Las dunas

perope

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29 Jul 2023
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Estábamos en unas dunas del pinar que está detrás de la playa. Hacia calor pero no era verano. Mi novia se quitó la ropa y se quedó completamente desnuda. La verdad es que no veníamos preparados. La había recogido en el instituto y habíamos improvisado una escapada a la playa. Yo también me desnude y me tumbé a su lado sobre la ropa que llevábamos un minuto antes.

El agradable calor del sol sobre su piel desnuda tras semanas de frío y lluvia y mi mano pasando por su espalda surtieron efecto y mi novia empezó a separar las piernas para dejar sitio para mi mano. Le empecé a acariciar los muslos y como si fuera sin darme cuenta rozaba los labios de su coño con el pulgar. Ella estaba cada vez más mojada y su respiración era mas agitada. Entonces se giró hacia mí y se quedó sentada con las piernas abiertas y los brazos hacia atrás. Yo empecé a comerle las tetas mientras la masturbaba. En un momento no pude más y bajé a comerle el coño. Sus labios eran grandes y yo disfrutaba estirando los con mi boca, sorbiéndolos, casi masticandolos mientras la follaba con la lengua. Ella me apretaba la cabeza contra su delicioso coño mientras hablaba. Me pedía que siguiera. Me decía que estaba muy cachonda. Me dijo ven y entonces me cogió una mano y se llevó dos dedos a la boca. Y empezó a chuparlos como si fuera una polla mientras yo seguía comiéndole el coño. Por su manera de gemir y moverse resultaba evidente lo cachonda que estaba. Y finalmente se corrió.

Entonces me incorporé y la besé pero sin apenas dejarme apoyar en la ropa que usábamos de toalla me hizo sentar y me dijo "me toca". Entonces empezó a hacerme una mamada. Se tomaba su tiempo. Recorría mi polla con la lengua muy despacio. Se ponía la puntita entre los labios y la dejaba escapar. Yo me relajé. Me recosté hacia atrás y la dejaba hacer. Ella siguió su ritmo lento pero al poco volvía a respirar agitada. Su mamada había crecido en intensidad. Se golpeaba la boca con mi polla. Se la metía todo lo que podía en la garganta. Yo me estaba volviendo loco de placer. Entonces abrí los ojos para verla comerse mi polla de esta manera y vi que estaba mirando un punto detrás de mi. No exactamente detrás de mi. Más allá de mi. Al menos no a mí. Y sin darme cuenta gire mi cabeza para ver que estaba mirando y vi que había un chico masturbándose unos metros más allá. Era un chico un poco mayor que nosotros pero no demasiado. Atlético. Con ropa de deporte. Estaba semi oculto tras un arbusto pero pude ver que su polla era más grande que la mía.
Al darse cuenta de que yo me giraba el chico se subió los pantalones y se fue. Mi novia no paraba de chuparme la polla. Cuando me volví a mirarla ella tenía los ojos cerrados. Yo no podía saber si ella lo había visto. Pero ese tío había estado mirando como mi novia me comía la polla. Y quien sabe cuánto tiempo hacia que estaba ahí. ¿Y si ella le había visto?. ¿Y si aún así me había seguido comiendo la polla? ¿Era porque le daba igual que la vieran? ¿O acaso era que le gustaba? Le dije "había un hombre mirando" Ella preguntó "¿Sí?" sin dirigirme la mirada y seguía chupándome. Me di cuenta de que con la otra mano se estaba masturbando. "Entonces me habrá visto comerte la polla". Ese comentario me puso a mil. "Sí. Te ha visto comerme la polla". "¿Y tú crees q le estaba gustando como te comía la polla?". "Seguro que le estaba encantado. Seguro que no se esperaba ver a una putita como tú chupando polla". "¿Soy una putita? Entonces tendría que haberle pedido que se acercara para comerle a él también la polla". Cuando la escuché decir eso no pude contenerme más y me empecé a correr sin parar. Ella se sacó mi polla de la boca y empezó a recibir lefadas en la boca y en la cara.

Como he dicho no era verano. No fuimos a nadar al terminar. Mi novia se limpió como pudo y al rato nos fuimos. Apenas hablamos a la vuelta. Yo era joven e inexperto y empecé a romperme la cabeza con los celos. Pero solo de pensarlo volvía a ponérseme la polla como una piedra.
 
Estuvimos juntos un año y medio. Puede que un poco más. Prácticamente nos iniciamos juntos en el sexo, más allá de unos pocos escarceos previos con otras personas. Ella vivía en un pueblo de playa y quizá por eso tantas veces acabábamos ahí. Follando en la playa.

No se avergonzaba de su cuerpo desnudo y las primeras veces que hice nudismo fue con ella. Con sus amigos no me importaba, pero recuerdo que las primeras veces en que ella se quitaba la parte de arriba del bikini delante de mis amigos me ponía muy nervioso. Podía ver cómo se la comían con los ojos admirando sus tetas o mirando como se le metía el tanga en el culo. Incluso a veces me enfadaba aunque no me atreviera a decirle nada. Recuerdo una cena en su casa una noche que sus padres no estaban y a la que habíamos invitado a amigos de amigos, en la que ella estuvo todo el tiempo con un bikini minúsculo que apenas le cubría los pezones.

Pero como digo, a ella no le importaba que la miraran. Para nosotros lo normal era salir de marcha y luego ir a bajar el pedo nadando desnudos con los colegas. En esas ocasiones no solíamos ir a la playa que quedaba más lejos. Nos quedábamos en unas rocas junto al paseo que bordeaba la costa. Supongo que los vecinos estarían dormidos a esas horas pero siempre caía algún acoplado que flipaba con su falta de pudor. Para ser justo debo decir que no era la única que nadaba desnuda. Varias de sus amigas, no todas, también lo hacían.

Cuando íbamos a la playa es porque queríamos intimidad. Pero no siempre la obteníamos. Normalmente íbamos a enrollarnos a unas hamacas que estaban junto a un chiringuito. El sitio estaba cerrado y apenas se veía nada. Varias veces nos pillaron. Normalmente íbamos tan pedos que nos daba igual pero recuerdo una vez que estuvimos follando en una hamaca, ella sentada encima de mi. La hice girar dándome la espalda. Así me resultaba más fácil chuparle el cuello, agarrar sus tetas o masturbarla mientras ella seguía montándome. Cuando ella se corrió se quitó de encima mío, se arrodilló junto a la hamaca y empezó a chuparmela mientras yo seguía tumbado en la hamaca. En nada me corrí, pero al recuperarme me di cuenta de que pasaba un chaval justo al lado nuestro. Dijo "perdón" y desapareció. Hubo muchas otras veces en que nos pillaron, pero recuerdo está por lo que me sorprendió tener a alguien tan cerca mientras follaba y no haberme dado ni cuenta. Mi novia me dijo que ella no se había dado cuenta tampoco, pero tras lo que había ocurrido aquella otra vez no terminaba de creermelo. El chaval debía conocer a mi novia del pueblo, debía tener uno o dos años menos que ella. Y la había visto follando. Quizá ni siquiera estaba solo y había más colegas suyos por ahi. Viendo cómo me follaba o como me comia la polla. Y probablemente se habían matado a pajas al llegar a su casa.

Ese era el primer verano que estuve con ella. Una vez que estábamos en la playa del pueblo subimos a una duna un poco apartada desde la que se veía perfectamente la playa atestada de gente. Era por la tarde pero aún estaba llena por lo que no era tan raro. Estabamos sentados, ella entre mis piernas, acaramelados. Entonces la tapé con la toalla y empecé a acariciarla. Ella me decía que parara que alguien la podría ver. Que había gente que conocía, amigos de sus padres, compañeros del colegio... Pero se seguía mojando cada vez más y a mí me volvía loco meterle los dedos y acariciar su coño allí a la vista de todo el mundo.


