Las Aventuras de Trick

LOLA

Era un viernes de la primavera de 2017. Mi amigo Dani pregunta si alguien quiere quedar para cenar, el único que le respondí fui yo. Aquella noche solo fuimos a cenar Dani, su novia Lola y yo. Dani y Lola llevaban 4 años juntos desde que ambos tenían 18. A Lola la conocíamos de toda la vida, había ido conmigo a primaria y al instituto, siempre nos habíamos llevado bien, aunque nunca habíamos llegado a juntarnos hasta que empezó su relación con Dani, mi mejor amigo.

Lola era una chica de una estatura normal, con unas tetas normalitas que parecían juguetonas cuando llevaba escotes (un día en el instituto de le salió una teta y me estuve meses pajeando recordando aquella imagen) y un señor culazo. Era caderona y con patorras. Piel blanquita, boca muy grande y pelo castaño claro. No era muy guapa, pero tenía cara de morbosa. Y es que morbosa era un rato, antes de estar con mi colega se había tirado a bastantes tíos (y eso que empezaron a los 18). Con todos los que se había besado liado al menos le había hecho una paja y probablemente una mamada, aunque los conociese de una noche.

Mi colega Dani había hecho sus cositas antes de estar con Lola, pero follar solo había follado con ella.

La cena transcurrió con normalidad y Lola me dijo que si quería ir con ellos un rato a su casa, que sus padres no estaban. Nos sentamos los 3 en el sofá y empezamos a hablar de anécdotas sexuales y a bebernos algunos chupitos. La cosa se fue calentando, ella no paraba de decir cosas sobre mi polla (que tenía buena fama). Aunque era normal que borracha hablase de esas cosas, siempre pensaba en el sexo, era puro fuego. Encendió la tele y puso un canal en el que salían escenas de porno español. Según Lola el canal que ve su padre.

Entre la conversación, el porno en la tele y Lola que llevaba una escotazo del que se le querían salir sus "lolas", tenía la polla con ganas de liberarse. Pensé en irme a hacer una paja al baño (y aprovechar para intentar coger un tanga de Lola y olerlo) para calmar mis ansias de sexo. Pero Lola empezó a meterle mano al paquete de Dani y no tardó en sacársela.

- "Si yo sé que os hacéis pajas todos hablando de chicas, hazte una tu también mientras yo se la hago a Dani"

Las palabras de Lola hicieron que me sacase la polla, mientras en la tele se veía una escena de Nuria MILF.

- "Nunca había visto una polla tan gorda"

Dijo Lola roja, mientras seguía meneándosela a su novio. Mi colega le quitó la camiseta, dejando a Lola en tejanos y tetas. Dani no paraba de repetir:

- "Que bien pajeas amor".

Yo intentaba mirar a la escena de la tele, porque si miraba a Lola en tetas pajeando a Dani me iba a correr. De repente Dani y Lola empezaron a cuchichear.

- "Hermano, ¿quieres probar una buena paja?"

Al segundo Lola tenía mi polla en su otra mano, aunque acabó olvidando la de Dani, que se tocaba solo mientras miraba. Lola se fue acercando a mi polla, haciendo que mi rabo pegase contra sus tetas, dejándolas mojadas. Al final esa gran boca acabó tragándose mi polla. Mientras Lola mamaba, Dani le quitó el pantalón, dejando ver su culazo en tanga, para dejarla completamente desnuda. Su coño era muy peludo (aunque recortado justamente por las ingles, todo lo que no tapaba su braga del bikini en verano estaba lleno de pelos) y Dani empezó a comérselo sin que ella se quitase mi polla se su boca. La comida de coño de Dani puso muy cachonda a su novia.

Lola se metió mi polla en su coño frondoso que estaba empapadísimo y empezó a cabalgarme como una amazona en su sofá, mientras le comía la polla a Dani que no paraba de decir lo bien que pajeaba, mamaba y follaba su niña.

Lola se corrió y mi colega no tardó en lefarle esas tetitas (eran redonditas, con poca caída, pezón marrón claro con una aréola algo más grande de lo normal). Yo me uní a la corrida, estaba más cachondo que nunca, mi polla quería explotar. Dani me dijo que le gustaba la corrida en las tetas a su Lola, pero yo no le hice ni caso y acabé llenándole la cara de mi leche.

Lola se fue a la ducha, moviendo ese culazo gordo y llena de leche como si de un bukakake viniese. Dani y yo en bolas en el sofá nos chocamos las manos.

" - Voy a la ducha con ella, haber si cae algo más. ¿Te vas ya, no? Pues mañana hablamos hermano".

Yo me vestí y me fui para mi casa. Dani tenía razón, Lola era una diosa, que pajeaba, mamaba y follaba como nadie. Aquél fue mi estreno como corneador (me había follado a tías con novio, pero no con el novio delante) y había sido con mi mejor amigo y su novia. Lo mejor es que eso solo fue el principio y a día de hoy Lola y yo seguimos follando con el consentimiento de Dani.

PD: Como siempre os digo, si queréis hablar de alguna de estas aventuras por privado o sobre cualquier cosa relacionada yo encantado.
 
MI OBSESIÓN POR LOS COÑOS PELUDOS

Desde siempre me han atraído los coños peludos. Supongo que es porque desde pequeño el coño que veía era el de mi madre y llevaba un gran felpudo, que combinaba de maravilla con esas pedazo de tetas.

La cuestión es que cuando me pajeaba de adolescente (cuando aún no me habían hecho ni una paja) pensando en las chicas de mi instituto haciendo guarradas conmigo, me imaginaba que cuanto más peludo lo tenían más placer me daban y mejor follaban. Mientras que mis colegas siempre preguntaban por el tamaño de las tetas a nuestras topos de las duchas (aquellas que nos contaban como eran las demás, a cambio de hablarles del tamaño de las pollas de los de clase), yo siempre preguntaba por como llevaban el coño.

También influyó que el segundo coño que vi en directo (tras el de mi madre, el de Cristina, en mi primera paja) y el primero que mi polla rozó (aunque no el primero que penetró) también fuese peludo.

Esto hizo que yo le pidiese a Alba, mi primer amor que se lo dejase peludito (estuvimos como novios desde octubre de 2010 a marzo de 2011, yo cumplí los 16 estando con ella). Ella empezó siendo reacia a hacerlo, decía que quedaba muy feo. Además, la verdad que el primer mes desde que la desvirgué no follamos mucho (pocas veces y muy pocos minutos, se quejaba de que le dolía). Eso sí, me la chupaba cada vez que podía.

La noche de fin de año quedamos para salir por el pueblo después de las uvas. Yo iba con mis amigos y ella con sus amigas, bebimos un poco y al final nos encontramos (estaba tan mona como siempre). Entre la densa niebla de aquella noche Alba y yo nos escapamos a un bosquecillo de mi pueblo.

