Como os dije, os haré un relato detallado (según lo que me de la memoria) de lo que hemos vivido estos meses. Me ceñiré a los hechos puros y duros e intentaré no dar muchas vueltas, aunque daré todos los detalles que recuerde (mi memoria para estas cosas es bastante buena). Las sensaciones son muy complicadas de transmitir, pero lo intentaré.
Tras la última experiencia con F. hablamos mi mujer y yo y llegamos al acuerdo que se habían acabado los encuentros con él. El último (que yo sepa) fue de sumisión total de ella, de entrega, y me dejó tocado unos días, a pesar de hablar con ella esa noche. Ese último encuentro me descubrió a la mujer que había sido durante los años que había estado sola, sin complejos, y abierta por completo a cualquier experiencia sexual. Hemos hablado mucho de las experiencias que tuvo, y a pesar de que yo intuía mucho, me quedé corto. Muy muy corto. Aviso a navegantes: vuestras mujeres son más abiertas y han hecho mínimo el triple de lo que os reconocen. Por pudor o por lo que sea. Pero lo han hecho. Dadlo por seguro.
Verla sometida por él, y disfrutando de cosas que yo imaginaba solo en sueños eróticos me abrió la mente. Así que aceleré en mis peticiones esos días. La primera, ir a un club a verla follar con varios tíos. Me dijo que de momento iríamos poco a poco, que iríamos a un club (dice que sólo había ido una vez con una antigua pareja follamigo de su época de soltera, pero no me creo nada) y ya veríamos. Quedamos en que por privacidad lo haríamos fuera de Málaga, y organizamos un fin de semana en Madrid.
Lo normal, AVE, hotel, museos, con la salvedad de que la noche del sábado, en lugar de cena y follada rutinaria en el hotel, iríamos a un club. Y así hicimos. Noche de viernes estándar de cena, hotel, sexo (estándar y rutinario animado por la experiencia del día siguiente), y a descansar. El sábado visita a Madrid (museos, paseos, restaurante) y a arreglarnos para la noche.
No entraré en detalles pero iba arreglada sexy pero normal. La típica MILF que desearías follarte y ves en cualquier restaurante de cualquier zona de España un sábado noche. Minifalda sin exageración, escote sin exageración, quizás un poco pasado en el maquillaje y un conjunto de ropa interior más de putón que de señora de mediana edad. Después de cenar, nerviosos por la experiencia, camino al club. Taxi (vergüenza de darle la dirección sabiendo que él conoce el club, seguro) y al lío. Entramos, nos preguntan si es la primera vez (el acento andaluz te delata) y ligero tour y explicaciones.
Entramos a lo que yo describiría como un pub normal (un poco recargado) y unas 8/10 parejas charlando, solas o en grupos de 4/6 personas. Copa, un rato de ojear el ambiente y mucho nervio. Desde la entrada, cruce de miradas con casi todos los grupos y parejas y comentarios entre C. y yo. Algunas nos gustan, otras menos, otras nada de nada. Lo que es la vida, vamos. Al rato una de las parejas que nos gustan solo a medias se acerca. Se presentan, nos dicen que vienen a menudo y comenzamos a charlar. La verdad es que son agradables (o tienen mucha experiencia) y nos hacen sentir cómodos. Él, cuarentón largo, con algo de sobrepeso pero poco, muy bien vestido. Con estilo. Ella, delgada, buenas tetas (apostaría a que operadas) resultona, guapetona y con un traje ajustado, un poco demasiado "putón", pero efectivo para el lugar. Estamos hablando un buen rato y sin darnos en cuenta, en menos de diez minutos, ella está a mi lado y él al lado de C. en conversación animada, rozándonos brazos, riendo, acercando boca a oreja para algún detalle en concreto (la música un pelín alta), y el ambiente bastante cordial y suelto. Hablamos de los hijos, de la tele, del trabajo y -como no- de sexo, lo que caldea el ambiente rápidamente. Poco a poco la cercanía cada vez es más evidente y llega un momento en que él le pone el brazo alrededor de la cintura a C. y se pone a hablarle a centímetros de la boca. Ella no se muestra nada incómoda, y yo me acerco cada vez a ella, le pongo el brazo en la cintura -casi en el culo- y empiezo a acariciar su espalda, cintura y parte alta del culo. Ella me sigue el juego, me rodea la cintura con su brazo y se pega a mi lo suficiente para notar mi erección. Hablamos a centímetros de rozarnos la cara y cuando miro a C. me quedo de piedra. le está comiendo la boca al tipo. Sin pudor, sin recato, con pasión. Puedo ver sus lenguas (están a menos de medio metro) entrelazándose, húmedas y enroscadas y como él le tiene puesta una mano en el culo, apretando, y la otra por delante, muy cerca de su pecho, a centímetros de rozarle el pezón. Me pone a mil escuchar a C. gemir de manera suave.
En ese momento me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. De que me voy seguramente a follar a la señora que me está rozando con su muslo la polla, pero que el tipo que le está comiendo la boca a mi mujer, seguramente, se la va a follar en unos minutos delante de mi y de su mujer. Antes de entrar C. y yo habíamos hablado de la que la idea era mirar, ponernos cachondos y seguramente acabar follando delante de gente, lo que a mi me parecía ya bastante avance. Pero la situación nos ha llevado donde estamos, sin darnos cuenta. Me pongo tan cachondo que sin pedir permiso -fatal, lo sé- me tiro a comerle la boca a ella, que por suerte, me responde con una pasión un poco fuera de lo común. Me come la boca, gime, y se me pega acariciando ya sin pudor mi polla con su mano . Por momentos pienso que me va a follar allí. Pierdo un poco la noción del tiempo y cuando al cabo de unos minutos miro a C. siguen morreándose, ya ella rozándole con la pierna (y por momentos con la mano) la polla, arriba y abajo, casi pajéandolo, y él le ha bajado un poco el vestido y le está acariciando los pezones a mi mujer, que los tiene tiesos y duros como el acero.
