42
DANI
Me desperté y me duché. Gema me había dicho lo que tenía que hacer pero ahora me estaba arrepintiendo y pensando “Tengo el mejor sexo de mi vida gracias a Marta y aquí estoy, metiéndome en follones por Gema y en algo que ni me había planteado antes”. Me miré al espejo y no me decidía. Si quería follar, solo tenía que llamar a Marta y quedar, era así de sencillo y no todo este lío de seducciones y jueguecitos tontos. Pero la verdad es que Marisa me ponía, y Gema mucho más. Así que nada, haría lo que me había dicho.
Salí de mi cuarto solo con una toalla alrededor de la cintura. Entré en la cocina donde Marisa estaba de espalda, preparando las cosas del desayuno. Carraspeé y Marisa se giró y se quedó sorprendida al verme así. Me dijo:
Marisa me miraba con los ojos abiertos, sin saber que hacer. Dijo:
¿A… a qué te refieres?
Lo de depilarme ahí abajo
Ah
Pues lo he hecho
Ah
Y bueno, no sé, me siento un poco ridículo
¿Por qué?
Me veo raro
Gema quería que montara ese teatrillo antes de despelotarme, para no ir a saco pero yo me sentía ridículo con esa historia, no por mis pintas con eso depilado. Le dije:
¿Te puedo enseñar como queda?
¿Cómo?
Bueno, ya me has visto desnudo, podrías decirme si está bien o ridículo ¿No?
MARISA
“Pero ¿A qué coño juega el niño éste? ¿A ponerme cachonda o qué?”. Lo miré un rato y él, visiblemente nervioso, al final dijo:
Y se dio media vuelta. Entonces, de pronto, salió de mí:
Dani se volvió y se quitó la toalla. “¡¡¡Madre mía como está el niño!!!”. En efecto, estaba depilado y con la polla bastante crecida, no erecta del todo pero morcillona. Y le quedaba genial, y mira que me gustaban los tíos varoniles de pelo en pecho pero “ese cuerpo bien marcado y esa polla grande sin pelos me ponen mucho”. Me entró de todo por el cuerpo y no podía ni hablar porque se me iba a notar la excitación. Encima, ahora se giró sobre sí mismo para enseñarme el culo, tan redondito y bien puesto, me iba a entrar algo.
DANI
Bueno, ya había hecho todo lo que me dijo Gema, media vuelta incluida para enseñarle el culo. Ahora a ver que pasa. Estaba claro que a Marisa le gustaba lo que veía, se le notaba en el nerviosismo y en como me miraba con una medio sonrisa. Le dije:
Marisa miraba pero sin decir nada. Repetí la pregunta y ella dijo:
Te… te queda bien
¿Sí?
Sí
Nos quedamos callados. Ahora no sabía que hacer, Gema me había dicho de darle conversación pero estaba cortado, era una situación rara. Entonces ella dijo:
Me toqué, esa mañana me había pasado de nuevo la maquinilla. Entonces dije:
Marisa estaba como a dos metros de mí. Me miró y entonces se movió hacia mí, sorprendiéndome. Se puso enfrente mío, a menos de medio metro y alargó un dedo y lo pasó sobre la parte encima de la polla, donde antes no había pelo. Mi polla creció inmediatamente, ya cerca de la erección total. Marisa dijo:
Marisa me miraba sonriendo pero solo movía el dedo por la misma zona. Estuvo así 3-5 segundos y entonces bajó la mano y me acarició los huevos con el mismo dedo, sin dejar de mirarme con esa medio sonrisa. Ahora sí que se me puso la polla totalmente dura. Le pregunté:
Ella me miraba con esa sonrisa, sin decir nada pero sin parar de mover el dedo. Le insistí:
¿Está bien apurado?
Sí, está suave
Entonces subió la mano y, con el mismo dedo, recorrió mi polla desde la base hasta la punta, diciendo:
Pensé “joder, me está tocando la polla y los huevos, ahora es el momento” y estuve a punto de meterle mano pero recordé a Gema “no vayas a por sus tetas, tócala pero suavemente, en la cintura, mano… no vayas directamente a sus tetas o culo”. Me reprimí y puse mi mano en su cintura temiendo lo peor pero Marisa no se movió, aceptó mi mano sin dejar de mover su dedo, mirándome igual. Y entonces, bajó su mano y pasó a acariciarme los huevos con la mano, no con un dedo.
Cogí y la atraje suavemente hacia mí, quedando los dos casi pegados, solo nos separaba su mano y mi polla, que ahora estaba sobre su estómago, apuntando arriba. Me acerqué a ella y le dije casi pegado al oído:
Marisa ni se movió ni dijo nada. Empecé a decirle lo atractiva que era, lo guapa que era… todo muy despacio y en tono bajo, suave, mientras ella no paraba de acariciarme los huevos. Entonces acerqué más mi boca a su oído y moví mi mano de su cintura a la espalda, acariciándola, mientras le decía lo mucho que me ponía. Luego, fui a por su boca pero ella ladeó la cabeza y la besé en la mejilla. Luego en su oreja y bajé por su cuello. Marisa se pegó aún más a mí y le lamí el cuello mientras le cogía el culo y se lo apretaba. Jadeó pero no se apartó nada… al contrario, ladeó la cabeza para dejarme besarla bien por el cuello y subió la mano para cogerme la polla.