Me puse en una mesa de picnic y Alba empezó a hacerme una mamada de esas que tanto le gustaban hacer. Cuando llevaba un rato se desabrochó el pantalón tejano oscuro que llevaba y se bajó las bragas enseñándome un coño peludito. Llevábamos días sin hacer nada (entre las navidades y los exámenes no le había metido mano en un par de semanas) y ese felpudito debajo el cuerpecito delgado y su barriguita de niña, me había vuelto loco. La tumbé en la mesa y le comí el coño con ansia, mientras ella gozaba, gemía y estaba al borde de correrse. Al final, paré para penetrar por primera vez un coño peludo.

Sobre aquella mesa de picnic Alba se corrió a las pocas embestidas. Yo seguí un poco más y acabé sacándola para correrme en la boca de mi niña, mientras ella me enseñaba esas tetitas de pezones grandes.

Volvimos con el grupo, todos sabían de dónde veníamos, pero lo que no sabían era que por fin había follado con un coño peludo.
 
PAJA CALCETÍN

Principios de 2012, acababa de cumplir 17 años y estaba en el primer curso de Bachillerato. Compartía clase con Alba mi ex (hacía un año más o menos que lo habíamos dejado) y hacía poco que lo había dejado con una chica de un pueblo cercano (Ariadna).

A mi clase también iba Sabrina, una chica que también estaba en el grupo de Alba (y Cristina, Paula e Izaskun), aunque no se llevaba tan bien con ellas. Sabrina era una chica bajita, delgadita (poca cosa, como se suele decir), culito pequeñito igual que sus tetitas. Ojos azules, boca grandecita, piel clara y pelo castaño liso.

Yo piropeaba a Alba cuando entraba algunas mañanas a clase, me gustaba ponerla nerviosa y roja, además, para que nos vamos a engañar, me seguía gustando. Ella a veces me replicaba con algún cumplido que me dejaba sin palabras. Parecía que la cosa iba encaminada a retomar nuestro noviazgo. Pero ahí estaba Sabrina que llevaba semanas soltándome comentarios sobre mi polla y diciendo que seguro que había destrozado a su "amiga" Alba.

- "¿De que va Sabrina? Menuda guarra está hecha. Siempre hablando de pollas y pajas".

Eran típicos comentarios que escuchaba de Alba hacia sus amigas (y sabiendo que yo los escuchaba).

Una mañana de instituto, me estaba aburriendo bastante en clase, así que pedí ir al baño, más que nada para pasearme un rato. Después de deambular sin rumbo acabé metiéndome en el lavabo y allí estaba Sabrina que parecía que me esperaba.

Haciéndose la tonta y entre risas se metió en un baño conmigo y me dijo con esa vocecilla:

- "Sácate la polla y hazte una paja".

Yo por morbo le hice caso mientras ella miraba, parecía que se le iba a salir los ojos mirándome el rabo. De repente se quitó una de sus bambas y un calcetín, me metió la polla dentro del calcetín (blanco con algún dibujo azul) y empezó a pajearme con aquella extraña técnica. Me dijo que ella hacía así las pajas para no mancharse. Me daba morbo, pero el roce de mi glande con su calcetín no era lo más placentero.

Me quité el calcetín y le puse la mano en mi polla ardiente al son de:

- "Haz una paja de verdad y gánate la fama de guarra".

Sabrina aceleró en la paja y yo la cogí de la cabeza para que se metiese la polla en la boca. Me la chupó un poco agachada y volvió a la paja hasta que me corrí. Los chorros de lefa cayeron en el suelo del baño, aunque la mano de Sabrina también se llevó gran parte de la leche. Ella se limpió las manos con el calcetín y también mi polla. El calcetín húmedo de la corrida se lo volvió a poner.

Ambos volvimos por separado a clase y Sabrina se pasó todo el día haciendo comentarios descarados sobre mí, cerca de Alba.
 
PAJA CALCETÍN

Principios de 2012, acababa de cumplir 17 años y estaba en el primer curso de Bachillerato. Compartía clase con Alba mi ex (hacía un año más o menos que lo habíamos dejado) y hacía poco que lo había dejado con una chica de un pueblo cercano (Ariadna).

A mi clase también iba Sabrina, una chica que también estaba en el grupo de Alba (y Cristina, Paula e Izaskun), aunque no se llevaba tan bien con ellas. Sabrina era una chica bajita, delgadita (poca cosa, como se suele decir), culito pequeñito igual que sus tetitas. Ojos azules, boca grandecita, piel clara y pelo castaño liso.

Yo piropeaba a Alba cuando entraba algunas mañanas a clase, me gustaba ponerla nerviosa y roja, además, para que nos vamos a engañar, me seguía gustando. Ella a veces me replicaba con algún cumplido que me dejaba sin palabras. Parecía que la cosa iba encaminada a retomar nuestro noviazgo. Pero ahí estaba Sabrina que llevaba semanas soltándome comentarios sobre mi polla y diciendo que seguro que había destrozado a su "amiga" Alba.

- "¿De que va Sabrina? Menuda guarra está hecha. Siempre hablando de pollas y pajas".

Eran típicos comentarios que escuchaba de Alba hacia sus amigas (y sabiendo que yo los escuchaba).

Una mañana de instituto, me estaba aburriendo bastante en clase, así que pedí ir al baño, más que nada para pasearme un rato. Después de deambular sin rumbo acabé metiéndome en el lavabo y allí estaba Sabrina que parecía que me esperaba.

Haciéndose la tonta y entre risas se metió en un baño conmigo y me dijo con esa vocecilla:

- "Sácate la polla y hazte una paja".

Yo por morbo le hice caso mientras ella miraba, parecía que se le iba a salir los ojos mirándome el rabo. De repente se quitó una de sus bambas y un calcetín, me metió la polla dentro del calcetín (blanco con algún dibujo azul) y empezó a pajearme con aquella extraña técnica. Me dijo que ella hacía así las pajas para no mancharse. Me daba morbo, pero el roce de mi glande con su calcetín no era lo más placentero.

Me quité el calcetín y le puse la mano en mi polla ardiente al son de:

- "Haz una paja de verdad y gánate la fama de guarra".

Sabrina aceleró en la paja y yo la cogí de la cabeza para que se metiese la polla en la boca. Me la chupó un poco agachada y volvió a la paja hasta que me corrí. Los chorros de lefa cayeron en el suelo del baño, aunque la mano de Sabrina también se llevó gran parte de la leche. Ella se limpió las manos con el calcetín y también mi polla. El calcetín húmedo de la corrida se lo volvió a poner.

Ambos volvimos por separado a clase y Sabrina se pasó todo el día haciendo comentarios descarados sobre mí, cerca de Alba.


Jajajajaja. Esta historia me ha recordado a las pajas que se hacían dos excuñados que tuve, que como les daba cosa tocarse las pollas se las enfundaban con calcetines.
 