Puede parecer que en ese momento yo disfrutaba de exhibirla. No es así. Por lo general cuando ella se comportaba de forma desinhibida me enfadaba. Pensaba que todo el mundo hablaría de lo zorra que era. De por qué estaba conmigo. Me comía la cabeza pensando en que hacía ella cuando yo no estaba delante... Pero a la vez me encantaba emputecerla. Y ella se dejaba gustosa.
 
Al escribir sobre ella me vienen a la cabeza infinidad de polvos increíbles. Como he dicho prácticamente descubrí el sexo con ella. Y lo practicabamos todo el tiempo.

A ella fue a la primera a la que folle por el culo. Y no han sido tantas. No recuerdo bien como fue. Creo que en un sex shop compramos un bote de lubricante, pero no un bote normal. Era como de un litro. Y al comprarlo me dijo al oído "quiero que me folles el culo". Ese día habíamos ido a una playa a pasar el día, pero yo no dejaba de pensar en lo que me había dicho y en el bote gigante de lubricante de la mochila. Así que de repente recogí todo y le dije "ven, vamos al pinar". Nos adentramos mucho. El pinar que estaba en la parte de atrás de esa playa era enorme. Una especie de bosquecillo con arena en lugar de tierra. Y allí, en un claro extendimos la toalla y nos pusimos a follar.
Fui muy cuidadoso. No quería que por culpa de la arena se echase para atrás. Mientras nos empezabamos a enrollar me puse lubricante en los dedos y empecé a tocarla. Cuando noté que estaba preparada la puse a cuatro patas y empecé a comerle el coño y el culo desde atrás. Le golpeaba el ano con la lengua y presionaba hasta q conseguía meter la punta y luego la sacaba. Y mientras le frotaba el clitoris o le metía dos dedos. Después le puse lubricante. Bastante. Iba cayendo entre sus nalgas, por su coño abierto y bajaba por sus piernas. Y empecé a follarla. Entonces, mientras seguía follandomela despacito le empecé a meter un dedo por el culo. Suave y despacio. Con mi polla en el coño y mi pulgar en el culo ni novia gemía como una perra en celo. Y luego intenté dilatarla un poco más y le metí dos dedos. Estaba muy apretado pero entraban así que los saque y acerqué mi polla. No me resultó difícil meterla. Recuerdo las sensaciones que sentí esa primera vez que follé un culo. La temperatura. La suavidad. La manera en que me apretaba la polla. También el olor. No fue exactamente limpio. No era como una película. Ella se avergonzaba pero yo le quitaba hierro. Estaba en la gloria. Follando el culo a mi novia en las dunas de una playa. Follando el culo a mi novia. Follando...
 
Entiendo que estas anécdotas parecen tonterías de adolescentes pero es que eso es lo que eran. En ese momento cualquier cosa que te pasa es la cosa más imporel mundo. Ojalá viviera con mi mente de adulto muchas de las cosas que viví y ante las que reaccione con inseguridad y enfados. Pero supongo que mi mente de adulto no me dejaría dejarme llevar como lo hacía entonces.

Creo que no he explicado cómo era mi novia. Estatura normal. Delgada pero de huesos anchos. Guapa. Pelo largo castaño claro. Con unas tetitas ni grandes ni pequeñas. Piernas de deportista y un culo de infarto. Muy femenina. No puedo olvidar como le quedaban los vestiditos de verano. Tras unos años sin vernos volvimos a quedar con nuestro grupo de amigos y debo decir que se conserva genial. Hace deporte. Come sano. Tiene hijos. La vida sigue...

No sé ordenar temporalmente estas historias. No recuerdo qué paso antes o después. Pero si que recuerdo que la primera vez que me hizo una paja, una noche en las tumbonas frente al mar, lo hizo fatal. Me masturbó super rápido. Con un movimiento inexperto, sin controlar su fuerza. Arriba y abajo. Arriba y abajo. No me la chupó. Incluso se asustó cuando un chorro de leche salió disparado hacia su pelo. Unos meses después se había convertido en una mamadora experta. Le encantaba chupar polla y lo hacía continuamente. Le gustaba que me corriera sobre sus tetas y luego se las frotaba mientras me miraba. También me dejaba que me corriera en su carita. Normalmente no se la tragaba excepto en situaciones especiales en las que estaba extremadamente cachonda.

No sólo follabamos en la playa. Y si lo hacíamos era tanto fruto de la necesidad como del calentón. También follabamos en su casa si no había nadie o en el coche. Ella vivía en una casa en el paseo del pueblo y en verano se llenaba de turistas. Una vez estábamos fumando un porro en el balcón de su casa, apoyados en la pared de piedra que daba a la calle. Un segundo piso. Entonces le levanté la falda y le hice separar las piernas. Empecé apretando su coño por encima de las bragas. Frotándolo. Acariciándolo. Allí de pie, mientras la gente pasaba por la calle ajenos a lo que pasaba. Ella se mordía el labio para no hacer ruido mientras le apartaba las bragas y le empezaba a meter el dedo o acariciaba su clítoris... Poco a poco nos íbamos convirtiendo en adictos a esas situaciones. Me gustaba tener el control y llevarla a un límite. Pero como ya he dicho, me gustaba tener el control. Cuando lo perdía me frustraba o me ponía celoso.

Ese primer verano follamos mucho en la playa. También de día. Normalmente, por el tipo de playa a la que solíamos ir lo hacíamos de manera disimulada. Caminando un rato por la playa del pueblo se llegaba a una zona en la que se mezclaban los nudistas y las personas con bañador. Pero eran playas familiares. Allí muchas veces haciamos nudismo. Entonces nos resultaba muy difícil controlarnos y terminábamos masturbándonos disimuladamente. Nos tumbabamos sobre las toallas de lado, uno frente al otro y nos tocábamos intentando no despertar sospechas. En el agua también nos magreabamos o me hacía pajas. Normalmente a ella le molestaba que la masturbase en el mar a no ser que estuviera muy cerda. Alguna vez follamos en el agua pero normalmente ella preferia no hacerlo.

Un día estábamos en otra parte de esa misma playa en la que había muchas algas, tanto en el mar como en la arena, por lo que la gente únicamente estaba de paso. No sé cómo acabó comiéndome la polla. Yo ahí tumbado y ella sentada a mi lado, ofreciéndome su coño para que lo acariciase, con la cabeza agachada mientras se metía mi polla en la boca. No pasaba mucha gente pero si pasaba ella se detenia y sin dejar de masturbarme se giraba a mirar. La gente o no se daba cuenta o se hacían los locos. De repente a lo lejos unas figuras familiares. A medida que se acercan me doy cuenta de que son dos amigos míos a los que había dicho que estaríamos aquí. La hice parar y me puse como pude el bañador. Estaba muerto de vergüenza. Seguro que se habían dado cuenta. La postura no dejaba espacio a ninguna duda. Ella ni se inmutó. Cuando llegaron hasta nosotros se levantó completamente desnuda y les dio dos besos, con la misma boca que me estaba comiendo el rabo un minuto antes.
 
