Tras la chapa, y para dar ejemplo voy a contar como fue la primera paja que yo hice a un chico no sin antes explicar como y de qué manera llegué a ello. Quiero empezar contando que aunque nunca he sido una chica despampanante, sí que era lo que podemos llamar resultona ,no sé si era por mi físico bastante desarrollado para mi edad o bien por mi forma de ser, ya con 13 años, un chico llamado Manolo (nombre ficticio) estaba enamorado de mí, la verdad que yo de él, no, pero me gustaba la sensación de lo que me hacía sentir, ver como hacia lo que yo quería, ver como bebía los vientos por mi ....con Manolo descubrí los primeros besos ,(bueno en realidad los primeros piquitos ) éramos los dos tan jovencitos que con esos besos nos conformábamos . Así estuve cerca de un año, en realidad solo nos veíamos los fines de semana, yo me desarrollé de cuerpo y mentalidad antes que él y lo dejamos. Con casi 14 años me enamore perdidamente de otro chico, era mucho mayor que yo, tenía 18 años y coche, se llamaba Juan Carlos, era alto, moreno y muy guapo. Por supuesto, él no se había fijado nunca en mi (aunque debía de conocerme porque era familia de la mujer de un tío), yo estaba tan enamorada de él que cuando entraba en algún lugar donde estaba me daba un vuelco el corazón, si por un casual se cruzaban nuestras miradas solo con eso yo era feliz, por supuesto que Juan Carlos tenía muchas noviétas o prentendientes, después de unos 6 meses (solo fines de semana), conseguí que se fijara en mí, pues cuando entraba yo en la discoteca no tardaba mucho tiempo en venir a bailar conmigo, yo intentaba que no se me notara mucho lo enamorada que estaba de él. Como mis hermanos siempre estaban pendientes de mí, una noche le pedí a una amiga que me cubriera si mi hermano preguntaba por mí, porque esa noche Juan Carlos y yo queríamos ir a dar una vuelta con su coche. Salimos de la disco y nos fuimos a una calle a las afueras del pueblo (donde yo solía ir los fines de semana) para que por fin pudiéramos besarnos, puso música romántica en el cassette del coche y nos introdujimos en los asientos traseros para según él estar más cómodos. Yo estaba tan nerviosa por si no sabía como hacerlo que pensaba que el corazón se me salía del pecho, hasta que me cogió de la cabeza para acercarme a su boca y posar mis labios sobre los suyos, en ese momento ya no sentía ni nervios ni nada, simplemente al notar su boca junto a la mía me deje llevar, al notar como me habría la boca con su lengua me deje hacer. Fue lo más maravilloso que nunca había sentido, no quería que terminara nunca. Momentos después sentí como comenzaba a tocarme los pechos exteriormente, se veía que le gustaban y eso a mí me agradaba, con tanta excitación no dije nada al notar como metía sus manos por debajo de mi blusa y sujetador para tocarme las tetas, comenzó a gustarme como lo hacía e instantes después se separó de mi boca para decirme que le gustaría vérmelas, me subí la blusa y sujetador al cuello y se las mostré, Juan Carlos encendió la luz interior para ver mejor y durante unos segundos se quedó embobado mirándolas a la vez que me decía que eran preciosas y volvió a arrimar su boca a la mía para buscar con su lengua a la mía, mientras seguía tocándomelas, al rato volvió a separar su boca de la mía para dirigirse a uno de mis pezones comenzando a chuparlo y lamerlo, después hizo lo mismo con el otro mientras seguía masajeándolos, cuando volvió a besarme bajo una de sus manos a mi entrepierna, ahí yo lo paré, sentí terror, de que pudiera meterme mano en el coño, no estaba preparada para eso, agarrando su mano le pedí que nos fuéramos ya, que puede que mis hermanos estuvieran preocupados buscándome, el me pidió perdón y me dijo que no me enfadara que no volvería a ocurrir, que estaba muy excitado y por ello lo había hecho, y me dijo “mira cómo me tienes” llevando mi mano a su paquete, note un bulto muy grande y duro, con su mano encima de la mía se la restregaba, nos volvimos a besar y al momento separándose unos milímetros su boca de la mía me susurró si me gustaría verla, yo no sabía que contestar, supuse que sería justo que yo le viera la polla ya que él me estaba viendo las tetas, tímidamente acerté a decirle “Bueno, vale”, a los pocos segundos tenía su pantalón y su calzoncillo en los tobillos, yo me quede embobada mirando ese pedazo de carne dura que descapullada apuntaba hacia el techo, era la primera polla que veía en mi vida, se lo hice saber a él, nunca imaginé que el aparato de un chico llegara a tener esas dimensiones y esa dureza, yo deseaba poner mi mano allí para notar su tacto y