Jajajajaja. Esta historia me ha recordado a las pajas que se hacían dos excuñados que tuve, que como les daba cosa tocarse las pollas se las enfundaban con calcetines.
Buena historia😂😂
 
EL CULO DE LOLA

Agosto de 2017, hacía unos meses que hacía tríos con Lola y Dani (mi mejor amigo, como ya os comenté pocas historias atrás). Cada vez que podíamos quedar los tres, aprovechábamos para follarnos juntos a Lola y ella lo gozaba mucho.

Yo en aquella época tenía novia (María, ya os hablaré de ella) pero estábamos en las últimas. A principios de Agosto Dani se fue de vacaciones con su familia durante todo el mes. Yo pasé final de julio y los primeros días de agosto con María en Ibiza (buenas historias surgieron allí). Al volver a mi pueblo Lola estaba sola y Dani me comentó que si queríamos quedar sin él, podíamos hacerlo sin problemas.

Una tarde de agosto Lola me habló para quedar y yo no me pude resistir. Se lo comenté a Dani y él me dio el visto bueno (siempre que le contase todo después).

Fui al piso donde Lola vivía con sus padres (ellos también estaban de vacaciones fuera). Al abrirme la puerta allí estaba Lola, en tetas (que tetas tan redonditas y poco caídas tiene, naturales de pezón marrón claro y juguetonas) y tanguita blanco con una gran sonrisa de oreja a oreja (en ese bocón enorme). Había ido a la peluquería, se había cortado un poco el pelo y se lo había puesto de un castaño más claro que su pelo natural y la verdad que estaba bastante guapita.

No tardamos en ir a la cama y me empezó a pajear y a chupar la polla. Combinaba la mamada y la paja.

- "Quiero que te corras antes de follar, con Dani siempre lo hago para que dure más".

Yo no me iba a negar y en medio de una paja que me estaba contra sus tetas, me corrí, dejándoselas manchaditas. Yo le dije que ni se limpiase, y se tumbó a mi lado besándome como si fuese mi novia o mi amante. En el segundo asalto me la volvió a chupar y empezamos con su postura favorita, el 69. Ese coño peludo estaba riquísimo y no parábamos de lamernos el uno al otro, mi lengua se iba para su culo y ella también me comía los huevos y el culo. La cogí y la puse a cuatro patas.

- "Nunca me han follado a cuatro patas".

Pues mi polla se gozó enormemente penetrar ese coño peludo mientras su culazo impresionante rebotaba ante mí. Además iba rozando su ano con mis dedos y de vez en cuando me agachaba para comerle el coño y el culo. Ella disfrutaba, disfrutaba como nunca.

- "Estréname el culo".

Aquellas palabras me hicieron parar en seco. Lola había follado con bastantes antes que con Dani y se había desvirgado pronto. Pero Dani follar solo había follado con ella (si que le habían hecho pajas y mamadas otras tías). Pensaba que quizá a Dani le haría cierta ilusión poder desvirgar el culo de Lola, ser el primero en entrar por la puerta de atrás. Yo le comenté aquello a Lola. Ella vino directa a mi polla y empezó a tragársela hasta el fondo como nunca nadie me lo había hecho, con muchas arcadas que hacían que se le saltasen las lágrimas, al sacarse mi polla repleta de babas me dijo:

- "Siempre he sido una cachonda, una cerda, y por primera vez en 22 años he sentido que quiero que me follen el culo, así que coge tu pedazo de polla gorda y métela en este culo que tanto te gusta (mientras se abría los cachetes del culo con las manos)".

No tenía opción, estaba cachondísimo, olía a sexo y los dos estábamos mojados, mezcla de mi corrida, sus flujos, el calor de agosto y lo cerdos que estábamos.

Le lamí el culo mientras ella se lo abría, y al poco le metí el glande, ella se quejó. Apreté un poco más y con paciencia entró hasta la mitad, así la estuve follando mientras ella se tocaba y me pedía más, para en un ultimo empujón meterla entera. Mientras se la metía ella se corrió porque aceleró su movimiento con los dedos del coño. Yo estando tan cachondo aproveché para partirle completamente el culo dándole fuerte hasta correrme dentro. Ella gritaba y del ano le salió mi leche blanquita. Después nos tumbamos juntos otra vez, como si fuésemos pareja.

Mi polla seguía dura y parecía que vendría un tercer asalto, pero mi móvil sonó y era María. Quedé con mi novia de entonces dejando allí a Lola con el culo goteando mi leche.

- "Deja a esa zorra". Me advirtió Lola, sobre María.

Y no se equivocaba (ya lo veréis). De camino a casa de María intenté llamar a Dani, pero no pude contactar con él. Pronto se iba a enterar que su mejor amigo había desvirgado el culo de la mujer de su vida.
 
EXPERTA EN MAMADAS

Agosto de 2011. Ya no estaba con Alba y mi intención era ligarme a Ariadna (la que me conseguí el día de la paja doble de Miriam "Banana" y que sería mi novia). Aunque aquel verano estaba siendo agitado. En aquellos momentos una de mis mejores amigas era Ali, una chica de mi pueblo dos años más pequeña que yo.

Ali tenía fama de guarra, era conocida por haberle comido la polla a varios conocidos míos, entre ellos varios compañeros de mi equipo, uno era mi amigo Héctor. La verdad que la fama era lógica.

Era una chica con un cuerpo normalito, tetas de tamaño normal, culo anchito, bastante mona de cara, con mofletes y el pelo ondulado castaño. Era muy simpática y parlanchina.

Primero empezaré por lo que pasó dos meses antes (justo antes de irme de fin de curso a Roma y tirarme a Paula). Una tarde quedé con Héctor y como nadie más salía nos acabamos juntando con Ali y una amiga suya, Noe (otra de la que se sabrán cosas en el futuro). Total que Héctor me dijo que eso era un claro dos para dos, que él iba a por Ali (a sabiendas que yo era muy amigo de ella y suponiendo que no era la que me interesaba).

Nos sentamos con ellas en un parque y Héctor no tardó ni dos minutos en lanzarse a Ali. Él me miraba como vacilando y me hacía señales de que hiciese lo mismo con Noe, pero así en frío no me salía y Noe era muy cortadita. La cosa fue a mayores.

- "Ali yo sé que se la has chupado a muchos ¿A qué no eres capaz de mamármela en la calle?"

Ali entre risas le dijo "Vamos". Se fueron a un descampado cerca de un polígono, mientras Noe y yo vigilabamos. Noe estaba más pendiente de vigilar y yo de la mamada. Héctor tenía pollón (de esos de carne, empalmada era más o menos como la mía, pero en reposo impacta mucho su polla, no exagero si digo que empalmada no le crece solo se le pone dura) Ali parecía manejarse bien y vi incluso como se corría en la boca de ella. Obviamente Noe y yo no hicimos nada aquella tarde.

El morbo el resto de la tarde fue ver a Ali dándole mimos y besitos a Noe (como si fuese una buena niña) cuando se acababa de tragar la corrida de mi colega. O darme dos besos para despedirse.