También follabamos en el coche. A veces me la comía mientras conducia. A veces la masturbaba yo para hacer el trayecto más entretenido. Ella solía ir sin camiseta, solo con el bikini, cuando volvíamos de la playa, provocando las miradas de los ocupantes de los coches con los que nos cruzabamos. Pero debo decir que no era siguiendo mis instrucciones sino por su propia desinhibición. Un par de veces aparcamos el coche en un terreno al lado de alguna carretera secundaria y follabamos allí en medio del campo, apoyados en el coche a la luz de la luna. Si hacía más frío follabamos dentro, en el asiento de atrás, aparcados en calles oscuras, en aparcamientos, en descampados...

Todo parecía bajo control, pero en realidad estábamos subiendo de nivel. Una vez la estaba llevando a casa en coche pero decidí hacer una parada. Aparcamos en una calle a las afueras. En una zona en la que no hay casas. Pasamos al asiento de atrás y empezamos a enrollarnos. Los dos sabíamos a lo que veníamos y en nada le había sacado el vestido y la tenía sentada encima mientras le comía las tetitas. Y de repente una luz. Sin inmutarse me dice "ha aparcado un taxi". Yo pensé que se querría vestir pero no se levantaba. Al contrario, su pelvis empezaba a frotarse rítmicamente con mi polla cada vez más fuerte. Entonces empecé a hablarle: "vaya espectáculo que le estás dando al taxista", "seguro que ahora mismo se está sacando la polla para masturbarse mirando como me follas". Ella sólo miraba hacia el coche aparcado y seguía frotándose contra mi polla. Con mis dedos busque su tanga y lo aparté. Me llevé los dedos a la boca y luego se los empecé a pasar por el ano y el perineo. Yo seguía: "cómo te gusta que te miren putita", "eres una zorra"... Ella me sacó la polla y me la empezó a menear, todo el tiempo mirando al coche. Yo estaba muy cachondo y quería estirar el momento. La hice ponerse de rodillas en el asiento y como pude me bajé a comerle el culo y el coño. Ella seguía con el tanguita, así que jugaba con la tela. La tensaba sobre su coño, la estiraba con los dientes, la apartaba con la lengua. Entonces sonó la puerta del coche de atrás y ella puso el seguro del nuestro. Yo paré al oír el ruido, pero ella me cogió del pelo y me apretó la cabeza contra sus nalgas. Yo seguí comiéndole el coño pero me estaba poniendo nervioso. Se me bajo la erección. ¿Qué estaba pasando? ¿Había bajado del coche el taxista? ¿Nos estaba mirando? Aparté la cabeza. Los cristales empezaban a empañarse pero ahí estaba. Un hombre de mediana edad. Como a un metro de la ventana de mi coche. Se había bajado los pantalones y estaba con la polla en la mano. Mi novia tenía la cara cerca del cristal. Tenía las mejillas encendidas. Se estaba acariciando las tetas mientras miraba al taxista. Entonces se giró, puso esa cara de vicio que ponía cuando estaba muy cachonda y se empezó a masturbar. Me dijo "ven, siéntate aquí". Me hizo sentar junto a la ventana desde la que el taxista nos miraba y acurrucándose como pudo empezó a comerme la polla. Yo la miraba a ella esforzarse como nunca y por la ventana el hombre con su polla en la mano. Era grande y gruesa. Se masturbaba lentamente. Entonces mi novia me dijo "amor tengo calor, baja la ventanilla un poco". Yo estaba como en un sueño. Hice lo que me decía. Bajé la ventanilla y pude ver como el hombre se acercaba un poco más. Le dije "sólo mirar" y asintió con la cabeza. Ella seguía mamándomela y de vez en cuando paraba para asegurarse de que nuestro invitado no se perdía nada. Entonces me dijo "follame" y tiró de mi para ocupar mi sitio. Tenía los brazos apollados en la ventana del coche y sacaba la cabeza ofreciéndome su culo a cuatro patas. Empecé a follarla como pude. Vi como el taxista se acercó un poquito más. Tenía su polla a un palmo de la cara de mi novia que no dejaba de mirarlo masturbarse. Entonces me di cuenta de que extendía el otro brazo y empezaba a acariciar las tetas de mi novia. Yo la follaba como poseído mientras le frotaba el clítoris. Mi novia gemía como una loca, siendo manoseada por ese hombre mientras la follaba. El hombre estaba tan cerca que su polla casi golpeaba la cara de mi novia. Entonces ella empezó a buscar la polla con la boca hasta que el hombre se la metió. Mi novia chupaba la punta de esa polla al ritmo de mis embestidas. Tenía la boca muy abierta para acoger esa polla tan grande. Yo no pude aguantar más y saqué la polla para correrme en su espalda y entonces la vi, comiéndole la polla a la vez que la masturbaba. Cuando se dió cuenta de que yo había terminado el hombre sacó la polla de la boca de mi novia, la cogió del pelo y con unas rápidas sacudidas empezó a correrse en su cara. Se la llenó completamente de lefa que se escurría por su cuello y sus tetas y sin soltarle el pelo volvió a acercarsela a la boca para que ella la limpiase. Mi novia, obediente empezó a pasarle la lengua por el rabo todavía duro hasta que lo dejo limpio. Yo estaba petrificado. Entonces el dijo "gracias putita" y se fue a su coche. Lo puso en marcha y se fue.

Nosotros nos quedamos sentados callados un buen rato hasta que ella me pidió un pañuelo para limpiarse. Yo no me podía creer lo que había pasado. Estaba asustado, enfadado, excitado... Mi novia le acababa de chupar la polla a un desconocido delante de mi. No había hecho nada para evitarlo. La buscaba. Sabia que mi novia se habría dejado follar por ese pollón sin lamentarlo ni un segundo. Bastaba ver cómo se había tragado su semen. Como una verdadera zorra. Mi cabeza iba a mil mientras pensaba todo eso. Y de repente noté una mano que me empezaba a masturbar. Yo me había empalmado sin darme cuenta. "Has visto lo que es capaz de hacer tu zorrita mi amor". Entonces volvió a agacharse para comerme la polla. Me hizo una mamada increíble. Se golpeaba la cara con mi polla, se la restregaba por la cara, desaparecía casi completamente en su garganta y volvía a salir. Yo sabía que estaba pensando en la polla del taxista y mientras pensaba sobre lo que había pasado me corrí nuevamente. Ella me limpió como había hecho con la polla del taxista, pasando la lengua por toda mi verga hasta que había desaparecido todo resto de semen.

En el camino de vuelta a su casa no hablamos. Cuando llegamos me besó en la boca y salió del coche. Me quedé embobado mirando como iba hacia su portal sin girarse ni un segundo. Abrió la puerta y desapareció
 
También follabamos en el coche. A veces me la comía mientras conducia. A veces la masturbaba yo para hacer el trayecto más entretenido. Ella solía ir sin camiseta, solo con el bikini, cuando volvíamos de la playa, provocando las miradas de los ocupantes de los coches con los que nos cruzabamos. Pero debo decir que no era siguiendo mis instrucciones sino por su propia desinhibición. Un par de veces aparcamos el coche en un terreno al lado de alguna carretera secundaria y follabamos allí en medio del campo, apoyados en el coche a la luz de la luna. Si hacía más frío follabamos dentro, en el asiento de atrás, aparcados en calles oscuras, en aparcamientos, en descampados...

