Situaciones excitantes en la playa. [Hilo para tratar sobre su temática y NO para contactar]

Yo en un viaje a canarias con mi mujer, en las famosas Maspalomas. Teníamos curiosidad por saber si era cierto lo que decían que pasaba entre las dunas y nos adentramos por esos lugares que están llenos de caminitos, como no vimos a nadie y estábamos muy calientes la cogí y, como veníamos de estar desnudos en la playa debajo de la falda no llevaba nada, le levanté la falda y empecé a follarmela. De repente, no se de donde, salieron tres tíos que se acercaron a nosotros, se quedaron a unos tres metros mirando como la zumbaba bien así de pie. Pues mi mujer se separó de mi, se puso de rodillas e hizo una señal a los tres para que se acercaran, total que les hizo una mamada a los tres con corrida en la boca incluida delante mío. Nunca había hecho algo así y me encantó.
Ufff!! Que bueno 😍
 
Está anécdota me ocurrió hace ya algunos años, estaba en una cala nudista por la mañana, la parte nudista está separada de la textil por unas rocas.

Estaba en la orilla cuando veo que entra en la zona nudista una chica con móvil en mano de unos treinta pocos. Era rubia, ojos azules, cara bonita, delgada sobre 1,65 de alto. Estaba en topless y tenía una braguita roja que le dejaba ver un poco las nalgas, también tenía buen culo (se me pone dura al recordarla).

Pasa a mí lado y se dirige a donde termina la playa, y sube a las rocas. A lo que le digo que cuidado que resbala. Me dice si le puedo echar una mano a subir ya que quería hacer unas fotos.

Subo yo primero y le doy la mano ella también sube, luego subimos medio escalando otra roca para llegar arriba, iba yo delante con el culo al aire y colgando me la polla con la cara de ella detrás. Arriba saca unas fotos y me pide si le puedo quitar alguna con ella de espaldas mirando al mar. Le saco varias y al volver le echa un ojo, mientras las repasamos yo con mi polla un poquito contenta a muy pocos centímetros de sus piernas y braga.

Me comenta que venía de una localidad del interior y que estaba con dos amigos (si estuviera sola o con amigas le diría que se está mejor en la parte nudista). Al bajar de las rocas repetimos la jugada de bajar poco a poco y las últimas le doy la mano, ella con sus tetas botando y yo con la polla al aire.

Al llegar a la arena se vuelve para su toalla y antes me da las gracias. Una anécdota de unos diez minutos que cuando llegue a casa cayó una buena paja en su honor.
 
Y tu novia se puso cachonda?, después de esas situaciones los polvos son para recodar, tenías que habértela follado.
Por la forma en como miraba hacia ese lado bastante, imagino que si! Y yo mucho más, intenté al llegar a casa follar pero decía que estaba agotada de la playa , asique con el calentón que llevaba como he dicho me fui a la ducha y corridon en un momento!
 
Es decir, tu chica empezó a hacer topless ese día. Seguro que el próximo día se lo quita desde el principio y terminará despelotándose contigo. No dejes de contárnoslo.
Ojalá sea así! Tengo unas ganas de que lo haga del todo y se deje ver para que otros se exciten viéndola que solo de pensarlo me empalmo. Cuando ella se puso casi sin el sujetador, yo le dije que no tenía ningún inconveniente que se lo podía quitar así no le quedaba marca (no quise forzar para que no se sintiera presionada) y me dijo que ya lo sabía que era un poco por ella... Le dije que ahora mismo te encuentras a más chicas en la playa sin la parte de arriba que con y siguió así pero al ir dándose la vuelta para tomar el sol o cambiarse cuando nos íbamos a ir se dejó ver los pechos cosa que antes era impensable , pienso que este verano se puede venir el estar en topples completamente desde el principio!
 
He ido esta tarde a la playa tardecito al salir de trabajar y no habia prácticamente nadie, pues nada no se puede estar tranquilo , enseguida rodeado de mirones, hombres etc... sin hacerles ni caso ni nada y ellos venga a sentarse al lado, detras etc.. hasta que te tienes que ir de la incomodidad..
 
Somos una pareja de 36 y 38 años. Está experiencia la cuento aquí porque nos ocurrió en una playa del sur de España. Nunca hubiéramos pensado en hacer una cosa así, pero sin buscarla en un principio, se dieron unas circunstancias ( las típicas, un poco de alcohol etc..) y que luego contaré, la dirigimos nosotros. Posteriormente está situación nos marcó para que en otros contextos ( por eso las otras situaciones o experiencias las colocaré en otro hilo), las hayamos aprovechado para buscar ese morbo en busca de ese placer sexual. Insisto que no las buscamos, pero tengo que reconocer que hay ciertos momentos que estamos más proclives a que se den y cuanto más situaciones se dan, más te puede llegar a enganchar. Lo vemos como un juego sexual compartido. Nos divertimos y punto. Debido a esa experiencia de la playa que nos marcó, las situaciones han sido con personas de más de 70 años para arriba, bueno o eso aparentaban . Otras, se han dado en entornos más controlados como en casa, y ahí claro han sido más jóvenes como(técnicos, operarios, reparaciones etc. ). Bueno paso a contar la experiencia.

