Fotos y Videos Trans con pollones

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Hay algo profundamente magnético en los cuerpos que rompen esquemas, que mezclan lo que se espera y lo que sorprende. Las personas trans con anatomías que desafían las etiquetas —pechos suaves, cintura de vértigo, rostro de mujer y un sexo que impone— tienen un poder erótico que va más allá de lo físico: es puro vértigo.

No es sólo la imagen. Es la dualidad, el contraste. La delicadeza de una boca con el poder de una erección firme, la dulzura en la voz con la tensión en los muslos. Ese juego de fuerzas, de feminidad evidente y energía contenida, me parece un terreno de deseo infinito.

No es raro. Es excitante. Es distinto. Es un lugar donde el placer no sigue las reglas de siempre, donde lo que toca y lo que penetra no es sólo un cuerpo… sino una idea que se transforma mientras lo sientes.
 
Llevo toda la mañana con el coño húmedo y las piernas flojas. Y sí, lo confieso: me he pasado una hora mirando fotos de chicas trans con pollones que parecen diseñados para romperme por dentro. Pero joder, qué forma de inspirar fantasías sucias y reales.
Cuerpos hermosos, distintos, deseables. Senos suaves, cinturas marcadas y esa polla dura colgando, lista para usarme. Me calienta ver cómo se tocan, cómo se la sacan, cómo se corren sobre ellas mismas con una mezcla de rabia y placer que me revienta por dentro.
Me he tocado mientras las veía. Dos veces. La segunda con los dedos dentro, mordiéndome los labios, imaginando que una de ellas me follaba por detrás, mientras me susurraba cosas sucias al oído con voz grave y piel dulce.
Si alguna vez me cruzo con una así… no responderé de mí. Me abriré entera. Y dejaré que me lo haga todo.
¿A alguien más le calientan tanto como a mí?
—Con los dedos aún mojados y la mente ardiendo,
Patri
 
mostoles dijo:
Llevo toda la mañana con el coño húmedo y las piernas flojas. Y sí, lo confieso: me he pasado una hora mirando fotos de chicas trans con pollones que parecen diseñados para romperme por dentro. Pero joder, qué forma de inspirar fantasías sucias y reales.
Cuerpos hermosos, distintos, deseables. Senos suaves, cinturas marcadas y esa polla dura colgando, lista para usarme. Me calienta ver cómo se tocan, cómo se la sacan, cómo se corren sobre ellas mismas con una mezcla de rabia y placer que me revienta por dentro.
Me he tocado mientras las veía. Dos veces. La segunda con los dedos dentro, mordiéndome los labios, imaginando que una de ellas me follaba por detrás, mientras me susurraba cosas sucias al oído con voz grave y piel dulce.
Si alguna vez me cruzo con una así… no responderé de mí. Me abriré entera. Y dejaré que me lo haga todo.
¿A alguien más le calientan tanto como a mí?
—Con los dedos aún mojados y la mente ardiendo,
Patri
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A mí también me excitan mucho, tal y como lo describes
 
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