Todo parecía bajo control, pero en realidad estábamos subiendo de nivel. Una vez la estaba llevando a casa en coche pero decidí hacer una parada. Aparcamos en una calle a las afueras. En una zona en la que no hay casas. Pasamos al asiento de atrás y empezamos a enrollarnos. Los dos sabíamos a lo que veníamos y en nada le había sacado el vestido y la tenía sentada encima mientras le comía las tetitas. Y de repente una luz. Sin inmutarse me dice "ha aparcado un taxi". Yo pensé que se querría vestir pero no se levantaba. Al contrario, su pelvis empezaba a frotarse rítmicamente con mi polla cada vez más fuerte. Entonces empecé a hablarle: "vaya espectáculo que le estás dando al taxista", "seguro que ahora mismo se está sacando la polla para masturbarse mirando como me follas". Ella sólo miraba hacia el coche aparcado y seguía frotándose contra mi polla. Con mis dedos busque su tanga y lo aparté. Me llevé los dedos a la boca y luego se los empecé a pasar por el ano y el perineo. Yo seguía: "cómo te gusta que te miren putita", "eres una zorra"... Ella me sacó la polla y me la empezó a menear, todo el tiempo mirando al coche. Yo estaba muy cachondo y quería estirar el momento. La hice ponerse de rodillas en el asiento y como pude me bajé a comerle el culo y el coño. Ella seguía con el tanguita, así que jugaba con la tela. La tensaba sobre su coño, la estiraba con los dientes, la apartaba con la lengua. Entonces sonó la puerta del coche de atrás y ella puso el seguro del nuestro. Yo paré al oír el ruido, pero ella me cogió del pelo y me apretó la cabeza contra sus nalgas. Yo seguí comiéndole el coño pero me estaba poniendo nervioso. Se me bajo la erección. ¿Qué estaba pasando? ¿Había bajado del coche el taxista? ¿Nos estaba mirando? Aparté la cabeza. Los cristales empezaban a empañarse pero ahí estaba. Un hombre de mediana edad. Como a un metro de la ventana de mi coche. Se había bajado los pantalones y estaba con la polla en la mano. Mi novia tenía la cara cerca del cristal. Tenía las mejillas encendidas. Se estaba acariciando las tetas mientras miraba al taxista. Entonces se giró, puso esa cara de vicio que ponía cuando estaba muy cachonda y se empezó a masturbar. Me dijo "ven, siéntate aquí". Me hizo sentar junto a la ventana desde la que el taxista nos miraba y acurrucándose como pudo empezó a comerme la polla. Yo la miraba a ella esforzarse como nunca y por la ventana el hombre con su polla en la mano. Era grande y gruesa. Se masturbaba lentamente. Entonces mi novia me dijo "amor tengo calor, baja la ventanilla un poco". Yo estaba como en un sueño. Hice lo que me decía. Bajé la ventanilla y pude ver como el hombre se acercaba un poco más. Le dije "sólo mirar" y asintió con la cabeza. Ella seguía mamándomela y de vez en cuando paraba para asegurarse de que nuestro invitado no se perdía nada. Entonces me dijo "follame" y tiró de mi para ocupar mi sitio. Tenía los brazos apollados en la ventana del coche y sacaba la cabeza ofreciéndome su culo a cuatro patas. Empecé a follarla como pude. Vi como el taxista se acercó un poquito más. Tenía su polla a un palmo de la cara de mi novia que no dejaba de mirarlo masturbarse. Entonces me di cuenta de que extendía el otro brazo y empezaba a acariciar las tetas de mi novia. Yo la follaba como poseído mientras le frotaba el clítoris. Mi novia gemía como una loca, siendo manoseada por ese hombre mientras la follaba. El hombre estaba tan cerca que su polla casi golpeaba la cara de mi novia. Entonces ella empezó a buscar la polla con la boca hasta que el hombre se la metió. Mi novia chupaba la punta de esa polla al ritmo de mis embestidas. Tenía la boca muy abierta para acoger esa polla tan grande. Yo no pude aguantar más y saqué la polla para correrme en su espalda y entonces la vi, comiéndole la polla a la vez que la masturbaba. Cuando se dió cuenta de que yo había terminado el hombre sacó la polla de la boca de mi novia, la cogió del pelo y con unas rápidas sacudidas empezó a correrse en su cara. Se la llenó completamente de lefa que se escurría por su cuello y sus tetas y sin soltarle el pelo volvió a acercarsela a la boca para que ella la limpiase. Mi novia, obediente empezó a pasarle la lengua por el rabo todavía duro hasta que lo dejo limpio. Yo estaba petrificado. Entonces el dijo "gracias putita" y se fue a su coche. Lo puso en marcha y se fue.

Nosotros nos quedamos sentados callados un buen rato hasta que ella me pidió un pañuelo para limpiarse. Yo no me podía creer lo que había pasado. Estaba asustado, enfadado, excitado... Mi novia le acababa de chupar la polla a un desconocido delante de mi. No había hecho nada para evitarlo. La buscaba. Sabia que mi novia se habría dejado follar por ese pollón sin lamentarlo ni un segundo. Bastaba ver cómo se había tragado su semen. Como una verdadera zorra. Mi cabeza iba a mil mientras pensaba todo eso. Y de repente noté una mano que me empezaba a masturbar. Yo me había empalmado sin darme cuenta. "Has visto lo que es capaz de hacer tu zorrita mi amor". Entonces volvió a agacharse para comerme la polla. Me hizo una mamada increíble. Se golpeaba la cara con mi polla, se la restregaba por la cara, desaparecía casi completamente en su garganta y volvía a salir. Yo sabía que estaba pensando en la polla del taxista y mientras pensaba sobre lo que había pasado me corrí nuevamente. Ella me limpió como había hecho con la polla del taxista, pasando la lengua por toda mi verga hasta que había desaparecido todo resto de semen.

En el camino de vuelta a su casa no hablamos. Cuando llegamos me besó en la boca y salió del coche. Me quedé embobado mirando como iba hacia su portal sin girarse ni un segundo. Abrió la puerta y desapareció
Buff que bueno. Me lo he leído del tirón y por supuesto me ha creado una potente erección.
Esperando la continuación. Gracias por compartirlo con nosotros.
 
Una noche habíamos salido de marcha por su pueblo. Debía ser finales de septiembre o principios de octubre. Aún no hacía frío. Estuvimos con sus amigos en un pub bebiendo y bailando. El típico bar con billar en el que ponían música de los ochenta mezclada con las canciones del momento para atraer a la mayor cantidad de gente posible. Aunque ya no era verano y apenas había turistas el pueblo de mi novia atraia a gente de los pueblos de alrededor y se había convertido en un lugar de marcha. Dentro hacia mucho calor. Aún se podía fumar en los bares pero salíamos fuera para refrescarnos.

Conocimos a un grupo de gente de otro pueblo y estuvimos charlando y bebiendo con ellos.

A medida que pasaba la noche la gente iba desapareciendo como con cuentagotas. Algunos se despedían, otros simplemente ya no estaban cuando volvíamos a entrar. Y así como sin darnos cuenta nos habíamos quedado mi novia y yo hablando con uno de los tíos del otro pueblo cuando pusieron la típica canción pedorra para avisar de que cerraban el local. Entonces el tío se espabiló un poco y se dió cuenta de que sus amigos se habían ido sin él. Estaba bastante borracho y como hasta la mañana no había ningún bus para volver a su casa, mi novia le dijo que se viniera con nosotros.

