No puedo establecer con precisión cuando fue mi primera "paja", en el sentido de
que recuerdo -de niña- cuando comencé a masturbarme
En la noche, en mi cama, y con la luz apagada
me gustaba meter mi almohada entre mis piernas y restregar
mi clítoris contra la almohada y eso me provocaba placer, y muchas veces la almohada
terminaba mojada.
No sé que edad yo tenía, pero creo que eran unos 12 años.
MI PRIMER POLVO.
Mi primer polvo si, no se olvida,
Yo tenía 13 años, y estaba enamorada de mi primo.
El tenía 19 años en esa época y -para mí- era el chico mas guapo sobre la tierra.
Mi primo era nadador, y yo lo acompañaba a competir, así podía ver su cuerpo cuando
salía de la piscina y me gustaba abrazarlo con la excusa de felicitarlo por haber
competido y ganado.
Fue en un verano cuando con mis padres fuimos de visita a la casa de mis tios.
Era una tarde calurosa, y en la sobremesa, yo me aburria porque las conversaciones
de los adultos trataban temas que no me importaban.
Asi que cuando mi primo me propuso que fueramos a charlar sentados dentro del auto
de mi tío, que estaba guardado en el garage me pareció divertido.
Claro que los planes de mi primo no eran "charlar" conmigo y yo creo que lo intuía.
El coche era un escarabajo volkswagen, y nos acomodamos en el asiento trasero.
Al principio mi primo intentó besarme, yo un poco me resistí, no se porqué, solo que
a esa edad pensaba que esa debería ser la conducta "normal" de una mujer ante los
avances de un hombre.
Al final dejé que me besara, pensé que con eso se calmaría, a fin de cuentas él me
gustaba y -de alguna forma- lo deseaba.
Como hacía calor yo estaba con poca ropa, apenas, una minifalda de jean, un "top"
y mis bragas.
Así que cuando mi primo intentó meter su mano por debajo de mi top, para tocarme
las tetas, quise resistirme pero él era mucho mas fuerte.
Cuando pellizcó mis pezones me retorcí del dolor, pero al mismo tiempo me sentí
extrañamente excitada.
Intenté retirarme pero mi primo ya estaba muy excitado y descontrolado.
Luchamos, en el estrecho espacio del asiento trasero del coche, pero cuanto mas me
resistía mas excitado se ponía mi primo, ya se había bajado sus shorts e intentaba
meter su sexo entre mis piernas.
Fúe extraño pero no sentí el momento en que me penetró, solo recuerdo que sentí sus
embestidas y me percaté que lo tenía dentro, lo que significaba que yo ya estaba lo
suficientemente excitada y naturalmente lubricada como para que la penetración fuera
tan facil que en medio de la lucha, no pude sentir cuando lo tuve dentro.
Mi primo no fue dulce, fue salvaje, y yo también lo fui, le clavé las uñas en la
espalda y en las nalgas, pero él no lo sentía, estaba demasiado encarnizado en mi
cuerpo y en su propio placer egoísta.
Sentí cuando eyaculó, me mordió el cuello mientras gozaba, dejándome una marca que
necesité ocultar de mis padres.
Recuerdo que nos quedamos jadeantes y en silencio, como tomando conciencia de lo que
él y yo habíamos hecho.
Cuando retiró su sexo de mi vagina, salió un liquido rojizo, que era su semen con
la sangre de mi virginidad perdida.
Yo estaba bañada en sudor, me vestí como pude y con mi primo usamos la manguera de
jardín, para mojarme la ropa y fingir que era agua lo que me había empapado.
A los dos dias de perder mi virginidad, recuerdo que menstrué, así que asumo que
eso me previno de un embarazo no deseado, ya que mi primo no usó protección.
-Despues de esa experiencia, me sentí mujer, y mi primo y yo nos convertirmos en
amantes, y nos encontrábamos a escondidas solo para tener sexo, porque sabíamos que
la familia jamás aceptaría nuestra relación.
Recien cuando mi primo se casó y formó familia dejamos de vernos.