Básicamente, todo lo que has dicho, Solchallace, un poco de todo.
En el primer correo, Alba está enfadada por lo ya dicho (Zaik lo ha explicado), en el segundo y tercero (escritos casi seguidos y que por eso Dani los lee a la vez), ella habla desde la frustración. Para entonces ya sabía algo de los sucios que eran sus amigos (sin conocer del todo la trama), pero le puede la rabia de no verlo. Todavía no sabía lo del anillo con Estrella y su carácter volcánico aún era dueña de ella.
Dani es un sufridor estoico, pero también tiene su dignidad. No le contesta por orgullo (y rencor). En un estado como el suyo, creo que todos necesitamos que se arrastren hacia nosotros rogando para castigar con nuestra indiferencia.
Dani llega a pensarlo:
"Le extrañaba que Alba no intentara contactar con él, que no lo buscara. En el fondo y, aunque se negaba a reconocerlo, deseaba que ella se arrastrara pidiendo perdón. Necesitaba saber que su ausencia la estaba matando tanto como a él. Cada vez que oía el sonido del portero o un ruido en el descansillo, levantaba la cabeza esperando que ella entrara por la puerta.
Probablemente se negaría a recibirla y la castigaría con su indiferencia, fruto de su frustración, pero, al menos, le haría sentir mejor."