Todo se inició hace un par de años sobre mediados de marzo, un par de semanas antes de Semana Santa; sería martes o miércoles, entre semana, por lo que decidimos en dar un paseo por la playa a unos kilómetros de donde estábamos alojados, pero se nos hizo tarde y salimos casi a mediodía. Dejamos el coche aparcado a las afueras de la localidad y valoramos que primero era mejor comer algo y después dar la vuelta por dicha playa. Hacía una temperatura sobre 20 o 22 grados y como digo la idea era dar un paseo. Llevamos una pequeña mochila con dos toallas y un bote de crema y poco más, bueno si un par de bocatas, pero como digo decidimos comer algo en un restaurante. Olga, iba con una malla de deporte color rosa claro y camiseta a juego y zapatillas deportivas ,mide 1,69 y pesa unos 59 kilos. La verdad es que le queda tan prieto y ajustado que se le marcaban todos los labios y el culo por supuesto ni que decir. Uno de los camareros que nos atendió de uno 40 años no podía quitar la vista, se la comía con los ojos. Bueno resumiendo, pedimos para comer y de bebida una botella de "Alvariño 75cl", craso error, al final nos pedimos otra que dejamos un culin. Después de comer nos levantamos de la terraza y nos dirigimos a hacía la playa. Olga iba un poco tocada con un puntito guapo y muy despacio entramos en la arena y nos pusimos a andar cerca de la orilla buscando un buen lugar para tumbarnos. Al entrar en la playa ya me di cuenta que un señor de unos 75 años con una gorra roja, con unos auriculares, y una radio pequeña en la mano, había estado en la zona del restaurante sentado en un murete al lado de nuestra mesa de la terraza. Había estado pendiente todo el rato de Olga. Cuando se levantó Olga en una ocasión al baño y vino hacía la mesa, el hombre como estaba sentado en dicho murete del paseo y nuestra mesa que era la última pegada a él, el coño y culo de Olga lo tenía a su vista. Así que cuando nos levantamos y vio que nos dirigíamos a la playa supongo también que nos siguió por detrás a distancia. El caso es que la playa tiene una zona textil y posteriormente la nudista, sin darnos cuenta había un cartel grande que lo vimos después de tumbarnos y nos quedamos a unos 50 metros de dicho cartel. Decidimos ya no movernos y quedarnos allí. La verdad es que no había casi nadie, había dos chicas desnudas en compañía de un chico también desnudo a unos 80 metros, con unas bicicletas, que al poco de llegar se vistieron y se marcharon. Nosotros pusimos las toallas en la arena y nos tumbamos, no teníamos bañador por que la idea era dar un paseo y como tampoco hacía un día despejado, hacía sol pero había nubes blancas sin mas, era pasar un par de horas en la playa y volver al alojamiento. La playa tiene un ancho de 40 o 50 metros y nos colocamos casi atrás del todo donde había un caminito y una zona como vallada o eso nos pareció.
Después de unos minutos tumbados, le comento a Olga que se encontraba boca abajo, qué si le daba un pequeño masaje en la pierna izquierda, ya que tiene un problema con el piramidal y le suelo dar masajes en la zona del glúteo, ya que le relaja bastante. Olga que tenía un pequeño pedal me dice que por supuesto. Yo de lado en mi toalla y ella boca abajo le empiezo a masajear el glúteo por encima de la malla apretando fuerte. Al rato veo que a lo lejos viene andando por la arena el señor de la gorra roja, que lo habíamos perdido de vista hacía un rato, así que no le di mas importancia. Cuando observo que andando por la orilla y a la llegada a nuestra altura ,y con el sitio que había por toda la playa, de forma disimulada fue subiendo hacía nosotros en vertical y se colocó por debajo de nosotros a unos 8 metros. "Date", pensé entonces, me di cuenta que podía ser el clásico mirón que está a la que salta y a ver si pilla algo, de tetas, culete, etc..., me dio la impresión que era conocedor de la zona. Un tipo de 1,70 cm, delgado, buen aspecto del sol y daba impresión de deportista, con pantalón corto ,camisa blanca y una chaquetilla bajo el brazo. El se puso sentado mirando hacia el mar, pero como de lado para ojearnos y dejando la pequeña radio encima de la chaquetiila en la arena. Yo no le di más importancia, y seguí masajeando el culo de Olga. El señor se giraba de forma disimulada de vez en cuando hacía nosotros para mirar. Yo la verdad sin pensarlo mucho opte por bajarle un poco la malla hasta medía nalga, dejando un poco a la vista un tanga rosa transparente a juego con la ropa deportiva .Claramente él sólo podía tener visión de la parte superior de las nalgas y el trozo de tira del tanga. Sacando el bote de crema le unté dicha nalga y masajee de nuevo su glúteo. Con la bajada de la malla ya observé que se puso más nervioso y con ganas de ir moviéndose, como con ganas de acercarse más para poder tener mejor visión. Me hacía gracia porque se desplazó sentado hacía atrás mientras miraba hacía el mar dejando un surco en la arena con su culo. Se quedó como a unos 5 o 6 metros de nosotros y ya vi que su intención era probarnos a ver si seguíamos o le cortábamos el rollo. Yo seguí con lo mío y lo único que le subí a Olga la camiseta hasta los hombros y dejando al descubierto la espalda y la tira del sujetador el cual desabroché para darle también masaje en la espalda y en la zona lumbar. Olga entre el pedal que llevaba y lo relajada ni se movía. No lo puedo explicar pero tener aquel tío a 5 metros, me estaba poniendo a mil, no me digáis porque, pero nunca lo había pensado que me estuviera poniendo cachondo con esto. Así que empecé a jugar un poco más y hacerme como el despistado, me interesaba que la viera un poco más hasta ver donde llegaba mi excitación. Pero claro Olga no sabía que tenía un tío a menos de 5 metros observando como le daba el masaje. Por un lado no se lo quería decir por si se cortaba, o se ponía boca arriba y se asustaba , tenía ese pensamiento divergente. Así que sin pensarlo, me agaché al oído de ella y aprovechando que estábamos un poco animados con el vinito ( bueno ella estaba más perjudicada que yo, la verdad) ,y el relax del entorno, me animé y le dije que teníamos al señor de la gorra roja cerca nuestro en la arena y que estaba mirando como le hacía el masaje, y le añadí, " éste si le digo te pone crema y te da el masaje encantado jajaja". Y la contestación fue la que me dejó perplejo, me dice " en tus manos estoy cariño, tu mismo, tengo un puto pedal de la hostia". Y seguido le contesto, " me estas poniendo cachondisimo no me digas eso que la lio", y va y termina diciéndome " "mientras no me vea la cara y me grabe me la suda, me esta entrando una modorra cojonuda". Bueno me quedé alucinando porque no suele hablar así. No sabía que hacer, miraba a Olga allí tumbada y el viejo a 5 metros. Así que decidí probarme yo también a ver que sentía dando un paso más, y hasta que límites podía aguantar viendo las posibles reacciones del señor.

Comentar que pasaba alguna pareja por la orilla de vez en cuando, alguien paseando al perro y varios hombres desnudos como a 100 metros o más, que suponía que podían ser gays.
Bueno con el empujón del "alvariño", decidí dar un paso más, y le bajé un poquito más la malla, sin dejar las nalgas al aire y empecé a masajearlas junto con la espalda haciendo un masaje completo, cuando al poco rato, veo al señor que estaba muy nervioso, como inquieto y se pone con una mano hacerme gestos, cómo si se podía acercar más a nuestro lado. Yo no le contesté y seguía con mi masaje, pero él a los pocos segundos volvía a mover su mando indicando a ver si se podía acercar, ya no tenía auriculares puestos ni nada. Y yo valorando si daba un paso más. Así que decidí ante la insistencia de él y que aunque el corazón lo tenía a 150 pulsaciones le hice un gesto con el dedo índice llevándomelo a la boca para que se acercará si quería mirar más de cerca, para que estuviera en silencio.....
Continuara.
 
Que bueno y morboso. Lo de la foto muy ingenioso.Supongo que tampoco, el amigo, perdió visión de los encantos de tu mujer al sacarles ella foto. Algo distinto tendré que ingeniar yo, noe imagino la cara de mi querida esposa pidiendo que os saque una foto.
Un saludo y a la espera de que nos cuentes más situaciones de candaulismo.

Pues va sobre el mismo tema y es que hemos vuelto a quedar para vernos en San Juan. Y ya lo tenemos todo atado. Así que sólo a esperar que el tiempo nos acompañe y podamos disfrutar del día de playa y como no de las vistas.
 
Somos una pareja de 36 y 38 años. Está experiencia la cuento aquí porque nos ocurrió en una playa del sur de España. Nunca hubiéramos pensado en hacer una cosa así, pero sin buscarla en un principio, se dieron unas circunstancias ( las típicas, un poco de alcohol etc..) y que luego contaré, la dirigimos nosotros. Posteriormente está situación nos marcó para que en otros contextos ( por eso las otras situaciones o experiencias las colocaré en otro hilo), las hayamos aprovechado para buscar ese morbo en busca de ese placer sexual. Insisto que no las buscamos, pero tengo que reconocer que hay ciertos momentos que estamos más proclives a que se den y cuanto más situaciones se dan, más te puede llegar a enganchar. Lo vemos como un juego sexual compartido. Nos divertimos y punto. Debido a esa experiencia de la playa que nos marcó, las situaciones han sido con personas de más de 70 años para arriba, bueno o eso aparentaban . Otras, se han dado en entornos más controlados como en casa, y ahí claro han sido más jóvenes como(técnicos, operarios, reparaciones etc. ). Bueno paso a contar la experiencia.

