Ella es una puta especial, porque además del vicio inherente a la profesión las antigua del mundo, ella es despampanante y, por ello, merece que le hagamos un regalo a la altura de su clase, para realzar su belleza: entre los 10 o 12 que nos juntemos le haremos un traje de lefa. Nos correteas sobre sus tetas, abdomen, piernas, brazos y pelo, dejándola cubierta de nuestra leche espesa.
Y dejaremos que se le seque, que sobre su piel quede una costra blanquecina como si fuera un encaje obsceno. Y así “vestida” nos la volveremos a follar.