consistencia pero no me atrevía, volvimos a morrear, mientras lo hacía notaba un movimiento en el cuerpo de Juan Carlos, me separé y vi que tenía una mano moviendo su polla, paró su movimiento (creo que por vergüenza), pero había visto que estaba haciéndose lo que tanto había escuchado que se hacían los chicos, “una paja”, como yo no sabía que decir ni que hacer en ese momento, pero no podía dejar de mirar, al ver que yo no reaccionaba de ninguna manera, él me preguntó si quería tocarla, yo no acababa de decidirme y para que todo fuera más suave, sin articular palabra alguna ninguno de los dos volvimos a besarnos, mientras a la vez él puso su mano sobre la mía, la acarició y me la llevó hasta posármela en su dura polla, yo la agarré y palpé, apretándola y desapretándola, Juan Carlos me la movía arriba y abajo, recorriendo con mi mano toda su inmensa polla, yo me dejaba llevar, momentos después separándose de nuevo me susurró, “así es como se menea una polla, ¿quieres ver y aprender como se hace? ”, sin saber que decir o hacer se me pasó por la cabeza que todo estaba yendo muy rápido, de no saber nada con respecto al sexo a ver, tocar y pajear una buena pija, pero esa pija era la del chico más popular y guapo del pueblo y él, pudiendo estar con la chica que quisiera, me había elegido a mí, y estaba segura que muchas otras chicas estarían encantadas de estar en ese momento en mi lugar en esa situación ….. , esos pensamientos me llevaron a decirle que “si”, que quería hacerle la paja, pero que primero prefería ver como lo hacía él para aprender, por ello retiré mi mano y Juan Carlos comenzó a meneársela mientras me decía “mira, así es como nos la meneamos los chicos, si pones saliva en tu mano se desliza mejor”, él se escupió la saliva en la mano y siguió meneándosela unos segundos parando después y diciendo “continúa tu sola ahora”, tras haber visto como movía Juan Carlos su mano sobre la polla, yo puse saliva en mi mano y continué haciéndole la paja como había visto que se lo hacía él, vi cómo un líquido transparente brotaba de la punta de su capullo y al manchar mi mano se deslizaba aún mejor que solo con mí saliva, parando yo momentos después al pensar que ya había acabado, cosa que no era así porque me dijo que no parara, que siguiera, yo pensaba que no lo había hecho bien y querría volver a correrse, mientras se la meneaba me corrigió algunas cosas, como que no se la apretara tanto, y que le cubriera y descubriera totalmente el capullo, que se lo acariciara con la yema del dedo gordo de vez en cuando y que aumentara poco a poco el ritmo ….. , al poco rato comenzó a brotar el esperma de su polla, al salir el primer chorro y caer sobre mis pechos me detuve asustada y él poniendo su mano sobre la mía me guio para moverla acompasadamente para seguir expulsando todo lo que llevaba dentro mientras decía, “sigue, no pares ahora que me estoy corriendo, mira tienes que hacerlo así, ahora se hace así”, me indicó que en vez de seguir meneándola rápidamente, ahora tenía que retraer fuertemente la mano contra su abdomen para dejar toda la piel atrás y que su capullo aflore totalmente y en ese momento salga otro potente chorro de esperma, y así hasta unos cuantos más que cayeron incontrolados por todos los sitios, manchando los asientos del coche, cuando dejo de salir leche de su polla mis manos estaban cubiertas de semen, me las limpié con unos pañuelitos, Juan Carlos me limpio las tetas y lo que me había caído por el abdomen y tras ello nos fundimos en un nuevo y largo morreo, mientras nos recomponíamos me dijo que para ser la primera vez, no había estado mal, que ninguna otra chica se la había meneado tan bien la primera vez, y que alguna otra ya quisiera hacerlo igual aunque ya ha pajeado bastante a más de uno. Cuando estuvimos listos volvimos a la disco, en ese momento estaban sonando las lentas ,yo pensé que se iría a bailar con otra de las que andaban detrás de él, pero no, me abrazo y muy pegaditos bailamos, no besamos y al rato noté que volvía a estar excitado, notaba su pedazo erección y me sentía poderosa de ver que se volvía a excitar bailando conmigo y de que todas las chicas (amigas, conocidas y demás) me miraban con envidia. Esa noche me fui muy contenta a dormir, al día siguiente tenía la esperanza de verlo, pero no fue así. Después de esa primera paja que hice mi vida y el modo de ver el sexo cambió totalmente, me encanto y desde entonces me encanta hacer pajas, a mi marido se las hago continuamente y mientras se la meneo le cuento (porque le encanta oírlo) como se las hacía a otros, se corre en un visto y no visto