Todo se inició hace un par de años sobre mediados de marzo, un par de semanas antes de Semana Santa; sería martes o miércoles, entre semana, por lo que decidimos en dar un paseo por la playa a unos kilómetros de donde estábamos alojados, pero se nos hizo tarde y salimos casi a mediodía. Dejamos el coche aparcado a las afueras de la localidad y valoramos que primero era mejor comer algo y después dar la vuelta por dicha playa. Hacía una temperatura sobre 20 o 22 grados y como digo la idea era dar un paseo. Llevamos una pequeña mochila con dos toallas y un bote de crema y poco más, bueno si un par de bocatas, pero como digo decidimos comer algo en un restaurante. Olga, iba con una malla de deporte color rosa claro y camiseta a juego y zapatillas deportivas ,mide 1,69 y pesa unos 59 kilos. La verdad es que le queda tan prieto y ajustado que se le marcaban todos los labios y el culo por supuesto ni que decir. Uno de los camareros que nos atendió de uno 40 años no podía quitar la vista, se la comía con los ojos. Bueno resumiendo, pedimos para comer y de bebida una botella de "Alvariño 75cl", craso error, al final nos pedimos otra que dejamos un culin. Después de comer nos levantamos de la terraza y nos dirigimos a hacía la playa. Olga iba un poco tocada con un puntito guapo y muy despacio entramos en la arena y nos pusimos a andar cerca de la orilla buscando un buen lugar para tumbarnos. Al entrar en la playa ya me di cuenta que un señor de unos 75 años con una gorra roja, con unos auriculares, y una radio pequeña en la mano, había estado en la zona del restaurante sentado en un murete al lado de nuestra mesa de la terraza. Había estado pendiente todo el rato de Olga. Cuando se levantó Olga en una ocasión al baño y vino hacía la mesa, el hombre como estaba sentado en dicho murete del paseo y nuestra mesa que era la última pegada a él, el coño y culo de Olga lo tenía a su vista. Así que cuando nos levantamos y vio que nos dirigíamos a la playa supongo también que nos siguió por detrás a distancia. El caso es que la playa tiene una zona textil y posteriormente la nudista, sin darnos cuenta había un cartel grande que lo vimos después de tumbarnos y nos quedamos a unos 50 metros de dicho cartel. Decidimos ya no movernos y quedarnos allí. La verdad es que no había casi nadie, había dos chicas desnudas en compañía de un chico también desnudo a unos 80 metros, con unas bicicletas, que al poco de llegar se vistieron y se marcharon. Nosotros pusimos las toallas en la arena y nos tumbamos, no teníamos bañador por que la idea era dar un paseo y como tampoco hacía un día despejado, hacía sol pero había nubes blancas sin mas, era pasar un par de horas en la playa y volver al alojamiento. La playa tiene un ancho de 40 o 50 metros y nos colocamos casi atrás del todo donde había un caminito y una zona como vallada o eso nos pareció.
Después de unos minutos tumbados, le comento a Olga que se encontraba boca abajo, qué si le daba un pequeño masaje en la pierna izquierda, ya que tiene un problema con el piramidal y le suelo dar masajes en la zona del glúteo, ya que le relaja bastante. Olga que tenía un pequeño pedal me dice que por supuesto. Yo de lado en mi toalla y ella boca abajo le empiezo a masajear el glúteo por encima de la malla apretando fuerte. Al rato veo que a lo lejos viene andando por la arena el señor de la gorra roja, que lo habíamos perdido de vista hacía un rato, así que no le di mas importancia. Cuando observo que andando por la orilla y a la llegada a nuestra altura ,y con el sitio que había por toda la playa, de forma disimulada fue subiendo hacía nosotros en vertical y se colocó por debajo de nosotros a unos 8 metros. "Date", pensé entonces, me di cuenta que podía ser el clásico mirón que está a la que salta y a ver si pilla algo, de tetas, culete, etc..., me dio la impresión que era conocedor de la zona. Un tipo de 1,70 cm, delgado, buen aspecto del sol y daba impresión de deportista, con pantalón corto ,camisa blanca y una chaquetilla bajo el brazo. El se puso sentado mirando hacia el mar, pero como de lado para ojearnos y dejando la pequeña radio encima de la chaquetiila en la arena. Yo no le di más importancia, y seguí masajeando el culo de Olga. El señor se giraba de forma disimulada de vez en cuando hacía nosotros para mirar. Yo la verdad sin pensarlo mucho opte por bajarle un poco la malla hasta medía nalga, dejando un poco a la vista un tanga rosa transparente a juego con la ropa deportiva .Claramente él sólo podía tener visión de la parte superior de las nalgas y el trozo de tira del tanga. Sacando el bote de crema le unté dicha nalga y masajee de nuevo su glúteo. Con la bajada de la malla ya observé que se puso más nervioso y con ganas de ir moviéndose, como con ganas de acercarse más para poder tener mejor visión. Me hacía gracia porque se desplazó sentado hacía atrás mientras miraba hacía el mar dejando un surco en la arena con su culo. Se quedó como a unos 5 o 6 metros de nosotros y ya vi que su intención era probarnos a ver si seguíamos o le cortábamos el rollo. Yo seguí con lo mío y lo único que le subí a Olga la camiseta hasta los hombros y dejando al descubierto la espalda y la tira del sujetador el cual desabroché para darle también masaje en la espalda y en la zona lumbar. Olga entre el pedal que llevaba y lo relajada ni se movía. No lo puedo explicar pero tener aquel tío a 5 metros, me estaba poniendo a mil, no me digáis porque, pero nunca lo había pensado que me estuviera poniendo cachondo con esto. Así que empecé a jugar un poco más y hacerme como el despistado, me interesaba que la viera un poco más hasta ver donde llegaba mi excitación. Pero claro Olga no sabía que tenía un tío a menos de 5 metros observando como le daba el masaje. Por un lado no se lo quería decir por si se cortaba, o se ponía boca arriba y se asustaba , tenía ese pensamiento divergente. Así que sin pensarlo, me agaché al oído de ella y aprovechando que estábamos un poco animados con el vinito ( bueno ella estaba más perjudicada que yo, la verdad) ,y el relax del entorno, me animé y le dije que teníamos al señor de la gorra roja cerca nuestro en la arena y que estaba mirando como le hacía el masaje, y le añadí, " éste si le digo te pone crema y te da el masaje encantado jajaja". Y la contestación fue la que me dejó perplejo, me dice " en tus manos estoy cariño, tu mismo, tengo un puto pedal de la hostia". Y seguido le contesto, " me estas poniendo cachondisimo no me digas eso que la lio", y va y termina diciéndome " "mientras no me vea la cara y me grabe me la suda, me esta entrando una modorra cojonuda". Bueno me quedé alucinando porque no suele hablar así. No sabía que hacer, miraba a Olga allí tumbada y el viejo a 5 metros. Así que decidí probarme yo también a ver que sentía dando un paso más, y hasta que límites podía aguantar viendo las posibles reacciones del señor.

Comentar que pasaba alguna pareja por la orilla de vez en cuando, alguien paseando al perro y varios hombres desnudos como a 100 metros o más, que suponía que podían ser gays.
Bueno con el empujón del "alvariño", decidí dar un paso más, y le bajé un poquito más la malla, sin dejar las nalgas al aire y empecé a masajearlas junto con la espalda haciendo un masaje completo, cuando al poco rato, veo al señor que estaba muy nervioso, como inquieto y se pone con una mano hacerme gestos, cómo si se podía acercar más a nuestro lado. Yo no le contesté y seguía con mi masaje, pero él a los pocos segundos volvía a mover su mando indicando a ver si se podía acercar, ya no tenía auriculares puestos ni nada. Y yo valorando si daba un paso más. Así que decidí ante la insistencia de él y que aunque el corazón lo tenía a 150 pulsaciones le hice un gesto con el dedo índice llevándomelo a la boca para que se acercará si quería mirar más de cerca, para que estuviera en silencio.....
Continuara.
Vaya tela como promete esta historia, deseando leer el desenlace

No tardes en asomar @Sanlor ...:banana1:
 
Somos una pareja de 36 y 38 años. Está experiencia la cuento aquí porque nos ocurrió en una playa del sur de España. Nunca hubiéramos pensado en hacer una cosa así, pero sin buscarla en un principio, se dieron unas circunstancias ( las típicas, un poco de alcohol etc..) y que luego contaré, la dirigimos nosotros. Posteriormente está situación nos marcó para que en otros contextos ( por eso las otras situaciones o experiencias las colocaré en otro hilo), las hayamos aprovechado para buscar ese morbo en busca de ese placer sexual. Insisto que no las buscamos, pero tengo que reconocer que hay ciertos momentos que estamos más proclives a que se den y cuanto más situaciones se dan, más te puede llegar a enganchar. Lo vemos como un juego sexual compartido. Nos divertimos y punto. Debido a esa experiencia de la playa que nos marcó, las situaciones han sido con personas de más de 70 años para arriba, bueno o eso aparentaban . Otras, se han dado en entornos más controlados como en casa, y ahí claro han sido más jóvenes como(técnicos, operarios, reparaciones etc. ). Bueno paso a contar la experiencia.

