NUEVOS COMIENZOS
(PARTE 1)
Aquella noche con mi padre había sido de las cosas más morbosas que había experimentado con el. Los dos nos estábamos volviendo bastante cerdos y en el fondo, aunque aquello me gustaba y lo estaba disfrutando, por otro lado me invadía el sentimiento de culpa y de que esto no estaba bien, mi madre, la situación…sabía que eso no era lo normal y empecé a rallarme fruto de todo lo vivido.
Los siguientes días hicimos vida normal sin pasar ninguna línea de ningún tipo. Yo seguía cascandomela en la intimidad (pensando en las situaciones con mi padre con más frecuencia de la que pensaba que no tendría) y mi padre seguía follandose a mi madre a lo bestia sabiendo que yo podría espiarlo…pero durante un tiempo corte el rollo.
Vinieron exámenes finales y centre toda mi atención en acabar los estudios para poder disfrutar como es debido del verano, así que con un buen empujón pude terminar todo sin problemas y dedicarme a disfrutar con los colegas por ahí pasando un verano de puta madre y olvidándome de todo aquello…pero la realidad fue bien distinta.
Mi madre se tomó varios días de vacaciones con las amigas (siempre se iban unos días la pandilla del colegio sin los maridos) y mi hermana ya estaba haciendo su vida, lo que significaba que la casa se quedaría en exclusiva para mi padre y para mí varios días sola, sin tías, solo los machos de la casa (como hacía referencia muchas veces mi padre a la familia).
Tenía planeado un viaje de colegas a Ibiza para pasarlo de coña pero todo se torció a última hora por algo que no diré aquí ya que no tiene mayor relevancia para la historia, solo diré que nos jodió las vacaciones.
Así que los primeros días los pasé con mi padre solo en casa y aprovechando que no había nadie sabía que me sacaría el tema (iba a ser inevitable de todas maneras). Al quedarnos los dos solos siempre íbamos en calzoncillos y sin camiseta e incluso en algunos casos sin nada puesto y digo esto porque mi padre no tardo ni medio día en ir en pelotas por la casa mientras yo iba en calzoncillos.
Ey colega, buenos días! -me dijo tan tranquilo con la polla morcillona.
Joder papá! - le exclamé yo.
Que pasa? Ahora te vas a extrañar por ver a tu padre en pelotas? A estas alturas?
No coño, pero no esperaba encontrarte asi -le dije.
Es verdad que al principio me quedé incrédulo pero reconozco que ver así a mi padre me dio mucho morbo, lo admito.
Venga, quítate tú también los calzoncillos -me soltó.
Si hombre, que no nano -aquí en Valencia es muy común usar la palabra de turno y en aquella época aún más.
Venga, quítatelos o te los quito yo eh?.
Entre verle y escucharle decir eso mi polla empezaba a soltar precum y si ahora me quedaba en pelotas no iba a poder disimularlo de ninguna de las maneras. Pero como sabía que mi padre era un capullo podría venir el a quitármelos con la broma (le conozco bien).
Así que me levanté y me bajé los calzoncillos, los enrollé cual pelota de baloncesto y los tiré al cesto de la ropa.
Eso sí que es alegría mañanera eh? Así me gusta. - me dijo
Ya estás contento? - le solté
Ahora si

-me dijo guiñándome un ojo
Puedo desayunar ya? - le pregunté
Si si, desayuna que tenemos que hablar después -me dijo mientras se bebía el café yendo hacia su habitación.
Me puse a desayunar tranquilo pensando en que querría hablar mi padre conmigo. No sé si había pasado alguna cosa o había sucedido alguna cosa que yo no sabía. Más tarde descubriría que mi padre quería hablar de nuestro tema privado, pero como la cosa se había enfriado tanto ni por asomo imaginaba que los tiros irían por ahí.