Volvemos a agosto. Ali y yo no hablábamos tanto desde la mamada a mi colega, pero una tarde me habla por Msn (Messenger) y me dice que vaya a verla a casa de sus abuelos que está rallada, porque piensa que nuestra amistad no es igual desde aquello.

La voy a ver a casa de sus abuelos y me abre la puerta en bolas. No había entrado al rellano de su casa que ya tenía mi polla en la boca. Tenía las tetas muy normalitas, pezón algo grande y coño depilado. Se notaba su experiencia la mamaba muy bien.

- "La tuya es más gordita, que la de Héctor y no me ha costado que se ponga dura como la suya. Son las dos más grandes que me he comido, en el pueblo os podían llamar Los Polludos".

Yo cogí de esos rizitos que llevaba la cabeza a Ali y me encargué de llenarle la boca de semen.

- "También te corres más, es que tienes unos huevos muy grandes".

Eso comentaba Ali después de tragarse mi leche.

- "Ya sabes que me encanta comer pollas. Eso si, cuando se te baja Héctor la tiene enorme y a ti se te queda más pequeñita, aunque la tuya está más rica, es muy gordita. ¿Mañana vas a la piscina?"

Esas fueron sus palabras al despedirse de mi en su portal, vestida con solo una larga camiseta que le llegaba a las rodillas.
 
MI PRIMERA FIESTA UNIVERSITARIA

Noviembre de 2013, hacía un par de meses que había empezado la Universidad. Elegí una carrera universitaria donde el 80-90% eran mujeres.

Cuando empecé la carrera me fijé en una chica llamada Celia. Era una chica de mi edad (18 añitos) guapa, de ojos marrones, pelo marrón ondulado, labios carnosos en una boca grandecita. De cuerpo era normalita, tetas muy normales y buen culito.

Celia y yo teníamos mucha química y en clase se notaba. Ella era la típica niña buena pijita y yo un chaval de un pueblo de las afueras que la vacilaba constantemente.

En noviembre se hizo la primera fiesta universitaria en una discoteca de la ciudad y mi objetivo era Celia, la tenía entre ceja y ceja. Entre cubatas y bailecitos acabó besándome con suavidad. Los mimos y el amor se fueron convirtiendo en fuego y pasión y acabé con Celia en la entrada de un parking fuera de la discoteca. Allí nos metimos mano. Yo le toqué ese coño mojadito y depilado, mientras ella me sacó la polla y me hizo una paja. Parecía que la cosa se iba a quedar ahí, pero yo le dije que me la chupase y ella entre la borrachera y el morbo aceptó, metiéndosela en la boca con suavidad, haciéndome una mamada lenta.

Al final nos volvimos a tocar el uno al otro y nos corrimos ambos. Mi lefa acabó por sus manos principalmente y ella cogió un pañuelito para limpiarse.

La noche fue muy normal por lo demás. Me despedí en el tren de Celia (cada uno lo cogía hacia una dirección distinta) y el tren de vuelta lo cogí junto a otra compañera de clase, Gina.

Gina también tenía 18 años, era bajita y muy tetona para el cuerpo que tenía (teniendo un cuerpo normal tenía dos melonazos redondos que aquella noche se le sobresalían por el escote). De cara tenía el pelo liso castaño, con flequillo (un flequillo un poco de hippy), ojos color avellana y dos lunares en la zona lateral entre la nariz y la boca. Gina era la típica chica que no paraba de hablar, muy social, la delegada de la clase de la universidad.

- "Te has liado con Celia eh, que te he visto. ¿Habéis hecho algo más?"

Así de directa fue conmigo. Yo le conté que si entre risas.

- "Pues yo estaba con Pablo (su novio, un chico que había conocido al entrar a la universidad y que iba a nuestra clase), pero cuando se ha ido me he liado primero con uno de tercero y luego con uno de otra clase y se la he chupado a los dos".

Yo me sorprendí bastante, no solo se había liado con dos más teniendo novio (que había estado en la fiesta y se iba a enterar), sino que encima se la había mamado primero a uno y luego al otro y me lo estaba contando a mí. No sé si me lo contaba porque estábamos medio borrachos o porque seguía cachonda, pero lo cerdo que me puso imaginarla comiendo polla con esos melonazos, me hizo hacerle una propuesta indecente.

- "¿Quieres comerte la última?"

Fuimos al baño del tren (rememoré "Mamada a alta velocidad" 2.0). Allí me la empezó a chupar mientras con sus tetazas redondas con algunos lunares me hacía una cubana. Vaya combinación. La cosa siguió con una follada mientras ella se apoyaba en la pica (el lavamanos) del baño. Tenía el coño peludito y muy muy mojado. Cuando se corrió, se puso de rodillas y yo le tiré la leche en sus tetones con lunares.

Aquél fue el final de mi primera fiesta universitaria que me dejaba con las dudas de si contarle todo a Celia el lunes, cuando nos viésemos en clase.
 
PLAYA NUDISTA 🏖️

Agosto de 2017, había vuelto de Ibiza con la novia que tenía, María (ya sabréis de ese viaje en un futuro) y le había desvirgado el culo a Lola, la novia de mi mejor amigo. Pero en aquél verano aún me aguardaban historias impactantes.

No sé si recordaréis a Eva, la chica gordita que me había tirado unos meses antes, la que pasó de tímida a subir fotos a redes sociales prácticamente en bolas. Pues me había dicho que me iba a llevar a una playa nudista y encontramos el día perfecto para quedar.

La pasé a buscar y bajó de su casa con el típico vestido que se ponen las mujeres para ir a la playa o piscina de rejilla, ella lo llevaba negro y sin parte de arriba por lo que se le veían bastante bien las tetas. Abajo llevaba un tanga de hilo negro y llevaba unas gafas de sol. Al subirse al coche yo estaba empalmadísimo de ver a esa gorda con esos tetones morenos en movimiento. El viaje hasta la playa fue bastante morboso, que si sobeteo de paquete, que si agacharse a mamar, que quitarse el vestido y que la gente que mirase viese que estaba en tetas.

Llegamos a la playa nudista, era una zona recóndita vacía. Ella se lo quitó todo y yo también, sacando mi polla dura. Fuimos al agua y la empecé a follar. Se me subía como un koala y yo se la podía meter (sin la ayuda del agua no podría coger a Eva, pesaba demasiado). Su coño gordo depilado me daba mucho morbo. Al final nos masturbamos mutuamente y nos corrimos. Fuimos a la toalla y a lo lejos llegó una pareja.

Ella mediría sobre 1,60, curvy, con su barriguita, sus tetones gordos caídos, el coño con pelo recortado (en forma de triángulo), y un culo grandecito con celulitis. De cara era muy guapa, con labios carnosos y una melena algo más larga que por los hombros, rizada de color marrón. Él era un hombre calvo, con su barriguita cervecera, depilado, de complexión fuerte, tenía la polla morcillona (gorda aunque no muy larga).