Todo se inició hace un par de años sobre mediados de marzo, un par de semanas antes de Semana Santa; sería martes o miércoles, entre semana, por lo que decidimos en dar un paseo por la playa a unos kilómetros de donde estábamos alojados, pero se nos hizo tarde y salimos casi a mediodía. Dejamos el coche aparcado a las afueras de la localidad y valoramos que primero era mejor comer algo y después dar la vuelta por dicha playa. Hacía una temperatura sobre 20 o 22 grados y como digo la idea era dar un paseo. Llevamos una pequeña mochila con dos toallas y un bote de crema y poco más, bueno si un par de bocatas, pero como digo decidimos comer algo en un restaurante. Olga, iba con una malla de deporte color rosa claro y camiseta a juego y zapatillas deportivas ,mide 1,69 y pesa unos 59 kilos. La verdad es que le queda tan prieto y ajustado que se le marcaban todos los labios y el culo por supuesto ni que decir. Uno de los camareros que nos atendió de uno 40 años no podía quitar la vista, se la comía con los ojos. Bueno resumiendo, pedimos para comer y de bebida una botella de "Alvariño 75cl", craso error, al final nos pedimos otra que dejamos un culin. Después de comer nos levantamos de la terraza y nos dirigimos a hacía la playa. Olga iba un poco tocada con un puntito guapo y muy despacio entramos en la arena y nos pusimos a andar cerca de la orilla buscando un buen lugar para tumbarnos. Al entrar en la playa ya me di cuenta que un señor de unos 75 años con una gorra roja, con unos auriculares, y una radio pequeña en la mano, había estado en la zona del restaurante sentado en un murete al lado de nuestra mesa de la terraza. Había estado pendiente todo el rato de Olga. Cuando se levantó Olga en una ocasión al baño y vino hacía la mesa, el hombre como estaba sentado en dicho murete del paseo y nuestra mesa que era la última pegada a él, el coño y culo de Olga lo tenía a su vista. Así que cuando nos levantamos y vio que nos dirigíamos a la playa supongo también que nos siguió por detrás a distancia. El caso es que la playa tiene una zona textil y posteriormente la nudista, sin darnos cuenta había un cartel grande que lo vimos después de tumbarnos y nos quedamos a unos 50 metros de dicho cartel. Decidimos ya no movernos y quedarnos allí. La verdad es que no había casi nadie, había dos chicas desnudas en compañía de un chico también desnudo a unos 80 metros, con unas bicicletas, que al poco de llegar se vistieron y se marcharon. Nosotros pusimos las toallas en la arena y nos tumbamos, no teníamos bañador por que la idea era dar un paseo y como tampoco hacía un día despejado, hacía sol pero había nubes blancas sin mas, era pasar un par de horas en la playa y volver al alojamiento. La playa tiene un ancho de 40 o 50 metros y nos colocamos casi atrás del todo donde había un caminito y una zona como vallada o eso nos pareció.
Después de unos minutos tumbados, le comento a Olga que se encontraba boca abajo, qué si le daba un pequeño masaje en la pierna izquierda, ya que tiene un problema con el piramidal y le suelo dar masajes en la zona del glúteo, ya que le relaja bastante. Olga que tenía un pequeño pedal me dice que por supuesto. Yo de lado en mi toalla y ella boca abajo le empiezo a masajear el glúteo por encima de la malla apretando fuerte. Al rato veo que a lo lejos viene andando por la arena el señor de la gorra roja, que lo habíamos perdido de vista hacía un rato, así que no le di mas importancia. Cuando observo que andando por la orilla y a la llegada a nuestra altura ,y con el sitio que había por toda la playa, de forma disimulada fue subiendo hacía nosotros en vertical y se colocó por debajo de nosotros a unos 8 metros. "Date", pensé entonces, me di cuenta que podía ser el clásico mirón que está a la que salta y a ver si pilla algo, de tetas, culete, etc..., me dio la impresión que era conocedor de la zona. Un tipo de 1,70 cm, delgado, buen aspecto del sol y daba impresión de deportista, con pantalón corto ,camisa blanca y una chaquetilla bajo el brazo. El se puso sentado mirando hacia el mar, pero como de lado para ojearnos y dejando la pequeña radio encima de la chaquetiila en la arena. Yo no le di más importancia, y seguí masajeando el culo de Olga. El señor se giraba de forma disimulada de vez en cuando hacía nosotros para mirar. Yo la verdad sin pensarlo mucho opte por bajarle un poco la malla hasta medía nalga, dejando un poco a la vista un tanga rosa transparente a juego con la ropa deportiva .Claramente él sólo podía tener visión de la parte superior de las nalgas y el trozo de tira del tanga. Sacando el bote de crema le unté dicha nalga y masajee de nuevo su glúteo. Con la bajada de la malla ya observé que se puso más nervioso y con ganas de ir moviéndose, como con ganas de acercarse más para poder tener mejor visión. Me hacía gracia porque se desplazó sentado hacía atrás mientras miraba hacía el mar dejando un surco en la arena con su culo. Se quedó como a unos 5 o 6 metros de nosotros y ya vi que su intención era probarnos a ver si seguíamos o le cortábamos el rollo. Yo seguí con lo mío y lo único que le subí a Olga la camiseta hasta los hombros y dejando al descubierto la espalda y la tira del sujetador el cual desabroché para darle también masaje en la espalda y en la zona lumbar. Olga entre el pedal que llevaba y lo relajada ni se movía. No lo puedo explicar pero tener aquel tío a 5 metros, me estaba poniendo a mil, no me digáis porque, pero nunca lo había pensado que me estuviera poniendo cachondo con esto. Así que empecé a jugar un poco más y hacerme como el despistado, me interesaba que la viera un poco más hasta ver donde llegaba mi excitación. Pero claro Olga no sabía que tenía un tío a menos de 5 metros observando como le daba el masaje. Por un lado no se lo quería decir por si se cortaba, o se ponía boca arriba y se asustaba , tenía ese pensamiento divergente. Así que sin pensarlo, me agaché al oído de ella y aprovechando que estábamos un poco animados con el vinito ( bueno ella estaba más perjudicada que yo, la verdad) ,y el relax del entorno, me animé y le dije que teníamos al señor de la gorra roja cerca nuestro en la arena y que estaba mirando como le hacía el masaje, y le añadí, " éste si le digo te pone crema y te da el masaje encantado jajaja". Y la contestación fue la que me dejó perplejo, me dice " en tus manos estoy cariño, tu mismo, tengo un puto pedal de la hostia". Y seguido le contesto, " me estas poniendo cachondisimo no me digas eso que la lio", y va y termina diciéndome " "mientras no me vea la cara y me grabe me la suda, me esta entrando una modorra cojonuda". Bueno me quedé alucinando porque no suele hablar así. No sabía que hacer, miraba a Olga allí tumbada y el viejo a 5 metros. Así que decidí probarme yo también a ver que sentía dando un paso más, y hasta que límites podía aguantar viendo las posibles reacciones del señor.

