Una tarde con una extranjera

Maverick-XIII

Miembro muy activo
Desde
26 Jun 2023
Mensajes
240
Reputación
497
Ubicación
Ciudad Real, España
Buenas tardes,

Os dejo mi primer relato que escribí hace un par de años.

Espero que lo disfrutéis y contarme cualquier comentario de mejoría, valoración, etc. Estoy abierto abierto a cualquier comentario :)

Y ahora os dejo con el relato:



Estaba en mi casa solo; preguntándome que hacer. Era lo malo de estar en verano cuando no trabajas; por las mañanas solo te dedicas a ver la tele hasta que llega la hora de comer.

Lo único que hacía era limpiar la casa y acto seguido ponerme a ver algún canal mañanero; en esta ocasión no fue así. Después de limpiar la casa y ponerme a beber un vaso de agua, observe mi frigorífico. No tenía nada para cenar esta noche; tenia congelado, pero me apetecía comer algo sano y menos frito, llevaba tres días con fritanga que mi cuerpo se estaba quejando.

Así que me dispuse a ir al Mercadora a comprar mi cena. Me dije que sería mejor ir ahora ya que luego por la tarde perdería tiempo para hacer ejercicio.

El ambiente de la plaza de mi pueblo era muy abundante; era normal dado que estábamos en la feria del teatro y venia mucha gente; la gente del pueblo, gente de otras comunidades, extranjeros…

Mientras iba de camino en dirección a la plaza y partir de ahí al Mercadora; vi a lo lejos una chica en medio de la calle, estaba andando de un lado para otro. Me imagine que estaba esperando a alguien o bien estaba medio perdida. Conforme me acercaba donde estaba me di cuenta de que no era de aquí. Estando en mis pensamientos no me percate que la chica me estaba llamando y me sorprendí.

- ¿Disculpa guapo; me podrías ayudar? -

-Estoo… si, dime-

- ¿Hay por aquí un sitio donde comprar agua?, he mirado por todas partes, pero no veo he visto nada. ¿Por qué tu eres de aquí, ¿no?

Conforme me estaba hablando me fije en su cara, era guapísima y se podría decir que era de mi edad o algo más, pero aparentaba menos. Con una media melena castaña y unos ojos marrones brillantes.

-Sí; veras hay una máquina expendedora. Mira, en esta calle – Mientras lo explicaba a la chica; hacía gestos con la mano para que también lo entendiese. – en la siguiente intersección, gira a la izquierda y al final de ella estarás en la plaza. Pues si sigues recto conforme sales de esa calle hay un puesto de chuches, al lado de esta hay una máquina expendedora para comprar botellas de agua. Además de que en la tienda de chuches, también la vende.

-Ay pues muchas gracias guapo, estaba algo perdida como no soy de aquí pues es normal, jajá.

-No pasaba nada, un placer.

Al terminar la conversación, se fue por el camino. No me di cuenta, pero conforme se iba me fijé completamente en ella; era toda una belleza. Tenía puesto un vestido azul que el realzaba su figura. Unas piernas desnudas, hermosas y finas que parecían no tener fin. Con una sandalia a juego junto a sus pies bonitos junto a sus uñas pintadas; muy bien cuidados. Me quede atónito como era.

Pero para su desgracia, aquella chica le jugo una mala pasada. Piso mal y se torció un tobillo. A ver como casi se caía y se apoyaba en la pared; fui allí a ver que le pasaba.

- ¿Se encuentra usted bien? -

-No del todo; me he hecho daño en el tobillo-lo decía mientras se tocaba su tobillo.

-Espera, no te preocupes. Hay muy cerca un banco y te llevo ahí, vale. - me dio mucha pena; así que se me ocurrió esta idea para que se le pasase el dolor.

-Vale…gracias. - un una leve y dolora sonrisa me dijo estas palabras.

La llevé a un pequeño parque, no había que caminar mucho porque casi donde ella se había perdido estaba ese parque. Y la senté en el banco cuando llegamos.

- ¿Te importa que te examine el pie? -

-No, adelante-

Le cogí el pie y le quité la sandalia; tenía un pie perfecto. Me quede observándolo pasmado; sin impurezas, muy buen cuidado y parecía muy suave. Me fije que no tenía nada, pero era tenia molestias por el brusco movimiento; así que le pedí que si le podría dar un masaje de pies. A la que ella respondió una sonrisa y encantada de que se lo diera.

Masajeé su pie y mis sospechas eran ciertas; muy suaves y cuidadas. Al darle el masaje apenas me podría controlar; estaba creciendo el bulto entre mis pantalones. Miré a la chica porque me estaba poniendo nervioso si se diese cuenta; pero me encontré con toda una sorpresa.

