No sé si fui cornudo

Gracias a ti por haber compartido tu historia con nosotros, una lástima que termine. Pero cómo bien dices los hechos son los que son....
 
He tardado un poquito, sobre todo, por falta de tiempo, pero voy a terminar con la historia ya.

Al volver, la verdad, es que yo no la noté nada raro. Lo único, fue ese detalle que ya he contado, al ayudarla a deshacer la maleta, me topé con el tanga que había llevado la última noche y vi el manchurrón ese, que en ese momento, ella lo achacó al hecho de que estaba ovulando. Una respuesta, además, muy rápida que sonó bastante convincente.

La realidad, como ya he contado, es que se había mojado, bastante, esa noche por todo lo que habían hecho cuando aun le tenía puesto. Como estaban en el piso de él, metió, sin más, el tanga en la maleta, sin pensar que yo iba a ayudarla a deshacer la maleta. Tampoco pensó, cuando la deshacíamos, en el tanga, no se dio cuenta siquiera que tuviera esa mancha.

Cuando la pregunté que como es que había contestado tan rápido a mi pregunta, ella me dijo que no sabía, que fue lo primero que le vino a la mente.

Los días, entre nosotros, transcurrían con normalidad, él la llamaba al trabajo porque era en lo que habían quedado. Ella le prohibió llamarla o mandarla mensajes al móvil y le dijo que podía llamarla al trabajo. Allí, nadie pregunta nada, piensan que puede ser un cliente. Te pasan a una centralita, luego pides al departamento con el que quieres hablar y, por último, das el nombre de la persona y te la pasan, sin más. Ella, incluso, borró el teléfono de él.

Hablaban mucho al principio y, como es lógico, luego cada vez menos. Ella me cuenta que tenía sentimientos encontrados, por un lado la había encantado la aventura con él y dudaba si ponerle en fin en la visita planeada o continuar viéndole si fuera posible.

A medida que pasaban los días se inclinaba más por tener un último encuentro con él y dejarlo definitivamente.

Finalmente, pusieron la fecha en la que iban a hacer la visita y él la llamó para confirmárselo.

En principio, se apuntaron todos los del grupillo, pero, a medida que se acercaba la fecha se fue cayendo la gente, por unos u otros motivos. Estuvieron, incluso, a punto de posponerlo por ese hecho pero, Gonzalo, obviamente, tenía mucho interés en venir.

Al final, sólo se apuntaron él y otra compañera del grupito (por ahí hay algún comentario que daba por hecho que eran dos chicos, yo no lo he dicho en ningún momento, he utilizado un plural he dicho dos compañeros, no he sido inclusivo, quizás, pero eran chico y chica).

Ella, en principio, no me dijo nada hasta estar segura que venía, porque como he dicho, dudaban si posponerlo, me lo comunicó el día antes porque, normalmente, yo a esos encuentros de trabajo no suelo ir ya que me aburren y, además, ella entendía que si, encima, me lo decía con poco tiempo, con mayor seguridad la diría que no.

Cuando me lo dijo yo la contesté con un bueno, ya veremos. Cuando digo eso suele ser no, pero llegó el día y ya por la tarde, la dije que sí, eso la descolocó, no supo reaccionar, encima no tenía el teléfono de Gonzalo. Pensó que, como me iba a aburrir, quizás me fuera y ella podía quedarse, vio esa opción como la más idonea.

Al ir a la cena, la reacción de él fue la que he contado. Cuando ella vio su actitud, se dio cuenta que la opción que ella había pensado se desvanecía y, encima, yo, al ver la reacción de él (a lo que había que sumar lo del tanga) no hice amago en ningún momento de irme.

Ella tuvo, después, que lidiar con dos situaciones, la de su compañera, a la que había dicho que estábamos separados, y la de él.

A su compañera, el lunes siguiente, le dijo que habíamos vuelto, al poco de regresar de Salamanca y que la perdonara por no decirla nada, porque íbamos poco a poco y que, después de lo de Salamanca, la daba bastante vergüenza.

Gonzalo, ese mismo lunes, la llamó y la montó un número bastante gordo, la debió llamar de todo, ella no me ha contado lo que la dijo, pero ahí esfumó, definitivamente, las posibilidades de volver a tener nada con ella. Es curioso, lo hábil que fue para seducirla y lo torpe que fue reaccionando de esa manera.

Y hasta aquí la historia, igual el final ha decepcionado, pero desde un primer momento he dicho que iba a contar los hechos tal y como sucedieron.

Gracias por la acogida y espero que hayáis disfrutado de esta aventura tal y como yo lo he hecho

Gracias por terminar y cerrar la historia

Una duda que me ha brotado al leer esta parte y que he pensado si a ti no te surgió al contártelo todo

¿Y si la reacción de esa noche del muchacho en la cena y después no hubiera sido la que fue?
¿Hubiese continuado la aventura con él?

Obviamente a distancia y espaciada pero probable?
 
Gracias por terminar y cerrar la historia

Una duda que me ha brotado al leer esta parte y que he pensado si a ti no te surgió al contártelo todo

¿Y si la reacción de esa noche del muchacho en la cena y después no hubiera sido la que fue?
¿Hubiese continuado la aventura con él?

Obviamente a distancia y espaciada pero probable?
Claro que sí me surgió esa pregunta. Aquí hay dos cosas, por un lado, si yo no hubiera ido esa noche habrían follado, fijo, porque ella fue con esa idea y él vino con esa intención, también.

Si él, esa noche no hubiera reaccionado de esa manera, y si yo me hubiera ido, también habrían follado.

Si, después de esa noche, aquí viene lo más complicado, él no la hubiera llamado a decirla lo que la dijo, ella dice que, seguramente, si la llama y hablan del tema civilizadamente y él la propone hacerla otra visita otro día, era bastante probable que hubiera quedado con él. Lo que no me puede asegurar es que hubiera más veces. Yo pienso (y eso es cosa exclusivamente mía,) que si las visitas no las dilataba excesivamente en el tiempo y, de vez en cuando la hubiera llamado, la cosa podría haber durado un poquito, no sé cuánto.

En cualquier caso, como decía, él fue muy torpe, tanto en esa noche, como en la llamada que hizo el lunes siguiente. Incluso, yo diría, que la mayor torpeza fue la llamada del lunes, porque una reacción, así, en caliente, sin esperartela, teniendo en cuenta su edad, también, es hasta entendible y pasable, pero la llamada, diciéndola lo que la dijera, dinamitaba todo.
 
Última edición:
Gracias a ti por haber compartido tu historia con nosotros, una lástima que termine. Pero cómo bien dices los hechos son los que son....
Bueno, ha sido un placer, también habéis ayudado mucho con vuestros comentarios, que me ha animado a seguir escribiendo día a día. Es curioso, fíjate, de aquella, no tenía la mentalidad de ahora, una infidelidad me parecía imperdonable, lo peor, por eso, cuando ví la reacción de Gonzalo, tuve claro que no la iba a dejar sola en esa cena.

Si fuera hoy, me habría ido deliberadamente ;)
 
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