Comentar que pasaba alguna pareja por la orilla de vez en cuando, alguien paseando al perro y varios hombres desnudos como a 100 metros o más, que suponía que podían ser gays.
Bueno con el empujón del "alvariño", decidí dar un paso más, y le bajé un poquito más la malla, sin dejar las nalgas al aire y empecé a masajearlas junto con la espalda haciendo un masaje completo, cuando al poco rato, veo al señor que estaba muy nervioso, como inquieto y se pone con una mano hacerme gestos, cómo si se podía acercar más a nuestro lado. Yo no le contesté y seguía con mi masaje, pero él a los pocos segundos volvía a mover su mando indicando a ver si se podía acercar, ya no tenía auriculares puestos ni nada. Y yo valorando si daba un paso más. Así que decidí ante la insistencia de él y que aunque el corazón lo tenía a 150 pulsaciones le hice un gesto con el dedo índice llevándomelo a la boca para que se acercará si quería mirar más de cerca, para que estuviera en silencio.....
Continuara.
Me encanta, estoy deseando leer más
 
Somos una pareja de 36 y 38 años. Está experiencia la cuento aquí porque nos ocurrió en una playa del sur de España. Nunca hubiéramos pensado en hacer una cosa así, pero sin buscarla en un principio, se dieron unas circunstancias ( las típicas, un poco de alcohol etc..) y que luego contaré, la dirigimos nosotros. Posteriormente está situación nos marcó para que en otros contextos ( por eso las otras situaciones o experiencias las colocaré en otro hilo), las hayamos aprovechado para buscar ese morbo en busca de ese placer sexual. Insisto que no las buscamos, pero tengo que reconocer que hay ciertos momentos que estamos más proclives a que se den y cuanto más situaciones se dan, más te puede llegar a enganchar. Lo vemos como un juego sexual compartido. Nos divertimos y punto. Debido a esa experiencia de la playa que nos marcó, las situaciones han sido con personas de más de 70 años para arriba, bueno o eso aparentaban . Otras, se han dado en entornos más controlados como en casa, y ahí claro han sido más jóvenes como(técnicos, operarios, reparaciones etc. ). Bueno paso a contar la experiencia.

Todo se inició hace un par de años sobre mediados de marzo, un par de semanas antes de Semana Santa; sería martes o miércoles, entre semana, por lo que decidimos en dar un paseo por la playa a unos kilómetros de donde estábamos alojados, pero se nos hizo tarde y salimos casi a mediodía. Dejamos el coche aparcado a las afueras de la localidad y valoramos que primero era mejor comer algo y después dar la vuelta por dicha playa. Hacía una temperatura sobre 20 o 22 grados y como digo la idea era dar un paseo. Llevamos una pequeña mochila con dos toallas y un bote de crema y poco más, bueno si un par de bocatas, pero como digo decidimos comer algo en un restaurante. Olga, iba con una malla de deporte color rosa claro y camiseta a juego y zapatillas deportivas ,mide 1,69 y pesa unos 59 kilos. La verdad es que le queda tan prieto y ajustado que se le marcaban todos los labios y el culo por supuesto ni que decir. Uno de los camareros que nos atendió de uno 40 años no podía quitar la vista, se la comía con los ojos. Bueno resumiendo, pedimos para comer y de bebida una botella de "Alvariño 75cl", craso error, al final nos pedimos otra que dejamos un culin. Después de comer nos levantamos de la terraza y nos dirigimos a hacía la playa. Olga iba un poco tocada con un puntito guapo y muy despacio entramos en la arena y nos pusimos a andar cerca de la orilla buscando un buen lugar para tumbarnos. Al entrar en la playa ya me di cuenta que un señor de unos 75 años con una gorra roja, con unos auriculares, y una radio pequeña en la mano, había estado en la zona del restaurante sentado en un murete al lado de nuestra mesa de la terraza. Había estado pendiente todo el rato de Olga. Cuando se levantó Olga en una ocasión al baño y vino hacía la mesa, el hombre como estaba sentado en dicho murete del paseo y nuestra mesa que era la última pegada a él, el coño y culo de Olga lo tenía a su vista. Así que cuando nos levantamos y vio que nos dirigíamos a la playa supongo también que nos siguió por detrás a distancia. El caso es que la playa tiene una zona textil y posteriormente la nudista, sin darnos cuenta había un cartel grande que lo vimos después de tumbarnos y nos quedamos a unos 50 metros de dicho cartel. Decidimos ya no movernos y quedarnos allí. La verdad es que no había casi nadie, había dos chicas desnudas en compañía de un chico también desnudo a unos 80 metros, con unas bicicletas, que al poco de llegar se vistieron y se marcharon. Nosotros pusimos las toallas en la arena y nos tumbamos, no teníamos bañador por que la idea era dar un paseo y como tampoco hacía un día despejado, hacía sol pero había nubes blancas sin mas, era pasar un par de horas en la playa y volver al alojamiento. La playa tiene un ancho de 40 o 50 metros y nos colocamos casi atrás del todo donde había un caminito y una zona como vallada o eso nos pareció.
Después de unos minutos tumbados, le comento a Olga que se encontraba boca abajo, qué si le daba un pequeño masaje en la pierna izquierda, ya que tiene un problema con el piramidal y le suelo dar masajes en la zona del glúteo, ya que le relaja bastante. Olga que tenía un pequeño pedal me dice que por supuesto. Yo de lado en mi toalla y ella boca abajo le empiezo a masajear el glúteo por encima de la malla apretando fuerte. Al rato veo que a lo lejos viene andando por la arena el señor de la gorra roja, que lo habíamos perdido de vista hacía un rato, así que no le di mas importancia. Cuando observo que andando por la orilla y a la llegada a nuestra altura ,y con el sitio que había por toda la playa, de forma disimulada fue subiendo hacía nosotros en vertical y se colocó por debajo de nosotros a unos 8 metros. "Date", pensé entonces, me di cuenta que podía ser el clásico mirón que está a la que salta y a ver si pilla algo, de tetas, culete, etc..., me dio la impresión que era conocedor de la zona. Un tipo de 1,70 cm, delgado, buen aspecto del sol y daba impresión de deportista, con pantalón corto ,camisa blanca y una chaquetilla bajo el brazo. El se puso sentado mirando hacia el mar, pero como de lado para ojearnos y dejando la pequeña radio encima de la chaquetiila en la arena. Yo no le di más importancia, y seguí masajeando el culo de Olga. El señor se giraba de forma disimulada de vez en cuando hacía nosotros para mirar. Yo la verdad sin pensarlo mucho opte por bajarle un poco la malla hasta medía nalga, dejando un poco a la vista un tanga rosa transparente a juego con la ropa deportiva .Claramente él sólo podía tener visión de la parte superior de las nalgas y el trozo de tira del tanga. Sacando el bote de crema le unté dicha nalga y masajee de nuevo su glúteo. Con la bajada de la malla ya observé que se puso más nervioso y con ganas de ir moviéndose, como con ganas de acercarse más para poder tener mejor visión. Me hacía gracia porque se desplazó sentado hacía atrás mientras miraba hacía el mar dejando un surco en la arena con su culo. Se quedó como a unos 5 o 6 metros de nosotros y ya vi que su intención era probarnos a ver si seguíamos o le cortábamos el rollo. Yo seguí con lo mío y lo único que le subí a Olga la camiseta hasta los hombros y dejando al descubierto la espalda y la tira del sujetador el cual desabroché para darle también masaje en la espalda y en la zona lumbar. Olga entre el pedal que llevaba y lo relajada ni se movía. No lo puedo explicar pero tener aquel tío a 5 metros, me estaba poniendo a mil, no me digáis porque, pero nunca lo había pensado que me estuviera poniendo cachondo con esto. Así que empecé a jugar un poco más y hacerme como el despistado, me interesaba que la viera un poco más hasta ver donde llegaba mi excitación. Pero claro Olga no sabía que tenía un tío a menos de 5 metros observando como le daba el masaje. Por un lado no se lo quería decir por si se cortaba, o se ponía boca arriba y se asustaba , tenía ese pensamiento divergente. Así que sin pensarlo, me agaché al oído de ella y aprovechando que estábamos un poco animados con el vinito ( bueno ella estaba más perjudicada que yo, la verdad) ,y el relax del entorno, me animé y le dije que teníamos al señor de la gorra roja cerca nuestro en la arena y que estaba mirando como le hacía el masaje, y le añadí, " éste si le digo te pone crema y te da el masaje encantado jajaja". Y la contestación fue la que me dejó perplejo, me dice " en tus manos estoy cariño, tu mismo, tengo un puto pedal de la hostia". Y seguido le contesto, " me estas poniendo cachondisimo no me digas eso que la lio", y va y termina diciéndome " "mientras no me vea la cara y me grabe me la suda, me esta entrando una modorra cojonuda". Bueno me quedé alucinando porque no suele hablar así. No sabía que hacer, miraba a Olga allí tumbada y el viejo a 5 metros. Así que decidí probarme yo también a ver que sentía dando un paso más, y hasta que límites podía aguantar viendo las posibles reacciones del señor.