Parecía que le estaba gustando…demasiado; cerraba los ojos y respiraba profundo. ¿Le estaría gustando el masaje?

Finalmente paré y puse su sandalia donde correspondía, en ese perfecto pie. Antes de que dijese nada, ella me dijo:

- ¿Podríamos ir a un sitio más calmado? -me preguntó mientras se acercaba a mi cara.

Estaba empalmado y ella estaría algo mojada; así que cogí aire y le dije que sí. Fuimos a mi casa los dos; durante el camino la observaba para ver como estaba, poco a poco cogía menos. Al llegar a mi casa eché la llave de la puerta y acto seguido ella se me abalanzó sobre mí. Entre besos íbamos subiendo por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Al llegar me tira en mi cama y vi cómo se desnudaba ante mí. Se quitó el vestido y dejo su bolso en el suelo; intentando buscar algo. Yo me quedé perplejo de lo que veía y me asombre de lo que sacó. Tenía en sus manos unas bridas con las que me ató en las manos y en los pies; dejándome inmóvil ante ella.

Se incorpora encima mía y se quita las sandalias que llevaba dejándolas justo donde esta mi cara. Olí sus pies y tenían un olor exquisito; no era olor de sudor ni nada; olía como ella.

- ¡Chúpamelos! -me ordeno que lo hiciera.

Y eso hice; no deje lugar donde lamer o chupar. Mientras ella disfrutaba de lo que veía; poco a poco se tocaba el pecho y su clítoris entre gemidos. Ambos estábamos disfrutando ello.

Después de un rato con sus pies empapados; yo estaba a cien, pero ella quería más. Aparto sus pies y me quito la camiseta, en un último acto acaricio mi cuerpo con sus pies para luego cambiar de posición. Tenía delante su coño y ella iba de camino hacia mis pantalones. Dejo caer su culo contra mi cara; no podía respirar, solo podía chupar. Permaneció inmóvil en esa posición; esperando a que actuase, y eso hice.

Seguí chupando su dulce coño sin parar. Entre gemidos oía como disfrutaba; moviendo de vez en cuando su culo, cada vez respirando mas acelerada. Estamos jadeando por el placer que sentíamos hasta que ella lanzo un grito.

-Ahhhh…aah...ahh- dijo temblorosa. Se había corrido.

Para mi sorpresa no termino ahí; se apartó de mi yendo a por lo que buscaba; me quito los pantalones y los calzones dejando mi miembro al aire. Se puso a gatas y comenzó a chupármela.

Tenía un ansia voraz. Solo se escuchaba el sonido de su garganta en mi prepucio. Era insaciable y yo no podía aguantar mucho, del placer se corrí dentro de su boca. Parecía que aquí se había terminado, pero no fue así.

-Ahora quiero me cabalgues. Me lanzó un guiño mientras colocaba mi miembro. Se la introdujo entera donde ella se asombró y comenzó a botar.

Entre jadeos intentaba usar mi cuerpo para moverme; se hacía difícil con las bridas puestas pero el goce era mucho mayor. Poco a poco sube las revoluciones; más rápido y ms fuerte. Le estaba gustado mucho. Disfruta de la melodía entre gemidos y golpes entre sus muslos y su culo.

-Aaah, sigue así- Grité de placer conforme me arañaba mi cuerpo. Estaba desatada y estaba gozando de ello.

Gritos y chillidos se oían en mi casa. Entre ratos cambiaba de ritmo; se movía en círculos; delante y atrás. Estábamos cerca del éxtasis, otra vez.

-Me voy a correr, aah- decía entre gemidos.

-Uuuh... yo también. - respondía entre jadeos- No voy a aguantar más…-

A los poco segundos culminamos entre un gran grito de placer. Agotados, sudorosos y complacidos, respirando agitadamente.

La tuve tumbada en mi cuerpo respirando; agotada y yo estaba igual y disfruté de este momento que cerré los ojos.

Al despertar vi que había desaparecido las bridas que tenía puestas y la chica. Me quede algo dormido, tal vez una media hora. Me dirigía a bajo para saber si estaba ella por mi casa; pero no estaba y no tenía puesto la llave la puerta. Intuí que se había ido. Fui arriba a vestirme y entre mis pantalones encontré un Post-it en el que había apuntado un número de teléfono y una nota.


“Ten mi número y quedamos esta noche. XOXO Sandra.”



FIN
 
Buenas tardes,

Os dejo mi primer relato que escribí hace un par de años.