Y entonces, llamaron a la puerta y todo el ambiente se vino abajo. Marisa se separó, muy colorada y avergonzada. Dijo:
Me quedé sin saber de qué hablaba y entonces recordé, era el cumpleaños de su hijo Manolo e iba a montar una fiestecilla infantil en la casa. Nos quedamos mirándonos, ahora separados por dos metros. Volvieron a llamar y Marisa se recompuso diciendo:
Y dijo en voz alta “Voy”. Cogí mi toalla y ella fue al fregadero y se echó algo de agua en la cara y se arregló la ropa y el pelo. Me fui a mi habitación aún empalmado. Menuda mierda.
MARISA
“Pero ¿Qué hago? estoy loca” mientras se tranquilizaba antes de abrir. No se podía creer lo que había estado a punto de hacer, le había salvado la campaña… la del timbre. Se miró la ropa, notaba las bragas mojadas pero no había llegado a la malla, creía. Le temblaban aún las piernas. “Madre mía, que cachonda estoy”.
DANI
Volví a la cocina al rato, ya vestido y sin estar empalmado. Desayuné con las tres, bromeando aunque notaba a Marisa claramente nerviosa pero las otras dos lo atribuían a los nervios por preparar todo. Yo estaba tranquilo y la miraba pero ella rehuía el contacto visual.
Me fui a la facultad pero volví temprano para la fiesta, había quedado en ayudarlas a inflar globos y preparar algunas cosas. Me quedé un rato en la fiesta, más que nada para intentar hablar con Marisa pero había algunas madres divorciadas que me tiraron los tejos descaradamente y eso me divertía porque veía a Marisa mirarnos con cara de enfado.
Pero solo estaba tonteando, ninguna me interesaba lo más mínimo. Cuando me iba a ir, conseguí quedar a solas con Marisa. Me dijo:
Mañana hablamos sobre lo de esta mañana
Claro
Esto no puede seguir así, Dani, tenemos que dejar de...
La miré y le di dos besos, quedándome luego cerca de ella para decirle al oído:
Era verdad, todas iban arregladas a pesar de no haber posibilidad de ligar, el único tío que había allí era yo. Marisa se apartó mirándome seria. Le dije:
Eres la más atractiva, sin lugar a dudas
Ya, por eso has estado tonteando toda la tarde
Pero sin ningún interés, la única interesante eres tú, no hay color
Ya
Le sonreí y ella sonrió, que desde esa mañana no me había sonreído. Dijo:
Me fui, había quedado con amigos para salir un rato aunque tenía mucho que estudiar pero necesitaba relajar la cabeza, mucha tensión con Marisa. Ya estudiaría de noche. En cuanto salí, llamé a Gema y le conté todo. Gema se entusiasmó. Quedé con ella para tomar un café cerca de su gimnasio donde le conté todo con detalle. Gema me dijo que tenía que hacer al día siguiente durante el desayuno, estuvimos un buen rato hablando y trazando estrategias, ella opinaba que si lo hacía como me estaba diciendo, en el desayuno casi seguro que follábamos. Me contagió su entusiasmo.
Le dije de quedar esa noche pero me dijo que no podía, que ya había quedado, que guardara fuerzas para el polvo del día siguiente con Marisa, estaba totalmente convencida.
Cuando se fue, estuve a punto de llamar a Marta pero al final lo dejé, dos días seguidos quedando con ella era peligroso para Marta, para que se montara películas sobre nosotros. Al final me fui con amigos, quería divertirme un rato pero no beber, esa noche tenía que estudiar que los exámenes estaban cerca de nuevo y con tanto juego y folleteo, estaba retrasado en varias asignaturas. Me iba a costar concentrarme pensando en Marisa pero lo intentaría y si no, paja para tranquilizarme.
43
DANI
Esa noche intenté estudiar en serio pero no me concentraba, el episodio con Marisa había sido muy fuerte y no paraba de rememorarlo. Al final me tuve que hacer una paja, cosa que ayudó mucho en mi nivel de concentración. Pero entonces me encontré con otro problema, mi mala cabeza… no me entraban las cosas. Y llamé a Marta para pedirle ayuda e hicimos una video. Lo primero que me dijo es que fuera a su casa a “estudiar”. Le dije que no, que ya era tarde. Luego intentó explicarme las cosas pero nada, no me entraba. Le dije:
Marta me miró y dijo flojito:
Sé un método que ayuda a eso
¿Sí? ¿Cuál?
El sexo
Jajaja
En serio, relaja un montón
Lo sé, lo sé jajaja
Así que si quieres…
Jajaja, me tientas pero no, ya mismo me acuesto, hoy estoy reventado
También te puedes mmm masturbar
La miré sorprendido, estaba muy abierta hablando de esas cosas aunque seguro que estaba colorada pero la pantalla no dejaba ver bien ese detalle. Le dije:
Se quedó callada. Le dije:
Marta, visiblemente nerviosa, no dijo nada y miraba a otro lado. Pero luego dijo:
No pude evitar reírme, no por lo que decía sino porque la imaginaba totalmente colorada. Entonces dijo:
No te rías, que es culpa tuya
¿Mía?