Comentar que pasaba alguna pareja por la orilla de vez en cuando, alguien paseando al perro y varios hombres desnudos como a 100 metros o más, que suponía que podían ser gays.
Bueno con el empujón del "alvariño", decidí dar un paso más, y le bajé un poquito más la malla, sin dejar las nalgas al aire y empecé a masajearlas junto con la espalda haciendo un masaje completo, cuando al poco rato, veo al señor que estaba muy nervioso, como inquieto y se pone con una mano hacerme gestos, cómo si se podía acercar más a nuestro lado. Yo no le contesté y seguía con mi masaje, pero él a los pocos segundos volvía a mover su mando indicando a ver si se podía acercar, ya no tenía auriculares puestos ni nada. Y yo valorando si daba un paso más. Así que decidí ante la insistencia de él y que aunque el corazón lo tenía a 150 pulsaciones le hice un gesto con el dedo índice llevándomelo a la boca para que se acercará si quería mirar más de cerca, para que estuviera en silencio.....
Continuara.
uffffffffff que morbazo creo que esel suño de muchos de nosotros , sigue a ver como continua amigo.
 
De hecho es un clásico que a algún tío se le forme la tienda de campaña de ver tantas tetas y se mete en el agua para pelársela como un mono :carcajadas1::carcajadas1::carcajadas1::carcajadas1:
 
Una vez en la playa, estaba un vendedor ambulante con bikinis, paseando y ofreciéndolos. Se acerca a una chica, le dice que se los enseñe. La chica elije uno, y tal cual se quita la parte de arriba del que llevaba y se pone el que estaba mirando. Luego se lo quitó y le dijo que no le gustaba. Sin ninguna prisa se volvió a poner el suyo. Esto con el vendedor mirando justo delante. Me pareció muy morboso.
 
Pues va sobre el mismo tema y es que hemos vuelto a quedar para vernos en San Juan. Y ya lo tenemos todo atado. Así que sólo a esperar que el tiempo nos acompañe y podamos disfrutar del día de playa y como no de las vistas

Pues va sobre el mismo tema y es que hemos vuelto a quedar para vernos en San Juan. Y ya lo tenemos todo atado. Así que sólo a esperar que el tiempo nos acompañe y podamos disfrutar del día de playa y como no de las vistas.
Pues a ver si tienes suerte y hace un día despejado para disfrutar de las vistas.
Yo a la espera mejore las predicciones del tiempo en Vera , este viernes .No se fastidie una quedada con otro candaulista para disfrutar de nuestras respectivas
 
Al hilo de los vendedores playeros. El año pasado al final hasta los saludábamos al pasar y se paraban a hablar un rato con nosotros. Al principio del verano pasado mi mujer le compró a uno unas pulseritas y al otro un par de pareos.

Pues eso uno de los días en la nudista a principios del verano pasado pasó el morenito de turno con pulseras. La primera vez que pasó le dijimos simplemente que no y siguió andando, pasó una segunda vez ya sin decirnos nada, pero mi mujer me comentó que creía haber visto una cosa que le gustaba, le dije que la próxima vez que pasara, la comprara, pasó otra vez y mi mujer no le dijo nada, pero luego a la siguiente, le llamé para que se acercara. - Creo que mi mujer ha visto algo que le gusta.

Se acercó a mi mujer y se puso en cuclillas al lado suyo. Joder, tener al morenito a escasos centímetros del cuerpo desnudo de mi mujer me dio un morbo terrible. Le enseñó el muestrario y mi mujer le compró la pulserita a la que le había echado el ojo. La verdad es que fue todo muy normal, él no hizo ningún gesto o ademán de estar disfrutando del cuerpo desnudo de mi mujer y mi mujer se comportó con toda normalidad.
Yo no hice ningún comentario al respecto, cuando se fue comentamos que si que la pulserita era muy chula y me dijo que había visto unas cuantas cosas más que le habían gustado. Le comenté que porque no las había comprado y dijo que con la pulsera había suficiente.

A los pocos días regresamos a la playa, solemos ponernos siempre casi en el mismo sitio y como no, volvió a pasar el vendedor. Simplemente al pasar nos saludo. A la siguiente vez que pasó, le hice un gesto para que se acercara. Mi mujer era ajena a que lo había llamado, estaba recostada sobre la silla con las piernas semi abiertas, Al acercarse le digo: - Creo que el otro día vio más cosas que le gustaron. Está vez, en lugar de situarse a su lado, se puso en cuclillas justo enfrente suyo y mi mujer al incorporarse ni hizo intento de juntar las piernas o simplemente no pudo, el morenito ya estaba ofreciéndole su muestrario entre las rodillas de mi mujer, pero no fue algo descarado ni pareció premeditado. Le enseño unas cosas y mi mujer se decidió por un collar y nos ofreció 2 cosas por x euros y le dije a mi mujer que eligiera tb otra cosa.

Esta vez casi no pude disimular la excitación, se me puso morcillona al ver al negrito entre las piernas de mi mujer totalmente expuesta pudiéndole ver bien todo el coñito a escasos centímetros. Joder. Yo no comenté nada, mi mujer tampoco, había sido una transacción de lo más normal con un vendedor de playa.

Pasado un rato, mi mujer saliendo del agua se cruzó con el vendedor y se paró a hablar con él. Yo contemplaba la escena desde mi sitio con un morbo increíble. Mi mujer desnuda, mojada, hablando con un moreno en bañador, que hasta ahora no lo he dicho, bien musculado y que seguro físicamente le atraía. Estuvieron un rato hablando, debieron ser segundos, pero a mi se me hizo eterno. Al regresar le pregunté de que habían hablado y me dijo que de nada, que se había interesado por si vende mucho y que ella entendía que debía ser muy duro estar al sol todo el día de un lado a otro de la playa. Le dijo que si, pero que ganaba bien y compensaba, que sobre todo las extranjeras le compraban mucho.

El negrito ya era habitual y nos saludaba cada vez que pasaba. Uno días después, nuestro morenito caminaba junto al morenito de los pareos, esta no era tan musculado, estaba delgado pero muy fibrado. No se como se me ocurrió, pero a mi mente solo vino la imagen de los 2 pudiendo contemplar el cuerpo desnudo de mi mujer de cerca y les hice un gesto para que se acercaran. Cuando estaban al lado pregunté por los pareos y le dije a mi mujer que eligiera uno. Nos ofreció 2 x 25€ y yo acepté de inmediato, solo pensaba que estuvieran el máximo tiempo posible viendo de cerca el cuerpo desnudo de mi mujer.