Espero que lo disfrutéis y contarme cualquier comentario de mejoría, valoración, etc. Estoy abierto abierto a cualquier comentario :)

Y ahora os dejo con el relato:



Estaba en mi casa solo; preguntándome que hacer. Era lo malo de estar en verano cuando no trabajas; por las mañanas solo te dedicas a ver la tele hasta que llega la hora de comer.

Lo único que hacía era limpiar la casa y acto seguido ponerme a ver algún canal mañanero; en esta ocasión no fue así. Después de limpiar la casa y ponerme a beber un vaso de agua, observe mi frigorífico. No tenía nada para cenar esta noche; tenia congelado, pero me apetecía comer algo sano y menos frito, llevaba tres días con fritanga que mi cuerpo se estaba quejando.

Así que me dispuse a ir al Mercadora a comprar mi cena. Me dije que sería mejor ir ahora ya que luego por la tarde perdería tiempo para hacer ejercicio.

El ambiente de la plaza de mi pueblo era muy abundante; era normal dado que estábamos en la feria del teatro y venia mucha gente; la gente del pueblo, gente de otras comunidades, extranjeros…

Mientras iba de camino en dirección a la plaza y partir de ahí al Mercadora; vi a lo lejos una chica en medio de la calle, estaba andando de un lado para otro. Me imagine que estaba esperando a alguien o bien estaba medio perdida. Conforme me acercaba donde estaba me di cuenta de que no era de aquí. Estando en mis pensamientos no me percate que la chica me estaba llamando y me sorprendí.

- ¿Disculpa guapo; me podrías ayudar? -

-Estoo… si, dime-

- ¿Hay por aquí un sitio donde comprar agua?, he mirado por todas partes, pero no veo he visto nada. ¿Por qué tu eres de aquí, ¿no?

Conforme me estaba hablando me fije en su cara, era guapísima y se podría decir que era de mi edad o algo más, pero aparentaba menos. Con una media melena castaña y unos ojos marrones brillantes.

-Sí; veras hay una máquina expendedora. Mira, en esta calle – Mientras lo explicaba a la chica; hacía gestos con la mano para que también lo entendiese. – en la siguiente intersección, gira a la izquierda y al final de ella estarás en la plaza. Pues si sigues recto conforme sales de esa calle hay un puesto de chuches, al lado de esta hay una máquina expendedora para comprar botellas de agua. Además de que en la tienda de chuches, también la vende.

-Ay pues muchas gracias guapo, estaba algo perdida como no soy de aquí pues es normal, jajá.

-No pasaba nada, un placer.

Al terminar la conversación, se fue por el camino. No me di cuenta, pero conforme se iba me fijé completamente en ella; era toda una belleza. Tenía puesto un vestido azul que el realzaba su figura. Unas piernas desnudas, hermosas y finas que parecían no tener fin. Con una sandalia a juego junto a sus pies bonitos junto a sus uñas pintadas; muy bien cuidados. Me quede atónito como era.

Pero para su desgracia, aquella chica le jugo una mala pasada. Piso mal y se torció un tobillo. A ver como casi se caía y se apoyaba en la pared; fui allí a ver que le pasaba.

- ¿Se encuentra usted bien? -

-No del todo; me he hecho daño en el tobillo-lo decía mientras se tocaba su tobillo.

-Espera, no te preocupes. Hay muy cerca un banco y te llevo ahí, vale. - me dio mucha pena; así que se me ocurrió esta idea para que se le pasase el dolor.

-Vale…gracias. - un una leve y dolora sonrisa me dijo estas palabras.

La llevé a un pequeño parque, no había que caminar mucho porque casi donde ella se había perdido estaba ese parque. Y la senté en el banco cuando llegamos.

- ¿Te importa que te examine el pie? -

-No, adelante-

Le cogí el pie y le quité la sandalia; tenía un pie perfecto. Me quede observándolo pasmado; sin impurezas, muy buen cuidado y parecía muy suave. Me fije que no tenía nada, pero era tenia molestias por el brusco movimiento; así que le pedí que si le podría dar un masaje de pies. A la que ella respondió una sonrisa y encantada de que se lo diera.

Masajeé su pie y mis sospechas eran ciertas; muy suaves y cuidadas. Al darle el masaje apenas me podría controlar; estaba creciendo el bulto entre mis pantalones. Miré a la chica porque me estaba poniendo nervioso si se diese cuenta; pero me encontré con toda una sorpresa.

Parecía que le estaba gustando…demasiado; cerraba los ojos y respiraba profundo. ¿Le estaría gustando el masaje?

Finalmente paré y puse su sandalia donde correspondía, en ese perfecto pie. Antes de que dijese nada, ella me dijo:

- ¿Podríamos ir a un sitio más calmado? -me preguntó mientras se acercaba a mi cara.