Esa foto que me mandaste no ayuda a que me quedé sin hacer nada
Jajajaja, esa era mi intención jajaja
Ya, claro
Como yo no tengo foto tuya, no puedo pajearme con ella
Marta se calló y dijo muy flojito:
¿Quieres una?
Claro
¿Mía?
Sí
Se quedó callada y luego dijo:
Estuve a punto de mandarte una pero eran ridículas
No me jodas Marta
Sí, horribles
Ya estamos con tus complejos… una mierda eran horribles
Sí, lo eran
Pufff, de verdad que eres de lo que no hay
Se calló y luego dijo:
Y se quedó callada. Le dije:
¿Qué?
Y… ¿Puedo yo hacerte otra?
Jajaja
No te rías
Lo siento es que tiene gracia que después de todo el sexo que hemos tenido, te de corte pedirme cosas
Claro que me da
La verdad es que me estaba poniendo cachondo a pesar de la paja de hacía menos de una hora, pero ir a casa de Marta a esas horas era quedarme allí y mañana era importante estar en el desayuno. Seguimos hablando un poco más pero corté la llamada antes de ir a más. Miré el reloj, casi la una de la noche… estudiaría un poco más y luego me acostaría.
Un rato después escuché unos golpes en la puerta. Me giré extrañado y se abrió la puerta. Era Marisa. Llevaba una bata larga y un plato en la mano. Se acercó diciendo:
Y me dio el plato con el trozo de tarta. Entonces me miró de forma extraña y pensé “mierda, adiós a toda la estrategia que habíamos montado Gema y yo” porque vi que quería hablar y, claro, con mi tío y los niños cerca, no podía hacer todo lo que habíamos pensado. Seguro que me iba a dejar otra vez las cosas claras y cortar cualquier otro nuevo avance, que putada.
MARISA
“Menos mal que estaba solo, si llego a entrar y tiene compañía, me habría dado algo”. Dani cogió el plato y lo dejó en su mesa. Lo miré. Sabía lo que tenía que hacer, era evidente, cortar esto de una vez por todas pero… no podía.
Había pasado todo el día con los nervios destrozados. Se había duchado y arreglado diciéndose “es para Antonio”... y se había rasurado el coño diciéndose “es para Antonio”... pero sabía que era mentira. Le había pedido sexo a Antonio, varias veces, pero él estaba cansado… Y aquí estaba, sin poder dormir, y nerviosa como una colegiala.
Lo miró un rato y entonces se decidió. Se apoyó en su mesa y cruzó las piernas por los tobillos de forma que se abriera la bata dejando sus piernas al aire. Entonces cogió con un dedo un poco de nata de la tarta y le dijo:
DANI
“Joder” mirando como Marisa se chupaba el dedo con la vista fija en él. Luego ella dijo:
Al verla entrar, me esperaba una “charla” sobre lo que había ocurrido esa mañana pero no parecía eso para nada. Conseguí moverme y cogí un poco más de nata con un dedo y se lo ofrecí. Ella me miró otra vez fijamente y luego abrió la boca. Le metí el dedo y Marisa lo chupó sin dejar de mirarme. Notaba su lengua en mi dedo, sin parar.
Cuando terminó de limpiar el dedo, bajé la mano hasta su muslo y se lo acaricié. Marisa descruzó las piernas, abriéndolas un poco y la acaricié por la parte interna del muslo. Entonces me levanté y me puse enfrente de ella. Marisa abrió aún más las piernas y me acerqué a ella poniéndome entre sus piernas. Entonces le acaricié la cara, el pelo, y le puse la mano detrás del cuello y la acerqué a mí y nos besamos. Marisa abrió la boca, buscando mi lengua con la suya. Tras un par de minutos de un morreo muy húmedo, ella me hizo a un lado y se dirigió a la puerta. Pensé “joder, y ahora se va”.
Pero al llegar a la puerta se paró y echó la llave. Luego se volvió hacia mí y se quitó la bata quedándose completamente desnuda, no llevaba nada debajo de la bata. La miré durante unos segundos, me doblaba la edad pero tenía un cuerpo genial. La repasé con calma, deleitándome en sus pechos y un coño totalmente rasurado, tal como me dijo. Luego me acerqué y nos volvimos a besar. Me fue desnudando sin dejar de besarme y luego nos fuimos a la cama.
Allí seguimos con el morreo pero pronto abandoné su boca para buscar sus pechos, chupando dos pezones totalmente duros. Luego bajé y le comí un coño muy mojado. Me proponía comérselo hasta que se corriera pero tiró de mí y me dijo que la follara. Fui a incorporarme para coger un condón pero me dijo que no, que no había peligro de embarazo. Me puse sobre ella y la penetré. No podía creer que me estuviera follando a mi tía, pero sí, lo estaba haciendo. Me moví rápidamente hasta que ella tuvo su primer orgasmo, dando un grito ahogado contra mi boca mientras la besaba.
Después me tumbé boca arriba y ella se subió encima, cabalgándome rápidamente y con muchas ganas hasta que se volvió a correr. Esta vez, la visión de sus tetas rebotando con tanto sube y baja, sus jadeos y grito al correrse hicieron que yo también me corriera, dentro de ella, la primera vez que me corría sin condón dentro de una chica.