Mi mujer eligió uno y el vendedor lo extendió muy profesionalmente delante suyo y le tendió la mano para que se levantara y se tumbara encima. Mi mujer simplemente como hipnotizada aceptó la mano y se incorporó y se tumbo como probándolo. Luego con mi mujer ya fuera de la sombrilla y sentada en el pareo el negrito le fue enseñando el resto para que eligiera el segundo, cuando se decidió por otro, volvió a tenderle la mano para que se levantara y lo extendió encima del otro, esta vez no se tumbó, se quedo en medio de los dos hablando relajadamente. Cuando terminó la venta me preguntó que porque los había comprado y reaccioné rápido, le dije que me habían dado pena a raíz de lo que le había dicho el otro día y que total 25 € no iban a ningún sitio y si así les ayudaba algo, mejor. Mi mujer simplemente asintió.

Desde ese día cada vez que íbamos nos saludaban, paraban un rato a hablar con nosotros, incluso pasaban a veces debajo de la sombrilla y se ponían en cuclillas al lado de mi mujer y hasta alguna vez apoyaba su brazo sobre la rodilla de mi mujer, todo muy natural, habíamos cogido confianza y descansaban protegiéndose del sol un rato bajo nuestra sombrilla. Mi mujer no le daba ninguna importancia, a mi, por otro lado, me daba un morbo terrible. Espero que este verano se repita.
 
Al hilo de los vendedores playeros. El año pasado al final hasta los saludábamos al pasar y se paraban a hablar un rato con nosotros. Al principio del verano pasado mi mujer le compró a uno unas pulseritas y al otro un par de pareos.

Pues eso uno de los días en la nudista a principios del verano pasado pasó el morenito de turno con pulseras. La primera vez que pasó le dijimos simplemente que no y siguió andando, pasó una segunda vez ya sin decirnos nada, pero mi mujer me comentó que creía haber visto una cosa que le gustaba, le dije que la próxima vez que pasara, la comprara, pasó otra vez y mi mujer no le dijo nada, pero luego a la siguiente, le llamé para que se acercara. - Creo que mi mujer ha visto algo que le gusta.

Se acercó a mi mujer y se puso en cuclillas al lado suyo. Joder, tener al morenito a escasos centímetros del cuerpo desnudo de mi mujer me dio un morbo terrible. Le enseñó el muestrario y mi mujer le compró la pulserita a la que le había echado el ojo. La verdad es que fue todo muy normal, él no hizo ningún gesto o ademán de estar disfrutando del cuerpo desnudo de mi mujer y mi mujer se comportó con toda normalidad.
Yo no hice ningún comentario al respecto, cuando se fue comentamos que si que la pulserita era muy chula y me dijo que había visto unas cuantas cosas más que le habían gustado. Le comenté que porque no las había comprado y dijo que con la pulsera había suficiente.

A los pocos días regresamos a la playa, solemos ponernos siempre casi en el mismo sitio y como no, volvió a pasar el vendedor. Simplemente al pasar nos saludo. A la siguiente vez que pasó, le hice un gesto para que se acercara. Mi mujer era ajena a que lo había llamado, estaba recostada sobre la silla con las piernas semi abiertas, Al acercarse le digo: - Creo que el otro día vio más cosas que le gustaron. Está vez, en lugar de situarse a su lado, se puso en cuclillas justo enfrente suyo y mi mujer al incorporarse ni hizo intento de juntar las piernas o simplemente no pudo, el morenito ya estaba ofreciéndole su muestrario entre las rodillas de mi mujer, pero no fue algo descarado ni pareció premeditado. Le enseño unas cosas y mi mujer se decidió por un collar y nos ofreció 2 cosas por x euros y le dije a mi mujer que eligiera tb otra cosa.

Esta vez casi no pude disimular la excitación, se me puso morcillona al ver al negrito entre las piernas de mi mujer totalmente expuesta pudiéndole ver bien todo el coñito a escasos centímetros. Joder. Yo no comenté nada, mi mujer tampoco, había sido una transacción de lo más normal con un vendedor de playa.

Pasado un rato, mi mujer saliendo del agua se cruzó con el vendedor y se paró a hablar con él. Yo contemplaba la escena desde mi sitio con un morbo increíble. Mi mujer desnuda, mojada, hablando con un moreno en bañador, que hasta ahora no lo he dicho, bien musculado y que seguro físicamente le atraía. Estuvieron un rato hablando, debieron ser segundos, pero a mi se me hizo eterno. Al regresar le pregunté de que habían hablado y me dijo que de nada, que se había interesado por si vende mucho y que ella entendía que debía ser muy duro estar al sol todo el día de un lado a otro de la playa. Le dijo que si, pero que ganaba bien y compensaba, que sobre todo las extranjeras le compraban mucho.

El negrito ya era habitual y nos saludaba cada vez que pasaba. Uno días después, nuestro morenito caminaba junto al morenito de los pareos, esta no era tan musculado, estaba delgado pero muy fibrado. No se como se me ocurrió, pero a mi mente solo vino la imagen de los 2 pudiendo contemplar el cuerpo desnudo de mi mujer de cerca y les hice un gesto para que se acercaran. Cuando estaban al lado pregunté por los pareos y le dije a mi mujer que eligiera uno. Nos ofreció 2 x 25€ y yo acepté de inmediato, solo pensaba que estuvieran el máximo tiempo posible viendo de cerca el cuerpo desnudo de mi mujer.

Mi mujer eligió uno y el vendedor lo extendió muy profesionalmente delante suyo y le tendió la mano para que se levantara y se tumbara encima. Mi mujer simplemente como hipnotizada aceptó la mano y se incorporó y se tumbo como probándolo. Luego con mi mujer ya fuera de la sombrilla y sentada en el pareo el negrito le fue enseñando el resto para que eligiera el segundo, cuando se decidió por otro, volvió a tenderle la mano para que se levantara y lo extendió encima del otro, esta vez no se tumbó, se quedo en medio de los dos hablando relajadamente. Cuando terminó la venta me preguntó que porque los había comprado y reaccioné rápido, le dije que me habían dado pena a raíz de lo que le había dicho el otro día y que total 25 € no iban a ningún sitio y si así les ayudaba algo, mejor. Mi mujer simplemente asintió.

Desde ese día cada vez que íbamos nos saludaban, paraban un rato a hablar con nosotros, incluso pasaban a veces debajo de la sombrilla y se ponían en cuclillas al lado de mi mujer y hasta alguna vez apoyaba su brazo sobre la rodilla de mi mujer, todo muy natural, habíamos cogido confianza y descansaban protegiéndose del sol un rato bajo nuestra sombrilla. Mi mujer no le daba ninguna importancia, a mi, por otro lado, me daba un morbo terrible. Espero que este verano se repita.
A una de las playas que vamos el que la recorre vendiendo latas también va desnudo y se pone a hablar con cualquiera de la forma más natural. Es un clásico de cada verano.
 