Los padres de mi novia se habían ido de viaje o algo así, de manera que teníamos la casa para nosotros solos. A mí me jodió porque tenía muchas ganas de follar pero el tío ya había aceptado y dado un millón de gracias. Llegamos a casa y nos sentamos los tres en el sofá a fumarnos un canuto mientras hacíamos zapping. El tío ni llegó a fumar y se quedó dormido. Mi novia empezó a pasar canales hasta que llegó a un canal local de esos que de madrugada ponían pornografía light entre anuncios de tarot y de politonos para el móvil. Nos hacíamos comentarios entre risas pero poco a poco nos fuimos entonando y sin darnos cuenta nos empezamos a enrollar ahí al lado del tío que dormía en el sofá. Yo le sobaba las tetas y ella habia empezado a acariciarme la polla por encima del pantalón cuando de repente mi novia se apartó y se giró hacia el tío del sofá. Cuando lo hizo me di cuenta de que el tío se había despertado, la había cogido por la cintura y le estaba dando besos en el cuello y los hombros. Y antes de que yo pudiera decir nada mi novia se lanzó a comerle la boca. Yo me quedé mudo viendo cómo un tío que acababa de conocer un par de horas antes se enrollaba con mi novia delante de mí y le tocaba el culo por debajo del vestido. Entonces mi novia se giró hacia mí, me cogió del cuello y empezó a besarme con mucha lengua. El tío ni se inmutó, empezó a desabrochar los botones del vestido para dejar sus tetas al aire. Ella no llevaba sujetador y el tío empezó a comer sus preciosas tetitas mientras seguía desabrochando el vestido hasta quitárselo del todo. Entonces mi novia se volvió a separar de mi para volver a liarse con ese tío mientras le quitaba la camiseta y le desabrochaba el cinturón. Con un par de tirones dejó claro que lo que quería era bajarle el pantalón y el tío la ayudó quedandose en pelotas con una enorme erección. Entonces mi novia se lanzó a comerle la polla. Yo no sabía muy bien que hacer y mi novia debió notarlo y no sé si porque le apetecía o porque no quería que montara un espectáculo se giró hacia mí e hizo lo mismo conmigo, mientras me besaba me desabrochó el pantalón y empezó a masturbarme. Yo creía sentir el sabor de la polla del tío en la boca de mi novia mientras me besaba pero en aquel momento dejó de e importarme. Entonces mi novia se puso de rodillas en el suelo y empezó a comernos la polla alternativamente a los dos. Yo no miraba a la cara al tío pero si que la veía a ella chupandole la polla como una verdadera puta. La disfrutaba. Se la metía lo que podía. Se la agarraba. Se la frotaba en los labios. Y luego sin soltarla se giraba para hacer lo mismo conmigo. Al rato el tío la hizo subir al sofá a cuatro patas, se levantó y le bajó las braguitas hasta la mitad de los muslos. Ella seguía chupándome la polla sin parar. Como en un trance. El tío se humedeció los dedos y empezó a pasarlos por el coño de mi novia. Y entonces se acercó y se la metió de una embestida. Mi novia casi se corrió en ese momento. Entonces el tío empezó a follarla como un poseso y mi novia tenía que esforzarse por seguir chupandomela entre gemido y gemido. Yo estire el brazo y empecé a acariciarla. Primero los pelitos de su monte de venus. Su clítoris. Notaba sus labios abiertos por la polla del tío que iba y venía. Ella estaba como una loca. El tío iba cada vez más rápido y yo también. Entonces mi novia se empezó a correr. Muy fuerte. Con gritos y espasmos. El tío sacó como pudo la polla y también se empezó a correr sobre el culo y la espalda de mi novia. Entonces mi novia se giró y empezó a besarse con él sin dejar de masturbarme. Cuando me di cuenta estaba a punto de correrme y se lo dije. Entonces volvió a agacharse para comermela y me corrí en su garganta al instante. Ella se tragó toda mi lefa y abrió la boca para enseñarnoslo a los dos. Entonces el tío dijo yo también quiero y estiró a mi novia para que bajara a meterse su polla en la boca. La volvía a tener morcillona y en un momento mi novia volvió a ponersela dura. Yo apenas me podía mover mirando a mi novia chupar esa polla y en un par de minutos el tío la agarró fuerte de la cabeza para que no pudiera apartarse y también se corrió en la boca de mi novia.

Mi novia dijo no puedo más. Se levantó y se fue al baño. El tío me dijo joder tu novia que zorra es. Yo ni le contesté. También fui al baño y al llegar a la habitación mi novia estaba tumbada en la cama dormida. Me dejé caer a su lado y me dormí casi al instante.

A la mañana siguiente el tío se había ido. No hablamos del tema, pero yo estaba muy preocupado. Si era capaz de eso delante de mí qué debía pasar cuando yo no estaba. Era incontrolable. Yo la quería mucho y se me hacían durísimos los días en que no nos veíamos. Y analizaba cualquier gesto, cualquier tono en su voz, cualquier excusa para terminar una llamada...
 
Una noche habíamos salido de marcha por su pueblo. Debía ser finales de septiembre o principios de octubre. Aún no hacía frío. Estuvimos con sus amigos en un pub bebiendo y bailando. El típico bar con billar en el que ponían música de los ochenta mezclada con las canciones del momento para atraer a la mayor cantidad de gente posible. Aunque ya no era verano y apenas había turistas el pueblo de mi novia atraia a gente de los pueblos de alrededor y se había convertido en un lugar de marcha. Dentro hacia mucho calor. Aún se podía fumar en los bares pero salíamos fuera para refrescarnos.

Conocimos a un grupo de gente de otro pueblo y estuvimos charlando y bebiendo con ellos.

A medida que pasaba la noche la gente iba desapareciendo como con cuentagotas. Algunos se despedían, otros simplemente ya no estaban cuando volvíamos a entrar. Y así como sin darnos cuenta nos habíamos quedado mi novia y yo hablando con uno de los tíos del otro pueblo cuando pusieron la típica canción pedorra para avisar de que cerraban el local. Entonces el tío se espabiló un poco y se dió cuenta de que sus amigos se habían ido sin él. Estaba bastante borracho y como hasta la mañana no había ningún bus para volver a su casa, mi novia le dijo que se viniera con nosotros.