Marisa se derrumbó encima y nos quedamos así un rato. Luego, se levantó, se puso la bata y se fue, sin decir nada. Todo había ocurrido muy rápido, miré el móvil, calculé que no habían pasado ni 10 minutos. “Joder, me he follado a Marisa, verás cuando se lo cuente a Gema… espera, joder, ¡¡¡que me voy a follar a Gema!!!!”. No cabía en mí de alegría, polvazo ahora y polvazo mañana con Gema. Estuve a punto de escribir a Gema pero pensé que mejor se lo contaba en persona. Me dormí muy feliz.
MARISA
Cerré la puerta del baño y casi me caigo al suelo de lo que me seguían temblando las piernas. Había sido increíble, no tanto por las habilidades del chico como por el morbo de la situación y “por la buena polla que tiene”. Me limpié por debajo, notaba el semen de Dani en mis piernas. Luego me eché agua en la cara y me miré al espejo “que locura acabas de hacer porque has sido tú, has ido a por él, a follártelo”. Pero que bien se había sentido, como la había mirado, deseado y excitado. “Pero esto no se puede repetir, ha sido una locura, mañana hablaremos, sí, le dejaré las cosas claras, ha sido una y no más, ha sido genial pero no más”. Me puse la ropa interior y el pijama que había dejado escondidos en el baño. Me acosté pensando que con los nervios y la culpabilidad no me dormiría pero caí rápidamente.
44
MARISA
Estaba nerviosa, no lo podía negar mientras dejaba el pan en la mesa. Me había levantado con el cuerpo raro, por un lado relajada y por otro lado nerviosa. Me sentía culpable por los cuernos a Antonio. No era la primera vez que ponía cuernos pero pensaba que ya con su edad, no lo volvería a hacer y aquí estaba, siendo de nuevo infiel y encima, con su sobrino.
Pero ahora cuando Dani llegara le iba a hablar en serio. Le iba a decir que esto se les había ido de las manos, que este sería el último desayuno ellos dos juntos y que se acabó el tonteo. Me jodía porque me hacía sentir joven, deseada, atractiva… pero había ido muy lejos y la culpa solo era mía, él era un chaval con las hormonas revolucionadas pero ella era una cuarentona que debería tener más cabeza.
Iba a ser una conversación desagradable y esperaba ser capaz de mantenerme firme porque tenía claro que él intentaría tener más. Entonces escuché la puerta de Dani y respiré profundamente diciéndome “sé fuerte, es lo que hay que hacer”. Pero entonces apareció Dani recién duchado, aún con el pelo mojado y solo con una toalla enrollada a la cintura. “Ayyyy, que bueno está” mientras notaba como me entraba un cosquilleo en las partes bajas. Dani dijo sonriente:
Y se me acercó para darme un beso, pero no en la mejilla, en los labios. Noté como abría la boca e intentaba meterme la lengua en mi boca. Resistí ¿Cuánto? ¿Un segundo? Abrí mi boca y busqué su lengua con la mía. “mmm sabe besar” pensé mientras seguíamos con el beso húmedo. Anoche ya me había dado cuenta, sabe besar, pero ahora era aún mejor. Notaba su aliento fresco, algo mentolado, debía haberse limpiado los dientes o usado enjuague. Dani me acariciaba la espalda y yo hacía lo mismo. Noté su erección contra mí. Dani bajó sus manos a mi culo y me lo cogió, me lo apretó empujándome contra él.
Entonces paró de besarme y me miró sonriente. Me cogió una mano y me llevó a su cuarto. Pensé “Nooo, no puedes ir, resístete” pero mis pies no me respondían y lo seguí. En su cuarto seguimos con un nuevo morreo húmedo y lento, sin prisas. Le quité la toalla y le agarré su culo. Entonces Dani paró y me dijo:
Me puse en cuclillas delante de él. Miré su polla a escasos centímetros de mí. Era magnífica y grande. Antonio también la tenía grande, se ve que es cosa de genes, pero la de Antonio no era bonita, estaba doblada para un lado y era muy venosa. La de Dani era grande y recta, y sin pelos, cosa que sorprendentemente me gustaba aún más. Me deleité unos segundos mirándola y luego miré a Dani desde abajo. Él me miraba con ansia. Saqué la lengua y la lamí lentamente. Luego me la metí en la boca lanzando un profundo suspiro.
DANI
Me levanté de un humor excelente, como no podía ser menos. Me fui a la ducha y ahí pensé en lo ocurrido. Y entonces me acordé de algo que me había dicho Gema una de las veces que hablamos sobre Marisa, que después del primer polvo, se podría sentir muy culpable, que no dejara que le hablara de que era un error y esas cosas, que fuera a saco a por ella. Así que terminé la ducha, me sequé y salí con solo la toalla. Y no le di oportunidad de hablar, me lancé sobre ella, a besarla, y luego a llevarla a mi cuarto. Y ahora la tenía a mi pies, con mi polla en su boca, chupando con gran maestría. “Ufff, lo hace igual de bien que Gema”. Me chupó la polla de una forma muy húmeda, sin perder contacto visual, y también lamiendo y chupando mis huevos. Pensé “tengo que enseñar a Marta a chuparla así”. Marta la chupaba bien, con muchas ganas, pero esto era otro nivel, aquí se notaba experiencia además de las ganas.