Eva empezó a pajearme sin miramiento.

- "Aquí se viene a eso, vienen las parejas a follar. ¿Te gusta la mami? ¿Tiene más tetas que yo?"

Si seguía hablándome iba a volver a correrme. La pareja madurita se puso cerca nuestro y ella tampoco se cortó en empezarle a comer la polla. Eva estaba muy cachonda y no aguantó más. Me cogió de la polla y me llevó hasta allí. Ellos se presentaron como Montse (la llamaremos Montse Milf para referirnos a ella) y Jesús, tenían 44 y 45 años respectivamente (nosotros teníamos 22 cada uno).

El morbo hizo que no tardasen en cambiar de polla, Eva se la mamaba a Jesús y Montse Milf a mí. La madura chupaba mucho mejor que Eva y eso que Eva no lo hacía nada mal. Ambas combinaban las mamadas y las cubanas. Que tetones tenía Montse, blanditas suaves, grandes. Montse decía:

- "Vaya pollón tiene el niño, estarás contenta Eva".

Jesús eyaculó sobre las tetas de Eva y ambas mujeres empezaron a besarse esperando que yo hiciese lo propio. Repartí mi corrida en las tetas de ambas, que se las restregaron entre ellas antes de irse a limpiar al agua.

- "Que afortunados somos". Me soltó Jesús.

Las chicas volvieron y Montse nos propuso ir a su casa a cenar. Eva me miró y supe que debíamos aceptar. Eva se subió al coche de Jesús y conmigo se subió Montse, ambas se montaron en tetas en los vehículos. Montse empezó a chuparme la polla mientras Jesús y Eva se marchaban. La madura aceleró la mamada hasta que me corrí por tercera vez aquella tarde, esa vez en la boca de Montse que se tragó toda mi leche.

- "Vamos cariño, te espera una gran noche". Me dijo Montse sonriente y moviendo su espectacular melonar.

Ya os contaré otro día, lo que pasó cuando llegamos a casa de Jesús y Montse.
 
EN CASA DE MONTSE MILF

Continuo con la historia anterior.

Llegué a casa de Montse junto a ella y al llegar Eva y Jesús estaban en el sofá desnudos. Eva tenía en una mano la polla de Jesús y en la otra una copa de vino.

Montse y yo no tardamos en igualarnos a ellos quedándonos sin ropa. Montse me llevó la ducha. Nos estuvimos enjabonando uno al otro, tocándonos y comiéndonos. Despues fuimos a su cocina y mientras preparaba la cena estuvimos magreándonos y dándonos besos. Se escuchaban los gemidos de Eva y yo al final acabé comiéndole el coño a Montse que se abrió de piernas sobre la encimera. No tardé en meterle el rabo, como rebotaban esos tetones maduros con cada embestida. Cenamos medio cachondos todos. Y acabamos los cuatro en la cama de matrimonio.

Ambas estaban a cuatro patas siendo penetradas. Íbamos cambiando de objetivo y ellas se besaban y se comían las tetas. Mientras follaba a Eva, Montse se puso abierta de patas para que mi amiga le comiese el coño. Yo agarré la cabeza a Eva y se la acerqué al coño de la madura, ella empezó a lamer de forma muy cerda el coño de Montse y la Milf le comía la polla a su marido Jesús.

Aquella escena era maravillosa, primero cambié con Jesús. Luego cambiaron ellas y Montse le comía el coño a Eva. Todo acabó en un 69 entre las dos tetonas, mientras nosotros poníamos la polla en la boca o coño que encontrábamos libre. Con ambas mujeres sudando acabamos corriéndonos sobre sus cuerpos. Nos duchamos, esta vez yo con Eva y Jesús con su mujer. Nos vestimos para irnos, cuando recibí una llamada de mi novia María.

Eva dijo sutilmente a la pareja que no hiciesen ruido, que era mi novia. Montse se sorprendió (pensaba que éramos pareja Eva y yo).

- "Que buena está tu novia, es preciosa, pero Eva tiene más carne y eso os gusta a los hombres, además seguro que no haces con ella lo mismo que con Eva". Dijo Montse al enseñarle una foto de María.

Aún no lo hacía, aún no.
 
MI SEGUNDO AMOR

Os voy a hablar de Ariadna, la he mencionado varias veces, incluso en una de las aventuras salió. Fue en la de la noche que me lié con ella, que cachondo me puso, aunque acabó haciéndome una paja Miriam "Banana" (y a otro amigo también), pero esa historia ya os la he contado (está en la primera página del hilo).

Ariadna era una chica guapa, de ojos marrones, pelo castaño, blanquita de piel. Delgadita (tenía los brazos y las piernas muy finos, parecían alambres), tetitas acordes con su cuerpo más bien pequeñas (quizá un poco más grandes que las de mi ex Alba, pero más o menos) y un buen culito.

Era un año menor que yo y empezamos una relación a mediados de septiembre de 2011 que duraría hasta diciembre. Ella vivía en un pueblo cercano al mío (digamos que había un pueblo en medio del de Ariadna y el mío). A veces venía a verme con sus amigas, sobretodo los sábados por la tarde cuando tenía partido de fútbol. Estábamos muy enamorados (ya se sabe en esas edades).

Yo tenía ganas de ir un paso más allá y parecía que ella también (soltaba guarradas sobretodo cuando estaba con las amigas, la verdad que una conversación de ellas era para pensar que estaban desesperadas por comerse una polla). Una tarde fui yo a verla a su pueblo (de las pocas veces que fui) y pasamos la tarde en un banco los dos, hablando, besándonos y esas cosas que se suelen hacer a esas edades. Yo estaba bastante cachondo y le puse la mano sobre mi pantalón, encima de mi polla.

Ella entendió la indirecta y me cogió de la mano llevándome a un bosquecillo apartado. Yo me saqué la polla y ella me dijo que era la primera que tocaba una (había visto alguna a compañeros de clase, pero no eran tan grandes según ella). Empezó a pajearme de extraña manera, el movimiento era suave, pero me la cogía muy fuerte y apretaba sus dedos contra mi polla. Yo le metí la mano en el coño y para mi sorpresa lo llevaba muy peludo (y estaba empapado).

Estábamos los dos de pie entre árboles con los calzoncillos y las bragas por los tobillos, tocándonos el uno al otro. Se sacó esas tetitas tan monas y redonditas que tenía y se las lamí, eso hizo que se corriese y que al escuchar su orgasmo mi corrida saliese disparada. Las manos de Ariadna se llenaron lefa y algunas gotas llegaron a su vientre, pelos del coño e incluso las bragas que tenía por los tobillos.

Aquella tarde en el bosque disfrutamos mucho y Ariadna me dijo:

- "Te quiero cari, me ha gustado mucho hacerte una paja, la próxima vez una mamada".

