Una de mis mayores sorpresas hace honor al hilo. Trabaja en un colegio privado de monjas, monjas totales. Ella no lo es como mucha de las maestras, no llevan hábitos pero si unos uniformes oscuros monjiles, que no incitan a nada. El caso es que tenemos una amiga común, la cual debió decirle que la había follado bien, según me confirmaría ella. Le había picado la curiosidad y quería comprobarlo. El caso es que se había separado de su marido hacía no mucho, sin hijos...
Total que coincidimos, con su amiga y algo achispada me dijo que me invitaba a una caña. Acepté, no se si por cortesía o compromiso con mi amiga. Después de la caña, cayó una copa y me ofrecí a llevarla a su casa. En mi mente, un beso casto y dejarla en su portal. Nada más llegar a este y, sin darme tiempo a despedirme, me dijo:
-- ¿me acompañarás hasta arriba?
Desprevenido, dije que si.
Nada mas llegar, de quito las ropas de monja civil, desabotonándose la camisa y dejando al aire unas señoras tetas aprisionadas en un sujetador feo de narices, no se si el mas feo que he visto nunca, como de señora muy mayor. Se lanzo directamente a mi boca.
De entrada besaba bastante bien, preludio de una fiera indomable y luego a la yugular de mi bragueta. No daba crédito: me hizo una de las mejores mamadas que recuerde. Follamos en todas las posturas y por todos los agujeros posibles y acabó pidiendo su postre.
-- Me lo he merecido, ¿no crees? soltó con una sonrisa mortal.
Quedamos algunas veces mas. Me contó que era la tercera polla que probaba y que conmigo se habia corrido mas de una vez, no siempre se corria y su ex solo posición del misionero.
-¿y como has aprendido tanto? La pregunté
-- Tengo amigas muy zorras, a alguna la conoces, otras no... me han instruido y el porno ayuda. A estas alturas de mi vida, quiero disfrutar a lo bestia, sin ataduras....
Lo de las ataduras no era cierto, porque le iba, le va el shirabi....