Cuando noté que si seguía así me iba a correr, la levanté para besarnos otra vez profundamente. Luego la fui desnudando y la llevé a la cama. Marisa se tumbó boca arriba y la miré aún de pie. Le dije:
Me quedé unos segundos mirándola, disfrutando.
MARISA
“Como me pone esa forma de mirarme que tiene”. Dani estaba de pie, mirándola con deseo incontenido y eso era súper excitante. La mamada que le había hecho la había dejado muy cachonda, la había disfrutado mucho, pero ahora, esa forma de mirarla, ya no podía esperar más, necesitaba esa polla dentro de ella. Abrí las piernas y le dije:
DANI
Miré su coño depilado y rojo, hinchado, claramente húmedo. Le sonreí y me puse encima suya, metiéndosela lentamente. Ella jadeó y comencé a follarla rápido. La noche anterior Marisa había sido poco ruidosa, por las horas y por el peligro, pero ahora no, ahora comenzó a jadear y gemir fuerte. Se corrió rápido y yo también estuve a punto pero conseguí controlarme, tenía que darle mucho más, no un simple polvo.
Nos besamos lentamente mientras ella seguía medio temblando por el orgasmo. Luego bajé y le comí las tetas. No las tenía ni grandes ni pequeñas, estaban muy bien de tamaño. Los pezones eran grandes y duros y estuve un rato con ellos, chupándolos, mordisqueándolos, pellizcándolos... Luego bajé y le comí el coño hasta que se volvió a correr de nuevo.
MARISA
“Diossss, pero si sabe comerlo”... hacía mucho que no me lo comían así. Antonio era muy malo en eso, eran lametazos más que otra cosa, pero Dani, “uffff, que bien lo ha hecho”. Me quedé tumbada intentando controlar mis temblores. Dani se tumbó a mi lado y me dijo que me pusiera encima pero necesitaba recuperarme. Lo besé y luego fui bajando. Se la chupé de nuevo mientras me volvía a poner a tono. Entonces me puse encima y lo cabalgué.
DANI
“Joder, como se mueve estando encima” mirando como Marisa lo cabalgaba sin parar de gemir y jadear. “Ufff, esto me pone demasiado, me voy a correr como anoche”. Paré a Marisa que me miró desconcertada. Le dije:
Marisa se quitó de encima y se puso a cuatro sobre la cama. Me puse detrás y la follé rápido, cogiéndola por las caderas. Marisa no tardó en empezar a gritar entre gemidos diciendo cosas como “Que polla tienes”, “fóllame más rápido”, “joder, joder, joder”. Entonces empezó a tocarse el clítoris y a gritar que se corría, y ya no aguanté más, corriéndome dentro de ella mientras Marisa gritaba que se estaba corriendo.
Nos quedamos tumbados unos minutos, recuperándonos. Luego ella se levantó y se metió en el baño. Me levanté y cogí mi móvil, lo había grabado todo para Gema, casi 40 minutos de polvo. Y esta vez no era solo audio.
Marisa salió del baño un poco avergonzada pero nos reímos y nos vestimos. Luego fuimos a la cocina a desayunar. Hablamos de cuatro cosas pero no de lo que había pasado. A mí se me había hecho tarde y me fui rápido. Tenía un mensaje de Gema:
Pensé en decirlo todo pero quería hacerlo en persona. Le contesté:
Voy camino de la facultad
Ah ¿Y Marisa?
No sé
¿No ha pasado nada?
Algo, esta noche te cuento
¡¡¡Cuenta ya!!!
No, pásate por mi casa y te cuento
No seas malo
Te va a gustar
Ainssssss, me dejas con la intriga ¿eh?
Jajaja
Bueno, vale, me paso
Hasta luego
MARISA
Vi a Dani irse y entonces me relajé. Había sido un polvazo. Ayer noche fue bueno pero por el morbo, no por el sexo en sí, pero ahora había sido... “ufff, que pasada”. En el primer polvo me había parecido que Dani era muy inexperto, sin saber moverse bien, asustado… hoy no, hoy era otro, la había follado bien. No es que fuera su mejor amante, eso no, ni se acercaba, pero llevaba mucho sin echar un polvo así. “Ayyy, no puede ser, tenía que haberlo cortado… ahora ¿Cómo voy a cortar esto si yo misma no quiero?”.
Miré la hora “ufff, ya no llego a la clase de Gema, y ni ganas… hoy ya había hecho deporte suficiente aunque de otro tipo jeje… mejor me preparo la bañera y me doy un baño relajante, lo necesito, demasiadas emociones… y orgasmos jaja”.
DANI
En la facultad, después de las clases, Marta me buscó. Hablamos de cosas de la facultad y luego me dijo:
“Ufff, tiene ganas de sexo pero yo tengo otros planes con Gema”. Le contesté:
No, hoy no puedo
¿Vas a salir?
Sí
Ah
Se quedó callada aunque le notaba ganas de decir algo. La miré y al final dijo:
¿Y mañana?
Sí, mañana creo que sí
Vale, genial
De nuevo la vi indecisa y al final dijo:
Pero, tendremos sexo ¿No?