Contaba los días para volver a quedar con ella, necesitaba ver cómo aquella preciosa chica a la que tanto quería, me comía la polla como si fuese una actriz de los videos porno que veía.
 
HA NACIDO UNA ESTRELLA

Mayo de 2013. Estaba apunto de acabar bachillerato y veía la universidad cada vez más cerca. La gente se agobiaba mucho con ese tema, querían entrar en la carrera que deseaban.

Un viernes por la noche una compañera de clase me dice de quedar, que está muy agobiada por los exámenes y temas personales. Esa compañera era Estrella.

Estrella era una chica un año mayor que yo (ella tenía 19 en aquél entonces), el año anterior había repetido y habíamos hecho buenas migas en el curso. Ella era la repetidora y yo el típico chulito (la mayoría de mis amigos y compañeros de clase estaban muy centrados en estudiar y yo estaba por otras cosas) lo que nos hizo crear un buen vínculo, porque ella veía a los demás bastante frikis.

En cuanto a ella físicamente era una chica más bien alta, de cara pecosilla, con ojos grandes marrones, pelo ondulado marrón, labios grandes, boca grande (con los dientes incisivos algo grandes también) y un cuerpazo con buenas tetas y culazo. Era la típica que de cuerpo está buenísima y de cara da morbo (encima si le sumas que era mayor que yo más puntos de morbo que gana). Además, tenía fama de guarrilla desde que era adolescente.

El caso es que quedamos por la noche en nuestro pueblo y ella empezó a contarme lo que le pasaba entre cigarros. Había bastante tensión entre nosotros, yo no la miraba a la cara mucho porque pensaba que se me iba a lanzar y que luego igual quería tener algo serio conmigo y con la fama de putilla que tenía no me convencía como novia (mi cabeza siempre iba un paso por delante).

Entre la tensión que había, ella me dijo de ir a algún lado con su coche, yo accedí. Al subirme ella se me lanzó definitivamente, yo tampoco me aparté y aproveché para meterle mano en las tetas. Tenía muy buenas tetas, un poco caídas pero bastante redondas. Ella se quitó la camiseta y en tetas me dijo que fuésemos al asiento de atrás. Allí me bajó los pantalones y los calzoncillos y me empezó a comer la polla con muy buena técnica.

- "Que gorda la tienes, está hecha para mi boquita".

Mientras Estrella mamaba yo le hacía dedos en su coño depilado. La cosa se calentó y no tardó en meterse la polla en el coño. Todo esto estaba pasando en el aparcamiento de un supermercado de mi pueblo (está abierto día y noche y puedes aparcar aunque no compres). Mientras me cabalgaba en bolas, pasaron un grupo de chavales de mi edad (algunos jugaban conmigo a fútbol) y se asomaron, viendo a Estrella rebotar en mi polla con esos melones en movimiento. Ellos me animaron y picaron en los cristales, yo pensaba que eso a Estrella le cortaría el rollo, pero al revés, la tía empezó a sobarse las tetas y fueron los chavales los que se acabaron yendo. Poco después ella se correría sobre mi polla mientras me follaba.

- "Córrete en mi boca, quiero tu leche calentita".

Le di toda mi espesa corrida en la boca, y alrededor de los labios a Estrella. Me sentía un actor porno a su lado.

Nos despedimos y al lunes siguiente en clase estuvimos bastante tensos Estrella y yo. Aquella situación provocó bastantes charlas en el equipo durante lo que quedó de temporada
 
LOS PROBADORES

Otoño de 2011, yo estaba con Ariadna mi segunda novia formal. Como ya os he contado antes me había hecho una paja en un bosquecillo de su pueblo y me había prometido una mamada para la próxima cita.

Un sábado por la tarde quedamos mi grupo de amigos y su grupo de amigas para ir en tren juntos a un gran centro comercial de la ciudad. Varios amigos míos tenían interés en alguna de sus amigas y viceversa, pero a mí eso me daba bastante igual yo solo quería estar con "mi" Ariadna y ver si cumpliría con su palabra de la chupadita.

Fue la típica tarde tonta de niñatos intentando ligar con chicas que se hacían las tímidas, mientras Ariadna y yo nos dábamos el lote. En esas entré con Ariadna y alguna amiga suya a una tienda de ropa. Ariadna cogió bastantes prendas para probarse y entré junto a ella. Era un amplio probador con incluso un sofá pequeño.

Allí Ariadna empezó a probarse modelitos ante mi, que cinturita tenía. Llevaba unas braguitas y un sujetador negro que me estaban poniendo malo. Al final se lo quitó todo delante mío dejando ver esas tetitas pequeñitas y redonditas y ese coñito peludo y virgen. Se agachó ante mí, mientras yo estaba sentado en el sofá del probador y se metió mi pollón en la boca.

Intentaba metersela entera hasta el fondo pero no podía y volvía a lamerme un buen rato el glande hasta que volvía a intentar comérsela toda.

- "Es muy grande, no puedo. Mis amigas me han dicho que la chupe hasta el fondo, que intente hacer garganta profunda". Eso me dijo Ariadna sacándose entre arcadas y babas mi polla de su boca.

Yo le cogí de la cabeza, agarrando ese pelo que olía tan bien y empecé a follarle la boquita. Ella mientras se tocaba el coñito peludo.

- "Me corro cari, me corroooo" me dijo con su dulce voz, en una de las veces que le saqué el rabo de la boca.

Yo no tardé en sacársela de su boca y correrme por donde pillé. Mi corrida acabó parte en su cara, en sus tetas y en el suelo. Los dos acabamos limpiando los restos de mi semen con pañuelos.

Al salir de allí sus amigas fueron a preguntarle algo, dejándome claro que esos hechos los tenía planeados.
 
AGOSTO CON MI "HERMANA"

Como os conté en la primera página del hilo, Olivia era como una hermana pequeña para mí, pero una noche de locura lo cambió todo. El mes de agosto de 2015 para Olivia y para mí fue inaudito.

A media mañana siempre iba a casa de Olivia (sus padres trabajaban hasta las 17:00) y aprovechaba que estaba sola. Normalmente nos pasábamos un buen rato en una piscina hinchable que tenía en su patio. No nos podía ver nadie, así que siempre nos metíamos desnudos y no tardábamos en meternos mano, yo le tocaba las tetas y su coñito rosado, mientras ella me pajeba y mamaba. Estábamos un buen rato siempre, intentábamos no corrernos y parábamos, hasta que al final nos podía el morbo y acabábamos con un orgasmo los dos en su pequeña piscina. Recuerdo que mi corrida acababa por el cuerpo de Olivia o en el agua de la piscina.

Después comíamos algo y nos poníamos a ver Mujeres Y Hombres Y Viceversa (programa muy de moda en aquella época y que le encantaba a Olivia). Siempre acabábamos haciendo un 69 en su sofá con el programa de fondo. Muchas veces nos corríamos alguno de los dos en esa posición antes de follar. Pero follar follábamos siempre. A ella le gustaba cabalgar mi pollón.