Estaba empalmado y ella estaría algo mojada; así que cogí aire y le dije que sí. Fuimos a mi casa los dos; durante el camino la observaba para ver como estaba, poco a poco cogía menos. Al llegar a mi casa eché la llave de la puerta y acto seguido ella se me abalanzó sobre mí. Entre besos íbamos subiendo por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Al llegar me tira en mi cama y vi cómo se desnudaba ante mí. Se quitó el vestido y dejo su bolso en el suelo; intentando buscar algo. Yo me quedé perplejo de lo que veía y me asombre de lo que sacó. Tenía en sus manos unas bridas con las que me ató en las manos y en los pies; dejándome inmóvil ante ella.

Se incorpora encima mía y se quita las sandalias que llevaba dejándolas justo donde esta mi cara. Olí sus pies y tenían un olor exquisito; no era olor de sudor ni nada; olía como ella.

- ¡Chúpamelos! -me ordeno que lo hiciera.

Y eso hice; no deje lugar donde lamer o chupar. Mientras ella disfrutaba de lo que veía; poco a poco se tocaba el pecho y su clítoris entre gemidos. Ambos estábamos disfrutando ello.

Después de un rato con sus pies empapados; yo estaba a cien, pero ella quería más. Aparto sus pies y me quito la camiseta, en un último acto acaricio mi cuerpo con sus pies para luego cambiar de posición. Tenía delante su coño y ella iba de camino hacia mis pantalones. Dejo caer su culo contra mi cara; no podía respirar, solo podía chupar. Permaneció inmóvil en esa posición; esperando a que actuase, y eso hice.

Seguí chupando su dulce coño sin parar. Entre gemidos oía como disfrutaba; moviendo de vez en cuando su culo, cada vez respirando mas acelerada. Estamos jadeando por el placer que sentíamos hasta que ella lanzo un grito.

-Ahhhh…aah...ahh- dijo temblorosa. Se había corrido.

Para mi sorpresa no termino ahí; se apartó de mi yendo a por lo que buscaba; me quito los pantalones y los calzones dejando mi miembro al aire. Se puso a gatas y comenzó a chupármela.

Tenía un ansia voraz. Solo se escuchaba el sonido de su garganta en mi prepucio. Era insaciable y yo no podía aguantar mucho, del placer se corrí dentro de su boca. Parecía que aquí se había terminado, pero no fue así.

-Ahora quiero me cabalgues. Me lanzó un guiño mientras colocaba mi miembro. Se la introdujo entera donde ella se asombró y comenzó a botar.

Entre jadeos intentaba usar mi cuerpo para moverme; se hacía difícil con las bridas puestas pero el goce era mucho mayor. Poco a poco sube las revoluciones; más rápido y ms fuerte. Le estaba gustado mucho. Disfruta de la melodía entre gemidos y golpes entre sus muslos y su culo.

-Aaah, sigue así- Grité de placer conforme me arañaba mi cuerpo. Estaba desatada y estaba gozando de ello.

Gritos y chillidos se oían en mi casa. Entre ratos cambiaba de ritmo; se movía en círculos; delante y atrás. Estábamos cerca del éxtasis, otra vez.

-Me voy a correr, aah- decía entre gemidos.

-Uuuh... yo también. - respondía entre jadeos- No voy a aguantar más…-

A los poco segundos culminamos entre un gran grito de placer. Agotados, sudorosos y complacidos, respirando agitadamente.

La tuve tumbada en mi cuerpo respirando; agotada y yo estaba igual y disfruté de este momento que cerré los ojos.

Al despertar vi que había desaparecido las bridas que tenía puestas y la chica. Me quede algo dormido, tal vez una media hora. Me dirigía a bajo para saber si estaba ella por mi casa; pero no estaba y no tenía puesto la llave la puerta. Intuí que se había ido. Fui arriba a vestirme y entre mis pantalones encontré un Post-it en el que había apuntado un número de teléfono y una nota.


“Ten mi número y quedamos esta noche. XOXO Sandra.”



FIN
Quedaste
 
Buenas gente.

Estoy trabajando ya en la segunda parte. He tardado un bastante debido a otros asuntos, pero pronto podéis disfrutar de la segunda parte de este relato. Os iré informando ;).

Y gracias por el apoyo :)
 
Buenas gente.

Estoy trabajando ya en la segunda parte. He tardado un bastante debido a otros asuntos, pero pronto podéis disfrutar de la segunda parte de este relato. Os iré informando ;).

Y gracias por el apoyo :)
Estás tardando
 
Atrás
Top Abajo