Jeje, bueno, si quieres sí, claro
Yo claro que quiero
Y se puso colorada como un tomate porque lo había dicho muy rápido. Dijo:
Bueno, que ya sabes, que si tú tienes ganas…
Jajaja, como eres, que sí, claro, los dos queremos, pues claro que tendremos
Bien
Nos despedimos y me fui a mi casa, para ducharme y esperar a Gema la cual llegó desde el gimnasio, con sus mallas y top sexy. Entró, me dio un pico y se sentó en mi cama mirándome interrogativamente. La miré sonriendo y ella dijo con cara de asombro:
Me reí sin decir nada y Gema dijo riéndose:
Y ya no pude aguantar más y le conté todo lo que había pasado por la noche. Gema estaba alucinada, no se había esperado esa reacción de Marisa de buscarme de noche, pero le brillaban los ojos de entusiasmo y excitación. Y entonces me dijo:
¿Y esta mañana?
Esta mañana ¿Qué?
¿Cómo estaba? ¿Se sentía mal, bien?
Pues no sé, le di los buenos días, un morreo y me la traje aquí
¿Otro polvo????
Sí
Jajajaja, ¡¡¡qué machote!!! cuenta, cuenta
Bueno, tengo un regalo para ti
¿Un regalo? ¡¡¡primero cuenta!!!
La miré sonriendo y le di el móvil con el video del polvo mañanero con Marisa. La cara de Gema fue de sorpresa total. Miró el video unos segundos, luego a mí con los ojos enormes, luego el video otros segundos y entonces se abalanzó sobre mí, a besarme, a desnudarme, desnudarse y me tiró sobre la cama, boca arriba y luego ella se puso encima y se la metió de un golpe, estaba totalmente lubricada, y me cabalgó de una forma increíble. Joder, la cabalgada de Marisa había sido de 10 pero lo de Gema era de otro mundo, como se movía, como me miraba, como gemía… notaba como apretaba mi polla con su coño, como se movía arriba y abajo de una forma salvaje, con una mirada de vicio total. No pude evitarlo y me corrí dentro de ella, sin condón, y en ese momento Gema paró y dio un grito profundo quedándose parada encima, y luego se derrumbó sobre mí.
Nos quedamos así unos minutos, había sido un polvo de ¿Un minuto? pero extenuante incluso para mí que no me había movido más que para cogerle las tetas.
GEMA
“Madre mía lo cachonda que me he puesto”. Y no era por lo que salía en el video, que también, fue por las ganas que tenía de él. Al fin se lo podía follar tras haberse salido con la suya.
Me quedé sobre él varios minutos, sin hablar y sin moverme, escuchándolo respirar y notando como su polla salía de ella. Luego se tumbó a su lado y le dijo:
Dani la miró embelesado, se le notaba. Dijo:
Y me limpié y me vestí. Dani también se vistió y nos fuimos. En el bar, mientras tomábamos unas cervezas y algo de picar, me estuvo contando. El video aún no lo habíamos visto, lo reservaba para después. Dani dijo:
Se me hace raro contarte un polvo con otra para poder follarte
Jajaja
Pero quieres que te lo cuente ¿No?
Claro, con detalles de como te miraba, lo que decía
Y le conté todo lo que recordaba. Estuvimos un buen rato hablando de eso y más cosas, con una Gema risueña y que no paraba de reír y mirarme con vicio. Me fijé que era el centro de atención de todos los tíos del bar, cosa normal y que no me molestaba en absoluto, seguro que era el más envidiado de aquel bar.
Luego volvimos a mi casa y entonces sí nos pusimos a ver el video en el portátil. Gema no paraba de comentar cosas de Marisa, mira que tetas tan bonitas, que culo, ojalá yo esté así a su edad, que bien se movía, como la chupaba… Se fue calentando a ritmo rápido y en cuanto terminamos de ver el video, volvimos a follar y esta vez quiso ir más lento, con sexo oral, morreos, tocamientos… y estando de nuevo encima pero esta vez moviéndose lento me dijo:
Yo, que estaba pensando en otras cosas mirándola, no sabía ni de que me hablaba. Me volvió a decir:
Tienes que insultarla mientras te la follas
No sé si volveremos a follar
¿Cómo que no?
Bueno, está buena pero contigo y Marta ya tengo de sobra
De eso nada, te la vas a seguir follando, que tengo más planes
Pero es que…
¿Ya no te gusta?
Claro que sí
Pues te la follas y la insultas
Puff, a mí no me salen esas cosas
Gema seguía cabalgándome a ritmo lento mientras lo decía, mirándome con vicio. Entonces dijo:
Venga, insúltame
¿Qué?
Dime que soy una zorra
Pero…
Pero nada, dilo
Me quedé mirándola y le dije:
Zorra
Nooo, así no, con más dureza, sé un cabrón insultando
Ufff
Venga
Eres una zorra calienta pollas
Bien, bien, sigue
Y comencé a insultarla, al principio con vergüenza pero cuando ella comenzó a aumentar el ritmo del folleteo, me fui lanzando llamándola de todo, zorra, puta, chupapollas… Gema me miraba con cara de vicio, sonriendo. Entonces dijo de cambiar de postura y se puso a cuatro. Me puse detrás y la penetré:
Seguí con lo mismo y luego me dijo:
Lo hice y ella sonreía y jadeaba. Y al rato dijo que se iba a correr y tuvo un orgasmo grande mientras yo seguía follándola a cuatro hasta que no pude más y la saqué y me corrí sobre su culo y espalda.