Los padres de mi novia se habían ido de viaje o algo así, de manera que teníamos la casa para nosotros solos. A mí me jodió porque tenía muchas ganas de follar pero el tío ya había aceptado y dado un millón de gracias. Llegamos a casa y nos sentamos los tres en el sofá a fumarnos un canuto mientras hacíamos zapping. El tío ni llegó a fumar y se quedó dormido. Mi novia empezó a pasar canales hasta que llegó a un canal local de esos que de madrugada ponían pornografía light entre anuncios de tarot y de politonos para el móvil. Nos hacíamos comentarios entre risas pero poco a poco nos fuimos entonando y sin darnos cuenta nos empezamos a enrollar ahí al lado del tío que dormía en el sofá. Yo le sobaba las tetas y ella habia empezado a acariciarme la polla por encima del pantalón cuando de repente mi novia se apartó y se giró hacia el tío del sofá. Cuando lo hizo me di cuenta de que el tío se había despertado, la había cogido por la cintura y le estaba dando besos en el cuello y los hombros. Y antes de que yo pudiera decir nada mi novia se lanzó a comerle la boca. Yo me quedé mudo viendo cómo un tío que acababa de conocer un par de horas antes se enrollaba con mi novia delante de mí y le tocaba el culo por debajo del vestido. Entonces mi novia se giró hacia mí, me cogió del cuello y empezó a besarme con mucha lengua. El tío ni se inmutó, empezó a desabrochar los botones del vestido para dejar sus tetas al aire. Ella no llevaba sujetador y el tío empezó a comer sus preciosas tetitas mientras seguía desabrochando el vestido hasta quitárselo del todo. Entonces mi novia se volvió a separar de mi para volver a liarse con ese tío mientras le quitaba la camiseta y le desabrochaba el cinturón. Con un par de tirones dejó claro que lo que quería era bajarle el pantalón y el tío la ayudó quedandose en pelotas con una enorme erección. Entonces mi novia se lanzó a comerle la polla. Yo no sabía muy bien que hacer y mi novia debió notarlo y no sé si porque le apetecía o porque no quería que montara un espectáculo se giró hacia mí e hizo lo mismo conmigo, mientras me besaba me desabrochó el pantalón y empezó a masturbarme. Yo creía sentir el sabor de la polla del tío en la boca de mi novia mientras me besaba pero en aquel momento dejó de e importarme. Entonces mi novia se puso de rodillas en el suelo y empezó a comernos la polla alternativamente a los dos. Yo no miraba a la cara al tío pero si que la veía a ella chupandole la polla como una verdadera puta. La disfrutaba. Se la metía lo que podía. Se la agarraba. Se la frotaba en los labios. Y luego sin soltarla se giraba para hacer lo mismo conmigo. Al rato el tío la hizo subir al sofá a cuatro patas, se levantó y le bajó las braguitas hasta la mitad de los muslos. Ella seguía chupándome la polla sin parar. Como en un trance. El tío se humedeció los dedos y empezó a pasarlos por el coño de mi novia. Y entonces se acercó y se la metió de una embestida. Mi novia casi se corrió en ese momento. Entonces el tío empezó a follarla como un poseso y mi novia tenía que esforzarse por seguir chupandomela entre gemido y gemido. Yo estire el brazo y empecé a acariciarla. Primero los pelitos de su monte de venus. Su clítoris. Notaba sus labios abiertos por la polla del tío que iba y venía. Ella estaba como una loca. El tío iba cada vez más rápido y yo también. Entonces mi novia se empezó a correr. Muy fuerte. Con gritos y espasmos. El tío sacó como pudo la polla y también se empezó a correr sobre el culo y la espalda de mi novia. Entonces mi novia se giró y empezó a besarse con él sin dejar de masturbarme. Cuando me di cuenta estaba a punto de correrme y se lo dije. Entonces volvió a agacharse para comermela y me corrí en su garganta al instante. Ella se tragó toda mi lefa y abrió la boca para enseñarnoslo a los dos. Entonces el tío dijo yo también quiero y estiró a mi novia para que bajara a meterse su polla en la boca. La volvía a tener morcillona y en un momento mi novia volvió a ponersela dura. Yo apenas me podía mover mirando a mi novia chupar esa polla y en un par de minutos el tío la agarró fuerte de la cabeza para que no pudiera apartarse y también se corrió en la boca de mi novia.

Mi novia dijo no puedo más. Se levantó y se fue al baño. El tío me dijo joder tu novia que zorra es. Yo ni le contesté. También fui al baño y al llegar a la habitación mi novia estaba tumbada en la cama dormida. Me dejé caer a su lado y me dormí casi al instante.

A la mañana siguiente el tío se había ido. No hablamos del tema, pero yo estaba muy preocupado. Si era capaz de eso delante de mí qué debía pasar cuando yo no estaba. Era incontrolable. Yo la quería mucho y se me hacían durísimos los días en que no nos veíamos. Y analizaba cualquier gesto, cualquier tono en su voz, cualquier excusa para terminar una llamada...
Muy buenas experiencias.
Tu novia realmente es una buena zorra. Yo no se como me hubiera comportado en esta situación.
 
Lo era. No estuvimos juntos demasiado tiempo más. Creo que con el tiempo ha sentado la cabeza pero sigue siendo una mujer bella y fuerte que sabe lo que quiere. Seguimos siendo amigos. Alguna vez me ha hecho algún comentario sobre esa época.
 
Estábamos en unas dunas del pinar que está detrás de la playa. Hacia calor pero no era verano. Mi novia se quitó la ropa y se quedó completamente desnuda. La verdad es que no veníamos preparados. La había recogido en el instituto y habíamos improvisado una escapada a la playa. Yo también me desnude y me tumbé a su lado sobre la ropa que llevábamos un minuto antes.

El agradable calor del sol sobre su piel desnuda tras semanas de frío y lluvia y mi mano pasando por su espalda surtieron efecto y mi novia empezó a separar las piernas para dejar sitio para mi mano. Le empecé a acariciar los muslos y como si fuera sin darme cuenta rozaba los labios de su coño con el pulgar. Ella estaba cada vez más mojada y su respiración era mas agitada. Entonces se giró hacia mí y se quedó sentada con las piernas abiertas y los brazos hacia atrás. Yo empecé a comerle las tetas mientras la masturbaba. En un momento no pude más y bajé a comerle el coño. Sus labios eran grandes y yo disfrutaba estirando los con mi boca, sorbiéndolos, casi masticandolos mientras la follaba con la lengua. Ella me apretaba la cabeza contra su delicioso coño mientras hablaba. Me pedía que siguiera. Me decía que estaba muy cachonda. Me dijo ven y entonces me cogió una mano y se llevó dos dedos a la boca. Y empezó a chuparlos como si fuera una polla mientras yo seguía comiéndole el coño. Por su manera de gemir y moverse resultaba evidente lo cachonda que estaba. Y finalmente se corrió.

Entonces me incorporé y la besé pero sin apenas dejarme apoyar en la ropa que usábamos de toalla me hizo sentar y me dijo "me toca". Entonces empezó a hacerme una mamada. Se tomaba su tiempo. Recorría mi polla con la lengua muy despacio. Se ponía la puntita entre los labios y la dejaba escapar. Yo me relajé. Me recosté hacia atrás y la dejaba hacer. Ella siguió su ritmo lento pero al poco volvía a respirar agitada. Su mamada había crecido en intensidad. Se golpeaba la boca con mi polla. Se la metía todo lo que podía en la garganta. Yo me estaba volviendo loco de placer. Entonces abrí los ojos para verla comerse mi polla de esta manera y vi que estaba mirando un punto detrás de mi. No exactamente detrás de mi. Más allá de mi. Al menos no a mí. Y sin darme cuenta gire mi cabeza para ver que estaba mirando y vi que había un chico masturbándose unos metros más allá. Era un chico un poco mayor que nosotros pero no demasiado. Atlético. Con ropa de deporte. Estaba semi oculto tras un arbusto pero pude ver que su polla era más grande que la mía.
Al darse cuenta de que yo me giraba el chico se subió los pantalones y se fue. Mi novia no paraba de chuparme la polla. Cuando me volví a mirarla ella tenía los ojos cerrados. Yo no podía saber si ella lo había visto. Pero ese tío había estado mirando como mi novia me comía la polla. Y quien sabe cuánto tiempo hacia que estaba ahí. ¿Y si ella le había visto?. ¿Y si aún así me había seguido comiendo la polla? ¿Era porque le daba igual que la vieran? ¿O acaso era que le gustaba? Le dije "había un hombre mirando" Ella preguntó "¿Sí?" sin dirigirme la mirada y seguía chupándome. Me di cuenta de que con la otra mano se estaba masturbando. "Entonces me habrá visto comerte la polla". Ese comentario me puso a mil. "Sí. Te ha visto comerme la polla". "¿Y tú crees q le estaba gustando como te comía la polla?". "Seguro que le estaba encantado. Seguro que no se esperaba ver a una putita como tú chupando polla". "¿Soy una putita? Entonces tendría que haberle pedido que se acercara para comerle a él también la polla". Cuando la escuché decir eso no pude contenerme más y me empecé a correr sin parar. Ella se sacó mi polla de la boca y empezó a recibir lefadas en la boca y en la cara.