- "Me encanta tu pollón tete". Siempre me decía mi "hermanita" Olivia.

Aunque yo la ponía a cuatro patitas para gozar de ese culito y de ese cuerpazo esbelto. Y también me la follaba en misionero para reventar ese coñito de niña buena.

Después de follar, a veces comíamos juntos, aunque la mayoría de veces ya me iba a mi casa.

Mis mejores recuerdos son tenerla en bolas de rodillas con la tele de fondo y que me dijese:

- "Dale leche calentita a tu hermana pequeña". Mientras me ponía caras de niña buena.

Aquél mes de agosto Olivia y yo no paramos de follar y cerdear juntos.
 
LA VUELTA DE CUÉTARA

Corría abril de 2018, yo ya tenía 23 años. Una noche salí de fiesta con mis amigos y allí estaba ella, allí estaba Carla "Cuétara" la que, como conté en la primera pagina del hilo comía galletas con mi semen.

Habían pasado 6 años de aquellos encuentros en su casa donde merendaba sus galletas favoritas con la leche de mi polla. Ella tenía 22 años ya, pero seguía igual de explosiva, una rubia llena de curvas que estaba buenísima.

No tardamos en ponernos a hablar, sobretodo de su madre, a la que veía muchas veces en mi pueblo (allí vivía la hermana de su madre) y que me quería para su hija.

- "Mi madre está enamorada de ti (entre risas). Siempre me dice que estás buenísimo y que eres muy guapo".

Yo la vacilaba diciéndole que la hija y la madre pensaban igual. Y razón no me faltaba, no tardamos en bailar juntos y enrollarnos. Le cogía de ese culo grande, con ese vestido negro que resaltaba sus tetazas. Acabamos en su coche metiéndonos mano.

Ella me sacó la polla y me la empezó a mamar mientras yo le saqué las tetas del vestido y le metí mano en el coño recortado pero con pelo. No acabamos ninguno de los dos, ni siquiera follamos, porque me fui a su casa.

Allí acabamos en su habitación, la misma que 6 años atrás, después de un buen 69 comiéndonos enteros el uno al otro (culo incluído) la puse a cuatro patas para gozar de ese culazo y ese coñito con pelo. No aguanté el placer de tenerla en esa posición y descargué en sus nalgas. Ella tumbada en la cama boca abajo se movió para coger unas de sus galletitas (las galletas Pims de mermelada de frambuesa) y me hizo pasárselas por su culito lefado para llenárselas de leche. 6 años pero las buenas costumbres no habían cambiado.

Por la mañana me levantó con una mamada y una gran paja (que bien pajea Carla), obviamente se lo estuvo currando hasta sacarme la leche. Acabé en sus manos y sus tetas y ella se limpió con sus galletitas.

Al bajar por la mañana allí estaba su madre, que con ilusión me saludó y me dió dos besos. Yo me fui esa mañana y me despedí de ambas.

- "Espero verte pronto por aquí". Me decía la madre de Carla.

Yo me iba pensando si sabrá de la adicción de su hija a las galletas con semen, o si ella también tendrá esos gustos. Tampoco me podía quitar de la cabeza los dos besos que le dio su hija aquella mañana, cuando hacía un par de minutos se estaba comiendo las galletas con mi lefa.
 
LA VUELTA DE CUÉTARA

Corría abril de 2018, yo ya tenía 23 años. Una noche salí de fiesta con mis amigos y allí estaba ella, allí estaba Carla "Cuétara" la que, como conté en la primera pagina del hilo comía galletas con mi semen.

Habían pasado 6 años de aquellos encuentros en su casa donde merendaba sus galletas favoritas con la leche de mi polla. Ella tenía 22 años ya, pero seguía igual de explosiva, una rubia llena de curvas que estaba buenísima.

No tardamos en ponernos a hablar, sobretodo de su madre, a la que veía muchas veces en mi pueblo (allí vivía la hermana de su madre) y que me quería para su hija.

- "Mi madre está enamorada de ti (entre risas). Siempre me dice que estás buenísimo y que eres muy guapo".

Yo la vacilaba diciéndole que la hija y la madre pensaban igual. Y razón no me faltaba, no tardamos en bailar juntos y enrollarnos. Le cogía de ese culo grande, con ese vestido negro que resaltaba sus tetazas. Acabamos en su coche metiéndonos mano.

Ella me sacó la polla y me la empezó a mamar mientras yo le saqué las tetas del vestido y le metí mano en el coño recortado pero con pelo. No acabamos ninguno de los dos, ni siquiera follamos, porque me fui a su casa.

Allí acabamos en su habitación, la misma que 6 años atrás, después de un buen 69 comiéndonos enteros el uno al otro (culo incluído) la puse a cuatro patas para gozar de ese culazo y ese coñito con pelo. No aguanté el placer de tenerla en esa posición y descargué en sus nalgas. Ella tumbada en la cama boca abajo se movió para coger unas de sus galletitas (las galletas Pims de mermelada de frambuesa) y me hizo pasárselas por su culito lefado para llenárselas de leche. 6 años pero las buenas costumbres no habían cambiado.

Por la mañana me levantó con una mamada y una gran paja (que bien pajea Carla), obviamente se lo estuvo currando hasta sacarme la leche. Acabé en sus manos y sus tetas y ella se limpió con sus galletitas.

Al bajar por la mañana allí estaba su madre, que con ilusión me saludó y me dió dos besos. Yo me fui esa mañana y me despedí de ambas.

- "Espero verte pronto por aquí". Me decía la madre de Carla.

Yo me iba pensando si sabrá de la adicción de su hija a las galletas con semen, o si ella también tendrá esos gustos. Tampoco me podía quitar de la cabeza los dos besos que le dio su hija aquella mañana, cuando hacía un par de minutos se estaba comiendo las galletas con mi lefa.
Increíble la verdad, espero más!!!
 
MI AMIGA LESBIANA

Verano de 2012 (17 años). Era una mañana y mi amigo Dani (el futuro novio de la zorrita de Lola) vino a mi casa a jugar al FIFA (estaba solo hasta la tarde en mi casa aquel día). Cuando llevábamos un par de partidos me llama Nuria, una amiga nuestra para saber qué hacíamos, yo la invito a venir a casa.

Nuria era una chica gordita (tenía barriguita) pero la tía con las tetas más grandes de la generación (iba con nosotros al instituto y a todo el grupo de colegas nos había sacado pajas por sus tetas, cuando nos hacíamos alguna grupal solíamos sacar su nombre). De cara era muy normal, de las que nunca se maquillaba, morena de piel, con un gran lunar bajo el labio cerca de la barbilla, pelo ondulado marrón. No tenía un culo muy respingón para su cuerpo. En fin, que destacaba únicamente por sus tetones que eran masivos.