Nos quedamos tumbados y Gema dijo:
A Marisa le gusta el sexo así, que el tío domine, mañana te la follas así
¿Cómo lo sabes?
¿Es que no la escuchas? Se pone más cachonda cuando el tío es dominante
Mmmm
Así que ya sabes, mañana la follas así
Vale, vale
Que vea que tú mandas
Ya, ya
Al rato se levantó, se limpió y se fue. Yo me quedé tumbado mirándola y cuando se fue pensé “Joder, la primera vez que me follo a dos tías diferentes el mismo día, y menudos dos pibones” y me dormí aunque tenía que estudiar, pero estaba fundido.
45
MARISA
“¿Folláremos hoy?” pensaba mientras terminaba de arreglarme delante del espejo. El polvo de ayer había sido bastante diferente al de la noche, mucho más largo e intenso. El primero había sido morboso pero el de ayer había sido puro sexo. “Y Dani se portó mucho mejor, no una maravilla pero muy bien”. Me puse a pensar en el polvo y me entró un escalofrío “tiene una buena polla, eso sin duda, pero además es que está muy bueno”. Si hoy quería un polvo, no tendría ningún problema, eso desde luego, pero que lo pidiera él, de mí no iba a salir.
Entonces escuchó ruido y fue a la cocina para encontrarse a Dani vestido y entrando en la cocina. Me vio y vino a mí, dándome un pico y un buenos días… decepcionante…
DANI
Me había levantado cansado y con dolor de cabeza. La ducha me había despejado pero estaba aún medio dormido. Me senté a desayunar, esperando que el café me despertara del todo. Marisa estaba poco habladora, para variar. Pensé “esta se siente culpable, a ver por donde sale”. Nos sentamos y empezamos a comer. Entonces ella dijo:
Dani, tenemos que hablar
Ya me lo imaginaba
Lo que ha pasado, sabes que no está bien
Sí, bueno...
Pero ha pasado
Ya
Ahora, lo que tienes que tener muy claro es que no quiero nada de jueguecitos delante de tu tío o los niños
¿A qué te refieres?
A insinuaciones, risas tontas, miradas… eso lo guardas para el desayuno o la cama, pero nada delante de tu tío, que no tiene un pelo de tonto
Me quedé mirándola y le dije:
Pensaba que me ibas a decir que ya no íbamos a tener más sexo
Bueno, una vez que ya hemos cometido el pecado, es tontería no disfrutarlo
Mirándome con una sonrisa. Y dijo:
Un polvete de vez en cuando no está mal ¿No?
No, para nada
Pero, por favor, mucho cuidado con tu tío, no le quiero hacer daño y tú y yo tendríamos mucho que perder si se entera
Ya
Y entonces se puso a hablar de otras cosas, de los niños, vecinas… Terminamos de desayunar y ella se levantó a dejar los platos en el fregadero. Le iba a decir que me iba pero entonces le miré el culo bien ajustado con sus mallas y me empecé a animar. Me levanté y le agarré el culo diciéndole:
Marisa giró la cabeza para mirarme con una gran sonrisa en su boca. Entonces dijo:
Le agarré las tetas desde atrás y le dije:
Me había pegado a ella y Marisa movió su culo restregándose por mi paquete. Le aparté el pelo del cuello y se lo besé y lamí. Marisa dejó de fregar los platos y se apoyó en la encimera, gimiendo mientras yo seguía besando su cuello y le apretaba las tetas. Ella, mientras tanto, no dejaba de mover su culo por mi paquete, que ya estaba duro. Metí una mano dentro de sus mallas y acaricié su coño por encima de las bragas. Cuando lo noté bien húmedo, metí la mano dentro de las bragas y la masturbé mientras seguía besándola el cuello. Entonces le dije al oído:
Marisa jadeó y no dijo nada más, solo aumentó el ritmo de sus gemidos. La seguí masturbando rápido y le dije:
Marisa giró la cabeza para buscar mi boca y nos dimos un morreo con mucha lengua mientras seguía con mis dedos dentro de su coño. Entonces me separé y le bajé las mallas y las bragas. Me puse de cuclillas y le mordí una nalga. Ella gritó y se inclinó para dejar el culo en pompa. Le metí dos dedos en el coño y los moví rápido mientras con el pulgar le acariciaba el clítoris. Marisa no paraba de gemir. Le dije:
Me levanté, me saqué la polla y se la metí en su coño chorreando. Ella dio un grito placentero y empecé a follarla hasta que se corrió. Me salí de ella y la miré, allí inclinada sobre la encimera, con el culo en pompa, la ropa por los tobillos, estaba muy sexy.
Me bajé los pantalones y me senté en la silla. Le dije:
Marisa se giró, mirándome aún descompuesta por el orgasmo. Entonces vino a mí y se arrodilló entre mis piernas y comenzó a mamármela. Le dije:
Ella seguía chupando y mirándome, sin poder decir nada. Le dije:
Le iba diciendo las cosas que Gema me había dicho y por ahora, a Marisa parecía gustarle. La mamada la estaba haciendo con muchas ganas. La tuve que parar, me iba a correr como siguiera así. Le dije:
Marisa se levantó, se quitó los zapatos, las mallas y las bragas y se sentó a horcajada sobre mí, clavándose mi polla en un coño que seguía muy mojado. Comenzó una nueva cabalgada. Le quité la parte de arriba dejando sus tetas al aire que apreté, chupé y mordisqueé mientras ella no paraba de moverse encima. Y entonces aumentó el ritmo y sus gemidos hasta que me corrí y ella al poco. Nos quedamos abrazados en esa postura, recuperando la respiración. Luego me dio un morreo lento y se levantó para irse al baño. Salió al poco para recoger su ropa y ponérsela, mirándome con una sonrisa. Le dije:
Riéndose. Me despedí de ella con otro beso y me fui. Solo era jueves y ya llevaba un par de polvos con Marta, tres con mi tía y dos con Gema. Y seguramente otro esa noche con Gema al contarle como le había hecho caso con los insultos. Menuda semana.
