al abrir el trolley saqué unas cosas que traía a mis sobrinos que no se separaban de mi... eufóricos con el tío que venía de Madrid. Después di a mi hermana un pequeño detalle que también le traía. Lo fue abriendo retirando el papel en que venían envuelto y al ver que era un perfume se quedó mirándolo en silencio.
Tras unos segundos me dijo:
----- Muchas gracias... era el que le gustaba a mamá.
Afirmé con un gesto y le comenté:
----- Recuerdo que lo usabas a escondidas...
Ella se rió y dijo:
----- Si, y como le molestaba.
En ese momento nos miramos en silencio y tras unos segundos dije:
----- Se la echa mucho de menos.
----- Muchísimo... Aún no me hago a la idea.
Afirmé con un gesto mientras apretaba los labios y a continuación comenté:
----- A pesar de todo percibo su presencia en el ambiente...
Y afirmando con gestos me respondió:
----- Yo también la percibo...
Y a continuación añadió:
----- Algunas veces sueño con ella y al despertarme tengo la sensación como de haber estado realmente a su lado.
----- Lo mismo me ocurre a mi.
Después sonrió y me comentó:
----- Ultimamente estaba preocupada contigo.
Me quedé sorprendido


y dije incrédulo:
----- ¿ Conmigo ? ¿ Pero por que ?
Y sonriendo me respondió:
----- Porque no te casabas y te quería ver casado.
Nos reímos



los dos y dije en tono de lamento:
----- Ayyyyy... pobrecilla, siempre igual.
Y en ese momento me preguntó por Carmen y como me iba con ella; también me dijo que tenía muchas ganas de conocerla y me preguntó por que no la había traído conmigo. Entonces le expliqué los motivos y la situación que tenían ella y su hermana con el padre.
También me preguntó si tenía planes de casarme con ella y le dije que no; le comenté nuestros planes de vivir juntos, pero nuestras diferencias de criterio lo estaban retrasando ya que yo quería irme de Madrid a un lugar más próximo al trabajo y ella que no estaba por la labor, quería continuar viviendo en la capital; actitud que mi hermana me dijo que no comprendía...



Más tarde ya relajados, nos sentamos en el salón y ahí me fue comentando asuntos familiares relacionados con el patrimonio que nuestra madre nos había dejado en herencia, patrimonio que estaba gestionando ella con la ayuda de su marido... Pero también me comentó que iba a poner todo en manos de un gestor profesional ya que no tenía tiempo para gestionar debidamente todo aquello. Yo aprobé aquella decisión y le di mi apoyo... Me comentó también que conocían uno de confianza y buena reputación, y con el que tenía una estrecha amistad uno de sus cuñados.
Continuará........................................................................