Acabé de desayunar y me dirigí a su cuarto, ahí estaba mi padre tumbado en su cama, con su cuerpo totalmente estirado, relajado, aquel pecho velludo brillando con los rayos del sol al proyectar en él y algo sudado ya que era verano y en las habitaciones no teníamos aire acondicionado, solo ventiladores.
Se encuentra el señor relajado? -le dije con un tonito de sorna.
De cojones chaval -me soltó.
A ver, de que quieres que hablemos? -le dije.
Siéntate aquí al lado de tu padre anda -haciéndome señas con las manos.
Fui y me senté a su lado y incorporándose mi padre enfrente de mí, empezamos a hablar:
Que te pasa hijo? Llevas una temporada evitándome más de lo habitual, no me sigues el rollo…pensaba que éramos buenos colegas y que lo estábamos pasando bien…casi ni me has mirado a la cara estos días.
La verdad que lo dijo con tal tono lastimero que hasta hizo que me sintiera mal el cabronazo

pero fui sincero:
Papá yo…mira, te voy a ser sincero, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me da mucho morbazo que quieras hacer de tu hijo todo un hombre, pero por otro lado tengo mucha culpa. Por mamá, la situación, esto no es lo habitual en una familia ni mucho menos lo habitual en general y estoy entre el morbo y la culpa…
Sabía que tenía que sincerarme con él para poder ser libre y quitarme ese peso de encima.
Mi padre se quedó así un poco pensativo y me soltó: eso era todo?
Mi cara de sorpresa vino seguida de: como que todo? Te parece poco? - le dije
A ver hijo -empezó diciendo- no te ralles más de lo que no toca, no es algo habitual pero tampoco es nada anormal. Yo quiero darte la educación que considere y quiero que seas un auténtico hombre. Si lo que te preocupa es tu madre, créeme que ella de vacaciones no se lo está pasando mal tampoco.
Como que no se lo está pasando mal tampoco? -dije con cara de asombro.
Pues que tú madre y yo hace mucho tiempo que tenemos una relación abierta, que podemos calzarnos a quien queramos, que te piensas? Que va a estar con las amigas como si nada?
imaginaos mi cara de no entender absolutamente nada…
Y os parece bien? -le dije a mi padre sorprendido
Tenía dos opciones -me dijo mi padre- o me sinceraba con tu madre o sería una cornuda para siempre, y no se lo merece.
Me quedé un poco en silencio y acto seguido le dije: y entonces?
Entonces nada -me soltó. Es la vida de tu madre y la mía y tú no tienes que meterte en nada. Pero si era esa toda tu preocupación de estos días pues puedes estar bastante tranquilo.
Empecé a imaginarme a mi madre montada por otros tíos y empecé a empalmarme. Ósea la confesión aún me tenía algo descolocado pero no sé qué cojones que lo primero que me vino a la mente era eso.
Mi padre al ver que estaba empalmando me dijo: en qué piensas tío? Se te está poniendo dura.
Pues…me imaginaba a mamá con otros tíos y no se porque me he empalmado, no por mamá eh? Por la situación -le solté.
Porque eres un cerdo como tu padre -me soltó entre risas.
Después de esa charla estuvimos hablando un poco de cómo había empezado todo y que si tenían conocimiento los dos de lo que hacían con otros y básicamente el funcionamiento de pareja abierta que, por aquel entonces, no era tan normal como ahora.
Después de la charla mi padre me hizo una confesión que me puso la polla dura como un roble.
Sabes? A tu padre le gusta que tu madre venga llena de lefa y que tu padre la meta con el coño relleno y volver a llenarla yo.
Me empezó a invadir un calor tremendo, la polla se me empezó a poner increíblemente tiesa y si me hubiese recreado más hasta creo que me habría corrido sin tocarme.
Ey tio, te mola el tema o que? -me dijo mi padre
A ver, es morboso de cojones papá. -le solté.
Así que te da morbo el tema eh? Me dijo.
Si, mucho.
Que cabronazo eres - me soltó mi padre. Si en el fondo eres como yo.