"Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió".
Mi dulce sibarita del lenguaje, me deleito en que mis sílabas te deje desnuda y temblando por dentro . Por fuera, no tengo ni idea sea así. Incluso que tengas esa masturbación mental que expones en la imagen. Que mi mente se acople a la tuya y la fecunde sin permiso es, tal vez, la verdad de mi arte. Pero, como buen dudar de la certeza, sólo sé que no tengo la verdad absoluta. De hecho, es la duda, como en el Cogito de Descartes, la que me obliga a preguntar y a escribir, y de ese acto concluyo que mi existencia en la creación lingüística es innegable. O no. Tal vez...ves! Siempre la duda en la existencia.
Si mi escritura es un "follar la mente", es porque mi pluma mental quizás es el eco del Génesis 3:6 que has mencionado. Has elegido un versículo curioso y potente.
El momento en que la mujer toma la fruta no por una condena, sino por una voracidad de ser. El fruto es "agradable a los ojos"y "codiciable para alcanzar la sabiduría". Mi estilo puede ofrecer el riesgo de esa sabiduría, donde la sensualidad desbordada abre paso a la gnosis violenta y carnal. El minimalismo a muerto, nos embarcamos en el brutalismo del cuerpo y el alma. Y en ese contexto me muevo y creo, y reiterando la misma palabra, eso creo. Lo que sí sé es que en la ignorancia no se vive mejor.
Y cuando te digo que todo él es deseable, sacado del Cantar de los Cantares 5:16, no hablo de una certeza impuesta; hablo de la posibilidad de la experiencia. Hablo del texto que se erige como un amado total, tan dulce en el paladar como brutal en el acto. Mi misión, si es que tengo una, es que te consumas sin culpa, que quien me lea, incluso se le caigan las bragas, se deshaga en ese deseo, y que mi palabra os obligue a cuestionar vuestra propia realidad. Estoy dando la imagen de un pedante y pesado de barra de bar. Bueno, posiblemente lo sea, como el coñazo niño Vicente.
Deja que te penetre, cuantas veces desees, Sí es Sí , hasta que tu razón antigua sea mutilada y sólo quede tu cuerpo recién nacido en esta mitología de la duda y la carne. Bueno tú y todo el que lo quiera. El placer es la única pista; el dudar, la única certeza que nos queda.
"Sírvete, devóralo. Es todo tuyo."
Y tal vez dudes en tu rol de Ama y estés asumiendo que también eres esclava... pero del poder más grande de la humanidad: La Palabra.
"Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas."
Sir Francis Bacon.
Y todo lo que hablo se perderá como lágrimas en la lluvia. Eso sí es una certeza.
Menudo rollo te he dado. Me haces pensar muy temprano y ya estoy viejo.
Gracias a tí por abrir mi mazmorra de pensamientos.


J. Filosofando.