Ahí va otra fantasía más que pulula por esta cabecita mía que no para quieta un segundo jeje. A esta la podría titular "Fantasía-karma" o "Darle su merecido a alguien y a la vez ponerte palote". Vamos allá.
Antecedentes
1. Tengo una compañera del curro que no es demasiado buena persona. No me cae nada bien y tampoco es atractiva en absoluto, y sin embargo es la protagonista de mi fantasía. Lo que más me repele de esta mujer, pero que al mismo tiempo me atrae, es su mentalidad ultra-conservadora, y su rechazo a todo lo que pueda sonar a sexo. Ante cualquier broma en la oficina que suene a algo picante, por tonta e inocente que sea, tuerce el morro y hace como que no ha oído nada.
2. Este verano pasado estábamos unos cuantos hablando sobre las playas a las que vamos, y ella contó la anécdota de que paseando por la playa de San Juan con una amiga fueron andando andando hasta que sin darse cuenta...¡se metieron en una zona nudista! Me llamó la atención que lo que expresaba era el mal rato que pasaron ellas y lo apuradas que estuvieron hasta que se fueron. Según ella lo contaba, yo me imaginaba a la gente de la playa pasando hasta el culo de ellas y las otras dos como gilipollas super alteradas por la orilla... en fin. Un servidor, que es asiduo a las playas nudistas más de una vez ha presenciado episodios de estos, que dan vergüencita ajena, qué le vamos a hacer.
3. Hace poco otra compañera (ésta sí es maja y buena tía) decoró un tablón de anuncios que tenemos en la oficina con un par de láminas que compró en un museo de Barcelona que fue a visitar hacía poco. Ningún problema con eso, salvo que una de las láminas era un cuadro barroco donde salía un santo al cual se le veía la picha (que por cierto no era pequeña). Cuando esta mujer lo vió montó en cólera y dijo que no iba a consentir que "eso" estuviera en la oficina a la vista de todo el mundo. Amenazó incluso con poner una denuncia en inspección de trabajo! La tuvimos liada unos cuantos días, pero al final la mujer se salió con la suya y la lámina pecaminosa se fue fuera.
Y ahora sí, vamos ya con la fantasía:
Cómo me gustaría!!! Estar yo en la playa nudista, debajo de mi sombrillita en pelota picada tan ricamente y verla pasar despistada por la orilla! La dejo que pase de largo, y a continuación salgo a andar en pos de ella. Una vez que estoy cerquita , y con toda la naturalidad del mundo, levanto un poco la voz para saludar y le digo "hombre, Pepa! (no se llama así, por supuesto) no me imaginaba yo que me iba a encontrar contigo en una playa de estas!" La mejor de mis sonrisas esperándola mientras se da la vuelta...
Sólo de imaginar la cara descompuesta que se le pondría, y ese momento inevitable en el que comprueba que estoy totalmente desnudo, esa mirada de refilón a mi polla... se me pone morcillona. Me gusta imaginar que en esa situación andaría yo cerca de la erección, lo cual aumentaría más si cabe el malestar de mi casta compañera jijiji.
Ella intentaría salir por piernas de allí inmediatamente, por supuesto. Y también por supuesto yo haría el amago de darle un par de besos. Educación ante todo. Es probable que ni siquiera me saludara, no lo sé, ya que en esos momentos de máxima vergüenza cuando no sabemos comportarnos todos hacemos cosas raras. En todo caso yo, como buen caballero (y como ella no tendría escapatoria) la acompañaría un rato hasta llegar a mi sombrilla antes de despedirme con toda la educación del mundo. "Bueno Pepa, ya nos veremos en la oficina con más ropa, jajaja"
Y ese momento de volverse a ver en la oficina al día siguiente... yo creo que se cogería la baja unos días para restablecerse del soponcio. Aún así tarde o temprano tendríamos que vernos las caras, es inevitable. Imaginar la vergüenza que le iba a dar durante unos meses el cruzarse conmigo... buffff!!!