carlosby
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Gracias por contar la experiencia.Pues nos decidimos porque fue pasando el tiempo, no íbamos y queríamos probar la experiencia.
Llegamos y la puerta, y como nos empezamos a preguntar, vio que éramos nuevos pues dijo que ella recomienda empezar por la de parejas, pero que muy bien por lo valiente que éramos. Y que podíamos follar en cualquier sitio menos en la piscina.
Nos dieron las chanclas, toallas, y pulsera para la taquilla y nos fuimos a cambiar al vestuario mixto.
Salimos con las toallas hacia la piscina y allí había 2 parejas más y varios chicos solos. Nos metimos en el agua en un banquito que había, sin nadie relativamente cerca (la piscina no es muy grande) y nos pusimos allí a ver un poquito todo.
Un de las parejas, ella estaba saltando sobre la polla de su chico, era evidente, por los votes y la cara de ella, hasta algún gemidito se oía. La otra pareja estaba al nado viendo de cerca, como si nada, o esa era la impresión que me daba.
Los chicos que había, miraban para un lado y para otro, observaba, se les notaba "impaciente" porque les hicieran una seña. Empezaron a entrar y salir de la piscina, se metían en las saunas y salían, subían para arriba y volvían a bajar, se les veía intranquilos, buscando....
Nosotros cuando ya habíamos visto esto, pues nos pusimos cariñosos entre nosotros, nos empezamos a besar, a tocar. Yo por lo menos me centre en mi mujer, porque al principio de realizar cosas así me da un poco de vergüenza (con lo que soy luego). Estuvimos un rato así, y decidimos cambiarnos de lugar y nos metimos en una sauna, en lo que entramos empezaron a entrar y salir los chicos solos. Nos sentamos ahí y nos empezamos a tocar, al final fui yo más a mi mujer que ella a mi. Ella empezó a disfrutar y a hacer ruiditos, había chicos que se iban y se salían al ver que no interactuábamos, otro se quedo y se empezó a masturbar, se le oía a mi espalda. Nosotros seguimos a lo nuestro, hasta que mi mujer se medio corrió (es difícil estar tranquilo la primera vez, también para ella aunque es un poco más decidida) y nos salimos.
Nos volvimos a meter en la piscina, había alguna pareja más y los chicos solos de antes. Y nos pusimos en una esquina para refrescarnos del calor de la sauna, y mi mujer pulsó el botón de los chorros y eso fue un geiser de agua. A mi mujer le empezó a entrar la risa porque es que se la llevaba y a mi me hacía tragar agua porque la tenía cogida, con que nos empezamos a reír los dos, y fue un momento de distensión entre la seriedad del ambiente, porque la gente se empezaba a sonreír y a ver lo cómico de la situación, ahí decidimos salirnos a tomar la consumición que nos tocaba a cada uno y a relajarnos. Esto lo hicimos en una salita con sofás, donde hablábamos y comentábamos todo, los de los chicos solos, que era un poco raro verlos pulular por todos lados, que había mucho chico joven, lo que nos había pasado en la sauna y en la piscina, hemos tenido un momento distendido, volviéndonos a reír.
Luego decidimos subir para arriba a ver que había, que salas, fuimos pasando por todas, y estaban vacías, hasta que llegamos a una que había una donde uno se estaba follando a una mujer donde no se le apreciaba la cara y 3 chicos más esperando, mirando o no, tuvimos que entrar con cuidado para no molestar y como pidiendo permiso aunque no hablamos. Mi chica se agobio, le pareció sórdido, muy frio. A mi también no me resulto excitante, por lo menos según estábamos. La chica lo estaba pasando bien por lo que se oía. A la que seguimos viendo había una sala oscura con puerta que tenía un ventanuco a 80 cm de altura. Nos metimos ahí y cerré la puerta, porque quería follarme a mi mujer, quería poder disfrutar el momento. Primero le comí el coño cobre una camilla que había hasta que se corrió, y luego le hice que me la chupara un rato. En todo momento oíamos a gente pararse en la puerta, se veía a chicos mirar. Cuando me apeteció me puse a follar a mi mujer hasta que ambos acabamos, con la mirada de alguno que estaba por ahí y con los gritos de fondo de la chica de antes y de sus amantes.
Ahí nos bajamos para la piscina porque estábamos sudando. Nos pusimos en cubículo de la piscina que tenía chorros por abajo y por los lados, y al tener a mi mujer sujeta en alto sobre una pared, el chorro le daga en una zona estratégico que hacía que sintiera mucho, disfrutando mucho, no sabiendo si la tocaba yo o el chorro. En un momento un hombre que había del otro lado de la pared del cubículo, le empezó a rozar el brazo (el único que se "insinuó" sin ser invitado, el resto te respetaba, cosa de agradecer), y ella no se enteraba, porque con tanto chorro y mover de agua no sabia si era yo o que, hasta que se dio cuenta de que eran muchas manos, ella siguió a lo suyo hasta que se corrió, el le rozó con un dedo la espalda también, pero como acabamos pronto, pues no llego a más. Yo estaba disfrutando mucho de los chorros pero no llegue a poder terminar. Tuve que salir al servicio y me conto mi mujer que cuando se quedo ahí el de al lado le intento volver a rozar el brazo, y entre esto y la pareja del principio que la tenía gimiendo al lado, se sintió en un poco incomoda (se lo noté en la cara cuando llegue), así que nos salimos y fuimos a tomarnos otra cerveza a la zona de los taburetes.
Estábamos hablando desenfadadamente de las cosas que vimos, que sentimos, comentando todo.
Ahí hay un banco columpio y había una pareja, al principio hablando, tranquilos, pero debe ser que nuestra presencia les animó y empezaron a tocarse, a comerle el coño, a follarla sentados en uno frente al otro, a chuparle la polla, a ella cabalgarla con el tumbado. Mi mujer no dejaba de mirar porque estaba de frente, yo estaba de espalda y era más incomodo mirar y me sentía descarado (fijate tu). Luego ya me coloqué mejor para mirar. Lo hablamos después y era como una coreografía, follaban más para nosotros y el resto que para ellos. A mi me gusta follar para hacer disfrutar a mi mujer y disfrutar yo. Hubo un ratito que si que se dejaron ir y si disfrutaban.
Ahí ya decidimos que llevábamos mucho y nos fuimos para casa.
Nos quedamos con la cosa de fallármela delante de más gente, más abiertamente.
Y nos emplazamos a volver en la sesión de parejas.
Eso si, luego llegamos a casa y aprovechamos la visita para darle más calorcito a lo que quedaba de día.
Desde luego ha sido un riesgo ir la primera vez en sesión abierta; podríais haberos quedado con una sensación mala.
Probad una sesión de parejas y veréis cómo la cosa cambia muuuucho. Más gente, y mucho más respetuosa.