Como he dicho no era verano. No fuimos a nadar al terminar. Mi novia se limpió como pudo y al rato nos fuimos. Apenas hablamos a la vuelta. Yo era joven e inexperto y empecé a romperme la cabeza con los celos. Pero solo de pensarlo volvía a ponérseme la polla como una piedra.
Muy interesante 👏🏻
 
La última vez que se nos fue de las manos fue una mañana de primavera. Nos escapamos de clase y fuimos a dar una vuelta con el coche. Acabamos en un pueblo costero que no tenía playa. Todo acantilados. Estuvimos paseando hasta que vimos una cuesta que bajaba al mar. La carretera conducía a un pequeño muelle rodeado de escarpadas paredes de roca. No había nadie. Hacia calor. No tanto como para meterse en el agua pero si el suficiente como para quitarnos la camiseta y quedarnos tomando el sol. Ya he explicado que vivíamos lejos y estás veces que nos veíamos entre semana eran un momento de escape. No vino nadie en un buen rato. Mi novia se quitó los pantalones y el sujetador y se quedó en bragas. Entonces ya no me pude resistir y empecé a besarle el cuello, a magrearle las tetas y finalmente a acariciar su delicioso coño por encima de las bragas. No le hizo falta más. En unos minutos ya la tenía desnuda completamente, comiéndome la polla a cuatro patas. En cualquier momento podría bajar alguien y encontrarnos allí. Era el típico sitio al que los jubilados llevaban a pasear al perro. De vez en cuando nos girabamos a mirar pero nadie venía. Sin embargo no habíamos tenido en cuenta que había otra vía de acceso. Yo había bajado a comerle el coño y me encontraba entretenido sorbiendo esos labios. La primera vez que la masturbé ella me explico su complejo por tener los labios de la vagina grandes. Me explicó que el primer chico con el que había estado se había escandalizado cuando vio su coño. Pero era perfecto. El coño de una chica de dieciocho años. Tenía los labios grandes pero no más que otros coños que he comido. Y era delicioso sorberlos, mordisquearlos, estirarlos... Cuando de repente escuché un ruido. Una pequeña barquita a motor se estaba acercando al muelle. En ella iban dos hombres. Dos pescadores aficionados. Venían mirando a mi novia desnuda y hablando entre ellos. Y cuando me giré vi que mi novia les estaba mirando a ellos. Entendí que los había visto hacia un rato y me había dejado comiéndole el coño sin decir nada. Yo no sabía que hacer. No me podía creer que mi novia fuera tan zorra. Se me bajó la erección cuando la barca llegó al muelle. Uno de los pescadores cogió una cuerda para amarrar la barca y el otro bajó de un salto y vino hacia nosotros. Era mayor que nosotros. Unos treinta y pico años. Sin camiseta. Moreno por el sol. Mi novia ni se inmutó. Continuó despatarrada, desnuda, con su coño recién comido mirando a la cara al desconocido que se acercaba. Cuando llegó hasta nosotros hizo algún comentario que no recuerdo, se bajó los pantalones dejando a la vista su polla morcillona y le dio dos besos a mi novia para presentarse. A mí no me hizo caso pero se sentó y empezó a hablar con mi novia. El otro seguía en la barca sin perder detalle y muriéndose de risa mientras el que hablaba con mi novia le decía que la habian visto comiéndose mi polla y que habían pensado que se iba a quedar con hambre y que por eso habían decidido acercarse. Mientras le decía eso le cogió la mano a mi novia y se la empezó a pasar por la polla que iba creciendo y creciendo. Yo nunca he tenido complejo por tener una polla pequeña. Es bastante normal, quiza algo estrecha pero nadie ha tenido queja. Pero el pescador tenía un pollón. Una polla larga y gruesa que parecía aún más grande con la mano de mi novia alrededor. Entonces el hombre la cogió de la cabeza y la dirigió a su pollón para que se la comiera. Mi novia no se resistió y empezó a lamerla de arriba a abajo. Se la metía en la boca mientras movía su mano para masturbarla. El otro pescador también bajó de la barca y se acercó. Yo no me podía mover viendo a mi novia comer esa polla delante de mi. El pescador al que mi novia le estaba comiendo la polla me ponía caras y se reía y el otro pescador me hacía comentarios. Que putita tu novia. Se ve que le hacía falta una buena polla. Se ve que contigo no tiene suficiente. Mira con que hambre come la muy zorra. Y mientras lo decía se quitaba los pantalones y se arrodillaba junto a mi novia. Éste no tenía un pollón como su amigo. Una polla normal, semejante a la mía. Pero cogió a mi novia de la cintura, la hizo arrodillar y se la metió de una embestida. Mientras mi novia seguía con la polla del otro en la boca, chupando desesperada. El segundo pescador la folló unos minutos girándose hacia mí para hacer comentarios humillantes y de repente sacó la polla del coño de mi novia y se corrió en su espalda. Entonces el primer pescador dijo ven Zorra, yo también quiero follarte e hizo que mi novia se sentara encima de el. El segundo pescador continuó humillándome: mira como folla esta puta, se ve que necesitaba un hombre de verdad... Yo no me podía ni mover pero el verla cabalgar ese pollón me devolvió la erección. Su coño abierto, sus labios envolviendo ese enorme falo, sus gemidos, su ano tensionado... Mi novia no me habia mirado ni una sola vez desde que llegó el pescador. Se había entregado a él. Yo estaba destrozado pero a la vez estaba muerto de excitación. Mi novia se corrió varias veces sobre esa polla. Mientras el otro pescador me ordenó que me masturbara: masturbate, aprovecha que tú novia se va quedar bien satisfecha... Yo no hacía caso pero la orden se volvió más amenazante. Te he dicho que te masturbes maricon de mierda. Entonces obedecí y me empecé a tocar mientras mi novia seguía follandose al pescador. Y de repente mi novia se volvió a correr y el pescador sacó su pollón, la volvió a coger de la nuca y le hizo bajar la cabeza hasta su polla. Pero antes de que mi novia pudiera volver a metersela en la boca empezó a correrse por toda su cara. Mi novia se comportó como una putita obediente y le limpio bien la polla. Mientras el otro pescador continuba insultandome y ordenandome que continuará masturbándome sin parar. Entonces el pescador que se acababa de correr le dijo a mi novia muy bien zorrita, ahora dale un buen beso a tu novio que el pobre tiene suficiente con aguantar esos cuernos. Entonces mi novia me miró por primera vez en mucho rato. Tenía la mirada ida y la cara llena de semen, pero se acercó a mi y me planto su lengua en la boca. Notaba la cara mojada y el sabor de polla en su boca. El gusto salado en su lengua. Entonces su mano se poso sobre mi polla y me empezó a masturbar. En unos segundos estaba al borde de correrme. Como en un sueño apenas oía las risas de los pescadores o sus despectivos comentarios, pero cuando mi novia notó que me iba a correr se agachó para comerme la polla y tragarse toda mi corrida. Que bonito es el amor. Risas. La puta y el maricon. Risas. Con esa mini polla que espera. Risas... Y mientras los pescadores se marchaban hacia su barca mi novia me empezó a besar. En los labios. En las mejillas. No besos ardientes, sino besos de consolación. Besos por lástima.
 
Un día mi novia me dijo que quería tomarse un tiempo. Supongo que todo el mundo ha pasado por algo parecido... El dolor, los celos, la desesperación... Yo vi claro que se había estado viendo con alguien, pero cuando finalmente me lo confesó me dejó completamente descolocado. Después de las historias que habíamos vivido siempre había pensado que me dejaría por algún tío que se estaría follando mientras estábamos separados de lunes a viernes. Pero no. Se había estado viendo con una mujer. Una lesbiana de su pueblo mayor que ella muy masculina y no especialmente guapa. Yo la conocía. Algunas veces se nos había unido al grupo estando de marcha con su novia y me había molestado la manera dominante en que la trataba. Entendí que mi novia me había puesto los cuernos a mi con la lesbiana y la lesbiana le había puesto los cuernos a su novia con la mía. Y a saber cuanto tiempo hacía.