Nos miramos C. y yo y de repente, no sé si vergüenza, pudor, o qué, parece que nos da un poco de bajón. Le pregunto en voz alta, "cómo estás" y ella me responde "bien, bien..." aunque se le nota que -como yo- estamos desubicados, raros, excitados pero fuera de nuestra zona de confort. Pero la otra pareja se le nota la experiencia y nos dice "chicos, vamos a pedir una copa y nos vamos a seguir charlando a otro sitio más discreto". Dicho y hecho, pedimos otra copa (una clavada por cierto) y nos dejamos guiar. Unas escaleras, otra zona donde la música se escucha mucho, pero mucho menos, y buscamos (buscan ellos) una sala más privada. No hay tantas y todas están todas ocupadas por gente en pleno acto sexual. Curiosamente es un poco raro, casi bajón, porque nos choca un poco, no estamos acostumbrados. Pero al final entramos a una sala con luz tenue en la que hay un par de sofás, una cama y una mesa. En la cama una pareja follando (creo que bastante maduros), pero en plan tranquilo, despacio. Yo diría que no follan, hacen el amor. Entramos, ni nos miran, y nos sentamos en los sofás, unos enfrente de otros, y en un par de minutos cada pareja (cambiados, obviamente) está a lo suyo. La cosa se acelera, y yo la verdad, estoy casi más pendiente de lo que hace C. que de lo que hago yo. Él le ha bajado la parte de arriba del vestido y le come las tetas mientras ella le ha sacado la polla y lo pajea despacio. La mujer del amigo me come la polla despacio, y me da tiempo a recrearme en lo que veo. Él va bajando poco a poco hasta ponerse de rodillas en el suelo, le sube (muy muy despacio y basando cada centímetro lo que me parece tremendamente sensual) la falda, hasta dejar a la vista el tanga (negro) y mete la cabeza entre sus piernas. Lástima que según mi posición no puedo verlo, pero por los gestos, la cara y el gemido de mi mujer, puedo "sentir" el momento exacto en que empieza a comerle el coño. Ella le coge la cabeza con sus manos y empieza a meter los dedos entre su pelo mientras el parece que le está dando una comida de coño bastante buena, por cómo mi mujer levanta rítmicamente el pubis y se muerde los labios diciendo "sí, joder, así, así", mientras me mira a los ojos, con una media sonrisas. Una cosa que me llama la atención es que ni por un momento mira a cómo la otra tipa me come la polla o los huevos. Sólo me mira a los ojos.
Seguimos así un rato, no sé cuanto, la verdad, y en un momento dado, casi sincronizados, el tipo se levanta para bajarse los pantalones y su mujer se levante y me dice "te toca". Se sienta en el sofá, se baja el pantalón ajustado que llevaba tirando además de las bragas, y se abre de piernas para que le coma el coño. Mientras me doy la vuelta y me pongo de rodillas a comer coño veo de refilón como C. empieza a comerle la polla al tipo, como ella sabe, y él empieza a resoplar diciendo "qué bien la comes, coño, qué bien la comes". La verdad que ahí pierdo un poco la noción del tiempo (me gusta demasiado comer coño) pero recuerdo escuchar gemidos mezclados, los míos, los de la pareja, él y ella, los de mi mujer, y los de la pareja de la cama.
En un momento dado me doy cuenta de que los gemidos de mi mujer son más fuertes y me doy la vuelta, y veo a él sentado y ella cabalgándolo sin piedad. No sé cómo pero no me he dado cuenta de que se han puesto a follar (él se ha puesto condón, que no sé de dónde ha sacado). Ella bota y ahora sí estoy a menos de 1 metro de ver cómo la polla del tipo (normal, nada del otro mundo) entra y sale del coño de mi mujer, chorreando, mientras ella susurra "sí, sí, sí". Me dan ganas de sentarme a mirar pero la mujer del tipo me reclama, y me dice "te pone cachondo ver cómo X se folla a tu putita (no es demasiado fina, no), eh", mientras se agacha a coger de su pantalón un condón (tienen experiencia, sin duda). Lo abre y me lo pone, con bastante pericia, y me dice "fóllame" mientras se abre de piernas y con los dedos abre su coño. No me lo pienso, me echo sobre ella y empiezo a bombear como un poseso. Ahí pierdo un poco la noción y sólo recuerdo cuando al rato oigo a mi mujer decir "me corroooooo" y vuelvo la cabeza y la veo tumbada en el sofá, con él encima empotrándola duro. Ella tiene las manos en el culo de él acompañando sus movimientos de pelvis, empujando fuerte contra su cuerpo como si quisiera que se la clavara más adentro, y él dice en un momento "me corro también, me corro también" y ambos se corren casi a la par. Es demasiado para mi y noto como me corro yo también, me giro, miro a la mujer del tipo y la veo sonriendo. No sé si se ha corrido o no pero parece estar satisfecha.
Más tarde o mañana termino con esta experiencia.