Bueno, retomo la experiencia de la playa donde la había dejado.
La indicación al señor era que se podía acercar para mirar, en ningún momento le dije de tocar, sólo acercarse donde estábamos. El hombre tuvo una reacción que me sorprendió, porque se fue andando despacio hacía la orilla dejando la chaquetilla donde estaba. Desconociendo que iba a hacer, aproveché y se lo comenté a Olga, y con esa forma de hablar que se tiene cuando has tomado unos vinitos, me dice : a ver si va a ser gay!!!, que tienes un ojo...(riéndose); que cojones!!, le dije, si ha dejado ahí la chaquetilla con la radio y los auriculares. Yo le iba comentando a Olga lo que estaba haciendo, y era que se estaba lavándose las manos en el agua, no sé si las tenía llenas de arena. Bueno, el caso es que Olga a la vez que me indicó, que le pusiera una sudadera fina de cremallera por encima de la cabeza, y que le bajara la camiseta, me preguntó con ironía: qué si el fisio-jubilado la iba a masajear?. Le puse la sudadera por encima y le baje la camiseta, yo no sabía que contestar, y le dije: "igual me he pegado un largo no"?, y acto seguido le añadí "sobre la marcha". Yo quería que en principio de esta complicidad entre nosotros, el viejo no fuera consciente de ella; por eso lo de hacer el gesto de que se acercará en silencio. Igual puedo llega a ser un poco pesado con los pequeños detalles, pero me gusta intentar transmitir que no somos una pareja liberal, llevamos 7 años juntos, y nuestra actividad sexual es normal, sin más, pero como he dicho antes, para nosotros era algo novedoso en la que que teníamos nuestros temores y reticencias. Veíamos igual, más fantasmas que otra cosa, gente que pudiera haber alrededor, algún teléfono grabando, o que está persona fuese un " tarao",, etc...,pero aún así, esa mezcla de iniciar algo como eso, excitaba un poco y nos motivó a llevar ese pequeño juego, tampoco era nada fuerte, solo era tomar ciertas precauciones. Por eso quizás que el hombre fuera de aspecto bastante mayor, nos dio esa confianza y seguridad para llevarla a cabo dadas las circunstancias que se habían dado.

El Señor regresaba sacudiéndose las manos mientras se iba acercando a su chaquetilla que tras recogerla junto a la radio, la colocó en la arena junto a mi, es decir a mi lado. Me saludó levantando la mano, y de forma silenciosa se quedó a la altura de los pies de Olga, de rodillas y con su culo apoyado en sus talones. Su visión de Olga era la misma que la mía. Olga boca a bajo, con las piernas estiradas, la sudadera fina de Olga dejada sobre su cabeza tapándola, y su camiseta tapando las lumbares, aunque debajo de ella estaba suelto el corchete del sujetador. Sus nalgas descubiertas desde la zona lumbar donde terminaba la camiseta, hasta la mitad de las nalgas y un par de dedos más por abajo, donde la malla rosa marcaba el comienzo de la tela que tapaba sus piernas hasta los tobillos. Por último la tira del tanga junto con sus bordes transparentes ajustados a su cadera que se introducía entre sus nalgas separándolas.
Sólo con tener a ese desconocido a medio metro, y teniendo acceso a toda esa vista ya era para mi una excitación que en ese momento desconocía dónde nos llevaría, y en la que ya era todo un reto haber dado el paso.
Tras echar unas gotas de crema solar en las nalgas, justo pasó un chico corriendo por el caminito que teníamos detrás nuestro, que me hizo parar un momento, pero tras alejarse empecé masajeando esas preciosas nalgas que entraban ganas de besarlas. Yo de forma intencionada al mover el culo, separaba las nalgas para que la tela del tanga se pudiera separar de su alojamiento y dejara ver un poco en la medida de lo posible su ano. Con ese movimiento repetitivo de abrir y cerrar y ver introducirse ese trozo de tela en su interior hasta casi desaparecer, era super excitante para los dos, el viejo apoyaba su mano derecha en el talón de Olga sin calcetín. No me pidió permiso pero lo entendía por la postura del hombre. Ese fue su primer contacto con la piel de Olga. Ya vi que con la mano la izquierda se agarraba sus genitales, y eso en principio me echó un poco para atrás, porque me daba la impresión que posiblemente quería ir más rápido, pero si yo estaba ya como una moto, era normal que el ya estuviera tan mal como yo. Tras pasar unos minutos así, Olga quería saber si la había tocado este hombre, para ello me toco en el brazo y me lo susurró al oído. Así que le dije que no, pero se me ocurrió una señal de seguridad( igual os reiréis), pero para que ella supiera cuando le tocaba él si se daba el caso, y como Olga tiene un pelín prominente el sacro, le dije que le deba un par de golpecillos con el dedo índice para avisarle, jajaja.

Bueno seguiré un poco más tarde....
 
Sigo de nuevo y espero no aburrir con mi extensión, pero lo podría resumir en que le tocó el culo y después se marchó , pero insisto en que quiero que veáis que fue poco a poco como yo iba interiorizando todo esto y pensando que pasos podía ir realizando. Es difícil transmitir y plasmar aquí los gestos y movimientos que realizaba el señor para indicarme lo que quería y deseaba hacer. Espero hacerlo lo mejor posible

Bueno, el hombre me observaba como tocaba a mi pareja y mirándome me hacía un gestó para hacerme saber si podía participar, tocar; pero a su vez con la mano izquierda me hacía el gesto de bajarle un poco más las mallas. Yo paré el masaje, que cada vez era menor y más suave, y pasé a tocar el sacro con un par de golpes de forma disimulada, y ya animando a que pusiera una de sus manos sobre una de las nalgas como palpando y esperar a ver cual era el comportamiento de Olga. Plantó su mano abierta encima de la nalga más cercana a nosotros, apretando con los dedos como si fuera una pelota. Olga instintivamente se movió como si empujara el culo hacía arriba como si fuera en pompa y dejándose caer de nuevo sobre la toalla. Cada vez que deslizaba su mano sobre las porción de culo al descubierto, me estaba poniendo más burro. La estaba gozando como nunca, viendo a un desconocido tocando partes de mi pareja que en la vida soñaría este hombre en poder hacer eso a una tía que por aquel entonces tenía 36 años. Con un culo terso, redondo, vamos, buena a rabiar.
El hombre quería más, se le notaba que estaba cada vez más nervioso, y supongo que pensando en que no quería perder la oportunidad brindada, y se me cruzara el cable y le dijese que hasta aquí, "finito" pudiendo llegar a algo más. A la vez que manoseaba las nalgas, me miraba y abría la boca vocalizando palabras en silencio que repetía todo el rato, era del tipo" puedo bajar", haciendo ademán con una de sus manos refiriéndose a bajarle las mallas. Le dije al señor que parara un momento, y en alto y desde mi posición le dije a Olga que si le podía quitar las mallas para darle un masaje en las piernas, haciendo pensar a este hombre que Olga pensara que estábamos solo ella y yo. Aparecieron al poco un grupo de 5 o 6 chavales de unos 20 años que parecían italianos y venían andando por la orilla y se les oía hablar en alto. Esto alertó un poco a Olga, que casi nos joden la tarde y al decirle que se iban alejando hacía el otro extremo, se quedó más tranquila. Comentó en alto que estaba cansada de estar boca abajo y que se iba poner boca arriba, el hombre como que se asustó y cuando hacía el ademán de levantarse le hice con la mano que esperara. Le dije a Olga : " que esperara, que le daba el masaje en las piernas " y le pregunté de nuevo si le bajaba las mallas para hacerlo mejor?. ella me dio el OK, así que teníamos el campo abierto pensé. Le hice el gesto a al viejo para que le bajara la malla. No sé si el se percató o no de que Olga sabía que aparte de mi estaba este hombre, pero el también o lo disimulaba muy bien, aunque al hacer el ademán de marcharse anteriormente me despistó.

De nuevo le marqué a Olga con la señal tocando su sacro......

Continuo mañana de nuevo.
 
Estuvimos hace poco en tenerife, y a ultima hora en la playa quedabamos nosotros y otra pareja, y si cortarse nada se pone a chuparmela y ellos con el calentón empiezan tambien, nos levantamos nos ponemos a su lado y me pongo a follarmela a 4 patas, ellos del calentón tambien, y se levanta mi pareja y le dice si se la puede chupar, que morbazo me dió, empieza a chuparmela ella a mi , y empezamos a follar a 4 patas hasta que nos corremos en sus caras. Despues quedabamos todos los dias, un día entero nos cambiamos y yo dormi con ella, tenía unas tetazas pasamos la noche follando. Que semana pasamos.
 

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