Cuando mi novia me dejó empezó a salir con ella. Yo seguía pasando los fines de semana en la casa de veraneo de mis padres y seguía yendo de marcha con sus colegas que ya eran también los míos. Ellas no solían venir, pero recuerdo la primera vez que coincidimos. Estábamos en un bar al que solíamos ir bebiendo cuando llegaron ellas. La lesbiana todo el tiempo marcaba su territorio. La besuqueaba en el cuello, la morreaba, le tocaba las tetas por fuera de la camiseta y también por dentro. Yo aún estaba en fase de duelo y no me podía creer lo sumisa que se había vuelto mi ex. Me ofendía ese comportamiento dominante de la lesbiana. Metiéndole mano en los pubs de la zona delante de todo el mundo. Cogiéndola todo el tiempo bajo el brazo. Para mí era indiferente que fuera una mujer o que fuera lesbiana. Lo que era insoportable era verla con un puto paleto de discoteca que la chuleaba.

Una de las veces la empezó a masturbar delante de mí. Estaba en la barra de un pub pidiendo una caña y se acercaron a pedir un cubata. Me saludaron y entonces la lesbiana me dijo al oído ahora es mía y puedo hacer con ella lo que quiera. Entonces le metió la mano debajo del vestido y la empezó a tocar. Mi novia me miraba con cara de preocupación pero al momento pude notar que se estaba excitando. Conocía esa mirada.

Tras su comportamiento de chulo piscinas la lesbiana escondía enormes inseguridades. Varias veces me buscó para hablar a solas y advertirme que sabía que me había visto con su novia, mi ex. Ella habia empezado la universidad y habíamos quedado para tomar un café varias veces. Yo ya había empezado a dejar atrás toda la historia y había empezado a tontear con una chica de la universidad. Uno de los días en que mi ex vino a tomar un café nos vio y se puso muy celosa. La cosa es que acabamos en su piso de estudiantes follando. No fue un buen polvo. Yo llevaba tiempo sin hacerlo y ella se había acostumbrado a hacerlo con una mujer. Follamos, me corrí y me fui. Mientras volvía a casa estaba triste, pero a la vez saboreé esa pequeña victoria. Había puesto los cuernos a la lesbiana conmigo.

No volvimos a vernos durante un tiempo. Yo dejé de ir tanto al pueblo y ella evitaba venir con el grupo si yo estaba. La vida siguió...

Como ya he dicho antes con el tiempo volvímos a ser amigos. Mi ex sigue siendo una mujer guapa. Hace deporte. Se cuida. Sigue teniendo esas piernas poderosas y ese culo tremendo. Con ella sufrí mucho y disfruté mucho. Me hizo ver el sexo de otra manera. Más abierta. Sin límites ni prejuicios. Por eso le estaré siempre agradecido.
 
Como ya he dicho mis padres tenían una casita en un pueblecito de costa donde pasábamos los veranos.

De modo que toda mi infancia fui muchísimo a la playa. De pequeño había un amigo de mis padres que estaba divorciado y se había echado una novia más joven y que cuando venía con nosotros solía hacer topless. No era aún demasiado habitual y nos volvía loco a todos con su bañador rosa con el culo de tanga bajado dejando sus tetitas al aire. Pero con el tiempo el topless fue cada vez más habitual hasta que en mi adolescencia no era nada extraño cruzarse con las chicas un poco más mayores con las tetas al aire.

La playa más cercana al pueblo era familiar, pero caminando un rato se llegaba a una parte en la que convivían los nudistas con los bañadores, y aún caminando un poco más a una playa declaradamente nudista.

Hubo un momento de mi vida en el que mis amigos empezaban a currar en trabajitos de verano y yo necesitaba salir de mi casa para fumarme un porrito y estar tranquilo de modo que empecé a ir yo solo a la playa. Por no cruzarme con conocido siempre iba a alguna de las playas más lejanas. Y lógicamente siempre acababa cachondo perdido. Y muchas veces tenía que ir a hacerme una paja a la parte de atrás de la playa, que era un pinar virgen. Normalmente me ponía cachondisimo con las mujeres que había visto y me pajeaba pensando en ellas o si tenía suerte encontraba algún sitio desde el q se podía ver la playa. Sin embargo un día al meterme en el pinar oí unos jadeos y ese día descubrí una nueva pasión. Lo más sigilosamente que pude me asome y vi que había una pareja follando entre los matorrales. Me hice una paja impresionante mientras los miraba sin ser visto y desde ese día mis tardes de playa incluían algún paseo por el pinar buscando material para mis pajas. A veces encontraba parejas tomando el sol en pelotas. Quizá lo mismo q podría ver en la orilla pero mucho más morboso, pq esas parejas se habían escondido pq no querían ser vistas o precisamente pq querían ser vistas. Alguna vez vi parejitas follando, entonces intentaba acercarme sin ser visto para poder masturbarme mirándolos. Sin embargo el intentar acercarme sin molestar hacia q muchas veces me perdiera el espectáculo.

Pero es que a mí me había pasado ser el espectáculo y entendía que era un mal rollo. Una novieta que tenía antes de la de la serie de relatos anteriores vino un fin de semana a dormir a casa. Mis padres eran muy cerrados y dormíamos en habitaciones separadas y todo pero el ir a la playa todo el día nos tenía super salidos así que una tarde nos quedamos en el pinar, cerca de la playa pero tapados por unas matas y con la tontería empecé a masajearle el culo. Al ver que no se quejaba le aparté la parte del bikini y empecé a masturbarla. Mientras ella tenía una mano metida por las piernas de mi bañador para hacerme una paja. Cuando hice que se corriera oímos un comentario detrás nuestro y nos giramos asustados. Había un hombre mayor que nos empezó a decir no se que de la juventud y tal. Nosotros le gritamos que se fuera y nos dejara en paz y el viejo se fue. Mi novia de entonces se moría de vergüenza...
 
Pasaba por aquí para inspirarme y me topé con tu relato, he de decirte que lo he leído de seguido y he tenido que masturbarme después, me ha gustado mucho tu sinceridad y tu forma de contarlo, me he identificado con ella en varias situaciones, aunque he de decir que no sé si yo llegaría tan lejos, sobre todo me choca la escena de los pescadores, es muy heavy, jajaja. Pero oye, bien por ella! yo aún no he hecho nada parecido, pero es una fantasía que tenemos mi chico y yo, que alguien me folle mientras él mira o participa también, de nuevo bravo, gran relato, te invita a fantasear y te imaginas las escenas perfectamente...
 
Pasaba por aquí para inspirarme y me topé con tu relato, he de decirte que lo he leído de seguido y he tenido que masturbarme después, me ha gustado mucho tu sinceridad y tu forma de contarlo, me he identificado con ella en varias situaciones, aunque he de decir que no sé si yo llegaría tan lejos, sobre todo me choca la escena de los pescadores, es muy heavy, jajaja. Pero oye, bien por ella! yo aún no he hecho nada parecido, pero es una fantasía que tenemos mi chico y yo, que alguien me folle mientras él mira o participa también, de nuevo bravo, gran relato, te invita a fantasear y te imaginas las escenas perfectamente...
Muchas gracias! La verdad es que no había tenido demasiada respuesta y estaba un poco desanimado. Ya me contarás tu experiencia o tu fantasía!!
 
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