Al llegar a mi casa Nuria apareció con una camiseta blanca deportiva de manga corta y un pantalón de deporte negro. Vestía como nosotros, era bastante masculina. Ella ya nos había comentado que era lesbiana, que le gustaban las mujeres y a veces había hablado de ellas con nosotros (se duchaba con ellas y nos filtraba datos). Otra cosa de la que le gustaba hablar a Nuria era de las pajas, casi cada día que nos veíamos nos preguntaba cuántas pajas nos habíamos hecho y ella también nos comentaba si se había tocado (incluso a veces compartíamos si lo habíamos hecho pensando en alguna compañera del insti).

No tardó en sacar el tema de las pajas, mientras nosotros seguíamos jugando al FIFA, no le hicimos mucho caso y ella empezó a comentar que se había tocado al despertarse, pensando en varias compañeras de clase, en qué si le comía el coño a una, que otra le comía el coño a ella (mientras describía como los tenían). No tardamos en ponernos cachondos, los dos nos sobábamos nuestros paquetes, hasta que solté:

- "Nuria, al final nos vamos a tener que pajear".

A lo que nos contestó:

- "Haceos una paja, va".

Yo le dije que nos enseñase las tetas primero y ella sin dudar dejó esos dos tetones enormes ante nosotros, lo que nos obligó a sacarnos las pollas y empezar a pajearnos. Ella se unió y se quedó desnuda, enseñando ese coñazo muy peludo. Yo le sobaba las tetas y se las comía y Dani me imitaba. No tardó en agarrarnos las dos pollas (como miraba mi polla gorda que contrastaba con la de Dani mucho más fina). Según ella era la primera paja que hacía y se le daba bien con las dos manos. Mientras nos pajeaba hablábamos de nuestras compañeras de insti y conocidas del pueblo los tres, cerdeándolas en plan guarro.

Dani no tardó en correrse en la mano de Nuria, en su propio vientre incluso en mojar uno de los tetones de nuestra amiga. Yo seguí aguantando mientras tocaba ese coño peludo empapado. Ella de vez en en cuando se pasaba mi pollón mojado por sus tetones, llegando a pasar mi polla por zonas que Dani había lefado.

Al final se corrió Nuria y yo detrás, apuntando a sus pedazo de tetas masivas. Después de corrernos los 3, nos quedamos en bolas, sentados en mi sofá, callados, mirando la tele (estaba pausado un partido del FIFA entre el Betis y el Granada, no se me olvidará) y Nuria seguía con las pedazo de tetas llenas de corrida, hasta que Dani soltó:

- "Es la primera paja que me hacen".

Aquella relación de amistad había pasado de nivel y lo aprovecharíamos hasta la actualidad.
 
LA REPETIDORA

Hoy os voy a hablar de Lidia, una chica que repitió dos veces en el instituto y lo acabó con mi generación. Era una chica gordita, que siempre lucía amplios escotes en clase y siempre sacaba el tema de sexo (sus temas favoritos eran cuantas pajas nos hacíamos, que porno veíamos, las tetas del resto de las de clase, quien era virgen...). Ella vacilaba de follar mucho porque tenía novio. Cuando empezó a ir conmigo a clase yo tenía 14 y ella 16.

9 años después sucede la aventura que os contaré ahora (principios de 2018 yo con 23 y ella con 24, ese año cumplía los 25).

Una noche de invierno salí de fiesta con un par de amigos a una discoteca del pueblo de al lado. La noche fue normal, nada especial. Al acabar la noche mis dos amigos querían ir a desayunar y yo pasé de ese plan (yo había llevado mi coche y otro de mis amigos había cogido el suyo porque vivía en otro pueblo). En el parking nos encontramos con Lidia y sus amigas, se habían quedado sin coche de vuelta (la amiga que llevaba el coche se había ido antes a follar) y habían encontrado sitio pero no cabían todas, así que Lidia me dijo que si podía llevarla a casa para solucionar el problema. Yo le dije que si, además vivía cerca de mi (en coche el trayecto son unos 10 minutos, pero si hubiesen ido andando sería una hora y media).

Al poco de subirse, Lidia me comenta que no tiene dinero para pagarme y yo le digo que no me tiene que dar nada (no le hubiese pedido dinero a nadie, aunque me tuviese que desviar a otro pueblo, si llevo a alguien a casa es por voluntad propia y solo llevaría a alguien que conozco). Ella insistía que le sabía mal, que ya se veía andando de vuelta a casa y no estaba para esos trotes (la verdad que estaba bastante gordita).

- "Te la chupo y quedamos en paz".

Así de directa cambió el tono de la conversación y yo sin hablar me desabroché el pantalón y me saqué el rabazo que ya estaba morcillón por sus palabras.

Con gran técnica empezó a chupar, haciendo que su piercing de la lengua jugase con mi glande, que sus labios besasen mis huevos y que su cara chocase contra mi polla. Lidia seguía con el mismo novio que tenía cuando iba conmigo a clase (y con el que sigue a día de hoy ya casada), pero no dudó en aprovechar una escusa para meterse mi polla en la boca.

Con el calentón que llevaba al llegar a su casa le pregunté:

- "¿Vamos a algún lado a follar?

Ella me dijo que sabía de un sitio que ella había ido alguna vez y amigas suyas también. Llegamos con el coche a un pequeño descampado cerca de un polígono que entraba a un bosque. Con otras había follado en mi coche, pero Lidia estaba demasiado potente para follarmela dentro, así que le dije que saliésemos fuera.

Se arrodilló y siguió comiéndome la polla como una profesional, mientras le saqué las tetas por el gran escote que llevaba, eran muy grandes, blanditas, naturales y algo caídas. Le pedí una cubana que me hizo con gran técnica. Después se quitó el pantalón ajustado que llevaba con el que se le notaban esos caderones, dejando visibles sus piernas gordas y ese tanga tan pequeño para su gran culo. Se quitó también el tanga para lucir ese coñito con algo de pelo (se lo habría depilado hacía una semana más o menos).

La puse apoyada contra el coche y se la metí por detrás en su coño mojadito, ella gemía con cada empalada de mi polla gorda.

-"Dame por culo con esa pedazo de polla".

No dudé en cambiar de agujero y reventarle el culo, le di por el culo pero sin piedad. De vez en cuando cambiaba a su coño, que aguantaba mucho mejor mis embestidas. Follándole el culo y tocándole el coño conseguí que se corriese. Luego me tocó a mí, se puso de rodillas a comerme los huevos mientras me pajeaba, yo le indiqué que llegaba la leche y le empapé los tetones de mi leche caliente. Ella se guardó las tetas con mi corrida, me dijo que se iba a duchar al llegar a casa así que no se iba a limpiar.

Yo la dejé en casa y antes de bajarse del coche me comió la boca con pasión. Yo al llegar a casa me tuve que pajear pensando en como habría llegado a casa con esas tetas llenas de mi lefa y si estaría el novio allí esperándola, y en como debía ser ver ducharse a la gordita.
 

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