En mi vida tuve muchas ocasiones desaprovechadas principalmente por culpa de mi carácter. Soy extremadamente tímido para temas sentimentales/sexuales y eso se manifiesta de dos maneras:
1-Me cohibo y freno a la hora de conocer mujeres: si me gusta una, se activa un mecanismo que me boicotea, de tal modo que, en lugar de promover comportamientos por mi parte que le dejen claro que ella me interesa, hago lo contrario y disimulo cualquier interés.
2-Soy incapaz de detectar cuándo yo le gusto a alguien. En los últimos años he espabilado y he ido a terapia, y eso me ha servido para darme cuanta de varias veces en las que me estaban tirando los trastos y yo ni me enteré.
Todo eso ha provocado que mi vida sexual y sentimental haya sido bastante sobria en mi juventud (cuando debía ser lo contrario). Las veces que tuve rollo en esa época es porque ellas estaban deseándolo mucho y me conquistaban ellas a mí. Tuve relaciones muy buenas, pero sé que podrían haber sido muchas más si no fuera por este carácter mío.
Con el tiempo he espabilado bastante, pero para alguien tímido como yo las redes sociales e Internet han sido como el maná del cielo, me han ayudado mucho en ese tema y, de hecho, a mi esposa la conocí en un entorno 2.0.
Por poner un ejemplo, con veintipocos perdí la oportunidad de un trio con dos chicas, unas amigas con las que fui a la casa de la playa de una de ellas. Se supone que íbamos a ser más personas pero al final solo estabamos los tres. Ellas tonteaban entre ellas pero con miraditas a mi. La cosa fue a mayores, empezaron a besarse y enrrollarse… y yo me fui. Interpreté que querian pasar un buen rato a solas y yo sobraba.
Años después una de ellas me confesó que era una encerrona, que nunca llegaron a invitar a más gente para estar solas conmigo y que cuando vieron que, en lugar de unirme a ellas, me iba, lo interpretaron como un rechazo y les molestó. De hecho nuestra amistad se enfrío tras eso.
Sinceramente, habría ayudado mucho que en ese momento me hubieran invitado de una manera más explícita, pero en fin, lo que queda es que así sigo, 20 años después continúo sin un trío