Llegué a la facultad y vi de lejos a Marta y Charo hablando pero me entretuve con otros compañeros. Al rato se me acercó Marta y cuando nos quedamos solos me dijo:
No me acordaba para nada que había quedado con Marta, y yo haciendo planes para quedar con Gema. La miré y ella notó algo porque dijo:
Ya has quedado ¿No?
No, no, es que se me había olvidado, lo siento
Bueno, si no tienes ganas, no pasa nada
Claro que tengo ganas, es solo que ando despistado
¿Seguro?
Sí, sí
¿A qué hora me paso?
Mmmm, no sé, te aviso y paso a recogerte
No hace falta
Sí, no hay problema, te recojo
Vale
Me jodía no quedar con Gema pero ya le había dicho a Marta de quedarse en mi casa y también me apetecía pasar la noche con ella. Me reí por dentro pensando que había pasado de tener problemas por no tener con quien mojar, a ahora tener que decidir con cual, como cambiaba todo.
Por la tarde-noche, me duché e iba ya a avisar a Marta para recogerla, comer algo y luego volver a mi casa cuando llamaron a mi puerta. Abrí para encontrarme a una Gema vestida con un mini vestido y sonriente. Me dijo:
La miré, estaba súper sexy con ese vestido tan ajustado y cortito. Le dije:
Pero es que he quedado con Marta
Pues que se venga
No sé si querrá
Tú llámala, que se venga, pero vámonos ya y me cuentas por el camino como ha ido con Marisa, te la has follado esta mañana ¿No?
Y tiró de mí para llevarme con ella a mi coche donde le conté todo y Gema sonreía diciéndome:
Me dio un morreo en toda regla y luego arrancamos para ir a un bar a comer algo. Estuvimos un rato los dos solos, charlando, besándonos de vez en cuando y tocándonos mucho y a eso de las 10 de la noche, Gema dijo:
Me quedé de piedra, se me había olvidado completamente. Le dije:
Joe, se me ha olvidado
¿No la has llamado?
¡¡¡Pero si no me has dejado!!!
¿Yo? pero si te dije que la llamaras
Pues no sé cuando si no has parado de meterme mano
Ya, claro, jajaja, anda, llámala y que vaya a… espera, voy a ver donde andan
Y se puso a mirar su móvil y luego me dijo el sitio. Fui a llamar a Marta pero entonces pensé “¿Quiero que venga?” Tenía a Gema allí al lado, súper sexy y juguetona. Quedar con Marta estaba muy bien pero es que Gema era mucha Gema y se la notaba caliente y con ganas de cualquier cosa. Al final escribí a Marta diciéndole que no podía quedar, que me habían liado unos amigos y no sabía cuando iba a acabar. Ella me escribió casi de inmediato:
Cuando termines, si tienes ganas, me llamas y te pasas por aquí
Es que no sé cuando voy a terminar
Ya, bueno, no me importa la hora, ya sabes
Me sentí como un cabrón, ella con tantas ganas de verme y yo sin decirle la verdad.
Bueno, tú no me esperes ¿eh?
Ya, ya, voy a estudiar, pero me acostaré tarde
Ok, te dejo, y perdona
Nada
Apagué el móvil sintiéndome mal pero llegó Gema diciendo:
Y me olvidé de Marta.
MARTA
Miré el móvil, estaba claro que no iba a venir, se estaba divirtiendo y no iba a venir a follar con la aburrida canija. Esta vez ni me había dicho que fuera, la cosa estaba clara. Si quería follar, le había dejado claro que yo estaba disponible, ya vendría si no conseguía otra. Y se sentó a estudiar muy desanimada.
DANI
Era cierto que Gema tenía ganas de bailar, no paró en todo el rato. Bailaba y se enrollaba conmigo pero también hacía lo mismo con otros. La vi enrollada con otras dos tías en distintos momentos. A quien no vi fue a Lily en toda la noche, y al par de horas, perdí a Gema. Le escribí pero ya no respondió. Me quedé pensando en irme y pasarme por casa de Marta pero me sabía mal, ella no se merecía tenerla de segunda opción, era rastrero por mi parte. Me lo estuve pensando unos minutos y al final decidí que no, que era muy feo hacia Marta, no la quería tratar así, me parecía despectivo e irrespetuoso y Marta era una amiga, no solo alguien con quien follar. Miré a mi alrededor, vi a unas amigas de Gema y me puse a bailar con ellas con la esperanza de conseguir cacho con otra pero nada, mucho jugueteo, algún beso pero nada de nada. Al final me fui a casa solo y tarde, pasadas las cuatro de la noche, y sin noticias de Gema.